Libros de Raùl - Semillas de Vida
Libros de Raùl - Semillas de Vida
Libros de Raùl - Semillas de Vida
DE VIDA
(2)
TEXTOS PARA AYUDAR
AL CRECIMIENTO PERSONAL
Y A DESCUBRIR Y PROFUNDIZAR
EL SENTIDO DE LA VIDA.
AGRADECIMIENTO
OBSERVACIÓN IMPORTANTE
______
Leí alguna vez un corto cuento, muy hermoso y a la vez profundo, que hubiera querido
tener en mis manos en este momento con el fin de transcribirlo textualmente como la
mejor introducción a este libro.
En cierta ocasión entró una persona a una tienda, con el fin de adquirir lo que necesitaba
urgentemente para dar un mayor sentido a su vida y para superar algunas dificultades
serias que tenía en el campo de la convivencia intrafamiliar y social. Quería sinceramente
encontrar el camino para la paz interior profunda.
Llegó a ese lugar motivada por el aviso que se divisaba en la parte alta de la amplia
entrada: “TIENDA DE VALORES”.
La persona en mención visitó y observó con detenimiento todos los estantes de tan
original y especial tienda, buscando los valores que tanto necesitaba. Para su sorpresa,
no los halló por ninguna parte.
Dirigiéndose, entonces, a la joven que atendía la caja, le expresó con cierto aire de
frustración:
_ Señorita, he buscado por todos los rincones de su tienda unos valores que requiero con
urgencia, y no los encuentro. Necesito fe, amor, justicia, perdón, paz, paciencia,
tolerancia, sabiduría... y no están. ¿Acaso no anuncian ustedes a la entrada que ésta
es una “TIENDA DE VALORES”?...
_ Ah, es cierto –respondió con delicadeza la cajera-. Lo que ocurre es que usted no ha
recibido la información correcta. Acá sólo vendemos “ las semillas”.
Bueno, eso es lo que he pretendido con este libro, al igual que con los dos anteriores (“Sí
Nacimos pa´ Semilla” y “Semillas de Vida” ): dejar en manos de personas sedientas de
luz, esta “tienda” de semillas que, con toda certeza, ¡son de vida!.
Sí, sólo semillas. A cada quien le corresponderá preparar el terreno, sembrar, cuidar,
regar, podar y... ojalá... ¡cosechar!.
Que Jesús, el Dios de la Vida, acompañe fecundamente tu “visita” a esta “tienda”.
C O L O M B I A
CARLOS CASTRO SAAVEDRA
Recobremos la fe en Colombia, en sus ríos, sus bosques, sus montañas, sus llanos y sus
gentes, que es ésta la mejor manera de renacer y conquistar el porvenir.
Digamos a cada paso: ¡Colombia no está muerta! Colombia está herida solamente, pero
ella sabe contener la sangre y fabricar sus cicatrices.
Busquemos soluciones colombianas a los problemas de una y otra índole, que es así
como se descubre la patria verdadera, la que palpita en medio de la noche.
No es inferior Colombia a los otros países de la tierra. Aquí también hay madrugadas,
hombres que sueñan con un mundo mejor y alfareros que pulen sus vasijas de barro.
Reconozcamos a Colombia en todos sus productos, en sus mazorcas, en sus telas, en sus
establos, en sus fábricas, en los versos de sus poetas y los cuadros de sus pintores, hasta
que no quepa la mejor duda sobre su presencia en todas partes.
T E N E R P A T R I A
CARLOS CASTRO SAAVEDRA
Se emana de sí misma,
irradiación de círculos concéntricos,
ondas endémicas creciendo
en toda la creación.
BUSQUEMOS LA PAZ
Francy Elena Rodríguez Pérez, 12 años.
Institución Educativa La Inmaculada – Pereira.
Pasaban y pasaban los días, y PAZ no les prstaba atención, hecho que les molestaba
demasiado. Entonces un día decidieron hacer algo, e idearon un pla para desaparecerla.
Una vez que se encontraron con PAZ, la metieron en un carro y se la llevaron a un lugar
muy lejano, con la intención de que nadie la encontrara.
Cuando ya era muy avanzada la noche, doña ESPERANZA, triste y muy preocupada, salió
a buscar a PAZ... Y en vista de que no aparecía, la abuelita, doña PACIENCIA, se fue
tambén a buscar a su adorada nietecita.
Desde aquel día, ESPERANZA y PACIENCIA andan buscando a PAZ, que ya debe ser
una mujer hecha y derecha. Y aunque aún no la han encontrado, saben con certeza que
tarde que temprano volvera a su hogar y a su barrio, mucho más hermosa que antes.
Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el odio, que es el rey de
los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, convocó a una reunión urgente
con todos ellos.
Todos los sentimientos malos del mundo y los deseos más perversos del corazón humano
llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito. Cuando estuvieron
todos, habló el odio y dijo:
_Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien.
Los asistentes no se extrañaron mucho, pues estaba hablando el odio y él siempre quiere
matar a alguien. Sin embargo todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar
para que el odio los necesitara a todos.
Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno le tenía ganas. El primer voluntario fue
el mal carácter, quien dijo:
_Yo iré, y les aseguro que en un año el amor habrá muerto. Provocaré gran discordia y
rabia entre los humanos, hastá que él desaparezca.
Al cabo de un año se reunieron otra vez, y al escuchar el reporte del mal carácter,
quedaron muy decepcionados.
-Lo siento, lo intenté todo, pero cada vez que yo sembraba una discordia, el amor la
superaba y salía adelante.
Fue, entonces, cuando muy diligente se ofreció la ambición que, haciendo alarde de su
poder, dijo:
_ En vista de que el mal carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del amor hacia el
deseo de riquezas y de poder. Eso nunca lo ignorará.
Año tras año, el odio siguió en su lucha, enviando a sus más hirientes compañeros. Envió
a la frialdad, al egoísmo, a la cantaleta, a la indiferencia, a la pobreza, a la
enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre porque, cuando el amor se sentía
desfallecer, tomaba de nuevo fuerzas y todo lo superaba. El odio, convencido de que el
amor era invencible, dijo a los demás:
_Nada qué hacer. El Amor ha soportado todo. Llevamos muchos años insistiendo y no lo
logramos.
De repente, de un rincón del salón, se levantó un sentimiento poco conocido, muy mal
vestido, con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver. Su aspecto
era fúnebre como el de la muerte.
Todos se preguntaron quién era ese que pretendía hacer solo lo que ninguno había
podido. El odio dijo:
_Ve y hazlo.
Tan sólo había pasado algún tiempo, cuando el odio volvió a llamar a todos los malos
sentimientos para comunicarles, después de mucho esperar, la buena noticia de que por
fin el AMOR había muerto.
Todos estaban felices, pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro
habló:
_Espera -dijo el odio-. En tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste sin
que pudiera hacer el menor esfuerzo para vivir. ¿Quién eres?
_¡Soy la RUTINA!
DOS HERMANOS
NARRACIÓN POPULAR RECOGIDA POR JOSÉ MARÍA CABODEVILLA
La historia cuenta que había dos hermanos que se querían con toda el alma.
Ambos eran agricultores.
Uno se casó y el otro permaneció soltero. Decidieron seguir repartiendo toda su
cosecha a medias.
Una noche el soltero soñó: “¡No es justo! Mi hermano tiene mujer e hijos y recibe la
misma proporción de cosecha que yo que estoy solo. Iré por las noches a su
montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que él se de cuenta”.
A su vez el hermano casado soñó también una noche: “¡No es justo! Yo tengo
mujer e hijos y mi futuro estará con ellos asegurado. A mi hermano, que está solo,
¿quién lo ayudará? Iré por las noches a su montón de trigo y le añadiré varios
sacos sin que sé de cuenta”.
Así lo hicieron ambos hermanos. Y ¡oh, sorpresa!, ambos se encontraron en el
camino, una misma noche, portando sacos una para el otro. Se miraron,
comprendieron lo qué pasaba y se abrazaron con un abrazo de hermanos aún más
fuerte, y para siempre.
EL ANILLO *
_Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada.
Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo
puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
_Encantado, maestro –dijo el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, al captar
que la respuesta a sus necesidades era postergada-.
_Bien, -asintió el maestro, se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo
al muchacho, agregó-:
_Toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo
porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma
posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo
más rápido que puedas. El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer
el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo
que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos
reían, otros le daban vuelta a la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse
la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a
cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un
cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una
moneda de oro y rechazó la oferta. Después de ofrecer su joya a toda
persona que se cruzaba en el mercado, -más de cien personas-, abatido por su fracaso
montó su caballo y regresó. ¡Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa
moneda de oro! Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo
de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.
_¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! –contestó sonriente el maestro-. Debemos
saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién
mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da
por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo
pesó y luego le dijo:
-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58
monedas de oro por su anillo.
_Sí, -replicó el joyero- yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70
monedas, pero no sé...si la venta es urgente...
-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo- Tú eres como este anillo: una joya
valiosa y única. Y como tal, sólo puede valorarte verdaderamente un experto. ¿Qué
haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo
esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño.
_______
Todos somos como esta joya, valiosos y únicos, y andamos por los mercados de
la vida pretendiendo que gente inexperta nos valore.
ESTE MUNDO ES UN MISTERIO
EDUARDO GALEANO
Los extraterrestres empezaron por donde tenían que empezar. Iniciaron su exploración
estudiando al país que es el número uno en todo, número uno hasta en las líneas
telefónicas internacionales: el poder obedecido, el paraíso envidiado, el modelo que el
mundo entero imita. Empezaron por ahí, tratando de entender al mandamás para después
entender a todos los demás.
La delegación extraterrestre fue recibida por el presidente saliente. La entrevista tuvo lugar
en el Salón Oval de la Casa Blanca, ahora reservado exclusivamente a los visitantes del
espacio sideral para evitar escándalos. El hombre que estaba concluyendo su mandato
contestó, sonriendo, las preguntas.
Los extraterrestres querían saber si en el país regía un sistema de partido único, porque
ellos sólo habían escuchado a dos candidatos en la televisión, y los dos decían lo mismo.
¿Por qué han demorado más de un mes en contar los votos? ¿Aceptarían ustedes nuestra
ayuda para superar este atraso tecnológico?
¿Por qué siempre vota nada más que la mitad de la población adulta? ¿Por qué la otra
mitad nunca se toma la molestia?
¿Por qué gana el que llega segundo? ¿Por qué pierde el candidato que tiene 328 mil 696
votos de ventaja? ¿No es la democracia el gobierno de la mayoría?
Y otro enigma los tenía preocupados: ¿por qué los otros países aceptan que este país les
tome examen de democracia, les dicte normas y les vigile las elecciones? ¿Será porque
este país los castiga cuando no se portan como es debido?
Las respuestas los dejaron todavía más perplejos. Pero siguieron preguntando.
A los geógrafos: ¿por qué se llama América este país que es uno de los muchos países
del continente americano?
A los dirigentes deportivos: ¿por qué se llama Campeonato Mundial ("World Series") el
torneo nacional de béisbol?
A los jefes militares: ¿por qué el Ministerio de Guerra se llama Secretaría de Defensa, en
un país que no ha sido nunca bombardeado ni invadido por nadie?
A los sociólogos: ¿por qué una sociedad tan libre tiene la mayor cantidad de presos en el
mundo?
A los psicólogos: ¿por qué una sociedad tan sana engulle la mitad de todos los
sicofármacos que el planeta fabrica?
A los dietistas: ¿por qué tiene la mayor cantidad de gordos este país que dicta el menú de
los demás países?
Si los extraterrestres hubieran sido simples terrestres, este absurdo pregunterío hubiera
acabado mal. En el mejor de los casos, hubieran recibido un portazo en las narices. Toda
tolerancia tiene un límite. Pero ellos siguieron curioseando, a salvo de cualquier sospecha
de impertinencia, mala educación o mala leche.
Y también quisieron saber: si ustedes tienen, aquí cerquita, una isla donde están a la vista
los horrores del infierno comunista, ¿por qué no organizan excursiones, en vez de prohibir
los viajes?
Y a los firmantes del tratado de libre comercio: si ahora está abierta la frontera con México,
¿por qué muere más de un bracero por día queriendo cruzarla?
Y a los especialistas en derecho laboral: ¿por qué MacDonald's y Wal-Mart prohiben los
sindicatos aquí y en todos los países donde operan?
Y a los economistas: ¿por qué, si la economía se duplicó en los últimos veinte años, la
mayoría de los trabajadores gana menos que antes y trabaja más horas?
Nadie negaba respuesta a estos raritos, que seguían con sus disparates.
Y preguntaban a los cuidadores de la salud pública: ¿por qué prohiben que la gente fume,
mientras fuman libremente los autos y las fábricas?
Y al general que dirige la guerra contra las drogas: ¿por qué las cárceles están llenas de
drogadictos y vacías de banqueros lavadores de narcodólares?
Y a los directivos del Fondo Monetario y del Banco Mundial: si este país tiene la deuda
externa más alta del planeta, y debe más que todos los demás, ¿por qué ustedes no lo
obligan a recortar sus gastos públicos, ni a eliminar sus subsidios? ¿Será porque hay que
ser cortés con los vecinos?
Y a los politólogos: ¿por qué los que aquí gobiernan hablan siempre de paz, mientras este
país vende la mitad de las armas empleadas en todas las guerras?
Y a los especialistas en medio ambiente: ¿por qué los que aquí gobiernan hablan siempre
del futuro del mundo, mientras este país genera la mitad de la contaminación que está
acabando con el futuro del mundo?
Cuantas más explicaciones recibían, menos entendían. Poco duró la expedición. Los
extraterrestres empezaron su visita por la potencia dominante, y por ahí terminaron. La
normalidad del poder estaba fuera del alcance de estos turistas.
LA ENCUESTA *
La ONU acaba de finalizar la encuesta más grande de su historia. La pregunta fue: "Por
favor, diga que opina de la escasez de alimentos en el resto del mundo".
Los resultados no han podido ser más desalentadores, la encuesta ha sido un gran
fracaso por lo siguiente:
Tomó, entonces, la difícil decisión: determinó que el capataz sacrificase al animal tirando
tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo. Los empleados, comandados
por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo con el fin de cubrir al caballo.
Pero, a medida que la tierra caía sobre el animal, éste la sacudía, y se iba acumulando en
el fondo. Esto hizo posible que el caballo fuese subiendo. El caballo no se dejaba enterrar
y fue subiendo, hasta que finalmente consiguió salir.
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Si estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado-a, y los otros lanzan sobre ti la
tierra de la incomprensión y del desperecio, recuerda el caballo de esta historia. No
aceptes la tierra que tiren sobre ti. Sacúdela y sube sobre ella. Y cuanto más tiren,
más irás subiendo, subiendo, subiendo...
- ¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? ¡Si tú no ves!...
- “Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de
memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi, y no
tropiecen...”
________
NO TE DETENGAS
TERESA DE CALCUTA
REFLEXIÓN
QUINO
Pienso que la forma en la que la vida fluye, está mal. Debería ser al revés: uno debería
morir primero para salir de eso. Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te rajen
cuando ya no sos tan viejo. Entonces empezás a trabajar. Trabajás por cuarenta años
hasta que sos lo suficientemente joven para disfrutar de tu jubilación. Fiestas, fiestas
negras, parrandeadas, drogas, alcohol, salís con mujeres o tipos, qué se yo... hasta que
estás listo para entrar en la secundaria. Después pasás a la primaria, sos un niño que se
la pasa jugando sin responsabilidades de ningún tipo. Luego pasás a ser un bebé, vas de
nuevo al vientre materno, pasás los últimos nueve meses de tu vida flotando en líquido
amniótico, hasta que tu vida se apaga en un tremendo orgasmo. ¡ESO SÍ ES VIDA!..........
¿QUÉ ES PERDONAR? *
El perdón es una decisión. Tú eliges mirar al otro con compasión y comprensión, o con
rabio y con odio. En su esencia, nadie es malo, y con sensibilidad puedes tener una
mirada profunda y llegar a su íntimo yo para descubrir su dignidad y entender las razones
de su desvío y de sus fechorías. Todo cambiará cuando elijas ver al ofensor como a un ser
equivocado, no como a una bestia o a un salvaje.
El perdón es un regalo. Es un acto de amor desinteresado contigo mismo y con el otro. No
exige reciprocidad porque no es un trueque. Decidimos perdonar, no porque alguien se
merezca nuestro perdón, sino por un acto de nobleza, de bondad y de misericordia.
Perdonar es poder decir con Jesús: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”.
El perdón es una experiencia difícil. Por lo general, es un camino arduo y empinado. Nos
cuesta perdonarnos y perdonar. Por eso no debemos hacernos daño creyendo que somos
duros o inhumanos.
Hay heridas tan fuertes que su sanación pide tiempo y mucha dedicación. Sin embargo, no
hay nada imperdonable.
El perdón es una actitud. Es un buen hábito que nace de la repetición de actos y nos da
control sobre nuestra vida. En lugar de decir “no puedo” debes decir “sí puedo”, hasta que
seas capaz de liberarte de un peso tan oprimente. El odio es una carga muy pesada y
aunque sólo fuera por egoísmo, deberíamos perdonar para ser libres y estar en paz. Así lo
hizo María Fida Moro cuando fue a la cárcel y abrazó a los asesinos de su padre, el
político italiano Aldo Moro.
El perdón es una experiencia de liberación. Nos saca de la cárcel del odio y rompe las
cadenas del rencor. Nos da señorío sobre nuestra vida, nos da alas para volar y nos
permite disfrutar el hoy sin el veneno del ayer. Sin perdón eternizamos un ayer amargo,
nos perdemos el presente y oscurecemos el porvenir.
___
SITUACION DIFÍCIL *
Cuenta la antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue
injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era
una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se buscó un
“chivo expiatorio”, para encubrir al culpable.
El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas posibilidades de
escapar al terrible veredicto: ¡¡la horca!! El juez, también complotado, cuidó no obstante de
dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: "conociendo tu fama de
hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a
escribir en dos papeles separados las palabras "culpable" e "inocente". Tu escogerás y
será la mano del Dios la que decida tu destino.
Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda:
"CULPABLE". Y la pobre víctima, aun sin conocer los detalles, se daba cuenta que el
sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.
El juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiró
profundamente, quedo en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando
la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno
de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.
"Es muy sencillo, -respondió el hombre- es cuestión de leer el papel que queda, y
sabremos lo que decía el que me tragué..."
Con rezongos y bronca mal disimulada, debieron liberar al acusado, y jamás volvieron a
molestarlo.
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EL RESPETO A LA VIDA
ALFRED SCHWEITZER
DERECHO AL UNIVERSO
GUSTAVO WILCHES CHAUX
¿Qué significa una vida humana en el contexto del devenir universal? Afirman los
astrónomos que el universo tiene entre quince mil y veinte mil millones de años de edad.
Que el sol se formó hace cinco mil millones de años a partir de los restos de estrellas
extinguidas de generaciones anteriores y que la tierra se enfrió hace 4.500 millones de
años. Que hace entre 3.800 millones y 3.500 millones de años se formaron los primeros
seres vivos sobre nuestro planeta, y que hace dos mil millones de años aparecieron de
manera interrelacionada la fotosíntesis, el oxígeno gaseoso, la capa de ozono y la facultad
de respirar.
Convencionalmente aceptemos que hace dos millones de años apareceron los primeros
antepasadods directos de los seres humanos: nuestros primeros antepasados.
¿Y cuánto vive un ser humano? Treinta mil días, si se muere a los 82 años de edad. ¿Y
qué son treinta mil días en comparación con los 15 ó 20 mil millones de años de edad del
universo? es nada... y es todo.
Así es, precisamente, el sentido singular, irrepetible y único de cada ser humano. Difícil de
especificar en términos intelectuales. No así con la sentencia: “Y sentí que el universo
entero me daba un abrazo”, la frase con que Lawrence Durell termina el último de los
libros de “El Cuarteto de Alejandría”.
Todos y cada uno de nosotros somos un fractual del Universo: una parte que
cualitativamente contiene en sí misma las características del proceso al cual pertenece.
Cada uno de nosotros es un resumen del Universo.
Podemos reclamar nuestro Derecho al Universo desde dos puntos de vista, mutuamente
trenzados y compelementarios.
Uno: cada uno de nosotros es un resumen del Universo, un Cosmos en miniatura que
contiene en sí mismo el gran Cosmos.
Dos: en palabras de Ernesto Cardenal: “No somos vida en el cosmos, sino cosmos vivo
que se conoce”. Poodemos vernos y sentirnos a nosotros mismos como el órgano
sensorial y la conciencia del Universo. Una vuelta de 20 mil, o de 15 mil, o de 12 mil o de 8
mil millones de años, para que el Universo pueda preguntarse a través de nosotros:
¿Quién soy? ¿Qué significa ser?
Cada uno de los 30 mil colombianos que son asesinados anualmente en Colombia, es
también un Universo completo, una historia de vida (individual) y una historia de vida
(planetaria y universal) que se trunca, sin razón válida que lo justifique.
LA NO – VIOLENCIA
MAHATMA GANDI
La doctrina de la oposición a la violencia
no es para el débil ni el cobarde; se dirige al valiente y al fuerte.
EL SENTIDO DE LA NAVIDAD *
Había una vez un hombre que no creía en Dios. No tenía reparos en decir lo que pensaba
de la religión y de las festividades religiosas como la Navidad. Su mujer, en cambio, era
creyente a pesar de los comentarios desdeñosos de su marido.
Una Nochebuena que estaba nevando, la esposa se disponía a llevar a los hijos al oficio
navideño de la parroquia de la localidad donde vivían. Le pidió al marido que los
acompañara, pero él se negó. “¡Qué tonterías! - arguyó- ¿Por qué Dios se iba a rebajar a
descender a la tierra adoptando la forma de hombre? ¡Qué ridículo!”.
Los niños y la esposa se marcharon y él se quedó en casa. Un rato después, los vientos
empezaron a soplar con mayor intensidad y se desató una ventisca. Observando por la
ventana, todo lo que aquel hombre veía era una cegadora tormenta de nieve. Y decidió
relajarse sentado ante la chimenea.
Al cabo de un rato, oyó un golpazo. Algo había golpeado la ventana. Luego oyó un
segundo golpe fuerte. Miró hacia fuera, pero no logró ver a más de unos pocos metros de
distancia. Cuando empezó a amainar la nevada, se aventuró a salir para averiguar qué
había golpeado la ventana.
En un campo cercano descubrió una bandada de gansos salvajes. Por lo visto iban
camino al sur para pasar allí el invierno, y se vieron sorprendidos por la tormenta de nieve
y no pudieron seguir. Perdidos, terminaron en aquella finca sin alimento ni abrigo. Daban
aletazos y volaban bajo en círculos por el campo, cegados por la borrasca, sin seguir un
rumbo fijo. El hombre dedujo que un par de aquellas aves habían chocado con su ventana.
Sintió lástima de los gansos y quiso ayudarlos.
Sería ideal que se quedaran en el granero -pensó-. Ahí estarán al abrigo y a salvo durante
la noche mientras pasa la tormenta.
Dirigiéndose al establo, abrió las puertas de par en par. Luego observó y aguardó, con la
esperanza de que las aves advirtieran que estaba abierto y entraran. Los gansos, no
obstante, se limitaron a revolotear dando vueltas. No parecía que se hubieran dado
cuenta siquiera de la existencia del granero y de lo que podría significar en sus
circunstancias. El hombre intentó llamar la atención de las aves, pero sólo consiguió
asustarlas y que se alejaran más.
Entró a la casa y salió con algo de pan. Lo fue partiendo en pedazos y dejando un rastro
hasta el establo. Sin embargo, los gansos no entendieron.
¿Por qué no me seguirán? -exclamó-. ¿Es que no se dan cuenta de que es el único sitio
donde podrán sobrevivir a la nevasca? Reflexionando por unos instantes, cayó en la
cuenta de que las aves no seguían a un ser humano.
Si yo fuera uno de ellos, entonces si que podría salvarlos -dijo pensando en voz alta-.
Seguidamente se le ocurrió una idea. Entró al establo, agarró un ganso doméstico de su
propiedad y lo llevó en brazos, paseándolo entre sus congéneres salvajes. A continuación,
lo soltó. Su ganso voló entre los demás y se fue directamente al interior del establo. Una
por una, las otras aves lo siguieron hasta que todas estuvieron a salvo.
El campesino se quedó en silencio por un momento, mientras las palabras que había
pronunciado hacía unos instantes aún le resonaban en la cabeza: “Si yo fuera uno de
ellos, ¡entonces sí que podría salvarlos!”... Reflexionó luego en lo que le había dicho a su
mujer aquel día: “¿Por qué iba Dios a querer ser como nosotros? ¡Qué ridículo!”.
