Resumen Constitución Sacrosanctum Concilium
Resumen Constitución Sacrosanctum Concilium
Resumen Constitución Sacrosanctum Concilium
Lengua litúrgica
Se conservará el uso de la lengua latina en los ritos latinos, salvo derecho particular.
La traducción del texto latino a la lengua vernácula, que ha de usarse en la Liturgia, debe ser aprobada
por la competente autoridad eclesiástica territorial antes mencionada.
Vida litúrgica diocesana
El Obispo debe ser considerado como el gran sacerdote de su grey, de quien deriva y depende, en cierto
modo, la vida en Cristo de sus fieles.
Por eso, conviene que todos tengan en gran aprecio la vida litúrgica de la diócesis en torno al Obispo,
sobre todo en la Iglesia catedral; persuadidos de que la principal manifestación de la Iglesia se realiza en
la participación plena y activa de todo el pueblo santo de Dios en las mismas celebraciones litúrgicas,
particularmente en la misma Eucaristía, en una misma oración, junto al único altar donde preside el
Obispo, rodeado de su presbiterio y ministros.
Vida litúrgica parroquial
Como no lo es posible al Obispo, siempre y en todas partes, presidir personalmente en su Iglesia a toda
su grey, debe por necesidad erigir diversas comunidades de fieles.
FOMENTO DE LA ACCIÓN PASTORAL LITÚRGICA
Signo de Dios sobre nuestro tiempo
El celo por promover y reformar la sagrada Liturgia se considera, con razón, como un signo de las
disposiciones providenciales de Dios en nuestro tiempo, como el paso del Espíritu Santo por su Iglesia, y
da un sello característico a su vida, e inclusive a todo el pensamiento y a la acción religiosa de nuestra
época.
En consecuencia, para fomentar todavía más esta acción pastoral litúrgica en la Iglesia, el sacrosanto
Concilio decreta:
Comisión litúrgica nacional
Conviene que la competente autoridad eclesiástica territorial, de que se habla en el artículo 22, párrafo
2, instituya una comisión Litúrgica con la que colaborarán especialistas en la ciencia litúrgica, música,
arte sagrado y pastoral.
Comisión litúrgica diocesana
Asimismo, cada diócesis contará con una Comisión de Liturgia para promover la acción litúrgica bajo la
autoridad del Obispo.
Comisiones de música sagrada y arte sacro
Además de la Comisión de Sagrada Liturgia se establecerán también en cada diócesis, dentro de lo
posible, comisiones de música y de arte sacro.
Por consiguiente, para que el sacrificio de la Misa, aun por la forma de los ritos alcance plena eficacia
pastoral, el sacrosanto Concilio, teniendo en cuanta las Misas que se celebran con asistencia del pueblo,
especialmente los domingos y fiestas de precepto, decreta lo siguiente:
Revisión del Ordinario de la Misa
Revísese el ordinario de la misa, de modo que se manifieste con mayor claridad el sentido propio de
cada una de las partes y su mutua conexión y se haga más fácil la piadosa y activa participación de los
fieles.
Restablézcase la «oración común» o de los fieles después del Evangelio y la homilía, principalmente los
domingos y fiestas de precepto, para que con la participación del pueblo se hagan súplicas por la santa
Iglesia, por los gobernantes, por los que sufren cualquier necesidad, por todos los hombres y por la
salvación del mundo entero.
Lengua vernácula y latín
En las Misas celebradas con asistencia del pueblo puede darse el lugar debido a la lengua vernácula,
principalmente en las lecturas y en la «oración común» y, según las circunstancias del lugar, también en
las partes que corresponden al pueblo, a tenor del artículo 36 de esta Constitución.
Comunión bajo ambas especies
Se recomienda especialmente la participación más perfecta en la misa, la cual consiste en que los fieles,
después de la comunión del sacerdote, reciban del mismo sacrificio el Cuerpo del Señor.
