Union de Hecho
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EN LA RECIENTE
JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL
FRANCISCO JOSÉ CAÑAL GARCÍA
SUMARIO _ _ _ _ _ __
1. CONSIDERACIONES DOCTRINALES
valores y funciones que la familia legítima, es merecedora de igual tutela, debiendo por con-
siguiente extenderse analógicamente sus normas». Cfr. antecedente 1 b) de la Sentencia del
Tribunal Constitucional 222/1992.
2. Postura contraria de la Corte Costituzionale se observa en la Sentencia de 14 de abril
de 1980, nO 45. Concluye G. Stefani: .De lo expuesto resulta que el legislador hasta ahora
no ha reconocido a la familia de hecho y que los reconocimientos parciales han venido de
una parte de la jurisprudencia (nunca de la Corte Constitucional) más sensible a la concep-
ción sociológica del Derecho». Cfr. La famiglia di fatto e il Fisco, Bollettino Tributario, nO
1/1985, pág. 11. Este autor expresa además claramente su opinión: «El intento de una parte
de la doctrina y de la jurisprudencia de llegar a una regulación de la familia de hecho, para-
lela a la legítima, es contrario a la racionalidad jurídica y a la equidad social.. Cfr. ibidem,
pág. 5. Expresa la opinión contraria G. MOLFESE, La famiglia di fatto, en «Nuovo Diritto»,
1981, pág. 354.
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3. Algunas son claramente limitativas de los derechos individuales, como la que afecta
a la disposición de la vivienda habitual, del artículo 1320 del Código Civil.
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tampoco expresamente las interdicta y rechaza» (F. J. 2°). «No se puede desconocer que en
estos casos se crean unas situaciones de hecho, a las que en términos de estricta Justicia
y por imperio de la equidad, ha de atenderse y tenerse en cuenta» (F. J. 4°), siempre que
se cumplan unos requisitos para que no se desvirtúe la aplicación del Derecho.
7. No cabe aplicar directamente las normas que regulan el régimen económico matrimo-
nial, .pero ello no quiere decir que haya de rechazarse de plano la posible aplicabilidad de
la normativa que disciplina el régimen económico matrimonial, si expresamente se pacta»
(F. J. 4°). Esta doctrina se reitera en la Sentencia del Tribunal Supremo de 11 de octubre
de 1994: .La jurisprudencia es pacífica al venir declarando la imposible aplicación a estas
uniones de las normas reguladoras de la sociedad de gananciales; pues aun reconociendo
sin limitación alguna el derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad, y la po-
sibilidad de constituir mediante estas uniones libres o de hecho una familia, perfectamente
protegible por la ley, no por eso cabe equipararlas como equivalentes a las uniones matri-
moniales, por lo que no pueden ser aplicadas a las primeras las normas reguladoras de esta
última institución» (F. J. 1°).
8. .Ante el problema de anomia que el tema presenta, al no ser el ordenamiento jurídi-
co previsor, la analogía es la técnica adecuada ante una realidad social que se presenta diná-
mica y con profusión en los tiempos actuales y exige respuesta judicial» (F. J. 3°).
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12. ~Si las prestaciones de la Seguridad Social se me configurasen como elementos natu-
ralmente integradores del régimen del matrimonio, o como técnicas de protección de la ins-
titución matrimonial, no cabría duda de que el legislador podría, legítimamente, excluir de
tales prestaciones a los ciudadanos no casados». Voto particular del Magistrado L. López
Guerra, en la Sentencia 184/1990, B. o. E. de 3 de diciembre.
13. Citamos los dos más característicos, el 9. 2 de la Constitución: "Los ciudadanos y
los poderes públicos están sujetos a la constitución y al resto del ordenamiento jurídico».
y el 1. 1. del Código Civil: "Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la
costumbre y los principios generales del Derecho».
