TS Civil REC 245.2012 Tribunal Español

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Roj: STS 247/2014

Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Civil


Sede: Madrid
Sección: 991
Nº de Recurso: 245/2012
Nº de Resolución: 835/2013
Fecha de Resolución: 06/02/2014
Procedimiento: CIVIL
Ponente: RAFAEL SARAZA JIMENA
Tipo de Resolución: Sentencia

Encabezamiento
TRIBUNAL SUPREMO Sala de lo CivilPLENO

Presidente Excmo. Sr. D. Francisco Marín Castán

SENTENCIA

Sentencia Nº: 835/2013Fecha Sentencia :


06/02/2014CASACIÓNRecurso Nº : 245/2012 Fallo/Acuerdo: Sentencia
DesestimandoVotación y Fallo: 16/12/2013Ponente Excmo. Sr. D. : Rafael Sarazá
JimenaProcedencia: Sección 10.ª de la Audiencia Provincial de ValenciaSecretaría
de Sala : Ilma. Sra. Dña. Mª Teresa Rodríguez VallsEscrito por : MRP

Gestación por sustitución. Impugnación de resolución de la


Dirección General de los Registros y del Notariado que acordó la inscripción
en el Registro Civil español de la filiación de unos menores nacidos tras la
celebración de un contrato de gestación por sustitución a favor de los padres
intencionales, determinada por las autoridades de California con base en la
legislación de dicho estado. Reconocimiento de decisión extranjera. Es
necesario que no sea contraria al orden público internacional español,
entendido como el sistema de derechos y libertades individuales garantizados
en la Constitución y en los convenios internacionales de derechos humanos
ratificados por España, y los valores y principios que estos encarnan.
Infracción de normas destinadas a evitar que se vulneren la dignidad de la
mujer gestante y del niño, mercantilizando la gestación y la filiación,
"cosificando" a la mujer gestante y al niño, permitiendo a determinados
intermediarios realizar negocio con ellos, posibilitando la explotación del
estado de necesidad en que se encuentran mujeres jóvenes en situación de
pobreza y creando una especie de "ciudadanía censitaria" en la que solo
quienes disponen de elevados recursos económicos pueden establecer
relaciones paterno-filiales vedadas a la mayoría de la población. Inexistencia
de trato discriminatorio. La razón de la denegación de la inscripción de la
filiación no es que la misma estuviera determinada a favor de un matrimonio
de dos varones, sino que estaba determinada por la celebración de un
contrato de gestación por sustitución. Interés superior del menor. Concepto
jurídico indeterminado que en casos como este tiene la consideración de
"concepto esencialmente controvertido" al expresar un criterio normativo
sobre el que no existe unanimidad social. La aplicación de la cláusula general
de la consideración primordial del interés superior del menor no permite al
juez alcanzar cualquier resultado. La concreción de dicho interés del menor
debe hacerse tomando en consideración los valores asumidos por la sociedad
como propios, contenidos tanto en las reglas legales como en los principios
que inspiran la legislación nacional y las convenciones internacionales, no los
personales puntos de vista del juez; sirve para interpretar y aplicar la ley y
colmar sus lagunas, pero no para contrariar lo expresamente previsto en la
misma. Debe ponderarse con los demás bienes jurídicos concurrentes, como
son el respeto a la dignidad e integridad moral de la mujer gestante, evitar la
explotación del estado de necesidad en que pueden encontrarse mujeres
jóvenes en situación de pobreza, o impedir la mercantilización de la gestación
y de la filiación. La protección del interés superior de los menores no puede
fundarse en la existencia de un contrato de gestación por sustitución y en la
filiación a favor de los padres intencionales que prevé la legislación de
California, sino que habrá de partir, de ser ciertos tales datos, de la ruptura
de todo vínculo de los menores con la mujer que les dio a luz, la existencia
actual de un núcleo familiar formado por los menores y los recurrentes, y la
paternidad biológica de alguno de ellos respecto de tales menores. Voto
particular suscrito por cuatro magistradosCASACIÓN Num.: 245/2012
Ponente Excmo. Sr. D.:Rafael Sarazá JimenaVotación y
Fallo:16/12/2013Secretaría de Sala:Ilma. Sra. Dña. Mª Teresa Rodríguez
Valls

TRIBUNAL SUPREMO Sala de lo CivilPLENO

SENTENCIA Nº:835/2013

Excmos. Sres.:

D. Francisco Marín Castán

D. José Ramón Ferrándiz Gabriel

D. José Antonio Seijas Quintana

D. Antonio Salas Carceller

D. Francisco Javier Arroyo Fiestas

D. Ignacio Sancho Gargallo

D. Francisco Javier Orduña Moreno

D. Rafael Sarazá Jimena

D. Sebastián Sastre Papiol

En la Villa de Madrid, a seis de Febrero de dos mil catorce.

La Sala Primera del Tribunal Supremo, constituida en Pleno, ha


visto el recurso de casación núm. 245/2012 , interpuesto por D. Estanislao y D. Gines ,
representados ante esta Sala por el Procurador D. Jorge Deleito García, contra
laSentencia núm. 826/2011, de 23 de noviembre, dictada por la Sección Décima de la
Audiencia Provincial de Valencia en el recurso de apelación núm. 949/2011, dimanante
de las actuaciones de juicio ordinario núm. 188/2010, seguidas ante el Juzgado de
Primera Instancia núm. 15 de la misma ciudad. Ha sido parte recurrida la
ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO, representada por el Abogado del Estado.
Asimismo, ha sido parte el MINISTERIO FISCAL.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO .-El Ministerio Fiscal presentó en el Decanato de los
Juzgados de Valencia, con fecha 28 de enero de 2010, demanda de juicio ordinario
contra la "DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO", D. Estanislao
y D. Gines , que, una vez repartida, tuvo entrada en el Juzgado de Primera Instancia
núm. 15 y fue registrada con el núm. PO 188/2010, cuyo suplico pedía «[...], se dicte
en su día una sentencia por la que se declare que, al infringirse directamente un
precepto incluido en la Ley Española (Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre Técnicas de
Reproducción Humana Asistida, artículo 10), el contenido de dicha resolución es
contrario al orden público español y no procede el acceso al Registro Civil español de
los hechos en su virtud inscritos, por lo que deberá acordarse su cancelación.»

SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda, se acordó emplazar


a los demandados para su contestación.

La Procuradora D.ª Ana Ballesteros Navarro, en nombre y


representación de D. Estanislao y D. Gines , en su escrito de contestación a la
demanda, suplicó al Juzgado: «[...] dicte en su día Sentencia, desestimando la
demanda, con expresa imposición de las costas a la actora.»

El Abogado del Estado, en la representación que legalmente


ostenta de la DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO, contestó a
la demanda y suplicó al Juzgado: «[...] dictar Sentencia por la que se desestime la
demanda y se confirme la resolución de la Dirección General de Registros y
Notariado.»

TERCERO.- Tras seguirse los trámites correspondientes, el


Magistrado-Juez de Primera Instancia núm. 15 de Valencia dictó la sentencia núm.
193/2010, de 15 de septiembre, cuya parte dispositiva disponía: «Fallo: Que
estimando íntegramente la demanda interpuesta por el Ministerio Fiscal contra la
resolución de la DGRN de fecha 18 de febrero de 2009, debo dejar sin efecto la
inscripción de nacimiento por ella realizada en el Registro Civil Consular de Los Ángeles
de los menores Ricardo y Victoriano con las menciones de filiación de la que resulta
que son hijos de Estanislao y Gines y en su consecuencia debe procederse a la
cancelación de la inscripción.»

Tramitación en segunda instancia

CUARTO.- La Procuradora de D. Estanislao y de

D. Gines interpuso recurso de apelación contra la sentencia


dictada en primera instancia.
QUINTO.- De la interposición del recurso de apelación se dio
traslado a las demás partes personadas, para que pudieran presentar escrito de
oposición al citado recurso o, en su caso, de impugnación de la resolución apelada.
Únicamente, el Ministerio Fiscal se opuso al recurso de apelación interpuesto.

SEXTO.- Laresolución del recurso de apelación correspondió a la


sección décima de la Audiencia Provincial de Valencia, que lo tramitó con el núm. de
rollo 949/2011y tras seguir los correspondientes trámites dictó lasentencia núm.
826/2011, de 23 de noviembre, cuya parte dispositiva disponía: «Fallamos: En
atención a todo lo expuesto, la sección décima de la Audiencia Provincial de Valencia,
en nombre de su Majestad el Rey ha decidido:

» Primero.-Desestimar el recurso de apelación interpuesto por los


demandados contra la sentencia dictada por el Juzgado de 1ª Instancia número 15 de
Valencia el día 15 de septiembre de 2010.