De pronto, todo empezó a cobrar sentido. Entendió que eso era precisamente lo que había
hecho Dios. Diríase que nosotros éramos como aquellos gansos: estábamos ciegos,
perdidos y a punto de perecer. Dios se volvió como nosotros a fin de indicarnos el camino
y, por consiguiente, salvarnos. El hombre llegó a la conclusión de que eso había sido, ni
más ni menos el objeto de la Navidad.
Cuando amainaron los vientos y cesó la cegadora nevasca, su alma quedó en quietud y
meditó en tan maravillosa idea. De pronto comprendió el sentido de la Navidad y por qué
había venido Jesús a la tierra. Junto con aquella tormenta pasajera, se disiparon años de
incredulidad.
Hincándose de rodillas en la nieve, elevó su primera plegaria: "¡Gracias, Señor, por venir
en forma humana a sacarnos de la tormenta!"
Parece entender a la gente y es particularmente considerado con los pobres, los solitarios,
los enfermos, los abandonados y aún con los de mala reputación. A decir verdad, parece
ver algo de bueno en cada persona.
Este amigo me ha mostrado que el amor nunca deja de ser. Su amistad es la expresión de
cuanta cosa buena hay en mi vida. En verdad, es el amigo de muchas personas cuyos
sentimientos hacia él son como los míos, porque sus vidas han sido transformadas por su
amistad.
Este amigo mío es tanto amado como odiado. Millones de personas rehusan su amistad.
Me pregunto por qué. ¿Podrá ser que en verdad no comprenden quién es él?
Seguramente por eso los hombres lo mataron. El no había hecho ningún mal. Su única
ofensa fue ser la verdad, la pureza y el amor encarnados.
Uno siempre se siente seguro con este amigo. Se prefiere su amistad a cualquier cosa en
la tierra. Se desea su aprobación por sobre todas cosa que el mundo pueda ofrecer.
Este amigo mío cambiará el mundo si los hombres sólo aceptan seguir su senda de
verdad y amor.
Cuando pienso en este amigo surge en mi el deseo de que cada persona sobre la faz de
la tierra lo conozca. El no le impondrá su amistad. Pero si tú lo aceptas como tu más caro
amigo, él te acompañará hasta el fin de tus días.
INFELIZ CUMPLEAÑOS *
Mi nombre es Edna. Tengo 28 años, soy soltera, me encanta bailar y conocer mucha
gente. La verdad es que hoy festejo mi cumpleaños, y pienso pasármela de lo lindo.
Quizás me acompañe mi novio. Supongo que igual que siempre iré con mi novio a un sitio
chévere. Él se sentará en la barra y empezará a tomar como degenerado mientras mis
amigos y yo bailamos en la pista. Quizá me logre ligar a algún macho bien lindo para
poder cambiar de modelo, pues la verdad, el que tengo ya me empacha.
¿Me recuerdan? Soy Edna, la chica que hace diez años quiso festejar su cumpleaños
número 28 haciéndolo con una súper fiesta. Por desgracia, sólo logré arruinar mi vida.
El motivo por el cual quiero compartir esto con ustedes es porque creo que mi experiencia
los puede ayudar mucho a poner los pies más firmes sobre la tierra. Gracias Juanchis,
realmente eres una persona maravillosa. Sin tu apoyo no hubiese tenido el valor de dar a
conocer al mundo mi experiencia. Como tú dices, puede ser de gran ayuda para quien la
lea, como aquella historia de la estrella de mar que aun cuando tantas van a morir, para
ella fue importante que la lanzaran al mar. Gracias por estar ahí siempre.
El día que llegamos al lugar de diversiones, mi novio se quedó en la barra tomando con
unos amigos. Yo me fui a la pista a bailar, y ligué un tipo que estaba bien bueno: alto,
musculoso, cabello castaño, ojos verdes, y medía 1.88. Bailaba súper y todos los ritmos
los conocía bien. Estaba fascinada con el tipo.
Como comprenderán, salimos del lugar y después de haber cortado a mis amigos y dejar
plantado a mi novio en la barra, sin avisarle que me iba con mi nuevo amigo, salimos
directo a un hotel. Los dos estábamos ya más que prendidos, y lo único que nos urgía era
llegar a un lugar tranquilo para poder desfogarnos a gusto. La verdad es que no recuerdo
si en algún momento me dijo su nombre. Al llegar al hotel nos despojamos de la ropa casi
de un jalón e inmediatamente después inició la acción. Se veía tan sano y tan saludable
que no podía pensar que tuviera algún tipo de enfermedad.
Así que esa noche en verdad fue inolvidable. Hubo sexo hasta hartarnos. Aprendí como
diez posiciones diferentes y lo mejor es que experimenté más de cinco orgasmos en sólo
horas. ¿Lo pueden creer?. Y juzgo que él también lo pasó de lujo, pues la verdad me
preocupé por recibir, pero también por dar lo máximo a mi parejo.
Lo triste es que hoy sólo cuento con un par de meses de vida, pues esa noche especial
sólo me dejó una desgracia en mi vida: hoy tengo SIDA.
Lo único que puedo decir ahora es que si tan sólo esa noche le hubiera dicho "NO", hoy mi
vida no se vería afectada y podría seguir haciendo planes para festejar mis próximos 48,
58 y hasta 68 años. Pero por desgracia mi realidad es que sólo cuento con 38 años de
edad y soy una mujer destrozada física y emocionalmente. Mi cuerpo es un costal de
huesos y mi cabello, tan radiante, ahora sólo es un despojo de unos cuantos mechones
resecos y sin vida. Ya no logro levantarme de la cama ni siquiera para hacer mis propias
necesidades, y dependo todo el tiempo de un tanque de oxígeno. No logro tragar alimento
sólido y me alimentan por sondas.
Mis amigos se fueron alejando poco a poco y mi familia casi no viene a verme. Todos me
rechazan. No cuento con pareja desde hace 8 años y jamás supe lo que era ser madre,
pues nadie me acepta por temor de contagiarse. Ahora sé bien que mis últimos días de
vida los tendré que pasar atada a esta cama y encerrada en un hospital con el mal
recuerdo de que yo misma arruiné mi vida.
Antes de tener relaciones sexuales, recuerda que lo más importante es tu vida. Y por si te
sirve de algo, no olvides que una persona sana y llena de vida igual que tú, llamada Edna,
murió siendo joven y deseosa de vivir de todo, a causa del SIDA. Pero sobre todo por no
saber detenerse a tiempo y por haber aceptado a un perfecto desconocido para disfrutar
del acto sexual.
Ahora sólo te pido que apoyes las campañas contra el SIDA, y que difundas este
testimonio, que es verdadero. Así serán cada vez menos las personas que construyan su
propia miseria o que lleven a otros a la infelicidad.
Ah, y también la maldita DROGA produce historias tristes, como la de una amiga mía que,
así como yo, perdió su libertad y a su ser más querido, y ahora vive sólo con la certeza de
que jamás podrá recuperarles.
1. Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo.
2. Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.
3. Sólo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su
ser.
4. Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón.
5. La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo
podrás tener.
6. Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se
puede enamorar de tu sonrisa.
7. Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el
mundo.
8. No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.
9. Quizás Dios quiere que conozcas mucha gente equivocada, antes de que conozcas a
la persona adecuada, para que cuando al fin la conozcas sepas estar agradecido.
10. No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.
11. Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir
confiando y solo ser más cuidadoso en quien confías dos veces.
12. Conviértete en una mejor persona y asegúrate de saber quién eres antes de conocer a
alguien más y esperar que esa persona sepa quién eres.
13. No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas.
NO TE RINDAS *
Era la mitad del siglo XIX, y se escuchaban en las oficinas de la escuela primaria de un
pequeño pueblo de Ohio, en los Estados Unidos, las siguientes palabreas:
“El niño tiene un leve retraso mental que le impide adquirir los conocimientos a la par
de sus compañeros de clase. Debe dejar de traer a su hijo a esta escuela”.
Pocos años después, este niño, con sólo 12 años, fundó un diario y se encargaba de
venderlo en la estación del ferrocarril de Nueva York. No fue todo, se dedicó a estudiar los
fenómenos eléctricos, y gracias a sus estudios logró perfeccionar el teléfono, el micrófono,
el megáfono, y otros inventos como el fonógrafo, por citar sólo algunos. ¡Qué lejos
quedaban en el recuerdo del niño las palabras de su maestra!.
Todo parecía conducirse sobre ruedas, hasta que un día se encontró con un gran
obstáculo. Su mayor proyecto se estaba desnaveciendo ante sus ojos: Había buscado
incansablemente la forma de construir un filamento capaz de generar una luz
incandescente, pero que al mismo tiempo resistiera la fuerza de la energía que lo
encendía.
Luego de tres años de intenso trabajo uno de ellos le dijo: “Thomas, abandona este
proyecto. Ya llevamos más de tres años, lo hemos intentado en más de dos mil formas
distintas y sólo conocemos el fracaso en cada intento”. La respuesta no se hizo esperar.
Se dirigió a él con la misma vehemencia que su madre había tenido unos 25 años atrás:
“Mira, no sé que entiendes tú por fracaso, pero de algo sí estoy seguro, y es que en
todo este tiempo aprendí que antes de pensar en dos mil fracasos, he descubierto
más de dos mil maneras de no hacer este filamento. Eso me da la pauta de que
estoy bien encaminado”.
Pocos meses después iluminó toda una calle utilizando la luz eléctrica. Su nombre,
Thomas Alva Edison, una persona que entendió la manera de vivir de gloria en gloria, y
pudo ver aún en las tormentas más fuertes, el pequeño sendero que lo llevara al éxito.
Maestro, ¿qué debo hacer para no estar tan molesto? Hay personas que hablan
demasiado, otras son ignorantes, las de más allá demasiado indiferentes. Siento odio por
aquellas personas que son mentirosas, y sufro con quienes viven calumniando.
_Pon atención a esas flores –continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el
jardín-. Ellas nacen en el estiércol, y sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del
abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio
de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo angustiarse con las propias
culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás incomoden demasiado. Los
defectos de ellos son de ellos, y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para
molestarte. Ejercita, pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera. Esto
es vivir como las flores.
TEMÍ *
EN EL CAMINO APRENDÍ *
Sí, aprendí:
que llegar alto no es crecer,
que escuchar no es oír,
ni lamentarse es sentir;
que mirar no siempre es ver,
ni acostumbrarse es amar.
En el camino aprendí:
que andar solo no es soledad,
que cobardía no es paz,
ni ser feliz es sonreír;
que peor que mentir es silenciar la verdad;
que puede un sueño de amor abrirse como una flor y como esa flor morir,
pero que en su breve existir es todo aroma y color.
El camino me enseñó:
que no es sumisión la humildad,
no es lo mismo ser servil que ser un buen servidor.
_______
Se fue Manuel y caminó más de 12 días hasta llegar a una hacienda muy grande donde le
dieron trabajo. Le pidió un favor al patrón: “Quiero que el dinero que me gane por mi
trabajo, me lo guarde hasta cuando yo me vaya de regreso a mi casa. Quiero darle una
vida digna a mi mujer, como ella se lo merece. Por ello no quiero gastar nada de lo que
gane, a menos que sea estrictamente necesario”. Al patrón le pareció sensato y le dijo:
“Un trato es un trato”.
Pasó el tiempo, llegando a estar en la finca 20 años, al abo de los cuales le dijo al patrón:
“Ahora sí, deme el dinero de mis ahorros, según el trato”. El jefe le dice: “Un trato es un
trato. Ahí tienes el dinero guardado, Pero antes yo quiero proponerte otro trato, que
consiste en que, a cambio de todo el dinero que te tengo guardado, te doy tres consejos
que te van a servir para el resto de tu vida. Si te doy los consejos, no te doy la plata. Si te
doy la plata, no te doy los consejos. Piénsalo y mañana me respondes”.
A la siguiente mañana, le dice Manuel al jefe: “He decidido que me des los consejos”. El
jefe le dice: “Pero si te doy los consejos, no te doy el dinero”. Manuel respondió: “Si esos
consejos me sirven para la vida y me dan sabiduría, los prefiero”. El jefe comenzó a darle
los consejos. Primero: “Nunca tomes atajos en tu vida, porque te pueden llevar a la
muerte”. Segundo: “Nunca seas curioso para el mal, porque puedes perder la propia vida”.
Tercero: “Nunca reacciones con la cabeza caliente, no dejes que el odio y la pasión
controlen tu vida, porque puedes llegar a cometer actos de los que te puedes arrepentir
toda tu vida”. T como has sido buen trabajador, te voy a dar estos tres panes, dos para
que te los comas en el camino y éste último para que lo compartas con tu mujer.
Manuel agarró la maleta y los panes y se fue rumbo a casa. En el camino se encontró con
un forastero que le preguntó: “¿A dónde vas?”. Manuel le respondió: “Aún me faltan varios
días de camino”. El forastero le dice: “No seas tonto. Para llegar más rápido a tu destino
toma este atajo y te ahorrarás la mitda del rcorrido”. Manuel siguiendo las instrucciones del
forastero, comenzó a caminar por el atajo. Pero de repente se acordó del primer consejo
–“No tomes atajos en la vida, porque te pueden llevar a la muerte”. Entonces decidió
retorceder y continuar por el camino correcto. Después se enteró de que por el atajo
habían salido unos salteadores al camino y habían emboscado unos forasteros y los
habían matado. Manuel había salvado su vida por haber acatado el primer consejo.
Después de mucho caminar llegó a una posada, comió algo y pidió albergue para pasar la
noche. Cuando estaba acostado escuchó unos gritos terribles. Se levantó y quiso abrir la
puerta, pero se acordó del segundo consejo –“Nunca seas curioso para el mal..., y se
contuvo de abrir la puerta. A la mañana siguiente el posadero le pregunta: “¿Escuchaste
anoche unos gritos?”. “Sí –respondió-, tuve ganas de averiguar qué sucedía, pero me
contuve por un consejo que recibí”. Le dice el posadero: “Has hecho bien, porque a mi hijo
le dan ataques de locura y cuando un posadero abre la puerta, él lo mata y lo entierra en
el lote de afuera. Fuiste muy sabio porque consevaste la vida”.
Siguió Manuel el camino y divisó al anochecer la casa de su mujer, por ell humo que salía
de la chimenea. Cuando esutvo a las afueras de la casa, se asomó por la ventana y vio a
Patricia que, en su regazo, acariciaba la cabeza de un hombre.... Sintió una gran rabia y
quiso entrar y matarlos, pero se acordó del tercer consejo –“Nunca reacciones con la
cabeza caliente....”.. Luego entonces se quedó toda la noche en las afueras de la casa,
hsta el amancer. Al encontrarse con su mujer se mostró triste y desolado y le dijo: “Yo te
he sido fiel en el trato, pero veo que tú no lo has cumplido... me regresaré a donde
estaba.”. Patricia se le abalanzó a abrazarlo y le dice: “Mi amor, cuánto tiempo esperando
por ti!”. Él le dice: “No me abraces, que anoche te vi cuando acariciabas a un hombre. En
cambio yo siempre te fui fiel...”. La mujer le dice: “Mi amor no me interpretes mal... a los
pocos días que te fuiste me enteré que estaba embarazada y el hombre con el que me
viste anoche es tu hijo, que ya va a cumplir 20 años”.
Manuel pidió perdón a Patricia por haber dudado de ella. Entró a casa y se presentó a su
hijo y le compartió su experiencia. Entre tanto Patricia preparó una deliciosa comida y se
sentaron a la mesa todos. Manuel procedió a partir el pan que le había dado su patrón
para compartir con su esposa y, ¡cuán sería su sorpresa!... Encontró dentro del pan todo el
dinero producto de sus 20 años de trabajo.
____________
El día que mi Catalina nació, en verdad no sentí gran alegría, porque la decepción que
experimentaba parecía ser más grande que el gran acontecimiento que representa tener
un hijo. Yo quería un varón. A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos
mujeres. Una lucía pálida y la otra radiante y dormilona.
En pocos meses me dejé cautivar por la sonrisa de Catalina y por el negro de su mirada
fija y penetrante. Fue entonces cuando empecé a amarla con locura, Su carita, su sonrisa
y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento. Todo se lo quería omprar.
Hacia planes... todo sería para mi Catalina.
Este relato era contado a menudo por Enrique, el padre de Catalina. Yo también sentía
gran afecto por la niña que era la razón más grande de vivir de Enrique, según decía él
mismo.
Una tarde estaban mi familia y la de Enrique haciendo un picnic a la orilla de una laguna,
cerca de casa y la niña entabla una conversación con su papá. Todos escuchábamos.
_ Pero mi amor, si apenas tienes diez añitos. ¿No te parece que falta mucho para esa
fecha?
_ Bueno, papi, tú siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto
por aquí.
Una mañana me encontré con Enrique enfrente del colegio donde estudiaba su hija, quien
ya tenía catorce años. El hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su
rostro. Con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de Catalina. Eran notas
impresionantes, ninguna bajaba de diez puntos, y los estímulos que les habían escrito sus
profesores eran realmente conmovedores. Felicité al dichoso padre y le invité a un café.
Allí permaneció diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía de una
grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero que no era algo definitivo,
que debían practicarle otras pruebas para llegar a un diagnóstico fime.
Los días iban transcurriendo. Enrique renunció a su trabjo para dedicarse al cuidaddo de
Catalina. Su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos
eran superiores a los de él.
_ ¿Van a algún lugar los que mueren? ¿Pueden ver desde lo alto a las personas
queridas? ¿Sabes si pueden volver?
_ Bueno, hija, respondió Enrique, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo
sobre eso. Pero si yo muriera, no te dejaría sola. Estando en el más alla buscaría la
manera de comuniarme contigo. En última instancia utilizaría el viento para venir a
verte.
_ No tengo la menor idea, hija, sólo sé que si algún día muero, sentirás que estoy contigo
cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas.
Ese mismo día por la tarde llamaron a Enrique. El asunto era grave. Su hija estaba
muriendo y necesitaban un corazón, pues el de ella no resistíría sino unos quince o veinte
días más.
Ese mismo mes Catalina cumpliría sus quince años. Fue el viernes por la tarde cuando
consiguieron un donante. Las cosas iban a cambiar. El domingo por la tarde, ya Catalina
estaba operada. Todo salió como los médiso lo habían planeado. ¡Éxito total!. Sin
embargo, Enrique no había vuelto por el hospital y Catalina lo extrañaba muchísmo.
Su mamá le decía que ya todo estaba bien y que sería el papá quien trabajaría para
sostener la familia. Catalina permaneció en el hospital por quince días más. Los médicos
no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hcieron.
Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá, con los ojos llenos de
lágrimas, le entregó una carta de su padre:
Al momento de ler mi carta debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu
pecho. Esa fue la promesa de los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni
remotamente cuánto lamento no poder estar a tulado en este instante. Cuando supe
que ibas a morir sentí que yo también moiriría contigo, y me preguntaba qué podía
hacer. Después de tanto pensar y sentir mil cosas dentro de mí, decidí finalmente que
la mejor manera de hacer algo por ti era darte respuesta a una preunta que me hiciste
cuando tenías diez años y a la cual no respondí. Decidí hacerte el regalo más
hermoso que nadie jamás ha hecho. Te regalo mi vida, entera, sin condición alguna,
para que hagas con ella lo que creas que es mejor, sintiendo muchas cosas bellas y
sabiendo que en el mundo lo más importante es que quieras vivir. ¡Vive, hija! ¡Te
amo!!!!
También quiero que sepas que hoy, mañana y siempre estaré a tu lado. Te amo y
siempre te amaré, porque eres lo más grande y hermoso que Dios me ha dado...
siempre estaré contigo, siempre te amaré....”
Catalina lloró todo el día y toda la noche. Al dia siguiente fue al cementerio y se sentó
sobre la tumba de su papá, lloró como nadie lo ha hecho y susurró:
Papi, ahora puedo comprender cuánto me amabas. Yo también te amo, aunque nunca
te lo dije. Por eso también comprendo la importancia de decir “TE AMO”. Y te pido
perdón por haber guardado silencio....
En ese instante las copas de los árboles se movieron suavemente y cayeron algunas
flores. Sintió Catalina que un suave viento rozó su cara, y una brisa fresca besó sus
mejillas. Alzó la mirda al cielo sintiendo una paz inmensa y dio gracias a Dios por eso. Se
levantó y caminó a casa con la alegría de saber que lleva en su corazón “EL AMOR MÁS
GRANDE DEL MUNDO”.
Una mamá es ese ser que personifica la paciencia cuando por horas arrulla a un bebé que
persiste en no dormir y en mirarla con ojos sonrientes.
Es ese alguien sin edad definida, que se convierte en una ancianita para dar sabios
consejos, y se hace pequeña como una niña para jugar con ollitas y muñecas, o para
correr tras una vacilante bicicleta.
Los brazos de la mamá son diferentes a los de cualquier persona: dan los más
reconfortantes abrazos del mundo y en ellos caben uno, dos, tres, cuatro...¡todos los
hijos!.
Y no hay como la mano de una mamá para proporcionar confianza y seguridad en los
momentos más tristes y difíciles.
Cuando por las noches cesa su constante actividad, la mamá es esa persona que se
acerca de puntillas a dar el último beso, a arreglar las sábanas y a apagar las luces.
Aunque hayan pasado muchos años desde que lo aprendió, ella sabe de uno más uno, las
tablas de multiplicar, el cero al cociente y de Cristóbal Colón.
Cuando se enoja hace un esfuerzo por poner su cara más seria. Pero como su corazón es
de caramelo, se derrite de ganas de dar un abrazo y de perdonarlo todo.
Una mamá puede permanecer despierta toda la noche, esperando el ruido tranquilizador
de la puerta con la entrada del último hijo en llegar a casa. Para ella, aunque sean ya
hombres y mujeres con su propia historia, seguirán siendo por siempre "sus niños".
Una mamá es la más firme creyente en un futuro amplio, feliz y promisorio para sus hijos.
Es ese ser imprescindible por el que siempre preguntamos al llegar a casa. El mismo que
lleva por siempre en el centro del corazón a cada uno de sus hijos, no importa lo lejos que
estén.
Esta respuesta me llena de emoción, me hace pensar. Esta respuesta linda, llena de amor
y de ternura: "¡Hueles a mamá!".
Yo nunca había pensado en ese olor, no lo había llamado así, nunca supe definirlo, pero
ahora sé que mi madre huele dulcemente a mamá.
Ojalá que todas las mujeres tuviéramos siempre este hermoso y dulce "OLOR A MAMÁ".
Gracias por expeler ese dulce olor a mamá tan cerca de mí, y por regalarme tu amor en el
momento que lo necesité.
Algún día, cuando mis hijos sean lo suficientemente grandes para entender la lógica que
motiva a los padres, les diré:
Te amé lo suficiente para preguntarte dónde ibas, con quién y a qué hora
regresarías a casa; te amé lo suficiente para insistir que ahorraras tu dinero para
compararte una bicicleta aunque nosotros, tus padres pudiéramos comprarla; te
amé lo suficiente para callarme y dejarte descubrir que tu nuevo mejor amigo era un
patán; te amé lo suficiente para fastidiarte y estar encima de ti durante dos horas
mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que me hubiera llevado a mí sólo 15
minutos; te amé lo suficiente como para dejarte ver mi ira, desilusión y lágrimas,
pues los niños deben entender que los padres no somos perfectos; te amé lo
suficiente como para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones,
aunque los castigos a veces eran tan fuertes que rompían mi corazón; pero sobre
todo, te amé lo suficiente como para decir NO, cuando sabía que me ibas a odiar
por ello.
Éstas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero hoy estoy contenta porque al final
también las ganaste tú, y algún día, cuando tus hijos sean lo suficientemente grandes para
entender la lógica que motiva a los padres, les dirás:
“¿Tu mamá es MALUCA? Yo sé que la mía lo era. Era la mamá más maluca que
había en todo el mundo. Cuando otros niños desayunaban caramelos, ella nos
hacía comer cereal, huevos, leche y tostadas; cuando otros niños almorzaban con
gaseosa y galletas, teníamos que comer carne y ensalada; puedes estar seguro
que también nos hacía cenar diferente a otros niños. Mi mamá insistía en saber
dónde estábamos todo el tiempo (cual convictos en prisión); ella tenía que saber
quiénes eran nuestros amigos y lo que hacíamos con ellos. Nos da pena admitirlo,
pero ella rompió con las leyes del trabajo a menores ya que teníamos que lavar los
platos, ayudar a sacar la basura, darle de comer al perro, bañarlo y sacarlo a
pasear, arreglar nuestro cuarto, y toda clase de trabajos forzados similares a éstos.
Por nuestra mamá nos perdimos de muchas experiencias de otros niños. Ella
insistía en que dijéramos la verdad y nada más que la verdad.