Unidad de la Misa
Las dos partes de que costa la Misa, a saber: la liturgia de la palabra y la eucarística, están tan
íntimamente unidas que constituyen un solo acto de culto. a) En las Misa conventual y en la Misa
principal de las iglesias, cuando la utilidad de los fieles no exija que todos los sacerdotes presentes
celebren por separado.
LOS DEMÁS SACRAMENTOS
Sacramentos
Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo
y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico.
Sacramentales
La santa madre Iglesia instituyó, además, los sacramentales.
Rito breve para casos especiales
Para los casos de bautismos numerosos, en el rito bautismal, deben figurar las adaptaciones necesarias,
que se emplearán a juicio del ordinario del lugar. Redáctese también un rito más breve que pueda ser
usado, principalmente en las misiones, por los catequistas, y, en general, en peligro de muerte, por los
fieles cuando falta un sacerdote o un diácono.
En lugar del rito llamado «Ordo supplendi omissa super infantem baptizatum», prepárese otro nuevo en
el cual se ponga de manifiesto con mayor claridad y precisión que el niño bautizado con el rito breve ya
ha sido recibido en la Iglesia.
Bendición del agua bautismal
Fuera del tiempo pascual, el agua bautismal puede ser bendecida, dentro del mismo rito del bautismo,
usando una fórmula más breve que haya sido aprobada.
La confirmación puede ser administrada, según las circunstancias, dentro de la Misa.
Rito de la Penitencia
Revísese el rito y las fórmulas de la penitencia de manera que expresen más claramente la naturaleza y
efecto del sacramento.
Revisión del rito de la ordenación
Revísense los ritos de las ordenaciones, tanto en lo referente a las ceremonias como a los textos.
Rito del matrimonio
Revísese y enriquézcase el rito de la celebración del matrimonio que se encuentra en el Ritual romano,
de modo que se exprese la gracia del sacramento y se inculquen los deberes de los esposos con mayor
claridad.
Si el sacramento del Matrimonio se celebra sin Misa, léanse al principio del rito la epístola y el evangelio
de la Misa por los esposos e impártase siempre la bendición nupcial.
Revisión de los sacramentales
Revísense los sacramentales teniendo en cuanta la norma fundamental de la participación consciente,
activa y fácil de los fieles, y atendiendo a las necesidades de nuestros tiempos.
La profesión religiosa
Revísese el rito de la consagración de Vírgenes que forma parte del Pontifical romano.
Revísese el rito de la sepultura de niños, dotándolo de una Misa propia.
EL OFICIO DIVINO
Obra de Cristo y de la Iglesia
El Sumo Sacerdote de la nueva y eterna Alianza, Cristo Jesús, al tomar la naturaleza humana, introdujo
en este exilio terrestre aquel himno que se canta perpetuamente en las moradas celestiales.
Fuente de piedad
El Oficio divino, en cuanto oración pública de la Iglesia, es, además, fuente de piedad y alimento de la
oración personal.
Los clérigos no obligados a coro, si tienen órdenes mayores, están obligados a rezar diariamente, en
privado o en común, todo el Oficio, a tenor del artículo 89.
Determinen las rúbricas las oportunas conmutaciones del Oficio divino con una acción litúrgicas.
Oración pública de la Iglesia
Los miembros de cualquier Instituto de estado de perfección que, en virtud de las Constituciones, rezan
alguna parte del Oficio divino, hacen oración pública de la Iglesia.
Asimismo hacen oración pública de la Iglesia si rezan, en virtud de las Constituciones, algún Oficio parvo,
con tal que esté estructurado a la manera del Oficio divino y debidamente aprobado.
Recitación comunitaria del Oficio divino
Siendo el Oficio divino la voz de la Iglesia o sea, de todo el Cuerpo místico, que alaba públicamente a
Dios, se recomienda que los clérigos no obligados a coro, y principalmente los sacerdotes que viven en
comunidad o se hallan reunidos, recen en común, al menos, una parte del Oficio divino.