» Segundo.- Confirmar la citada sentencia.

» Tercero.- No hacer expresa imposición de las costas de la


alzada.»

Interposición y tramitación del recurso de casación

SÉPTIMO.- La representante procesal de D. Estanislao y de D.


Gines formalizó, al amparo de lo establecido en losartículos 477 y siguientes de la Ley
de Enjuiciamiento Civil, recurso de casación contra laSentencia núm. 826/2011, de 23
de noviembre, dictada en apelación, por la sección décima de la Audiencia Provincial de
Valencia, y basó su interposición en único motivo, que a continuación se transcribe:
«Infracción delart. 14 CE, por vulneración del principio de igualdad, en relación con el
derecho a la identidad única de los menores y al interés superior de los menores
consagrado en la Convención de Derechos del Niño, hecha en Nueva York el 2 de
noviembre de 1989.»

OCTAVO.- La Audiencia Provincial remitió las actuaciones a esta


Sala, con emplazamiento de las partes. Personadas éstas a través de los
representantes procesales mencionados en el encabezamiento de esta resolución se
dictó Auto de 16 de mayo de 2012, cuya parte dispositiva decía: «La Sala acuerda:

»1°) Admitir el recurso de casación interpuesto po r la


representación procesal de Don Estanislao y de Don Gines , contra laSentencia dictada,
con fecha 23 de noviembre de 2011, por la Audiencia Provincial de Valencia (Sección
10ª), en el rollo de apelación nº 949/2011, dimanante de los autos de juicio ordinario
nº 188/2010, del Juzgado de Primera Instancia nº 15 de Valencia.

» 2°) Y entréguese copia del escrito de interposici ón del recurso


formalizado, con sus documentos adjuntos, a la parte recurrida personada ante esta
Sala, para que formalice su oposición por escrito, en el plazo de veinte días, durante
los cuales estarán de manifiesto las actuaciones en la secretaría y transcurrido dicho
plazo, a los mismos fines, dése traslado de las actuaciones al Ministerio Fiscal.»
NOVENO.- El Abogado del Estado no presentó escrito de
oposición al recurso de casación, por lo que se pasaron las actuaciones al Fiscal, quien
interesó la desestimación del recurso.

DÉCIMO.- Se tuvo por formalizada la oposición y al no haber


solicitado todas las partes la celebración de vista, quedó el recurso pendiente de vista
o votación y fallo.

UNDÉCIMO.- Mediante providencia de 5 de diciembre de 2012,


se señaló para votación y fallo el día 18 de diciembre de 2012, se designó Ponente al
Excmo. Sr. Magistrado D. José Antonio Seijas Quintana y, advertida la posibilidad de
que la resolución que hubiera de recaer en el presente recurso pudiera formar
doctrina, se acordó someter su conocimiento al Pleno.

DUODÉCIMO.- Debido al número de asuntos señalados para


conocimiento del Pleno, así como a la complejidad de los mismos, el recurso de
casación núm. 245/2012 no fue objeto de deliberación en la fecha referida, por lo que,
se señaló nuevamente para votación y fallo por el Pleno de la Sala el día 16 de
diciembre de 2013, fecha en la que tuvo lugar.

DECIMOTERCERO.- En el curso de la misma, el Excmo. Sr. José


Antonio Seijas Quintana mostró su disconformidad con el voto de la mayoría y declinó
la redacción de la resolución, anunciando voto particular, por lo que el Presidente de la
Sala encomendó la redacción de la sentencia al Magistrado que es ponente en este
trámite.

Ha sido ponente el Excmo. Sr. D.Rafael Sarazá Jimena ,


Magistrado de Sala, que expresa la opinión mayoritaria de la Sala.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.-Antecedentes del caso

1.- Los hechos fundamentales para comprender la


cuestión que es objeto del recurso, tal como han sido fijados en la instancia, son los
que a continuación se exponen resumidamente.

Los hoy recurrentes, dos varones españoles


casados entre sí en 2005, solicitaron en el Registro Civil consular de Los Ángeles
(California, Estados Unidos) la inscripción de nacimiento de dos hijos, nacidos en dicho
estado norteamericano el 24 de octubre de 2008 mediante "gestación por sustitución".
Adjuntaron a la solicitud documentos consistentes en certificados de nacimiento de los
menores expedidos por la autoridad registral de California, en los que aparecían como
hijos de los solicitantes.

2.- El encargado del Registro Civil consular denegó


la inscripción solicitada, con invocación de la prohibición de la denominada "gestación
por sustitución" establecida en elart. 10 de la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre
Técnicas de Reproducción Humana Asistida.

3.- Los interesados interpusieron recurso ante la


Dirección General de los Registros y del Notariado, en el que solicitaron la revocación
de la decisión del Encargado del Registro Civil consular de Los Ángeles y la inscripción
de los menores en el Registro Civil español con la filiación determinada en los asientos
registrales californianos. La Dirección General dictó resolución de 18 de febrero de
2009 estimando el recurso y ordenando se procediera a la inscripción en el Registro
Civil del nacimiento de los menores tal como constaba en las certificaciones registrales
extranjeras presentadas, en las que ambos recurrentes figuraban como padres de los
nacidos. La resolución consideraba que dicha solución no vulneraba el orden público
internacional español, evitaba una discriminación por razón de sexo y protegía el
interés superior del menor.

4.- El Ministerio Fiscal presentó demanda en la que


impugnaba dicha resolución. Alegaba que la solución adoptada por el Derecho
californiano infringía directamente el art. 10 de la Ley española sobre Técnicas de
Reproducción Humana Asistida, que establecía la nulidad de pleno derecho del contrato
de gestación por sustitución, y que la filiación de los hijos nacidos por gestación por
sustitución sería determinada por el parto, quedando a salvo la posible acción de
reclamación de la paternidad respecto del padre biológico. Consideraba la demanda
que el contenido de la resolución de la Dirección General de los Registros y del
Notariado era contrario al orden público español y que por tanto no procedía la
inscripción de la filiación en ella acordada.

5.- Tanto los solicitantes de la inscripción como el


Abogado del Estado contestaron a la demanda, oponiéndose a ella. El Juzgado de
Primera Instancia núm. 15 de Valencia, al que había correspondido el conocimiento de
la demanda, dictó sentencia en la que estimó la impugnación formulada y acordó dejar
sin efecto y cancelar la inscripción de nacimiento acordada en la resolución.

6.- Los solicitantes recurrieron en apelación la


sentencia del Juzgado de Primera Instancia, y la Audiencia Provincial desestimó el
recurso. Contra esta sentencia han interpuesto recurso de casación.

7.- No se han aportado al proceso ni el contrato de


gestación por sustitución ni la sentencia del tribunal californiano atribuyendo la
paternidad a los hoy recurrentes, pero estos han admitido en sus alegaciones la
existencia del citado contrato y se ha hecho referencia a lo largo del litigio a la
existencia de tal sentencia, exigida por el Código de Familia de California.

Recurso de casación

SEGUNDO.- Enunciación del único motivo del


recurso

1.- El recurso de casación se articula en torno a un


único motivo, que se enuncia del siguiente modo: ««Infracción delart. 14 CE, por
vulneración del principio de igualdad, en relación con el derecho a la identidad única de
los menores y al interés superior de los menores consagrado en la Convención de
Derechos del Niño, hecha en Nueva York el 2 de noviembre de 1989».
2.- Los argumentos que se esgrimen como
fundamento del motivo son, resumidamente, los siguientes:

1) No permitir la inscripción en el Registro Civil


español de la filiación por naturaleza de los sujetos nacidos en California a favor de dos
varones resulta discriminatorio.

2) Privar de su filiación a los menores vulnera el


interés del menor, pues (i) perjudica su posición jurídica y les deja desprotegidos; (ii)
los recurrentes, como personas que han manifestado su consentimiento inicial a ser
padres son los mejores padres por naturaleza que los menores pueden tener, frente a
la mujer que los dio a luz, que asumió su papel de mera parte en un contrato y se
limitó a cumplir con las prestaciones asumidas en el mismo; (iii) el menor tiene
derecho a una identidad única que se debe respetar por encima de fronteras estatales.

