Comby Jean para Leer La Historia de La Iglesia 02
Comby Jean para Leer La Historia de La Iglesia 02
Comby Jean para Leer La Historia de La Iglesia 02
LA HISTORIA
DE LA IGLESIA
2. Del siglo XV al siglo XX
Jean Comby
QUINTA EDICIN
EDITORIAL VERBO DIVINO
Avda de Pamplona, 41
31200 ESTELLA (Navarra)
1993
PROLOGO
Este libro es la continuacin del primer tomo de Para leer la historia
de la iglesia. Por eso, la numeracin de los captulos y de los textos de
documentos en recuadro prosigue la del primer tomo. La obra est con-
cebida segn los mismos principios que el volumen anterior. El lector
puede consultar la introduccin del mismo para encontrar en l una gua
de lectura y de trabajo.
A partir del siglo XVI, la historia de la iglesia reviste algunas caracte-
rsticas nuevas. La iglesia latina y la iglesia de oriente seguan ya cami-
nos distintos desde haca siglos. Con la Reforma, la iglesia latina se
divide a su vez en varias confesiones rivales. Al mismo tiempo, como
consecuencia de los grandes descubrimientos, el evangelio se anuncia
en el mundo entero. En un perodo en que los estados se afirman y
triunfa el absolutismo, la historia de la iglesia se convierte a menudo,
incluso en el catolicismo, en la historia de las iglesias nacionales. No
siempre resulta fcil en una obra tan corta dar cuenta de todos estos
aspectos. En cuanto es posible, el autor se ha esforzado en dar lugar a
todas las confesiones cristianas y a las nuevas iglesias de ultramar. Se
ha esforzado igualmente en no limitar esta historia religiosa a la de Fran-
cia. Sin embargo, un autor habla siempre desde un lugar. En este caso,
el punto de vista catlico y el aspecto francs le resultan ms familiares.
Lo comprendern los lectores francfonos.
La masa de acontecimientos que hay que presentar no permite ex-
ponerlo todo. Ha habido que hacer bastantes opciones: se han silencia-
do algunos hechos y personajes que muchos considerarn importantes.
En funcin de su confesin, de su nacionalidad, de su lugar de vida, los
lectores y los de grupos podrn completar el cuadro recu-
rriendo a las obras citadas al final de los captulos.
5
Para las obras generales, puede consultarse el volumen 1. A ellas
hay que aadir:
- E. G. Lonard, Hstore gnrale du Protestantsme, 3 vols. PUF,
Pars 1961-1964.
- K. Heussi-E. Peter, Prcs d'Hstore de I'Eglse. Delachaux et
Niestl, Neuchatel 1967.
Tambin es interesante consultar los atlas que no se mencionaron
en el volumen 1. Los atlas histricos generales ofrecen siempre mapas
sobre la situacin religiosa en las diversas pocas. Los atlas dedicados
expresamente a la historia religiosa son poco numerosos. Podemos re-
cordar:
- F. van der Meer-C. Mohrman, Atlas de I'Antqut chrtenne. S-
quoia, Lausanne 1960.
- F. van der Meer., Atlas de la Cvlsaton occidentale. Elsevier, Lau-
sanne 1951.
- A. Freitag, Atlas du monde chrten; I'expanson du chrstansme l
travers les scles. Elsevier, Lausanne 1959.
- H. Jedin-K. S. LatoureUe-J. Martin, Atlas zur Krchen Geschchte.
Herder, Freiburg 1970.
Ha habido que limitar el nmero de obras citadas al final de los cap-
tulos, entre las que se han buscado precisamente los trabajos dedicados a
ternas relativos a la historia de la iglesia en Espaa, que no se tuvieron en
cuenta en la edicin francesa. Algunos de los libros indicados proponen
an1plias bibliografas. Se pueden consultar tambin las obras de donde se
han sacado los textos-documentos.
11
RENACIMIENTO YREFORMA
(finales del siglo XV-XVI)
La creaclon de Adan (Miguel Angel, Techo de la Capilla Slxtlna)
A finales del siglo XV aparecen las naciones
modernas que intentan independizarse de esas
potencias del pasado que son el papado y el im-
perio de Alemania. Se produce una profunda re-
novacin cultural a la que se ha dado el nombre
de Renacimiento. La invencin de la imprenta
permite extender por todas partes los escritos de
la antigedad profana y religiosa. Volviendo a las
fuentes, los textos de la biblia y de los padres de
la iglesia, muc40s quieren purificar a la iglesia de
las excrecencias que haban ido apareciendo a lo
largo de los siglos. Muchas de las instituciones
ec1esiales resultan ya caducas y no responden a
las esperanzas de los cristianos. Surgen entonces
a principios del siglo XVI algunos hombres deci-
didos a emprender una reforma de la iglesia. Des-
graciadamente, como consecuencia de las incom-
prensiones y de las violencias recprocas, esta Re-
forma provoca la explosin de la iglesia de occi-
dente. A finales del siglo XVI se dibujan los nue-
vos rasgos de una geografa religiosa que hemos
heredado nosotros.
7
I. LA EUROPA DEL RENACIMIENTO
"
1. NACIMIENTO DE
LOS ESTADOS MODERNOS
Francia, Inglaterra, Espaa
Varios pases de Europa se configuran como
estados en el sentido en que entendemos hoy esta
palabra: un soberano poderoso, unas finanzas,
un ejrcito... La guerra de los cien aos que acaba
en 1453 delimita los territorios respectivos de los
reinos de Francia y de Inglaterra. En Francia los
reyes afianzan su autoridad en todos los terrenos.
En 1516, por el concordato de Boloma, el rey
Francisco I obtiene del papa Len X la designa-
cin de todos los obispos y abades del reino, lo
cual le da un poder considerable sobre la iglesia
de Francia. Inglaterra no es an ms que un pe-
queo reino, pero uno de sus soberanos, Enrique
VIII (1509-1547), ocupa un lugar de primer pla-
no en la Europa poltica y religiosa. El matrimo-
nio de Isabel de Castilla con Fernando de Aragn
sella la unidad espaola (1469). La toma de Gra-
nada (1492), ltimo reducto rabe, consagra el
final de la reconquista y la unificacin definitiva
de Espaa. Los reyes catlicos acogen con en-
tusiasmo los intere<es de la iglesia, que ellos asi-
milan a los del estado. Reorganizan la Inquisi-
cin (1478) que se convierte en una institucin
nacional utilizada en su provecho. Este tribunal
persigue implacablemente a los herejes, a los mu-
sulmanes y a los judos ms o menos bien con-
vertidos.
Europa del norte y del este
Polonia, un gran reino con sus fronteras mal
definidas, que van desde Lituania hasta Ucrania,
y con instituciones polticas dbiles, constituye la
avanzadilla del cristianismo latino frente al mun-
do cristiano ortodoxo. Los soberanos rusos de
Mosc, Ivn III (1462-1504) e Ivn IV el Terrible
8
(1530-1584), se consideran como los herederos
de Constantinopla. Mosc es la tercera Roma.
No mantienen muchas relaciones con la Europa
occidental.
Desde que tomaron Constantinopla (1453),
los turcos prosiguen su avance hacia el corazn
de la Europa oriental, sometiendo a las poblacio-
nes cristianas ortodoxas de los Balcanes y amena-
zando peridicamente al occidente cristiano:
Hungra, Austria... Es verdad que bajo el rgI-
men turco la iglesia griega conserva sus estructu-
ras administrativas: inviolabilidad del patriarca
de Constantinopla y de los obispos que tienen la
autoridad civil sobre todos los cristianos del im-
perio otomano, bajo la dependencia del sultn,
desde luego. Pero los cristianos viven en un ghet-
to. Tienen prohibido evangelizar a los musulma-
nes. La corrupcin pesa sobre la eleccin de los
responsables religiosos; los sultanes nombran y
destituyen a los patriarcas, que se suceden a un
ritmo acelerado. El patriarca de Constantinopla
acaba reconociendo la autocefalia (independen-
cia) de la iglesia rusa y consagra l mismo al pn-
mer patriarca titular de Mosc en 1589. Pero, en
compensacin, se esfuerza por helenizar y some-
ter estrechamente a las dems iglesias del impeno
otomano: Serbia, Bulgaria, Rumana...
El santo imperio romano germnico
El emperador elegido por los siete prncipes
electores no tiene mucha autoridad sobre una
multitud de principados alemanes prcticamente
independientes. Sin embargo, desde 1438, el em-
perador es elegido continuamente de la casa de
los Habsburgo (Austria). En 1519, el nuevo em-
perador Carlos V es al mismo tiempo el heredero
de los territorios de los Habsburgo, de Borgoa
y del reino de Espaa. Si se aaden las conquistas
coloniales de Espaa en el nuevo mundo, se com-
prende que Carlos V pudiera soar con un domi-
nio universal. Pero choca con su vecino el rey de
Francia y con el papado.
El papado
Desde el gran cisma y la crisis conciliar (cf.
tomo 1, c. 10), el papado ha perdido parte de su
prestigio. Prncipes italianos, los papas se inmis-
cuyen cada vez ms en los asuntos de una Italia
que se ha convertido en campo de rivalidades
entre Francia y los Habsburgo. Los papas enri-
quecen a su familia, a sus sobrinos y a sus hijos
naturales. Las fiestas dispendiosas de la corte ro-
mana se convierten a veces en orgas baJO Alejan-
dro VI Borgia (1492-1503), que compra su elec-
cin e ilustra la crnica con sus hijos Csar y
Lucrecia. El papa JulIo 11 (1503-1513) acude al
asalto de las ciudades enemigas, armado de casco
y de coraza. Por su papel de mecenas, sus encar-
gos arquitectnicos y pictricos, estos papas son
tambin los artfices de la renovacin artstica y
literana del Renacimiento.
2. LA RENOVACION DE LAS LETRAS,
LAS ARTES Y LAS CIENCIAS
Los hombres cultos de mediados del SIglo
XVI tenan conciencia de que se haba realizado
en unas decenas de aos una prodigIosa renova-
cin de la cultura: En un siglo, dice uno de
ellos, hemos visto un mayor progreso en los
hombres de ciencia que el que vieron nuestros
antepasados a lo largo de los catorce SIglos prece-
dentes.
Sin ser una ruptura radical con la edad media,
el RenacImiento vuelve a descubrir la antiguedad
bajo todas sus formas: literatura, artes y CIencias.
En una Italia ms prxima a su pasado latino, los ~ / G
literatos sienten un inters apasionado por la lite- (,,<\,\I..!J ~
ratura antigua que duerme en los monasterios. ,,;.s
Los sabios bizantinos, como Bessarin, huyen de
Constantinopla y se traen a occidente numerosos
manuscritos griegos. La invencin de la Imprenta JulJo 11 (Habitaciones
por Gutenberg a mediados del siglo XV revolu- delVallcano)
LOS PAPAS DEL RENACIMIENTO
En El elogio de la locura (1511), Erasmo da la palabra a la locura, para que
pmte de una forma dIvertIda e /fntca los VICIOS grandes y pequeos de los
hombres de su tIempo, especIalmente de los ecleSIstICOS
SI los soberanos pontfices, que es-
tn en lugar de Cnsto, se esforzasen
en ImItarle en su pobreza, sus trabaJOS,
su sabidura, su cruz y su despreCIo de
la Vida, SI meditasen en el nombre de
papa, que slgmflca padre, y en el ttulo
de santsimo que se les da, l,no seran
los ms desgraciados de los hombres?
El que emplea todos sus recursos para
comprar esa dlgmdad, l,no debe de-
fenderla luego mediante el hierro, el
veneno y la Violencia? Cuntas ven-
taJas perderan SI algn da entrara en
ellos la sabidura' I Y no ya la sabIdura,
SinO un solo grano de aquella sal que
Cnsto menclon',Tantas nquezas, ho
nores, trofeos, OfiCIOS, dispensas, Im-
puestos, indulgenCias' Tantos caba-
llos, mulas, guardias y tantos place-
res'. Habra que volver a las Vigilias,
los ayunos, las lgnmas, las oraCiones,
los sermones, el estudiO y la pemten-
Cla, esas mil incomodidades molestas
l, y qu pasara entonces, no lo olVide-
mos, con tantos escntores, copistas,
notanos, abogados, promotores, se-
cretarios, muleros, palafreneros,
maestresalas, empresanos? Iba a de-
cir una palabra ms gruesa, pero no
qUiero henr vuestros odos Esa multi-
tud Inmensa ( .) se vera redUCida al
hambre
Erasmo, Elogio de la locura. LlX
9
JI
ciona la transmisin del pensamiento. Se difun-
den ampliamente obras que antao estaban reser-
vadas a unos cuantos privilegiados: ediciones de
los autores antiguos profanos, de los padres de la
iglesia, de la biblia, de manuales de piedad. Los
primeros libros impresos son en gran parte libros
religiosos. En todos los terrenos se manifiesta un
apetito de saber: conocimientos enciclopdicos
de los humanistas y proezas desmesuradas de los
condottieri y de los conquistadores.
Humanismo y fe cristiana
Hombre por excelencia del Renacimiento, el
humanista acude a las buenas fuentes para dirigir
su vida y guiar a sus semejantes. Si la inspiracin
de ciertos humanistas es pagana, como en Ma-
quiavelo (1469-1527) en su obra El Prncipe, la
mayor parte siguen siendo cristianos deseosos de
que sus trabajos mejoren a la iglesia y a sus fieles.
Entre otros muchos, Toms Moro (1478-1535) es
LA RELlGION DE ERASMO
Erasmo pone todas sus esperanzas en un conocimiento mejor de la Escritura.
No slo es necesario encontrar de nuevo el texto original, griego-hebreo-latin,
sino que hay que traducir la biblia a todas las lenguas. La Escritura contiene la
verdadera sabidura de la vida, la filosofa de Cristo accesible a todos los hom-
bres.
Qu oyentes tuvo el mismo Cristo?
No fue una turba variada y en esa
turba los ciegos, los patituertos, los
mendigos, los publicanos, los centurio-
nes, los artesanos, las mujeres y los
nios? Puede quejarse de que lo lean
aquellos que quiso que lo escucharan?
Realmente el labrador leer sus escri-
tos; tambin el artesano, y el ladrn, y
la prostituta y el rufin los leern; y
hasta los turcos! Si Cristo no los apart
de sus palabras, yo no los apartar de
sus libros...
Cristo desea que su filosofa se ex-
tienda lo ms lejos posible. Muri por
todos y quiere ser conocido por todos.
Ese objetivo se alcanzar si sus libros
se traducen a todas las lenguas de to-
dos los pases o si, gracias a los prnci-
pes, las tres lenguas (hebreo, griego y
latn) en que se fund esta filosofa di-
vina se les ensean a los pueblos...
En fin, qu hay de indecente en
que se recite el evangelio en su lengua
10
natal, la que cada uno comprende, el
francs en francs, el ingls en ingls,
el alemn en alemn, el hind en hin-
d? Me parece a m ms indecente y
hasta ridculo que gentes sin instruc-
Erasmo (Holbeln el oven)
Taller de Imprenta.
Cin y mujeres canten, como cotorras,
los salmos y la oracin dominical en
latn sin comprender lo que dicen.
Erasmo, Advertencia al lector,
para las ParfrasIs
de san Mateo (1522)
el ms simpatlco de los humanistas cnstlanos.
Cristiano fuera de los conventos, buen padre
de familia, canciller de Inglaterra, Toms Moro
es un modelo de humor. En su obra La Utopa
(1516) -fue l quien cre esta palabra, que signifi-
ca en ninguna parte- hace una crtica divertida
de la sociedad poltica y religiosa de su tiempo.
Firme en sus convicciones, su adhesin a la igle-
sia romana lo conducira al martirio.
Erasmo de Rotterdam (1469-1536)
Erasmo, el "prncipe de los humanistas, es
un personaje complejo que es preciso matizar
con cuidado. Hijo ilegtimo de un sacerdote, reli-
gioso y sacerdote l mismo, apasionado por la
literatura antigua, dej su convento para circular
por toda Europa al encuentro de los humanistas
y en busca de manuscritos; vivi en Francia, en
Inglaterra, en Italia, en Alemania y muri en Ba-
S
La vuelta a la Escritura debera permitir una purificacin religiosa y un cristia-
nismo prctico que rechazase las especulaciones teolgicas ociosas. Erasmo
explica a su amigo Juan Carondelet, en enero de 1523, cmo comprende l/as
relaciones entre la Escritura, el dogma y la teologa.
Los antiguos escritores de la iglesia
no filosofaban ms que con enorme
sobriedad sobre las cosas divinas. No
se atrevan a afirmar ms que lo que
estaba claramente declarado en las le-
tras que son para nosotros sacrosan-
tas en su autoridad... Perdonemos a
los antiguos que tan slo de mala gana
propusieron sus definiciones. Pero no-
sotros no podemos excusarnos de
suscitar tantas cuestiones curiosas y
de definir tantas cosas intiles para la
salvacin... Ser entonces imposible
estar unido a la Trinidad, sin ser capaz
de explicar la distincin que separa al
Padre del Hijo, o al Espritu Santo de
las otras dos personas? Lo que impor-
ta, aquello a lo que hemos de aplicar
todas nuestras energas, es curar
nuestra alma de las pasiones: envidia,
odio, orgullo, avaricia, concupiscencia.
Si no tengo el corazn puro, no ver a
Dios. Si no perdono a mi hermano,
Dios no me perdonar... Nadie se con-
denar por ignorar si el principio del
Espritu Santo es simple o doble; pero
nadie evitar la condenacin si no se
esfuerza en poseer los frutos del Esp-
ritu, que son amor, gozo, paciencia,
bondad, mansedumbre, fe, modestia,
continencia... La esencia de nuestra
religin es paz y concordia... ; pero esto
no puede mantenerse fcilmente ms
que con la condicin de no definir nada
ms que un nmero muy pequeo de
puntos dogmticos y dejar a cada uno
la libertad de formarse su propio juicio
sobre la mayor parte de los proble-
mas...
La verdadera ciencia teolgica con-
siste en no definir nada que no est
indicado en las Escrituras. Y estas indi-
caciones mismas hay que ofrecerlas
simplemente y de buena fe. Hoy mu-
chos apelan al concilio ecumnico pa-
ra decidir de muchos problemas; pero
sera mejor dejarlos para el da en que
veamos a Dios cara a cara.
Antes la fe consista ms bien en la
vida que en la profesin de los artcu-
los de fe... Poco a poco se hizo nece-
sario imponer dogmas; pero eran poco
numerosos y de una simplicidad total-
mente apostlica. Posteriormente, de-
bido a la deslealtad de los herejes, se
someti la Escritura a una investiga-
cin ms rigurosa... El smbolo de fe
comenz a estar ms bien en los escri-
tos que en los corazones... Los artcu-
los crecieron; la sinceridad disminuy.
La doctrina de Cristo, que al principio
repudiaba toda logomaquia, pidi pro-
teccin a las escuelas de los filsofos;
aquel fue el primer paso en la deca-
dencia de la iglesia. Luego aumenta-
ron las riquezas; la violencia se mezcl
en todo ello. La intrusin de la autori-
dad imperial en los asuntos eclesisti-
cos perjudic a la sinceridad de la fe.
La religin se convirti en una pura ar-
gumentacin sofstica. Y la iglesia se
vio inundada de una mirada de artcu-
los. De all se pas al terror y a las
amenazas. Por la fuerza y el miedo in-
tentamos hacer creer a los hombres lo
que no creen, hacerles amar lo que no
aman, forzarles a comprender lo que
no comprenden. La constriccin no
puede ir unida a la sinceridad. Y Cristo
no acepta ms que el don voluntario de
nuestras almas.
Carta de Erasmo a Juan Carondelet, arzobISpo de
Palermo (5 enero 1523), en J B Plneau, Erasme,
sa pense reJgleuse Pars 1924
11
silea. Mantuvo una enorme correspondencia con
las gentes ms variopintas (humanistas como
Moro, prncipes, obispos... ). En el Elogio de la
locura (1511), su obra ms clebre, Erasmo da la
c;:;.. palabra a la locura que dirige el mundo. Erasmo
~ hace as una stira mordiente de todas las catego-
ras sociales. La crtica del mundo eclesistico
ocupa un lugar privilegiado. Se encuentra esta
misma vena en los Coloquios, en los que intervie-
nen personajes muchas veces burlescos. Mucho
ms importante es en Erasmo el trabajo de edi-
tor. En diferentes imprentas europeas publica un
gran nmero de autores antiguos, sobre todo de .,,-
padres de la iglesia. Su edicin crtica ms clebre
es la del Nuevo Testamento griego (1516). Eras-
mo escribe igualmente tratados sobre diversas
cuestiones: la educacin cristiana, el matrimonio,
la guerra y la paz, la crisis luterana...
En toda su obra, Erasmo se propone regene-
a rar al hombre purificando la religin y bautizan-
~ do la cultura. Desea ante todo restaurar la teolo-
ga volviendo a las fuentes, es decir al texto origi-
nal de la Escritura y a los padres de la iglesia que
permitan una buena interpretacin de la Escritu-
ra. La teologa no tiene ms finalidad que la de
descubrir a Cristo. Hay que acabar con las discu-
siones vacas que no contribuyen en nada a la
conversin del hombre. El evangelio debe ser ac-
cesible a todos y en todas las lenguas; en el ser-
mn de la montaa los hombres descubrirn una
sabidura de vida. Hay que volver a una religin
interior purificada de sus numerosos aditamentos
y que acoja todo lo bueno que hay en los autores
antiguos. Finalmente, la religin no es ms que
una verdadera y perfecta amistad.
Erasmo habra querido fundamentar la polti-
ca en el evangelio. Los prncipes cristianos debe-
ran ser educados en este sentido. Erasmo se
muestra un vigoroso militante de la paz. Es es- e
candaloso que los cristianos luchen entre s. Si los
hombres pueden desencadenar una guerra, tam-
bin pueden detenerla. La solidaridad cristiana
debera favorecer el arbitraje. Erasmo tuvo una
gran influencia sobre todos los que deseaban una
EL MILITANTE DE LA PAZ
Erasmo sabe indignarse tambin de que un papa se haga guerrero, e invitar
por otra parte a los prncipes a buscar la paz.
Qu hay de comn entre el casco y
la mitra? Qu relacin entre la cruz y
la espada? Entre el santo libro del
evangelio y el escudo? Cmo te atre-
ves t, obispo, que ocupas el lugar de
los apstoles, a ensear a los pueblos
las cosas de la guerra?
JulIO exclUIdo del CIelo (1514)
Se trata del papa Julio 11
12
Ciertas verdades aprobadas por
unos no pasan el mar; algunas otras
no pasan los Alpes; otras finalmente
no van ms all del Rin... Las bande-
ras llevan el signo de la cruz; los mer-
cenarios impos, pagados para practi-
car el asesinato y el bandolerismo, lle-
van delante de ellos la cruz; y la cruz,
la nica que debera desaconsejar la
guerra, se convierte en smbolo suyo...
Se dice la misa tanto en un campo co-
mo en el otro. Hay algo ms mons-
truoso?
Apelo (es la paz quien habla) a voso-
tros, los prncipes... , a vosotros, los sa-
cerdotes... , a vosotros, los obispos...
Apelo a todos los que se gloran del
ttulo de cristianos, para que conspiren
de comn acuerdo y con todas sus
fuerzas contra la guerra...
Erasmo, La queja de la paz execrada y echada de
todas partes y por todas las nacIones (1517)
UNA IGLESIA QUE REFORMAR
Imprecaciones del dominico Savonarola
contra la iglesia pecadora
En una predIcacIn Inflamada, Jerntmo Savonarola emprende la reforma de
las costumbres de los florentinos y ataca con vIolencIa los abusos del papado
(estamos en tIempos de Alejandro VI) Las cIrcunstancIas poltIcas, las nvaltda-
des relIgIosas hacen que los florentinos, seducIdos hasta entonces por sus pala-
bras, se vuelvan contra l Muere en la hoguera el 23 de mayo de 1498
Ven ac, Iglesia Infame' Oye lo que
te dice el Seor Yo te he dado hermo-
sas vestiduras, y t has ejercitado con
ellas la Idolatra Con los vasos precIo-
sos has alimentado tu orgullo. Has pro-
fanado los sacramentos con la simo-
na; la sensualidad ha hecho de ti una
desvergonzada ramera I Eres peor
que una bestia, eres un monstruo re
pugnante' Antes te avergonzabas, por
lo menos, de tus pecados, ahora has
perdido la verguenza Antes los sacer-
dotes llamaban sobrinos a sus hiJOS,
ahora no los llaman ya sobrinos, SinO
hiJos; sencillamente hiJos' Has levan-
tado una casa de inmoralidad, y te has
convertido en todas partes en una ca-
sa de perdicin l,Qu hace la venal
ramera? Toma aSiento en el trono de
Salomn y atrae a todos a s, qUien
tiene dinero, entra, y puede hacer todo
cuanto qUiera; pero qUien desea el
bien, es arrojado de ella As t, Iglesia
venal, has revelado tu verguenza ante
savonarola (por Ira Bartolomeo) FlorenCia,
IQlesla de san Marcos
todo el mundo, y tu hlito pestfero ha
subido hasta el Cielo, por todas partes,
en Italia, en FranCia, en Espaa, has
extendido tu Inmoralidad.
Citado en A Fhche-V Marlin, Hlstofla de la
IgleSIa. t XVII Edlcep, ValenCia 1974,132
reforma pacfica de la iglesia. Pero pronto se im-
pUSIeron los violentos. Opuesto al simplIsmo,
Erasmo no poda ser un conductor de hombres.
3. UNA IGLESIA QUE NO RESPONDE
ALAS ESPERANZAS
DE LOS CRISTIANOS
, La visin optimista de algunos humanistas no
puede ocultar la preocupacin profunda de los
hombres de fmales del siglo XV. Las especulacio-
nes sobre el Apocalipsis siguen su curso y anun-
cian continuamente el prximo fin del mundo.
La preocupacin por la salvacin atenaza a los
cristianos, acorralados entre un Dios todopode-
roso y arbitrano y las amenazas de un Satans
omnipresente. En efecto, el Renacimiento comci-
de con un mcremento de la hechicera y de la
caza de brujas. Inocencio VIII, un triste papa
desde todos los puntos de vista, da una consagra-
cin oficial a la hechicera con su bula Summus
destderantes (1484). El papa descnbe los malefi-
cios de los demonios ncubos y scubos e
invita a la represin. Encarga a dos dommicos
que redacten El marullo de las hechtceras (1487),
un tratado de demonologa y de procedimIento
para obtener confesiones. La caza de brujos y
sobre todo de hechIceras durar hasta mediados
del siglo XVII. Se calcula en CIen mil personas las
que murieron en la hoguera en estos dos siglos.
En busca de buenos pastores
Cmo responder a esta mquietud? Por la
devocin a la Virgen -se difunde la deVOCIn al
13
rosario-, por las peregrinaciones, por las indul-
gencias. Quizs tambin por una profundizacin
religiosa personal, la lectura de la Escritura, la
prctica de la confesin. Pero falla la confianza
en la institucin eclesial. Muchos sacerdotes no
responden a los deseos de los fieles exigentes,
quizs ms por culpa de su ignorancia que de su
mal comportamiento. Interesados tan slo por
las rentas de sus obispados, muchos obispos acu-
mulan sedes episcopales, en las que no residen.
No es posible contar con el papado para reme-
diar los abusos. Buscando continuamente dinero
para sus construcciones, entre otras la baslica de
San Pedro, y sus fiestas, los papas conceden dis-
pensas de residencia y autorizan la acumulacin
de prebendas, mediante el dinero oportuno; ven-
den indulgencias...
Crticas y peticiones de reforma
Hoy nos sorprende la irona de Erasmo sobre
los abusos de la iglesia y la vehemencia de Savo-
narola, que durante algunos aos (1494-1498) e
ejerci una dictadura moral en Florencia. Trona-
ba contra los abusos del papado (Alejandro VI),
anunciaba el castigo divino e impona a los flo-
rentinos una austeridad monstica...
Peridicamene, los cristianos, ante todo los
prncipes, reclamaban un concilio de reforma.
Julio 11 abri en 1512 el V Concilio de Letrn,
que deplor los abusos y elabor un programa de
reforma, que no tuvo resultados. El concilio de
Letrn se clausur el 16 de marzo de 1517. El31
de octubre de aquel mismo ao, Lutero publica-
b.a en Wittenberg sus 95 tesis contra las indulgen-
CIas.
11. LOS REFORMADORES
La Reforma se ha hecho sinnimo de rup-
tura en la iglesia de occidente. Una divisin es
siempre una desgracia, cuyas causas y responsa-
bilidades hay que examinar. Se ha dicho muchas
veces que haba tantos abusos en la iglesia que
algunos, no esperando ya que pudiera cambiar, la
abandonaron. Pero la mayor parte reconocen ac-
tualmente las causas profundamente espirituales
de la Reforma. La Reforma naci de la piedad de
finales de la edad media, de una bsqueda apasio-
nada de Cristo en el evangelio. Durante mucho
tiempo fue difcil hablar con serenidad de los re-
formadores y particularmente de Lutero. A los
ojos de los protestantes, era un rudo mdico,
el ngel suscitado por la providencia para derri-
bar al anticristo de Roma. Para los catlicos no
era ms que un personaje grosero, bebedor, men-
tiroso y sensual, que haba dejado la iglesia tan
slo para dar libre cauce a sus instintos... HJ!'
14
Desde hace unas decenas de aos, se ha logra-
do una convergencia. Todos consideran hoya
Lutero como un hombre de fe, movido por una
actitud verdaderamente religiosa. Ningn catli-
co pone en duda las deficiencias y las incompren-
siones de la iglesia romana. Los protestantes ad-
miten a su vez las limitaciones del personaje Lu-
tero: su violencia, su intransigencia y una cierta
inclinacin a la cerveza...
1. EL PROCESO DE LUTERO
Se considera como fecha de nacimiento de la
Reforma el 31 de octubre de 1517, pero lo que
ocurri aquel da es la conclusin de un camino
que haba comenzado mucho antes. Lutero cuen-
ta su itinerario en los escritos del final de su vida,
LUTERO
El descubrimiento de la misericordia
Al fmal de su vida, Lutero cont lo que haba sido para l su experiencia
fundamental la salvacin por la fe sola Muchos historiadores piensan que hay
que fechar ese acontecimiento en los ltimos das de 1514
Me sent acuciado por un deseo ex-
trao de conocer a Pablo en la carta a
los Romanos, mi dificultad estnbaba
entonces no en la entraa, SinO en una
sola palabra que se halla en el cap
pnmero La Justicia de DIos est reve-
lada en el Odiaba la expresin JUSti-
cia divina, que Siempre habla acepta-
do, sigUiendo el uso y costumbre de
todos los doctores, en un sentido filo-
sfico de la llamada Justicia formal y
activa, en virtud de la cual DIos es justo
y castiga a los pecadores e Injustos
A pesar de que mi vida monacal era
Irreprochable, me senta pecador ante
DIOS, con la conciencia la ms turbada,
y mis satisfacciones resultaban inca-
paces para confenrme la paz No le
amaba, SinO que cada vez aborreca
ms al DIOS justo, castigador de peca-
dores Contra este DIOS me indignaba,
alimentando en secreto, SI no una blas-
femia, s al menos una Violenta murmu-
racin l,No bastara, me preguntaba,
con que los pecadores miserables y
eternamente perdidos por el pecado
onglnal fuesen castigados con toda
suerte de males por la ley del declo-
go? l,Por qu es necesano entonces
que por el evangelio aada DIOS nue-
vos sufnmlentos y lance contra noso-
tros, tambin a travs del evangelio, su
clera y su justicia? En estas cir-
cunstancias estaba funoso, con la con-
ciencia agitada y rabiosa No obstante,
volva y revolvla este pasaje, espolea-
do por el ardiente deseo de escudnar
lo que san Pablo quera deCir en l
Hasta que al fin, por piedad diVina, y
tras meditar noche y dla, percib la con-
catenaClon de los dos pasajes La
Justicia de DIOS se revela en l, con-
forme est escnto el justo vive de la
fe Comenc a darme cuenta de que
la Justicia de DIOS no es otra que aque-
lla por la cual el justo vive el don de
DIOS, es deCir, de la fe, y que el signifi-
cado de la frase era el sigUiente por
medio del evangelio se revela la justi-
cia de DIOS, o sea, la Justicia paSiva, en
virtud de la cual DIOS mlsencordloso
nos Justifica por la fe, conforme est
escnto "el justo vive de la fe Me sen-
t entonces un hombre renacIdo y VI
Lutero predicando en la Iglesia de Wlttenberg, con la biblia
abierta (Lucas Cranach)
que se me haban franqueado las com-
puertas del paralso La Escntura ente-
ra se me aparecI con cara nueva La
repas tal como la recordaba de me-
mona, y me confirm en la analoga de
otras expresiones como la obra de
DIOS es la que l opera en nosotros,
la potencia diVina es la que nos hace
fuertes, la sabidura de DIOS es por
la que nos hace sabios, la fuerza de
DIOS, la salvacin de DIOS, la glo-
na de DIOS
Desde aquel Instante, cuanto ms
Intenso habla sido mi odiO antenor ha-
cia la expresin la Justicia de DIOS,
con tanto ms amor comenc a exaltar
esta palabra infinitamente dulce
Lutero Prlogo a sus Obras completas en Lutero,
Obras I Slgueme, Salamanca 1977, 370-371
que son una relectura un tanto orientada sm duda
alguna. Martn Lutero naci en 1483 en EIsleben
(Sajonia), en una familIa de pequeos burgueses
cerca del mundo campesmo. Durante una infan-
cia dura, escuch con terror hIstorias de demo-
mos y de brujas. En 1505, tras una fuerte emo-
CIn ante el miedo a monr y condenarse, entr en
el convento de ermitaos de san Agustn de Er-
furt. Llev all una VIda austera como buen
monje y se hIZO sacerdote. Le confiaron un curso
de sagrada Escntura en la universIdad de Wltten-
berg. A pesar de observar la regla con toda exac-
titud, no encontraba la paz de su alma. La concu-
piscencIa, la mclinacIn al pecado estaba SIempre
sobre l. Segn la teologa de la poca, Dios hace
lo que le agrada, salvando a unos y condenando a
15
50 Hay que ensear a los cnstla-
nos que, SI el papa fuese consciente
de las exacciones cometidas por los
predicadores de indulgenCias, preferi-
rla que la baslllca de san Pedro se con-
VIrtiera en cenizas antes que edificarla
a costa de la piel, de la carne y de los
huesos de sus ovejas
62 El tesoro verdadero de la IgleSia
consiste en el sacrosanto evangelio de
la glOria y la gracia de DIOS
En Lutero Obras
Slgueme Salamanca 1977 64-69
27 Predican a los hombres que el
alma vuela (al cielo) en el mismo Ins-
tante en que la moneda arrojada suena
en el cepillo
8 Los canones penitenciales son
Impuestos solo a los VIvientes, y, con-
forme a los mismos, no se debe Impo-
ner nada a los mOribundos
1 Cuando nuestro seor y maestro
Jesucristo diJo "haced penitencia,
etc, qUIso que toda la Vida de los fieles
fuese penitencIa
4 La pena permanece mientras du-
ra el aborrecimiento propiO (en esto
consiste la verdadera penitencia inte-
rior), o sea, hasta la entrada en el reino
de los cielos
S LAS 95 TESIS DE LUTERO (31 octubre 1517)
Lutero publIC sus tesIs la vlspera de Todos los Santos y de los FIeles dIfun-
tos, cuando muchos cnstlanos quenan adqutrlr mdulgenclas para sus muertos
@
Lo mismo sucede con el creyente,
colocado de nuevo en el paralso y
creado otra vez por su fe no necesita
las obras para Justificarse, las tiene
que hacer para no estar OCIOSO, para
tener su cuerpo en forma y para con-
servarse, con la Intenclon unlca de
agradar a DIOS
De ahl la exactitud de estas dos sen-
tencias "No hacen bueno y justo a un
hombre las obras buenas y Justas, SinO
que es el hombre bueno y Justo el que
hace obras buenas y justas "Malas
LA FE YLAS OBRAS
acciones no hacen nunca malo a un
hombre, es el hombre malvado el que
realiza obras malas Lo primero que,
por tanto, se reqUiere, la condlclon pre-
via para las buenas obras, es que la
persona sea buena y Justa, despues
llegarn las buenas obras que han de
salir de una persona justa y buena Es
lo que dice Cristo "Un arbol malo no
produce buenos frutos, un arbol bueno
no da frutos malos
Lutero La lIbertad del crlsllano (1520) en Obras
Slgueme Salamanca 1977 165
Lutero quema la bula del papa ,Exsurge Domine
y mi conciencia es una cautiva de la
palabra de DIOS No puedo ni qUiero
retractarme en nada, porque no es se
guro ni honesto actuar contra la propia
conCienCia Que DIOS me ayude
AMEN
Lutero D,scurso pronuncIado en la dIeta de
Worms en Obras 175
esta claro que se han eqUivocado con
frecuencia y se han contradicho entre
ellos mlsmos-, estoy encadenado por
tos textos escntUrlstlcos que he Citado
A menos que se me convenza por
testimOnio de la ESCritura o por razo-
nes eVidentes -puesto que no creo en
el papa ni en los conCIlios slo, ya que
@ LUTERO ANTE LA DIETA DE WORMS (18 abril 1521)
A pesar de todas las amenazas que pesaban sobre el, mc/uso la de /a pena de
muerte, Lutero se reconoce oblIgado por su concIencIa y por la palabra de DIOS
16
otros. Lutero encontr un da la solucin <le su
angustia leyendo la carta a los romanos: El
hombre es justificado por la fe sin las obras de la
ley (Rom 3, 28). El hombre no se salva par sus
esfuerzos, sino que Dios lo hace justo slo por su
gracia. El hombre sigue siendo pecador, peto en
su desesperacin Dios acude a salvarlo. Ll.tero
encontr entonces la alegra y la paz.
