Modelo Demanda de Accion Mera Declarativa in Faciem

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DEMANDA ACCIÓN MERO DECLARATIVA DE UNIÓN CONCUBINARIA

diciembre 21, 2014

Poder Judicial

Juzgado Distribuidor de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes

De la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas

Su Despacho.-

Yo, Beny Acosta Amarista, de nacionalidad Venezolana, mayor de edad, hábil en derecho, titular de
la Cédula de Identidad Nº C.I.V- 10.802.248, de profesión Licenciada en Administración mención
Recursos Humanos, de este domicilio, debidamente representada en este acto por el Abogado de
libre ejercicio Jesús Alberto Rodríguez Merentes, titular de la Cédula de Identidad Nº C.I.V-
11.199.023, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado (Inpreabogado) bajo el Nº
191.033, representación que consta según Poder Apud Acta consignado en este acto, y a los
efectos de dar cumplimiento con lo establecido en los artículos 174 y ordinal 9° del artículo 340
ambos del Código de Procedimiento Civil, fijo como DOMICILIO PROCESAL el conjunto residencial
Queseras del Medio, Terraza A, apartamento Nº 05-02, piso 05, bloque Nº 55, avenida José
Antonio Páez, sector UD-4, Caricuao, Parroquia Caricuao, Municipio Libertador del Distrito Capital,
ante usted, con la venia de estilo, ocurro y expongo:

TÍTULO I

CAPÍTULO I

DE LA COMPETENCIA

En atención a la sentencia N° 34 relacionado con el Expediente N° AA10-L-2010-000138, mediante


el pronunciamiento de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 07 de marzo del
2012, en el caso de la ciudadana Alexandra Carreño Hernández, parte demandante por acción
mero declarativa de reconocimiento judicial de unión concubinaria contra el ciudadano Nelson Luis
González Medina; Magistrado Ponente Malaquías Gil Rodríguez, en el cual la Sala adoptó un nuevo
criterio en los procedimientos en que se solicita el reconocimiento judicial de la unión
concubinaria, en la que se hayan procreados hijos, y mientras que éstos sean menores de edad, la
jurisdicción competente es la especial de protección de niños, niñas y adolescentes, habida cuenta
que es la más capacitada para brindarle la debida protección a los sujetos en etapa de niñez o
adolescencia. En consecuencia, el nuevo criterio que sobre esta materia adopta la Sala Plena, a los
fines de garantizar el más idóneo, integral y cabal tutelaje a los derechos e intereses de los niños,
niñas y adolescentes, que se ven involucrados en juicios relacionados con solicitudes de
reconocimiento judicial de uniones concubinarias, son los órganos judiciales pertenecientes a la
jurisdicción especial de protección de niños, niñas y adolescentes.

(…) “Ciertamente, a juicio de ésta Sala Plena, no cabe la menor duda que en el literal L del
parágrafo primero del artículo 177 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, reside el conferimiento a la jurisdicción especial de niños, niñas y adolescentes de la
competencia para conocer y decidir lo tocante a las acciones mero declarativas de uniones
concubinarias, pues, aun cuando en su texto no se contempla ni se alude expresamente a las
citadas acciones mero declarativas, la interpretación progresiva de dicho dispositivo normativo a la
luz de los valores, principios y preceptiva constitucional, así como su desarrollo legislativo y
jurisprudencial, razonable y coherentemente conduce a tal conclusión. Tanto más cuanto que, la
norma jurídica bajo análisis, contempla las uniones estables de hecho, las cuales fueron calificadas
por la Sala Constitucional como equivalentes a las uniones matrimoniales, en sentencia número
1682 de fecha 15 de julio de 2005, a propósito de la interpretación que realizara sobre el artículo
77 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En dicho fallo, categóricamente
afirmó el máximo órgano de interpretación constitucional, que “…en los procesos tendientes a que
se reconozca el concubinato o la unión estable, se podrán dictar las medidas preventivas
necesarias para la preservación de los hijos y bienes comunes.”. En suma, de la valoración de los
lineamientos que se infieren de la interpretación del artículo 77 constitucional, conjuntamente con
lo establecido en el precitado artículo 177, lo procedente conforme a lo contemplado y a la
progresiva orientación humanista del sistema jurídico positivo patrio, es que la jurisdicción especial
de protección de niños, niñas y adolescentes sea la que conozca de los juicios destinados al
reconocimiento judicial de uniones concubinarias” (…).

Por lo precedentemente expuesto, interpongo en nombre de mi representada ante la jurisdicción


especial de protección de niños, niñas y adolescentes la presente acción.