3) El reconocimiento de la filiación determinada en


la certificación registral de California no contradice el orden público internacional
español, pues este impide considerar válido y ejecutar en España un contrato de
gestación por sustitución pero no el acceso al Registro Civil español de la filiación
resultante de tal contrato, que es una consecuencia última y periférica del contrato.

Se abordará en primer lugar la última de las


cuestiones planteadas para a continuación analizar las planteadas previamente.

TERCERO.-Valoración de la Sala. El
reconocimiento de decisiones extranjeras y el orden público internacional
español

1.- La cuestión objeto del proceso, tal como ha


sido planteada por las alegaciones iniciales de las partes, es si procede el
reconocimiento por las autoridades del Registro Civil español de la inscripción del
nacimiento de los menores realizada por las autoridades del estado norteamericano de
California en que se fija la filiación a favor de los hoy recurrentes. Estos solicitaron al
encargado del Registro Civil consular de Los Ángeles, la práctica de las inscripciones de
nacimiento de los menores y de la filiación aparejada a tales inscripciones, no
mediante la declaración del nacimiento sino mediante la aportación de las
certificaciones de las inscripciones ya practicadas por el organismo de California
equivalente al Registro Civil, en las que aparecían como padres los hoy recurrentes.

El Registro Civil consular denegó la inscripción pero


la Dirección General de los Registros y del Notariado, al resolver el recurso interpuesto
por los solicitantes de la inscripción, revocó la decisión denegatoria y acordó la práctica
de la inscripción con base en dichas certificaciones extranjeras y, por tanto, con la
filiación de los menores tal como resultaba de las mismas. Esa es la resolución
cuestionada por el Ministerio Fiscal en la demanda que ha dado origen a este
procedimiento.
2.- Tal como ha sido planteada la cuestión ante
este tribunal, no estamos ante un "hecho" que haya de ser objeto por primera vez de
una decisión de autoridad en España y que al presentar un elemento extranjero (el
lugar de nacimiento, cuanto menos) deba ser resuelto conforme a la ley sustantiva a la
que remita la norma de conflicto aplicable.

La técnica jurídica aplicada no es la del conflicto de


leyes, sino la del reconocimiento. Existe ya una decisión de autoridad, la adoptada por
la autoridad administrativa del Registro Civil de California al inscribir el nacimiento de
los niños y determinar una filiación acorde con las leyes californianas. Hay que resolver
si esa decisión de autoridad puede ser reconocida, y desplegar sus efectos, en concreto
la determinación de la filiación a favor de los hoy recurrentes, en el sistema jurídico
español.

Ciertamente podría cuestionarse si la decisión de


autoridad extranjera a reconocer es la de la práctica del asiento registral en el que
aparece recogida la filiación de los menores o la de la sentencia previa dictada por la
autoridad judicial que determinó tal filiación con base en el contrato de gestación por
sustitución y por aplicación de las leyes de California. Pero este problema no ha sido
planteado en ningún momento en el litigio, y no es imprescindible abordarlo para
decidir las cuestiones relevantes objeto del recurso, por lo que entrar en
consideraciones sobre el mismo cambiaría completamente los términos en que se ha
producido el debate procesal y solo obscurecería la solución del recurso.

3.- La forma en que se ha procedido al


reconocimiento del título extranjero, la certificación registral de California, es la
prevista en elart. 85 en relación al último inciso delart. 81, ambos del Reglamento del
Registro Civil.

El control en que consiste este reconocimiento se


extiende a que la certificación del Registro extranjero sea regular y auténtica, de modo
que el asiento que certifica, en cuanto a los hechos de que da fe, tenga garantías
análogas a las exigidas para la inscripción por la Ley española. Pero también ha de
extenderse a que no haya duda de la realidad del hecho inscrito y de su legalidad
conforme a la Ley española. Así lo exige elart. 23 de la Ley del Registro Civil, al que
sirven de desarrollo los preceptos reglamentarios citados. Por consiguiente, la
simplicidad en el procedimiento de reconocimiento en España de la decisión de la
autoridad administrativa extranjera encargada del Registro Civil de California no
significa que el control deba limitarse a los aspectos formales, sino que ha de
extenderse a cuestiones de fondo, en los términos en que se precisará.

4.- La pluralidad de ordenamientos jurídicos en los


diversos estados y la libre circulación de las personas hacen que cada vez sean más
frecuentes las relaciones jurídicas personales y económicas que se proyectan sobre
diversos ordenamientos, y que, consecuentemente, se planteen ante las autoridades
administrativas y judiciales cuestiones relacionadas con el reconocimiento de
situaciones jurídicas o decisiones de autoridades extranjeras.

La posibilidad de que ciudadanos y empresas elijan


entre respuestas jurídicas diferentes cuando en una relación jurídica existen contactos
con diversos ordenamientos es una realidad, y el Derecho internacional privado ha de
buscar cada vez más normas de compatibilidad entre distintos ordenamientos jurídicos
en vez de normas de supremacía que impongan un solo punto de vista.

Pero esta posibilidad de elección tiene unos límites


que, en lo que aquí interesa, vienen constituidos por el respeto al orden público
entendido básicamente como el sistema de derechos y libertades individuales
garantizados en la Constitución y en los convenios internacionales de derechos
humanos ratificados por España, y los valores y principios que estos encarnan.

De lo expuesto se deriva que la "legalidad


conforme a la Ley española" de los asientos extendidos en Registros extranjeros que
exige elart. 23 de la Ley del Registro Civil, sí bien no puede entenderse como absoluta
conformidad de estos con todas y cada una de las exigencias de nuestra legislación (lo
que haría prácticamente imposible el reconocimiento), sí ha de serlo como respeto a
las normas, principios y valores que encarnan el orden público internacional español, y
a este aspecto ha de extenderse el control en que consiste el reconocimiento de la
certificación registral extranjera (en realidad, del asiento objeto de la certificación).

Que dicha certificación registral extranjera no


produzca efectos de cosa juzgada y cualquier parte legitimada pueda impugnar ante
los tribunales españoles la inscripción en el Registro Civil español de la certificación
extranjera, como pone de relieve la resolución de la Dirección General de los Registros
y del Notariado para justificar la solución adoptada, no elimina la realización por el
encargado del Registro Civil español del control de contenido del asiento objeto de
dicha certificación, de modo que deniegue su acceso al Registro Civil español cuando
sea contrario al orden público internacional español, o deniegue el acceso de aquellos
aspectos del asiento (como el relativo a la determinación de la filiación) en los que se
observe tal contrariedad.

5.- Las normas que regulan los aspectos


fundamentales de la familia y, dentro de ella, de las relaciones paterno-filiales, tienen
anclaje en diversos preceptos constitucionales del Título I dedicado a los derechos y
deberes fundamentales: derecho al libre desarrollo de la personalidad, entendido como
la autonomía de la persona para elegir libre y responsablemente, entre las diversas
opciones vitales, la que sea más acorde con sus preferencias (art. 10.1 de la
Constitución), derecho a contraer matrimonio (art. 32), derecho a la intimidad familiar
(art. 18.1), protección de la familia, protección integral de los hijos, iguales éstos ante
la ley con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado
civil (art. 39).

También forma parte de este orden público la


protección de la infancia, que ha de gozar de la protección prevista en los acuerdos
internacionales que velan por sus derechos (art. 39.4 de la Constitución).

Asimismo, el derecho a la integridad física y moral


de las personas tiene reconocimiento constitucional (art. 15), y el respeto a su
dignidad constituye uno de los fundamentos constitucionales del orden político y de la
paz social(art., 10.1 de la Constitución).
Por tanto, todos estos derechos fundamentales y
principios constitucionales recogidos en el Título I de la Constitución integran ese orden
público que actúa como límite al reconocimiento de decisiones de autoridades
extranjeras (STC núm. 54/1989, de 23 de febrero, FJ 4º) y, en definitiva, a la
posibilidad de que los ciudadanos opten por las respuestas jurídicas diferentes que los
diversos ordenamientos jurídicos dan a una misma cuestión.

6.- Llevan razón los recurrentes cuando afirman


que las modernas regulaciones de las relaciones familiares no establecen como fuente
exclusiva de la filiación el hecho biológico, y que por tanto la determinación de una
filiación por criterios distintos a los puramente biológicos no constituye en sí una
contravención del orden público internacional español. Junto al hecho biológico existen
otros vínculos, como por ejemplo los derivados de la adopción o del consentimiento a
la fecundación con contribución de donante, prestado por el cónyuge o conviviente de
la mujer que se somete al tratamiento de reproducción asistida, que el ordenamiento
jurídico toma en consideración como determinantes de la filiación. De estos otros
posibles vínculos determinantes de la filiación resulta también que la filiación puede
quedar legalmente determinada respecto de dos personas del mismo sexo. Con ello se
reconoce que en la determinación legal de la relación de filiación tienen incidencia no
solo factores biológicos, sino también otros de naturaleza social y cultural.