Cuando llegamos a la pubertad, te juro que ella podía leer nuestras mentes. Era
desesperante vivir con ella. Estaba pendiente de que nos cepilláramos los dientes,
de que nos bañáramos, de que estudiáramos. “¿Ya hiciste las tareas?”... ¡Uff! ¡Qué
fastidio!. A veces pensé en irme de la casa. Se ponía furiosa si nos veía sin
zapatos....¡Qué vida la que nos hacía vivir nuestra propia madre!. Si, la vida era
difícil. Ella no dejaba que nuestros amigos tocaran la bocina de su carro al llegar a
buscarnos a nuestra casa; ellos debían tocar la puerta para que ella pudiera
conocerlos y saludarlos. Mientras otros amigos y amigas podían tener novios o
novias a los doce años, a nosotros nos tocó esperar hasta los dieciséis.
Por nuestra mamá nos perdimos de muchas experiencias de otros niños; por su
culpa nunca robamos; por su culpa nunca probamos la droga, nunca tuvimos
mayores problemas con el alcohol, nunca estuvimos presos, ni fuimos vándalos o
pandilleros; por su culpa nunca nos hirieron ni el cuerpo ni el alma, y conocimos a
Dios. Sí, ¡todo por su culpa!.
Y hay madres que no han tenido hijos pero que aman como aman las madres.
Y a su alrededor se hace familia.
Hay padres que remplazan a las madres.
Hablar de las madres es hablar del amor, porque las madres están hechas de amor.
Hablar de las madres es hablar de Dios, porque las madres aman como ama Dios: sin
límites, sin medida, sin esperar recompensas, gratuitamente.
Porque las mamás sienten como siente Dios, el desamor de sus hijos,
el rechazo, el grito de independencia.
Y siguen amando a pesar de todo y contra todo.
Hablar de las madres hoy es dar gracias a Dios por nuestras madres
y dar gracias a Dios por haber podido ser madres.
Y pedirle a Dios que bendiga a todas las familias.
LA ABUELA *
La abuela bordaba los manteles más hermosos. Cuando era niño me quedaba junto a ella
las tardes enteras charlando mientras sus hábiles manos danzaban en perfecta armonía
con los hilos y telas.
Su estado de ánimo variaba dependiendo del día. A veces estaba alegre y conversadora;
otras veces lucía seria y silenciosa. Y de vez en cuando se quejaba más de la cuenta.
Sin embargo siempre, sin importar el día, cosía con la misma mística. Frecuentemente la
encontraba en su silla, dormitando, con la cabeza inclinada levemente hacia delante, pero
aferrando con firmeza su tejido.
Durante semanas sus bordados me parecían extraños y confusos, puesto que mezclaba
hilos de distintos colores y texturas que se veían en completo desorden. Cuando le
preguntaba qué estaba tejiendo o bordando, sonreía y gentilmente me decía: “Ten
paciencia, ya lo verás”.
Al mostrarme la obra terminada, me percataba de que donde había habido hilos de colores
oscuros y claros, resplandecía bordada una linda flor o un precioso paisaje; lo que antes
parecía desordenado y sin sentido, se entrelazaba creando una hermosa figura. Me
sorprendía y le preguntaba: “Abuela, ¿cómo lo haces? ¿Cómo puedes tener tanta
paciencia?”...
“Es como la vida –respondía-. Si te fijas en la tela y en los hilos en su estado original, se
asemejarán a un caos, sin sentido ni relación; pero si recuerdas lo que estás creando,
todo tendrá sentido. Si juzgas tu vida solamente por la rutina de lo cotidiano, mucho de lo
que haces parecerá inútil y sin sentido. Pero si recuerdas el bordado que estás tejiendo,
aún los enredos más caóticos cobrarán significado”.
¿ A QUIÉN ESCOGERÍAS ? *
Una mujer regaba el jardín de su casa y vio a tres viejos con sus años de experiencia
frente a su jardín. Ella no los conocía y les dijo:
__ No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor entren a mi casa para que
coman algo.
Ellos le preguntaron:
__ No podemos entrar a una casa los tres juntos –explicaron los viejitos-.
__ Su nombre es Riqueza.
La mujer entró a su casa y le contó a su marido lo que ellos le dijeron. El hombre se puso
feliz:
__ ¡Qué bueno! Entonces invitemos a Riqueza. Que entre y llene nuestra casa.
__ ¿No sería mejor invitar a Amor? Nuestro hogar estaría, entonces, lleno de amor.
__ Hagamos caso del consejo de nuestra hija –dijo el esposo a su mujer-. Ve afuera e
invita a Amor a que sea nuestro huésped.
__ ¿Cuál de ustedes es el Amor? Por favor, que venga y que sea nuestro invitado.
Amor se levantó de su silla y comenzó a avanzar hacia la casa. Los otros dos también se
levantaron y le siguieron. Sorprendida, la dama les preguntó a Riqueza y a Éxito:
__ Si hubieras invitado a Riqueza o a Éxito los otros dos habrían permanecido afuera,
pero ya que invitaste a Amor, donde vaya él, nosotros vamos también. Donde quiera
que hay amor, hay también riqueza y éxito.
Después de varios años de matrimonio descubrí una nueva manera de mantener viva la
chispa del amor. Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer. En realidad
había sido idea de mi esposa.
-- Tú sabes que la amas –me dijo un día, tomándome por sorpresa-. La vida es muy
corta, dedícale tiempo.
La otra mujer a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre, viuda desde hace
unos años. Pero las exigencias de mi trabajo y mis hijos hacían que sólo la visitara
ocasionalmente. Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine.
Mi madre es el tipo de mujer que una llamada tarde en la noche, o una invitación
sorpresiva, son indicio de malas noticias.
-- Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo –le respondí-. ¡Los dos solitos!
¿Qué opinas?
-- Le dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo y se mostraron muy emocionadas –me
comentó mientras subía a mi auto-. No podrán esperar a mañana para escuchar acerca
de nuestra velada.
-- Era yo quien te leía el menú cuando eras pequeño, ¿recuerdas? –me expresó con
ternura-.
Durante la cena tuvimos una agradable conversación. Nada extraordinario, sólo ponernos
al día cada uno con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine.
-- Saldré contigo otra vez, pero sólo si me dejas invitar, -dijo mi madre cuando la llevé a
su casa-.
-- ¿Cómo estuvo la cita? –quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche-.
Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo. Todo fue tan rápido que no pude
hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre del restaurante donde habíamos cenado mi
madre y yo, y una nota que decía: “La cena está pagada por anticipado. Estaba casi
segura de que no podría estar allí, pero igual pagué para dos, para ti y para tu
esposa. Jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí. ¡Te amo,
hijo!”
En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo “TE AMO” y de dar a
nuestros seres queridos el espacio que se merecen. Nada en la vida será más importante
que Dios y tu familia. Dales tiempo porque ellos no pueden esperar.
_________
Si tienes madre, compártele este texto. Y recuerda siempre: Dios perdona, pero el
tiempo no. Disfruta mucho a tu mamá. Las madres lo dan todo por sus hijos y
somos su mayor tesoro, por lo que ellas merecen estar
en nuestras oraciones todos los días.
¡ P I L A S, P U E S! *
ADAPTACIÓN
Cuando tenías 3 años, ella te hacía todas las comidas con amor.
Tú se lo agradeciste tirando el plato al piso.
Cuando tenías 11 años, ella te llevó a ti y a tus amigos a ver una película.
Tú se lo agradeciste diciéndole que se sentara en otra fila.
Cuando tenías 13 años, ella te sugirió un corte de cabello que estaba de moda.
Tú se lo agradeciste diciéndole burlonamente que no tenía buen gusto.
Cuando tenías 15 años, ella venía de trabajar y quería darte un abrazo cariñoso.
Tú se lo agradeciste cerrando con llave la puerta de tu habitación.
Cuando tenías 23 años, ella te dio algunos muebles para tu primer apartamento.
Tú se lo agradeciste diciendo a tus amigos que los muebles era feos y anticuados.
Cuando tenías 24 años, ella conoció a tu futura esposa y le preguntó sus planes para el
futuro.
Tú se lo agradeciste con una mirada feroz y le gritaste: “¡Cállate!”
Cuando tenías 27, ella te ayudó a pagar los gastos de tu boda y llorando
te dijo que te amaba muchísimo.
Tú se lo agradeciste mudándote para el otro extremo del país.
Cuando tenías 30, ella te dio algunos consejos para cuidar el bebé.
Tú se lo agradeciste diciéndole que las cosas son diferentes ahora.
“Amor es el primer sentimiento que hay antes de que todas las cosas malas
aparezcan”.
“Cuando mi abuelita empezó a padecer artritis no podía pintarse las uñas de los pies;
así que mi abuelito se las pintaba todo el tiempo aún cuando empezó a padecer artitis
en sus manos. Eso es amor”.
“Cuando alguien te ama, la forma en que esa persona dice tu nombre es diferente.
Sabes que tu nombre está seguro en su boca”.
“El amor es cuando sales con alguien a comer y le das la mayoría de tus papitas a la
francesa sin hacer que esa otra persona te dé de las suyas”.
“Amor es cuando mi mamá hace café para mi papá y ella prueba un poqtuio primero
antes de dárselo, para estar segura de que sabe bien”.
“Amor es cuando besas todo el tiempo, luego te cansas de besar, pero aún quieres
estar junto a esa persona. Entonces se hablan más”.
“Amor es cuando le dices a un muchacho que te gusta su camisa y él la usa todos los
días”.
“Durante mi primer recital, yo estaba en el escenario muy asustada, miré a toda la gente
que me estaba viendo y vi a mi papá saludándome y sonriéndome; él era el único
haciendo eso y entonces ya no sentí miedo”.
“Mi mamá me ama más que nadie, nunca verás a nadie más besarme por las noches
antes de irme a dormir”.
“Amor es cuando mami ve a papi sudoroso y orloroso y aún así dice que es más guapo
que Robert Redford”.
“Amor es cuando tu perrito te lame la cara aún cuando lo has dejado todo el día solo”.
“Yo sé que mi hermana mayor me ama aporque ella me da su ropa que no usa y
después ella tiene que ir a comprar otra”.
UNA NIÑA ENTENDIÓ *
En una de las aulas de un colegio, uno de los niños preguntó: “Maestra, ¿qué es el
amor?”. La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviea a la altura
de la pregunta inteligente que había formulado. Como era ya la hora de recreo, pidió a sus
alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajesen lo que más despertase
en ellos el sentimiento del amor.
Los chiso salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo: “Quiero que cada
uno muestre lo que trajo consigo”.
Cuando llegó su turno, el segundo alumno dijo: “Yo traje esta mariposa. Vea el colorido de
sus alas. La voy a colocar en mi colección”.
El tercer alumno completó: “Yo traje este pichón de pajarito que se cayó del nido. ¿No es
gracioso?”.
Y así los chicos y las chicas, uno a uno, fueron colocando lo que habían recogido en el
patio. Terminada la exposición, la mestra notó que una de las niñas había permanecido
quieta durante todo el tiempo. Se sentía avergonzada porque no había traído nada. La
maestra se dirigió a ella y le preguntó: “Muy bien. ¿Y tú? ¿No has encontrado nada?”. La
criatura respondió tímidamente:
“Disculpe, maestra. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla, pero preferí dejarla
para que exhalase su aroma por más tiempo; vi también la mariposa, suave, colorida, pero
parecía tan feliz que no tuve el coraje de aprisionarla; vi tambiél el pichoncito caído entre
las hojas, pero noté la mirada triste de su madre y preferí subir al árbol y devolverlo al
nido. Por lo tanto, maestra, traigo conmigo el perfume de la flor, la sensación de libertad
de la mariposa y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo
puedo mostrar lo que traje?”.
La maestra agradeció a la alumna y le dio la nota máxima, considerando que había sido la
única que logró percibir que sólo podemos traer el amor en el corazón.
El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la pueta que decía: “Cachorritos
en venta”. Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció
en la tienda preguntando:
El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo, seguida por cinco
perritos. Uno de ellos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito
inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba.
El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera
defectuosa y que cojearía por el rsto de su vida. El niño se emocionó mucho y exclamó:
Y el hombre replicó:
_ Yo no quiero que usted me lo regale. Él vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré
el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $ 3.500 ahora y $ 1.000 cada mes hasta
que lo haya pagado completo.
_ Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo –contestó el hombre-. Él nunca será
capaz de correr, saltar y jugar como los otros.
_ Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien quelo
entienda.
El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas... Sonrió
y dijo:
_ Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como
tú.
_____
En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, te
acepte y te ame incondicionalmente.
Un veradero amigo es aquél que llega cuando el resto del mundo se ha ido.
NO RECHACES LA VIDA *
En un país de Asia había una joven campesina que vivía en una granja de un sector
agrícola, en el interior de su país. Sus días pasaban y pasaban, sólo cultivando arroz y
arriando bueyes para arar la tierra. De vez en cuando su padre, muy estricto, la llevaba en
una carreta al pueblo cercano, donde conseguían alimentos, medicamentos y ropa.
Su padre había cultivado la tierra toda su vida y, debido a una guerra pasada, su esposa
fue muerta en un combate cercano a su granja. La joven, entonces, quedó huérfana desde
muy pequeña y le tocó la responsabilidad de criar a sus dos hermanitos menores, dado
que era una promesa hecha a su madre antes de morir. Ella renegaba de su vida y
constantemente decía a su padre que lo mejor para ella hubiera sido haber muerto con su
madre.
En un viaje al pueblo, su padre se tomó unos cuantos tragos de licor de arroz. Ella
aprovechó para recorrer el pueblo y observó detalladamente la vida de la gente, tanto la
de los ricos, como la de los pobres. En las grandes casas de los ricos se veían personas
con mucha soledad. En una casa encontró a una mujer cuyo esposo tenía una gran
fortuna, pero que nunca permanecía en su hogar, y cuando lo hacía era para pasar
maluco. En otra casa vio dos niños en el portal y les preguntó: “¿Qué pasa con ustedes?”.
Los niños contestaron: “Nuestros padres salieron de viaje y tardan varios días en llegar.
Sólo estamos con una nana que nos grita todo el día”. Y así sucesivamente vio muchos
casos.
Luego pasó a un barrio donde vivía gente muy pobre. En la primera casa estaba un
anciano cuya edad nadie sabía, y poseía una gran familia: muchos nietos, bisnietos y
tataranietos. Todos jugaban alegres junto a él. Ya se acercaba la hora del almuerzo y
todos los niños se acercaron a la puerta. El anciano salió con una olla llena de sopa de
arroz, pescado y verduras. Cada niño tenía un plato pequeño, pero recibían con alegría su
porción. Sólo los más pequeños repetían. Se acercó a dos jóvenes que departían
alegremente en el suelo comiendo su sopa y les dijo: “Ustedes se ven muy felices”. Ellos
contestaron: “Sí, por hoy hemos almorzado. Quizá mañana no, pero tenemos la felicidad
de comer la sopa de la abuela”. Luego avanzó por una calle larga y vio otros casos
parecidos....
Al regresar a su granja, vio que estaba llena de comida, y observó a su papá departiendo
con sus hermanitos. Entonces miró la foto de su madre, y dijo:
“La vida me quitó a mi madre, pero me dio a mi padre y a mis hermanos, el campo, los
cultivos, mis bueyes, mis sembrados... ¡tengo mucho!. “¡No debo rechazar mi vida!”.
EL ABORTO *
CARTA DE UN BEBÉ
¡Hola, mami! ¿Cómo estás? Yo, muy bien, gracias a Dios. Hace apenas unos días me
concebiste en tu pancita. La verdad no te puedo explicar lo contento que estoy de saber
que tú vas a ser mi mamá. Otra cosa que también me llena de orgullo es el ver el amor
con el que fui concebido... ¡Todo parece indicar que voy a ser el niño más feliz del mundo!
Ultimamente me he dado cuenta de que hay algo en tu cabecita que no me deja dormir.
Pero bueno, ya se te pasará. No te apures.
Mami, ya pasaron dos meses y medio y la verdad estoy feliz con mis nuevas manitas y de
versas que tengo ganas de utilizarlas para jugar y para acariciarte. Mamita, dime qué te
pasa. ¿Por qué lloras tanto todas las noches? ¿Por qué cuando papi y tú se ven gritan
tanto? ¿Ya no me quieren? ¿O qué?... Voy a hacer lo posible para que me quieran.
Han pasado ya tres meses, mami. Te noto muy deprimida. No entiendo qué pasa. Estoy
muy confundido. Hoy en la mañana fuimos al consultorio del doctor y te dio una cita para
mañana. No entiendo, pues yo me siento muy bien. ¿Acaso tú te sientes mal?
Mami, ya es el día de la cita. ¿A dónde vamos? ¿Qué pasa, mami? ¿Por qué lloras? No
llores. No va a pasar nada grave...el médico te curará.
Oye, mami, no te acuestes, apenas son las dos de la tarde. Es muy temprano para irse a
la cama. No tengo nada de sueño. Quiero seguir jugando con mis manitas...
¡Ay! ¡Ah! ¿Qué hace ese tubito en mi casita? ¿Es un juguete nuevo? ¡Oigan!, ¿por qué
están succionando mi casa? ¡Mami! ¡Esperen! ¡Esa es mi manito!.. Señor, ¿por qué me la
arrancan? ¿No ve que me duele? ¡Ah! Mami, ¡defiéndeme!. Mamá... ¡ayúdame! ¿No ves
que todavía estoy muy pequeño y no me puedo defender?... ¡Mami! ¡Mi piernita! ¡Me la
están arrancando! Por favor, ¡diles que ya no sigan!. Te aseguro que ya me voy a portar
bien. Ya no te voy a volver a patear. ¿Cómo es posible que un ser humano me pueda
hacer esto? Va a ver cuando sea grande y fuer... ¡ah!...te... ¡Mami! ¡Ya no puedo más!
Me... ¡Ay!... ¡Mami!... ¡Mami!... ¡Ayúdame!...
Mami, han pasado ya 17 años desde aquel día. Y yo desde aquí observo como todavía te
duele esa decisión que tomaste. Por favor, ya no llores. Acuérdate que te quiero mucho y
aquí te estoy esperando en el cielo con muchos abrazos y besos. ¡Te quiero mucho!
Tu bebé.
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¿Sabes que esa es la tristeza más grande que puede tener una mujer que fue
enviada por Dios para cuidar de esa criatura desde el momento en que fue
concebida, y que por presión o ignorancia es capaz de arrebatar la vida
al ser más inocente e indefenso que pueda existir?
Sabes bien que hay centros de adopción, frecuentados por muchas parejas que no
pueden tener hijos. Si no quieres tener el tuyo, que ya viene en camino, no le quites
el sueño a otras personas que quieren acogerle en su corazón y brindarle mucho
amor. La mejor alternativa es que lo des en adopción, si no lo quieres tener. Estoy
seguro de que Dios prefiere esto, antes que quitarle la vida.
¿Crees que naciste el día en que te celebran los cumpleaños? Para la sociedad sí.
Pero para la ciencia tú naciste el día en que te concibieron.
Tu hijo ya es una personita completa.
No le niegues la oportunidad de nacer, de ser libre.
Por favor, ¡no lo mates!
_______
CLASES DE ABORTOS.
Aborto por operación cecárea. El bebito es arrancado del vientre materno mediante
una operación cesárea. Es el mismo procedimiento que se utiliza para partos por
cesárea. Sólo que en este caso es para matar al bebé.
Aborto por envenenamiento salino . El bebé muere envenenado y quemado por una
solución salina altamente concentrada introducida en el líquido amniótico de la madre.
Aborto por succión. El bebé es asesinado mediante una potente aspiradora que lo
destroza completamente. Es posible ver claramente los pequeños miembros
destrozados luego de pasar por el tubo de la aspiradora.
Aborto por dilatación y curetaje . El bebé es destrozado con un cuchillo curvo
(cureta) mientras se encuentra en el vientre materno. La enfermera debe ir juntando las
piezas del bebé para asegurar que ha sido extraído totalmente.
Aborto por parto parcial. Comienza cuando el doctor toma con unas pinzas al bebé
dentro del vientre materno. Cuando los pies del bebé están fuera del útero, el abortista
lo toma con sus manos, lo saca como si se tratara de un parto natural, pero
asegurándose de que salga por los pies. Cuando el bebé tiene el cuerpo fuera pero su
cabeza está aún dentro del vientre materno, el abortista le atraviesa la nuca con unas
tijeras. El crimen termina cuando el abortista, mediante una sonda, succiona la masa
encefálica del bebé que, durante todo el proceso, ha estado agitando su pequeño
cuerpo para tratar inútilmente de defenderse.
QUÉ ES UN PAPÁ *
Un PAPÁ zapatea duro cuando cumple con su deber y anda de puntillas en la noche
cobijando cuerpecitos fríos.
Es el único de la casa que persigue un ratón hasta atraparlo, así se muera de asco por
dentro.
Un PAPÁ es un higo que parece duro por fuera y que es puro dulce en su interior.
A los PAPÁS se les dedica un día, pero ellos dan todos los días a los suyos, son
generosos por naturaleza y voluntad, son amor.
Además, un PAPÁ nunca muere, simplemente se esfuma para continuar mandando con
su recuerdo, con sus enseñanzas.
Los PAPÁS tienen sus billeteras llenas de fotos, tarjetas, teléfonos, citas, compromisos,
pero vacías de dinero.
Un PAPÁ es un verdadero PAPÁ cuando tiene mucho de mamá, aunque tenga carrocería
de hombre.
Si hay que cambiar pañales, los cambia; cuando el hijo llora, él es el refugio; cuando el hijo
ríe, él es la compañía.
Es que ser PAPÁ es jugar en la vida el papel del rey, no de un reino, sino del amor, de la
comprensión y de la razón.
Gracias, PAPÁS.
NO TE METAS EN MI VIDA *
¡Hijo! ¡Un momento! ¿No soy yo el que me meto en tu vida! ¡Tú te has metido en la mía!.
Hace muchos años, gracias a Dios, y por el amor que tu mamá y yo nos tenemos, llegaste
a nuestras vidas, ocupaste todo nuestro tiempo aún antes de nacer. Tu mamá se sentía
mal, no podía comer, todo lo que comía lo devolvía, y tenía que guardar reposo. Yo tuve
que repartirme entre las tareas de mi trabajo y las de la casa para ayudarla.
Los últimos meses, antes de que llegaras a casa, tu mamá no dormía y no me dejaba
dormir. Los gastos aumentaron increiblemente. Tanto, que gran parte de lo nuestro se
gastaba en ti.
¡No te metas en mi vida!....Llegó el día en que naciste: hay que comprar algo para darles
de recuerdo a los que te vinieron a conocer, hay que adaptar un cuarto para el bebé (dijo
tu mamá). Desde la primera noche no dormimos. Cada tres horas como si fueras una
alarma de reloj nos despertabas para que te diéramos de comer; otras te sentías mal y
llorabas y llorabas, sin que nosotros supiéramos qué hacer, pues no sabíamos qué te
sucedía y hasta llorábamos contigo.
¡No te metas en mi vida!... Cada vez sé menos de ti por ti mismo; sé más por lo que oigo
de los demás. Ya casi no quieres hablar conmigo. Dices que siempre te estoy regañando,
y que todo lo que yo hago está mal, o es razón para que te burles de mí. Pregunto: ¿con
esos defectos te he podido dar lo que hasta ahora tienes? Tu mamá se la pasa en vela y
de pasada no me deja dormir diciéndome que no has llegado y que ya es de madrugada,
que tu celular está desconectado, que ya son las tres de la mañana y no llegas. Hasta que
por fin podemos dormir cuando sentimos que has llegado.
¡No te metas en mi vida!.... Pero estoy seguro de que ante estas palabras.... “NO TE
METAS EN MI VIDA”, podemos responder juntos tu mamá y yo:
_______
Papás, ¡muchas gracias por meterse en la vida de sus hijos! ¡Ah!, más bien por
haber dejado que sus hijos se metan en sus vidas!
Y para ustedes hijos: valoren a sus padres. No son perfectos, pero los aman, y
lo únicoco que desean es que ustedes sean capaces de salir adelante en la vida
y triunfar como personas de bien.
La vida da muchas vueltas, y en menos de lo que ustedes se imaginan, alguien
les dirá: “No te metas en mi vida”.
LO QUE LOS HIJOS PIENSAN DE SUS PADRES *
A los 7 años: “mi padre es un sabio”.
A los 14 años: “mi padre como que se equivoca a veces”.
A los 18 años: “mi padre tiene ideas muy anticuadas”
A los 25 años: “mi padre no sabe nada”.
A los 35 años: “con lo que yo sé, mi padre a esta edad debería ser millonario”.
A los 40 años: “mi papá por qué estará tan ocupado”.
A los 45 años: “Me gustaría consultar este asunto con el viejo”.
A los 55 años: “Lástima que se murió el viejo, era único”.
A los 65 años: “Mi padre tenía toda la razón”.
NO TENGO TIEMPO *
¿Sabes hijo? Hasta hoy no tuve tiempo para jugar contigo. Encontré tiempo para todo,
menos para verte crecer. Nunca jugué contigo. Siento que tú me rodeas pero, ¿sabes?...