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14. Podemos incluir los casos que han causado estas Sentencias -el derecho a la pen-
sión de viudedad a cargo del erario público y la subrogración en el arrendamiento-, cuyo
establecimiento no depende lógicamente del albedrío de los interesados.
15. «Del propio artículo 39. 1 no cabe derivar, por tanto, una diferenciación necesaria
entre familias matrimoniales y no matrimoniales, diferenciación que tampoco fue afirmada
por nuestra Sentencia 184/1990. (F. J. 5°).
16. «Que el matrimonio y la convivencia extramatrimonial no son a todos los efectos
«realidades equivalentes» es algo, por otra parte, que ya dejó dicho este Tribunal, reiterando
su doctrina, de general aplicación, en la Sentencia 184/1990 (F. J. 3°)>> (F. J. 5°).
17. «El mandato de protección a la familia no entraña, sin más, un deber para los pode-
res públicos de dispensar tal amparo, indeferenciadamente y sin matices, a todo género de
unidades familiares» (F. J. 4°).
18. «El fundamento constitucional que aquí consideramos no significa, sin embargo, que
esta última figura se erija en imperativo constitucional (... ) Es claro que corresponde a la
libertad de configuración del legislador articular los instrumentos ... » (F. J. 4°).
19. «Configurado por la ley un determinado mecanismo o expediente para la protección
familiar, su articulación concreta deberá llevarse a cabo en el respeto a las determinaciones
de la Constitución y, muy específicamente, a lo que impone el artículo 14» (F. J. 4° a).
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20. .El haber vivido en determinado espacio físico con el titular del arrendamiento (...)
Ésta y no otra es la situación protegida en la ley mediante la subrogación» (F. J. 5°).
21. «Es precisamente tal artículo 14 el que ha de dar respuesta a la cuestión de constitu-
cionalidad o inconstitucionalidad, en el punto considerado, del artículo 58. 1 de la L. A.
u.» (F. J. 5°).
22. «La radicalidad de la medida supondría coartar o dificultar irrazonablemente la auto-
nomía de la voluntad del hombre y de la mujer que deciden convivir «more uxorio» (F.
J. 6°).
23. Dice Gabaldón: «Cuando se han querido prever situaciones familiares dignas de pro-
tección fuera de la familia matrimonial se han formulado expresamente: así, la igualdad de
los hijos y de las madres ante la ley, investigación de la paternidad, deber de asistencia a
los hijos matrimoniales o no... ». Cfr. su voto particular. En el mismo sentido, cfr. voto par-
ticular de Rodríguez Bereijo.
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24. Esta opinión está claramente confirmada por el Tribunal Constitucional que, en la
Sentencia 222/1992, de 11 de diciembre, asegura: .En el concepto constitucional de familia
entra, sin duda, el supuesto del matrimonio sin descendencia» (cfr. E J. 4°). Los argumentos
en los que funda su afirmación son: .Conformidad con el sentido de otras previsiones cons-
titucionales (artículo 18. 1), con la orientación de la legislación postconstitucional, con la
propia jurisprudencia de este Tribunal (Sentencias 45/1989, 19211991 y 200/1991) y, en defi-
nitiva, con la acepción normalizada y arraigada, en nuestra cultura, de la voz .familia», en
cuyo concepto entra, por consiguiente, también la relación matrimonial del hombre y mujer
sin descendencia».
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25. Manifiesta Bercovitz: .Si e! Tribunal Constitucional entiende que e! valor protegido
en e! artículo 58. 1 es la convivencia, cabe pensar que e! artículo 14 debería dar lugar a
una extensión de la subrogación a todas las personas que conviven en la vivienda alquilada
y no sólo a las enumeradas en e! mencionado precepto, al menos a los familiares (artículo
39), también a los parientes de la pareja de hecho de! arrendatario». Cfr. Las parejas de he-
cho, cit., pág. 26.