Pero junto a ello, en nuestro ordenamiento jurídico


y en el de la mayoría de los países con ordenamientos basados en similares principios
y valores, no se acepta que la generalización de la adopción, incluso internacional, y
los avances en las técnicas de reproducción humana asistida vulneren la dignidad de la
mujer gestante y del niño, mercantilizando la gestación y la filiación, "cosificando" a la
mujer gestante y al niño, permitiendo a determinados intermediarios realizar negocio
con ellos, posibilitando la explotación del estado de necesidad en que se encuentran
mujeres jóvenes en situación de pobreza y creando una especie de "ciudadanía
censitaria" en la que solo quienes disponen de elevados recursos económicos pueden
establecer relaciones paterno-filiales vedadas a la mayoría de la población.

Fruto de esta preocupación es, por ejemplo, la


elaboración de instrumentos legales internacionales que regulan la adopción
internacional estableciendo como principios básicos que los estados establezcan, con
carácter prioritario, medidas adecuadas que permitan mantener al niño en su familia
de origen, y la prevención de la sustracción, la venta o el tráfico de niños, que se
concreta, entre otros extremos, en que el consentimiento de la madre haya sido
prestado libremente, después del nacimiento del niño y no obtenido mediante pago o
compensación de clase alguna (considerandos introductorios y art. 4 del Convenio
relativo a la Protección del Niño y a la Cooperación en materia de Adopción
Internacional hecho en La Haya el 29 de mayo de 1993).

También responden a esta preocupación las leyes


que en los diversos países regulan las técnicas de reproducción humana asistida, y en
concreto la gestación por sustitución.

7.- Consecuencia lógica de lo expuesto es que las


normas aplicables a la gestación por sustitución o maternidad subrogada, en concreto
elart. 10 de la Ley de Técnicas de Reproducción Humana Asistida, integran el orden
público internacional español.

Ciertamente, el orden público internacional español


se caracteriza por ser un orden público "atenuado". Pero la intensidad de tal
atenuación es menor cuanto mayores son los vínculos sustanciales de la situación
jurídica con España.

En el caso objeto de este recurso, los vínculos eran


intensos puesto que de lo actuado se desprende que los recurrentes, nacionales y
residentes en España, se desplazaron a California únicamente para concertar el
contrato de gestación por sustitución y la consiguiente gestación, parto y entrega de
los niños, porque tal actuación estaba prohibida en España. La vinculación de la
situación jurídica debatida con el estado extranjero cuya decisión se solicita sea
reconocida es completamente artificial, fruto de la "huida" de los solicitantes del
ordenamiento español que declara radicalmente nulo el contrato de gestación por
sustitución, no reconoce la filiación de los padres intencionales o comitentes respecto
del niño que nazca como consecuencia de dicha gestación por sustitución (sin perjuicio
de la reclamación de paternidad que pueda efectuar el padre biológico), e incluso
tipifica ciertos supuestos como delito, también cuando la entrega del menor se ha
producido en el extranjero (art. 221.2 del Código Penal).

8.- A diferencia con lo que ocurría en el caso de


Luxemburgo en relación con la adopción monoparental, que fue objeto de lasentencia
del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de 28 de junio de 2007, caso Wagner, la
regulación que se contiene en la ley española no es excepcional en los países de
nuestro entorno jurídico más próximo, entendiendo como tal la Unión Europea. Por el
contrario, en un número considerable de ellos la gestación por sustitución no está
permitida, siendo prácticamente unánime su prohibición cuando tiene carácter
oneroso.

9.- Otras circunstancias a tomar en consideración


son que laLey de Técnicas de Reproducción Humana Asistida cuyo art. 10regula esta
cuestión es relativamente reciente, pues data de mayo de 2006, y ha venido precedida
por un considerable debate social.

La ley 35/1988, de 22 de noviembre, fue tramitada


y aprobada tras la elaboración del informe de la Comisión Especial de Estudio de la
Fecundaciónin vitroy la Inseminación Artificial Humanas creada en el Congreso de los
Diputados, ante la que declararon médicos, profesores de diversas disciplinas, juristas,
etc. y que fue aprobado por el Pleno del Congreso de los Diputados el 10 de abril de
1986. Antes había existido también un grupo de trabajo sobre estas materias formado
en la Dirección General de los Registros y el Notariado, integrado por prestigiosos
juristas y académicos de otras disciplinas, que celebró varias sesiones de trabajo y
elaboró un informe.

Dadas las críticas que suscitaron diversos aspectos


de esta ley, y los problemas que los avances de las técnicas de reproducción humana
asistida habían suscitado, se promulgó una nueva ley, la 14/2006, de 26 mayo,
aplicable a este asunto por razones temporales, que sustituyó a la anterior.

Pese a este cambio legislativo, la norma aplicable a


la gestación por sustitución, el art. 10 de ambas leyes, permaneció idéntica. Su
apartado primero establece la nulidad de pleno derecho del contrato por el que se
convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la
filiación materna a favor del contratante o de un tercero. El segundo apartado prevé
que la filiación de los hijos nacidos por gestación de sustitución será determinada por
el parto (en línea con lo recomendado en el informe del Comité Ad Hoc de Expertos en
el Progreso de las Ciencias Biomédicas, CAHBI, del Consejo de Europa). Y el tercero
deja a salvo la posible acción de reclamación de la paternidad respecto del padre
biológico, conforme a las reglas generales.

10.- Lo expuesto lleva a considerar que la decisión


de la autoridad registral de California al atribuir la condición de padres al matrimonio
que contrató la gestación por sustitución con una mujer que dio a luz en dicho estado
es contraria al orden público internacional español por resultar incompatible con
normas que regulan aspectos esenciales de las relaciones familiares, en concreto de la
filiación, inspiradas en los valores constitucionales de dignidad de la persona, respeto a
su integridad moral y protección de la infancia.

11.- Los recurrentes reconocen la contrariedad al


orden público español de dicho contrato de gestación por sustitución, que impediría
considerar válido y ejecutar en España tal contrato. Pero afirman que la inscripción de
la filiación que pretenden es solamente una consecuencia "periférica" de dicho
contrato, por lo que no existe la incompatibilidad con el orden público que apreció la
sentencia de la Audiencia.

El argumento no puede estimarse, puesto que la


filiación cuyo acceso al Registro Civil se pretende es justamente la consecuencia
directa y principal del contrato de gestación por sustitución. No puede admitirse la
disociación entre el contrato y la filiación que sostienen los recurrentes.

Además, es importante tomar en consideración que


la ley no se limita a proclamar la nulidad de pleno derecho del contrato de gestación
por sustitución. También prevé cuál debe ser el régimen de la filiación del niño que sea
dado a luz como consecuencia de dicho contrato: la filiación materna quedará
determinada por el parto y se prevé la posibilidad de ejercicio de la acción de
reclamación de paternidad respecto del padre biológico.

La filiación cuyo acceso al Registro Civil se


pretende es frontalmente contraria a la prevista en elart. 10 de la Ley de Técnicas de
Reproducción Humana Asistiday, como tal, incompatible con el orden público, lo que
impide el reconocimiento de la decisión registral extranjera en lo que respecta a la
filiación que en ella se determina.

CUARTO.-Inexistencia de discriminación por


razón de sexo u orientación sexual

1.- En el recurso se alega que no permitir la


inscripción en el Registro Civil español de la filiación por naturaleza de los sujetos
nacidos en California a favor de dos varones resulta discriminatorio, porque sí es
posible inscribir la filiación a favor de dos mujeres en el caso de que una de ellas se
someta a un tratamiento de reproducción asistida y la otra sea su cónyuge (art. 7.3 de
la Ley de Técnicas de Reproducción Humana Asistida).
El argumento no se considera admisible. Los
propios recurrentes reconocen que uno y otro supuesto son diferentes, por razones
evidentes. La desigualdad sustancial entre los supuestos de hecho excluye en principio
la existencia de un trato discriminatorio por el hecho de que la consecuencia legal de
uno y otro supuesto sea diferente.