Soy importante y no tengo tiempo. Soy importante para números, para invitaciones
sociales, y para una serie de compromisos ineludibles. ¿Y dejar todo eso para sentarme
en el suelo contigo? No, no tengo tiempo.
Un día viniste hasta mí con el cuaderno de la escuela. Te miré y seguí leyendo el diario. Al
fin de cuentas los problemas internacionales son más serios que los de mi casa. Nunca vi
tu boletín de calificaciones, ni sé quien es tu maestra. No sé bien cuál fue tu primera
palabra. Pero, tal vez tú me entiendes, pues no tengo tiempo. ¿De qué sirve saber las
mínimas cosas de ti, si tengo otras grandes cosas qué saber?
Hombre, ¡cómo has crecido, ya superas mi cintura, estás alto! No me había dado cuenta.
Es que por otra parte no advierto casi nada, mi vida es una carrera y cuando tengo tiempo
prefiero pasarlo fuera. Y si lo paso aquí, me pierdo enmudecido ante la televisión, porque,
la televisión es importante y me informa mucho.
¿Sabes hijo mío? La última vez que tuve tiempo para ti fue una noche, nueve meses antes
de que tú nacieras. Hombre, sé que te quejas, sé que sientes la falta de una palabra, de
una pregunta mía, de que corramos, de un puntapié en tu pelota pero... ¡es que no tengo
tiempo!.
Sé que sientes la falta del abrazo y de la risa. Sé ir a pie a comprar caramelos y caminar
hasta el kiosko a comprar el Pato Donald. Pero, pero tú sabes muy bien cuánto tiempo
hace que no voy a pie por la calle, porque no tengo tiempo. ¡Tu entiendes! Soy un hombre
importante, tengo que atender a mucha gente, dependo de ellos.
Hijo, tú no sabes nada de negocios. En realidad, soy un hombre sin tiempo. Yo sé que te
disgustas porque las pocas veces que hablamos es un monólogo. Sólo yo hablo y casi
siempre es discusión. ¡Quiero silencio!. ¿Quiero tranquilidad!. Y tú, tienes la pésima
costumbre de venir corriendo y echarte encima de mí; tienes la manía de saltar a los
brazos de la gente.
Hijo, no tengo tiempo para abrazarte, no tengo tiempo para hablar con niños así, sin ton ni
son. Porque, ¿qué entiendes tú de computadoras, de comunicación, de cibernética, de
racionalismo, de informática? Entonces, ¿cómo puedo detenerme a conversar contigo?
Sabes hijo, no tengo tiempo, pero lo peor de todo es que si murieras ahora, ya, en este
instante, me quedaría con un peso enorme en la conciencia. Porque hasta hoy no
encontré tiempo para jugar contigo. Y en la otra vida, seguramente, Dios no tendrá tiempo
de dejarme al menos verte.
EL GUSANO Y EL ESCARABAJO
COLABORACIÓN NORA URIBE
Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos y pasaban charlando horas y
horas.
El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy limitado en su movilidad, tenía
una visibilidad muy restringida y era muy tranquilo, comparado con los de su especie. El
gusano estaba muy consciente a su vez de que su amigo el escarabajo venía de otro
ambiente, comía cosas que le parecían desagradables, era muy acelerado para su
estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.
"¿Por qué sigues siendo amigo de un insecto que no te regresa los saludos efusivos que
le das desde lejos?" -agregó su compañera-. Esto era entendido por el escarabajo, que
conocía la limitada visión del gusano que muchas veces ni siquiera sabía que alguien lo
saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestarle. Sin
embargo calló para no discutir con su compañera.
Fueron tantas las preguntas que hicieron al escarabajo para cuestionar su amistad con el
gusano, que el final éste decidió poner a aprueba la amistad alejándose un tiempo para
esperar que el gusano lo buscara.
Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida.
Al verlo acercarse, con las últimas fuerzas que la vida le daba, le dijo cuánto le alegraba
que se encontrara bien. Sonrió por última vez y se despidió feliz al saber que nada malo le
había pasado a su amigo.
El escarabajo aprendió varias lecciones ese día: la amistad está en ti y no en los demás.
Si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.
También entendió que el tiempo no delimita las amistades, tampoco las razas o las
limitaciones propias ni las ajenas. Lo que más le impactó fue que el tiempo y la distancia
no destruyen una amistad. Son las dudas y nuestros temores los que más nos afectan Y
cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores,
las alegrías e ilusiones compartidos en el capullo de la confianza, se van con él.
Si tienes un amigo no pongas en tela de duda lo que es, pues sembrando dudas
cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué
hace, pues estarás poniendo en una vasija rota tu confianza.
La esencia del gusano y la del escarabajo se fundieron en el plano que se encuentran más
allá de este mundo, volviendo al regocijo que en esta vida habían encontrado.
Dijo la madre Teresa: "Voy a pasar por la vida una sola vez. Cualquier cosa buena que yo
pueda hacer o alguna amabilidad que pueda brindar a algún humano, debo hacerlo ahora,
porque no pasaré de nuevo por ahí"
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¿TERQUEDAD? ¿MIOPÍA? *
Ela mar estaba muy picado hacía varios días. La visibilidad era muy precaria. El capitán
del enorme acorazado recomendó a su tripulación permanecer alerta:
_ Por favor, informe imediatamente cualquier novedad” –ordenó con seguridad el capaitán
a su segundo-.
_ Avísele a esa embarcación que si sigue en esa dirección está en grave riesgo de
estrellarse contra nosotros. Aconséjele que vire 20 grados hacia el este.
_ Atención, atención. Habla el capitán de este gran acorazado. Le advertimos una vez
más: cambie de curso o nos estrellaremos contra ustedes. Hágalo ahora –insistió el
capitán con firmeza-.
_ Aquí habla el marinero Pérez. Acorazado, cambie usted su rumbo 20 grados hacia el
este.
_ Por última vez marinero. Este es un barco de guerra, vire inmediatamente 20 grados
hacia el este.
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EN TUS "QUINCE"
En una circunstancia como la que nos tiene reunidos, la celebración de "tus quince", como
es ya costumbre decir, afloran en mi ser variados sentimientos e inundan mi mente
reflexiones de muy diversa índole.
Voy a intentar expresar, así sea mínimamente, algo de lo que estoy sintiendo y pensando.
Sería muy bueno que tomaras una calculadora y multiplicaras 15 por 12; el resultado, por
30; lo que te dé, por 24; de nuevo el resultado por 60; y por fin lo que te dé, nuevamente
por 60. Obtendrás cifras diversas que significan en su orden: 15 años = 180 meses =
5.400 días = 129.600 horas = 7.776.000 minutos = 488.560.000 segundos. Y a esto
puedes agregar el tiempo que viviste en el vientre de tu mamá: 9 meses = 270 días =
6.480 horas = 194.400 minutos = 11.664.000 segundos.
Son los segundos, los minutos, las horas, los días, los meses o los años que tú has estado
aportando alegría y ternura a este mundo, tantas veces marcado por situaciones
inhumanas.
En resumen te puedo decir que has vivido, hasta el día de tus quince, 478.224.000
segundos. Los suficientes para gritar al mundo que tú eres única, que has aportado mucho
a tu familia y a la humanidad, y que puedes aportar muchísimo más de acá en adelante.
Otra cosa que se me ocurre decirte es la siguiente. Con frecuencia he oído decir a
personas que se dirigían a alguna niña que como tú celebraba el decimoquinto aniversario
de su nacimiento: "felicitaciones, en este momento empiezas a ser mujer". Te invito a que
no te creas esa mentira.
Tú eres mujer, y ojalá te sientas muy orgullosa de serlo, desde el momento en el cual tu
mamá y tu papá te concibieron. Llegar a los quince no es empezar a ser mujer, ni mucho
menos empezar a vivir. Llegar a los quince es una oportunidad para celebrar los muchos
años que has vivido, y una invitación, muy seria por supuesto, a seguir siendo mujer y a
continuar viviendo.
Celebrar los quince es una llamada a reafirmar aquellos valores que tu hogar, tus
amistades y tus educadores te han ayudado a cultivar; es sentirte muy orgullosa de lo que
has conquistado, y muy consciente de lo que estás llamada a conquistar; es estar invitada
a revisar, y quizás a corregir andares, porque nadie es totalmente perfecto en este mundo.
Sólo pueden "empezar a ser mujeres a los 15 años", las niñas que han hecho de su
existencia hasta ese momento, un derroche, un tiempo perdido. No las que, como tú, han
sabido aprovechar cada segundo de la vida para crecer como mujeres, como personas
íntegras.
Y EXISTIÓ LA MUJER *
HOMENAJE: 8 DE MARZO
El hombre se sintió solo. Dios creó la mujer, compañera del mundo, gestación del amor,
regazo caluroso de la vida, alimento inagotable de ternura, de comprensión, de caricias,
de entendimiento. Una mujer es trabajo eterno, es consejo seguro, es un mimo tierno que
se prolonga con el tiempo. Es puerto de desesperanzas. Es manantial refrescante. El
hombre, sin mujer, es un animal errante, es un ser incompleto, es un desespero que se
lamenta. La mujer es el amanecer del alma, el atardecer de un verso.
Las formas que toma la mujer son todas, pero el fondo es uno mismo Las cabezas de
todas las mujeres están siempre plenas de entendimiento, de luces, de aciertos. En sus
pensamientos cabe el mundo entero. La frente de las mujeres fue hecha para besarla,
para reconocerles su grandeza. La mujer tiene ojos que descubren los secretos, que
detectan las necesidades, que leen la angustia de los que sufren. Una mujer habla en voz
baja porque es amiga, porque comparte, porque es un murmullo entre dos. El corazón de
las mujeres no cabe en una clínica. Ama a los suyos y a los extraños, se entrega a los
necesitados. El corazón de las mujeres tiene un tamaño que no cabe en la galaxia. La
mujer es un amor que no se agota nunca.
Extasiarse es detenerse en las manos de una mujer. Finas, con unos dedos que le
alcanzan para dar y repartir, que tejen el sentido de la vida. Las manos de una mujer son
un poema al trabajo y a la entrega.
Y los caminos del mundo, todos sin excepción, tiene huellas. Son los pies de las mujeres
que han señalado los rumbos acertados. La humanidad camina, cuando no pierde la ruta,
con pies de mujer.
Hoy es el día de la mujer y este día dura un año, un siglo, toda la eternidad.
UNA MUJER *
Once personas se aferraban a una misma cuerda que colgaba de un helicóptero: diez
hombres y una mujer.
La cuerda no era suficientemente gruesa como para soportar el peso de todos, por lo que
decidieron que una persona debía soltarse. De otro modo, todos caerían y morirían. No
lograban elegir quién sería esa persona.
Entonces la mujer, con voz firme, anunció que se ofrecía voluntariamente para soltarse de
la cuerda. Después de todo, dijo, estaba acostumbrada a relegar sus intereses propios, ya
que como madre siempre daba prioridad a los hijos; como esposa, anteponía los intereses
de su marido a los propios; como hija, se doblegaba ante su padre; como profesional,
permitía que sus jefes obtuvieran el crédito por sus logros; como mujer, dijo alzando la
mirada hacia el infinito y poniéndose una mano sobre el corazón, su misión en la vida era
sacrificarse por los demás sin esperar nada a cambio.
Eufóricos de emoción y de orgullo, los hombres como siempre tan pendejos, rompieron en
aplausos y se cayeron los babosos.
________
Ayer, cuando me enteré de la noticia del accidente del bus escolar del colegio Agustiniano,
mi corazón se partió.... No hallaba la forma de llegar lo más rápido posible a mi casa para
abrazar a esos hijos míos que cada noche esperan mi llegada.
Me solidarizo profundamente, como mujer y como madre, con todas las mamás que ayer
perdieron a sus hijos. Y me puse en su piel, y me pregunté cuántas de ellas no los
besaron esa mañana, cuántas otras ni siquiera se levantaron a despedirlos, cuántas los
regañaron por no bañarse o vestirse con prontitud, y cuántas más lo sermonearon por
llevar las tareas incompletas o los zapatos sin embolar.
Lo que pasó ayer a esas madres y padres de esa veintena de niños inocentes, es una
enseñanza para miles de padres que estamos perdidos, inconscientes de lo que significa
la vida; la vida plena, la vida que merece ser vivida, una vida de amor, de familia, de
armonía, de respeto, de aceptación, de brazos, de besos, de palabras dulces y cariñosas
para aquellas personas que amamos.
Esos hijos nuestros son prestados. Qué tal si nos proponemos darles más amor y menos
cosas materiales; qué tal si en vez de llegar en la noche a casa a revisar cuadernos y a
dar regaños por el desorden, los tomamos en nuestros brazos y compartimos lo que
hicimos el día de hoy; qué tal si aceptamos a nuestros hijos como son sin pretender
cambiarlos; qué tal si en vez de cantaleta les hablamos con dulzura; qué tal si todas las
noches nos quedamos a su lado, acariciando sus manitas y su carita hasta que se
duerman; qué tal si pensamos menos en las calificaciones y más en que el aprender sea
realmente una aventura fascinante; qué tal si nos da igual el 5 o el 1, el sobresaliente o el
insuficiente, porque lo que hay en el corazón y el alma de cada hijo, no tiene nota, no tiene
precio; qué tal si aprendemos de una vez por todas a disfrutar a nuestros hijos con el poco
o mucho tiempo que nos quede; qué tal si nos decidimos a amar a esos seres pequeñitos
que la vida nos prestó y que nunca sabemos hasta cuándo; qué tal si nos preocupamos
menos por su rendimiento académico y más por sus sentimientos, por reforzar
amorosamente el sentido de familia, la tolerancia, el respeto, la aceptación hacia los otros.
No me importa ni me importará nunca más si Daniel es el mejor o el peor de su clase, si
tiene buena o mala motricidad fina y gruesa, si pronuncia bien o si no se le entiende nada.
Conozco su corazón bondadoso, su ternura, su nobleza; sé cuanto ama a su hermana, a
sus papás; sé que es un niño alegre, hermoso, feliz. Y yo lo amo así como es.
Esta mañana, cuando despedí a Daniel y a Lina para que se fueran a estudiar, los puse en
manos de Dios. Y me dije en silencio: si es la última vez que los veo es el último mejor día
de nuestras vidas. Gracias, Dios, por permitirme aprender del dolor de otros.
Son las 12 del día y ansío llegar a mi casa esta noche, para volver a verlos, acariciarlos,
jugar, conversar, comer juntos, darles mi amor y recibir toda su ternura y cariño. Y si la
casa está al revés, los juguetes tirados, las tareas sin hacer.... sólo sonreiré, pasaré con
cuidado por encima del desorden y me abalanzaré a abrazarlos antes de empezar a
recoger.
Quiero pedir por los niños que nos dan besos pegoteados de caramelo y ramos de flores,
que duermen con su perro y quieren enterrar a sus pescaditos,
que nos abrazan muy fuerte y que olvidan su dinero para la merienda,
que riegan la pasta de dientes por todo el baño,
que observan con ojos asombrados a sus padre cuando se afeita
y a su madre mientras se maquilla,
que hacen ruido cuando toman la sopa...
Y también quiero pedir por los niños que nunca han comido postres,
que no tienen cobija favorita que llevar a todos lados,
que ven a sus padres sufrir,
que se acercan a nuestros coches en cada crucero pidiendo con sus ojos,
que no tienen baños para asearse,
y cuyas fotos aparecen en las estaciones de policía y no en las oficinas de sus padres...
Quiero pedir por los niños cuyas pesadillas suceden a plena luz del día,
que comen lo que encuentran,
que duermen bajo el cielo abrigados por periódicos,
que nunca han ido al dentista,
que no reciben mimos de nadie,
que van a dormir hambrientos y despiertan hambrientos,
que no tienen dirección...
Quiero pedir por los niños a quienes les gusta que los carguen
y por aquellos que tienen que ser cargados,
por los que se dan por vencidos y por los que siguen luchando,
por los que no encuentran manos que tomar....
Por todos esos niños quiero pedir el día de hoy,
porque todos son valiosos, dan una nueva forma
de amor a nuestras vidas y una razón para vivir;
porque ellos nos hacen sentir la necesidad
de comprometernos a construir un mundo más justo....
Y pido por nuestros hijos, los que nacieron y los que nacerán,
porque son la mejor esperanza para nuestro mundo,
la compensación de nuestro trabajo,
la realización de nuestros sueños incompletos, la garantía de nuestra inmortalidad,
y la muestra de que Dios no ha perdido la esperanza en los hombres.
Este día pido por mis hijos, por nuestros hijos, por todos los hijos del mundo,
para que Dios los bendiga con amor y alegría.
LAS VENTANAS *
Una pareja de recién casados se mudó para un barrio muy tranquilo. En la primera
mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó, a través de la ventana, que
una vecina colgaba sábanas en el tendedero. “¡Qué sábanas tan sucias cuelga la vecina
en el tendedero! Quizás necesita un jabón nuevo....¡Ojalá pudiera ayudarla a lavar bien las
sábanas!”. El marido miró, oyó, y se quedó callado.
Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus
ropas al sol y al viento.
Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpiecitas, y dijo
al marido: “¡Mira, aprendió a lavar la ropa! ¿Le enseñaría otra vecina?” El marido le
respondió: “¡No, hoy me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana!.
________
Para cuando Dios hizo a la mujer, ya estaba en su sexto día de trabajo de horas extras.
Un ángel apareció y le dijo: “¿Por qué pones tanto tiempo en ésta?” Y el Señor contestó:
“Has visto mi hoja de especificaciones para ella? Debe ser completamente lavable, pero
no ser de plástico; tener más de 200 piezas movibles, todas reponibles, y ser capaz de
funcionar con una dieta de cualquier cosa y sobra; tener un regazo que pueda acomodar
cuatro niños al mismo tiempo; tener un beso que pueda curar desde una rodilla raspada
hasta un corazón roto; y lo hará todo con sólo dos manos...”
“No, lo haré, protestó el Señor. Estoy tan cerca de terminar esta creación que es favorita
de mi propio corazón. Ella ya se cura sola cuando está enferma, y puede trabajar días de
18 horas”.
El ángel se acercó más y tocó a la mujer. “Pero la has hecho tan suave, Señor”. “Es
suave, dijo Dios, pero le he hecho también fuerte. No tienen idea de lo que pueda
aguantar y lograr.
“¿Será capaz de pensar?”, preguntó el ángel. Dios contestó: “No solamente será capaz de
pensar sino de razonar y de negociar”.
El ángel entonces notó algo, y alargando la mano tocó la mejilla de la mujer... “Señor,
parece que este modelo tiene una fuga.... te dije que estás tratando de poner demasiadas
cosas en ella”. “Eso no es ninguna fuga, es una lágrima”, lo corrigió el Señor. “¿Para qué
es la lágrima?”, preguntó el ángel. Y Dios dijo: “”Las lágrimas son su manera de expresar
su dicha, su pena, su desengaño, su amor, su soledad, su sufrimiento y su orgullo”..
Esto impresionó mucho al ángel. “Eres un genio, Señor, pensaste en todo. La mujer es
verdaderamente maravillosa”.
“¡Lo es!, dijo Dios. La mujer tiene fuerzas que maravillan a los hombres; aguanta
dificultades, lleva grandes cargas, pero es capaz de experimentar la felicidad, el
amor y la dicha; sonríe, cuando quiere gritar; canta, cuando quiere llorar; llora,
cuando está feliz; y ríe, cuando está nerviosa; lucha por lo que cree; se enfrenta a
la injusticia; no acepta un “no” por respuesta, cuando ella cree que hay una solución
mejor; se priva para que su familia pueda tener; va al médico con una amiga que
tiene miedo de ir; ama incondicionalmente; llora cuando sus hijos triunfan, y se
alegra cuando sus amistades consiguen premios; es feliz cuando escucha sobre un
nacimiento o una boda; su corazón se rompe cuando muere una amiga; sufre con la
pérdida de un ser querido; es fuerte cuando todos piensan que ya no hay más
fuerzas; sabe que un beso y un abrazo pueden ayudar a curar un corazón roto.
La mujer viene en todos los tamaños, en todos los colores y en todas las figuras; va
a manejar, a volar, a caminar, a correr o a mandarte un mensaje electrónico para
mostrarte cuánto le importas. El corazón de la mujer es lo que mantiene
moviéndose al mundo. Trae dicha y esperanza; tiene compasión e ideales; da
apoyo moral a su familia y a sus amistades. La mujer tiene cosas vitales qué decir y
todo lo que tiene lo tiene para dar.
Los hombres que son buena gente, son feos; los hombres guapos, no son buena
gente.
Los hombres guapos y buena gente, son gays; los hombres guapos, buena gentes y
heterosexuales, están casados.
Los hombres no tan guapos pero buena gente, no tiene dinero; los hombres no tan
guapos pero buena gente y con dinero, creen que sólo estamos tras su dinero.
Los hombres guapos y sin dinero, están tras nuestro dinero; los hombres guapos, no
tan buena gente y razonablemente heterosexuales, no creen que somos lo
suficientemente guapas.
Los hombres que creen que somos guapas, que son razonablemente buena gente y
tienen dinero, son unos cobardes; los hombres que son razonablemente guapos,
razonablemente buena gente y tiene algo de dinero son tímidos y... ¡nunca toman la
iniciativa!!!!
Los hombres que nunca toman la iniciativa, pierden automáticamente el interés,
cuando nosotras tomamos la iniciativa.
LA DIGNIDAD *
Cuentan que una bella princesa estaba buscando esposo. Aristócratas y adinerados
señores habían llegado de todas partes para ofrecer sus maravillosos regalos para
conquistarla, a sabiendas de que quien lo lograse sería hecho rey. Joyas, tierras, ejércitos
y tronos conformaban los obsequios para conquistar a tan especial criatura.
Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo, muy apuesto, que no tenía más
riqueza que amor y perseverancia. Cuando le llegó el momento de hablar, dijo:
Así pasaron las horas y los días. El pretendiente estuvo sentado, soportando los vientos,
la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el
valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento. De vez en cuando
la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con
un noble gesto y una sonrisa, aprobaba la faena de su pretendiente.
Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los
festejos de la boda.
Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona habían salido a animar al
próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, hasta que de pronto, cuando faltaba una
hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la
joven princesa, el hombre se levantó y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del
lugar.
ESCALA DE VALORES *
EL DILEMA *
___
Pero se deben correr los riesgos, porque el peligro más grande en la vida
es no arriesgar nada.
La persona que no arriesga nada no hace nada,
no tiene nada, no es nada.
Podrá evitar el sufrimiento y la tristeza, pero no podrá aprender,
sentir, cambiar, crecer, ni amar.
Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada.
Cierto día, un perrito buscando refugio del sol logró meterse por un agujero de una de las
puertas de dicha casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al
terminar de subir las escaleras se topó con una puerta semiabierta. Lentamente se
adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta de que dentro de ese cuarto había
como mil perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perrito se sintió feliz y comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los
mil perritos hicieron lo mismo. Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos.
El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban
alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo:
"¡Qué lugar tan agradable!. Voy a venir más frecuentemente a visitarlo".
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al
mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros mil perritos del
cuarto se sintió amenazado, ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.
Posteriormente empezó a gruñir. Obviamente vio como los mil perritos le grunían.
Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraban también a él
agresivamente. Cuando este perrito salió del cuarto, muy asustado y con miedo, pensó:
"¡Qué lugar tan horrible es éste!. ¡Nunca más volveré a entrar allí! ".
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: "La casa de los 1.000
espejos".
__________
El abuelo lucía un bigote largo y frondoso. Lo mostraba con orgullo y lo adornaba con
cuentos llenos de magia y humor.
Cuando se acercaba a cada una de las persona que estaban en la casa, repetía para sí
mismo: “Todo y todos apestan en esta casa. Es imposible que no se den cuenta”.
Al no soportar más el olor, aseguró en voz alta: “No me aguanto esta porquería”. Se dirigió
hacia la puerta y salió de la casa dando un fuerte portazo.
________
Si algo te ocurre una vez, puede que se trate del olor de los demás.
Pero si lo mismo te ocurre varias veces y con distintas personas,
Mírate al espejo y busca el queso en tu bigote.
CARTA A RUTH *
Un lunes por la mañana Ruth fue a su buzón de correo y sólo había una carta. La tomó y
la miró antes de abrirla, y notó que no tenía estampillas ni sello del correo. Sólo su nombre
y dirección. Ruth leyó:
"Querida Ruth: voy a estar en tu barrio hoy lunes en la tarde y quisiera verte. Te quiere
siempre. Jesús".
Sus manos temblaban mientras colocaba la carta en la mesa. ¿Por qué Dios querrá
visitarme si no soy nadie especial? Estaba feliz, pero recordó que no tenía nada que
ofrecer a Jesús.
