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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA DE OCCIDENTE

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES, FILOSOFÍA Y LETRAS

1932: ENTRE FICCIÓN Y NO FICCIÓN. APROXIMACIÓN AL DISCURSO

LITERARIO DEL SUCESO

TRABAJO DE GRADO PRESENTADO POR

AGUIRRE ESTRADA, VANESSA ZUCELY


ARANA CALDERÓN, JOSÉ EDUARDO
CHICAS PALMA, RAMÓN ALFREDO
MARTÍNEZ GALINDO, SONIA ELIZABETH

PARA OPTAR AL GRADO DE LICENCIATURA EN CIENCIAS DEL

LENGUAJE Y LITERATURA

DOCENTE ASESOR

LIC. LUIS ALFREDO COLOCHO BORJA

NOVIEMBRE DEL 2017

SANTA ANA, EL SALVADOR, CENTROAMÉRICA


UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
AUTORIDADES CENTRALES
2017

MSC. ROGER ARMANDO ARIAS ALVARADO


RECTOR

DR. MANUEL DE JESÚS JOYA ÁBREGO


VICE-RRECTOR ACADÉMICO

ING. NELSON BERNABÉ GRANADOS ÁLVAREZ


VICE-RRECTOR ADMINISTRATIVO

LIC. CRISTÓBAL HERNÁN RÍOS BENITEZ


SECRETARIO GENERAL

MDH. CLAUDIA MARÍA MELGAR DE ZAMBRANA


DEFENSORA DE LOS DERECHOS UNIVERSITARIOS

LIC. RAFAEL HUMBERTO PEÑA MARÍN


FISCAL GENERAL
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

AUTORIDADES DE LA FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA DE


OCCIDENTE

2017

DR. RAÚL ERNESTO AZCÚNAGA LÓPEZ

DECANO

ING. ROBERTO CARLOS SIGÜENZA CAMPOS

VICE-DECANO

MSC. DAVID ALONSO MATA ALDANA

SECRETARIO

MSC. ROBERTO GUTIÉRREZ AYALA

JEFE DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES, FILOSOFÍA Y

LETRAS
Contenido
CAPÍTULO I ................................................................................................................................... 15

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ..................................................................................... 15

1.1 Situación problemática ...................................................................................................... 16

1.2 Objetivos ............................................................................................................................ 18

1.2.1 General ............................................................................................................................. 18

1.2.2 Específicos ....................................................................................................................... 18

1.3 Preguntas de investigación ................................................................................................. 18

1.4 Justificación ........................................................................................................................ 18

CAPÍTULO II .................................................................................................................................. 20

MARCO TEÓRICO ...................................................................................................................... 20

2.1 Estado de la cuestión: 1932 en otros discursos .................................................................. 21

2.1.1. 1932: en el discurso de la historia............................................................................... 22

1932 EN EL DISCURSO DE LA HISTORIA ............................................................................ 26

2.1.2. 1932 en el discurso periodístico ................................................................................. 26

2.1.3. 1932 en el discurso de la política cultural ................................................................... 28

2.1.4. 1932 en el discurso académico-literario ..................................................................... 31

2.2 La literatura como comunicación literaria y el análisis del discurso ................................... 33


2.2.1 La literatura como discurso ......................................................................................... 33

2.2.2 La literatura como comunicación ................................................................................ 34

2.2.3 Análisis del discurso y literatura.................................................................................. 35

2.2.4 El sujeto literario y sus características ........................................................................ 39

CAPÍTULO III ................................................................................................................................. 44

MARCO METODOLÓGICO ....................................................................................................... 44

3.1. Descripción del método ..................................................................................................... 45

3.2 Criterios de selección de la muestra .................................................................................. 45

3.3. Procedimiento de análisis de los textos ............................................................................. 46

3.4 Instrumento ........................................................................................................................ 47

CAPÍTULO IV ................................................................................................................................. 49

HALLAZGOS ............................................................................................................................... 49

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario de la obra: El oso ruso (1944), de Gustavo

Alemán Bolaños.............................................................................................................................. 50

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario de la obra Cafetos en flor (1947), de

Miguel Ángel Ibarra ........................................................................................................................ 81

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario de la obra Ola roja (1948), de Francisco

Machón Vilanova.......................................................................................................................... 113

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario de la obra Tembladerales (1957), de

Cristóbal Huberto Ibarra .............................................................................................................. 149

5
I. NIVEL DEL EMISOR Y SU CONTEXTO ............................................................... 149

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario de la obra Durante el Reinado de los

Centauros 1932 a 19?? (1960), de Norman Cruz ......................................................................... 169

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario de la obra Barbasco (1960), de Ramón

González Montalvo....................................................................................................................... 191

CAPÍTULO V ................................................................................................................................ 222

CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 222

CAPÍTULO VI ............................................................................................................................... 232

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ....................................................................................... 232

6
Agradecimientos

A Dios Todopoderoso, por habernos dado la sabiduría, los medios y las personas para
terminar esta investigación y la paciencia para seguir trabajando en equipo hasta el final.

A mi mami, Elia Yanira Estrada por su apoyo incondicional siempre.

Gracias por tu compresión, por tus palabras de fortaleza todas las veces que quise dejar
todo, gracias por animarme, escucharme y abrazarme. Gracias por llorar y reír conmigo.
Gracias por confiar en mí y en mis capacidades, vos fuiste la única. Agradezco a Dios por
la bendición de tu presencia. Este triunfo no es solo mío, es tuyo.

A mi hija Ariadne Zucely y a mi hermano Adilson Isaac: son mi motivación e


inspiración para ser mejor persona y seguir superándome. Deseo que siempre estén
orgullosos de mí porque ambos son los dos mayores regalos que Dios me ha dado: le dan
color a mi vida.

A mi compañera de tesis y amiga, Sonia Galindo por estos siete años que hemos
compartido, por tus palabras de aliento y por ayudarme a creer en mi misma en aquellos
viejos tiempos. Gracias por cuidarme y hacerme parte de tu familia, por tu amistad y tu
tiempo. Gracias por estar aquí en los buenos y malos momentos.

A mis docentes a lo largo de la carrera por impartirnos sus conocimientos y motivarnos


a seguir a preparándonos. Asimismo, agradezco al Licenciado Luis Borja por guiarnos e
instruirnos a lo largo de la investigación.

A mis compañeros y amigos de la carrera, gracias por todo su tiempo, sus palabras
y por haber sido parte de este proceso.

A mi esposo, Eduardo Arana gracias por darme ánimos siempre, por ser mi amigo,
compañero y colega. Gracias por compartir conmigo este proceso. Gracias por compartir
conmigo este proceso. Gracias por tus palabras y tus abrazos y por tenerme paciencia.
Espero sigamos cerca aquí en esta vida y en las vidas que faltan y que los días que son
demasiado lúgubres siempre recuerdes que puedes refugiarte en mis brazos.
A mis sobrinos, Josseline y Jonathan les dedico este triunfo. Espero esto los motive
para seguir adelante y no dejarse vencer por los obstáculos que aparezcan en el camino.
Tienen el poder para hacer lo que quieran y alcanzar todas las metas que se propongan. Si
alguien les dice lo contrario, no lo escuchen.

En fin, a todos los que creyeron en mí, infinitas gracias y a los que no, también: me
motivaron para ser perseverante y demostrarles que la palabra imposible no tiene efecto
si hay deseos de superarse.

Vanessa Zucely Aguirre Estrada


Agradecimientos

A Dios:

Por haberme proporcionado la vida, así como de haber puesto en el camino a las
personas indicadas que permitieron mi desarrollo físico como intelectual. Asimismo, le
agradezco por la fuerza, paz y amor que dio durante este arduo proceso de grado.

A mi madre, Martha Carolina Calderón Carranza:

Por permitirme el don de la vida, y por no desmayar en el dificultoso proceso de ser


una madre soltera. Le agradezco porque bajo cualquier circunstancia me dio todo de sí
misma, despojándose de lo que tenía para dármelo. Por último, le doy muchas gracias por
darme las bases de la educación, instándome a seguir adelante hasta encontrar el éxito
académico.

A mi tía, Jenni Elizabeth Salazar Calderón:

Por estar en el tiempo y momento indicado, por no permitirme desfallecer cuando más
lo necesite. También, por fomentarme los valores morales y espirituales, los cuales hasta
el presente han sido la lumbrera en mí vida. De igual forma, agradecerle por su paciencia,
dedicación, entrega, coraje, valentía, amor y fe que me entregó cuando tomó la difícil
decisión de educarme. Infinitamente, gracias.

A mi hermana, Ana Carolina González Calderón:

Primeramente por la motivación incondicional que me brindó durante este proceso, por
no permitirme desfallecer cuando todo se encontraba perdido. También le agradezco por
parte fundamental en mí vida y apoyarme cuando lo necesité.

A mi esposa, Vanessa Zucely Aguirre Estrada:

Le agradezco porque me dio la confianza de que era posible obtener este éxito. Por los
momentos de felicidad que me ha regalado en tiempo de oscuridad, e infinitamente le
agradezco por ser mi amiga, colega y esposa en los momentos de dificultad. Gracias por
darme ese amor que me fortalece cada día y me motiva a ser mejor.
A la familia Parada Avendaño:

Por darme un apoyo total cuando más lo necesite. Muchas gracias, porque fue Dios
quien permitió poder contar con su ayuda en todas las formas. Gran parte de este éxito se
los debo a ustedes.

A los docentes de la sección de letras:

En especial al Licenciado Luis Alfredo Colocho Borja: por ser mí asesor de trabajo de
grado, gracias por facilitarme los conocimientos, gracias por el tiempo que invirtió durante
este proceso. Sólo espero que Dios lo bendiga.

José Eduardo Arana Calderón


Agradecimientos

En primer lugar, quiero agradecer a Dios todopoderoso, quien me dio la base biológica,
capacidad de raciocinio y fuerza para afrontar la larga batalla de la vida. Así también,
agradezco a mi madre y a mis hermanos exiliados, Erick, Wilson y Jacqueline quienes
han sido mi guía para este logro.

En segundo lugar, agradezco a mi compañera de vida (Alba Elizabeth Lemus) y a mi


hijo Gabriel Alejandro Chicas, quienes me brindan a cada momento su infinito amor, su
compañía, siendo así la mayor razón de mi esfuerzo y perseverancia.

Y por último, hago excesivo este agradecimiento a los docentes de la sección de Letras,
quienes aportaron su grano de arena en mi formación académica. De la misma forma
quiero agradecer a mi amigo, compañero y asesor el Licenciado Luis Alfredo Colocho
Borja, por su valioso apoyo, sugerencias y aportes, los cuáles hicieron posible esta
investigación.

Ramón Alfredo Chicas Palma


Agradecimientos

A Dios, por concederme el privilegio de la vida y darme las fuerzas para lograr una de
las más grandes metas que he realizado, por ayudarme a creer en mí y darme la fortaleza
en los momentos en que mis fuerzas se agotaban. Por darme la sabiduría y entendimiento,
por poner en mi camino a personas que han sido apoyo a lo largo de mi carrera. Gracias
Dios porque tú me has dado la victoria.

A mis hijos, Erick Baldemar y Crissia Mariana, por su paciencia y apoyo en esta
aventura. Por ser incondicionales, por sus palabras de aliento. Los amo, este triunfo es de
los tres.

A mis padres, Fernando Martínez y Elsa Galindo. Pero en especial a mi madre por
creer en mi a pesar que emprendí tarde la decisión de superarme. Por su apoyo
incondicional tanto emocional como económico, gracias por darme la herencia más grande
que un ser humano puede obtener la educación académica.

A mi hermana, Susana Martínez por motivarme a estudiar y poderme superar, por


confiar en mí. Te amo hermana.

A mis compañeros de estudio, Eduardo Arana, Vanessa Aguirre y Ramón Chicas por
permitirme formar parte de su equipo. Por sus palabras de aliento y su apoyo en todo
momento.

A los docentes de la sección de Letras, en especial al licenciado Luis Borja, por haber
sido parte de nuestro equipo, guiándonos e instruyéndonos para lograr esta meta.

A mis amigos y amigas que me dieron de su apoyo y creyeron que yo podría lograr tan
preciado anhelo.

Gracias a todos por creer en mí.

Sonia Elizabeth Martínez Galindo


INTRODUCCIÓN

La historia salvadoreña, desde la conquista de los españoles hasta nuestros días, está

impregnada de violencia, injusticias y matanzas, promocionadas por aquellos que quieren

ser amos de la tierra y del hombre. Por otro lado, los encargados de elaborar los

documentos que narran los acontecimientos de nuestra patria lo han hecho desde su punto

de vista, es decir, desde el ángulo del cual fueron espectadores o bien, basados en los

principios ideológicos que profesan.

Tal es el caso de los sucesos de 1932, los cuales han sido narrados a través de distintas

perspectivas: sociales, culturales, económicas, psicológicas, entre otras. Así lo demuestra

los diversos profesionales que han dejado su huella en los escritos que narran dichos

sucesos, entre los cuales están, investigadores, historiadores, escritores, tanto nacionales

como extranjeros.

Con relación a esta investigación, se busca conocer el discurso literario que fue

producido a partir de la matanza de 1932 en novelas, cuyo contexto social abarca los años

de 1930 hasta 1960; a saber, El oso ruso (1944), Cafetos en flor (1947), Ola roja (1948),

Tembladerales (1957), Durante el reinado de los centauros 1932 a 19??(1960), y

Barbasco (1960), así como la tematización que hacen los autores sobre los sucesos de

1932.

La composición de este estudio cuenta con seis capítulos, los cuales están relacionados

de una forma integrada. Con respecto al primer capítulo, se plantea el problema de la

investigación en donde queda claro que este estudio es importante, porque se toman en

cuenta a escritores y obras que en cierta medida han sido olvidados por la crítica literaria.
13
Asimismo, este capítulo consta de objetivos y preguntas de investigación, y por último, se

encuentra la justificación, en donde se explica la importancia que posee el estudio.

Con relación al capítulo dos, se desarrollan los antecedentes históricos de 1932. Se

presenta el suceso de 1932 estudiado desde diferentes perspectivas: histórico, periodístico,

cultural y académico literario, en los cuales al final de cada uno de estos se presenta una

tabla resumen de los diferentes textos abordados. En cuanto al marco de teorías, está

compuesto por tres apartados: la literatura como comunicación expuesta por Segre (1985),

Chico Rico (1988); el análisis del discurso expuesto por Van Dijk (1980), Brown & Yule

(1993), Fowler (1988) y Ruiz Ruiz (2009); y el sujeto literario, desarrollada por G.

Maestro (1995). Con todo esto se proporciona el soporte teórico a este estudio.

Con respecto al capítulo tres Marco Metodológico se describe que el tipo de

investigación que se efectuará es cualitativo-descriptivo. Así como la descripción de los

criterios de selección de las obras en cuestión. De la misma forma, se explica el

instrumento a utilizar, la cual es una guía de análisis que servirá para el análisis de las

novelas.

Con respecto al capítulo cuatro denominado Hallazgos se presenta de forma clara y

precisa la interpretación que se hizo de las novelas a partir de la aplicación del

instrumento.

Además, en el capítulo cinco se encuentran las conclusiones del estudio, las que surgen

a partir del análisis de las obras. Por último, en el capítulo seis se encuentran las

referencias bibliográficas, las cuales son el soporte teórico del que se partió para llevar a

cabo esta investigación.

14
CAPÍTULO I

PLANTEAMIENTO DEL

PROBLEMA

15
1.1 Situación problemática

En la historia de El Salvador, el año de 1932 constituye una de sus fechas más

emblemáticas. Ese año fue testigo de una matanza de la que aún se desconocen los

números exactos de los asesinados, y cuyos datos suelen oscilar entre 5,000 y 35,000

indígenas/campesinos muertos, según la fuente que se consulte.

Sin duda, dicho suceso ha marcado de gran manera la memoria colectiva del país, la

cual se ha construido por distintos discursos. La literatura ha sido uno de esos discursos.

En cuanto a la literatura como discurso, Jakobson en Segre (1985) sostiene que la

comunicación literaria se realiza como cualquier otra comunicación. Es decir, posee los

mismos elementos que en el acto comunicativo: el autor, se convierte en emisor; el texto

u obra literaria, en el mensaje y el lector en el receptor. Así pues, durante años el discurso

literario ha emitido un mensaje sobre dicho suceso. Así lo propone Lara-Martínez (2009),

cuando analiza fuentes de la producción literaria que sistematizan el suceso en el discurso

literario (Salarrué y Gilberto González y Contreras), haciendo así una valiosa

interpretación de fuentes olvidadas.

De igual forma, la investigación titulada Reflejo del etnocidio de 1932 en la literatura

salvadoreña como contrapunto de la historia oficial, presentada por Alemán Rivera

(2009), intenta traslucir cómo se reflejan tales hechos en la literatura salvadoreña. No

obstante, es necesario advertir que en este estudio sólo se utilizan las visiones literarias de

tres escritores salvadoreños: Salarrué, Claribel Alegría y Roque Dalton, lo cual implica

un abordaje muy reducido del horizonte literario salvadoreño.

16
Por otro lado, Hernández (2014), en su tesis de doctorado de la Universidad

Complutense de Madrid, estudia cómo la literatura salvadoreña interioriza en su discurso

dicho suceso planteándolo como un trauma. Esto se evidencia, según la autora, al revisar

toda la literatura posterior a ese año (incluso la producida en la época de posguerra). Ella

presenta alrededor de traumas obras que tratan el tema de 1932, demostrando así que lo

largo de la historia literaria la matanza ha sido un trauma.

Así pues, es importante aproximarse al discurso literario producido en las fechas

cercanas al suceso. Es decir, la literatura producida en la época de 1932 hasta 1960. A

saber: El oso ruso (Alemán Bolaños, 1944); Cafetos en flor (Ibarra, 1944); Ola Roja

(Machón Vilanova, 1948); Tembladerales (Ibarra, 1957), Durante el reinado de los

centauros de 1932 a 19?? (Cruz, 1960) y Barbasco (González Montalvo, 1960). Estos

textos hacen un tratamiento temático del suceso ya sea como tema principal o secundario.

Cabe advertir que dichas obras fueron publicadas después del derrocamiento del general

Hernández Martínez.

En ese sentido, es necesario observar cómo se tematiza el suceso de 1932 en la literatura

de la época. En otras palabras, qué se dice de dicho suceso en el discurso literario.

Asimismo, es importante analizar cómo se presenta al protagonista de la narrativa de ese

suceso y por último identificar qué ha dicho la crítica literaria sobre este tipo de literatura.

17
1.2 Objetivos

1.2.1 General

• Conocer el discurso literario que tematiza la matanza de 1932.

1.2.2 Específicos

• Proporcionar datos biográficos de los autores de los discursos en estudio.

• Interpretar la tematización que el discurso literario hace de la matanza.

• Identificar la forma en que se presenta al protagonista literario en el discurso literario.

• Rastrear la opinión de la crítica sobre el discurso literario en estudio.

1.3 Preguntas de investigación

• ¿Quiénes son los autores que tematizan la matanza en su producción literaria?

• ¿Cómo tematizan la matanza en el discurso literario?

• ¿Cómo se presenta al protagonista literario en el discurso?

• ¿Qué dice la crítica literaria sobre el discurso literario?

1.4 Justificación

La presente investigación se justifica con base a tres aspectos fundamentales. Como

primer punto, se ha observado que es necesario realizar un estudio desde la perspectiva

del análisis del discurso literario que proporcione modelos sobre la estructura discursiva

que se construye a partir del suceso de 1932.

18
Aunque existen aproximaciones a una literatura que retoma el suceso, en estas

investigaciones se hace desde la perspectiva de la psicología (Hernández, 2014). Mientras

que, Alemán Rivera (2006), lo hace desde la literatura. Sin embargo, ambas

investigadoras se limitan sólo a estudiar a tres autores muy conocidos: Salarrué, Roque

Dalton y Claribel Alegría y es necesario recalcar que no sólo estos autores tratan el tema.

Como segundo punto, la elección del corpus constituye un aporte singular, puesto que

los seis textos narrativos propuestos han sido abordados por la crítica literaria pero no de

una forma profunda como se propone en este estudio. Cabe mencionar en este punto que

la mayoría de los textos se desconocen en el país y son de difícil acceso. De modo que

esta investigación constituirá una contribución a la crítica de la literatura nacional.

En tercer lugar, desde esta nueva perspectiva, teniendo en cuenta que el año de 1932

es una fecha emblemática, la investigación aportará conocimiento y esclarecerá algunos

aspectos sobre este periodo histórico salvadoreño tan controversial. Específicamente en el

área de la literatura desde la teoría del análisis del discurso, la tematización del suceso de

1932 en las novelas en cuestión. Asimismo, se busca conocer el tratamiento que hacen los

autores sobre los personajes en las obras a estudiar y por último, conocer que ha dicho la

crítica literaria sobre las obras.

19
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

20
2.1 Estado de la cuestión: 1932 en otros discursos

Enero de 1932 marcó una brecha en la historia de nuestro país; muchos

indígenas/campesinos del occidente del país se sublevaron con machetes, palos y algunos

fusiles y recibieron una respuesta violenta por parte del Estado. Esta rebelión duró

aproximadamente 3 días hasta que el ejército intervino. Posteriormente, fue denominada

La insurrección de 1932 (Lindo Fuentes, Ching & Lara-Martínez, 2011). Luego de eso,

el gobierno del General Hernández Martínez tomó represalias y durante todo el año de

1932 se cometieron muchas masacres donde murieron miles de indígenas/campesinos

(Anderson, 2001). Sin embargo, hasta el momento se desconocen las causas exactas del

levantamiento.

La visión oficial que se tuvo del suceso fue la que proporcionó el General Hernández

Martínez en su discurso del 4 de febrero de 1932, en la Asamblea Legislativa en el acto

de apertura de su periodo de sesiones. En este discurso el General Hernández Martínez,

además de presentar las razones por las cuales su gobierno es válido y legítimo, describe

las acciones al respecto de la insurrección de 1932:

Cuando [el Estado] tenía empeñados sus esfuerzos en conjurar lo más posible

los efectos de la situación económica que abate al país, los comunistas […],

se movían a escondidas, intentando hundir a la República en la más tremenda

desorganización. […].En Sonsonate, Santa Tecla, Izalco, Nahuizalco, Juayúa,

Sonzacate, Colon, Ahuachapán, Tacuba y muchas otras poblaciones, llevaron

a cabo en gran medida su plan terrorista (Hernández Martínez, 1932: 184).

21
Cabe mencionar en este punto que Hernández Martínez, al inicio de su disertación,

antes de hablar del golpe de Estado a Arturo Araujo, cita el artículo 36 del Código Político:

La insurrección es un derecho del pueblo salvadoreño. Con este enunciado buscaba

justificar las acciones de los militares con respecto al golpe de Estado al gobierno de

Arturo Araujo. Sin embargo, no es tomado en cuenta cuando se habla de las acciones de

los supuestos comunistas llamándolos enemigos de la paz y de su patria (Hernández

Martínez, 1932: 184).

En este punto, Hernández Martínez (1932) también habla de las represalias que se

tomaron en contra de los comunistas. Afirmando lo siguiente: doloroso fue para mi

Gobierno el haber tenido que usar severas medidas de represión militar […] pero se

hicieron indispensables para la protección de la sociedad, la propiedad y la familia

(Hernández Martínez, 1932: 184).

Fue así como miles de indígenas/campesinos recibieron represalias en su respuesta a

las acciones del 22 de enero de 1932. Así pues, este suceso marcó sin duda el imaginario

salvadoreño a partir de lo cual se han realizado diversos estudios desde diversas

perspectivas: histórica, cultural entre otras.

2.1.1. 1932: en el discurso de la historia

En esta perspectiva se ubican todos aquellos documentos que su fin es únicamente

proporcionar información a la historia. En estos textos se ubica a Revolución Comunista,

Guatemala en Peligro (Schlesinger, 1946); El Salvador 1932 (Anderson, 2001); El

Salvador 1930-1960 (Castellanos, 2002); Las masas, la matanza y el martinato en El

22
Salvador (Ching, López Bernal y Tilley 2007); 1932 Rebelión en la oscuridad (Gould y

Lauria-Santiago, 2008); Memorias claves de la matanza de 1932 (Navarrete, 2014).

En primer lugar se encuentra a Schlesinger (1946), con su Revolución Comunista,

Guatemala en Peligro. En este libro se describe cómo el comunismo procedente de la

URSS encontró en El Salvador las condiciones propicias para su expansión como la

posición geográfica y las pésimas condiciones sociales tanto agrarias como políticas. El

historiador expone que las condiciones sociales que fomentaron el desarrollo del

comunismo fueron los aspectos raciales y la falta de sentimiento humanitario de las clases.

Al otro extremo Anderson (2001), en su libro titulado El Salvador 1932: los sucesos

políticos, publicado por primera vez en 1971 en inglés, y posteriormente traducido al

español en 1976, se enfoca principalmente en las causas de la insurrección del 22 de enero

de 1932. Anderson (2001) sostiene que este levantamiento se debió a tres razones

fundamentales: primero, a problemas por las tierras que se venían arrastrando desde antes

de la independencia. Segundo, a la división de clases sociales que hacía sentirse inferiores

a los indígenas; y por último, a la influencia que ejercieron las revoluciones rusa y

mexicana (Anderson, 2001).

Cabe mencionar que, de manera breve, Anderson (2001) añade información acerca de

algunas redadas que se dieron después de la insurrección, principalmente en algunas zonas

de Izalco y el occidente del país, en donde los militares mataron indiscriminadamente a

muchos insurrectos. En este punto, Anderson hace una valoración de los datos de algunos

investigadores al respecto del número de indígenas/campesinos asesinados: López

Vallecillos, 16,000; Mauricio Selva, 30,000; Schlesinger, 25,000; el coronel Bustamante,

23
24,000; Rodolfo Buezo, 20,000; Castro Canizales, 16,000; Aguirre, 6,000 a 7,000; Peña

Trejo, 2,000 a 3,000. Los mencionados anteriormente han intentado definir el número de

fallecidos durante 1932 a lo cual concluye que las cifras están lejos de ser acertada

(Anderson, 2001).

Por otro lado, Castellanos (2002), en su libro El Salvador 1930-1960, sostiene que una

de las causas del levantamiento del 22 de enero de 1932 fue la influencia del Partido

Comunista Salvadoreño (PCS) sobre los indígenas/campesinos que se sentían

desesperados por las condiciones de vida de ese momento. Es decir, muchos se afiliaron

al PCS y sus dirigentes los convencieron para que se unieran levantamiento con la promesa

de una mejora de vida.

También Castellanos (2002) manifiesta que este levantamiento se llevó a cabo

principalmente en el occidente del país, que como respuesta a la amenaza que suponían

los sublevados, el ejército exterminó de 4,000 a 30,000 personas en un lapso de tres meses.

A causa de estas represalias, muchos de los familiares de los asesinados huyeron a los

países vecinos.

Por otro lado, Ching, López Bernal y Tilley realizaron un conjunto de ensayos sobre

los sucesos de 1932, titulado Las masas, la matanza y el martinato en El Salvador (2007).

Este texto aborda desde una perspectiva histórica los diferentes acontecimientos que se

dieron antes, durante y después de los sucesos de 1932. La finalidad de estos ensayos es

mostrar una nueva visión sobre los sucesos, a través de evidencias novedosas que se

obtuvieron de información que estaba clasificada en Rusia y El Salvador en documentos

del Comintern (Ching, López Bernal y Tilley, 2007).

24
Mientras que 1932: Rebelión en la oscuridad (2008), de Jeffrey L. Gould y Aldo

Lauria-Santiago, es una nueva propuesta sobre sucesos de 1932. Estos investigadores, a

diferencia de los anteriores a ellos, buscan explicar las causas del levantamiento y de las

masacres desde perspectivas que no han sido analizadas: la económica y el componente

étnico. Para este último, toman como base las entrevistas realizadas a más de 200

sobrevivientes del occidente del país. Un dato importante y novedoso propuesto por Gould

& Lauria-Santiago (2008) es que el número de víctimas de 1932 fue 10,000, un dato que

varía mucho de otros investigadores.

Gould & Lauria-Santiago (2008) también sostienen que la crisis económica del periodo

1920-1929 llevó a las personas a la radicalización del movimiento sindicalista y a la

desesperación general de los sectores populares y posteriormente al levantamiento de

enero de 1932. De la misma manera, exponen que el componente étnico fue decisivo en

nuestro país, puesto que había una marcada diferencia entre la población indígena, mestiza

y ladina. Este aspecto contribuyó a que gran parte de la población indígena se organizara.

Navarrete (2014) en su ensayo Memorias claves de la matanza de 1932, muestra las

formas y las razones por las cuales el Estado y el Partido Comunista Salvadoreño (PCS),

así como sus simpatizantes, conmemoran la matanza de 1932 a través de documentos y

discursos oficiales expresados por ambos bandos durante los años: 1932-1948, 1970-1992

y 1992-2012. Todo con la finalidad de dar a conocer que las memorias del Estado y del

PCS sobre la matanza no fueron hechas para explicar dicho suceso, sino para ser utilizada

como un arma de unificación política por conveniencia de ambos bandos.

Tabla 1

25
1932 EN EL DISCURSO DE LA HISTORIA
AUTOR Y TÍTULO DEL ENUNCIADO
AÑO TEXTO
Schlesinger Revolución Las condiciones sociales fueron pilar fundamental
(1946) Comunista, para el desarrollo del comunismo. Según
Guatemala en Schlesinger, (1946) el comunismo recurrió a incitar
Peligro a las masas a la revolución con la promesa de igualar
las clases sociales.
Anderson El Salvador Este considera que la división de clases, el maltrato
(2001) 1932 hacia el indígena fue causa fundamental para el
desarrollo del comunismo además de la situación
económica y los problemas raciales.
Castellanos El Salvador Busca mostrar cómo 1932 fue un problema de tierras
(2002) 1930-1960 y político.
Ching, Las masas, la Esta obra es una recopilación de ensayos que
López matanza y El abordan los diferentes acontecimientos que se
Bernal y Martinato en El dieron antes, durante y después de los sucesos de
Tilley Salvador 1932. Los problemas que se dieron en las elecciones
(2007) a alcalde en los diferentes lugares, el trato de los
indígenas y posteriormente al levantamiento.
Lauria 1932.Rebelión En este texto se revisan los sucesos de 1932,
Santiago- en la oscuridad tomando en cuenta los componentes étnicos y
Gould económicos. Todo el texto se basa en más de
(2008) cuatrocientas entrevistas realizadas a sobrevivientes
de 1932.
Navarrete Memorias Busca mostrar como el Estado y el PCS utilizan la
(2014) claves de la memoria histórica de 1932 como arma de
matanza de unificación política y no para esclarecer el suceso.
1932
Máximos representantes que han abordado los sucesos de 1932 a través del discurso historiográfico.

2.1.2. 1932 en el discurso periodístico

En este apartado se ubican los textos cuyo fin es retomar los sucesos de 1932 como

tema principal desde la óptica del periodismo. Aquí se ubica a Los sucesos comunistas

(Méndez, 1932); Políticas de la memoria (Lindo Fuentes, 2004); Maximiliano Hernández

Martínez. Ascenso y Caída del General (Parada, 2007).

26
Los sucesos comunistas de 1932 (Méndez, 1932) es uno de los primeros textos que se

conocen sobre estos eventos. Según Hernández (2014), este artículo periodístico fue un

encargo del Gral. Hernández Martínez. En éste se presenta un recorrido por diferentes

ciudades del país en las que, supuestamente, había arrasado el comunismo. Este texto se

enfoca en las entrevistas realizadas a los supuestos afectados por las atrocidades de los

comunistas (Méndez, 1932).

Asimismo, Lindo Fuentes aborda en un texto denominado Políticas de la memoria

(2004), la cambiante interpretación de 1932 que los diferentes medios de comunicación le

han adjudicado a los sucesos de este año. De allí puede decirse que los primeros periódicos

le daban un color político y así sucesivamente: para la década de los 40’s, 1932 es visto

como una fábula; para los 70’s, 1932 es visto como el efecto de los problemas sociales de

la época; para los 80’s, 1932 queda borrado del mapa histórico de El Salvador por la

alianza entre Estados Unidos y el país. Sin embargo, durante los años 90’s en adelante,

1932 es visto como un acto comunista.

Parada (2007) realiza un abordaje periodístico sobre los sucesos de 1932. Sostiene que

debido al favorecimiento de la élite en El Salvador, hubo una fragmentación de las clases

sociales (media y baja), dejándolos en condiciones vulnerables. Como resultado de esto,

se produjo la insurrección de 1932.

Por otra parte, Navarrete (2014) hace una comparación de lo que se ha dicho de 1932

por medio de fuentes periodísticas primarias, para comprobar cuan cambiante es la

memoria histórica con respecto a los acontecimientos de ese año. Para eso toma textos del

diario La Tribuna y El Diario de Hoy, los cuales demuestran que desde los sucesos de

27
1932, las causas y la percepción que las personas tienen de este suceso han ido cambiando

gradualmente.

Tabla 2

1932 EN EL DISCURSO PERIODÍSTICO


AUTOR Y TÍTULO DEL ENUNCIADO
AÑO TEXTO
Méndez Los sucesos En este texto se presenta una recopilación de
(1932) comunistas de 1932 los diversos testimonios de diversas personas,
en El Salvador específicamente del occidente del país, luego
de la masacre. Se sostiene que la única causa
del levantamiento y la masacre fue el
comunismo.
Lindo Políticas de la Estudia la cambiante memoria histórica de
Fuentes memoria 1932 reflejada en periódicos de diferentes
(2004) épocas.
Parada Maximiliano Parada (2007) plantea los distintos puntos de
(2007) Hernández vista sobre lo ocurrido durante el periodo del
Martínez. Ascenso y General Hernández Martínez tales como: el
Caída del General. número de víctimas de la matanza de 1932, el
motivo que llevó a los indígenas/campesinos
a rebelarse en contra del gobierno, la
persecución, la injusticia entre otros.
Máximos representantes que han abordado los sucesos de 1932 a través del discurso periodístico.

2.1.3. 1932 en el discurso de la política cultural

En esta perspectiva se ubican los textos cuya finalidad es explicar diversos aspectos

de 1932 abordados desde los Estudios Culturales, entre los cuales encontramos

Balsamera bajo la Guerra Fría. Historia intelectual de un etnocidio (Lara-Martínez,

2009); Recordando 1932: La Matanza, Roque Dalton y la Política de la Memoria

Histórica (Lindo Fuentes, Ching y Lara-Martínez 2010); Política Cultural del Martinato

28
(Lara-Martínez, 2011); El Genocidio Cultural de 1932 Narrativas y Memorias de la

Represión (Martínez Martínez, 2011).

Lara-Martínez, en su libro Balsamera bajo la Guerra Fría. Historia intelectual de un

etnocidio (2009), específicamente en el capítulo cinco, hace un estudio comparativo desde

una perspectiva cultural del elemento indígena, a partir de dos textos literarios: El oso

ruso (Alemán Bolaños, 1944) y Ola roja (Machón Vilanova, 1948) afirma que, durante la

década de los 30’s al 50’s, y en el exilio, solo se produjeron estas dos novelas que abordan

los sucesos de 1932.

Lindo Fuentes, Ching y Lara-Martínez (2010) hacen una descripción de los sucesos de

1932. Primero de la insurrección y luego de las matanzas y de cómo éstas le

proporcionaron más poder a los militares; un poder que duró más de cincuenta años (Lindo

Fuentes et. al., 2010). También estos investigadores utilizan la figura de Roque Dalton a

través de su texto Miguel Mármol, con la finalidad de confirmar cuán transformable es la

memoria histórica. De igual forma, el texto se vuelve importante por el valor histórico-

literario que posee, debido a que las referencias bibliográficas de los sucesos de 1932 eran

escasas. De ahí que Miguel Mármol es significativo para la crítica literaria salvadoreña.

Por otro lado, Lara-Martínez, en su libro Política Cultural del Martinato (2011),

expone que los sucesos de 1932 no fueron una casualidad. Para este académico, las

represalias luego de la insurrección fueron parte de un proceso del general Hernández

Martínez como parte de una política cultural. Este proyecto, según el autor, fue apoyado

por los intelectuales de El Salvador que encabezaba el cuentista Salarrué.

29
Martínez Martínez, en su tesis El Genocidio Cultural de 1932 Narrativas y Memorias

de la Represión (2011), busca elaborar una reevaluación de la documentación producida

sobre los sucesos de 1932, con el fin de observar las opiniones acerca de este hecho.

