FIGUEIREDO, F. A., La Vida de La Iglesia Primitiva. Curso de Teologia Patristica, 1991
FIGUEIREDO, F. A., La Vida de La Iglesia Primitiva. Curso de Teologia Patristica, 1991
FIGUEIREDO, F. A., La Vida de La Iglesia Primitiva. Curso de Teologia Patristica, 1991
-CELAM-
LA VIDA
DE LA
IGLESIA PRIMITIVA
LA VIDA
DE LA
IGLESIA PRIMITIVA
Bogotá — 1991
CELAM
Título original:
Curso de Teología Patrística I - II - III
A Vida da Igreja Primitiva
Esta obra fue escrita en su original portugués hace poco tiempo, en tres
pequeños volúmenes. Fue publicada por Editora Vozes de Petrópolis; el
CELAM, con la debida autorización del Autor y de la Editora, lo ha
traducido al español y lo ha adaptado en un solo volumen.
PRIMERA PARTE
PREFACIO
5
martirios. Nace la espiritualidad del martirio, en la que Jesucristo es
considerado como el mártir por excelencia. A fines de este siglo,
comienzan a aparecer, con san Ireneo que combate el agnosticismo,
verdaderos tratados de doctrina, representada por los alejandrinos,
Clemente y Orígenes, y por los africanos, Tertuliano y san Cipriano.
Estos dan comienzo a la otra etapa de la marcha de la Iglesia, que será
objeto de la segunda parte de esta obra.
6
INTRODUCCION
1. VISION DE CONJUNTO
7
en el que se difunde. Aceptando o criticando las tradiciones existentes,
el cristianismo no sólo se interroga, sino que también interroga, dando
respuestas sorprendentes. Se compara con otras corrientes religiosas y
con otras concepciones del mundo, de su tiempo, sin embargo, cuando se
considera precisamente lo que hay de común entre ellas, se perciben
claramente las oposiciones.
A modo de definición
8
redactados por la justicia civil, con ocasión de la comparecencia de
los cristianos ante los magistrados romanos.
3. La necesidad de combatir a los herejes y de responderles: la herejía
es la que mueve a los cristianos a responder mediante los escritos.
Pero esto fue siempre con reticencia; se escribe, porque es necesario.
Podría formularse una primera pregunta, acerca del valor de las fuentes,
de los orígenes. En el cristianismo, ese valor se funda indudablemente en
la proximidad del hecho de la Encamación: los escritos bíblicos y los que
llamamos de los Santos Padres se hallan históricamente más cercanos que
nosotros al Verbo Encamado. En ellos obtenemos el testimonio de un
pensamiento y de una vida cristiana que todavía no habían experimentado
9
grandes transformaciones: lo esencial es la experiencia religiosa vivida
por estos primeros cristianos.
10
moldear a Dios a la manera del hombre, para comenzar, en una acogida
agradecida, a reconocerlo en la vida toda de la Iglesia y, más aún, en la
vida toda del hombre. El esfuerzo no se pondrá, por lo tanto, en cómo
llegar a Dios, sino en cómo Dios llega al hombre. Sólo en esta medida
volvemos a las fuentes de nuestra vocación cristiana, de nuestro ser
original.
11
b. División de la era patrística
Teológico
Histérico-político
12
ambiente, y al mismo tiempo, defenderse de otras doctrinas, tales como
el agnosticismo. Ahora, la situación se transforma, y la Iglesia comienza
a gozar de los favores del Estado. El cristianismo es un poder en el Imperio
que va sustituyendo poco a poco a la religión oficial, lo cual se realiza
definitivamente con Teodosio I. Aumenta la convicción de que las cosas
del César, aun siendo distintas de las de Dios, no están separadas, sino,
por el contrario, unidas de tal modo,que las primeras están subordinadas
a las segundas. Poco a poco se modifica la imagen del Emperador: Este
se convierte en representante de Cristo, encargado de conducir la
humanidad a Dios, y preocupado en hacer cumplir las decisiones de los
obispos. Esto obliga al cristianismo a ejercer la función específica que le
era propia a la religión pagana con respecto al Imperio, a saber, la
unificación y consolidación. Ahora bien, para esto, debía resolver:
En estos dos primeros siglos, se distinguen tres períodos. Antes del afio
125, la literatura cristiana se desarrolla dentro de la misma Iglesia. Los
autores, poco numerosos, tienen en vista la edificación y la instrucción
recíproca. Es el ágape en acción, al interior de la comunidad.
13
multiplican, la teología se elabora. Es la apertura ad extra de la literatura
cristiana. En los últimos años del siglo II, hacia el afio 190, una pléyade
de grandes espíritus lleva este esfuerzo al máximo. Es la plena expansión
de la literatura cristiana ante-nicena. Resumiendo, tenemos:
14
d. Período marcado por las luchas trinitarias y, por lo tanto, ya
cristológicas.
2. LA IGLESIA DE JERUSALEN
15
se elabora sobre todo dentro de un marco de pensamiento judío. Nace lo
que comúnmente llamamos “teología judeo-cristiana” o “judeo-
cristianismo”.
16
líderes judíos- de llevar la persecución más allá de Jerusalén, a fin de
extinguir el germen de la herejía (Hch 9,1). En camino hacia Antioquía,
Saulo se convierte. Esto no disminuirá el ímpetu de la persecución, si bien
los judíos se vieron en la necesidad de cambiar de método. Así, el año 44,
Herodes trata de destruir a los jefes de la Iglesia. Después de apresar a
Santiago, el cual fue decapitado, viendo que este proceder alegraba a los
judíos, manda arrestar a Pedro para matarlo (Hch 12,3). Los mismos
esfuerzos se dirigirán después contra la persona de Paulo. La liberación
de Pedro por el ángel, y la muerte del perseguidor impiden la implantación
de este sistema. Los judíos, mientras tanto, no lo abandonan del todo, y
el año 62, el Sumo Sacerdote Ananías, aprovechando la muerte del
gobernador Festus, antes de la llegada de su sucesor, Albino, ordena que
Santiago, el hermano del Señor, sea conducido a juicio. Santiago, que
gozaba de gran respeto y aprecio por parte de creyentes y no-creyentes,
fue colgado en el pináculo del Templo, donde murió.
Dispersión
17
Los estudiosos sostienen las dos tesis. Observamos que los Hechos de los
Apóstoles no mencionan expresamente que la dispersión de los Apóstoles
se debieraa lapersecución.Incluso suponiendo que la partida de Jerusalén
hubiera sido provocada por la persecución de Herodes Agripa, los Doce
ven en este hecho una manifestación providencial. La dispersión, al
menos post factum, fue deseada por ellos. Nunca, en el futuro, los Doce
intentarán reagruparse en Jerusalén o en cualquier otra ciudad.
18
IV, encontramos a los judeo- cristianos instalados en Sión, núcleo
primitivo de la Iglesia, y a los obispos de los gentiles, instalados en el
Santo Sepulcro. San Jerónimo habla tanto de unos como de los otros,
distinguiéndolos como si fuesen dos comunidades coexistentes en una
misma ciudad. Lo mismo vemos en dos cartas de san Gregorio de Nissa
a un peregrino que viaja a Palestina en el año 381. Como lugares santos
le menciona sólo Belén, el Santo Sepulcro, el Calvario y el Monte de los
Olivos, donde Constantino edificó basílicas. Excluye el monte Sión.
Continuando su relación, Gregorio describe la pobre impresión demostrada
por los cristianos de la Ciudad Santa, dividida ésta en muchas sectas.
a. Contenido de la enseñanza
19
b. Vida litúrgica
Los discípulos practican una doble liturgia: la del Templo, a la cual son
asiduos, y otra que les es propia, caracterizada por la celebración de la
Cena. Esta se realiza no solamente en el Cenáculo, sino también en las
casas particulares, teniendo la oración litúrgica un lugar destacado, como
también la lectura del Antiguo Testamento.
3. LA IGLESIA DE ANTIOQUIA
20
Antioquía parece tener ya su autonomía. Además, no había sido fundada
por la Iglesia de Jerusalén, si bien ésta había ejercido bastante influencia
sobre ella. En caso de dificultad, se recurría a la intervención de los
Apóstoles.
4. DIDAQUE5
5 "Didaqué", Catecismo de los primeros siglos. Trad. de Urbano Zilles, Vozes, Pelrópo-
lis, 1970.
21
Historia, que puede dividirse en tres períodos:
Período Idílico
Período de duda
Período reciente
6 ROBINSON, J., “Notes on the Didache”,/. Th. St. V (1904) 579- 589; 411-415.
7 AUDET, J.P., La Didachí, Instructions des Apotres (La Didaqué, Instrucciones de los
Apóstoles), J. Gabalda et Cié., París, 1958.
22
Por otra parte, el título “apóstoles” se aplicaba a personas que tuvieran,
de un modo u otro, contacto con los apóstoles (llamados hombres
apostólicos), y que fundaban y organizaban las Iglesias, y transmitían las
instrucciones que habían recibido de los Apóstoles.
c. Composición de la obra
23
Lo que puede decirse de la Didaqué
División
Se la llama también el libro de las dos vías, por cuanto reduce todos los
deberes de los cristianos a las dos vías: la vía de la vida (I-IV) y la vía de
la muerte (V). El VI es una pequeña conclusión.
24
c. Prescripción disciplinar (XI-XV)
Ella regula:
Estructura de la Iglesia
a. Jerarquía itinerante
Los apóstoles:
25
aún cuadros territoriales más precisos. Su autoridad, pues, no se ejercía
en un plano territorial que les fuese propio, o que excluyese la autoridad
de sus colegas en el episcopado. Ellos eran esencialmente misioneros
itinerantes.
San Pablo llamaa ciertas personas como “mis colaboradores” (Rm 16,21;
2 Co 8,23 ...) y “compañeros de lucha” (Flp 2). La primera carta de
Clemente Romano a esas personas las llamará “eminentes” (XLII,3).
Los Profetas
8 DAUVILLER, J., Les Temps Apóstoliques (Los tiempos apostólicos) II, Sirey, París,
1970, p. 227.
26
enseñar en el espíritu, es decir, de hablar, bajo la inspiración de Dios, un
lenguaje inteligible a los hombres, para edificarlos, exhortarlos, consolarlos
y, en caso necesario, revelarles los misterios. Ocupan una posición de
relieve en la comunidad: son los sumos sacerdotes (XIII), celebran la
Eucaristía (XV), improvisan la acción de gracias (X) y reciben las
subvenciones de la comunidad bajo la forma de primicias. La comunidad
controla su inspiración (XI), pero solamente para comprobar la realidad
de su origen religioso sobrenatural, y no en señal de la inferioridad del
profeta ante la comunidad y sus presbíteros. A la vez que juzgan a la
comunidad, son juzgados por ésta, es decir, son reconocidos como
profetas.
Los doctores
b. Jerarquía sedentaria
27
cristianos, acusados no solamente por causa del incendio, sino también
por “odio a la humanidad” (odium humani generis).
Como Tácito nos lo describe, los cristianos son perseguidos por el hecho
de serlo y por haber destruido la ciudad de Roma.
28
Sin embargo cometería un error quien viese en el Institutum un Decreto
del Emperador promoviendo una persecución general. La traducción
exacta sería más bien: el precedente de Nerón, según el cual se podría
actuar contra los cristianos. El precedente de Nerón estaría significando
que el procedimiento del Emperador constituyó unajurisprudencia, sobre
la cual las autoridades romanas se apoyarían posteriormente. Pero ¿sería
esto suficiente para condenar a los cristianos?
29
Domiciano manifestó mucha crueldad con respecto a mucha gente;
hizo matar un número considerable de nobles y de diferentes tipos
de personas en Roma, sin juicio formal. También muchos hombres
ilustres fueron condenados al destierro fuera de los límites, y ala
confiscación de los bienes, sin motivo alguno. Finalmente, surgió
como sucesor de Nerón, por su odio contra Dios y su lucha contra
El. Fue indudablemente el segundo en declarar una persecución
contra nosotros, aún cuando su padre Vespasiana jamás concibió
malos deseos contra nosotros9.
30
I. LITERATURA DE MUTUA EDIFICACION
(96 -125)
Autor y Fecha
a. Tradición
1 Ver Carta de san Clemente Romano a los Corintios, trad. D. Paulo E. Ams. Vozes,
Petrópolis, 1971..
2 EUSEBIO, HE IV, 23,11, SChr, 31, p. 205
3 ID., HE III, 16; IV 22,1, SChr, 31, p. 120,199.
31
En el tiempo de Clemente - escribe san Ireneo divisiones muy
graves irrumpieron entre los hermanos de Corinto. La Iglesia de
Roma escribió a los Corintios una carta muy importante para re
conciliarlos en la paz, y para renovar sufe y proclamar la tradición
que esa Iglesia había recibido recientemente de los Apóstoles4.
b. Leyenda
32
c. Fecha
d. Finalidad
7 ARNS Pablo Evaristo, Carta de S. Clemente Romano a los Corintios, Intr. p.8.
33
Martirio de Pedro y Pablo
Todavía en el año 96, era impensable que alguien pudiese llegar ante
Dios, sin haber sufrido, como mártir, una muerte por Cristo. Ahora bien,
en lo que se refiere a Pedro y Pablo, encontramos las expresiones: “Llegó
al lugar merecido de la gloria”; “recibió la ilustre gloria".
Doctrina
34
el campo de las virtudes morales y religiosas. Así, el caso de Caín y Abel
es una ilustración de las consecuencias de la envidia. Enoc y Noé son
modelos de obediencia y de fidelidad, así como Abraham y tantos otros,
que enseñaron la humildad y la sumisión (c.4; 9; 3-4; 10 - Abraham); (11
- Lot)... Estos no son santos fosilizados, sino que hacen mejores a sus
descendientes, pues de se trata: “nuestro Padre Abraham” (31,2);
“nuestro Padre Jacob” (4,8)... Existe una filiación que Clemente no
discute, y que se sitúa al nivel más profundo: la continuidad de una actitud
de corazón.
Así se esboza una inmensa familia espiritual que, a través de los siglos,
vive de una misma tradición. En el capítulo 3,1, Clemente escribe:
“Retomemos los acontecimientos desde el principio”. ¿Dónde está este
principio? En el contexto inmediato, trátase de los patriarcas: Abraham,
Isaac y Jacob (31,2). También Clemente recurre al testimonio de Noé
(7,5-6). Finalmente, en 19,2, el “principio propuesto desde el comienzo
son las leyes mismas de la creación”. En el capítulo 50,3, son recordados
todos los que desde Adán “llegaron a ser perfectos en la caridad”.
Desde los orígenes del mundo, las formas con que Dios se relaciona con
la humanidad son las mismas. Existe una sola historia, regida por las
mismas leyes fundamentales: dulzura, paz y humildad. Los paganos y sus
virtudes pertenecen también a esta historia, pues Clemente los cita como
ejemplo (55,1); los dones de Dios son implorados para toda la familia
humana (60,4).
35
Es el mismo y único Dios, Padre de Jesús, quien creó el mundo y escogió
a los patriarcas.
Concepto de Iglesia
Todos forman un pueblo, un “ctnos”, que Dios escogió entre las naciones,
y que deben practicar obras de santidad y que se “revistan de humanidad”
(29,1-3:30,3).
36
cincuenta...”, referencia ésta que no encontramos en la organización de
los ejércitos romanos. Por otra parte,descubrimos en Ex 18,21.25; y Dt
1,15, que en el desierto, el pueblo de Israel tenía ejércitos repartidos bajo
el mando de jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. Este esquema
se repite en 1 Me 3,55, en el libro de Enoc, y sobre todo en los documentos
del Qumran, lo que nos lleva a ver en el texto una concepción que parece
ser más bien bíblica que romana. Es la organización del pueblo en los
campamentos del desierto. Esta misma idea de “peregrina” que se da a
la Iglesia se encuentra en la introducción de la carta:
Composición de la Asamblea
37
Distinción entre Presbíteros y Laicos
38
2. SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA
Obras
Siete son las cartas que escribió. Las tres primeras tienen como tema
agradecer a las Iglesias, a las cuales van dirigidas, por haber enviado
delegados para saludarlo en el camino al martirio.
Una de las cartas es para la ciudad de Roma. Las otras tres van dirigidas
a otras comunidades, solicitando que las Iglesias destinatarias envíen
39
delegados a la Iglesia de Antioquía para felicitarlos por la paz alcanzada.
La carta a la Iglesia de Roma:
La expresión “Cristianismo”
12 ARNS, Pablo Evaristo, Cartas de S. Ignacio de Antioquía, Petrópolis, Ed. Vozes, 1970
p.13.
13 La invocación de Cristo como Dios en Rm 3,3: “Ninguna ostentación es buena, pues
nuestro Dios, Jesucristo, aparece más desde que está oculto en el Padre", es uno de los
textos de suma importancia para la Cristología primitiva, pues poquísimas veces en la
literatura de entonces Cristo es directa y explícitamente llamado Dios.
40
Flp 6,1: “Si a pesar de todo alguien viniera como interpretaciones
judaizantes, no les prestéis oído... Es mejor oír doctrina
cristiana (cristianismo) de los labios de un hombre
circuncidado, que la ley judaica de un no-circuncidado”.
Cristología
41
del drama escatológico está todavía por venir, pero que el evento
escatológico de laParusía, ya se dio en la vida histórica de Jesús (Flp 9,2;
Magn 9,2).
Como en san Juan, la unidad de los dos modos de ser en Cristo, Logos y
Sarx, está llena de tensión. Tiene un fuerte énfasis en ambos polos,
particularmente frente a las tendencias separacionistas de los docetistas
y de todos aquellos que, en vida del Apóstol, pretendían disolver a Cristo
(1 Jn 4,3). Para oponérseles, Ignacio inserta en las expresiones apostólicas
sobre la Encamación un “completo” (Smim 4,2) o “genuino” hombre
para excluir toda alusión a “semejanza” (to dokein).
La visión de una jerarquía en tres niveles que nos ofrece san Ignacio es
comprensible, si la consideramos a la luz de su concepción de la Iglesia,
descrita como misterio vivo unido a Cristo. Por esto es necesario que
reflexionemos primeramente sobre la Iglesia, para así comprender mejor
las funciones del obispo y su autoridad. El tema sobre la autoridad dará
motivo más adelante a un capítulo especial.
42
Esta unidad y “caridad armoniosa”, signo del misterio trinitario, se
concretizan en la comunión con su obispo, con las demás comunidades
cristianas y en la lucha contra las herejías. Esta concordancia fundamen
tal y esta unidad intrínseca es precisamente lo que Ignacio destaca de la
Iglesia Católica. A los fieles de Esmima les escribe: “Donde quiera que
se presente el obispo, allí también debe estar la comunidad, al igual que
la presencia de Jesucristo nos asegura la presencia de la Iglesia Católica”
(8,2). La expresión católica no sólo desgina la presencia de la Iglesia en
todas partes, sino sobre todo el hecho de ser ella el signo de la unidad y
de la verdad de Dios. Cuanto más ella transparenta la verdad y la unidad
divinas, tanto más proclama ella su catolicidad.
La Iglesia es, por lo tanto, una realidad divina y espiritual, que se hace
presente en la historia, mediante el sistema episcopal al igual que el
prebiterado y el diaconado. En otras palabras, la jerarquía de la Iglesia es,
ella misma, la proclamación del misterio de Dios. La fuerza fundamental
de la estructura jerárquica nace de la exigencia, en la Iglesia, de comunión
con Dios y con los hermanos en el servicio al Evangelio. La jerarquía es
signo, en la comunidad de los hermanos, de la verdad y de la unidad de
Dios.
A fines del siglo I y comienzos del II, la Iglesia tiene conciencia viva de
que la función ejercida por los Apóstoles es esencial a su vida. Y los
obispos serán siempre respetados como sucesores de los Apóstoles, en
cuanto perpetúan esa función en la Iglesia de Cristo.
Por lo tanto, para san Ignacio, el obispo es, en la Iglesia de Cristo, signo
de unidad y comunión en la caridad. Esta es función esencial a la Iglesia,
43
la cual se desdobla en otras dos: la de gobierno y la de enseñanza. Todo,
sin embargo, está ordenado a la edificación de la Iglesia y a la santificación
de sus miembros. El punto culminante es la Eucaristía.
Varios son los textos en que san Ignacio relaciona al obispo a Dios Padre:
44
solicitud de la Iglesia local, en cuanto ejercen su ministerio en comunión
con él.
2. El obispo, maestro de la fe
Para expresar esta función, san Ignacio emplea ocho veces el término
eyosis (unión, unidad), y diez veces el término énotes (unidad), que
significan dos aspectos característicos:
45
3. EL SACERDOCIO
El sacerdocio israelita
Existe toda una evolución del sacerdocio dentro del Pueblo de Israel.
Antes de que las funciones sacerdotales fueran complejas, encontramos
a los patriarcas, cabezas de familias o de grupos de tribus, que ofrecen
sacrificios (Gn 22,2;31,54). Posteriormente, esas funciones serán
desempeñadas por un grupo de la tribu de Levi (Je 17,9-13). A ésta se la
considerará la tribu sacerdotal, de tal manera que, en la repartición de la
Tierra Prometida, Leví no recibirá una parte propia: “Jahvé mismo es su
parte” (Dt 18,1-8; Nm 18,20-24). Con la aparición del sacerdocio
levítico, no desaparece el sacerdocio natural. Subsiste junto a aquél
durante muchos siglos. Lo que podemos comprobar, por ejemplo, en el
rito de la cena pascual celebrado por el jefe de familia.
46
Después del destierro de Babilonia, se observa una espiritualización del
sacerdocio. A todo el pueblo de Israel se le considera un pueblo
sacerdotal, lo que no impide, sin embargo, que algunos ejerzan esta
función en nombre de la comunidad: son los hijos de Sadoc quienes, en
la comunidad, tienen la presidencia y ocupan un papel relevante en las
decisiones tomadas como pueblo.
Existe una diferencia entre los profetas, los jueces, los reyes y el sacerdote
levítico. Mientras los primeros reciben un llamado especial de Dios y son
agraciados por El con dones particulares, el levita es sacerdote, por el
simple hecho de ser miembro de una tribu y familia sacerdotales. A este
propósito, puede hablarse de una vocación- llamado sólo en el sentido de
que la providencia divina ha intervenido en su nacimiento.
47
edificio espiritual para un sacerdocio santo...”. En el v. 5, la mención “por
Jesucristo”, indica que gracias a Cristo y por su unión con El, los cristianos
rinden a Dios un nuevo culto. En Ap 1,5-6 y 5,10, es Cristo quien hace
de los cristianos un “reino de sacerdotes”. Así como Israel era un pueblo
sacerdotal entre los demás pueblos, también lo es ahora la Iglesia. Pero
en Israel, había un sacerdocio propiamente dicho. No podemos, pues,
dejar de ver en esto un preanuncio del sacerdocio cristiano.
49
sacrificio incruento, que substituye a los sacrificios cruentos de los judíos,
que dejaron de celebrarse después de la destrucción del Templo, en el afio
70.
Por otra parte, al hablar la Didaqué de los profetas, los llama “Sumos
Sacerdotes”. En un pasaje anterior, parece indicar que esos profetas
toman parte en la celebración eucarística (10,7). La celebran a la manera
de los judíos: bendicen y dan gracias sobre el pan y el cáliz. Según todo
parece indicarlo, debido a las repetidas celebraciones eucarísticas,
entendidas como proclamación y memorial de la Pasión de Jesucriso, los
profetas aparecen como quienes poseen una función sacerdotal, de la cual
la comunidad toma conciencia.
20 CLEMENTE ROMANO, que raras veces se refiere a la Eucaristía, la relaciona con los
datos sacrificiales del A.T.: Cf. op. cit. 40.41; cf. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta
a los fieles de Esmirna, 1.1, op. cit. p. 80; Carta a los fieles de Filadelfia, 3.4, p. 71 s.
Para san Ignacio, la Eucaristía evoca la Encamación y los sufrimientos de Cristo, su
Pasión y muerte, su cruz redentora.
50
Sacerdote (36,1; 61,3; 64,1). No llega a hablar de los ministros como
sacerdotes, sin embargo éstos ejercían funciones consideradas cultuales.
En los escritos de san Pablo y de san Lucas, vemos que los Apóstoles no
ejercen solos su ministerio. Desde el principio tienen colaboradores.
La primera serie de colaboradores son los Siete (Hch 6). A primera vista,
los siete son designados para un servicio que, posteriormente, sería
51
comprendido como el de los diáconos: “servir las mesas” y atender a las
viudas. Pero si leemos el texto con más atención, caemos en la cuenta de
que de estos siete sólo se sabe una cosa: son predicadores entre los griegos.
De Esteban sabemos solamente que predicaba en las sinagogas de los
helenistas; de Felipe, que evangelizaba al eunuco y a los saman taños. Sus
funciones son idénticas a las de los Apóstoles, sólo en relación con el
mundo griego.
Muy pronto aparecen en los Hechos de los Apóstoles, los Ancianos (Hch
11,30; 15,2; 16,4), asociados a los Apóstoles. En Hch 21,18 aparecen
agrupados en tomo a Santiago. La comunidad se estructura a la manera
judaica, teniendo como responsable a Santiago y a los ancianos, sus
colaboradores en la dirección de los fieles. El año 44, la Iglesia de
Antioquía envía su óbolo “a los ancianos” (Hch 11,29 s),y en el año 50,
durante el Concilio de Jerusalén, estaban reunidos “los Apóstoles y los
ancianos” (Hch 15,6).
52
suscita, y que deben ser reconocidos como tales por la comunidad23. Lucas
no se refiere, pues, a una institución propia de los profetas. Insertados en
la comunidad, son reconocidos por ella como movidos por el Espíritu
Santo, que la conforta y la vigoriza.
53
4. LA SUCESION DE LOS APOSTOLES
54
la Iglesia de Jerusalén, con un pariente del Seflor frente a la comunidad.
25 Es significativo el hecho de que san Ireneo considere a los Apóstoles como las doce
columnas de la Iglesia, como correspondiendo a las doce tribus de Israel: Adv. Haer.
IV, 21,3, SChr 100, p. 683. En otro pasaje, san Ireneo dirá: “La Iglesia... tiene su firme
comienzo de los Apóstoles": Adv. Haer. III, 12,7; SChr 211, p. 212.
26 TERTULIANO, De Praescriptione haeresis, 21,4; CSEL LXX, p. 25: “Las iglesias
provienen de los Apóstoles, los Apóstoles de Cristo y Cristo de Dios".
55
sucesión apostólica, debe tenerse presente la cuestión de la presidencia
en la eucaristía. Ahora bien, el documento que ofrece mejores condiciones
para este análisis es la Didaqué.
56
Los Obispos presiden la Eucaristía
57
presidencia se hacía normalmente por rotación. Se produjo entonces un
doble desarrollo:
Ahora bien, si en tan corto tiempo llegué a tener tal intimidad con
vuestro obispo, no en sentido humano sino espiritual, cuánto más
debo felicitaros por estar tan profundamente unidos a él, como la
Iglesia a Jesucristo y como Jesucristo al Padre, para que todas las
cosas estuvieran en sintonía en la unidad... (5,1'f9.
29 Cf. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Efesios, 6,1-2, op. cit. p. 42.
58
la preside para que pueda ser la oración unánime de la asamblea de los
fieles. Más aún, la oración de toda la comunidad, presente y ausente. En
una palabra, el obispo es la unificación de la comunidad, es decir, es ¿1
quien capacita a la comunidad para actuar como comunidad. Gracias a él,
la comunidad es una y entera30.
59
al ejercicio de la función apostólica, sobre todo la de ser signo de
unidad eclesial en Cristo. Ignacio evoca la realidad de la carne y del
espíritu para desarrollar mejor esta verdad: Cristo es la cabeza de la
Iglesia según el espíritu; el obispo lo es según la carne.
Entre los aflos 170 y 190, hombres eminentes, como Hegesipo e Ireneo,
insisten en la sucesión de los obispos a partir de los Apóstoles. Esto
constituirá el fundamento y garantía de la Tradición apostólica, que se
opone a la tradición secreta de la gnosis. Con la sucesión de los obispos
se quiere asegurar una sucesión ininterrumpida de la verdadera doctrina.
60
Ireneo presenta una sucesión que viene de los Apóstoles, hasta el obispo
de su tiempo, Eleuterio. Hacia el año 180, contamos con una lista
episcopal para la Iglesia de Roma.
61
la sucesión episcopal de todas las Iglesias sería muy molesto. Por lo tanto,
tomaremos la Iglesia más importante, más antigua y más conocida de
todos, la que los dos gloriosos apóstoles Pedro y Pablo fundaron y
establecieron en Roma (111,3.2).
62
Los textos de Hegesipo e Ireneo hablan de la Tradición apostólica
conservada y transmitida gracias a la sucesión episcopal. Ireneo acentúa
también la necesidad de escuchar a los presbíteros-obispos en la Iglesia
por cuanto ellos tienen el carisma de la verdad36. Con esto, quiere hacer
resaltar que la sucesión de los presbíteros es condición esencial para una
lectura correcta de las Escrituras. La Sagrada Escritura es espiritual, y
leída en la fe conduce al cristiano a Cristo, y alimenta su verdadera
vocación.
El ministerio de Pedro
63
predicó entre los gentiles, principalmente a los más notables para saber
si corría o había corrido en vano” (Ga 2.2).
Estos textos, entre otros, como por ejemplo el del Evangelio de Juan, en
el que en la pesca milagrosa, es el discípulo amado el que reconoce a
Jesús, pero es Pedro el primero en encontrarlo, quieren expresar, si bien
de manera no muy precisa, una función especial que está reservada a
Pedro. Es lo que refleja también el texto del IV Evangelio, cuando Jesús
dice a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?” (Jn
21,15 s). Pedro recibe el encargo de apacentar sus corderos, como
sugiriendo el encargo de la dirección de la comunidad.
64
Toda la misión eclesial de Pedro se fundaba en el amor incondicional al
Resucitado. Su función, por lo tanto, no le es propia, sólo puede existir
en la medida en que se mantenga dependiente del Espíritu del Señor. Es
la fuerza de Dios la que lo guía, y no un interés humano, cualquiera que
éste sea.
65
Vaticano o al camino de Ostia, encontrarás los trofeos de los que fundaron
esta Iglesia”37.