2.- En todo caso, los argumentos expuestos en la


sentencia recurrida muestran con claridad que la causa de la denegación de la
inscripción de la filiación no es que los solicitantes sean ambos varones, sino que la
filiación pretendida trae causa de una gestación por sustitución contratada por ellos en
California.

Por tanto, la solución habría de ser la misma si los


contratantes hubieran constituido un matrimonio homosexual integrado por mujeres,
un matrimonio heterosexual, una pareja de hecho, o una sola persona, hombre

o mujer.

QUINTO.- El interés superior del menor

1.- Los recurrentes alegan que privar de su filiación


a los menores vulnera el principio del interés superior del menor, pues (i) perjudica su
posición jurídica y les deja desprotegidos; (ii) los recurrentes, como personas que han
manifestado su consentimiento inicial a ser padres son los mejores padres por
naturaleza que los menores pueden tener, frente a la mujer que los dio a luz, que
asumió su papel de mera parte en un contrato y se limitó a cumplir con las
prestaciones asumidas en el mismo; (iii) el menor tiene derecho a una identidad única
que se debe respetar por encima de fronteras estatales.

2.- El art. 3 de la Convención sobre los Derechos


del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de
noviembre de 1989 y ratificada por España, establece: «En todas las medidas
concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar
social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño». Este
principio también se establece en elart. 24.2 de la Carta de Derechos Fundamentales
de la Unión Europea, tiene anclaje constitucional en elart. 39 de la Constitución
española, se recoge en la legislación interna, en concreto en la regulación de las
relaciones paterno-filiales del Código Civil y en la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de
enero, de Protección Jurídica del Menor, y ha regido la jurisprudencia de este Tribunal,
del Tribunal Constitucional y delTribunal Europeo de Derechos Humanos (sentencias de
5 de noviembre de 2002, caso Yousef contra Países Bajos,de 10 de enero de 2008,
caso Kearns contra Francia, yde 7 de marzo de 2013, caso Raw y otros contra
Francia).

3.- El interés superior del niño, o del menor, es un


concepto jurídico indeterminado, esto es, una cláusula general susceptible de
concreción que el propio legislador introduce conscientemente para ampliar los
márgenes de la ponderación judicial.
Pero en ocasiones estos conceptos jurídicos
indeterminados son lo que se ha denominado "conceptos esencialmente
controvertidos", esto es, cláusulas que expresan un criterio normativo sobre el que no
existe una unanimidad social porque personas representativas de distintos sectores o
sensibilidades sociales pueden estar en desacuerdo acerca del contenido específico de
ese criterio.

Este carácter controvertido puede predicarse del


"interés superior del menor" cuando el mismo ha de determinarse en supuestos como
el aquí enjuiciado.

4.- Los recurrentes consideran que el único modo


de satisfacer el interés superior del menor es reconocer la filiación que ha sido
recogida en el asiento registral realizado por la autoridad registral de California, esto
es, la que es consecuencia del contrato de gestación por sustitución conforme a la
legislación de dicho estado. Los padres serían los comitentes, esto es, quienes
"encargaron" la gestación del menor (en este caso, los menores, pues nacieron
mellizos). No sería madre la mujer que les dio a luz. La justificación que dan los
recurrentes es que los mejores padres son los que han manifestado su consentimiento
inicial a ser padres, mediante un contrato de gestación subrogada, y están interesados
en los menores.

Con dichos argumentos solicitan la confirmación de


la resolución de la Dirección General de los Registros y el Notariado cuya impugnación
constituye el objeto de este proceso. Esta resolución afirmó (párrafo cuarto del
fundamento de derecho quinto) que «[...] el interés superior de los menores [...] exige
que éstos queden al cuidado de los sujetos que han dado su consentimiento para ser
padres, ya que ello constituye el ambiente que asegura al niño "la protección y el
cuidado que [son] necesarios para su bienestar"».

5.- La aceptación de estos argumentos llevaría a


concluir que el legislador español, al considerar nulo de pleno derecho el contrato de
gestación por sustitución y atribuir la condición de madre a la mujer que da a luz al
niño, no reconociendo por tanto la relación de filiación respecto de los padres
intencionales o comitentes, ha vulnerado el interés superior del menor.

Asimismo, la aceptación de tales argumentos


debería llevar a admitir la determinación de la filiación a favor de personas de países
desarrollados, en buena situación económica, que hubieran conseguido les fuera
entregado un niño procedente de familias desestructuradas o de entornos
problemáticos de zonas depauperadas, cualquiera que hubiera sido el medio por el que
lo hubieran conseguido, puesto que el interés superior del menor justificaría su
integración en una familia en buena posición y que estuviera interesada en él.

La invocación indiscriminada del "interés del


menor" serviría de este modo para hacer tabla rasa de cualquier vulneración de los
demás bienes jurídicos tomados en consideración por el ordenamiento jurídico nacional
e internacional que se hubiera producido para situar al menor en el ámbito de esas
personas acomodadas.

6.- La tesis de los recurrentes no puede ser


aceptada. La cláusula general de la consideración primordial del interés superior del
menor contenida en la legislación no permite al juez alcanzar cualquier resultado en la
aplicación de la misma. La concreción de dicho interés del menor no debe hacerse
conforme a sus personales puntos de vista, sino tomando en consideración los valores
asumidos por la sociedad como propios, contenidos tanto en las reglas legales como en
los principios que inspiran la legislación nacional y las convenciones internacionales.

La aplicación del principio de la consideración


primordial del interés superior del menor ha de hacerse para interpretar y aplicar la ley
y colmar sus lagunas, pero no para contrariar lo expresamente previsto en la misma.
No hacerlo así podría llevar a la desvinculación del juez respecto del sistema de
fuentes, que es contraria al principio de sujeción al imperio de la ley que establece
elart. 117.1 de la Constitución. Hay cambios en el ordenamiento jurídico que, de ser
procedentes, debe realizar el parlamento como depositario de la soberanía nacional,
con un adecuado debate social y legislativo, sin que el juez pueda ni deba suplirlo.

7.- En el art. 3 de la Convención sobre los


Derechos del Niño, el interés superior del menor tiene la consideración de "una
consideración primordial" a la que han de atender los tribunales y demás instituciones
públicas y privadas en todas las medidas concernientes a los niños. Pero, además de lo
expuesto respecto de la pertinencia de concretar tal principio conforme a las pautas de
la legislación en la materia, ha de tenerse en cuenta que tal principio no es el único
que se ha de tomar en consideración. Pueden concurrir otros bienes jurídicos con los
que es preciso realizar una ponderación. Tales son el respeto a la dignidad e integridad
moral de la mujer gestante, evitar la explotación del estado de necesidad en que
pueden encontrarse mujeres jóvenes en situación de pobreza, o impedir la
mercantilización de la gestación y de la filiación. Se trata de principios amparados por
los textos constitucionales de nuestro país y de los de su entorno y en convenios
internacionales sobre derechos humanos, y otros sectoriales referidos a la infancia y
las relaciones familiares, como es el Convenio relativo a la Protección del Niño y a la
Cooperación en materia de Adopción Internacional, hecho en La Haya el 29 de mayo
de 1993.

8.- Es cierto que el no reconocimiento de la


filiación establecida en la inscripción registral de California puede suponer un perjuicio
para la posición jurídica de los menores. Pero no puede olvidarse que el
establecimiento de una filiación que contradiga los criterios previstos en la ley para su
determinación supone también un perjuicio para el menor. Y que la mercantilización
que supone que la filiación de un menor resulte determinada, a favor de quien realiza
el encargo, por la celebración de un contrato para su gestación, atenta contra la
dignidad del menor al convertirlo en objeto del tráfico mercantil. Es necesario por tanto
realizar una ponderación de la que resulte la solución que menos perjudique a los
menores, empleando para ello los criterios establecidos en el ordenamiento jurídico.

En línea con lo expuesto, un dato a tomar en


consideración es que el Código Civil no exige que cuando se formule una acción de
impugnación de la filiación respecto de un menor haya de fijarse simultáneamente otra
filiación alternativa, de modo que el éxito de tal acción supone privar al menor de la
filiación hasta ese momento determinada. Por tanto, la anulación de una filiación que
es contraria al ordenamiento jurídico, pese a que no se sustituya inmediatamente por
otra que sí lo sea, tiene encaje adecuado en nuestro ordenamiento jurídico, pues este
considera perjudicial para el menor, dentro de ciertos parámetros, la determinación de
una filiación que no se ajuste a los criterios legales para su fijación.