Revisa las opiniones de diversos investigadores y escritores tales como Roque Dalton,

Thomas Anderson, Héctor Fuentes, Erik Ching, Rafael Lara-Martínez, Patricia Parkman,

Jeffrey Gould, Aldo Lauria-Santiago, Segundo Montes, Julio Leyva y Pablo Benítez.

Otro aporte importante de Martínez Martínez (2011) es con relación a lo que denominó

genocidio cultural, que está relacionado con el uso de la fuerza por parte del Estado para

reprimir masivamente a un grupo. De esta manera, busca poner este concepto como la

síntesis de las ideas y los debates en la historiografía hasta hoy desarrollada sobre los

acontecimientos represivos de 1932 en El Salvador (Martínez Martínez, 2011: 4).

Tabla 3

1932 DESDE LA POLÍTICA CULTURAL


AUTOR Y TÍTULO DEL ENUNCIADO
AÑO TEXTO
Lara- Balsamera bajo la En este libro, específicamente en el capítulo 5, se
Martínez Guerra Fría. hace un estudio comparativo con una perspectiva
(2009) Historia intelectual cultural del elemento indígena, a partir de dos
de un etnocidio textos literarios: El oso ruso (Alemán Bolaños,
1944) y Ola roja (Machón Vilanova, 1946).
Lindo Recordando 1932: La rebelión de 1932, fue el resultado de las
Fuentes, La Matanza, Roque presiones que la producción comercial del café
Ching y Dalton y la Política impuso en las tierras altas del occidente y sus
Lara- de la Memoria poblaciones campesinas además las constantes
Martínez Histórica presiones y maltrato.
(2010)

30
Lara- Política Cultural Este investigador explica que la matanza de 1932
Martínez del Martinato no fue casualidad sino que fue parte de un proceso
(2011) del General Maximiliano Hernández Martínez,
como parte de una política cultural, apoyado por
los letrados de El Salvador.
Martínez El Genocidio Según este estudioso, la causa principal del suceso
Martínez Cultural de 1932: de 1932 fue parte de un plan cultural por lo cual
(2011) Narrativas y sostiene que debería llamarse genocidio cultural.
Memorias de la
Represión
Máximos representantes que han abordado los sucesos de 1932 a través del discurso de la política cultural.

2.1.4. 1932 en el discurso académico-literario

En este apartado se ubican las tesis que estudian obras literarias que tienen como

macrotema los sucesos de 1932. Encontramos Desarrollo de la Literatura como reflejo

del cambio social en El Salvador desde 1932 hasta 1986 (Chávez Aparicio et. al, 1989) y

Reflejo del etnocidio de 1932 en la literatura salvadoreña como contrapunto de la historia

oficial (Alemán Rivera, 2006), Configuración de la identidad salvadoreña por medio de

la literatura como parte de las políticas culturales del Martinato (Colocho Borja, 2013)

y El trauma de 1932 en la narrativa de El Salvador (Hernández, 2014).

En cuanto a Chávez Aparicio et al. (1989) buscan como objetivo principal ver si existe

un cambio social en lo económico, político y cultural en la literatura salvadoreña durante

los años de 1932 a 1986. También en dicho estudio se realiza un recorrido histórico sobre

los sucesos más relevantes ocurridos al país entre los años de 1932-1986, dándole énfasis

a las producciones literarias que se manifestaron durante este momento. Igualmente, hacen

mención sobre los diferentes grupos y asociaciones literarias que surgen durante este

periodo.

31
Por otro lado, el estudio de Alemán Rivera (2006) se plantea desde el punto de vista

literario en relación textual y contextual que encierra la coyuntura de 1932. La

investigación retoma obras de autores como Salarrué, Alegría & Flakoll, Dalton y Escobar

Velado, que muestran los sucesos de 1932 reflejados en esta narrativa.

En cuanto a la literatura oral, elabora una revisión de los mitos e historias referidos al

volcán de Izalco y las contrasta con la literatura escrita. De ahí, se considera que algunos

de los mitos narrados por lo indígenas respecto al volcán se encuentran presentes en

textos de Salarrué (Alemán Rivera, 2006: 45). Es más, ve reflejado en la literatura oral

como la naturaleza del volcán estuvo a favor de la insurrección de 1932. En efecto, estos

elementos están presentes en la literatura escrita (Salarrué y Alegría &Flakoll).

Por otra parte, Colocho Borja (2013), en su tesis de grado Configuración de la

identidad salvadoreña por medio de la literatura como parte de las políticas culturales

del Martinato hace una revisión de la producción literaria salvadoreña durante el

Martinato, presentando las obras y los autores que, de alguna manera, apoyaban por medio

de sus creaciones al general Hernández Martínez (Colocho Borja, 2013).

Por último, se ubica la tesis doctoral El trauma de 1932 en la narrativa de El Salvador

(Hernández, 2014). Se ha clasificado como psicológica-literaria porque se toman diversos

textos literarios y se analizan desde la categoría psicológica del trauma, y no desde una

teoría estrictamente literaria. En síntesis, esta investigación ve a los sucesos de 1932 como

trauma, observando cómo la matanza se vuelve un tópico recurrente y principal dentro de

la literatura salvadoreña (Hernández, 2014).

32
Tabla 4

1932 EN EL DISCURSO ACADÉMICO-LITERARIO


AUTOR Y TÍTULO DEL ENUNCIADO
AÑO TEXTO
Chávez Desarrollo de la Revisa si existe un cambio social tanto en lo
Aparicio et. al Literatura como económico y cultural en la literatura salvadoreña,
(1989) reflejo del cambio abarcando los años de 1932 a 1986.
social en El
Salvador desde
1932 hasta 1986
Alemán Rivera Reflejo del Hace un contrapunto entre la historia oficial y la
(2006) etnocidio de 1932 narrativa salvadoreña (Alegría, Salarrué y
en la literatura Dalton) para ver cómo es tratado el suceso.
salvadoreña como
contrapunto de la
historia oficial
Colocho Borja Configuración de Esta tesis estudia la literatura producida en la
(2013) la identidad época, conocida como el Martinato, pero desde
salvadoreña por la perspectiva de establecimiento de políticas
medio de la culturales.
literatura como
parte de las
políticas culturales
del Martinato
Hernández El trauma de 1932 En esta tesis se toman diversos textos literarios y
(2014) en la narrativa de periodísticos y se analizan desde la categoría
El Salvador psicológica del trauma.
Máximos representantes que han abordado los sucesos de 1932 a través del discurso académico-literario.

2.2 La literatura como comunicación literaria y el

análisis del discurso

2.2.1 La literatura como discurso

Según Segre (1985), dentro de la comunicación todos los elementos que la constituyen

son importantes. El emisor comunica un mensaje, el cual es dirigido a un receptor. En la

33
comunicación literaria el autor funge como emisor, puesto que es él quien construye, crea

y garantiza una relación comunicativa. En otras palabras, es el elemento indispensable en

la comunicación literaria, en cuanto emisor del mensaje. El mensaje está determinado por

el hecho que el autor tiene o está situado en una relación particular con el o los receptores:

Una relación de tipo cultural en su contenido, con finalidad pragmática. En este sentido,

el autor es más que escritor, promotor, garante, en definitiva autoridad (Segre, 1981: 15).

Por otro lado, Segre (1985) considera que el ensamblaje de los hechos narrados en un

texto dependerá no solo de la forma en que el autor narra la historia. También dependerá

de una serie de procedimientos que, según Genette (1976: 233), en Segre (1985: 30),

etiqueta como punto de vista. El cual es considerado como la forma de presentar los

sucesos, es decir, el ángulo desde el cual son vistos o vividos los eventos o sucesos que

conforman la trama.

De ahí que la trama entrelaza los sucesos que se representan a distancia y bajo

circunstancias diferentes. La creación narrativa está sujeta al variable equilibrio entre el

modo de presentar (puntos de vista) y los hechos presentados (trama) (Segre, 1985).

2.2.2 La literatura como comunicación

Según Chico Rico (1988), la función primordial de la lingüística es la descripción de

la competencia textual comunicativa del hablante, no obstante, se debe tener en cuenta

que el lenguaje es, ante todo, el medio principal de la comunicación social. Por su parte,

la lingüística del texto, teniendo en cuenta la índole sistemática del mismo, debe ocuparse,

en esencia, de la descripción y explicación del lenguaje como tal medio (Chico Rico,

1988: 14).

34
El punto de partida vendría a ser la relación interna –difícilmente separada– entre los

diferentes componentes que el ámbito textual (AT) posee, siendo el texto (T) el

componente principal, que viene a ser la manifestación física del proceso comunicativo

que intencionalmente un productor (P), en un contexto de producción determinado (Cpr),

realiza de cara a un receptor (R), situado en un contexto de interpretación específico (Cin).

Ambos tipos de contextos (Cpr y Cin) forman parte del contexto comunicativo general

(Cco), que es equivalente a la situación compleja, compuesta por todo el conjunto de

factores relevantes que influyen en el desarrollo de dicho proceso (Chico Rico, 1988).

Por ejemplo, los referidos a la intención comunicativa del productor (escritor), a las

expectativas del receptor (lector) ante el texto (obra) que aquél le ofrece, todo eso se

encuentra inmerso en el mundo (M1) o conjuntos de mundos (M2, M3,… Mn) los cuales

son configuradores del sistema general de referencias del que participan todos y cada uno

de los componentes presentados. Por esto es que no se puede considerar solamente al texto

como el exclusivo objeto de estudio de la lingüística textual, sino que todos los

componentes del ámbito textual deben ser incluidos, teniendo valor y sentido el texto,

desde un punto de vista más amplio (Chico Rico, 1988).

En resumen, la tarea central de la lingüística textual es el análisis de la producción y de

la recepción textual como procesos de actividad compleja en la que el lenguaje es

entendido como sistema social de signos y reglas.

2.2.3 Análisis del discurso y literatura

Con relación al análisis del discurso, Van Dijk (1980) propone una metodología de

cómo podrían estudiarse los discursos literarios. De ahí que expone que deberían tomarse

35
en cuenta algunas propiedades específicas para que un discurso sea clasificado como tal.

En cuanto a estas propiedades se considera que no debe caracterizarse a un discurso

solamente por su nivel de gramaticalidad (descripción y compresión); sino que debe

fundamentarse en un conocimiento de las estructuras como de las funciones que éste

posee. Por último, para considerar a un discurso como tal se debe de tomar en cuenta al

texto en su totalidad.

Por otro lado, Brown and Yule (1993) afirman que el análisis del discurso es, por

necesidad, análisis de la lengua en su uso. Por lo tanto, no se puede limitar a la simple

descripción de formas lingüísticas separadas de los propósitos y funciones a las que están

destinadas esas formas. A diferencia de algunos lingüistas que se concentran en las

propiedades formales de una lengua, el análisis del discurso se debe centrar en el porqué

de esa lengua.

El lenguaje formal nos proporciona una amalgama de rótulos para las funciones del

lenguaje los cuales, según Brown & Yule (1993), desembocan en una terminología vaga

y a menudo confusa. Por lo cual, ellos adoptaran dos términos para describir las funciones

del lenguaje. De ahí que se denomina función descriptiva a la transmisión de información

(mensaje), cuyo objetivo se utiliza para expresar un contenido, y función interactiva al

uso del lenguaje relacionado con la expresión de relaciones sociales y actitudes personales

(interacción social).

En definitiva, lo que caracteriza al análisis del discurso es el estudio de la producción

lingüística de alguien distinto del analista. La oración es el objeto del discurso escrito y el

texto es el producto. Entonces hacer análisis del discurso implica ciertamente hacer

36
sintaxis y semántica, pero consiste básicamente en hacer pragmática. En conclusión

análisis del discurso es describir lo que hace la gente cuando usa el lenguaje (Brown &

Yule, 1993).

Por otro lado, Fowler (1988) plantea que literatura como discurso es aquella que

considera al texto como mediador de las relaciones interpersonales (habla, conciencia,

ideología y rol). En otras palabras, para el autor el texto deja de ser un objeto y se convierte

en acción o proceso (Fowler, 1988). Por lo tanto, la literatura es parte del proceso social

y está abierta a diferentes interpretaciones en la sociología del lenguaje.

En relación con lo antes dicho, Ruiz Ruiz (2009) elabora una propuesta para analizar

discursos que centra su atención en los discursos provocados por ser más esenciales para

estudiarlos. De ahí que el análisis sociológico del discurso requiere de tres niveles: nivel

textual, nivel contextual y nivel sociológico/interpretativo.|

Respecto al nivel textual considera que el análisis del discurso se centra en el texto.

Para elaborar este tipo de análisis es necesario hacer una descripción de los textos a

estudiar. Es decir, caracterizar los textos según la composición y la estructura que estos

presenten. Este análisis parte de dos técnicas: análisis de contenido y análisis semiótico.

El análisis de contenido consiste básicamente en la fragmentación del texto en

unidades, siendo un sistema de categorías establecidas, conocidas por Tomachesvki

(1982) como unidades de significado de diversos elementos que constituyen el tema.

Asimismo, Ruiz Ruiz (2008) plantea que dentro del análisis del contenido se encuentra el

análisis temático, el cual se centra en los temas que desarrolla el discurso, selección de

37
temas pertinentes, orden de aparición, tiempo dedicado a cada uno y las relaciones que se

establecen entre sí. Todo esto es importante para la caracterización de los discursos.

Por otro lado, el análisis contextual está referido al espacio en el que ha surgido el

discurso y en el que adquiere sentido. De igual forma, se pueden distinguir dos tipos de

contextos: el contexto situacional y el contexto intertextual. El primero está referido a una

descripción detallada de las circunstancias en que ha sido producido y las características

de los sujetos que lo producen (Ruiz Ruiz, 2009). También requiere de una vasta

información sobre las circunstancias en que se han producido los discursos. En segundo

lugar, el contexto intertextual consiste en la identificación de discursos en el discurso a

investigar, así como de elaborar un análisis comparativo, porque el sentido de un discurso

está referido a otros discursos con los que dialoga.

Por último, se encuentra el nivel sociológico/interpretativo, el cual consiste en hacer

una interpretación del discurso. En este apartado el discurso se puede adoptar en tres

dimensiones: dimensión informativa, ideológica y sociológica. Respecto a la dimensión

informativa el discurso se adopta nada más como información del sujeto que lo ha

producido.

Por otra parte, en la dimensión ideológica lo que importa es el punto de vista del autor

como indicio de construcciones ideológicas. Y por último, la dimensión sociológica se

refiere a ver el discurso como producto social. Es decir, que el discurso refleja las

condiciones sociales de las que ha surgido. Viene a ser el producto de una sociedad.

38
2.2.4 El sujeto literario y sus características

Para el siglo XVIII los estudios literarios están dominados por las concepciones de la

poética de Aristóteles. El personaje era fundamentalmente un soporte de la acción, su

agente y objeto. Para la época de La Ilustración y El Romanticismo la noción de persona

(personaje) cambia, reduciéndolo simplemente a un sujeto de una visión idealista de la

realidad, en cuya conciencia subjetiva se construye el objeto de conocimiento. Ejemplo:

personaje con conciencia. Desde los años de la Ilustración hasta el siglo XX han surgido

muchas concepciones acerca del personaje literario y las funciones que desarrolla en la

literatura, volviendo ininteligible la forma de operar de éste. Desde el punto de vista de la

semiología de la literatura, el estudio del personaje novelesco puede abordarse teniendo

en cuenta los siguientes aspectos:

1. Nombre propio (o nombre que funcione como propio)

2. Etiqueta semántica: predicados y notas intensivas.

3. Funcionalidad y dimensión actancial.

4. Relaciones y transformaciones del personaje en el relato.

5. Intertexto literario y contexto social.

Con respecto al nombre propio, o el nombre común que funcione como propio,

garantizan la unidad de las referencias lingüísticas que se dicen sobre el personaje literario,

estas constituyen su etiqueta semántica, y pueden proceder de las siguientes fuentes: del

narrador de la historia, de otro personaje que funja como narrador o del mismo personaje

principal. Por otro lado, existen nombres que pueden funcionar como un intento de

animalización o cosificación por parte de un narrador. Por último, es posible que el

39
nombre propio adquiera por relaciones de intertextualidad o contexto social, notas

semánticas de cierta significación que aporten ciertos sentidos a las expresiones

meramente denotativas. Como por ejemplo, la nominalización de donjuán o celestina.

En cuanto a la etiqueta semántica del personaje, ésta es el resultado de la lectura que

el intérprete o lector realiza de la novela, a través de los datos que de forma sucesiva

aparecen en la obra, con el objeto de construir lo que el personaje es y representa. La

etiqueta semántica se puede obtener de tres formas:

a) Juicios aportados de forma directa por el narrador, y que con frecuencia se

hallan sometidos a su libre manipulación y a sus competencias y modalidades discursivas.

b) Datos procedentes de otros personajes que pueden cambiar a lo largo de la

novela, según las transformaciones que tales sujetos experimenten en cada momento.

c) Criterios y opiniones procedentes de la propia conducta del personaje que son

valorados de acuerdo con los sistemas éticos que dan coherencia a la obra.

Por otro lado, al momento de presentar a un personaje, se puede hacer de dos formas:

1. Retórica realista: (mundo ficcional verosímil) se construye al personaje como

ser humano, individual y verosímil.

2. Retórica imaginativa: (mundo ficcional no verosímil) no pretende conseguir

un efecto inmediato de realidad.

En fin, la etiqueta semántica está constituida por signos de ser y parecer, que son con

frecuencia signos estáticos, los cuales encuentran su expresión verbal más precisa en el

sustantivo, así como en los adjetivos que habitualmente los califican y acompañan (G.

Maestro, 1995: 471).

40
En relación a la funcionalidad y dimensión actancial, se trata de los signos de acción o

de situación, de signos dinámicos que cambian a lo largo del discurso en las secuencias

funcionales en que se inscribe el personaje.

Según Bobes (citado en G. Maestro, 1995), el personaje se puede definir desde dos

perspectivas:

a) Desde la persona humana: desde una perspectiva psicológica, social o

humana.

b) Desde el texto: consideran al personaje desde una dimensión funcional de la

que puede hablarse como unidad sintáctica.

La acción (fábula para Aristóteles) viene a ser la importante para la obra literaria, la

misma importancia tiene el sujeto. De igual forma, los formalistas y neoformalistas

consideran a las acciones y situaciones como elementos importantes del relato a partir de

sus funciones.

De ahí que, siguiendo la propuesta de Brémond (citado en G. Maestro, 1995), se

propone una secuencia para la elaboración de una red actancial a partir de las funciones

de los personajes, la cual procede en tres pasos:

1. Situación inicial de deseo.

2. Medios para lograr su satisfacción.

3. Desenlace final.

Por otro lado, las relaciones y transformaciones del personaje están referidos a la

relación entre los signos de relación con respecto a los rasgos distintivos que oponen en

el cuadro de actuantes, o en el conjunto de personajes, unos a otros, que pueden apoyarse

41
en criterios funcionales (agresor/agredido); aluden al ser o a sus cualidades. Es decir, se

trata de examinar las transformaciones que experimentan en el discurso literario el

personaje principal en su relación con otros personajes dentro de la historia ficcional.

Por último, el intertexto literario y el contexto social; en este apartado se deben de

tomar en cuenta los signos de relación, al menos desde un punto de vista transtextual (todo

lo que pone al texto en relación, manifiesta o secreta con otros textos), al referirse a la

relación intertextual, es decir, de copresencia, eidética y frecuentemente de signos

literarios que definen o determinan en dos o más obras la constitución del personaje.

Se trataría en suma de personajes que, por razones de intertextualidad literaria, o

contexto social, pueden recibir connotaciones que condicionen su rol o rol actancial. Es

decir, vendrían a ser prototipos (donjuán, celestina). Por efecto del uso social, o por

relaciones con obras literarias, adquieren un significado previo a su acción y presentación

en el discurso.

Desde el punto de vista intertextual, la manifestación más destacada en la literatura

comparada es la denominada narración de objetos, es decir, la narración que sucede sobre

la descripción de realidades ónticas (del ser) a las que trasciende una presencia semántica,

una mirada intensamente valorativa y evocadora. La temática sobre la narración sobre

objetos sirve como objeto de comparativismo literario.

La especialización de los objetos se sitúa en un mundo exterior al personaje, y, sin

embargo, al espacio subjetivo de cada narrador. Se construye con frecuencia sobre las

sensaciones, aromas, pensamientos, miradas…, procedentes de los objetos del mundo real,

42
que cobran un nuevo sentido desde la persección espacial y subjetiva de los personajes

que los enfoca. Es decir, el personaje presenta su visión de los hechos que le han acaecido.

Según G. Maestro (1995), ha demostrado como en la novela tradicional los personajes

son vistos como mirada semántica, es decir, como signos que dan coherencia a una

historia y a las relaciones que en ellas se establecen: la presencia de un entorno susceptible

de ser captado por la mirada adquiere significado si alguien lo destaca, o lo relaciona

con contenidos preciosos o vagos.

43
CAPÍTULO III

MARCO

METODOLÓGICO

44
3.1. Descripción del método

La presente investigación se abordó desde el carácter cualitativo-descriptivo, expuesto

por Hernández Sampieri, Fernández Collado & Baptista Lucio (2004) en su libro

Metodología de la investigación, cuyo enfoque consiste en la recolección de datos para

dar respuestas a preguntas durante el proceso de investigación. Así como describir

detalladamente situaciones, eventos, personas, e interacciones. La investigación

cualitativa se fundamenta en una perspectiva interpretativa centrada en el entendimiento

del significado de las acciones. Es decir, busca interpretar criterios de selección.

3.2 Criterios de selección de la muestra

Los textos seleccionados cumplieron algunos criterios. En primer lugar, fueron escritos

y publicadas entre las décadas de 1930 y 1960. Además, son algunos de los primeros

textos que hablan del año 1932; a partir de los cuales se construye un imaginario social

para fechas posteriores. Asimismo, todos los textos elegidos se clasifican dentro del

género novela. Su extensión varía: algunos son cortos (120 páginas) y otros alcanzan las

400 páginas.

Por último, las obras literarias en cuestión elaboran una tematización de la matanza de

1932. Es decir, existe una riqueza literaria en ellas, debido a que el abordaje de los hechos

lo hacen desde diferentes temáticas, lo que permitiría al lector tener un horizonte más

amplio del suceso. Así como asimilar de manera sugestionada la realidad que presentan

los sucesos de 1932.

45
3.3. Procedimiento de análisis de los textos

A estos textos se les aplicó una guía de cinco niveles. El primer nivel está relacionado

con el autor del texto y el contexto situacional del país al momento de publicarse el texto

en cuestión. Por otro lado, el segundo nivel aborda lo relacionado con la obra literaria a

estudiarse; incluye una descripción del texto en cuanto a su año de publicación, su

estructura, el movimiento en el que se ubica y al género al que pertenece. Mientras que en

el nivel tres se revisó los temas expuestos en la obra ya sean primarios y secundarios y sí

su aparición es sugerida o espontánea; es decir, si tiene un seguimiento discursivo o se

rompe en algún momento de la narración. También se analizó cual es el objetivo del autor

en el texto a estudiar: denunciar, presentar o justificar un determinado tema.

No obstante, el nivel cuatro se enfocó en el o los personajes protagonistas: los nombres

que recibe a lo largo de la narración y cómo es visto por el narrador, por los otros

personajes y por él mismo. Además, se observó su funcionalidad y dimensión actancial

presentada en tres fases: situación inicial de deseo, medios para lograr su objetivo y

desenlace final. De igual forma, se revisó las relaciones de transformación; éstas tienen

estrecha relación con los demás personajes del texto y son las que permiten al protagonista

lograr o no su objetivo. También en este nivel se analizó el intertexto literario; es decir, a

qué hechos de la vida social hace referencia el texto en cuestión.

Por último, en el quinto nivel denominado nivel del receptor se analizó cómo ha sido

tomado el texto por la crítica; en otras palabras, la interpretación que le ha sido concedida

a partir de las diversas perspectivas en las que se haya estudiado y la forma en la que ha

46
sido calificada. En el nivel del receptor se presenta los diversos estudios y las

calificaciones que ha recibido el texto estudiado a lo largo de los años.

3.4 Instrumento

I. NIVEL DEL EMISOR Y SU CONTEXTO

1.1 Autor (datos biográficos)

1.2 Tiempo de la obra

1.2.1 Año de publicación

1.2.2 Contexto situacional de la publicación

II. NIVEL DE LA OBRA/TEXTO

2.1 Descripción de la obra/texto (título, género, movimiento y composición)

III. NIVEL TEMÁTICO

3.1 Asunto (hecho ficcional)

3.2 Contexto intratextual (que realidad o contexto se representa dentro de la obra)

3.3 Tipos de temas que se encuentran dentro de la obra literaria (principales y

secundarios)

3.4 Presentación de los temas dentro de la obra literaria (espontáneos y sugeridos)

3.5 Objetivo del tema (denunciar, justificar o presentar)

IV. CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE PROTAGONISTA

4.1 Nombre del propio del personaje

47
4.2 Etiqueta semántica: predicado y notas intensivas

4.3 Funcionalidad y dimensión actancial

4.4 Relaciones de transformación del personaje

4.5 Intertexto literario y contexto social (a qué hechos de la vida social de la época

hace referencia la obra)

V. NIVEL DEL RECEPTOR

5.1 La recepción de la obra en la crítica literaria (qué dice la crítica literaria y qué

representa el texto)

VI. COMENTARIOS

48
CAPÍTULO IV

HALLAZGOS

49
Aplicación de la guía de análisis al discurso literario de

la obra: El oso ruso (1944), de Gustavo Alemán

Bolaños

I. NIVEL DEL EMISOR Y SU CONTEXTO

1.1 Autor (datos biográficos)

Gustavo Alemán Bolaños (1886–1960) fue un periodista, poeta y novelista

nicaragüense que se dedicó al reportaje y comentario político. Trabajó para los periódicos

más importantes de su época: El Diario de Nicaragua, El Mediodía, Diario El Salvador y

Diario Latino (El Salvador), Diario de Panamá, Excélsior (México), El Mercurio (Chile),

La Nación (Argentina). En los Estados Unidos trabajó para los diarios neoyorquinos La

Prensa y The Herald Tribune.

Con respecto a su producción literaria, fue publicada en tres grandes períodos

temporales. Las primeras obras que fueron publicadas son: La factoría (1925), El país de

los irredentos (1927), La novela de un prisionero (1927); publicadas, en su mayoría, en

Guatemala durante los años de 1925 a 1934.

Después publicó en Managua, Nicaragua, siete novelas cortas con los siguientes títulos:

En la tierra de los Izalcos, Burguesía, San Pablo, Un cortador de café, El hombre de los

metales, Cenizas de un cacique y El Guanacaste; todas publicadas entre los años de 1930

a 1943.

50
Por último, publicó cinco obras: Aventuras de Don Quijote de la Mancha en Managua

(1940), El oso ruso (1944), Memorias de un periodista (1948), Sandino, el libertador

(1952) y Matrimonio de Rubén Darío (1953); todas ellas publicadas durante los años de

1940 a 1953 en países como México, Guatemala y Nicaragua.

1.2 Tiempo de la obra

1.2.1 Año de publicación

El oso ruso fue publicado en 1944 en Managua, Nicaragua por Editorial Atlántida.

1.2.2 Contexto situacional de la publicación

El año de 1944 está marcado por dos acontecimientos importantes para la historia de

El Salvador: la insurrección del 2 de abril de 1944 y la huelga general de brazos caídos de

mayo: el derrocamiento de la dictadura del Gral. Hernández Martínez.

En relación al primer hecho histórico, Castellanos (2002) plantea que fue una

sublevación cívico-militar que estaba conformada por cafetaleros liberales, profesionales

civiles y oficiales de la Escuela Militar, quienes se constituyeron como jefatura militar.

Iniciaron operaciones con la toma del Aeropuerto Militar de Ilopango y con ataques a los

cuarteles de la Policía y la Guardia Nacional. Sin embargo, la revuelta finalizó el 4 de

abril por carecer de un mando militar y por deficiencias al momento de ejecutar acciones

táctico-operativas (Castellanos, 2002).

Los capturados fueron fusilados en fechas del 10 y 23 de abril. A partir de las muertes

ocurridas por la insurrección del 2 de abril de 1944, la AGEUS organizó un comité de

huelga clandestina que tendría respaldo por dirigentes políticos y sindicales, así como

poderosos grupos industriales-comerciantes de oposición. Esta huelga inició el 1 de mayo

51
con una manifestación pacífica en la que desfilaron en silencio millares de personas,

empresarios, obreros, amas de casas, profesionales, empleados, muchos de ellos vestidos

de luto (Castellanos, 2002).

El 2 de mayo la Unión de Trabajadores Ferrocarrileros (UTF) se unió a la huelga. El 3

cerraron el comercio y los bancos totalmente; el 4 se declararon en huelga todos los

empleados de dependencias y ministerios públicos, con lo cual el país quedó paralizado.

A la suma de todas las huelgas se le denominó la huelga general de brazos caídos.

Para el 8 de mayo, miembros del gabinete del Gobierno renunciaron al cargo. A partir

de esto, el Gral. Hernández Martínez sintiéndose presionado pronunció, durante la noche

del mismo día, un discurso emotivo donde aludía que renunciaría al día siguiente. El 9 de

mayo de 1944, ante un grupo de diplomáticos, jefes militares y funcionarios del gobierno,

la Asamblea Legislativa Salvadoreña aceptó la renuncia del Gral. Hernández Martínez a

la Presidencia de la República.

II. NIVEL DE LA OBRA/TEXTO

2.1. Descripción de la obra/texto (título, género, movimiento y composición)

Según Hernández (2014), El oso ruso (1944) es una novela o noveleta anticomunista

publicada prácticamente durante la Guerra Fría que acusa directamente al régimen

soviético de haber introducido y promocionado el comunismo en El Salvador.

La novela se puede dividir en:

• Introducción: es un fragmento de Associated Press, lo que le da credibilidad.

• Capítulo I, introducción del personaje principal, Iván.

52
• Capítulo II al XXXVII: activismo político y preparación de la revolución.

• Capítulos XXXVIII al XLVIII cuenta el levantamiento, su fracaso y la represión.

• El capítulo XLIX funciona a modo de conclusión.

III. NIVEL TEMÁTICO

3.1 Asunto (hechos ficcionales)

La novela El oso ruso (1944) muestra los sucesos ocurridos en 1932. La historia inicia

con la llegada de Iván, apodado el oso ruso, al puerto de Acajutla (Sonsonate), durante el

año de 1931. Después se desplaza para Juayúa por ser centro de comercio y establece un

negocio que le permitiría tener contacto con los lugareños y entablar amistad, con la

finalidad de fundar células soviet.

El negocio de la buhonería que había establecido le permitió conocer a Rosa María,

quien es una airosa muchacha (Alemán Bolaños, 1944). Esta relación le permitió conocer

a don Apolinar, el padre, Lucio y Roque, hermanos de Rosa María. Asimismo, instituyó

la primera célula soviet.

A partir de esto, Iván inicia a girar órdenes para la creación de más células soviet; es

así como se desplazan por occidente y partes de San Salvador, dando a conocer que se

debía instaurar un levantamiento indígena/campesino. Debido al alcance que se produjo,

lograron contactar con Martí, Luna y Zapata, quienes contribuyeron al levantamiento de

1932.

Habiendo establecido que el 22 de enero sería el levantamiento, ocurrió un hecho

inesperado, la noche del 2 de diciembre de 1931, al presidente Araujo le dieron golpe de

Estado. Días después capturaron a Martí, Luna y Zapata, llevándolos a la penitenciaría,


53
donde serían juzgados. A pesar de todos estos acontecimientos, el levantamiento se llevó

a cabo la fecha establecida, produciéndose una matanza de indígenas/campesinos,

específicamente en el occidente del país.

3.2 Contexto intratextual (qué realidad o contexto se representa dentro de la obra)

La novela El oso ruso (1944) presenta de forma ficcionada la introducción del

movimiento comunista a El Salvador, cómo se desarrolló y los efectos que trajo consigo.

En relación a esto, el levantamiento indígena/campesino está inmerso en la narración, así

como la respectiva matanza que acabo con miles de vidas.

3.3 Tipos de temas que se encuentran dentro de las obras literarias (principales y

secundarios)

El tema principal que se observa en la novela El oso ruso (1944) es la introducción del

comunismo a El Salvador: desarrollo y alcance. Gran parte de la narración de la novela

gira en torno a cómo Iván, el oso ruso, empieza a establecer ideas comunistas en la zona

occidental del país con la finalidad de hacer germinar el comunismo ruso. En la siguiente

muestra se refleja lo mencionado: donde hay clase oprimida en el trabajo, allí hay camino

para la difusión de la idea que tiene como marca –con el Made in Rusia- una hoz y un

martillo (Alemán Bolaños, 1944: 11).

El interés que posee Iván es la de hacer germinar ideas comunistas en El Salvador a

partir de observar la situación de pobreza en la que están sumidos los

indígenas/campesinos del occidente del país. De ahí que inicia la organización de células

en donde se difunden tales ideas:

54
Pero al propio tiempo deslizaba la literatura del Socorro Rojo Internacional y

comenzó a deslizar células de organización. El que ocupaba la suya era ya un

comunista convencido. El núcleo de un panal, comienza por la primera celdilla

que se forma (Alemán Bolaños, 1944: 16).

Para dar continuidad a la expansión de las ideas comunistas, Iván conquista a Rosa

María, oriunda de Juayúa, quien a su vez se compromete con el movimiento y de igual

forma lo hace Apolinar, su padre, Lucio y Roque, sus hermanos:

Así concibió apoderarse de la voluntad de Rosa María, y de las de Apolinar,

el padre, y de los hermanos Lucio y Roque, aquella por argumentos del

corazón – no era ajeno a las palpitaciones de esa entraña el oso ruso – y de

los hombres por la prédica hacia la acción reivindicadora de la clase a que

pertenecían (Alemán Bolaños, 1944: 23).

De ahí éstos empiezan a desplazarse por Santa Ana y San Salvador, llevando consigo

las ideas comunistas que se les había enseñado; como se muestra en la siguiente cita:

La célula pasó de Apolinar, Lucio y Roque, a los asociados de éstos; en el

odio a la clase adinerada de El Salvador. Apolinar marchó a Ahuachapán, para

contratarse en los trabajos de aquella zona, con la predica de la rebelión en los

labios y hojas impresas del Socorro Rojo Internacional. Lucio, muchacho de

gran lucidez –fue a la región costera del departamento de la Libertad, con el

mismo objeto (Alemán Bolaños, 1944: 24).

El propósito primordial de Iván, el oso ruso, es fomentar las ideas del comunismo, sin

importar los medios a los que deba recurrir para alcanzarlo. Sin tener la suma

55
consideración del amor que le demuestra Rosa María y la fidelidad de Apolinar, Lucio y

Roque, a quienes bajo el pensamiento de la reivindicación humana se dejan poseer por

estas ideas.

Con todo esto, se logra tejer una red bastante grande de células comunistas en el país.

El alcance de estas trajo consigo a Martí, figura de gran importancia dentro de la historia

del levantamiento indígena/campesino de 1932. Y que en esta novela se concebirá de

manera ficcionada.

El oso ruso (1944) se considera la primera novela que narra los sucesos de 1932 y en

cuyo tema central se puede observar la introducción del comunismo a El Salvador, no

podría quedar de lado la figura de Farabundo Martí, líder histórico del levantamiento. Lo

cual viene a ser interesante en esta obra, debido a que Alemán Bolaños (1944) construye

a este personaje como un sujeto intelectual, de tendencia comunista. Dicha construcción

se refleja en la siguiente muestra: Mi nombre –comenzó diciendo el ex-estudiante: –es

Martí– Procedo de la clase media salvadoreña. Soy convencido comunista (Alemán

Bolaños, 1944: 28).

Los resultados que está obteniendo Iván son formidables debido a que en sus filas no

sólo tiene a indígenas/campesinos, sino grandes intelectuales comunistas de la época.

Todo esto le permite tener mayor alcance en el territorio salvadoreño. Con esto queda

claro que el tema principal dentro de la novela es la introducción del comunismo en El

Salvador: desarrollo y alcance:

Desde La Libertad hasta Ahuachapán, todo es nuestro –dijo Martí-… Gran

parte de Santa Ana nos pertenece, y allá anda Lucio en el trabajo. San Salvador

56
es un hervidero de pasiones proletarias, y en cada mesón tenemos por lo menos

docena de seguidores (Alemán Bolaños, 1944: 41).