Tengo que ir al supermercado a comprar algo para la cena. Ella tomó su cartera que
contenía algún dinero. "Bueno, puedo comprar pan y embutidos por lo menos", pensó en
voz alta mientras se ponía su abrigo y cerró la puerta.
Compró un pan francés, media libra de jamón de pavo y una bolsa de leche, lo que le dejó
tan sólo algunas monedas. Se sentía bien a medida que se acercaba a su casa con su
humilde compra bajo el brazo.
Ruth había estado tan sumergida en sus planes para la cena que no había notado dos
figuras acurrucadas en la acera. Un hombre y una mujer, ambos vestidos de andrajos.
_ Mire, señorita, no tengo trabajo y mi esposa y yo hemos estado viviendo en las calles,
nos estamos congelando y tenemos mucha hambre. Si usted nos pudiera ayudar se lo
agradeceríamos mucho.
Ruth los miró. Ellos estaban sucios y mal olientes. Entonces pensó que si ellos en verdad
quisierana trabajar, ya habrían conseguido algo. Y les dijo:
_ Señor, me gustaría ayudarlos, pero soy pobre también. Todo lo que tengo es un poco de
pan y jamón. Tendré un invitado especial a cenar esta noche y pensaba darle esto de
comer.
El hombre puso su brazo sobre los hombros de la mujer y se fue con ella rumbo al
callejón. Ruth los miraba alejarse y sintió mucho dolor en su corazón. Entonces los llamó:
_ Señor, espere...
_ ¿Sabe? Tengo un abrigo en casa, tome éste -le dijo mientras se lo ponía sobre los
hombros.
Tomó el camino de regreso a casa sonriendo, sin su abrigo, y ni comida que ofrecer a su
invitado. Estaba feliz por haber ayudado a esa pareja, pero se iba desanimando a medida
que se acercaba a la puerta de su casa, pensando que no tenía nada que ofrecer al Señor
Jesús.
Cuando metió la llave en la cerradura notó otro sobre en su buzón de correo... "¡Qué raro!.
Usualmente el cartero no viene dos veces el mismo día", pensó mientras tomaba el sobre
y lo abría.
"Querida Ruth: fue muy agradable verte de nuevo. Gracias por la comida y gracias
también por el hermoso abrigo que me regalaste. Por cuanto lo hiciste a uno de mis
pequeñitos, a mí me lo hiciste. Te quiero siempre. Jesús".
SI YO CAMBIARA *
TÚ HICISTE LA DIFERENCIA *
CARLOS DEVIS
Un profesor tenía la costumbre al final del año escolar de regalar a cada uno de sus
alumnos una cinta púrpura que contenia las palabras “ESPERO HABER HECHO LA
DIFERENCIA”, impresas en delicadas letras de color oro.
Un día se le ocurrió al profsor observar qué impacto tenía esa costumbre en la comunidad.
Para eso, decidió darle a cada estudiante tres cintas en vez de una, y le dijo a cada
alumno que entregara las otras dos cintas a las personas que en su opinión habían hecho
la diferencia en sus vidas. Les dijo también a los jóvenes que al entregar la cinta le dijeran
a la persona por qué se la regalaban y en qué forma el elegido había hecho la diferencia.
Después de esto los estudiantes debían reportar en la clase cómo había sido la experiecia
para cada uno.
Uno de los estudiantes que tenía un trabajo por horas en un restaurante le dio una cinta a
su jefe, quien era un hombre descuidado, que difícilmente apreciaba el honor: “Yo admiro
y agradezco todo lo que usted ha hecho por mí –le dijo, y continuó- yo creo que usted es
extraordinariamente creativo y además es una persona muy justa y generosa, ¿me
permitiría ponerle esta cinta púrpura en su chaqueta, como un símbolo de mi gratitud y mi
aprecio hacia usted?
El jefe del muchacho se sorprendió un poco, pero agradecido aceptó. “Claro, -dijo éste-
¿por qué no?”
“Además, -agregó el studiante- le voy a entregar estas cintas, para que usted las comparta
de la misma manera con queienes hicieron la diferencia en su vida, tal como yo lo hice con
usted. Esto es parte de una tarea de mi escuela”.
Esa noche el jefe regresó a su casa luciendo la cinta púrpura en su chaqueta. Saludó a su
hijo de 14 años y le contó: “Algo extraño me ocurrió hoy. Uno de mis emepleados me
regaló esta cinta. Mira lo que está escrito en ella: “Tú hiciste la diferencia”. “Además –
continuó el padre-, él me dio otra cinta para compartir con alguien que para mí ha hecho la
diferencia; con alguien muy especial, que signfica mucho para mí. Hijo –siguió diciendo el
padre con calidez-, hoy ha sido un día muy difícil para mí, pero en el camino a casa me
dije a mí mismo que si hay una persona en mi vida a quien le daría esta cinta es a ti. Yo sé
que muchas veces soy duro contigo porque no te va bien en la escuela, porque tu cuarto
es un caos, porque me contestas en formas desagradables. Pero hijo mío... –el padre hizo
una pausa, bajó la voz y puso su mano en el hombro del muchacho – sólo quiero decirte
que tú y tu mamá hacen toda la diferencia en mi vida y me gustaría que aceptes esta cinta
como un símbolo de mi amor hacia ti. Yo sé que debería decirte con más frecuencia lo que
representas en mi vida, pero te amo y me siento muy orgulloso de ti tal y como eres. Eres
un muchacho maravilloso”.
Tan pronto el padre dejó de hablar, el hijo se soltó en un ataque de llanto. El padre lo
abrazó en forma acogedora, mientras acariciaba la cabeza del muchacho, para
tranquilizarlo. “Peróname, hijo, ¿hice algo mal?”
“No, papá –contestó el joven-. Yo había decidido suicidarme mañana, Quería matarme
porque yo estaba seguro de que yo no te gustaba a pesar de que yo hacia lo posible para
agradarte. Pero... papá, perdóname. Todo ha cambiado ahora”.
__________
¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de paciencia y asco?
¿Sólo grafitti? ¿Rock? ¿Escepticismo? También les queda decir amén,
no dejar que les maten el amor, recuperar el habla y la utopía.
¡Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de rutina y ruina?
¿Cocaína? ¿Cerveza? ¿Barras bravas?
Les queda respirar, abrir los ojos, descubrir las raíces del horror,
inventar la paz así sea a ponchazos, entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos, y con el sentimiento y con la muerte,
esa loca de atar y desatar.
¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de consumo y humo?
¿Vértigo? ¿Asaltos? ¿Discotecas?
También les queda discutir con Dios, tanto si existe como si no existe,
tender manos que ayudan, abrir puertas entre el corazón propio y el ajeno.
Sobre todo les queda hacer futuro a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente.
VIVIR ES DEJAR HUELLA *
¡Cómo quisiera que comprendieras el abismo que existe entre vida, muerte, valor e
indiferencia!. Y que te decidieras por asumir la posibilidad de vida, aún con todas las
luchas y sacrificios que ello implica.
Vivir comienza por dejar vivir, lo cual no quiere decir volverse indiferente ante el dolor
ajeno. Hay momentos en que los demás te necesitan, no importa si a través de una
palabra, un pensamiento, o sólo un gesto amable. Pero te necesitan.
Tú mismo necesitas la certeza de que estás viviendo y a plenitud, pero siempre con la
mirada puesta mucho más alto. ¡Tienes que llegar hasta lo infinito!
No te detengas por nimiedades. Que no te desvíen de la ruta caminos falsos, hoy tan
comunes. No abandones los verdaderos valores por otros quizás más llamativos, pero que
al final te dejarán dolor, soledad y derrota.
Fíjate siempre metas de las que jamás tengas que arrepentirte, trata de ser siempre el
mejor en la actividad que elijas, pero sin pasar jamás por encima del derecho que otros
tienen para intentarlo.
¡Amar, amar, amar!. Dice San Pablo que se puede tener el mundo rendido a los pies, pero
si no se ama, de todo se carece. La base de la justicia, de la sociedad igualitaria, de las
mismas oportunidades para todos, radica en el amor. Y es fácil entregarlo porque no es un
amor puramente humano.
El amor, que viene de Dios, es infinito como El. Tan grandioso, que algo de su fuente
inagotable llevamos todos dentro del corazón. Despide una luz tan maravillosa, que si aún
lo escondemos brota por las rendijas. Abre tu corazón para que salga ese derroche de
amor, de luz, de entrega, que llenará el más vacío rincón de la más triste existencia.
Amigo, si una sola de estas frases que del fondo de mi alma han brotado te han servido
para no pasar en vano por la vida.... me sentiría muy feliz..
Carlos, con el rostro abatido de pensar, se reúne con su amiga Laura en un bar, a tomar
un café. Deprimido, descargó en ella sus angustias: ¡que el trabajo, que el dinero, que la
relación con su pareja, que su vocación!... Todo parecía estar muy mal en su vida.
Entonces Laura tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo una
pequeña bola. Mostrando la estrujada pelotica a Pablo, volvió a preguntarle:
_Laura, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo $ 50.000. Claro que lo cogeré si
me lo das.
Laura desdobló el arrugado billete, lo tiró al suelo y lo restregó con el pie, levantándolo
luego sucio y marcado...
_Mira, Laura, sigo sin entender a dónde vas, pero es un billete de $ 50.000, y mientras no
lo rompas, conserva su valor.
_Pablo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te
arrugue o pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo has sido. Lo que debes
preguntarte es cuánto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un
momento determinado.
Pablo se quedó mirando a Laura sin atinar con palabra alguna, mientras el impacto del
mensaje penetraba profundamente en su cerebro.
Laura puso el arrugado billete a su lado, en la mesa, y con una sonrisa cómplice agregó:
_Toma, guárdalo, para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal. Pero me debes un
billete nuevo de $ 50.000 para poderlo usar con el próximo amigo que lo necesite. –Le
dio un beso en la mejilla y se alejó hacia la puerta-.
Pablo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó y con una renovada energía llamó al
camarero para pagar la cuenta.
____
¿Qué tal? ¿Mal?... No te preocupes. Ninguno de nosotros recuerda los titulares de ayer.
¡Los aplausos se van! ¡Los trofeos se empolvan! ¡Los ganadores se olvidan!
¿Qué tal? ¿Te fue mejor?... Las personas que marcan la diferencia en tu vida no son
aquellas con los mejores credenciales, con mucho dinero, o los mejores premios... Son
aquellas que se preocupan por ti, que te cuidan, las que de muchas maneras están
contigo.
Reflexiona un momento. ¡La vida es muy corta! Tú, ¿en qué lista estás? ¿No sabes?
Déjame darte una ayuda... No estás entre los famosos, pero sí entre los que han dejado
huella en el corazón de alguien.
Si damos alegría a nuestra familia ésta será nuestra alegría; si somos responsables en
nuestros deberes de trabajo y de vecindad, conseguiremos tranquilidad de conciencia; si
ayudamos al necesitado y al que sufre, nuestra alma se engrandecerá.
La felicidad es estar en paz con Dios, con el hombre y con la naturaleza. La felicidad no se
encuentra en la acumulación de riquezas, pero sí está en el trabajo honrado y digno, en el
amor, en la amistad, en el compañerismo, en las sanas diversiones, en el deporte, en la
cultura, en el cuidado de los animales y las plantes y en fin, en toda actividad que nos
haga crecer como seres racionales y sociales.
Trabajemos unidos para solucionar las necesidades comunes que no afectan y así
lograremos nuestra felicidad y la de quienes nos rodean.
EL LADRILLAZO *
“Por favor, señor, por favor. ¡Lo siento mucho! ¡No sé qué hacer!, suplicó el chiquillo. Le
lancé el ladrillo porque nadie se detenía...”. Las lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el
suelo, mientras señalaba hacia alrededor del auto estacionado. “Es mi hermano”, le dijo.
“Se descarrió su silla de ruedas, y se cayó al suelo.... no puedo levantarlo”. Sollozando, el
chiquillo le preguntó al ejecutivo: “¿Puede usted, por favor, ayudarme a sentarlo en su
silla? Está golpeado, y pesa mucho para mi solito... Soy muy pequeño”. Visiblemente
impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó grueso el taco que se le formó
en su garganta.
Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo,
lo sentó nuevamente en su silla, y sacó un pañuelo de seda para limpiar un poco las
cortaduras y el sucio de sobre las heridas del hermano de aquel chiquillo tan especial.
Luego de verificar que se encontraba bien, miró al chiquillo, y este le dio las gracias con
una sonrisa que no tiene posibilidad de describir nadie. “DIOS lo bendiga, señor... y
muchas gracias”, le dijo el niño. El hombre vio cómo se alejaba el chiquillo empujando
trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermano, hasta llegar a su humilde casita.
El ejecutivo aún no ha reparado la puerta del auto, manteniendo la hendidura que le hizo
el ladrillazo, para recordarle el no ir por la vida tan distraído y tan deprisa que alguien
tenga que lanzarle un ladrillo para que preste atención.
_________
El reciente informe de Amnistía Internacional sobre los derechos humanos en los Estados
Unidos da que pensar, sobre todo porque dicen que ése es el modelo de país hacia el que
todos nos encaminamos. Muy resumido: en Estados Unidos sólo hay "derechos" para un
grupo reducido que han de ser ricos, blancos y varones.
Pero lo que atañe al interior del país ellos se lo verán. Lo que nos afecta a nosotros es que
esa situación se corresponde con una política exterior que puede ser resumida en el
siguiente decálogo:
1. Para la buena marcha del mundo, todos los países deben pagar puntualmente sus
cuotas a la ONU y a la UNESCO. Nosotros no (Estados Unidos es el primer deudor y el
más moroso en la precaria economía de la ONU).
2. Para bien de la economía mundial, todos los países deben cotizar puntualmente al
Fondo Monetario Internacional. Nosotros no (Estados Unidos debe ya dos billones de
pesetas).
3. Para garantizar la paz mundial, todos los países deben carecer de armas nucleares.
Nosotros no.
4. Para humanizar las guerras, ningún país puede poseer ni producir armas químicas y
bacteriológicas y, si las produce, será bombardeado. Nosotros sí que podemos.
5. Los soldados de la OTAN en campaña han de estar sujetos a la autoridad militar de
cualquier país de la Alianza. Nosotros no: sólo estaremos sujetos a mandos
norteamericanos.
6. Para bien del comercio mundial, todos los países han de eliminar sus barreras
arancelarias y sus proteccionismos. Nosotros no.
7. Para facilitar los intercambios, todos los países han de tener su propia moneda (sea
débil o fuerte) referida a un patrón de estabilidad distinto de ella. Nosotros no.
8. Para evitar conflictos en el planeta, todos los países deben obedecer las decisiones de
Naciones Unidas. Nosotros no (y nuestros amigos judíos tampoco, no sea cosa que
vayamos a perder votos).
9. Por la misma razón, todos los países han de recurrir a la autoridad de Naciones Unidas
para emprender una acción militar. Nosotros no.
10. Porque, en definitiva, todos los países carecen de autoridad moral para liderar el
plantea. Nosotros no. Ya lo dijo y muy bien dicho., el Sr. David Rothkopf, antiguo
responsable de la administración Clinton y actual director del Kissinger Associates:
UN MINUTO DE SILENCIO *
Si todavía estás horrorizado por las escenas del martes 11 de septiembre de 2001,
aprovecha para hacer UN MINUTO de silencio en homenaje a los cerca de 5.000
americanos, la mayoría civiles, muertos cobardemente por terroristas más o menos
identificados ya.
Ya que estás en silencio, guarda otros TRECE MINUTOS en homenaje a los 130.000
civiles iraquíes muertos en 1991 por orden de Bush padre. Aprovecha para recordar que
en aquella ocasión los americanos también hicieron fiesta, como los palestinos el día de la
caída de las torres...
Ahora VEINTE MINUTOS más por los 200.000 iraníes muertos por los iraquíes con armas
y dinero proveídos a Hussein (todavía joven en esa época) por los mismos americanos
que más tarde giraron toda su artillería en contra de ellos.
Otros QUINCE MINUTOS por 150.000 afganos muertos a manos de los Talibán, también
con armas y órdenes de USA, quienes crearon su organización y la entrenaron con la CIA.
Más DIEZ MINUTOS por los 100.000 japoneses muertos directa e indirectamente en
Hiroshima y Nagasaki, también por acción directa de la gran Aguila.
Si lo hiciste, ya estuviste en silencio UNA HORA (UN MINUTO por todos los americanos y
CINCUENTA Y NUEVE por TODAS sus víctimas).
Habría que añadir los 15.000 civiles muertos/desaparecidos en Chile por el régimen de
Pinochet que llegó al poder con la ayuda de la CIA y cuyos militares fueron entrenados por
militares americanos.
Si aún estás perplejo, haz UNA HORA más por los muertos en la guerra de Vietnam
(1.000.000, si, un millón de vietnamitas muertos), la cual no es agradable de mencionar
para los americanos.
Ojalá alguien recuerde el bombardeo de USA a Bagdad donde murieron 18.000 personas,
no 5.000 como en las torres gemelas. ¿Alguien lo vio en la CNN o en algún canal del
mundo? ¿Alguien pidió justicia?... o peor aún, ¿venganza?
Rogamos porque los americanos comiencen a entender que ellos también son vulnerables
y que las tragedias que ellos provocan son tan bárbaras y cobardes como las de los otros.
Los MUERTOS de otros pueblos duelen tanto como los de ellos. Todos los muertos nos
duelen, porque todos son hermanos nuestros.
Unámonos a ese gran MINUTO DE SILENCIO que debe estar haciendo Dios por todos
sus hijos muertos a causa del odio... ¡y trabajemos para que este dolor no se incremente
con más víctimas inocentes!
PERO A MÍ NO ME IMPORTÓ
BERTOLT BRECHT
REPORTÁNDOSE... *
Una vez un sacerdote estaba dando un recorrido por el templo al mediodía. Al pasar por el
altar decidió quedarse cerca para ver quién venía a rezar. En ese momento se abría la
puerta. El sacerdote frunció el entrecejo al ver a un hombre acercándose por el pasillo. El
hombre estaba sin afeitarse hace varios días, vestía una camisa rasgada, tenía el abrigo
gastado cuyos bordes habían comenzado a deshilacharse. El hombre se arrodilló, inclinó
la cabeza, luego se levantó y se fue.
Durante muchos días siempre el mismo hombre al mediodía estaba en el templo cargando
una maleta, se arrodillaba brevemente y luego volvía a salir.
El sacerdote, sintiéndose un tonto, le dijo a Juan que estaba bien y que era bienvenido al
templo cuando quisiera. El sacerdote se arrodilló ante el altar, sintió derretirse su corazón
con el gran calor del amor y encontró a Jesús. Mientras sus lágrimas corrían por sus
mejillas, en su corazón repetía la plegaria de Juan: "Sólo vine para decirte, Señor, cuán
feliz fui desde que te encontré a través de mis semejantes y me libraste de mis pecados...
no sé muy bien cómo rezar, pero pienso en ti todos los días... así que Jesús, soy yo
reportándome".
Cierto día el sacerdote notó que el viejo Juan no había venido. Los días siguieron pasando
sin que Juan volviese para rezar. Continuaba ausente, por lo que el sacerdote comenzó a
preocuparse. Hasta que un día fue a la fábrica a preguntar por él. Allí le dijeron que Juan
estaba enfermo. Que pese a que los médicos estaban muy preocupados por su estado,
todavía creían que tenía una posibilidad de sobrevivir. La semana que Juan estuvo en el
hospital trajo muchos cambios, él sonreía todo el tiempo y su alegría era contagiosa. La
jefe de las enfermeras no podía entender por qué Juan estaba tan feliz, ya que nunca
había recibido ni flores, ni tarjetas, ni visitas.
El sacerdote se acercó al lecho de Juan con la enfermera y ésta le dijo, mientras Juan
escuchaba: "Ningún amigo ha venido a visitarlo, él no tiene adónde recurrir". Sorprendido,
el viejo Juan dijo con una sonrisa: "La enfermera está equivocada... pero ella no puede
saber que todos los días, desde que llegué aquí, al mediodía, un querido amigo viene, se
sienta aquí en la cama, me agarra de las manos, se inclina sobre mí y me dice: "Sólo vine
para decirte, Juan, cuán feliz soy desde que encontré tu amistad y te liberé de tus
pecados. Siempre me gustó oír tus plegarias, pienso en ti cada día.... Así que Juan, este
es Jesús reportándose".
TE ESPERO AFUERA *
¿Sabes por qué? Porque afuera es donde voy a darme cuenta si realmente oraste. Allí es
donde realmente voy a saber si rezaste de verdad o simplemente pronnunciaste fórmulas.
Afuera es donde vas a demostrarme si la oración sirve.
Al verte en oración se me ocurrió pensar que no es allí donde está el peligro. El peligro
comienza después, cuando se está afuera. Y es que la oración es un riesgo, no un
entretenimiento. Cuando sales de ella, te conviertes en un espectáculo y siempre hay
público para todo espectáculo. El que sale de la oración se vuelve “un espectáculo para
los ángeles y para los hombres” ( Cor 4,9).
Por eso sigo esperando afuera. Quiero ver el espectáculo de tu vida, después de la
oración. Quiero morarte yo, el enfermo; yo, el anciano; yo, el gerente; yo, el medigo; yo, el
portero del edificio donde trabajas; yo, la que hace de comer; yo, uno de tantos que se
cruzan contigo durante el día.
Si después de orar, no eres capaz de estar afuera como debes, entonces tu oración no fue
oración. Seguramente has rezado mal. Puesto que te comportas mal.
Si no eres capaz de estar con los hermanos, tampoco eres capaz de estar con Dios.
Recuerda. La oración convierte al cristiano en un espectáculo de público con las
características de que para verlo, no se necesita entrar al templo. Es necesario ver salir a
la persona de él. Y empezar a contemplar el espectáculo cristiano del que ha sabido orar.
En la entrevista que le hicieron a la hija de Billy Graham en el "Early Show", Jane Clayson
le preguntó: "¿Cómo pudo Dios permitir que sucediera esto?" (se refería a los ataques del
11 de septiembre). Anne Graham dio una respuesta sumamente profunda y llena de
sabiduría. Dijo:
"Al igual que nosotros, creo que Dios está profundamente triste por este suceso, pero
durante años hemos estado diciéndole a Dios que se salga de nuestras escuelas, que se
salga de nuestro gobierno y que se salga de nuestras vidas. Y siendo el caballero que Él
es, creo que se ha retirado tranquilamente. ¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé su
bendición y su protección cuando le hemos exigido que nos deje estar solos?".
Luego alguien dijo que mejor no se leyera la Biblia en las escuelas... La Biblia dice no
matarás, no robarás, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Y dijimos que estaba bien.
Luego el Dr. Benjamin Spock dijo que no debíamos pegarle a nuestros hijos cuando se
portan mal porque sus pequeñas personalidades se truncarían y podríamos lastimar su
autoestima (el hijo del Dr. Spock se suicidó). Pensamos que los expertos saben lo que
están diciendo. Y dijimos que estaba bien.
Luego alguien dijo que los maestros y directores de los colegios no deberían disciplinar a
nuestros hijos cuando se portan mal. Los administradores de las escuelas dijeron que más
valía que ningún miembro de la facultad de las escuelas tocara a ningún estudiante que se
porte mal porque no queremos publicidad negativa y por supuesto no queremos que nos
vayan a demandar (hay una gran diferencia entre disciplinar, tocar, golpear, cachetear,
humillar, patear....). Y dijimos que estaba bien.
Luego alguien dijo: dejemos que nuestras hijas aborten si quieren, y ni siquiera tienen que
decirles a sus padres. Y dijimos que estaba bien.
Luego uno de los consejeros del Consejo de Administración de las escuelas dijo: ya que
los muchachos siempre van a ser muchachos y de todos modos lo van a hacer, démosle a
nuestros hijos todos los condones que quieran para que puedan divertirse al máximo, y no
tenemos que decirle a sus padres que se los dimos en la escuela. Y dijimos que estaba
bien.
Luego algunos de nuestros principales funcionarios públicos dijeron que no importa lo que
hacemos en privado mientras cumplamos con nuestro trabajo. Estuvimos de acuerdo con
ellos y dijimos: no me importa lo que alguien, incluyendo el Presidente, haga en su vida
privada mientras yo tenga un trabajo y la economía esté bien.
Luego alguien dijo: vamos a imprimir revistas con fotografías de mujeres desnudas y decir
que esto es una apreciación sana y realista de la belleza del cuerpo femenino. Y dijimos
que estaba bien.
Y luego alguien más llevó más allá esa apreciación y publicó fotografías de niños
desnudos, llevándolas aún más allá cuando las colocó en Internet. Y dijimos que estaba
bien, que tienen derecho a su libertad de expresión.
Luego la industria de las diversiones dijo: hagamos shows por televisión y pasemos
películas que promuevan lo profano, la violencia y el sexo ilícito. Grabemos música que
estimule las violaciones, las drogas, los suicidios y los temas satánicos. Y dijimos: no es
más que diversión, no tiene efectos negativos, de todos modos nadie lo toma en serio, así
que... adelante.