CAPITULO II

DE LOS HECHOS

Mí representada la ciudadana Beny Acosta Amarista, antes identificada, inició a partir del quince
(15) de mayo de dos mil (2001), una UNIÓN CONCUBINARIA, estable y de hecho con el ciudadano
Luis Alberto Morillo Zavala, de nacionalidad Venezolano, mayor de edad, hábil en derecho titular
de la cédula de identidad Nº C.I.V-.9.516.869, en forma ininterrumpida, pacífica, pública y notoria
entre familiares, amigos y comunidad en general, como si hubiesen estado casados, socorriéndose
mutuamente, cohabitando en diferentes sitios durante el transcurso de todos esos años, siendo el
último lugar de residencia, una vivienda tipo apartamento, destinado a vivienda principal,
distinguido con el Nº 05-02, ubicado en el piso 05, del edificio Nº 55, que forma parte del
“Conjunto Residencial Queseras del Medio”, situado en la Avenida José Antonio Páez, Parroquia
Caricuao, en la Jurisdicción del Municipio Libertador del Distrito Capital, Número Catastral 09-02-
18-55 el cual adquirieron en fecha 05 de Mayo de 2010, según se evidencia en documento
debidamente registrado ante el Registro Inmobiliario del tercer circuito del Municipio Libertador
del Distrito Capital y que acompaño en copia simple perfectamente legible marcada con la letra
“A”.

En este orden de ideas, consigno también marcada “B”, copia certificada de la Partida de
Nacimiento de un hijo nacido durante la unión concubinaria, expedida por la Registradora Civil de
la parroquia Caricuao, Municipio Libertador del Distrito Capital, en el año 2010, acta N° 120, la
cual riela en el libro de Registro Civil correspondiente al folio 75 del año 2010.

Para mayor abundamiento de dicha unión concubinaria y como indicios convergentes y


concordantes, consigno en copia fotostática perfectamente legible marcada “C” Constancia de
Concubinato N° 1397 expedida por la Jefatura Civil de la Parroquia Caricuao de fecha 12 de Junio
de 2006, por lo que pido con todo respeto, se valore dicha copia como prueba complementaria en
atención a lo establecido en el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil.

Mi patrocinada en el transcurso de su convivencia y su concubino el ciudadano Luis Alberto Morillo


Zavala, obtuvieron dos bienes inmuebles y un vehículo, el primero de los bienes inmuebles es una
casa en el estado Falcón, el cual mi representada no posee mayores detalles ya que su concubino
viajaba frecuentemente y unilateralmente al estado antes citado, el segundo es el inmueble tipo
apartamento en el cual se desarrolló durante todos esos años la Unión Concubinaria y el cual se
encuentra a nombre de los dos concubinos, cuya ubicación y linderos son los siguientes: conjunto
residencial Queseras del Medio, Terraza A, apartamento Nº 05-02, piso 05, bloque Nº 55, avenida
José Antonio Páez, sector UD-4, Caricuao, Parroquia Caricuao, Municipio Libertador del Distrito
Capital, alinderado de la siguiente manera, NORTE: Pared norte del edificio, SUR: Apartamento N°
05-01, ESTE: Escalera, pasillo y Apartamento N° 05-03, y OESTE: Pared Oeste del edificio.

El vehículo, el cual se encuentra a nombre de la parte demandada es el que sigue con las
siguientes características: Marca Chevrolet; modelo Aveo LT/4P; Tipo Sedan; Año 2011; Color Plata;
Serial de carrocería 8Z1TM5C60BV312667; serial del motor F16D37064561; placa AC412MA. Dicho
vehículo esta registrado a nombre del demandado, el ciudadano Luis Alberto Morillo Zavala,
como consta en el Certificado de Registro de Vehículo N° 31183054 emanado del Instituto Nacional
de Transporte Terrestre de fecha 02 de Marzo de 2012, según copia simple perfectamente legible
que acompañamos al presente libelo, distinguida con la letra “D”.

CAPITULO III

DE LAS PERTINENTES CONCLUSIONES (Ord.5º art.340 C.P.C)

Respetado Juez, la presente ACCIÓN MERO DECLARATIVA DE RECONOCIMIENTO DE UNIÓN


CONCUBINARIA es procedente por las siguientes razones:

PRIMERA: Por cuanto el concubinato se constitucionalizó, en virtud de haber sido incorporado en


el artículo 77 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establece estas
uniones estables de hecho entre un hombre y una mujer que cumplan los requisitos pertinentes
produce los mismos efectos del matrimonio. Asimismo, según sentencia dictada por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 15 de julio de 2005, estableció todos los
efectos jurídicos que emanan de esa relación concubinaria, y la cual debe ser declarada
Judicialmente, irremediablemente, este Tribunal al tener en sus manos todos los elementos
jurídicos deberá declarar judicialmente la existencia de la relación concubinaria que existió entre
los ciudadanos Beny Acosta Amarista y Luis Alberto Morillo Zavala desde el día quince (15) de
mayo de dos mil (2001).