El ministerio de Pablo
A Pablo le corresponde extender la Iglesia más allá del pueblo judío, a fin
de acoger también a los gentiles. Su vocación la exponen los Hechos:
“Porque este hombre es para mí un instrumento escogido para que lleve
mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel” (9,15). El
propio Pablo, cuando se encuentra frente al rey Agripa y al gobernador
Festus, recuerda las palabras que le dirigió Ananías con ocasión de su
bautismo: “El Dios de nuestros padres te ha predestinado para que
conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz de sus labios, pues
le has de ser testigo ante todos los hom brcs” (Hch 22,14s). En otro pasaje,
el propio Resucitado le dirá: “Yo te escogí de en medio del pueblo y de
los gentiles, a los cuales ahora te envío para que les abras los ojos y para
que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios,
y para que reciban el perdón de sus pecados y una parte en la herencia entre
los santificados, mediante la fe en mí” (Hch 26,17s).
Pablo recibe, por lo tanto, una tarca que no es diferente a la de los otros
Apóstoles, pero que consistirá sobre lodo en ser él señal de esta apertura
de la Iglesia al m undo. Esta no se opone a la m isión de Pedro. Al contrario,
Pablo no quiere apartarse de Pedro. Va a Jerusalén para presentar a los
“más notables” el Evangelio que él predicaba entre los gentiles, “para
saber si corría o había corrido en vano” (Ga 2.2). Cristo mismo deseaba
66
para su Iglesia tanto a Pedro como a Pablo.: “El que actuó en Pedro para
hacer de él un apóstol de los circuncisos, actuó también en mí para
hacerme apóstol de los gentiles” (Ga 2,8).
Pablo en Roma
67
de san Ireneo, que fundamenta la dignidad de la Iglesia de Roma, por el
hecho de haber sido “los dos muy gloriosos Apóstoles Pedro y Pablo los
que la fundaron y la establecieron”38.
68
deduce de las palabras de san Ireneo, cuando desea establecer la sucesión
episcopal de las diversas iglesias: “Tomemos la Iglesia más importante,
más antigua y más conocida de todos”.
Relación Corinto-Roma
a. Intervención fraterna
69
también para nosotros mismos es una advertencia: pues nos encontramos
en el mismo campo de batalla, y la misma lucha nos aguarda” (7,1).
La cuestión pascual
Entre los años 154 y 165, bajo el pontificado de Aniceto, Policarpo fue
70
a Roma a fin de tratar algunas cuestiones candentes entre la Iglesia de Asia
Menor y la de Roma. ¿Cuáles son estas cuestiones? Algunos estudiosos
piensan que son las mismas que, posteriormente, fueron discutidas por el
Papa Víctor y el obispo asiático Polícrates, a saber, la fecha de la
celebración de la Pascua.
71
b. Protesta de los obispos asiáticos
c. Respuesta de Roma
Sin embargo, la actitud asumida por Víctor no agradó a todos los obispos,
quienes le aconsejan , más bien, “velar por la paz, por la unión con el
prójimo, por la caridad ...: ellos se dirigen a Víctor de modo bastante
enérgico” (n.9). Entre esos obipos se encontraba el obispo de Lyon,
Ireneo, quien escribe al obispo de Roma en nombre de su comunidad de
la Galia. “Establece, de partida, que es necesario celebrar en el día
domingoci mislcriodelaRcsurrccción del Señor; luego exhorta a Víctor,
72
de manera muy adecuada, a no separar las iglesias de Dios, aquéllas que
conservan la tradición de una antigua costumbre...”.
73
la Pascua se celebraba todos los domingos. Años más tarde, en tiempos
de Poh'crates y Víctor, la Iglesia de Roma ya tenía un día fijo para la
Pascua, que era el domingo después del 14 de Nisán. Se conservaba la
tradición antigua del domingo, y se evitaba una práctica considerada muy
judaizante.
74
7. AUTORIDAD EN LA IGLESIA
Datos bíblicos
Jesús escoge a los Doce y los asocia a su obra. Pasando de los Doce a los
Apóstoles, se comprueba que la autoridad que Jesús les atribuye: “Quien
a vosotros escucha, a mí me escucha” (Le 10,16s), no se define de modo
jurídico, sino que es esencialmente doctrinaria, fundada sobre el testimonio.
En efecto, a cada discípulo de Cristo, o sea, a “todos los que lo recibieron,
dióles el poder (exoysia) de ser hijos de Dios” (Jn 1,12). En la comunidad
cristiana, todos pueden participar de esta autoridad, que no se concentra
en las personas que ocupan algún cargo de gobierno. Todo Cristiano
recibe, en el testimonio de Cristo, por el hecho mismo de dar testimonio,
la autoridad que le viene por ser hijo en el Hijo de Dios.
75
llama la comunidad de Corinto, como su propia iglesia, “Iglesia de Dios”.
Declara que los cristianos de estas dos localidades forman una comunidad,
no en nombre de Pedro, de Pablo o de Clemente o de otro personaje
humano. Ellas son la Iglesia de Dios. Sus fundamentos no son meramente
temporales, sino que, inserta en el tiempo, busca ser algo mucho más
radical: ser, en la visibilidad histórica, la manifestación de la voluntad de
Dios. Como lo dirá Clemente, como desdoblando el término “Iglesia de
Dios”, iglesia que peregrina en Corinto: “a los escogidos santificados
según la voluntad de Dios”45.
Entre estas funciones, san Clemente destaca las de los obispos- presbíteros.
Esta fue transmitida por Cristo a los Apóstoles, en cuanto El es el enviado
de Dios. Los Apóstoles, a su vez, “establecieron a los arriba mencionados
(obispos), y les dieron además, instrucciones, en el sentido de que,
después de su muerte, otros hombres de probada virtud les sucediesen en
76
su ministerio”4647
. Configúrase así lo que se llamará la teología del Envío.
Pues bien, si en tan corto tiempo tuve tal intimidad con vuestro
obispo, no en sentido humano sino espiritual, cuánto más debo
felicitaros por estar tan profundamente unidos a él, como la Iglesia
a Jesucristo y como Jesucristo al Padre, para que todas las cosas
marchen en sintonía en la unidad17.
77
siempre más hacia lo que le es esencial, manifestando al hombre lo que
no puede nombrarse. Es tratar de leer en los acontecimientos, en los
hechos y en las realidades, la verdad misma que, en último análisis, sólo
puede reconocerse en el silencio de Dios.
78
querella pascual, en la que, como ya vimos, el Papa Víctor quería que la
Iglesia de Asia Menor se conformara con las mismas costumbres de la
Iglesia de Roma. Gracias a la intervención de san Ireneo, se reavivó en
la Iglesia la idea de que la diversidad de ritos y costumbres, en lugar de
quebrar la unidad, son la prueba de la unidad de fe en la Iglesia.
52 IRENEO DE LYON, Adversas Haereses, IV, 11,2; IV, 20; SChr 100, p. 500, 650.
79
sirve” (Le 22,26). No sin razón, la nueva comunidad se llamará
“fraternidad”. Todos tendrán como actitud fundamental el mandato del
Señor: “Si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también
vosotros debéis lavaros los pies unos a otros” (Jn 13,14. Todos se
considerán siervos unos de otros.
80
II. LITERATURA CRISTIANA “AD EXTRA”
(125-190)
1. SIGLO II
Aspecto histórico
81
Dios”. Comprometíanse por medio de una promesa “no para algún
crimen, sino para no cometer robo, pillaje, adulterio, para no negar
la fe jurada y un depósito reclamado”.
82
de los cristianos, dirigida a Marco Aurelio y a su hijo Cómodo, ve
la autoridad local sobrepasada por la población57.
83
Símaco, de Teodocio y de Aquila, y aparece un movimiento herético
llamado gnosticismo.
Los mártires de Lyon, el aflo 177, bajo Marco Aurelio, son conocidos por
una carta dirigida por los “servidores de Cristo que peregrinan en Viena
y Lyon, en la Galia, a los fieles que están en Asia y en Frigia”58.
84
Los cristianos frecuentan los baños públicos, lo que indica un cambio
de mentalidad en los cristianos, con respecto a las costumbres
vigentes en el siglo I.
b. Carta a Diogneto
El ideal para los cristianos no es, pór lo tanto, una sociedad en la que exista
una élite, formada por ellos, separada de los otros hombres. El autor, muy
por el contrario, incita a Diogneto a ver en los discípulos de Cristo no una
indiferencia para con el mundo. En toda nación, si se consideran
extranjeros, no se empeñan menos en realizar sus deberes de ciudadanos,
asumiendo las tareas comunes a todos. Los cristianos no se diferencian
de los demás hombres, ni por su hablar ni por su manera de vestir. Están
distribuidos en las ciudades griegas o bárbaras, según les toca en suerte,
conformándose a las costumbres locales en el vestir, en la alimentación
y en la forma de vivir. “Obedecen a las leyes establecidas, superándolas,
sin embargo, por la vida” (V.10).
85
Esta inserción no significa un confinarse dentro de los límites de esta
sociedad. He aquí la paradoja: la superan, sin alejarse de ella ni
menospreciarla. Se ubican en el cumplimiento de las instituciones
existentes, pero sin dejar de mantenerse sintonizados con la vida, que es
más que todas ellas. Ellos se amoldan a las estructuras, pero como
forasteros, es decir, sin dejarse ahogar por ellas. Estas se constituyen, para
ellos, en posibilidad de aprender la riqueza de la vida, que es más que
ellas, sin dejarlas de lado. Son para ellos la vida de apertura del Misterio
de la vida en Dios. Por esto, el autor declara: “Toda tierra extraña es patria
para ellos, y toda patria, tierra extraña” (V,5). Ellos se someten a las
instituciones locales, en la libertad de los hijos de Dios, pues nada les
puede impedir ser “ciudadanos del cielo”. A ejemplo de Cristo, la riqueza
del cristiano está en amar a los que lo persiguen, en ser pobres enriqueciendo
a muchos. Nada poseen y abundan en todo. Su manera de ser en la vida
consiste en disponerse a la acogida de Dios, en el silencio misterioso y
perturbador de la Vida. Esta es su pasión, y nadie se la puede quitar. Ella
se alimenta de lo cotidiano en lo rutinario y en los momentos menos
comunes.
61 “Quien quiera que dé testimonio de la verdad, sea por palabras, sea por hechos o
esforzándose de algún modo en favor de ella, puede llamarse, con todo derecho
“testigo” (mártir). Pero el nombre de “testigo”, en sentido propio (es decir, “mártir"),
la comunidad de los hermanos, impresionados por la fuerza de ánimo de los que
luchaban por la verdad o por la virtud, hasta la muerte,acostumbraron reservarlo a los
que dieron testimonio del misterio de la verdadera religión con la efusión de su sangre",
ORIGENES, Commenlo al Vangelo di Giovanni (Comentario al Evangelio de Juan),
II, 210, ÜTET, Torino, 1968, p. 267.
86
2. IDEAL CRISTIANO DEL MARTIRIO
87
El mártir cristiano se siente interiormente libre para abrazar los suplicios
y la muerte, de tal modo que todo se transforma para él, no solamente en
una nueva posibilidad, sino en la esperanzada certeza de encontrarse en
Dios. El mártir experimenta la libertad, no fundamentándola en razones
o ideas meramente humanas, sino porque descubrió lo que es ser libre en
el Dios de Jesucristo. “Cuando haya padecido - dice san Ignacio - me
sentiré libre en Cristo Jesús, y en El resucitaré libre”47. Por esto, en la hora
del martirio, el mártir es capaz de entonar himnos, de estar “lleno de
alegría y de felicidad, como si fuera invitado a una fiesta"48.
88
El martirio se coloca así en la propia lógica del bautismo. Es consecuencia
de la adhesión total a Cristo. Por esta razón, los que renegaban de Cristo
ante los tribunales eran tenidos como “un grupo de los que jamás tuvieron
un átomo de fe, ni de comprensión de lo que fuera la pureza bautismal”72.
Se podría decir que éstos fueron bautizados en el agua, pero no en la fe
de Cristo.
p. 185,191,263. San Agustín dirá: “No es el sufrimiento sino la causa loque hace a los
verdaderos mártires”, in Ps 34; Sermo 2,13; Pl 36,34.
72 Carta de la Comunidad de Viena y Lyon, V, 1,48, p 19.
89
Su camino hacia el martirio es comparado con el del catecúmeno que se
prepara al bautismo, recibiéndolo todo de Dios. El martirio sería la
realidad del bautismo, llevado a sus últimas consecuencias, y el momento
culminante de la imitación de Jesucristo. Es la característica de su
expresión: “Permíteme ser un imitador del sufrimiento de mi Dios”73. El
martirio es, pues, la expansión del sacerdocio cristiano, en su oblación a
Dios en favor de los hermanos. Es “morir para paticipar de su pasión”74.
3. LAS CATACUMBAS
(Consideraciones generales)
90
Catacumba era el nombre que se daba a la depresión existente frente al
circo de Majencio, en la vía Apia, entre las dos colinas, donde actualmente
se encuentran el cementerio de san Calixto y la tumba de Cecilia Metella.
El primero en emplear ese nombre fue el Cronográfico, el año 354” para
designar el cementerio de san Sebastián. A partir de entonces se lo
empleará para designar los cementerios cristianos. En el siglo IX, ya la
denominación catacumbas está ampliamente difundida.
Si bien es cierto que las más famosas y extensas catacumbas son las de
Roma, éstas pueden encontrarse en otras regiones, como en Asia Menor,
Norte de Africa, Malta e incluso en algunas otras ciudades europeas,
como por ejemplo, París. En Roma, fueron construidas generalmente a
lo largo de las grandes vías romanas, en las afueras de la ciudad. Fueron
unas cuarenta catacumbas, de las cuales, las principales fueron la de san
Calixto, Pretéxtalo y san Sebastián, todas en la vía Apia; santa Domitila,
en la vía Ardeatina; santa Inés en la vía Nomentana, y santa Comodila en
la vía Ostia.
91
b) Las catacumbas son cementerios oficialmente registrados por el
poder civil, y no obstante ser considerados lugares sacrosantos, eran
clausurados por el Estado y por la policía, en tiempo de persecuciones.
92
La iglesia familiar
82 Cf. MOHRMANN, CHR.; Les dénominations de l'Eglise en tanl qu' "edifice" (Las
denominaciones de la Iglesia en cuanto edificio), R.Sc.R. XXXVI (1962), 155-174- cf
RORDOFF, “Que savons-nous des lieux de cuite chrétien avant Constantin?” (¿Qué
sabemos de los lugares de culto cristiano antes de Constantino?) in R. Orient Syrien
(1964), p. 39s.
93
4. EL GNOSTICISMO
94
frente de los destinos terrestres del mundo. Los arcontes habrían inducido
a los hombres a los vicios, y en la medida en que éstos no se entregaron
a todos los vicios, estarían sujetos a reencarnaciones sucesivas. Por esto,
sus discípulos enseñan una ética licenciosa y la transmigración de las
almas. Para ellos, Jesús habría nacido por una generación natural.
Uno de los gnósticos asiáticos más conocidos fue Marciano (85- 160).
Nació en Sínope, en la costa meridional del Mar Negro. Hijo del obispo
cristiano del lugar, tuvo una buena formación intelectual. Debido a sus
enseñanzas sobre dos dioses y el rechazo del Antiguo Testamento,
vinculado al dios inferior, fue condenado por su propio padre. Su tesis
principal era que el Evangelio cristiano se reducía al Evangelio del amor,
y que abolía toda la ley. Mientras el Antiguo Testamento se vincula al
Dios creador, inferior y malo,ya que creó al hombre débil y mortal, el
Nuevo Testamento es la manifestación del Dios de la misericordia, lleno
de amor. Nada hay de común entre ambos. El primero, el Demiurgo, se
relaciona con la materia, considerada elemento negativo. El segundo es
el Dios desconocido , revelado por Jesucristo, muerto y resucitado, san
Justino escribe: “Marciano del Ponto, que también enseña hoy, profesa
la creencia en un Dios superior al Creador”83. San Ireneo añade: “Marciano
blasfema contra el Dios anunciado por la ley y los profetas, diciendo que
es el Creador de cosas malas, amigo de las guerras, incierto en sus
designios, y se contradice. Jesús fue enviado por el Padre que está por
encima del creador del mundo, para abolir la ley y los profetas y todas las
obras del Dos que hizo el mundo, al cual El domina, el Cosmocrátor”84.
95
y un régimen ascético riguroso, por el cual se renunciaba al matrimonio
y se orientaba por una disciplina comunitaria severa, pero adaptada a las
necesidades de sus discípulos.
96
entiende, sin embargo, como liberación de esta situación camal, en laque
el hombre se encuentra actualmente encerrado. El sufrimiento de esta
alienación lo lleva a suspirar por las realidades celestes, a las cuales él
pertenece por naturaleza. Esta reintegración se realiza gracias a la
verdadera revelación o gnosis, reservada a los espirituales puros.
97
organizarse en la elaboración de la canonicidad de la Biblia, y en su
unidad y universalidad. Provoca también el surgimiento de las primeras
reflexiones teológicas y doctrinales, como'las de san Ireneo, Tertuliano
y Orígenes. En el campo filosófico suscita laaparición del neo-platonismo.
A pesar de no tener éxito, seguirá presente en la historia, a través del
maniqueísmo y en otros movimientos como el de los cátaros.
Rasgos biográficos
98
hombre con Dios, se realiza plenamente en la doctrina cristiana. Y esto
no como el resultado del puro esfuerzo del hombre, si bien éste no se
excluye, sino gracias a la acción del Espíritu Santo.
Obras
a. Antigüedad de la Biblia
85 EUSEBIO, HE IV, 18,1; SChr 31, p. 195: “Dejó un gran número de obras que dan
testimonio de un espíritu cultivado y celoso de las cosas divinas”.
86 Cf. JUSTINO, 1 Apol, 59; BAC 116, p. 248.
99
b. Argumento profético
Justino presenta las profecías cumplidas por el mismo Cristo (1 Apol 34-
39); otras que se cumplen en la vida de la Iglesia. Por las profecías, Justino
trata de probar que Jesucristo, fundador de la religión cristiana, es el Hijo
de Dios, enviado a transformar y restaurar la humanidad. Su preocupación
es, pues, presentar al Cristianismo como la revelación del Dios único.
Es el tema principal del Diálogo con Trifón. Tritón, según Eusebio, habría
sido el más célebre de los hebreos de ese tiempo. Actualmente, empero,
se considera a Trifón no como un personaje histórico, sino como el
prototipo del judío, tal como era visto en ese entonces.
Mientras para el mundo pagano Justino habla del Dios único, para los
judíos desarrolla la Cristología. En este sentido tenemos los siguientes
puntos:
100
de Jesús. Por este motivo, él no utiliza la Biblia judaica sino la versión de
los Setenta. O bien usa las antologías compuestas para la catequesis, que
contienen grupos de textos bíblicos según tal o cual tema. En estas
antologías, encontramos, por ejemplo, las pruebas mesiánicas de Cristo;
los textos anti-sacrificiales, anti-legalistas, etc., lo cual refleja las
interminables discusiones con el mundo judaico.
Transcendencia de Dios
87 HYDAHL, N., Philosophie und Christentum, eine Interpretaban der Einleitung zum
Dialog Justins (Filosofía y cristianismo, una inteipretación de la Introducción al
Diálogo de Justino), Copenhague, 1966, p. 186. Considerando este pasaje de Justino,
observa: “La definición de lo existente en Diálogo 3,5 es una de las mejores demos
traciones de que Justino conocía el Platonismo medio”.
101
Aún cuando algunos estudiosos sugieren que ¡apalabra theon ha sido una
substitución de to on, el sentimiento de aprobación del anciano a la
respuesta de Justino*8, indica que éste quiere manifestar la semejanza del
concepto de ser de Platón -entendido como Dios- con la fe cristiana del
89. De aquí, su tentativa de llegar al concepto cristiano de Dios,
anciano88
a través de la concepción platónica de la divinidad, según el cual, Dios
habita en los espacios superiores, es totalmente transcendente a todas las
“formas”, y no constituye sino la “forma” más elevada.
Adoptada por Albino y los platónicos del siglo II, esa concepción fue
asumida también por Justino quien, hablando en el Diálogo de un Dios
supraceleste, afirma: “Aquel que permanece siempre sobre las esferas
celestes, y a quien nadie lo ha visto, que nunca habló por sí mismo,
nosotros lo conocemos como Creador del Universo y Padre” (Dial. 56,1).
Así Dios es colocado por encima de toda realidad terrestre, que no lo
puede contener, como afirman Atenágoras y Teófilo, para quienes la
transcendencia de Dios expresaría precisamente el hecho de que no se lo
puede contener en ningún lugar.
102
Una de las conclusiones a la que Justino llegará, deduciéndola del
principio de la trascendencia, es que Dios no crea directamente el mundo,
sino que lo crea, mediante su Hijo: visión ésta que, proponiendo la
mediación del Hijo entre el mundo “supraceleste” y el de “acá abajo”, va
a adquirir en el desarrollo de su pensamiento un valor esencial, y conferirá
a la Encamación un alcance grandioso, universal. Por consiguiente, el
mundo creado remite a esta “Palabra” del Padre, a hablar de su
innominabilidad. El Hijo, al mismo tiempo que es la Palabra del Padre
(pronunciada), es la proclamación de la inexpresibilidad de esta Palabra.
103
El logos en la creación
104
economía divina manifestada en la creación, en la que el Padre se revela
en la Palabra pronunciada (el Logos), que es también la proclamación de
la inexpresibilidad de Dios: El es el Logos coexistiendo en Dios.
Evidentemente, existe una relación íntima del Logos con la creación: “Al
principio, creó y ordenó por su medio (di autou) todas las cosas”. En el
Diálogo, se encuentra la expresión: dia kristou (116,1). El Logos no es,
pues, un mero instrumento, a través del cual el Padre crea. Es el Padre
unido al Hijo quien crea. El Hijo posee un poder, que no se comprende
como algo otorgado por el Padre, sino que deriva del Padre y le es propio,
al coexistir con el Padre. Es la propia voluntad de Dios que se concreta
en el Hijo. De aquí el hecho de una interacción íntima y personal del
Logos con el mundo creado.
105
y continúa su acción en el mundo, anunciando una nueva creación, de la
cual jamás nos alejamos, pues el Logos impregna con su poder el mundo
en todas sus estructuras: en realidad, es él quien habla a Moisés y a los
patriarcas; El también “quien nació hombre de María Virgen, y existe
siempre” (Dial. 113,4).
Este texto tiene una rica tradición exegética, tanto en el seno del judaismo
como fuera de él.
Filón, por ejemplo, lo emplea junto con Gn 2,7, para describir la creación
del hombre ideal. Afirma, en efecto, que Gn 1,26 delinea los rasgos de
grandeza del hombre, situándolo en el mundo como representante del
poder divino, frentea las otras criaturas; en cambio, Gn 2,7 relata la forma
en que el hombre fue modelado, y destaca su distancia de Dios.
106
Para Filón, el hombre constituiría el vínculo de unión entre los seres
inteligibles y el mundo de los seres materiales y sensibles, por estar
dotado del nous, hecho a semejanza del Logos (katéikon).
En este texto los dos pasajes bíblicos se utilizan para designar al hombre
camal, objeto de la creación, hecho “imagen y semejanza”.
107
Justino, después de haber citado Gn 1,26, presenta diversas interpretaciones
del verbo “hagamos”, apoyándose en otro texto, el de Gn 3,22, en el que
Dios dice: “He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros,
en cuanto a conocer el bien y el mal” (Dial 62,1,3). De aquí, Justino
concluye la presencia del Logos en la creación del hombre. El hombre
total y concreto, punto central de la combinación de Gn 1,26 y 2,7, es
considerado en relación al Logos. Así, desde el comienzo de la existencia
del género humano, ya se trasluce la aparición de la nueva raza de los
cristianos. En la expectativa de la realización de la promesa del Logos
encamado, el hombre vive su presencia como el despuntar en él del
hombre nuevo e interior. Es la marcha histórica, en la fuerza del Logos,
hacia el Logos total.
108
A esta altura, Justino se pregunta: “¿Cuál es la syggeneia que tenemos
con Dios?”(Dial4,2). Justino noentiende este parentesco con Dios, como
si fuera un parentesco óntico, sino más bien, como la recompensa
obtenida después de una vida virtuosa y justa (Dial 4,3), que permite al
hombre poseer la contemplación de Dios, gracias al don del Espíritu
Santo (Dial 4,1).
La segunda Apología, 13,3, coloca esa vida según Cristo en una perspectiva
universal, por cuanto la une “a la Razón divina diseminada por el mundo”.
En esta forma, todos los hombres tienen la posibilidad, siguiendo al Verbo
diseminado por el mundo, “de conservarse inmunes a la corrupción”.
109
Por lo arriba expuesto, podemos comprobar que Justino, al considerar al
hombre, sigue una línea muy clara de pensamiento. En efecto, al estudiar
la creación del hombre por Dios, afirma que existe un nexo substancial
del hombre con el Logos, gracias al cual, Este podrá enriquecerlo con sus
cualidades, mediante una vida justa y virtuosa.
Así, por una parte, el poder operante del Logos realiza y concretiza el
actuar del Padre, y por otra parte, la participación del hombre en el poder
del Logos, presente en todos los hombres y concretizado por su regla de
vida, permite al mismo hombre integrarse en la “sociedad de Dios”.
El mundo no fue creado por casualidad, sino con un fin muy preciso:
Justino repite varias veces que el mundo fue hecho “para los hombres”.
Existe una diferenciaesencial entre el pensamiento estoico y la concepción
de Justino, según la cual el mundo creado se considera bueno a causa del
hombre, que imita a Dios en su virtud. Al mundo, por lo tanto, no se lo
puede consideraren sí mismo, sino en su relación con el hombre, colocado
en él a fin de realizar una misión en él. El hombre no es, como afirman
los estoicos, una simple parte, si bien privilegiada, del universo, que
tiende a integrar el universo en el Todo. De hecho, para los estoicos, el
hombre, como parte integrante del universo, entra en relación con Dios,
aun cuando esta relación se establece primero entre Dios y el cosmos, y
después, a través del cosmos, con el hombre. Según esto, el cosmos es el
lugar del diálogo. También para Justino, el hombre entra en relación con
110
Dios, pero mediante el Logos, considerado el mediador universal, y quien
establece el diálogo entre el hombre y Dios. De esta manera, el hombre,
al situarse dentro del cosmos, pasa a ser el lugar del diálogo entre Dios
y el cosmos.
Por esta razón, el hombre, o más exactamente, aquél que aceptó la verdad
y da testimonio de ella, puede ser considerado el sacerdote del Universo.
Un ser liberado:
Justino presenta datos precisos sobre el modo como los hombres de todos
los tiempos y de todos los lugares podrán y pueden obtener esta
liberación-purificación-iluminación. El dice que semejante obra
maravillosa se realiza “gracias a la simiente del Verbo”, que es congénita
a toda la raza humana” (2 Apol 8,1). En la medida en que el hombre vive
111
de esta “simiente del Verbo”, queda liberado y libera a los otros, como
lo demuestra el comportamiento de los filósofos, de los poetas, de los
escritores (2 Apol 8,1) y sobre todo de los profetas (Dial 85,4; 42,4).
Pero esta participación del Verbo es sólo parcial. Puede hablarse de una
liberación parcial, que llegará a ser plena “con la noción y la visión de la
razón total que es Cristo” (2 Apol 8,3).
Parece que Justino fue el primero de los autores cristianos que empleó el
término “fotismos” para indicar el bautismo. Señala, por lo tanto, esta
realidad sacramental de la Iglesia, como el paso visible del hombre de las
tinieblas hacia la participación en la luz de Cristo. Iluminado en el espíritu
por la verdad, el bautizado es arrancado a las tinieblas y al dominio de los
principados y de las potestades.
112
En un contexto eucarístico, Justino declara que el Logos “tomó carne y
sangre para nuestra salvación”, y dió el “alimento con el cual se nutren
para la transformación (kata metabolen) de nuestra carne y de nuestra
sangre” (1 Apol 66,2).
113
en el hombre. Es lo que parece indicar el pronombre posesivo “nuestro”,
que se refiere a “sangre y carnes” del hombre, aplicado en el mismo
contexto para designar también la acción salvífica de Cristo, definido
“Jesús nuestro Salvador, que tomó carne y sangre para nuestra salvación”.
114
que el misterio eucarístico de la transubstanciación sólo es comprensible
al cristiano, cuando se encuentra en el proceso de transformación integral
de su ser en Cristo, gracias a la acción de Dios en su vida.
La idea de consagración a Dios era aplicada sobre todo a las cosas, a los
objetos de culto y a las imágenes.
115
consagrarse a Dios, y los que lo hacen no lo realizan por virtud propia, sino
“gracias a Cristo, al Dios no-engendrado” (1 Apol 49,5), por medio del
bautismo, en el que “renovados por Cristo, nos consagramos a Dios” (1
Apol 61,1).
Por estos textos, podemos comprobar que Justino afirma siempre más el
primado de la mediación del Logos encamado, lo cual confiere a los cris
tianos consagradosal Dios bueno y no- engendrado, mediante el bautismo,
el encargo por excelencia de ejercer la función de sacerdote del cosmos.
Por la Eucaristía, el cristiano participa de todas las cosas creadas por Dios,
de tal modo que no son ellas las que entran en lo sagrado, sino que es
primero el hombre quien penetra en la obra de Cristo, asumiéndola y
santificándola “con alabanzas verdaderas y espirituales, y acciones de
gracias (eukar istias)” (Dial 118,2).
116
Esta celebración se realiza en el día del sol (1 Apol tal,!).
Siendo Dios el origen del sol, se revela a los paganos como el creador
supremo. Justamente, es para conmemorar este “día en que Dios,
cambiando las tinieblas y la materia, plasmó el mundo”, que los cristianos
se reúnen. De esta manera, se destacan la importancia y las dimensiones
cósmicas de la celebración cristiana, que reafirma la idea de una
presentación del mundo hecha a Dios por el hombre liberado.