Ahora preguntamos por qué nuestros niños no tienen conciencia, por qué no saben
distinguir entre el bien y el mal, y por qué no les preocupa matar a desconocidos, a sus
compañeros de escuela, a ellos mismos. Probablemente, si lo pensamos bien y despacio,
encontraremos la respuesta.
Creo que todo esto tiene mucho que ver con "lo que sembramos es lo que recogemos”.
Es curioso cómo la gente simplemente manda a Dios a la basura y luego se pregunta por
qué el mundo está en proceso de destrucción; es curioso ver cómo creemos lo que dicen
los periódicos, pero cuestionamos lo que dice la Biblia; es curioso ver cómo se mandan
chistes vulgares por la red y cunden como reguero de pólvora, pero cuando empiezas a
mandar mensajes del Señor, la gente lo piensa dos veces antes de compartirlos; es
curioso ver cómo hay artículos lujuriosos, crudos, vulgares y obscenos que circulan
libremente por el ciberespacio, pero la discusión de Dios en público se suprime en las
escuelas, en los espacios de trabajo y a veces hasta en el hogar.
AMISTAD *
SU SER ES UN SER-CON.
UN AMIGO VERDADERO *
EL VALOR DE LA AMISTAD *
Mientras más conocía a Kyle, mejor nos caía, tanto a mí como a mis amigos. Llegó el
lunes por la mañana y ahí estaba Kyle con aquella enorme pila de libros de nuevo. Me
paré y le dije: “hola, vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los
días”. Se rió y me dio la mitad para que lo ayudara.
Durante los siguientes cuatro años, Kyle y yo nos convertimos en los mejores amigos.
Cuando estábamos por terminar la secundaria, Kyle decidió ir a la universidad de
Georgetown y yo iría a la de Duke. Sabía que siempre seríamos amigos, que la distancia
no sería problema. El estudiaría medicina y yo administración, con una beca de fútbol.
Kyle fue el orador de nuestra generación. Yo lo molestaba todo el tiempo diciéndole que
era un “nerdo”. Llegó el gran día de la graduación. El preparó el discurso. Yo estaba feliz
de no ser el que tenía que hablar. Kyle se veía realmente bien. Era una de esas personas
que realmente se había encontrado a sí mismo durante la secundaria; había mejorado en
todos los aspectos y se veía bien con sus anteojos. ¡Tenía más citas con chicas que yo, y
todas lo adoraban! ¡Caramba! Algunas veces hasta me sentía celoso...
Hoy era uno de esos días. Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, así que le di
una palmadita en la espalda y le dije: “Vas a ver que estarás genial, amigo”. Me miró con
una de esas miradas realmente de agradecimiento y me sonrió. “Gracias”, me dijo. Limpió
su garganta y comenzó su discurso:
“La graduación es un buen momento para dar gracias a todos aquellos que
nos ayudaron a través de los años difíciles: los padres, los maestros, los
hermanos, quizás algún entrenador... pero principalmente a los amigos. Yo
estoy aquí para decirles que un amigo es el mejor regalo que podemos dar o
recibir. Y a propósito, les voy a contar una historia...”.
Yo miraba al amigo, medio incrédulo, cuando comenzó a contar la historia del primer día
que nos conocimos. Aquel fin de semana él tenía planeado suicidarse. Habló de cómo
limpió su armario y por qué llevaba todos sus libros con él, para que su mamá no tuviera
que ir después a recogerlos a la escuela. Me miraba fijamente y me sonreía...
Yo escuchaba con asombro cómo este apuesto y popular chico contaba a todos ese
momento de debilidad. Sus padres también me miraban y me sonreían con esa misma
sonrisa de gratitud. Recién en ese momento me di cuenta de lo profundo de sus palabras:
UN AMIGO *
__ Permiso denegado –replicó el oficial-, no quiero que arriesgues la vida por un hombre
que posiblemente ha muerto.
El soldado, no haciendo caso a la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó
mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo. El oficial estaba furioso:
__ ¡Ya le dije yo que había muerto! Dígame, ¿merecía la pena ir allá para traer un
cadáver?
__ Claro que sí, señor. Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: “Estaba
seguro de que vendrías”.
________
GRÁBALO EN LA PIEDRA *
Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto. En algún punto del
viaje comenzaron a discutir, y un amigo le dio una bofetada al otro. Lastimado, pero sin
decir nada, éste escribió en la arena: “Mi mejor amigo me dio una bofetada”.
Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis donde decidieron bañarse. El amigo
que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero su amigo lo salvó. Después de
recuperarse, escribió en una piedra: “Mi mejor amigo hoy salvó mi vida”.
El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor, le dijo: “Cuando te lastimé escribiste
en la arena, y ahora lo haces en una piedra. ¿Por qué?”...
El otro amigo le respondió: “Cuando alguien nos lastima, debemos escribirlo en la arena
donde los vientos del perdón puedan borrar. Pero cuando alguien hace algo bueno por
nosotros, debemos grabarlo en piedra, donde ningún viento pueda borrarlo”.
Aprende a escribir tus heridas en la arena y a grabar en piedra tus venturas. Dicen que
toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para
amarla, pero una vida entera para olvidarla.
Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda
preguntando: “¿Cuál es el precio de los perritos?”. El dueño contestó: “entre $ 10.000 y
$ 40.000”. El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas: “Sólo tengo $
1.000. ¿Puedo verlos?”.
El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco
perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito
inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba. “¿Qué le pasa a ese perrito?”,
preguntó. El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía
una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida.
El niñito se emocionó mucho y exclamó: “¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!”. Y el
hombre le replicó: “No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te
lo regalo”. El niñito se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: “Yo no
quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio
completo. De hecho, le voy a abonar $ 1.000 ahora y $ 1.000 cada mes, hasta que lo
haya pagado completo”.
El hombre contestó: “Tú, en verdad, no querrás comprar ese perrito, hijo. Él nunca será
capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos”. El niñito se agachó y se levantó el
pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada
por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo: “Bueno, yo no puedo
correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda”.
El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas... Sonrió
y dijo: “Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño
como tú”.
_____
En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres,
y te acepte y te ame incondicionalmente.
Un verdadero amigo es aquél que llega
cuando el resto del mundo se ha ido.
¡ VALE LA PENA! *
En cierta ocasión, durante una charla que di ante un grupo de abogados, me hicieron esta
pregunta: “¿Qué es lo más importante que has hecho en tu vida?”. La respuesta me
vino a la mente en el acto, pero no fue la que di, porque las circunstancias no eran las
apropiadas.
Al poner en marcha el auto que había rentado, me percaté que mi amigo había dejado su
camioneta, con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Decidí, pues, cerrar el
auto e ir al hospital a entregarle las llaves. Como supuse, la sala de espera estaba llena de
familiares que trataban de consolarlos. Entré sin hacer ruido y me quedé junto a las
puerta, tratando de decidir qué hacer. No tardó en presentarse un médico, que se acerca a
la pareja y, en voz baja les comunica que su bebé había fallecido.
Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los
demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. El médico les preguntó si deseaban
estar unos momentos con su hijo. Mi amigo y su esposa se pusieron de pie, y caminaron
resignadamente hacia la puerta. Al verme allí, en un rincón, la madre se acercó, me
abrazó y comenzó a llorar. También mi amigo se refugió en mis brazos. “Gracias por estar
aquí”, me dijo. Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de urgencias
del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebé y despedirse
de él. Eso es lo más importante que he hecho en mi vida. Aquella experiencia me dejó tres
enseñanzas.
Segunda: estoy convencido de que lo más importante que he hecho en mi vida, estuvo a
punto de no ocurrir debido a las cosas que aprendí en la universidad, al concepto
inculcado de ser racional, así como en mi vida profesional. Al aprender a pensar, casi me
olvidé de sentir. Hoy, no tengo duda alguna de que debía haber subido al coche sin
titubear, y seguir a mi amigo al hospital.
En ocasiones, a uno le hace falta vivir una tragedia, para volver a poner las cosas en
perspectiva. Desde aquel día busqué un equilibrio entre el trabajo y la vida; aprendí que
ningún empleo, por gratificante que sea, compensa perderse unas vacaciones, romper con
la pareja o pasar un día festivo lejos de la familia. Y aprendí que lo más importante en la
vida, no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores... Lo más
importante en la vida es el tiempo que dedicamos a cultivar una amistad.
A DIOS LE AGRADEZCO:
Por mi hijo que no limpia su cuarto, pero está viendo la tele, porque significa que está
en casa y no en la calle.
Por los descuentos en mi sueldo, porque significa que tengo trabajo.
Por el desorden que tengo que limpiar después de una fiesta en mi casa, porque
significa que estuve rodeado de seres queridos.
Por las ropas que me quedan un poco ajustadas, porque significa que tengo suficiente
para comer.
Por mi sombra que me ve trabajar, porque significa que puedo salir al sol.
Por el césped que tengo que cortar, ventanas que necesito limpiar y cañerías que
arreglar, porque significa que tengo una casa.
Por las quejas que escucho acerca del gobierno, porque significa que tenemos libertad
de expresión.
Por el lugar que encuentro para estacionar al final del estacionamiento, porque significa
que tengo auto.
Por la señora que está detrás de mí en la iglesia y que desentona al cantar, porque
significa que puedo oír.
Por la cantidad que tengo que lavar y planchar, porque significa que tengo ropa que
vestir.
Por el cansancio y los dolores musculares al final del día, porque significa que fui
capaz de trabajar duro.
Por el despertador que suena temprano todas las mañanas, porque significa que estoy
vivo.
Y, finalmente, por la cantidad de e-mails que recibo, porque significa que tengo amigas
y amigos que piensan en mí.
Cuando pienses que en la vida todo te sale mal, lee esto otra vez.
ORACIÓN DE UN AMIGO
PATRICIA S. DE CAICEDO
- Pero... ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? -preguntó el Maestro-.
¿No es posible hablarle en voz baja?. ¿Por qué gritas a una persona cuando estás
enojado?
Los discípulos dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía al
Maestro. Finalmente él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Y para cubrir
esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más
fuerte tendrán que gritar para escucharse uno al otro, a causa de esa gran distancia.
Finalmente dijo:
- Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los
distancien más. Puede llegar un día en que la distancia sea tanta, que no encontrarán
más el camino de regreso.
Un hombre estaba tras el mostrador de una joyería, mirando la calle distraídamente. Una
niñita se aproximó al negocio y apretó la naricita contra el vidrio de la vitrina. Sus ojos de
color del cielo brillaban cuando vio un determinado objeto. Entró en el negocio y pidió al
señor que le mostrara el collar de turquesa azul.
_Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito? –dijo la niña-.
La niña, sin dudar, sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo
los nudos. Colocó sobre el mostrador lo que en él tenía y dijo feliz:
_¿Esto alcanza? (exhibió orgullosa algunas monedas)...¿Sabe? Quiero dar este regalo a
mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre cuida de nosotros, y no tiene tiempo
para ella. Es su cumpleaños y estoy segura que estará feliz con este collar que es del
color de sus ojos.
El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche, lo envolvió con un vistoso
papel rojo e hizo un hermoso lazo con una cinta verde.
La niña salió feliz, corriendo y saltando calle abajo. Aún no acababa el día, cuando una
linda joven, con rostro muy serio, entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el ya
conocido envoltorio deshecho, e indagó:
El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, colocó la cinta, lo
devolvió a la joven y le dijo:
_Su hermanita pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar. Ella dio todo
lo que tenía.
El silencio llenó la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por la fez emocionada de la
joven en cuanto sus manos tomaban el pequeño envoltorio.
_____
EL SILENCIO *
Callar a tiempo supone mucho temple y una gran sabiduría, sólo al alcance de los
esfrozados y valientes.
Callar cuando el dolor abre heridas en tu propia caerne, es una gran fortaleza.
Callar es hablar con el propio dolor y sujetarse hasta que se convierta en vuelo,
en plengaria, en canto.
"Estoy cansado de trabajar y de ver la misma gente, camino a mi trabajo, todos los días.
Llego a la casa y mi esposa sirve lo mismo del almuerzo en la comida. Voy a entrar al
baño y mi hija de apenas un año y medio no me deja porque quiere jugar conmigo, no
entiende que estoy cansado. Mi padre y mi madre también me molestan algunas veces, y
entre clientes, esposa, hija y padres me vuelven loco. Quiero paz. Lo único bueno es el
sueño. Al cerrar mis ojos siento un gran alivio de olvidarme de todo y de todos".
_ Me manda Dios por ti. Dice que escuchó tus quejas y tienes razón. Es hora de
descansar.
_ Así es. Y lo estás. Ya no te preocuparás por ver las mismas gentes, ni de aguantar a tu
esposa con sus guisos, ni a tu pequeña hija que te molesta, ni escucharás los consejos
de tus padres.
_ ¿Y mi esposa y mi bebé?
_ A tu esposa le fue dado un buen hombre que la quiere, respeta y admira por sus
cualidades y acepta con gusto todos sus guisos sin reclamarle nada. Además, se
preocupa por tu hija y la quiere como su fuera suya y por muy cansado que siempre
llegue del trabajo le dedica tiempo para jugar con ella, y son muy felices.
_ Pero... ¿eso significa que jamás volveré a besar la mejilla de mi bebé, ni a decirle te amo
a mi esposa, ni a darle un abrazo a mis padres? No, no quiero morir, quiero vivir,
envejecer junto a mi esposa, no quiero morir todavía...
_ Pero es lo que querías: descansar. Ahora ya tienes tu descanso eterno, duerme para
siempre.
_ No..., no fue una pesadilla. Fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé, de mi
familia, de todo lo que Dios creó.
_________
¿Sabes?... Estando muerto ya nada puedes hacer y estando vivo puedes disfrutarlo
todo. ¡Qué bello es vivir!!
Aprende a recibir las cosas lindas y maravillosas que cada día te depara: el sol, la
luna, el canto de los pájaros, la familia, tu cónyuge, tus hijos, tus amigos y sobre
todo...
Alguien afirmaba que la amistad puede llegar a ser un sentimiento más grande que el de la
familiaridad o parentesco, porque no se escoge la familia, pero sí se escogen libremente
los amigos y las amigas.
Es capaz de detener su paso, para no dejar abandonado al otro; sabe que los sabores
del triunfo necesariamente son mejores cuando se alcanzan en equipo; los trofeos
adquieren tonos más brillantes cuando no pertenecen a un solo ganador; y los
recuerdos se tornan más agradables cuando en la memoria se guardan como
"nuestros éxitos".
Aparece a las puertas del corazón cuando el alma rebosa de inquietudes, angustias y
tristezas para ser bálsamo, para ser paño de lágrimas, para brindar una frase de
optimismo, para encender una luz al final del laberinto, para abrir una ventana que deje
airear el espíritu y oxigenar las esperanzas.
Pero la amistad se construye poco a poco, e igual que un fuerte, requiere bases sólidas y
materiales a prueba de todos los embates. La amistad necesita cimentarse en las rocas
del respeto, la verdad y la honestidad, y construirse con muros de lealtad, cordialidad,
compañerismo, servicialidad, tolerancia e integridad.
Antes de que terminara la clase, alguien preguntó al profesor si la última pregunta contaría
para la nota del examen. “Absolutamente -dijo el profesor-. En sus carreras ustedes
conocerán muchas personas. Todas son importantes y merecen su atención y cuidado,
aunque sólo les sonrían y les digan... “¡Hola!”.
Nunca olvidé esa lección. También aprendí que su nombre era Helena...¡Todos somos
importantes!...
EL BAMBÚ JAPONÉS *
No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla,
buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para
impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: “¡Crece! ¡Maldita
seas!”.
Hay algo muy cuiroso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto
para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeos meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la
semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría
convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas, la planta de
bambú crece más de 30 metros. ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No. La verdad es que
se tomó seite años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un
complejo sistema de raíces que le permitirán sostener el crecimiento que iba a tener
después de siete años. Sin embargo, en la vida diaria muchas veces tratamos de
encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es
simplemente resultado del crecimiento internro y que éste requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia , muchas personas que aspiran a resultados en corto
plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente de que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en
forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
AUXILIO EN LA LLUVIA *
Una noche, a las 11.30, una mujer de edad avanzada estaba parada al lado de una
autopista, tratando de soportar una fuerte tormenta. Su carro se había dañado y ella
necesitaba desesperadamente que la llevaran. Toda mojada, decidió ponerle la mano a
los vehículos que pasasen, pero no se detenían.
En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de diez años entró en un
establecimiento y se sentó a la mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de él.
Algunas personas estaban esperando atención en otras mesas, razón por la cual la
mesera ya estaba un poco impaciente con el niño.
Cuando la mesera volvió y empezó a limpiar la mesa, le costó tragar saliva con lo que vio.
Allí, puestos ordenadamente junto al plato vacío del helado, había doscientos pesos. ¡Era
la propina!.
Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se
escondió y miró para ver si alguien la quitaba. Algunos de los comerciantes y cortesanos
del rey, muy adinerados, pasaron y simplemente dieron una vuelta alrededor de la roca y
siguieron su camino. Hasta culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos
despejados. Pero ninguno hizo algo para quitar la piedra grande del camino.
Luego pasó un campesino que llevaba una carga de verduras al hombro. Al aproximarse a
la roca, puso el bulto en el piso y se propuso mover la roca a un lado del camino. Después
de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Y cuando recogía su carga de vegetales, vio una
cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas
de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la
piedra.
El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron: cada obstáculo presenta una
oportunidad para mejorar las condiciones de vida.
DONANDO SANGRE *
Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un hospital, conocí a una niñita
llamada Liz, que sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse
era una transfusión de sangre de su hermanito de cinco años que, después de sobrevivir
milagrosamente a la misma enfermedad, había desarrollado anticuerpos necesarios para
combatirla.
Siendo sólo un niño, no había comprendido al doctor. Él pensaba que le daría toda la
sangre a su hermana, y con ella la vida. Y aún así se la daba.
Había en lo alto de una montaña tres árboles jóvenes que soñaban con frecuencia qué
serían cuando fuesen mayores.
El primero, mirando a las estrellas, dijo: “Yo quiero ser el cofre más valioso del mundo,
lleno de tesoros”. El segundo, mirando al río, suspiró: “Yo quiero ser un barco grande y
llevar reyes y reinas”. El tercero, mirando hacia el valle, añadió: “Quiero quedarme en lo
alto de la montaña y crecer tanto que las personas cuando miren hacia aquí, levanten sus
ojos y piensen en Dios”.
Pasaron muchos años y un buen día los leñadores cortaron los árboles, que estaban
ansiosos por hacer realidad sus sueños. Pero los leñadores no acostumbran a escuchar ni
a perder el tiempo en sueños. ¡Qué pena!
El primer árbol acabó transformado en un carro de animales para transportar estiércol. Del
segundo árbol se hizo un sencillo barco de pesca que cargaba personas y peces todos los
días. El tercer árbol fue cortado en gruesos tablones que fueron guardados en un
almacén. Decepcionados y tristes al verse allí preguntaban: “¿Por qué esto? ¿Para qué
estamos aquí?”
Pero en una bella noche, llena de luz y de estrellas, una joven mujer colocó a su bebé
recién nacido sobre aquel carro de animales. Y de repente, el primer árbol se dio cuenta
de que llevaba sobre si el mayor tesoro del mundo. El segundo árbol acabó un día
transportando a un hombre que terminó durmiendo en su seno, pero cuando la tempestad
quiso hundir la barca, aquel hombre se levantó y dijo: “Paz”. En aquel instante el segundo
árbol comprendió que estaba llevando al Rey y Señor del cielo y de la tierra. Años más
tarde, a la hora sexta, el tercer árbol se estremeció cuando sus tablones fueron unidos en
forma de cruz y un hombre fue clavado en ellos. Por un instante se vio horrible y cruel.
Pero cuando amaneció el domingo, el mundo se llenó de inmensa alegría. Y el tercer árbol
comprendió que en él habían colgado a un hombre para salvar al mundo y que, al mirar el
árbol de la cruz, las personas se sentirían infinitamente amadas por Dios y por su Hijo.
Aquellos árboles habían abrigado sueños y deseos.... pero la realidad había sido mil veces
más grande de lo que jamás habían podido imaginar.
PROFUNDIZACIÓN:
LO MÁS IMPORTANTE *
RIQUEZA Y POBREZA *
Ser rico no depende de la cifra de pesos que uno posee. Mil pesos significan riqueza para
unos, pero distan mucho de serlo para otros.
Existen dos maneras de ser rico. Primera: subiendo los ingresos al nivel de los deseos.
Segunda: bajando los deseos al nivel de los ingresos. Indiscutiblemente es más práctico lo
segundo, puesto que siendo insaciables los deseos humanos, ningún ingreso, por grande
que sea, logra satisfacerlos por completo.
Samuel Smiles explica la importancia de acostumbrarnos a vivir con los propios recursos,
como un paso esencial de la honradez, porque “ si un hombre no se arregla
honradamente a vivir de sus recursos, tiene necesariamente que vivir de un modo
deshonroso de los recursos de otro”.
Atenerse a vivir de sus recursos no quiere decir resignarse a vivir en la pobreza, sino
antes bien, colocarse en condiciones de ser más rico cada día, porque como escribió
Frank Carane: “No son ricos los que tienen todo en abundancia. Sólo se es rico cuando
el dinero no le preocupa a uno. Si tienes dos pesos y no te lamentas de no tener más, sino
que trabajas para aumentarlos, eres más rico que quien tiene dos millones y no puede
dormir porque no tiene cuatro”.
TENEMOS, PERO... *
¡ NO GUARDES NADA ! *
No guardes nada “para una ocasión especial”,
porque cada día que vives es una ocasión especial.
Lee más, siéntate en la terraza y admira la vida sin fijarte en las malas hierbas.
Para más tiempo con tu familia y con tus amigos, come tu comida preferida,
visita los sitios que ames.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es sólo para sobrevivir.
Usa tus copas de cristal, no guardes tu mejor perfume,
úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.
Las frases “uno de estos días”, “algún día”, quítalas de tu vocabulario.
Escribe aquella carta que pensabas escribir “uno de estos días”.
Di hoy a tus familiares y amigos, cuánto los quieres.
No retardes nada que agregue risa y alegría a tu vida,
pues cada día, hora, minuto, son especiales.
Si estás tan ocupado y no puedes tomarte unos minutos
para regalar este libro a alguien que tú quieras,
y te dices a ti mismo que lo regalarás “un día de estos”,
piensa que “uno de estos días” puede estar muy lejano,
o puede que no llegue nunca.
PARA MEDITAR *
Ayer te vi cuando golpeabas el cuerpo de tu hijito. Fue un mal momento tuyo, lo
comprendo. Enseguida te arrepentiste. Pasaron horas y no podías olvidar aquella tierna
carne estrujada por tus manos. ¿Y no es verdad que al dormirte te pareció que el niño te
miraba, te miraba... y te preguntaba con sus ojos, cómo habiéndole dado la vida se la
robabas así?
Me has dicho que tu hijo es malo y que si no lo corriges será peor. Óyeme, ¿de dónde has
sacado tú que tu hijo es malo? Míralo... ¡pobrecito!. El no hace nada que no aprenda de ti,
de tu marido o de otras personas. Obsérvalo. Tú lo castigas porque él copia lo malo y lo
bueno. No es posible que un niño sea tan sabio y tan santo para discernir siempre entre lo
bueno y lo malo, y no hacer lo malo jamás.
Si es violento, ¿de quién imita la violencia? Si miente, ¿a quién oye mentir? Si es nervioso,
¿cómo podemos exigirle que restablezca por sí mismo el equilibrio de su organismo?
¿No has visto cómo los caballos tratados con rigor enflaquecen y mueren antes de
tiempo? ¿No sabes que el niño que es golpeado junta odio, y que cuando sea hombre
este odio renacerá en su corazón como un cáncer devorador de sus alegrías y de su
bondad?
Sé dulce con tu hijo. Sonríele, bésalo, ponlo sobre tus rodillas para hacer entrar en su
cabecita la idea del bien y para comunicarle aversión al mal.
Cuando más malo te parezca, más necesita ver en ti un ejemplo de serenidad, de ternura
y de rectitud.
UN CAMINO DE SURCOS
ANDRÉS HURTADO GARCÍA
Quiero explicarte lo mío. De todos los oficios que ejercen los hombres, el más hermoso es
el de sembrador. Levantarse con las primeras luces... recorrer los campos... esparcir
semillas... creer en la tierra...confiar en las nubes y en el cielo.
Muéstrame otro oficio más hermoso, altruista, productivo y digno del hombre. YO QUISE
SERLO.
No pienses que mi tarea es sólo dar clase. Eso sería como construir puentes, hacer
carreteras, fabricar drogas, levantar casas, dibujar planos, preparar balances, hacer
discursos, vender cosas, ocupaciones todas primarias y sin trascendencia.