9.- Otro argumento de los recurrentes es que el


menor tiene derecho a una identidad única que se debe respetar por encima de
fronteras estatales.

Las sentencias de tribunales internacionales que se


citan en apoyo de este argumento no sirven para darle adecuado fundamento.
Mientras que en los casos enjuiciados en esas sentencias los menores tenían una
vinculación efectiva con dos estados distintos (por la diferente nacionalidad de sus
padres o por ser distinto el estado de residencia del estado de nacionalidad), en el caso
aquí enjuiciado los menores no tienen vinculación efectiva con Estados Unidos, puesto
que los recurrentes acudieron a California solo porque allí era posible concertar un
contrato de gestación por sustitución, con la consiguiente determinación de la filiación
a su favor, que en España y en los países más cercanos estaba prohibido. No existe un
riesgo real de vulneración de una identidad única.

Además, en las sentencias invocadas el bien


jurídico con el que entraba en conflicto el principio de identidad única del menor era el
principio de inmutabilidad o estabilidad de los apellidos (sentencias del Tribunal de
Justicia de la Unión Europea de 2 de octubre de 2003, asunto C-148/02,caso García
Avello, yde 14 de octubre de 2008, asunto C-353/06,caso Grunkin-Paul). Esevidente
que se trata de un bien jurídico de mucha menor importancia que los protegidos por la
prohibición de gestación por sustitución.

10.- Tampoco se vulnera el derecho al respeto de


la vida privada y familiar reconocido en elart. 8 del Convenio Europeo para la
Protección de los Derechos y de las Libertades Fundamentales. La denegación del
reconocimiento de la filiación determinada por las autoridades californianas con base
en el contrato de gestación por sustitución, siendo efectivamente una injerencia en ese
ámbito de vida familiar, reúne los dos requisitos que la justifican según elTribunal
Europeo de Derechos Humanos, sentencia de 28 de junio de 2007, caso Wagner y otro
contra Luxemburgo: (i) está prevista en la ley, pues esta exige que en el
reconocimiento de decisiones de autoridades extranjeras se respete el orden público
internacional; y (ii) es necesaria en una sociedad democrática, puesto que protege el
propio interés del menor, tal como es concebido por el ordenamiento jurídico, y otros
bienes jurídicos de trascendencia constitucional como son el respeto a la dignidad e
integridad moral de la mujer gestante, evitar la explotación de necesidad en que
pueden encontrarse mujeres jóvenes en situación de pobreza, o impedir la
mercantilización de la gestación y de la filiación.

11.- La última cuestión que ha de abordarse es la


de la desprotección en que se dejaría a los menores.

La afirmación de los recurrentes de que los


menores serían enviados a un orfanato o a los Estados Unidos carece de verosimilitud
y no está apoyada en ningún dato.

No obstante, este tribunal es consciente de que la


decisión que ha adoptado no es intrascendente en este aspecto, y que puede causar
inconvenientes a los menores cuya filiación se discute. Pero considera que la
protección de los menores no puede lograrse aceptando acríticamente las
consecuencias del contrato de gestación por sustitución suscrito por los recurrentes, tal
como fueron aceptadas por las autoridades de California con base en la legislación de
dicho estado, que admite el contrato oneroso de gestación por sustitución y que la
filiación quede determinada a favor de quienes realizan el encargo.

La protección ha de otorgarse a dichos menores


partiendo de las previsiones de las leyes y convenios aplicables en España, y de la
jurisprudencia que los interpreta y aplica, tomando en consideración su situación
actual.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, al


interpretar el art. 8 del Convenio, ha considerado que allí donde está establecida la
existencia de una relación de familia con un niño, el Estado debe actuar con el fin de
permitir que este vínculo se desarrolle y otorgar protección jurídica que haga posible la
integración del niño en su familia (sentencias de 28 de junio de 2007, caso Wagner y
otro contra Luxemburgo, yde 4 de octubre de 2012, caso Harroudj contra Francia).

El presente recurso no tiene por objeto, porque la


acción ejercitada no lo tenía y porque no se han alegado y probado los hechos que
permitirían decidirlo, adoptar una decisión sobre la integración de los menores en la
familia constituida por los recurrentes en forma distinta al pretendido reconocimiento
de la filiación fijada en el registro de California. También ha de tenerse en cuenta que
no ha resultado probado que alguno de los comitentes aportara sus gametos, pues
aunque en algún pasaje de sus alegaciones así se afirma, ni se concreta cuál de ellos lo
habría aportado, ni menos aún se prueba cual fuera el padre biológico de cada uno de
los niños. Pero de acuerdo con la jurisprudencia de este Tribunal y del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, si tal núcleo familiar existe actualmente, si los
menores tienen relaciones familiares "de facto" con los recurrentes, la solución que
haya de buscarse tanto por los recurrentes como por las autoridades públicas que
intervengan, habría de partir de este dato y permitir el desarrollo y la protección de
estos vínculos.

Existen en nuestro ordenamiento jurídico diversas


instituciones que lo permiten. El propioart. 10 de la Ley de Técnicas de Reproducción
Humana Asistida, en su párrafo tercero, permite la reclamación de la paternidad
respecto del padre biológico, por lo que si alguno de los recurrentes lo fuera, podría
determinarse la filiación paterna respecto del mismo. Asimismo, figuras jurídicas como
el acogimiento familiar o la adopción permiten la formalización jurídica de la
integración real de los menores en tal núcleo familiar.

Ha de precisarse también que, a fin de dar


cumplimiento a lo previsto en el art. 7.1 de la Convención sobre los Derechos del Niño,
conforme al cual el niño será inscrito inmediatamente después de su nacimiento y
tendrá derecho desde que nace a un nombre y a adquirir una nacionalidad, la
denegación de reconocimiento de la certificación registral de California ha de afectar
exclusivamente a la filiación en ella determinada, pero no al resto de su contenido.

12.- Lo expuesto supone que la solución alcanzada


por los tribunales de instancia realiza una ponderación adecuada de los bienes jurídicos
en conflicto tomando en consideración primordial el interés superior de los menores. La
protección de este interés no puede fundarse en la existencia de un contrato de
gestación por sustitución y en la filiación a favor de los padres intencionales que prevé
la legislación de California, sino que habrá de partir, de ser ciertos tales datos, de la
ruptura de todo vínculo de los menores con la mujer que les dio a luz, la existencia
actual de un núcleo familiar formado por los menores y los recurrentes, y la paternidad
biológica de alguno de ellos respecto de tales menores.

ElTribunal Europeo de Derechos Humanos


(sentencias de 28 de junio de 2007, caso Wagner y otro contra Luxemburgo, yde 4 de
octubre de 2012, caso Harroudj contra Francia) ha declarado que elart. 8 del Convenio
Europeo de Derechos Humanos, que establece el derecho al respeto de la vida privada
y familiar, supone obligaciones positivas para los Estados que han de interpretarse a la
luz de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas. A tal efecto,
procede instar al Ministerio Fiscal a que, de acuerdo con las funciones que le atribuye
su Estatuto Orgánico, ejercite las acciones pertinentes para determinar en la medida
de lo posible la correcta filiación de los menores, y para su protección, tomando en
consideración, en su caso, la efectiva integración de los mismos en un núcleo familiar
"de facto".

SEXTO.- Costas

De acuerdo con lo previsto en elartículo 398.1 en


relación con el394.1, ambos de la Ley de Enjuiciamiento Civil, no procede hacer
expresa imposición de las costas del recurso de casación por las serias dudas de
derecho existentes. No puede obviarse que los recurrentes están litigando en defensa
de la legalidad de una resolución de la Dirección General de los Registros y el
Notariado. También son relevantes a estos efectos los votos particulares que han sido
anunciados a esta sentencia.

Procede acordar la pérdida del depósito constituido


de conformidad con ladisposición adicional 15ª, apartado 9, de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, introducida por la Ley Orgánica 1/2009, de 3 de noviembre,
complementaria de la Ley de Reforma de la Legislación Procesal para la implantación
de la Nueva Oficina Judicial.

Por lo expuesto, en nombre del Rey y por la


autoridad conferida por el pueblo español .

FALLAMOS
1.-Desestimar el recurso de casación interpuesto por D.
Estanislao y D. Gines contra lasentencia núm. 826/2011, de 23 de noviembre, dictada
por la Sección Décima de la Audiencia Provincial de Valencia en el recurso de apelación
núm. 949/2011, dimanante de las actuaciones de juicio ordinario núm. 188/2010,
seguidas ante el Juzgado de Primera Instancia núm. 15 de la misma ciudad.

