Historia Escarlatina

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Rev Chil Infect 2003; 20 (3): 215-217

NOTA HISTÓRICA

Thomas Sydenham y la individualización


de la escarlatina

ENRIQUE LAVAL R.*

Thomas Sydenham and the identification of Scarlet Fever

Algunos autores han interpretado la epidemia siempre, por la toxina A del estreptococo β
ocurrida en Atenas, el año 430 a.C., descrita por hemolítico y las más moderadas o leves, por la
Tucídides, como “escarlatina maligna”, aunque toxina B o C, comprobándose paulatinamente
no hay certeza de que esta enfermedad fuera “las bien conocidas tendencias cíclicas de la
conocida en la antigüedad clásica. En la Edad patogenicidad de dicho bacterio”5,6.
Media, relato de médicos árabes, sobre una afec- En el año 1740, Huxhan llamó la atención
ción que llamaban “morbilli”, también fueron sobre la importancia de la angina en el proceso
relacionados con la escarlatina, pero sus descrip- escarlatinoso y Trousseau en 1861, consigna
ciones tan vagas, no permitieron afirmar de ma- nada menos que en cuarenta páginas de sus
nera concluyente la existencia de dicha patología célebres “Clínicas del Hotel Dieu”, la más com-
en aquella época. Entre ellos destacaron Avicena pleta y minuciosa clínica de la escarlatina3,4,7.
(979-1037) y Rhazes (865-925). Este último, Durante los siglos XVI al XVIII, “va a
autor de una magistral reseña de la viruela, distin- edificarse en el mundo occidental el pensamiento
guiéndola claramente del sarampión, separando patológico moderno”. Se introduce una gran
así las dos únicas enfermedades infecciosas de variación dentro del estudio clínico de las enfer-
carácter endémico que conocían los árabes1,2. medades: es el concepto de “especie morbosa”
En el siglo XVI, Gian Filippo Ingrasia fue el (entidad nosológica), siendo el aporte fecundo
primero en efectuar descripciones clínicas de del gran clínico inglés de la segunda mitad del
una enfermedad posteriormente reconocida como siglo XVII: Thomas Sydenham (el “Hipócrates
escarlatina, que figuran en su libro de Tumoribus inglés”). Este pensamiento constituye una suerte
Praeter Naturam, escrito entre 1533 y 1556. La de compromiso entre la experiencia y la razón, en
llamó “rosalia o rosania”, diferenciándola neta- el que debe buscarse la clave de lo que significó
mente del sarampión. A principio del siglo XVII, Sydenham para la medicina moderna6.
Döring y muy especialmente Serenert, señalan su Al igual que Hipócrates y posteriormente los
exantema característico3,4. Pero fue Thomas médicos islámicos, Sydenham insistió en la nece-
Sydenham (1624-1689), quien en 1676 indivi- sidad de realizar una cuidadosa observación de
dualizó definitivamente la enfermedad a la que los enfermos, utilizando y valorando una detalla-
designó como Febris Scarlatinae o Escarlatina da historia de sus dolencias8. Fue un humilde
Simplex. Los cuadros clínicos por él observados médico práctico de Londres, que fundó su fama
eran tan leves que consistían, en su opinión, nada en la asistencia clínica, sin realizar ninguna con-
más que de un exantema y supuso que la escarla- tribución anatómica o fisiológica. Al aceptar la
tina “apenas merecía el nombre de enfermedad”. existencia de entidades morbosas, trató de agru-
Transcurridos 15 años, tuvo la ocasión de con- parlas y de reconocer los síntomas que les son
vencerse que también podían producirse formas propios, separándolos de los originados por las
graves y malignas, que “en nada eran inferiores peculariedades de los pacientes. Creó así, con-
a la peste”. Pasarían muchos años para que se juntos de síntomas, verdaderos síndromes, a los
descubriera que aquéllas eran ocasionadas, casi que intentó clasificar, aunque no conociera ni el

* Servicios Médicos DIAL S.A.


Recibido: 28 julio 2003
Aceptado: 6 agosto 2003

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Thomas Sydenham y la individualización de la escarlatina - E. Laval R.

sustrato lesional ni los disturbios funcionales que importante actuación en la epidemia de peste
los causaban. bubónica, que se produjo en Londres en 1665.
En la concepción de Sydenham, las enferme- En el terreno epidemiológico fue Sydenham
dades eran producidas por el aire, la alimenta- quien restauró el olvidado concepto hipocrático
ción, la retención de humores, el ejercicio y las de la “constitución epidémica”, (genio epidémi-
emociones, siendo combatidas en primer lugar co) interpretándolo, en sentido restringido, como
por el poder curativo de la naturaleza. Su tera- “aspecto” meteorológico. Para él, la enfermedad
péutica se basó en el régimen higiénico-dietético, epidémica, sería “determinada, por una altera-
si bien introdujo el hierro como medicamento ción secreta e inexplicable de la atmósfera, que
para la anemia; prestó gran consideración a la infecta los cuerpos humanos y es enfermedad que
corteza de Cinchona o de quina en el tratamiento no depende del espesor especial de la sangre y de
del paludismo e ideó derivados opiáceos como el los humores, sino en cuanto han sido producidos
“láudano de Sydenham”2. en dichos cuerpos por la oculta influencia del
De su reducida producción se destaca, entre aire”2,6.
otros, el Methodus Curandi Febres, cuya primera Epidemias de escarlatina de variada intensidad
edición apareció en 1666. En la de 1688, expone afectaron a Europa y América en el siglo XVIII.
una doctrina sobre la viruela, considerándola un Nils Rosen von Rosenstein, catedrático de la
proceso natural, una “licuación”, que acontece Universidad de Upsala, en 1744, refiriéndose a la
en cada individuo “una vez en el transcurso de la primera epidemia registrada en Suecia, observa:
vida”. En otra publicación, Observationes “la escarlatina es a veces en algunas personas
Medicae (1676), refundición ampliadísima y re- tan favorable y benigna que el paciente requiere
novada de su Methodus, que abarcaba ahora las sólo buenos cuidados generales; en otras es tan
epidemias habidas en Londres, desde 1661 hasta maligna que puede causarle la muerte en uno o
1675, caracterizó la escarlatina, como ya lo men- dos días”.
cionamos. En forma modesta, nuevamente se Su gravedad fue tan extrema en Inglaterra en
refiere también aquí a la viruela, diciendo que el siglo XVIII que en su desesperación la gente
“cual sea, empero, la esencia de esta enferme- recurría a los más extraños e ineficaces expe-
dad, confieso sinceramente que lo ignoro, por dientes para prevenirse como lo señala Withering,
ser mi inteligencia natural y, como la de los “algunos fumaban, otros masticaban tabaco;
demás hombres, limitada”. También describió unos y otros se lavaban las manos y el rostro con
otras enfermedades como la gota, la sífilis y la “vinagre de los cuatro ladrones” (llamado así
corea, que lleva su nombre. Tuvo además una por la leyenda que cuatro ladrones, que se entre-