Además, los cristianos se reúnen en ese día, no sólo por ser el primer día
de la creación, sino sobre todo por ser el día “en que Jesucristo, nuestro
Salvador, resucitó de entre los muertos” (1 Apol 67,7). Es el día en que
se conmemora la resurrección de Cristo, que inauguró la nueva creación,
la liberada del poder del mal y de los demonios. El “existe antes que el
sol”, y si la “fe en el sol” a nadie llevó a enfrentar la muerte, “la fe en el
nombre de Jesús”, permite a los cristianos sufrirlo todo antes que negarlo,
pues “su palabra de verdad y de sabiduría es más ardiente y luminosa que
las fuerzas del sol” (Dial 121,2).
117
Los cristianos pueden realizar este proceso de retomo del cosmos para
Dios, porque constituyen “la verdadera raza archi-sacerdotal” (Dial
116,3), capaz de ofecer en todo lugar sacrificios agradables y puros a
Dios, dado que, concluye Justino, “Dios no acepta sacrificios sino de sus
sacerdotes” (Ibid.).
Datos biográficos
Lo que aprendícomo niño, creció con mi almayse hizo uno con ella,
de tal modo que puedo decir el lugar donde se sentaba el biena
venturado Policarpopara hablar, cómo él entraba y salía, su manera
de vivir, su aspectofísico, los diálogos que sostenía con la multitud,
como relataba sus relaciones con Juan y con los otros que vieron al
Señor, como recordaba sus palabras y las cosas que oía de ellos
acerca del Señor, de sus milagros y de su enseñanza; cómo Policarpo,
después de haber recibido todo esto de los testigos oculares de la vida
del Verbo, lo relataba de acuerdo con las Escrituras90.
118
Ireneo sucedió a Foüno, muerto como mártir duran te la persecución, cuyo
relato lo tenemos en la carta de los mártires de Viena y Lyon a sus
hermanos del Asia. Desde muy pronto, se dispone a la evangelización y
a combatir el gnosticismo. Por los aflos 190 y 191, intercede ante el Papa
Víctor para exhortarlo a propósito de la controversia pascual, y ante los
obispos de Asia, para que tengan sentimientos de paz.
Obras
Adversas Haereses
Es el nombre dado a las obras, cuyo verdadero título es: La falsa gnosis
desenmascarada y refutada. Contamos con la obra completa, conservada
en una versión latina de autor desconocido, pero cuya traducción es tan
fiel al griego, que es posible recuperar el texto original con bastante
seguridad.
119
Demostración de la predicación apostólica
Carta a Florino
De los demás escritos de san Ireneo, por lo general cartas, sólo contamos
con algunos manuscritos.
120
A través de esta visión histórica, Ireneo trata de demostrar, contra los
gnósticos, que el mismo Dios es el autor del Antiguo y del Nuevo
Testamento. Existe una historia en diversos tiempos. Según Ireneo, los
herejes confunden “historia” y “etapas”. El Antiguo Testamento es la
preparación para Cristo, de allí la insuficiencia de la Ley. El tiempo que
p: ¿cede a Cristo es tan sólo de expectativa; es el tiempo de una lenta
ascensión que prepara al hombre para recibir al Verbo encamado.
Doctrina de la recapitulación
Ireneo desarrolla una visión histórica del hombre y del mundo, que se
orientan hacia Cristo. En ella todo está resumido, es decir, todo cuanto
comenzó en Adán se recapituló en Cristo. El mundo es el marco en el que
se desarrolla esta historia de Cristo.
121
Para san Ireneo, el término adquiere una fuerte resonancia escatológica:
la recapitulación constituye el móvil de la historia, a la vez que es la meta
a la cual se orienta91.
Recapitulación histórica
b. El tema de la recapitulación
91 San Ireneo conoce también el sentido profano del término recapitulación, entendido
como compendio o resumen: cf. Adv. Haer. IV, Praef. 2; SChr 100, p. 384.
92 Adv. Haer., V, 14,1; SChr 153, p. 184.
122
es el poder recapitulador de la historia de los hombres, y su Evangelio
resume en plenitud los Testamentos anteriores, el de Noé, el de Abraham
y el de Moisés: “El cuarto Testamento renueva al hombre y recapitula
todo en él; es el Testamento del Evangelio, que eleva al hombre y lo
conduce sobre sus alas hasta el Reino celestial”93.
No hay que olvidar que el número 72, según Gn 10, designa la totalidad
de la humanidad.
Por esta vocación, la vida nos fue dada, y Dios recapitula en no
sotros la fe de Abraham. Ya no podemos volver a las realidades pa
sadas, es decir, a la ley antigua, pues hemos recibido al Maestro de
la Ley, al Hijo de Dios, y por lafe en El, aprendemos a amar a Dios
con lodo nuestro corazón y al prójimo como a nosotros mismos95.
123
Ireneo pone de relieve que la fe de los incircuncisos se les concede desde
un principio, a saber, antes de la circuncisión y de la ley, como “tipo” de
la que se establecería definitivamente con la venida de Cristo. El
cristiano, llegada la plenitud de los tiempos, accede nuevamente a la
fuente de la fe, la misma de Abraham. El cristiano recapitula la fe de
Abraham, o sea, reencuentra las realidades iniciales llevadas por Cristo
a su plenitud.
124
Pedagogía divina
Economía y recapitulación
125
cual la economía universal y la recapitulación están íntimamente
vinculadas: "UnusChristusJesus.Dominusnoster, veniensperuniversam
dispositionem et omnia semetipsum recapitulans”. Economía y
recapitulación comprenden la totalidad de la historia.
126
b) La idea de la unidad y de la totalidad del hombre. Ireneo se niega a
considerar al hombre con exclusión del cuerpo. Una de sus carac
terísticas está precisamente en la integración del cuerpo, creado
también a semejanza de Dios, o mejor dicho, del Verbo encamado.
Por la palabra imagen (eikon), Ireneo quiere designar algo que pertenece
al hombre desde su origen, es decir, su naturaleza, la cual él no perdió ni
puede perder. Ella es, a la vez, natural y universal.
Cuando se dice que fue creado a semejanza de Dios, por Dios se entiende
propiamente Dios-Hijo y, por El, al Padre invisible: “La verdad de todo
esto apareció, cuando el Verbo de Dios se hizo hombre, haciéndose
semejante al hombre, y al hombre semejante a El, para que, por la
semejanza con el Hijo, el hombre se hiciese valioso a los ojos del
Padre”101.
127
Dios”102. Pero esta semejanza es a la vez perdible y progresiva. Es la
expresión del actuar del Espíritu, en su acción transformante, que
conduce al hombre a la semejanza cada vez mayor con el Hijo.
La ofrenda eucarística
128
y de la sangre del Señor?”104. La Eucaristía es precisamente el estable
cimiento de la armonía en el interior del hombre. Es reconocer la cohe
rencia y la unidad de la creación. Es darse cuenta de que en toda realidad
existe siempre algo “mayor”, algo que escapa a nuestra subjetividad y a
toda tentativa de objetivación. La Eucaristía, que se celebra con el pan y
el vino, no nos invita a quedamos en su materialidad, sino en aquello que
esos elementos evocan y que, presente en ellos, proclama que la vida del
hombre es un abrirse a lo que es mayor que él mismo, y a comunicarse
en lo corriente de la vida.
Antropología
129
Repetidamente, Ireneo insiste sobre el progreso como característica
esencial del hombre105: Dios actúa y el hombre se hace. Así, al referirse
a la creación del hombre, Ireneo acentúa que el hombre fue creado niño
e imperfecto, y fue en la Eucaristía que alcanzó su estado de perfección
y madurez. Esto se realiza gracias al don del Espíritu Santo, que lo
conduce a la divinización.
105 CfjWv. Haer. IV, 11,2; SChr 100, p.500; ibid. IV, 20,7; p. 648.
106 Adv. Haer. IV, 20,7; SChr 100, p. 648.
130
Toda la economía divina prepara al hombre a la v isión de Dios. La cumbre
de esta preparación se da en la Encamación. La Encamación se presenta
como novedad, no en cuanto al mensaje, sino en la presencia efectiva de
éste, que fue anunciado, Jesucristo. El ya estaba presente en toda la
preparación como promesa. La Encamación es su realización.
Ireneo y el marcianismo
Del Nuevo Testamento, Marciano aprueba a san Pablo, que se aleja del
judaismo, y revaloriza las epístolas paulinas. Conserva el Evangelio de
san Lucas, ligado a san Pablo. Recordemos que, para Marciano, este
131
Evangelio comienza cuando Jesús inopinadamente comienza a predicar
en el Templo.
132
El tema de la creación
El tema de la teofanía
Ireneo pone de relieve que las profecías y anuncios del Verbo pueden
entenderse, por cuanto en el hombre hay algo del Verbo. La novedad no
133
es la ruptura con el pasado, sino el asumir a éste en una nueva plenitud.
“Es necesario que desde la creación exista algo que permita al hombre
decir: esto es nuevo”.
134
SIGLO III
SEGUNDA PARTE
PREFACIO
137
INTRODUCCION
139
se unen en ligas y alianzas. El año 251, el emperador romano Decio
muere luchando contra los bárbaros, y en el año 260, Valeriano es
derrotado por el emperador persa, Sapor I.
2. LAS PERSECUCIONES
Síguese un período de calma: del año 203 a 235, reina una verdadera paz.
140
muerte sobre todo a los jefes de la Iglesia, como responsables por la
enseñanza del Evangelio. Al no haber sido reconocido en todo el Imperio,
sus decretos sólo fueron parcialmente aplicados.
141
cristianos ricos y confiscación de los bienes; prohibición de que los
cristianos se reúnan.
Después de algunos meses de prisión, todos los cristianos que habían sido
hechos prisioneros fueron ejecutados. Cipriano pide que lo trasladen a su
ciudad episcopal, donde es decapitado.
Un nuevo período de paz dura hasta el afio 303, en el que tendrá lugar la
persecución de Diocleciano, que culminará con la conversión.
1 EUSEBIO DE CESAREA, H.E. VI, 34; SChr 41, p.137: “Se dice que él, Felipe, era
cristiano, y que en el día de la última vigilia de Pascua, quiso tomar parte con la multitud
en las preces hechas en la Iglesia, pero el que las presidía no le permitió entrar antes de
que obtuviese el perdón y fuese inscrito entre los que estaban calificados como
pecadores y ocupaban el lugar de los penitentes".
142
no se sabe a ciencia cierta si él personalmente era o no cristiano, a pesar
de que en su corte se encontrase un gran número de cristianos que lo
rodeaban.
143
Por otra parte, podría suponerse que siendo el Cristianismo tolerado, se
convertiría en una fuerte comente religiosa den tro del Imperio. Constantino
toma conciencia de este hecho y comprobando el número creciente de
cristianos que se constituyen en una fuerza emergente, busca su apoyo.
Tal vez esto explique la incoherencia de Constantino, que acepta el
monograma de Cristo en su ejército, y al mismo tiempo rinde culto a los
dioses, especialmente al dios sol como su compañero invencible.
2 Eusebio de Cesares, en su Vita Constantini, escrita el año 337, narra que el emperador,
antes de la lucha contra Majencio, mirando al cielo, vio sobre el sol una cruz flameante,
con la inscripción: "touto nika". Y en sueños. Cristo se le apareció, mandándole hacer
un estandarte o lábaro en el cual se colocase una cruz y un monograma de Cristo, es
decir, las dos letras griegas X y P, las primeras letras de Xpistos, Cristo.
144
I. RECONCILIACION DEL HOMBRE
CON DIOS
1. LA CATEQUESIS BAUTISMAL EN LA
IGLESIA PRIMITIVA
Esta catcquesis de cuño moral existe junto a una catcquesis de corte más
doctrinario. En el siglo I, en el Nuevo Testamento, lo mismo que en las
Cartas de san Ignacio de Antioquía, se pone el énfasis en la imitación de
. Esta referencia explícita a una enseñanza cristológica es continua,
Cristo34
sobre todo en las fórmulas y oraciones litúrgicas (Ef 5,14; Flp 2,6-11; 1
Tm 3,16)*.
3 SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Ef 1,1; 10,3; Tral 1,2. Ed. Vozes, Petropolis, 1970,
pp.4O,44 y 47.
4 Plinio el Joven habla de los cristianos que rezan “en coros alternados, cantando himnos
a Cristo, como a Dios", in Lettres Chrétiennes, No. 2, Grasset, París, 1957.
145
En el siglo II, san Ireneo presenta la primera exposición catequética, en
su obra: Demostración de la predicación apostólica. En el capítulo VI,
expone “laRegla de nuestra fe, fundamento del edificio, que da fundamento
a nuestra conducta”. Comentando los tres artículos de nuestra fe escribe:
146
Símbolo de la fe
Es, pues, natural que los Santos Padres atribuyan a los Apóstoles la
elaboración del Credo.
En todo caso, lo que puede afirmarse con alguna seguridad es que nuestro
Credo actual proviene del desarrollo de un antiguo símbolo bautismal,
cuyo contenido esencial era la profesión de fe en el Dios trino. Era una
explicitación evidente no tan detallada como la tenemos ahora, de la
fórmula bautismal que se encuentra en el Evangelio de san Mateo: “Id,
pues, y haced discípulos míos a todas las gentes, bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28,19).
147
unidos el misterio del Padre y las obras del Espíritu Santo.El discurso de
Pedro en Pentecostés es un ejemplo bastante claro: “A este Jesús, Dios le
resucitó, de lo cual todos nosotros somos testigos. Exaltado a la diestra
de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo, y lo distribuye, como lo
estáis viendo y oyendo” (Hch 2,32s). En las canas paulinas hay muchos
textos, que reflejan una tradición muy antigua, en los que las tres personas
están asociadas (1 Co 12,4-6; 2 C o 13,13, etc.).
8 SAN JUSTINO MARTIR, 1 Apo 13; 21; 31; BAC 116, p. 193s, 2O4s, 213s.
9 Idem, 61; BAC 116, p.250s.
10 Cf. SAN IRENEO, Demostración de la predicación apotólica, 6; SCh 62, p. 39;
TERTULIANO, Prescripción contra los herejes, XIII, 2-5; SCh 46, p.l06.
11 SAN IRENEO, Adv.Haer., III, 12-13; SCh 211, pp. 236-238.
148
agua. A cada profesión de fe en una de las tres Personas divinas, la sigue
la inmersión12. En el catecumenado se daba, a partir del 5o. domingo de
cuaresma, laexplicación del Credo: era la “tradido symboli" (entrega del
símbolo). El sábado santo los que se iban a bautizar recitaban el Credo:
era la “reditio symboli" (devolución del símbolo).
El Catecumenado
149
Hipólito de Roma describe esta etapa preparatoria, refiriéndose, a un
examen previo, que establecía condiciones minuciosas para la admisión
de los candidatos, “interrogados sobre el motivo por el cual se aproximan
a la fe”18. San Agustín demuestra cierta benevolencencia para con
aquellos que desean el bautismo por razones no muy dignas. A éstos se
les debe tratar “con delicadeza y bondad”19, tratando de despertar en ellos
un sentido cristiano de la vida. Presentados por cristianos, los candidatos
son examinados por doctores.
150
Hipólito describe el rito del bautismo como sigue:
Al canto del gallo, récese primero sobre el agua. Debe ser agua
corriente, de la fuente o caída desde lo alto; así debe ser, excepto,
en caso de necesidad; si ésta persiste o fuere permanente, úsese el
agua de que se disponga.
Los que se van a bautizar se despojarán de sus ropas, bautizándose
primero a los niños. Todos los quepudieren hablarpor símismos, que
hablen. Pero que sean los padres o alguien de lafamilia quien hable
por los que no pueden hablar. Bautícense después los hombres y
finalmente las mujeres...
En el momento previsto para el bautismo, el obispo dará gracias
sobre el óleo, que pondrá en un vaso, y lo llamará ‘óleo de la acción
de gracias’. Tomará también otro óleo, que exorcizará y llamará
‘óleo del exorcismo’...
(Tanto uno como otro serán llevados por el diácono junto al
presbítero, el cual, acogiendo a cada uno de los que reciben el
bautismo, les ordena renunciar al demonio. A la renuncia al
demonio, sigue la unción con el óleo del exorcismo. Al que va a ser
bautizado se le conduce al agua, donde el que bautiza le dice,
imponiendo sobre él la mano:) ¿ Crees en Dios Padre Todopoderoso ?
A lo que el bautizado responde: ‘Creo’.
Inmediatamente, con la mano puesta sobre la cabeza del bautizando,
le confiere el bautismo. A continuación dice:
'¿ Crees en Jesucristo Hijo de Dios que nació del Espíritu Santo y de
la Virgen María, yfue crucificado bajo Pondo Piloto y murió y (fue
sepultado) y vivo, resucitó de entre los muertos al tercer día y subió
a los cielos y se sentó a la derecha del Padre y ha de volver a juzgar
a los vivos y a los muertos?’
Cuando responde: Creo, se le bautiza por segunda vez. Y el que
bautiza dice nuevamente: '¿Crees en el Espíritu Santo, en la santa
Iglesia (y en la resurrección de la carne)?’
El bautizado responda: Creo. Y se bautiza por tercera vez.
Después de salir del agua, se unge con el óleo santificado por el
presbítero, que dice: “Te unjo con el óleo santo en el nombre de
Jesucristo’.
Después, uno por uno, luego de vestirse entra a la Iglesia...
Al entrara lalglesia, el obispo les impone las manos y los unge sobre
la cabeza, diciendo: ‘Yo te unjo con el óleo santo, en el Señor Padre
151
Omnipotente y en Jesucristo y en el Espíritu Santo’. Luego lo marca
en la frente con la señal de la cruz y le da el ósculo de paz13.
Iniciación cristiana
23 Idem, II,45-54.p.51-53.
152
renuncia a Satanás, la cual era significada por el hecho de que el bau
tizado llevaba una vestidura blanca durante la semana que seguía al
bautismo. El padrino, presente en los diversos ritos bautismales, era
precisamente el que testimoniaba el cambio de conducta en el momento
de la admisión del candidato. Era también quien lo acompañaba durante
la preparación y, posteriormente, en el momento del bautismo, él era
quien daba testimonio en su nombre.
2. ORGANIZACION DE LA PENITENCIA
153
La Biblia anuncia el perdón de Dios
En todos los casos, el poder de atar y desatar se ejerce con serenidad, pero
con firmeza. Basta recordar las discusiones contra los herejes, primeramente
contra los docetistas y gnósticos, y posteriormente contra los arrianos
donatistas y pelagianos.
154
conversión” (Le 15,7). Cristo enfatiza las palabras del profeta: "Quiero
misericordia y no sacrificios" (Mt 9,13).
155
La penitencia en el Siglo II
La Didaqué
156
jactancia de vuestra lengua: pues es mejor para vosotros encontraros en
el rebaño de Cristo, como pequeños y escogidos, que ser sobreestimados,
pero excluidos de su esperanza”27.
Esta unión con Dios y con Cristo significa, según Ignacio, “estar con el
obispo”36. Es, pues, necesario para la reconciliación la intervención del
27 SAN CLEMENTE ROMANO, Carta a los Corintios, 58,2, Vozes, Petrópolis, 1971,
p. 59.
28 Idem, 28,1; 30,1; p. 39.
29 Idem, 51,1, p.54.
30 SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Fd 2,2, Vozes, Petrópolis, 1970, p. 71.
31 Idem, 8,2.
32 Idem, Ef 16,1, p. 46.
33 Idem,Tral,6, 1.2,p.59s.
34 Idem, Esm, 5,3, p. 80.
35 Idem, Fd,3,6,p.71.
36 Ibid.
157
obispo, en cuanto éste constituye en la Iglesia el “signo de la unidad en
la caridad”.
El Pastor de Hermas
158
que dar cuenta rigurosísima de ustedes**41. No sólo debe indicar el camino
que hay que seguir, sino corregir, para así llevar el rebaño a la penitencia.
41 Ibid.
42 Idem, "Mandamientos" IV, 14-5, p. 975.
43 Idem, 7,8, p.976.
44 Idem, 3.4, p.978.
159
puede decirse que el perdón divino concedido por la penitencia del
pecador, lo reintroduce en la Iglesia con todos sus derechos. Si por el
pecado estaba excluido de la comunidad, por la penitencia retoma a la
comunión.
Conclusiones
Asesinatos.
Impureza: adulterios, pasiones, fornicaciones.
Prácticas mágicas y brujerías.
Falso testimonio: fraude, falsedad hipocresía, mala conversación,
enemigo de la verdad.
Orgullo: arrogancia, ambición, maldad.
160
Vanidad: extravagancia, jactancia.
Ausencia del temor de Dios.
No tener compasión con el pobre: despreciar a los indigentes,
oprimir a los afligidos.
Orígenes
161
conducen a la muerte cita el adulterio, el homicidio, la fornicación, la
avaricia y la idolatría48. En su obra De Oratione, enumera tres:Idolatría,
adulterio y fornicación49. A estos pecados los considera como una vuelta
a los vicios paganos.
162
La penitencia eclesiástica consiste en la exclusión de la Eucaristía
durante un tiempo variable, no muy largo, y en la práctica de obras
exteriores de penitencia. Como el pecado no solamente tiene una
dimensión individual, la conversión del corazón es también eclesial. La
Iglesia, santa y una, se siente en sus miembros en la contradicción del
pecado y, por lo tanto, en la necesidad de una constante purificación.
163
d. El rito de la reconciliación
Tertuliano
b. Penitencia y reconciliación
164
“Pecador, prójimo mío... ven, abraza como el náufrago la tabla en la cual
confías. Si estás hundido en las ondas del pecado, ella te sacará a flote y
te llevará al puerto de la clemencia divina.”39.
Didascalia Apostolorum6*
Esta obra asume la forma de instrucciones dadas por los Apóstoles a los
obispos. Entre ellas destacamos las instrucciones sobre el modo de
proceder con los pecadores. Su autor, probablemente de la Siria septen
trional, es más indulgente para con los pecadores que sus contemporáneos
occidentales: “Que el obispo se ocupe de todos: de los que no han pecado,
para que eviten el pecado; de los que pecaron, para que hagan penitencia
y les pueda ser concedido el perdón”65.
165
Es un imperativo para el cristiano apartarse del pecado, pues sólo así se
distinguirá del pagano. En caso contrario, le mintió al Seflor, y actúa
hipócritamente66. Sin embargo, si el pecador se mantuviere renuente, el
obispo deberá mostrarse severo con él, e incluso excluirlo de la comunión.
Esta excomunión, a la vez que es un castigo, es también y sobre todo una
invitación al arrepentimiento y a la reintegración en la comunidad. Este
castigo se presenta también como lección para provecho de la comunidad.
a. Rito de la reconciliación
b. La penitencia
166
durante las persecuciones estuvieron en prisión, pero no fueron
martirizados12.
167
Conclusiones
a) Se establece ya, en los inicios del siglo III, una distinción más clara
entre pecados mortales y pecados veniales.
168
II. EL AFRICA CRISTIANA
Por estas razones, será Africa y no Roma el centro del que irradiará la
primera literatura cristiana en lengua latina. El documento más antiguo
de la Historia de la Iglesia, en latín, vino de Africa. Son las Actas de los
mártires cilitanos fechadas el aflo 180.
169
de la Biblia en latín. Esto lo podemos suponer por las alusiones hechas
por los mártires cilitanos: Cilli y Esperado. A la pregunta del Procónsul
Saturnino, quien le preguntaba qué es lo que llevaba en una especie de
saco que tema consigo, el mártir Esperado responde: “Libros (una
variante dice: los libros de los Evangelios) y las Epístolas de Pablo,
hombre justo”. Los mártires cilitanos eran personas del pueblo, y no
conocían, fuera de la lengua del lugar sino el latín. De aquí el hecho de
verse aquí una alusión a una Biblia escrita en latín.
"o que es una suposición en el caso de los cilitanos, pasa a ser una
certeza, cuando leemos a Tertuliano. Sin duda, cuando él elaboraba
sus obras, tenía ante sus ojos el texto griego de la Biblia y, en
especial, del Nuevo Testamento, y se servía de ellos y los traducía.
Pero él conocía también y citaba una traducción de la Biblia que
circulaba entre sus compatriotas; y aun cuando no deja de criticarla,
es bueno que la recordemos. Esta traducción no tiene ningún
carácter oficial; sin embargo existe, y es esto lo notable™.
78 BARDY, G., La question des Zangues <hns Z'egZise ancienne (El problema de las
lenguas ai la Iglesia antigua), vol.I, París, 1948, p. 59.
170
que existen en los campos, en las rocas, en las islas... y hasta en la alta
sociedad”. Al Procónsul Escápulo, que amenazaba con perseguir a los
cristianos, escribía: “Somos una multitud inmensa, casi la mayoría en
cada ciudad”.
171
muy pronto se vio en medio del relajamiento y la tibieza. Cipriano
escribe:
Vida
172
Tertuliano testigo
El latín, que hasta entonces era tan sólo la lengua popular, fue constituido
por él en lengua literaria. Por sus obras podemos conocer las
particularidades de la lengua y del vocabulario que caracterizaba al grupo
de cristianos de entonces. Encontramos en ellas la introducción de
palabras nuevas y el retomo de palabras antiguas, a las cuales les confiere
un sentido nuevo. Aun así, es más correcto afirmar que él fue un testigo
del latín cristiano, y no su fundador.
173
aproximación y de un distanciarse cada vez más de la comunidad
ortodoxa.
a) En el año 197,Tertulianopublicósuobraapologéticamásimportante,
Apolo geticum, una defensa de los cristianos ante las acusaciones
que les eran imputadas. Dirigida a los magistrados, responde a la
acusación hecha contra el nombre de cristiano, y a la acusación hecha
a los cristianos de inmoralidad. Tertuliano la invierte, y la presenta,
a su vez, contra los paganos, haciendo resaltar la inmoralidad tanto
en la religión, como en la forma de vida que ellos llevaban. En
contraposición, exalta la conducta de vida, el heroísmo, la virtud de
los cristianos, el martirio, fuente de nuevas conversiones. Para
terminar aduce argumentos de carácter doctrinal, siempre en polémica
con la doctrina pagana: sobre el Logos, los demonios, la resurrección
de la carne.
174
impedir el uso de las Escrituras por parte de los herejes. Mejor aun,
procura demostrar como ese uso es ilegítimo. El adversario no puede
utilizar la Biblia, por la simple razón de que no le pertenece. Algunos
ejemplos:
Lo que ellos enseñaron -o sea, lo que Cristo les reveló- sólo puede
ser aprobado, como lo acabo de prescribir, por las iglesias que los
Apóstoles fundaron en persona... Por el contrario, toda doctrina
debe ser prejuzgada falsa, cuando se comprueba que está en
contradicción con la verdad de las iglesias de los Apóstoles, de
Cristo y de Dios110.
175
Tertuliano se pregunta: ¿En qué parte de la Sagrada Esritura hay
prohibición de coronarse de flores? ¿Cuál es ese texto bíblico?
81 Las pompas se refieren al conejo que se hacía en el circo romano y refleja la vanidad
de este mundo.
176
Tertuliano presenta además otras razones por las cuales el cristiano no
debe llevar corona: la corona es un adomo propio de las mujeres; es contra
la naturaleza, pues las flores son para el olfato y no para adornar la cabeza;
es idolátrico, pues el desfile se hacía camino al sacrificio.
Toda esta discusión sobre el llevar o no corona, pone ante nosotros otro
problema: ¿Puede el cristiano ser soldado? A lo cual Tertuliano responde
con tres argumentos:
177
Tratado a mi esposa
Por lo tanto, quien se casa, debe tener en mente que lo hace: por
concupiscencia de la carne; por concupiscencia del mundo.
Respecto a la segunda idea: en caso que os caséis, que ello sea con un
cristiano, Tertuliano tiene en vista el texto paulino de 1 Co 7,39, donde
se dice que hay que casarse en el Señor, lo que él interpreta como en el
nombre del Señor, o sea, con un cristiano. Y añade: El matrimonio con
un infiel es fornicación. La razón que da para esto es que los actos
sacramantales para el infiel no significan nada. El los considera como
magia.
178
A través de estas palabras de Tertuliano, se ve cómo la vida cristiana
constituía un modo particular de ser; incluso constituía una provocación
a la vida social de ese tiempo. Al final de su obra describe los esplendores
de la vida cristiana casada: ambos cónyuges llevan una vida en común,
se prosternan juntos y juntos participan de la riqueza y de la pobreza, etc.
Exhortación a la castidad
Esta obra, redactada entre los aflos 204 y 212, la dirigió un amigo que
acababa de perder a su mujer. El autor se empefla en convencerlo que no
se vuelva a casar. Aborda, pues, el problema de las segundas nupcias.
Tertuliano trata de probar que los laicos también son, en cierta manera,
sacerdotes. Y siendo considerados como tales, la ley que existe para el
clero debería aplicarse a los laicos, en lo que se refiere a la castidad.
Sobre la monogamia
179
2. SAN CIPRIANO, HERALDO DE LA UNIDAD DE
LA IGLESIA
Testimonio de Poncio
Thascius Caecilius Cyprianus nació entre los años 200 y 210, muy
probablemente en la ciudad de Cartago. Perteneciente a una familia de
la alta burguesía, hizo los mejores estudios de su época.
Poncio no menciona ningún milagro hecho por Cipriano, pero sí nos habla
de una de sus visiones. De hecho, Cipriano daba mucho valor a los sueños,
en su actividad pública. De las trece obras mencionadas por Poncio, sólo
conocemos once.
180
La santidad de vida cristiana explica la rápida opción por el sacerdocio
Cipriano fue elegido obispo muy poco después de su conversión, que fue
en el aflo 245. Poncio destaca que “esto se dio gracias a la santidad de su
vida”. Porque era santo, se le escogió como obispo, y no fue simplemente
la cátedra episcopal la que lo haya hecho santo.
Los cristianos veían en los mártires a un profeta. Sus últimas palabras eran
acuciosamente escuchadas: Dios hablaba por ellos al pueblo cristiano.
Así, al decidir ser martirizado en Cartago, Cipriano cumple el acto
supremo de su episcopado.
181
Pero en el problema del bautismo, san Cipriano adoptará una posición no
de acuerdo con la Iglesia de Roma. San Agustín tratará de mostrar las
limitaciones de su doctrina, al mismo tiempo que la apoya, pues no se
puede ir contra la doctrina de un mártir. Refiriéndose a Cipriano, dirá que
la sangre derramada en el martirio lo purificó de cualquier error que
hubiese cometido.