Las indulgencias
El asunto de las indulgencias le dio a Ll.tero
la ocasin de proclamar su descubrimiento. Los
dominicos predicaban una indulgencia (remisin
de las penas debidas al pecado para los vivos y
para los muertos) a travs de Alemania, par,! cu-
los gastos del de Maguncia, que
tema que pagar un Impuesto por la acumul<\cin
de tres obispados, y para ayudar a la construc-
cin ct'e fa 6as1i'ca ct'e 5an P'ect'ro ct'e Roma. UI\o de
los predicadores dijo: Un alma sube al cielo
cuando la moneda suena en el fondo del cepillo.
Indignado, Lutero clav 95 tesis en la puert:a de
la iglesia del castillo de Wittenberg. Era a la. vez
una protesta y una invitacin a discutir esas tesis
con los profesores de la universidad. Luten) re-
chazaba la falsa seguridad que dan las indulgen-
cias. El cristiano no puede comprar la gracia que
Dios da gratuitamente. Lutero se mostraba muy
moderado en su ataque al papado y no pensaba
en romper con Roma. Sus tesis tuvieron un enor-
me xito a travs de Alemania y de toda Europa.
Erasmo las aprob con entusiasmo.
Hacia la ruptura
Lutero fue acusado ante la corte de R<)ma.
Durante aos, los mieJ?bros de su orden y
algunos enVIados de Roma Intentaron persuqdir-
le a corregir sus afirmaciones. Pero la diSputa
despert el nacionalismo alemn. Lutero se pre-
sent como el campen de un pueblo cansado de
los procedimientos fiscales de la corte romana y
de la acumulacin de los bienes eclesisticos en
" '1
,
El comercIo de indulgenCias en Roma
Alemania. Lutero precis su pensamiento en los
tres grandes escritos reformadores de 1520: Lla-
mada a la nobleza cristiana de la nacin alemana, @
La cautividad babzlonia de la iglesia y La liber-
tad del cristiano. Apelaba a la reunin de un con-
cilio, aunque afirmando que un concilio poda
engaarse. Las posiciones de Lutero se endure-
cieron: Estoy a punto de no dudar ya de que el
papa es propiamente el anticristo, deca en 1519.
En junio de 1520, la bula pontificia Exsurge con-
denaba 41 proposiciones de Lutero. Tena dos
meses para someterse. Lutero quem solemne-
mente la bula el 10 de diciembre de 1520. En
enero de 1521 fue excomulgado. Convocado a la
dieta de Worms, la asamblea de los prncipes del Q
imperio, ante el emperador Carlos V, Lutero
afirm que se senta obligado por la Escritura y
por su conciencia, y mantuvo sus posiciones. Fue
desterrado del imperio y tuvo que ocultarse
(mayo de 1521). En su retiro tradujo la biblia al
alemn.
17
LA GUERRA DE LOS CAMPESINOS
OLAS INTERPRETACIONES DIVERGENTES DE LA ESCRITURA
Los pobres campesinos alemanes se sublevaron contra los nobles en nombre
del evangelIo Lutero, mas bIen conservador en el terreno socIal, se asusta de
esa lectura de la Escrttura Le habrta gustado calmar los espmtus, pero al no
consegUIrlo, y temIendo una dlstorslon de su mensaJe mVlta a los nobles a
aplastar Implacablemente a los campesinos, que estaban dmgldos por un sacer-
dote que habla segUIdo con entusIasmo la reforma luterana, Thomas Muntzer
Muntzer vela en el evangelIO un mensaJe dmgldo a los pobres, pero que los
doctores, como Lutero, hablan acaparado y que los nobles hablan desVIado de su
sentIdo Muntzer, capturado y torturado, fue decapItado en 1525
e Thomas Mntzer (1490-1525)
La pobre gente necesItada se ve en-
gaada de mala manera Con todas
sus palabras y todos sus actos, los
doctores actuan de manera que el
hombre pobre, preocupado por la ne-
cesidad de alimentarse, no pueda
aprender a leer, y tienen la desver-
guenza de predicar que tiene que
dejarse despellejar y desplumar por los
tiranos {,Cuando van a poder apren-
der a leer? Los doctores hacen de la
ESCritura un velo que Impide a la ver-
dadera naturaleza de la fe Cristiana bri-
llar a los oJos del mundo entero Sien-
do aSI que, aunque uno durante toda
su Vida no haya ViStO Jamas la biblia ni
haya oldo hablar de ella, seria capaz
Sin embargo, gracias a la verdadera
enseanza del Esplrltu, de tener una fe
autentica, como la tuvieron todos los
que Sin ayuda de nlngun libro escnble-
ron la santa ESCritura
Por eso hay que derribar de su trono
a los poderosos, a los orgullosos y a
los ImplaS, porque son un obstaculo
ellos mismos y en el mundo entero pa-
ra la santa y verdadera fe Cristiana,
desde que esta qUiere extenderse con
toda su autentica naturaleza Original
,Ah, SI los pobres campesinos supie-
ran estor Como les aprovecharla
l
DIOS
despreCIo a los grandes seores como
Herodes, C.alfas y Anas, y acoglo en su
18
servicIo a los humildes, como Mana,
Zacanas e Isabel No eran doctores
Ilustres con titulas prestigiOsos, como
los ImplaS que posee hoy la IgleSia
La fuente sucia de la usura, del robo
y del bandolerismo son nuestros prlncl-
pes y seores, que se apropian de to-
das las criaturas los peces del agua,
las aves del Cielo las plantas de la tie-
rra todo tiene que ser suyo (Is 5, 8) Y
luego hacen proclamar entre los po-
bres el mandamiento de DIOS y dicen
"DIOS ha ordenado no robaras ,
qUien cometa el menor delito debe ser
colgado, y el doctor Mentiras (Lutero)
dice "IAmen
l
11
l\ ti :
.
.
La conqUista
-Comes tu este oro?
-Nosotros comemos
este oro ,.....
A comienzos del siglo XII un mestizo hispano Inca Felipe Guzmn Poma de Ayala describe en texto y en Imagenes las InjustICias de la conqUista espanola y la Vida
parroqUial en Peru (Nueva crnica y buen gobierno Instituto de etnologla de Parls 1936 y 1968)
66
ao en Francia de 1632 a 1673, dieron un gran
eco a su actividad misionera en Canad. Por el
valle del Mississipi, Canad fue el punto de parti-
da para las miSIOnes de la Luisiana. A pesar de
algunos grandes hombres como mons. de Mont-
morency- Laval, obispo de Qubec (+ 1708), los
resultados de las misiones entre los mdios fueron
escasos: dos mil indIos CrIStianos a finales del
siglo XVIII.
Las Antillas, en donde Francia haba consti-
tuido colonias dentro del territOrIO espaol
(Guadalupe, Hait. .. ), fueron una zona de baja
presin espirItual. El gobIerno real se opuso a la
creaCIn de obispados y de escuelas por miedo al
separatIsmo. Muchos de los sacerdotes eran de
mediocre calidad. Los jesuitas que aprendIeron el
criollo para catequizar a los esclavos tropezaron
con la oposicin de los colonos.
LA VOCACION MISIONERA DE MARIA
DE LA ENCARNACION, URSULINA
Mane Guyart, naCida en Tours en 1599, tuvo muy pronto una mtensa Vida
espmtual, marcada de vIsiones Casada en 1617, diO a luz en 1619 a Claude
Martm, que sera luego benedlctmo de San Mauro Viuda a fmales de aquel
mismo ao, permaneci diez aos al servicIO de su hiJO y de su familIa, luego
entr en las ursulmas de Tours En 1634 VIO en sueos el Canad y parti haCia
esas tierras en 1639, para permanecer all hasta su muerte en 1672
Era una emanacin del espntu
apostlico, que no era otro SinO el Es-
pntu de Jesucnsto, que se apoder de
mi espntu para que ya no tuviera ms
Vida que en el suyo y por el suyo, total-
mente entregada a los Intereses de es-
te diVino y superadorable maestro y en
el celo de su glona, a fin de que fuera
conOCido, amado y adorado por todas
las naciones que habla rescatado con
su preciosa sangre
MI cuerpo estaba en nuestro monas-
teno, pero mi espntu, que estaba lIga-
do al Espntu de Jess, no podla estar
encerrado all Aquel Espntu me lleva-
ba en espntu a las Indias, al Japn, a
Amnca, al Onente y al OCCidente, a
las diversas partes del Canad y a los
Hurones, y a toda la tierra habitable en
donde hubiera almas racionales que
yo vea que pertenecan todas ellas a
Jesucnsto Con una certeza Intenor,
vea cmo los demOniOS tnunfaban de
esas pobres almas que arrebataban
del dominiO de Jesucnsto, nuestro diVI-
no maestro y soberano Seor, que las
haba rescatado con su preciosa san-
gre Con estas Ideas y certezas, me
llenaba de celo, no poda reSIstIr ms,
abrazaba a todas aquellas pobres al-
mas, las tena en mi regazo, las pre-
sentaba al Padre eterno, dlclendole
que ya era hora de que hiCiera Justicia
en favor de mi Esposo, que saba muy
bien que le habla prometido todas las
naciones por herenCIa
Me paseaba en espntu por aquellas
grandes Inmensidades y acompaaba
en ellas a los obreros del evangelio,
con los que me senta Unida estrecha-
mente, debido a que ellos se consu-
man por los Intereses de mi celestial y
diVino Esposo, y porque me pareca
que yo era una mIsma cosa con ellos
Aunque corporalmente estuviera en la
prctica actual de mis reglas, mi espn-
tu no deSista de sus correras, ni mi
corazn cesaba, mediante una activI-
dad amorosa ms ligera que cualqUier
palabra, de urgir al Padre eterno por la
salvaCin de tantos millones de almas
que yo le presentaba
Mana de la EncarnaCin, Relatlon de 1654
Ed Jame!, Pans-Quebec 1930.! 11.309 s
3. FRANCISCO JAVIER.
LA INDIA YEL JAPON
Los dos estilos de Francisco Javier
Francisco Javier, nacido en Navarra en 1506,
se encontr con Ignacio de Loyola en Pars y
form parte de los siete compaeros que pronun-
ciaron los votos en Montmartre en 1534. Desig-
nado por IgnacIO como mIsionero para las In-
dias, lleg a Goa, centro de las Indias portugue-
sas, en 1542. Sin tener tIempo para aprender las
lenguas nI para conocer las civilIzaciones, bautI-
z a varios mIllares de personas en las costas de la
67
FRANCISCO JAVIER EN LA INDIA
En esta carta de enero de 1545, Francisco presenta su mtodo misionero en
las aldeas del Travancore (sur de la India). Parece tratarse de un mtodo muy
sumario y poco preocupado del conocimiento de la cultura de los pueblos evan-
gelizados. Ms tarde, en el Japn, Francisco ser mucho menos expeditivo.
Exigir a los misioneros una slida formacin intelectual para tratar con los letra-
dos japoneses.
... En un mes bautic ms de diez
mil personas, guardando esta orden:
cuando llegaba en los lugares de los
gentiles, los cuales me mandaron lla-
mar para que los hiciese cristianos, ha-
ca juntar todos los hombres y mucha-
chos del lugar a una parte, y comen-
zando por la confesin del Padre y del
Hijo y del Espritu Santo, los haca tres
veces santiguar y invocar las tres per-
sonas, confesando un solo Dios. Aca-
bado esto, deca la confesin general,
y despus el credo, mandamientos,
Pater noster, Ave Mara y la Salve Re-
gina; y todas estas oracioens saqu
habr dos aos en su lengua y las s
de coro; y puesta una sobrepelliz, a al-
tas voces deca las oraciones por la
orden que dicho tengo. Y as como yo
las voy diciendo, todos me van respon-
diendo, as grandes como pequeos...
y acabadas las oraciones, les hago
una declaracin sobre los artculos de
la fe y mandamientos de la ley en su
mismo lenguaje. Despus hago que to-
dos demanden perdn pblicamente a
Dios nuestro Seor de la vida pasa-
da... Acabado el sermn que les hago,
demando a todos, as grandes como
pequeos, si creen verdaderamente
en cada articulo de la fe; respndenme
todos que s; y as, a altas voces digo
cada artculo, y a cada uno les deman-
do si creen; y ellos, puestos los brazos
en modo de cruz sobre los pechos, me
responden que s; y as los bautizo,
dando a cada uno su nombre por escri-
to. Despus van los hombres a sus ca-
'.
Retrato de san
FrancIsco Javier en
Goa.
sas y mandan sus mujeres y familia,
las cuales, por la misma orden que
bautic los hombres, bautizo. Acabada
la gente de bautizar, mando derribar
las casas donde tenan sus dolos, y
hago, despus que son cristianos, que
quiebren las imgenes de los dolos en
minutsimas partes.
San FrancIsco Javier, Cartas y Escritos.
Editorial Catlica, Madrid 1953, 172-173
@ Pesquera al sureste de la India, despus de una
catequesis sumaria. En 1545 est en Malaca y en
1546 en las islas de la Sonda.
Con algunos compaeros, lleg a Japn, a
Kagoshima, en la isla de Kyushu (1549). La reali-
dad japonesa le pareci compleja. Tuvo que re-
considerar su mtodo misionero. Comprendi la
necesidad de aprender con cuidado la lengua, de
conocer la filosofa japonesa y de conformarse
con las costumbres del pas, por ejemplo llevan-
do ropa de seda. Se necesitaba tiempo para obte-
ner una conversin. Tal es el segundo estilo de
Francisco Javier. Decidi dirigirse a China, fuen-
te de sabidura japonesa, pero muri el 3 de di-
ciembre de 1552 en una isla frente a Cantn.
68
Las cartas inflamadas que Javier escribi a
Europa, muy pronto publicadas y a veces trans-
formadas, hicieron de Javier el misionero tipo de
los tiempos modernos. La leyenda le atribuy
millones de conversiones y mltiples milagros.
El siglo cristiano de Japn
La atraccin que sentan los japoneses por las
novedades de la civilizacin europea y la divisin
feudal estn en el origen de numerosas conver-
siones. Los seores locales, los daimios, manifes-
taban su independencia escogiendo el cristianis-
mo. Los cristianos llegaron hasta 300.000. Se
concentraban sobre todo en el sur, en la isla de
Kyushu, en las regiones de Kyoto y de Edo (To-
kyo). El gran organizador de esta primera iglesia
fue el jesuita Valignano, visitador de 1579 a 1606,
que opt por la adaptacin.
Cruclflxlon de los mrtires en Nagasakl (1597)
Aguafuerte de Callo! en 1622, ao en que se quemaba
ydecaprtaba de nuevo anumerosos cristianos
Las rivalidades entre los europeos, marinos y
misioneros, la voluntad de los nuevos shoguns
(primeros ministros), los Tokugawa, de conse-
guir la unidad de Japn contra los daimios (seo-
, res locales), la oposicin budista y sintosta, todo
esto motiv la persecucin de los cristianos. En
1597 fueron ejecutados 26 misioneros y fieles en
Nagasaki. En 1614, el cristianismo qued pros-
crito en todo el Japn. Las ejecuciones se multi-
plicaron con los ms horribles suplicios. Despus
de la sublevacin de Shimabara (1635), murieron
35.000 cristianos. Japn qued cerrado a los mi-
sioneros hasta el siglo XIX.
Poco numerosos, nunca llegaron a 100, los
misioneros hicieron un gran esfuerzo de com-
prensin de la lengua y de la civilizacin japone-
sa: traducciones, imprenta. Transmitieron tam-
bin algunos elementos de la cultura europea.
Con reticencias se formaron algunos sacerdotes
japoneses (14 en 1614); un obispo residi en Na-
gasaki de 1598 a 1614. La organizacin de las
comunidades con los dOJukus (religiosos no sa-
cerdotes), los catequistas, los jefes de aldea y las
cofradas les permiti mantenerse en ausencia del
sacerdote. La subsistencia de las misiones depen-
da de las limosnas de Europa y sobre todo de
una participacin en el comercio entre Europa y
Japn, lo cual se volvi a veces en contra de la
evangelizacin misma.
La India
Si la evangelizacin de la India por el apstol
santo Toms es hipottica, la presencia de cristia-
nos en el sur puede remontarse al siglo V. Esos
cristianos eran de lengua siraca y estaban rela-
cionados con la iglesia nestoriana de Mesopota-
mia. Cuando los portugueses se instalaron en
Goa, quisieron someter a esos cristianos a la igle-
sia latina, lo cual ocasion conflictos y cisma.
Desde Goa, obispado (1533) y luego sede prima-
cial de todo el oriente, desde el Cabo hasta Chi-
na, los portugueses intentaron una evangeliza-
cin sumaria basada en el principio de la tabla
rasa. Javier lo hizo durante algn tiempo. Mu-
chos bautismos sin una verdadera iglesia.
Roberto de Nobili (1577-1656), jesuita italia-
no, lleg a la India en 1605. Permaneci medio
siglo en Madur (sur). Aprendi el tamul y el
snscrito, se neg a que lo asimilaran a los colo-
nos portugueses y quiso ser considerado corno
un sannyasl cristiano segn el modelo de los pe-
nitentes hindes. Adopt el estilo de vida de los
brahmanes, la casta superior. Distinguiendo en-
tre los comportamientos sociales y las prcticas
idoltricas, admiti que los convertidos conser-
vasen los usos de su casta: kudumi (forma de
peinarse), cordn... Entre los ritos bautismales se
69
LA EXPANSION CRISTIANA DI\
L<u
SANTO TOME
c:>
CABO VERDE 1534
AZORES 1534
C>
FUNCHAL 1514
CUZCO 1577 RECIFE 1676
SAN SALVADOR
i 'OlI.HIlI.
RIO DE JANEIRO 1676
r
.C;:;;70
BUENOS AIRES 1620
BALTIMORE 1789
0r
MXICO 1522
. SAN JUAN 1511
Q......,-oe
SANTO DOMINGO 1511
CARACAS 1531
70
YAKUTSK (Ortodoxos: 1724)
/\ q
SANTO TOMAS TONKIN (1615) .QMANILA 1579
1606 )f""\ 1
TRANOUEBAR :
O(protest 1706) \,- "'l.fJ
1558 sss
,0 .'.
r--.
;562)
Las fechas que se sealan son las de la fundacin de los obispados.
Las fechas entre parntesIs son las de la primera Instalacin cristiana.
MAURICIO (1720)
0
REUNION (1665)
MADAGASCAR
(siglo XVII)
[1 '1110 (Protestantes, siglo XVII)
/1
1
8AN SALVADOR
11491) 15111 ,
lA
MOZAMBIOUE
(1M9)
lE SIGLO XV AL XVIII
Ii
71
LA EVANGELlZACION DE CHINA
Un nuevo estilo de misionero, ~ a t e o Ricci (1552-1610)
S El bautismo de los nios moribundos en China
Cierta teologa, preocupada por la suerte de los nios que mueren sin bauti-
zar, mova a los misioneros a bautizar cuantos ms nios moribundos pudieran,
fuera de todo contexto familiar o comunitario. Un padre jesuita de Pekn escribe a
una bienhechora de Europa haciendo un balance de este apostolado.
El padre Mateo
Rlccl (1552-
1610), JesUita
, q,isIonero en Chma
No hay un solo ao en que tan slo
nuestras iglesias de Pekn no cuenten
con cinco milo seis mil nios de stos
purificados por las aguas del bautismo;
esta cosecha es ms o menos abun-
dante, en proporcin con el nmero de
catequistas que podemos mantener. Si
tuviramos un nmero suficiente, su
atencin no se dirigira solamente a los
El padre Mateo usaba el traje de los
letrados, pero principalmente el de los
que se llaman predicadores de la ley.
Este traje es realmente modesto y el
bonete es algo diferente del nuestro,
hecho incluso en forma de cruz. Y no
solamente por el traje, sino mucho ms
por el discurso, l deca que era predi-
cador de la ley divina. Porque se entre-
gaba- por entero a refutar las dos sec-
tas de dolos (el budismo y el taosmo).
Pero en cuanto a la de los letrados, no
la censuraba, sino que por el contrario
la alababa grandemente y recomenda-
ba incluso a Confucio, prncipe de la
misma, en cuanto que haba preferido
callar sobre lo que no saba de la otra
nios moribundos que se exponen, si-
no que encontraran otras muchas oca-
siones para ejercitar su celo, sobre to-
do en algunas pocas del ao, cuando
la viruela o las enfermedades popula-
res arrebatan un nmero increble de
nios... Se conseguiran comadronas
infieles, que permitiran a algunas jve-
nes cristianas seguirlas. Sucede a me-
vida ms bien que inventar fbulas, y
haba acomodado los preceptos de su
ley a formar bien la vida de cada uno y
a gobernar su propia familia y el reino,
segn el derecho y la equidad. Esta
manera de vestirse y de andar en p-
blico pareci totalmente nueva, pero
fue muy aprobada por los letrados... El
padre Mateo haba compuesto un re-
sumen de la doctrina cristiana en chi-
no, de forma que la acomodaba princi-
palmente a los paganos.
Extracto de Nlcolas Tngault, Hlstolre de
I'expditlon chrtlenne au royaume de la Chme,
1617, libro IV, c VII. DOS, Pars 1978
nudo que los chinos, al no poder ali-
mentar a una familia numerosa, orde-
nan a las comadronas que ahoguen en
una palangana llena de agua a las ni-
as recin nacidas. De este modo, es-
tas tristes vctimas de la indigencia de
sus padres encontraran la vida eterna
en aquellas mismas aguas que les qui-
tan una vida corta y perecedera.
Carta del padre d'Entrecolles, Pekn, 19 octubre
1720, en Lettres dlflantes et cuneuses Garnler,
Pars 1979, 261 s
podan omitir los que repugnaban a los indios: el
soplo y la saliva. Los mtodos de Nobili suscita-
ron la oposicin de algunos misioneros y fueron
denunciados a Roma. El papa acept ciertas aco-
modaciones de Nobili (1623); varios misioneros
adoptaron el estilo de vida de los penitentes de
72
las castas bajas, los pandaras, para ponerse al ser-
vicio de los ms pobres.
En 1706 se instalaron algunos luteranos en
Tranquebar. Fue una de las primeras misiones
protestantes desde el comienzo de la Reforma.
En 1733 fue consagrado el primer pastor indio.
4. CHINA,
INDOCHINA y COREA
De Macao a Pekn
Los portugueses se instalaron en Macao en
1557. La colonia tendra una residencia jesuita en
1565 y un obispo poco despus. Los chinos con-
vertidos tenan que cortarse el cabello y adoptar
el modo de vivir europeo. El visitador jesuita
Valignano, en 1578, envi dos padres a la China
del interior, Ruggieri y Mateo Ricci. Este ltimo,
en cinco etapas de 1582 a 1601, lleg a Pekn en
donde se instal hasta su muerte en 1610.
Ricci se hizo asimilar al principio a un bonzo
budista. Un estudio muy intenso de la lengua y
de la civilizacin china le hizo comprender la
importancia de los letrados, discpulos de Conf\l-
cia. El confucianismo le pareci ms cerca del
cristianismo que las otras corrientes religiosas
chinas, el taosmo y el budismo. Ricci adopt
entonces el traje y el estilo de vida de los letrados.
Se entreg a un apostolado intelectual, ensean-
do las ciencias occidentales, astronoma y mate-
mticas. Present la doctrina catlica en una obra
escrita en chino, la Verdadera exposicin de la
doctrina del cielo. La evangelizacin de China
plante problemas difciles. Eran tolerables para
los cristianos los honores que se rendan a los
parientes muertos y a Confucio? Qu palabras
chinas haba que utilizar para designar las reali-
dades cristianas sin peligro de confusin con la
religin china? En fin, cmo c o n s t i t u i ~ un clero
chino? Dnde formar a los sacerdotes? Es ne-
cesario el latn?
Esperanzas y crisis
En 1615, el papa Pablo V autoriz la traduc-
cin de la biblia y de los textos litrgicos al chi-
no, pero sin que la liturgia china se hiciera reali-
dad. Los servicios de los jesuitas sabios (Schall,
Verbiest ... ) eran apreciados en la corte imperial:
calendario, fabricacin de caones, etc. En 1688
INSTRUCCION DE LA CONGREGACION DE PROPAGANDA FIDE
ALOS VICARIOS APOSTOLlCOS (1659)
Al crear los vicarios apostlicos (obispos que dependan directamente de
Roma), Propaganda Fide deseaba una accin misionera libre de toda implicacin
poltica. Por eso les daba sabios consejos, cUYa interpretacn no siempre resul-
taba fcil sobre el terreno. Lo vemos muy bien en la cuestin de los ritos.
No pongis ningn celo, no avan-
cis ningn argumento para convencer
a esos pueblos que cambien sus ritos,
sus hbitos y sus costumbres, a no ser
que sean evidentemente contrarios a
la religin y a la moral. Hay algo ms
absurdo que transportar a los chinos
Francia, Espaa, Italia o cualquier otro
pas de Europa? No introduzcis en
ellos nuestros pases, sino la fe, esa fe
que no rechaza ni lesiona los ritos ni
las costumbres de ningn pueblo, con
tal que no sean detestables, sino que
por ElI contrario quiere que se les guar-
de y se les proteja. Est inscrito, por
as decirlo, en la naturaleza de todos
los hombres estimar, amar, poner por
encima de todo en el mundo las tradi-
ciones de su pas y su propio pas. Por
eso no hay ningn motivo ms podero-
so de alejamiento y de odio que apor-
tar cambios a las costumbres propias
de una nacin, principalmente de las
que han sido practicadas desde los
tiempos ms remotos que recuerdan
los ancianos.
En Le Slege apostoilque et les mlSSlons
U M C. Pars-Lyon 1959, 16.
73
LOS COMIENZOS DEL CRISTIANISMO EN COREA
La primera iglesia de Corea tiene como originalidad el haber sido fundada por
laicos coreanos. Esto suscitara dificultades postenormente...
En una carta de 1789, Yi Seung-Hun (Pedro Li) presenta a los misioneros
franceses de Pekn la situacIn religiosa de Corea. Est preocupado porque le
han dicho que est actuando contra las reglas de la iglesia.
Cuando fui bautizado (por los padres
de Pekn), yo no tena ms que un co-
nocimiento superficial de lo que tena
que saber... Cuando llegu a mi patria,
lo ms urgente fue para m ponerme a
estudiar mi religin en los libros que
haba trado y predicrsela a mis pa-
rientes y amigos. En mis correras, me
encontr con un sabio que haba en-
contrado un libro de nuestra religin, al
que se haba dedicado durante varios
aos... Fue l el que me instruy, y nos
ayudamos mutuamente a servir a DIOS
ya hacer que le sirvieran otros que, en
nmero de mil, se sometieron a la fe y
pidieron con ardor que los bautizra-
mos. A peticin de todo el mundo, bau-
tic a muchos con las ceremonias que
haba observado en el bautismo que
haba recibido en Pekn. Entretanto es-
tall la persecucin; mi familia sufri
por ello ms que las otras, lo cual me
oblig a dejar la compaa de mis her-
manos en Jesucristo. Pero para no de-
tener el curso de los bautismos, puse
en mi lugar a otros dos. Uno de ellos
era el sabio del que he hablado antes,
y el otro era uno que haba sufrido mu-
cho en la persecucin y que muri en
1785 durante el otoo despus de ha-
ber estado un ao preso.
Por primavera de 1786, los cristia-
nos se reunieron para tratar de la ma-
nera de confesarse los unos con los
otros. Se decidi que Kia se confesase
con y y con Pn, sin que Kia e Y, o Y y
Pin pudieran confesarse mutuamente.
Por otoo de aquel mismo ao, los
cristianos se reunieron de nuevo; se
decidi que yo dijera la santa misa y
que diera la confirmacin. No slo
atend a sus solicitudes, sino que con-
ced el mismo poder de decir la misa a
otros diez. En cuanto a las ceremo-
Alto funcIOnario
(pintura coreana de
finales del siglo XVIII).
nias, las observaba tal como estn
marcadas en diferentes libros y oracio-
nes de horas, recortando algunas y
aadiendo otras.
Citado por A ChOl, L rectlon du premler vlcanal
aposlollque el les ongmes du calhollc/sme en
Core "Nouvelle Revue de SClence
mlSSlonnalre (1961) 91 s
llegaron a Pekn los jesuitas matemticos del rey
Luis XIV.
S A finales del siglo XVII, la cristiandad china
ofreca grandes esperanzas: 200.000 300.000
cristianos y 125 misioneros. Pero la disputa de
los ritos (d. ms adelante), los conflictos de juris-
diccin entre el patronato portugus y Propagan-
da Fide indispusieron a los emperadores, que de-
sencadenaron varias persecuciones. Slo se tole-
raba a los jesuitas sabios en la corte de Pekn. La
supresin de los jesuitas (1762 y siguientes) agra-
v una situacin definitivamente comprometida
por la Revolucin francesa. . . , . ~
74
Indochina
Al verse perseguidos en su pas, algunos cris-
tianos japoneses se instalaron en Cochinchina, en
Cambodya y en Siam. Los jesuitas se interesaron
por esas regiones a partir de 1615. Transcribieron
la lengua vietnamita en caracteres latinos. Duran-
te veinte aos (1625-1645), Vietnam fue la prime-
ra preocupacin del jesuita Alexandre de Rhodes,
aunque no pudo residir all permanentemente.
Para Rhodes, la evangelizacin tiene como base
un buen conocimiento de la lengua, la formacin
de catequistas que aseguren la permanencia cris-
tiana, la utilizacin de la cultura vietnamita y la
Rueda del carro del sol (el dios sol
Surya) en Konarak
India N. F. (Onssa).
Bhuvaneguar en el Onssa, templo
de RaJanan (siglo XII-XIII).
Danza de Slva
(siglo XII).
comprensin de sus costumbres. Deseaba la for-
macin de un clero local.
Vicarios apostlicos
La intervencin de Rhodes en Europa llev a
la designacin de vicarios apostlicos para el Ex-
tremo Oriente (1658). Eran obispos no titulares
Q de un obispado, que dependan directamente del
~ papa (de Propaganda Fide) para el servicio de las
misiones. Los vicarios apostlicos, Pierre de La
Mothe y Fran<;ois Pallu, llegaron a Siam en 1664;
ordenaron a los primeros sacerdotes vietnamitas
y fundaron un seminario en Siam para todo el Ex-
tremo Oriente. Se distanciaron de los mtodos de
los jesuitas. Se multiplicaron los conflictos de ju-
risdiccin. El final del siglo XVIII est marcado
por el apostolado de monseor Pigneau de
Bhaine (+ 1799).
Una iglesia laica en Corea
e En los siglos XVII-XVIII, algunos letrados
coreanos descubrieron el cristianismo a partir de
los libros llegados de China. En 1784, Yi Seung-
Hun, joven letrado de paso por Pekn, recibi all
el bautismo. Vuelto a Corea, junto con otro le-
trado, Yi Piek, que elabor una teologa cristiana
a partir de la tradicin confuciana, organiz l
mismo una comunidad cristiana: bautismo, co-
munin, misa. Dudando de su procedimiento,
pidi a Pekn un sacerdote. Pero la persecucin
se abati sobre aquella primera comunidad.
Asia rusa
Aprovechando la expansin hacia el este y la
conquista progresiva de Siberia, la iglesia rusa se
hizo misionera. Los arzobispos de Kazn, en el
siglo XVI, convirtieron a los trtaros que rodea-
ban la ciudad. El metropolita de Tobolsk, Filare-
tes, envi misioneros a Kamtchatka (1705) y a
Yakutsk (1724). Envi incluso una misin a Chi-
na (1714). Algunos prisioneros rusos haban for-
mado una comunidad ortodoxa en Pekn en 1689.
A finales del siglo XVIII, algunos monjes del
lago Ladoga se establecieron en Alaska y funda-
ron alh una comunidad de lengua aleutiana.
75
111. LAS MISIONES VISTAS DESDE EUROPA
YLA CRISIS DEL SIGLO XVIII
1. LAS MISIONES
YLA OPINION EUROPEA
Literatura misionera
Del siglo XVI al XVIII, la liuratl;lra misione-
ra encontr un gran xito entre las lIteraturas de
viajes. De 1549 a 1619, se en francs
98 obras sobre Japn. Las so.bre
China son innumerables. Dos senes de publIca-
ciones peridicas de los jesuitas obtuvieron am-
plio eco: las Relations de la Nouvelle France
volumen anual de 1632 a 1673) y las Lettres edt-
fiantes et curieuses p4 vok a 1776, ree-
ditados muchas veces a contlllUltClOn). Algunos
de estos escritos sobre todo los de los jesuitas de
China, tienen g:an valor cientfico y
ron a ampliar los conocimientos de
los europeos, que descubrieron la de
civilizaciones muy antiguas y a veces muy
das, aunque distintas de las de Ettropa. El fIloso-
fo Leibniz se entusiasmaba al ver a Europa y a
Q China tender mutuamente sus brazos para per-
v.::;:J feccionar lo que haba en cada una de ellas.
Una nueva imagen de los no-cristianos
Tmidamente, el conocimiento de las misio-
nes llev a los cristianos de Europa a una forma
nueva de a los Los jesuitas
pensaban que los algu-
nos elementos de la relIglOn pru
111t1Va
. e: No 'po-
dran algunas de las religiones conslde-
Q rarse como una preparacin, fIgura ?el
'5J cristianismo? Esta visin preocupo a
los telogos (Bossuet) y a los jallsenistas.
La literatura misionera se convirti en un ar-
ma en algunos filsofos: Bayle,
76
Voltaire, Diderot y la Enciclopedia. La tolerancia
de los chinos se opone a la intolerancia de Luis
XIV. La moralidad de los chinos demuestra que
no es necesaria una revelacin. La cronologa
china se remonta mucho ms all de la biblia. Por
otra parte, en el siglo XVIII algunos de los que
haban tomado conciencia de la inhumanidad de
la esclavitud irvllizaban sobre las pseudo-
justificaciones cristianas que se daban de ella.
2. LA GRAN CRISIS DE LAS MISIONES
En el Extremo Oriente, los conflictos de ju-
risdiccin se multiplicaban entre los obispos
nombrados por Lisboa (Patronato) y los vicarios
apostlicos de Propaganda Fide. Unos y otros
anulaban sus decisiones recprocas. :
La disputa de los ritos
Ms grave fue la disputa de los ritos, ya que
pona en discusin los mtodos misioneros y la
actitud del cristianismo frente a las culturas. En
la India y en China, los misioneros estaban divi-
didos a propsito de la lengua ( cmo nombrar a
Dios en las lenguas locales?), de la liturgia (hay
que adaptar los ritos cristianos?), de las costum-
bres tradicionales (pueden los cristianos honrar
a sus difuntos, conservar el rgimen de castas... ?).