SEGUNDA: Acerca de la figura del concubinato, la doctrina Casacional ha sostenido que “estas
uniones (incluido el concubinato son similares al matrimonio, y aunque la vida en común con hogar
común) es un indicador de la existencia de ellas, tal como se desprende del artículo 70 del Código
Civil, este elemento puede obviarse siempre que la relación permanente se traduzca en otras
formas de convivencia, como visitas constantes, socorro mutuo, ayuda económica reiterada, vida
social conjunta, hijos etc. (Sic). Unión estable no significa necesariamente, bajo un mismo techo
(aunque esto sea un símbolo de ella) sino permanencia en una relación caracterizada por actos,
que objetivamente, hacen presumir a las personas (terceros) que se está ante una pareja, que
actúan con apariencia de un matrimonio o, al menos, de una relación seria y compenetrada, lo que
constituye la vida en común. Se trata de una relación permanente entre un hombre y una mujer y
no de una entre un hombre y varias mujeres (así todas ellas estén en igual plano) y viceversa’ (Vid.
Sentencia Sala Constitucional TSJ: 15-07-2005, Carmela Mampieri Giuliani en amparo) con
ponencia del Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero.

CAPITULO VI

DEL DERECHO

Fundamentamos el ejercicio de la presente demanda en disposiciones de derecho que a


continuación indicamos:

1.- El Artículo 77 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “Se protege el


matrimonio entre un hombre y una mujer, fundado en el libre consentimiento y en la igualdad
absoluta de los derechos y deberes de los cónyuges. Las uniones estables de hecho entre un
hombre y una mujer que cumplan los requisitos establecidos en la ley producirán los mismos
efectos que el matrimonio”. (Destacado propio).

2.- El Artículo 16 del Código de Procedimiento Civil: “Para proponer la demanda el actor debe tener
interés jurídico actual. Además de los casos previstos en la Ley, el interés puede estar limitado a la
mera declaración de la existencia o inexistencia de un derecho o de una relación jurídica. No es
admisible la demanda de mera declaración cuando el demandante puede obtener la satisfacción
completa de su interés mediante una acción diferente”. (Destacado propio).

3.- El Artículo 767 del Código Civil:” Se presume la comunidad, salvo prueba en contrario, en
aquellos casos de unión no matrimonial, cuando la mujer o el hombre en su caso, demuestre que
ha vivido permanentemente en tal estado aunque los bienes cuya comunidad se quiere establecer
aparezcan a nombre de uno solo de ellos. Tal presunción sólo surte efectos legales entre ellos dos y
entre sus respectivos herederos y también entre uno de ellos y los herederos del otro. Lo dispuesto
en este artículo no se aplica si uno de ellos está casado.” (Destacado propio).

4.- El artículo 211 del Código Civil: “Se presume, salvo prueba en contrario, que el hombre que
vivía con la mujer en concubinato notorio para la fecha en que tuvo lugar el nacimiento del hijo ha
cohabitado con ella durante el periodo de la concepción.” (Destacado propio).

CAPITULO V

DE LA PRETENSIÓN DEDUCIDA

Por todas las consideraciones de hecho y derecho anteriormente expuestas, en nombre y


representación de la ciudadana Beny Acosta Amarista, antes identificada, ocurrimos ante su
competente autoridad, en su carácter de concubina, Ut retro identificada, para demandar, como
en efecto demandamos en este mismo acto, por ACCIÓN MERO DECLARATIVA DE
RECONOCIMIENTO DE UNIÓN CONCUBINARIA, al ciudadano Luis Alberto Morillo Zavala , al inicio
identificado, en su carácter de Concubino en el periodo comprendido desde el día quince (15) de
mayo de dos mil (2001) hasta la actualidad, con fundamento en las Normas legales Ut retro
transcritas, para que convenga o en su defecto a ello, mediante sentencia definitiva sea declarado
por este Tribunal:

PRIMERO: Se reconozca mediante pronunciamiento judicial, la unión concubinaria sostenida entre


Beny Acosta Amarista y Luis Alberto Morillo Zavala, venezolanos, mayores de edad, Licenciada en
Administración y Camarógrafo respectivamente, solteros, de este domicilio y titulares de las
cédulas de identidad Nos. V- 10.802.248 y V.- 9.516.869, respectivamente.