Es así como durante toda la narración se puede encontrar ejemplos que garanticen que

la historia que presenta Bolaños (1944) en la novela El oso ruso es más una muestra sobre

cómo se introdujo el comunismo al país.

Por otro lado, el levantamiento indígena/campesino y la matanza del 22 de enero de

1932 son representados como temas secundarios dentro de la novela, porque es hasta el

capítulo treinta y ocho en donde comienza a narrarse sobre algunos indicios del

levantamiento indígena/campesino, por ejemplo: el golpe de Estado al presidente Araujo

por parte de los reclutas del Cuartel de Artillería, después se narra la captura de los

comunistas Martí, Luna y Zapata. Y por último, del capítulo cuarenta y dos al cuarenta y

cuatro se habla sobre los sucesos de enero de 1932:

La mañana del 22 de enero, cundía en San Salvador la noticia de que había

estallado un motín comunista. Los cuarteles de la capital se pusieron en pie de

guerra. Los comandantes de Departamentos recibieron órdenes directas del

Presidente Martínez de proceder implacablemente […] En Sonsonate fue

asaltado y casi tomado el cuartel. Una hueste comunista se franqueó la entrada,

al brillo relampagueante de sus corvos […] En cuanto a Ahuachapán, el

cuartel recibió asalto tras asalto, en sus muros exteriores; los comunistas,

como larvas, medio desnudos, se arrastraban por el suelo con el corvo en la

cintura… (Alemán Bolaños, 1944:87,88).

57
Sucesivamente al levantamiento indígena/campesino se narra la matanza del 22 de

enero de 1932, como consecuencia; como lo presenta el autor:

Los campesinos de Colón fueron ametrallados, casi a la entrada de Santa

Tecla. Iban los comunistas sobre los que manejaban el arma terrible, sin temer

a ésta […] Los hoteles y casas de huéspedes eran vaciados de pasajeros y

después de sumaria investigación, éstos quedaban en la cárcel o iban al

patíbulo, en masa o a tiro por cabeza, en los caminos aledaños a la capital.

Jamás la ley del Talión tuvo más efectividad, como esa vez (Alemán Bolaños,

1944:89,90).

Después del levantamiento de enero de 1932 se produjeron otras matanzas que son

mencionadas por el autor:

Una mañana hizo concentrar a cuatrocientos campesinos, en un campo

cercano al lugar en que acampaban sus tropas. Les arengó, anunciándoles que

iban a ser libertados de orden del Presidente Martínez, para lo cual debían

ponerse en fila. Se pusieron, pero fue para recibir las descargas de las

ametralladoras, que estaban ocultas. Se formó, materialmente un río de sangre

(Alemán Bolaños, 1944: 98).

Alemán Bolaños (1944) presenta el levantamiento indígena/campesino y la matanza de

1932 como temas secundarios, debido al desarrollo breve que se les proporciona. Los

muestra como producto final, conclusión y efecto que produjo la introducción del

comunismo en El Salvador. Asimismo, expone de manera real y cruda la matanza.

58
3.4 Presentación de los temas dentro de la obra literaria (espontáneos, sugeridos)

En la novela El oso ruso (1944) los temas son sugeridos, porque cada uno presenta un

seguimiento discursivo. No hay ruptura argumentativa con otros temas. Por lo tanto, el

lector puede asumir que con la historia como totalidad se producirá un efecto final, a partir

de las acciones que asumen los personajes principales. Es así como se puede vislumbrar

que se producirá un levantamiento indígena/campesino y por consiguiente eso provocará

una matanza.

Alemán Bolaños (1944) muestra en esta novela al comunismo salvadoreño, la

propagación y el alcance negativo que esto tuvo. De ahí, se puede observar que existe una

línea argumentativa, así como una línea continua de hechos y acciones. Partiendo de esto

se considera que los temas que la novela presenta son sugeridos:

Encontró allá un pueblo virgen de ideas trascendentales, teológico y a ratos

románticamente demagogo, y su taladro, junto con otros muchos taladros

similares del mismo origen, oradó el terreno hasta minarlo por la idea

soviética… (Alemán Bolaños, 1944: 11).

Desde el inicio de la narración, Iván, el oso ruso, tiene la intención de minar con ideas

soviéticas a los indígenas/campesinos del pueblo de Juayúa, para luego continuar el

cometido en todo el país.

Asimismo, Alemán Bolaños (1944) demuestra que Iván, el oso ruso, continuará con el

trabajo que se propuso desde la llegada al país y eso se percibe durante el desarrollo de

la novela; así lo muestra el autor:

59
La reunión de los líderes marxistas en acción, tuvo lugar en Sonsonate, punto

neurológico de El Salvador en estado de gestación, ángulo comunista que

cubría cuatro departamentos […] ¿Cuántos hombres, en total? –inquirió el oso

ruso […] De cinco mil para arriba –afirmó Martí. Las células llegarían casi a

ese número, y una célula salvadoreña se traduce en brazo armado de Cuma

(Alemán Bolaños, 1944:75,77).

En relación a esto, el sujeto principal decide ponerle fecha al levantamiento, con lo cual

culminarían sus propósitos.

A eso del 12 de enero se señaló el 23 del mismo como día para el alzamiento

del campesinado (Alemán Bolaños, 1944: 82).

Las ideas de hacer germinar los principios comunistas en el país, por parte del oso ruso,

conllevan al levantamiento indígena/campesino que tanto anhelaban. Tal como se presenta

en la siguiente muestra: La mañana del 22 de enero de 1932, cundía en San Salvador la

noticia de que había estallado un movimiento comunista (Alemán Bolaños, 1944: 87).

Como efecto colateral al levantamiento se produce una matanza que acabo con miles

de vidas de indígenas/campesinos; así lo muestra el autor:

Los campesinos de Colón fueron ametrallados, casi a la entrada de Santa

Tecla. Iban los comunistas sobre los que manejaban el arma terrible, sin temer

a ésta […] Una mañana hizo concentrar a cuatrocientos campesinos, en un

campo cercano al lugar en que acampaban sus tropas. Les arengó,

anunciándoles que iban a ser libertados de orden del Presidente Martínez, para

lo cual debían ponerse en fila. Se pusieron, pero fue para recibir las descargas

60
de las ametralladoras, que estaban ocultas. Se formó, materialmente un río de

sangre (Alemán Bolaños, 1944: 98).

Con todo esto, se puede demostrar que los temas que muestra la novela son sugeridos.

Asimismo, otros temas dentro de la novela no presentan tanto protagonismo como los

sucesos de 1932. Posiblemente porque Alemán Bolaños (1944) buscaba mostrar la

introducción del comunismo al país.

3.5 Objetivo del tema (denunciar, justificar o presentar)

Alemán Bolaños (1994) buscaba presentar cómo el comunismo se introdujo al país,

esto por el tratamiento que hace del tema, en gran medida todo gira entorno a como Iván,

el oso ruso, lleva a cabo el plan de llenar con ideologías marxistas a los

indígenas/campesinos, con la finalidad que éstos se levanten en armas de sus opresores.

Asimismo, deja entre ver que tanto el levantamiento indígena/campesino como la matanza

de 1932 son el efecto colateral que produjo el comunismo en el país.

Por otro lado, Alemán Bolaños (1944) muestra una clara justificación de la matanza.

En primer lugar, se logra percibir que el autor está en contra de las ideas comunistas que

posee Iván; esto se puede observar en los siguientes ejemplos: Iván, el oso ruso, llegaba

a deslizar en los oídos del salvadoreño desheredado de la fortuna, esa consigna simplista,

garantizándola como una panacea (Alemán Bolaños, 1944: 12).

En segundo lugar, ve a los personajes como sujetos violentos y desalmados, y deja de

lado las acciones violentas de los cuerpos militares; esto se justifica por el tratamiento que

se hace de los personajes:

61
Cuando la tropa logró cerrar el portón del cuartel, quedaba dentro un grupo

feroz de rojos que atacaban a machetazos. El Comandante, Coronel Bará, en

su huida dentro del cuartel, recibió una herida en una mano. Un oficial dio

muerte a los asaltantes, disparando sobre ellos su ametralladora de pecho […]

En cuanto a Ahuachapán, el cuartel recibió asalto tras asalto, en sus muros

exteriores; los comunistas, como larvas, medio desnudos, se arrastraban por

el suelo con el corvo en la cintura (Alemán Bolaños, 1944: 85, 86, 88).

Por último, el autor no deja indicios de querer denunciar los sucesos de 1932, vistos

estos como un abuso de poder encontrar de los indígenas/campesinos sino que justifica la

matanza de 1932.

IV. CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE PROTAGONISTA

4.1 Nombre del propio del personaje

El personaje principal recibe dos nombres en la novela, ambos procedentes del

narrador, quien es el mismo escritor. El primero de ellos es un nombre común, el cual no

proporciona ningún tipo de referencias que no sean más que la de querer introducir o

presentar a la figura del personaje. Esto se refleja en el siguiente ejemplo: Se llamaba Iván

y había venido al mundo en Leningrado (Alemán Bolaños, 1944: 5)

La segunda denominación se produce en una situación despectiva, a partir de las

características físicas y algunas habilidades que posee el personaje. Con esto deja claro

por qué la animalización que se hace del sujeto principal; a saber: Era Iván de mediana

estatura, corpulento y tardo de sus movimientos, exactamente como un oso. Por eso Iván

era llamado el oso ruso (Alemán Bolaños, 1944: 5).

62
A partir de las referencias que se tienen de los dos nombres que le proporciona el

narrador, queda claro que la referencia de Iván se utiliza en situaciones en las cuales el

sujeto principal no posee ningún tipo de relación con otro personaje, utilizándola nada

más para darse a conocer.

Por otro lado, la referencia de El oso ruso (1944) está ligada a situaciones de confianza,

amistad y compañerismo, posiblemente con la finalidad que crear vínculos estrechos con

los indígenas/campesinos, para que éstos crean y se hagan afiliados al movimiento.

Por último, el personaje principal se reviste con otro título que sólo se menciona en dos

situaciones dentro de la obra. La nominación que se proporciona Iván es de Profesor de

la Universidad de Oxford y se utiliza cuando el personaje se encuentra ante alguien

intelectualmente superior a él y con quien no tiene ningún tipo de vínculo laboral o

ideológico; frente a esto el autor sugiere lo siguiente:

Me presenta– dijo Iván a Zapata –como Profesor de la Universidad de Oxford,

en Inglaterra; un anglosajón que viaja, conociendo otros países […] El viajero,

un profesor de Oxford, que desea conocerle […] Masferrer, para servirle […]

Zapata, que era amigo del General Lagos, presentó a Iván como un profesor

de Universidad europea, en viaje de estudio de la vulcanología de la América

Central (Alemán Bolaños, 1944: 47,65).

4.2 Etiqueta semántica: predicado y notas intensivas

La etiqueta semántica de los personajes se construyó a través de predicados

semánticos que se dicen sobre él a lo largo del discurso. Su fin es construir

interpretativamente lo que el personaje es y representa dentro de la novela desde diferentes

63
fuentes: a) juicios aportados por el narrador, b) datos procedentes de otros personajes y c)

criterios procedentes de la opinión y conducta del propio personaje.

Los juicios procedentes del narrador, es decir, del escritor, insisten siempre en que Iván,

el oso ruso, es un personaje preciso con las acciones que desarrolla durante la novela; por

ejemplo:

Usaba gafas de miope. Era de pocas pero de precisas palabras. Llevaba en

desorden su pelo lacio, de oso. Estiraba sus brazos con lentitud, pero con la

afirmación de garra […] Al poco tiempo, Iván fue a Moscú y se inscribió en

un instituto técnico del nuevo orden de las cosas. Algunos años después fue a

España, como agitador soviético… (Alemán Bolaños, 1944: 5,6).

De igual forma está muy bien instruido en las teorías socialistas que desea propagar.

El autor le da el carácter de un sujeto inteligente:

De una mentalidad recia Iván, especializado su pensamiento en la teoría de su

religión materialista, pero de alcances sociales vastos, traía como santo y señal

el grito que en la montaña de la actual U.R.S.S lanza el Kremlim y por el

magna-voz, la palabra que llamaba a unión a todos los proletarios del mundo

(Alemán Bolaños, 1944: 12).

En Iván se puede encontrar el intelectual ruso. Y es Martí quien representa el

pensamiento salvadoreño, en comparación de otros personajes que aparecen en la historia,

pero que no constituyen ninguna carga simbólica dentro de la obra literaria.

Por otro lado, se encuentran los juicios aportados por el propio personaje principal, en

este caso Iván, el oso ruso, quien en breves momentos de la narración se proporciona el
64
título de Profesor de la Universidad de Oxford. Posiblemente lo hace para ocultar su

verdadera identidad y propósito en el país, o tal vez lo hace para no sentirse inferior, ya

que suele darse este título cuando se encuentra frente a personajes importantes dentro de

la historia; pongamos por caso el siguiente ejemplo:

Me presenta– dijo Iván a Zapata –como Profesor de la Universidad de Oxford,

en Inglaterra; un anglosajón que viaja, conociendo otros países! […]El viajero,

un profesor de Oxford, que desea conocerle […] Masferrer, para servirle […]

Zapata, que era amigo del General Lagos, presentó a Iván como un profesor

de Universidad europea, en viaje de estudio de la vulcanología de la América

Central (Alemán Bolaños, 1944: 47,65).

Como puede observarse, es el sujeto principal quien decide revestirse con el título de

Profesor de la Universidad de Oxford, dentro de la historia se desconocen las causas. Sin

embargo, se ha planteado que probablemente lo haga para ocultar su identidad

política/ideológica.

4.3 Funcionalidad y dimensión actancial

El personaje principal que se encuentra en la novela El oso ruso (1944) es del carácter

de persona humana. Este tipo de personajes parten de una concepción social, psicológica

o histórica. Partiendo de esto, Iván, el oso ruso, es el sujeto principal de la historia, ya que

posee una relación coherente con un objeto explícito de deseo, cuyo objeto vendría a ser

introducir y difundir las ideas comunistas en la zona occidental de El Salvador.

Según G. Maestro (1995), el personaje principal, omnipresente y protagonista del relato

debe ser un personaje actancial y funcionalmente operante, mientras que los demás, si

65
bien son sujetos de acciones propias, sólo son piezas o eslabones transitorios durante toda

la narración (p. 475). Por lo tanto, el sujeto principal de la obra debe estar inmerso en una

secuencia de acciones que lo constituyan en un personaje actancial.

De ahí que, siguiendo la propuesta de Brémond (citado en G. Maestro, 1995), el

personaje actancial debe estar sujeto una secuencia de acciones, que conlleva tres

funciones, las cuales son:

a) Situación inicial de deseo

b) Medios para logra su satisfacción

c) Desenlace final

En la novela en cuestión se partirá de una secuencia de acciones de fracaso, seguido

de las tres funciones que la complementarán. Partiendo de que el sujeto principal, Iván, el

oso ruso, tiene como fin implantar la ideología comunista en las clases desposeídas de la

zona occidental del país, se considera que la secuencia de acciones es de fracaso por el

desenlace atroz que tuvo.

a) Situación inicial de deseo

En la narración se puede percibir que el sujeto principal, Iván, lleva como fin primordial

la de instaurar la ideología comunista, específicamente en las clases desposeídas del

occidente del país. En cierta medida, aprovechando la situación en la que los

indígenas/campesinos se encontraban. De esta forma, sería fácil que se adoptara esta

ideología, ya que no existía otro medio para lograr la reivindicación que los oriundos de

Juayúa buscaban, y él lo sabía; a saber:

66
Iván buscaba un rincón del país para meter su ojo escrutador, al propio tiempo

que el taladro de su pensamiento mecanizado […] Donde hay una clase

oprimida en el trabajo, allí hay camino para la difusión de la idea que tiene

como marca –con el Made in Rusia– una hoz y un martillo […] Iván, el oso

ruso, llegaba a deslizar en los oídos del salvadoreño desheredado de la fortuna,

esa consigan simplista, garantizándola como una panacea (Alemán Bolaños,

1944: 10, 11,12).

b) Medios para logra su satisfacción

Habiéndose internado en Juayúa, y con el plan bien trazado, el oso ruso seguiría

ejecutando las acciones pertinentes para consolidar su cometido. Es así que instaura una

venta de baratijas, lo cual le permitiría obtener un acercamiento con los naturales del lugar

y expandir su ideología comunista; ante esto el autor sugiere:

Allí había que acudir a la invisibilidad, e Iván lo hizo detrás de un mostrador,

en una modesta tienda de cinco y noventa y cinco centavos, por la escala de

precios de lo que se ofrecía al público […] Pero al propio tiempo deslizaba la

literatura del Socorro Rojo Internacional y comenzó a deslizar células de

organización (Alemán Bolaños, 1944:15, 16).

Después de haberse camuflado como vendedor, procedió a interactuar de forma más

precisa con algunos lugareños; como se ejemplifica en la siguiente muestra:

Conoció el oso ruso, Iván, a Rosa María, como ve por primera vez a una

cervatilla quien busca caza menor apetecible. En esta vez no se trataba de

apetitos desordenados del orden sexual, sino de un deseo de comunión con

67
mujer del país, para los efectos de un mejor desarrollo de la idea matriz, a fin

de llegar a un orden de cosas nuevo, con la participación formidable de la

mujer (Alemán Bolaños, 1944: 19).

Otro día volvió de compras la airosa muchacha a la tienda de Iván, polvos de

arroz para la cara y unos aretes. Ese día Iván, supo sucintamente la historia de

Rosa María. La conquista se inició. El oso ruso gruño dulcemente una palabra

de amor simplista, y los ojos brillantes de la cervatilla, correspondieron con

una mirada que lo dijo todo (Alemán Bolaños, 1944: 20).

La estrategia de Iván va más allá de conquistar a Rosa María; ella sirve como canal

comunicativo entre el oso ruso y su familia. Por otro lado, Iván se vuelve empático con

esta familia, con la clara intención de llevar a cabo el plan comunista, más que por el

cariño hacia la cervatilla. Asimismo, todos convergen en la idea de que en El Salvador se

sueña con días mejores; todo esto es de gran importancia para Iván, ya que posiblemente

los indígenas/campesinos querrán alcanzar ese ensueño a cualquier costo:

Un día Iván se hizo conducir por Rosa María a su propia casa, en el barrio

indígena del lugar. Allí fue presentado a padre de la muchacha y a sus

hermanos, mozos todos de una hacienda de café cercana al pueblo. Fue

acogido con respetuosa simpatía el extranjero, en la choza humilde de los

campesinos. Iván a su vez manifestó su afecto por las clases desheredadas. La

comunión con las mismas ideas quedo establecida entre el oso ruso y los

cachorros de la raza cobriza que en El Salvador sueña con días mejores…

(Alemán Bolaños, 1944: 22).

68
En fin, durante toda la narración se implementa la estrategia de establecer relaciones

interpersonales con todo aquel que esté interesado con el movimiento reivindicador.

c) Desenlace final

Respecto a este punto, las intenciones que Iván presentaba desde el inicio de la

narración se consumieron en dos actos: levantamiento indígena/campesino y la matanza.

Si bien lograron levantarse contra sus opresores, sin embargo, esto les condujo a una brutal

muerte:

La mañana del 22 de enero de 1932, cundía en San Salvador la noticia de que

había estallado un movimiento comunista […] En Sonsonate fue asaltado y

casi tomado el cuartel. Una masa de comunistas se franqueó la entrada, con el

brillo relampagueante de sus corvos (Alemán Bolaños, 1944: 87).

En cuanto a Ahuachapán, el cuartel recibió asalto tras asalto, en sus muros

exteriores; los comunistas como larvas, medio desnudos, se arrastraban por

las sombras de la noche, en el más tremendo de los arrojos y bajo el fuego de

las ametralladoras, que disparaban desde el cuartel, iluminando sus fogonazos

aquel cuadro como pintado por Doré (Alemán Bolaños, 1944: 88).

Y, en segundo lugar, este levantamiento trajo consigo una matanza que acabaría con el

sueño reivindicador de muchos indígenas/campesinos:

Los campesinos de Colón fueron ametrallados, casi a la entrada de Santa

Tecla. Iban los comunistas sobre los que manejaban el arma terrible, sin temer

a ésta […] En Izalco la represión fue inmediata y sangrienta, y un líder

indígena recibió la muerte en la horca, colgado en la rama de un árbol, por


69
orden del Gral. Calderón, que dirigía las operaciones es ese sector (Alemán

Bolaños, 1944: 89,90).

Si bien es Iván el sujeto principal de la narración y participe de haber propagado la

ideología comunista en la zona del occidente del país, el papel que desempeña durante la

obra es la de ser un intelectual. Es más, durante el levantamiento y posteriormente la

matanza, el oso ruso no desarrolla ningún papel. Y después de la matanza es que vuelve a

aparecer en la historia, esta vez, huyendo del país; como se muestra en el siguiente

ejemplo: Esa misma mañana Iván, tomó el tren que conduce de San Salvador al puerto

de La Unión. Había liquidado un negocio en el país, es decir se marchaba (Alemán

Bolaños, 1944: 93).

En fin, el oso ruso representa la fuerza fundamental y generadora de la acción en la

sintaxis narrativa, debido a que es él quien ejecuta la acción principal que permitirá la

secuencia de más acciones de gran importancia durante toda la historia.

4.4 Relaciones de transformación del personaje

A continuación se examinarán las relaciones que experimentan en el discurso algunos

personajes en su relación con el sujeto principal.

• Relación Rosa María/El oso ruso: objeto de amor

Desde el primer acercamiento que Rosa María tiene con Iván se percibe la atracción

sentimental que ella presenta por él. El amor que siente ella es ingenuo. Ve en él a alguien

en quien puede confiar. De igual forma, Iván se muestra condescendiente con ella. Sin

embargo, las pretensiones que él posee son afín con sus intereses comunistas:

70
Una vez entró la muchacha a la tienda de Iván, en la calle principal del pueblo,

y al entablarse la plática entre compradora y comerciante, los ojos de Iván se

fueron derechos a la forma ágil de Rosa María, y Rosa María encontró en

aquel extranjero a un ser amable y generoso (Alemán Bolaños, 1944: 19).

Tiempo después Rosa María decide ir de compras a la tienda del oso ruso, y a partir de

eso da inicio una relación sentimental entre ellos; así lo muestra el autor:

Otro día volvió de compras la airosa muchacha a la tienda de Iván, polvos de

arroz para la cara y unos aretes. Ese día Iván, supo sucintamente la historia de

Rosa María. La conquista se inició. El oso ruso gruño dulcemente una palabra

de amor simplista, y los ojos brillantes de la cervatilla, correspondieron con

una mirada que lo dijo todo (Alemán Bolaños, 1944: 20).

Queda claro que la transformación que sufre Rosa María parte del idilio que tiene con

el oso ruso, es así como se convierte en la primera mujer comunista. Tal era el amor que

ella tuvo por el oso ruso, que quedó embarazada de él.

• Relación filial de Apolinar, Lucio y Roque / El oso ruso: objeto de libertad

Parece claro que Apolinar, Lucio y Roque ven en el oso ruso a un héroe libertador. A

un sujeto redentor que aplacaría sus angustias a partir de la puesta en marcha de las ideas

comunistas, que finalizará con la consumación de un levantamiento:

Así concibió apoderarse de la voluntad de Rosa María, y de las de Apolinar,

el padre, y de los hermanos Lucio y Roque, aquella por argumentos del

corazón –no era ajeno a las palpitaciones de esa entraña el oso ruso –y de los

71
hombres por la prédica hacia la acción reivindicatoria de la clase a que

pertenecían (Alemán Bolaños, 1944: 23).

En relación a esto, el oso ruso se exhibe como un sujeto que posee las capacidades para

revertir la situación desfavorable de ellos y cree fervientemente en un cambio a través de

la aplicación de las ideas comunistas, mostrándose convencido es como ellos creen en el

movimiento comunista.

Sin embargo, el efecto redentor en Apolinar, Lucio y Roque no se hubiera producido

de no ser porque el oso ruso se muestra empático. Haciéndoles creer que está interesado

en los problemas sociales del país. Partiendo de esto, ellos toman el valor para asociarse

al movimiento y organizar un levantamiento que les permitirá redimirse a sí mismos:

Apolinar marcha a Ahuachapán, para contratarse en los trabajos de aquella

zona, con la predica de la rebelión en los labios y hojas impresas del Socorro

Rojo Internacional. Lucio –muchacho de gran lucidez–fue a la región costera

del Departamento de la Libertad, con el mismo objeto, Roque, el menor, quedó

de sirviente de mano de Iván (Alemán Bolaños, 1944: 24).

Queda claro que la transformación en Apolinar, Lucio y Roque se logra a partir de la

exposición argumentativa que el oso ruso emplea. Creyendo que es posible la redención a

través del movimiento.

• Relación Martí / El oso ruso: objeto de compromiso social

El oso ruso conoce a Martí por medio de Lucio, quien considera que es beneficioso

para el partido comunista que ambos tengan una relación de amistad y de compromiso

social. De ahí que, ambos llegan a trabajar bajo el mismo fin:


72
Señor–dijo a Iván el indio Lucio–, va a venir a hablar con usted un joven

originario de Tepecoyo, a quien conocí huyendo de la Guardia, en el

campamento de una finca de café, disfrazado de campesino […] Me dijo que

había sido estudiante para doctor, y que por sus ideas francamente comunistas,

estaba siendo perseguido de orden del Gobierno, que le tenía señalado como

agitador (Alemán Bolaños, 1944: 25).

A pesar de no conocer a Martí, el oso ruso confía en la referencia que Lucio le da sobre

este personaje. También confía en las habilidades que Martí posee, así como en el

pensamiento que profesa; como se ilustra en la muestra: El oso ruso presintió que había

encontrado su hombre verdadero, para la cruzada (Alemán Bolaños, 1944: 26).

Ahora bien, después del primer contacto entre Martí y el oso ruso, las relaciones

diplomáticas de estos adquieren un compromiso social, en especial para Martí, quien ya

se había enfrentado a los grupos opresores, y que por tal efecto tenía que huir y esconderse;

ante esto el autor sugiere:

Mi nombre– comenzó diciendo el ex–estudiante –es Martí. Procedo de la clase

media salvadoreña. Soy convencido comunista […] Hay que ocultar hasta el

pensamiento– dijo el oso ruso a su ya aliado (Alemán Bolaños, 1944: 28).

Martí adquiere confianza y lo considera como su nuevo aliado a partir de que el oso

ruso le muestra una identificación que hace constar que era partidario del Socorro Rojo

Internacional; pongamos por caso la siguiente muestra:

Tendió su mano vigorosamente al oso ruso a quien así se definía, y entro en

materia con él. Para la mayor seguridad de Martí, mostró a éste su credencial

73
del Socorro Rojo Internacional, que traía doblada dentro de una carterita de

cuero que se disimulaba en un estuche de manicure […] Se concertó la acción

entre los dos hombres a quienes unía un propósito (Alemán Bolaños, 1944:

28,29).

Si bien es cierto que ambos personajes adquieren un compromiso social durante la

narración, es en Martí en quien se logra reflejar seriedad ante la situación, ya que al final

de la novela el oso ruso termina por huir del país. Además, siendo Martí originario de El

Salvador, es a quien le afectan y le importan más los problemas de su país. Por lo tanto,

la transformación se da en Martí.

4.5 Intertexto literario y contexto social (a qué hechos de la vida social de la época

hace referencia)

La relación del intertexto literario con el contexto social se vuelve estrecha en algunos

tramos de la narración. Dentro de la obra se enuncian a grandes personajes históricos del

levantamiento indígena/campesino de 1932. Dentro de estos grandes líderes se encuentra

Farabundo Martí; para ilustrar: –Mi nombre–comenzó diciendo el ex–estudiante –es

Martí. Procedo de la clase media salvadoreña. Soy convencido comunista (Alemán

Bolaños, 1944: 28).

De igual forma aparece en la narración de la novela otro personaje histórico de 1932,

conocido por la historia como Alfonso Luna, mencionado en el texto nada más como

Luna; por ejemplo:

A veces Lucio se encontraba con un afiliado, en el movimiento que partía de

Martí. Este contaba con un camarada de primera calidad, estudiante de

74
Derecho y joven de las mejores familias del país, de apellido Luna […] Luna

se fue a Santa Ana y a Metapán, del departamento de Santa Ana, y cubrió la

región de células comunistas, que se multiplicaban (Alemán Bolaños, 1944:

34).

Asimismo, se cuenta con la participación de un personaje histórico en la narración

literaria. La historia lo conoce como: Mario Zapata.

Por su fisonomía, sé quién es usted– dijo aquella persona al viajero; –por mi

parte, soy Zapata […] Zapata iba explicando a Iván todo lo concerniente a la

característica del salvadoreño del pueblo, en relación a sus aspiraciones de

mejora social para todos, y particularmente para la clase obrera (Alemán

Bolaños, 1944:38, 39).

Tanto Luna como Zapata son grandes aliados de Martí dentro de la narración, dándole

carácter histórico a la novela. Los tres personajes desempeñaban las funciones de

corresponsales en alianza con Iván, Rosa María y otros oriundos de Juayúa. Por otra parte,

Luna y Zapata eran los responsables de llevar los volantes e información sobre el

comunismo. Martí e Iván eran agentes intelectuales.

Por otro lado, en la narración aparece un personaje muy simbólico dentro de la historia

oficial del país. Sin embargo, este personaje no presenta acción alguna dentro de la novela.

Al parecer, Alemán Bolaños (1944) sólo buscaba ponerlo en el relato novelesco por la

carga simbólica que representó en su momento para el país; por ejemplo:

Salió a recibirles un hombre de mediana estatura, de cómo sesenta años de

edad, con voz suave y un ceceo gesticular. Zapata, que conocía como

75
admirador al visitado, hizo la presentación […] El viajero, un profesor de

Oxford, que desea conocerle […] Masferrer, para servir a usted […] La

plática fue sumamente interesante, ilustrándose con ella el estudiante (Alemán

Bolaños, 1944: 47,48).

Por otro lado, la relación intertexto literario y contexto social va más allá de presentar

a algunos personajes históricos del levantamiento de 1932. De igual forma, aparecen

hechos importantes que sucedieron durante los sucesos de 1932 y hechos previos a ese

año. Uno de estos es el golpe de Estado contra el presidente Araujo, hecho histórico que

marcó el devenir del país; ante esto el autor sugiere:

Pero la noche del 2 de diciembre de ese año, en vísperas del 1932 prometedor

para el comunismo en América, por el lanzamiento del campesinado y del

obrerismo, como un solo hombre, ocurrió algo inesperado: el Presidente

Araujo había sido depuesto por los reclutas del Cuartel de Artillería (Alemán

Bolaños, 1944: 79).

Después del golpe de Estado se narra el levantamiento indígena/campesino de 1932 en

El Salvador, hecho trascendental que marcaría la vida de miles de indígenas/campesinos

y que en la actualidad sigue siendo simbólico para el país; por ejemplo: La mañana del 22

de enero de 1932, cundía en San Salvador la noticia de que había estallado un movimiento

comunista (Alemán Bolaños, 1944: 87).

Y por último, se narra de forma breve algunos hechos ocurridos durante la matanza de

1932. Asimismo, aparecen enunciados algunos personajes históricos/militares, por

nombre: el Gral. Calderón; por ejemplo:

76
En Izalco la represión fue inmediata y sangrienta, y un líder indígena recibió

la muerte en la horca, colgado en la rama de un árbol, por orden del Gral.

Calderón que dirigía las operaciones en ese sector (Alemán Bolaños, 1944:

90).

En definitiva, las relaciones existentes entre el intertexto literario y el contexto social

no vienen a ser coincidencias, pareciera que el escritor nicaragüense quiso darle matiz

socio-histórico al texto, con la finalidad de contribuir a la historia de 1932 con datos

certeros, quedando catalogada la novela como una narración histórica.

V. NIVEL DEL RECEPTOR

5.1 La recepción de la obra en la crítica literaria (qué dice la crítica que representa

el texto)

Alemán Bolaños (1944), escritor nicaragüense, con un perfil sandinista, busca

representar en su novela El oso ruso (1944) los sucesos que acaecieron en El Salvador

durante 1932. Con un argumento sutil se perfila como la historia novelada del primer

levantamiento comunista de América. A pesar de ser una novela marginada por la crítica

literaria salvadoreña, se cuentan algunos estudios. Ante esto Lara-Martínez (2009) es el

primer investigador que se interesa por la narrativa de Alemán Bolaños (1944), y es en su

obra académica Balsamera bajo la guerra fría. El Salvador – 1932. Historia intelectual

de un etnocidio, donde expone que en El oso ruso (1944) el líder extranjero se reviste bajo

una figura masculina, y lo maleable, el carácter indígena queda disfrazado con un aspecto

femenino.

77
En relación a esto, se produce una despersonalización del indígena, dejando sin

voluntad a los líderes indígenas la época. Proporcionándole liderazgo a otros: Martí e Iván,

el oso ruso. Por último, en El oso ruso (1944) la simplificación de lo étnico hace referencia

a que el indígena, clase media y pueblo queden relegados al proletariado salvadoreño

(Lara-Martínez, 2009: 57).

Por otro lado, Lindo Fuentes, Ching y Lara-Martínez (2010) elaboran un estudio sobre

las novelas El oso ruso (1944), de Alemán Bolaños; Ola Roja (1948), de Machón

Vilanova; y Cenizas de Izalco (1967), de Alegría y Flakoll. Considerando que las tres

novelas reflejan importantes similitudes, por ejemplo: las tramas giran en torno a

romances y emplean las relaciones románticas como metáforas del drama socio-político

salvadoreño. Sin embargo, el romance en estas tres novelas finaliza en fracaso.

Lara-Martínez (2012), al respecto de la novela en cuestión, sostiene que existe un

olvido de la mujer indígena en el testimonio y en la actualidad historiográfica. Y que sólo

la ficción de los treinta y cuarenta le conceden personalidad política activa a la mujer

indígena, en específico a quien sufre de abuso sexual. Mientras que, en un estudio

posterior, sustenta que El oso ruso (1944) es una novela reaccionaria en la cual existe un

vínculo estrecho entre el abuso sexual de las hacendados y el levantamiento (Lara-

Martínez, 2013). Si bien relacionada al cuerpo femenino, no deja huella en la esfera

artística femenina de 1932.

Por otra parte, Hernández (2014) plantea que El oso ruso (1944) es la primera

ficcionalización de los hechos de 1932, dándole el carácter de novela anticomunista.

Asimismo, considera que existen dos ideas principales dentro de la obra: la intervención

78
económica y política de la Unión Soviética en la agitación comunista en América y la

necesidad de mejorar la situación de las clases sociales bajas, si se quiere evitar la

revolución. Es decir, El oso ruso (1944) es una novela con moraleja.

Por último, Wolfgang Effenberger (2014) elabora un estudio sobre un fragmento de El

oso ruso (1944), donde se pueden destacar dos ideas centrales. En primer lugar, se produce

una dicotomía entre razas, lo negro –ambiguo y feo–, y lo blanco –firme, leal, bello–,

siendo marcadas en Chinto –el negro– y Farabundo Martí –el blanco–. Dejando entrever

que la etnicidad revela lealtad política. Y en segundo lugar, en El oso ruso (1944) existe

ausencia de una legislación que demanda violaciones y abusos sexuales.

VI. COMENTARIOS

Alemán Bolaños (1944) representa de forma ficcionada los sucesos ocurridos el 22 de

enero de 1932, estos son abordados como temas secundarios; sin embargo, los

acontecimientos que dieron como resultado la matanza de ese mes son desarrollados a lo

largo de toda la narración. Y es en El oso ruso (1944) donde los sucesos se presentan como

una fábula, en la cual queda claro que la adopción del comunismo ruso es desastrosa. Sin

embargo, se presenta de forma verosímil, debido a que se percibe de forma real y cruda,

a pesar de que el tratamiento que se hace de ella es breve. No queda lugar a la imaginación,

dejando claro que el escritor ha trabajado con sumo cuidado la parte histórica de 1932.

En la novela El oso ruso (1944) el sujeto principal es un extranjero de nacionalidad

rusa, que es presentado por el escritor como el intruso que instruyó e instó a los

indígenas/campesinos a sublevarse en contra del patrón que es el opresor. Por otra parte,

la narrativa Alemán Bolaños (1944) cuenta con un tratamiento despectivo y cruel hacia

79
los indígenas/campesinos del occidente del país. No obstante, hay un tratamiento

privilegiado y exclusivo para los personajes que representan a los cuerpos militares. De la

misma forma, los sujetos que representan el pensamiento comunista son exhibidos como

auténticos intelectuales, a pesar de tener fines políticos opuestos a los del autor.