26. Cfr. voto particular de Rodríguez Bereijo: .Mucho menos creo que pueda sostenerse
que la norma aquí cuestionada (... ) coarte o dificulte irrazonablemente la libertad del hom-
bre y la mujer que decidan convivir 'more uxorio', íntimamente vinculada al desarrollo de
la personalidad».
27. Refiriéndose a dicha Sentencia, señala Gabaldón en su voto particular: «Como en
la misma argumentación se indica, 'que dicha extensión sea constitucionalmente admisible
no implica que la opción contraria, en la actualidad vigente, no lo sea'. Lo cual es también
e! caso del artículo 58. 1 de la Ley de Arrendamientos Urbanos ahora cuestionado». Rodrí-
guez Bereijo comparte esta opinión; cfr. voto particular, nO 1.
28. Fundado en que .omite toda explicitación razonada no sólo de! cambio de interpre-
tación constitucional, sino también, y lo que es más importante, de! criterio preciso en que
se fundamenta». Cfr. voto particular, in fine. También Martín Queralt es claro: .La Senten-
cia de 11 de diciembre de 1992: un 'over ruling' trascendental». Aunque se adhiere al fondo
de la Sentencia, añade: .Por mucho que se recuerde la limitación del alcance jurídico de
las Sentencias a los supuestos de hecho enjuiciados, no se va a poder evitar la cita -per-
tinente o no, que de todo habrá- de! fallo, como punto de sustentación de futuras -y pen-
samos que numerosas- peticiones ante e! propio órgano sentenciador. El Tribunal incurre
así en un voluntarismo, explicable, pero completamente innecesario y yermo de consecuen-
cias jurídicas». Cfr. La 'vis' expansiva de la Jurisprudencia constitucional, en .Revista Valencia-
na de Hacienda Pública», nO 17/1992, pág. 191.
29. No han faltado en la opinión pública críticas que han querido ver una intención
maliciosa en estas resoluciones de los órganos de! Estado.
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30. Rodríguez Bereijo lo aduce en su voto particular: .No corresponde al Tribunal Cons-
titucional, en su función exclusiva de legislador negativo, llevar a cabo esta extensión, 'ex
Constitutione!.. También Gabaldón: .Esta observación pone de manifiesto, una vez más, los
límites de la función de este Tribunal, cuyo carácter de legislador negativo, autorizado ine-
quívocamente para erradicar preceptos de ley contrarios a la Constitución, presenta en cam-
bio serias dificultades cuando se trata de llevar a cabo el efecto contrario, o sea el de exten-
der una norma legal a casos no previstos en la misma y que exigiría, por su propia
naturaleza, de una regulación que sólo al legislador corresponde».
31. Martín Queralt critica la expresión del Tribunal: .Supone poner de manifiesto algo
con lo que, personalmente, estoy de acuerdo, aunque debiera haberse expresado de forma
distinta: la superación del formalismo jurídico (... ) En consecuencia, la consecución de una
mayor certeza jurídica no es, y así pensamos lo entiende el Tribunal, aunque haya incurrido
en ese lamentable 'lapsus linguae', una mera cuestión». Cfr. La 'vis' expansiva ... , cit., pág.
189.
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troduciendo la relación sexual, en cualquier tipo de relación personal, las consecuencias 'se
disparan' excendiendo del control de los sujetos implicados en dicha relación. Estas conse-
cuencias se evidencian cada vez más con el reconocimiento de derechos a uniones de hecho
heterosexuales e incluso entre parejas homosexuales». Cfr. La familia como unidad tributaria
desde la perspectiva del Estado Social, en El sistema económico en la Constitución española, Cen-
tro de Publicaciones, Ministerio de Justicia, Madrid 1994, pág. 1625. De esta forma se discri-
mina tanto al matrimonio, por no disponer de la especial protección que le reconoce la ley,
como a las demás formas de convivencia.
36. Cfr. los artículos 46 y 47 del Código Civil.