2.-No hacer expresa imposición de las costas del recurso de


casación. Acordar la pérdida del depósito constituido.

3.-Instar al Ministerio Fiscal a que, de acuerdo con las funciones


que le atribuye su Estatuto Orgánico, ejercite las acciones pertinentes para determinar
en la medida de lo posible la correcta filiación de los menores y para su protección,
tomando en consideración, en su caso, la efectiva integración de los mismos en un
núcleo familiar "de facto".

Líbrese al mencionado tribunal la certificación correspondiente,


con devolución de los autos y del rollo de Sala.

Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN


LEGISLATIVA pasándose al efecto las copias necesarias, lo pronunciamos, mandamos y
firmamosFrancisco Marín Castán, José Ramón Ferrándiz Gabriel, José Antonio
Seijas Quintana, Antonio Salas Carceller, Francisco Javier Arroyo Fiestas,
Ignacio Sancho Gargallo, Francisco Javier Orduña Moreno, Rafael Sarazá
Jimena, Sebastián Sastre Papiol. FIRMADA Y RUBRICADA.
<span class="h2">

Voto particular</span>
Con el mayor respeto para el criterio mayoritario plasmado en la
Sentencia, formuló el siguiente voto particular discrepante:

PRIMERO.- La sentencia reconduce la solución del caso a un


supuesto de reconocimiento de una decisión de autoridad administrativa extranjera, la
adoptada por el Registro Civil de California, al inscribir el nacimiento de dos hijos
nacidos en dicho Estado norteamericano el 24 de octubre de 2008 mediante "gestación
por sustitución", que había sido solicitada ante el Registro Civil Español por dos
varones españoles, casados entre si en 2005.

Los antecedentes del caso están correctamente descritos por lo


que no se va incidir en ello. Interesa, por lo que a este voto discrepante afecta, las
razones por las que se ha desestimado el recurso, con las que se discrepa: a) acceso al
Registro de la certificación expedida por la autoridad administrativa de California; b)
orden público, y c) interés superior del menor.

SEGUNDO.- El desacuerdo con el criterio mayoritario resulta de


lo siguiente:

1.-La técnica jurídica aplicable no es la del conflicto de leyes, sino


la de reconocimiento de una decisión de autoridad, la adoptada por la autoridad
administrativa del Registro Civil de California, como admite la sentencia. En lo que aquí
interesa supone, aunque parezca obvio, que existe una previa decisión de este orden
sobre filiación de dos niños nacidos tras una gestación por sustitución por lo que el
acceso de esta decisión extranjera al Registro Civil español no debería plantear
problemas sobre la ley aplicable, sino con relación al hecho del reconocimiento en
España de un documento auténtico de autoridad administrativa, en la forma que
hiciera la DGRN en la resolución que ha sido impugnada, conforme alartículo 81 del
Reglamento del Registro Civil. Esta solución estaría, además, amparada en el principio
de igualdad e interés de los menores que de hecho están siendo inscritos en los
registros civiles a partir de la inscripción aquí cuestionada.

2.-Si situamos la certificación registral en este contexto


normativo, que presupone la existencia de una resolución extranjera, que no consta,
como presupone la existencia de un contrato de gestación, que tampoco consta en la
certificación (la ilicitud de este contrato con arreglo a la normativa española constituye
el principal argumento de la demanda formulada por el Ministerio Fiscal), se habría
aplicado correctamente elartículo 81 del Reglamento del Registro Civilen el sentido de
que el documento presentado era de los que permiten la inscripción en el Registro Civil
sin necesidad de controlar su legalidad conforme a la ley española, al haberse
producido conforme a la ley californiana. Lo que se interesa es el reconocimiento de la
filiación resultante de la legislación americana, en relación con el amparo que se presta
a unos hijos de españoles, al margen de un contrato en cuya proyección no han
intervenido los menores, por lo que el instrumento contractual no puede ser la causa
de denegación del reconocimiento. En consecuencia, no resulta aplicable elartículo 10
de la Ley 14/2006, puesto que la filiación ya ha sido determinada por una autoridad
extranjera ("decisión de autoridad"), con lo que el problema se trasladaría a resolver si
estadecisióncontraría o no el orden público internacional, que es el argumento utilizado
en algunas resoluciones dictadas en países de nuestro entorno en los que este tipo de
contratos está prohibido por su legislación, algunos incluso en trámite de resolución
ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (casos Menesson y Labasse, en
Francia, y caso Paradiso y Capanelli, en Italia), y ver si puede ser introducida en el
orden jurídico español para surtir en España los efectos legales correspondientes.

3.-Se discrepa abiertamente de lo que sostiene la mayoría sobre


la vulneración del orden público.

En primer lugar, si bien el legislador español considera nulo el


contrato de gestación por sustitución, tanto con precio como sin él, ha de diferenciarse
la admisión de estas prácticas en España, que en el momento actual son ilegales, de
sus efectos cuando provienen de un Estado en el que se admiten y tienen eficacia
vinculante basada en la jurisprudencia emanada de su Tribunal Supremo (case law),
en línea con el informe de la Conferencia de Derecho Internacional Privado de la Haya
10 de marzo de 2012, sobre los problemas de los contratos de gestación subrogada en
el ámbito internacional, porque lo que se somete a la autoridad española no es la
legalidad del contrato,sino el reconocimiento de una decisión extranjera válida y
legal conforme a su normativa. La denegación de este reconocimiento solo podría
producirse cuando se contraría el orden público entendido desde el interés superior del
menor. El orden público en esta materia no debe valorarse desde la perspectiva de la
contrariedad con la normativa interna, sino desde la consideración que merezca la
tutela del interés del menor (como ocurre en materia de adopciones internacionales),
cuya normativa reguladora tiene también características de orden público y debe ser
observada necesariamente por los jueces y tribunales en cuanto les afecte, según
establecen losartículos 53 CEy5 LOPJ, como se afirma en laSTC 141/2000, de 29
mayo, que lo califica como"estatuto jurídico indisponible de los menores de edad
dentro del territorio nacional", destacando como relevantes a estos efectos la
Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, de 1989, ratificada
por España en 1990, la Carta Europea de los Derechos del Niño del Parlamento
Europeo (Resolución A 3-0172/92, de 8 julio) y la Ley Orgánica 1/1996, de Protección
Jurídica del Menor (asimismoSSTC 143/1990,298/1993,187/1996y114/1997, así como
elATC 28/2001, de 1 febrero).

En segundo lugar, se dice en la sentencia que"los avatares en la


técnica de reproducción humana asistida vulneren la dignidad de la mujer gestante y
del niño, mercantilizando la gestación y la filiación, "cosificando" a la mujer gestante y
al niño, permitiendo a determinados intermediarios realizar negocio con ellos,
posibilitando la explotación del estado de
necesidad en que se encuentran mujeres jóvenes y creando una
especie de"ciudadanía censitaria" en la que solo quienes disponen de elevados recursos
económicos pueden establecer relaciones paterno-filiales vedadas a la mayoría de la
población".Esta afirmación no se puede generalizar ni se compadece con las reglas
jurídicas de un Estado con el que compartimos ámbitos privilegiados de cooperación
jurídica, en el seno de la Conferencia de Derecho Internacional Privado de La Haya,
como son los Estados Unidos de Norteamérica. Pero es que, además: a) supone una
manifestación del derecho a procrear, especialmente importante, para quienes no
pueden tener un hijo genéticamente propio, como en este caso; b) no se puede
subestimar sin más la capacidad de consentir de la madre gestante; c) el
consentimiento de la madre se hace ante la autoridad judicial, que vela porque se
preste con libertad y conocimiento de las consecuencias, y d) tratándose de un
acuerdo voluntario y libre difícilmente se le explota o cosifica en contra de su libertad y
autonomía y en ningún caso afecta al interés del menor que nace en el seno de una
familia que lo quiere. Es al niño al que se da una familia y no a la familia un niño y es
el Estado el que debe ofrecer un marco legal que le proteja y le proporcione la
necesaria seguridad jurídica.