En relación a lo anterior, durante toda narración se encuentran a personajes históricos

del levantamiento indígena/campesino que poseen sus respectivos nombres.

Probablemente el autor haya considerado hacer la correcta nominación de los sujetos para

envestir de un carácter histórico a la narración ficticia, así como de proporcionar a la

novela de personalidad ante un público exigente.

Al respecto de lo étnico, es necesario destacar que no existe una enunciación sobre

indígenas en la obra, marginando a toda una etnia y negando la existencia de estos. Los

títulos que reciben los oriundos de Juayúa son campesino y salvadoreño. Posiblemente la

negación de lo indígena dentro de la obra literaria sea para no aludir al exterminio total de

toda una raza de indígenas. De esta forma, se le hace creer al lector que los exterminados

fueron unos simples indígenas/campesinos o salvadoreños, y ocultar la matanza que

ejecutó el gobierno del Gral. Hernández Martínez.

En cuanto a lo que ha dicho la crítica literaria sobre la novela, hay que destacar que el

investigador Lara-Martínez (2009, 2010, 2012 y 2013) es quien le ha proporcionado

mayor importancia al texto, elaborando cuatro estudios sobre la obra en donde hace

diferentes abordajes del texto a partir de los estudios culturales. Por otro lado, se cuenta

con la investigación de Hernández (2014), quien a partir de un enfoque psicológico estudia

la producción literaria que aborda como tema la matanza del 22 de enero de 1932. Por

80
último, se tiene el estudio que elaboró Wolfgang Effenberger (2014), donde observa

elementos étnicos dentro de la obra.

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario

de la obra Cafetos en flor (1947), de Miguel Ángel

Ibarra

I. NIVEL DEL EMISOR Y SU CONTEXTO

1.1 Autor (datos biográficos)

Miguel Ángel Ibarra nació el 29 de septiembre de 1902, en Atiquizaya, en el

Departamento de Ahuachapán, El Salvador. En marzo de 1926 participó en la

organización de la Universidad Popular de Ahuachapán, donde lo nombraron Secretario

del Interior del Comité de la Universidad. En noviembre de ese mismo año fue nombrado

delegado sindical en la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador (FRTES).

Asimismo, militó en el Socorro Rojo Internacional (SRI), donde conoció a Augusto

Farabundo Martí. En 1934 emigró hacia México, donde se estableció; en el año 1947

escribió la obra Cafetos en flor (Lara-Martínez, 2012).

1.2 Tiempo de la obra

1.2.1 Año de publicación

La novela Cafetos en flor fue publicada en México en 1947, por Miguel Ángel

Ibarra, quince años después de los sucesos de 1932.

81
1.2.2 Contexto situacional de la publicación

Ibarra (1902 - ¿?) escribe Cafetos en flor, en México en 1947, más de una década

después de la matanza de 1932 y tres años después de la caída del Gral. Hernández

Martínez. En esa época, la situación de El Salvador no se diferenciaba mucho del año de

1932. La nación estaba pasando por manifestaciones populares, huelgas y represiones

militares hacia el pueblo. Estos problemas que surgieron durante y después del

derrocamiento del Gral. Hernández Martínez, en 1944, afectaron principalmente a los

indígenas/campesinos.

En noviembre de 1945, los ferrocarrileros escenificaron una huelga en demanda de un

aumento salarial, los cuales les tuvieron que ser concedidos. El 12 de enero de 1946 se

promulgó la Ley General de Conflictos Colectivos y se creó el Departamento Nacional

del Trabajo, que en octubre de ese mismo año se transformaría en Ministerio, con el fin

de reconocer el derecho de huelga. Pero el sector burgués vio la forma de manipular dicha

ley, pues, en ese mismo año, una huelga organizada por un sector de los obreros textiles

fue reprimida legalmente, lo que dio como resultado varios muertos y muchos heridos.

Durante la presidencia del Gral. Castaneda Castro, bajo el manto de la legalidad,

desarticuló el movimiento reivindicativo de los trabajadores, también la libertad de prensa

sufrió restricciones. Por otra parte, el Gral. Castaneda Castro fue pionero en la integración

de los países centroamericanos. En septiembre de 1946 firmó el Pacto de San Cristóbal

con el presidente de Guatemala el Dr. Juan José Arévalo (Castellanos, 2002).

El 14 de diciembre de 1948 un grupo de oficiales de rango medio que se hacían llamar

Juventud Militar derrocó al Gral. Castaneda. Éste fue llamado el golpe de los mayores. El

82
ejército se identificaba como el brazo armado del pueblo. Con esta interpretación se

concebía a la institución militar como la vanguardia y garante de los cambios

revolucionarios (Castellanos, 2002).

II. NIVEL DE LA OBRA/TEXTO

2.1 Descripción de la obra/texto (título, género, movimiento y composición)

Cafetos en flor (1947), según Lara-Martínez (2012), es una novela suprimida por el

canon literario que narra la historia salvadoreña sobre los sucesos de 1932. Asimismo, el

autor plantea que es una novela marxista-estalinista; puesto que Ibarra en su anhelo de

reivindicar el pasado a través de su novela, hace de Martí un estalinista y de la matanza

una venganza contra la represión burguesa.

Por otro parte, Effenberger (2014) expone que la novela Cafetos en flor es el primer

texto literario de carácter testimonial-biográfico, que narra los sucesos de 1932. También

el autor sostiene que la obra posee las características de una novela historiográfica

literaria. Por otro lado, propone que el texto se encuentra la creación de imaginarios

colectivos, lo que permite abrir una vía para reimaginar la nación a través de la lectura de

un testimonio semificticio.

La novela se divide de la siguiente forma:

• Un prólogo, escrito por el autor de la novela, en el cual hace un llamado a la reflexión

y la revolución del pueblo trabajador para curarse de la enfermedad capitalista que

padece.

• Una nota dirigida a los trabajadores, en la cual argumenta que la historia de la

Revolución de 1932 no debe estar escrita por burgueses.


83
Está dividida según el índice, en diecisiete capítulos, titulados de la siguiente forma:

• Capítulo primero: Etnografía del pueblo de Atiquizaya

• Capítulo segundo: Una fecha humilde

• Capítulo tercero: Cuatro años después

• Capítulo cuarto: Aventura de infancia

• Capítulo quinto: Una tarde

• Capítulo sexto: Irresponsabilidades de juventud

• Capítulo séptimo: Ocho días después

• Capítulo octavo: Cuarto congreso obrero

• Capítulo noveno: Seis meses después

• Capítulo décimo: Tercera parte (1920, 1930 y 1931)

• Capítulo décimo primero: El Rancho de paja

• Capítulo décimo segundo: En el Cerro Blanco

• Capítulo décimo tercero: Huelga en la montañita

• Capítulo décimo cuarto: Trópicos de indígenas

• Capítulo décimo quinto: Lo que mis ojos vieron en esos tiempos

• Capítulo décimo sexto: Una noche de veinticuatro horas

• Capítulo décimo séptimo: En mi encierro

En las últimas páginas de la obra el autor hace una dedicatoria dirigida a sus

compañeros de lucha, sus frases son de consuelo, puesto que dice: Nuestra lucha no es

vana, el porvenir nos pertenece (Ibarra, 1947: 242).

84
• En la contraportada se encuentra una nota que explica el porqué de los errores en la

numeración de la obra.

• FE DE ERRATAS

El error en la numeración de las páginas se debe al hecho de haber sido impreso este libro

en distintos talleres tipográficos (Ibarra, 1947).

III. NIVEL TEMÁTICO

3.1 Asunto (hechos ficcionales)

Cafetos en flor (1947) es una novela que narra las peripecias que el pueblo salvadoreño

sufrió en la lucha por hacer valer sus derechos. La historia inicia con la descripción del

pueblo de Atiquizaya, sus costumbres, su gente y el origen de la introducción del café a

dichas tierras. En los siguientes capítulos narra la historia del protagonista, Jorge Ibáñez,

relatando las dificultades a las que se enfrentó durante su vida. Luego, las injusticias de

las que fue víctima por parte de la sociedad pudiente, al no estar de acuerdo con su

ideología política; También, la primera vez que fue mandado a la cárcel, situación que se

volvería el pan diario de su vida.

Durante el tiempo como presidiario padeció abusos, maltratos y hasta torturas por parte

de los agentes de la justicia. Fue exiliado hacia Guatemala con la consigna de que sí volvía

lo matarían. Ya en Guatemala, Jorge se dio cuenta que la situación no era tan diferente a

la de su patria, puesto que sufrió injusticias por parte de la burguesía, el cuerpo de justicia,

etc. Cansado de sufrir en tierra extranjera, se volvió a El Salvador.

Se instaló en la capital en donde se encontró con un amigo llamado Tomás Aguilar,

quien lo llevó a trabajar al puerto de Acajutla. Allí les iba muy bien; tenían un buen patrón

85
que era justo, el cual les habló sobre como en su tierra los trabajadores estaban organizados

en sindicatos que los defendían de cualquier abuso y los incitó a hacer lo mismo para

poder defenderse de los abusos que ellos y todos los trabajadores sufren en este país.

Después de esto, siguió buscando por todo el país una vida mejor, pero siempre tenía

que esconderse de las autoridades. Un día, mientras paseaba por la calle, vio unos carros

negros con banderitas rojas y quiso saber lo que ocurría en aquel lugar; era una asamblea

en donde se hablaba de organizarse en uniones gremiales. Desde entonces, empezó a

involucrarse en dicha organización. Fue nombrado Secretario del Interior del Comité de

la Unión. Pensaba ayudar a los suyos de las injusticias que sufrían por parte de la clase

pudiente, tal como a él le había sucedido.

Durante su vida de delegado, visitó la cárcel varias veces, pero no desistió en su

empresa de formar sindicatos en todo el país, para que sus compatriotas pudieran hacer

valer sus derechos. Fue testigo de masacres injustas que el gobierno hacía en contra de

todos aquellos que pertenecían a dichas organizaciones. Vio morir a sus compañeros de

forma brutal. Un día, cansado de ser perseguido, decidió irse a México, para poder estudiar

y superarse y así poder ayudar a sus seres queridos.

3.2 Contexto intratextual (qué realidad o contexto se representa en el texto)

Ibarra (1947) presenta en Cafetos en flor, los acontecimientos ocurridos en El Salvador

a partir de los años de 1902 hasta 1932: cómo los indígenas/campesinos se organizaron en

sindicatos de trabajadores para evitar el abuso de la burguesía. Asimismo, presenta los

fraudes electorales que favorecían al sector de los ricos, el derrocamiento del presidente

86
Araujo por parte del Gral. Hernández Martínez y las masacres que el gobierno realizó con

el fin de establecer un poder dictatorial en donde sólo la clase pudiente ganaba.

3.3 Tipos de temas que se encuentran dentro de las obras literarias (principales y

secundarias)

La temática principal presentada en la obra es la Organización Sindical de los

trabajadores, en la cual el protagonista Jorge Ibáñez es uno de los líderes. Este personaje

vio en la organización la oportunidad de parar con los agravios a los que eran sometidos

los trabajadores. Sin embargo, su fin principal era legalizar el movimiento para la

constitución de un gobierno democrático y revolucionario.

La primera vez que Jorge escuchó hablar de la organización de los trabajadores fue

cuando trabajó en Acajutla en el astillero El Almendro, donde su jefe Míster Brown les

habló de cómo los trabajadores de su país estaban organizados para evitar que el patrón

abusara de ellos:

Nos contó que ahí valía la pena ser trabajador, porque todos los obreros, tanto

agrícolas como de industria estaban organizados en sindicatos que los

defendían. […]Aquí no, nos dijo. El pobre trabajador sufre mucho y es visto

como un perro, esto me indigna, porque el hombre de trabajo significa riqueza,

porque produce y es merecedor de vivir bien. […] Si hay alguien, les referí,

que se interese en organizarlos, o que nosotros nos propongamos a esa

encuesta, se podrá conseguir (Ibarra, 1947: 74).

Jorge quedó intrigado con lo que su patrón les había contado. La primera vez que

escuchó una ponencia sobre la organización de los trabajadores fue cuando escuchó hablar

87
a la oradora Blanquita, que incitaba a los trabajadores a que se organizaran para hacer

valer sus derechos; el discurso fue interrumpido por unas cuadrillas de soldados, los cuales

se llevaron a muchos a la cárcel, incluyéndolo a él. Ya libre de los abusos de la policía,

volvió a escuchar otra oradora, conocida como Mercedes Albanés, que hablaba frente a

una multitud sobre la unión del pueblo para evitar el abuso por parte de los adinerados:

Es necesario compañeras trabajadoras y compañeros… que nos unamos como

una solo familia para defendernos del hambre, de la miseria y de la desnudez,

en que nos tienen sumidos estos bandidos ricos. […] Aquello en mis oídos me

sonó a nuevo y sus palabras sonaban en mi corazón […] Así empecé a conocer

el verdadero camino de la verdad, de lucha, que debe seguir todo trabajador

en el mundo (Ibarra, 1947: 106, 109).

Al tiempo, Jorge fue nombrado Secretario del Interior del Comité de la Universidad;

cargo desde el cual realizó muchas reformas, puesto que habían personas que estaban

afiliadas solo por implementar una política personal, no querían que el pueblo tuviera voz

ni voto, sino, que estos fueran sumisos.

En corto tiempo se fundó por primera vez La Unión Sindical de Propietarios de

Ahuachapán, en la cual nombraron a Jorge como secretario del interior del Comité de la

Unión. Y así inició una vida de organización y propaganda, pero también de persecución,

ya que a partir de esto tuvo muchos enemigos; frente a esto el autor plantea lo siguiente:

A nuestra organización se le echaron encima como unos enemigos acérrimos,

los señores latifundistas que viven de la explotación del hombre […] A

nuestras camaradas campesinos, los tienen tan sumidos y esclavizados; pero

88
ya en nuestra organización se unieron de frente, enérgicos apretando filas en

nuestra Unión para defender a la colectividad (Ibarra, 1947: 111).

El fin principal de la organización de los sindicatos era, preparar candidatos para

alcaldes y diputados y luchar por la legalidad del movimiento sindical y que este pasara a

su segunda etapa, es decir, la composición de un gobierno democrático y revolucionario:

Preparábamos candidatos para alcaldes y diputados, para luchar por la

legalidad de nuestras organizaciones y entrar a su segunda etapa […] la

composición de un gobierno democrático y revolucionario (Ibarra, 1947:

148).

Por otro lado, los temas del Levantamiento indígena/campesino y la matanza de 1932,

son desarrollados como temas secundarios en la novela. Es hasta en los últimos capítulos

que el autor comienza a describir los acontecimientos que llevaron a cabo el

levantamiento. Primero, narra los hechos previos y los motivos por los cuales el pueblo

decidió defenderse de los abusos de los latifundistas; la formación de sindicatos a nivel

nacional y cómo ésta organización crecía conforme más trabajadores se afiliaban:

zapateros, carpinteros, etc. Por ejemplo:

Es necesario compañeras trabajadoras y compañeros… que nos unamos como

una solo familia para defendernos del hambre, de la miseria y de la desnudez,

en que nos tienen sumidos estos bandidos ricos (Ibarra, 1947: 106).

Otros de los acontecimientos previos que dieron como resultado la matanza de 1932

fueron: la deficiencia del presidente Araujo al no cumplir con lo prometido, el golpe de

Estado propiciado por el Gral. Hernández Martínez, los abusos ocurridos como

89
consecuencia de una represión que terminó en una masacre masiva de

indígenas/campesinos. Si bien el personaje principal, Jorge Ibáñez, no está presente

durante las matanzas ocurridas, éste recibe notas las cuáles le comunican las bajas que la

organización sufre a manos del cuerpo militar.

El pueblo creyó en las promesas del Ingeniero Araujo, pero este pertenecía a la

sociedad burguesa, por lo que atendía primero las necesidades de los suyos antes que al

pueblo que lo había llevado al poder:

El pueblo se agrupó alrededor del candidato Ingeniero Arturo Araujo […] un

latifundista y dueño de ingenios enormes simpatía del pueblo, con caballito

flaco de batalla de la filantropía y de mejorar la vida del pueblo […] Detrás

de este señor estaban los hombres de gafas del Vaticano y los del “trust” de

azúcar de Nueva York y Londres y, por eso, este señor no podía cumplir lo

que había prometido al pueblo (Ibarra, 1947: 136).

Pero los aristócratas, amigos de Araujo persuadían a éste de que velara primeramente

por sus intereses y que no permitiera revueltas comunistas:

Vea don Arturo-le dijo cierta vez un Arzobispo […] en su gobierno no permita

esas propagandas de corrientes comunistas que son una amenaza, tanto para

usted como para nosotros […] No tenga cuidado, Monseñor -le contesto “el

taimado” (Ibarra, 1947: 141).

La burguesía salvadoreña aconsejó a Araujo que se uniera a los militares, para que estos

le ayudaran a mantener el orden, le pidieron de favor que contralará esas organizaciones

90
que ponían en peligro sus enormes ganancias y que ellos a cambio cooperarían con él en

todo cuanto deseara:

Debe unirse, señor ingeniero, con los militares, para que su gobierno sea

garantizado y esté en orden […] Estoy de acuerdo con su proposición, señores,

de imponer el orden y ya en el mes de marzo tomó el poder y, cuando ya esté

en él, no permitiré que sigan esas agrupaciones; haré todo lo posible por

liquidarlas y ustedes se pueden marchar sin ninguna pena y cuidado; pueden

hacer ustedes sus prestaciones hasta donde les sea posible al fin, el pueblo está

muy fanatizado por mí, y puedo contentarlo, de seguro, con un puñito de

dulces y un ruido de platillos (Ibarra, 1947: 141, 142).

Cuando Jorge se encontraba preso, se dio cuenta que al presidente Araujo lo habían

derrocado por medio de un golpe de Estado, propiciado por el Gral. Hernández Martínez:

Fui aprehendido por un pelotón de soldados que andaban arrestando a todos,

[…] ahí tuve la nueva de que Araujo había sido derrocado del poder por

Martínez y el profesional salteador de Osmín Aguirre, quienes le dieron el

golpe el dos de diciembre […] Este día fue el golpe militar dado al presidente

Arturo Araujo, encabezado por el mismo ministro de guerra y vicepresidente

a la vez, General Maximiliano H. Martínez, habiendo tomado como

instrumento al Coronel Osmín Aguirre Salinas (Ibarra, 1947: 148,156).

Ibarra (1947) presenta el levantamiento indígena/campesino y la matanza de 1932

como el resultado de una serie de injusticias, propiciada por la clase burguesa. Asimismo,

91
presenta los fraudes ocasionado por los militares y ricos, estos pretendían gobernar el país

a costa de lo que fuera. Cometiendo asesinatos para tener el control sobre el pueblo:

Por la noche atacaron los cuarteles de la Guardia Nacional y de la policía, en

pago de su obediencia y servilismo […] en esa escaramuza murió mucha gente

[…] Vino la imposición militar a anular las elecciones. Con una represión

sangrienta […], se desarrolló un terror de persecución y cárcel a todos los

dirigentes del movimiento obrero (Ibarra, 1947: 148).

De igual manera, el estado impuso leyes que no permitían al pueblo salir de sus casas

después de determinadas horas, dado que serían asesinados:

Se dieron decretos de que nadie podía salir a la calle después de las siete de la

noche y el que se encontrara pasadas esas horas, era asesinado por esos

criminales y recogido al día siguiente como perros, por camiones que estaban

operando con la ley marcial y que estos lo garantizaba para asesinar

ciudadanos indefensos (Ibarra, 1947: 148).

En una de las tantas veces en las que Jorge estuvo preso recibió noticias de sus

compañeros caídos. En una de estas, pasó un amigo quien le dejó una nota en donde le

informaba sobre los compañeros caídos en Ahuachapán y otros lugares: También me

informaron que cuarenta camaradas campesinos del Cerro Blanco fueron atados de las

manos y lanzados a los Ausoles […] Pasaba esas tardes de amargas noticias y duros

recuerdos… (Ibarra, 1947: 210, 211).

3.4 Presentación de los temas dentro de la obra literaria (espontáneos, sugeridos)

92
Ibarra (1947), en Cafetos en flor, presenta los temas de forma sugerida. El discurso en

la novela busca narrar de forma cronológica la vida del protagonista, con el objetivo de

demostrar los acontecimientos que marcaron su vida; las condiciones de su nacimiento,

su infancia y adolescencia, la primera vez que visitó la cárcel, el exilio y su participación

en los movimientos sindicales. Asimismo, el protagonista dentro del discurso tiene

evocaciones/recuerdos.

En los primeros capítulos se narra las circunstancias del nacimiento del protagonista;

la injusticia y miseria que vivió desde su infancia:

Nací en una casa en ruinas, que era una coladera que estaba contigua al

costado oriente del cuartel viejo… En tiempos del expresidente Romero

Bosque […] Mi madre era lavandera y planchadora de la esposa del General

Caballos […] en estos países de explotación y miserias, las mujeres no dejan

el trabajo hasta que dan a luz (Ibarra, 1947: 19).

En los capítulos III y IV se narra la infancia de Jorge, sus aventuras y la discriminación

que sufrió por no pertenecer a la clase pudiente. En una ocasión lo golpearon e insultaron

por haberse peleado con los hijos de un general:

Traté de vestirme me azotaron arena y lodo […] me empujaron dejándome

completamente empapado. salí [sic] estilando. Trataron de golpearme y

haciendo yo lo mismo […] Fueron a quejarse con su papá que era el general

[…] Me llevaron amarrado ante el viejo “barbas de cabro [el viejo] se

empinaba azotándome con la rienda de un freno dejándome mi pobre lomo

todo cruzado (Ibarra, 1947: 27,28).

93
A partir del capítulo V, Ibarra (1947) narra los vituperios que Jorge sufre a manos de

la clase burguesa, es encarcelado y exiliado hacia Guatemala, en donde su situación no

cambia mucho de la que sufría en su patria:

Me trabaron un par de esposas y me dieron el empujón hacia delante […] Vea

señora, es mejor que se vaya el joven; si sigue aquí se lo matan […] Crucé el

rio Grande. Al sentirme en otra tierra que ya no era la de mi patria, sentí rodar

unas lágrimas sobre mis pómulos […] Salí para Guatemala, es decir, salí de

las llamas para caer en las brasas. En estos países de Centro América nunca

ha habido libertad […] Así fui por este camino, ratos de cárcel en Salcuatitán,

ratos en la cárcel de Guayua, otras veces en las cárceles de Nahuizalco […]

pagando una pena que no debía (Ibarra, 1947: 39, 46, 58, 59).

Jorge quería que su pueblo se diera cuenta de las injusticias que estaban sucediendo en

contra de ellos y deseaba que estos reaccionaran y emprendieran la lucha que todo

trabajador en el mundo debe poseer; como se muestra en la siguiente cita:

Me preguntaba: ¿Cuánto tiempo transcurriría para que los seres de la tierra

pensemos igual? ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Qué es lo que

debemos hacer? […] Y mi corazón decía: -¡Muera el egoísmo¡ ¡Muera el

pesimismo¡ ¡Muera el individualismo¡ […] Así empecé a conocer […] la

verdad, de lucha, que debe seguir todo trabajador en el mundo (Ibarra, 1947:

107,109).

Los siguientes capítulos narran como Jorge se afilia al movimiento sindical y como fue

asumiendo cargos importantes en dicho movimiento desde el cual ayudaría a los suyos:

94
La Universidad ha dado buen fruto entre la juventud y el pueblo en general

[…] me habían nombrado Secretario del Interior del Comité de la

Universidad. Escribí a todas las organizaciones, con el objeto de tener

relaciones de fraternización […] Recibí una comunicación de la Federación

Nacional de Trabajadores de El Salvador, […] estaba organizando Centrales

sindicales en todos los Departamentos del país […] Se fundó por acuerdo de

todos y con una vasta multitud de tres mil gentes, por primera vez, La Unión

Sindical de propietarios de Ahuachapán […] De ahí empezó el trabajo de

organizar sindicatos de todos los gremios (Ibarra, 1947: 107,109).

Dentro del relato el protagonista evoca recuerdos que lo llevan del presente al pasado.

En una ocasión narra la vida de un amigo, personajes que sufrieron agravio por parte de

la burguesía. Remigio, un herrero, junto a su perro fiel Quindinduy, queda ciego a causa

de su trabajo y al no poder trabajar, le embargan su casa. Días después desaparece,

encontrándolo en el fondo de un abismo:

Serían como las diez de la noche, cuando empecé a narrar la vida de un amigo

del pasado […] Ayudaba alar el pedal de una fragua […] y soplaba el brasero

del taller de herrería del amigo Remigio. Este era un buen herrero que forjaba

las herramientas de los campesinos y herraba los caballos de los señoritos

adinerados. Este buen hombre, a fuerza de ayunos y privaciones logró hacer

su casita y su taller […] Tenía un gran perro barcino, llamado Quindinduy

(Ibarra, 1947: 167).

95
Asimismo, el autor narra cómo Remigio queda ciego, causa por la cual pierde su

trabajo, le embargan sus bienes y un día a causa de su ceguera cae en un precipicio y

muere:

Pero un día fatal […] sufrió un accidente de trabajo, le voló una astilla

candente […] quedando ciego […] Un día de tantos, mi amigo desapareció

[…] las compañías de Luz, por deuda le embargó […] A la orilla del

desfiladero, […] encontraron los restos del que en vida fue Remigio: el herrero

(Ibarra, 1947:167,170).

El discurso presentado en la novela muestra las condiciones en que vivía el pueblo

indígena/campesino a principios del siglo XX. Todo el relato está marcado de violencia,

injusticia y miseria.

3.5 Objetivo del tema (denunciar, justificar o presentar)

Ibarra (1947), en su novela Cafetos en flor, pretende de forma autobiográfica denunciar

los hechos ocurridos en 1932, tal como los acontecimientos previos que dieron como

resultado la masacre. Su fin es demostrar cómo la clase adinerada en unión con los

militares reprimieron de forma mortal a los indígenas/campesinos en los años treinta.

En la novela el autor hace mención del propósito del libro:

Camaradas, amigos y enemigos, al decidirme a escribir mi libro, lo hice con

el fin único de exponer en él todo lo que he sufrido y he visto en mis años de

vida, tal vez, a mi libro no han de querer llamar libro los altos valores

intelectuales por haber en él un mundo de errores y carecer de un valor literario

(Ibarra, 1947: 223).

96
IV. CONSTRUCCION DEL PERSONAJE PROTAGONISTA

4.1 Nombre propio del personaje

En la novela el protagonista recibe varios nombres, unos proporcionados por

personajes secundarios, mientras, que otros son invención del mismo protagonista para

ocultar su identidad de sus enemigos. El primero de ellos es un nombre propio, introducido

en el segundo capítulo con la intención de nombrar al héroe de la historia: Septiembre 29

de 1902, ciudad de Ahuachapán, a la 1 a. m. nació Jorge (Ibarra, 1947: 18).

Otro de los sustantivos que el protagonista recibe es un nombre despectivo, el cual le

proporcionó un personaje cuando él estaba pequeño, a causa de un pleito de niños, el padre

de otros niños mandó a traer a Jorge para castigarlo por haber molestado a sus hijos: Vayan

a traer a ese indio “CHINCHIBIR” [… ]Voy a romperle el lomo con un leño a ese

desgraciado (Ibarra, 1947: 28).

Asimismo, el protagonista se nombra a sí mismo con un adjetivo que destaca una

cualidad física de su persona: Soy Jorge, el negro (Ibarra, 1947: 33).

En una de las tantas veces que Jorge fue llevado a prisión, dio otro nombre para ocultar

su identidad a sus enemigos: ¿Cómo te llamas tú, soquete? Me preguntó […] Wenceslao

Solís (Ibarra, 1947: 203).

Por otra parte, un personaje femenino lo nombró con un nombre diferente, nombre

que él acepta como propio, pero le pide de favor que lo llame de otra manera, siempre con

el objetivo de esconder su identidad de las autoridades, puesto que era perseguido por la

misma:

97
¿Eres tú, Miguel Ángel? Tanto que te he buscado […] me dijeron que te

habían asesinado […] No, Isolina, vivo todavía; pero no me llames Miguel

Ángel, ahora soy José Santos (Ibarra, 1947: 233).

4.2 Etiqueta semántica: predicado y notas intensivas

La etiqueta semántica de los personajes se construyó a través de predicados

semánticos que se dicen sobre él a lo largo del discurso. Su fin es construir

interpretativamente lo que el personaje es y representa dentro de la novela desde diferentes

fuentes: a) juicios aportados por el narrador, b) datos procedentes de otros personajes y c)

criterios procedentes de la opinión y conducta del propio personaje.

a) Juicios aportados por el narrador

En el caso de esta novela el narrador en la historia es un narrador protagonista. Es el

relato de la vida del escritor. Todo el discurso está narrado en primera persona, tal como

se muestra en la siguiente cita:

Jugaba en el patio de mi amiguito […] jugábamos a construir pequeños

canales y puentes con lodo […] Cierta mañana iba por el barro de San Juan, a

las nueve horas a casa de mi maestro ebanista […] Yo fui uno de los que no

tuvieron infancia feliz […] Yo conocí al camarada Agustín Martí y muchas

veces trate con él (Ibarra, 1947:23,34,113,221)

b) Datos procedentes de otros personajes: estos juicios varían de acuerdo a la relación

que existe entre los personajes y los protagonistas.

98
Don Bonifacio era el maestro que enseñaba a Jorge el oficio de ebanista. En una de las

ocasiones en las que Jorge estaba preso, y lo sacaron a realizar trabajo social, vio a su

maestro don Bonifacio quien le tenía un gran aprecio, y este habló bien de él ante las

autoridades: Si le hablo, es porque es un muchacho bueno y muy honrado (Ibarra, 1947:

47).

En una ocasión en las que Jorge disfrutaba de libertad, fue apresado por el simple

hecho de pasear con unas amigas. Un coronel que abusaba de su autoridad lo capturó

acusándolo de bandido y enemigo del gobierno: Este es un bandido que se ha fugado de

la cárcel de Sonsonate […] Aquí está porque aparece en la lista de los enemigos del

gobierno (Ibarra, 1947: 55,56).

Sin embargo, una de las jóvenes que lo acompañaba durante el paseo lo defiende ante

la injusticia y agravio de las autoridades: Dijo Fidelina, si es un muchacho honrado y no

tiene ningún delito (Ibarra, 1947: 39).

4.3 Funcionalidad y dimensión actancial

El personaje principal de la novela Cafetos en flor (1947) es del carácter de persona

humana. Este tipo de personajes parten de una concepción social, psicológica o histórica.

Partiendo de esto, Jorge Ibáñez es el sujeto principal de la historia, ya que posee una

relación coherente con un objeto explícito de deseo, cuyo objeto es organizar a los

trabajadores con el objetivo de hacer valer sus derechos.

Según G. Maestro (1995), el personaje principal, omnipresente y protagonista del relato

debe ser un personaje actancial y funcionalmente operante, mientras que los demás, si

bien son sujetos de acciones propias, sólo son piezas o eslabones transitorios durante toda

99
la narración (p. 475). Por lo tanto, el sujeto principal de la obra debe estar inmerso en una

secuencia de acciones que lo constituyan en un personaje actancial.

De ahí que, siguiendo la propuesta de Brémond (citado en Maestro, 1995), el personaje

actancial debe estar sujeto a una secuencia de acciones, que conlleva tres funciones, las

cuales son:

a) Situación inicial de deseo

Jorge Ibáñez, mientras observaba las injusticias y abusos hacia los de su raza por parte

de los latifundistas, decidió organizarse con el pueblo para defenderse y hacer valer sus

derechos:

A mí me llegó la chifladura de querer reivindicar a todos los que se

encontraban en la miseria, con mi torpeza de querer competir con el sistema

capitalista […] Hace falta aquí la implantación de una economía industrial

para que haya fábricas y se organicen los obreros en los trabajos, con buenos

sueldos, para que tengan una vida estable (Ibarra, 1947: 69,88).

b) Medios para logra su satisfacción

Los medios que ayudaron a Jorge a cumplir el deseo de auxiliar a los suyos fueron las

instituciones gremiales que organizaban a los trabajadores. Una de esas instituciones fue

la Universidad Popular de Ahuachapán:

“Universidad Popular de Ahuachapán” y entre mí dije: (Esta es mi casa y hasta

cuando se abrió la primera en mi país de esclavos) […]Es necesario

compañeras trabajadoras y compañeros… que nos unamos como una sola

100
familia para defendernos del hambre, de la miseria y de la desnudez, en la que

nos tienen sumidos estos bandidos ricos […]Aquello en mis oídos me sonó a

nuevo y sus palabras sonaban en mi corazón, como un martillo que se estrella

sobre el yunque, en manos del recio herrero que forja las herramientas del

trabajo y armas para el combate (Ibarra, 1947: 106).

Seis meses después a Jorge le otorgaron un cargo dentro de la organización de la

Universidad, desde la que escribió a todas las organizaciones que se habían hecho a nivel

nacional con el objetivo de estrechar lazos y que la misma se fortaleciera:

La Universidad ha dado buen fruto entre la juventud y el pueblo en general

[…] me habían nombrado Secretario del Interior del Comité de la

Universidad. Escribí a todas las organizaciones, con el objeto de tener

relaciones de fraternización […] estaba organizando Centrales sindicales en

todos los Departamentos del país y en las comunicaciones que recibimos nos

decían: que vendría a nosotros una delegación a esa ciudad para ver si se

podría fundar la casa de los sindicatos de esa región (Ibarra, 1947: 107).

Ibáñez obtuvo el gran apoyo por parte del pueblo para la fundación de sindicatos en los

cuales se afiliaron muchas personas pertenecientes a diversas ocupaciones:

Se fundó por acuerdo de todos y con una vasta multitud de tres mil gentes, por

primera vez, La Unión Sindical de propietarios de Ahuachapán […] De ahí

empezó el trabajo de organizar sindicatos de todos los gremios […] Nuestra

Unión se hizo fuerte y grande, se afiliaron a ella como ocho mil trabajadores,

sindicatos de albañiles, sastres, zapateros, carpinteros, panificadores, pintores,

empleados y mucho más (Ibarra, 1947: 109,111).

101
c) Desenlace final

Cuando el Estado vio que las organizaciones habían alcanzado una mayoría de

simpatizantes quiso reprimirla de forma brutal: capturó y asesinó a todo aquel que

perteneciera a un grupo sindical, los constituyó enemigos del gobierno:

A nuestra organización se le echaron encima como unos enemigos acérrimos,

los señores latifundistas que viven de la explotación del hombre […] La Unión

Sindical luchaba con una serie de obstáculos y resolvía problemas peliagudos,

muchas veces les incendiaban las casas a los campesinos con sus muebles y

semillas recolectadas, y los mandaban a sacar a la carretera con fuerzas de la

Guardia Nacional; pero nuestra Unión se enfrentaba a defenderlos y a pedir se

les indemnizara en esas provocaciones estúpidas de los “perros capitalistas”

(Ibarra, 1947: 111).

4.4 Relaciones de transformación del personaje

A continuación se examinaran las relaciones que experimentan en el discurso algunos

personajes en su relación con el sujeto principal.

• Relación Jorge Ibáñez/Tomás Aguilar. Objeto de amistad, compañerismo y

hermandad

Tomás le tenía gran aprecio a Jorge, al ver su situación quiso ayudarlo y se lo llevó a

trabajar al puerto de Acajutla, en donde tenían un patrón bondadoso y que les aconsejó

que se organizaran para que los trabajadores de su patria no sufrieran agravio por parte de

los ricos, como se puede observar en la siguiente cita:

102
¡Hola muchacho! , ¿Qué te has hecho, hombre? […] por a´i he estado,

rondando la vida […] ¿y tú que has hecho Tomasin? […]Yo trabajo en el

puerto de Acajutla, en el astillero El Almendro, con un americano, Míster

Brown […] Oye hermano ¿y habrá para mí? […]¡Claro que sí, hombre!

(Ibarra, 1947: 70).