SEGUNDO: Se establezca que la relación concubinaria sostenida entre los ciudadanos: Beny Acosta
Amarista y Luis Alberto Morillo Zavala, ya identificados, se inició el día: día quince (15) de mayo de
dos mil (2001) hasta la actualidad.

TERCERO: En consecuencia de la Declarativa de Concubinato sostenida entre los ciudadanos: Beny


Acosta Amarista y Luis Alberto Morillo Zavala, antes identificados, la ciudadana Beny Acosta
Amarista, es acreedora de todos los derechos inherentes al matrimonio, específicamente el
correspondiente al cincuenta por ciento (50%) de las gananciales concubinarias, fomentadas en el
lapso antes mencionado, conforme a lo establecido en el artículo 77 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.

CUARTO: En consecuencia, una vez establecidas las gananciales concubinarias, poder ejercer las
acciones inherentes a la solicitud de partición de bienes adquiridos durante dicha comunidad, de
acuerdo a lo emanado de la doctrina vinculante de la Sala Constitucional en Sentencia del 15 de
Julio de 2005, referente al recurso de interpretación del artículo 77 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, el objeto en el caso como el de marras, es que la parte
accionante obtenga previamente un instrumento fehaciente mediante el cual se acredite la
existencia de la comunidad concubinaria, es decir la declaración judicial definitivamente firme que
haya establecido ese vínculo, cuando exista, por ejemplo: un interés posterior de repartir los
bienes adquiridos en ese tiempo. Es por ello que mi representada tiene la disposición de ejercer
primeramente la presente acción de reconocimiento de unión concubinaria, para posteriormente
poder ejercer sus derechos de comunera y pedir la partición de los bienes adquiridos durante el
periodo del concubinato.

CAPÍTULO VI
DE LA CITACIÓN PERSONAL (in faciem)

Solicitamos muy respetuosamente al ciudadano Juez, que al ser admitida la presente demanda, se
ordene en el respectivo auto de admisión, la citación personal de la parte demandada, el
ciudadano Luis Alberto Morillo Zavala, ut supra identificado, conforme con lo establecido en el
artículo 218 del Código de Procedimiento Civil en las siguiente dirección: el conjunto residencial
Queseras del Medio, Terraza A, apartamento Nº 05-02, piso 05, bloque Nº 55, avenida José
Antonio Páez, sector UD-4, Caricuao, Parroquia Caricuao, Municipio Libertador del Distrito Capital.

CAPÍTULO VII

DE LAS MEDIDAS CAUTELARES

Se evidencia del hecho que por ser el ciudadano Luis Alberto Morillo Zavala, parte demandada
quién aparece como propietario del vehículo obtenido durante la unión concubinaria, puede
fácilmente deteriorarlo, traspasarlo y enajenarlo sin respetar los derechos de nuestro poderdante
el cual tiene sobre el bien mueble en cuestión el 50 % como parte de la comunidad concubinaria.

Con el objeto de preservar el bien mueble (vehículo) adquirido durante la unión concubinaria y
jurando la urgencia del caso, pedimos al Tribunal, se nos acuerde y Decrete, MEDIDA DE
SECUESTRO sobre el vehículo cuyas características son las siguientes: Marca Chevrolet; modelo
Aveo LT/4P; Tipo Sedan; Año 2011; Color Plata; Serial de carrocería 8Z1TM5C60BV312667; serial
del motor F16D37064561; placa AC412MA.

El artículo 585 del Código de Procedimiento Civil prevé dos requisitos que concurrentemente
deben llenarse para que en juicio contencioso pueda dictarse una medida cautelar; son ellos: 1) la
presunción del buen derecho; 2) el peligro de que el fallo definitivo pueda hacerse ilusorio si no se
decreta la cautela.

Estos requisitos deben acreditarse con un medio de prueba que constituya por lo menos una
presunción grave de ambas circunstancias. Sin embargo, tal exigencia no se requiere de modo
general para todo tipo de juicios ya que existen previsiones que permiten el decreto de medidas
preventivas con la sola presentación de cierta clase de documentos o pruebas, caso de los artículos
646 del Código de Procedimiento Civil para el juicio por intimación, o el 701 eiusdem para los
interdictos posesorios; o bien que dejan al prudente arbitrio del juez la decisión de dictar o no las
providencias cautelares que estime convenientes, como el artículo 191 del Código Civil para los
juicios de divorcio.