Los jesuitas de China y de la India aceptaron
ampliamente la Lc;>s misione!"<?s de
otras rdenes (domllllcos, franCIscanos, MlslOnes
Extranjeras de Pars) vean en ella una concesin
a la idolatra. Esta oposicin era muchas veces la
expresin de la oposicin Patronato-Propa-
ganda. la
agit los conflIctos teologlcos de la VIeja IgleSIa,
CHINA VISTA DESDE EUROPA
Muchos pensadores europeos se interesaron por lo que los misioneros decan
de China, sacando conclusiones a menudo divergentes.
El filsofo Leibniz manifiesta un gran entusiasmo por este encuentro entre
China y Europa. Esto debera aproximar a las diversas confesiones cristianas.
Pienso que una disposicin singular
del destino ha reunido, por as decirlo,
a la parte ms civilizada y educada del
gnero humano en las dos extremIda-
des de nuestro continente, Europa y
China... Quizs estas dos naciones
ms cultas, extendiendo sus brazos la
una a la otra, lleguen a perfeccionar
poco a poco todo lo que en ellas se
encuentra... Tengo miedo de que muy
pronto, baJo todos los aspectos, noso-
tros seamos inferiores a los chinOS; ca-
si ser menester recibir de ellos algu-
nos miSioneros para que nos enseen
el uso y la prctica de la teologa natu-
ral, de la misma manera que nosotros
les enviamos miSioneros para ense-
arles la teologa revelada... El proyec-
to de llevar la luz de Jesucristo a los
pases lejanos es tan hermoso que no
veo yo qu es lo que nos distingue...
Me parece que esta misin es la cues-
tin ms importante de nuestros tiem-
pos, tanto para la gloria de Dios como
para el bien general de los hombres.
LeibniZ, textos de 1697.
Citados por H Bernard-Maltre,
en H/stotre umverselle
des M/ss/ons cathollques,
11,359
ePascal se preocupa ante ciertas afirmaciones de una anterioridad de la crono-
loga china respecto a la cronologa bblica.
Historia de Chlna.- Yo no creo ms
que las historias cuyos testigos estn
dispuestos a hacerse degollar.
Cul es ms creble de los dos,
Moiss o China?
No se trata de ver esto en general.
Os digo que hay cosas que ciegan y
cosas que alumbran. Con esta palabra
tan slo, echo por tierra todos vuestros
razonamientos. Pero China oscure-
ce", me decs; y yo respondo: China
oscurece", pero hay una claridad que
encontrar; buscadla.
Pascal, Penses, Br 593
CONDENACION DE LOS RITOS CHINOS
POR EL PAPA CLEMENTE XI (1704)
3. No se puede de ningn modo ni
por ningn motivo permitir a los cristia-
nos que presidan, sirvan en calidad de
ministros o asistan a los sacrificios so-
lemnes o a las ofrendas que tienen la
costumbre de practicar en los tiempos
de cada equinoclo en honor de Confu-
cio y de los antepasados difuntos, ya
que son ceremonias imbuidas de su-
persticin.
7. No puede permitirse a los cristia-
nos que guarden en sus casas particu-
lares, en honor de sus antepasados,
segn la costumbre de los chinos, cua-
dros y orlas en donde est escrito: el
Trono, o la Sede del Espritu, o el Alma
de tal, con lo que se seala que el alma
o el espritu de tal difunto viene algu-
nas veces a detenerse o a reposar en
ellos.
Citado en Etlemble, LesjsUltes en Chme, la
querelle des ntes (1552-1773) (Col Archives)
Julllard, Pars 1966
77
jesuitas contra jansenistas, laxistas contra rigoris-
tas...
La condenacin de los ritos chinos
y malabares
La discusin que comenz a mediados del
siglo XVII se agudiz sobre todo en 1693. Mons.
Maigrot, vicario apostlico en China, prohibi el
uso del vocabulario de los jesuitas para designar a
Dios en chino y la prctica de los ritos tradicio-
nales chinos (veneracin de los antepasados y de
Confucio) para los cristianos. A pesar de una
interpretacin diferente que los jesuitas solicita-
ron al emperador Kang-Hi (los ritos son gestos
meramente cvicos), el Santo Oficio en 1704
acept lo esencial de las posiciones de Maigrot.
El papa envi un legado, Charles de Maillard de
Tournon, para solucionar el problema in Sltu;
ste prohibi las acomodaciones hechas en la In- {';1 \
dia (ritos malabares) y en China. Muri en resi-
dencia vigilada en Macao (1710). En 1715, el papa
conden solemnemente los ritos chinos y mala-
bares. Ante el tumulto que esto suscit en las
misiones, un nuevo legado, Mezzabarba, procu-
rando que le dejaran volver con vida a Europa,
concedi algunos permisos (1721) que no solu-
cionaron nada. Finalmente, en 1742 y 1744, fue-
ron condenados de nuevo los ritos chinos y ma-
labares. Las dificultades prosiguieron hasta 1939.
Las misiones, vctimas de la poltica
internacional
La decadencia de las potencias catlicas en la
expansin colonial supuso al mismo tiempo el
debilitamiento de la actividad misionera. El trata-
do de Utrecht (1713) arrebat a Espaa ya Fran-
cia el dominio de los mares. El tratado de Pars
(1763) seal la superioridad inglesa tanto en
Amrica como en la India.
La prohibicin de la Compaa de Jess en '.
todos los estados catlicos y luego su supresin
por el papa (1773) puso fin a la actividad de 3.000
78
misioneros en el mundo. Los efectivos que pro-
porcionaron las dems rdenes o el clero secular
fueron mucho menores. Muchos cristianos se
vieron abandonados a su propia iniciativa.
La Revolucin francesa acab con la fuente
de los recursos y de los efectivos. Los viajes se
hicieron difciles para los misioneros catlicos
ante el hecho del poder martimo de Inglaterra.
Nacieron entonces en Gran Bretaa algunas so-
ciedades de misiones protestantes que encontra-
ron el terreno libre.
Los ltimos balances de Propaganda Fide a
finales del siglo XVIII son decepcionantes. Se
desprende de ellos cierto sentimiento de impo-
tencia. Occidente ha tenido que renunciar a sus
pretensiones de convertir al oriente tal como es
en s mismo. Observemos sin embargo que la
iglesia se ha hecho ya plenamente universal. A
pesar de no haber sido resuelto debidamente, el
problema del encuentro del cristianismo con las
civilizaciones ha quedado ya planteado de una
manera seguramente ms juiciosa que como lo
ser en el siglo XIX.
LECTURAS
J. Delumeau, El catolzctsmo de Lutero a Voltatre. Labor,
Barcelona 1973.
P. Chaunu, La expanstn europea. Labor, Barcelona
1977.
Id., Conqutsta y explotaezn de los nuevos mundos. La-
bor, Barcelona 1973.
F. Mauro, La expanstn europea (1600-1870) Labor,
Barcelona 1979.
F. J. Montalbn, Manual de htstorza de las mtszones. BIl-
bao 1952.
C. Bayle, La expanstn mtszonal de Espaa. Labor, Bar-
celona 1936.
V. Carro, La teologta y los telogos-lumtas espaoles ante
la conqutsta de Amrzca. Salamanca 1951.
G. Furlong, Mtszones y sus pueblos de guaranes. Buenos
Aires 1961.
R. Menndez Pidal, El padre Las Casas. Su doble perso-
naltdad. Espasa Calpe, Madrid 1963.
Protagomstas de Amrzca, 50 vols. HIstoria 16, Madnd
(en curso de publicacin).
San Verny en Orco!
(Llmagne..), como
vlador
14
LA IGLESIA
DURANTE LA
ILUSTRACION
y LA REVOLUCION
(siglo XVIII)
Desde finales del siglo XVII se manifiestan
nuevas actitudes respecto a la religin. Al mismo
tiempo, los comportamientos religiosos del siglo
XVII se mantienen hasta muy entrado el siglo
XVIII. No obstante, a partir de mediados de este
siglo se advierten ya en la iglesia algunas seales
del nuevo giro que han tomado las cosas. Se pue-
de explicar este giro por la filosofa de la Ilustra-
cin, algunos de cuyos partidarios atacan encar-
nizadamente al cristianismo. Pero tampoco faltan
signos de vitalidad en el catolicismo o en el pro-
testantismo, que conoce varias formas de desper-
tar religioso. La Revolucin francesa se presenta
como el triunfo de las luces y de los adversarios
de la iglesia. Pero la persistencia de una fe purifi-
cada por la prueba obliga al poder poltico a de-
volver a la iglesia el papel que le corresponde en
la sociedad.
79
I. LAS TRANSFORMACIONES DEL SIGLO XVIII
1. LA RAPIDEZ QUE TOMA
UNA IGLESIA TRADICIONAL
Los frutos del siglo anterior
Es a comienzos del siglo XVIII cuando los
esfuerzos de renovacin del siglo precedente
producen todos sus frutos: formacin del clero,
purificacin de las devociones, desarrollo de las
misiones interiores, regularidad de la prctica,
etc. La gran masa de la poblacin europea sigue
siendo cristiana, con algunos matices segn las
regiones. En vsperas de 1789, casi por toda
Francia, todava cumple con pascua el 95 % de la
poblacin del campo. Esto permite comprender
la restauracin religiosa del siglo XIX.
La disputa jansenista forma tambin parte de
la herencia del siglo anterior. En su mayora, los
obispos franceses han aceptado las condenacio-
nes de la bula Unigenitus (1713). Pero algunos,
agrupados en torno al arzobispo de Pars, recha-
zan la bula y apelan a un concilio general. Este
partido de los apelantes se muestra muy activo,
a pesar de su nmero relativamente modesto; es-
t marcado tanto por su galicanismo como por el
jansenismo doctrinal. En este contexto, varios sa-
cerdotes de Utrecht, descontentos de las orienta-
ciones romanas para su iglesia, eligen un arzobis-
po que se hace consagrar por un obispo apelan-
te francs. Tal es el origen del cisma de Utrecht
(iglesia jansenista o viejos catlicos de Holanda).
En Francia, el gobierno quiere reducir esta
0rosicin mediante la crcel, la condenacin en
e concilio de Embrun del obispo de Snez, Soa-
nen (1727), y con diversas medidas represivas.
Los apelantes crean un peridico clandestino en
1728, las Nouvelles ecclsiastiques, que sigue
editndose hasta finales de siglo. Ven en las cura-
ciones milagrosas sobre la tumba de uno de los
80
suyos, el dicono Pars, en el cementerio de
Saint-Mdard, el sello de la aprobacin divina
(1730). Pronto se produjeron fenmenos patol-
gicos: convulsiones y socorros (golpes y heri-
das que reclamaban los penitentes). El movi-
miento cay en el ridculo.
El siglo XVIII tuvo tambin sus formas de
santidad con personajes tan diferentes como pue-
den ser Alfonso de Ligorio (1696-1787) y Benito
Jos Labre (1748-1783). El primero, doctor de la
iglesia, con su obra moral libr a la iglesia de la
influencia jansenista y con la fundacin de los
redentoristas dio un nuevo impulso a las misio-
nes populares. El segundo rropuso una santidad
contemplativa, forjada en e sacrificio de una vida
de peregrino mendicante y marginado.
Seales de un nuevo giro
A partir de 1750, aparecen algunas zonas de
tibieza en el paisaje religioso francs. La prctica
disminuye seriamente en algunas ciudades, pero
tambin en el campo. Se interpreta como un re-
troceso el descenso de preocupaciones religiosas
en los testamentos (celebracin de misas, donati-
vos para las buenas obras), la disminucin del
nmero de cofradas, la baja en la moral y en el
temor inspirado por la iglesia (limitacin de naci-
mientos, aumento de hijos ilegtimos), la cada de
vocaciones, la disminucin de libros religiosos, la
municipalizacin de las obras caritativas, etc. Sin
embargo, hay que ser prudentes en las interpreta-
ciones. Estos signos indican ciertamente que se
debilitan el conformismo y la rutina. Ms que de
descristianizacin, no habra que hablar de la
lenta desaparicin de un cierto modo de cristia-
nismo en beneficio de otro? Segn algunos, se
entrecruzan las dos curvas, la del descenso cuan-
titativo y la de la superacin cualitativa.
o 50 100 150 200
Las dlocesls de FranCia en 1789
(Dlcllonnalfe d'hlslolfe el degographle ecclslasllque)
e'm.r
TIItvU&
PISE
81
Mediocridad del clero
Se conocen muchos sacerdotes y obispos de
gran calidad, pero se nota el absentismo en los
obispos. A medida que va avanzando el siglo, el
episcopado se convierte en pieza de caza de la
nobleza, en Francia y en Alemania. Los monaste-
rios decaen. En Francia, la comisin de regulares
(1766 y siguientes) suprime 426 casas. Jos II su- )
prime en 1783 todos los establecimientos con- ""
templativos de Austria y de los Pases Bajos. \
Papas sin prestigio
Los papas carecen de relieve. Casi todos son
ancianos escogidos al final de unos cnclaves in-
terminables, en que se advierten las intrigas de las
potencias catlicas. Se centran en el gobierno de
los estados pontificios, de los que dice que se
estn peor administrados que los del Gran Tur-
co. Slo destaca la figura de Benedicto XIV
(1740-1750), que se interes por las ciencias y
mostr cierta apertura por los problemas de su
tiempo.
UNA SOCIEDAD DE ATEOS PUEDE SER
PERFECTAMENTE MORAL
Pierre Bayle (1647-1706), nacido en el calvinismo, fue algunos aos catlico y
volvi de nuevo al calvinismo. Ense filosofa e historia en Sedn y en Rotter-
dame Bayle se muestra crtico con todas las confesiones religiosas, incluso con el
calvinismo, predicando siempre la tolerancia.
Una sociedad de ateos practicara
las acciones civiles y morales tan bien
como las practican las otras socieda-
des, con tal que hiciera castigar seve-
ramente los crmenes y dedicase ho-
nor o infamia a ciertas cosas. Como la
ignorancia del primer ser creador y
conservador del mundo no impedira a
los miembros de esa sociedad ser sen-
sibles a la gloria y al desprecio, a la
recompensa y al castigo y a todas las
pasiones que se ven en los dems
hombres, ni apagara todas las luces
de la razn, se vera entre ellos a gen-
tes con buena fe en el comercio, que
asistiran a los pobres, que se opon-
dran a la injusticia, que seran fieles a
sus amigos. El que quiera convencer-
se plenamente de que un pueblo priva-
do del conocimiento de Dios seguira
las reglas del honor y sera muy delica-
do en observarlas, no tiene ms que
ver cmo hay entre los cristianos cierto
honor mundano que est directamente
en contra del espritu del evangelio...
Comparad un poco el estilo de las
diversas naciones que profesan el cris-
tianismo; comparadlas, os digo, unas
con otras y veris que lo que pasa por
indecente en un pas no lo es tanto en
otro. Por tanto, es cierto que las ideas
de honradez que hay entre los cristia-
nos no proceden de la religin que pro-
fesan.
P Bayle. Penses sur la Comte, 1682
2. LAS LUCES
AL ASALTO DEL CRISTIANISMO
El triunfo de la razn
Desde finales del siglo XVII empieza una
crisis de la conciencia europea. Pierre Bayle
e (Penses sur la Comete, 1682; Dictionnaire histo-
rique et critique, 1695-1697) es uno de los prime-
82
ros testigos. En el siglo XVIII toman el relevo
una serie de escritores: Voltaire, Diderot, d' A-
lembert... Educados en el cristianismo, muchas
veces con los jesuitas, estos filsofos quieren
juzgar todas las cosas segn las luces de la ra-
zn, que se oponen a las oscuridades de la revela-
cin. De esta filosofa de las luces -en alemn,
Aufklarung o Ilustracin- se recuerda su aspecto
de mquina de guerra anticristiana. Sin negar es-
to, hay que decir que este ideal razonable corres-
ponde tambin a una distincin de terrenos. La
ciencia adquiere su propio lenguaje y se distancia
de la metafsica. Algunos cristianos sinceros
compartieron esta simpata por la razn. La
francmasonera, cuya primera logia se fund en
Londres en 1717 y que propag esta ideologa de
las luces, se reconoce como cristiana. La obra de
referencia de la Ilustracin, la Encyclopdle o
DtctlOnnalre ralsonn des sezences, des arts et des
mtlers (1751-1772), tuvo entre sus suscriptores
al futuro Po VII, y en su redaccin participaron,
al menos en sus comienzos, algunos telogos.
La razn contra la revelacin
Es raro un atesmo explcito. Sera peligroso
expresarlo abiertamente. Algunos pueden pensar
as en secreto: el cura Meslier (+ 1729), d'Hol-
hach, Helvetius, Sade... La mayor parte de los
filsofos piensan que se necesita una religin
EL CRISTIANISMO SE OPONE ALA NATURALEZA
En sus escritos pnvados, los autores podian expresar sus Ideas sm retIcen-
cIas; en sus pub/caclones tenan que guardar cIerta prudenCIa.
Se da una incompatibilidad entre la moral natural
y la moral revelada
de la montaa. Releed todo el evange-
lio y recoged los preceptos propiOS del
cristianismo; y decidme luego si hay al-
go ms capaz de disolver los vnculos
humanos, de cualqUier naturaleza que
sean.
Todo devoto es duro, sin misericor-
dia, Implacable, un pobre esposo, un
pobre Ciudadano, un mal hermano, etc.
Esos deberes estn demaSiado subor-
dmados a otros.
Uno de los peores efectos de los de-
beres religIOSOS es el envIleCImiento de
los deberes naturales, es una escala
de deberes qUimricos elevada por en-
Cima de fas deberes reales. Preguntad
a un sacerdote SI es peor armar en un
cliz que calumniar a una mUjer honra-
da Orinar en un cliz', un sacrlle-
gIOl", os dir. Y luego, no hay nmgn
castigo pblico contra la calumnia. El
fuego contra el sacrlego. Esto acaba
derribando toda verdadera dlstmcln
de los crmenes en una SOCiedad...
En el evangelio, un libro al que hay
que referirse o Ignorar por completo en
este punto, hay dos morales: una mo-
ral general comn a todos los pueblos
y una moral que es verdaderamente la
moral cristiana. Pues bien, esta ltima
es la moral ms antisocial que conoz-
co. Preocupaos de repasar el sermn
Dlderot, Commentalfe medlt de la Lettre sur
I Homme, citado en R Desne (ed )
Les matertallstes franr;als de 1750 a 1800
Pans 1964, 105
Creo en DIOS, aunque VIVO muy bien
con los ateos.. Es muy Importante no
confundir la cicuta con el pereJil; pero
carece de tmf10rtancta creer o no creer
en DIOS.
Carta de Dlderot a Voltalre (11 JUniO 1749)
para el pueblo: Dios es la garanta del orden.
Muchos se inclinan por el desmo, una religin
natural conforme con la razn y que excluye to-
@da revelacin: el Gran Relojero de Voltaire,
un jubilado en reserva. Los dogmas se oponen
a la razn y a la naturaleza. La iglesia se distingue
por su intolerancia y por su apoyo a los despotis-
mos. Voltaire hace campaa por la rehabilitacin
de las vctimas de la intolerancia religiosa: Calas,
Sirven, de la Barre, Negndose a seguir a la natu-
raleza, el cristianismo es una traba contra la feli- Q
cidad del hombre. Por tanto, hay que luchar por ~
la desaparicin de la iglesia y del cristianismo:
Aplastemos al infame!, exclama Voltaire. La
primaca de la razn no impide que, a finales del
siglo XVIII, cunda el gusto por el esoterismo y
83
por una nueva irracionalidad. Insatisfecho dd ra-
cionalIsmo rido de Voltalre, Jean Jacques Rous-
seau (1712-1778) quiere devolver su lugar al sen-
timiento en una religin natural. De este modo S
logra que la religin sobrenade a la revolucin y
prepara el romantIcIsmo.
COMO HACER ACEPTABLE EL SERMON
DE LA MDNTAA
La opinIn de Jaucourt en L'Encyclopdie no es muy distinta de la de Olde-
rot, pero ante un pblico que sabe lo que se trae entre manos logra escabullirse
con habilidad
La profesin de fe del vicario saboyano
Frente al racIonalIsmo de la fIlosofa de la lIustraclon, Jean Jacques Rousseau
rehabl/tta el sentImIento relIgiOSO en un sentido que no es el de la ortodOXia
cat/tca, pero que prepara la re/tglon romntIca
Estamos de acuerdo en que, SI los
Cristianos qUIsieran observar algunos
de estos mandamientos de Jesucristo,
la socIedad se verla muy pronto des-
qUIciada, la gente de bien seria presa
de la violenCia de los malos, los fieles
quedarlan expuestos a mOrir de ham-
bre, ya que no habrlan ahorrado nada
en su prosperidad para poder comer y
vestirse en la adversidad En una pala-
bra, todo el mundo confiesa que los
Tamblen os confieso que me asom-
bra la majestad de las ESCrituras y que
la santidad del evangelio habla a mi
corazn Ved los libros de los filsofos
con toda su pompa ,que pequeos
son en su comparaclon
l
l.Es pOSible
que un libro a la vez tan sublime y tan
sencillo sea obra de los hombres? l.Es
pOSible que el hombre cuya histOria re-
latan sea tan slo un hombre?
84
preceptos de nuestro Seor no son
compatibles con la seguridad y la tran-
qUilidad pblica Esto ha obligado a los
mterpretes a recurrir a ciertas restric-
Ciones, a ciertas modificaciones, a
ciertas palabras sobreentendidas, pero
todo esto es mnecesarlo y nos parece
demasiado rebuscado Lo que ha in-
dUCido a los Intrpretes a error es que
han credo que los preceptos del Se-
or, en estos tres capitulas, se referan
LA RELlGION DE ROUSSEAU
La muerte de Scrates, filosofando
tranquilamente con sus amigos, es la
ms dulce que se puede desear, la de
Jesus, expirando en mediO de tormen-
tos, injuriado, mofado, maldeCido por
todo un pueblo, es la ms hOrrible que
se puede temer Socrates, tomando la
copa envenenada, bendice a qUien se
la presenta llorando, Jesus, en mediO
de un atroz SUpliCIO, pide por sus en-
a todos los Cristianos, y deben tener
cUidado en ello, pues aunque muchos
sean comunes a todos los Cristianos,
hay otros muchos que son partIculares
de los apstoles del Seor, y que se
les han dado para el ejercIcIo del mi-
nisterio para el que fueron revestidos
Una vez asentado este principio de
que el sermn de nuestro Seor se di-
rige a los apstoles, ya no hay ninguna
dificultad
Encyclopdle,
art Sermon de Jsus Chns/,
de Jaucourt
carnlzados verdugos S, SI la Vida y la
muerte de Socrates son las de un sa-
biO, la Vida y la muerte de Jess son
las de un DIOS
Con todo ello, este mismo evangelio
est lleno de cosas Increbles, cosas
que repugnan a la razn y que cual-
qUier hombre sensato es Incapaz de
concebir y de admitir l.Qu hacer en
mediO de tantas contradicciones? Ser
siempre modesto y Circunspecto, hijO
mo, respetar en SilenCIO lo que uno no
puede ni rechazar ni comprender, y hu-
millarse ante el gran ser que es el ni-
co que sabe toda la verdad
J J Rousseau Emlle OU de I Educa/Ion
3. LA IGLESIA MARCADA
POR LA FILOSOFIA DE LA ILUSTRACION
La Ilustracin catlica
La iglesia intenta defenderse contra los ata-
ques con los medios tradicionales: censura de los
malos libros, peticiones para que intervengan los
poderes pblicos, obras apologticas de poco va-
lor. Sin embargo, este ideal racional no fue consi-
derado nicamente de forma negativa por las
iglesias. Inspir realizaciones y reformas dentro
del catolicismo. En Francia, algunos ttulos tie-
nen en cuenta el espritu de la poca: Mthode
[acile pour etre heureux en cette vie et assurer son
bonheur ternel; Catchisme philosophique; Ca-
tchisme des harmonies de la raison et de la reli-
gion... En Alemania, la Aufklarung catlica pro-
puso un retorno a las fuentes, una purificacin de
las devociones, una renovacin de la teologa,
una mayor tolerancia y una aproximacin a los
protestantes. Se elaboraron catecismos que pu-
dieran utilizar tanto los protestantes como los
catlicos. Uno de los representantes ms nota-
bles de este movimiento es J. M. Sailer (1751-
1832), sacerdote bvaro, profesor de teologa
pastoral, que tuvo numerosas iniciativas en espi-
ritualidad y practic un ecumenismo ante litte-
ram (crculos bblicos interconfesionales).
Antirromanismo
y despotismo ilustrado
Estas corrientes innovadoras hacen a veces
causa comn con las corrientes antirromanas en
sus deseos de valorar a las iglesias locales y a su
clero frente el papa: galicanismo, richerismo...
Von Hontheim (1701-1790), llamado Febronio,
obispo coadjutor de Trveris, leg su nombre a
una doctrina que reduce al mximo el poder del
papa en la iglesia: el febronianismo (1763). El
snodo de Pistoya (1786) en Toscana, convocado
por un obispo jansenizante, por instigacin del
gran duque Leopoldo, hermano del emperador
Jos 11, sostuvo las tesis del febronianismo y pro-
puso un amplio programa de reforma de la iglesia
dentro del espritu de la Ilustracin. Jos 11 dio
su nombre a una forma de intervencionismo mi-
nucioso en la vida de la iglesia: el josefinismo.
Los no-catlicos se benefician de edictos de tole-
rancia (1781): prohbe a los religiosos depender
de un superior extranjero; suprime los conventos
contemplativos para utilizar sus bienes en la fun-
dacin de nuevas parroquias; reorganiza por
completo los seminarios con gran descontento de
los seminaristas que saquean los locales... Rey
sacristn, reglamenta minuciosamente el culto,
los entierros, el uso de las campanas...
El calvario de los jesuitas
Ante un papado muy dbil, los dspotas
ilustrados intentan dominar las iglesias. Asocian
a las antiguas reivindicaciones (galicanismo...) los
principios de la Ilustracin y de la Aufklarung
catlica. As, la supresin de la Compaa de Je-
ss por los diferentes estados catlicos y luego
por el papa Clemente XIV (1773) es el resultado
de los esfuerzos conjugados de los filsofos, los
galicanos, los jansenistas y de ot(as rdenes reli-
giosas. Los jesuitas soportan el contragolpe de la
decadencia de las realezas europeas y del papado,
que haban sido antao sus mejores valedores,
pero tambin de su encarnizamiento en las luchas
teolgicas. En este asunto, los papas muestran el
mayor servilismo ante los gobiernos y permane-
cen insensibles ante el calvario de los jesuitas. Su
repatriacin de las misiones se llev a cabo en
lamentables situaciones. Clemente XIV hizo en-
cerrar al ltimo general de los jesuitas, que muri
en prisin. En Portugal, el marqus de Pombal
hizo ejecutar a ms de ochenta jesuitas.
85
11. LOS MOVIMIENTOS DE DESPERTAR DEL
PROTESTANTISMO YDE LAS IGLESIAS
ORIENTALES
En las iglesias de la Reforma, el espritu de la
Ilustracin orienta con frecuencia a la teologa
por los caminos del racionalismo y de la seculari-
zacin de la cultura. Al mismo tiempo, en varias
ocasiones, los movimientos de despertar (<<revI-
val, rveih intentan sacudir a esas iglesias de
la languidez propia de una institucin de estado.
1. EL PIETISMO ALEMAN
El pietismo es una reaccin contra las tenden-
cias mundanas del protestantismo de finales del
siglo XVII y comienzos del XVIII. Las iglesias
protestantes son instituciones del estado funcio-
nalizadas. La experiencia personal que haba sido
propia de Lutero haba dejado su lugar a la orto-
doxia doctrinal. Muchos protestantes deseaban
devolver el primer lugar al elemento personal en
la fe. El protestantismo haba desconfiado siem-
pre de la mstica, aspecto impuro de lo religioso
frente a la fe sola. Sin embargo, algunos nostlgi-
cos seguan leyendo la Imitacin de Jesucristo y
los autores medievales. ]akob Bhme (1575-
1624), el zapatero de Grlitz, elabor una especie
de pantesmo y de sincretismo mstico sospecho-
so para la ortodoxia luterana. Angelus Silesius
Gohannes Scheffler, 1624-1677), influido por e
Bhme, expres una profunda experiencia espiri-
tual a travs de la poesa original del Peregrino
querubnico. La oposicin con que tropez lo
impuls a convertirse al catolicismo y a hacerse
sacerdote.
NOSTALGIA MISTICA EN UN LUTERANO
Johannes Scheffler (Angelus Silesius) (1624-1677), natural de Breslau, estu-
di en varias universidades europeas antes de volver a su Silesia natal. Luterano,
expresa su experiencia mstica por medio de pequeos poemas de dos versos,
publicados en El peregrino querubnico despus de su conversin al catolicis-
mo.
Aunque Cristo hubiera nacido mil ve-
ces en Beln, pero no en ti,
seguiras estando eternamente per-
dido.
Ay! Los humanos somos como
pajarillos del bosque,
86
gritando todos juntos, dando cada
uno nuestra nota con jbilo.
La rosa no tiene porqu, florece por-
que florece;
no se fija en s misma, ni pregunta si
la ven.
Si el paraso no est ante todo den-
tro de ti,
creme, no entrars jams en l.
Espritu noble, rompe tus ataduras,
no te dejes encadenar as;
puedes encontrar a Dios ms magn-
ficamente que todos 105 santos.
Florece, cristiano helado; mayo est
a tus puertas.
Si no floreces aqu y ahora, estars
eternamente muerto.
Angelus Slleslus, Pe/erm cherublnlque
Aubler, Parls 1946
Philipp Spener
y la irradiacin pietista
El pietismo recogi estas aspiraciones en el
interior del protestantismo. Philipp Spener
(1635-1705), pastor luterano alsaciano, fue su ini-
ciador. Circul mucho a travs de Europa. Reu-
ni junto a l a pequeos grupos para leer la
biblia y rezar. Se habl de collegia ptetatis (gru-
pos de riedad o reuniones de edificacin); de ah
viene e trmino pietismo, que tena al principio
un matiz despectivo. Spener dio un fundamento
a su accin en sus Pia desideria (Piadosos de-
seos: 1675), cuyos puntos esenciales son: la cons-
titucin de pequeos grupos para el conocimien-
to de la biblia, la valoracin del sacerdocio uni-
versal, la primaca de la experiencia sobre la teo-
loga, la caridad en las polmicas teolgicas, una
integracin de la espiritualidad medieval, una re-
forma de la predicacin en sentido catequtico.
La experiencia de la conversin es capital. Se ad-
quiere a travs de una profunda crisis. El hijo de
Dios conoce una fase inicial de desesperacin;
luego, a travs de una lucha interior, sale de su
malestar y encuentra la paz. A lo largo de esta
experiencia, siente una felicidad inexpresable.
Tiene que poder dar cuenta pblicamente de ella.
El pietismo valora una piedad afectiva y senti-
mental y vuelve a conceder a las obras todo su
valor.
El pietismo, cuyo lugar principal de irradia-
cin fue la universidad de Halle, en Sajonia, dio
lugar a numerosas instituciones caritativas: es-
cuelas, orfanatos, suscit vocaciones misioneras
para los pases lejanos, inspir a msicos como
Haendel (+ 1759). A pesar de cierta oposicin de
la ortodoxia luterana a las asambleas de los san-
tos, un poco exaltadas, gran parte de Alemania
en el siglo XVIII era pietista. El conde de Zin-
zendorf dio al pietismo una dimensin interna-
cional.
@ EL PIETISMO
Philipp Spener (1635-1705), pastor luterano natural de Alsacia, quiso reinte-
grar la afectividad a la religin, pero sin salir del protestantismo.
La religin cristiana no consiste en
saber ni en sutilezas sobre cuestiones
ociosas, como se acostumbra a hacer
en nuestros das ms de la cuenta;
consiste en aprender a conocer a
nuestro salvador Jesucristo, el verda-
dero Dios, como hay que conocerlo,
por medio de su Verbo, en temerlo en
el fondo de nosotros mismos, en amar-
lo y en llamarlo, movidos por una fe
verdadera, en obedecerle en la cruz y
en su vida, en amar a los dems desde
el fondo de nuestro corazn, en ayu-
darlos con misericordia; y en lo que se
refiere a nosotros en nuestra vida, ante
el peligro y la muerte, abandonarnos
con una confianza inquebrantable a la
gracia que Cristo nos concede y aguar-
dar la vida eterna con Dios.
Ph Spener, Pla desldena, o aspiraciones del
fondo del corazn para una mejora de las
verdaderas IgleSias evanglicas, que sea
agradable a DIos
2. ZINZENDORF (1700-1760),
EL DESPOTA ILUSTRADO
e Nikolaus-Ludwig, conde de Zinzendorf, na-
cido en Dresde, ahijado de Spener, educado en
una atmsfera de piedad muy femenina, privado
de camaradas masculinos, consider siempre a
, Jess como un hermano. Desde su infancia, com-
prendi que la religin era asunto del corazn y
no de la razn. En Halle, sinti una profunda
emocin durante su primera Cena, pero rechaz
la conversin reglamentada de los pietistas. El
encuentro a travs de Europa con cristianos de
todas las confesiones le hizo ver en ellas simples
especializaciones de la verdad. Acogi en sus tie-
rras (1727) a los refugiados de los hermanos mo-
87
ravos, herederos de los hussitas, y los reorganiz
en una especie de teocracia marcada por su auto-
ritarismo. Zinzendorf se hizo ordenar pastor y
luego obispo moravo. Permaneci en la iglesia
luterana, pero acept cohabitar con todos los
matices protestantes y marc su grupo de pietis-
mo. La comunidad se estructur y dividi en
bandas segn su progreso espiritual y su estado
civil: coros de esposos, de jvenes solteras, de
viudas, de nios... La oracin, acompaada de
cantos, se prosigue de noche y de da.
NIKOLAUS-LUDWIG DE ZINZENDORF (1700-1760)
El conde de Zinzendorf, educado en el pietismo, volvi a organizar a los
hermanos moravos, herederos de los hussitas. De una forma autoritaria, hizo de
ellos una comunidad en la que la afectividad y el celo misionero ocupaban el
primer puesto. El conde manifestaba una piedad muy sensible para con Jess.
Siempre fue mi dicha sentir a mi sal-
vador constantemente en mi corazn...
He vivido muchos aos como si fuera
un nio con l; le hablaba durante ho-
ras enteras, como un amigo a su ami-
go... En mis coloquios con l, me sen-
ta muy feliz y le deca mi gratitud por
todo el bien que haba hecho con su
encarnacin... Haca todo cuanto poda
por ser feliz hasta el da extraordinario
en que me sent tan vivamente conmo-
vido por lo que mi creador haba sufri-
do por m, que me puse a derramar mil
lgnmas y me estrech y un ms fir-
memente y con todo cano a l. Segu
hablando con l, cuando estaba solo y
crea con todo mi corazn que l esta-
ba a mi lado... As es como viv ms de
cincuenta aos con mi salvador y pas
los das ms felices de mi vida.
Zlnzendorf, O,SCOUrs aux enfants,
citado en art Zmzendorldel
Olctlonnalfe de Thologle Cathollque
Expansin mundial
Expulsado de Sajonia debido a estas noveda-
des (1738), Zinzendorf se hizo misionero. Envi
hermanos moravos a Amrica y permaneci l all
varios aos. Los hermanos tenan grupos afilia-
dos por toda Europa. Al volver a Sajonia, Zin-
zendorf precis sus orientaciones. A la inspira-
cin luterana y pietista -preeminencia del senti-
miento, lugar de la pasin en la vida cristiana y
alegra del hombre salvado- uni cierto infanti-
lismo con Jess y desarroll el aspecto festivo del
culto. Poco despus de la muerte de Zinzendorf,
los moravos se convirtieron en una nueva deno-
minacin cristiana: la iglesia de la unidad de los
hermanos. Los moravos tenan entonces 226 mi-
sioneros por el mundo.
La valoracin del sentimiento condujo a ve-
ces a un antidogmatismo que iba en el sentido del
racionalismo de la Ilustracin. Pero el pietismo
88
dio al protestantismo una nueva irradiacin. Los
hermanos moravos inspiraron directamente el
metodismo de John Wesley.