Figura 1. Thomas Sydenham (1624-1689). Figura 2. Gian Filippo Ingrasia (1510-1580).

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garon al saqueo en Londres durante la epidemia con mostaza y cominos, siendo el uso de mixtura
de peste bubónica de 1665, se libraron del conta- alcanforada con licor de acetato de amonio y
gio, gracias a su ingestión con los alimentos); jarabe de azafrán, “el medicamento que ha dado
muchos emplastos de alcanfor en la boca del mejores resultados”9,10.
estómago y no faltaban los que ingerían amargo En la segunda mitad del siglo XIX, se comuni-
de Angostura o vino de Oporto”. caron brotes epidémicos localizados en Copiapó
Pierre Bretonneau, en cuyo trabajo publicado (1875) y en Caldera, a principio de 1876. En el
en 1826, distinguió claramente la escarlatina de la tratado de Medicina de Von Bergmann, se cita
difteria, decía que en su actividad clínica en epidemias graves en Sudamérica, “como la de
Tours, no recordaba un solo caso mortal, entre Chile en 1929”.
1799 y 1822; en cambio la epidemia de escarlati- Entre 1952 y 1981, la escarlatina presentó una
na de 1824 fue tan grave que le indujo a conside- tendencia sostenida y permanente hacia el alza,
rar dicha enfermedad en la misma categoría de en el país, con brotes epidémicos cada 5 ó 6
malignidad que la peste bubónica, el tifus exan- años, para continuar con brotes esporádicos, en
temático o el cólera. general no graves, en los últimos años4,9,10,11.
Durante la primera mitad del siglo XIX, la
escarlatina invadió muchas partes del mundo an-
teriormente indemnes, como Madera, Groen- Bibliografía
landia, Australia, Nueva Zelandia, California y
varios países de América del Sur. 1,7 1.- Grandes Enfermedades. Escarlatina. MD en español.
En Chile, se menciona por primera vez la Noviembre 1972. p. 66-70.
2.- Papp D, Agüero A. Breve Historia de la Medicina. Ed.
aparición de la escarlatina en el año 1827, en un La Claridad. Sao Paulo. Brasil 1994; 172-3.
informe del Protomedicato. En 1831 y 1832, 3.- Brugsh Th. Tratado de Patología Médica. Tomo I. p.
hubo otra epidemia que se inició en Valparaíso 324-36. Ed. labor S.A. Barcelona. españa. 1937.
pasando luego a Santiago, con casi 7.000 enfer- 4.- Bergmann G, Staehelin R, Salle, V. Tratado de Medici-
mos. na. Enfermedades Infecciosas. Tomo I. p. 359-40.
A requerimiento del Gobierno, el doctor don Ed. Labor S.A. Barcelona. españa. 1942.
5.- Laval R E. La infección por el estreptococo beta
Nataniel Cox, en 1842, en su calidad de Proto- hemolítico del grupo A: ¿vuelta al pasado? Rev Chil
médico, indicó las normas para la curación de Infect 1994; 11: 73-81.
aquella enfermedad, ya que en ese año se produjo 6.- Lain Entralgo P. Historia Universal de la Medicina.
una nueva epidemia, clasificando las formas clí- Tomo IV. p. 297-306. Barcelona. españa. 1973.
nicas de la escarlatina, de menor a mayor grave- 7.- Castiglione A. Historia de la Medicina. p. 406, 537,
606. Ed. Salvat. Barcelona. España. 1941.
dad, en simple, anginosa y maligna. En todas se 8.- Sydenham T. The Renaissance. Disease and its
emplearon diversas infusiones de yerbas (palqui, treatment. BBC Medicine through time. p 1, 2003.
sauco, borraja, malva, etc) sin faltar la aplicación http://www.bbc.co.uk.educative/medicine/nonintrenaiss/
de sanguijuelas en la garganta o en otros sitios de dt/redtbi4.shtml
dolor. En la forma maligna, se agregaba aporte de 9.- Laval R E. Notas históricas. Escarlatina en Chile. Rev
Chil Infect 1984; 2: 135-6.
líquidos importante, con té cargado, manzanilla y
10.- Olea A. Historia de las Enfermedades Infecciosas en
azafrán de Castilla. También algunas tazas de Chile. El Vigía 2000; 3: 5-6.
agua, con claras de huevo batidas, lavativas de 11.- Enfermedades de Notificación Obligatoria. Ministerio
almidón, aplicación de sinapismo al estómago de Salud. Chile. 1981.

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