Trabajaron varias semanas con Míster Brown, la alegría les duró unas cuantas semanas,

pues su patrón volvería a su tierra. En su lugar llegó un patrón esclavista que pretendía

que trabajaran más horas por menos paga. Tomás dijo a Jorge que se fueran a buscar suerte

por otro lado, este se fue hacia Nicaragua, mientras que Jorge se dirigía sin rumbo:

Volvimos al astillero, ahí encontramos al nuevo administrador, […] con reloj

en mano y nos dijo: […] ¿Qué a las nueve entran ustedes a trabajar? […] Sí

señor, dijo Tomás, es el reglamento que nosotros tenemos […] Este

reglamento ya no va a regir aquí. Mañana se entrará a trabajar desde las seis

de la mañana hasta las seis de la tarde […] se les pagarán cuatro pesos y

trabajarán doce horas diarias […] ¡Recojamos nuestras herramientas, Jorge, y

nos largamos a echar pulgas a otra parte! (Ibarra, 1947: 82).

Cuando se fueron del puerto tomaron caminos diferentes. Tiempo después se volvieron

a encontrar en la organización de sindicatos, ya para ese tiempo, Jorge era el Secretario

del interior del Comité de la Universidad:

Entre los delegados estaba el amigo Tomás Aguilar quien se puso a la altura

de su deber […] ¡Hola viejo!, me dijo, […] fuertes y unidos en nuestra gran

familia y que hagamos unos breves recuerdos del Astillero del Almendro de

103
Acajutla, cuando conversábamos con Míster Brown. ¿Qué le haría el gringo,

pelón ese? Que viera nuestra actividad social […] sí hermano, vamos muy

bien, tú estudia y trabaja macizo, tú viniste representando a los trabajadores

en madera de los talleres de los ferrocarriles de Sonsonate […] Yo te felicito

hermano, de tu buena labor (Ibarra, 1947: 123).

• Relación Jorge/madre. Esta relación tiene fuertes lazos entre el protagonista con su

madre

Primero esta fue despedida de su trabajo por tener un hijo, cosa que a ella no le

avergonzaba. Durante todo el relato se narra el sufrimiento que ésta tuvo por defender y

cuidar a su hijo de las injusticias de la clase burguesa:

Mi madre era lavandera y planchadora de la esposa del General Ceballos.

En estos países de explotación y miseria, las mujeres no dejan el trabajo hasta

que dan a luz […] Ve Machela, le dijo la gordinflona esposa del Gral. A mi

madre – con este mono ya no podes trabajar aquí […] ¡Págueme los días de

trabajo!, y sepa usted que el mundo es grande y tengo brazos fuertes para

trabajar donde quiera y jamás permitiré que me humille nadie por mi hijo

(Ibarra, 1947: 19,20).

Cuando Jorge fue encarcelado, su madre lo buscó por las distintas cárceles del país sin

obtener resultados: Mi pobre madre me buscaba desesperada, en distintas cárceles y

nadie la daba razón, […] triste y desconsolada regresó a su pueblo (Ibarra, 1947: 46).

104
Tuvo que aceptar que expulsaran a su hijo por miedo a que lo mataran. Tiempo después

Jorge convence a su madre que lo deje marcharse hacia México, para no seguir siendo

víctima de los abusos del gobierno:

Preparaba mi viaje a México, pues ya había convencido a mi madre de mi

partida diciéndole: Ve, madre, qué quieres mejor. Que estos bandidos me

asesinen de un momento a otro, o que me vaya a ese querido México a estudiar

algo, para que más tarde pueda ser útil a mi pueblo (Ibarra, 1947: 239).

• Relación Jorge/Elvira. La relación que el protagonista tuvo con esta mujer fue de gran

relevancia en su vida, pues transforma el ser de Jorge; lo encamina a su vida adulta:

Ven me dijo. Tomándome de mis manos, vamos a jugar al barquito.

Engancho sus piernas con las mías […] me envolvió en su cuerpo me sentí

una fiebre de precocidad salvaje […] Es algo sublime el vivir en este nuevo

aspecto de la vida, me hizo ver la gran importancia que tiene la mujer en ella

(Ibarra, 1947: 34,35)

• Relación Jorge/Isolina. Jorge se relacionó con varias mujeres pero, fue con ella

(Isolina) que tuvo una relación más profunda. Ella conocía su verdadera identidad.

Además, Isolina fue su amor de adolescente:

Fui interrumpido […] por la figura de una joven alta, rubia, regularmente

vestida, que se paró frente a mí, despertándome de mis amargos recuerdos.

Se trataba de Isolina que me reconoció a su paso […]. Me interrogó: ¿Eres tú

Miguel Ángel? Tanto que te he buscado […] me dijeron que te habían

asesinado […] No Isolina, vivo todavía; pero no me llames Miguel Ángel,

105
ahora soy José Santos […] Siéntate y ten cuidado de lo que me vas a conversar

y, sería mejor que te marcharas, porque van a creer que eres de mis ideas […]

No me importa que crean lo que quieran creer, yo quiero conversar contigo

(Ibarra, 1947:231).

En ese encuentro sostienen una conversación en la cual hablan del sufrimiento que

padece tanto José (Miguel Ángel) como el pueblo en aquel momento:

Yo sé, José, que has sufrido mucho […] Yo no soy el único que ha sufrido. Es

mi pueblo el que sufre y, como soy parte de él, lo comparto. Pero, algún día

nuestro pueblo se cansara de sufrir. – Me dijo, Isolina, entre suspiros (Ibarra,

1947:233).

Después de pasar tiempo juntos, Isolina tuvo que dejar a José (Jorge), aun en contra de

su voluntad. Pues estaba comprometida y tenía un hijo. Motivo por el cual José la dejo ir:

Un día de esos llegó la madre de Isolina a llevársela porque su esposo le exigió

[…] Le interpelé a ella que no entendía cómo una mujer se puede casar con

un hombre a quien no ama y ella me contestó que su padre en vida la obligó a

casarse con él. […] Yo le hice saber que era mejor que continuara con su

esposo, pues ya tenía un niño y era necesario que, juntos, cuidaran de él

(Ibarra, 1947: 237).

106
4.5 Intertexto literario y contexto social (a qué hechos de la vida social de la época

hace referencia)

La relación entre la historia narrada en la novela y el contexto social de la época es

muy estrecha, pues son narrados en ella tanto personajes como acontecimientos de mucha

relevancia en la historia de El Salvador a principios del siglo XX. Entre los personajes

mencionados en la novela están presidentes, escritores y líderes revolucionarios. El

discurso narra los acontecimientos en los cuales estos hombres fueron el eje principal en

la historia de El Salvador.

Uno de los personajes dentro de la narración es Jorge Meléndez, que perteneció a la

dinastía Meléndez-Quiñones en el periodo que abarca los años entre 1913-1931: Estamos

preparando el recibimiento de nuestro futuro presidente Jorge Meléndez (Ibarra, 1947:

35).

Otro de los personajes mencionados en el discurso es Arturo Araujo, del cual se habla

sobre su candidatura, de cómo el pueblo lo apoyó y como este lo defraudó al no cumplir

las promesas hechas en campaña política. Asimismo, el derrocamiento del presidente fue

dirigido por el Gral. Hernández Martínez, como lo presenta Ibarra en la siguiente cita:

Se nos vino encima la fiebre de las elecciones políticas presidenciales […] El

pueblo se agrupó alrededor del candidato Ingeniero Arturo Araujo, un viejo

incapaz como ha quedado demostrado en la historia […] Detrás de este señor

estaban los hombres de gafas del Vaticano y los del “trust” de azúcar de Nueva

York y Londres y por eso, este señor no podía cumplir lo que había prometido

al pueblo […] DOS DE DICIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS TREINTA Y UNO […] Este día fue

107
el golpe militar dado al presidente Arturo Araujo, encabezado por el mismo

ministro de guerra y vicepresidente a la vez, General Maximiliano H.

Martínez (Ibarra, 1947: 136,184).

Cuando todo el pueblo se dio cuenta de la amenaza de la dictadura militar, se unió en

una manifestación gigantesca de hombres, mujeres, niños y ancianos:

Estos fascistas operaban […] desencadenando una salvaje y sanguinaria

represión en contra de los trabajadores del país. Masacraron 150 trabajadores

en Azuchillo, 80 en Zaragoza, una manifestación en Jayaque y en Sonsonate,

masacraron otra en Santa Tecla (Ibarra, 1947: 176).

Uno de los acontecimientos más relevantes en la historia de El Salvador es el

Levantamiento Campesino de 1932. La novela ilustra estos acontecimientos reflejando las

masacres efectuadas por parte del gobierno para reprimir al pueblo en la siguiente cita:

Martínez, […] masacró a treinta mil trabajadores, […] Vi levantarse la figura

justiciera y vengadora de un campesino que decía: -¡Entrémosle mucha…! ¡Pa

Enseñarles que también a ellos les entran nuestros machetes! […] ¡Estos

individuos bandidos no merecen el respeto de autoridad […] ! ¡Son unos

asesinos! […] Y se entabló una reñida pelea en donde los campesinos […]

vengaron la sangre de sus hermanos […] Este fue, el principio de la revolución

[…] La noche era negra […] Olía a tragedia y a sangre… (Ibarra, 1947: 147,

179).

108
Asimismo, la novela hace mención de los líderes revolucionarios que tuvieron una gran

participación en los acontecimientos de 1932. Tales como, Agustín Farabundo Martí,

Alfonso Luna y Mario Zapata:

El compañero Agustín Farabundo Martí al frente, distinguiéndose en esta

campaña como secretario del Estado Mayor […] El camarada Martí, no tuvo

reposo ni un momento en su vida, veces en la cárcel, veces en el destierro.

[…] El camarada Martí fue el orientador y que nos puso en contacto con el

gran país del socialismo de Lenin y de Stalin (Ibarra, 1947:136).

Otros de los líderes, mencionados en la novela son Alfonso Luna y Mario Zapata:

El camarada Alfonso Luna, era un joven estudiante bachiller pasante, de una

inteligencia basta y clara muy culto y sincero con los trabajadores de su causa

[…] El camarada, Mario Zapata […] era un noble joven talentoso y sincero de

nuestra causa, organizador y orientador (Ibarra, 1947:222, 223).

Por otra parte, el autor hace mención de algunos textos que hablan sobre los

acontecimientos de 1932. Dichos textos son criticados por el autor, pues según él revelan

solamente la ideología a la que pertenece los autores. Cabe mencionar que el autor no

menciona los nombres de los escritores de estos libros, pero los describe como

oportunistas, anticomunistas, vividores, entre otros apelativos que utiliza para

describirlos. Dichos textos pertenecen a los autores: Vicente Sáenz (Rompiendo Cadenas),

Rodolfo Buezo (Sangre de Hermanos) y Jorge Schlesinger (Revolución Comunista,

Guatemala en Peligro):

109
Escribir sobre la Revolución de 1932 no es cosa fácil y menos debe estar

encomendado a atorrantes oportunistas de corte burgués y barrigas elásticas,

rabiosos anti comunistas que se procuran sus chuletas a costa de la miseria y

sangre de nuestros pueblos, por ejemplo “Rompiendo Cadenas”, que da la

razón al tirano Martínez por la carnicería que hizo de un pueblo indefenso,

oprimido, desesperado, que se subleva por el hambre…“Sangre de

Hermanos”, o sea el truco de un vividor, que pretendía servir al pueblo, pero

en realidad lo que quería era sacarle dinero al tirano (Ibarra, 1947: IX).

Hay otro aventurero chantajista que anduvo sorprendiendo con parte de los

archivos de la revolución y que no pudiendo sacar lucro, por medio de su

venta, decidió publicar un libro mendaz y llenos de provocaciones ayudado

por fascistas guatemaltecos, emboscados, en el aparato estatal. No es extraño

que el libraco de referencia que se titula “Revolución Comunista, Guatemala

en Peligro”, sea toda una provocación y una delación descarada. Su servilismo

hacia los amos retrógrados nos retrata al polizonte fascistoide (Ibarra, 1947:

X).

V. NIVEL DEL RECEPTOR

5.1 La recepción de la obra en la crítica literaria (qué dice la critica que representa

el texto)

Ibarra (1947), escritor salvadoreño, con un perfil marxista-leninista, presenta en su

novela Cafetos en flor los diferentes acontecimientos ocurridos en El Salvador a

principios del siglo XX. Con el objetivo de dar a conocer las condiciones en las que vivían

110
los indígenas/campesinos, a causa de las injusticias proporcionadas por la burguesía.

Asimismo, relato cómo los indígenas/campesinos se organizaron en sindicatos para hacer

valer sus derechos y obtener un trato más humanitario.

A pesar de que esta obra ha sido excluida del canon literario que narra los sucesos de

1932, existen varios estudios. El investigador Lara-Martínez es quien ha realizado la

mayoría de estudios sobre dicha obra.

En el artículo De La Historia Como Supresión De Archivos II (2012), expone que la

obra Cafetos en flor (1947) es un relato auténtico que reemplaza la mentira de sus

predecesores. Mentira que permanece en el siglo XXI por la supresión deliberada de su

experiencia de vida. El escritor revela en la novela la aferrada discusión entre dos frentes

de distintas posiciones de una misma tendencia política, marxismo contra fascismo.

Por otra parte, en el artículo Historia y Supresión de Archivos: Afro-Descendientes

1932. Lara-Martínez (2012) plantea que la novela Cafetos en flor (1947) es un relato que

sugiere una doble enseñanza: no hay historia sin supresión de archivos, no hay testimonio

sin mirada retrospectiva de un pasado revocado. Asimismo, Lara-Martínez, en su artículo

Remontando el 32 (2012), declara que la novela en cuestión es un relato que ha sido

tachado adrede por la izquierda salvadoreña.

Además, en el documento Del silencio y del Olvido O los espectros del patriarca

(2013), de Lara-Martínez, muestra que la memoria se construye en el olvido. Como es el

caso de la novela de Ibarra (1947), su obra es excluida de todo recuento sistemático sobre

1932. Dicha obra es condenada a la hoguera por la historia del siglo XXI. La opinión

actual parece bastante selectiva al elegir quienes viven los eventos. Un militante sindical

111
y participante de los eventos de 1932 queda fuera de la historia científica. La vivencia de

los hechos no certifica su palabra ni merece el menor comentario. Pueda ser que su

vindicación del estalinismo incomode a la invención de la historia en curso.

Por otra parte, Effenberger (2014) elabora un estudio sobre la novela Cafetos en flor

(1947), en lo cual presenta varias ideas. Primeramente, plantea que el texto literario es de

carácter testimonial-biográfico de un activista y que en las últimas publicaciones sobre el

32, la novela no fue incluida en el cuerpo analítico, lo que provoca denominarla como una

novela olvidada del 32.

Asimismo, existe una relación de novela-historiografía literaria y la creación de

imaginarios colectivos, la novela nos abre una vía para imaginar la nación a través de la

lectura de un testimonio semificticio de principios del siglo XX. Igualmente, el texto

plantea una visión más pluriétnica de la sociedad salvadoreña, visualizando la presencia

de Afrodescendientes en el país.

VI. COMENTARIOS

Cafetos en flor (1947) es una obra que pretende denunciar la matanza de

indígenas/campesinos en el año de 1932 y las matanzas acaecidas a principios del siglo

XX. El escritor Miguel A. Ibarra relata dichos acontecimientos de una forma semificticia

y biográfica. La narrativa está cargada de violencia, injusticia y muerte.

Ibarra (1947) presenta en su novela Cafetos en flor los sucesos ocurridos en El Salvador

entre los años de 1902 a 1932. Relata cómo los indígenas/campesinos se organizaron en

sindicatos de trabajadores, con el fin de buscar la legalización de su movimiento y así

construir un gobierno democrático y revolucionario. De la misma forma, presenta como

112
este anhelo se truncó a causa de los fraudes electorales promovidos por el sector burgués

(Ibarra, 1947: 148,186).

De igual forma, Ibarra (1947), en su narrativa, plantea como la clase burguesa y los

militares se aprovecharon de su posición para cometer abusos en contra de los

indígena/campesinos. Además, expone como este sector dio a conocer los hechos, basados

en su propia ideología.

El escritor presenta al protagonista como un sujeto que sufrió el abuso de la clase

burguesa desde su infancia. Pero cuando se le presenta la oportunidad de defenderse y

defender a los suyos no duda en hacerlo. El protagonista es presentado como líder de la

Organización Sindical de los Trabajadores desde la cual pretendía ayudar a los de su

clase. El escritor lo presenta como un sujeto que pertenece a los afrodescendientes.

Por otra parte, la narrativa de Ibarra (1947) es un texto que ha sido suprimido del canon

literario que aborda los sucesos de 1932. Aunque el texto narra la vida de un activista

sindical que fue testigo de los acontecimientos ocurridos durante los años treinta, no fue

incluido en el análisis crítico que habla sobre dichos sucesos en la historia salvadoreña.

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario


de la obra Ola roja (1948), de Francisco Machón
Vilanova

I. NIVEL DEL EMISOR Y SU CONTEXTO

1.1 Autor (datos biográficos)

113
Francisco Machón Vilanova (1888 – ¿?), salvadoreño, contrajo matrimonio con

Gertrudis Olivares. En su juventud se dedicó a la docencia y en 1922 perteneció a la Real

Academia Salvadoreña de la Historia. Asimismo, en 1926 fue cónsul en Nicaragua.

Algunos de sus escritos fueron: A propósito del reciente tratado entre Nicaragua y

Estados Unidos (1926). Cooperativismo: ensayo sobre constitución de una política

educativa (1928) publicado en San José, Costa Rica. Desde mi invierno, tomo de poesía

publicado en (1952). Dictó conferencias educacionales que sirvieron para la formación de

la nueva escuela en 1920, también, pronunció una conferencia en 1923 titulada Educación

de la mujer centroamericana: conferencia dictada en la escuela normal de institutoras,

en Managua, Nicaragua. Sin embargo, es mayormente conocido por la publicación de Ola

roja (1948), la cual es una de las primeras novelas que narra de forma ficcionada los

sucesos de 1932 en El Salvador.

1.2 Tiempo de la obra

1.2.1 Año de publicación

Ola roja es una novela del escritor Francisco Machón Vilanova. Fue escrita en San

Francisco, California, y publicada en México, D.F. en 1948.

1.2.2 Contexto situacional de la publicación

Machón Vilanova escribe Ola roja dieciséis años después de la matanza, y cuatro

años después del golpe de Estado del Gral. Hernández Martínez. El autor escribe la novela

fuera de tierras salvadoreñas, para un público extranjero, en 1948. En esa época la

situación de El Salvador no se distanciaba mucho de los sucesos de 1932: la nación estaba

atravesando una situación política controversial en la que las manifestaciones populares,

114
huelgas, represiones militares hacia el pueblo, derrocamientos presidenciales eran un

elemento común en el diario vivir.

Desde el derrocamiento del Gral. Hernández Martínez, en 1944, se había venido dando

en el país una serie de problemas políticos que afectaban más que todo a los

indígenas/campesinos y a las clases bajas.

En noviembre de 1945, los ferrocarrileros escenificaron una huelga en demanda de

aumento de salarios, los cuales después de un tiempo les fueron concedidos. El 12 de

enero de 1946 se promulgó la Ley General de Conflictos Colectivos y se creó el

Departamento Nacional del Trabajo. En octubre de ese mismo año se transformaría en

Ministerio, con el fin de reconocer el derecho de huelga, pero el sector burgués vio la

forma de manipular dicha ley. Es así como en ese mismo año, una huelga organizada por

un sector de los obreros textiles fue reprimida legalmente, lo que dio como resultado

varios muertos y muchos heridos.

Durante la presidencia del Gral. Castaneda Castro, bajo el manto de la legalidad,

desarticuló el movimiento reivindicativo de los trabajadores. También la libertad de

prensa sufrió restricciones. Sin embargo, el Gral. Castaneda Castro fue pionero en la

integración de los países centroamericanos. En septiembre de 1946 firmó el Pacto de San

Cristóbal con el presidente de Guatemala el Dr. Juan José Arévalo.

En 1948 el Gral. Castaneda Castro pretendió ser reelecto. Este suceso dio lugar a una

nueva crisis política, pues tanto militares, burguesía industrial con visiones desarrollistas

y los sectores populares que exigían reformas democráticas estaban inconformes con la

resolución del presidente. El 14 de diciembre de ese mismo año, un grupo de oficiales de

115
rango medio que se hacían llamar Juventud Militar derrocó al Gral. Castaneda. Éste fue

llamado el golpe de los mayores. El ejército se identificaba como el brazo armado del

pueblo. Con esta interpretación se concebía a la institución militar como la vanguardia y

garante de los cambios revolucionarios. Este proceso trajo como resultado la llamada

Revolución de 1948, la cual dio lugar a la formación de un Consejo de Gobierno

Revolucionario, cuya finalidad era restaurar la institucionalidad perturbada por el Gral.

Castaneda Castro. Dicho organismo, de carácter provisional, preparó unas elecciones en

las que salió electo, en septiembre de 1950, el coronel Oscar Osorio (Castellanos, 2002).

II. NIVEL DE LA OBRA/TEXTO

2.1 Descripción de la obra/texto (título, género, movimiento y composición)

Ola Roja fue escrita por Francisco Machón Vilanova, y publicada en México en 1948.

Es una novela anticomunista. Según Hernández (2014), es clasificada así por dos razones:

tanto por el objetivo del autor de dar a conocer el suceso de acuerdo a su ideología y por

haber sido escrita en plena Guerra Fría, y así colaborar al miedo del imperialismo

bolchevique en América.

La novela inicia con una breve explicación del porqué es publicada hasta en 1948. El

autor expone dos razones: primeramente, no consideraba que el texto fuera digno de ser

publicado; segundo, por inconvenientes tanto económicos como para revelar un texto en

donde abundan conceptos opuestos al comunismo ruso. Sin embargo, expone que su

publicación es de vital urgencia, pues existe la necesidad de dar a conocer que el

116
comunismo es un error falseado por imperialistas y el cual trajo la desgracia a El Salvador

en 1932.

Por otro lado, Machón Vilanova dedica este texto a los alumnos de la Escuela Formal

de Varones de San Salvador. Menciona que cuando escribió la obra lo hizo pensando en

ellos, pues, pretendía seguir educándolos.

Respecto a la estructura de la novela, Ola Roja está dividida en dos partes, la primera

está compuesta por 17 capítulos, mientras que la segunda parte consta sólo de 7 capítulos,

los cuales están titulados de la siguiente forma:

Primera parte

• Capítulo I: Innovaciones y reformas.

• Capítulo II: Contra la sierra alta y brava.

• Capítulo III: Contra los obstáculos y las críticas.

• Capítulo IV: La cultura que redime.

• Capítulo V: Le brota un canto al corazón.

• Capítulo VI: La región de mil ríos.

• Capítulo VII: Una belleza sin complicaciones

• Capítulo VIII: Influjo de la selva virgen.

• Capítulo IX. Intrigas y emboscadas.

• Capítulo X: Un menguo festejo

• Capítulo XI: Sugestionables por timoratos

• Capítulo XII: Faenas y proezas.

• Capítulo XIII: Sendero de civilizaciones muertas.


117
• Capítulo XIV: Por sobre los caminos interminables.

• Capítulo XV: Después de perderla, nada

• Capítulo XVI: Beber cuando el vino es triste.

• Capítulo XVII: Fanatismo que esclaviza

Segunda parte

• Capítulo I: Rumbos y afanes nuevos.

• Capítulo II: Comunismo suigeneris.

• Capítulo III: Amor insustituible

• Capítulo IV: Un rayo de luz en la noche

• Capítulo V: Se inicia el desastre.

• Capítulo VI: Más acierto consigue el amor…

• Capítulo VII: Y más elevación logra la muerte.

III. NIVEL TEMÁTICO

3.1 Asunto (hechos ficcionales)

Ola Roja es una novela que narra la historia de amor entre María Gertrudis y Roberto

Aguerri. Este amor fue frustrado a causa de envidias e injusticias.

La familia Aguerri, provenientes de España, se ubican en tierras salvadoreñas

(Sonsonate), en donde procrean dos hijos: Roberto y Luisa, los cuales fueron enviados

estudiar a los Estados Unidos. Regresaron años después convertidos en profesionales,

118
dispuestos a poner en práctica lo aprendido. Luisa logró hacer reformas en casa de sus

padres, a pesar de la resistencia de ellos en aceptar cambios tanto en la estructura como

en los modales. Para Roberto fue más difícil, pues él quería hacer reformas agrícolas con

las cuales su padre no estaba de acuerdo, pero al ver la insistencia de su hijo terminó por

ceder.

A partir de esto el señor Aguerri entregó a Roberto una propiedad en la cual pondría

en práctica los conocimientos sobre agricultura que había adquirido en Estados Unidos.

Buena Vista era el nombre de la hacienda. Ésta, gracias al esfuerzo y empeño que Roberto

hizo implementando nuevas reformas de trabajo y trato hacia los indígenas, prosperó

rápidamente.

Por otro lado, María Gertrudis era hija de los colonos Matías y Antonia Viñeros, los

cuales se ganaron el respeto y cariño del joven patrón. María Gertrudis se encargaba del

lavado y planchado de la ropa de su patrón, por lo que ellos convivían muy de cerca, tanto

que los jóvenes pasaban largas horas juntos. Fue así como Roberto le tomó un gran cariño

que pronto se convirtió en amor.

El amor entre los jóvenes fue frustrado por la señora Benita Negrete, quien quería que

su hija Mercedes se casara con Roberto. Esta señora se valió de todo tipo de intrigas para

separar a los enamorados, a tal grado que hizo que los padres de Roberto sacaran a la

familia Viñeros de la hacienda para alejar a la joven de su hijo.

Después de haber salido de la hacienda, los Viñeros inician una vida llena de

pobrezas, injusticias y abusos por parte de la clase burguesa. En ese éxodo de la familia,

119
la joven María Gertrudis se convierte en una líder del comunismo, en el que pretendía

defender los derechos de los suyos.

Roberto buscó por años a su amada sin obtener resultado. Después de varios años de

búsqueda, en medio del caos político que estaba viviendo El Salvador encuentra a la

familia Viñeros y a su amada. En ese proceso, promete ponerlos a salvo del caos que sufría

principalmente la zona occidental.

Mientras Roberto trata de resguardar a sus fieles servidores de la emboscada de

indígenas/campesinos enfurecidos y de la furia del volcán, aparece María Gertrudis con

su padre y hermanos entre los asaltantes pero no para atacar sino para salvar al hombre

que ama, en el último momento María Gertrudis muere al interponerse entre un agresor y

su amado.

3.2 Contexto intratextual (que realidad o contexto se representa dentro de la obra)

Machón Vilanova (1948) presenta en la obra Ola Roja los sucesos ocurridos en la

década de los años treinta, de cómo la doctrina comunista se introdujo en El Salvador y

las consecuencias que esto tuvo en la nación. A pesar de que el discurso narra los hechos

de 1932, la historia culmina con el primer día de la masacre ocurrida en enero del mismo

año. Dichos sucesos son narrados a través de una historia de amor. Asimismo, la novela

menciona sucesos de la historia salvadoreña, tal es el caso de la campaña política de Arturo

Araujo y su derrocamiento. Esto lo hace sin mencionar nombres (Machón Vilanova,

1948).

3.3 Tipos de temas que se encuentran dentro de la obra literaria (principales y

secundarios)

120
La temática principal presentada en la obra es el amor entre María Gertrudis Viñeros y

Roberto Aguerri. Alrededor de este amor suelen ocurrir una serie de acontecimientos,

entre los cuales se refleja la vida de los indígena/campesinos y el sufrimiento que padecían

a causa del despojo y el maltrato por parte de la clase burguesa. Otros tópicos que se

observan en la obra son: la educación, la religión, el abuso, el comunismo y el

levantamiento indígena/campesino de 1932.

Como tema principal de la novela se encuentra el amor entre María Gertrudis Viñedos

y Roberto Aguerri. En torno al cual suelen suceder una serie de hechos en los que se

puede apreciar la vida del indígena/campesino de la esa época. Este amor nace en la

hacienda Buena Vista, propiedad de Roberto:

[...] al considerar eso sintió más encendido su corazón, y entonces fue que se

atrevió a confesarse a sí misma, que el sentimiento que la movía hacia Roberto

era un verdadero amor; un amor tan amplio como aquel horizonte extendido

sobre los mares de allá lejos […] (Machón Vilanova, 1948:149).

Cuando Roberto, se dio cuenta de sus sentimientos le confiesa a María Gertrudis el

amor que él le profesaba:

He venido para confirmarte de palabra lo que tú ya debes haber adivinado en

mi actitud y mi conducta para contigo. Ello es que te amo, María Gertrudis,

desde hace mucho tiempo […] Ella lo escuchaba arrobada, sin hablar […] sus

ojos y su gesto decían su conformidad agradecida y gozosa […] Te amo… ¿Y

tú a mí? […] Mi amor por ti jamás ha sido ni incompleto ni impuro […]

(Machón Vilanova, 1948:151).

121
Este amor dura muy poco, pues los jóvenes son separados por intrigas e injusticias

provocadas por la familia Negrete:

Doña Benita Negrete era una intrigante de una maestría diabólica. No era fácil

escaparse de sus añagazas, ni era posible combatirla […] Ambiciosa y egoísta,

no sentía escrúpulos al valerse de cualesquiera medios que pudieran llevarla a

la realización de sus fines (Machón Vilanova, 1948:169).

Entre los temas secundarios que la narración muestran están: la educación, la religión,

el abuso, el comunismo, el levantamiento indígena/campesino y la matanza de 1932. El

autor presenta el tema de la educación, haciendo una comparación entre la educación

norteamericana con la indolatina; como se ejemplifica de la siguiente forma:

[…] nadie había llevado a Centro América una información exacta sobre el

problema educativo de los que iban a estudiar al extranjero. No se sabía

aunque la educación escolar norteamericana es tan defectuosa como la

indolatina, no obstante de ser ellas básica y diametralmente opuestas en su

estructura. La una es cultura exageradamente física, y la otra es cultura

intelectual, exclusivamente académica (Machón Vilanova, 1948:10).

Asimismo, describe de forma peyorativa la educación indolatina y exalta la educación

extranjera.

Tabla 1

122
Ejemplificación sobre los dos tipos de educación

Educación norteamericana Educación indolatina

El educando estadounidense sale de En cambio, la escuela indolatina, que

la escuela sano, limpio, fuerte, ágil, erradamente pretende ser toda la

dueño de si ismo y hábil para educación, realiza una obra que se

sobrevivir en su propio ambiente, el reduce al libro, dentro de aulas y

cual el cual le dará las oportunidades laboratorios, en ejercicios mentales

de ir completando la finalidad de la que desmenuzaran el cerebro y

preparación que se le dio en la escuela depauperizan el resto del organismo

(Machón Vilanova, 1948:10). (Machón Vilanova, 1948:10).

En la tabla antes expuesta se aprecia una comparación entre la educación norteamericana y la

indolatina que aparece en la novela Ola roja (1948).

El autor, muestra que los dos sistemas educativos poseen deficiencias, con la diferencia

que el estudiante norteamericano tiene más oportunidades al culminar su educación que

el educando indolatino. La educación norteamericana produce hombres fuertes y deseosos

de llevar a la práctica lo enseñado en la escuela. En cambio el educando indolatino produce

hombres soñadores.

123
Tabla 2

Ejemplificación sobre los dos tipos de educación

Educación norteamericana Educación indolatina

[…] educación práctica […] esta escuela produce un

estadounidense produce jóvenes educando que ya de hombre va siendo

futbolistas y boxeadores, impetuosos, cada día más indolente y pusilánime,

audaces, ambiciosos de sobre pasar aunque con poder de inteligencia y

todo lo que constituye esfuerzo físico brillo espiritual […]

(Machón Vilanova, 1948:10). […] produce un tipo de joven poeta

y orador, deseoso de que se le aplauda

y se le conozca como un famoso

bohemio y soñador que construye una

frase de originalidad enrevesada en

una obra literaria, o que realizó un

sacrificio, regularmente tan trágico

como estéril, en las lides apasionada s

de la política de su pueblo (Machón

Vilanova, 1948:10).

En la tabla antes expuesta se aprecia una comparación entre la educación norteamericana y la

indolatina que aparece en la novela Ola roja (1948).

124
Por otro lado, Machón Vilanova presenta el tema de la religión visto desde dos

perspectivas: de la clase burguesa y la de los indígenas/campesinos.

Religiosidad burguesa

La clase burguesa es extremadamente religiosa y devota con prejuicios

morales/religiosos:

Todo sea por amor de Dios, hijo. Pero yo quisiera que de ahora en adelante

vinieras más seguido por aquí, […] a cumplir con tus deberes de cristiano.

Dios te puede enviar un castigo porque no te confiesas, ni comulgas y porque

ni siquiera vas a misa los domingos y fiestas de guardar […] Doña Carmen,

en la mañana del día siguiente, pretendió amenguar el pecado de asistir a misa

en domingo, dispuso que en la casa se rezara el rosario (Machón Vilanova,

1948:90,154).

Religiosidad indígena

Los indígenas/campesinos ven en la religión un tipo de alivio y conformidad:

[…] el indio […] en vez de ir a buscar explicaciones filosóficas que a cada

momento se contradicen o desvirtúan, se convence de que es más sencillo y

lleno de emociones el creer que a diario se están efectuando milagros […]

pero la fe del indio es anterior no sólo a todo razonamiento, sino también a

todo acto de voluntad: no cree por motivo alguno, sino porque no le queda

otro remedio; porque en su vida miserable de ignorante casi selvático, no

necesita inquirir razones, sino motivos, o, acaso, caprichos […] Su tributo es

125
obsequio; su adoración es lisonja; su penitencia es tortura física. Su ritual se

deriva de sensaciones corrientes […] (Machón Vilanova, 1948:312).

En la novela se dan dos tipos de abuso, injusticia por parte de la autoridad y la agresión

sexual. Injusticia por parte de la autoridad: este se da cuando personas valiéndose de su

posición se aprovechan del más débil. Lo que les interesa es obtener lucro aún a costa del

más desposeído; tal como se muestra en el siguiente ejemplo:

[…] el rico finquero dispuso valerse del Comisionado del cantón para que le

ayudara en su empresa. En efecto; un día hablo él con el funcionario, hombre

estúpido y servil, siempre de rodillas ante el dinero y la fuerza, y le dijo que

ordenara a María Gertrudis que estuviese en la casa de la escuela en un día de

asueto […] unos cuantos reales que el finquero puso en la mano del

Comisionado, fueron argumentos suficientes para que él se convenciera de

que podía hacer aquello […] (Machón Vilanova, 1948:318).

La agresión sexual: esta se da en uno de los personajes principales: María Gertrudis era

asediada por muchos hombres, pero había uno que tenía los deseos furtivos de hacerle

daño, un finquero rico y casado que se valió de su posición para ponerle una trampa a

María Gertrudis y así poder consumar sus deseos carnales. Pero la inocente víctima tuvo

suerte que este no lograra su objetivo:

[…] la pobre víctima se creyó perdida, y corriendo de un lado a otro, y

forcejeando con la bestia en celo que la atajaba, gritaba llorosa, pidiendo

socorro […] yo puedo darle a usted más dinero del que gana aquí de maestra

[…] decía el rufián ardiendo en deseos (Machón Vilanova, 1948:320).

126
[…] el licor y el deseo lo impelían a seguir en su caza, y poco a poco iba

acorralando a la presa […] Ella continuaba luchando con denuedo […]

batallaba con encarnizamiento para defender su virginidad en peligro […]

Gritaba desesperadamente la desgraciada criatura, y al fin, alguien que

casualmente paso por allí oyó sus gritos y se acercó a llamar a la puerta. El

monstro de hombre […] al oír los toques en la puerta abandonó su punible

intento de violación […] María Gertrudis había salvado su cuerpo, pero no su

tranquilidad. Había sufrido el insulto y se sentía manchada… (Machón

Vilanova, 1948:321).

El comunismo: este tema es desarrollado en la segunda parte de la novela, desde el

primer capítulo va introduciendo detalles y hechos que culminaran en un desastre

sangriento. Narra cómo poco a poco los indígenas/campesinos se van instruyendo en la

doctrina comunista que les ofrece cambios a su vida, haciéndoles ver que podían cambiar

las injusticias que eran ocasionadas por aquellos que habían llegado a usurpar lo que por

derecho les pertenecía:

Los pueblos y en todos los idiomas el comunismo ruso. El espejismo de las

Por esos días ya llevaban mucho tiempo de estar en manos aun de los más

humildes, circulando por todo El Salvador, libros y panfletos de divulgación

tendenciosa que lanzaba a todos revolucionarias de Lenin había ofuscado a

muchos salvadoreños […] (Machón Vilanova, 1948:307).

La comulgación de esta doctrina dentro de la novela estaba a cargo de María Gertrudis.