182
de esta unidad se opera la divinización. La función de la unidad parece
ser así de real importancia en la teología del sacerdocio, sea en cuanto a
la atención divina respecto a la Iglesia, sea en cuanto a la respuesta de la
Iglesia: ya se trate de la Palabra de Dios anunciada en la Iglesia, ya de los
sacramentos dados a la Iglesia, recibidos en la Iglesia y ordenados a la
Iglesia.
183
En sus funciones sacerdotales, al obispo le corresponde: como ministro
del bautismo: sacramento que comunica la unidad de Dios; como ministro
de la Eucaristía, que congrega al puelo en la unidad de la Trinidad. La
liturgia se vincula al ministerio sacerdotal, al mismo tiempo que es la
visibilidad del fundamento originante de la Iglesia: la Santísima Trinidad.
a. La túnica de Cristo
b. La paloma
184
trinitaria y vida eclesial. Gracias a la unidad, la Iglesia se constituye en
Iglesia de Cristo. Y gracias al Espíritu, se presenta, como plebs adunata
en la unidad del Dios trino. Del propio ser de la Iglesia nace el imperativo
que la impulsa a vivir y a anunciar la paz y la concordia. Para hacerla
efectiva y significarla visiblemente, se hace presente la persona del
obispo, ministro del bautismo y de la Eucaristía, y responsable de la
comunidad cristiana.
185
La función del obispo es, pues, de gran importancia, en cuanto centro de
la unidad de la Iglesia. El obispo es como la personificación de la Iglesia,
de modo que todo el que estuviere unido a él está verdaderamente en
comunión con el todo, con la Iglesia universal, y quien se separa de él,
se separa del todo: “Debes comprender que el obispo está en la Iglesia y
la Iglesia en el obispo, y si alguien no está con el obispo, no está en la
Iglesia”.
Así como la Iglesia es una, así también el episcopado es una realidad una
e indivisa. Es, pues, el episcopado en su conjunto el que conserva y
garantiza la Tradición de Cristo. Si un obispo se separa de la unidad del
cuerpo episcopal, se separa ipso facto de la Iglesia, y ya no puede
representarla.
En la carta 33: “Tú eres Pedro”, Cipriano interpreta el pasaje bíblico como
dirigido, en Pedro, a todos los obispos. En la persona de Pedro, quien, por
fuerza de la institución del Señor y de su fe personal: “Tú eres el Cristo”,
se constituye signo de la Iglesia, Cipriano contempla la figura representativa
del propio pueblo. Es lo que Pedro expresa a Cristo cuando le dice:
“Señor, a quién iremos; sólo tú tienes palabras de vida eterna”. En este
sentido, Pedro es el pueblo que expresa su adhesión a Cristo.
186
Por consiguiente, los jefes de las iglesias, los obispos, se reconocen en la
profesión de Pedro. De allí la importancia que se asigna también a la fe
personal de cada obispo.
Dos son los textos que muestran la teología de Cipriano sobre el bautismo
y la Eucaristía.
Sobre el Bautismo*5
Cipriano afirma que sí, pues el bautismo anterior no fue total. Fue
bautizado únicamente en el agua. Para que el bautismo se cumpla, es
necesario que el agua sea purificada y santificada por el pontífice. Sólo
entonces podrá lavar los pecados del que es bautizado.
187
mantenga unido a Cristo por su profesión de fe. Ahora bien, el cismático
está separado de esta profesión de fe, no está unido a Cristo, y por lo tanto,
no existe la posibilidad de un auténtico diálogo de fe entre el bautizado
y el que lo bautiza. Para que haya bautismo es necesario que haya un
verdadero diálogo entre el ministro y el que es bautizado, diálogo que se
funda en lo que se realizó entre Cristo y el Apóstol.
Sobre la Eucaristía*
Querella bautismal
a. El obispo es ministro de la fe
Por esto, él concluye que no es posible acercarse a la fe, sin que haya
comunión con el obispo86 87. Por lo que vemos, Cipriano no hace distinción
entre la Iglesia cismática y los paganos.
188
hermana, mi esposa, es un jardín cerrado, una fuente sellada, un pozo de
agua viva”8*.
189
consta, Esteban amenazaba con la excomunión a Cipriano y a la Iglesia
de Africa.
c. Posición de Agustín
190
sacramentos son, pues, actos de Cristo. Esta doctrina proporciona una
gran confianza a los fieles.
191
Iglesia, se confíele la verdad del sacramento. Agustín escribe: “Si el
bautismo de la Iglesia puede existir fuera de la Iglesia, el don de la vida
bienaventurada no se encierra en los límites de la Iglesia visible”92.
¿Qué entiende Agustín por don de la vida? Esa unidad con Cristo, que
permitirá el reconocimiento por parte de Cristo de todos los que recibieron
la verdad del sacramento. Este don de la vida se ordena a la unidad en la
caridad. De aquí que un dinamismo propio del bautismo es el de atraer
al fiel a la unidad.
92 /</em,V-VI;C$£L£///,p.7«.
192
III. LA IGLESIA DE ALEJANDRIA
1. ALEJANDRIA
Alejandría era una de las regiones más importantes del Imperio Romano.
En el sentido cultural, puede decirse que era incluso más importante que
Roma. Existía Atenas, donde podía recibirse una formación clásica.
Alejandría era también una ciudad helénica, pero la cultura griega era
importada. En tiempos del Imperio Romano Alejandría era una ciudad
industrial en la que se confundían las razas. Existía en ella una poderosa
corriente cultural, filosófica y sincretista. Poseía un famoso museo y una
célebre biblioteca. Por museo se entiende un centro de estudios y
enseñanza, organizado dentro de los marcos de las asociaciones griegas.
Era el punto de encuentro del mundo filosófico, de los grandes pensadores,
poetas, artistas y matemáticos.
193
En un ambiente estimulante surgió una experiencia de gran valor, hecha
por Filón de Alejandría (13 a.C. - 42 d.C.), bajo Calígula y Claudio. Será
el último exponente de una rica tradición judía. Trata de interpretar la
Sagrada Escritura a la luz de la filosofía griega. La experiencia de Filón
será esencial para comprender la escuela cristiana de Alejandría y a los
Padres de la Iglesia, especialmente a Orígenes.
Este método surgió con los estoicos por dos razones: por necesidad
didáctica; para interpretar la religión nacional: el Olimpo y todo ese
acervo de mitos. Los estoicos sienten la necesidad de profundizarlos, y
hacer surgir de las historias mitológicas su significación espiritual-
simbólica. Aparece así, en el siglo 1, una experiencia exegética sobre
Homero.
Este mismo fenómeno del siglo I se renueva en los tres siglos siguientes,
con los gnósticos, en relación al Antiguo Testamento. Para evitar los
antropomorfismos bíblicos, aplican la interpretación alegórica, sobre
todo en los primeros libros del Antiguo Testamento. Hacen lo que hoy
llamaríamos una desmitologización.
194
Filón, para quien el judaismo es fundamental, alegoriza, con el fin de
hacer más aceptables las prescripciones rituales judaicas. Todo su
esfuerzo no logrará gran éxito entre sus compatriotas. Su trabajo queda,
en gran parte, ignorado por los judíos. Pero serán los cristianos los que
asimilarán el método alegórico, que alcanzará su plena expansión con
Clemente de Alejandría y Orígenes.
Nos es desconocido. Sólo a partir del siglo II, comenzamos a tener las
primeras noticias, pero éstas ya hablan de una Iglesia vigorosa o -de
acuerdo con lo dicho por el pagano Celso- de la existencia de la “gran
Iglesia”, detrás de una Iglesia anónima y desconocida.
La Escuela de Alejandría
195
Iglesia de Alejandría, fuertemente influenciada por los gnósticos: carácter
intelectualista; teología especulativa.
196
exégesis histórica en la que se acentuaba el sentido literal del texto
bíblico. No eran, pues, instituciones coordinadas.
197
2. CLEMENTE DE ALEJANDRIA Y EL
HELENISMO CRISTIANO
Uno de los aspectos a partir del cual son a menudo analizadas las obras
de Clemente, es su actitud en relación a la filosofía griega. En una época
en la que los cristianos mostraban, en algunos círculos, cierta hostilidad
para con la cultura griega, Clemente fue uno de los primeros en defenderla
e incluso valorizarla. Fue él quien elaboró la primera síntesis, verdadera
y profunda, entre Cristianismo y Helenismo.
De Clemente nos han llegado varias obras. Sin embargo, al igual que su
maestro, sus escritos se presentan difíciles. Procura, por lo demás, ser lo
más obscuro posible, lo cual él mismo lo justifica, diciendo que lo escrito
circula de mano en mano, y tal vez llegue a personas menos capaces de
198
entender y asimilar lo que se enseña. Cuando habla en su escuela, él sabe
a quien se dirige. Sabe si su auditorio puede recibir o no su doctrina.
Sostiene, por consiguiente, la necesidad de una enseñanza que sea
explícita cuando se imparte a nivel personal, y obscura, cuando va por
escrito.
199
Tanto Clemente como Orígenes sostienen, pues, la existencia de diversos
niveles de cristianos. Pero esta distinción jamás es una distinción de
naturaleza, que de nivel puramente cultural. El cristiano común se
contenta con la simple lectura de la Sagrada Escritura, o sea, con los datos
inmediatos de la Biblia. El gnóstico y el cristiano culto quieren saber más,
y buscan el sentido existencia! espiritual de los textos bíblicos.
Datos biográficos
Obras principales
200
convierte a mantenerse en el impulso de conversión continua. El título
mismo de la obra sugiere una invitación a lanzarse continuamente hacia
adelante en el descubrimiento de Dios.
En esta obra, Clemente presenta toda una marcha del hombre hacia
Cristo. Recurre al mundo griego, y presenta la filosofía con un carácter
profético de descubrimiento del Logos. Pone en claro que la verdad llega
a los bárbaros por la filosofía. A través de ella, éstos adquieren el
conocimiento de Dios y de su perdón. La filosofía es obra de la sabiduría
de Dios. En este sentido, lo que fue la ley para los judíos, fue la filosofía
para los griegos; el amor de Dios no se limita a los judíos.
201
c) Este deseo no se funda en la emotividad, sino en la inteligencia. Se
trata de teología: la respuesta del hombre es su profundizar en la fe.
Existe, por cierto, una valorización de la razón humana, a la que se
considera como el lugar en el que se comunica lo sagrado. Sin
embargo, no debemos olvidar que, para Clemente, no existe actividad
de la inteligencia sin que haya un espíritu de “infancia”, es decir, una
actitud libre y empeñada de acogida. Si el hombre piensa que ya lo
comprendió todo, no se convierte, permanece cerrado al mensaje de
Cristo. Es preciso que se disponga libremente a estar abierto a la
novedad de Dios presente en su vida.
Pedagogo y "Stromata"
202
procura mostrar que las riquezas no son en sí mismas malas; malos son
los vicios del corazón del hombre. De allí que recurra a la leyenda del
Apóstol Juan y de un joven, feroz salteador, que se convierte y se reintegra
a la Iglesia, gracias a la acción del Apóstol.
Los filósofos alcanzaron, hasta cierto punto, la verdad por ellos mismos,
bajo el influjo de la inspiración divina. Por esto, Clemente sostiene la
posibilidad de un conocimiento natural de Dios, propio a cada hombre”,
por cuanto dotado de razón, mantiene una vinculación con Dios. Clemente
interpreta el texto del Génesis 2,7: “Les sopló en las narices el soplo de
la vida (pnoe zoes)”, como indicando que la razón es un don concedido
por Dios, en la creación del hombre.
203
En sintonía con san Ireneo, Clemente lee en el texto bíblico: “Creado a
imagen (eikon) de Dios”, una alusión al Logos. Existe, por lo tanto, en el
hombre, la posibilidad innata de un caminar hacia el Logos, gracias a la
razón.
204
La gnosis y la divinización del hombre
a. Teoría
205
descubrir el modo de vida que un hombre llamado cristiano debe llevar
a lo largo de su vida”101.
206
por obediencia al Verbo. “Hace progresar a unos manteniéndose siempre
al lado de ellos, para ayudarlos y conducirlos a la semejanza de Dios, y
educa e instruye a otros con su orientación”104.
207
3. ORIGENES Y LA MISTICA CRISTIANA
208
Alejandría (Didaskaleion de Alejandría) con la escuela catequética. El
hecho de haber asumido la direccióixde la escuela, siendo tan joven,
puede haber sido ocasionado probablemente por la reducción ocasionada
por la persecución de Septimio Severo en las filas de los cristianos de
Alejandría. Indudablemente, a esta razón se unió la alta consideración
que se tenía de la cultura religiosa del joven Orígenes.
Motivos de la condenación:
a. Motivo ocasional
209
Orígenes fue enviado por su obispo a Grecia a fin de contener la herejía
que se propagaba por esas regiones. Al pasar por Palestina, fue ordenado
sacerdote en Cesárea por Teoctisto y Alejandro, sin que se consultara a
Demetrio. Al volver a Alejandría, Orígenes fue objeto de una acusación.
Demetrio aprovecha la ocasión para reunir un Concilio y excomulgarlo.
Dos Concilios convocados sucesivamente y que reúnen obispos y
sacerdotes de Egipto lo privarán del encargo de enseñanza en la escuela
de Alejandría, lo declararán indigno del ministerio sacerdotal y lo
expulsarán de la comunidad. La Iglesia de Roma ratificó las del iberaciones
del clero egipcio106.
Eusebio nos dice que Demetrio, en este asunto, se dejó llevar por un
sentimiento demasiado humano, el de la envidia por la fama de Orígenes.
Sin embargo, quizás sea demasiado atribuirlo a un sentimiento personal
de envidia. La condenación podría enmarcarse en el ámbito de la acción
enérgica de Demetrio, para asegurar al obispo de Alejandría la
preeminencia sobre toda la cristiandad egipcia. Demetrio comenzará a
organizar y a centralizar la Iglesia de Alejandría: se convierte en un
“monarca”. En estas circunstancias, la autoridad y el prestigio de que
gozaba Orígenes, no sólo en Egipto sino en todo el Oriente, sólo podían
proyectar sombra sobre Demetrio, tanto más cuanto que laalta conciencia
que Orígenes tenía de su actividad de doctor, lo hacía bastante libre en las
confrontaciones con la jerarquía local. No. es que asumiera una actitud
de desobediencia. Prueba de ello son las profesiones de obediencia que
encontramos en sus escritos. Era un hombre de la Iglesia. Pero demostraba
gran libertad en lo referente a la Iglesia jerárquica.
210
b. Orígenes no fue condenado por motivos de carácter doctrinario.
211
en edad, fue llevado a prisión y sometido a varios suplicios, en una vana
tentativa por debilitar su resistencia, sin llegar a privarlo de la vida
Quizás en esta ocasión el obispo Dionisio de Alejandría lo reconcilió con
su Iglesia. Orígenes murió a la edad de 69 años, bajo el imperio de Galo107.
Eusebio no menciona el lugar de su muerte. Algunos autores hablan de
Tiro, ¿pero qué razón podía haberlo hecho abandonar Cesárea por Tiro?
Obras principales
212
sistemáticamente en la Iglesia. Hacía, en ese entonces, una exégesis de
tipo más sencillo. Pero continuaba en la enseñanza, dejándonos algunas
obras más escolásticas y más especializadas. Sus obras comprenden:
Anotaciones, Homilías, Comentarios.
Las anotaciones
Homilías
213
Comentarios
La Exégesis de Orígenes
a. El sentido literal:
Los cristianos combatían los mitos paganos, y he aquí que en los libros
214
vetero-testamentarios, encuentran mitos y antropomorfismos en relación
a Dios.
b. El problema de la Ley:
a. Interpretación tipológica
Está presente en los Evangelios, cada vez quea los personajes del Antiguo
Testamento se los presenta como personajes del Nuevo Testamento. Los
acontecimientos y los personajes vetero-testamenlarios son símbolos,
figuras, "typoi" de hechos y personajes del Nuevo Testamento. Esta
interpretación es típicamente cristiana y posibilita la recuperación de
toda la Escritura. El Antiguo es una fase de preparación del Nuevo
Testamento, bajo la forma de símbolos. La antigua economía prepara la
nueva, de manera que muchas cosas de la nueva economía son anticipadas
en la antigua bajo la forma de símbolos y figuras.
No son, pues, solamente las palabras de los profetas las que anticipan el
Nuevo Testamento, sino también las personas. Configúrase un concepto
de revelación progresiva, que tiene su gran expresión en san Justino, y que
es desarrollado en gran forma por san Ireneo. Así, los cristianos estaban
preparados para enfrentarse con los paganos y los gnósticos.
b. Interpretación escatológica
Esta es muy utilizada por el Nuevo Testamento. Los hechos son proyectados
215
hacia el fin de los tiempos. El Nuevo Testamento es leído según el
Evangelio eterno expresado en el Apocalipsis.
a. Interpretación literal
216
el texto hebreo en caracteres hebreos, el texto hebreo transcrito en griego,
la traducción griega de Aquila, de Símaco, de los Setenta y de Teodosio.
Los salmos eran tomados de otras dos versiones encontradas por el mismo
Orígenes. Signos diacríticos, colocados en las columnas de los Setenta,
determinaban la relación de esta traducción con el texto hebreo.
217
Al cuerpo del hombre le corresponde el sentido literal. Le es útil a
los cristianos comunes que se quedan en la letra. Los simples o
incipientes.
Al alma del hombre se vincula el sentido moral, útil a los que
progresan.
Al espíritu del hombre se relaciona el sentido espiritual. A éste sólo
tienen acceso los perfectos.
b. Interpretación moral
c. Interpretación espiritual
218
Tiene, además, la forma escatológica y eclesial que hacen referencia a la
vida actual de la Iglesia.
219
De modo general, Orígenes deja en claro que existe una relación de
dependencia entre el sentido literal y el sentido espiritual. De no ser así,
la interpretación alegórica podría llevar a la arbitrariedad y al subjetivismo
total. De allí la necesidad de proceder según ciertos criterios:
220
consiguiente, circunscribir y agotar todo su sentido. El Logos lecomunica
a cada uno, según lo que se adapta mejor a su progreso. Y cada ser humano
es diferente. Por eso el Logos se presenta a cada uno bajo el aspecto más
conveniente para él. Del mismo modo, mientras más estudia el hombre
la Escritura, tanto más crece, se perfecciona y llega a la intensidad de
dejarse moldear a imagen y semejanza de Dios.
La Iglesia en Orígenes
Hombre de la Iglesia
221
los fieles en general. Celso declaró que los cristianos eran una masa
ignorante, con los cuales no se podía mantener un diálogo. En Contra
Celsum, Orígenes reacciona contra esta acusación y defiende a los
simples fieles. Sostiene que el más ignorante de éstos es más sabio que
el mayor de los filósofos griegos. Su crítica a los simples fieles debe
entenderse como una exhortación para que profundicen el nivel de su
conocimiento y de su fe en Cristo. No refleja ningún desprecio por ellos.
San Cipriano acentúa que “sólo se puede sal var en la Iglesia”111, o incluso,
que “nadie se salvará fuera de la Iglesia”112113 . En el mismo sentido.
Orígenes habla de la Iglesia como medio fundamental de salvación. Su
concepto de Iglesia, sin embargo, no se limita al aspecto institucional.
Este aspecto es destacado por él, y tiene de éste un concepto muy elevado.
De allí que sostenga que se debe obedecer a la jerarquía a toda costa, aun
cuando él mismo no siempre haya sido bien visto por la jerarquía.
111 Existe una visión de la Iglesia más en el orden institucional. Otros Padres afirmarán lo
mismo, pero situándose en la Iglesia, en cuanto ella es manifestación del misterio
salvífico de Dios para todos los hombres.
112 SAN CIPRIANO, La unidad de la Iglesia Católica 6, p. 35s.
113 ORIGENES, Commentarium in Matheum, 11; PG 13, 1616B.
222
o que les están unidos por lazos familiares, ni les transmitan en
herencia el gobierno de las iglesias, sino que se sometan aljuicio de
Dios. Que no elijan lo que les recomienda el afecto humano, sino que
remitan al juicio de Dios toda elección de sus sucesores.
La Iglesia preexistente"*
114 Esta misma idea de la Iglesia preexistente la reasume posteriormente san Agustín,
quien también desarrollará la perspectiva de la Iglesia Celeste.
115 ORIGENES, Commentarium in Canticum Canticorum, II; PG 13, 134.
223
La Iglesia existe, pues, desde el comienzo del género humano. Pero
¿cómo entiende Orígenes la Iglesia preexistente? Es la comunidad de
todas las criaturas humanas que reaccionasen positivamente al acto de
amorque Dios realizó al comienzo y que marca la historia de los hombres.
224
dimensión extrínseca. Cristo no es sólo un modelo que la Iglesia procura
imitar. Es la cabeza de la Iglesia. Por lo tanto, es en una dinámica
existencia! en la que se concibe esta relación117, de tal manera que en la
medida en que el cristiano es imperfecto, la Iglesia no alcanza la plenitud
de su vida en Cristo. Esta será completa y perfecta en la “apocatastasis”.
La mística de Orígenes
Orígenes habla del contacto personal del alma con el Logos. Es el primero
de los Padres de la Iglesia que, al tratar de la presencia de Cristo en el
mundo, insistió sobre las misiones invisibles de Cristo, o sea, del Logos,
que paulatinamente se va revelando al hombre a lo largo de su historia.
Esta concepción le permite desarrollar una doctrina de tipo místico, por
la cual se le ha llamado fundador de la mística cristiana.
225
de la dignidad de la imagen, puede al final realizar la perfecta
semejanza por medio de las obras"8.
El hombre perdió la imagen por obra del pecado. Mejor dicho, esta
imagen está escondida, no perdida. Está ahogada e impedida por el
pecado. El hombre debe reencontrar esta imagen, y avanzar de la imagen
a la semejanza de Dios. Este cuadro, bastante desarrollado por Orígenes,
no está, sin embargo, sistematizado.
226
aplicaciones del Cantar de los Cantares a Cristo y a la Iglesia, también lo
es que cada versículo es analizado a la luz de la relación existente entre
Cristo y el cristiano.
119 Israel significa “hombre que ve a Dios”. Para los antiguos era la figura de la vida
contemplativa, mientras que Jacob sería el símbolo de los que son perfectos en la vida
activa.
120 ORIGENES, Commentarium in Canticcum Canlicorum, Prologo; PG 13,62-84
227
De las obras atribuidas a Salomón, Orígenes retiene, pues: los Proverbios,
el Eclesiástico y el Cantar de los Cantares. Estas obras representan tres
aspectos diferentes de la reflexión filosófica y de la ascensión del
hombre hacia Dios. Al igual que los griegos, Orígenes descubre tres
disciplinas: la ética, la física y la teoría, que corresponderían a la filo
sofía moral, natural y especulativa, y que elevan al hombre hasta Dios.
228
Este caminar espiritual se hace en la medida en que el hombre, colaborando
en un esfuerzo personal con la acción del Espíritu divino, responde al
llamado que se le hace al conocimiento y a la santidad. Es su respuesta
a nivel del ser y del obrar, y que le permite unirse cada vez más a Dios,
configurándose con El.
229
intelectual. Es vivir lo que se comprende, para comprender cada vez
mejor lo que se quiere vivir.
230
confirmando la idea de una paso de la fe simple o conocimiento genérico
a la fe consumada o conocimiento perfecto. Los verdaderos adoradores
son, por consiguiente, los que realizan este caminar. Si Cristoes “camino”
para los iniciados, es “vida” para los perfectos. Según su humanidad,
Cristo reina sobre los cristianos que contemplan las cosas visibles; según
su divinidad, sobre los que se elevan a las cosas invisibles121.
231
la tensión carne-espíritu, presente a lo largo de nuestro caminar para
alcanzar la santidad. Se perfila un camino no conocido de antemano ni
previsto, pero que se hace y se descubre en medio de las contradicciones
y de las luchas interiores. A cada instante se nos invita a morir a la carne
y al mundo, para que el espíritu se expanda. Es éste el sentido que
Orígenes da al término mortificación.
d. El hombre espiritual
232
IV. LA MUJER EN LA IGLESIA DE LOS
PRIMEROS SIGLOS
INTRODUCCION
Este capítulo tiene como finalidad presentar, bajo dos ángulos, la figura
de la mujer en la Iglesia primitiva.
233
Las mujeres acompañan a Cristo
Hay, pues, cierto número de mujeres que sirven a Cristo, y a las que se
les cita más de una vez, lo que atestigua no solamente la autenticidad del
dato, sino también el respeto que la comunidad tenía por ellas.
Es de una gran relevancia la descripción que hace san Juan sobre la Virgen
María. Ella, que se encontraba en la Bodas de Caná, inicio de la vida
pública de Jesús, está presente al pie de la cruz con otras mujeres y el
Apóstol que Jesús amaba. María desempeña una función en la obra
salvífica de Cristo. En Caná, Jesús le dice: “¿Qué tengo yo contigo,
mujer?” (Jn 2,4.). María responde, mandando que los siervos hiciesen lo
que El les ordenase. El evangelista quiere señalar que, a partir de ese
momento, ya no cuentan los lazos de la sangre. Ahora debe establecerse
en el orden espiritual de la fe. Y es precisamente en esto donde María tiene
una función que ejercer. En lo alto de la cruz Jesús se vuelve hacia su
madre y le dice: “Mujer, aquí tienes a tu hijo” (Jn 19,26), y luego hacia
el discípulo que amaba: “He aquí a tu madre” (Jn 19,27). María pasó a ser,
por su fe, la madre de todo discípulo de Cristo, y todo verdadero discípulo
de Cristo la reconoce como su madre.
234
En los Hechos de los Apóstoles, también las mujeres están reunidas en
oración: “Todos ellos perseveraban en la oración con un mismo espíritu,
en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus
hermanos” (Hch 1,14).
El autor de los Hechos destaca algunos nombres: “En Jope había una
discípula llamada Tabita. Esta era rica en obras y en limosnas que hacía”
(Hch 9,36). “María, madre de Juan, apodado Marcos” abría su casa para
las reuniones de los cristianos (Hch 12,12). “Lidia, de la ciudad de los
tiatirenos”, “fue bautizada juntamente con su familia” (Hch 16,14-15).
Si bien Pablo no les impide profetizar, sin embargo, en una de sus cartas
las invita a callarse en las asambleas (1 Co 14,34- 35). Es muy posible
que esta recomendación haya sido hecha en el sentido general de que
guardaran el silencio necesario para la buena marcha de la reunión, no
perturbando al orador.
235
Santo, distribuye sus dones a cada uno para el bien de la Iglesia. Son los
carismas al servicio de la misión de evangelizar a los hombres.
Por otra parte, el Apóstol niega la admisión a las viudas jóvenes, porque
“querrán casarse otra vez” (1 Tm 11); “además, estando ociosas, apren
den a ir de casa en casa..., se vuelven charlatanas y entrometidas” (1 Tm
13). Es mejor para ellas que se casen de nuevo, “que tengan hijos y que
gobiernen la propia casa” (1 Tm 14).
El texto no habla de un ministerio que les sea propio, pero establece una
nítida distinción para caracterizar bien lo que Pablo denomina “verda
deras viudas”. Estas consagran su vida a Dios, dedicándose a la oración
continua y a la fume resolución de mantener la continencia. Y como
viudas, se dedican a los cuidados de la comunidad cristiana.
236
enseñar en la Iglesia y administrar los sacramentos, testimonia la
presencia de mujeres en las órdenes (ministerios). Sin embargo, por
Orden, quiere señalar tan sólo la pertenencia de alguien a una función de
la Iglesia. Y esto vale tanto para los hombres como para las mujeres:
“Cuántos hombres y cuántas mujeres, en los ‘órdenes’ de la Iglesia se
encuentran entre los que practican la continencia... Han preferido con
traer matrimonio con Dios”124.
237
ayunarán constantemente y rezarán por la Iglesia”. Las vírgenes, sin
embargo - según Hipólito - no son ni ordenadas ni instituidas.
En todos estos textos, tanto Clemente, que considera a las viudas personas
elegidas, como Orígenes, que habla de la posibilidad de tener acceso a la
dignidad eclesiástica, no pretenden describir la situación de la Iglesia de
su tiempo, sino que tienen como objetivo comentar simplemente los
textos bíblicos que apuntan hacia lascondiciones prescritas para integrarse
a las viudas o para ser elegido obispo, presbítero o diácono.
238
algún ministerio ejercido por las mujeres o que allí ya existiese la
institución de las viudas. El primer documento que atestigua el surgi
miento de la institución de las viudas y de las diaconisas es la Didascalia
Apostolorum, en Siria.
133 Didascalia Apostolorum, II, 25, 1-3; FUNK, op. cit., p.92- 94.
134 Idem, III, 1,1-2, p. 183.
135 IdemJU, 1,1, p. 182.
136 Idem, III, 6, 1-2, p. 190.
239
miento, como recibir algo de alguien o imponer las manos y rezar sobre
alguna persona. Con esto se trata de evitar que ellas hagan visitas y
oraciones para recibir importantes obsequios y recompensas.
Alejando toda envidia, serán agradecidas con quien les ofrezca algún
bien, rezando por ellos en el secreto de sus corazones. No divulgarán sus
nombres en oraciones públicas o interrogadas, protegerán a los donantes
del asedio de otras viudas. Los dones recibidos deben ser fruto de un
trabajo honesto y no el resultado de la injusticia. En caso de que las
primicias, los diezmos y las ofrendas de los fieles dadas al obispo no sean
suficien tes, se deberá alertar a la comunidad y promover una colecta para
obtener lo necesario.
b. Las diaconisas
240
que están enfermas, y lavar a las que se están restableciendo de una
enfermedad. ..Que el número de los diáconos esté en proporción con
el de la asamblea del pueblo de la Iglesia... para que puedan prestar
a cada uno, a las mujeres ancianas que están enfermas, a los
hermanosya las hermanas enfermos, elservicio apropiado asu caso.
Que de preferencia sea una mujer la que se ocupe del servicio de las
mujeres, y un hombre diácono del servicio de los hombres. Y que esté
pronto a obedecer y a someterse a la orden del obispo137.