3. ]OHN WESLEY y
EL NACIMIENTO DEL METODISMO
Demasiado ligada al poder y a los propieta-
rios de tierras, la iglesia anglicana haba perdido
todo contacto con el pueblo de las ciudades mi-
neras y de la industria incipiente. Continuamente
se levantaban disidentes, a menudo perseguidos.
Entre ellos, George Fax (1624-1691), zapatero,
predic una doctrina de la luz interior que hace
secundarios los dogmas y las estructuras eclesia-
les. Invit a sus oyentes a temblar delante de
Dios (de ah el nombre de quakers) ya agruparse
en una sociedad de amigos de Dios...
John Wesley (1703-1791) sacudi ms pro-
fundamente el anglicanismo. Nacido en un am-
biente anglicano opuesto a la predestinacin y
alimentado en la lectura de autores medievales y
catlicos, reuni con su hermano Charles a los
estudiantes de Oxford en clubs de santidad, don-
de se lea la biblia, se rezaba y se practicaban
obras de caridad. El rigor que demostraron les
vali el sobrenombre de metodistas. Sacerdotes
anglicanos en 1735, los dos hermanos partieron a
Amrica, dnde les impresion vivamente su en-
cuentro con los hermanos moravos. Vueltos a
~ Londres, en el marco de una celebracin morava
~ (1738), John Wesley sinti un cambio interior
repentino, una especie de bautismo del Espritu
que l llam conversin. Uno de sus allegados,
George Whitefield, de tendencia calvinista, tuvo
una experiencia semejante. Los dos quisieron
anunciar su descubrimiento, pero los rechazaron
las iglesias. Entonces predicaron al aire libre, en
la entrada de las minas, en los patios de las prisio-
nes. Ocurrieron extraos fenmenos: gritos,
postraciones, histeria, curaciones, saltos de go-
zo... Durante ms de cincuenta aos, John Wes-
ley recorri Inglaterra predicando la conversin.
La organizacin metodista
Sin dejar la iglesia anglicana, Wesley organiz
el fervor de una manera interesante: clases de una
docena de regenerados bajo la direccin de un
leader, sociedad local, circuito, distrito (provin-
cia). En la cima, una conferencia de cien miem-
bros. Hay tambin unas agrupaciones ms es-
pontneas segn el progreso espiritual: las ban-
das en que se practica la transparencia. Los meto-
distas tienen que pedir los sacramentos a la iglesia
anglicana. Sin embargo, Wesley orden algunos
pastores para el nuevo mundo: Considero el
mundo entero como mi parroquia. En las fiestas
propias de los metodistas, fiestas de amor y vigi-
lias, ocupan un amplio espacio los cantos com-
puestos por Charles Wesley.
Al morir Wesley, el metodismo se constituy
como confesin independiente y pas a ser una
de las primeras denominaciones cristianas de los
Estados Unidos. Movimiento de despertap>, el
metodismo pone el acento en la conversin y en
el esfuerzo permanente de santificacin; revalori-
za las obras, la emocin y la sensibilidad, reinte-
JOHN WESLEY (1703-1791) y EL METODISMO
l haba quitado mis pecados, s, los
mos, y que me haba salvado de la ley
del pecado y de la muerte.
En una celebracin de los hermanos moravos en Londres, el 24 de mayo de
1738, a las 8,45 de la tarde, al or el prlogo de Lutero a la carta a los romanos,
Wesley se convirti,,:
Sent que mi corazn se encenda de
forma extraa; pona mi confianza en
Cristo y slo en Cristo para mi salva-
cin. Y se me dio la seguridad de que
Emprendi entonces una gira de predicacin por toda Inglaterra:
El 26 de abril de 1739, un jueves, llevado, sin haber pensado en ello an-
mientras predicaba en Newgate sobre tes, El declarar con fuerza y con clari-
estas palabras: El que cree tiene la dad que Dios quiere la salvacin de
vida eterna, me vi insensiblemente todos los hombres. Y le ped a Dios
que no dejara que el ciego perdiera
su camino; por el contrario, si as era,
que se dignase dar testimonio de su
palabra. Inmediatamente, dos de los
oyentes, y luego un tercero, se desplo-
maron en el suelo. Caan por todas
partes como fulminados. Una de aque-
llas personas lanzaba grandes gritos.
Rezamos a Dios por ella y cambi su
torpeza en gozo. Otra se vio presa de
la misma agona y tambin suplicamos
a Dios por ella. Le devolvi la paz a su
alma.
Dlano de Wesley
89
Citado en Nlcolas Arsenlev, La plete russe
Delachaux et Nlestl,
NeucMtel 1963
del cielo! y leer los salmos santos.
Ante la puerta occidental rezaba du-
rante ms de media hora y luego se
volva con pasos rpidos a su celda.
All trabajaba duro, a veces, cortndo-
se l mismo la lea... Un da fue a pa-
sear tras el convento y me dijo al volver
a su celda: <He visto en el bosque un
tronco con el que podran hacerse al
menos dos carretas de lea para ca-
lentar. Trae el hacha para cortarla.
Fuimos al bosque, nos pusimos a dar
hachazos, se quit el hbito y empez
a trabajar en camisa... Sola decirnos
con frecuenda: El que vive en la ocio-
sidad no deja de pecar. El no estaba
Nunca sala a pie o en coche sin lle-
var siempre su salterio bajo el hbito,
pues era un libro pequeo, Acab sa-
bindoselo de memoria. Me bendijo
tambin con aquel libro. Mientras iba
de camino, lea siempre el salterio en
voz alta; a veces, cantaba los verscu-
los... Iba todos los das a misa y canta-
ba en un rincn del coro; y era raro que
cantase sn derramar lgrimas. En el
convento de T., a eso de la media no-
che, daba la vuelta a la iglesia y rezaba
ante cada puerta, haciendo genuflexio-
nes y derramando ardientes lgrimas,
como yo mismo pude ver. A veces le
oa decir: Gloria a Dios en lo ms alto
@ SAN TYKHON DE ZADONSK (1724-1783)
La vida de Tykhon fue escrita por uno de sus corrpaeros del monasterio, nunca ocioso. Por la maana, antes de
Tchebotarev. misa, escriba libros edificantes, que
todava se encuentran hoy y que lee
mucha gente que aspira a la salvacin
de sus almas...
Daba de comer a los hurfanos y a
los pobres; era caritativo con todos los
necesitados. Daba todo cuanto tena...
Los nobles y los mercaderes ncos le
daban grandes sumas de dinero. Pero
no contento con repartir todo su dinero
entre los pobres, les daba tambin su
ropa y slo guardaba para s lo que
tena sobre el cuerpo...
grao;do algunos elementos catlicos en el protes-
tantismo.
4. LAS IGLESIAS ORIENTALES
Pedro el Grande
El zar Pedro el Grande (1694-1725) manifes-
t un empeo de modernizacin autoritaria de
Rusia dentro del de la Ilustr:cin. Des-
pus de tener duran:e 20 ,la elec-
cin de un patnarca en Moscu, supnmlO el pa-
triarcado en 1721 e impuso a la iglesia rusa un
Reglamento espiritual. En adelante, habra al
frente de la iglesia un colegio, el santo snodo,
compuesto de obispos y sacerdotes. Preside este
snodo un procurador laico designado por el zar.
El procurador se convierte en la verdadera cabe-
za administrativa de la iglesia, que pierde toda
independencia ante el poder. Catalina 11 (1762-
1796) prosigui esta secularizacin de la iglesia
rusa.
Una tradicin espiritual viva
Independientemente de las tribulaciones pol-
ticas, la tradicin espiritual ortodoxa se mantuvo
viva tanto en el mundo griego como en el mundo
ruso. El monte Athos sigui siendo el gran foco
religioso de toda la ortodoxia. En 1782, un monje
del Athos, Nicodemo el Hagiorita, y el obispo
Macario de Corinto publicaron en Venecia la Fi-
localia (amor a la belleza), que rene todos los
textos patrsticos desde el origen sobre la oracin
y en particular lo que se llama la oracin de
Jess (cL tomo 1, p. 195). Traducida al ruso por
otro monje del Athos, Pa'isy Velitchovski, en
1793, la Filocalia tuvo un enorme xito en los
pases eslavos, reforzado ms an en el siglo XIX
por el uso que se hizo de ella en los Relatos de un
peregrino ruso. La tradicin espiritual monstica Q
se continu en otros personajes, como san Ty- I
khon, monje de Zadonsk despus de haber sido
obispo de Voroneje.
90
La iglesia maronita
Entre las iglesias del Medio Oriente, l ~ iglesia
maronita libanesa permaneci estrechilmente
u,nida a la iglesia romana., Por eso COnsIgui
SIempre las atencIOnes no solo del papado, sino
tambin de los embajadores y misioneros france-
ses. Desgraciadamente, estas atenciones se tra-
dujeron en un empeo de latinizacin de esta
iglesia. El snodo del Monte Lbano, celebrado
en 1736, bajo la presidencia de un enviado de
Roma, fue un nuevo testimonio de ello.
111. EL CHOQUE DE LA REVOLUCION
1
J
l
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f
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Con la RevolucIn francesa, una parte del es-
pritu de la IlustracIn pas a los hechos: triunfo
de la razn en poltica y lucha contra el CrIstianis-
mo. Llevadas por las armas vencedoras, l'\.s ideas
revolucIOnarias se impusieron en toda Europa. Si
los franceses distinguen claramente entre la Re-
volUCIn y la era napolenica, los europeos con-
SIderan estos dos perodos como un todo. Napo-
len, Robespierre a caballo, propag la ideolo-
ga revolucionaria hasta las estepas de Rusia...
91
1. UNA NUEVA ORGANIZACION
DE LA IGLESIA
El clero
y los comienzos de la Revolucin
Para intentar resolver una crisis fimnciera y
poltica, el gobierno real de Francia convoc los
estados generales, reunin de los repre,entantes
de los tres rdenes que constituan el pas: el
clero, la nobleza y el tercer estado. Los cuader-
nos de quejas expresaron deseos de reforma tanto
para la iglesia como para los dems sectores de la
vida nacional. Sin embargo, no se advierte en
ellos ninguna animosidad especial contra la reli-
gin. Todos los diputados, incluso Robespierre,
participaron con un cirio en la mano en la proce-
sin con que se inaugur la asamblea (5 mayo
1789). El clero estaba representado por una
mayora de prrocos, que aceptaron unirse a los
diputados del tercer estado para formar la asam-
blea nacional constituyente.
Ante las reivindicaciones y las agitaciones
campesinas, el clero y la nobleza, en la noche del
4 de agosto, renunciaron a todos sus privilegios.
El 26 de agosto, la asamblea vot la Declaraan
de los derechos del hombre y del audadano, prin-
cipios fundamentales del nuevo rgimen. La de-
claracin se inspiraba en las doctrinas de los fil-
sofos de la Ilustracin y en la declaracin ameri-
cana de los derechos, proclamada en el momento
de la independencia de los Estados Unidos en
1776. La libertad, la igualdad y la propIedad son
derechos inalienables. El 2 de noviembre de
1789, a propuesta de Talleyrand, obispo de Au-
tun, los bienes del clero fueron puestos a disposi-
cin de la nacin, convirtindose as en bienes
nacionales. El estado se encargara de la subsis-
tencia del clero y de los servicios que ste haba
de asegurar (asistencia, enseanza... ). Como la
iglesia posea la sexta parte del suelo de la nacin,
la venta de los bienes eclesisticos supuso una
transferencia de la propiedad sin precedentes.
Adquiridos por la burguesa y por los campesi-
nos ricos, los bienes nacionales convirtieron a
92
estas dos clases en aliadas de la Revolucin. Por
desgracia, esto fue tambin el origen de un sa-
queo de numerosas riquezas artsticas: muchas
iglesias y monasterios fueron demolidos o trans-
formados para nuevas finalidades. El13 de febre-
ro de 1790, la Constituyente prohibi los votos
religiosos. Quienes quisieran continuar la vida
regular podan hacerlo en ciertas casas donde ha-
ban de reagruparse. En los monasterios masculi-
nos hubo una hemorragia: en Cluny, 38 de los 40
monjes dejaron los hbitos. La fidelidad fue mu-
cho mayor en los conventos de mujeres. Sin em-
bargo, esta medida no preocup mucho a la opi-
nin catlica.
El Juramento ala
consllluclon CIVil
Cancatura .. MediO
para hacer prestar
Juramento alos obiSpos
yalos anstocratas
(B N)
La constitucin civil del clero
La Constituyente, que reorganiz por com-
pleto el gobierno y la administracin de Francia,
quiso tambin armonjzar la organizacin ecle-
sistica. Los que inspiraron la Constltuan avzl
del clero no eran antirreligiosos, pero estaban
muy marcados por el espritu de la Ilustracin,
por el galicanismo, por los principios que anima-
ban el josefinismo o el snodo de Pistoya. La
geografa eclesistica cambi por completo: las
dicesis pasaron de 135 a 85, una por departa-
mento; entre ellas haba 10 metrpolis (arzobis-
pados). Habra una parroquia por 6.000 habitan-
tes. Los obispos y los prrocos seran elegidos
por los mismos electores, incluso no-catlicos,
que escogan a los diversos responsables del de-
partamento o del distrito. Los legisladores pensa-
ban volver as a los orgenes de la iglesia. El obis-
po pedira su institucin al metropolitano (arzo-
d hispo) y escribira al papa solamente para comu-
nicarle su designacin y expresarle su comunin
con l. Esta constitucin fue votada el 12 de julio
de 1790 y promulgada de mala gana por el rey el
24 de agosto.
El juramento constitucional
Sin embargo, las objeciones suscitadas en el
momento de la discusin fueron recogidas por 30
de los 32 obispos diputados de la Constituyente
en un escrito en el que protestaban contra el he-
cho de que la modificacin del estatuto de la igle-
sia se hubiera hecho sin el acuerdo del papa (oc-
tubre 1790). Este tard en responder. El 27 de
noviembre de 1790, la asamblea exigi que todos
los miembros del clero en ejercicio prestasen ju-
ramento de fidelidad a la nacin y al rey y jurasen
mantener la constitucin, incluida la nueva orga-
nizacin eclesistica. Tan slo 7 obispos entre
160 prestaron este juramento. En cuanto a los
sacerdotes, la proporcin vara segn las regio-
nes: alrededor de la mitad para el conjunto de
Francia. Es verdad que algunos pusieron ciertas
reservas, al no conocer la actitud del papa. Los
que no haban prestado juramento no podan
ejercer su ministerio; su sustitucin comenz a
finales del ao 1790: elecciones de obispos cons-
titucionales y ordenaciones de sacerdotes.
EL PAPA PIO VI CONDENA LOS PRINCIPIOS
DE LA REVOLUCION FRANCESA
En el breve Quod aliquantum, del 10 de marzo de 1791, el papa condena
... esa libertad absoluta que no sola-
mente asegura el derecho a no ser in-
quietado por sus opiniones religiosas,
sino que incluso concede la licencia de
pensar, de escribir y hasta de hacer
imprimir impunemente en materia de
religin todo cuanto puede sugerir la
imaginacin ms fuera de regla: dere-
cho monstruoso que, sin embargo, le
parece a la asamblea que se deriva de
la igualdad y de la libertad naturales de
todos los hombres. Pero qu poda
haber ms insensato que establecer
entre los hombres esa igualdad y esa
libertad desenfrenada que parece aho-
gar la razn? Qu hay ms contrario
a los derechos del Dios creador que
limit la libertad del hombre por la
prohibicin del mal que esa libertad
de pensamiento y de obrar que la
asamblea nacional concede al hombre
SOCial como un derecho imprescriptible
de la naturaleza?.
Citado en A Latrellle, L'glIse calho/que el la
Rvolutton franr;alse, t 1,1946-1950,98
Condenacin pontificia
El papa Po VI, en marzo-abril 1791, conde-
n la constitucin civil del clero y los principios
que animaban a los legisladores de Pars. Los de-
@ rechos del hombre son contrarios a la revelacin;
ignoran los derechos de Dios y de la verdad al
predicar una libertad absoluta... El papa peda la
retractacin de todos los que haban prestado ju-
ramento y prohiba ejercer todas sus funciones a
los obispos recientemente elegidos. Era el cisma.
Por un lado, una iglesia constitucional, la nica
que reconoca el estado, que recuperaba los luga-
res de culto; por otro, una iglesia refractaria, fiel
93
La abada de Cluny, vendida como propiedad nacional en 1798, demolida baJo el Directorio, el
Imperio yla Revolucin. Ala IzqUierda, alas de los edifiCIOs conventuales reconstruidos amitad
del Siglo XVIII
a Roma. No hay que simplificar las cosas. No
todos los sacerdotes que prestaron juramento
eran necesariamente malos sacerdotes, ni los que
@ lo rehusaron eran necesariamente unos hroes.
Las motivaciones fueron muy variadas. Algunos
sacerdotes juraron para poder quedarse alIado de
sus feligreses. Varios obispos constitucionales
fueron pastores muy dignos, como el abate Gr-
goire, obispo de Loir-et-Cher. Sin embargo, la
prisa por elegir nuevos obispos y luego por orde-
nar sacerdotes trajo consigo elecciones dudosas.
UN CRISTO REVOLUCIONARIO
Algunos sacerdotes y panfletarios intentaron, por los aos 1790-1971, sealar
en Jess al primer revolucIonario. No crearon un verdadero movimiento de opi-
nin. En los aos siguientes, la Revolucin fue violentamente antirrelgiosa.
Jess era un verdadero sans-
culotte, un fiel republicano. Desarroll
todos los principios de la igualdad mo-
ral y del patriotismo ms puro; se en-
frent con todos los peligros; se levan-
t contra los grandes que en todos los
tiempos han abusado de sus poderes;
denunci la dureza de los ricos, atac
94
el orgullo de los reyes y de los sacer-
dotes...
El Hijo de Dios se haba sublevado
contra los aristcratas de la nacin.
Meditad esta importante verdad, her-
manos mos. No cesaba de sealar a
la indignacin pblica a los tiranos del
pueblo, a los recaudadores injustos de
subsidios, a los dspotas del pensa-
miento, a todos los opresores. Los
aristcratas indignados engaaron a la
muchedumbre que se arrastraba ante
su orgullo; insinuaron en el alma vil de
sus esclavos la rabia que les animaba
contra el libertador de los hombres; y
en fin, hermanos mos, me sentira
contento de morir despus de haber
dicho esta sola palabra: fue la aristo-
cracia la que crucific al Hijo de Dios.
Citado en F P Bowman, Le Chrtst romantlque
Droz 1973
2. EL VIACRUCIS DE LA IGLESIA
DE FRANCIA
Durante unos diez aos, la vida religiosa se
vio profundamente sacudida en Francia, sin que
la violencia se ejerciera de forma continua. Hasta
la primavera de 1792, se toler a la iglesia refrac-
taria. Desposedos de los lugares de cuito, los
sacerdotes no juramentados celebraban en otros
lugares. A veces se disputaban los enterramien-
tos, los bautismos o los matrimonios. Cuando la
Legislativa declar la guerra a Austria (abril de
1792) y se acumularon las derrotas francesas, se
vio en los sacerdotes refractarios a unos enemi-
gos en el interior, que haba que deportar o ex-
pulsar. Los obispos ya haban emigrado. Esta vez
les toc el turno a los sacerdotes: de 30.000 a
40.000 partieron para todos los pases de Europa.
Los que se quedaron podan ser arrestados en
cualquier momento.
Guerra a la religin
Las dificultades interiores y exteriores obliga-
ron a una radicalizacin de las medidas contra los
refractarios y muy pronto contra cualquier for-
ma de vida religiosa. Unos 300 eclesisticos, en-
carcelados como refractarios, murieron durante
las matanzas de septiembre de 1792 en medio de
un millar de vctimas. Aquel mismo mes, se le
quit al clero el estado civil (registro de naci-
mientos, matrimonios, fallecimientos), para con-
firselo a los municipios. Se autoriz el divorcio.
La iglesia constitucional perdi el poco prestigio
que tena, ya que no era preciso recurrir oficial-
mente a ella. La ejecucin del rey Luis XVI el21
de enero de 1793 no tuvo slo una significacin
poltica. Para un cristiano, era un pecado imper-
donable atentar contra el ungido del Seor.
Aquel fue el origen, junto con el rechazo de la
s;onscripcin, de las sublevaciones del oeste de
Francia, la Vende y Bretaa (Chouans), guerras
implacables que causaron unas 100.000 vctimas.
El Terror
El odio contra el cristianismo y el deseo de
destruirlo alcanz su cima durante el Terror
(septiembre 1793 a julio 1794): calendario repu-
blicano, destruccin de edificios religiosos, mas-
caradas en las iglesias, culto a la Razn, campaa
por la abdicacin y el matrimonio de los sacerdo-
tes, ejecuciones de muchos sacerdotes, religiosas
y laicos como traidores y fanticos. Aunque los
tribunales revolucionarios aducan a menudo ra-
zones polticas, se puede hablar de muchos de
ellos como de autnticos mrtires. Haciendo vo-
tar el culto al ser supremo (mayo 1794), Robes-
pierre quiso encauzar estos excesos. No obstan-
te, a mediados de 1794 haba desaparecido prcti-
camente todo culto exterior. La iglesia constitu-
cional no funcionaba. La cada de Robespierre (9
termidor = 27 julio 1794) seala el fin del Terror
y el comienzo de un respiro para la religin.
Ejemplo de mascarada
antirreligiosa Detras del pendon
de san Roque, ala derecha, un
personaje disfrazado de ObiSPO,
profanaclon de un cliz (B N)
95
LA DESCRISTIANIZACION REVOLUCIONARIA
Carta de Bvalet, antes vicario episcopal de Estrasburgo,
al presidente de la Convencin nacional
Una de las formas de la campaa de descristianizacIn de l o ~ aos 1793-
1795 fue la de pedir a los sacerdotes que renunciaran a SLJ sacerdocio entregan-
do sus cartas de ordenacin.
25 de brumario de 1793,
segundo de la Repblica francesa,
una e indivisible
Ciudadano presidente:
Le envo mis cartas de ordenacin.
Le ruego presente mi homenaje a la
Convencin. Un certificado de civismo,
merecido por el celo que no he cesado
de manifestar, desde la revolucin, por
los derechos de la humanidad y por la
gloria de la Repblica, es el nico ttulo
de honor que conservo y al que atri-
buyo algn valor.
Primer sacerdote de la anterior pro-
vincia de Alsacla condecorado con la
escarapela nacional, primero cronol-
gicamente en prestar juramento, prime-
ro en dar sus hebillas de plata y en
pagar su don patritico, creador de la
sociedad popular de Belfort, el primero
en Estrasburgo que desgarr el velo de
hipocresa con que se cubran en esta
ciudad la supersticin y el fanatismo... ;
en fin, el primero en todos los sitios
adonde me llamaba la voz de la patria y
donde habaque vengarla de las calum-
nias de los maliciosos, de los fanticos
y de los aristcratas, me agrada ser
tambin el primero en dar el paso que
doy en esta ocasin...
Me encuentro absolutamente sin for-
tuna, pero tambin sin inquietudes y
sin ambiciones: me tranquiliza la justi-
cia de la Convencin. Entretanto, si me
atrevo a pedirle algo, es que no me
deje ocioso y que me ocupe tilmente
en el servicio a la Repblica.
Citado en A. Colin (ed.), Documents d'Histoire
1776-1850, t 1,1944,72
Intentos de reorganizacin
En septiembre de 1794, la Convencin supri-
mi todo presupuesto de culto, y el21 de febrero
de 1795 reconoci la libertad de culto dentro de
las iglesias. Francia inauguraba as un rgimen de
separacin de la iglesia y del estado que durara
hasta el ao 1801. La cuaresma de 1795 vio de
nuevo llenas las iglesias. Sin embargo, persista la
oposicin entre las dos iglesias. Cada una de ellas
intent reorganizarse por su lado. Grgoire,
@ obispo de Loir-et-Cher, se esforz en dar vida a
la iglesia constitucional. En 1797 y en 1801 se
reunieron dos concilios nacionales, intentando a
la vez un retorno a la iglesia primitiva con la
restauracin del presbiterio, y una adaptacin a
los cambios de la sociedad, como el uso del fran-
cs en la liturgia. La iglesia tuvo su propia publi-
cacin: los Annales de la Religion.
La iglesia refractaria se reorganiz ms dis-
cretamente. Muchas veces organiz algo que ya
96
se haba esbozado durante el Terror: las misio-
nes, entre las que se conocen sobre todo las de
Linsolas en Lyon. Este, de acuerdo con su arzo-
bispo emigrado a Alemania e inspirndose en sus
lecturas de las Lettres difiantes, dividi la dice- S
sis en misiones, territorios por donde circulaban
misioneros sin domicilio fijo. Algunos laicos ase-
guraban un marco estable como jefes de aldea y
catequistas. Bastante tolerante hasta septiembre
de 1797, el Directorio, temiendo entonces un
contrataque realista, se endureci de nuevo con-
tra la iglesia: varios sacerdotes fueron detenidos,
deportados a la Guayana o fusilados. Se intent
relanzar una religin sustitutoria, la teofilantro-
pa.
La exportacin revolucionaria
Las victorias de los ejrcitos de la Revolucin
trajeron consigo algunas anexiones a la Repblica
o la creacin de estados satlItes, como la rep-
blica btava, la repblica cIsalpina, la repblica
ligur, la repblica romana... Los decretos relati-
vos a la religin se aplicaron de dIversas maneras.
Se impusieron diversos juramentos a los sacerdo-
tes de esos pases. En la Blgica anexIOnada se
suprimieron los conventos y se vendIeron sus
bienes. Los sacerdotes y los obispos tuvieron que
emigrar al negarse a Jurar odio eterno a la reale-
za. La universidad de Lovaina se cerr en octu-
bre de 1797. SeIscientos sacerdotes belgas fueron
condenados a la deportacIn. Estas medidas, UnI-
das a la conscripcIn, provocaron una guerra de
los campesinos en septiembre de 1798. Por el
contrario, en las antIguas Provincias-Unidas, la
repblica btava, la presencia francesa permiti la
liberacin de los catlIcos que antes tan slo eran
tolerados: al optar por las ideas revolucionarias
contra el antiguo poder, los catlicos obtuvieron
plena libertad de culto y de derechos cvicos.
Despus de imponer al papa el tratado de To-
lentino (febrero de 1797), exigindole la prdida
de territorios y una suma consIderable de dinero
y de obras de arte, un incidente permiti al Di-
rectono echar al papa de Roma y establecer all la
repblica romana (principios de 1798). Fue la
ocasin para un saqueo vergonzoso. Obligados a
retirarse, los franceses se llevaron a Po VI prisio-
nero hasta Valence-sur-Rhone, donde muri el
24 de agosto de 1799. Muchos creyeron que sera
el ltImo papa de la historia.
El golpe de estado del 18 brumario (9 de no-
viembre de 1799) no cambi nada en las primeras
semanas, pero el cansancio de las partes inclin a
los espritus a llegar a un compromiso.
EL CONCILIO NACIONAL DE FRANCIA DE 1797
Despus del reconocimiento de la libertad de culto por la Convencin en
febrero de 1795, la IgleSia constitucional, muy debilitada por los numerosos aban-
donos de sacerdotes y la campaa de deSCristianizacin, mtenta reorganizarse
Del 15 de agosto al 12 de nOViembre de 1797, se reunieron en un conCiliO
naCional en Pars unos 30 obiSpos constitucionales y unos 60 sacerdotes, delega-
dos por los presbiteriOS (hoy dmamos consejos presbiterales) El conCiliO mtent
consolidar una IgleSia cmlcada, manifestando preocupaciones pastorales concre-
tas.
Primer decreto sobre liturgia
Art 1 Se prohben las misas Simul-
tneas en una mIsma IgleSIa
Art 3 En las misas parroqUiales, los
pastores no dejen nunca de leer a los
fieles, despus de las oraciones del
PlPitO, la epstola y el evangelio, aa-
diendo una instruccin El conCIlio ex-
presa el deseo de que esta lectura ten-
ga lugar en todas las misas
Art 4 En todos los casos, nunca
se le permite al sacerdote deCir ms de
dos misas en un solo da
Art 6 Los fieles que se propongan
reCibir la santa eucanstla comulgarn
inmediatamente despus del sacerdo-
te, no hay que apartarse de esta regla
ms que en los casos de neceSidad.
Segundo decreto sobre liturgia
El conCIlio naCional, conSiderando
que SI la liturgia debe en la medida de
lo pOSible asociar a los fieles a las ora-
ciones del celebrante, faCIlitndoles su
inteligenCia, la aplicaCin de este pnn-
ClplO debe subordinarse Sin embargo a
las medidas de prudenCia cnstlana que
eXigen las Circunstancias, decreta
Art 1 A partir de la publicaCin del
presente decreto, las oraciones del
plpito se harn en lengua vulgar en
todas las IgleSias catlicas de Fran-
cIa
Art 3 En la redaCCin de un ntual
Uniforme para la IgleSia galicana, la ad-
ministracin de los sacramentos ser
en lengua francesa; las frmulas sa-
cramentales sern en latln
Art 4. En las diceSIs en que se
usen dialectos particulares, se inVita a
los pastores a redoblar sus esfuerzos
para extender el conOCimiento de la
lengua francesa
97
INSTRUCCION PARA LOS JEFES DE ALDEAS YPARA LOS
CATEQUISTAS QUE SE DEDICAN CELOSAMENTE ALA PROPAGACION
@> DE LA FE YAL BIEN DE LAS MISIONES (8 febrero 1796)
Lmsolas, vlcano general de Lyon, reorgantzo la Iglesld refractana sIgUIendo el
modelo de lo que el sabIa de la IglesIa persegUIda de 10nkm La novedad, que
entonces se VIO como una excepclOn temporal, fue un verdadero mlntsteno esta-
ble dado a los laIcos en cada comuntdad, mIentras que los sacerdotes ejerclan un
mlntsteno Itmerante
ros, la tercera, de los que les preceden
en las aldeas a donde han de Ir a pre-
sentar los socorros de la rellglon Va-
mos a prescnblr los deberes que ha-
bran de cumplir estas tres clases de
catequistas
Gracias al fervor y al celo de los
cateqUistas de China, de Tonkln y de
otras miSiones extranjeras, es como
los misioneros sostienen alll la catolicI-
dad en medio de las seducciones de
cada dla y de las frecuentes persecu-
ciones que oponen el mundo y el de-
mOniO, de comun acuerdo, al progreso
de la fe
Nuestra desventurada patna presen-
ta a la rellglon desolada las mismas
dificultades que las reglones Idolatras,
por eso, el establecimiento de Jefes de
parroqUias y de cateqUistas que ha
demostrado en esos SitiOS tan felices
resultados, se convierte en un precIoso
recurso que puede mantener la antor-
cha de la fe dispuesta a ser transporta-
da a otras naciones
Del Jefe de parroquia y de sus
funciones
Art I Los Jefes de parroqUias son
nombrados por el Jefe de la mlSlon o
por su adjunto, con el parecer de los
misioneros del cantan, estan baJo la
Inspecclon de estos ultimas
Art 11 Los Jefes de parroqUias se en-
cargaran especialmente, respecto a
los catollcos
1) de preSidir en ausencia del misIO-
nero la asamblea de /05 fIeles durante
98
los eJerCIcIos de la rehglon, para que
todo se haga ordenadamente ,
2) de anunciar los ayunos y fiestas
que pudieran Dcurnr durante la sema-
na, aSI como de recordar a los que
hayan muerto en la parroqUia,
3) de hacer por SI mismos o por algu-
no de los catequistas las oraciones y
las lecturas prescntas por el misionero
para la santlflcaclon de los dlas santos,
4) de velar para que los catollcos
sean muy prudentes y muy discretos ,
5) de hacer que reine la paz en su
parroqUia entre los catollcos,
6) de dar a conocer a los catollcos,
por medIO de los catequIstas, pero con
prudencia, todos los objetos relatiVOS a
la rehglon que les haga llegar el Jefe de
la mlslon o el miSionero,
7) de tener la lista de los que hayan
muerto en la parroqUia, de los nios
nacidos y bautizados en casa, aSI co-
mo la lista de Jos enfermos y achaco-
sos
De tres clases de catequistas
En las miSiones extranjeras se dis-
tinguen tres clases de cateqUistas la
pnmera es de los que viven en las al-
deas de manera estable, la segunda,
de los que acompaan a /05 mlslone-
De los catequistas estables
El Jefe de parroqUia presentara a los
misioneros o, SI es posible, al Jefe mis-
mo de la mlslon, la lista de fieles que
han mostrado mayor fidelidad a la rell-
glon Estos catequistas estaran baJO
la mspecclon del Jefe de parroqUia y no
haran nada Sin su parecer
Los catequistas estables son los
guardianes de las parroqUias
1 A ejemplo de los pnmeros cnstla-
nos, tendran con los pobres una can-
dad tierna y compasiva SoliCitaran y
reclblran limosnas ,las entregaran en
manos de los Jefes de las parroqUias
que atenderan con ellas a los necesIta-
dos
2 Los catequistas atenderan perso-
nalmente, o por mediO de alguna per-
sona prudente, a que sean bautizados
los reclen nacidos Entregaran una lis-
ta al efe de la parroquia, para que los
miSioneros, al llegar, puedan suplir las
ceremOnias del bautismo
3 Como la salvaclon eterna depen-
de de una buena muerte, los cateqUis-
tas VISitaran puntualmente a los enfer-
mos para procurarles los auxIlios espl-
ntuales
6 Cada qUince dlas, por lo menos,
los catequistas daran cuenta al Jefe de
la parroqUIa de lo ocurrido en ella
IDEAS DE BONAPARTE SOBRE LA RELlGION
DURANTE LAS N E G O C I ~ C I O N E S PARA EL CONCORDATO
MI poltica es gobernar a los hom-
bres como lo desea el mayOr nmero
de ellos Creo que es sa la manera de
reconocer la voluntad del pueblo Ha-
Cindome catollco es como acab con
la guerra de la Vende HaCindome
musulmn, me establec en Egipto Y
haCindome ultramontano, he ganado
los espntus en Italia SI gobernase un
pueblo de Judos, levantara de nuevo
el templo de Saloman (16 agosto de
1800 en el consejo de estado)
.. No veo en la religin el mlsteno de
la encarnaCin, SinO el mlsteno del or-
den social; ella relaciona con el cielo
una Idea de Igualdad que Impide que el
nco $ea matado por el pobre
La religin es una especie de Inyec-
cin o de vacuna que, satisfaciendo
nuestro amDr a lo maravilloso, nos libra
de lOs charlatanes y hechiceros, los
sacerdotes valen ms que cualqUier
Kant o cualqUier soador de Alemania
cmo tener orden en un estado Sin
religin? La sociedad no puede eXistir
Sin la desigualdad de fortunas, y la de-
sigualdad de fortunas no puede sub-
Sistir Sin la religin. Cuando un hombre
muere de hambre al lado de otro que
rebosa, le es Imposible aceptar esta dl-
I
ferencla SI no hay una autondad que le
diga. Dios lo qUiere as, tiene que ha-
ber pobres y ncos en el mundo, pero
luego, por toda la eternidad, las cosas
se repartirn de otra manera" (1801)
3. LA ERA NAPOLEONICA
El concordato
Los cardenales reumdos en Venecia eligieron
a un nuevo papa el 14 de marzo de 1800: el carde-
nal Chiaramonti, que tom el nombre de Po
VII. Cuando era obispo de Imola, haba afirma-
do que la forma democrtica de gobierno no era
incompatible con el evangelIo. Bonaparte, al col1-
vertirse en pnmer cnsul, crey que no podra
gobernar sin una reconciliacIn religIOsa de los
franceses, pero su vIsin religIOsa era totalmente
poltica. Entabl con la Santa Sede, representada
por el cardenal ConsalvI, unas negociaciones s\1-
mamente arduas. Se lleg as a la convencin
@ (concordato) del 15 de julio de 1801. Pueden
leerse en el recuadro adjunto sus clusulas esel1-
ciales. Obteniendo la dimisin de todos los obis-
pos del antiguo rgimen, el papa ejerca un poder
que no se haba VIstO nunca desde los orgenes de
la iglesia. No se inquietaba tampoco a los poseso-
res de los bienes nacionalizados. El gobierno ase-
guraba el mantenimiento del clero. No se habla-
ba de los religiosos. Finalmente, el concordato
PloVII
recoga muchas de las disposiciones de la consti-
tucin civil y del concordato de 1516: lo mismo
que el rey, el primer cnsul designaba a los obis-
pos, a los que el papa conceda la institucin ca-
nnica. Lo esencial es que el concordato trajo la
paz religiosa, restableciendo los vnculos con Ro-
ma.