Es este personaje el que inculca a los indígenas/campesinos a enfilarse en el comunismo,

127
con la ilusión de redimir a su pueblo, quería liberación, de una forma pacífica, estaba en

contra de las acciones sangrientas:

Entonces conversaba con cada uno, mezclando en su conversación

explicaciones breves y sencillas sobre la doctrina nueva que ella había

acogida. De ese modo iba haciendo propagandas eficaces, acarreando

prosélitos fanáticos a las filas del comunismo (Machón Vilanova, 1948:311).

María Gertrudis estaba convencida que la nueva doctrina ayudaría a los suyos, de lo

cual los propagandistas de la doctrina bolchevique se aprovechaban.

La nueva doctrina no sólo mejoraría y favorecería la conquista de la

civilización para los indios, sino que, además, […] se castigaría a los perversos

que ofendían y maltrataban a los seres humildes de su raza […] como los

propagandistas bolcheviques eran hábiles en el disimulo, le alentaban su

creencia de que estaba divulgando paz y amor entre sus conciudadanos […]

Y seguía haciendo prosélitos agresivos y fanáticos que, sin ella presumirlo ni

mucho menos quererlo, irían más tarde a producir la catástrofe (Machón

Vilanova, 1948:324,329).

Ya instaurada la doctrina bolchevique en El Salvador, esta muestra su verdadero rostro,

el cual trajo mucha desgracia al pueblo salvadoreño:

El comunismo en El Salvador iba tomando un giro distinto del que

inicialmente se había establecido […] el bolchevismo había arrojado la careta;

había lanzado lejos de si su atavió literario de seducción, y procedían entonces

con la inquina y el denonadamiento que le son característicos;” LA REVOLUCION

128
SOCIAL DEBE HACERSE CON SANGRE Y EXTERMINIO; LUCHA DE CLASES SIN CUARTEL; ESTADO

DE GUERRA PERMANANTE Y PROGRESIVO” (Machón Vilanova, 1948:335).

El levantamiento indígena/campesino y la matanza de 1932 son temas desarrollados

como temas secundarios en la novela, es hasta en los últimos capítulos que el autor

muestra cómo los indígenas/campesinos después de recibir la doctrina del comunismo,

tienen que obedecer las órdenes de sus líderes. A pesar de que ellos buscaban una lucha

pacífica, los obligaron a sublevarse en contra de sus patrones:

Lo que en realidad ha llegado a ser aquí la organización comunista. No

caminarías mucho en nuestra huida sin que nos alcanzaran las temibles

sanciones a que se expone el que defecciona […] Ella también, como muchas

mujeres, tiene que someterse sin replicas. Fue la primera […] que se dejó

engañar por los propagandistas extranjeros; pero ahora ella es la más

arrepentida desde que el comunismo se desenmascaró y mostró sus

proyectados desmanes (Machón Vilanova, 1948:364, 365).

Todo aquel que pertenecía al movimiento comunista tenía que obedecer las órdenes,

había que obedecer sin vacilación y sembrar el terror en aquellos que habían abusado de

su estatus. El volcán de Izalco era su aliado, su actividad respaldaría sus propósitos.

Mientras que las autoridades se preparaban para reprimir el levantamiento; como lo

muestra el escritor en la siguiente cita:

El volcán está ya en plena actividad. Eso es propicio para el éxito del

movimiento […] deben reunirse […] con las armas que dispongan y

encaminarse […] encontraran muchos otros cooperadores, y se juntaran con

ellos para esperar las ordenes. Todos deben obedecer sin réplica. Nadie debe

129
vacilar; nadie debe detenerse ante nada: hay que sembrar el terror destruyendo,

incendiando y matando […] La noticia del levantamiento comunista había

llegado […] a San salvador, y las altas autoridades del Estado ponían en

desarrollo planes eficientes para someter a los sublevados y contener la

amenaza (Machón Vilanova, 1948: 389,401).

3.4 Presentación de los temas dentro de la obra literaria (espontáneos, sugeridos)

El narrador de la novela expone las temáticas de forma que estas se entrelacen,

reflejando una coherencia textual de modo que el lector no se desvía de la historia. Cada

acontecimiento tiene relación con el siguiente.

En el capítulo VI narra la visita de los familiares de Roberto a la hacienda Buena Vista,

describe la belleza del lugar y cómo la familia disfrutó y se enorgullece de Roberto. El

siguiente capítulo (VII) da continuidad a los paseos que estos realizan por todo el territorio

de Buena Vista; por ejemplo:

A los pocos días de haber llegado esa vez Roberto, en la casa de los señores

Aguerrís se preparaba el viaje de la familia para Buena Vista […] La

impresión de sorpresa y entusiasmo que experimentaron los viajeros cuando

estuvieron ya sobre la meseta, divisando a sus pies el lienzo enorme de las

llanuras de la costa […] cada uno tenía un elogio que decir de aquello…

(Machón Vilanova, 1948:98,104).

3.5 Objetivo del tema (denunciar, justificar o presentar)

130
El objetivo de la novela Ola Roja es dar a conocer las consecuencias que tiene el

afiliarse a doctrinas que no concuerdan con las del Estado. El no estar de acuerdo con las

normas establecidas por el status quo trae diversas consecuencias, tales como: el exilio,

los desastres sociales y la muerte. Todo esto lo presenta a través del tema del amor.

El desastre había iniciado, todo era un caos, todas aquellas personas que podían salir

de tierras salvadoreñas lo hacían sin importar dejar sus bienes abandonados:

Graves acontecimientos políticos se estaban desarrollando en San Salvador

[…] la situación era alarmantísima […] la república se combatía en las calles,

entre los revolucionarios y las fuerzas leales […] nadie tenía tranquilidad […]

La situación de los habitantes de la zona occidental del país era crítica. Todo

el que podía salir del país lo hacía sin importar que sus posesiones se quedaran

abandonadas (Machón Vilanova, 1948:349).

El exilio fue la única salida, lo importante era estar a salvo.

Aquello era, en verdad, una situación angustiosa. Los que tenían facilidades

[…] huían precipitadamente […] abandonaban sus fincas […] se veía en los

rostros pintada la ansiedad y la aflicción de quien espera un peligro (Machón

Vilanova, 1948:369).

Machón Vilanova plasmó en su narrativa las consecuencias de pertenecer a una

doctrina comunista. La obra refleja la ola de sangre que se propició a causa de una práctica

extranjera:

Se asesinaba a todo el que no llevaba ceñida al brazo la cinta roja del

comunismo […] por todos los caminos se veían los cadáveres de los que se
131
atrevían a transitar. Se destruían las líneas del telégrafo, del teléfono y de la

fuerza eléctrica (Machón Vilanova, 1948:401).

En Izalco se estaban asesinando a mucha gente […] se habían asesinado a

cientos de personas […] Aquellas eran horas de una tribulación y espanto

inenarrable […] en casi la total extensión de los departamentos de

Ahuachapán, Sonsonate y la Libertad, había sangre, deshonor, tragedia, era la

ola roja que empezaba a inundar Centro-América. Era la práctica rusa del

credo cuya teoría pretende regenerar el mundo acabando con todos sus valores

y excelencias (Machón Vilanova, 1948:402).

El objetivo del autor en la narración de la novela es presentar como el comunismo es

un movimiento que solo trae tragedias a los pueblos que lo adoptan. Es decir, el autor

denuncia las practicas comunistas-revolucionarias provenientes de la Rusia comunista.

IV. CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE PROTAGONISTA

4.1 Nombre propio del personaje

Los protagonistas en la novela reciben un nombre propio (Roberto Aguerri y María

Gertrudis) directamente del narrador. Mención que él mismo hace al inicio de la novela,

en donde aclara que el nombre de los personajes es ficticio y que cualquier acierto es

meramente una coincidencia.

Roberto Aguerri: hijo de españoles asentados en El Salvador, dueño de la hacienda

Buena Vista.

132
María Gertrudis: es una joven india de aspecto hermoso y de buenos modales, ya que

tuvo la oportunidad de tener educación a pesar de su condición. Se enamora de Roberto

Aguerri cuyo amor es correspondido.

4.2 Etiqueta semántica: predicado y notas intensivas

La etiqueta semántica de los personajes se construyó a través de predicados semánticos

que se dicen sobre él a lo largo del discurso. Su fin es construir interpretativamente lo que

el personaje es y representa dentro de la novela desde diferentes fuentes: a) juicios

aportados por el narrador, b) datos procedentes de otros personajes y c) criterios

procedentes de la opinión y conducta del propio personaje.

En Machón Vilanova los personajes principales Roberto Aguerri y María Gertrudis

están ligados a lo que el narrador dice sobre ellos, es él quien conoce la longevidad de las

funciones y acciones que estos realizan.

a) Juicios aportados por el narrador: Roberto Aguerri y María Gertrudis son

descritos por el narrador, pues él es quien da vida a los personajes describiendo sus

cualidades y actitudes a lo largo del discurso; por ejemplo:

Era una india bella, en plena feminidad y frescura. Con la vida tranquila en un

clima propicio como el de Buena Vista […] su faz ovalada de nariz recta y

alta frente, fruto quizá de ancestrales mezclas de razas de Oriente y Occidente,

había adquirido un tinte rosado sobre las mejillas, que le daba más encanto a

su piel de bronce nuevo (Machón Vilanova, 1948:79).

El autor hace de los personajes el eje central de la historia, proporcionando en ellos

cualidades exuberantes comparándolos con guerreros y princesas orientales:

133
Roberto y María Gertrudis eran en aquel campo un elemento perfecto […]

ellos eran también un brote de la vida que surgía del campo untado de

fecundidad […] Roberto Aguerri, vástago, legítimo de guerreros arianos, y

María Gertrudis Viñeros, la india maya de ojos almendrados y nariz recta

como una prístina descendiente de egipcio… (Machón Vilanova,

1948:152,153).

El autor no solo resalta las cualidades físicas sino, las buenas acciones que estos

realizaban en beneficio de sus trabajadores:

Se veía así hermoso, como un guerrero de leyenda, como el príncipe bravo y

bueno de un cuento de hadas y dragones de encantamiento […] cuando iba

para ver a sus padres y realizar comisiones relacionadas con su trabajo, no le

falto ocasión de enterarse de las acerbas críticas de muchos finqueros sobre

los procedimientos de trabajo que él estaba siguiendo, especialmente por el

tratamiento generoso que otorgaba a los indios que tenía empleados,…

(Machón Vilanova, 1948:56,283).

b) Datos procedentes de otros personajes: estos juicios varían de acuerdo a la

relación que existe entre los personajes y los protagonistas.

• En el caso de Roberto, quien ama a María, en una ocasión la defiende de una ofensa,

en la cual pone en alto su persona: ¡María Gertrudis es una muchacha bien criada con

más cultura y buen juicio del que Ud. Parece concederle…! (Machón Vilanova,

1948:135).

134
• Luisa, hermana de Roberto, exalta la belleza de María: Es bellísima como este campo

de Buena Vista, de una belleza pura y genuina, sin artificios ni complicaciones…

(Machón Vilanova, 1948:136).

• Mercedes, amiga de los Aguerri, hace un comentario en el cual exalta la belleza de

María pero con un toque de sarcasmo, pues se siente en peligro ya que ella busca el amor

de Roberto: Sí que es bonita la muchacha. Ojala que su conducta no vaya a resultar como

es costumbre entre los indios… (Machón Vilanova, 1948:127).

c) Criterios procedentes de la opinión y conducta del propio personaje

• Roberto se muestra a sí mismo dentro de la obra como un hijo anegado y

complaciente, no así un religioso; por ejemplo:

Lo cierto, padre, es que nunca me he puesto investigar sobre la calidad de mis

ideas religiosas […] pero de lo que estoy seguro es de mi deseo de

complaceros a vosotros en todo […] mis padres y mi hermana son para mi fe

y mi devoción (Machón Vilanova, 1948: 259).

• Roberto se describe como un cuerpo sin alma, vacío: Yo soy sólo el cuerpo de un

hombre que camina sin espíritu, como un muerto que se sobrevive en la materia...

(Machón Vilanova, 1948:271).

4.3 Funcionalidad y dimensión actancial

Los personajes principales de la novela Ola Roja (1948) son del carácter de persona

humana. Este tipo de personajes parten de una concepción social, psicológica o histórica.

135
Partiendo de esto, los personajes son el sujeto principal de la historia, ya que poseen una

relación coherente con un objeto explícito de deseo.

Según G. Maestro (1995), el personaje principal, omnipresente y protagonista del relato

debe ser un personaje actancial y funcionalmente operante, mientras que los demás, si

bien son sujetos de acciones propias, sólo son piezas o eslabones transitorios durante toda

la narración (p. 475). Por lo tanto, el sujeto principal de la obra debe estar inmerso en una

secuencia de acciones que lo constituyan en un personaje actancial.

De ahí que, siguiendo la propuesta de Brémond (citado en G. Maestro, 1995), el

personaje actancial debe estar sujeto a una secuencia de acciones, que conlleva tres

funciones, las cuales son:

a) Situación inicial de deseo

b) Medios para lograr su satisfacción

c) Desenlace final

En la novela en cuestión se partirá de dos secuencias de acciones: de amor y de

lucha. A pesar de ser acciones positivas ambas terminan en fracaso. En cuanto a la acción

de amor, los protagonistas se aman, pero terminan separados por intrigas, injusticias,

discriminación y un conflicto de razas que no permite que su amor se realice. Con respecto

a la acción de lucha, las intenciones de la protagonista María Gertrudis de afiliase a una

doctrina desde la cual podrá ayudar a los suyos, resulta mal, se da cuenta que esta acción

terminará en desastre. Ambas acciones culminan con la muerte de María Gertrudis.

a) Situación inicial del deseo

136
• De amor: al inicio de la novela se va describiendo la posible historia de amor puro

entre Roberto y María Gertrudis, el cual quieren consumar uniéndose en matrimonio, sin

importar la diferencia de clase social de cada uno:

Se atrevió a confesarse a sí misma, que el sentimiento que la movía hacia

Roberto era un verdadero amor; un amor tan amplio como aquel horizonte

extendido sobre los mares de allá lejos […] un amor tan puro como el aire que

sacudía aquellos campos (Machón Vilanova, 1948:149).

Este amor es correspondido por Roberto, quien lo confiesa a su amada.

He venido para confirmarte de palabra lo que tú ya debes haber adivinado en

mi actitud y mi conducta para contigo. Ello es que te amo, María Gertrudis,

desde hace mucho tiempo (Machón Vilanova, 1948:151).

• De lucha: María Gertrudis al ver de cerca las injusticias que los suyos padecían, se

impuso una misión ayudar a aquellos que más necesitaban no sólo de cosas materiales

sino de cariño y atención. Visitaba a las familias más necesitadas y las llevaba regalitos

que consistían en víveres y golosinas para los niños; tal como se muestra en la siguiente

cita:

Tenía la idea de ayudar a los de su raza; quería iniciar la obra de redimirlos;

deseaba que se civilización así como ella y los demás de su familia… (Machón

Vilanova, 1948:302).

b) Medios para lograr su satisfacción

• De amor: Roberto proveía de medios materiales que facilitaban la forma de vida de

la familia de María Gertrudis. Pidió a Antonia, madre de María, que ellas se ocuparan del

137
lavado y planchado de su ropa, acción que promovió que los jóvenes pasaran tiempo

juntos, esto permitió que se enamoraran. Le facilitaba libros, le enseñó a bailar, y a

montar:

Les fue proporcionando comodidades y trato especial […] Un día dispuso

Roberto enviar a Ramón a Sonsonate para que le hiciera unas compras, y esa

fue ocasión para que la familia tuviera desde entonces un caballo que usar

[…] Matías lo nombro capataz de los trabajos de la represa […] y con este

pretexto le elevó el salario. A Antonia le dio una pareja de cerdos […] a María

Gertrudis le dio una pareja de palomas de castilla (Machón Vilanova,

1948:78).

• De lucha: María Gertrudis en su afán de ayudar a los suyos se involucró en una

doctrina que prometía sacar de la esclavitud a los desposeídos, leía con devoción la

literatura comunista que había llegado a sus manos y de la cual quería sacar provecho.

Pronto se convirtió en propagandista sincera. Creía que eso liberaría a su raza y les daría

igualdad de derecho; como se muestra en la siguiente cita:

Creía que el comunismo era apreciable y que debería acogerlo para sí y

recomendárselo a los demás, no solo porque la teoría que ella conocía estaba

revestida de excelsitudes, sino porque su implantamiento en El Salvador

propendería, según ella, a la liberación de la raza indígena, al establecimiento

de instituciones que dieran iguales oportunidades de cultura al blanco, al indio

y al mestizo (Machón Vilanova, 1948: 308,309).

c) Desenlace final

138
• De amor: a pesar del gran amor que se tenían Roberto y María Gertrudis, las intrigas

de la familia Negrete, la injusticia, la discriminación, las mentiras de la clase apoderada y

un conflicto de razas no permitió que ese amor puro y benigno se consumara. Y su

desenlace final fue mortal:

Doña Benita siguió desarrollando sus planes. Se dedicó a poner trampas y

tender celadas que mantuvieran a Roberto cerca de Mercedes […] Estaba ya

realmente encolerizado por las exigencias de ellas, que lo obligan no sólo a

alejarse de María Gertrudis, sino también a faltar a sus obligaciones de trabajo

(Machón Vilanova, 1948:172,181).

• De lucha: a pesar de las intenciones de María Gertrudis por ayudar a su pueblo,

afiliándose a una doctrina que se veía propicia para hacer valer los derechos de los que

habían sido despojados, convencida que podría implementar reformas de igualdad. Se dio

cuenta que aquello no terminaría bien sino que su tierra sería rociada con la sangre de

aquellos a quien quería defender, frente a esto el autor plantea lo siguiente:

La india había experimentado ya la decepción de ver de que lo que se inició

como una noble lucha por la libertad y la justicia, se había transmutado en un

régimen que se organizaba entre sombras de espionaje y delación, con el fin

de que nadie pensara por su cuenta, y de que todos se sometieran con

obediencia ciega a los dogmas y a los métodos impuestos desde Rusia

(Machón Vilanova, 1948:335).

4.4 Relaciones de transformación del personaje

139
A continuación se examinarán las relaciones que experimentan en el discurso algunos

personajes en su relación con el sujeto principal.

• Relación de Roberto con su familia

Relación Roberto/padres: esta relación se fundamentaba en el amor de los padres hacia

sus hijos. Roberto era un joven educado y obediente a las decisiones de sus padres, de

cierto modo los complacía para que ellos estuvieran felices. A pesar de que algunas veces

se manifestaron ciertas diferencias en cuanto a trabajo y el amor, Roberto siempre

mantuvo el respeto hacia sus padres:

Sí, madre. De hoy en adelante ya podre ausentarme con más frecuencia de la

finca, y cumpliré con los deberes que Ud. Me indique. (Machón Vilanova,

1948:90,91).

• Relación Roberto - Luisa

Esta relación se basaba en la confianza y armonía, Roberto era protector de su hermana.

No vacilaba al momento de defenderla si a ésta se le eran estropeados sus anhelos de

felicidad. Eran cómplices en sus proyectos y se apoyaban el uno al otro siempre:

No había pasado media hora desde que el sirviente había entregado la carta de

Luisa, cuando ya Roberto estaba corriendo por el camino hacia Sonsonate. A

las ocho de la mañana se desmontaba del caballo […] Luisa, quien no había

cerrado los ojos durante toda la noche, y quien estaba esperando a su hermano

de un momento a otro, al mismo tiempo que Roberto ponía el pie en tierra, se

le colgaba del cuello […] Él la abrazó y besó invitándola a que contuviera el

140
llanto. Llevándola consigo […] él llevaba la razón y la justicia (Machón

Vilanova, 1948: 282,283).

• Relación Roberto / María Gertrudis

En la narración los hechos van evolucionando a medida que estos avanzan, la relación

entre los protagonistas de la novela va cambiando, primero hay un deseo por consumar un

amor.

Objeto de deseo. La relación entre los protagonistas de la novela fue progresiva, esta

inició cuando la familia Viñeros fueron aceptados como colonos en la hacienda de

Roberto, al ver éste las buenas costumbres y cultura que estos indígenas poseían les fue

tomando cariño, les proveía con agrado regalos que facilitaran sus vidas.

El amor de Roberto hacia María poco a poco fue creciendo, María trataba a su patrón

con respeto y amabilidad, le hablaba de forma enfática y siempre sonriente, de modo que

este se complacía escuchándola y mirándola pues era una joven muy hermosa. Se

enamoraron y se comprometieron en matrimonio; por ejemplo:

Su actitud para con su joven patrón era respetuosa pero deferente y amable

[…] Poco a poco se había acostumbrado a su trato, y se sentía contento cuando

estaba a su lado. Si no podía verla en su casa, iba a buscarla al rio […] A

medida que el tiempo corría, ambos iban inspirándose mutua y creciente

amistad (Machón Vilanova, 1948:80).

Objeto de deseo frustrado: después de haberse comprometido Roberto con María

Gertrudis, llegaron las intrigas de la familia Negrete, en especial doña Benita quien se la

ingenió de muchas formas para separar a los enamorados:

141
Doña Benita Negrete era una intrigante de una maestría diabólica. No era fácil

escaparse de sus añagazas, ni era posible combatirla […] A la intrigante doña

Benita no le basto con haber hecho que Roberto se quedara en casa y faltara a

su cita […] doña Benita siguió desarrollando sus planes. Se dedicó a poner

trampas y a tender celadas… (Machón Vilanova, 1948:169,172).

Doña Benita no descansó hasta poner a los padres de Roberto en contra de María

Gertrudis, llenando de ideas a estos, que el pecado de Roberto era responsabilidad de ellos

y que tenían que hacer algo para separarlos, y así quitar de ellos la culpa:

Doña Benita llegó hasta hacerle creer a la candorosa doña Carmen, que ella y

todos los suyos eran corresponsables del pecado que estaba cometiendo

Roberto, y que era necesario proceder a atajarlo para desagravias a Dios

(Machón Vilanova, 1948:226).

La señora Negrete minó tanto la mente y voluntad de los señores Aguerri, que

procedieron a realizar una injusticia en contra de toda la familia Viñeros, con el fin de

separar a los enamorados:

Llegó Matías a la casa de don Pablo […] te he llamado para advertirte que

nosotros desaprobamos las relacionas amorosas de Roberto con tu hija, y que

para tu tranquilidad y la nuestra conviene que abandones la finca

inmediatamente (Machón Vilanova, 1948:227).

• Relación Roberto/sus empleados

La relación que Roberto tenía con sus empleados era muy diferente a lo que en aquellos

tiempos se acostumbraba. Roberto se interesaba mucho porque sus empleados vivieran en

142
condiciones óptimas, decía que si al trabajador se le trataba bien los resultados serían

excelentes en el trabajo. Les brindó vivienda digna, tierras para cultivar sus alimentos y

una escuela mixta; tal como se muestra en el siguiente ejemplo:

A mí no se me ha ocurrido excluir de mis luchas, como un elemento capital

de mis trabajos agrícolas, el conquistar a mis peones, civilizándolos para que

aprovechen y disfruten debidamente de las comodidades y satisfacciones que

les ofrezco en sobrepago de la cooperación que me dispensan (Machón

Vilanova, 1948:60).

4.5 Intertexto literario y contexto social (a qué hechos de la vida social de la época

hace referencia)

La novela Ola roja narra los acontecimientos de la década de los años treinta. La

historia comienza años atrás y culmina en enero 1932. En la historia que cuenta la novela

van inmersos hechos importantes ocurridos en El Salvador durante dicha época. La

candidatura del presidente Araujo y su plataforma son mencionadas, aunque no menciona

nombres, solo hace una pequeña mención sobre un talentoso político, el cual tenía amplias

posibilidades de ganar las elecciones en el país durante esa época:

Un día en que los sonsonatecos ofrecían un banquete en el hotel principal de

la ciudad a un talentoso político que había llegado de San Salvador y quien

por entonces tenía muchas posibilidades de llegar a la presidencia de la

República (Machón Vilanova, 1948:58).

Otro de los hechos que menciona la novela es la introducción de la doctrina comunista

a tierras salvadoreñas:

143
Por esos días ya llevaban mucho tiempo […], los libros y panfletos de

divulgación tendenciosa que lanzaba a todos los pueblos y en todos los

idiomas al comunismo ruso. El espejismo de las revolucionarias doctrinas de

Lenin había ofuscado a muchos salvadoreños, […] en su mayor parte literatos,

maestros y estudiantes (Machón Vilanova, 1948:307).

Las consecuencias que esto tuvo, los cambios en las autoridades, atentados,

apresamientos, etc. Hecho que el autor plasma con el interés de demostrar que dichas

doctrinas solo trajeron desdicha al pueblo:

Se trataba de los avances y amenazas del comunismo. El gobierno de entonces

parecía incapacitado de dominar la situación, y ya se hablaba de que algunos

elementos militares y civiles trataban de encontrar una desesperada solución

[…] el triunfo seria seguramente de quien lograra primero derrocar a este […]

por eso corrían las noticias sobre movimientos extraordinarios de tropa,

frecuentes cambios en las autoridades superiores, atentados anarquistas

esporádicos aun, espionaje, apresamientos, destierros, etc. (Machón Vilanova,

1948:346).

Asimismo, la novela revela el derrocamiento del presidente Araujo por un grupo de

militares, acontecimiento que el autor narra sin mencionar nombres:

Un grupo de militares había derrocado al gobierno legítimo y lo había

sustituido por una junta formada por ellos mismos. En la capital de la república

se combatía en las calles, entre los revolucionarios y las fuerzas leales al

régimen derrocado (Machón Vilanova, 1948:349).

144
V. NIVEL DEL RECEPTOR

5.1 La recepción de la obra en la crítica literaria (que dice la crítica que representa

el texto)

Machón Vilanova (1948), escritor de perfil fascista, presenta en su obra Ola roja los

acontecimientos ocurridos en los años treinta, con la finalidad de dar a conocer que el

comunismo es un error y que las consecuencias de afiliarse a este traen serias

repercusiones. Ola Roja ha sido objeto de estudios tanto para extranjeros como

salvadoreños, entre los cuales está el investigador Thomas Anderson, con su texto El

Salvador 1932. Los sucesos políticos (2001), en el cual refleja que la novela Ola Roja

presenta las condiciones de vida de los colonos en la década de los treinta. Asimismo, la

obra muestra un héroe que defiende y pretende ayudar a los indígenas/campesinos. Pero

este se decepciona al ver que estos no cooperan.

Por otro lado, Gallegos Valdés (2005), en su texto Panorama de la literatura

salvadoreña, expone que Ola Roja trata del levantamiento comunista de 1932 de la zona

occidental del país, condenando esa rebelión sangrienta por medio de un argumento en el

que una maestrita enamorada de un joven rico, por decepción amorosa, se convierte en

activista para salvar a su amado.

Otro de los investigadores es el salvadoreño Rafael Lara-Martínez. En el texto

Balsamera bajo la guerra fría. El Salvador – 1932. Historia intelectual de un etnocidio

(2009), Lara-Martínez expone que Ola Roja es una de las dos novelas que la generación

de los treinta escribió sobre el levantamiento de 1932. La problemática que trata es étnica

y de carácter sexual.

145
Machón Vilanova trata en su discurso a los indígenas como ignorantes y sumisos, que

no se percatan de su miseria a menos que un agente extranjero se lo proponga. Toda acción

política indigenista es dirigida por forasteros. El comunismo ruso controla por completo

la organización del movimiento. Los dirigentes no son locales-ladinos-ni indígenas, son

propagandistas extranjeros (Lara-Martínez, 2009).

Pese a la perfecta infiltración soviética en las mentes maleables de los sublevados, el

escritor no logra el trasfondo indígena del conflicto. La descripción del volcán de Izalco

en erupción y el género novelesco hacen que Machón Vilanova reniegue de su discurso

anticomunista. Cuando la lengua lo traiciona, aflora el componente indígena de la

revuelta: en primer lugar, la sincronía entre naturaleza y cultura desmienten el trasfondo

ideológico marxista. Nos asegura que un elemento étnico es dominante. En segundo lugar,

[lo que] Machón Vilanova entiende por novela, relata la cuestión étnica. La cubre con un

ropaje racista de confrontación popular entre dos grupos culturales. Al enmarcar el

conflicto social dentro de una problemática amorosa y sexual, Machón Vilanova insinúa

que una división étnica barniza al conflicto (Lara-Martínez, 2009: 50,51).

Asimismo, en Misoginia y racismo según dos Afrodescendientes, Lara-Martínez

(2010), cataloga a Ola Roja como una novela de carácter liberal, en donde se presenta a

la mujer indígena que sufre acoso sexual por parte de un hacendado blanco, como una de

las líderes políticas del comunismo.

De igual manera, en su artículo De La Historia Como Supresión De Archivos II. Lara-

Martínez (2012) considera que Ola roja muestra la militancia femenina, donde María

Gertrudis es una líder comunista. Asimismo, es escrita con una visión anticomunista.

146
Muestra la rivalidad entre dos frentes la izquierda y la derecha, conservadores y liberales

(Lara-Martínez, 2012).

También, el texto Indígena, cuerpo y sexualidad en la literatura salvadoreña (2012),

Lara-Martínez manifiesta que la imaginación literaria de los años treinta presenta una

correlación directa entre acoso sexual y levantamiento, más allá de la reconocida perdida

indígena de las tierras del común y del poder municipal que se mantiene en manos ladinas

(Lara-Martínez, 2012: 219).

En Las Calumnias, Lara-Martínez (2013) Plantea que en la novela Ola Roja se refleja

la distinción de razas.

Por otra parte, Hernández (2014), en su trabajo clasifica Ola Roja como una novela

anticomunista que aparece en el apogeo de la guerra fría y que además contribuye al miedo

del imperialismo bolchevique en América. Es una novela con tintes románticos y espíritu

reformista, que muestra el poder del comunismo ruso y el peligro que representa ante la

sociedad estadounidense.

Para Hernández (2014), Ola roja tiene como objetivo advertir del peligro que supone

la expansión de la ideología bolchevique a través de los organismos internacionales. Su

objetivo es demostrar que el comunismo teórico era el que apoyaban los activistas como

María Gertrudis, pero que no tenía nada que ver con el comunismo práctico, el cual tenía

como fin la instauración de un sistema de control dominante que no respetaba bases

teóricas.

Machón Vilanova presenta a los activistas como extranjeros rusos que se disfrazan de

vendedores para atraer a los indígenas y así difundir la doctrina teórica por las buenas y

cuando está bien consolidada, muestra la verdadera cara del comunismo amenazando a

147
las familias que quisieran retirarse de las filas comunistas como la de María Gertrudis.

Con la consigna de matar a terratenientes y burgueses, Machón Vilanova ejemplifica el

terror rojo que promovió el comunismo (pp. 342/466)

VI. COMENTARIOS

Ola roja (1948) es una novela que pretende denunciar las prácticas

comunistas/revolucionarias procedentes de Rusia. Prácticas que sólo traen desgracia a las

sociedades que las adopta. El objetivo del texto es dar a conocer que afiliarse a este tipo

de doctrinas que no están avaladas por el Estado trae diversas consecuencias. El

comunismo ruso, es la ola de sangre que contamina los hombres (Machón Vilanova,

1948:356)

En cuanto a los protagonistas, Machón Vilanova (1948) presenta a dos personajes, los

cuales representa a las dos clases sociales predominantes en nuestro país. Roberto

representa a la clase burguesa, el cual a pesar de su status pretende con sus bienes tanto

materiales como intelectuales ayudar a los más desposeídos. En cuanto a María Gertrudis,

representa a la clase indígena, la cual el escritor presenta con una imagen dotada de buenas

cualidades tanto físicas como intelectuales, que después de sufrir el agravio de la clase

burguesa y las autoridades se convierte en una líder comunista con el objetivo de ayudar

a su raza, pero al final se da cuenta que no ha sido una buena decisión y su fin es trágico.

Ola roja (1948) es texto que ha servido como objeto de estudio tanto para

salvadoreños como para extranjeros. Dicho texto ha sido catalogado como una novela

anticomunista, que presenta el poder del comunismo ruso y el peligro que este representa

148
a las sociedades. Asimismo, plantean que es una novela en la cual la problemática a tratar

es de carácter étnica, liberal y sexual.

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario de la

obra Tembladerales (1957), de Cristóbal Huberto Ibarra

I. NIVEL DEL EMISOR Y SU CONTEXTO

1.1 Autor (datos biográficos)

Cristóbal Humberto Ibarra nació en Zacatecoluca, La Paz, el 9 de mayo de 1920 y

falleció en San Salvador, en febrero de 1988. Fue poeta, ensayista, cuentista y novelista.

Vivió en Guatemala desde 1944 hasta 1950. Ejerció el periodismo, escrito y radiofónico.

Fue becario del gobierno de El Salvador en la República de Argentina y, más adelante,

agregado cultural a la Embajada de El Salvador en dicho país. Estudió Filosofía y Letras

en la Universidad de la Plata (Gallegos Valdés 1980, 2005).

Ibarra (1920-1988) formó parte de la generación de escritores denominados como

GRUPO SEIS, en el cual militaban poetas de renombre como: Antonio Gamero, Oswaldo

Escobar Velado, Alfonso Morales, Manuel Alonzo Rodríguez, Pilar Bolaños, Rafael

Álvarez Manches, Matilde Elena López, Carlos Lobato, entre otros (Gallegos Valdés

1980, 2005).

Dentro de su producción literaria se destacan los siguientes textos: Gritos (Poesía,

Guatemala 1944); Rilke, claves de la creación (La Plata, Argentina 1954); Tembladerales

149
(Premio Centroamericano de Novela, Certamen Nacional de Cultura, El Salvador 1956);

Francisco Gavidia y Rubén Darío, semilla y floración del Modernismo, Premio

Centroamericano de Ensayo, El Salvador 1957; El Cuajarón (Cuento, Premio en los

Juegos Florales de San Salvador, 1958); Plagio superior (Cuento, Santiago de Chile,

1964) (Gallegos Valdés 1980, 2005).

Asimismo, se enfatizan Cuentos breves para un mundo en crisis (Premio Juegos

Florales Centroamericanos, Quezaltenango, Guatemala, 1968); Elegía a Oswaldo

Escobar Velado (Poesía, Premio Olimpiada Cultural Centroamericano, El Salvador 1969);

Cuentos de Sima y Cima (San Salvador, 1977), entre otros (Gallegos Valdés 1980, 2005).

1.2 Tiempo de la obra

1.2.1 Año de publicación

Tembladerales fue publicada en 1957 por el Departamento Editorial del Ministerio de

Cultura de El Salvador.

1.2.2 Contexto situacional de la publicación

Veinticinco años después del suceso de 1932 se publica la novela Tembladerales

(1957), en ese momento el país se encontraba oprimido bajo el régimen militar del Coronel

Lemus. De igual manera, en este tiempo se dieron algunos hechos sobre todo de carácter

social que marcaron al país, entre estas se destacan: el impulsó a la vivienda mínima, el

establecimiento del salario mínimo y la dieta alimenticia para los trabajadores del campo.

Todas estas con un enfoque dirigido al área rural.

150
Por otra parte, el 17 de marzo de 1957 el Coronel Lemus inauguró un congreso

dominado por los sindicalistas comunistas o afines a dicho partido en el cual acordó luchar

por los intereses económicos, sociales y políticos de los trabajadores, además de la mejora

de la reforma y leyes ya existentes sin olvidar la pronta promulgación del Código de

trabajo. (Castellanos, 2002).

Mientras tanto, los sectores sociales se organizaban y seguían en pie de lucha por una

ley que les permitiera la libre sindicalización tanto en la ciudad como en el campo.

Además que, se permitiera el libre comercio con todos los países del mundo, incluyendo

países bajos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas denominada como la URSS.

Por ello, en 1957 se fundó la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños

(CGTS). Como respuesta a esto, los miembros del gobierno y sindicalistas social-

demócratas formaron la ORIT; Quienes a los pocos meses con asesoramiento y ayuda

económica de personal estadounidense y algunos aportes, constituyeron una central

sindical alterna a la confederación general de sindicatos (CGS), quien recibió gran apoyo

del ministerio de trabajo.

Para 1958 la crisis mundial comenzó a golpear al país, esta situación fue oportuna para

estimular el desarrollo de los sindicatos impulsados por el comunismo e ideologías de

carácter marxista-leninistas, todos manejados por dirigentes de la ORIT (Castellanos,

2002).