Las demandas que contienen una pretensión de mera declaración de una unión estable de hecho
dan origen, si tienen éxito, a sentencias mero-declarativas, las cuales no requieren de actos de
ejecución, pues se limitan, como su nombre lo indica, a declarar con certeza jurídica una situación
preexistente.

En este tipo de procesos mero declarativos no es posible pretender la aplicación a pie juntillas del
artículo 585 del CPC porque en tal caso jamás podría decretarse medidas preventivas desde luego
que si los fallos que se dictan al final del juicio no requieren de actos materiales de ejecución
evidentemente que nunca existiría el riesgo de su ilusoriedad.

Ahora bien, en nuestro ordenamiento jurídico existe la llamada jurisprudencia normativa la cual se
equipara a la ley formal. Esa jurisprudencia es la que emana de la Sala Constitucional cuando
interpreta el articulado de nuestro Texto Político Fundamental. Esta acotación viene al caso porque
en el año 2005 la referida Sala dictó la sentencia Nº 1.682 en la cual hace una interpretación
vinculante de las uniones estables o concubinatos que prevé el artículo 77 constitucional. En esa
decisión la Sala estableció que:

(…) “Ahora bien, como no existe una acción de separación de cuerpos del concubinato y menos
una de divorcio, por tratarse la ruptura de la unión de una situación de hecho que puede ocurrir en
cualquier momento en forma unilateral, los artículos 191 y 192 del Código Civil resultan
inaplicables, y así se declara; sin embargo, en los procesos tendientes a que se reconozca el
concubinato o la unión estable, se podrán dictar las medidas preventivas necesarias para la
preservación de los hijos y bienes comunes.” (…) (Destacado propio).

En el mismo orden de ideas, respecto a los requisitos exigidos por el legislador el fumus bonis iuris
y el periculum in mora, se hacen viables, en el caso de marras, esto es, que la medida es necesaria
para evitar perjuicios irreparables o de difícil reparación, o para impedir que la ejecución del fallo
se haga ilusoria, y que además resulte presumible que la pretensión esgrimida resulte favorable.
Los dos requisitos son concurrentes, porque la finalidad de la tutela cautelar es prever o garantizar
que se pueda cristalizar o hacer efectiva la ejecución del fallo, vale decir, la efectiva ejecutoriedad
de la sentencia es en definitiva la garantía final de que toda la actividad de las partes y del Juez en
el proceso pueda concretarse haciendo cumplir lo que en la sentencia del juicio principal se haya
dictado.

Es por esto que en nombre de mi representada, solicito al ciudadano Juez, conforme al numeral 1°
del artículo 599 del Código de Procedimiento Civil, considere la presente petición y acuerde y
DECRETE, la medida cautelar de SECUESTRO, sobre el vehículo antes especificado.

CAPÍTULO VIII

DE LA ESTIMACIÓN DE LA DEMANDA (ordinal 4º del artículo 340 C.P.C.)

Conforme con lo establecido con los artículos 39 de nuestra Ley Adjetiva Civil, y a los efectos de
fijar la competencia por la cuantía y la admisibilidad del Recurso de Casación, estimamos la
presente demanda en la cantidad de UN MILLÓN CUATROCIENTOS MIL BOLÍVARES
(Bs.1.400.000,00), “Equivalente a 13.084,11 Unidades Tributarias (UT), según Gaceta Oficial Nº
40.106 de fecha 06/02/2013, a Bs. 107,00 cada Unidad Tributaria”.

CAPÍTULO IX

DE LA ADMISIÓN

Por último, pedimos con todo respeto, que la presente demanda de ACCIÓN MERO DECLARATIVA
DE RECONOCIMIENTO DE UNIÓN CONCUBINARIA, sea admitida por el Procedimiento Ordinario de
conformidad con el artículo 450 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, es por ello que mi representada tiene la disposición de ejercer primeramente la
presente acción de reconocimiento de unión concubinaria, para posteriormente poder ejercer sus
derechos de comunera y pedir la partición de los bienes mencionados en el presente libelo,
adquiridos durante el periodo del concubinato. Por último pedimos que esta solicitud sea
admitida, sustanciada conforme a derecho y en fin declarada con lugar con todos los
pronunciamientos de Ley, y se expida copia certificada de este escrito y del auto de admisión del
mismo para fines de interés particular. Es Justicia que esperamos en la ciudad de caracas a la fecha
de su presentación.

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