99
Los reglamentos de polica que se mencionan en el arto 1 del concordato se
desarrollaron mucho ms que el propio concordato. No se consult al papa sobre
ellos. He aqu algunos de esos 77 artculos orgnicos.
ConvencIn entre Su Santidad Po
VII y el Gobierno Francs.
El Gobierno de la Repblica recono-
ce que la religin catlica, apostlica y
romana es la religin de la gran mayo-
ra de los ciudadanos.
Su Santidad reconoce igualmente
que esta misma religin ha obtenido y
espera todava en estos momentos ob-
tener el mayor bien y el mayor esplen-
dor del establecimiento del culto catli-
1. Ninguna bula, breve, rescripto,
decreto, mandato, provisin, signatura
que sirva de provisin, ni cualquier otra
expedicin de Roma, aunque se refie-
ra a las personas particulares, podrn
ser recibidos, publicados, impresos ni
ejecutados de ninguna forma, sin la
autorizacin del gobierno.
EL CONCORDATO DE 1801
co en Francia y de la profesin particu-
lar que de l hacen los cnsules de la
Repblica Francesa.
En consecuencia, tras este recono-
cimiento mutuD, tanto para el bien de la
religin como para el mantenimiento
de la tranquilidad Interior, han conveni-
do en lo siguiente:
Art. 1. La religin catlica, apostlica
y romana se ejercer libremente en
Francia; su culto ser pblico, confor-
mndose con los reglamentos de poli-
LOS ARTICULOS ORGANICOS
2. Ningn individuo que se diga nun-
cio, legado, Vicario o comisario apost-
lico, o que se valga de cualquier otra
denominacin, podr ejercer sin dicha
autorizacin en el suelo francs o en
otras partes funcin alguna relativa a
los asuntos de la iglesia galicana...
ca que el gobierno Juzgue necesarios
para la tranquilidad pblica.
Art. 2. La Santa Sede, de acuerdo
con el Gobierno, har una nueva cir-
cunscripcin de las dicesis francesas.
Art. 3. Su Santidad declarar a los
titulares de los obispados franceses
que espera de ellos, por el bien de la
paz y de la unidad, toda especie de
sacrificio, llcluso el de sus sedes...
24. Los que sean escogidos para la
enseanza en los seminarios firmarn
la declaracin hecha por el clero de
Francia en 1682... Se obligarn a en-
sear all la doctrina que contiene di-
cha declaracin.
A propSIto de esta declaraCin de 1682,
cl c 12, P 50
Cuando Bonaparte someti el concordato al
@voto de la asamblea, le aadi 77 artculos orgni-
cos, reglamentacin minuciosa de la vida de la
iglesia dentro del espritu del viejo galicanismo o
del josefinismo. El papa se opuso en vano a ellos.
Tambin se regulaba la situacin de los protes-
tantes. Y el 18 de abril de 1802, da de pascua, se
100
celebr en la catedral de Pars el restablecimiento
del culto catlico en Francia. Fue una jornada de
inmensa alegra para todo el pas. Aquel mismo
mes de abril, Chateaubriand publicaba el Genio
del cristianismo, rehabilitacin intelectual y sen-
timental de la religin tradicional.
Reorganizacin concordataria
Las dicesis francesas quedaron reducidas a
50, con 10 arzobispados. Los obispos constitu-
cionales no podan poner dificultades para dimi-
tir. En cuanto a los supervivientes del antiguo
episcopado, ms de 30 rechazaron la dimisin:
algunos, poco numerosos, comprometieron a sus
fieles en la resistencia. Aquel fue el origen de la
pequea iglesia, que logr mantenerse hasta
nuestros das en el oeste y en la regin lionesa. En
el nombramiento de los nuevos obispos, Bona-
parte practic la amalgama para facilitar la recon-
ciliacin: escogi 16 obispos de los de antes de la
revolucin, 12 antiguos obispos constitucionales
y 36 sacerdotes. Entre estos ltimos estaba el to
de Bonaparte, ]oseph Fesch, que fue nombrado
arzobispo de Lyon y cardenal.
En los territorios anexionados a Francia y los
pases satlites, Bonaparte reorganiz la iglesia
siguiendo ms o menos el modelo francs: reduc-
cin del nmero de dicesis, equivalentes a los
artculos orgnicos. Alemania fue la que conoci
ms cambios: por una parte, la orilla izquierda
del Rin, unida a Francia, sigui su legislacin; los
antiguos principados eclesisticos desaparecieron
para siempre; sus territorios se anexionaron a
Francia o fueron entregados a los prncipes (Re-
ceso de Ratisbona, 1803). Los bienes de los con-
ventos pasaron a los gobiernos. Los alemanes ha-
blan de la secularizacin.
Corta luna de miel
En Francia, la luna de miel dur algunos
aos. La iglesia se repuso lentamente con un per-
'Sonal reducido respecto al antiguo rgimen, debi-
do a los abandonos, los fallecimientos y la esca-
sez de ordenaciones durante diez aos. Hubo
que abrir de nuevo los seminarios, restaurar los
lugares de culto... As comenz aquella renova-
cin que adquiri toda su amplitud bajo la Res-
tauracin (cf. c. 15). Bonaparte obtuvo su mayor
popularidad entre los catlicos cuando consigui
que el papa fuera a coronarlo emperador en No-
tre-Dame de Pars, el2 de diciembre de 1804. En
su travesa por Francia, Po VII recibi en todas
partes una acogida triunfal. Los responsables de
la iglesia de Francia no ahorraron elogios a Na-
polen: ungido del Seor, nuevo David, Ciro,
Constantino, Carlomagno... concediendo un lu-
gar escogido a los deberes para con el emperador
en el catecismo imperial (1806).
La nueva lucha del sacerdocio
y del imperio
En 1806 surge la tensin entre el papa y el
emperador, que dur hasta la cada de Napolen.
En su lucha contra Inglaterra, ste quiso que el
papa se plegase a las obligaciones del bloqueo
continental: prohibicin del comercio con Ingla-
terra y sus aliados. El papa se neg a ello y empe-
z la escalada. En febrero de 1808, Roma es ocu-
pada por las tropas francesas; en mayo de 1809,
los estados pontificios quedan incorporados al
imperio francs. El papa excomulga a los usurpa-
dores... El 6 de julio, Po VII es trasladado en
residencia vigilada a Savona (cerca de Gnova)
hasta marzo de 1812. La bula de excomunin se
difundi por Francia, a pesar de la polica. Po
VII se neg entonces a conferir la institucin a
los obispos nombrados por Napolen. Pronto
lleg a haber 17 dicesis sin obispo. Para poder
casarse con Mara Teresa de Austria, Napolen
obtuvo de las autoridades religiosas de Pars, de-
masiado complacientes, la anulacin de su matri-
monio con Josefina. Los cardenales romanos
presentes en Pars se negaron a asistir al matri-
monio (1810).
Para salir del atolladero de las dicesis sin
obispo, Narolen hizo que se reuniera un conci-
lio naciona en Pars (1811). Los obispos afirma-
ron su adhesin al papa, pero no quisieron des-
contentar al emperador y aceptaron ir a conven-
cer a Po VII. Este, sin embargo, no cedi. Napo-
len lo hizo trasladar a Fontainebleau (junio de
1812). A la fuerza y contra su voluntad, el papa
hizo algunas concesiones (concordato de Fontai-
nebleau), de las que muy pronto se retract. Los
101 '
desastres militares obligaron a Napolen a per-
mitir que el papa volviera a Roma, en donde en-
tr triunfalmente el 24 de mayo de 1814.
4. LA HERENCIA REVOLUCIONARIA
Cambios irreversibles
El catolicismo francs y europeo sali pro-
fundamente transformado de la Revolucin y del
Imperio. En su mayor parte, los bienes de la igle-
sia haban pasado a manos laicas. Ya no se volve-
ra ms a la primera gran secularizacin de la
sociedad francesa. Tan slo el papa, entre los
prncipes eclesisticos, conservaba an un poder
temporal. Se integr la libertad de cultos en la
legislacin. Los franceses podan afirmarse no ca-
tlicos o no cristianos. Mediante la creacin del
estado civih>, las etapas de la existencia humana
se escapaban del control de la iglesia, que perdi
igualmente el dominio de la enseanza.
Seguramente los tiempos no estaban todava
maduros para el mantenimiento de las decisiones
extremas de la Revolucin, pero habran de ser
recogidas en un futuro ms o menos prximo: la
separacin entre la iglesia y el estado, el divor-
cio... El anticlericalismo o el atesmo de estado
apelarn a veces, ms tarde, a aquella referencia
revolucionaria.
Una iglesia purificada
La fe de la iglesia sali purificada de la prue-
ba. La iglesia tena que volver a su misin esen-
cial. El concordato le dio durante un siglo unos
rasgos duraderos. Un clero digno y fuertemente
jerarquizado depende estrechamente de la admi-
nistracin. Prefectos de morado, los obispos
son dueos absolutos en sus dicesis. Ponen y
quitan a sus servidores como les parece ms
oportuno. El sacerdote tiende a convertirse en un
pequeo funcionario serio y aplicado, que se re-
cluta entre los ambientes modestos, a los que
permite cierta promocin social. Le resulta difcil
ser profeta.
Las desventuras de los papas conmovieron al
buen pueblo cristiano, que vio en el recurso a la
Santa Sede la nica manera de defender a la igle-
sia de las pretensiones de los poderes pblicos.
Esta adhesin al papa, que se design como ul-
tramontanismo, fue progresando a lo largo del
siglo XIX.
Las dos Francias
La herencia revolucionaria ha mantenido di-
vididos a los franceses hasta una poca reciente.
~ ~ # Mientras que los <<liberales apelaban a los prin-
cipios revolucionarios de libertad y de igualdad,
los catlicos en su mayora vieron en la Revolu-
cin la obra de Satans. Por eso, en el siglo XIX,
los catlicos que deseaban una restauracin so-
cial y religiosa segn el modelo del antiguo rgi-
men se opusieron a los liberales que se empea-
ban en defender las adquisiciones revoluciona-
rias. El conflicto se desplaz al interior de la igle-
sia cuando algunos catlicos creyeron que los
principios de 1789 no eran incompatibles con el
evangelio y que era intil querer resucitar un pa-
sado que haba caducado ya para siempre.
LECTURAS
]. Delumeau, El catoltclsmo de Lutero a Voltalre. Barce-
lona 1973.
E. Cassirer, La fzlosofa de la IlustraCIn. Fondo Cultura
Econmica, Mxico 1943.
P. Hazard, El pensamiento europeo en el SIglo XVIII.
Guadarrama, Madrid 1958.
P. Hazard, La criSIS de la conciencia europea. Madrid
1975.
G. Gusdorf, La conezencla crzstlana en el SIglo de las luces.
Verbo Divino, Estella 1977.
D. Barsotti, Crzstzamsmo ruso. Sgueme, Salamanca 1966.
]. Sarrailh, La Espaa zlustrada de la segunda mitad del
siglo XVIII. Fondo Cultura Econmica, Mxico
1957.
A. Mestre, DespotIsmo e Ilustraezn en Espaa. Ariel,
Barcelona 1976.
103
15
RESTAURACION
y LIBERALISMO
(1815-1870)
"
Cuando Napolen desapareci de la escena
poltica, el cuarto de siglo que acababa de trans-
currir les pareci a muchos como un parntesis
que haba que borrar. Era preciso restaurar la
Europa y la iglesia de antes de 1789. De hecho, el
siglo XIX conoci una indiscutible renovacin
religiosa que ha dejado huellas hasta nuestros
das. No obstante, son cada vez ms numerosos
los que rechazan la discusin de los principios de
104
1789, La libertad no poda verse trabada por el
autoritarismo de los prncipes o por la ortodoxia
de una iglesia. Para defender su identidad, la igle-
sia catlica se crey muchas veces obligada a lu-
char contra ese liberalismo amenazador que se
insinuaba entre los mismos catlicos, Para en-
contrar una solucin a esos problemas, el papa
Po IX convoc el concilio Vaticano I en 1869.
I. RESTAURACION
1. LOS PRINCIPIOS
Tras las agitaciones de la Revolucin y del
Imperio, el congreso de Viena (1814-1815) em-
prendi una reorganizacin de Europa segn el
principio de la legitimidad. El papa recuper sus
estados. El zar Alejandro 1, que estaba en una
fase mstica, firm con el emperador de Austria y
con el rey de Prusia el tratado de la Santa Alianza
(26 septiembre 1815). Los soberanos, que repre-
sentaban a las tres confesiones cristianas, se com-
prometan en nombre de la santsima e indivisi-
ble Trinidad a aceptar como regla los principios
cristianos y a prestarse mutua ayuda y asistencia.
Los valores eternos
Una literatura ideolgica rechaza los princi-
pios revolucionarios y exalta los valores eternos
del pasado: la religin, la moral, la jerarqua... El
hombre no tiene derechos, sino deberes. Los
maestros del pensamiento son dos autores de len-
gua francesa. Louis de Bonald (1754-1840) asocia
de manera indisoluble la monarqua y el catoli-
e cismo, de forma que no puede subsistir el uno sin
~ el otro; el saboyano ]oseph de Maistre (1753-
1821) ve en la Revolucin un castigo divino; hay
que volver a la monarqua de derecho divino y
reconocer en el papa la garanta del orden univer-
sal.
Sin embargo, no se podan borrar de un plu-
mazo 25 aos de historia. Los beneficiarios de la
Revolucin intentaban conservar lo adquirido.
Haba graves inconvenientes en ligar la restaura-
cin religiosa con la restauracin poltica, ya que
los ataques contra los regmenes polticos la em-
prendan al mismo tiempo contra la iglesia consi-
derada como solidaria de los mismos.
2. RESTAURACION POLITICA
y RECONSTRUCCION RELIGIOSA
EN FRANCIA
El trono y el altar
El trono y el altar se apoyan mutuamente. Si
el rey Luis XVIIII (1814-1824) no es muy piado-
so, su hermano Carlos X (1824-1830) se hace
consagrar en Reims y se hunde en la beatera. Los
miembros del gobierno y los nobles que vuelven
del destierro van a misa y forman parte de las
procesiones. El catolicismo vuelve a ser religin
de estado. Casi todos los obispos son elegidos
entre la nobleza y aumentan los presupuestos pa-
ra el culto. El concordato de 1801 segua en pie,
pero se crearon unas 20 dicesis suplementarias
en 1822. Se mantuvo la libertad de cultos, pero se
suprimi el divorcio. No se pens en la devolu-
cin de los bienes de la iglesia. La opinin pbli-
ca no siempre aceptaba las medidas en favor de la
religin... Detrs de esta fachada, a veces un tan-
to hipcrita, se lleva a cabo una obra de restaura-
cin religiosa.
Reconstruccin religiosa
La iglesia de la Restauracin se propuso re-
cristianizar las masas populares cuya prctica re-
ligiosa haba quedado muy quebrantada por los
aos de la Revolucin. Se puso mucha atencin
en el reclutamiento del clero, reorganizando los
seminarios mayores y multiplicando los meno-
res, que quedan libres de la tutela del estado. Las
ordenaciones anuales de sacerdotes, que no ha-
ban superado las 500 durante el Imperio, alcan-
zan en 1829 la cifra rcord de 2.357. Por tanto,
pueden multiplicarse las parroquias, sobre todo
105
en el mundo rural. En medio siglo se aadieron
5.000 parroquias nuevas a las 27.000 de 1825.
Jean-Marie Vianney (1786-1859), cura de Ars,
da a la humilde funcin de cura de aldea una
irradiacin no alcanzada hasta entonces.
EL ULTRAMONTANISMO ACOMIENZOS DEL SIGLO XIX
Joseph de Malstre y Lamennals ven en el poder del papa el fundamento de
toda socIedad En este punto se oponen al gallcamsmo de los funclOnartos y de
los ObISPOS, acercndose al pueblo Crtstlano que sIente una veneracIn cada vez
mayor por el papa
Joseph de Maistre
Sin el papa no hay cnstlanlsmo y,
como consecuencia inevitable, el or-
den social se ve hendo en el corazn
Es menester que la Iglesia est gober-
nada como cualquier otra sociedad, de
lo contrano, no habra agregacin, no
habra conjunto, no habra unidad. Por
tanto, este gobierno es por su naturale-
za infalible, es deCIr absoluto; SI no, no
gobernar.. La hipteSIs de que todas
las soberanlas cnstlanas reunidas por
la fraternidad religiosa sean una espe-
cie de repblica universal baJo la su-
premaca mesurada del poder espln-
tual supremo, no tiene nada de extra-
o.
Du pape, 1819
Lamennais
Sin papa no hay Iglesia, Sin IgleSia
no hay cnstlanlsmo; Sin cristianismo no
hay religin ni sociedad De modo que
la Vida de las naciones europeas tiene
su fuente, su nica fuente, como he-
mos dicho, en el poder pontificIo SI la
religin catlica, por la influenCia que
ejerce Incluso en los pases en que no
es dominante, no se opusiera a los
progresos de la incredulidad protestan-
te, hace tiempo que no se encontrara
una sola huella de cnstlanlsmo, yesos
pases, SI estuvieran habitados toda-
va, lo estaran por una raza de brba-
ros ms feroces y crueles que los que
Jams se vieron Y sa sera la suerte
de la Europa entera, SI fuera pOSible
que el catoliCismo se aboliera all por
completo. Pues bien, todo ataque con-
tra el poder del Soberano Pontfice
tiende a eso es un crimen de lesa reli-
gin para el Cristiano de buena fe y ca-
paz de atar dos Ideas Juntas, para el
hombre de estado, es un crimen de le-
sa CIvIlizacin, de lesa sociedad
De la rellgOn consldere dans ses rapports
avec I ordre social 1825
,
t
Centenares de congregaciones
Las congregaciones ofrecen a la iglesia un
personal sumamente eficaz. Las antiguas rdenes
renacen poco a poco. Desde 1814, Po VII res-
taura la Compaa de Jess, admitida con reti-
cencias en Francia. Entre 1815 y 1870 nacen una
muchedumbre de congregaciones nuevas de
hombres y de mUJeres, en Francia y en otras na-
ciones. Muchos pequeos grupos religIOsos que
se haban formado espontneamente bajo la Re-
volucin se transfomaron en congregaciones bajo
la Restauracin. El padre de Clorivlere (1735-
1820) YAdlaIde de Cic haban renovado la for-
ma de la vida religiosa creando la sociedad de
106
Hijas del Corazn de Mara, que no impona
ningn signo distintivo exterior a sus miembros
para poder adaptarse en tiempos de persecucin.
Pero generalmente todas las fundaciones del siglo
XIX se parecen mucho entre s. De ordinario
qUIeren responder a las necesidades locales: ense-
anza, servicio a los enfermos y a los pobres. Las
mIsiones lejanas son para algunas una nueva di-
mensin. Su espiritualidad se refiere a las co-
rrientes tradicionales (ignaciana, dominicana,
franciscana) y a las devociones al Sagrado Cora-
zn y a la Virgen (700 congregaciones tienen una
denominacin mariana), a los temas de la poca,
como el de la reparacin, etc. Algunas estn mar-
cadas por las perspectivas de los ltimos tiempos.
Por esta misma poca se multiplican las aso-
ciaciones piadosas y caritativas, las cofradas y
dems obras: la Propagacin de la fe (1822), el
Rosario viviente (1826) de Pauline Jaricot, las
Conferencias de san Vicente de Pal (1833), uno
de cuyos fundadores fue Frdric Ozanam
(1813-1853), etc.
EL ESPIRITU DE LAS CONGREGACIONES DEL SIGLO XIX
Guillaume Joseph Chaminade (1761-1850), sacerdote de Burdeos, fund dos
congregaciones bajo el patrocinio de Mara, las Hijas de Mara Inmaculada en
1816 y la Sociedad de Mara (hermanos) en 1817, conocidas las dos ms bien
como marianistas. En una circular de 1839 quiere mostrar la originalidad de sus
fundaciones. Lo que dice podra caracterizar tambin a otras muchas fundacio-
nes de la primera mitad de siglo.
Todas las herejas han inclinado su
frente ante la Santsima Virgen... Hoy,
la gran hereja reinante es la indiferen-
cia religiosa que va envileciendo a las
almas en la torpeza del egosmo y el
marasmo de las pasiones. El pozo del
abismo vomita a oleadas una humare-
da negra y pestilencial que amenaza
rodear la tierra en una noche tenebro-
sa, vaca de todo bien, repleta de todo
mal e impenetrable por as decirlo a los
rayos vivificantes del sol de justicia. As
palidece y muere la divina antorcha de
la fe en el seno de la cristiandad, la
virtud huye hacindose cada vez ms
rara y los vicios se desencadenan con
horroroso furor. Parece que estamos
tocando el momento anunciado de una
defeccin general y como de una
apostasa de hecho casi universal. ..
Nosotros, los ltimos de todos, que
nos creemos llamados por Mara mis-
ma para ayudarla con todo nuestro po-
der en su lucha contra la gran hereja
de nuestra poca, hemos tomado co-
mo lema, segn declaran nuestras
Constituciones, estas palabras de la
Santsima Virgen a los sirvientes de
Can: Haced todo lo que l os diga;
convencidos de que nuestra misin, a
pesar de nuestra debilidad, es ejercer
con el prjimo todas las obras de celo y
de misericordia, abrazamos cualquier
medio de preservarlos y curarlos del
contagio del mal, bajo el ttulo general
de la enseanza de las costumbres
cristianas, y lo hacemos con este esp-
ritu el objeto de un voto particular.
Las misiones del interior
y la enseanza
La iglesia vuelve a las misiones interiores para
llevar las masas a la prctica religiosa. Los misio-
neros repiten las recetas del pasado con escenifi-
caciones espectaculares. Asocian la restauracin
" , de los Borbones y la de la fe, multiplicando las
ceremonias expiatorias por los crmenes de la Re-
volucin.
En la imposibilidad de recoger en sus manos
toda la enseanza, la iglesia se esfuerza en hacerse
con la universidad, es decir, con la organizacin
de la enseanza del estado. Se pone a su cabeza
un obispo, los sacerdotes se convierten en recto-
res de las academias o en profesores de filosofa.
Las nuevas congregaciones ofrecen profesores y
profesoras a la enseanza primaria municipal y
fundan sus propias escuelas cuando se les da li-
bertad para ello en 1833 (ley Guizot).
Resultados
La prctica religiosa vara mucho segn las
regiones y los sexos en esta primera mitad de
siglo. En la regin parisina cumple con pascua el
10 % de la poblacin, pero en Vende y en Loze-
re lo hace el 90 %; en Orlans, el 4 % de los
hombres y el 20 % de las mujeres. Parece ser que
la prctica aument a mediados de siglo. El bau-
tismo, la primera comunin, el matrimonio y los
funerales religiosos los pide la mayor parte de la
107
poblacin. El rigorismo clerical se manifiesta en
la condenacin del baile, en la negacin de los
funerales a los divorciados y a los suicidas, y en
las exigencias de la confesin...
La incredulidad y el anticlericalismo caracte-
rizan ms a la burguesa marcada por las ideas
revolucionarias que a las clases populares. Los
colegios reales, que reciben sobre todo a la juven-
tud burguesa, son descritos como seminarios de
atesmo y vestbulos del infierno, a pesar de la
presencia de capellanes.
La piedad de principios de siglo se resiente
del romanticismo pos-revolucionario. Un Dios
terrible exige vctimas expiatorias y reparadoras.
El sentimentalismo religioso se expresa en un len-
guaje ampuloso: torrentes de lgrimas, trans-
portes inefables, tiernos coloquios, sublimes
arrebatos ... A lo largo del siglo se manifiesta
una influencia que se dice ultramontana. El
Dios terrible pasa a ser el buen Dios, la piedad se
hace ms cristocntrica con el desarrollo de la
devocin al Sagrado Corazn y a la eucarista
(adoracin perpetua, 1837). La devocin mariana
se ve favorecida por numerosas cofradas y apari-
ciones de la Virgen: 1826, el Rosario viviente;
1830, la Medalla milagrosa; 1837, cofrada de
Nuestra Seora de las Victorias; 1846, aparicio-
nes de La Salette; 1854, proclamacin del dogma
de la Inmaculada Concepcin; 1858, apariciones
de Lourdes; 1871, apariciones de Pontmain...
3. ATRAVES DE EUROPA
Italia
Los estados pontificios se esfuerzan en borrar
las huellas de la presencia francesa, como la vacu-
nacin y la iluminacin de las calles. Los puestos
principales siguen en manos de los eclesisticos.
El anticlericalismo se desarrolla, atizado por las
asociaciones secretas, como los carbonan. A tra-
vs de toda Italia corre un fuerte movimiento en
108
favor de la unidad italiana, que supondra la desa-
paricin de los antiguos estados. Yeso es inacep-
table para el papado. Mientras que el sur de Italia
piensa en el antiguo rgimen, el norte se muestra
mucho ms activo con la fundacin de congrega-
ciones nuevas y obras caritativas Gos Benito
Cottolengo, don Basca) y por la actividad inte-
lectual de sacerdotes filsofos, como Rosmini (+
1855) y Gioberti (+ 1852).
Alemania y Austria
En Alemania, los arreglos territoriales son el
final del antiguo principio cujus regio, ejus reli-
gio. Los catlicos se encuentran ahora bajo la
autoridad de prncipes protestantes. Hay que en-
contrar soluciones aceptables. Tal es el objeto de
largas negociaciones y a veces de tensiones. Los
catlicos de Renania aprenden a organizarse
frente al poder aplastante de los reyes de Prusia.
El rey de Baviera, Luis I (1825-1848), convierte a
Munich en el gran centro del catolicismo alemn.
Josef Gorres (1776-1848), hroe nacional,
profesor de historia en la universidad de Munich,
agrupa en un crculo a los pensadores catlicos.
En 1826, el joven Dollinger empieza en dicha
universidad una brillante carrera de historiador
de la iglesia. Y es en Munich tambin donde
Johann-Adam Mohler (1796-1838) ensea como e
historiador y telogo de la iglesia. En su obra La ~
unidad en la iglesia se esfuerza por salir de una
visin jurdica y jerrquica de la iglesia rara cap-
tarla a partir de su principio interior, e Espritu
Santo, que se expresa en una vida de comunin.
En Viena (Austria), el santo redentorista Cle-
mens Hofbauer (+ 1820) se hace el animador de
un grupo de intelectuales catlicos: Clemens
Brentano, transcriptor de las visiones de Cathari-
na Emmerich, el telogo Gnther...
Inglaterra e Irlanda
En Gran Bretaa, los catlicos no llegan a
100.000, y sin mucha vitalidad. Por el contrario,
en Irlanda son la gran mayora de los seis millones
de habitantes de la isla. Mucho tiempo persegui-
dos por su fe, los irlandeses catlicos fueron siem-
pre explotados por los propietarios protestantes y
tenan que mantener una iglesia anglicana intil.
Casi no tenan ningn derecho poltico. La accin
de O'Connellllev en 1829 a la emancipacin de
todos los catlicos del Reino Unido: en adelante,
los catlicos podan ser elegibles y ser admitidos
en todos los empleos.
En Inglaterra, la inmigracin irlandesa refor-
z el nmero de catlicos, que llegaron a 700.000
a mitad de siglo. Algunos personajes de gran va-
la dieron origen a una comunidad un tanto bo-
rrosa. En primer lugar, Nicholas Wiseman
(1802-1865), el clebre autor de Fabiola; educado
en el colegio ingls de Roma, se mostr muy
abierto a las corrientes intelectuales de su tiempo.
Devolvi el coraje a los catlicos ingleses y les
dio a conocer la vitalidad del catolicismo del con-
tinente. Po IX lo nombr primer arzobispo de
Westminster, cuando restableci la jerarqua ca-
tlica en Inglaterra (1850).
Wiseman haba preparado el camino para la
conversin de ]ohn-Henry Newman (1801-
1890); sacerdote anglicano, fue uno de los inicia-
JOHANN-ADAM MOHLER (1796-1838)
J. A. M6hler no pudo dar toda su talla en su corta carrera de telogo en
Tubinga y luego en Munich. En su teologa de la iglesia, la investigacin de toda
su vida, quiere hacer comprender la importancia de la historia y de la experiencia
espiritual.
El cristianismo no se reduce a expre-
siones, frmulas y locuciones. Es vida
espiritual, vida interior, fuerza santa.
Todas las formas de enseanza y to-
dos los dogmas carecen de valor a no
ser que expresen esa vida interior que
presuponen como realizada en alguna
parte. Puede incluso decirse que, en
cuanto tal, una expresin siempre limi-
tada no agota la vida, que es inexpre-
sable; siempre est ms ac de la rea-
lidad. Pero la vida tampoco es comuni-
cable (en el sentido de expresable) ni
puede ser fijada, ya que esta comuni-
cacin, esta expresin no puede ha-
cerse sino por palabras, conceptos,
convenciones... Las palabras no son
indiferentes, sino que por el contrario
importan mucho...
Considerado el cristianismo como
una vida divina nueva, dada a los hom-
bres, y no como un simple concepto
abstracto, inanimado, resulta que es,
como toda vida, capaz de desarrollo y
de crecimiento... El principio de la iden-
tidad esencial de la conciencia cnstia-
na de la iglesia en las diferentes po-
cas de su historia no exige ni mucho
menos un estado esttico.
J A. Mlihler, La umdad en la IgleSIa (1825)
dores del movimiento de Oxford, que se propo-
na renovar una iglesia anglicana adormecida en
su sumisin al poder (1833); el estudio de los
santos padres le llev a interrogarse por los fun-
" damentos del anglicanismo y por el desarrollo de
elos dogmas; al final de su reflexin, se hizo cat-
lico (1845).
El mundo protestante
En Prusia, el rey Federico Guillermo III im-
puso la fusin de la iglesia luterana y de la iglesia
calvinista en una iglesia evanglica unida (1817).
Varios estados alemanes siguieron su ejemplo.
A travs de la multiplicacin de los grupos
109
LUZ BENEFICA
Newman compuso esta oracin en 1833, despus de na enfermedad, duran-
te un viaje a Italia.
Luz benfica en medio de estas som-
bras!
Guame hacia adelante!
La noche es oscura y estoy lejos de mi
morada.
Guame hacia adelante!
Vela sobre mi camino. De qu me sir-
ve ver el horizonte lejano? Slo
un paso me basta!
No siempre te he rezado como hoy pa-
ra que me condujeras.
Entonces me gustaba escoger y cono-
cer mi ruta.
Guame ahora!
Me gustaban los das esplndidos;
a pesar de mis temores, reinaba
en m el orgullo: no te acuerdes
del pasado.
Tu fuerza se ha dignado muchas veces
bendecirme y querr seguir guin-
dome todava entre pramos y
marjales, entre rocas y torrentes,
mientras dure la noche;
y con la maana me sonreirn esos
ngeles que siempre am y que
perd algn tiempo.
Citado en J Honor, Itmralre spmtuel de
Newman SeUlI, Parls 1964
protestantes, se dibujan dos corrientes: el de des-
pertar y el liberalismo. Los movimientos de des-
pertar, herederos del pietismo y del metodismo,
ponen el acento en la piedad, en el sentimiento y
en las demostraciones exteriores. Algunos ven la
vida cristiana como una serie de despertares pe-
ridicos. Teidos a veces de milenarismo, son
especialmente numerosos en el mundo anglo-
sajn de Europa y de Amrica.
El liberalismo protestante quiere hacer acep-
table el cristianismo en un mundo cientfico muy
distinto del de los reformadores. El racionalismo
~ se introduce en la teologa; Friedrich Schleierma-
~ cher (1768-1834), fuertemente marcado por los
moravos, es considerado como el padre del libe-
ralismo. En sus Discursos sobre la religin (1799),
Schleiermacher parte de la conciencia: La reli-
gin no es ni pensamiento ni accin, sino con-
templacin intuitiva y sentimiento. La religin
es el sentimiento de dependencia respecto a lo
absoluto. A partir de ah, se relativizan los dog-
mas y la subjetividad se convierte en regla.
Reaccionando contra la dependencia del po-
der, algunos fundan iglesias libres. Tal es el caso
de Alexandre Vinet (+ 1847) en el pas de Vaud,
o de Adolphe Manad en Lyon. En Dinamarca,
dos personajes muy diferentes ilustran el desper-
110
tar religioso: Grundtvig (1783-1872) predica un
cristianismo popular en el que tienen un gran
puesto los sacramentos y los cnticos; el filsofo
Soren Kierkegaard (1813-1855) apela a un cristia-
nismo en ruptura con el mundo y anuncia los
existencialismos del siglo siguiente.
El mundo ortodoxo
A lo largo de todo el siglo XIX, en el imperio
otomano en plena decadencia, las nacionalidades
sometidas luchan por su independencia. Tras la
sublevacin de Grecia (1821), el patriarca Grego-
rio de Constantinopla, despus de haber celebra-
do la liturgia el da de pascua, es colgado por los
turcos en la puerta mayor del patriarcado. Grecia
obtuvo definitivamente su independencia en
1832 y la iglesia griega, negndose a depender de
un patriarca bajo el yugo turco, se proclam au-
tocfala en 1833.
En Rusia, los raskolniks persisten en su opo-
sicin a la iglesia oficial y se dividen en varias
sectas. La sumisin de la iglesia al poder no le
impide a sta mantener la tradicin espiritual de
los pasados siglos. Serafn de Sarov (1759-1833) @
inaugura la lnea de los startsy (plural de strets)
del siglo XIX. Algunos pensadores intentan des-
FRIEDRICH DANIEL ERNST SCHLEIERMACHER
(1768-1834)
Schleiermacher, formado en el plettsmo de los hermanos moravos, qUiere
salvar la religin y el cnsttamsmo dentro mismo del pensamiento filosfico de su
tiempo Esta nueva lectura de la re/gln hace que se le considere como el padre
del protestanttsmo /beral
La religin, para entrar en posesin
de su propio bien, renuncia a toda pre-
tensin sobre cuanto pertenece a la
metafsica y a la moral, y restituye todo
lo que se le ha Incorporado a la fuerza
No Intenta determinar y explicar el uni-
verso segn su propia naturaleza, co-
mo lo hace la metafsica, no pretende
perfeccionarlo y acabarlo por el desa-
rrollo de la libertad y del diVinO libre
albedro del hombre, tal como lo hace
la moral En su esenCia, no es ni pen-
samiento, ni aCCin, SinO contempla-
cin Intuitiva y sentimiento QUiere
contemplar intuitivamente el Universo,
qUiere acecharlo piadosamente en sus
manifestaCiones y en los actos que le
son propios; qUiere dejarse invadir y
llevar por sus influencias directas con
una pasIvidad de nio As, pues, es lo
opuesto a la metafsica y a la moral en
todo lo que constituye su esencia y en
todo lo que caracteriza sus efectos.
QUiere ver en el hombre, no menos
que en cualquier otro ser particular y
finito, al infinito; desea ver el calco y la
representaclon del Infinito
F D Schleiermacher, D,scursos sobre la relIgIn,
2 a discurso (1799)
pertar la concIencia relIgiosa rusa acudiendo a las
fuentes de la ortodoxia. Estos eslavfilos se opo-
nen a los occIdentaltstas que se inspIran en la
democracia o en el socialismo. El novelista Dos-
toyevski (1821-1881) explora los abismos de la
locura, del pecado y del atesmo.