II. NIVEL DE LA OBRA/TEXTO

2.1 Descripción de la obra/texto (título, género, movimiento y composición)

151
Tembladerales (1957) es una novela histórica según Lara-Martínez (2013). Para

Spang (1995), la novela histórica es aquella que pretende llegar a la historia de una

determinada época, a todos aquellos que sientan interés, pero sin tener que recurrir

necesariamente a la experiencia.

Esta novela se divide en trece capítulos cada uno con su respectivo título:

• Capítulo I: Guardias y chapulines.

• Capítulo II: El milagrero.

• Capítulo III: Las paradas.

• Capítulo IV: Trampa y contra trampa.

• Capítulo V: ¡Enchichados!

• Capítulo VI: Dos salvaciones.

• Capítulo VII: Padres de la tierra.

• Capítulo VIII: Horizontes del odio.

• Capítulo IX: ¡Leyfugados!

• Capítulo X: ¡Ojo por ojo!

• Capítulo XI: Resquiescat y alzamiento.

• Capítulo XII: Acusadores acusados.

• Capítulo XIII: Siempre la vida

III. NIVEL TEMÁTICO

3.1 Asunto (hechos ficcionales)

152
La novela inicia cuando don Fabián Rodríguez dueño de la hacienda El Sauce se

enferma y cede el manejo de ésta a su nieto Alberto Rodríguez. El nuevo encargado se

dirige a la hacienda montando a caballo, en donde es recibido por Garth, un extranjero,

que le intriga pero que a la vez le parece un hombre interesante. Un trabajador de la

hacienda le comenta a Alberto que el nuevo empleado es denominado el Míster, conocido

por ser un tractorista que don Fabián había llevado a trabajar a la hacienda.

Mientras tanto, Garth se instala e inicia una amistad con los campesinos, quienes ven

en él a un amigo y líder. De pronto, Garth se entera que Valentín Chanta padece de una

tos crónica la cual según los médicos no tiene cura. Es así como Garth va al bosque y

exprime la manteca de una serpiente que utiliza para curar a Valentin. A partir de este

hecho los hacendados lo nombran el milagrero.

Por otra parte, otro hacendado llamado Fernando Villanueva llega a Zacatecoluca, y

renta unas parcelas de tierra para cultivar algodón. Este decide contratar a mucha gente

de la hacienda El Sauce, ofreciéndoles un buen salario y fiestas nocturnas los fines de

semana. Sin embargo, a los trabajadores se les despoja del peso exacto del algodón

recolectado. De ahí que, éstos se vengan poniéndole ladrillos y piedras a los sacos de

algodón; esto es representado como un acto donde se burlan del patrón.

Como respuesta a esta acción Fernando Villanueva los tilda de comunistas y elabora

un plan para vengarse. Decide capturar y asesinar a tres indígenas/campesinos cuando se

dirigían a Zacatecoluca, los cuerpos son enviados a la hacienda El Sauce para generar

terror a los demás trabajadores.

153
Debido a que no se pueden enterrar los cuerpos en la hacienda, terminan por ser

sepultados en el cementerio general. La represión y el miedo por parte de Fernando

Villanueva tuvo como efecto que ni el cura del pueblo quiso realizar una misa para

despedir a los cuerpos; es así, como lo hace un familiar de un fallecido. Como efecto de

esto, Garth y dos trabajadores deciden exigir justicia y son capturados, tildándolos de

comunistas.

Mientras tanto, Fernando Villanueva en su afán de seguir con la venganza organiza una

emboscada a otro grupo de indígenas/campesinos, la cual consistía en alertar a la Guardia

Nacional de que se ha originado un brote comunista en la hacienda El Sauce.

A partir del encarcelamiento de Garth, los trabajadores de la hacienda El Sauce deciden

ir en caravana a la estación de la Guardia Nacional, armados con palos con la intensión de

exigir la pronta liberación de éste. Mientras tanto, en dicha estación, era Garth quien

interrogaba al jefe de la Guardia Nacional y a los demás oficiales. Momentos después, la

noticia llega a don Fabián Rodríguez quien al recuperarse decide ir con el gobernador

departamental a restablecer el orden y a liberar a Garth, quien al final se va con los

trabajadores a la hacienda.

3.2 Contexto intratextual (qué realidad o contexto se representa dentro de la obra)

Tembladerales (1957) presenta de manera ficticia la existencia y puesta en marcha de

una teoría vitalista, la cual dentro de la novela se ve reflejada al fundarse una escuela

para el servicio de los campesinos, un banco de sangre, un botiquín de primeros auxilios

y sobre todo tener condiciones básicas de vida incluyendo: una alimentación balanceada

154
y tiempo para recreación. Algunos de estos planteamientos fueron propuestos por Alberto

Masferrer en el Mínimum Vital.

Por otro lado, existe una breve mención de la matanza de indígenas/campesinos

acaecida en el occidente del país en 1932 de manera vaga y poco detalla:

Aquello es puro alboroto, y se dice que en occidente las cosas están que arden.

El ejército se encuentra reprimiendo un brote comunista en Izalco, Juayúa,

Nahuizalco y quien sabe cuántas poblaciones más […] de pasada hable con el

comandante de plaza y me dijo que el presidente Martínez ha ordenado barrer

rancho por rancho y cafetal por cafetal a pura bala (Ibarra, 1957: 128).

3.3 Tipos de temas que se encuentran dentro de la obra literaria (principal y

secundaria)

El tema principal que se observa en la novela Tembladerales (1957) es la aplicación

de una teoría vitalista. En gran parte de la narración el texto gira en torno a cómo Garth

busca hacer reformas con la finalidad de mejorar las condiciones de vida de los

indígenas/campesinos del lugar:

Te lo explicare mejor –dijo soltándole las manos y acompañándose de una

mímica grave–. Queremos fundar la escuelita en El Sauce y como tú sabes

leer y escribir, te harás cargo de los cipotes de la hacienda y les vas enseñando

de lo que puedas mientras las mujeres estén en el trabajo (Ibarra, 1957: 106)

En la muestra anterior se observa a Garth girando órdenes a Teresita Lamas, quien

deberá enseñarle a leer y a escribir a los niños de la comunidad. Esta vendría a ser una de

155
las reformas que él desea implementar para que los habitantes de la hacienda El Sauce

tengan una mejor calidad de vida.

Como tema secundario se encuentra la venganza de los indígenas/campesinos. Este

tema se ve reflejado en dos momentos dentro de la obra: el primero sucede cuando los

trabajadores de la hacienda El Sauce deciden vengarse de Fernando Villanueva porque les

estaba robando al momento de pesar el algodón:

Pago más que ustedes, bailo, premio y contrato orquestas, porque el que pesa

el algodón soy yo, pendejo […] ¡el que pesa soy yo! […] a cada pesada, el

grito suyo rebajaba diez, quince, veinte libras según la importancia de la cifra

colectada […] (Ibarra, 1957: 75).

Los trabajadores consideran necesario poner en los sacos algunas piedras con lo cual

compensaría lo robo:

Levantaba su abultada carga y simulaba conducirla a la bodega. Allí vació el

costal, descubriendo en el fondo tres enormes ladrillos colorados, que arrojó

luego a los pies de del intrigado Villanueva (Ibarra, 1957: 93).

El segundo momento en donde se ve reflejada la venganza es cuando

Fernando Villanueva, se entera de que sus empleados están llenando con

piedras los sacos de algodón. Esta actitud le enfada al grado de que organiza

un plan con algunos trabajadores de confianza. La venganza consistía en

darles un escarmiento para que no vuelvan a mofarse de él. Es así como

Fernando Villanueva captura a tres indígenas/campesinos y los mata, luego

envía los cuerpos a la hacienda El Sauce como una especie de moraleja: Titus

156
Keller tiene razón, Fernando Villanueva quiere vengarse […]-¡Te prisa Sixto,

que los chicheros se mamarón a estos tres! (Ibarra, 1957:137).

Sin embargo, la venganza de Fernando Villanueva no termina ahí. Él decide ir a poner

al tanto a la Guardia Nacional de que en la hacienda El Sauce ha surgido un brote

comunista. Lo que buscaba con esto es conseguir más aliados para concretar su venganza.

Así como dejar a los empleados con el título de comunistas y caitudos, lo cual en ese

contexto era sumamente peligroso:

Esta mañana, una pareja fue asaltada en terrenos de El Sauce por una banda

comunista...dígame sargento, ¿Qué andaba haciendo usted con Andrés

Bulinque, el contador de Fernando Villanueva y otras gentes, justo en la zona

desolada de los Tembladerales? (Ibarra, 1957: 175-176).

3.4 Presentación de los temas dentro de la obra literaria (espontáneos, sugeridos)

En la novela Tembladerales (1957), los temas son espontáneos debido a que en cada

capítulo se narran diferentes acciones y eso produce que cada tema se aborde de diferente

forma. Sin embargo, la obra literaria posee coherencia, ya que busca mostrarnos una

historia que es lógica. Lo que producen los temas espontáneos es una zozobra en el lector,

desconociéndose el desenlace final de la trama.

Durante los primeros tres capítulos de la novela se presenta a Garth y de cómo

éste entabla amistad con los indígenas/campesinos; el autor deja entre ver el

aprecio que la comunidad del Sauce sentían por Garth: La mano del señor

guarde al Míster. Él es el de todo. ¡No hay vuelta de hoja! (Ibarra, 1957: 35).

157
En gran parte de la novela se mencionan las ideas vitalista expuestas por Masferrer. De

ahí en adelante, la novela presenta otros abordajes que son menos tratados:

Si bien cada capítulo nos muestra diferentes escenas de la novela, existe un orden

dentro de la obra que permitirá entender la historia como totalidad. Debido a que en la

obra literaria se busca exponer con mayor realce las ideas vitalistas, que son puestas en

marcha por medio del sujeto principal, Garth, quien decide ayudar a los

indígenas/campesinos del Sauce; por ejemplo: ¡Eso era! con manteca de masacuata fue

como el míster sanó a Valentín Chanta (Ibarra, 1957: 37).

En el capítulo tres, se puede contemplar como Garth decide ayudar a Crucita Turcios

con los gastos de la comadrona:

Ahora tranquila a esperar- concluyó Garth, rosándole el mentón, al tiempo que

le giñaba un ojo-¡ah! se me olvidaba, de paso le adviertes a la Fraile Rosa, que

venga con un lazo, para que escoja el verraco que le guste más (Ibarra, 1957:

42).

También la temática de la venganza se muestra como eje central de la historia, si bien

no es presentada como tema sugerido, no deja de tener coherencia dentro de la trama.

3.5 Objetivo del tema (denunciar, justificar o presentar)

Ibarra (1920-1988) busca presentar un occidente comunista en plena rebelión contra la

burguesía y una zona paracentral gozando de una perfecta armonía entre campesinos,

hacendados, curas y guardias nacionales.

158
Por otro lado, Ibarra (1957) sólo hace mención de la insurrección indígena/campesina

de 1932 que se produce en el occidente del país, así como de la matanza de 1932. Dentro

de la novela se produce un contrapunteo de acciones respecto a lo que ocurre en la zona

central y oriental, donde hay una puesta en marcha de la teoría vitalista, contra el occidente

del país, que se ha levantado en armas, porque está siendo consumido por el hambre. Por

lo tanto, el autor sólo presenta a una zona central y oriental viviendo en paz y con

abundancia en alimentos, contra un occidente revoltoso, muriendo de hambre:

Vengo de Zacatecoluca […] aquello es puro alboroto y se dice que en

occidente las cosas están que arden el ejército se haya reprimiendo el brote

comunista en Izalco, Juayúa, Nahuizalco y quien sabe que otras poblaciones

más […] El presidente ha ordenado barrer rancho por rancho y cafetal a cafetal

a pura bala (Ibarra, 1957: 128).

Por otro lado, los personajes dentro de la historia son presentados como sujetos pasivos,

felices y desatendidos de la política y de la situación económica:

Al ver los graneros repletos de las cosechas los mismos indígenas decían en

todo de satisfacción […] Es mucho, dejemos algo de maíz para las palomas…

¿no le parece chero? (Ibarra, 1957:111, 112).

Asimismo se presentan a los personajes como sujetos en pleno desarrollo, desatendidos

de aspectos sociales:

Sembraban y cosechaban. Se acostaban con sus mujeres y tenían hijos y más

hijos. ¿y eso que importaba? había maíz para todos, cada hijo parido era una

159
fiesta y cada hijo muerto también ¿y eso que importaba? Había agua ardiente

para todos (Ibarra, 1957: 106).

Por último, queda marcado que Ibarra (1957) no busca denunciar la matanza de

indígenas/campesinos de 1932. Tampoco denuncia el abuso de poder del Estado, así como

los demás atropellos que se produjeron durante esa apoca en el occidente del país. Se

dedica a presentar como sería la puesta en marcha del modelo vitalista.

IV. CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE PROTAGONISTA

4.1 Nombre propio del personaje

El personaje principal recibe tres nombres en la narración, el primero procedente del

escritor, y los otros provienen de personajes secundarios. La primera enunciación que se

hace viene a ser un nombre desconocido para los campesinos, el cual no proporciona

ningún tipo de referencias, solo la de presentar al sujeto principal: Me llamo Garth, Garth

de Landau […] puedes llamarme Garth, a secas como tú quieras ¿me entiendes? (Ibarra,

1957: 24).

La segunda nominación que le hacen a Garth se origina a partir de que los

indígenas/campesinos se llenan de asombro y admiración al ver algunas cualidades tanto

físicas como intelectuales que éste posee. Es así como Garth adquiere el título de El

Míster. Posiblemente este apelativo refleje algún tipo de respeto hacia el sujeto principal:

Decime quien es ese pelo coloreado que me agarró la Yegualuna (sic) ¿Lo

conoces? le dije mientras simulaba enfriar mi café con soplos cargados de

bruma. Es El Míster, el tractorista, hace una semana que trabaja aquí, lo trajo

su abuelo. (Ibarra, 1957: 16,17).


160
Y por último, la tercera nominación que se encuentra dentro de la obra se produce a

partir del agradecimiento que los indígenas/campesinos tienen hacia Garth por ayudarlos

en algunas situaciones complicadas que estos presentaban, así como por los conocimientos

que proporcionaba acerca de maquinaria agrícola, como de la aplicación de algunas

técnicas de curación natural. De ahí que, deciden llamarle milagrero: Los saucedanos

rodaban la bola del milagrero. ¡Había sanado al viejo Chanta! (Ibarra, 1957: 35).

4.2 Etiqueta semántica: predicado y notas intensivas

La etiqueta semántica de los personajes se construyó a través de predicados semánticos,

que es lo que se dice del sujeto principal a lo largo del discurso. Su fin es construir

interpretativamente lo que el personaje es y que representa dentro de la novela desde

diferentes fuentes: a) juicios aportados por el narrador, b) datos procedentes de otros

personajes y c) criterios procedentes de la opinión y conducta del propio personaje.

a) Los juicios aportados por el narrador

Los juicios que aporta Alberto Rodríguez, narrador durante la primera sección de la

novela, muestran a Garth, como un personaje interesante, esto a partir del perfil que éste

presenta: Disimulé pero entre trago y trago lo miraba de reojo. Me resultaba un tipo

interesante. Todo en él, era en fin de una gravedad que impresionaba (Ibarra, 1957:

17,22).

Como se observa los indígenas/campesinos del lugar se sentían asombrados por la

presencia de Garth, posiblemente porque desconocían a un extranjero, o porque Garth

había ejecutado ciertas acciones que le permitieran ser admirados por los demás

personajes de la historia.

161
b) Datos procedentes de otros personajes

Los juicios aportados por el resto de los personajes tienden a variar según la relación

que existe entre estos. Garth es un líder en quien pueden confiar. Sin embargo, para

Fernando Villanueva, Garth representa al comunismo en El Salvador debido al estereotipo

que se maneja, considerando al extranjero como un comunista. Es de observar que el

sujeto principal no posee la misma carga simbólica para los personajes. Para unos es un

héroe y para otros un villano: La mano del señor guarde al Míster. Él es el de todo. ¡No

hay vuelta de hoja! (Ibarra, 1957: 35).

c) Criterios procedentes de la opinión y conducta del propio personaje:

Las primeras valorizaciones que se tienen del personaje principal son proporcionadas

por él mismo. Se muestra como un hombre sensible, que huye del pasado que lo atormenta,

y que busca transformar su vida y la vida de los demás a través del trabajo y de las reformas

agrarias y vitales. Es de aclarar que lo sensible no está presente de forma puntual en la

obra:

Grite y grite para, casi hasta arrancarme las amígdalas, para que no tiraran

más… ¡y nadie me escuchaba! Una última ráfaga dio con el infeliz en tierra.

Te juro que casi me ahogue para llegar a él. Quería estar a tiempo de alcanzar

su perdón (Ibarra, 1957: 29).

4.3 Funcionalidad y dimensión actancial

El personaje primordial de la novela Tembladerales (1957) posee un perfil humano de

condescendencia. Los personajes con estas cualidades parten de una concepción social,

psicológica o histórica. Por lo tanto, Garth, posee una relación positiva y coherente con su
162
objeto de deseo, lo cual sería, hacer reformas al modelo de vida de los campesinos en la

hacienda El Sauce.

Según G. Maestro (1995), el personaje principal, omnipresente y protagonista del relato

debe ser un personaje actancial y funcionalmente operante, mientras que los demás, si

bien son sujetos de acciones propias, sólo son piezas o eslabones transitorios durante toda

la narración (G. Maestro, 1995: 475). Por lo tanto, el sujeto principal de la obra debe estar

inmerso en una secuencia de acciones que lo constituyan en un personaje actancial.

De ahí que, siguiendo la propuesta de Brémond (citado en G. Maestro, 1995), el

personaje actancial, es decir Garth debe estar sujeto una secuencia de acciones, que

conlleva tres funciones, las cuales son:

a) Situación inicial del deseo

b) Medios para logra su satisfacción

c) Desenlace final

a) Situación inicial de deseo

En el trascurso de la narración se puede percibir que Garth, posee una sola intensión:

la de instaurar reformas en la vida de los indígenas/campesinos. En vista a que éstos eran

maltratados por La Guardia Nacional, en especial en las fechas en que las plagas invaden

los cultivos. A partir del abuso que sufrían decidió hacer algunas transformaciones:

Te lo explicare mejor -dijo soltándole las manos y acompañándose de una

mímica grave-. Queremos fundar la escuelita en el sauce y como tú sabes leer

y escribir, te harás cargo de los cipotes de la hacienda y les vas enseñando de

lo que puedas mientras las mujeres estén en el trabajo (Ibarra, 1957: 106).

163
Un hecho curioso dentro de la novela es que las transformaciones que pretende hacer

Garth van a acompañadas de la ayuda del poder económico. Algunos sujetos que

colaboraron fueron: el alcalde Varela, y don Fabián Rodríguez. La novela no presenta por

qué ellos adoptaron está forma de pensar. Sin embargo, se puede aludir a que en vista a

que Garth hacia producir las tierras y el ganado, ellos decidieron ayudarle con las

pretensiones que tenía. Es decir, confiaron en Garth:

El patrón- por su parte -regalo un botiquín de los más caros […] El alcalde

Varela pa no ser menos surtió la escuelita con bancos, cuadernos y lápices y

obsequio para que se quemaran dos docenas de cohetes por el año (Ibarra,

1957: 111).

b) Medios para lograr su satisfacción

Establecido en la hacienda El Sauce y con sus objetivos firmes y bien trazados, Garth

ejecuta dos acciones que son esenciales dentro de la obra para que él logre sus fines. En

primer lugar, se hace amigo de don Fabián Rodríguez y Alberto Rodríguez. Luego, se

gana la confianza de ellos con trabajo, con humildad, y buen sentido de humanidad. A

partir de esto, ellos le dan cierto poder hacia los empleados, así como de trabajar las tierras

y cuidar el ganado.

Amistad con sus amos:

Entre los dos se estableció bien pronto una corriente de mutua simpatía […]

No sé por qué, creía, mejor dicho estaba seguro de que él me comprendía

(Ibarra, 1957: 2).

164
Su arduo trabajo:

Los colonos decían que El Sauce estaba quedando como zapato recién

lustrado, pues cuando no estaba destroncando potreros, estaba barriendo de

escobilla los terrenos laborales o rellenando baches del sendero principal

(Ibarra, 1957: 22).

c) Desenlace final

El desenlace final que presenta la novela Tembladerales nos muestra dos partes de la

historia que se oponen entre sí. La primera de ellas son las reformas que hizo Garth, las

cuales generaron satisfacción en los indígenas/campesinos del oriente del país. En

oposición a esto se encuentra la insatisfacción que produjeron estas reformas en un

pequeño grupo de hacendados, lo cual le contrajo problemas a Garth, al grado de tildarlo

de comunista. Con esto se puede aclarar que la historia representa dos momentos

importantes: las reformas y el conflicto con la Guardia Nacional.

4.4 Relaciones de transformación del personaje

A continuación se examinará las relaciones que experimenta el personaje principal con

los personajes secundarios en la novela Tembladerales.

• Relación Garth/Roberto Rodríguez: objeto amistad

Garth era un hombre que se ganó el cariño y el respeto de sus patronos, tanto por su

forma de trabajar, al grado que él se tuteaba con Alberto Rodríguez y tenía los mismos

privilegios que su amo a la hora de tener que dar una explicación a los campesinos:

165
El amo y Garth eran de una misma condición en el hablar, parcos en la frase,

llevaban siempre el diálogo hacia la explicación de lo estrictamente necesario

(Ibarra, 1957:117).

• Relación Garth/empleados: objeto amistad

Garth mantenía una total armonía entre los empleados, todos lo admiraban y lo

respetaban, además era visto como un líder: El mismo que comandaba el pelotón –Se

dirigió al anciano pero este con una señal le dio a entender que quien ordenaba allí era

Garth (Ibarra, 1957: 145).

• Relación Garth/hacendados: objeto compromiso social

Garth siendo un hombre trabajador, amigable y conocedor de la agricultura, enseñó a

los campesinos el uso del tractor. Al resto de los campesinos él deseaba educarlos con la

ayuda de Teresita Lamas, a partir de esta iniciativa Garth decide fundar una escuela con

la ayuda del alcalde y de su patrón:

Garth venía realizando un activo programa de enseñanzas, Anito Valladares

aprendió pronto a manejar el tractor […] Por otro lado Teresita Lamas, estaba

educando una generación avispada (Ibarra, 1957: 110).

4.5 Intertexto literario y contexto social (a qué hechos de la vida social de la época

hace referencia)

La novela Tembladerales (1957) de Cristóbal Humberto Ibarra representa algunos

sucesos de los años treinta, sobre todo algunos aspectos que se dieron el 22 de enero de

166
1932; cuando por orden del Gral. Hernández Martínez se exterminó brutalmente a una

etnia, acusándolos de ser comunistas:

Aquello es puro alboroto, y se dice que en occidente las cosas están que arden.

El ejército se encuentra reprimiendo un brote comunista en Izalco, Juayúa,

Nahuizalco y quien sabe cuántas poblaciones más […] de pasada hable con

el comandante de plaza y me dijo que el presidente Martínez ha ordenado

barrer rancho por rancho y cafetal por cafetal a pura bala (Ibarra, 1957: 128).

Otro aspecto importante que se encuentra dentro de la narración literaria es la ejecución

de la teoría vital planteadas por Alberto Masferrer, modelo que Garth implementa en la

hacienda El Sauce.

V. NIVEL DEL RECEPTOR

5.1 La recepción de la obra en la crítica literaria (qué dice la critica que representa

el texto)

Con respecto a lo que se ha dicho sobre la novela Tembladerales (1957) Toruño (1958)

sólo hace mención de la novela Tembladerales (1957) donde obtuvo un segundo lugar en

el Certamen Nacional de la Cultura en 1956.

Por otro lado, Gallegos Valdés (2005) considera que Tembladerales (1957) es una

novela que narra aspectos de una hacienda, refutando que su argumento es sencillo y la

acción bien conducida principalmente donde un extranjero llamado Garth enseña a los

campesinos a manejar el tractor. Asimismo, Gallegos Valdés sostiene que Ibarra es hábil

para sugerir ambientes, hundir diálogos, describir y poner en pie sus personajes.

167
No obstante Lara-Martínez (2013), en su texto Del silencio y del olvido los espectros

del patriarca, en el artículo Del “levantamiento de venganza” a la “fraternidad”

Masferreriana. El 32 según Cristóbal Humberto Ibarra, considera que Tembladerales

(1957), no posee los recursos para ser considerada como una novela histórica,

describiendo que el argumento que plantea Ibarra (1957) es totalmente inverosímil debido

que muestra aspectos fantásticos en un periodo de racismo y odio entre burgueses y

proletariados. Por esta razón, Lara-Martínez (2013) cree que su exclusión es evidente

debido a que la versión de los hechos no se corresponde con los acreditados de la historia

nacional.

Por último, en el ACTA DEL JURADO que se redactó el 29 de noviembre de 1956,

cuyo jurado estaba constituido por los licenciados, Fabián Dobles, Flavio Herrera y el Dr.

Alberto Rivas Bonilla, consideran que Tembladerales (1957) es una mezcla de situación

real y aspectos inverosímiles.

VI. COMENTARIOS

En la novela Tembladerales (1957), de Cristóbal Humberto Ibarra (1920-1988) se

percibe que su discurso narratológico es totalmente inverosímil, puesto que su narrador

describe como sería la vida de los indígenas/campesinos si la teoría vitalista propuesta

por el poeta y escritor Alberto Masferrer años atrás se hubiese puesto en práctica.

Los sucesos de 1932 son abordados por el escritor desde una perspectiva totalmente

ajena, es decir, el escritor no toma una postura ante tal brutal represión contra una raza

hambrienta, puesto que Ibarra (1957) sólo menciona los hechos y centra su temática en

168
otros aspectos evadiendo así la denuncia de los acontecimientos que marcaron el país en

la historia específicamente el 22 de enero de 1932.

Ibarra (1957) presenta la matanza de 1932 de manera sutil en forma de noticia en la

cual el personaje principal es advertido debido a su calidad de extranjero, además se

mencionan las órdenes giradas por el Gral. Hernández Martínez para erradicar el brote

del comunismo.

Por otra parte, Ibarra en Tembladerales (1957) muestra al protagonista como un

extranjero. Sin embargo, este no es descrito como un intruso, más bien, es presentado por

el escritor como un personaje pacífico que busca ayudar a los indígenas/campesinos a

través de la implementación de algunos cambios de carácter social en la comunidad del

Sauce, de esta forma los habitantes podrán desarrollarse a sí mismo.

Con respecto a lo que se ha dicho de la novela Tembladerales se cuenta con el estudio

de Gallegos Valdez (2005) quien sostiene que la obra presenta las características de una

novela de hacienda. Por último, Lara- Martínez (2013) plantea que la novela no posee los

recursos para considerarla histórica.

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario


de la obra Durante el Reinado de los Centauros 1932 a
19?? (1960), de Norman Cruz
I. NIVEL DEL EMISOR Y SU CONTEXTO

1.1 Autor (datos biográficos)

169
Norman Cruz escribió la novela Durante el Reinado de los Centauros 1932 a 19?? la

cual fue publicada en 1960 durante su exilio en Santiago de Chile.

1.2 Tiempo de la obra

1.2.1 Año de publicación

Durante el Reinado de los Centauros 1932 a 19?? fue publicada en 1960 por los

talleres de la editorial Universitaria Ricardo Santa Cruz 747, Santiago de Chile. 1

1.2.2 Contexto situacional de la publicación

Durante los años de 1932 a 1980 en El Salvador la burguesía cedió el poder político

al ejército. El país tuvo como gobernantes a los militares durante cuarenta y siete años.

Éstos accedieron al poder por medio de procesos electorales fraudulentos, así como seis

golpes de Estado (1931, 1944, 1948, 1960, 1972 y 1979).

Por otro lado, en julio de 1959, aparecieron nuevas agrupaciones políticas que se

enfrentaron con decisión al régimen salvadoreño; el grupo de militares y civiles

seguidores del expresidente Osorio que había sido desplazado del gobierno por la fracción

social católica del PRUD, se organizó y se denominó Partido Social Demócrata, por su

parte el Partido Comunista Salvadoreño intensifico su lucha para salir de su aislamiento

clandestino en el que se encontraba.

De igual forma, las organizaciones sociales y sindicales se agrupaban y poblaban las

calles demandando la pronta solución de los problemas económicos que afectaban al país

1
Es importante aclarar que se realizó una revisión bibliográfica, en la mayoría de textos paradigmáticos
de la crítica literaria salvadoreña, en busca de datos sobre el autor y no se obtuvo mayor información.
170
y a la sociedad, por lo tanto, la respuesta del gobierno fue ametrallar a los estudiantiles y

encarcelar a los capturados.

En fin, fue el día 26 de octubre de 1960 donde el presidente Lemus pierde el poder

en manos de un movimiento cívico-militar, siendo sustituido por una junta de Gobierno,

la cual a su vez es remplazada meses más tarde por El Directorio Cívico Militar

(Castellanos, 2002).

II. NIVEL DE LA OBRA/TEXTO

2.1 Descripción de la obra/texto (título, género, movimiento y composición)

Durante el Reinado de los Centauros 1932 a 19?? (1960) es definida por el mismo

escritor como una novela realista, debido a que presenta hechos históricos, como la

matanza de indígenas/campesinos de 1932.

• La novela se compone en XVII capítulos los cuales no poseen títulos.

• Un prólogo elaborado por Cruz (1960) en donde explica el carácter y la

composición de la novela.

• Un epílogo.

• Una nota de última hora fechada en octubre de 1960.

III. NIVEL TEMÁTICO

3.1 Asunto (hechos ficcionales)

La novela Durante el Reinado de los Centauros 1932 a 19??(1960) narra la historia de

Juan Carpio quien es adoptado por doña Petrona. Es enviado a la escuela y se convierte

171
en un excelente alumno. Es así como el profesor Castro decide dotarlo de cierto

conocimiento histórico que sucedió durante 1932 en El Salvador. Conociendo Juan Carpio

de la matanza de enero 1932 se reviste de nuevas ideas y considera necesario combatir el

poder dictatorial.

Habiendo cursado Juan Carpio el sexto grado, decide emigrar a San Salvador en donde

en poco tiempo se une al Sindicato de Trabajadores de los Ferrocarriles. Siendo despedido

por considerarlo un hombre peligroso por poseer ideas revolucionarias, se interna en las

labores de una fábrica de Tejidos, en donde procura relacionarse con los obreros y

adiestrarlos para futuras luchas. En este devenir es como conoce a María Ester con quien

se casa.

No olvidando el compromiso social que tenía, intensifica la lucha, y es así como decide

organizar reuniones en la casa con la ayuda del profesor Castro, amigos, estudiantes y

obreros. Sin embargo, los orejas informaron al gobierno de las intenciones que este grupo

tenía pensado ejecutar, y es así como los capturan en plena reunión.

Ya en la cárcel estos fueron interrogados mientras se le practicaba todo tipo de tortura.

Juan Carpio fue el último de interrogar, negándose a declarar ante la Guardia Militar, fue

molido a palos, y violan a María Ester, quien termina loca e interna en un manicomio. Al

poco tiempo Juan Carpio es liberado con la ayuda de Organismos Internacionales y es

llevado a casa donde muere de tuberculosis.

3.2 Contexto intratextual (qué realidad o contexto se representa en el texto)

La novela Durante el Reinado de los Centauros 1932 a 19??(1960) muestra la realidad

de El Salvador durante la época de las dictaduras militares, las cuales se instauran con el

172
golpe de Estado de 1931 y la Matanza de indígenas/campesinos de 1932. La novela

finaliza la narración con la caída del Centauro V, que según para la historia es el Coronel

Oscar Osorio.

3.3 Tipos de temas que se encuentran dentro de las obras literarias (principales,

secundarias)

El tema principal que se valora en la novela Durante el Reinado de los Centauros 1932

a 19?? (1960) es: Efectos del Militarismo en El Salvador durante los años de 1931-1950.

En este sentido, se mostrarán cuáles son los efectos que contrajo la época de las dictaduras

en el país, para esto, los efectos se dividirán en dos grupos a cuales se les denominarán:

efectos psicológicos y efectos sociales.

La trama gira en torno al personaje de Juan Carpio, quien es un joven que vive en

Usulután. Es instruido por el profesor Castro, que le enseña sobre el hecho histórico que

marco el devenir del país, a este se le conoce como la matanza de indígenas/campesinos

de enero de 1932. Conociendo estos acontecimientos Juan Carpio se ve conmovido por lo

que sufrieron los oriundos del occidente del país. Tanto es el impacto que el sujeto

principal no puede dormir, casi no come y piensa reiteradamente en la veracidad de la

historia:

Juan no tuvo valor de pronunciar una sola palabra y su cabeza era un laberinto

de pensamientos […] El insomnio fue su compañero hasta en horas de la

madrugada. (Cruz, 1960: 28, 29).

Después de conocer la historia sobre los sucesos de enero de 1932, Cruz (1960) nos

muestra a un Juan Carpio que ha sido impactado por lo cruel y sangriento que fue ese

173
hecho histórico que marco el rumbo del país. Muestra a un personaje humanizado y

sensibilizado por el relato. Con esto, Cruz (1960) deja claro lo sanguinario que fue la

matanza y la muestra como tal:

Asimismo, a través de un sueño, el personaje principal es afectado de manera

psicológica por los hechos de enero de 1932. Al grado de sentirse parte de la revuelta y

ser perseguido por los grupos opresores del momento. Cruz (1960) muestra a un sujeto

convulsionando por el dolor que padecieron los indígenas/campesinos del occidente del

país. Asimismo, se muestra a un personaje que es empático con el dolor de sus

compatriotas, no es ajeno al dolor, se vuelve condescendiente con el sufrir del

indio/campesino de aquel entonces:

Herido en el subconsciente con el relato, una pesadilla no tardo en abordar su

mente: se sintió perseguido por la Guardia, huía con todas sus fuerzas y sus

piernas no le obedecían, las sentía pesadas, mientras que las de sus

perseguidores los veía agiles; la voz tartamuda de las ametralladoras lo

perseguían de cerca y oía el silbido mortal de los proyectiles que chocaban en

las piedras de las calles produciendo un chisperío (Cruz, 1960: 29)

Por otro lado, se encuentran los efectos de carácter social que presenta la novela en

cuestión. Siendo orientado por el profesor Castro, Juan Carpio inicia una lucha contra el

poder militar, exigiendo mejores condiciones de vida para la población. Es así como el

sujeto principal decide organizarse con los grupos de trabajadores para escuchar la

problemática de cada uno de estos:

174
En su trabajo, desde el primer día, procuró relacionarse con los demás obreros

y empleados y cambiar opiniones, mejor dicho hablarles, y conocer sus

problemas y penetrar en el mutismo de sus sufrimientos (Cruz, 1960: 77).

Asimismo, la lucha de Juan Carpio es llevada a las fábricas, exigiendo los derechos de

los trabajadores y la mejora de las condiciones de vida. Por estas acciones es perseguido

por los militares quienes buscan reprimirlo para que deje de insolentar a la población.

Juan, renunció a su empleo y empezó a trabajar como apuntador en la fábrica

de Hilados y Tejidos, de unos; necesitaba estar en contacto con los obreros y

prepararlos para las futuras luchas (Cruz, 1960: 82).

En la novela, Cruz (1960) muestra a un sujeto principal que ha sido transformado por

la matanza de enero 1932, un sujeto que está dispuesto a luchar contra el gobierno quien

es un ente opresor de los derechos de los trabajadores. En Juan Carpio se representa la

lucha que muchos obreros tuvieron contra los militares durante las dictaduras que tuvo El

Salvador. El autor presenta a Juan Carpio como un personaje que está dispuesto a darle

guerra al sistema político y a los cuerpos militares de represión. Es un personaje que se

instruye así mismo con literatura marxista, y lo hace sin la colaboración de su compañera

de vida:

María Ester observaba a su marido leer todas las noches, y hasta altas horas,

pero nunca se le había ocurrido ver los libros y folletos que este leía […] Esos

libros que tú vez que leo todas las noches y en cada momento que me queda

libre, son prohibidos por el gobierno, ¿y sabes por qué?… la muchacha hizo

un gesto negativo con la cabeza (Cruz, 1960: 98).

175
En la historia quedan claros los ideales que posee Juan Carpio con los trabajadores. Sin

embargo, Cruz (1960) representa en María Ester a los sectores de la población que no

tienen ningún compromiso con los problemas sociales de la población salvadoreña.

Muestra a esos grupos que fueron ajenos al sufrimiento, hambre, y explotación de la

población por miedo a ser reprimidos por los grupos militares.