Sí, doy clase. Es bello dar clase: explayar mundos de ciencia, de arte y de cultura ante las
mentes jóvenes.
Apelando a toda tu comprensión y malicia te diré que para mí dar clase es casi un
pretexto, un despiste...
Pero, sobre todo soy SEMBRADOR: siembro palabras y no conozco la monotonía. Los
nuevos días traen la ilusión renovada de las simientes.
Naturalmente he oído aquello de escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo. Sin
embargo poseo mejores fórmulas: de profesión soy sembrador, diseño y escribo caminos
vivientes y encarno la más válida de las auto-afirmaciones.
Haga lo que haga, no puedo evitarlo, siempre estoy arrojando semillas y afortunadamente
existen surcos ávidos por doquiera.
SABIDURÍA CHINA
Quien avanza con excesiva prisa retrocederá con más prisa aún.
Piensa dos veces antes de pelear y nunca tendrás que arrepentirte.
Practica la flexibilidad y te volverás firme.
Valora lo pequeño y lograrás lo grande.
El bien y el mal que haces vuelven a ti como vuelven los ríos al mar.
Si la tranquilidad del agua permite reflejar las cosas, ¿qué no reflejará la tranquilidad
de tu espíritu?
Quien habla mal de los demás está hablando mal de sí mismo.
Cuando te vengas de una afrenta le abres la puerta a otras mayores.
Fuerte no es aquel que ejercita su fuerza, fuerte es quien la controla.
La honestidad es la única moneda con valor en todas partes.
Los poderosos y los ricos casi siempre son como el mármol: duros, fríos y pulidos.
Encontrarse y unirse es fácil, permanecer unidos y en armonía es difícil y se logra con
un compromiso, no tanto con la química que se atrae.
El dinero es una riqueza muerta, los hijos y los amigos una riqueza viva.
Si te vuelves oveja ¿cómo no quieres que te coman los lobos?
EL TORNILLO *
Un ingeniero fue llamado a arreglar una computadora muy grande y extremadamente
compleja. Una computadora que valía 12 millones de dólares.
Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró
algo para sí mismo y apagó el aparato. Procedió a sacar un pequeño destornillador de su
bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo. Entonces encendió de nuevo la
computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente.
_¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos momentos de trabajo? ¿Mil dólares por apretar un
simple tornillito? ¡Ya sé que mi computadora cuesta 12 millones de dólares, pero mil
dólares es una cantidad disparatada! Le pagaré sólo si me manda una factura
perfectamente detallada que la justifique.
SERVICIOS PRESTADOS
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DESCUBRIMIENTO *
ESE ES DIOS *
¿Alguna vez te has sentado por allí y de repente sientes deseos de hacer algo agradable
por alguien a quien le tienes cariño?... Ese es DIOS que te habla a través del Espíritu
Santo.
¿Alguna vez te has sentido derrotado y nadie parece estar alrededor tuyo para hablarte?...
Ese es DIOS. El quiere hablar contigo.
¿Alguna vez has estado pensando en alguien a quien amas y no has visto por largo
tiempo y la próxima cosa que pasa es verlo o recibir una llamada de esa persona?...Ese
es DIOS. No existe la coincidencia.
¿Alguna vez has recibido algo maravilloso que ni siquiera pediste?... Ese es DIOS, que
conoce los secretos de tu corazón.
¿Alguna vez has estado en una situación problemática y no tenías indicios de cómo se iba
a resolver y de pronto todo queda resuelto sin darte cuenta?... Ese es DIOS, que toma
nuestros problemas en sus manos y les da solución.
¿Alguna vez has sentido una inmensa tristeza en tu interior y al día siguiente la tristeza ha
pasado?... Ese es DIOS, que te dio un abrazo de consuelo y te dijo palabras dulces.
¿Alguna vez te has sentido tan casando de todo, al grado de querer morir, y de pronto un
día sientes que tienes la suficiente fuerza para continuar?.... Ese es DIOS, que te cargó en
sus brazos para darte descanso.
¿Alguna vez has sentido que tienes tantos problemas y las cosas ya se están saliendo de
su cauce y de pronto un día todo está resuelto?... Ese es DIOS, que tomó todas las cosas
y las puso en su lugar.
¿Piensas que este mensaje te fue enviado accidentalmente?... Fue DIOS que iluminó a
alguien para que te lo hiciera llegar.
HOY PUEDO *
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar,
o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi cuerpo,
para mi mente y para mi espíritu.
Se cuenta que en Inglaterra había una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas
del centro de Londres. Al entrar en una de ellas se quedaron prendados de una hermosa
tacita. “¿Me permites ver esa taza? -preguntó la señora- Nunca he visto nada tan fino”.
En las manos de la señora, la taza comenzó a contar su historia: “Ud. debe saber que yo
no siempre he sido la taza que usted está sosteniendo. Hace mucho tiempo yo era sólo un
poco de barro. Pero un artesano me tomó entre sus manos y me fue dando forma. Llegó el
momento en que me desesperé y le grité: “¡Por favor... ya déjeme en paz...!”. Pero mi amo
sólo me sonrió y me dijo: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”.
Después me puso en un horno. ¡Nunca había sentido tanto calor!... Toqué la puerta del
horno y a través de la ventanilla pude leer los labios de mi amo que me decían: “Aguanta
un poco más, todavía no es tiempo”.
Cuando al fin abrió la puerta, mi artesano me puso en un estante. Pero, apenas me había
refrescado, me comenzó a raspar, a lijar. No sé cómo no acabó conmigo. Me daba
vueltas, me miraba de arriba abajo. Por último me aplicó meticulosamente varias
pinturas... Sentía que me ahogaba... “Por favor, ¡déjame en paz!...”, le gritaba a mi
artesano. Pero él sólo me decía: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”.
Al fin, cuando pensé que había terminado aquello, me metió en otro horno, mucho más
caliente que el primero. Ahora sí pensé que terminaba con mi vida. Le rogué y le imploré a
mi artesano que me respetara, que me sacara, que si se había vuelto loco. Grité, lloré.
Pero mi artesano sólo me decía: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”.
Mi artesano me dijo: “Yo sé que sufriste al ser moldeada por mis manos. Mira tu hermosa
figura. Sé que pasaste terribles calores, pero ahora observa tu sólida consistencia. Sé que
sufriste con las raspadas y pulidas, pero mira ahora la finura de tu presencia. La pintura te
provocaba náusea, pero contempla ahora tu hermosura. Y... ¿si te hubiera dejado como
estabas?... Ahora eres una obra terminada, lo que imaginé cuando te comencé a formar”.
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Eres una tacita en las manos del mejor alfarero: Dios.
Confíate en sus amorosas manos,
aunque muchas veces no comprendas por qué permite tu sufrimiento.
Aguanta un poco más y serás el hijo o la hija que Él soñó para toda la eternidad.
No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene setenta años,
olvidando que Moisés dirigía el Exodo a los ochenta y Rubinstein interpretaba
como nadie a Chopin a los noventa, sólo por citar dos casos.
¿Quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte... hay mudanza.
Y del otro lado te espera gente maravillosa:
Gandhi, Miguel Angel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa de Calcuta,
tu abuelo... y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor,
porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja,
porque nos hace desconfiados.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto,
que sufrir es una pérdida de tiempo.
Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera,
el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos,
el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños,
Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo,
los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman;
la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven;
las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velásquez, Picasso y Tamayo,
entre tantas maravillas.
Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas:
si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío,
tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas...);
y si le ganas, serás más feliz, libre del tremendo peso de la culpa,
la responsabilidad y la vanidad,
dispuesto a vivir a cada instante profundamente, como debe ser.
Comparte esta reflexión a cada “bella persona” que tú quieras que sea bendecida.
Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia,
pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas,
y luz para el camino.
UN GRAN SECRETO *
Hace muchos años vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre
encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida
y que por eso se consideraba el hombre más feliz del mundo.
Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para
obtener el cofre. Pero todo fue en vano. Mientras tanto, más infelices eran, pues la envidia
no los dejaba vivir. Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz.
Un día llegó ante él un niño y le dijo: “Señor, al igual que tú, también quiero ser
inmensamente feliz. ¿Por qué no me enseñas qué debo hacer para conseguirlo?”
El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: “Te enseñaré el secreto para ser
feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad, son dos cofres en donde guardo
el secreto para ser feliz y éstos son mi mente y mi corazón. El gran secreto no es otro que
una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida.
El primer paso es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida.
Por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.
El segundo paso es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al
acostarte, debes afirmar: “yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy
cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer”. Este paso se
llama alta autoesatima.
El tercer paso es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres. Es decir, si
piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que
te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay
obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas
hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.
El cuarto paso es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es. Ellos
alcanzaron su meta, pero tú, logra las tuyas.
El quinto paso es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie, pues ese
sentimiento no te dejará ser feliz. Deja que las leyes de Dios hagan justicia. Tú, perdona y
olvida.
El sexto paso es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen. Recuerda que de
acuerdo a las leyes de la naturaleza, si así lo hicieras mañana te quitarán algo de más
valor.
El séptimo paso es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos
derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y
descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito. Piensa en lo afortunado que eres al
tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio;
mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto
para ser triunfador, y que de esta manera puedan ser felices.
Aplica estos pasos y verás qué fácil es ser feliz, porque, al final,
depende de ti querer ser feliz y serlo.
LA NO-VIOLENCIA EVANGÉLICA
MARTIN LUTHER KING
Así habló Martin Luther King ante las muchedumbres que pedían la igualdad del negro:
“Yo tuve un sueño. Soñé que algún día esta nación se levantaría y viviría con el
verdadero significado de su credo, el cual sostiene incontrovertible que todos los
hombres fueron creados iguales.
Yo tuve un sueño. Soñé que un día los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de
los amos llegarían juntos a la mesa fraternal...
Yo tuve un sueño. Soñé que mis cuatro hijitos vivirían un día en una nación donde no
serían juzgados por el color de su piel sino por las virtudes de su carácter.
Yo tuve un sueño. Soñé que un día pequeños niños negros y pequeñas niñas negras
estrecharían sus manos con las de niños y niñas blancos, como hermanos y
hermanas.
PROFUNDIZACIÓN,
E L P A R T O
EDUARDO GALEANO
_ Ta trancao. El negrito ta trancao – dijo el hombre que había venido de un rancho perdido
en los campos-.
Y el médico fue. Maletín en mano, bajo el sol del medio día, anduvo hacia la lejanía, hacia
la soledad, donde todo parece cosa del jodido destino. Y llegó y vio. Después se lo contó a
Gloria Galván:
La mujer estaba en las últimas, pero todavía jadeaba y sudaba y tenía los ojos muy
abiertos. A mí me faltaba experiencia en cosas así. Yo temblaba, estaba sin criterio. Y en
eso, cuando corrí la cobija, vi un brazo chiquito, asomado entre las piernas abiertas de la
mujer.
El médico se dio cuenta de que el hombre había estado tirando. El bracito estaba
despellejado y sin vida, como un colgajo sucio de sangre seca, y el médico pensó: No hay
nada que hacer.
Y sin embargo, quién sabe por qué, lo acarició. Rozó con el dedo índice aquella cosa
inerte y al llegar a la manito, súbitamente, la manito se cerró y apretó el dedo con alma y
vida.
Se perdieron de Jesús,
y pululan por las calles,
y no hay nadie que los busque...
¡Es que no interesa a nadie!
Señor, sé que los que mueren de hambre o violencia no son unos pocos infelices.
Son millones y millones de hombres, mujeres y niños.
Es una escena horrible, es el desarrollo gigantesco, a escala mundial,
de la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro.
Una mujer se dirigió al pozo del pueblo. El agua era como un espejo, nítido pero
movedizo, entre los árboles del bosque.
Mientras bajaba su balde, la mujer vio en la superficie del agua un fruto rosáceo que
parecía decir “cómeme”... Entonces alargó su mano para cogerlo, pero, cuando parecía
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tocarlo, el fruto desapareció. Curiosamente, cuando ella retiró su mano del agua y ésta
recobró su tranquilidad y transparencia, el fruto reapareció. Y así sucedió varias veces.
Entonces la mujer se puso a sacar toda el agua del pozo. Trabajó por largo tiempo, sin
perder de vista el fruto misterioso. Pero cuando había sacado toda el agua, el fruto había
desaparecido del todo.
Desilusionada por aquel encanto, estaba a punto de marcharse, cuando escuchó una voz
entre los árboles. Era un pajarito que había visto todo y le decía: “¿Por qué buscas
abajo? El fruto está arriba”...
La mujer alzó los ojos y, colgado en una rama, encima del pozo, miró el bellísimo fruto,
cuyo reflejo había visto en el agua.
Había una vez un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con
clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, debería clavar un clavo en la cerca
de atrás de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca, pero poco a poco fue calmándose,
porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los calvos en
la cerca.
Llegó el día cuando el muchacho no perdía la calma para nada y se lo dijo a su padre.
Entonces el papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter debería sacar un
clavo de la cerca.
Los días pasaron y el niño pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos
los clavos de la cerca. Entones el papá llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le
dijo:
“Mira hijo, has hecho bien, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en
la cerca. Ya nunca podrá ser la misma de antes. Cuando dices o haces cosas
con coraje, dejas en las personas una cicatriz como este agujero en la cerca.
Es como enterrarle un cuchillo a alguien. Aunque lo vuelvas a sacar, la herida
ya quedó hecha. No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida está ahí.
Una herida física es igual que una herida verbal”
Se trata de un difunto. Anima bendita camino del cielo donde esperaba encontrarse con
Tata Dios para el juicio sin trampas y la verdad desnuda. Para nada iba tranquilo.
Pertenecía a los ladrones de levita, y a muchos había robado.
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Encontró las puertas del cielo abiertas y se fue entrando. Todo era muy bello, pero no
había nadie. Penetró a la sala ocupada en su centro por el escritorio de Tata Dios. Y
sobre el escritorio estaban sus anteojos. Nuestro amigo no pudo resistir la tentación de
echar una miradita hacia la tierra con los anteojos del Tata Dios. ¡Qué maravilla!. Todo se
veía clarísimo. Pero lo más interesante es que pudo mirar lo profundo de las intenciones
de los políticos, las auténticas razones de los comerciantes y economistas, los
sufrimientos de las dos terceras partes de la humanidad. Todo estaba patente a los
anteojos de Dios.
Entonces se le ocurrió una idea. Ubicar a su socio de la financiera para observarlo desde
esta situación privilegiada. En ese preciso instante su colega estaba estafando a una
pobre mujer viuda mediante un crédito bochornoso que terminaría de hundirla en la
miseria por los siglos de los siglos.
Como ahora estaba en el cielo, fue tan ardiente el deseo de hacer justicia que sin pensar
en otra cosa, agarró de debajo del escritorio el banquito en que Tata Dios apoyaba los
pies y, con tremenda puntería lo lanzó a la cabeza del desgraciado. Le dio un formidable
golpe en la cabeza, matándolo allí mismo.
En ese momento preciso el salón donde estaba se llenó de algarabía, risas y cantos. Tata
Dios acababa de regresar, con los ángeles, los santos y toda su corte celestial.
Trató él de explicar:
Finalmente confesó que había visto cómo su socio cometía una terrible injusticia con una
pobre mujer viuda, lo cual le dio mucha cólera. Y para castigarlo le había lanzado el
banquito a la cabeza, desgraciadamente con muy buena puntería...
_ ¿No te diste cuenta de que si bien te habías puesto mis anteojos, te faltaba tener mi
corazón? Imagínate que si yo cada vez que veo una injusticia en la tierra, me
decidiera a tirarles un banquito. No alcanzarían los carpinteros de todo el universo
para abastecerme de proyectiles. ¡No, hijo mío! ¡No! Hay que tener mucho cuidado
con ponerse mis anteojos, si no se estás bien seguro de tener también mi corazón.
Sólo tiene derecho a juzgar, el que tiene el poder de salvar. Vuélvete ahora a la tierra
y durante cinco años rezarás todos los días esta oración: “Jesús, manso y humilde de
corazón, dame un corazón semejante al tuyo”
Tenía toda la razón Fenelón cuando escribió: “Nada nos hará volvernos tan caritativos
y considerados hacia las faltas de los demás como un autoexamen para conocer a
fondo las propias”
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LA PALABRA MÁGICA *
Escondida bajo su apariencia humilde esta palabra es la llave maestra que abre
todas las puertas.
Es necesario que todo hombre tenga una actividad a medida de sus capacidades.
Vencer los obstáculos por medio del TRABAJO es la plenitud del disfrute de la
existencia humana, ya sean estos obstáculos de naturaleza espiritual, como el
estudio; o de orden manual o artesanal.
I N I C I A T I V A
ELBERT HUBBARD
El mundo confiere sus mejores premios, tanto en honores como en dinero, a una
sola cosa: a la iniciativa.
¿Qué es iniciativa?
Puede definirse en pocas palabras: hacer lo que se debe hacer, bien hecho y, sin
que nadie lo mande.
Al que hace una cosa bien hecha, sin que nadie se lo ordene, sigue aquel que la
hace bien cuando se lo han ordenado una sola vez, es decir, aquellos que no
saben llevar la “Carta a García”. Estos reciben altos honores, pero su pago no
guarda la misma proporción.
Vienen luego aquellos que obran sólo cuando se les ha dado la orden por dos
veces; no reciben honores y sólo tienen un pago pequeño.
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Se encuentran después los que hacen una cosa bien hecha, pero sólo cuando la
necesidad los aguijonea; en vez de honores reciben la indiferencia y se les paga
con una miseria. Estos individuos emplean la mayor parte de su tiempo refiriendo
historias de su mala suerte.
Todavía en una escala inferior están aquellos que no hacen nada bien, aun
cuando algún compañero se lo enseña a hacer y permanezca a su lado para
cerciorarse de que lo hacen: estos pierden constantemente sus puestos y reciben
como pago el desprecio que se merecen, a menos que por suerte tengan un
padre rico y, en este caso, el destino los aceche en su camino hasta descargarles
un recio golpe.
UN RICO POBRE
LEÓN TOLSTOI
¿Por qué es la vida tan penosa para los pobres? ¿Y por qué los ricos
acumulan tanto dinero? Tienen cajas llenas de oro, y sin embargo se
privan de todo para seguir atesorando. Si yo fuera rico no viviría de igual
modo; me daría buena vida y procuraría que fuese mejor la de los demás.
¿Quieres ser rico? He aquí una bolsa: no hay en ella más que una
moneda de oro, pero cuando la saques, otra la remplazará. Saca todas
las monedas que quieras, y enseguida echa la bolsa al río. Mas antes de
echar la bolsa, no gastes ninguna de las monedas, porque el resto se te
volverá piedras.
El hombre estaba loco de alegría. Cuando se sintió algo más tranquilo, tomó
conciencia del regalo y empezó la tarea. Y apenas hubo sacado una moneda, en
el fondo de la bolsa vio aparecer otra más brillante.
Pero llegada la mañana cambió de parecer. Si quiero tener el doble –se dijo- con
estar un día más ante mi bolso, lo tendré.
Más adelante sintió hambre, y recordó que sólo disponía de un pedazo de pan
negro. Ir a comprar otra cosa sería imposible, porque habría querido comer, pero
de ningún modo separarse de su bolsa. Comió, pues, el desventurado, de aquel
pan negro y duro, y luego continuó sacando oro. Ni aun por la noche descansaba.
El hombre hace una vida de mendigo. ¡Ha olvidado que desea vivir para su placer
y el de sus semejantes! De vez en cuando toma una resolución: aproximarse al
río para arrojar la bolsa, pero se arrepiente. Y se retira al instante.
Hoy está viejo, amarillento como su oro, mas no puede cesar en su codicia.
Y así muere pobre, sentado sobre su banco y con la bolsa llena de oro entre las
manos.
_________
U N H O M B R E
RUDYARD KIPLING
S E R J O V E N
Adaptación del poema de SAMUL ULLMAN
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La juventud no es una época de la vida, es más bien un estado del espíritu, un efecto de
la voluntad, una cualidad de nuestra imaginación, un vigor de la emotividad.
Una victoria del valor sobre la timidez, del deseo de aventura sobre el amor a la
comodidad.
Las preocupaciones, los temores, las dudas y las angustias, son los enemigos que
lentamente nos hacen doblegar sobre la tierra y volvernos polvo antes de morir.
Serás tan joven como tu fe, tan viejo como tu duda; tan joven como tu esperanza, tan
viejo como tu abatimiento.
Serás joven mientras permanezcas sensible, sensible a lo que el bello, bueno y grande,
sensible a los mensajes de la naturaleza, del hombre y del infinito.
Mas, si un día tu corazón llegase a ser mordido por el pensamiento y roído por el cinismo,
¡que Dios se apiade de tu alma de anciano!
Cuando se han convivido tantas horas a tu lado, todas las palabras me parecen
repetidas. Recuerdo cuando apenas ayer jugueteabas en mis brazos y hoy, al cabo de
algunos años, podemos hablar como dos amigos. Este milagro de la naturaleza me
sorprende y me llena de emoción. Puede ser que los años son más cortos, o acaso sea
que hemos vivido muy felices.
No está en mi ánimo hacer un recuento de nuestra vida cotidiana, tan simple, natural y
sencilla pero por ello mismo encantadora y maravillosa, sino más bien proyectarnos hacia
el futuro.
La existencia es un don precioso que Dios nos ha regalado y como tal debemos
estimularla en su justo valor. Si mañana la angustia y el dolor rondan en tu camino, ello
no es óbice para seguir adelante. Debes tratar a estos dos impostores con energía y
voluntad.
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La nobleza de tu corazón deberá estar por encima de cualquier deseo, que aunque muy
lógico, no te llene plenamente.
Cada día vivimos en una sociedad más compleja y difícil. Si no nos adaptamos
críticamente a ella, nuestra será la culpa. Por lo tanto, en las relaciones sociales tender
hacia la satisfacción del bien común es una norma que no debes olvidar nunca.
Ahora bien, en tu condición de mujer se te han dado unas cualidades que el Creador en
su inmensa sabiduría las reservó para ustedes, cual es la de ser madre. El hijo que un día
llevarás en tu seno y luego correrá , brincará y animoso buscará tu regazo para
susurrarte: mami, mami. Ello representa el prodigio más grande que puedan ofrendarte.
Tu misión de esposa es el vínculo que une los lazos de tu hogar. A este papel debes
dedicarle especial atención. El tino y la paciencia son las metas finales para el buen éxito.
Pero por sobre todo, existe una virtud que si logras aprenderla tuya será la vida: la
sumisión. Jamás la confundas con debilidad, antes por el contrario se necesita mucha
entereza de carácter para obedecer.
Se están viviendo tiempos difíciles. En la vida hay etapas en que la marea sube y lleva al
éxito hasta aquellos que nunca han sido buenos nadadores. A esta generación, en
cambio, le tocará nadar contra la corriente en una mar turbulenta. Este es un presagio
duro. En los primeros momentos creerán ahogarse y se desesperarán de no ganar rápido
la orilla. Tengan confianza. Otros que los han precedido encontraron también esta misma
situación. Pero con habilidad y valor sabrán sostenerse hasta que venga la calma.
Y cuando venzan no olviden que las victorias humanas no son más que hechos
temporales y parciales. Nada se halla establecido para siempre en los asuntos de este
mundo. Ningún triunfo, por grande que sea, determina el porvenir lejano. Ningún tratado
define por mucho tiempo las relaciones entre los países, ni tampoco las fronteras.
Ninguna revolución instala una sociedad absolutamente dichosa. No incurras en la
creencia de que un hombre o una generación adquieren el derecho, una vez cumplida su
misión, de convertirse en una clase prepotente y menos aún ociosa.
Cada uno de ustedes será un carácter, pero cada uno tendrá su propio carácter, y las
oleadas de la opinión los hará reír. Cuando se es joven, todo parece terrible. Los primeros
obstáculos se antojan ofensas. La maldad humana espanta. Contra la crueldad de los
seres y de las cosas, fabriquen en lo más hondo de sus pensamientos una coraza que
desafíe los más pesados proyectiles y las intenciones más perversamente envenenadas.
¿Qué puede temer un hombre en paz consigo mismo? Ni las persecuciones, ni las
calumnias podrán desvirtuar el testimonio que cada uno ofrezca a sus más recónditos
pensamientos.
Busque en el grupo de mujeres, no las que se ofrecen con demasiada facilidad y libertad,
sino a aquellas que dudan en revelar su dulzura y entregar su confianza. Entre esas
habrán de encontrar una buena compañera. Entréguense de todo corazón a la que sí
parezca digna de ello. No envidien a “Don Juan”, yo lo he conocido a fondo: era el más
desgraciado, el más infeliz y el más débil de los humanos.