8 E L ~ A R ~ S
En la Vida monstica rusa tradiCional, el strets es el maestro espmtual que
iniCia al Joven novIcIo A lo largo de los Siglos XVIII y XIX, los startsy, frecuente-
mente ancianos venerables, se convierten en directores de conciencia de la lite
espmtual rusa Los ms clebres eran los del monasteno de Optyne, en la provin-
cia de Kaluga, En Los hermanos Karamazov, Dostoyevskl traza el retrato del
strets Zslmo El escntor parece que asumi los rasgos de vanos startsy cle-
bres
Qu es un strets? El starets es el
que absorbe vuestra alma y vuestra
voluntad en las suyas Al escoger un
strets, abdlcals de vuestra voluntad
y le entregiS toda vuestra obedienCia,
con una entera reslgnaclon
La gente humilde y las personas
ms distingUidas acudan en tropel a
postrarse ante los startsy de nuestro
monasterio y les confesaban sus du-
das, sus pecados, sus sufrimientos,
Implorando consejo y dlrecclon A
propSitO del strets Zslmo, muchos
contaban que, a fuerza de acoger du-
rante muchos aos a los que venan a
abnrle su corazn, Vidos de sus con-
seJos y de sus consuelos, haba adqUi-
rido al final una gran perspicacia A la
primera ojeada que echaba sobre un
desconocido, adiVinaba por que haba
venido, qu es lo que le faltaba e inclu-
so qu es lo que atormentaba su con-
CienCia El penitente quedaba sorpren-
dido, confundido, a veces hasta espan-
tado de sentirse penetrado antes de
haber proferido una palabra Muchos
de los que venan por primera vez a
hablar en particular con el strets en-
traban en su casa con temor e InqUie-
tud, casI todos salan de all radiantes y
el rostro ms sombro se Iluminaba de
satisfaCCIn
Dosloyevskl, Los hermanos Karamazov(1880)
111
11. DIOS YLA LIBERTAD
1. LAS REVOLUCIONES DE 1830
La restauracin catlica origina una fuerte
oposicin de la burguesa liberal, especialmente
en Francia. Se multiplican las ediciones de Vol-
taire; Branger ridiculiza al rey beato y ataca a
los jesuitas en sus canciones... Las ordenanzas de
Carlos X suprimiendo la libertad de prensa pro-
vocan la sublevacin del pueblo de Pars (27-29
de julio de 1830). El resentimiento contra el rgi-
men adquiere un tono violentamente anticlerical:
saqueo del arzobispado de Pars, ataque a los sa-
cerdotes con sotana, destruccin de las cruces de
las misiones... Las cosas se calman poco a poco y
el nuevo rey Luis-Felipe es aceptado mal que
bien por los catlicos.
A travs de Europa
La revolucin es contagiosa. Descontentos de
su integracin en el reino de los Pases Bajos, los
belgas se sublevan. Los catlicos no vacilan en
unirse con los liberales anticlericales contra el so-
berano holands. En octubre de 1830 se organiza
el reino independiente de Blgica sobre bases li-
berales: cuasi-separacin de la iglesia y del esta-
do, libertad de cultos, de enseanza y de prensa.
Los catlicos pusieron las ideas liberales a su ser-
vicio. El papa, comprometido, tuvo que aceptar-
lo.
La muerte de Po VIII (30 noviembre 1830)
dio ocasin a una sublevacin en los estados pon-
tificios. Se necesitaron 50 das para elegir al papa
Gregario XVI, monje poco al corriente de la po-
ltica. Para acabar con los sublevados, el papa
apel a Austria, a la que detestaban los liberales
italianos. El 25 de marzo de 1831 se restableci el
orden, pero Gregorio XVI qued clasificado de-
finitivamente entre los adversarios de la libertad.
Polonia se sublev en noviembre de 1830
contra el zar de Rusia y proclam su mdepen-
112
dencia. Los rusos aplastaron a los polacos y recu-
peraron Varsovia el 8 de septiembre de 1832. La
represin fue terrible. Muchos polacos dejaron
su pas y encontraron en occidente la simpata de
los ambientes liberales y catlicos. Los polacos
solicitaron la intervencin del papa. Tambin la
solicit Gagarin, representante del zar. Poda
Gregario XVI sostener la insurreccin en Polo-
nia y luchar contra ella en sus estados? En una
carta del 9 de junio de 1832, invit a los polacos a
la sumisin: Someteos a vuestro poderoso em-
perador, que se mostrar bueno con vosotros
Aquello supuso la indignacin y el estupor de
Polonia y de toda Europa.
No debera la iglesia tener en cuenta estas
aspiraciones de los pueblos a la libertad? No era
aquel el momento de reconciliar a Dios y a la
Es lo que pensaron Lamennais y sus
amIgos.
2. LAMENNAIS y L'AVENIR
Del ultra-realismo al liberalismo
Flicit de La Mennais (1782-1854), nacido
en Saint-Malo, creci bajo la Revolucin, for-
mndose en plan autodidacta gracias a sus mlti-
ples lecturas. Muy poco interesado por la reli-
gin, comulg por primera vez a los 22 aos.
Pronto comparti el celo de su hermano Jean
Marie, sacerdote, por la reconstruccin de la igle-
sia en Francia bajo el Imperio y la Restauracin.
En 1816, Flicit se orden sacerdote, entregn-
dose al ministerio de la pluma y del periodismo.
En 1817, su Ensayo sobre la zndtferenaa lo con-
virti en uno de los escritores ms clebres del
reino. Quiso impedir a sus contemporneos que
se dejasen llevar tranquilamente por el atesmo:
sin religin todo se viene abajo. Flicit era en-
tonces ultra-realista en poltica; contaba con la
firmeza del gobierno real para devolver a la igle-
sia sus derechos y su funcin social. Le pareca
incluso que el rey no haca bastante. Lamennais
se muestra entonces algo exagerado en sus pol-
micas contra la universidad impa, y el arzobispo
de Pars le llama la atencin. Por el contrario,
frente al galicanismo de los obispos y de los fun-
Q cionarios, es francamente ultramontano. Para l,
e como para Joseph de Maistre, el papa infalible
est en la cumbre del edificio poltico-religioso.
Gracias a diversas fundaciones, Jean Marie y
Flicit trabajan por la renovacin religiosa. Jean
Marie funda las Hijas de la Providencia y los
Hermanos de la instruccin cristiana para la en-
seanza primaria. Con la Congregacin de san
Pedro, los dos hermanos quieren formar un clero
aJimentado en Ja tradin y aJ mismo tiempo
abierto a su poca. En su casa de La Chenaie,
Flicit se dedica a sus discpulos preferidos, mu-
chos de los cuales desempearan altos cargos en
la iglesia. Acogindolo benvolamente en Roma
en 1824, el papa Len XII reconoci que era un
hombre al que hay que conducir con la mano en
el corazn.
Algunas medidas gubernamentales, como las
ordenanzas de 1828 que limitaban la libertad de
la iglesia, alejaron por completo a Lamennais de
la monarqua restaurada, que someta a la iglesia
por medio de sus subvenciones. Sera preferible
una separacin de la iglesia y del estado. La po-
breza devolvera la libertad a la iglesia. Antes que
contar con el rey y el papa, no sera mejor
apoyarse en el papa y en el puebJo?
Programa legislativo (7 diciembre 1830)
8 L'AVENIR
El peridico fundado por Lamennais y sus amigos apareci el 15 de octubre
de 1830 y continu hasta el 15 de noviembre de 1831. Su programa, que ha
pasado a todas las democracias de hoy, fue un escndalo para los obispos y los
catlicos notables de la poca.
Invitacin a los sacerdotes para que renuncien asus ttulos
(18 octubre 1830)
Ministros de aquel que naci en una
cueva y muri en una cruz, remontaos
a vuestro origen; templaos voluntaria-
mente en la pobreza, en el sufrimiento,
y la palabra de Dios dolorida y pobre
volver a adquirir en vuestros labios su
eficacia primera. Sin ms apoyo que
esta divina palabra, bajad como los do-
ce pescadores en medio de los pue-
Pedimos en primer lugar la libertad
de conciencia o la libertad de religin,
plena, universal, sin distinciones ni pri-
vilegios; y por consiguiente, en lo que
nos toca a nosotros, los catlicos, la
separacin total de la iglesia y del esta-
blos y recomenzad la conquista del
mundo. Una nueva era de triunfo y de
gloria se prepara para el cristianismo.
Ved en el horizonte los signos precur-
sores del nacimiento del astro y, men-
sajeros de la esperanza, entonad so-
bre las ruinas de los imperios y sobre
los despojos de todo lo perecedero el
cntico de la vida.
do... Esta separacin necesaria, sin la
cual no existira para los catlicos nin-
guna libertad religiosa, implica por una
parte la supresin del presupuesto
eclesistico... ; por otra parte, la inde-
pendencia absoluta del clero en el or-
den espiritual, quedando por lo dems
el sacerdote sometido a las leyes del
pas, lo mismo que los otros ciudada-
nos y en la misma medida.
En segundo lugar, pedimos la liber-
tad de enseanza, ya que es de dere-
cho natural y, por as decirlo, la primera
libertad de la familia; porque sin ella no
existe ni libertad religiosa ni libertad de
opiniones.
En tercer lugar, pedimos la libertad
de prensa...
En cuarto lugar, pedimos la libertad
de asociacin...
En quinto lugar, pedimos que se de-
sarrolle y que se extienda el principio
de eleccin, de manera que llegue a
penetrar en el seno de las masas...
En sexto lugar, pedimos la abolicin
del sistema funesto de la centraliza-
cin, deplorable y vergonzoso resto del
despotismo imperial. Todo inters cir-
cunscrito, segn nuestros principios,
tiene derecho a administrarse a s mis-
mo.
113
L'Avenir
La revolucin de julio de 1830 pareci provi-
dencial a Lamennais: el mundo habra de regene-
rarse por la libertad y la libertad habrl de rege-
nerarse por Dios. Con sus amigos Llcordaire,
Montalembert, de Coux, Gerbet, Lamennais
8 fund un peridico, L'Avenir (15 octubre
1830), que tena como lema: Dios y la libertad.
El peridico se interesaba por los pueblos que
luchaban por su independencia: los polacos, los
irlandeses... Propona una renovacin de la igle-
sia y de la sociedad basada en la libertad: libertad
de conciencia y de culto sin distincin, separa-
cin de la iglesia y del estado, libertad de prensa
y de asociacin, descentralizacin... De Coux
despert a sus a la cuestin social. El
tono del peridico era a veces excesivo. Los obis-
pos, creyendo inconcebible la idea de separacin
de la iglesia y del estado, manifestaron su desa-
probacin sancionando indirectamente a los abo-
nados. L'Avenir dej de publicarse el 15 de
Lamennals
(P. Gunn).
noviembre de 1831. Desaprobados por los obis-
pos franceses, Lamennais, Lacordaire y Monta-
lembert decidieron llevar el asunto al papa, a
quien siempre haban sostenido. Peregrinos de
Dios y de la libertad, llegaron a Roma a finales
LA ENCICLlCA MIRARI VOS DEL PAPA GREGaRIO XVI
(15 agosto 1832)
Sin mencionar a Lamennais ni a L'Avenir, el papa condena las tomas de
posicin del peridico y de su inspirador.
... Llegamos ahora a otra causa de
los males con que vemos afligidos que
est ahora atribulada la iglesia, a sa-
ber, ese indiferentismo o esa opinin
perversa que se ha extendido por to-
das partes gracias a los artificios de los
malvados, y segn la cual se podra
conseguir la salvacin eterna mediante
cualquier profesin de fe, con tal que
las costumbres sean rectas y hones-
tas...
De esta fuente infecta del indiferen-
tismo deriva esa mxima absurda y
errnea, o mejor dicho ese delirio de
que hay que asegurar y garantizar a
114
cada uno la libertad de conciencia. Se
prepara el camino a ese pernicioso
error por la opinin plena y sin lmites
que se extiende a lo lejos para desgra-
cia de la sociedad religiosa y civil, repi-
tiendo algunos con enorme impudor
que de all resulta alguna ventaja para
la religin...
Con ello se relaciona esa libertad fu-
nesta y de la que nunca se sentir bas-
tante horror: la libertad de imprenta pa-
ra publicar cualquier tipo de escrito, li-
bertad que algunos se atreven a solici-
tar y extender con tanto ruido y ardor...
Hemos sabido que algunos escritos
divulgados entre el pueblo proclaman
ciertas doctrinas que quebrantan la fi-
delidad y la sumisin debida a los prn-
cipes, y que encienden por todas par-
tes la antorcha de la rebelin; habr
que impedir con mucho cuidado que
los pueblos as engaados se aparten
de los senderos del deber. Que todos
consideren que, segn la advertencia
del apstol, no hay poder que no ven-
ga de Dios; y los que eXisten han sido
establecidos por Dios; por eso, resistir
al poder es resistir al orden de Dios y
los que resisten se atraen sobre ellos
mismos la condenacin (Rom 13, 1-
2).
SE ACABARON MIS COMBATES POR LA IGLESIA...
Lamennais se someti externamente a la encclica Mirar; vos. El, que se haba
sentido encantado en su primer viaje a Roma en 1B24, deja explotar ahora su
amargura contra los ambientes romanos en una carta al padre Ventura, amigo
suyo (25 enero 1833). En su vida se ha vuelto una pgina.
... No creo que nadie, sin ser ciego ni
sordo, que haya pasado seis meses en
Roma, pueda, por muchos esfuerzos
que haga, ocultarse a s mismo esta
triste verdad: que la iglesia catlica es-
t gobernada de hecho por hombres
que, indiferentes a todos los principios,
slo tienen como finalidad y como re-
gia sus intereses temporales; y en este
ltimo punto, o sea, en que el inters
poltico prevalece sobre todo lo dems,
no excepto a nadie. Cuanto ms he
abierto y sigo abriendo los ojos, ms
imposible me resulta no ver en la Ro-
ma actual una imagen muy exacta de
la sinagoga en tiempos de Jess. Los
saduceos representados por la Secre-
tara de Estado, se ocupan de las di-
versiones del dinero y del poder; pro-
curan con viles zalameras y cobardes
condescendencias ponerse a bien con
Herodes ~ hacen asiduamente la corte
a los Pilatos diplomticos, dispuestos a
crucificar a Cristo por poco que les es-
torbe en su poltica o amenace en sus
desrdenes, y lo crucifican de hecho
cada da por razones de estado. No
creen en nada; los fariseos, que con no
s qu restos de fe desfiguran las co-
sas para acomodarlas a sus pasiones,
son peores todava...
De el/o concluyo que es necesaria
una intervencin directa de Dios para
salvar al verdadero cristianismo...
Pero lo que ms se me ha clavado
en el espritu, es que ya no puedo ocu-
parme, pase lo que pase, en las cosas
de la religin... Han acabado mis com-
bates por la iglesia. Otros podrn de-
fenderla con ms talento y fortuna, pe-
ro no con ms conciencia. En adelan-
te, mi causa ser la de mi pas y la de
todos los pases, la causa general de la
libertad en un sentido puramente polti-
co. A ello consagrar mis ltimos das,
as como a la ciencia filosfica cuyas
especulaciones... no provocan enccli-
cas.
lamennals, Correspondance. tomo V
de diciembre de 1831 en un momento poco favo-
rable. Los peregrinos esperaron tres meses hasta
obtener un encuentro banal con Gregario XVI,
en el que no se trat ni de L'Avenir ni de los
problemas del momento. La publicacin de la
carta del papa a los obispos polacos (junio 1832)
hiri a Lamennais, que abandon Roma, esa
gran tumba donde no se encuentran ms que
e huesos. Unas semanas ms tarde, la encclica
~ Mirari vos (15 agosto 1832), sin nombrar a La-
~ mennais, condenaba todas sus ideas y las de
~ L'Avenir.
En un primer tiempo, los redactores de L'A-
venir se sometieron; pero Lamennais no se que-
d tranquilo; sus adversarios se encarnizaron
~ contra l y llovieron sobre su cabeza las censuras
~ episcopales. Finalmente, en abril de 1834, La-
mennais publica las Palabras de un creyente,
donde expresa todo lo que lleva en su corazn:
su odio a todas las tiranas, su confianza en el
pueblo; su lenguaje est impregnado de la biblia
y del romanticismo de la poca. Los tipgrafos
lloraban al componer la obra. El xito fue enor-
me. La encclica Singulari nos (junio 1834) con-
den la obra y a su autor.
Un combate solitario
Se hundi el sistema de Lamennais. El papa-
do no poda ser el fundamento de una iglesia y de
una humanidad regeneradas. Lamennais quiso
seguir siendo fiel al pueblo, pero estaba solo. Du-
rante 20 aos, periodista y escritor infatigable,
defendi a los pobres y a los oprimidos, empe-
zando por los tejedores sublevados de Lyon. 8
Preparaba una religin del porvenir, religin del
pueblo y de la humanidad. Partidario del sufra-
gio universal, adversario de la pena de muerte,
crea que algn da el sentimiento de fraternidad
universal hara desaparecer todas las guerras. En
115
FREDERIC OZANAM: (Pasmonos a los brbaros...
Tras las revueltas obreras como la de los tejedores de seda de Lyon (1831-
1834), algunos hablaron de los obreros como de los nuevos brbaros que ame-
nazaban las ciudades. Pues bien, "pasmonos a los orbaros, dijo Ozanam
aceptando el reto. Ya es hora de cambiar de poltica econmica y social. Ozanam
cree incluso que el nuevo papa Po IX se sita en esta perspectiva.
Cuando digo: pasmonos a los br-
baros, no digo que nos pasemos a los
radicales... Creo ver al Sumo Pontfice
realizando lo que anhelbamos desde
hace veinte aos: ponerse al lado de
los brbaros, es decir, dejar el cam
pamento de los reyes y de los hombres
de estado de 1815, para acercarse al
pueblo. Af decir: pasmonos a fos
brbaros, pido que hagamos como l,
que nos ocupemos del pueblo que tie-
ne demasiadas necesidades y muy po-
cos derechos, que exige con razn una
parte ms completa en los asuntos p-
blicos, garantlas para el trabajo y con-
tra la miseria, que tiene malos jefes y
necesidad de encontrarlos buenos...
QUizs no convirtamos a Atila ni a
Ge'nserico, pero con la ayuda de Dios
quizs nos hagamos con los hunos y
fos vndafos.
Carta del 22 febrero 1848
Frednc Ozanam
(dibuJo de Jammot B N)
EL PUEBLO NO PIDE LIMOSNA,
SINO JUSTICIA
El peridico "L'Atelier, que apareci entre 1840 y 1850, estaba compuesto
por obreros que apelaban a la vez al evangelio y al socialismo. Protestaban
contra la limosna y contra las obras en las que la iglesia vea a menudo la
solucin del problema social.
Lo que exige el pueblo no es limos-
na, no son patronatos, filantrpicos o
religiosos; ni siquiera pan, si al regalo
de ese pan se le intenta dar una condi-
cin de servidumbre. Lo que quiere es
su sitio en el hogar de la gran familia,
es el reconocimiento de su derecho
formal a la participacin en los asuntos
pblicos; es la libertad de recoger lo
que siembra con su trabajo; es la aboli-
cin de todos los privilegios del dinero;
es finalmente el cese de las dilapida-
ciones de algunos... No hay nadie que
desee tanto como nosotros la interven-
cin del sacerdote en las cuestiones
de emancipacin que hoy sublevan a
las masas populares; pero esta inter-
vencin tiene que ser conforme con el
verdadero espritu cristiano.
"L'Ateller ullo 1845). citado en J B Duroselle.
Les dbuts du cathohclsme socIal en France.
PUF. Pans 1951,119-120
La primavera de los pueblos
La convergencia de los descontentos -repu-
blicanos, catlicos vinculados a la antigua dinas-
ta, obreros en paro- condujo a la revolucin de
118
febrero de 1848. La repblica, proclamada el 25 @
de febrero, fue acogida favorablemente por to-
dos. El gobierno provisional pidi oraciones.
Los sacerdotes bendijeron los rboles de la liber-
tad. Todo el mundo pareca reconciliado. Lacor-
daire, hecho dominico, Ozanam y el abate Maret
c:;::;.. fundaron el peridico L'Ere nouvelle, una es-
e pecie de rplica de L'Avenir.
La revolucin lleg a toda Europa: Austria,
Alemania, Italia. Estos dos ltimos pases creye-
ron llegado el momento de la unidad nacional. El
abate Gioberti pens que el papa debera ponerse
al frente de una confederacin italiana. Po IX, en
la cumbre de su popularidad, se neg a dirigir
una cruzada contra Austria, que dominaba parte
de Italia. Empezaron las decepciones.
TODOS REPUBLICANOS EN FEBRERO DE 1848
En medio de la euforia general, la proclamacin de la repblica el 25 de
febrero de 1848 parece unir a todos los franceses, incluido el clero. Los prrocos
pronuncian magnficos sermones bendiciendo los rboles de la libertad.
Lacordaire, Ozanam, Maret fundaron un peridico que quera trabajar por la
aproximacin entre la democracia y los catlicos: L'Ere nouvelle. Todas las
esperanzas caban en los primeros meses de la repblica.
Dad a los fieles el ejemplo de obe-
diencia y de sumisin a la repblica.
Con frecuencia deseis gozar de esa
libertad que hace tan felices a nuestros
hermanos de los Estados Unidos; ten-
dris esa libertad. Si las autoridades
desean desplegar sobre los edificios
religiosos la bandera de la nacin,
prestaos con diligencia a los deseos de
los magistrados. La bandera de la re-
En medio de las miserias morales y
de los sufrimientos materiales que nos
oprimen, saludamos con transportes
de gozo la llegada definitiva de la de-
mocracia moderna y el cumplimiento
de sus destinos. Esta democracia es
obra de Dios, del tiempo y del genio del
hombre. En una religin que nos pre-
senta a los ms pequeos y humildes
pblica ser siempre para la religin
una bandera protectora... Concurrid
con cuantas medidas podis a mejorar
la suerte de los obreros. Hay que espe-
rar que finalmente se ver un inters
sincero y eficaz por la clase trabajado-
ra.
El cardenal de Bonald a sus sacerdotes.
L'ERE NOUVELLE
como hermanos y miembros del Hom-
bre-Dios, la abolicin de todos los privi-
legios de clase, la igualdad absoluta de
los derechos civiles y polticos no tie-
nen nada que pueda extraar a un cris-
tiano... Que el clero entre por completo
en el nuevo camino que el dedo de
Dios parece trazarle; que se consagre
al triunfo, a la realizacin social de es-
Ciudadanos, Jesucristo es el prime-
ro que desde lo alto de esta cruz hace
resonar por todo el mundo estas mag-
nficas palabras: libertad, igualdad, fra-
ternidad...
El santo, el sublime republicano, el
republicano de todos los tiempos y de
todos los pases, es Cristo muerto por
vosotros en el rbol de la libertad. S;
del calvario es de donde baj la liber-
tad.
Sermones de prrocos en 1848,
cItados en Bowman. o e
tos grandes principios de igualdad, de
libertad, de fraternidad... Ah, si esta
obra de aproximacin entre la iglesia y
la sociedad moderna fracasase como
han fracasado otros ensayos intenta-
dos hasta hoy, entonces en nuestra
desolada patria el bien retrocedera va-
rios siglos!
" L ' ~ r e nouvelle, 19 abnl1848
119
Lacordalre
(Chassenau El LOUvre)
jornadas de junio de lS4S
En Francia, las elecciones se desarrollaron en
medio del popular el da de pascua
(23 abril 1818). Fueron elegidos quince eclesIsti-
cos, entre ellos Lacordaire. Los electores, en su
mayora ca1"bpesinos sin experiencia, obedecieron
las consigna.s de los dirigentes (grandes propieta-
rios y prrocos) y designaron una asamblea con-
servadora, ignorante de los problemas sociales de
la capital. l,os parados acudan a Pars para tra-
bajar en los talleres nacionales. Cuando stos
fueron suprimidos, por resultar demasiado one-
rosos, los obreros levantaron barricadas en Pars
y la guerra civil hizo estragos entre el 23 Y26 de
junio. El arzobispo, mons. Affre, fue asesinado
120
Louls Veuillol
cuando pt'edicaba la conciliacin. Los muertos se
contaron por millares. Fueron condenados
11.000 prisioneros. Esta es la invasin de los
brbaros con que nos amenazaban, exclam
MontalerrIbert. Haba desaparecido la hermosa
unidad. los notables catlicos, como Louis Q
Veuillot y su peridico L'Univers, e
campaa por el orden. Los burgueses antIclenca-
les se apl:oximaron a la iglesia, esperando que
predicase al pueblo la sumisin y la resignacin.
As es COmo pudo ser elegido presidente de la
repblica el prncipe Luis Napolen por una
mayora 'lplastante (diciembre 1848). La asam-
blea legislativa de mayo de 1849 contaba con una
mayora ele catlicos conservadores y realistas.
LA RESIGNACION, PRIMERA VIRTUD CRISTIANA
Las sangrientas jornadas parisinas de junio de 1848 sembraron el pnico
entre los capitalistas y en particular entre los notables catolicos. La euforia se vino
abajo. Los pobres se ven invitados a la resignacin en nombre de la religin,
utilizada ahora como medio de defensa social.
La iglesia dijo al pobre: No robars el
bien de los dems; y no slo no lo ro-
bars, sino que ni siquiera tienes que
ambicionarlo. O sea, no escuchars
esas prfidas enseanzas que sin ce-
sar alientan en tu alma el fuego de la
ambicin y de la envidia. Resgnate a
la pobreza y te vers recompensado e
indemnizado eternamente. Eso es lo
que ella ha dicho desde hace mil aos
a los pobres. '( los pobres se lo creye-
ron hasta el da en que les arrancaron
la fe del corazn.
Montalembert. DISCUrso en la Cmara de
diputados (20 sepllembre 1848)
Pobres, os traemos las esperanzas
de la religin como una magnfica com-
pensacin de lo que la fortuna os niega
y un motivo poderoso de resignacin y
de paciencia.
Mons. Slbour,
arzobiSpo de Pars
La revolucin en Roma
Po IX, que haba decepcionado a los italia-
nos, intent algunas reformas en sus estados, pe-
ro su ministro Rossi fue asesinado. Asustado, el
papa abandon Roma y los romanos proclama-
ron la repblica (febrero 1849). La asamblea
francesa se conmovi: el gobierno de Luis Napo-
len envi un ejrcito que tom Roma (junio
1849) y reinstal al papa. El absolutismo volvi a
imponer sus derechos.
La ley Falloux
y la enseanza en Francia
Falloux, ministro de instruccin pblica,
ayudado de una comisin compuesta por una
mayora de catlicos, emprendi una reorganiza-
cin completa de la enseanza. El miedo acerc
los diversos puntos de vista. Algunos burgueses
poco religiosos como Thiers deseaban fomentar
todo lo posible la influencia conservadora de la
iglesia. Contaban con el clero para ensear al
hombre que est aqu para sufrir y no para go-
zar... . El resultado fue la ley del 15 de marzo de
1850 (ley Falloux). Se concedi libertad para la
enseanza secundaria, lo mismo que para la pri-
maria. Adems, la iglesia se beneficiaba de una
amplia influencia en la enseanza pblica. En la
primaria, adems de la autorizacin para que los
catlicos fundaran sus propias escuelas, el prro-
co vigilaba la escuela municipal, especialmente la
enseanza religiosa. Los alcaldes podan escoger
religiosos y religiosas como profesores pblicos.
Los miembros del clero entraron en los diversos
consejos de instruccin pblica.
Aunque organizaba la enseanza en su
conjunto, esta ley se presentaba como una medi-
da de defensa social. Permiti sin duda la recon-
quista religiosa de la burguesa -una etapa en el
camino que va de Voltaire a la ACI-, pero result
dura para el futuro. Propuesta por una mayora
poltica muy marcada, fue suprimida 30 aos ms
tarde por otra mayora.
Los catlicos se mostraron muy favorables al
golpe de estado del presidente Luis Napolen y
al restablecimiento del Imperio (2 diciembre
1852). Vean grandes ventajas en la unin entre el
sable y el acetre.
121
111. EL CONCILIO VATICANO I
1. EL CONTEXTO
POLITICO-RELIGIOSO
La cuestin romana
La ayuda militar de Napolen III permiti al
rey del Piamonte, Vctor Manuel, reunir la
mayor parte de los territorios italianos y procla-
marse rey de Italia en Flotencia en marzo de
1861. El papa perdi la mayor parte de sus terri-
torios. Teniendo en cuenta la opinitl catlica
francesa, Napolen III mantuvo tropas en Roma
para que el papa siguiera siendo dueo de Roma
y de sus alrededores. Asunto territorial, la cues-
tin romana" envenen la vida de la igesia hasta
1929.
El papa no poda menos de sentirse herido
por esa exaltacin de la libertad que le pareca
estar en el origen de las desgracias de la iglesia.
La divisin de los catlicos
en torno al liberalismo
Los catlicos estaban unidos en df:fender el
poder temporal del papa y en formar un frente
comn contra las doctrinas socialistas, ]:lero esta-
ban divididos sobre la actitud que torriar con la
sociedad de su tiempo, marcada por el liberalis-
mo. Los catlicos intransigentes, representados
en Francia por Louis V e ~ i l l o t y su peridico
L'Univers", por mons. PIe, obispo df: Poitiers,
y por dom Guranger, abad de Solesmes, queran
ver a la iglesia recobrando su influencia y sus
privilegios de antao. Haba que organizar la lu-
cha contra todo lo que amenazaba a la iglesia,
como la libertad de imprimir cualquier cosa. Los
intransigentes se enfrentaban con los catlicos li-
berales. Ms realistas, stos tenan en cuenta la
122
evolucin social y el retroceso de lo religioso.
Slo pedan al estado una neutralidad benvola y
a los catlicos que se contentasen con la libertad
comn. Haba que hacer una limpieza en los
principios de 1789. La libertad puede tener un
sentido cristiano, pero esos catlicos liberales si-
guen siendo conservadores y hasta reaccionarios
desde el punto de vista social. Sus principales
representantes son mons. Dupanloup, obispo de
Orlans y Montalembert, censurado en Roma
por haber afirmado las ventajas de la libertad pa-
ra los catlicos en un congreso en Malinas (1863).
Su medio de expresin era el peridico Le Co-
rrespondant".
La razn y la fe
El cristianismo y ms particularmente el cato-
licismo se ven tambin discutidos por la filosofa
y la ciencia del siglo XIX. La filosofa de Kant
afirma que no es posible alcanzar a Dios por la
razn; el positivismo de Cornte niega todo lo
sobrenatural. Renan, en su VEda de Jess (1863),
reduce a Jess a su humanidad. Qu relaciones
establecer entre la razn y la fe?
El lugar del papa en la iglesia
La cuestin romana y la yersonalidad atracti-
va de Po IX favorecieron e progreso del ultra-
montanismo. Los catlicos se indignaron de ver
al papa privado de sus estados, ya que crean que
el poder temporal garantizaba la independencia
espiritual del papa. A muchos catlicos les hubie-
ra gustado ver definida con claridad la infalibili-
dad pontificia. Al proclamar en 1854 el dogma de
la Inmaculada Concepcin de Mara, el papa afir-
maba indirectamente su infalibilidad, pero la de-
vocin al papa rozaba a veces lo ridculo cuando
lo llamaban el vice-Dios de la humanidad, o
el Verbo encarnado continuado. Se imponan
algunas clarificaciones.
Respuestas parciales
Presionado por algunos obispos, Po IX to-
m posicin contra los errores del tiempo en dos
documentos el 8 diciembre 1864. En la encclica
Quanta cura condenaba el racionalismo, el gali-
;;;;., canismo, el socialismo, el liberalIsmo... al estilo
e de Gregario XVI. Unido a esta encclica iba un
catlogo (Syllabus) de 80 proposiciones condena-
das. La ltima proposicin parece implicar el re-
chazo de toda la sociedad moderna. Los catlicos
intransigentes saltaron de gozo. Los anticlerica-
les se burlaban: el papa va a supnmir los ferroca-
rriles en Roma. Los catlicos liberales se sintie-
ron desaprobados y llenos de asombro. Para salir
del atolladero, mons. Dupanloup, en un docu-
mento donde por otra parte afirmaba su adhesin
al poder temporal del papa, intent dar un senti-
do aceptable a los textos pontificIOs. El papa
acept la interpretacin y los espritus se serena-
ron un poco.
En este contexto de difciles relaciones entre
la iglesia y el mundo moderno y de controversias
dentro de la misma iglesia, Po IX decidi convo-
car el concilio Vaticano.
EL SYLLABUS (1864)
RecogIendo algunos pasajes de sus escrttos antertores, el papa Po IXconde-
n 80 errores contemporneos Este catlogo constItuye el Syllabus Pero la
condenacIn de un error no mdlca necesartamente cual es la doctrma posItIva-
mente correcta Esto permItIr a mons. Dupanloup proponer una mterpretacln
moderada de estas condenacIOnes.
Entre otras, se condenan estas afIrmaCIones.
55 La IgleSia ha de separarse del
estado y el estado de la IgleSia
63 Es lCito negar la obedienCia a los
prnCipes legtimos y hasta rebelarse
contra ellos.
77 En nuestra edad no conviene ya
que la religin catlica sea tenida co-
mo la nica religin del estado, con ex-
clUSin de cualesquiera otros cultos.
78 De ah que laudablemente se ha
provisto por ley en algunas reglones
catlicas que los hombres que all In-
migran puedan pblicamente ejercer
su propiO culto cualqUiera que fuere.
79 Efectivamente, es falso que la li-
bertad CIVil de cualqUier culto, as como
la plena potestad concedida a todos de
manifestar abierta y pblicamente cua-
lesqUiera opiniones y pensamientos,
conduzca a corromper ms fCilmente
las costumbres y espritu de los pue-
blos y a propagar la peste del indife-
rentismo.
80 El romano pontfice puede y de-
be reconCIliarse y transigir con el pro-
greso, con el liberalismo y con la CIVIli-
zacin moderna.
2. LA REUNION DEL CONCILIO
Organizacin
El concilio se reuni el 8 de diciembre de
1869. Los fines propuestos eran vagos y genera-
les, pero todos crean que el tema esenCIal sera la
definicin de la infalibilidad. De un millar de
obispos en ejercicio, participaron algo ms de 700
en el concilio. Estaba representado el mundo ca-
tlico, pero slo por obispos europeos. Las co-
misiones prepararon muchos informes sobre una
multitud de temas. Las circunstancias poltico-
milItares limitaron los trabajos a dos terrenos.
123
@Trabajos
La constitucin Dei Filius, votada el 24 de
abril de 1870, fue la conclusin de las discusiones
sobre las relaciones entre la razn y la fe. Frente a
los errores del racionalismo, del pantesmo, del
fidesmo... el concilio defini la existencia de un
Dios personal que la razn puede alcanzar, aun-
que afirmando la necesidad de la revelacin. No
puede haber conflicto alguno entre la razn y la
fe.
EL CONCILIO VATICANO I (1869-1870)
Algunas definiciones de la constitucin Dei Filius (24 abril 1870):
Relaciones entre la razn y la fe
Si alguno dijere que es una sola y la
misma la sustancia o esencia de Dios y
la de todas las cosas, sea anatema.
Si alguno dijere que Dios vivo y ver-
dadero, creador y seor nuestro, no
puede ser conocido con certeza por la
luz natural de la razn humana por me-
dio de las cosas que han sido hechas,
sea anatema.
Si alguno dijere que puede suceder
que, segGII el progreso de la ciencia,
haya que atribuir alguna vez a los dog-
mas propuestos por la iglesia un senti-
do distinto del que entendi y entiende
la misma iglesia, sea anatema.
EL PRIMADO Y LA INFALIBILIDAD PONTIFICIA
@
Algunos extractos de la constitucin Pastor Aeternus (18 julio 1870):
Enseamos y declaramos que la men de la iglesia difundida por todo el
iglesia romana, por disposicin del Se- orbe...
or, posee el primado de potestad ordi- Esta potestad del sumo pontfice no
naria sobre todas las otras, y que esta daa a aquella ordinaria e inmediata
potestad de jurisdiccin del romano potestad de jurisdiccin episcopal por
pontfice, que es verdaderamente epis- la que los obispos que, puestos por el
copal, es inmediata. A esta potestad Espritu Santo (cf. Hch 20, 28), suce-
estn obligados por el deber de subor- dieron a los apstoles, apacientan y ri-
dinacin jerrquica y de verdadera gen, como verdaderos pastores, cada
obediencia los pastores y fieles de uno la grey que le fue confiada...
cualquier rito y dignidad, ora cada uno Enseamos y definimos ser dogma
separadamente, ora todos juntamente, divinamente revelado que el romano
no slo en las materias que ataen a la pontfice, cuando habla ex cathedra,
fe y a las costumbres, sino tambin en esto es, cuando cumpliendo su cargo
lo que pertenece a la dsciplina y rg- de pastor y doctor de todos los cristia-
nos, define por su suprema autoridad
apostlica que una doctrina sobre la fe
y costumbres debe ser sostenida por la
iglesia universal, por la asistencia divi-
na que le fue prometida en la persona
del bienaventurado Pedro, goza de
aquella infalibilidad de que el redentor
divino quiso que estuviera provista su
iglesia en la definicin de la doctrina
sobre la fe y las costumbres; y por tan-
to, que las definiciones del romano
pontfice son irreformables por s mis-
mas y no por el consentimiento de la
iglesia.
