Esteva, G. (1996)
Esteva, G. (1996)
Esteva, G. (1996)
Gustavo Esteva
Para decir 'si', para afirmar y aceptar, los brasileños dicen 'no'- pois ñao.
Nadie se confunde. Al enraizar su lenguaje en su propia cultura y jugar con
las palabras para que hablen en sus contextos, los brasileños enriquecen su
conversación.
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Nunca antes una palabra había sido universalmente aceptada el mismo día
de su acuñación política. Una nueva percepción, de uno mismo y del otro,
quedó establecida de pronto. Doscientos años de construcción social del
significado histórico-político del término 'desarrollo' fueron objeto de
usurpación exitosa y metamorfosis grotesca. Una propuesta política y
filosófica de Marx, empacada al estilo norteamericano como lucha contra el
comunismo y al servicio del designio hegemónico de Estados Unidos, logró
permear la mentalidad popular, lo mismo que la letrada, por el resto del
siglo.
El subdesarrollo comenzó, por tanto, el 20 de enero de 1949. Ese día, dos mil
millones de personas se volvieron subdesarrolladas. En realidad, desde
entonces dejaron de ser lo que eran, en toda su diversidad, y se convirtieron
en un espejo invertido de la realidad de otros: un espejo que los desprecia y
los envía al final de la cola, un espejo que reduce la definición de su
identidad, la de una mayoría heterogénea y diversa, a los términos de una
minoría pequeña y homogeneizante.
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A principios del siglo XX, se generalizó un nuevo uso del término. 'Desarrollo
urbano' definió, desde entonces, una forma especifica de reformular el
entorno de las ciudades, con base en el bulldozer y la producción industrial
masiva, homogénea, de espacios urbanos e instalaciones especializadas. Este
uso especifico, empero, anticipación del trumanismo, no logró establecer la
imagen generalizada que actualmente se asocia con la palabra.
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Colonizando el anticolonialismo
Como se dio por sentado que el subdesarrollo mismo 'estaba ahí,' que era
algo real, comenzaron a aparecer 'explicaciones' del fenómeno. Empezó de
inmediato una intensa búsqueda de sus causas materiales e históricas.
Algunos, como Hirschman, no dieron importancia al periodo de gestación.
Otros, por lo contrario, convirtieron este aspecto en el elemento central de
sus elaboraciones, y describieron con penoso detalle la explotación colonial
en todas sus variantes y la acumulación originaria de capital. Comenzó
también a prestarse atención pragmática a los factores internos o externos
que parecían ser causa actual de subdesarrollo: relación de precios del
intercambio, intercambio desigual, dependencia, proteccionismo,
imperfecciones del mercado, corrupción, falta de democracia o de espíritu
empresarial...
Para ellos, como para muchos otros, Truman simplemente había empleado
una nueva palabra para designar algo que ya estaba ahí el atraso o la
pobreza. De acuerdo con ellos, los paises 'atrasados' o 'pobres' estaban en
esa condición por los saqueos previos del proceso de colonización y la
violación continua a que los sujetaba la explotación capitalista a escala
nacional e internacional: el subdesarrollo era la creación del desarrollo. Al
adoptar de modo acrítico el punto de vista al que creían oponerse, su
eficiente critica de la ambigüedad e hipocresía de los promotores
occidentales del desarrollo dio carácter virulento a la fuerza colonizadora de
la metafora. (¿Cómo ignorar, dijo alguna vez Marx, 'el hecho indudable de
que India esta atada al yugo inglés por un ejército hindú sustentado por la
India?' ).
La discusión misma del origen o las causas actuales del subdesarrollo ilustra
la medida en que se admite como algo real, concreto, cuantificable e
identificable: un fenómeno cuyo origen y modalidades pueden ser objeto de
investigación. La palabra define una percepción. Y ésta se convierte, a su vez,
en un objeto, un hecho. Nadie parece poner en duda que el concepto aluda a
fenómenos reales. Nadie se da cuenta que es un adjetivo comparativo cuya
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Inflación conceptual
¡No deja de ser valeroso adoptar como unidad de medida el PNB per capita
en términos reales en dólares! Los autores del Informe piensan que la
esperanza de una larga vida, junto con el alfabetismo total, no son
suficientes para dar a un ser humano margen suficiente para elegir, si al
mismo tiempo esta privado de acceso a los recursos para la satisfacción de
sus necesidades materiales. Pero medir estas ultimas esta plagado de
dificultades; el Informe las reconoce y opta por una solución simple - un
refinamiento técnico de la vieja y apropiada unidad de medida, el PNB.