Sean constantes y estables. Ya sé que cuando las cosas van mal, se tienen intenciones
de echarlo todo a perder y volver a empezar la vida con otra mujer, otros amigos y bajo
otro cielo. No cedan a tan aparente facilidad. En algunos casos extremos, acaso
insoportables desdichas hagan necesario una nueva partida, pero en la mayoría vale más
continuar con lo que se tiene. Feliz el destino de envejecer y morir rodeado de aquellos
entre quienes se ha crecido y luchado.
En fin, sean modestos y astutos. Amar, pensar, trabajar son nociones todas difíciles, y no
llegarán a ejercerlas a cabalidad durante el tiempo de permanencia en la tierra, como lo
soñaron en la adolescencia. Pero por arduas que puedan parecer no son empero
imposibles. De todas maneras, antes de nosotros, innumerables generaciones de
hombres las llevaron a cabo y, bien que mal, pasaron y nos legaron la situación que hoy
disfrutamos. En resumen, deben mirar con esperanza el futuro, para que dejen a sus hijos
un mundo mejor que el que encontraron
V A L O R A R M E Y S E R YO M I S M A
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En una ciudad llamada Pereira existía una niña. Tenía un nombre que a ella misma le
parecía extraño y feo. Vivía muy triste porque se consideraba fea, gorda y poco
interesante para las personas que encontraba en su entorno.
Todas las noches lloraba su tragedia, pues creía que nadie la quería y que ninguna
persona tenía interés en ella, mucho menos algún muchacho.
Pero se equivocó. Mientras quemaba el tiempo “callejeando” sin rumbo y matando las
horas, dándole vuelta a muchas cosas en su cabeza, sus profesores, compañeras y
familiares le lloraban y le buscaban desesperadamente por cielo y tierra. Hasta los
medios de comunicación se utilizaron para tratar de localizarla, abrigando siempre el
temor de que algo muy grave le hubiese sucedido.
A partir de aquel día empezó a valorarse más y a aceptarse como era. ¡Y su vida fue
diferente!
_ Porque estando con ellas no puedo hacer lo que quiero y siempre estoy a disposición
de lo que ellas hagan o quieran que haga.
_ ¿Y por qué no haces también lo que deseas, si ellas también hacen lo que quieren?
_ Porque si hago lo que quiero estoy segura de que nunca me aceptarán y me quedaría
sin amigas.
_ Sólo haz lo que tengas que hacer, lucha por lo que quieres y de esa forma serás tú
misma, alguien en la vida. ¿No es lo que estás deseando?
_ Quisiera ayudar tanto a los niños de la calle y hablarle al pelado que me gusta... ¡Pero
no me atrevo!
_ Nunca detengas tus sueños por lo que te digan tus amigas. Ellas nunca podrán
responder por ti y por tu futuro. Ayuda a los niños y háblale al muchacho que te gusta.
Lánzate y no seas esclava de qué dirán. Pero hazlo ya.
_ No puedes hacer lo que ellas quieran, porque tú misma eliges tu futuro, tu felicidad y el
hombre que realice tus sueños de mujer. De pronto, a cambio, encontrarías un hombre
lleno de dinero, pero vacío de amor auténtico. Y recuerda que “amigo no es el que te
hace reír con mentiras, sino el que te hace llorar con verdades”.
Ustxd xs una pxrsona clavx. Aunqux xsta computadora xs un modxlo vixjo, trabaja muy
bixn a xxcxpción dx una txcla.
Podría pxnsarsx qux con todas las otras txclas funcionando bixn, no sx notaría una txcla
qux fallara, pxro una txcla qux falla arruina todo xl xsfuxrzo.
139
Ustxd podría dxcir: buxno, yo soy sólo una pxrsona. Nadix notará si no mx xsfuxrzo al
máximo; nada sucxdxrá si yo no asisto al trabajo o a un xncuxntro. Pxro la difxrxncia si sx
nota. Mucho más dx lo qux crxxn los qux no sx compromxtxn y los indifxrxntxs.
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EL ÁGUILA *
El águila es el ave con mahor longevidadad de esas especies. Llega a vivir 70 años, pero
para llegar a esa edad, a los 40 debe tomar una seria y difícil decisión.
A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue agarrar a sus presas
de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva, apuntando contra el
pecho. Sus alas están enevejecidas y pesadas y sus plumas gruesas. ¡Volar se le hace
ya muy difícil!.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido
cercano a un paredón, en donde no tenga necesidad de volar. Después de encontrar ese
lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego
debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas.
Cuando las nuevas uñas empiezan a nacer, comenzará a desplumar sus pluma viejas.
Después de cinco meses, sale para su vuelo de renovación dispuesta, a vivir 30 años
más.
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La batalla por la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, ni el más listo.
Tarde o temprano el hombre que triunfa es el que siempre ha tenido fe en sí mismo.
HUBO UN MOMENTO *
¡ AL FINAL APRENDÍ !
Aprendí que la mejor aula del mundo está a los pies de un anciano.
Aprendí que una sola persona que me diga “¡has hecho grandioso mi día”!,
me hace grandioso el día a mí.
Aprendí que a veces todo lo que una persona necesita es una mano
que sostenga la suya y un corazón que comprenda.
Aprendí que los tiempos que compartí con mis padres, cuando era niño,
ya de adulto hicieron maravillas en mí.
Aprendí que la manera más fácil para que yo crezca como persona,
es rodearme de personas más inteligentes que yo.
Aprendí que una sonrisa es una forma muy sencilla de mejorar tu apariencia.
Aprendí que una persona debe expresarse con palabras suaves y dulces,
porque es posible que mañana se las tenga que tragar.
Aprendí que cuando un hijo recién nacido se aferra al dedo meñique de sus padres,
con su pequeño puño los agarra de por vida.
Aprendí que todos queremos vivir en la cima de la montaña, pero toda la felicidad
y crecimientos suceden mientras estás subiendo a ella.
Pero lo más importante de todas las cosas que aprendí fue que... aprendí también
que puedo seguir aprendiendo.
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Un día mi madre me preguntó cuál era la parte más importante del cuerpo. A través de
los años trataría de buscar la respuesta correcta.
Cuando era más joven, pensé que el sonido era muy importante para nosotros, por eso
dije: “mis oídos, mamá”. Ella me dijo: “No, muchas personas son sordas y se las
arreglan perfectamente. Pero sigue pensando, te preguntaré de nuevo”.
Varios años pasaron antes de que ella lo hiciera. Desde aquella primera vez, yo había
creído encontrar la respuesta correcta. Y es así que le dije: “mamá, la vista es muy
importante para todos, entonces deben ser nuestros ojos”. Ella me miró y me dijo:
“Estás aprendiendo rápidamente, pero la respuesta no es correcta porque hay
muchas personas que son ciegas, y salen adelante aun sin sus ojos”.
Continué pensando cuál era la solución. A través de los años, mi madre me preguntó un
par de veces más, y ante mis respuestas la suya era: “No, pero estás poniéndote más
inteligente con los años. Pronto acertarás”.
El año pasado, mi abuelo murió. Todos estábamos dolidos. Lloramos. Incluso mi padre
lloró. Recuerdo esto sobre todo porque fue la segunda vez que lo vi llorar. Mi madre me
miraba cuando fue el momento de dar el adiós final al abuelo. Entonces me preguntó:
“¿No sabes todavía cuál es la parte más importante del cuerpo, hijo?”. Me asusté
cuando me preguntó justo en ese momento. Yo siempre había creído que ese era un
juego entre ella yo. Pero ella vio la confusión en mi cara y me dijo: “Esta pregunta es
muy importante. Para cada respuesta que me diste en el pasado, te dije que
estabas equivocado y te he dicho por qué... Pero hoy es el día en que necesitas
saberlo”.
Ella me miraba como sólo una madre puede hacerlo. Vi sus ojos llenos de lágrimas, y la
abracé. Fue entonces cuando apoyada en mí, me dijo: “Hijo, la parte del cuerpo más
importante es tu hombro”. Le pregunté: “¿Es porque sostiene mi cabeza?” Y ella
respondió: “No, es porque puede sostener la cabeza de un ser amado o de un amigo
cuando llora. Todos necesitamos un hombro para llorar algún día en la vida, hijo
mío. Yo sólo espero que tengas amor y amigos, y así siempre tendrás un hombro
donde llorar cuando lo necesites, como yo ahora necesito el tuyo”.
EL MAESTRO DE OBRA
ADPATACIÓN
El constructor quedó mudo... “Si hubiese sabido que estaba construyendo mi propia casa,
habría actuado de manera totalmente diferente, hubiera hecho una obra hermosa, y no
habría sido tan descuidado” –se dijo a sí mismo-. Pero... ¡ya era tarde!.
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MAESTRO *
SER PAN
Delegación de Misiones de Barcelona
La vida de un individuo tiene significado sólo hasta el punto en que ayuda a hacer la
vida de todos los seres vivientes más noble y más hermosa. La vida es sagrada, es
decir, tiene el supremo valor, al cual todos los otros valores están subordinados.
Libertad de enseñar y de opinar son las bases para un sólido y natural desarrollo de
cualquier persona.
No trate de ser una persona de triunfos, sino una persona de principios y valores.
Seres humanos, vegetales o polvo cósmico: todos danzamos una misteriosa tonada,
tocada en la distancia por una invisible flauta.
EL AMOR Y LA LOCURA *
Un buen día, en su paraíso, estaban los sentimientos reunidos, sin nada que hacer.
Siempre inquieta, la locura propone: Hagamos algo agradable que me estoy aburriendo.
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Pero locura insiste: ¡Jugamos a las escondidas! Y tanto hace que al fin los dos mil
sentimientos presentes acceden. Ya que somos tantos contaré hasta tres mil para que
todos puedan esconderse, concluyó la locura. Y empieza a contar.
Pereza decide: Me quedo detrás de ella, y cuando termine de contar diré: uno, dos, tres,
tacho para mí y volveré a dormir. Y así pasa.
Y locura, feliz de buscar y hallar a los sentimientos... Tristeza es tan llorona que en el río
ha de estar, piensa. Y así fue. Y, ¿rencor? En la caverna peligrosa y oscura. Y tiene
suerte locura. Uno tras de otro encuentra a los sentimientos.
Había uno, el amor, que ya andaba locura a finales de su cuenta, y todavía no decidía
dónde esconderse. Por fin no le quedó más remedio y al 2.999 se echó en los rosales
que estaban a su lado.
Ya no le queda más que buscar en los rosales. Mira, pero son tan tupidos que no se ve
nada. Mete su mano, pero la retira apurada porque le puyan las espinas. Debo usar otra
cosa que mi mano, piensa locura, y coge un palo con dos puntas que está en el suelo.
Cuando lo mete entre las ramas, amor, que escondido se está riendo de ella al sentirla
tan cerca e incapaz de encontrarlo, mira hacia arriba y es herido en los dos ojos.
PIENSA...PIENSA...PIENSA... *
Estás conduciendo tu carro en una noche de tormenta terrible. Pasas por una parada y
ves a tres personas esperando el bus:
¿A cuál llevarías en el carro, tomando en cuenta que sólo puedes llevar a un pasajero?...
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Piensa antes de seguir leyendo... piensa... piensa... piensa mucho... piensa.... Este es un
dilema ético-moral que una vez se utilizó en una entrevista de trabajo.
Podrías llevar a la anciana, porque va a morir, y por lo tanto deberías salvarla primero; o
podrías llevar al amigo, ya que él te salvó la vida una vez, y ésta sería la oportunidad
perfecta de devolverle el favor; sin embargo, tal vez nunca vuelvas a encontrar a la mujer
de tus sueños...
El aspirante, que fue contratado de entre 200 aspirantes, no dudó al dar su respuesta. Me
encantó, y espero poder utilizar alguna vez este asunto en una entrevista.
“Le daría las llaves del carro a mi amigo, y le dejaría que llevara a la anciana al hospital.
Yo me quedaría y esperaría el bus para irme con la mujer de mis sueños”.
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EL ALACRÁN *
Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del
agua. Pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó,
y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra
vez, y otra vez el alacrán lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: “Perdone, ¡pero usted
es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?
El maestro respondió: “La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía,
que es ayudar”. Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del
agua y le salvó la vida.
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Una mujer de mediana edad sufre un ataque al corazón. Mientras está en la mesa de
operaciones tiene una experiencia cercana a la muerte: ve a Dios, y le pregunta si en
verdad se va a morir. Dios le dice que no, que va a vivir 30 ó 40 años más. Ella se
recupera y decide aprovechar que está en el hospital para hacerse una cirugía estética,
liposucción, tratamiento de várices y todas esas cosas para rejuvenecerse. Piensa que si
va a vivir 30 ó 40 años más, es mejor verse bien.
Cuando sale del hospital , luego de la última operación, cruza la calle y la atropella una
ambulancia. Ahora sí muere.
Llega otra vez frente a Dios y pregunta: “Pero cómo, ¿no iba a vivir 30 ó 40 años más?
¿Qué pasó?”
MÁS HUMOR *
¿Cansado de trabajar?... Siempre es bueno que recuerdes:
El año trae 365 días de 24 horas, de las cuales 12 están dedicadas a descansar y hacen
un total de 182 días. Por lo tanto sólo quedan 183 días hábiles para trabajar, menos 52
domingos que no se trabajan, menos 52 sábados que tampoco se trabajan. Quedan un
total de 79 días.
Pero hay cuatro horas diarias dedicadas a las comidas que suman 60 días y por lo tanto
quedan 19 días. Pero como tú gozas por ley de 15 días de vacaciones, sólo te quedan 4
días. Cuenta aproximadamente 3 días al año de permisos o de incapacidad por estar
enfermo y te queda 1 día para trabajar. Pero ese día es precisamente el día del trabajo
que es día de fiesta.
Si viviste de niño o de niña en los 60, los 70, o principio de los 80...¿cómo hiciste para
sobrevivir?
3. Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura a base de plomo.
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4. No teníamos tapas con seguro contra niños en las botellas de medicina, gabinetes,
puertas.
8. Salíamos a jugar con la única condición de regresar a casa antes del anochecer.
10. Nos cortábamos, nos rompíamos un hueso, perdíamos un diente, pero nunca hubo
una demanda por estos accidentes. Nadie tenía la culpa sino nsotros mismos.
11. Comíamos bizcochitos, pan y mantequilla, tomábamos bebidas con azúcar y nunca
teníamos exceso de peso, porque siempre estábamos afuera jugando.
12. Compartíamos una bebida entre cuatro tomando en la misma botella, y nadie se moría
por esto.
14. Salíamos, nos subíamos en la bicicleta o caminábamos hasta la casa del amigo,
tocábamos el timbre o sencillamente entrábamos sin tocar y allí estaba, y salíamos a
jugar.
15. ¡Ahí, afuera, en el mundo cruel, sin un guardián!. ¿Cómo hacíamos? Hacíamos juegos
con palitos y pelotas de tenis en algún equipo que se formaba para jugar un partido;
no todos llegaban a ser elegidos y no pasaba ningún desencanto llevado a trauma.
16. Algunos estudiantes no eran tan brillanes como otros y cuando perdían un año lo
repetían. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo, nadie tenía dislexia ni problemas
de atención, ni hperactivdidad. Simplemente repetía y tenía una segunda ooprtunidad.
La gran pregunta es ¿cómo hicimos para sobrevivir? Y sobre todo para ser las grandes
personas que somos ahora.
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¿Eres tú uno de esa generación? Si lo eres, entonces comparte este texto a tus
conocidos de tu misma generación. Y también a gente más joven, para que sepa cómo
éramos antes... Seguro que dirán que éramos unos aburridos. Pero fuimos unos
CARAJITOS SUPERFELICES.
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CUALQUIER PARECIDO
“Nuestro mundo ha llegado a un estado crítico. Los niños no escuchan a sus padres.
El fin del mundo no puede estar lejos”
(Inscripción jeroglífico de un padre egipcio, alrededor de 2.000 a.C.)
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“Nuestra juventud ama el lujo, está mal educada, se burla de la autoridad y no tiene
ningún respeto por sus mayores. Nuestos hijos hoy son tiranos, no se levantan cuando un
anciano entra en una estancia, contestan a sus padres y son simplemente malos”
(Sócrates, 470-399 a.C.).
“El padre teme a sus hijos. El hijo se cree igual a su padre y no tiene por sus padres ni
respeto ni temor. Lo que él quiere es ser libre. El profesor tiene miedo de sus alumnos.
Los alumnos cubren de insultos al profesor. Los jóvenes quieren rápidamente el lugar de
sus amyores. Los mayores, para no parecer atrasados o despóticos, consienten en la
dimisión, y coronándolo todo, en nombre de la libertad y de la igualdad,
la emancipación de los sexos”.
(Platón (428-248 a.C.)
“Esta juventud está podrida desde lo más profundo del corazón. Los jóvenes son
malsanos y perezosos. No serán nunca como la juventud de antes. Estos de hoy no
serán capcaces de mantener nuestra cultura”.
(Inscripción en una vasija de Babilonia, 300 a.C.)
PENSAMIENTOS
“Rompe una cadena, para que te nazca una ala” (Gonzalo Arango).
“La verdad duele, porque mata en nosotros la mentira en que vivimos” (Gonzalo Arango).
“Sólo dentro de las normas puede moverse libremente el espíritu” (Federico Nietzsche)
“Si no tomamos nada a mal, no sólo seremos intocables, sino también superiores”
(Johannes Müller)
“La mayoría de personas reconocen una oportunidad de negocio sólo cuando ya ha sido
aprovechada por la competencia” (Jay Huenfield).
“Procuremos más ser padres de nuestro provenir que hijos de nuestro pasado” (Miguel de
Unamuno).
“Hay dos cosas en la tierra que son universales: el hidrógeno y la estupidez” (Ley de
Zappa)
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“La felicidad no es una meta hacia la que se marcha, sino un determinado modo de
caminar! (Anónimo).
“Cuando uno sueña solo, no es más que un sueño; cuando soñamos varios, es el
comienzo de una nueva realidad” (Canción brasileña).
“El mérito mayor del hombre consiste, sin duda, en dominar las circunstancias lo mejor
posible y dejarse dominar por ellas lo menos posible” (Goethe).
“El entusiasmo es uno de los mayores activos que hay en el mundo. Es superior al dinero,
al poder y a la influencia” (Henry Chester).
“El factor importante y decisivo en la vida no es lo que nos pueda ocurrir sino la actitud
que asumamos ante lo que ocurra” (Francis Likert).
“¿Por qué desea el privilegio de vivir de nuevo su pasado? Usted comienza una nueva
vida con cada amanecer” (Robert Quillen).
“Vaya hasta donde alcance a ver y cuando llegue allí, se dará cuenta de que puede ver
más lejos” (Proverbio Chino).
“Cuando la mierda valga algo, los pobres nacerán sin culo” (Gabriel García Márquez).
“No puedo, nunca ha logrado cosa alguna. Trataré de hacerlo ha realizado milagros”
(George P. Burnham)
“Todo lo que te sucede trae consigo algo bueno, pero sólo si tú estás dispuesto a
encontrarle la ventaja” (Epictetus).
“Nunca se desanime: a menudo la última llave del llavero es la que abre la puerta”
(Anónimo).
“El mejor momento para empezar de nuevo es... ¡ahora mismo!” (Sabiduría popular).
“Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad” (Proverbio chino).
“Si un negocio te abruma por el principio, comiénzalo por el fin” (Proverbio árabe)
“Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza” (Proverbio
chino).
“Sólo los sabios más excelentes y los necios más acabados son incomprensibles”
(Confucio).
“Las grandes ideas son aquellas de las que lo único que nos sorprende es que no se nos
hayan ocurrido antes” (Noel Clarasó).
“La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada” (Gabriel García Márquez).
“La única cosa que sé es saber que nada sé; y esto cabalmente me distingue de los
demás filósofos, que creen saberlo todo” (Sócrates).
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“La ciencia se compone de errores, que a su vez, son los pasos hacia la verdad”
(Julio Verne).
“La muerte está tan segura de alcanzarte, que te deja una vida de ventaja” (Anónimo).
“Cada criatura al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza
en los hombres” (Rabindranah Tagore).
“Cuando siento una necesidad de religión, salgo de noche para pintar las estrellas”
(Vincent Van Gogh).
“La falta de inteligencia, la pobreza y la carencia de educación son los tres grandes
factores de los crímenes” (Auchner).
“Las buenas costumbres y no la fuerza, son las columnas de las leyes; y el ejercicio de la
justicia es el ejercicio de la libertad” (Simón Bolívar).
“A la república más que orden jurídico ha de importarle la realidad social del orden”
(Manuel Amura).
“La humanidad avanza gracias no sólo a los potentes empujones de los grandes
hombres, sino también a los modestos impulsos de cada hombre responsable" (Green).
“Quien en verdad sabe de qué habla, no encuentra razón para levantar la voz”
(Leonardo Da Vinci).
“El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir”
(Albert Einstein).
“Para obtener éxito en el mundo, hay que parecer loco y ser sabio”
(Barón de Montesquieu).
“Es mejor tener un final horrible, que tener horrores sin final” (Ley de Matsch).
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“Hay gente que cree que el único equipo que se necesita para discutir de religión, es una
boca” (H. Wouk).
“No se puede hablar más que un hombre que no sabe de qué está hablando”
(Ley de Hutchin).
“El amor hace pasar el tiempo; el tiempo hace pasar el amor” (Proverbio italiano).
“La primera vez que amé a alguien empecé a vislumbrar a Dios” (Gloria Fuertes).
“Creo que lo que más alegra a Dios es que el hombre crea en el hombre, porque el que
cree en el hombre lo ama, y el que ama al hombre, ama a Dios... Yo intuyo que Dios se
pone contento cuando el hombre lo ama a él a través de los demás hombres “
(Gloria Fuertes).
“Los mayores deberíamos ir de luto por el niño que hemos matado en nosotros”
(Gloria Fuertes).
“Ante una ofensa, la única actitud digna es pasarla por alto. Si no podemos pasarla por
alto, entonces es mejor superarla. Si no se puede, habrá que reírse de ella. Si no
podemos reírnos de ella... entonces lo más probable es que la hayamos merecido”
(Lope de Vega).
“El hombre necesita de una gran tranquilidad y paz para poder percibir con sus sentidos
alerta la presencia del más callado de todos, a quien damos el nombre de Dios” (Evely).
“No trates de poseer cosas, porque las cosas en realidad no pueden ser poseídas.
Limítate a cerciorarte de que no eres tú poseído por ellas y serás el soberano de la
creación” (A. De Mello).
“Hay dos tipos de educación: la que te enseña a ganarte la vida y la que te enseña a vivir”
(Anónimo).
“El pan que te sobra, es el pan del hambriento; el vestido colgado en tu ropero, es el
vestido del desnudo; los zapatos que no te pones, son los zapatos del que está descalzo;
el dinero que tienes guardado, es el dinero del necesitado; las obras de caridad que tú no
realizas, son injusticias que cometes” (San Basilio).
“No basta con la experiencia personal, hay que llegar a resultados firmes”
(Antonio Hualde).
“Uno debe ser tan humilde como el polvo, para poder descubrir la verdad”
(Daniel Seeberger).
“El amor es el significado último de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento,
es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación” (Rabindranath Tagore).
“Los únicos que disfrutan del ocio son lo que se consagran a la sabiduría” (Sócrates).
“La muralla levantada entre el mundo y yo, la he construido yo mismo” (Sigrid Undset).
“Que hablen más de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen”
(Oscar Wilde).
“Recordad que el hombre permanece en el rincón de la oscuridad por temor a que la luz
de la verdad le deje ver cosas que derrumbarían sus conjeturas” (J.J.Benítez).
“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”
(Pearl S. Buck).
“”He aquí mi secreto: no se ve bien más que con el corazón. Lo esencial es invisible a los
ojos” (Antoine De Saint-Exupery).
“Cásate con un arqueólogo. Cuanto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará”
(Agatha Christie).
“El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir”
(Albert Einstein).
“Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo en vez de aprovecharlo como
aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia” (Santiago Ramón y Cajal).
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“El que se dedica a la venganza conserva frescas sus heridas” (Francis Bacon).
“Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género
humano no escucha” (Víctor Hugo).
CONTENIDO
1. Colombia.
2. Tener Patria.
3. Ésta es mi Patria.
5. La paz.
6. Hablando de paz.
7. Busquemos la Paz.
9. Dos hermanos.
10. El anillo.
12. La encuesta.
15. No te detengas.
16. Reflexión.
21. La no-violencia.
27. No te rindas.
29. Temí
36. La abuela.
44. El aborto.
53. Mujer.
62. La dignidad.
64. El dilema.
68. Si yo cambiara.
74. El ladrillazo.
78. Reportándose.
81. Amistad.
84. Un amigo.
91. El silencio.
162
110. El tornillo.
111. Descubrimiento.
121. El parto.
129. Un hombre.
136. El águila.
142. Maestro.
146. Piensa...piensa...piensa...
147. El alacrán.
153. Pensamientos.