Anatomia Funcional Hombro 2

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CAPÍTULO

16 Anatomía funcional
del hombro

El hombro es una articulación única por diversos Para conseguir la mayor información que se obtie-
motivos. A diferencia de la rodilla y de la cadera, ne de la exploración física del hombro, hay que co-
cuya estabilidad inherente es el resultado de su sóli- nocer perfectamente su anatomía funcional. Para
da arquitectura ósea, el hombro es una articulación conocer exactamente la anatomía funcional del hom-
relativamente inestable que se mantiene unida por bro, hay que tener en cuenta que no se puede pen-
una compleja combinación de ligamentos, tendo- sar en el hombro como una articulación única, como
nes, músculos y tejidos blandos específicos, entre la rodilla, sino que hay que pensar en cuatro articu-
los que cabe destacar el rodete glenoideo y el man- laciones separadas que trabajan de forma coordina-
guito de los rotadores. Lo que pierde de estabilidad da para funcionar como una sola (figuras 16-1 y 16-2).
lo gana en una extensa amplitud de movimiento. Estas cuatro articulaciones son las siguientes:
Aunque no es una verdadera articulación de apoyo
de carga, como lo son la cadera o la rodilla, el hom- • La articulación esternoclavicular.
bro está sujeto a fuerzas mecánicas extremas debi- • La articulación acromioclavicular.
do a su extensa amplitud de movimiento. Activida- • La articulación glenohumeral.
des comunes tales como levantar objetos por encima • La articulación escapulotorácica.
de la cabeza o los lanzamientos magnifican estos
factores de carga mecánica y dejan a la articulación La articulación glenohumeral es la responsable de
susceptible de lesiones por movilidad repetidas. la principal movilidad funcional de la articulación

Articulación ■ FIGURA 16-1. Las cuatro


esternoclavicular articulaciones que
constituyen el hombro.
Articulación
acromioclavicular

Articulación
escapulotorácica
Articulación
glenohumeral

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CAPÍTULO 16 Anatomía funcional del hombro 41

A B

C D

■ FIGURA 16-2. Hombro normal. Las proyecciones AP con el húmero


en rotación externa (A) e interna (B) muestran la articulación glenohu-
meral en posición oblicua. La tuberosidad humeral mayor se perfila en
rotación externa, pero queda sobre la cabeza del húmero en rotación
interna. La proyección de Grashey (C) es una AP oblicua diseñada para
mostrar la articulación glenohumeral en tangente; se obtiene rotando
al paciente unos 40° hacia el lado del que se está obteniendo la ima-
gen. Las proyecciones transescapular (D) y axilar (E) muestran el acro-
mion (flecha hueca), el coracoides (flecha pequeña) y la cavidad glenoi-
dea (flecha curva). (Tomado de Grainger RG: Diagnostic Radiology, 3rd ed. New
E York, Churchill Livingstone, 1997, p 1585.)
42 SECCIÓN 2 Hombro

del hombro, y cada una de las articulaciones restan- tud de movimiento exclusiva, pero contribuye tam-
tes trabaja de forma sinérgica con el resto para per- bién a la relativa inestabilidad de la articulación y es
mitir la extensa y extremadamente variada amplitud en gran parte responsable de la propensión de la arti-
de movimiento de la articulación del hombro. Esta culación del hombro a padecer lesiones. En este sen-
amplitud de movimiento exclusiva se amplía aún tido, ¡la articulación del hombro es la articulación
más por las características físicas inusuales de la cabe- grande que se luxa con más frecuencia!
za humeral y la cavidad glenoidea. Mientras que las La naturaleza exclusiva de la articulación del hom-
superficies articulares de la mayor parte de las articu- bro ha sido tema de discusiones médicas desde los
laciones encajan perfectamente en lo que se refiere a primero registros médicos en la historia, habiendo
la forma complementaria de una y otra, como el descrito ya Hipócrates el diagnóstico y el tratamien-
acetábulo y la cabeza femoral, la cabeza del húmero to de la luxación del hombro en el siglo III a. C. Los
grande y redondeada se enfrenta ajustándose sor- avances recientes en la resonancia magnética y en
prendentemente poco a la cavidad glenoidea, mucho la artroscopia han proporcionado un conocimiento
más pequeña y aplanada, con forma ovoidea (figu- más claro del hombro sano y enfermo. Esta infor-
ra 16-3). Este desajuste es el que permite esta ampli- mación ha permitido afinar sus habilidades en la


M. deltoides • Acromion

Lig. coracoacromial • •
Lig. coracohumeral • • M. y t. supraespinosos
••

Apófisis coracoides

T. del bíceps, porción larga


• Cabeza del húmero
••

M. coracobraquial
• • M. y t. infraespinosos
Rodete glenoideo anterior ••

Rodete glenoideo posterior


• M. deltoides
• •• Cavidad glenoidea
M. y t. subescapulares

•• M. redondo menor

M. pectoral mayor
••

A. axilar y plexo braquial



••

• M. redondo mayor

• M. dorsal ancho

■ FIGURA 16-3. Vista sagital del hombro. (Tomado de Kang HS, Ahn JM, Resnick D: MRI of the
Extremities, 2nd ed. Philadelphia, Saunders, 2002, pp 32–33.)
CAPÍTULO 16 Anatomía funcional del hombro 43


M. deltoides • Acromion
••
Lig. coracoacromial •• • M. y t. supraespinosos
Lig. coracohumeral • ••
Apófisis coracoides • •• T. del bíceps, porción larga

Lig. glenohumeral superior


• • Cabeza del húmero

Lig. glenohumeral medio •• Rodete glenoideo posterior



M. coracobraquial •• M. y t. infraespinosos

••
••

M. y t. subescapulares Cavidad glenoidea
••

• • M. deltoides
A. axilar y plexo braquial ••
••
M. redondo menor

V. axilar

M. pectoral mayor

• M. redondo mayor

• M. dorsal ancho

■ FIGURA 16-3. (Cont.)


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exploración física correlacionando los hallazgos físi- tulos refleja estrechamente estos conocimientos
cos del paciente con los hallazgos de la resonancia adquiridos recientemente y debe ayudar al clínico a
magnética y la artroscopia (figura 16-4). La infor- atender a los pacientes que padecen dolor o disfun-
mación que proporcionamos en los siguientes capí- ción del hombro.

■ FIGURA 16-4. Imagen de resonancia magnética en proyección coronal oblicua del hombro izquierdo. (Tomado de
Stark DD, Bradley WG: Magnetic Resonance Imaging, 3rd ed. St. Louis, Mosby, 1999, p 695.)

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