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Pocos años antes del discurso de Truman, al finalizar la guerra, Karl Polanyi
publicó The Great Transformation (La Gran Transformación).23 Convencido
de que el determinismo económico era un fenómeno del siglo XIX, que el
sistema de mercado distorsionó violentamente nuestras concepciones del
hombre y la sociedad, y que estas concepciones distorsionadas resultaban
ser los principales obstáculos para la solución de los problemas de nuestra
civilización,24 Polanyi documentó cuidadosamente la historia económica de
Europa como la historia de la creación de la economia como una esfera
autónoma, desligada del resto de la sociedad. Mostró que el mercado
nacional no apareció como la emancipación gradual y espontanea de la
esfera económica del control gubernamental, sino precisamente lo contrario:
el mercado fue el resultado de una intervención consciente y a menudo
violenta del gobierno. En los años siguientes, Polanyi sentó los fundamentos
Marshall Sahlins y Pierre Clastres, entre otros, han dado cuenta detallada y
bien documentada de culturas en que supuestos no económicos gobiernan la
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Luchar para limitar la esfera económica no es, para el hombre comun en los
margenes o para la mayoría de la gente en la tierra, una reacción mecánica a
la invasión económica de sus vidas. No son ludditas. Mas bien, ven su
resistencia como una forma de reconstituir creativamente sus formas básicas
de interacción social, a fin de liberarse de las cadenas económicas. Han
creado así, en sus vecindades, pueblos y barrios, nuevos ámbitos de
comunidad que les permiten vivir en sus propios términos.
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El Llamado
Notas
3. Peggy Rosenthal, Words and Values: Some Leading Words and Where They
Lead Us (Palabras y Valores: Algunas palabras guias y adonde nos conducen),
Oxford: Oxford University Press, 1984.
11. Naciones Unidas, The UN Development Decade: Proposals for Action (La
Década del Desarrollo de las Naciones Unidas: Propuestas para la Acción),
Nueva York: UN, 1962. (Hay edición en español).
13. Naciones Unidas, 'Report of the 1969 Meeting of Experts on Social Policy
and Planning' (Informe del Encuentro de Expertos en Política Social y
Planificación 1969), en International Social Development Review, No. 3,
1971.
14. Robert S. McNamara, 'The True Dimension of the Task' (La Verdadera
Dimensión de la Tarea),en International Development Review, 1970,Vol. 1
15. UNRISD, The Quest for a Unified Approach to Development (La Busqueda
de un Enfoque Unificado del Desarrollo), Ginebra: UNRISD, 1980.
23. Karl Polanyi, The Great Transformation, Nueva York: Rinehart and Co.,
1944. (En español, La gran transformación, México: Fondo de Cultura
Económica, 1990).
25. Louis Dumont, From Mandeville to Marx: The Genesis and Triwnph of
Economic Ideology (De Mandeville a Marx: La génesis y el triunfo de la
ideología económica), Chicago: University of Chicago Press, 1977.
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Bibliografía
Los clásicos postrumanianos son aun útiles: Raul Prebisch, 'El desarrollo
económico de la América Latina y sus principales problemas', en Boletín
Económico para América Latina, Vol.7, 1950; Bert F. Hoselitz, The Progress of
En cuanto al debate sobre los limites del crecimiento, ver Willem L. Otmans,
ed. On Growth; The Crisis of Exploding Population and Resource Depletion
(Sobre el Crecimiento: La Crisis de la Explosión Demográfica y del
Agotamiento de los Recursos), Utrecht: A. W. Bruna, 1973; H. V. Hodson, The
Diseconomics of Growth (La Diseconomia del Crecimiento), Nueva York:
Ballantine Books, 1972; Joseph Hodara e Ivan Restrepo, ¿Tiene Iímites el