241
de un ministerio, de un servicio que se presta a la comunidad. La diaconía
se sitúa, pues, más en la línea de la Institución que en la de la Ordenación,
como lo es el caso del presbiterado y del episcopado, de los cuales se
diferencia.
242
Esta presencia de la mujer en la Iglesia está marcada también por toda esa
extraordinaria literatura que relata el martirio de las cristianas. En las
Actas de los Mártires de Lyon, es impresionante el coraje y el ardor con
que Blandina se enfrenta a los verdugos. Mujer sencilla, hace de su
profesión “Soy cristiana”, que fue causa de su muerte, el gran anuncio de
la fe en Cristo y la proclamación de un mensaje de amor. Los paganos
mismos exclaman: “Jamás entre nosotros una mujer sufrió tan grandes y
tan numerosas torturas”.
243
La Escritura divina no hace distinción entre hombres y mujeres por
el sexo. Pues ante Dios no existe diferencia de sexo; por la
diferencia de corazón se distinguen los hombres de las mujeres.
Cuántas mujeres, perteneciendo al sexo femenino, ante Dios son,
por el contrario, hombresfuertes, y a cuántos hombres se les debe
clasificar entre las mujeres frágiles e indolentes141.
CONCLUSIONES
244
6. A las.viudas no se le concede el derecho de enseñar en la Iglesia. Ellas
constituyen un estado de vida y no una función en la Iglesia, como
las diaconisas.
245
CONCLUSION GENERAL
Es bueno tener presente que en siglo IV, además de las grandes figuras
teológicas, comienzan los Concilios Ecuménicos; surge la paz entre la
Iglesia y el Estado con el edicto de Milán publicado por los emperadores
Licinio y Constantino Magno, y bajo Teodosio, el Cristianismo será
reconocido como religión oficial del Imperio Romano.
246
SIGLOS IV-V
TERCERA PARTE
PREFACIO
Estos dos siglos vieron nacer hombres excepcionales, que serán pastores
empeñosos, doctores de notable sabiduría y grandes santos. El cristianismo
tendrá eximios representantes en Africa, en Asia Menor, en Italia, en una
palabra, en todo el Imperio. Ellos ejercerán una influencia directa en la
exposición y formulación del dogma cristiano.
249
Oriente. Pero al mismo tiempo posibilitan la realización de dos Concilios
y Sínodos, y la consolidación del Primado de Roma.
250
INTRODUCCION
En este contexto conviene recordar que, para el Antiguo Testamento, los primeros
cristianos hicieron suya la Versión de los LXX, considerando también como inspirados
los deuterocanónicos (Eusebio, H.E. III, 9,5).
Para el Nuevo Testamento, contamos, por los años 170-220, con el testimonio de
Melitón, de san Ireneo y del canon de Muratori para los cuatro Evangelios y la 13 cartas
paulinas. Los otros escritos fueron aceptados más tarde, teniéndose ciertas dudas
respecto a Juan y al Apocalipsis (Eusebio, H.E. III. 24-25). Algunas iglesias clasificaban
entre los libros canónicos, la Carta de Bernabé y el Pastor de Hermas. El ’eslimonio
más antiguo de la lista de los libros canónicos del Nuevo Testamento es la carta festiva
de san Atanasio del año 369 y el canon 60 del Concilio de Laodicea (Mansi 2,563-604).
El año 382, el Sínodo de Roma estableció la lista completa del Antiguo y Nuevo
Testamento, en el llamado “Decreto Gelasiano”. Los libros canónicos fueron definidos
en Trento, en la 4a. sesión del 8 de abril de 1546.
251
algunos ambientes, y sobre todo en el mundo helénico, existe una
interpretación de tipo literal, así como también una técnica exegética
específica de carácter alegórico. Numerosos son los ejemplos de estudios
interpretativos, de uso escolástico, sobre los escritos de Homero y de otros
poetas. En el j udaísmo es muy conocido el esfuerzo de Filón de Alejandría
quien, juntamente con Flavio Josefo, realiza la aproximación entre la
cultura griega y el Antiguo Testamento, para lo cual propone un
comentario ligado a la hermenéutica usada por los paganos. Adopta el
método alegórico para los escritos veterotestamentarios, observando las
normas seguidas en la interpretación de los poemas homéricos. El deseo
es el de alcanzar el sentido oculto del texto, el cual se hace accesible
gracias a ese método, y que sólo es alcanzado por quienes se interesan en
las realidades del espíritu.
En los Padres Apostólicos (S iglo I y comienzos del II) se echa de ver cierta
diversidad en el uso del Antiguo Testamento. En la obra de san Clemente
Romano, en quien la cultura griega se asimila a la raíz j udeo-cristiana, las
citas del Antiguo Testamento son bastante numerosas. Se destaca el
sentido literal en la referencia a los textos veterotestamntarios. A los
personajes del pueblo de Israel se los presenta como ejemplo para los
cristianos de Corinto, incitados por el obispo de Roma a la obediencia,
a la concordia y a la paz. Si bien el Pseudo-Bemabé, mediante un
procedimiento midrásico, estudia a fondo el Antiguo Testamento, las
cartas de san Ignacio de Antioquía, en cambio, se refieren rarísima vez
a los textos veterotestamentarios. Se deja ver el alejamiento e incluso el
rechazo, en el ambiente cristiano de origen pagano, de los componentes
de la Antigua Alianza. En el Pseudo-Bemabé, se robustece la interpretación
alegórica y tipológica. La oración de Moisés con los brazos en alto se la
interpreta, por ejemplo, como "typos" de la cruz y del crucificado (c. 12,
2-3); Josué es figura de Cristo (12, 8-10).
Toda una simbología tiene allí sus inicios, y será desarrollada por los
Padres posteriores. En el sol, verán el símbolo de Cristo; en la luna y en
la nave, el símbolo de la Iglesia; en el mar, el símbolo del mundo.
Los apologistas
252
Testamento con la vida de Cristo y de la Iglesia, en forma bastante literal.
En este sentido, da una interpretación cristológica y bautismal del diluvio
(Dial 138), y establece la relación Eva-María (Dial 100 4-5). Mostrando
esta misma relación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, san Ireneo
desarrolla el procedimiento tipológico del Antiguo Testamento, en la que
el único Dios conduce a los hombre, desde la Ley y los profetas a su
revelación plena a los hombres, en Jesucristo: "per typica ad vera et per
temporalia ad aeterna et per carnalia ad spiritualia et per terrena ad
caelestia" (Adv. Haer. IV, 14, 2-3; 9,3; 20, 5-8).
La Exégesis Alejandrina
Para Clemente, toda la Biblia es “la voz misma del Logos divino”. Los
evangelios son, así, la realización y la plenitud del Antiguo Testamento,
que sólo puede ser comprendido a la luz de Cristo. Frente a esto, nada hay
en la Sagrada Escritura que pueda ser rechazado o disminuido. Todo tiene
un sentido preciso, si bien a veces de difícil comprensión. Por esta razón,
Clemente distingue dos niveles de enseñanza en la Biblia: uno más
253
inmediato, en el que los textos bíblicos son propuestos y comentados de
modo bastante amplio, recordando los comentarios griegos de tenor
filosófico; el otro, que busca el sentido oculto, al que se le alcanza
mediante el método alegórico o espiritual. Gracias a este método, se pasa
del nivel literal al espiritual, logrando la enseñanza última o, como dirá
Orígenes, el espíritu de la letra.
254
La Exégesis Siro-palestinense
255
antioquenos, en los cuales la concisión constituía la norma que se debía
seguir.
La Exégesis Occidental
256
juicio, y los 72 cantores designan a toda la humanidad. Los salmos 1 y 2
los lee a la luz del nacimiento y de la pasión de Cristo respectivamente.
Es lo que hacen san Ambrosio y san Agustín. Existen también los grandes
comentarios que tratan, en forma sistemática, de libros y textos de la
Sagrada Escritura.
257
Los libros 1 y 2, de un total de diez, son totalmente dependientes de
Orígenes.
258
según ella, se interpretan los ángeles (Ap 1,20), la nueva Jerusalén (3,12),
el altar (8,3), los ancianos (4,4), los candelabros (11,4), y la mujer vestida
de sol (12,1),dondeel sol esCristo,los Apóstoles,la corona de 12estrellas
y los herejes, la luna bajo los pies de la mujer.
El primer contacto más notable de san Jerónimo con las Escrituras fue
marcado por el trabajo exegético del maestro alejandrino, Orígenes. Esta
influencia se refleja sobre todo en los comentarios a san Pablo, y
contribuirá a elegir el espíritu crítico y su preocupación filológica.
Jerónimo conoce la Hexapla, pero detecta -y éste es su gran mérito- que
no era suficiente traducir el texto griego -en este caso, los “Setenta”- al
latín, sino que se debía ir directamente a los textos originales de la Biblia.
259
fundamentalmente bíblicos. Muchos son los comentarios escriturísticos,
las homilías y las obras polémicas de san Agustín.
260
espíritu humano es invitado aprogresaren él descubrimiento de horizontes
que revelan profundidades siempre mayores.
261
I. LOS PADRES DE ORIENTE
La vida de san Atanasio, marcada por cinco destierros, fue muy agitada.
Era un hombre muy popular, especialmente entre- el pueblo sencillo y los
marineros del puerto de Alejandría. Probablemente hijo de padres no
cristianos, nació en esta ciudad, donde vivió en medio del pueblo, al que
conocía bien, y cuya lengua la hablaba correctamente.
262
Su vida
a. El cisma de Melecio
b. La crisis Arriana
263
Ante esta enseñanza y debido a la obstinación de Arrio, Alejandro
convocó un Concilio de aproximadamente cien obispos de Egipto y de
Libia, el cual condenó y excomulgó a Arrio y a sus seguidores. Arrio se
dirigió entonces a dos obispos que lo apoyaban: Eusebio de Nicomedia
y Eusebio de Cesárea. El primero gozaba de gran influencia en la corte
imperial: fue quien bautizó al emperador Constantino en el lecho de
muerte. La actividad de Eusebio de Nicomedia en favor de Arrio,
sembrando cada vez más la agitación en la Iglesia, culminó finalmente
con la convocación del primer Concilio Ecuménico de la historia. Este
Concilio fue convocado por el Emperador Constantino, y se realizó en
Nicea, el aflo 325.
a. La condenación de Arrio
264
b. Introducción de la palabra “homoousios” en el símbolo de la fe.
265
las cosas, sin alteración, en particular, en cuanto a la substancia o a la
esencia. Es de una substancia semejante al Padre, de la misma naturaleza
que el Padre4. A éstos no se los considera propiamente herejes, ni siquiera
por Atanasio.
4 Este término fue propugnado por Eusebio de Cesárea, como contrario a la tesis radical
de los arrianos, pero con un significado menos estricto y formal que el del Concilio de
Nicea. Sin embargo, abrió el campo al monarquismo sabeliano.
266
Atanasio abandona el Sínodo, antes de que éste haya pronunciado la
sentencia de su deposición, y va al encuentro del emperador en
Constantinopla. Pero éste ya había sido advertido por los obispos
enemigos de Atanasio, de su gran popularidad. Dichos obispos afirmaban
que Atanasio tenía en sus manos el mercado del trigo de Egipto, y que su
intención era impedir las entregas destinadas a la Capital. Siendo Egipto
el granero del Imperio, Roma dependía de él para alimentar a su
población. Constantino, entonces, lo hace aprisionar y lo envía al
destierro.
267
Algunos historiadores presentan al monje Antonio como un analfabeto
copto. La palabra “analfabeto” es algo exagerada. El movimiento
monástico en la Iglesia es un movimiento pobre y autóctono. Por esto,
contando con el apoyo de Antonio y de los monjes, Atanasio puede
afirmar que cuenta con la fuerza evangélica, y que los egipcios están con
él. Esta acción resulta un éxito: Antonio viene a Alejandría, donde
proclama públicamente que su fe es la de Nicea, la misma que Atanasio
defiende.
268
prostituta. Al despertar, hizo llamar a su gente. Por suerte, se había hecho
acompañar por un general, quien inició de inmediato las investigaciones.
Estas culminaron con el descubrimiento de que el autor de la celada era
justamente el obispo de Antioquía. Atanasio fue absuelto e invitado a
retomar a su Sede. El año 345, entró como un héroe en Alejandría.
269
Atanasio, junto con el obispo de Roma, apoya a Paulino. Esta opción le
acarreará problemas y cierto malestar por parte de los otros obispos
orientales.
El aflo 360, una parte del episcopado firma una fórmula de fe homeana,
no lejana, empero, de la afirmación de que Cristo es en todo semejante
al Padre. Este mismo aflo, sube al poder imperial Juliano quien, bautizado,
abandonará la fe cristiana. Juliano quería rehacer la unidad del Imperio,
aliando la filosofía helenista con la religión pagana. Fue un emperador
inteligente y de gran capacidad organizativa. Poco después de su ascensión
al trono, llama del destierro a todos los obispos y les concede la amnistía.
A los palaciegos que se espantaron con esta medida, les respondió: “Estos
lobos se van a devorar entre sf’.
270
principales, la cristología, la proclamación de que le fe de Nicea es
suficiente y el Espíritu Santo.
Su doctrina
271
Atanasio se hizo notable por su defensa de la fe de Nicea y,
consecuentemente, por atacar a los arrianos. Su obra dogmática más
significativa son los Discursos contra los arrianos, en los que hace una
exposición de la doctrina trinitaria. Esta obra fue elaborada o el año 346
o el 359-360. Sea como sea, no fue escrita en una fecha muy distante del
Concilio de Nicea, ya que desea ser una explicitación de éste. Es
interesante observar que, después de haber citado en el preámbulo la
expresión homoousios (consubstancial), Atanasio no la vuelve a citar ni
una sola vez a lo largo del tratado. Quiere demostrar con ello que es
posible explicar la fe de Nicea sin emplear la palabra homoousios, fuente
de tantas controversias en la Iglesia.
272
Cristo: Hijo y Verbo - son dos términos que se complementan y hacen
posible la reflexión en el seno de la Revelación bíblica; pues el Hijo es
interior al Padre, y el Verbo es interior al espíritu humano.
Teología rudimentaria
Atanasio escribe:
273
por ejemplo, dentro de la interrogación bautismal, podemos encontrar el
dogma mismo de Nicea: “Así se siembra (implanta) en cada alma...”11.
274
la iniciación cristiana, en la que se da la teología rudimentaria, llevamos
al fiel a tomar conciencia de la fe de Nicea, sin que haya necesidad de
utilizar para esto la palabra homoousios.
Proverbios 8,22
275
historia, hacia ese fin que se manifiesta a la humanidad por la Sabiduría.
276
Estas dos respuestas, la de la Economía y la de la antropología, Atanasio
las une, haciendo intervenir la teología. Ya destacamos los dos planos
sobre los cuales podemos considerar el proceso indivisible de la
Encamación: el de la humanidad asumida y el del Verbo que asume la
realidad humana. En seguida, hace resaltar la Encamación con todas sus
proyecciones eternas, o sea, desde el punto de vista de Dios.
San Atanasio escribe: “Si Dios tiene un Verbo al que se le llama su Hijo,
es en vista de tener hijos que participen de su Verbo”.
Para él, éste es el sentido que tiene la teología nicena: “Dios engendra,
desde toda eternidad, a su Hijo, para crearlo en el tiempo como Hijo del
hombre, a fin de que los hombres que El creó sean por el Hijo engendrados
finalmente como hijos de Dios”.
Este es el amor de Dios para con los hombres: querer, por gracia,
tornarse Padre de quienes es el Creador... Son los que habiendo
recibido al Verbo, reciben de El el poder de hacerse hijos de Dios.
No podrían llegar a ser hijos, siendo ellos mismos criaturas, si no
recibieren en sí al propio Hijo de Dios. El Verbo se hizo carne para
hacer al hombre capaz de la divinidad... No somos hijos por nosoros
mismos, sino por el Hijo que está en nosotros. Y Dios no es nuestro
Padre por naturaleza, sino que lo es del Verbo que está en nosotros,
en el cual y por el cual nosotros exclamamos : ‘ábba, Padre'. El
Padre, por su parte, dice a aquellos en los cuales ve a su propio Hijo:
‘Yo os engendré’ (Sal 2,7), y El os llama sus hijos'2.
277
encamado, puede retomar, a su vez, las palabras que el Verbo proclama
en cuanto Hijo. Para Atanasio, el hombre es divinizado, verbificado,
logificado. No dice, sin embargo, que el hombre es deificado. Para él, si
se habla del Hijo, del Verbo, es por una razón cristológica, teniendo en
vista la Economía y la Encamación. Nos hacemos hijos, en la medida en
que nos comunicamos con el Verbo de Dios. Si el Verbo es Hijo, es para
que nosotros nos transformemos en hijos. Gracias al Verbo, existe para
nosotros una posibilidad de filiación divina.
Cuando Pedro dice: 'Sepa con certeza toda la casa de Israel, que
Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros
habéis crucificado', no es de la divinidad de Jesús que Pedro afirma
que Dios lo hizo Séñor y Cristo, sino de su humanidad, que es toda
la IglesiaM.
278
La acomodación del Verbo a la criatura:
Atanasio desarrolla este aspecto bajo una u otra forma, explicando los dos
títulos, aparentemente inconciliables, que la Escritura da al Hijo: Unico
y Primogénito. Es cierto que no se pueden decir ambos al mismo tiempo
y bajo una misma relación, Hijo Unico y Primogénito. Sin embargo, es
llamado “Hijo único”, debido asugeneración por el Padre, y “primogénito”,
debido a su acomodación a la criatura, en vista de la creación de
numerosos hermanos. Así, la Escritura hablará de “primogénito” entre
muchos hermanos, debido al parentesco de la carne, “primogénito” de
entre los muertos, porque la resurrección de los muertos proviene de El
y se hace con El. Y sobre todo “primogénito de toda creación”, debido a
ese amor del Padre, por el cual, no sólo el Padre ha establecido en su Verbo
todas las cosas, sino que también en El libera a toda la creación.
279
asumidos por su carne, somos, de ahora en adelante, herederos de la vida
eterna”1516
.
Su obra
280
A través de la Vita Antonii, se expresa un estilo de vida que caracteriza
el ideal ascético. Aun cuandoeste ideal de asceta cristianoestá fuertemente
tipificado, deja la impresión de que Atanasio no lo tenía deformado. Por
el contrano, Antonio es el tipo del asceta cristiano. Y Atanasio se
propone, a lo largo de la obra, presentar un modelo de vida consagrada
a Dios. Su aspiración es atraer a los lectores a imitar la santidad de su
héroe, y no sus milagros y visiones.
281
Atanasio ve en el ascetismo cristiano una nueva manera de ser del sabio
pagano. En el ascetismo cristiano, descubre el mismo equilibrio y la
misma armonía de vida. Para él, la verdadera ciudad filosófica es la
ciudad monástica.
282
La correspondencia de Atanasio
Cartas sobre los decretos de Nicea: Esta carta fue escrita por el año 350,
o sea, 25 años después del Concilio de Nicea. Fuera de las Actas del
Concilio, esta carta es prácticamente el único testimonio directo y
abundante que tenemos sobre el desarrollo de este primer Concilio
Ecuménico. Desde el comienzo del Concilio, los Padres de Niceaestaban
de acuerdo sobre dos cosas:
283
Además, en una carta al obispo Dionisio de Roma, Dionisio le escribió
que no era necesario utilizar el término homoousios para explicar el
misterio de la Trinidad. Apoyándose en textos evangélicos, en los cuales
el Padre y el Hijo eran comparados al viñatero y a la viña, Dionisio
mostraba que el Hijo era también diferente al Padre, así como la viña lo
es del viñatero, o también, el bastón del que lo fabrica. En su lucha contra
el símbolo de Nicea, los arrianos no dejaron de oponer esta carta de
Dionisio a los escritos de Atanasio.
Atanasio les respondió que esa afirmación era posible, desde el punto de
vista de la humanidad. En nombre de la “economía salvífica”, al Verbo
se le puede considerar como criatura diferente del Padre. Y en este
sentido, Dionisio tendría razón, por cuanto, bajo este punto de vista, el
Padre es mayor que el Hijo17
17 LEBON, "Le son du consubstantiel nicéen" (La suerte del consubstancial niceno), en
Rev. d'Histoire Ecclísiastique, 1952, pp. 496-529.
284
existe un Hijo, es necesario que el Hijo sea hijo por naturaleza y en
verdad. El Hijo es, pues, consubstancial al Padre, como lo probamos
anteriormente'*.
Atanasio reafirma, pues, que Dios es Padre, que tiene un Hijo que no es
criatura, sino engendrado y consubstancial a El, como los padres humanos
engendran hijos consubstanciales a ellos mismos.
b. Cartas espirituales
285
sino que tiene una originalidad propia. Hay algo de la revelación que sólo
se encuentra en el Salterio:
286
modelo en la Virgen María. Imitadla”. La copia de la carta de
Atanasio fue encontrada en copto, y el texto de Ambrosio está en
latín. Sin embargo, si se comparan ambos textos, pronto se cae en a
cuenta de que el texto de Ambrosio sigue al de Atanasio con una
extrema y casi perfecta literalidad19.
De todas estas cartas, la que más atrajo la atención fue la 39a. del aflo 367,
en la cual censura a los herejes por introducir obras apócrifas, como
Escritura divinamente inspirada. Atanasio enumera entonces los libros
del Antiguo y del Nuevo Testamento, incluidos en el canon, y que fueron
recibidos y transmitidos por la Iglesia.
287
Impidió que el Cristianismo se convirtiera en “un instrumento del
servicio imperial, destinado al culto de la divinidad” (Hamack).
Rasgos de su vida
288
volver a la patria distribuyó su fortuna entre los pobres, y se retiró a la
soledad en el norte de Capadocia, en la región de Iris. Aspiraba a vivir el
ideal monástico con algunos amigos que se le unieron, deseosos de
compartir la misma via. En esta época compone la colección de los
extractos de Orígenes, que llevará el titulo de Filocalia.
La organización de la caridad
289
para con los pobres empleados que son explotados... No queráis
exigir de ellos impuestos excesivos por lo que ellos trabajan; de lo
contrario, quedarán arruinados. Por lo demás es de vuestro propio
interés no hacerlos incapaces de trabajar para el bien público.
En todo este empeño suyo, debemos tener en cuenta que Basilio pertenece
a una gran familia, es decir, a una familia senatorial, lo que significa que:
Por mucho que la motivación pueda ser muy distinta, esta realidad no
dejará de influir en la actuación de Basilio como obispo.'
290
En su panegírico a Basilio, Gregorio Nazianceno señala que esta ciudad
fue punto referencial de su acción y de su pensamiento. Para él, ella era
la octava maravilla deltnundo: “los pobres poseen una pequeña propiedad,
los enfermos son atendidos y los peregrinos son acogidos”.
Resumiendo, diríamos que son tres los elementos que aparecen como
necesarios para determinar una ley moral evangélica:
291
Las Reglas morales se convierten así en un libro de pastoral, y Basileia
es la concretización de un imperativo evangélico.
La lucha antiarriana
292
Tú no sigues la religión del emperador, en cambio todos los
demás se muestran sumisos a sus órdenes.
- Mi emperador me perdone: yo no puedo adorar a una criatura,
siendo yo mismo criatura de Dios y llamado por El a participar
de su vida
¿Por quién nos tomas, al emperador y a mí?
- Por menos que nada, al menos cuando actuáis, como lo estáis
haciendo.
293
Entre ellos figuran su hermano Gregorio de Nissa y su amigo Gregorio
Nazianceno, nombrado para Sásimas. Este, que censurará siempre a
Basilio por ese nombramiento, no va a Sásimas, pequeño villorio situado
en la encrucijada de caminos, a no ser para tomar posesión de su Sede.
Gregorio de Nissa comprende mejor la situación y se esforzará por
proteger los intereses del hermano. Con estos nombramientos, Basilio
consigue mantener la ortodoxia en la Capadocia, pues evidentemente los
obispos escogidos eran todos defensores del homoousios.
294
Atanasio y toma partido por Paulino. El emisario enviado por Dámaso
comete todo tipo de faltas, de modo que Basilio escribirá a propósito de
los occidentales: “Ellos no saben lo que pasa aquí y no soportan ni siquiera
la verdad”.
Escritos de Basilio
Entre sus obras se destaca, por cierto, el tratado sobre el Espíritu Santo.
Es una primicia teológica. Fue enviada por Basilio a su amigo Anfiloquio,
obispo de Iconio, como respuesta a las dudas surgidas, respecto a una
doxología utilizada por Basilio en su Iglesia de Cesárea.
295
los que llevan nombre y hábito de piedad (los monjes). Aún no se
había bebido, y la conversación versaba sobre nosotros, como
sucede muchas veces en los banquetes... Todo el mundo te admiraba,
y trasladaba esta admiración a mi persona, hablando de la identidad
de nuestra filosofía y de nuestra amistad, de Atenas, de nuestras
comunes aspiraciones y de n uestros mismos sentimien tos en todos los
puntos. Pero nuestro filósofo comprendió mal la cosa. ‘¿Qué decís
vosotros?’ exclamó con todo el ímpetu de un joven. 'Para la orto
doxia es falso ese elogio a Basilio, y también a Gregorio. Uno lleva
la fe por los propósitos que tiene, otro es cómplice de esta traición
por lo que lo deja hacer... Yo acabo de llegar de una reunión que se
realizó en honra del mártir Eupsychios, y allíoía Basilio, el Grande,
hablar sobre la teología: sobre el Padre y el Hijo era excelente, era
perfecto, lo hacía de una manera que nadie se cansaría de escuchar;
pero al Espíritu él lo escamoteaba... Basilio se limita a hacer
entrever obscuramente las cosas, y sólo esboza la doctrina. El no
proclama libremente la verdad. Con más política que piedad, toca
los oídos, y, por el poder de su palabra, disfraza su duplicidad'22.
22 SAN GREGORIO NAZIANCENO, Carta LVIII, col. Budé, París, 1964, t.I, p. 73s.
296
cristiana, pues la vida del cristiano se fundajustamente en el misterio
trinitario.
297
Hay diversidad de ministerios, pero un mismo es el Señor. Hay diversidad
de operaciones, pero uno mismo es Dios que opera todo en todos”.
298
se restringe a la vida monacal, cuando afirma que el Evangelio es la regla
suprema de vida para todas las categorías sociales.
23 Cf. SAN BASILIO MAGNO, As Regras Monásticas, col. Os Padres da Igreja, 4, Ed.
Vozes, Petrópolis, 1983.
299
Homilías sobre el Hexaemeron.
Estas homilías, según J. Quasten, fueron pronunciadas antes del año 370,
300
“siendo él todavía simple sacerdote. El las pronunció como sermones de
cuaresma, en el curso de una semana, pues algunos días predicó dos veces:
por la mañana y por la tarde”25.
301
3. SAN GREGORIO NAZIANCENO
Su vida
302
que escapó a la ley común, distinción que sobrepasaba la condición
de un recién llegado. He aquí el comienzo de nuestra amistad. Allí
se encendió la chispa de nuestra unión?6.
303
Gregorio escribe a Basilio, manifestando su desagrado, y abandona
definitivamente Sásimas, para nunca más volver. Se va a vivir junto a su
padre en Nazianzo, y allí será su coadjutor en la administración de la
Iglesia local. El afio 374 pierde a su padre, y después de continuar por
algún tiempo, dirigiendo la Iglesia de Nazianzo, se retira. Se comunica
con los obispos de la región y les señala la necesidad de proveer la Sede
de un titular, por cuanto él sólo había estado allí para ayudar a su padre
y no para sucederlo. A pesar de todos los argumentos, los obispos
consideran que la diócesis está bien administrada, y que la solución
provisoria podía tomarse permanente. Gregorio, sin embargo, se decide
a dejar Nazianzo, y se retira hacia la Seleucia, en la Isauria, donde ansia
vivir como monje.
304
En este ínterin, el obispo Melecio de Antioquía, que presidía el Concilio,
muere. Gregorio es inmediatamente investido de la presidencia. Cometerá
entonces una falla. La asamblea conciliar se ocupa de la sucesión de
Melecio para Antioquía. Ahora bien, es sabido que Melecio tenía en
Antioquía un rival en la persona de Paulino, también consagrado obispo.
Un acuerdo hecho entre ambos, establecía que no debería elegirse un
sucesor al primero que muriese. Fiel a este pacto, Gregorio apoya a
Paulino, pero la asamblea conciliar se niega a aprobar esta decisión. En
este preciso momento llegan al Concilio los obispos de Egipto, decididos
a alejar a Gregorio de la Sede de Constantinopla. Se valen del pretexto
de que su elección era contraria al canon que prohibía la transferencia del
titular de una Sede episcopal a otra, o sea, de Sásimas a Constantinopla.
Ante estas nuevas dificultades, Gregorio renuncia. He aquí como él
mismo describe este episodio:
305
escribir su vida y poemas, y manteniendo una abundante correspondencia.
Muere hacia el afio 39030.
30 Mientras par* san Agustín, la alegría es la virtud del pastor, vemos que el sufrimiento
de san Gregorio es la melancolía. Esto no obstante, llegó a ser un obispo popular, y
contó con muchos amigos.
306
divinidad de segunda categoría. Los Tres son Dios. La monarquía
puede, por lo tanto, atribuirse a la Trinidad toda entera, pues a la luz
del homoousios, propio de cada uno, los tres son Dios por fuerza de
la monarquía. Monarquía orgánica, como subraya san Gregorio, para
evitar todo subordinacionismo.
La Oración II
307
para justificar su fuga y su retomo, que por lo demás, constituyó el primer
tratado teológico sobre el sacerdocio. Como fuente, se valdrá de la obra
de san Juan Crisóstomo sobre el sacerdocio, como también, de san
Basilio. Tres son las ideas fundamentales que polarizan su escrito: el por
qué del sacerdote, la definición del sacerdocio, y las funciones sacerdotales.
Estas ideas las desarrolla a lo largo de la obra.
Por otra parte, si la Iglesia supone un orden (taxis), este solo orden no le
es suficiente. A éste se le une también el bello ordenamiento, la armonía,
el cosmos, para engendrar el orden perfecto y salvaguardar la plenitud
(pleroma) de la Iglesia. Dentro de cada uno de estos elementos específicos
de la Iglesia, Gregorio trata de presentar el por qué del sacerdote.