En tercer lugar, la tendencia en el derecho comparado camina


hacia la regularización y la flexibilización de estos supuestos. Lo ha hecho nuestro país
mediante la Instrucción de la Dirección de los Registros y del Notariado sobre"régimen
registral de la filiación de los nacidos mediante gestación por sustitución", de 5 de
octubre de 2010, con la que se permite la inscripción en el Registro Civil de los hijos
nacidos a través de gestación por sustitución en los países cuya normativa lo permita
siempre que alguno de los progenitores sea español. Sin duda, el orden público
internacional, como motivo de rechazo del reconocimiento en España de la resolución
extranjera que establece una filiación en casos de gestación por sustitución, se tiene
en cuenta para algunos y se niega a otros, convirtiendo lo que es nulo por ley en una
mera cuestión de cumplimiento de diversas formalidades que no existían en el
momento de la inscripción que ahora se cuestiona, puesto que en la práctica ha
servido y está sirviendo, de forma directa, para dar entrada a numerosas inscripciones
de nacimiento y filiación de niños nacidos en el extranjero mediante esta técnica. Este
orden público atenuado, o inexistente en la práctica, es lo que ha permitido reconocer
ciertos efectos en nuestro ordenamiento a esta suerte de contratos referidos a
prestaciones de paternidad o maternidad por parte de los comitentes en el ámbito de
los tribunales sociales de nuestro país (Sentencia del Juzgado de lo social núm. 2 de
Oviedo de 9 de abril de 2012, confirmada por laSentencia del TSJ de Asturias de 20 de
septiembre de 2012;Sentencias del TSJ de Madrid de 18 de octubre de 2012y13 de
marzo 2013, ySentencia TSJ de Cataluña de 23 de noviembre de 2012). También se ha
tenido en cuenta por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (conclusiones de la
Abogado General presentadas el 26 de septiembre de 2013, sobre permiso de
maternidad de una madre subrogada o de alquiler).

En cuarto lugar, el orden público se vuelve a poner en evidencia


en el informe preliminar a la Conferencia de Derecho Internacional Privado de la Haya
de 10 de marzo de 2012, sobre los problemas derivados de la gestación por
sustitución, en el que lejos de rechazarlo trata de uniformar los acuerdos
internacionales y de procurar una regulación internacional que dé respuesta a una
realidad social evidente, propiciada por el aumento de los casos.

Finalmente, la vulneración del orden público internacional sólo


puede comprobarse caso por caso. Son los tribunales españoles los que deben decidir
la cuestión de si los efectos que produce una resolución extranjera en España
contrarían los principios constitucionales, no los que emanan de una ley que anula el
contrato, pero que no elimina sus consecuencias una vez producidas, y es evidente
que más allá de una afirmación genérica sobre esta cuestión, nada se concreta: a) no
se indica como queda afectada la dignidad de quien solicita libre y voluntariamente
esta forma de procreación, como tampoco de la mujer que acepta esa petición, en el
seno de un procedimiento judicial regulado en la sección 7630 del California Family
Code dirigido a determinar la filiación conforme a la voluntad de las partes expresada
en el acuerdo; b) tampoco se colige de que forma se ve afectada la dignidad de los
nacidos a los que se les procura una familia; c) no ha sido objeto de contradicción ni
prueba el hecho de que puedan existir beneficios económicos indebidos o la
participación de posibles intermediarios, y d) es la propia DGRN la que valora
especialmente en resoluciones como la impugnada "que se ha respetado el interés
superior de la menor, de acuerdo a lo exigido por el artículo 3 de la Convención de 20
de noviembre de 1989 sobre los derechos del niño"y que "la ruptura absoluta del
vínculo de la menor con la madre gestante, quien en adelante no ostentará la patria
potestad, garantizan el derecho del menor a disponer de una filiación única, válida
para todos los países" (RDGRN 30 de noviembre; 22 de diciembre de 2011, entre
otras).

Sin duda, la sentencia de la que se discrepa tutela la excepción


del orden público de una forma preventiva, más allá de lo que resulta del supuesto
sometido a la consideración de la Sala mediante el recurso de casación. Obligación del
legislador será establecer un marco legal que garantice los derechos de todas las
partes implicadas, no tanto de los menores, ajenos a esta suerte de relaciones
mercantiles, como de las madres subrogadas, que renuncian a sus derechos como
madres, especialmente de aquellas que provienen de grupos económicamente
desfavorecidos, y de los que pretenden ser padres. Obligación de los Jueces y
Tribunales es resolver y tutelar situaciones concretas, como la que es objeto del
recurso.

5.-El interés del menor queda también afectado gravemente. A


los niños, de nacionalidad española, se les coloca en un limbo jurídico incierto en
cuanto a la solución del conflicto y a la respuesta que pueda darse en un supuesto en
el que están implicados unos niños que siguen creciendo y creando vínculos afectivos y
familiares irreversibles. La sentencia trata de evitarlo instando al Ministerio Fiscal a que
ejercite las acciones pertinentes"para determinar en la medida de lo posible la correcta
filiación de los menores y para su protección, tomando en consideración, en su caso, la
efectiva integración de los mismos en su núcleo familiar "de facto"". Lo que se
pretende es que los derechos fundamentales del niño resulten protegidos y que ello
suceda de forma prioritaria y preferente a los de los demás implicados, debido a la
falta de capacidad del menor para actuar defendiendo sus propios intereses.

Se reitera la normativa que se cita y se recuerda que este interés


del menor es superior y también de orden público y este principio no se defiende
contra los niños sino a partir de una regulación que impida su conculcación. El derecho
a la no discriminación en función de la filiación supone un orden público y "el carácter
ilegal de una filiación no justifica ningún trato diferenciado"por parte de las autoridades
públicas o instituciones privadas (STSJ de Madrid -Sala de lo Social-de 13 de marzo de
2013).

Este interés se protege antes y después de la gestación. Se hizo


por los tribunales americanos en el primer caso. Se ha negado en el segundo. Se
ignora una nueva realidad y no se procuran las soluciones más beneficiosas para los
hijos, y es evidente que ante un hecho consumado como es la existencia de unos
menores en una familia que actúa socialmente como tal y que ha actuado legalmente
conforme a la normativa extranjera, aplicar la normativa interna como cuestión de
orden público, perjudica a los niños que podrían verse abocados a situaciones de
desamparo, como la del caso italiano, y se les priva de su identidad y de núcleo
familiar contrariando la normativa internacional que exige atender al interés del
menor; identidad que prevalece sobre otras consideraciones, como ha destacado el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea (SSTJUE de 2 de octubre 2003 -caso García
Avello, y14 de octubre de 2008- caso Grunkin-Paul).

En esta línea, se cita la sentencia del TEDH, que también recoge


la sentencia de la que trae causa este voto particular, dictada el 28 de junio de 2007
-caso Wagner-en interpretación delartículo 8 del Convenio. La Convención, dice, es "un
instrumento vivo que debe ser interpretado a la luz de las condiciones de vida
actuales", añadiendo la sentencia de 10 de abril de 2012 -caso K.A.B-: "No puede
sustituirse a las autoridades nacionales en esta tarea ni, por lo tanto, pronunciarse
sobre la decisión judicial relativa al interés superior del niño o sobre la adopción de
éste, pero le corresponde indagar si, en la aplicación e interpretación de las
disposiciones legales aplicables, se respetaron las garantías del artículo 8 del Convenio,
teniendo en cuenta, en particular, el interés superior del niño (véase, mutatis
mutandis, Neulinger y Shuruk c. Suiza [GC], n 41615/07, § 141, CEDDH 2010-...)".

Cierto es que este interés superior no impide que se produzcan


situaciones como la descrita en la sentencia en un supuesto de acciones de
impugnación de filiación, ni impide que los padres puedan desaparecer de la vida de
los menores, física o jurídicamente. Ocurre que el interés en abstracto no basta y que,
como se ha dicho, en feliz expresión,"no hay orden público si en el caso se contrararía
el interés de un niño, una persona de carne y hueso, perfectamente individualizada".

TERCERO.- Por lo expuesto, debe casarse la Sentencia recurrida,


revocarse la del Juzgado, y desestimar la demanda formulada por el Ministerio Fiscal,
manteniendo la inscripción practicada en el Registro Civil, sin expresa declaración en
materia de costas respecto de las de ambas instancias y de este recurso de casación.

Madrid, a seis de febrero de dos mil catorce.

PUBLICACIÓN.-Leída y publicada fue la anterior sentencia , así


como el voto particular, por el EXCMO. SR. D.Rafael Sarazá Jimena , ponente que ha
sido en el trámite de los presentes autos, estando celebrando Audiencia Pública la Sala
Primera del Tribunal Supremo, en el día de hoy; de lo que como secretario de la
misma, certifico.

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