Textos citados en E Denzlnger, El maglsteno de
la Iglesia Herder, Barcelona 1963, 424-427
La infalibilidad pontificia no haba sido ins-
crita oficialmente en el proyecto relativo a la igle-
124
sia. Una mayora de obispos pidi la introduc-
cin de la discusin sobre la infalibilidad, mien-
tras que una minora se opuso a ello consideran-
do la definicin inoportuna. Entre estos !timos
haba varios obispos alemanes y franceses, como
Dupanloup, que abandonaron el concilio Para no
Q escandalizar a los catlicos. Los yadres la
e constitucin Pastor Aeternus e 18 de julio de
1870 en medio de aclamaciones y una
tad tremenda. El documento contIene eSencial-
mente la afirmacin del primado y de la infalibili-
dad del papa. Despus de muchas exageqciones
verbales, la infalibilidad quedaba a sus
justas proporciones.
Final del concilio
El 19 julio de 1.870 se la guerra
entre FranCIa y Alemama. Napoleon III retir de
Roma las tropas que protegan al papa. El 4 de
septiembre cay Napolen. E120 de
las tropas italianas ocuparon Roma, que Se con-
virti en la capital del reino de Italia. El CCmcilio
haba concluido definitivamente.
3. LAS CONSECUENCIAS
DEL CONCILIO
La aceptacin de las decisiones conciliates fue
general. Slo las rechazaron algunos uniVersita-
rios alemanes en torno a DoIlinger, en Munich.
Algunos formaron una iglesia de viejos tatli-
cos con efectivos limitados, que pronto unie-
ron a la iglesia jansenista de Utrecht.
El Vaticano I deja una imyresin de desequi-
librio. Por falta de tiempo, e concilio del
papa y no de los obispos, pero seguramente no
estaba an madura una teologa del episcopado.
Esta falta de tiempo fue providencial. En reali-
dad, la definicin de la infalibilidad tuvo menos
consecuencias que las del primado. En sentido
estricto, el papa .n? ejercido la
ms que en la deflllICIOn de la AsunClOn en 1950.
Por el contrario, al afirmar el primado, el conci-
lio le reconoca al papa una jurisdiccin ordina-
ria, inmediata, episcopal sobre toda la iglesia. El
primado favorece la centralizacin romana, au-
menta el prestigio y el poder del papa en el mis-
mo momento que pierde su poder temporal.
Quedaba por conciliar ese primado con el poder
de los obispos. La afirmacin de la colegialidad
vendr en el Vaticano II. Las definiciones del
Vaticano 1 han aumentado a veces la tensin en-
tre la sociedad poltica y la iglesia. Fue ste el
pretexto para medidas anticlericales en varios
pases.
LECTURAS
R. Aubert, Vattcano 1, t. 12 de la Htstorta de los conctltos
ecummcos. ESET, Vitoria 1970.
R. Aubert, El ponttftcado de Po IX, en Fliche-Martm
(eds.), Hxstorta de la tglesta, tomo 21, ValenCia 1977.
]. Collantes, La cara oculta del Vattcano l. Editorial Ca-
tlica, Madrid 1970.
] os M.' Garca Escudero, Antologa polttca de Balmes, 2
vols. Editorial Catlica, Madrid 1981.
M. Revuelta, La exclaustraetn (1833-1840). Editorial
Catlica, Madrid 1976.
]. H. Newman, Apologa pro vtta sua. Editorial Catli-
ca, Madrid 1977.
B. ]Imnez Duque, La espmtualtdad en el stglo XIX es-
paol. FundaCin Universitaria, Madrid 1974.
125
16
SECULARIZACION,
DEFENSA RELIGIOSA,
PLURALISMO
LAS IGLESIAS EN LA SOCIEDAD POLITICA
(1870-1939)
Con mayor o menor rapidez, el fenmeno de
la secularizacin se extendi por toda Europa: la
existencia cotidiana se va escapando poco a poco
de la tutela religiosa. Los gobiernos intentan con-
trolar las instituciones que constituyen el engra-
naje de un pas: estado civil, enseanza, asisten-
cia, que haban estado por mucho tiempo bajo la
dependencia de la iglesia. En esta atmsfera con-
flictiva, la iglesia se cree desposeda y los catli-
126
cos se lanzan a la defensa de su relIgin: mtentar
derribar la poltica desfavorable y reconstrUIr
instituciones paralelas a las del estado, una con-
tra-sociedad crIstiana frente a una sociedad laIca.
Se necesita tiempo para que llegue a aceptarse por
una y otra parte la distincin de terrenos, para
que el estado reconozca los lmites de sus propios
dominios, y para que los catlicos se siten de
una forma nueva en esta sociedad secularizada.
I. A TRAVES DE EUROPA HASTA 1914
1. LOS PAPAS EITALIA
Tres papas
Po IX vive sus ltimos aos, que presentan
el doble carcter de una apoteosis y de una me-
lanclica liquidacin (R. Aubert). Muere en
1878 despus de 32 aos de pontificado, el ms
largo de la historia. Su sucesor, el cardenal Pecci,
de 68 aos, toma el nombre de Len XIII y reina
25 aos. Firme en los principios, es un hombre
acogedor que tiene el sentido de lo posible y se
interesa por todos los grandes temas de su poca.
El cnclave de 1903 conoci la ltima interven-
cin poltica en la eleccin de un papa. El gobier-
no austraco se opuso a la eleccin del cardenal
Rampolla, considerado como demasiado amigo
de Francia. Los cardenales eligieron entonces a
un pastor, el cardenal Sarto. Nacido de familia
pobre, Po X ejerci todos los grados del minis-
terio: coadjutor, prroco, obispo. A Po X le
preocupaba sobre todo la pastoral: la comunin
de los nios, la msica y la liturgia, la reorganiza-
cin de los seminarios... Le repugnaba la poltica,
pero tuvo que arrostrar situaciones delicadas: la
separacin en Francia, el modernismo... en don-
de manifest una gran rigidez en los principios.
Personalidad atractiva por su bondad y su senci-
llez, se present a todos como un hombre de fe.
.Fue canonizado en 1954.
Ni electores ni elegidos
En Italia, la cuestin romana moviliz todas
las energas de los catlicos. El papado rechaz
todo arreglo con el reino de Italia. El papa se
consider como prisionero del Vaticano. Los ca-
tlicos tenan prohibido participar en la vida po-
ltica: ni electores ni elegidos. Esta actitud dej el
campo libre a los gobiernos anticlericales que
multiplicaron las vejaciones a la iglesia: prohibi-
cin de procesiones y peregrinaciones, confisca-
cin de conventos... Sin embargo, una nueva
congregacin, los salesianos de don Bosco, no se
vio trabada en su rpido impulso.
Los catlicos se sentan dolorosamente divi-
didos entre la adhesin al papa y el amor a su
patria. Ponan sus energas en la creacin de
obras religiosas y sociales agrupadas en la obra de
los congresos (1875). Este movimiento contri-
buy a una profundizacin religiosa ya la forma-
cin de laicos. Pero la tutela excesiva de las auto-
ridades religiosas hizo nacer cierto malestar en
tiempos de Po X. Algunos laicos y sacerdotes
(Romolo Murri) pidieron la autonoma de los
cristianos en las materias temporales y la posibili-
dad de participar en la vida poltica.
2. ALEMANIA
Kulturkampf
En enero de 1871, la proclamacin del impe-
rio alemn consagraba la unidad de Alemania en
torno a Prusia y su soberano, el emperador Gui-
llermo I. Los catlicos se sentan a disgusto en
aquel estado de predominio protestante dirigido
por el canciller Bismarck. Se organizaron para
defender sus tradiciones y la libertad religiosa.
En sus asambleas anuales (Katholikentag), en
donde los laicos tenan un papel preponderante,
abordaban los grandes problemas del momento.
Formaron tambin un partido poltico, el Zen-
127
trum, partido del centro, rara responder a los
ataques del partido naciona liberal. Propusieron
adems un programa social avanzado, inspirado
en mons. Ketteler, obispo de Maguncia.
La definicin de la infalibilidad pontificia
provoc agitaciones en los ambientes protestan-
tes. Bismarck se, irrit por la reticencia de los
catlicos ante la unidad alemana, que habran de-
seado ms bien en torno a Austria. Los catlicos
se opusieron a la germanizacin de Polonia bajo
el dominio prusiano. El gobierno de Prusia atac
entonces a la iglesia catlica por razones polti-
cas. El ministro de cultos, Falk, dio a su legisla-
cin anticlerical el nombre de combate por la
cultura (Kulturkampf), es decir, contra el oscu-
rantismo catlico. En las universidades se conce-
dieron fayores a los viejos catlicos. Los jesui-
tas y los religiosos fueron expulsados. El clero
fue obligado a cursar sus estudios en Alemania.
Los predicadores que criticaban al gobierno eran
perseguidos... A pesar de las rnultas y de las pri-
siones, los catlicos resistieron. Haba sedes epis-
copales vacantes y parroquias sin cura. Bismarck
se vio metido en un atolladero. El centro avanz
en las elecciones.
Tranquilidad
Bismarck empez a preocuparse ror el avan-
ce del socialismo, que juzgaba en e fondo ms
peligroso que el catolicismo. La eleccin de Len
XIII favoreci la distensin. Poco a poco se sua-
vizaron o se suprimieron las leyes del Kultur-
kampf. El asunto qued prcticamente zanjado
en 1887. Slo qued la prohibicin de los jesuitas
y la obligacin del matrimonio civil. En adelante,
las relaciones fueron buenas entre el poder ale-
mn y los catlicos. El centro se mostr incluso
demasiado dcil con la poltica imperial. Los ca-
tlicos se hicieron excesivamente conformistas y
hasta nacionalistas. En su oposicin a Bismarck,
haban sido lcidos sobre la cuestin polaca o el
militarismo; tras la reconciliacin, no tenan mo-
tivos para oponerse al orden establecido.
128
3. LOS OTROS PAISES DE EUROPA
Austria y Suiza conocieron conflictos pareci-
dos al del Kulturkampf: secularizacin de la es-
cuela y del matrimonio, supresin de conventos.
Las tensiones se calmaron en 1879 en Austria. En
Suiza, mons. Mermillod, conocido por su inters
por los problemas sociales, fue expulsado de su
puesto de vicario apostlico de Ginebra; despus
de diez aos de destierro muy activo en Francia,
pudo volver como obispo de Friburgo, Lausana
y Ginebra (1883).
En Blgica y los Pases Bajos, los principales
conflictos se referan a la cuestin escolar, pero,
con gobiernos favorables (partido catlico en
Blgica), los catlicos lograron obtener una legis-
lacin escolar satisfactoria.
La pennsula ibrica
En Espaa y Portugal, las luchas religiosas
llegaron a la violencia en varias ocasiones. En
Espaa alternaron los momentos de favor a la
iglesia y las crisis de anticlericalismo, como en el
tiempo de la efmera repblica (1873-1875) y en
los aos 1909-1912. La ejecucin del anarquista
Francisco Ferrer en 1909 en Barcelona ocasion
saqueos de iglesias y de conventos y asesinatos de
sacerdotes. Se tomaron medidas contra las rde-
nes religiosas en los aos siguientes.
En Portugal, el asesinato del rey en 1908 fue
pronto seguido de la proclamacin de una rep-
blica muy anticlerical, que atac a las rdenes
religiosas y declar la separacin de la iglesia y
del estado.
Inglaterra
La segunda parte del siglo XIX vio un verda-
dero renacimiento del catolicismo en Inglaterra,
sobre todo en las ciudades, tanto por el nmero
de fieles como por la personalidad de sus respon-
sables. Len XIII reconoci la obra intelectual de
Newman nombrndolo cardenal (1879). El car-
denal Manning, tambin convertido, arzobispo
de Westminster (1865-1892), preocupado por los
problemas de la industria, jug varias veces el
papel de rbitro en los conflictos sociales. La
iglesia de Irlanda, enfrentada ya con la miseria y
la emigracin, se sinti solidaria de la lucha de su
pueblo por la independencia, a pesar de las reti-
cencias de Roma.
11. LOS CATOLICOS FRANCESES
y LA TERCERA REPUBLICA
1. LA COMUNA
y EL ORDEN MORAL
La Comuna
La cada del Imperio en septiembre de 1870 se
vio acompaada de violencias anticleric<l.les en
Pars y en Lyon, sobre todo contra las congrega-
ciones. En un pas traumatizado por la guerra y
la derrota, las elecciones de febrero de 1871 die-
ron una asamblea con mayora rural y cor1serva-
dora, que esperaba una restauracin de la rnonar-
qua. La poblacin parisina se sublev contra la
asamblea y el gobierno de Thiers y proclam la
Comuna (marzo de 1871). La Comuna tom me-
didas contra la iglesia: confiscaciones, arrestos
del arzobispo Darboy y de sacerdotes, etc. La
ciudad de Pars fue reconquistada por las tropas
del gobierno en medio de horribles combates que
ocasionaron varias decenas de millares de muer-
tos. La Comuna ejecut a los rehenes, entre ellos
a mons. Darboy y a 24 sacerdotes. El miedo al
socialismo y a la revolucin cundi por la pro-
vincia. La asamblea decidi favorecer todo lo que
pudiera frenar el auge de la subversin.
El orden moral
El rgimen se mostr especialmente favorable
a la iglesia en los aos siguientes, el tiempo del
orden moral segn la definicin del presidente
Mac Mahon. La construccin de la baslica del
Sagrado Corazn de Montmartre fue decretada
de inters pblico. Las peregrinaciones, organi-
zadas por los asuncionistas que crearon un sema-
EISacrCoeur
de Montmartre.
nario popular cristiano, Le Pe1erin (1873), reu-
nan enormes gentos en Lourdes, Paray-le-
Monial. .. En un examen de conciencia colectivo,
la derrota se present como un castigo de la im-
piedad. Cien diputados acudieron a la procesin
de Paray-le-Monial con un cirio en la mano y
cantando: Salvad a Roma ya Francia en nombre
129
del Sagrado Corazn. Porque se esperaba poder
restablecer al papa y al rey en sus tronos. Final-
mente, el celo de mons. Dupanloup lle" a votar
una ley que conceda la libertad a la enseanza
superior catlica (1875). En los aos siguientes se
abrieron rpidamente facultades catlicas. As se
esboz una renovacin intelectual en la iglesia de
Francia.
Al mismo tiempo, estas medidas indisponan
a la otra parte de la opinin, los republicanos
afectos a los ideales de 1789, los positivistas, los
volterianos, los francmasones, que esperaban una
mejor coyuntura poltica para tomarse la revan-
cha.
LOS LICEOS PARA SEORITAS
La fundacin de liceos para seoritas provoc algunas polmicas. Ms que la
preocupacin por la igualdad de la mujer en la instrlJccin, dominaba en los
legisladores la voluntad de limitar la influencia de la iglesia. En efecto, despus de
la primaria, tan slo las instituciones religiosas daban una educacin a las nias.
Las justificaciones de Jules Ferry necesariamente provocaran la oposicin viru-
lenta de los catlicos monrquicos.
El que tiene a la mujer,
lo tiene todo
El que tiene a la mujer, se lo tiene
todo: primero porque tiene al nio, lue-
go porque tiene al marido, quizs no al
marido joven todava, arrastrado por el
vendaval de las pasiones, sino al mari-
do cansado y decepcionado de la vi-
da... Por eso la iglesia quiere retener a
la mujer y tambin por eso es preciso
que la democracia se la quite; es me-
nester que la democracia escoja so pe-
na de muerte; hay que escoger, ciuda-
danos; es preciso que la mujer perte-
nezca a la ciencia o pertenezca a la
iglesia.
Jules Ferry
Se va a suprimir
a la joven
Liceos para seoritas? Por qu
no cuarteles para seoritas... No les
basta con depravar el corazn de
nuestros jvenes y con sembrar en sus
espritus la desesperanza y el egosmo
de sus doctrinas materialistas. Quieren
tambin a nuestras hijas... La joven
creca en medio de sonrisas y alegras,
como una flor bajo el sol; creca en una
potica ignorancia de los misterios de
las cosas... Esta paz cndida de la jo-
ven, esta deliciosa floracin de pdicos
deseos, estos impulsos de bondad
ideal que ms tarde constituyen el
amor de la esposa, la abnegacin de la
mujer y el sacrificio de la madre, todo
ese encanto exquisito, toda esa poe-
sa... todo eso va a desaparecer! Se
va a suprimir a la joven... Basta de
esas nias ingenuas que creen en el
ngel de la guardia, en pap Noel, en
los nios que nacen en las coles... M. 1
Paul Bert les probar que no hay Dios,
ni diablo, ni deber, ni justicia, ni virtud,
ni coles; que no hay ms que sensa-
ciones, gozos, una repblica y materia.
Se les ensear todo, hasta la rebelin
contra la familia, y hasta la impureza.
Citarn a Tcito, a Montesquieu en sus
das de jolgorio. Ni siquiera habrn si-
do vrgenes antes de ser mujeres...
Le Gaulois.. (pendlco monrqUICO, 25
noviembre 1880) Citado en Mona Ozouf. L'cole.
I'gllse el la republlque. 18711914.
A Colln, Pars 1963. 106-107.
2. LOS REPUBLICANOS
YLOS COMIENZOS
DE LA LAICIZACION
A finales de 1875, Francia estaba dotada de
una constitucin republicana con una asamblea
130
conservadora de simpatas monrquicas. Pero en
los aos que siguieron, todo el aparato estatal
pas a manos de los republicanos: la cmara de
diputados, el senado, la presidencia de la repbli-
ca (1879). Era el resultado del sufragio universal.
Republicanos y catlicos
El republicano se define entonces por su
admiracin a la Revolucin que liber a los fran-
ceses de la esclavitud en que los mantenan los
nobles y el clero. Heredero de la Ilustracin, a
menudo positivista y francmasn, cree en el pro-
greso indefinido de la ciencia. El catlico le pare-
ce un adversario poltico que quiere restaurar la
monarqua y como el testigo de una religin os-
curantista llamada a desaparecer.
Sin discutir la libertad de cultos, los republi-
canos quieren reducir la religin al terreno de la
vida privada y desarrollar una enseanza que
quede libre del dominio de la iglesia, lo cual su-
pone la lucha contra las congregaciones. El cle-
ricalismo: he ah el enemigo, deca Gambetta.
Los republicanos estimulan el anticlericalismo
bajo sus diversas manifestaciones y crean obras
competitivas con las de la iglesia: patronatos, so-
ciedades gimnsticas... Republicano se ha con-
vertido en sinnimo de enemigo de la religin.
Parece imposible que un catlico sea republica-
no.
Primeras medidas contra las
congregaciones y leyes escolares
En 1880, Jules Ferry, ministro de instruccin
pblica, hizo votar una ley que restringa la liber-
tad de la enseanza superior catlica y prohiba
la enseanza a las congregaciones no autorizadas.
Los jesuitas, los dominicos y los franciscanos @
fueron expulsados durante algn tiempo. La re-
pblica cre liceos femeninos para dar compa-
eras republicanas a los hombres republicanos.
Los catlicos protestaron porque la iglesia
siempre educ a las nias sobre sus rodillas.
Las leyes de 1881-1882 establecieron una en- @
seanza primaria gratuita, laica y obligatoria.
Desde 1886, los religiosos y religiosas que ense-
aban en la escuela pblica fueron sustituidos
por un personal laico. La enseanza religiosa ce-
di el sitio a la instruccin moral y cvica. A los
catlicos les pareca imposible ensear una moral
sin referencia a Dios. Vean en esas leyes la uni-
versalizacin de una enseanza anticristiana.
Ley del 28 marzo 1882
Art. 1. La enseanza primaria com-
prende: la instruccIn moral y cvica, la
lectura y la escritura...
Art. 2. Las escuelas primarias ten-
drn vacacin un da por semana, ade-
ms del domingo, para permitir a los
LA LEGISLACION ESCOLAR
DELATERCERAREPUBUCA
padres que se les d a sus hiJos, SI lo
desean, la instruccin religiosa, fuera
de los edificios escolares...
Art. 3. Quedan abrogadas las dispo-
siciones de los artculos 18 y 44 de la
ley del 15 de marzo de 1850 en cuanto
que dan a los ministros de los cultos un
derecho de inspeccin, de vigilancia y
de direccin en las escuelas primarias
pblicas y en las salas de asilos...
Ley del 30 octubre 1886
Art. 17. En las escuelas pblicas de
todo orden la enseanza est confiada
excluSivamente a un personal laico.
131
Secularizacin general
Los catlicos no consiguieron sllscitar una
preocupacin poltica en su favor. la mayora
republicana sigui imperando en las elecciones
sucesivas. La laicizacin de la escuela no era ms
que una etapa. Los cementerios perdieron su ca-
rcter confesional, se autoriz el divorcio (1884),
se suprimieron las oraciones al principio de las
reuniones, los seminaristas tuvieron que hacer el
servicio militar... En algunos sitios, la manera
odiosa de aplicar esas leyes (profanacin de los
conventos, destruccin de los crucifijos) trauma- "
tiz a los catlicos.
Respuestas catlicas
Como no poda contarse con los profesores
pblicos para ensear el catecismo, los obispos
pidieron a los padres y a los sacerdotes que asu-
mieran su responsabilidad: utilizar los tiempos
disponibles, los jueves, el final de la maana o de
la tarde, suscitando ayudas benvolas. En 1882 se
constituyen en Pars grupos de catequistas vo-
luntarios. Los catlicos controlan la neutralidad
de los manuales escolares y hacen poner en el
ndice a los que no respetan el cristianismo. So-
bre todo, la creacin de numerosas escuelas libres
catlicas permite continuar una enseanza total-
Slo la iglesia de Jesucristo ha podi-
do conservar y conservar en seguri-
dad hasta la consumacin de los tiem-
pos su forma de gobierno. Fundada
por aquel que era, que es y que ser
por todos los siglos, ella ha recibido
desde su origen todo lo que necesita
para proseguir su misin divina a tra-
vs de las olas agitadas de las cosas
humanas.
En cuanto a las sociedades pura-
mente humanas, el tiempo, ese gran
transformador de las cosas de aqu
LA COLABORACION
Como la l/amada del cardenal Lavigerie fue mal recibida, el mismo Len XIII
invit a los catlicos franceses a aceptar el rgimen republicano.
@El brindis de Argel en Francia por todo nuestro clero. Y al
(
12 noviembre 1890) hablar as, estoy seguro de que no me
desautorizar ninguna voz autorizada.
del cardenal Lavigerie
Cuando la voluntad de un pueblo se @ La encclica
ha afirmado legalmente; cuando la for- Au milieu des sollcitudes
ma de un gobierno no tiene de suyo (16 f b 1892)
nada en contra de los nicos principios e rero
que pueden hacer vivir a las naciones del papa len XIII
cristianas y civilizadas, como deca re-
cientemente Len XIII; cuando es pre-
ciso, para intentar arrancar finalmente
al pas de los abismos que le amena-
zan, que se d la adhesin sin segun-
das intenciones a esa forma de gobier-
no, llega el momento de declarar por
fin que la prueba ha terminado y sacri-
ficar todo lo que permiten la conciencia
y el honor, ordenndonos a cada uno
de nosotros que nos sacrifiquemos por
la salvacin de la religin y de la patria.
Esto es lo que enseo a los que me
rodean y lo que deseo que se ensee
132
abajo, segn un hecho probado cien
veces en la historia, realiza profundos
cambios en las instituciones polticas...
Una necesidad social justifica la crea-
cin y la existencia de nuevos gobier-
nos, sea cual fuere la forma que to-
men... Toda la novedad se limita a la
forma poltica de los poderes civiles o
de su modo de transmisin; no afecta
de ningn modo al poder considerado
en s mismo. En cualquier hiptesis, el
poder civil, considerado como tal, es
de Dios y siempre de Dios (Rom 13, 1).
Por consiguiente, cuando los nuevos
gobiernos que representan ese inmu-
table poder quedan constituidos, no
solamente est permitido aceptarlos,
sino que lo reclama y hasta lo impone
la necesidad del bien social que los ha
hecho y los mantiene...
El respeto que se debe a los pode-
res constitutivos no puede imponer el
respeto ni menos an la obediencia sin
lmites a toda medida legislativa de
cualquier tipo, dictada por esos mis-
mos poderes.
mente cristiana. En 1911, la iglesia escolariza a la
mitad de los alumnos de la escuela secundaria en
Francia y al 35% del conjunto de efectivos esco-
lares. Frente a las instituciones oficiales que no
dejan sitio a Dios, la iglesia mantiene o crea otras
instituciones cristianas: obras mltiples, patrona-
tos, sociedades gimnsticas... Los asuncionistas
fundan en 1883 el diario cristiano La Croix.
Una sociedad cristiana responde punto por pun-
to a una sociedad laica. De ah el tema de las dos
Francias.
Colaboracin
Sin sentir especiales simpatas por la repbli-
ca, Len XIII deseaba que los catlicos colabora-
sen con el rgimen para salvaguardar los intereses
espirituales de la iglesia francesa. Siguiendo las
instrucciones del papa, el cardenal Lavigerie, en @
el brindis de Argel (18 noviembre 1890), afir-
m que todos tenan que aceptar las instituciones
del pas. Su mensaje fue mal recibido. Len XIII
intervino personalmente con la encclica Au mi- @
lieu des soIlicitudes (febrero 1892): que los catli-
cos aceptasen la repblica y atacasen, si era me-
nester, la legislacin por medios honrados. La
acogida no fue muy cordial. Muchos se sometie-
ron exteriormente, pero los colaboracionistas
eran mal vistos a la vez por los catlicos monr-
quicos y por los republicanos que slo vean en
ello una tctica prfida.
CONGRESO DE SACERDOTES EN BOURGES EN 1900
Un discurso del abate Birot, vicario general de Albi, sobre el amor a su pas y a
su tiempo.
... Para actuar eficazmente sobre el
mundo contemporneo y conducirlo de
nuevo a Jesucristo, es indispensable
amar al pas y a nuestro tiempo con
todo el corazn, con un amor sobrena-
tural e ilustrado, pero tambin efectivo
y prctico...
Nuestro patriotismo tiene un defecto:
que es triste... Parece como si amra-
mos a otro pas y no al nuestro: un pas
que ya no existe, una Francia de otros
tiempos, o bien una Francia que toda-
va no existe y que es sin duda dema-
siado hermosa para poder existir algu-
na vez. No ser porque estamos hip-
notizados por este sueo o paralizados
por estas aoranzas por lo que senti-
mos esa especie de malestar ante
nuestra verdadera patria, la que vive y
sufre ante nosotros? ... Hemos de
amar las ideas, los hombres y las co-
sas de nuestro tiempo.
No rememos contra corriente, pues
eso sera quizs remar contra Dios
mismo; retrasaramos intilmente la
marcha del barco y paralizaramos la
mano que lo conduce. Llegaramos taro
de, mojados y rendidos... Como sobre
la cresta de las olas, dejmonos llevar
con confianza llena de amor a la cum
bre de la civilizacin, en donde hemos
de ser siempre los primeros, sobre to-
do en la hora del peligro.
Un soplo de pentecosts
Entretanto las dos encclicas Rerum novarum
(1891) (d. c. 18) y Au milieu des sollicitudes die-
ron origen a una nueva generacin de catlicos,
sacerdotes y laicos. Durante los diez ltimos
aos del siglo, sopla sobre la iglesia de Francia un
viento de renovacin en el terreno social y polti-
co. Hay movimientos y peridicos que se refie-
ren a la democracia cristiana. Se proyecta la
fundacin de un gran partido demcrata cristia-
no. Los abates demcratas, periodistas, confe-
renciantes, diputados (Lemire), se lanzan a una
accin popular pluriforme. Dos congresos de sa- Q
cerdotes en Reims (1896) y en Bourges (1900) e
proponen una renovacin de la pastoral en fun-
cin de la poca: actuar y adaptar. Los obispos
133
y los ene!?igos de la democracia se
Tienen mIedo de que el sacerdote se laIcIce ...
3. HACIA LA SEPARACION
DE LA IGLESIA YDEL ESTADO
El affaire Dreyfus y el auge del
anticlericalismo
El affaire Dreyfus no fue religioso al prin-
cipio, pero en el momento de la revisin del pro-
ceSO (1898), los catlicos se pusieron general-
mente en contra de los partidarios de Dreyfus
por antisemitismo y nacionalismo. Para la opi-
nin catlica excitada por sus peridicos, las des-
gracias de la iglesia procedan de una conspira-
cin judeo-masnica y protestante. Sin mucho
sentido crtico, los catlicos acogan las acusacio-
neS y pseudo-revelaciones sobre los judos y los
francmasones. Por eso, se alinearon contra el ju-
do Dreyfus tanto ms cuanto que estaba en jue-
go el honor del ejrcito, donde los catlicos eran
numerosos.
Los catlicos se asemejaron entonces a las li-
gas nacionalistas de extrema derecha que pare-
can poner en peligro a la repblica. En 1'398
naci el movimiento nacionalista monrquico, la
Action fran;aise, que sedujo a muchos catli-
cos. Fue el fracaso de los colaboracionistas. Pol-
ticamente victoriosos, los partidarios de Dreyfus
decidieron luchar contra los que ponan en peli-
gro a la repblica. La iglesia tuvo que pagar los
gastos.
Lt lucha contra las congregaciones
Waldeck-Rousseau, jefe del gobierno, tom
medidas contra los religiosos politizados, los
asuncionistas, y elabor luego una legislacin
contra las congregaciones que se haban multipli-
cado sin estatuto legal definido. Se les reproch
su accin poltica, sus riquezas, su rechazo de los
derechos del hombre, su influencia sobre una
134
parte de la juventud que ellos oponan a la juven-
tud republicana.
La ley del 9 de julio de 1901, muy liberal para
las asociaciones en general, haca una excepcin
con las congregaciones, que tenan que pedir una
\l\1tori'Lacin part1c\1lar a 11. cmara de dip\1tados
o al senado.
En 1902, el nuevo jefe del gobierno, Emile
Combes, antiguo seminarista convertido en furi-
bundo anticlerical, hizo de la ley sobre las asocia-
ciones una ley de combate. Cerr 3.000 estableci-
mientos escolares no autorizados. Hizo rechazar
en bloque las peticiones de autorizacin, excepto
las de algunas congregaciones misioneras (1903).
Finalmente, prohibi la enseanza a toda congre-
gacin incluso autorizada (1904). La dispersin
de las congregaciones dio lugar a escenas peno-
sas, por ejemplo cuando la expulsin de los car-
tujos. Los religiosos y las religiosas tuvieron que
cerrar sus escuelas, volver al estado laico o expa-
triarse. Fue un drama para las religiosas y religio-
sos secularizados ancianos y sin recursos.
El anticlericalismo se desencaden en un gra-
do nunca alcanzado. Parias en la administracin,
en la enseanza y en el ejrcito, los catlicos
practicantes eran fichados y vigilados. Las proce-
siones se vieron a veces atacadas, y murieron al-
gunos en ellas. En las placas de las calles, los
santos tuvieron que ceder su lugar a los hroes de
la repblica y de la ciencia...
La separacin de la iglesia y del estado
El concordato subsista, pero qu significaba
en semejante contexto? Varios asuntos de poca
importancia ocasionaron la ruptura de relaciones
diplomticas entre Francia y el Vaticano (julio
1904). Se orientaron hacia la separacin. Los ca-
tlicos se empeaban en el concordato por razo-
nes doctrinales y financieras. Algunos partidarios Q
de la separacin queran hacer de ella una mqui- e
na de descristianizacin. Otros, en particular el
relator de la ley, Aristide Briand, deseaban una
separacin moderada que acabara con la lacra del
LA SEPARACION DE LA IGLESIA Y DEL ESTADO
EN FRANCIA (1905)
@El laicismo combativo del diputado socialista Maurice Allard (10 abril 1905)
Hay que decirlo muy alto: hay incom- proseguir la idea de la Convencin y remos descristianizar a este pas?
patibilidad entre la iglesia, el catolicis- acabar la obra de descristianizacin de Por qu luchamos contra las religio-
mo y hasta el cristianismo por un lado y Francia que se llevaba a cabo con toda nes? Luchamos contra las religiones
cualquier rgimen republicano por tranquilidad y felizmente hasta el da porque creemos, lo repito, que son un
otro. El cristianismo es un ultraje a la en que Napofon concluy su concor- obstculo permanente al progreso y a
razn, un ultraje a la naturaleza. Por dato... Por qu nosotros, los republi- la civilizacin...
eso declaro francamente que deseo canos y sobre todo los socialistas, que-
@ La ley de separacin (9 diciembre 1905)
Art. 1. La repblica asegura la Iiber- Art. 2. La repblica no reconoce, ni
tad de conciencia. Garantiza el libre paga salario, ni subvenciona a ningn
ejercicio de cultos con slo las restric- culto. Por tanto, a partir del 1 de enero
ciones dictadas a continuacin en inte- que siga a la promulgacin de la pre-
rs del orden pblico.
@ La encclica Vehementer (11 febrero 1906) de Po X
Esta tesis de la separacin es la ne- Las disposiciones de la nueva ley
gacin del orden sobrenatural. En van en contra de la constitucin segn
efecto, limita la accin del estado tan la cual la iglesia fue fundada por Jesu-
slo a la prosecucin de la prosperidad cristo... Esta iglesia es por esencia una
pblica durante esta vida, que no es sociedad desigual, es decir, una socie-
sino la razn prxima de las socieda- dad que comprende dos categoras de
des polticas; y no se ocupa de ningn personas, los pastores y el rebao...
modo, como si le fuera extraa, de su Estas categoras son tan distintas en-
razn ltima que es la bienaventuran- tre s que slo en el cuerpo pastoral
za eterna... residen el derecho y la autoridad nece-
sente ley, se suprimirn de los presu-
puestos del estado, de los departa-
mentos y de los municipios, los gastos
relativos al ejercicio de los cultos.
saria para promover y dirigir a todos
los miembros hacia el fin de la socie-
dad; la multitud no tiene ms deber
que el de dejarse conducir y seguir co-
mo dcil rebao a sus pastores.
Textos Citados en J M Mayeur, La separatlon de
I'gllse et de letal Julliard, Pans 1966
@ anticlericalismo. La ley de separacin se promul-
g el 9 de diciembre de 1905. Reconoca la liber-
tad de conciencia y suprima el presupuesto de
cultos. Los bienes de la iglesia se entregaban a
asociaciones cultuales formadas por los fieles de
las diversas confesiones.
El concordato de 1801 qued abolido de ma-
nera unilateral, ya que no haba sido consultada
la otra parte firmante, el papa. Po X conden la
ley, primero en el plano de los principios en la
encclica Vehementer (febrero de 1906) y luego @
(agosto 1906) prohibiendo la constitucin de
asociaciones cultuales que no tuvieran en cuenta
la organizacin jerrquica de la iglesia. Entretan-
to, el inventario de los bienes de la iglesia haba
suscitado en algunos sitios incidentes violentos.
Sin asociaciones, la iglesia tuvo que abandonar
seminarios, casas parroquiales, obispados... , que
eran entregados a las colectividades. Sin embar-
135
go, para no envenenar las cosas, las iglesias y
muchos locales parroquiales fueron dejados para
el uso de los fieles, y la colectividad atendi a su
mantenimiento.
Las ventajas de una crisis
Est&perodo dej un recuerdo doloroso a los
catlicos. La llaga tard en cerrarse. La iglesia de
Francia salio empobrecida materialmente. Las
ordenaciones disminuyeron en la mitad entre
1905 y 1914. Sin recursos, la iglesia apel a los
donativos de los fieles mediante el dinero del
culto. Algunos sacerdotes pensaron en trabajar
con sus propias manos y fundaron una alianza
de sacerdotes-obreros (1906). El clero cay a
menudo bajo la dependencia de los fieles ms
acomodados. Muchos catlicos se inclinaron ha-
cia la extrema derecha, concretamente hacia la
Action
Sin embargo, a largo plazo, la separacin tuvo
aspectos beneficiosos. Se desinfl el anticlerica-
lismo. Pero sobre todo la iglesia de Francia reco-
br su libertad, trabada hasta entonces continua-
mente por los artculos orgnicos. Los obispos
pudieron reunirse y ponerse de acuerdo en una
pastoral. La iglesia pudo construir libremente
nuevos lugares de culto y crear parroquias. La
separacin contribuy igualmente a la aproxima-
cin entre los obispos y el papa, que los designa-
ba ahora directamente.
111. DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
ALOS AOS TREINTA
1. LOS CRISTIANOS
EN LA GRAN GUERRA
A lo largo de la guerra de 1914-1918, los cat-
licos se identificaron completamente con los
objetivos de sus estados nacionales. Por cada la-
do se quiso demostrar que el hecho de ser catli-
co no impeda ser patriota. Incluso se pusieron a
veces los recursos de la religin al servicio de la
patria y de la victoria. Por ambas partes, los obis-
pos hicieron rezar por el xito de nuestras ar-
mas. De qu parte estaba Dios? Hay que decir
igualmente que las solidaridades nacionales fue-
ron ms fuertes que la Internacional socialista.
En Francia, la guerra permiti a los catlicos en-
contrar de nuevo su sitio en la comunidad nacio-
nal. Los religiosos expulsados volvieron a tomar
las armas; la solidaridad de las trincheras hizo
que se reencontraran las dos Francias. En ambos
136
campos, los catlicos se movilizaron al servicio
de los derechos de sus patrias. En Francia, mons.
Baudrillart, rector del Instituto catlico de Pars,
patrocin, adems de una obra polmica, un co-
mit de propaganda francesa en el extranjero; los
universitarios catlicos alemanes respondieron
con una obra igualmente polmica.
Las propuestas de paz
del papa Benedicto XV
Aunque no era algo absolutamente nuevo en
la historia, la Santa Sede tuvo algunas dificultades
en situarse en una guerra que opona a los cristia-
nos que solicitaban ms o menos el apoyo del
papa. La Santa Sede intent algunas acciones hu-
manitarias: intercambio de heridos, organizacin
de capellanes militares... Benedicto XV lanz nu-
merosas exhortaciones a la paz desde el comien-
zo de su pontIftcado Habna quendo ImpedIr
@que ItalIa entrase en la guerra en 1915 El 1 de
agosto de 1917, en un momento de cansancIO
general, lanz una llamada a la paz a todos los
belIgerantes haCIendo propuestas concretas y
ofrecIendo mcluso su medlacIOn La llamada del
papa fue generalmente mal acogIda Los france-
ses queran que el papa condenase a Alemama
Los mIsmos catolIcos se negaron a responder a
ella, como por ejemplo el dommlco padre Sertll- Q
langes Los catlIcos alemanes se mostraban ms ~
favorables Fmalmente, solo los socIalIstas mos-
traron CIerta benevolencIa El papa habla subestI-
mado las dIfIcultades Aquel conflIcto no podla
desembocar en un compromISO, eXIga el aplasta-
mIento del adversano.
LA IGLESIA EN LA GUERRA DE 19141918
@ Propuestas de paz
del papa Benedicto XV (1 agosto 1917)
El papa desagrad mucho a toda la opinin francesa al proponer el abandono
de las reparaciones de guerra y mostrandose ImpreCISO en la vuelta de Alsacla-
Lorena a FranCia Entre los catollcos, inclUido el clero, el sentimiento nacional fue
mas fuerte que la sumlslon tradicional al soberano pontlfce
Ante todo, el punto fundamental ha
de ser que la fuerza moral del derecho
sustituya a la fuerza matenal de las ar-
mas, de ahl un acuerdo justo de todos
por la dlsmlnUClon Simultanea y recI-
proca de los armamentos, segun re-
gias y garantlas que habna que esta-
blecer, en la medida necesana y sufl-
clente para el mantenimiento del orden
publico en cada estado, luego, en sus-
tltuclon de los ejercltos, la Instltuclon
del arbitraje, con su alta funclon paCifi-
cadora, segun normas que concertar y
sanciones que determinar contra el es-
tado que se negara, bien a someter las
cuestiones internacionales al arbitraje,
bien a aceptar las decIsiones
En cuanto a los daos que reparar y
los gastos de la guerra, no vemos otro
mediO para resolver la cuestlon que
establecer como pnnClplO general una
condonaclon total y reciproca, justifica-
da por lo demas por los Inmensos be-
nefiCIOS que se sacanan del desarme
En Jo que toca a las cuestiones tem-
tonales, como por ejemplo las que se
debaten entre Italia y Austna, entre
Alemania y FranCia, hay motivos para
esperar que, en conslderaClon de las
ventajas Inmensas de una paz durade-
ra con desarme, las partes en conflicto
querran examinarlas con dispOSIciones
conCIliadoras
@ Discurso del padre Sertillanges, dominico, sobre la paz francesa en
la iglesia de La Madeleine de Pars (10 diciembre 1917)
Santlslmo Padre, no podemos de
momento atender a vuestras llamadas
por la paz Confesamos que prolon-
gar esta guerra una sola hora sena un
cnmen, SI hubiera alguna pOSibilidad
de terminarla con un tratado tranqUili-
zador Pero (al no ser posible), nues-
tra paz no sena una paz conCIliadora
No sena la paz de los dlplomatlcos, ni
la paz de Estocolmo, ni la paz de los
soviets, ni la paz Ilusona aunque since-
ra de nuestros SOCialistas, ni siquiera
sena, y lo lamentamos con toda el al-
ma, la paz por mediO de una paterni-
dad que se lanzase en mediO de los
dos campos, sena la paz por mediO de
la guerra mas cruel y llevada hasta el
final, la paz del poder basado en la VIO-
lenCia, la paz del soldado Nosotros
somos los hijOS que dicen a veces
No, no", como el rebelde aparente
del evangelio
137
2. LOS ESFUERZOS DE CONCILlACION
EN LA POSGUERRA
La nueva Europa
Italia haba obtenido que el V a t i ~ a n o quedara
excluido de los tratados de paz, temiendo que
saliera a relucir la cuestin romana. El Vaticano
no pudo ser miembro de la Sociedad de Nacio-
nes. Los tratados de paz decepcionaron a la Santa
Sede, que los juzg orientados ms por la ven-
ganza que por la justicia con Alemania. Se habl
mucho entonces de una paz protestante, ya que
el gran estado catlico, Austria, haba quedado
hecho pedazos. Hay que observar sin embargo
que algunos estados catlicos recobraron su in-
dependencia: Polonia y los Pases Blticos. En
otro contexto, la catlica Irlanda consegua final-
mente la independencia (1921).
Conciliacin
Los diez aos que siguieron a la guerra estu-
vieron marcados por el apaciguamiento de nume-
rosos conflictos entre la iglesia y los estados. Los
papas Benedicto XV (1914-1922) YPo XI (1922-
1939) se mostraron conciliadores. Hubo incluso
un intento efmero de aproximacin a la Rusia
sovitica durante la conferencia de Gnova
(1922). La revolucin rusa (1917) haba permiti-
do la reunin de un concilio y la eleccin de un
patriarca de Mosc, Tykhon, en 1918. La Santa
Sede esperaba obtener plena libertad religiosa en
Rusia, en particular para los umatas mcorpora-
dos a Roma. Parti para Rusia una misin ponti-
ficia a llevar socorros para las vctimls de la gue-
rra civil y del hambre. Todos estos esfuerzos no
impidieron que la persecucin se abatiera sobre
todos los grupos religiosos de Rusia, siendo eli-
minados obispos y sacerdotes por millares.
En Francia, la guerra disip las antiguas dis-
putas. La cmara horizonte azul de 1919 no
volvi a las leyes laicas, sino que dese la paz
religiosa. Alsacia-Lorena, reincorporada a Fran-
138
cia, conserv su estatuto concordatario. El 16 de
mayo de 1920, fue canonizada finalmente Juana
de Arco: lleg a Roma un representante extraor-
dinario de Francia. En 1921 se restablecieron las
relaciones diplomticas entre Francia y el Vatica-
no. Finalmente, en 1924, la iglesia recobr un
apoyo legal con las asociaciones diocesanas.
Los acuerdos de Letrn (1929)
Bajo Po XI se firmaron unos quince concor-
datos con los estados, reconocimiento mutuo de
los derechos de la iglesia y de dichos estados.
Esta poltica de pacificacin encontr su corona-
miento en los tratados de Letrn (1929) que die-
ron una solucin a la cuestin romana. Estos
acuerdos firmados con Mussolini, que esperaba
de ellos el prestigio para su rgimen, abarcaban
dos aspectos. En un tratado, Po XI reconoca el
reino de Italia con su capital en Roma, mientras
que Italia reconoca la soberana del papa en la
Ciudad del VatIcano, minsculo estado de 44
hectreas. Luego, un concordato regulaba las re-
laciones entre Italia y la iglesia. Comenz un
nuevo perodo en la historia del papado. Los
acuerdos de Letrn fueron reconocidos de nuevo
en 1945, y en 1984 se firm una revisin del con-
cordato.
3. DE LA DEFENSA RELIGIOSA ALA
ACCION CATOLICA
En 1924, las elecciones francesas trajeron de
nuevo al poder una mayora anticlerical: el cartel
de las izquierdas dirigido por Edouard Herriot.
El gobierno anunci la supresin de la embajada
en el Vaticano, la entrada en el rgimen comn de
Alsacia- Lorena, la aplicaCIn estricta de las leyes
sobre las congregaciones. La reaccin catlica fue
inmediata. El general de Castelnau fund la Fe-
deracin nacional catlica, que multiplic sus
reuniones por toda Francia. El gobierno tuvo
_ que dimitir por razones financieras y econmi-
@ Poltica ante todo
Mantenemos nuestro programa por
entero poltica ante todo -poltica na-
cionalista- polltrca del nacionalismo in-
tegral Y esto significa hoy que, siendo
atacada la religin en el terreno polti-
co, hay que defenderla poltrcamente,
que esta defensa supone y necesita un
pensamiento continuamente presente
en el Inters de la nacin
Yo me comprometo a combatir cual-
qUier rgimen republicano La repbli-
ca, en Francia, es el reinado del ex-
@ Condenacin por Po XI
No est permitido a los catlicos, de
ninguna manera, adhenrse a las em-
presas y en cierto modo a la escuela
que ponen los Intereses de los partidos
por encima de la religin y la obligan a
someterse a ellos
@ Non possumus
Es atrozmente doloroso para los ca-
tlicos sinceros encontrarse en la SI-
tuacin en que estamos Es penoso
para unos hiJos verse obligados a re-
Sistir a las indicaCiones de un padre
El padre que pide a su hiJo que mate o,
lo que es lo mismo, que deje matar a
LA ACTION FRANCAISE
tranJero El esplrltu republicano desor-
ganiza la defensa nacional y favorece
las influenCias religiosas directamente
hostiles al catoliCismo tradicional Hay
que darle a Francia un rgimen que
sea francs.
Por tanto, nuestro niCO porvenir es
la monarqua, tal como la personifica el
heredero de los cuarenta reyes que, en
mil aos, hiCieron a Francia Slo la
monarqua asegura la salvaCin pbli-
ca y, respondiendo del orden, previene
los males pblicos que denuncian el
antisemitismo y el nacionalismo
No est permitido a los catlicos
sostener, estimular y leer los peridI-
cos publicados por hombres cuyos es-
Critos, apartndose de nuestro dogma
y de nuestra moral, no pueden eludir la
desaprobacin proponiendo a sus
su madre, puede ser escuchado con
respeto, pero no puede ser obedecido
Rechazndolo, no podemos dejar de
ser buenos catlicos, obedecindolo,
dejamos de ser buenos franceses, en
un tiempo en que Francia, enfrentada
con los peores peligros y traicionada
SI no hubieran tenido su republlca,
habran podido los Judos dar esta ley
de separacin?
Charles Maurras Polltlque rellgleuse (1912)
lectores, sobre todo adolescentes y J-
venes, cosas en las que encontraran
ms de una ocasin de detrimento es-
pIritual
PIO XI AlOCUCIn consIstorial
del 20 dIciembre 1926
por su gobierno, tiene necesidad del
coraje, de la inteligencia y de la ener-
ga de todos sus hiJos No traicionare-
mos a nuestra patria Non possumus
L AcMn francalse (24 diciembre 1926)
caso Pero, por otra parte, el anticlencahsmo vol-
vi a notarse en la poblacIn.
La condenacin de la Action
MovimIento y pendIco, la Action
se, aparecida en 1898, tena como programa un
nacionalismo llevado hasta el extremo, la opaSI-
cin a la repblIca y el retorno de la monarqua,
as como un antisemitismo obstinado. Maurras,
su fundador, no era cnstIano, pero admiraba la @
organizacin de la iglesia que haba neutralizado
los fermentos revolucionarios del evangelio. Mu-
chos catlIcos se adhineron o simpatizaron con
el mOVImIento, consIderado como un aliado con-
tra la repblica perseguidora. En 1914 se pens
139
ya en condenarlo en Roma. Despus de la guerra,
el movimiento progres entre los eclesisticos,
seminaristas franceses de Roma, cardenales, obis-
pos y sacerdotes. Po XI se inquiet por el paga-
nismo de un movimiento que lo subordinaba to-
do a la poltica y que por otra parte se opona a la
voluntad de conciliacin de la Santa Sede.
A peticin del papa, pero de mala gana, el
cardenal Andrieu, arzobispo de Burdeos, conde-
n la Action en una carta poco afor-
tunada (27 agosto 1926). Po XI aprob esta car-
ta, y el 20 de diciembre de 1926 pronunci una
condenacin ms explcita: los catlicos no po-
e dan adherirse a la Action Esta ex-
pres su rechazo absoluto de la condenacin. En
marzo de 1927, Roma pronunci sanciones con-
tra los que se negaban a someterse: privacin de
sacramentos, dimisiones de obispos y de un car-
denal... El asunto provoc penosos dramas de
conciencia. Se habl de dureza y de injusticia. Sin
embargo, las consecuencias fueron importantes
para la iglesia de Francia. La condenacin liber
a los catlicos de las estrecheces de la defensa
religiosa. Hubo un segundo colaboracionismo.
Los catlicos fueron invitados a aceptar el mun-
do poltico y social tal como era. Los caminos
estaban abiertos a la Accin catlica.
Nacimiento de la Accin catlica
El trmino de Accin catlica tiene significa-
ciones diversas. A veces bajo esta expresin se ha
englobado todo el conjunto de obras o de activi-
dades de los catlicos, pero el trmino significa
ms concretamente una accin especfica de los
laicos, complementaria a la del clero y en unin
con ella. Esta accin tiene su fuente en el bautis-
mo. No consiste solamente en tareas materiales al
servicio de la iglesia y del clero, sino en un anun-
cio del evangelio en un mundo que no es o que ha
dejado de ser cristiano, en una recristianizacin
de la vida personal, social y poltica.
La Asociacin catlica de la juventud france-
sa (ACJF), fundada por Albert de Mun en 1886,
140
propona a los jvenes de la burguesa una recris-
tianizacin de la sociedad, mediante una vida de
piedad, de crculos de estudio y de acciones pre-
cisas. La novedad de los aos 1925-1935 fue el
nacimiento de una Accin catlica especializada.
En 1925, un sacerdote belga, el abate Cardijn,
lanz la Juventud obrera cristiana, y el ao si-
guiente en Francia el abate Gurin reuni un pri-
mer equipo de jvenes obreros en Clichy. En
1927 se fund el peridico La Jeunesse ouvrie- S
re. La JOC es un movimiento eclesial que tiene
una perspectiva de evangelizacin. Tiene en
cuenta a un ambiente descristianizado, el mundo
obrero, y lo mira tal como es para que cada joven
obrero cristiano pueda dar all testimonio de Je-
sucristo. De ah la clebre triloga: ver, juzgar,
actuar. No se trata en primer lugar de hacer
aplicar unos principios universales a prion, sino
de partir de la realidad vivida. Este apostolado se
lleva a cabo por contacto ambiental. Hay que
considerar a la persona total, al cristiano y al
trabajador. Si el trabajador est descristianizado,
es porque lo ha deshumanizado su trabajo; por
tanto, hay que cambiar el ambiente.
Despus de la JOC, naci una serie de movi-
mientos de juventud especializados: JAC (juven-
tud agrcola cristiana, 1929), JEC (juventud estu-
diantil cristiana, 1930), etc. A cada movimiento
masculino corresponde un movimiento femeni-
no.
En otros pases se tiene una concepcin ms
global de la Accin catlica, por ejemplo en Ita-
lia. Po XI, el papa de la Accin catlica, le dio
una base doctrinal, definindola como una par-
ticipacin de los laicos en el apostolado jerrqui-
co, o tambin como el apostolado de los fieles
que, bajo la direccin de sus obispos, prestan su
concurso a la iglesia de Dios y completan en cier-
to modo su ministerio pastoral.
Catlicos de los aos treinta
Se ha hablado de una edad de oro del catoli-
cismo francs por los aos treinta. Tras la lenti-
LA ACCION CATOLlCA ESPECIALIZADA
Y La juventud obrera cristiana
La JOC francesa publIca qUlncenalmente La Jeunesse ouvnere", con una
tIrada de 150 000 ejemplares en 1938 Este penodlca propone a los jovenes
obreros una sene de artIculas relatIvos a la educaclon conocImIento de las tecm-
cas modernas, prevenclOn de los accIdentes de trabajo, leglslaclon Los edlto-
nales traducen el gran entusIasmo de los comIenzos del movImIento
El abate
Joseph CarellJn
El ambiente de trabajo deSCristiani-
zado pervierte, corrompe, aplasta al jO-
ven obrero y muchas veces forja en el
un alma que ya no reacciona
Mientras sigan esas condiciones de
trabajo, no alcanzaremos nuestro obje-
tivo, mientras no se modifique esta Sl-
tuaclon, no habremos cumplido nues-
tra tarea No es un simple problema
de acclon Individual, es el problema
profundo de una InverSlon completa de
las condiciones de vida de esta masa
Inmensa y poderosa que es el proleta-
nado obrero
El porvenir joclsta esta en su desa-
rrollo normal mediante la acclon pro-
funda de nuestra JOC, para elevar la
clase obrera, para hacer que la vida
obrera, la cultura obrera, el arte obrero
sean algo que se Imponga e Irradie co-
mo una verdad libremente reconocI-
da El porvenir de la JOC se conse-
gUlra cuando la clvlllzaClon obrera y
Cristiana sea un hecho, como lo fue
cuando hubo una clvlllzaclon feudal y
cnstlana El porvenir de la JOC es toda
la clase obrera vIviendo en un ambien-
te que santifique las almas y defienda
los cuerpos, que proteja a los indivI-
duos y a las familias El porvenir de la
JOC es la clase obrera para Cnsto
Hace tres aos, habla 4 joclstas
Dentro de tres aos, seran 40 000 los
joclstas En el futuro, seran toda la cia-
se obrera
Jean Mondange, La Jeunesse ouvnre
(15 noviembre 1929)
MI amblclon, mi Ideal, es parecerme
a Cnsto, entregarme a miS hermanos
como el, amarlos como el los amo
SI encuentras este lenguaje mlstlco,
piensa en los camaradas comunistas
que nos dicen que llevan en ellos la
clase obrera del maana, el mundo en
marcha haCia la luz y la fraternidad
(IAy, a traves del OdIO
I
)
Con la mano tendida, vayamos jun-
tos haCia todos los jovenes trabaJado-
res aislados y engaados, sobre todo
haCia los que aplasta el desanimo, los
que corren el peligro de zozobrar en el
asco de ViVIr y en la Inmoralidad Al
final, salvaremos a nuestra clase obre-
ra
Georges QUlclet La Jeunesse ouvnre
(1 diCiembre 1929)
@ Confirmacin pontificia: la evangelizacin del ambiente por el ambiente
Como en otras epocas de la hlstona
de la Iglesia, nos enfrentamos con un
mundo que ha caldo en gran parte en
el paganismo Para conducir de nuevo
a Cnsto en su Integndad a esas diver-
sas clases de hombres que han rene-
gado de el, hay que seleccionar y for-
mar ante todo en su mismo seno a los
auxIliares del apostolado de la Iglesia,
que les comprenden y comprenden su
mentalidad, que conocen sus aspira-
ciones y que saben hablar a Sus cora-
zones con un espmtu de amable y fra-
ternal caridad Los pnmeros apostoles,
los apostoles inmediatos de los obre-
ros tienen que ser los mismos obreros,
los apostoles del mundo Industrial y
comerciante deben ser hombres sali-
dos de esos ambientes
PIO XI Enclchca Quadrageslmo anno (1931 )
tud del tiempo de la separaClOn y las amarguras
de la condenacIn de la ActIon la
nueva generacIn catlIca se manIfIesta en una
sene de InICIativas que atestiguan una voluntad
fIrme de presenCIa en su tiempo. Los estudIantes
catlIcos se afIrman en las escuelas supenores y
en la unIversIdad, los catlIcos de la enseanza
publIca se reagrupan en la parroqUIa UnIVersIta-
na. Se desarrolla el sIndIcalIsmo cnstIano
(CFTC) Los cnstIanos estan presentes en la lIte-
141
ratura: Claudel, Mauriac, Bernanos... Los pensa-
dores laicos se interesan por los problemas reli- 'p
giosos de una forma nueva y no ya solamente en ; ,.
una perspectiva de defensa religiosa: Maritain,
Mounier, Jean Lacroix, etc. Habra que hablar
tambin del escultismo... Esto no impide las divi-
siones entre los catlicos, en particular sobre la
actitud que tener frente a los totalitarismos na-
cientes.
4. LOS CRISTIANOS FRENTE ALOS
TOTALITARISMOS
El fascismo italiano
Despus de la guerra, los catlicos italianos
pudieron participar en la vida poltica. El sacer-
dote don Sturzo (1871-1959) fund en 1919 el
partido popular italiano, la primera forma de la
democracia cristiana. El partido no tuvo tiempo
de arraigar, ya que Mussolini y los fascistas to-
maron el poder en 1922. El fascismo (de fascio,
asociaciones de antiguos combatientes) naci de
un nacionalismo herido -la guerra no haba tra-
do a Italia todo lo que esperaba-, de las dificulta-
des econmicas y desrdenes suscitados por los
movimientos huelgusticos y del miedo al bol-
chevismo. Procedentes del pequeo pueblo anti-
clerical, los fascistas se aproximaron a los conser-
vadores catlicos que teman al comunismo y
desconfiaban de una democracia poco segura.
As, pues, la opinin catlica sigui a Mussolini,
que pens en solucionar la cuestin romana. Don
Sturzo, poco sostenido por Po XI, tuvo que des-
terrarse en 1924. Los catlicos no se preocuparon
demasiado por la disolucin de todos los parti-
dos polticos en 1926. Los tratados de Letrn
(1929) reforzaron la posicin de Mussolini.
Sin embargo, el fascismo se fue mostrando
cada vez ms totalitario. Quera integrar al ciuda-
dano desde el nacimiento hasta la muerte en to-
142
das las organizaciones del partido: Tomo al
hombre cuando nace, deca Mussolini, y no lo
abandono hasta el momento en que muere, mo-
mento en que le toca al papa ocuparse de h>. Los
movimientos eclesiales resultan competitivos pa-
ra las organizaciones fascistas. En 1931 son sa- Q
queados algunos locales religiosos y quedan di- ~
sueltos varios grupos juveniles catlicos. Po XI
reacciona firmemente en la encclica Non abbia-
mo bisogno (junio de 1931). Protesta contra el
totalitarismo de estado. La iglesia debe tener los
medios de realizar su obra educadora, que es in-
dispensable. Sin embargo, el papa transige un po-
co, pidiendo a la Accin catlica que se guarde de
toda actividad poltica, sindical y deportiva.
Cuando la guerra de Etiopa (1935-1936), Po
XI no se atrevi a oponerse al nacionalismo con-
quistador del fascismo que compartan la mayo-
ra de los catlicos. L'Osservatore Romano,
diario vaticano, haba hablado tmidamente de
que la necesidad de un espacio vital no justificaba
una guerra injusta de conquista. Pero los obispos
bendijeron las banderas y los regimientos envia-
dos a Africa. El papa se content con expresar su
alegra al hacerse la paz. Los misioneros italianos
acudieron a Etiopa. Los catlicos franceses sin-
tieron cierto malestar, y as lo manifestaron. Fue-
ron censurados indirectamente mediante la desa-
paricin de la revista Sept.
El nazismo alemn
El nazismo (partido nacional socialista) naci
en el contexto de la derrota alemana, en la que las
derechas vieron la obra de agentes exteriores: los
judos, los socialistas y el bolchevismo. Hitler
agrup a los descontentos en una formacin pol-
tica y expres su ideologa en la obra Mein
Kampf (<<mi lucha): Racismo, antisemitismo,
anticristianismo son sus componentes. Movi-
miento minoritario de 1922 a 1929, el nazismo
fue condenado ampliamente por los obispos: un
cristiano no puede ser nazi.
En el contexto de la crisis econmica, Hitler
lleg al poder en enero de 1933, como un salva-
dor. Los catlicos no quisieron pasar por malos
alemanes oponindose a l. Los conservadores
catlicos (van Papen) se aproximaron a l. Te-
nan miedo de una alternativa comunista. Hitler,
que no tena la mayora absoluta, obtuvo plenos
P?deres con los votos del centro catlico, al que
hIZO naufragar unas semanas ms tarde, cuando
fueron suprimidas todas las organizaciones sindi-
cales y los partidos polticos. Los obispos haban
levantado las censuras contra el partido nazi.
Para atraerse a los catlicos, Hitler firm un
concordato general para Alemania con el Vatica-
no el 20 de julio de 1933. El cardenal Pacelli,
secretario de estado de Po XI, fue su principal
negociador. Aparentemente muy favorable a los
catlicos, el concordato era profundamente am-
big.u0' iglesia crea tener una base legal de
resIstencIa, pero el concordato contribuy a
adormecer la conciencia de los catlicos, algunos
de los cuales diran ms tarde: El concordato
nos ha roto los riones. Rpidamente se multi-
plicaron las disoluciones de movimientos catli-
cos, las calumnias contra el clero, las medidas
raciales. La verdad es que los catlicos alemanes
eran ampliamente antisemitas.
Los catlicos y los dems cristianos se queda-
ron al principio pasivos. Hubo incluso un movi-
miento de cristianos alemanes abiertamente
nazi, pero ya en 1934, bajo la inspiracin del
telogo Karl Barth y del pastor Martin Nieml-
ler, los protestantes alemanes se reunieron bajo el
nombre de iglesia confesante en un snodo
clandestino en Barmen (Wuppertal) y publicaron
una profesin de fe de resistencia al nazismo.
. Poco numerosos, algunos fueron vctimas del na-
zismo. Dietrich Bonhffer, uno de los ms cono-
cidos, colgado en 1945, tuvo una gran influencia
por sus escritos publicados despus de su muerte.
S En 1937 el papa se conmovi y reaccion con
la .encclica Mzt brennender Sorge, publicada en el
momento que la encclica sobre el comu-
nIsmo.
El comunismo ateo
Desde octubre de 1917, el socialismo tena
una patria, Rusia. La revolucin comunista tena
sus agentes, la III Internacional, el Komintern y
los partidos comunistas nacionales. Los cristia-
nos de occidente conocan un poco los aconteci-
!Uien.tos de Rusia, pero el comunismo empez a
mqUIetarles de verdad cuando se convirti en una
fuerza poltica en occidente. En 1931, la procla-
macin de la repblica en Espaa trajo las prime-
ras violencias anticlericales: la iglesia segua sien-
do poderosa y rica. Despus de unos aos ms
tranquilos, la victoria del Frente popular (reu-
nin de los partidos de izquierda) se vio acompa-
ada en febrero de 1936 de vandalismo contra las
iglesias y los conventos. El18 de julio de 1936, el
general Franco se sublev contra la repblica, y
comenz una guerra civil de tres aos: ms de un
milln de muertos. Los republicanos, entre los
los comunistas slo eran una parte, se encar-
nIzaron contra la iglesia: 2.000 iglesias quemadas,
7.000 sacerdotes asesinados. La guerra de Franco
se present como una cruzada anticomunista. La
casi totalidad de los obispos aplaudi a los nacio-
nalistas de Franco en una carta colectiva de 1937.
si la mayor parte de los catlicos espaoles
se alIaron con Franco, hubo minoras refractarias
que siguieron fieles a la repblica, como los vas-
cos, ql;le sacerdotes fusilados por los
franqUIstas. BaJO la cruzada se escondan intere-
que no siempre eran religiosos, y los procedi-
mIentos de las tropas de Franco no eran diferen-
tes de los de las tropas republicanas. Fuera de
Espaa, los catlicos estaban divididos respecto a
Franco. Bernanos, en Espaa al comienzo del
denunci las supercheras cubiertas
baJO el manto de la religin. El Vaticano conce-
di un reconocimiento de hecho al gobierno na-
cionalista en septiembre de 1937. La Alemania
nazi y la Italia fascista prestaron su ayuda a Fran-
co; las brigadas internacionales, a la repblica es-
paola.
143
FRENTE ALOS TOTALITARISMOS
S El fascismo italiano
Estamos en presencia de todo un
conjunto de afirmaciones autnticas y
de hechos no menos autnticos, que
ponen fuera de duda el propsito, ya
ejecutado en gran parte, de monopoli-
zar por entero a la juventud, desde la
primera infancia hasta la edad adulta,
S El nazismo alemn
El que toma la raza, o el poder, o el
estado, o la forma del estado, o los de-
positarios del poder, o cualquier otro
valor fundamental de la comunidad hu-
mana -cosas todas ellas que ocupan
en el orden terreno un lugar necesario
S El comunismo ateo
La lucha entre el bien y el mal, triste
herencia de la falta original, sigue ha-
ciendo estragos en el mundo... Hay
pueblos enteros expuestos a caer en
una barbarie ms tremenda que aque-
lla en la que se encontraba todava la
mayor parte del mundo a la llegada del
redentor. Este peligro tan amenazador,
para el uso pleno y exclusivo de un
partido, de un rgimen, sobre la base
de una ideologa que explcitamente se
resuelve en una propia y verdadera es-
tatolatra (adoracin del estado) paga-
na, en pleno conflicto tanto con los de-
rechos naturales de la familia como
con los derechos sobrenaturales de la
iglesia... Para un catlico, no puede
y honorable-, el que toma estas nocio-
nes para relirarlas de esta escala de
valores, incluso religiosos, y las divini-
za mediante un culto idoltrico, se de-
rriba y falsea el orden de las cosas
creado y ordenado por Dios.
El hombre, como persona, posee
derechos recibidos de Dios y que han
como habis comprendido... , es el co-
munismo bolchevique y ateo...
El comunismo es intrnsecamente
perverso y no es posible admitir en nin-
gn terreno la colaboracin con l por
parte del que quiera salvar la civiliza-
cin cristiana. Si algunos inducidos a
error cooperasen por la victoria del co-
munismo en su pas, seran los prime-
ros en caer, vctimas de su extravo; y
conciliarse con la doctrina catlica pre-
tender que la iglesia, el papa, tienen
que limitarse a las prcticas exteriores
de la religin -la misa y los sacramen-
tos- y que el resto de la educacin per-
tenece totalmente al estado.
Po XI, Encclica Non abblamo blsogno
(29 JUniO 1931)
de permanecer frente a la colectividad
fuera de todo atentado que pretenda
negarlos, abolirlos o despreciarlos.
Po XI, Encclica Mlt brennender Sorge
(14 marzo 1937).
cuanto ms se distinguen por la anti-
gedad y la grandeza de su civilizacin
cristiana las regiones en donde logra
penetrar el comunismo, ms desolador
se mostrar en ellas el odio de los sin
Dios.
Po XI, Encclica OlVml Redemptofls
(19 marzo 1937)
El frente popular en Francia
De una manera menos dramtica, los catli-
cos franceses tambin se enfrentaron con el Fren-
te popular, victorioso en las elecciones legislati-
vas de mayo de 1936. Los catlicos se vieron
cogidos entre dos fuegos: a la derecha, las ligas
como las Cruces de Fuego, a la izquierda, los
cristianos revolucionarios de Terre nouvelle,
que ponan sobre la cruz la hoz y el martillo.
Maurice Thorez, secretario del partido comunis-
ta, propuso a los cristianos una poltica de mano
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tendida, sin mucho xito. El Frente popular no
gozaba de las simpatas de la mayor parte de los
catlicos, pero no hubo lugar para una vuelta al
anticlericalismo. Los catlicos tuvieron que ha-
cer distinciones entre la doctrina comunista y los
hombres. Se plantearon la cuestin de saber si el
cristianismo y el capitalismo podan ser solida-
rios. En una entrevista en el semanario catlico
Sept, Lon Blum, jefe del gobierno, afirm la
posibilidad de una colaboracin entre los catli-
cos y el Frente popular. El ao 1936 hizo aceptar
el pluralismo poltico a los catlicos de Francia.
@ LA GUERRA CIVIL ESPAOLA
Para la mayora de los catlicos y para la Sanla Sede, la sublevacin de
Franco fue una cruzada contra el comunismo Georges Bernanos lo crey as al
pnnclplo, pero testigo en Mal/orca de las ejecuCIones sumanas perpetradas por
los franqUistas, se mdlgn contra la pseudo-cruzada y las violencias recprocas
Creo que la Cruzada espaola es
una farsa que lanza a una contra otra
dos refnegas partidistas que se haban
ya enfrentado intilmente en el plano
electoral y que habrn de enfrentarse
siempre en vano, ya que no saben lo
que qUieren y explotan la fuerza Sin sa-
ber servirse de ella
La guerra de Espaa es una olla Es
la olla de los pnnclplos verdaderos y
falsos, de las buenas intenciones y de
las malas Cuando hayan cocido Juntas
en la sangre y en el barro, veriS en
qu se han convertido, veris qu sopa
es la que habis preparado SI hay un
espectculo digno de compasin, es
precisamente el de esos pobres acu-
rrucados desde hace meses en torno a
la olla del hechicero y metiendo en ella
su tenedor alabando cada uno el trozo
que ha cogido republicanos, demcra-
tas, fascistas o antifascistas, clencales
y antlclencales, pobre gente, pobres
diablos
He ViStO, he ViStO con mis propios
oJos, he ViStO a un senCillo pueblo cns-
tlano, de tradicin pacfica, de una ex-
trema y casI excesiva sociabilidad, en-
durecerse de pronto, he ViStO endure-
cerse esos rostros, y hasta las caras
de los nios
Georges Semanos. Los grandes cementeflos
baJo la luna Alianza, Madrid 1986
Po XI contra los totalitarismos
Hemos evocado anteriormente la protesta de
Po XI contra los abusos del fascismo en la enc-
eclica Non abbtamo btsogno (1931). Po XI tom
posicin contra el nazismo y el comunismo en
dos encclicas publicadas con slo unos das de
intervalo. La encclica sobre el nazismo, fechada
el 14 de marzo de 1937, pas secretamente a Ale-
mania y fue leda desde el plpito el 21 de marzo
8 siguiente. Esta encclica, Mtt brennender Sorge,
redactada en parte por el cardenal alemn Faul-
haber y el cardenal Pacelli, condena categrica-
mente el racismo, el antisemitismo y la idolatra
del estado y denuncia las mltiples violaciones
e del concordato. La encclica Dtvtm Redemptons,
del 19 de marzo de 1937, condena el comunismo
ateo como intrnsecamente perverso y prohbe
, toda colaboracin con l. El papa invita a referir-
se a la doctrIna social de la iglesia para encontrar
una respuesta a los problemas SOCiales.
La opinin de la poca fue ms sensible a la
condenaCin del comunismo, peligro universal,
que a la del nazismo que pareca ms bien un
asunto local. Po XI se dispona a poner una vez
ms en guardia a los obispos italianos contra el
fascismo en febrero de 1939, cuando muri. En
su discurso inacabado evocaba la persecucin de
Nern calumniador de los cristianos... Unos me-
ses ms tarde, los totalitarismos hacan explotar
la segunda guerra mundial.
LECTURAS
J Roger, Ideas polttcas de los cat!tcos franceses
C S.LC, Madnd 1951
L. von Ranke, Htstona de los papas en los ttempos moder-
nos Fondo Cultura Econmica, MXICO 1951
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