308
y otros, así como hay grados en los dones del Espíritu Santo,
proporcionales a la capacidad de las personas y en la medida de la fe.
Es indispensable respetar este orden; aceptar que haya personas para
enseñar, otras para escuchar, personas dedicadas a la caridad, y otras
encargadas de orientar y de gobernar.
309
b. Definición del sacerdote
310
En estas consideraciones sobre el sacerdocio, Gregorio establece una
unidad entre los diversos temas, al centrarlo en “hacer dioses”. Así pues,
al sacerdote no se le define por el ejercicio de una función específica,
como lo es la celebración del sacrificio o la predicación de la palabra, sino
por una actividad totalizante que comprende las funciones e incluye todos
los ministerios, y que al mismo tiempo define al sacerdote como el que
hace cristianos. El es quien hace habitar a Cristo en el corazón del
hombre, gracias a la acción del Espíritu Santo, y en este sentido lo
diviniza. Esta definición, desarrollada extensamente por Gregorio, exige,
según él, que se reconozca la Economía divina. Por lo demás, es el
sacerdote quien personaliza esta Economía salvífica, buscando concretarla
en todo el hombre y en todos los hombres.
o
El segundo texto se encuentra en Oratio H: (73, ya en parte citado
anteriormente). Sin embargo, al mismo tiempo que confirma el
primer texto, trae un elemento nuevo que toca al ser mismo del
sacerdote.
Este segundo texto retoma los temas teológicos del primero, y añade al
de la Eucaristía. Mantiene la afirmación de que el sacerdocio es un
instrumento de la divinización, y concluye con la necesidad que tiene de
dejarse invadir cada vez más por esa acción divinizadora del Espíritu
Santo. “El, obispo o presbítero, es quien ejerce, en la persona de Cristo,
el único sacerdocio, y realiza en el Espíritu Santo la divinización de los
hermanos”.
311
El sacerdote predica la Palabra de Dios, y él es quien celebra los misterios
y ejerce la autoridad. Pero esas funciones son signos de su carisma, que
en realidad es engendrar a la vida divina los que nacieron de la carne y
de la sangre. Los medios de que se vale para comunicar esta Economía
y dispensarla, son los sacramentos y la Palabra, la Economía distribuida
y enseñada.
33 San Gregorio emplea muchas veces el vocablo "theologia" para designar la “ciencia
sobre Dios", la doctrina que trata directamente de la divinidad, junto con el vocablo
"economía", que presenta esta misma divinidad en su acción en favor de la salvación
de los hombres.
312
El sacerdote preside el misterio divino, en cuanto él es el litúrgico en la
Eucaristía. De esto se deriva la necesidad absoluta de que viva
espiritualmente el misterio que preside, en comunión con Dios y con los
hermanos. Una interiorización total del misterio se realiza en su persona,
que ofrece a Dios un sacrificio espiritual: sacrificio del corazón, por una
vida justa y santa. El es, en cierta forma, la imagen y la realización del
misterio que se celebra, haciéndose imposible para él presidir, sin que
Cristo habite en su alma y ofrezca, con él, el sacrificio al Padre.
Nacido el año 330, Gregorio de Nissa fue uno de los hermanos de Basilio
de Cesárea. A medida que vayamos reflexionando sobre su vida,
procuraremos situar y analizar sus obras más importantes. Su vida está
marcada por dos etapas. Hubo un primer período, que termina el año 379,
con la m uerte de san Basilio. En esta etapa vive a la sombra de su hermano
mayor, quien también fue su formador. Desde el 379 hasta el 385,
Gregorio pasa a actuar, libre de la preocupación: “¿qué dirá mi hermano
si actúo de esta manera?” El año 385, se perfila una nueva etapa, cuyas
causas, sin embrago, no están bien determinadas. Acontece como una
especie de desaparición. Su luz queda encubierta, y pasa a ser un obispo-
monje, en el que el monje prevalece sobre el obispo, aun cuando sigue
tomando parte activa en la vida de la Iglesia.
313
A la sombra de Basilio
314
perfecta conformidad con las perspectivas eclesiales de Basilio; la
tematización doctrinal y espiritual necesaria para que Basilio hiciese
comprender lo que debe ser la virginidad en la Iglesia.
El afio 379, escribe una nueva obra, titulada: De la creación del hombre.
Prosigue a Basilio, quien en su tratado sobre el Hexaemeron, no tuvo
tiempo de hablar sobre la creación del hombre. El objetivo de ambos era
llevar a los fieles a tomar conciencia de que la oración es un memorial de
la creación.
34 Cf. DANIELOU, J., Le Quatrieme Siecle. Grégoire de Nysse et son milieu (El siglo IV.
Gregorio Niceno y su medio), p. 58s. No faltó quien reaccionase, tal como Henri De
Lubac: “Gregorio en Teilhard de Chardin”. Sin embargo, es necesario advertir que,
para Gregorio, la creación no es una pura evolución de la materia, sino que viene
siempre de lo alto.
315
En el tratado sobre la creación del hombre, se encuentran elementos
importantes para una teología de la creación. Para Gregorio, lo que se
coloca en primer lugar es la creación del hombre en su universalidad, o
sea, la creación de la humanidad. Esta creación está caracterizada en el
texto de la Biblia: “El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios”.
Para Gregorio, esta afirmación constituye un dato fundamental y anterior
a la distinción entre hombre y mujer. En la radicalidad del acto creador,
se lee, pues, la dignidad que le es propia a uno y otro, no encontrando
cabida en el pensamiento divino, ninguna distinción de raza, coloro sexo.
Existe una igualdad fundamental: en cuanto a la perfección del hombre,
es el desarrollar la estructuración de todo su ser por la “imagen y
semejanza”. Gregorio escribe:
Esta primera creación, que revela la dignidad fundamental del ser creado,
designa, según san Gregorio Niceno, la humanidad entera. El sexo refleja
la unidad y la comunión de todo el género humano, en cuanto se
constituye, por gracia divina, en la expresión misma de Dios, cuya esencia
es radicalmente transcendente, pero con la cual el hombre comulga.
Comunión que no es ni substancial ni hipostática, pero sí real, pues Dios
316
se comunica en sus “energías”, que deifican ortológicamente al hombre,
haciéndolo santo y justo según la gracia34.
36 Idem,?. 159-161.
317
en las profundidades infinitas de la divinidad, sin jamás encontrar
fronteras en sus espacios sin límites.
Por esto, no se puede hablar de una teología sacramental, sin una teología
mística, de tal modo que la experiencia de la vida sacramental viene a ser,
para Gregorio, una experiencia de Dios.37
318
El Concilio de Constantinopla, en 381.- Aventuróse la hipótesis de que,
después de la partida de Gregorio Nazianceno, Gregorio Niceno sería
invitado a presidir el Concilio de Constantinopla. Lo que se puede decir
con seguridad es que la edición crítica de sus obras permitió mostrar que
toda la serie de sermones que se creía que habían sido pronunciados en
Nissa, en realidad son sermones conciliares. Esto permite concluir, al
menos, que Gregorio tuvo una influencia preponderante en el Concilio
Ecuménico. De hecho, al final del Concilio, Teodosio estableció una lista
de los obispos, a los cuales se debería recurrir en caso de peligro de la
ortodoxia. Entre ellos cita el nombre de Gregorio de Nissa.
Poco después del Concilio, otra obra vió la luz: La gran catcquesis o El
gran discurso catequético. Es más un escrito dogmático que una catcquesis
para candidatos al bautismo. Tampoco es una catequesis mistagógica, es
decir, una catequesis para neófitos con el fin de explicarles los sacramentos
que iban a recibir. Es más bien una especie de catecismo para uso de los
catequistas, cuyo tema central es la Encamación redentora y la Economía
divina. El “pleroma" de la Encamación tiene como concepto fundamental
la "pericorese", es decir, el intercambio de las propiedades humanas y
divinas, que santifica y transforma al hombre.
319
La teología de la Encamación proclama la encamación de la
humanidad, o como dirán algunos comentaristas: “La teología de la
Encamación, según Gregorio Niceno, es una teología de la encamación
universal”.
El Contemplativo
El año 385, comienza para Gregorio una nueva fase, marcada por una
especie de retiro y que se caracterizará por la meditación de las
Bienaventuranzas.
320
que serán fuente inspiradora de una serie de obras, especialmente, La vida
de Moisés y Homilías sobre las Bienaventuranzas.
321
El conocimiento de Dios está unido, por lo tanto, a la metousia, a la
participación divina, a la vida de Dios en nosotros. Mientras más nos
purificamos, más conocemos a Dios. Comprendemos entonces la
relación que existe entre el progreso en la pureza, o sea, en la vida
divina y el conocimiento de Dios. El “espejo” de Dios en el alma es
una figura para designar las virtudes. En efecto, la gracia por la cual
Dios convierte al alma en espejo se manifiesta en la criatura como
virtud, y ella, por la pureza, alcanza la bienaventuranza.
O también:
322
hablar de la synergeia, o sea, de la cooperación del hombre con el
Espíritu Santo. No hay idea de separación. En el acto puesto por el
hombre, éste se reconoce todo en él. Es él quien actúa, si bien lo que
hace es obra del Espíritu. Todo viene de Dios y todo es del hombre,
o mejor dicho, siendo del hombre, por lo cual él es el responsable,
su obrar es todo de Dios.
La vida de Moisés
Al ideal cristiano no se le define, pues, como algo fijo que hay que
alcanzar, sino como un continuo progresar. En este itinerario, el símbolo
es Moisés, destacado no tanto por su aspecto contemplativo, sino como
mediador. Con esto, Gregorio desea hacer resaltar que la perfección del
cristiano se sitúa en la búsqueda del bien, cuya fuerza está en el
descubrimiento de quién es él, y, al mismo tiempo, consiste en la
comunicación a los demás de lo que él mismo debe ser y hacer. El cuadro
para explicar este su pensamiento está en el monte S inaí, del cual, después
de haber hablado con Dios, Moisés desciende para comunicar al pueblo
su descubrimiento. La ascensión del hombre, en ningún momento
aparece como una ascensión solitaria. Sube rodeado de un cortejo de otras
personas que le están unidas. Las gracias de santificación que él recibe,
no las recibe sólo para sí, sino para comunicarlas a los demás. Las gracias
místicas tienen, por lo tanto una finalidad apostólica. Son, en cierto
sentido, gracias carismáticas. Gregorio escribe: “Moisés hace de la
serenidad su maestra en la ciencia de las cosas de lo alto, y es allí donde
su espíritu es iluminado con la luz que resplandece en la zarza. Después
él se apresura en comunicar a sus hermanos los bienes que recibiera de
40.
lo alto”39
323
Moisés transmite la oración de los hombres a Dios, y las gracias de Dios
a los hombres. Su función de mediador va a la par con el don de la
contemplación, pues es junto a Dios donde él capta las luces que Dios le
comunica. Como dirá muy proverbialmente Gregorio: “No se es teólogo
con las manos extendidas", o sea, sólo por el hecho de ser designado como
tal. Es necesario acercarse a la nube. Esta es la figura del hombre
espiritual y que constituye la aureola de su exhortación a los hombres
consagrados, presbíteros y obispos. Por la contemplación, ellos se
capacitan para hablar a las multitudes.
41 SAN GREGORIO NICENO, Homilías sobre el Cantar de los Cantares, P.G. 44,925B.
324
cuando nos proponemos vivir esta experiencia de lo inaccesible. La
esperanza es la gracia primera. Es la certeza que anima al cristiano,
cuando camina hacia Dios, en la seguridad de que El es fiel a sus
promesas.
325
nos da a través de los sacramentos, que nos sostienen justamente en
esta caminata hacia El. Gracias a los sacramentos, el Dios escondido
de la Biblia se comunica a los cristianos y los impulsa siempre, una
y otra vez, a seguir su camino. Esta es la dinámica del itinerario del
hombre hacia Dios.
Al igual que san Gregorio, todos los Padres de la Iglesia que más
acentuaron el Dios inaccesible, usan un lenguaje bastante realista en
sus explicaciones de la economía sacramental. En este sentido,
escribe el obispo de Nissa:
O también:
43 SAN GREGORIO NICENO, El gran discurso catequítico, 37,3, P.G. 45. Es el más
importante de todos los escritos dogmáticos de san Gregorio de Niza. Constituye un
resumen de la doctrina cristiana, dedicado a los maestros “que necesitan de un sistema
para sus instrucciones” (Prólogo).
326
el Cuerpo de Cristo. Lo mismo acontece con el óleo santo y con el
vino: son de poco valor antes de la bendición; pero después de su
consagración por el Espíritu, adquieren, uno y otro, un poder
maravilloso4445
46
.
44 SAN GREGORIO NICENO, Homilía en lafiesta del bautismo de Jesús, P.G. 46,580s;
col. Ichtus n.5, París, 1962, p. 156.
45 SAN GREGORIO NICENO, Homilías sobre el Cantar de los Cantares, 2, P.G. 44,
801 A.
46 Idem, P.G. 44,740A
327
Podemos distinguir tres períodos en su vida: la infancia y la juventud en
Antioquía; el diaconado y el sacerdocio; el episcopado en Constantinopla,
interrumpido por el destierro.
Juan nació hacia el afío 346, tendiendo los autores a precisar el aflo 354.
Recibió una educación bastante esmerada. Fue introducido en las técnicas
de la retórica, que él sabrá utilizar con mucha maestría en sus sermones,
y que lo dará a conocer como "Crisóstomo: boca de oro”.
El mismo Juan nos da las razones de su retiro a la soledad: por una razón
ocasional, pues de no retirarse al desierto, su obispo lo haría sacerdote;
se siente marcado por la necesidad de buscar la salvación, y encuentra
dificultad para hallarla en una ciudad como Antioquía; su amor a la
soledad, como lugar de encuentro con Dios.
328
que deje de ser monje y sí sacerdote, él manifiesta las bellezas y el
significado de la vida retirada. Siguiendo cierta costumbre de su tiempo,
aconseja a los padres que envíen a su hijos a que se eduquen en los
monasterios. Crisóstomo destaca el hecho de que el monje es también un
profesor. Y el monasterio será una escuela de formación cristiana. Más
aún, el monje no es sólo profesor, es el pedagogo, aquel que acompaña
al joven en sus estudios y lo orienta en su vida; esto encuentra cierto
paralelo en el mundo pagano, en el cual el esclavo era el encargado de
acompañar a los jóvenes a la escuela, de vigilarlos y de conducirlos
nuevamente a sus casas. El monje pasa a ser una especie de mentor
cristiano del joven, guiándolo en los caminos de la fe.
329
administraba los bienes de la Iglesia. Durante este tiempo, Crisóstomo se
dedica a escribir y se revela más como escritor que como administrador.
Por lo demás, no le agradaba ocuparse de la administración de la
comunidad de Antioquía, bien provista de bienes destinados a los
necesitados. Juan juzga que esa tarea debía corresponder a los legos,
llegando a recriminar el descanso de los fieles, que con ello obligan al
clero, que tiene otras cosas que hacer, en lugar de ocuparse con la
administración.
Durante su diaconado, escribió dos tratados, que son dos pequeñas obras
maestras: Sobre la Virginidad y Sobre el Sacerdocio.
330
de la Iglesia sería un perjuicio incalculable apartar del rebaño de
Cristo a un hombre tan predestinado, sólo debido a mi propia
flaqueza, le disimulé mi verdadera opinión... Conseguí convencerlo
que, por el momento, no se preocupara demasiado; y respecto a mi
propiapersona, le dila seguridad de que actuaría en unanimidad con
él, en caso que algo semejante pretendiesen con nosotros4748 .
331
...deberá convencerse de la honrosayalta dignidad que la gracia del
Espíritu Santo confiere a los sacerdotes. Es por intermedio de ellos
que se realiza el sacrificio y que son distribuidas las gracias para
nuestra salvación eterna. Son hombres que viven en este mundo y en
él encuentran su ocupación, a ellos se les confió la administración
de los tesoros celestiales, dándoles, con esto, poderes que Dios no
confirió ni a los ángeles, ni a los arcángeles. A ellos, en efecto, se
dijo: 'Todo lo atareis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo
lo que desatareis en la tierra quedará desatado en el cielo’49.
49 Id£m„ p. 55s.
332
Problema de las estatuas en 387.
333
Comienzan las prisiones; el proceso se pone en marcha. Acontece un
hecho insólito: los monjes bajan de sus montañas para hacer una
manifestación pacífica en las calles de Antioquía. Conducidos por
Macedonio, van a ver a los delegados del emperador, e interceden por los
inculpados: “Vosotros vais a castigar -dicen ellos- a hombres que son
imagen de Dios, cuando ellos nada hicieron contra la imagen de Dios”.
Juan retomará este argumento en uno de sus sermones: “Vosotros no
tenéis en cuenta sino la quebrazón de estatuas; es el emperador quien es
imagen de Dios y no su estatua”.
Esta intervención de los monjes será muy apreciada, y san Juan Crisóstomo
aprovecha la ocasión para hacer resaltar el contraste entre la conducta de
ellos y la de los filósofos paganos.
334
Episcopado en Constantinopla y el destierro
335
bajo el altar, reclamando el derecho de asilo. Pues bien, ironía del destino,
el mismo Eutropio, siendo ministro y a pesar de las protestas de Juan,
había publicado un decreto, aboliendo el derecho de asilo en las iglesias.
Sí vosotrospedís que este hombre sea castigado por los crímenes que
cometió contra vosotros, ¿cómo podréis tomar parte en nuestros
misterios? ¿cómo podréis pronunciar esta oración que nos manda
decir: ‘perdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a
los que nos han ofendido?’ Este hombre os prodigó injusticias y
ultrajes. Estamos de acuerdo. Sin embargo, no estamos en la horade
la justicia, sino de la piedad; no es hora de hacer cuentas (severas),
sino de clemencia; no es hora de examen, sino de perdón; no es hora
de sentencia o de juicio, sino de compasión y de indulgencia. Nada
de iras ni de odios, pero sí recemos al Dios de clemencia para
ayudarlo en sus días y arrancarlo del suplicio que lo amenaza.
336
entonces, la mesa no era muy abundante. Este género de vida y la reforma
del clero que quiso realizar no lo ayudaron en su causa.
50 San Epifanio (c. 315-403), obispo de Salamina en Chipre, nació en Palestina y siguió
con entusiasmo el movimiento monástico. El año 335 fundó un monasterio cerca de
Eleuterópolis en la Judea. Su vida y sus escritos reflejan su ardiente celo por la fe de
Nicea, siendo, en ocasiones, bastante duro respecto a los herejes.
337
Teófilodecideentoncesintervenirpersonalmente. ViajaaConstantinopla,
y apoyado por la emperatriz Eudoxia, ataca a Crisóstomo en el lugar
llamado “Carvalho”. El Sínodo de “Carvalho” lo componían obispos
fieles a Teófilo, y otros que estaban contra Juan. Este se niega a
comparecer ante ellos, al no ser alejados algunos de sus miembros.
338
Atanasio a Alejandría, y que se trataba de un concilio no ortodoxo y, por
lo tanto, no reconocido.
339
Cualidades oratorias de Juan Crisóstomo
Una prueba que da tesimonio del interés que despertaban sus sermones,
son los aplausos que se producían espontáneamente, y contra los cuales
él protestaba: “Yo podría sentirme atraído por estos aplausos, y venir a
predicar solamente por ellos, sin preocuparme del bien de las almas”.
El tuvo también una gran preocupación por las misiones, dentro y fuera
de las fronteras romanas. Noadmitiendojamás un Cristianismo “instalado”
o de “connivencia”, lanza un llamado a una vida moral más auténticamente
cristiana. Es admirable el cuidado que prodiga con los godos, llegando a
formar un clero autóctono para esta comunidad bárbara que vivía en la
capital.
340
II. LOS PADRES DE OCCIDENTE
1. SAN JERONIMO
Fue bautizado en Roma por el Papa Liberto, el año 366, cuando contaba
18 años de edad. Jerónimo, empero, sigue siendo un cristiano un tanto
mundano, no obstante la sinceridad de su sentimiento religioso. Deseoso
entonces de convertirse en profesor en el Imperio, viaja a Tréveris, donde
llega el año 370. Tréveris es la ciudad donde Atanasio estuvo antes
341
desterrado. Jerónimo busca primeramente introducirse en el ambiente de
la corte, y fue entonces cuando se produjo en él una transformación
sorprendente. Repentinamente renunció a toda ambición, y aspiró a la
vida eremítica, a ejemplo de san Antonio.
342
Jerónimo toma la firme decisión de dejar de leer autores profanos. He aquí
el relato del suefio que el mismo Jerónimo nos hace:
343
siendo ordenado sacerdote por Paulino. En el desierto estudió hebreo,
“ejercitándose”, según escribe, “para pronunciar las sibilantes y las
guturales”. Y continúa:
344
El 11 de diciembre del 384, muere el Papa Dámaso, experimentándose
gran emoción en el Aventino, donde las señoras están persuadidas de que
Jerónimo será nombrado Papa. Pero acontece justamente lo contrario. En
todas partes surgen los enemigos, lanzándose contra él. Expulsado de
Roma, abandona la ciudad lo más pronto posible. Sin embargo, fue allí
donde emprendió la traduccción de la Biblia al latín, y aprendió a ser guía
de almas. Por esos días, se retiró a Tierra Santa.
Finalmente opta por vivir en Belén. El verano del 386, llega a su fin, y
para Jerónimo comienza una nueva etapa de su vida, que durará 30 años.
Vive como monje, pero no como solitario. La famosa gruta en la que se
habría refugiado es conservada por la leyenda. Se construyen dos
monasterios, uno para Paula y sus compañeras y otro para él y sus
seguidores. Existen también en la ciudad otros dos monasterios, uno para
Rufino y otro para Melanisa y sus respectivos compañeros.
345
a. La venida a Jerusalén de san Epifanio de Salamina, el gran cazador
de herejías.
Este llega a saber que algo sombrío pasa en Palestina, o sea que en
Jerusalén, el obispo Juan estaría predicando la herejía de Orígenes. Se
hacía, pues, necesaria su presencia en el lugar para extirpar esa herejía.
En esta misma época, un tal Atarbio aparece en Palestina y se pone a hacer
propaganda contra Orígenes. A Jerónimo le presenta la lista de las
herejías atribuidas a Orígenes, condenando sobre todo ocho proposiciones
litigiosas. Jerónimo firma la condenación. Atarbio vaentonces al encuentro
de Rufino y del obispo Juan de Jerusalén para pedirles apoyo. Estos, sin
embargo, no lo quieren escuchar, y se niegan a Armar un documento
condenatorio contra Orígenes.
346
maldadoso respecto a una persona interesante. Si en los evangelios
y enlosprofetas, los hombresperversos encuentran reprensionespor
hacer, o buscan hacerlas, ¿por qué me sorprendería si en tus libros
y, sobre todo, en la exégesis de la Escritura -especialmente las más
obscuras- algo pueda distanciarse del camino cierto? Pero si hablo
así, no esporque haya encontrado en tus obras algo reprensible, pues
no dediqué mucho tiempo a leerlas. No tenemos a mano muchos de
los ejemplares, a no ser los libros de tus soliloquios, y algunos breves
comentarios sobre los salmos. Si quisiese discutirlos, confesaría que
están muy distantes, no tanto de mí, que nada sé, sino de las
interpretaciones de los antiguos Padres griegos. Adiós, mi amigo
muy querido...
El afio 410, llega la noticia de que Roma está sitiada, y sucumbió. La toma
de Roma por Alarico tuvo gran resonancia. En san Agustín dio origen a
su gran obra. La Ciudad de Dios. Poco después comienzan a llegar
refugiados a Palestina, y Jerónimo se dedica totalmente a atenderlos. Pasa
los días recibiéndolos, y las noches dictando sus comentarios de la
Escritura.
347
la pequeña Paula)56, ¿lo podemos llevar? En nosotros, la única fuente es
la buena voluntad, probada no por los efectos sino por el deseo”.
La obra de Jerónimo
El polemista
56 Santa Paula (+ 404), joven romana de 33 años y madre de cinco hijos, se dedicó a una
vida de consagración a Dios. En 385, ella y su hija Eustoquio (sic) seguirán a san
Jerónimo a Palestina. En Belén fundaron un monasterio de monjes y de monjas.
348
en tres: La polémica con los luciferianos, la respuesta a Helvidio, la
respuesta a Vigilando.
b. Respuesta a Helvidio
349
viviendo después según la ley común del matrimonio, y por lo tanto,
engendrando varios hijos, como lo atestiguan los evangelios, al hablar de
los “hermanos de Jesús”. La intención de Helvidio era destacar que, ante
Dios, todos los estados de vida son válidos y buenos.
c. Respuesta a Vigilancio
El hagiógrafo
Podemos destacar dos tipos de obras: Hombres ilustres y Las Vidas de los
monjes ilustres.
a. Hombres Ilustres
350
herejes. No se puede asegurar, sin embargo, que todos estos 135 escritores
sean cristianos. A los cristianos, san Jerónimo agrega los judíos Filón y
Flavio Josefo, y el pagano Séneca. El primer escritor citado por él es el
Apóstol Pedro, y el último es el mismo Jerónimo. Su deseo es establecer
el catálogo de los escritores cristianos hasta el 392.
351
centauro y un sátiro le indican el camino. Y san Jerónimo relata cómo
Antonio, habiendo encontrado a Pablo, conversa largamente con él.
Luego después, Pablo muere, y algunos leones vienen a cavar su tumba:
pero antes de retirarse, piden la bendición a san Antonio.
352
Pablo y Antonio valen para el monaquismo en Egipto, Hilarión será el
padre de los monjes en Palestina.
El epistológrafo
353
El traductor de la Biblia
a. Comienzo de la traducción
354
se fundamentaba en el texto griego de los Setenta. Desgraciadamente,
esta versión suya no llegó hasta nosotros. A pedido del mismo Papa,
emprendió también una cuidadosa traducción de los Evangelios, poniendo
orden en las antiguas versiones latinas y corrigiéndolas a partir del texto
griego. Esta traducción fue incorporada a la Vulgata.
b. Segunda etapa
Es en Tierra Santa donde san Jerónimo prosigue su obra, entre los años
386 y 391. En la Hexapla de Orígenes, puede cotejar todos los otros textos
y versiones que esclarecen la versión de los Setenta. Y siendo consciente
de que en Occidente no existe algo correspondiente a los Setenta, aspira
a hacer lo equivalente, tomando en cuenta el aparato crítico elaborado por
Orígenes en.su obra.
c. Tercera etapa
Después del año 391, san Jerónimo comienza a considerar el texto hebreo,
como el texto original, y a partir de él, se pone entonces a traducir el
Antiguo Testamento. Retraduce una vez más el Salterio, mas no para
utilizarlo en las oraciones, sino en estudio y en investigación. Es entonces
cuando el conjunto de la B iblia traducido al latín, a partir del hebreo, pasa
por entero a la Vulgata, es decir, al Antiguo Testamento, con excepción
de los libros que sólo podían encontrarse en griego, como los Macabeos,
la Sabiduría, el Eclesiástico, Baruc y pasajes de Ester. Todos componen
la Vulgata.
355
Judith y Tobías estaban redactados en griego. Jerónimo los hace redactar
en hebreo para datse el gusto de traducirlos al latín a partir del hebreo.
San Jerónimo, como por lo general los santos Padres, considera la Biblia
como la versión de los Setenta. Pero destaca la importancia del texto
hebreo original para el estudio y para la teología.
356
Imperio. Ambrosio nació el año 339, es el hijo más joven entre tres
hermanos: los mayores son Marcelina y Sátiro.
La formación de Ambrosio
357
Elección de Ambrosio para obispo de Milán
358
a) El es magistrado supremo, lo que según la ley romana le da el derecho
estricto de torturar a los acusados. Paulino relata que:
El episcopado de Ambrosio
359
Paulino relata la carta que Frigitil, reina de los marcómanos, una
población germánica, envió a Ambrosio, manifestándole su deseo de ha
cerse católica. Ella recibe de Ambrosio una respuesta escrita in modum
catechismi, que desgraciadamente se perdió. En la misma respuesta le
aconseja persuadir a su marido, que mantenga la paz con el Imperio
romano.
El texto de Paulino sobre este punto fue posteriormente retomado por san
Agustín, quien afirma el hecho de que él “no tiene la costumbre de hablar
a quien quiera que sea, a no ser al Señor, sobre las causas y las faltas que
los cristianos le confiaban”. Ambrosio no denunciaba al pecador,
imponiéndole penitencia que debía cumplirse ante la comunidad. Al
proceder así, sugería un nuevo modo de actuar, “dejando a los sacerdotes
el cuidado de proceder de tal manera que fuesen intercesores ante Dios,
y no jueces ante los hombres”.
360
La actitud de san Agustín,cuando dice: “Yo no lo censuro públicamente,
pues lo que quiero es curarlo y no acusarlo”, es muy semejante a la actitud
de san Ambrosio. Si Agustín se siente tocado por Ambrosio, éste por su
parte, retoma a los Padres griegos, no solamente en su formación
teológica, sino también en lo que concierne a la práctica del ser obispo.
De aquí el haber sufrido san Agustín, a través de san Ambrosio, la
influencia de los Padres griegos, especialmente la de Orígenes.
Por otra parte, Ambrosio no vaciló, como obispo, en vender una cantidad
de vasos sagrados pertenecientes a la Iglesia, para salvar prisioneros y
socorrer a los pobres, y esto, a pesar de las críticas malévolas levantadas
en su contra. En fin, el obispo de Milán precisa cómo, en la práctica, se
debe proceder, cuando es realmente necesario sacrificar los vasos
sagrados:
361
Ambrosio, obispo-juez
Ya en los primeros años de su episcopado, entre los años 373 y 377, pudo
publicar dos tratados sobre la virginidad, el De virginibus y el De
virginitate, sumamente importantes, por haber expresado Ambrosio, en
estas obras, toda una doctrina de la virginidad y del matrimonio.
El matrimonio cristiano
362
ciertas observaciones y resevas como desprecio. Para Ambrosio, “el
matrimonio es algo honorable, pero más honorable aún es la virginidad”.