Participación de los fieles en el Oficio
Procuren los pastores de almas que las Horas principales, especialmente las Vísperas, se celebren
comunitariamente en la Iglesia los domingos y fiestas más solemnes.
Uso del latín o de la lengua vernácula
De acuerdo con la tradición secular del rito latino, en el Oficio divino se ha de conservar para los clérigos
la lengua latina.
EL AÑO LITÚRGICO
Sentido del año litúrgico
La santa madre Iglesia considera deber suyo celebrar con un sagrado recuerdo en días determinados a
través del año la obra salvífica de su divino Esposo. Las adaptaciones, de acuerdo con las circunstancias
de lugar, si son necesarias, háganse según la norma de los artículos 39 y 40.
Orientación de los fieles
Oriéntese el espíritu de los fieles, sobre todo, a las fiestas del Señor, en las cuales se celebran los
misterios de salvación durante el curso del año.
Cuaresma
Puesto que el tiempo cuaresmal prepara a los fieles, entregados más intensamente a oír la palabra de
Dios y a la oración, para que celebran el misterio pascual, sobre todo mediante el recuerdo o la
preparación del bautismo y mediante la penitencia, dése particular relieve en la Liturgia y en la
catequesis litúrgica al doble carácter de dicho tiempo.
Fiestas de los santos
De acuerdo con la tradición, la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imágenes y sus reliquias
auténticas.
Para que las fiestas de los santos no prevalezcan sobre los misterios de la salvación, déjese la celebración
de muchas de ellas a las Iglesias particulares, naciones o familias religiosas, extendiendo a toda la Iglesia
sólo aquellas que recuerdan a santos de importancia realmente universal.
LA MÚSICA SAGRADA
Dignidad de la música sagrada
La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre
las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras,
constituye una parte necesaria o integral de la Liturgia solemne.
La música sacra, por consiguiente, será tanto más santa cuanto más íntimamente esté unida a la acción
litúrgica, ya sea expresando con mayor delicadeza la oración o fomentando la unanimidad, ya sea
enriqueciendo la mayor solemnidad los ritos sagrados. Además, la Iglesia aprueba y admite en el culto
divino todas las formas de arte auténtico que estén adornadas de las debidas cualidades.
Por tanto, el sacrosanto Concilio, manteniendo las normas y preceptos de la tradición y disciplinas
eclesiásticas y atendiendo a la finalidad de la música sacra, que es gloria de Dios y la santificación de los
fieles, establece lo siguiente:
Primacía de la Liturgia solemne
La acción litúrgica reviste una forma más noble cuando los oficios divinos se celebran solemnemente con
canto y en ellos intervienen ministros sagrados y el pueblo participa activamente.
En cuanto a la lengua que debe usarse, cúmplase lo dispuesto en el artículo 36; en cuanto a la Misa, el
artículo 54; en cuanto a los sacramentos, el artículo 63, en cuanto al Oficio divino, el artículo 101.
Participación activa de los fieles
Consérvese y cultívese con sumo cuidado el tesoro de la música sacra. Foméntense diligentemente las
"Scholae cantorum", sobre todo en las iglesias catedrales.
Canto gregoriano y canto polifónico
La Iglesia reconoce el canto gregoriano como el propio de la liturgia romana; en igualdad de
circunstancias, por tanto, hay que darle el primer lugar en las acciones litúrgicas.
Al edificar los templos, procúrese con diligencia que sean aptos para la celebración de las acciones
litúrgicas y para conseguir la participación activa de los fieles.
Los artistas que llevados por su ingenio desean glorificar a Dios en la santa Iglesia, recuerden siempre
que su trabajo es una cierta imitación sagrada de Dios creador y que sus obras están destinadas al culto
católico, a la edificación de los fieles y a su instrucción religiosa.
Por: Irwin Rodney Fernández Ch.
SEminario de profesionales Santiago Apóstol