En efecto, él dirá:
60 SAN AMBROSIO, Tratado sobre las Vírgenes, 1. 7, 35;, P.L. 16,p. 288s.
61 Idem, 6, 31-34; P.L. 16, p. 287s.
363
¿Quién es más espléndida que aquella que escogió el esplendor?
¿Quién es más casta que aquella cuyo cuerpo engendró sin el
concurso de otro cuerpo? ¿ Y qué decir de sus otras virtudes? Virgen
no sólo en cuanto al cuerpo, sino en cuanto al espíritu, en el cual
ningún desvío malicioso alteraba la rectitud. Humilde de corazón,
ponderada en palabras, prudente de alma, nunca pródiga en
palabras, más dedicada a aprender, no orienta su esperanza hacia
una suerte incierta, sino en la oración de lospobres... El Evangelista
la pintó de esta manera, así la encontró el ángel y como tal la
escogió el Espíritu Santo. ¿Por qué demorarme en detalles, cuando
sus compatriotas amaron y los extranjeros alabaron a la que fue
digna que de ella naciera el Hijo de Dios?... La Escritura nos
transmite, en seguida, su afectuoso servicio a sus semejantes. Más
humilde todavía al saberse escogida por Dios, la vemos luego en
camino,por las montañas, hasta la casa de su parienta... Permanece
tres meses con su prima. Este largo espacio de tiempo, no es para
buscar fe, sino un testimonio de bondad. Y esta bondad sencilla se
manifiesta luego después, cuando saltando de gozo en el seno de su
madre, el bebé saludó a la madre del Señor. En esta sucesión de
signos, una estéril da a luz, una virgen concibe, un mudo habla, el
mago adora, Simeón está a la expectativa, María, perturbada ante
lapresencia del ángel, pero no ante el milagro, conserva todas estas
cosas en su corazón. Madre de Dios, deseaba instruirse en los
mandamientos de Dios y la que engendró a Dios deseaba conocer
a Dios... Esta es la imagen de la virginidad. La vida de María se
desarrolló de modo de constituirse para todos en una enseñanza...
En casa aparece la Virgen; en el servicio a los otros, la Compañera,
y en el templo, la Madre0.
Ambrosio ve, pues, a María como modelo de vida para la virginidad, para
las vírgenes. Lo esencial de la doctrina maríal del obispo de Milán puede
caracterizarse en tres puntos:
364
b) Ambrosio no tiene ninguna reserva en lo que concierne a la santidad
de la Virgen. Para él, ella estuvo sin pecado.
A partir del año 384, prácticamente cada año, surge en la Iglesia de Milán
un problema político, en el que Ambrosio tendrá que intervenir y buscar
una solución.
365
emperador como a un “admirable monumento de la dignidad romana".
De hecho, el solicitante supo hacer la defensa de sus dioses de tal manera,
que el emperador estaba a punto de escucharlo. Ambrosio estaba atento.
Para él sólo Cristo contaba. Escribió entonces al emperador: “Si vuelves
a introducir esta estatua en el Senado, yo no te acepto en la Iglesia”. “¡Tú
podrás ir a la Iglesia, pero no encontrarás a ningún sacerdote, o si
encontraras a uno, éste te resistirá!”.
¡Qué importa la forma por la que tomemos tal o cual camino para
llegar a la verdad! No se puede asegurar que el camino sea único
para alcanzar el gran misterio. Pero he aquí un motivo de reflexiones
para los espíritus libres de todo cuidado - en cuanto que, por el
momento, nosotros solamente presentamos un pedido, y no
pretendemos iniciar una discusión.
366
Esta influencia de Ambrosio sobre el emperador estaba lejos de agradar
a ciertos miembros de la corte, particularmente a la emperatriz Justina,
madre del emperador, que deseaba eliminar a Ambrosio. Era arriana, y
en el 385, decidió promover una ofensiva contra el obispo de Milán. Pidió
a su hijo que una iglesia situada fuera de la ciudad fuese puesta a su
disposición. Así no tendría que participar del culto católico. Ella y los que
compartían su error se beneficiarían con esa basílica.
Casi todas vuestras cartas muestran una solicitud especial para con
la Iglesia... (Esto es lo que aquí pasó)... Los jefes del ejército y los
miembros vinieron a encontrarme para que les entregase la basílica
y la pasase personalmente, por temor a un movimiento popular. Les
respondí lo que es propio del sacerdocio: el templo de Dios no puede
ser entregado por el sacerdote de Dios... Se presentaron entonces
tribunos, solicitando que la iglesia fuese cedida. Alegaban que el
emperador estaba en su derecho, pues todo emana de su poder. Les
respondí: Si él me pidiese lo que es mío, tierra o dinero,yo no pondría
367
obstáculo, aun cuando todo lo que es mío pertenezca a los pobres.
Pero las cosas que son de Dios no están sujetas al poder imperial.
Si el emperador exige mi patrimonio, allí lo tiene... Pero si me
ordenan: ¡Entrega la basílica!, les respondo: ‘A mí no me es
permitido entregarla. Y a vosotros, señores, no os es permitido
recibirla’. Si replican: ‘Todo está permitido al emperador, pues todo
le pertenece’. Respondo: no creáis, señores, tener, en nombre del
emperador, cualquier derecho sobre las cosas de Dios'. Está escrito:
'A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César. Al
emperador, los palacios; al obispo las iglesias’6364.
368
de estos hechos: Paulino y San Agustín. San Agustín escribe: “He aquí mi
madre, que va a la Basílica para ocuparla. Ella hará todo lo que Ambrosio
le diga que haga”.
El Jueves Santo del año 386, el gobierno se decidió a librar una batalla
sin esperanza. Sin tambor ni trompetas, las banderas imperiales son
retiradas de la basílica, sitiada en vano. Las sentencias ya dictadas fueron
anuladas y los prisioneros puestos en libertad. No había otra salida. Al
final, incluso los soldados, encarados directamente par Ambrosio, en sus
alocuciones, habían abandonado sus puestos y tomado posición junto al
pueblo fiel.
Ese mismo año 386, Ambrosio compone un tratado de moral que será el
primero en la Iglesia católica: De officiis ministrorum.que versa sobre los
deberes de los ministros de la Iglesia. Existe un influjo del De officiis de
Cicerón, donde el autor trata de los deberes del hombre político, del
hombre que dejó de lado la ociosidad y se consagró a la vida pública. En
otras palabras, Ambrosio deja transparentar que los deberes de los
ministros de la Iglesia se sitúan en el mismo nivel de las obligaciones de
un hombre público.
369
es hostia; El sobre el altar pues sufrió por todos; ellos bajo el altar, pues
sufrieron por El”.
370
Calínico era una modesta aldea en las márgenes del Eufrates. Pues bien,
un grupo de monjes quemó allí una sinagoga y el emperador Teodosio
ordenó que los culpables fueran castigados. Pidió, además, que los
obispos reconstruyeran la sinagoga, con sus propios recursos. La medida
era justa. Sin embargo, al conocer Ambrosio la decisión del emperador,
le escribió una carta en la que se destacan los siguientes puntos:
Yo respondí: ‘Dije lo que veía claro que os era útil'.- ‘Sí, contestó
él, la orden que dipara que el obispo reparase la sinagogafue muy
dura,pero yo la suavicé. ¡Los monjes se dan, de hecho, a excesos!’.
(Ambrosio continúa): Yo permanecí de pie, y después de un
momento, dije al emperador: ‘Procededde tal modo, queyo ofrezca
por vos el santo sacrificio con una conciencia tranquila. Aliviad mi
alma’.El emperador, desde su asiento, hizo una señal de asentimiento,
pero sin prometer nada formalmente. Yo permanecí de pie ante él.
El me prometió corregir su escrito. Le pedí detener inmediatamente
la instrucción. El me prometió que lo haría. ‘¿Cuento con su
palabra?’ le pregunté, y le insistía: '¿Cuento con su palabra?’-ós
la doy’. Sólo entonces subí al altar, al cual no habría subido, si él
no me hubiese hecho una promesa positiva66.
371
Ambrosio y las Escrituras
Estas homilías no son una obra de fácil acceso, y pueden incluso parecer
poco interesantes o difíciles de comprender a primera vista. De hecho,
para entenderlas bien, es necesario más de una lectura para captar las
diversas estructuras y maneras de expresión.
San Agustín las utilizará bastante, como, por ejemplo, el texto: “Dios
llama a quien le agrada y hace religioso a quien desea”, citado en la
querella contra los pelagianos. Nos gustaría, empero, demostrar cómo
estas fórmulas particularmente densas de san Ambrosio no pueden, en
realidad, ser consideradas de una manera artificial, sino que deben ser
analizadas en el conjunto de su pensamiento.
En el contexto mismo de esta cita, san Ambrosio dice, un poco antes, que
la Escritura no está destinada solamente a ser una historia. Ella no desea
tan sólo que comprendamos una serie de hechos, sino sobre todo que
sepamos referir nuestras acciones a la emulación de las Escrituras, es
decir, que nos coloquemos en la imitación de las Escrituras.
372
de las Escrituras. Ahora bien, san Ambrosio explica estos dos principios
-de los cuales el segundo está en la base de lo que se denomina
interpretación alegórica o tipológica- mediante dos ejemplos: hacer
exégesis es practicar nuestras acciones en la imitación de la Escritura;
hacer exégesis es comprender que no hay algo más que no está en la letra
del texto.
En este sentido, Ambrosio dice que durante el día hay una nube para
protegerlos; atraviesan el Mar Rojo ayudados directamente por la
Providencia de Dios. Y enseguida formula la pregunta: “¿No quiere decir
estoque vosotros los cristianos seréis ayudados milagrosamente por Dios,
y que una columna de nube os va a indicar el camino? ¿No tendréis
también vosotros un guía como Moisés, que os conducirá donde Dios
quiere?” Y élmismoresponde de inmediato: “No, pues ahora que el Señor
vino, la fe es la que se exige, los signos fueron abolidos”68.
68 Idem, p.lll.
373
hombre y de la mujer, es citado como ejemplo. Ambrosio observa allí que,
al tratar del mundo material, el autor del Génesis asume el aire de un
filósofo, capaz de comprender y de decir que la voluntad de Dios y su
palabra eficaz se confunden, y lo que Dios desea lo hace inmediatamente.
Sin embargo, cuando se trata de la creación del hombre y de la mujer, Dios
se hace artesano, que se pone a fabricar al hombre de arcilla y a soplar
sobre él, lo que hace al hombre quedarse dormido, y de él retira una
costilla de la cual hace a la mujer. En otras palabras, el sentido literal no
se lo puede aceptar pura y simplemente.
374
Esta concepción antropológica fue abandonada por la teología actual, en
la enseñanza común. En tiempos de Ambrosio, en Occidente al menos,
el hombre es cuerpo y espíritu, siendo este último componente el que
traduciría lo que Orígenes llamaba alma. Pero Ambrosio, en forma un
tanto sutil, dirá de la gracia lo que Orígenes atribuía al espíritu, o sea, que
el espíritu ya no será una categoría antropológica relacionada con la
gracia. El hombre, santificado por la gracia, don gratuito de Dios, tiene
como tercer principio la propia gracia, lo que nos hace pensar en la
diferenciación entre lo natural y lo sobrenatural. Si Orígenes describe al
hombre como cuerpo, alma y espíritu, Ambrosio (quien apreciabamucho
esta concepción), viendo que ésta ya no era aceptada, procuró recuperarla
hasta cierto punto, vinculando a la gracia lo que Orígenes refería al
espíritu. El espíritu que está en el hombre, está como el don de la gracia
para santificar el cuerpo y el alma.
375
a. Cristo
b. Los Apóstoles
En las homilías sobre san Lucas, Ambrosio habla deí Apóstol como de
quien, gracias al sermo de Christo, llega hasta el mysterium, y quien pone
a los fieles en comunión con este Verbo de Dios, que vió y que todo lo
realizó. Es su Palabra la que se comunica. Pero no es sin razón que se
mantiene todavía la imagen del pan: vendrá un día en que la distribución
de la Palabra quede superada; la Palabra será vista, no solamente
distribuida, pero vista cara a cara.
c. Los fíeles
376
comunicación, en su comunión con la Palabra, el fiel se da cuenta que no
la agota. Ambrosio realza la fructificación de esta Palabra en el corazón
de los cristianos, pues éstos no la pueden recibir de manera egoísta.
Distribuir la Palabra es ver que, al ser transformados por ella, los fieles
la pueden dar a otros sin alterarla. No son partes lo que ellos dan, sino una
Palabra perfecta, que sólo puede ser transmitida a los demás en su
perfección, en su verdad de Verbum Del, si es que ha sido recibida y
asimilada, y ha nutrido a un pueblo cristiano.
Además, san Ambrosio añadirá aquí una última evocación: “El servicio
de los Apóstoles anticipa el cuerpo y la sangre del Señor”. Para ellos, la
distribución de la Palabra debe evocar en todos un misterio todavía
mayor. Es signo en la Iglesia de que los ministros encargados de hacemos
comprender la Palabra con respecto a Cristo, y de remitimos a Cristo, el
mismo Verbo de Dios, son los mismos a los cuales se vincula la
distribución del Cuerpo y de la Sangre del Señor.
3. SAN AGUSTIN
377
por la conversión de su hijo. Ella jamás vio con buenos ojos, la relación
que Agusu'n mantenía con una amante, de la cual tuvo su hijo Adeodato.
Este título tiene una larga historia literaria, debido a que son muchos los
libros titulados por sus autores como Confesiones. Por su parte, san
Agustín no le confiere este título por querer hacer de su obra una
exposición de sus pecados, ni mucho menos un examen de concencia. Por
otra parte, el término confiten ya había sido empleado por él en una de
sus homilías sobre san Juan, en la cual desea expresar lo que siente en el
corazón. Las confesiones son un hablar a Dios lleno de humildad y
gratitud; es un alabar a Dios, que tiene como sujeto la vida del obispo de
Hipona.
378
expresión: magnus es Domine, constituye una clarinada, anunciando el
modo de ubicarse en la lectura de la obra: lo exclamativo. Este se
distingue del descriptivo, que se entendería como una especie de dilución
de esta intuición primera. Sería ver el mundo en un orden expositivo,
considerándose situado junto a objetos y cosas, entre los que se considera
la persona como un ser entre otros. Este es un modo deficiente de existir
en el mundo. Superable, sin duda. Por esto, san Agustín nos invita a la
grandeza del modo de ser de lo exclamativo. El magnus se vincula
principalmente al eres tú; proclama la imposibilidad de expresar
adecuadamente una presencia que sobrepasa toda expresión. Aun así,
Agustín exclama: Magnus es, Domíne..., por cuanto si bien todo lenguaje
concerniente a esta presencia sea imposible como descriptivo, es necesario
en cuanto manifestativo.
Las Confesiones nos conducen a la vida del obispo de Hipona, no para que
la entendamos de modo descriptivo, sino para que en cada hecho y palabra
se descubra a Aquel que todo lo supera: magnus es, Domine.
379
Esta es la fórmula como se han de leer las Confesiones, en las cuales, todos
los textos que hablan de Dios, del hombre y de sus acciones, evocan la
búsqueda de la posibilidad radical del sentido del ser. San Agustín se
comprende como evocación e invocación del tú, a partir del cual la
existencia adquiere su verdadero sentido.
La conversión de Agustín
380
estudiante óptimo, muy disciplinado, fiel y exacto. Su historia no es muy
diferente de la otros jóvenes de su época, indecisos en sus vidas de
catecúmenos. Cierto número de hechos, sin embargo, lo conducen a salir
de esta indecisión, como luego lo veremos.
El ideal mundano
381
aspiraba -escribe- ávidamente a las honras, las ganancias, el matrimonio...”
El ideal religioso
382
maniqueos aceptaban de la Biblia sólo algunos textos filosóficos
extraordinarios, rechazando todo lo demás. Criticaban filosóficamente el
libro de los cristianos, que hablaba de un Dios creador del mundo y, por
lo tanto, de la materia, de un Dios que, en el Antiguo Testamento
manifiesta sentimientos de ira, y buscaban dar una explicación al
problema del mal. Agustín juzga haber encon irado en la secta de Mani la
respuesta a las preguntas que lo atormentaban.
Lo que aprendió Agustín de los maniqueos fue, sin duda, el hecho de que
ellos tienen alguna respuesta al problema del mal y de la Biblia. Junto con
esto, recibió allí las enseñanzas de una secta religiosa fervorosa, pues
Mani propone una comunidad, una Iglesia de fervorosos y de puros, con
los fenómenos sectarios típicos de un grupo religioso que da unarespuesta
a los problemas planteados por él, y que hace que sus miembros vivan
místicamente.
Durante un buen tiempo, esta frase fue interpretada de una manera hasta
cierto punto ruda, leyéndola en un contexto jurídico. En efecto, en el
Imperio se exigía de los cristianos una confesión de fe trinitaria, y los
maniqueos para no violar esta ley, no dejaban de hablar de la Trinidad,
profesándola tan sólo por esta razón.
383
afirmaba que el hombre, por sí mismo, llega a la santidad, y a partir de
esta afirmación, construye el cuadro de una Iglesia sólo de puros. Lo que
para Agustín equivale al rechazo de que el hombre forme parte de ella,
ya que todos somos pecadores. Todo ser humano es pecador.
El ideal intelectual
El ideal cristiano
384
Vine, pues, a Milán a encontrarme con el obispo Ambrosio,
conocido por su virtud en todo el mundo, como alma sobresaliente
y vuestro piadoso servidor. Su gran elocuencia servía entonces a
vuestro pueblo el alimento de vuestro trigo’, 'la alegría de vuestro
óleo’, 'la sobria embriaguez’ del vino. Vos me llevasteis a él, sin yo
saberlo, para que por medio de él, volviese a Vos con sabiduría. La
acogida de este hombre de Dios fue para mí la de un padre, y por
mi condición de extranjero, tuve la atención que se puede esperar
de un obispo.76.
76 Ibid.
385
Y escuchaba alegremente y con frecuencia a Ambrosio en los
sermones que hacía al pueblo, en los que predicaba y decía como
regla muy segura: “La letra mata; el espíritu vivifica". Cuando
quitando el velo místico, descubría el significado espiritual, de los
textos que, entendidos según la letra, parecían enseñar un error, no
decía nada que me chocara, aun cuando no supiese todavía si decía
la verdad77.
77 Ibid.
78 Ostia es una de las pocas ciudades en el litoral romano, cuya vida en el siglo IV sólo
nos fue revelada por los arqueólogos. Un día, Agustín y su madre “estaban apoyados
386
le manifestó, y sobre lo cual escribe: “Volamos para alcanzar, en una
iluminación del pensamiento, la eterna sabiduría que está por encima de
todas las cosas”79.
en una ventana, cuya vista daba al jardín interior de la casa", y fueron -según relata san
Agustín- arrebatados por un éxtasis divino. Santa Mónica muere quince días después,
y fue enterrada en esa misma ciudad.
79 SAN AGUSTIN, Confesiones IX, 10, p.229.
80 Cf. COURCELLE, P., Recherches sur les Confessions de Saint Augustin
(Investigaciones sobre las Confesiones de san Agustín), Ed. Boccard, París, 1968, p.
157-167.
387
ideal neo-platónico de contemplar el ser, el Cristianismo habla de una
alegría en la contemplación de Dios, que sólo se cumplirá en plenitud,
“cuando todos nosotros resucitemos”.
El año 387, Agustín sigue esta vida, que se prolongará durante cuatro
años. Ve en ella la culminación de su bautismo, persuadido de que esta
era la voluntad de Dios respecto a él. Quería dejar expandirse en el todo
lo que le fuera dado como un todo en el bautismo.
388
dejar a Dios la libertad de moldearlo a su imagen. El otium indicaría la
libertad misma de Dios, actuando en el interior del cristiano, cuyo
resultado es su divinización (deificari).
Otium Negotium
Caritas Veritatis Necessitas Caritatis
Liberum Servum
389
muchas veces, en lugar de “Dios se hizo hombre”, la expresión:
“Dios se hizo humilde”. Se hizo criatura, para que el hombre,
reconociéndose, cada vez más, criatura, alcanzase en la humanidad
de Cristo, gracias al servicio de sus ministros, al verdadero Dios que
El es. La humildad consiste en vivir en medio del pueblo de Hipona,
compuesto de pecadores y de pobres, conduciéndolo a la raíz misma
de su ser creado por Dios. El, que tanto se preocupaba de las
expresiones y de la gramática, exclama desde lo alto de la cátedra:
“Es mejor incurrir en la crítica de los gramáticos, que no ser
comprendido por el pueblo”.
Este acápite tiene su razón de ser por el hecho de que Agustín se puso, al
final de su vida, frente a su obra. La releyó, y dijo por escrito lo que de
ella pensaba. Esta obra lleva el nombre de Retractaciones. En ella, no
niega su obra, sino que hace una revisión última de ella, un último examen
antes de entregarla a la posteridad.
Esta revisión se refiere de modo especial a los libri y a los tratados que
comprendían toda la obra oratoria, sermones u homilías. Por tractatus,
Agustín designa la predicación, lo que se escucha stando el audiendo en
cambio, por libri, caracteriza lo que se lee y medita, estando sentado.
390
de su obras, verificar siempre la evolución de su pensamiento hasta el
final de su vida. Un sencillo ejemplo de esta revisión se verifica cuando,
releyendo una obra de juventud, Agustín se percata de que había escrito:
“Es necesario amar a Dios llenos de caridad”. La expresión, pretenciosa
para nuestra condición terrena, es corregida por “con caridad sincera”.
391
También es necesario que, con su gracia, Dios purifique el corazón
de los hombres y, consecuentemente, ellos dirijan sus acciones hacia
El, que es la felicidad misma.
b. Evolución de su pensamiento
392
visibles, y para que el género humano no se enfríe por la costumbre
de apoyarse en estos bienes, con cuya novedad se había inflamado’1.
81 SAN AGUSTIN, A verdadeira rcligiao, 25,47, Ed. Paulinas, Sao Paulo, 1987, p.80.
82 SAN AGUSTIN, Retradationes 1,13.7; CSEL 36, p. 70.
393
a. La Sagrada Escritura es un enigma
Según este texto, deducimos que Agustín conocía una versión latina de
la Biblia, que le parecía ser más fiel desde el punto de vista literario y del
pensamiento; la que más se aproximaba al texto original y a su sentido.
En la vida práctica, sin embargo, comprobamos que él no confiará jamás
en el texto latino, recurriendo siempre, en la medida de los posible, al
texto griego. En los sermones, por ejemplo, hace uso del sentido griego
de las palabras, mostrando incluso cierto recelo de utilizar la traducción
latina de san Jerónimo.
394
es el mismo del Nuevo Testamento, y el Dios misericordioso del Nuevo
Testamento se encuentra también en el Antiguo Testamento. Todo lo que
los maniqueos censuran en el Antiguo, se refleja en el Nuevo, y lo que
ellos alaban en el Nuevo, no deja de estar en el Antiguo.
Esta unidad proviene del hecho de que los dos Testamentos tuvieron
como autor a Cristo. En el milagro de Caná, hace resaltar la idea de
que Cristo no es sólo la clave de la Escritura, es decir, del Antiguo
Testamento, como lo enseñaban Ignacio de Antioquía y Clemente
de Alejandría. Cristo es el autor del Nuevo y del Antiguo Testamento.
395
hacer oposiciones fáciles, (ales como: el Antiguo Testamento está para
el Nuevo, o la Ley está para la gracia, o el temor, para el amor. Deja en
claro que la distinción es de otro orden. Al Antiguo se le puede considerar
como el velo del Nuevo, y a éste, como el retiro del velo del Antiguo: “Por
esto, en el Antiguo Testamento está la ocultación del Nuevo y en el
Nuevo, la manifestación del Antiguo”.
La diferencia está en que una Escritura quita el velo de la otra, la cual, por
su parte, conserva las verdades de modo velado. Esto no significa que no
haya espacio para la predicación, pues la nueva Escritura también debe
ser explicada. No existe oposición, sino progresi vidad, en la cual la etapa
siguiente ya está contenida en la anterior, y es su plena apertura. La
novedad del Nuevo Testamento está precisamente contenida en el quitar
totalmente el velo de lo que se preparaba y, por lo tanto, ya se encontraba
en el Antiguo Testamento.
396
de este misterio. Para él, el Salterio ocupa una posición excepcional entre
los demás libros, pues al mismo tiempo que es Palabra y Lenguaje de
Dios, es la oración del hombre dirigida a Dios. En ese libro, Dios nos habla
y nosotros le hablamos a Dios. Es Dios quien suscita una respuesta, pues
comentar el Salterio es proclamar: “Tú eres mi Dios”: “Que el alma lo
diga, y que lo diga con toda seguridad: ‘ Tú eres mi Dios ’; que nuestra alma
diga esto a quien le ha dicho: ‘Yo soy tu salvación’”86.
San Agustín va más lejos, cuando afirma que esta respuesta del alma es
también y al mismo tiempo, respuesta de Cristo, cabeza del Cuerpo que
es la Iglesia.El hombre no está solo; ora con Cristo. “Quien habla es
Cristo, como Cabeza de la Iglesia”. Esta afirmación es como un estribillo
en las homilías del obispo de Hipona sobre los salmos. En este sentido,
al Salterio Agustín lo considera el alma de la experiencia cristiana. Es lo
que justamente las Confesiones quieren demostrar.
86 SAN AGUSTIN, Salmo 32,17; en Prier Dieu, Ed du Cerf, París, 1964, p. 185.
397
- El hombre cristiano: En la homilía sobre el salmo 41, se encuentra la
famosa definición del hombre cristiano y de su situación. Está “constituido
en la fe”, es decir, “no ve todavía lo que cree, pero desea comprender lo
que ama”. Así constituido en la fe, el cristiano está incorporado en la
Iglesia. En este sentido, según san Agustín, el salmo establece todo un
camino que debe hacerse entre la tienda provisional y la morada
definitiva, habitación de Dios. Esta tienda es la que conduce al hombre
a desear la morada definitiva. Ella es la morada del peregrino, la Iglesia.
En su homilía sobre el salmo 41, Agustín escribe:
Dios, que habita en lo secreto de una alta morada tiene también una
tienda sobre la tierra. Esta es la Iglesia peregrina, en la cual El es
buscado. Allí es donde se encuentra el camino por el cual podemos
llegar a la morada definitiva.
398
que esté estableciendo una equivalencia entre el eros y el ágape. El deseo
me conduce a los mandamientos de Dios, pero es la gracia la que me hace
realizar la ley que Dios me dió. No basta amar, es necesario amar lo que
El manda.
San Agustín exclama: “Quien me creó sin mí, no puede salvarme sin mf
Por esto, el santo de Hipona jamás podrá ser acusado de quietista. Se
siente obligado siempre a descubrir la gracia de Dios en la respuesta del
hombre. Así, porque El es mi salvación, yo amo lo que me mande. La
respuesta ética a la Economía de la salvación está en la práctica de los
mandamientos.
Para llegar a Dios es necesario pasar por los sacramentos de Dios, y para
esto, la carne de nada sirve, pues es el Espíritu el que permite comprender
el lenguaje sacramental. El es quien descubre el ser del cristiano en la
Iglesia peregrina y quien existe en ella, haciéndole posible llegar a Dios.
399
Agustín se esfuerza en mostrar que el amor y el conocim ien to del hombre
manifiestan que el Dios Creador es fiel a la verdad de su naturaleza, que
es don y comunicación. Existe, por lo tanto, en el hombre como un
presentimiento del Dios Trino, que no es una ilusión, sino una intuición
de la verdad, que provoca la marcha hacia El: “¿Quién ama lo que ignora?
Es posible conocer algo y no amarlo, pero nunca ama a Dios quien no lo
conoce”.
400
señalar la cultura clásica. En este sentido, san Agustín la juzga
indispensable, porque en el interior de la Biblia y de los escritos de los
Santos Padres, existe toda una concatenación. Su obra constituye así una
invitación a los cristianos y especialmente a los sacerdotes, para que
comprendan que la Biblia les proporciona también la cultura necesaria
para la predicación. La verdadera elocuencia cristiana se adquiere en el
contacto con la Biblia y con los maestros cristianos.
401
anunciada y proclamada por alguien. En sus homilías y en algunas cartas
los explica, permitiendo que se detecten por lo menos cuatro riesgos
principales del ministro en el anuncio de la Palabra:
402
El riesgo del mal entendido. En su predicación, san Agustín tiene por
objetivo interiorizar y espiritualizar a los fieles. Sin embargo, algu
nos fueron llevados adejar de ver en él al hombre de Dios, consagrado
a los hermanos. Se estaría desmitizando para vivir con ellos, lo que
los conduce a olvidarse de la función que ocupa en la comunidad.
Como obispo, Agustín es signo de una realidad que él no quiere opa
car, y de la cual jamás quiere apartarse. En carta a Alipio, comenta:
c. Situación de la palabra
403
la que Agustín se refiere, es la palabra de la predicacón, la de la catcquesis
y, especialmente, la que establece el diálogo entre el fiel y el ministro,
entre el catecúmeno y el ministro, en el momento del bautismo.
Efectivamente, cuando el ministro preguntaba al catecúmeno: “¿Crées en
Dios Padre?” “Sf, respondía el catecúmeno. Entonces el ministro lo
sumergía en la piscina del bautismo. Este diálogo entre el ministro y el
fiel es, según Agustín, elemento constitutivo del sacramento.
404
Es la pedagogía del deseo, que tiene en vista la interiorización de la fe.
Si a esta pedagogía no la acompaña una con versación moral, se transforma
en una pedagogía de la ambición, lo que sería perjudicial. De aquí la
implicación de una actitud ética, sintetizada en la frase: “Concéntrate en
lo que recibes”. Resumiendo, la palabra, junto con despertar el deseo del
sacramento, convierte al cristiano para que sea lo que recibe.
405
- La Palabra y la Iglesia: La palabra revela la Iglesia y conduce al cristiano
al corazón del Cuerpo de Cristo. En dos textos de las Homilías sobre los
Salmos, Agustín explícita esta idea:
406
Los sacramentos permanecen, pues, como un enigma para los paganos,
y la liturgia es sólo para los fieles, que de ella participan y la comprenden.
A la liturgia sólo se llega por la fe, que resulta de una conversión. Quien
no la comprende, sólo la ve como un mero rito: “Pero de esto que no se
ve, surge lo que se ve, como de la parte profunda de la cruz clavada en
la tierra, surge toda esa parte de la cruz que se ve”.
¿Por qué se permite que su lectura sea pública? San Agustín expone el
motivo fundamental de este procedimiento en De Doctrina Christiana.
407
Según el obispo de Hipona, todas las cosas de las cuales no nos podemos
privar, no son poseídas como deberían ser, por cuanto no fueron
participadas. Por esto, en lo que se refiere a la Escritura, el cristiano no
se priva de ella al transmitirla. Más aún el no la posee como tal, sino en
cuanto la transmite a los demás. Por la meditación, él sólo conoce la
Escritura en la medida en que la comunica. Ella es una realidad que se
legítima justamente por su comunicación.
408
El ministerio del hombre se ejercerá de acuerdo con su docilidad
al Espíritu.
409
IH. LA DOCTRINA SOCIAL
410
Por otra parte, en lo que concierne a los bienes materiales, se esboza un
pensamiento que, fundado en la Biblia, lo encontraremos en todos los
Santos Padres. Al ser humano se le entiende como un usuario y no como
dueño de los bienes terrenos. El único Señor de las cosas es el mismo Dios,
y al ser humano le corresponde la administración sabia, es decir, de
acuerdo con los designios de Dios. “No rechazarás al indigente. Tendrás
todo en común con tu hermano, y no dirás que un bien es tuyo, porque si
se comparten los bienes inmortales, cuanto más deben compartirse los
bienes pasajeros”8’.
411
nombre ? Elpan que guardas en tu despensapertenece al hambriento,
así como pertenece al desnudo el abrigo que escondes en tus
armarios. El zapato que se pudre en tus gavetas pertenece al
descalzo. Al miserable pertenece el dinero que ocultas92.
412
quien quiera que sea, aun cuando no se negase la posibilidad de que los
ricos contribuyesen con una suma mayor. Sin embargo, debe quedar claro
que la aceptación quedaba siempre sujeta a la fidelidad del donante, y a
su testimonio en la comunión eclesial.
413
verdadera organización de acogida, tanto de los miembros de lajerarquía,
cuanto de los cristianos en viaje.
4. LA JUSTICIA SOCIAL
En el siglo IV, la sociedad está marcada por la fuerte diferencia entre ricos
y pobres. San Ambrosio caracteriza esta realidad con vivos matices: “Los
pecadores en la abundancia y en los cargos honoríficos, con una prole
sana, el justo en la pobreza y sin cargos, con una prole débil de cuerpo,
una clase frecuentemente en la aflicción”96. Los demás Padres, contem
poráneos del obispo de Milán, no dejan de incitar a ricos y pobres al
cumplimiento de sus responsabilidades. Ellos defienden al pobre, víctima
muchas veces del fraude, de la violencia y de la opresión por parte de los
414
otros. San Gregorio Nazianceno destaca la ganancia de muchos ricos, que
sólo quieren agregar más casas a su casa, más campos a los que poseen,
y que por esto mismo, acosan a sus vecinos, en el frenesí de eliminarlos,
y así, dominar solos77. San Basilio Magno condena los abusos de propie
dad, con los términos enérgicos de profanación de la persona humana.
Dios nunca hizo a unos ricos y a otros pobres. Dio la misma tierra
a todos. Las palabras "mío” y "tuyo" son motivo y causa de
discordia. La comuidad de bienes es una forma de existencia más
adecuada a la naturaleza, de lo que lo es la propiedad privada100.
415
sociedad, en la que el estilo de vida de los ricos, su lujuria, muestra la
corrosión moral a la que se ha llegado. La corrupción se hacía presente
en todos los estratos de la sociedad. San Jerónimo recrimina a los ricos
quienes, a pesar de la angustia que se expandía por todas partes,
malgastaban su dinero, totalmente olvidados de los pobres101. San Ambrosio
condena los excesos del alcohol en las tabernas y banquetes, la glotonería
y la búsqueda desenfrenada de alimentos costosos.
416
a los bienes terrenos, y sobre todo por no tomar en cuenta la exigencia de
la participación. No hay que dejarse arrastrar por la ganancia del lucro o
por la voracidad de la usura, que cierra y endurece el corazón del hombre
a los llamados de los hermanos. Por esto, san Gregorio Niceno hablando
contra la “ganancia ilícita”, lanza el llamado a “matar de hambre la
avaricia de Mamón”. Clemente de Alejandría recomienda al que
“compra o vende, no decir nunca dos precios”. Condenando la usura, los
Padres llegan incluso a llamar a los cristianos a renunciar a sus intereses
legalmente autorizados, en favor de los hermanos en la fe.
417
IV. LA VIDA MONACAL
418
Los neófitos, a los que sólo se los integra definitivamente después de un
período de probación y de noviciado, participan de numerosos baños
rituales y de cenas sagradas.
107 No debemos olvidar, sin embargo, que la comunidad de los orígenes estará siempre
presente, como modelo y ejemplo en la historia de la Iglesia, sobre todo en los mo
mentos de reforma. Cf. BORI, P.C., Chiesa primitiva, l'imagine della comunitá delle
origini -Hechos 2,42-47; 4,32-37- nella soria della chiesa antica.Paidel, Brescia, 1974.
419
Hay otros que relacionan el monaquismo con el término de las
persecuciones. Con el establecimiento de la paz entre en Imperio y la
Iglesia, los monjes continuarían significando lo que los mártires
proclamaban en su tiempo: adhesión al Evangelio hasta sus últimas
Consecuencias. En la Carta de los Mártires de Lyon y Viena a los
cristianos de Asia Menor, se lee que a quienes ante los tribunales
renegaban de Cristo, se les consideraba como bautizados en el agua, pero
no en la fe. El martirio se integra en la dinámica misma de la fe. Por esto,
los seguidores de Cristo son martirizados por el simple hecho de ser
cristianos10’, y en la confesión de fe, los mártires son tenidos como
profetas en la Iglesia, un llamado vivo al pueblo cristiano para que éste
no deje de denunciar el mal y adherir al mensaje de Cristo, con el riesgo
de perder su propia vida. Los monjes, en la línea profélica, son los
continuadores de los mártires y de los confesores. Son una manifestación
de que la Iglesia, estando en el mundo, no pertenece al mundo: proclaman
la libertad evangélica frente a todo orden terreno, e incluso frente a la
propia vida. Si la lógica del martirio se robustece en el monacato, éste,
sin embargo, al final de las persecuciones, ya florece en todo el Egipto,
a las puertas de Constantinopla, en Palestina y en Mesopotamia.
420
En todas estas afirmaciones que hemos enumerado, se encuentran
elementos que incidirán en la formación de la vida monacal.Sin embargo,
creo que la causa principal de la aparición del monacato se halla en los
orígenes mismos del Cristianismo. Se vincula a lo que más larde va a
llamarse "Imitattio vitae apostolorum”.
Hasta hace poco, se creía que Egipto había sido la cuna del monaquismo
cristiano. Si el ascetismo constituye un elemento propio del Cristianismo
desde su nacimiento, el anacoretismo -significado por el retiro al desierto-
sólo habría surgido con san Antonio. En Siria, sin embargo, tenemos un
fenómeno anterior, en el que el asceta cristiano110 asume el aspecto de
vagabundo. Este género de vida, con raíces en el judaismo, se funda sobre
todo en Cristo, que como nómada, celibatario y sin poseer nada, es el
centro inspirador de la vida cristiana. Los ascetas sirios, quienes al igual
que los monjes, llevan una vida ascética en la renuncia a los bienes y en
el celibato, veían en esta forma de vida de Cristo un significado real para
la vida de los cristianos.
110 Cuando nos referimos a los monjes en el sentido específico del término, queremos
señalar a alguien que se retiró del círculo familiar y de la sociedad para vivir en la
soledad absoluta o en comunidad con personas que abrazaron el mismo ideal, en el
celibato y en la pobreza. En esta manera de pensar, puede decirse que todo monje es
un asceta, pero no todo asceta es un monje.
111 DAUVILLIER, J., Les temps apostoliques, t.ll, París, 1970, p.225s.
112 DIDAQUE XI, XIV, Ed. Vozes, Petrópolis, 1970, pp. 23 y 28.
421
Existe, pues, entre ambos grupos, los de Siria y los de Egipto, una iden
tidad que se presenta de manera diferente, sea en el nomadismo, sea en
el anacoretismo. Proclaman la libertad evangélica del Reino de Dios ya
presente entre los hombres y en vías de realizarse. De esta manera, son
conducidos a la renuncia de la familia, de las vestiduras elegantes, de una
morada muy confortable y del placer de una mesa abundante. En ellos
brilla el ideal de peregrinos y viajeros en marcha hacia la casa del Padre.
No se tienen en vista como objetivos de la vida los bienes temporales, las
honras y los cargos de renombre; pero sí la comunión con Dios y con los
hermanos en el amor. Con su vida, los monjes proclaman una dimensión
esencial a las comunidades cristianas, que “en la era primitiva se con
sideraban desinstaladas, pereginas”113. A este ideal se le designa con la ex
presión: “vida apostólica” (apostolikos bios), la cual nos remite a otra ex
presión: vida filosófica (philosophikos bios)"4, empleada también como
sinónimo de la anterior, y que nos abre un nuevo horizonte de comprensión
de la vida monacal, como la realización perfecta del hombre.
Por mucho que la vida ascética tenga sus raíces en el mensaje evangélico,
y se radique en la imitatio vitae apostolorum, puede hablarse de cierta
influencia sobre ella del pensamiento helénico-pagano. Por lo demás, al
filósofo pagano se le atribuye toda una ascesis, cuyas consecuencias -
reflexión, honestidad, austeridad- le atraen la admiración de los propios
cristianos. Existe, además, un estilo propio de vida del filósofo, fruto de
la libertad de espíritu, que lo lleva a cifrar su interés fundamental en
descubrir quién es él en el misterio insondable de la vida.
113 ARNS, DOM PABLO EVARISTO, en Carta de san Clemente Romano a los Corintios,
Ed. Vozes, Petrópolis, 1971, p. 19ji.l.
114 SAN JUAN CRISOSTMO, Comparado regis et monachi, 116, 1; P.G. 47, 387; SAN
GREGORIO NICENO, De vita Macrinae, P.G. 46, 968C, 996D.
115 El profetismo fue considerado, desde un principio, como una dimensión propia de la
vida monacal: cf. S.JERONIMO, Epístola 58,5, CSEL 54. La figura del profeta Elias
está muchas veces presente en la genealogía monacal: cf. S.GREGORIO NICENO,
Homilías sobre el Cantar de los Cantares, VII, P.G. 44, 924A. Pero fue san Juan
422
carácter profético se hace más nítido y pertinente a los monjes, cuando
se reconoce la relación existente entre la vida monacal y - lo que se ha
acentuado poco y a veces ni mencionado - la jerarquía itinerante y los
“vagabundos” de Siria.
El ideal anacorético
Bautista, el nuevo Elias, a quien le cupo un lugar destacado entre los precursores de los
monjes: cf. S. JERONIMO, Homilía sobre Juan Evangelista, CCL 78, 517.
116 SAN ATANASIO (295-373), obispo de Alejandría, escribió varias obras con el objeto
de propagar un tipo de temperancia cristiana, y de exhortar a los que habían escogido
ese género de vida. La obra más importante en este sentido es la Vita Antonii, biografía
del ermitaño copio, Antonio, quien murió hacia el año 356. Gracias a esta obra, el ideal
monástico se propagó en Occidente.
117 S. ATANASIO, Vita Antonii ,41,P.G. 26, 904 A-B.
423
El crecimiento interior, la marcha del hombre hacia Dios, convirtiéndose
más en él mismo, implica una ascesis. A este propósito, escribe Gregorio
Palamas:
118 GREGORIO PALAMAS, Tríades I. 1,9; Ed. J. Meyendorff, Lovaina, 1959, p. 203.
119 La ascesis consi ste precisamente en este esfuerzo al que debemos api icarnos cada día
con mayor dedicación. En la Vita Antonii leemos: “Para comenzar, tengamos el mismo
celo, a fin de no renunciara lo que comenzamos, y no perder el ánimo, para no decir:
Pasamos demasiado tiempo en esta vida ascética. No; comenzando de nuevo cada día,
aumentemos nuestro celo”, n. 16; P.G. 26, 868A.
120 S. ATANASIO, Vita Antonii, n.29; P.G. 26, 872C.
121 Cf.S. AGUSTIN,Confesiones,!, l.Ed.LesBellesLettres.Paris, 1956,p.2:Irrequietum
est cor nostrum doñee requiescat in te”.
424
En el encuentro consigo mismo, el anacoreta avanza, por la ascesis y la
virtud, en la marcha hacia Dios, participando cada vez más de la vida de
Dios. Y por su soledad, por estar solo, llega a ser en la unidad de su ser,
un medio de bendición para los hombres. El Señor se sirve de él como de
un instrumento, en la expansión de su Reino. De allí que la Vita Antonii
nos relate las curaciones y los milagros, que hablan de una presencia salu
tífera de Antonio, no solamente para los otros monjes, sino también para
los cristianos en general, e incluso para los no-cristianos. La vida de Anto
nio se orienta en dos direcciones: una, en la cual él tiene en vista la re
creación que Cristo trajo al mundo, a través del encuentro consigo mismo
vivido en el desierto; la otra, que lo orienta hacia el mundo y hacia los
hombres, para conducirlos a esta nueva vida. Al final de la Vita Antonii,
san Atanasio muestra que este hombre, que vivía en la soledad, llegó a ser
conocido en España, la Galia, en Roma e incluso en el norte de Africa122.
La vida cenobítica
2. EL MONAQUISMO ORIENTAL
Por el año 269, san Antonio renuncia a sus bienes y se dedica a una vida
de ascetismo; el año 285, se retira totalmente al desierto, y el 307, san
Hilario funda la disciplina monástica en la Palestina. Pero el hecho
notable en el monaquismo oriental acontece alrededor del año 306,
122 S. ATANASIO, Vita Antonii, n.93; P.G. 26, 9738; FESTUG1ERE, 1., Les moines
d’Orient, Le Cerf, Paris, 1961, p. 47: "El anacoreta no estaba del lodo tranquilo. Le
llegaban visitas tras largo vije, y era necesario recibirlos. El deber de hospitalidad será
una regla entre los monjes".
425
cuando san Antonio redacta una primera regla de vida comunitaria,
impulsado por el gran número de ascetas, que se agrupaban en tomo suyo,
teniéndolo como consejero y orientador espiritual. En esta forma, se
esbozan los comienzos de la vida en comunidad (el cenobismo), constituida
por ermitaños, y que tendrá en san Pacomio (+ 345) a su verdadero
organizador.
426
Posteriormente viene la luz, lo pre-espiritual de Juan Moschos (615-619).
Se interesó más especialmente por los monjes establecidos entre Jerusalén
y el Mar Muerto, y sobre los cuales existen también las biografías de
Cirilo de Scythopolis de mediados del siglo VI.
427
En su obra se destaca la importancia que él atribuye al concepto de vida
común para la espiritualidad monacal. Otros dos elementos propios del
anacoretismo son incorporados a su Regla, como fuerza integradora de
la vida comunitaria: la lucha por la salvación y por la perfección. Uno de
sus discípulos escribe:
Hay algunos aspectos en la vida de san Pacomio, que reflejan una mayor
comprensión de la vida común. A sus primeros seguidores les da como
Regla: “Cada cual debe bastarse a sí mismo y dar su parte correspondiente
para proveer a las necesidades comunes”. Pero ellos no responden a sus
llamados y se le muestran impertinentes e irreverentes. Ante esto, después
de una noche de oración, Pacomio los expulsa del monasterio, y al recibir
nuevos discípulos, les exige un espíritu de renuncia y que todo lo pongan
en común: “El monje no puede dar, ni prestar, ni recibir, ni destruir, ni
trocar. Nada posee; de nada dispone”.
428
ser admitidos, los candidatos pasaban algunos días a la puerta del
monasterio, sin ser recibidos y sin comer. Sus instructores en la fe eran
los hermanos porteros, quienes les enseñaban algunas oraciones y la
Regla cenobítica. Después de un examen, los novatos eran introducidos
en la koinonia por el portero; allí recibían el hábito, e iban a una de las
casas a ejercer una determinada actividad. Había tejedores, carpinteros,
sastres, zapateros, etc.
Todo era muy sencillo. La vida diaria era santificada por la oración, dos
veces, una por la mañana con todos los hermanos, otra por la tarde, en cada
casa. Los hermanos participaban en la misa de la iglesia más ercana, y
todos debían esforzarse por aprender a leer, pues la lectura de la Biblia
era una de las columnas de la vida monacal. Se les estimulaba a aprenderla
de memoria. Se ayunaba dos veces por semana, en los miércoles y viernes.
El hábito lo constituía una túnica de lino, sin mangas, o una piel de cabra
u oveja, un cinturón de cuero, un capuchón y para los viajes se llevaba un
bastón.
429
exageraciones, los radicalismos, con vivos signos de fanatismo y
sectarismo.
124 El Asceticon fue el resultado del conjunto de respuestas improvisadas por san Basilio,
a raíz de su visita a las comunidades. Posteriormente, a este conjunto se extendió el
título de Reglas, que sólo sería apto propiamente para las Reglas Morales. Para Basilio,
la única ley era la Sagrada Escritura.
125 El Concilio de Gangra aprobó 20 cánones contra el falso ascetismo, sostenido sobre
todo por Eustaquio de Sebaste, quien condenaba el matrimonio y 1 as prácticas comunes
de la Iglesia. En este Concilio se definió la verdadera naturaleza del ascetismo.
430
Los bienes terrenos se orientarán al servicio de los pobres.
Oración continua y presencia de Dios en todos los momentos del día.
Obediencia perfecta a todos los mandamientos, sobre todo el de
amar a Dios y al prójimo.
Moderación en el hablar y sobriedad en el comer y beber.
Fidelidad a la pobreza, comprendida como un estilo sencillo de vivir
y de vestirse. San Basilio se sentirá llevado a vivir como los pobres.
El trabajo constituye parte importante de la ascesis, y debe estar
presente en el horario de la comunidad.
Por las normas de vida y por las orientaciones dadas por san Basilio, se
comprueba su moderación y el equilibrio que imprimirá en la vida
ascética de su tiempo en Oriente.
3. EL MONAQUISMO OCCIDENTAL:
SAN BENITO DE NURSIA
431
destierro en Tréveris, continúa desarrollándose sin grandes alteraciones.
Los núcleos ya creados crecen, y el ideal ascético se irradia a partir de las
islas de Lerins, en la región de Viena-Lyon, y, más tarde, de la región del
Jura y de Valois. En el siglo V, después de expandirse por gran parte de
Oriente, el movimiento monástico ya cubre Italia, Francia e Inglaterra.
Este hecho basta para explicar, hasta cierto punto, la elección de obispos
entre los monjes. Una vez obispos, sin embargo, no abandonan su primer
ideal. Permanecen monjes de corazón y de hecho, lo que los lleva , a
veces, a grupar en tomo suyo, cierto número de presbíteros, deseosos de
llevar con ellos una vida comunitaria.
Llamado por san Gregorio el Grande: “el Patriarca de los monjes de Occi
dente”, san Benito nació en Nursia, Italia, a 10 kilómetros de Roma. De
familia noble, se le envía a estudiar las bellas artes, las letras y la retórica.
Al final de lo cual, renuncia a todo, y se retira a los montes del Subiaco,
queriendo sólo agradar a Dios. Vive entonces en una gruta, llamada más
tarde Sacro Speco (Sagrado Espejo), la cual llegó a ser, a pesar de no que
rerlo él, foco de irradiación de vida monacal, pues muchos van a con
sultarlo y a escucharlo. Después de tres años, se traslada al monte Casino,
432
donde escribirá la Regla de vida para el monasterio que allí se construye.
126 VOGUE, de, A.: La communauté et l’abbé dans la Regle de S. Benoil (La comunidad
y el abad en la Regla de S. Benito), Desclée, Paris, 1961, p. 97.
433
San Benito no deja de subrayar la importancia del retiro del mundo y de
la búsqueda del silencio en una vida común (conversatio morum),
fundada en la renuncia a los bienes maeriales y a las obras de la carne. Se
abraza la vida cenobítica, como una garantía para la ayuda mutua y
espiritual de los hermanos, en lucha por la santificación. De aquí la
estabilidad en un monasterio, que, por otra parte, hace que el monje no
aparezca deambulando y aprovechando la hospitalidad, sin nunca
establecerse y someterse a la disciplina. La Regla pone de relieve la
oración continua, el ofico divino y la lectura de la Palabra de Dios. El
trabajo es considerado bajo tres aspectos: el manual, el cultural y el
pastoral, lo que posiblemente dio origen al lema Ora et labora, que no se
encuentra en sus escritos, sino solamente en su espíritu. Los huéspedes
y los pobres son recibidos y queridos como al propio Cristo.
434
repercusión en la vida cristiana, fueron temas centrales de Concilios
Ecuménicos y de Concilios regionales y locales. Por lo demás, la idea de
Concilio no es nueva en la Iglesia, ni mucho menos es resultado de la paz
entre la Iglesia y el Imperio, o consecuencia de la influencia de Constantino
Magno. Tiene sus raíces en los principios del Cristianismo, y ya en el siglo
n, frente a la cuestión pascual, el Papa Víctor pide a Polícrates, obispo
de Esmima, que convoque a todos los obispo de Asia Menor para discutir
el asunto.
435
iniciarse el Concilio. Los Padres conciliares reafirman la definición de
Nicea y condenan a los herejes: eunomianos, anomeos, arrianos y
sabelianos. El Credo de Nicea es reasumido, y se le agrega la definición
del Espíritu Santo consubstancial al Padre y al Hijo.
En los últimos 40 años del siglo III, la Iglesia asiste a la duplicación del
número de sus miembros, que llegan a seis millones, antes del comienzo
de la última persecución. Se calcula que a principios del siglo IV, la
décima parte de los habitantes del Imperio había abrazado el Cristianismo.
436
Las sedes episcopales superan a las 1.500 ciudades, de las cuales cerca
de 900 están en la parte Oriental y 600 en la parte Occidental. Algunas
sedes, como Roma, Alejandría y Antioquía, cuentan con millares de
cristianos; otras constituyen comunidades menores. Pero todas se
reconocen Iglesia del Señor, unidas entre sí en la Iglesia Católica.
437
INDICE
Pág.
PRIMERA PARTE
PREFACIO................................................................................... 5
INTRODUCCION ....................................................................... 7
1. Vision de Conjunto....................................................... 7
A modo de definición.................................................... 8
Algunos elementos de esta definición.......................... 8
a. El hecho mismo de una literatura cristiana........ 8
b. Esta literatura es cristiana...................................... 9
c. Los orígenes constituyen este momento
privilegiado............................................................. 9
Algunas características de este período...................... 11
a. La no-homogeneidad de sus doctrinas................ 11
b. División de la era patrística....................................... 12
2. Iglesia de Jerusalen.................................................... 15
Dispersión........................................................................ 17
Extinción de la noción judaica.................................... 18
Algunos aspectos doctrinales........................................ 19
a. Contenido de la enseñanza..................... 19
b. Vida litúrgica.................................. -..................... 20
3. La Iglesia de Antioquía............................................... 20
4. Didaque........................................................................... 21
Período Idílico................................................................ 22
Período de duda............................................................. 22
Período reciente............................................................. 22
a. Es de hecho doctrina de los Apóstoles................ 22
b. El documento proviene de este ambiente........... 23
c. Composición de la obra......................................... 23
Lo que puede decirse de la Didaqué........................... 24
439
División........................................................................... 24
a. Una catcquesis moral (I-VI)................................. 24
b. Instrucción litúrgica (VII-X)....................... 24
c. Prescripción disciplinar (XI-XV)......................... 25
d. Epílogo - La Parusía (XVI).................................. 25
Estructura de la Iglesia.................................................. 25
a. Jerarquía itinerante................................................. 25
b. Jerarquía sedentaria................................................ 27
440
a. Dos veces en oposición al judaismo................... 40
b. Como una institución, quizás en oposición a los
paganos................................................................... 41
Cristología...................................................................... 41
Algunos rasgos de la figura del Obispo...................... 42
a. La Iglesia, misterio de la unidad de Dios........... 42
b. Las funciones del Obispo...................................... 43
3. El Sacerdocio................................................................ 46
El sacerdocio Israelita................................................... 46
Funciones del sacerdocio Israelita............................... 47
Algunos datos sobre el sacerdocio cristiano............... 48
a. Ausencia de ministros-sacerdotes de la Nueva
Alianza en el Nuevo Testamento......................... 48
b. Surgimiento del sacerdocio cristiano.................. 49
c. Los colaboradores de los Apóstoles en Jerusalén 51
Algunas Observaciones a modo de conclusión......... 53
441
La cuestión pascual........................................................ 70
a. Motivos de la querella pascual............................ 71
b. Protesta de los obispos asiáticos.......................... 72
c. Respuesta de Roma................................................ 72
d. ¿Son idénticos ambos acontecimientos?............ 73
e. Policarpo y su importancia para la Iglesia pri
mitiva ....................................................................... 74
7. Autoridad en la Iglesia............................................... 75
Datos bíblicos................................................................. 75
La autoridad en san Clemente de Roma..................... 75
Autoridad en san Ignacio de Antioquía....................... 77
Autoridad y crecimiento de la comunidad................. 78
1. Siglo II........................................................................... 81
Aspecto histórico........................................................... 81
Literatura cristiana: Las apologías............................... 83
Inserción del cristiano en el mundo............................ 84
a. Carta de los mártires de Lyon............................... 84
b. Carta a Diogneto.................................................... 85
3. Las Catacumbas............................................................ 90
Origen de las catacumbas.............................................. 90
Lugares de escondite para cristianos perseguidos..... 92
La Iglesia familiar.......................................................... 93
4. El Gnosticismo............................................................. 94
442
Temas apologéticos de Justino.................................... 99
Frente a los paganos....................................................... 99
a. Antigüedad de la Biblia......................................... 99
b. Argumento profético............................................. 100
Frente al mundo judaico................................................... 100
a. La cristología es ante todo el anuncio de Cristo
en la Sagrada Escritura.............................................. 100
b. El Cristo crucificado (Dial 89)............................. 101
Trascendencia de Dios...................................................... 101
Teología del Logos Spermatikos..................................... 103
El logos en la creación...................................................... 104
El hombre considerado en relación al logos.............. 106
a. La única creación: Gn 1,26 y 2,7......................... 106
b. El hombre fue creado para gozar de la “sociedad
divina”..................................................................... 108
c. El hombre, centro del cosmos............................... 110
443
SEGUNDA PARTE
PREFACIO................................................................................... 137
INTRODUCCION....................................................................... 139
444
DidascaliaApostolorum ................................................ 165
a Rito de reconciliación ........................................... 166
b. La penitencia........................................................... 166
Conclusiones................................................................... 168
445
a. El obispo es ministro de la fe ............................... 188
b. La Iglesia es el lugar de salvación ....................... 188
c. Posición de Agustín................................................ 190
1. Alejandría...................................................................... 193
Ambientecultural religioso .......................................... 193
ElcristianismoenlaAlejandríadelSigloI ............... 195
La Escuela de Alejandría ............................................. 195
446
La Exégesis de Orígenes............................................... 214
a. Elsentidoliteral ...................................................... 214
b. El problema de la Ley ........................................... 215
Tipos de interpretación alegórica ................................ 215
a. Interpretación tipológica ....................................... 215
b. Interpretación escatológica ................................... 215
Interpretación alegórica propiamente dicha ............... 216
a. Interpretación literal ............................................... 216
b. Interpretación moral ............................................... 218
c. Interpretación espiritual ......................................... 218
La Iglesia en Orígenes................................................... 221
Hombre de Iglesia .......................................................... 221
Lalglesia preexistente .................................................. 223
La mística de Orígenes.................................................. 225
La mística cristiana en sus inicios ............................... 225
Elcaminardelhombreespiritual ................................. 228
a. . Cómo comprende Orígenes este caminar es
piritual ..................................................................... 229
b. El conocimiento progresivo y la fe carismática. 230
c. Lasantificaciónporelamor ................................. 231
d. Elhombreespiritual ............................................... 232
Conclusiones......................................................................... 244
447
TERCERA PARTE
PREFACIO.................................................................................. 249
INTRODUCCION...................................................................... 251
448
b. Aspectoscaracterísticosdesuvida ...................... 282
c. Elcarácterdinámicodelavidaascética ............. 282
La correspondencia de Atanasio .................................. 283
a. Cartas sobre el“homoousios" ............................... 283
b. Cartas espirituales .................................................. 285
c. Cartas festivas o pascuales ................................... 287
449
Diaconado y sacerdocio en Antioquía ........................ 329
Tratado sobre la Virginidad .......................................... 330
Tratado sobre el sacerdocio .......................................... 330
Serie de sermones sobre la incomprensibilidad de
Dios.................................................................................. 332
Problema de las estatuas en 387 .................................. 333
Predicación sobre el Nuevo Testamento ..................... 334
Serie de catcquesis bautismales ................................... 334
Episcopado en Constantinopla y el destierro ............. 335
CualidadesoratoriasdeJuanCrisóstomo ................... 340
450
2. San Ambrosio de Milán............................................... 356
Ambrosio visto por Paulino .......................................... 356
Lo que nos dice Paulino sobre la infancia de
Ambrosio......................................................................... 356
La formación de Ambrosio........................................... 357
Elección de Ambrosio para obispo de Milán ............. 358
El episcopado de Ambrosio.......................................... 359
Ambrosio, Obispo-juez................................................. 362
La obra de Ambrosio dentro de su episcopado ......... 362
Elmatrimoniocristiano ................................................. 362
El retrato de la Virgen María ........................................ 363
Ambrosio y la cuestión política ................................... 365
Ambrosio y lasEscrituras .............................................. 372
a Cristo ........................................................................ 376
b. Los Apóstoles.......................................................... 376
c. Los fieles................................................................. 376
451
b. Los riesgos de la palabra ....................................... 401
c. Situación de la palabra .......................................... 403
452