Por otro lado, se muestran los efectos que contrajo la sublevación que Juan Carpio

decidió emprender en contra de los cuerpos militares de represión y el gobierno. Cruz

(1960) lo muestra como un efecto que subsiste dentro de la obra literaria, y que subsistió

durante las décadas en poder de los militares. En la historia ficticia el sujeto principal es

advertido por un dirigente de los cuerpos militares quien conoce las intenciones de Juan

Carpio; como se muestra en la siguiente muestra: Deberías de tener más cuidado dijo el

jefe, pues tú ya sabes que has sido perseguido por sublevarte contra la autoridad del

actual régimen, ya anduviste huyendo y has tenido suerte en librarte de tus buenas palizas

[…] (Cruz, 1960: 182).

En relación a esto, la narración muestra como acto final que Juan Carpio es golpeado

de una manera brutal por los cuerpos opresores. No tiene una muerte inmediata, sino

pausada, que es más agónica y Cruz (1960) lo muestra como tal, sin guardarse nada. Al

grado que el lector queda sorprendido por la brutalidad con la que reprimían a todo aquel

que exigía sus derechos:

No había terminado de decir estas palabras cuando sonaron: paffh paffh los

puntapiés en las costillas [...] Su cuerpo se desplomo rodando por el duro

pavimento, su boca y nariz eran un clavel deforme y sanguinolento […]

176
quítenle los zapatos y golpeeyenle (sic) las plantas de los pies y las espaldas

para que se “tisiqueye” este perro… con una varilla de hierro golpearon

incansablemente […] (Cruz, 1960: 202,204).

Por otro lado, el tratamiento que hace Cruz (1960) sobre El levantamiento

indígena/campesino y la matanza de enero 1932 es representado como una memoria que

tiene como finalidad la de crear conciencia en Juan Carpio, sobre los hechos que

trascendieron durante el año de 1932. En relación a esto, los sucesos de enero 1932 sirven

para justificar los actos que el sujeto principal desarrolla durante toda la narración. Por lo

tanto, El levantamiento indígena/campesino y la matanza de enero 1932 no están

presentes de manera puntual durante el relato. Ha quedado relegada como un elemento

oral de la historia de El Salvador, ya que Juan Carpio conoce la historia a partir de las

narraciones del profesor Castro:

Aquello fue una mezcla de levantamiento a la antigua raza Quiché con ribetes

de campesinos hambrientos, que fue sazonada por el gobierno, con el

calificativo de “levantamiento comunista” […] en verdad aquella gente no era

comunista (Cruz, 1960: 23).

3.4 Presentación de los temas dentro de la obra literaria (espontáneos, sugeridos)

La novela Durante el Reinado de los Centauros 1932 a 19?? (1960) presenta temas

sugeridos, ya que los dieciocho capítulos poseen un seguimiento discursivo. No hay

ruptura argumentativa dentro de la trama con otro tipo de tema fuera de la temática a tratar.

A pesar que los capítulos no poseen alguna descripción o algún nombre o título, éstos se

expresan por sí sólo, los cuales poseen una línea argumentativa clara. Sin embargo, el

177
lector sólo podrá apreciar el desenlace de la historia hasta finalizar la lectura de la obra

literaria porque los capítulos no arrojan ningún tipo de referencia.

La línea argumentativa de la historia se puede presentar a través de las acciones que

desarrolla Juan Carpio, quien es instruido por el profesor Castro, luego su postura

ideológica cambia y se subleva. A partir de esto se valora que los temas son sugeridos

debido a las acciones que desarrolla el protagonista, es decir, una acción conllevará a otras

más que se cohesionarán entre sí:

En su trabajo, desde el primer día, procuró relacionarse con los demás

obreros y empleados y conocer sus problemas y penetrar en el mutismo de sus

sufrimientos (Cruz, 1960: 77).

Como se ha mostrado en el ejemplo anterior, Juan Carpio a tratado de relacionarse con

los obreros de la fábrica con la finalidad de conocer sus quejas. Sin embargo, no solo

busca conocer sobre la problemática de estos, sino que decide actuar de forma inmediata,

lo hace entregando literatura marxista, con el fin de instruir a los obreros: a los

compañeros que sabían leer les presto libros y folletos para que se instruyeran en las

nuevas ideas (Cruz, 1960: 107).

Después de haber entregado los folletos, Juan decide organizar una reunión con los

obreros: hoy por la noche vendrán algunos amigos a visitarnos y a conversar un poco

(Cruz, 1960: 107).

A partir de lo expuesto, se puede decir que la novela en cuestión presenta temas

sugeridos que no necesitan de un enunciado para exhibirse como tal, sino más bien de una

178
línea de hechos y acciones que denotan tal aseveración. Por lo tanto, se deberá elaborar

una lectura minuciosa para conocer el desenlace final de la narración.

3.5 Objetivo del tema (denunciar, justificar o presentar)

El objetivo que ostenta Cruz (1960) en Durante el Reinado de los Centauros 1932-

19?? es de querer denunciar los atropellos que hicieron los gobiernos militares a la

población salvadoreña. Se muestra una denuncia a través del personaje de Juan Carpio,

quien es reprimido con algunos grupos de trabajadores por sublevarse a la dictadura.

En relación a los sucesos de enero 1932, Cruz (1960) busca denunciarlos, esto lo hace

a través de las memorias que el profesor Castro tiene del suceso y decide transmitirlas al

alumno Juan Carpio quien no pasa inadvertido el sufrimiento de los indígenas/campesinos

del occidente del país. La denuncia que hace el autor sobre la matanza de enero de 1932

no es de forma directa, sino que de una forma indirecta, pero sin restarle protagonismo al

acontecimiento como tal. En efecto, elabora una denuncia indirecta, pero sin restar hechos

y acciones, asimismo, la hace de una forma puntual y clara:

Aquello fue una mescla de levantamiento a la antigua raza Quiché con ribetes

de campesinos hambrientos que fue sazonada por el gobierno, con el

calificativo de “levantamiento comunista”. En verdad aquella gente no era

comunista, pues como ya te he dicho, serian dos personajes los que conocían

esta doctrina, los demás eran hambrientos (Cruz, 1960: 23).

En resumen, Cruz (1960) deja claro que no sólo desea presentar la matanza de enero

1932 como un hecho histórico que acaeció a El Salvador durante el gobierno del Gral.

Hernández Martínez, sino más bien, denunciarla como un abuso de poder en contra de los

179
indígenas/campesinos que sólo querían vivir. Tal denuncia se puede apreciar con el

profesor Castro, quien se ve afectado y conmovido por el recuerdo del suceso; por

ejemplo: El recuerdo de aquella historia había vuelto a revivir en don Fernando, viejas

penas […] La voz del profesor se había tornado ronca y su respiración pronunciada; la

emoción lo embargaba (Cruz, 1960: 26,27).

IV. CONSTRUCCION DEL PERSONAJE PROTAGONISTA

4.1 Nombre propio del personaje

El personaje principal en la narración recibe tan sólo un nombre que corresponde a

Juan Carpio; procedente del escritor. Posiblemente esta enunciación sirva para representar

a las clases desposeídas del país ya que, es un nombre común que se utiliza entre estos

grupos. Por otra parte, el título de Juan Carpio no representa ningún simbolismo o

animalización, es simplemente la enunciación que Cruz (1960) creyó conveniente para su

personaje principal; a saber: La vida de Juan en nada cambió por su nuevo estado, salvo

su participación en la política que fue acentuándose más y más cada día (Cruz, 1960:97).

Partiendo de que el título de Juan Carpio sea una representación de las clases

desposeídas, Cruz (1960) proporciona al sujeto principal de muchas características

positivas, como por ejemplo: inteligencia y valentía. Es decir, el personaje principal

posiblemente sólo representa a dichas clases a partir de la enunciación que recibe por parte

del escritor, pero está lejos de ser por las habilidades y el conocimiento que posee; por

ejemplo: Juan Carpio, fue de esos tantos obreros, cuya existencia en nada difería de la

de sus congenes, salvo en cuanto a su natural talento y su gran visión del porvenir (Cruz,

1960: 17).

180
4.2 Etiqueta semántica: predicado y notas intensivas

La etiqueta semántica de los personajes se construyó a través de predicados semánticos,

qué es lo que se dice sobre él a lo largo del discurso. Su fin es construir interpretativamente

lo que el personaje es y representa dentro de la novela desde diferentes fuentes: a) juicios

aportados por el narrador, b) datos procedentes de otros personajes y c) criterios

procedentes de la opinión y conducta del propio personaje.

a) Juicios aportados por el narrador

El narrador que en algunos tramos de la historia es el profesor Fernando Castro,

describe a Juan Carpio como un personaje inquieto, sensible y destinado hacer grandes

cosas para la clase trabajadora de El Salvador; por ejemplo: Don Fernando Castro[…]

había formado el alma de su personalidad rebelde (Cruz, 1960: 16)

b) Datos procedentes de otros personajes

Estas valoraciones tienden a cambiar según la relación que existe entre el sujeto

protagonista y otros personajes que aparecen en la historia. De estas relaciones se puede

apreciar que Juan Carpio es visto en la narración como una persona sensible, la cual parece

predestinada a cambiar el futuro de país debido a su preparación académica, además, de

sus deseos irrompibles de luchar contra la burguesía, como del régimen que oprime y

explota al país y a su gente:

En la cara del interrogado, ya juvenil, aparecieron los rasgos del orador innato;

sus gestos, su voz, la emoción con que expresaba cada frase le daba tinte de

profundo sentimiento de exquisita sensibilidad (Cruz, 1960:33)

181
En relación a los juicios aportados por otros personajes se puede apreciar que a Juan se

le considera un ávido lector, en especial por la literatura de carácter marxista. Es decir, es

un sujeto inteligente que posee el conocimiento sobre lo que hace: De debajo de su

almohada sacó algunos folletos que quería leer y los devoró (Cruz, 1960: 29).

Siendo un sujeto inteligente para un grupo, viene a ser peligroso para otros quienes

veían en Juan a una persona rebelde, conspirador del gobierno. Esta valoración la

proporciona un grupo denominado por Cruz (1960) como los soplones, que son los que

regularmente delatan al sujeto principal de la historia. Con respecto a los juicios aportados

por este grupo cabe mencionar que ven a Juan como un ser instigador; por ejemplo: Los

soplones que nunca faltan, advirtieron a los jefes de la compañía, que Juan era un

instigador, siendo registrado en sus archivos como un trabajador peligroso. (Cruz, 1960:

80).

c) Criterios procedentes de la opinión y conducta del propio personaje

Las apreciaciones que hace el sujeto principal de sí mismo es la de ser un hombre de

convicciones y enormes deseos de luchar por cambiar el sistema dictatorial que ejercían

los grupos de poder en su momento. Se perfila a sí mismo como un sujeto con los ideales

de lucha determinados. No vacila en intentar atacar a la Guardia Nacional como a los

cuerpos militares de su contexto:

Estos libros […] me han hecho pensar en la realidad de nuestra vida… y esto

me ha levantado el ánimo y no podre calmar mis ansias de lucha mientras no

pueda ver con mis compañeros el infortunio vivir (Cruz, 1960: 99,100).

182
En resumen, Juan Carpio es un personaje que está determinado a transformar la realidad

de su país a través de la entrega de panfletos y huelgas que se llevaron a cabo junto a las

clases desposeídas del país.

4.3 Funcionalidad y dimensión actancial

El personaje primordial de la novela Durante el Reinado de los Centauros 1932 a 19??

(1960), es del carácter de persona humana. Este tipo de personajes parten de una

concepción social, psicológica o histórica. Partiendo de esto, Juan Carpio es el sujeto

principal de la historia ya que posee una relación coherente con un objeto explícito de

deseo. Cuyo objeto vendría a ser la difusión de la teoría Marxista y la preparación para

futuras luchas.

Según G. Maestro (1995), el personaje principal, omnipresente y protagonista del relato

debe ser un personaje actancial y funcionalmente operante, mientras que los demás, si

bien son sujetos de acciones propias, sólo son piezas o eslabones transitorios durante toda

la narración. Por lo tanto, el sujeto principal de la obra debe estar inmerso en una secuencia

de acciones que lo constituyan en un personaje actancial.

De ahí, que siguiendo la propuesta de Brémond (citado en G. Maestro, 1995), el

personaje actancial debe estar a sujeto una secuencia de acciones, que conlleva tres

funciones, las cuales son:

a) Situación inicial del deseo

b) Medios para logra su satisfacción

c) Desenlace final

183
En el trascurso de la narración se puede percibir que el personaje principal, o sea Juan

Carpio tiene una intensión principal, la de luchar por los derechos de los trabajadores las

cuales beneficien no solo a los empleados, sino también a sus familias y al pueblo, esto

pretende lograrlo a partir de educar/orientar a las clases desposeídas con las ideas del

marxismo, para luego emprender una lucha incansable a los grupos de represión y al

gobierno: No lucharé atado como lo he estado haciendo, lucharé libre y por la libertad

(Cruz, 1960: 55).

a) Medios para logra su satisfacción

La estrategia de Juan Carpio fue dirigirse hacia San Salvador procedente del pueblo de

Usulután, con el objetivo de buscar un empleo y unirse al sindicato de trabajadores de los

ferrocarriles, donde fue despedido al poco tiempo por ser considerado un hombre

peligroso e incitador de los trabajadores.

Sin embargo, Juan Carpio no descansa hasta encontrar un empleo donde pueda

internalizarse para sembrar la semilla del marxismo en los trabajadores. Tiempo después

es contratado en una fábrica de tejidos, en donde llevó a los empleados a una huelga,

exigiendo un aumento salarial y que se respeten los derechos laborales de éstos; la policía

interviene y Juan Carpio escapa, siendo exiliado en una isla, donde al tiempo vuelve para

elaborar reuniones y entrega de panfletos, intensificando así la lucha:

En los primeros días del nuevo mes, Juan fue recibido como empleado en los

ferrocarriles… desde el primer día, procuro relacionarse con los demás

obreros y empleados y cambiar opiniones… conocer sus problemas y penetrar

en el mutismo de su sufrimiento (Cruz, 1960: 77).

184
b) Desenlace final

A lo largo de la trama, Juan Carpio se relaciona con los obreros e inicia una lucha

contra la burguesía y el Estado opresor. Sin embargo, tal rebelión tuvo graves

consecuencias que se resumen en dos eventos: primeramente, los grupos de militares

capturan a Juan Carpio y a sus colegas que se encontraban en plena reunión estudiando

sobre teorías marxistas. A pesar de que, la captura violenta no se presenta ningún ataque

a ningún miembro, y son conducidos hacia la prisión. El primer evento se resume en la

captura y encarcelamiento de los sublevados:

Absorbidos por la discusión, no se dieron cuenta que un tropel de bestias

desbocadas rodeo la pieza, los cerrojos de los fusiles sonaban

atemorizadamente y unos fuertísimos golpes de la culata sacudieron la puerta:

¡nos han atrapado! exclamo Juan ¡habrán canallas! dijo una voz afuera. ¡Por

fin cayeron en nuestras manos! (Cruz, 1960:194)

Seguidamente de la captura y encarcelamiento, Juan Carpio es golpeado de forma

brutal por los cuerpos militares:

No había terminado de decir estas palabras cuando sonaron: paffh paffh los

puntapiés en las costillas […] Su cuerpo se desplomo rodando por el duro

pavimento, su boca y nariz eran un clavel deforme y sanguinolento […] con

una varilla de hierro golpearon incansablemente […] (Cruz, 1960: 202,204).

Tal es la paliza que le proporcionan que le dañan los pulmones, finalizando con una

atroz muerte de tuberculosis, originada por la paliza:

185
Un hilito de sangre salió de su boca mientras un acceso de tos estremeció su

cuerpo […] ¡Ha muerto! fue la palabra que escapo de los visitantes (Cruz,

1960: 214).

En relación a esto, María Ester, esposa del personaje principal es maltratada y violada

por un agente militar, quien de forma deshumana le destruye la vida:

Le desgarro la vestidura a la muchacha […] su cabello en desorden daba la

idea de una presa destrozada por una fiera […] El comandante quito la última

prenda de vestir que cubría el cuerpo de María y colocándole una fuerte

bofetada en la mandíbula, hizo de su víctima un cuerpo exánime e inerte […]

la escena se tornó indescriptible (Cruz, 1960: 207).

Asimismo, ella pierde la conciencia y las facultades mentales, finalizando su existencia

internada en un manicomio:

María Ester estaba enloquecida, no había duda, la obra de la dictadura había

llegado a la perfección en su maldad imponderable […] por la tarde fue sacada

en una ambulancia con rumbo al manicomio [...] (Cruz, 1960: 209).

4.4 Relaciones de transformación del personaje

A continuación se examinaran las relaciones que experimentan en el discurso algunos

personajes en su relación con el sujeto principal.

• Relación profesor Castro/Juan Carpio: objeto de conciencia social

Desde el inicio de la narración se puede percibir que Juan Carpio presenta cualidades

diferentes a las de sus compañeros de clases, al grado de ser elegido por el profesor Castro

186
para proporciónale de un conocimiento que según él le será de gran utilidad para el

alumno. Es así como se inicia la relación de estos dos personajes y las transformaciones

se producen en el joven Carpio, y no en el profesor Castro; por ejemplo: Te felicito; veo

que has asimilado todo lo que lees (Cruz, 1960:33).

En cuanto al efecto que el sujeto principal debe generar en otro personaje, es necesario

aclarar que en las primeras líneas se puede observar lo contrario, ya que siendo Juan

Carpio el personaje principal, no es éste quien influye al profesor Castro, sino que, el

maestro es quien orienta e influye al alumno. Conviene subrayar que, Cruz (1960) presenta

al profesor Castro como un personaje principal al inicio de la narración, sin embargo, este

rol va cambiando conforme avanza la historia, siendo Juan Carpio el sujeto principal.

Dejando claro una relación unidireccional entre profesor-alumno.

A pesar de la influencia del profesor hacia Juan Carpio y de todos los saberes que éste

le proporciona, no significa que el sujeto principal (Juan Carpio) no posea protagonismo

dentro de la historia, al contrario, conforme avanza la trama es mas evidente su

protagonismo, como se aprecia en la siguiente muestra:

Bueno-arguyó Juan- si así se presentan las cosas habría que arriesgarse a

darles nuestro apoyo […] Nosotros los obreros –dijo Juan – somos los

creadores de todo el trabajo, carecemos del derecho de luchar por nuestra

dignidad (Cruz, 1960:160,162).

• Relación María Ester/ Juan Carpio: objeto de amor

La relación que ostentan estos dos personajes es del carácter de amor filial, Juan Carpio

se enamora de María Ester porque ve en ella cualidades físicas que no poseen otras

187
mujeres. Siendo pretendida, él le expresa sus sentimientos y María Ester corresponde a

las intenciones sentimentales de Juan Carpio, es así como se inicia un noviazgo entre ellos.

Al tiempo, deciden casarse como se observa en la siguiente muestra:

Juan confesó su amor a María Ester […] En la cara de la joven se desbordó

una felicidad, ya que ella experimentaba idénticos sentimientos […] Después

de algunos meses de noviazgo, fijaron la fecha para unir sus destinos y un

domingo del mes de septiembre de 1945, ante el Alcalde de San Salvador,

sellaban el anhelo de aquellos dos corazones […] (Cruz, 1960: 96).

Por otra parte, es necesario aclarar que si bien el amor entre ellos dos es bastante sólido,

no hay correspondencia en ideales, ya que Juan Carpio es un hombre determinado que

busca la reivindicación de la clase trabajadora y María Ester representa el temor de gran

parte de la población que no apoyo a los insurrectos. Pero a pesar de estas diferencias

ideológicas, ellos se aman y ambos sufren los devastadores resultados de la represión.

4.5 Intertexto literario y contexto social (a qué hechos de la vida social de la época

hace referencia)

Durante el Reinado de los Centauros 1932 a 19?? (1960) muestra la época de

dictaduras que vivió El Salvador, iniciando con la dictadura del Gral. Hernández Martínez

hasta el gobierno del Coronel Oscar Osorio. Se narran los sucesos de enero de 1932 a

manera de memoria, asimismo, se narra la huelga general de los brazos caídos de 1944:

En el departamento de Sonsonate se levantaron las poblaciones de Izalco,

Nahuizalco, Juayúa, y otras cuyos habitantes tomaron posesión de las


188
haciendas y fincas, matando a sus propietarios […] En mayo del mismo año

de1944, o sea, un mes después de la revuelta, estallo una huelga general que

paralizó a todo el país (Cruz, 1960: 22, 83).

Por otro lado, existe una relación del intertexto literario y contexto social con los

acontecimientos del militarismo que acaecieron al país. Estos son presentados como

recuerdos de las acciones que se desarrollaron desde la dictadura del Gral. Hernández

Martínez hasta las del Coronel Oscar Osorio, estas memorias son expuestas por el profesor

Castro, a saber:

Aparte de la matanza continúa el maestro, esta fecha tiene suma importancia

para nuestra patria, es que de ahí nació el régimen: El MILITARISMO que no

se había presentado en El Salvador y que hasta hoy nos gobierna, desde

aquella fecha, tomando más incremento cada día (Cruz, 1960: 80).

Por último, Cruz (1960) explica la manera en que la junta de gobierno de 1950, designó

como nuevo presidente de la Republica al Centauro número IV, quien dentro de la historia

oficial es el Teniente Coronel Oscar Osorio; a saber: en estas elecciones se designó

Presidente de la República al Coronel Osorín, que se coronó como “CENTAURO IV”

(Cruz, 1960: 170).

V. NIVEL DEL RECEPTOR

5.1 La recepción de la obra en la crítica literaria (qué dice la critica que representa

el texto).

La crítica literaria desarraigo esta novela del canon literario salvadoreño como fuente

primaria, por tratar y exponer aspectos relevantes que sirven como pilar para sustentar la
189
causa de la insurrección y represión de 1932. Por otra parte, la novela ha sido marginada,

y lo único que se conoce es un breve fragmento que es expuesto por Lara-Martínez titulado

Fragmento de Durante el Reinado de los Centauros de 1932 a 19??, en donde sólo se

hace una transcripción de los sucesos de 1932. Por lo consiguiente, este fragmento sólo

permite conocer la existencia de la novela.

VI. COMENTARIOS

En la novela Durante el reinado de los centauros 1932 a 19?? (1960) el escritor trata

el levantamiento indígena/campesino y la matanza del 22 de enero de 1932 de una forma

que muestra su carácter, postura y pensamiento a lo largo del discurso. Si bien su denuncia

no es mordaz. Sin embargo, no deja pasar ningún abuso de poder e injusticia que

cometieron los cuerpos militares en contra de la clase desposeída. La tematización sobre

los sucesos de 1932 lo hace a manera de memoria.

El personaje principal que lleva a cabo las acciones dentro de la novela es presentado

por el escritor como un ser totalmente activo y comprometido con la lucha de la clase

obrera y sobre todo un ser resentido, dañado emocionalmente por las atrocidades

cometidas por los militares contra una clase subalterna trabajadora. La descripción del

sujeto principal, Juan Carpio sirve de trasfondo dentro de la historia; él representa las

luchas del pueblo salvadoreño, la valentía que este tenía contra los grupos de represión.

Es decir, Juan Carpio es el simbolismo de lucha de las clases desposeídas.

La crítica literaria ha excluido totalmente a Durante El Reinado de los Centauros 1932

a 19?? Como una novela fundamental para presentar los sucesos del 22 de enero de 1932,

190
el único que toca esta novela es Lara-Martínez quien solo muestra una parte de la novela

de Cruz (1960).

Aplicación de la guía de análisis al discurso literario


de la obra Barbasco (1960), de Ramón González
Montalvo.

I. NIVEL DEL EMISOR Y SU CONTEXTO

1.1 Autor (datos biográficos)

Ramón González Montalvo nació en Quezaltepeque el 7 de febrero de 1908/1909 y

murió en la misma ciudad en el año 2007. Fue novelista, cuentista y diplomático. Estudió

Ciencias y Letras en el Externado de San José y luego Jurisprudencia y Ciencias Sociales

en la Universidad de El Salvador (UES).

Siguió la carrera de diplomático en el Servicio Exterior. Como Embajador, representó

a El Salvador en conferencias internacionales. Fue nombrado Subsecretario de Relaciones

Exteriores de El Salvador.

También fue discípulo de Arturo Ambrogi. Acevedo (1982) afirma que, aunque

Ambrogi fue uno de los primeros en presentar la vida del dura y autentica del campo

salvadoreño con su libro Cuentos y fantasías de 1895, escribió sólo cuentos y fue

González Montalvo el primero en tratar de seguir sus pasos pero con el género novela.

Entre su producción literaria encontramos Las tinajas (1956), Barbasco (1960) y su único

libro de cuentos Pacunes: Estampas de Cuzcatlán (1973).

191
1.2. Tiempo de la obra

1.2.1 Año de publicación

Barbasco (1960) aunque fue escrita muchos años antes, permaneció inédita hasta que

fue publicada por primera vez en 1960 por el Departamento Editorial del Ministerio de

Cultura. Acevedo (1982: 353) sostiene que fue escrita aproximadamente una década

después de Las tinajas (1956). Esta última tiene su dedicatoria fechada en 1935 de lo cual

se conjetura que Barbasco fue escrita aproximadamente en 1945.

1.2.2 Contexto situacional de la publicación

En 1960, el año en que se publicó Barbasco, ya habían pasado 28 años de la matanza

de enero de 1932. En este año, finaliza la presidencia del teniente coronel José María

Lemus la cual había iniciado en 1956. Lemus inició su gobierno con gestos conciliatorios

hacia sectores sociales no vinculados con el PRUD, el partido que lo llevó al poder.

Lemus derogó la Ley de Defensa del Orden Democrático. Esto permitió el regreso de

exiliados y la liberación de numerosos presos políticos. Sin embargo, no fue capaz de

detener el declive económico y social. Asimismo, en este año de 1960, se reafirma la

integración del Mercado Común Centroamericano (MERCOMUN) con la firma del

Tratado de Managua (Castellanos, 2002).

II. NIVEL DE LA OBRA/TEXTO

2.1 Descripción de la obra/texto (título, género, movimiento y composición)

Barbasco (1960) es la segunda novela de Ramón González Montalvo luego de Las

tinajas (1956). Desde el punto de vista de Acevedo (1982), Barbasco al igual que Las

192
Tinajas, se concentra en la presentación de campo salvadoreño pero con una variante: una

visión nueva sobre la vida del indígena/campesino y su constante lucha para sobrevivir.

Asimismo, Acevedo (1982:6) plantea que este texto refleja un criollismo que apunta

hacia la denuncia social; es decir, presenta un giro en la narrativa de González Montalvo

pues en Las tinajas el indígena/campesino indígena es solo un elemento de la narración

mientras que en Barbasco este ocupa el primer plano en la narración y en una clara

oposición al patrón.

Por otro lado, Acevedo (1982) define a Barbasco como una auténtica novela criollista

que es la primera categoría que se le da a la novela en El Salvador. En cambio, Hernández

Aguirre (1960), sostiene que es una novela con un gran sentido de la realidad salvadoreña.

Cabe mencionar que, ninguno de estos dos investigadores, la ubica en ningún movimiento.

Su estructura es breve: está compuesta por ocho capítulos y una breve introducción la

cual también podría considerarse como prólogo del autor. En esta introducción, González

Montalvo (1960/1993: 29), habla sobre el fin de una época sórdida y dolorosa que muchos

se empeñaban en no ver y no sentir como campo propicio para doctrinas exóticas.

III. NIVEL TEMÁTICO

3.1 Asunto (hechos ficcionales)

La novela Barbasco (1960) inicia con un recuerdo de Chico Paco mientras él está

pescando. Este recuerdo muestra las razones por las cuales Chico Paco abandona la

Hacienda La Florida; viaja de pueblo en pueblo trabajando de varias cosas hasta que

finalmente encuentra un refugio en la hacienda de Santa Lucía y acogida en la casa de

Sabino Avilés.
193
Allí se enamora de la Cumicha, la hija de Sabino. Este amor le permite olvidar en parte

a la Fulja, la mujer de la que se había enamorado en la hacienda la Florida y una de las

causas por las que decide irse: al saber que nunca podrá tener algo que sea solo de él. De

este suceso, Acevedo (1982), sostiene que es la primera decepción de Barbasco y su

primer confrontamiento con el poder de los amos.

Luego, el patrón se fija en la Cumicha y emplea los servicios de una vieja celestina

llamada ña Úrsula pero la Cumicha se resiste y en el intento de Sabino de proteger a su

hija, la manda lejos. El patrón, Jacinto Caballero, la busca, la humilla y la toma por la

fuerza. Chico Paco teniendo en cuenta que, ella no es culpable y debido al amor que siente,

se casa con ella. Sin embargo, la Cumicha ha perdido la alegría de vivir, habiendo quedado

embarazada del patrón, en el proceso del parto, muere.

Chico Paco le solicita al patrón madera para la caja de la Cumicha y éste se la niega.

Esta experiencia hace que el odio comience a crecer en el interior del joven. Este odio

posteriormente se verá abonado por un extraño, quien encuentra en Barbasco terreno fértil

para sus enseñanzas. El extraño de quien se desconoce identidad, le muestra que deben

levantarse para acabar con su condición humillante.

Esas enseñanzas del extraño le permiten a Chico Paco, denominado de nuevo Barbasco,

reunir secretamente a indígenas/campesinos y mostrarles que pueden hacer la diferencia

si reclaman sus derechos. Es así, convertido en el caudillo y vocero de sus compañeros

que se enfrenta al patrón Jacinto Caballero quien lo asesina de varios tiros.

3.2 Contexto intratextual (qué realidad o contexto se representa en el texto)

194
La novela Barbasco (1960) habla aproximadamente de finales del año de 1931 e inicios

de 1932. Posiblemente cuando los indígenas/campesinos cansados del maltrato y la

discriminación, comienzan a organizarse. Aunque en ningún momento se menciona el año

específico al que se hará referencia, en el prólogo, el autor menciona:

Una época sórdida y dolorosa y oscura, que ojos poco avizores se empeñaban

en no ver y no sentir como campo propicio para desatar ventarrones de duelo

y de tragedia al amparo de doctrinas exóticas […] (González Montalvo,

1960/1993: 29).

Es decir, el autor expone de manera no muy clara que, durante el desarrollo de la

novela, hará referencia a los sucesos de los años 1931 y 1932 en los cuales, según las

historia, fue introducida la doctrina del comunismo la cual culminó con la masacre del 22

de enero de 1932. También algunos indicios como personajes con apariciones fugaces

que, de alguna manera influencian en el personaje principal, permite afirmar esto:

De pronto, como brotando de la misma tierra, apareció en la escena un nuevo

personaje. Era joven, moreno subido, de grandes ojos negros, fogosos,

audaces. En su físico se notaban la huella de grandes padecimientos. Y les

habló de cosas fantásticas, de grandes obras cuya realización estaba destinada

a las masas despreciadas, el día en que arrojaran aquella condición humillante

que sufrían. Las frases sin sentido que brotaban de los labios de Chico Paco

tuvieron ya un significado, un objetivo (González Montalvo, 1960/1993:198).

Asimismo, las afirmaciones de algunos personajes durante el trascurso de la narración,

permite ubicar el tiempo de la obra entre los años 1931 y 1932. Por ejemplo, cuando

195
afirman que algunos están cambiando el mundo; a saber: esto que hacen con nosotros es

injusto, pero ¿Qué le vamos a hacer? Asina dicen que están organizando el mundo…

(González Montalvo 1960/ 1993:210).

De la misma forma, algunos pasajes donde se habla del desplazamiento de guardias y

cuerpos de seguridad ante la rebeldía de algunos colonos, dan más datos para corroborar

lo anteriormente afirmado que se refiere aproximadamente al periodo entre los años 1931

y 1932:

Y cuando menos se lo esperaban, cuando ya se estaban acostumbrando a

aquella inmovilidad borracha, a la Hacienda llegó un pelotón de guardias con

sus rifles relucientes, bien aceitados, sonadores las cartucheras de cuero al

marcar el paso. En los cinturones y bandas, brillaban apanaladas, las

relucientes balas de acero que escupiña en rachas los incasables monitores

(González Montalvo, 1960/1993:53).

De igual manera, se encuentran muestras donde el patrón Jacinto Caballero amenza a

los indígenas/campesinos compañeros de Chico Paco cuando se entera que estos

comienzan a reunirse como se observa en la siguiente muestra:

Anjá, esas tenemos. Vos también te estas voltiando ¿no? Pues ya veremos

quién sale ganando ¿Crés acaso que no sé de las pláticas que les da a esos

brutos el tal Chico Paco? Ya di cuenta a la Autoridá de esas actividades y que

den gracias a Dios que los caminos estén tan malos, no porque ya hubiera

hecho un escarmiento […] (González Montalvo, 1960/1993:211).

196
3.3 Tipos de temas que se encuentran dentro de la obra literaria: (principales,

secundarios)

Los temas que predominan en Barbasco (1960) son la explotación económica y abuso

sexual por parte de los hacendados a los indígenas/campesinos. Asimismo, es evidente el

maltrato por parte de las autoridades. Un tema que es tocado de manera sutil son los

sucesos de 1932.

Explotación económica:

La explotación económica es un tema cotidiano en las haciendas de esta época. Los

colonos además de trabajar en sus tierras y darles tributos a los patrones, tenían que

trabajar horas extras sin recibir remuneración alguna por el simple hecho de ser colonos.

Los mozos oían las palabras del viejo Sabino, a quien habían acudido en

demanda de consejo. El Patrón, don Jacinto, les había notificado que

sembraría cañales en las aradas y que si querían milpas tendrían que desmontar

las lomas. Eran machorros, sucias, perras, las que cubrían las laderas

escarpadas. Exigían mucho esfuerzo y la cosecha no recompensaría los

sudores (González Montalvo, 1960/1993: 45).

El máximo explotador económico dentro de la novela Barbasco (1960) es Jacinto

Caballero, dueño de Santa Lucia quien les exige a los colonos que siembren sus cultivos

a cambio de algún terreno laderoso:

Hubo que suspender los desmontes. De la hacienda pasaron citación a todos

los colonos para trabajar, desde la siguiente semana en los cañales. No podían

negarse, debían obligación y resistirse era abandonar la casa y el tajo de la


197
tierra donde tenían, siquiera la esperanza de cosechar algunas mazorcas

(González Montalvo, 1960/1993: 50).

Abuso sexual:

El abuso sexual no solo es visto de un hombre hacia una mujer sino viceversa. Este el

caso de doña Emilia Casamalhuapa, la esposa de don Jenaro, el patrón del Rosario; ella

siente la necesidad de imponerse de manera violenta ante los seres que la rodean. Para ello

utiliza un látigo y una pistola grande que pende de un cinturón lleno de balas. Esta mujer,

un ser dominante, llena de apetitos salvajes se fija en los dos colonos nuevos: los jóvenes

Fidencio y Luis Alonso.

Doña Emilia, al verlos, decide emplear en sus servicios al mayor de los muchachos,

viendo su lozanía y juventud, algo que a ella le falta, lo seduce poco a poco hasta que lo

consume. De un día para otra el muchacho, Fidencio es avisado que ya no hay más trabajo

para él. Fidencio se deprime al sentirse usado a tal grado que un día es encontrado

ahorcado en la rama de un naranjo:

La lozanía del muchacho fue breve pasto para la voracidad viciosa de la mujer.

En unas pocas semanas se fueron aquellos colores envidiados, se marchitó la

frescura de su cutis y la humedad tentadora de la boca (González Montalvo,

1960/1993: 90).

Un acontecimiento insólito estremeció a la gente del valle, e hizo aumentar

la inquina de los pobladores contra la hembra mala. Fidencio, una mañanita,

amaneció meciéndose ahorcado, en la rama de un naranjo y las lenguas

mordientes se soltaron (González Montalvo, 1960/1993: 90).

198
En el texto encontramos cuatro casos de abuso de hombres hacia mujeres, un tema más

común ya sea que se realice por venganza o por considerar a la mujer el sexo débil que

debe ser sometido a la virtud del más fuerte. El primero es un abuso doble: mientras

Manuel Caminos abusa de la Juanita Estrada, Jacinto Caballero abusa de la madre de esta.

El siguiente es de Jacinto Caballero hacia la madre la Cumicha y por último Jacinto

Caballero hacia la Cumicha. En este último, la Cumicha luego de haber quedado

embarazada, muere durante el parto; a saber:

La Juanita comprendió la jugada y fulminó al hombre con una mirada colérica,

mientras se dirigía a Procopio:

De pasadita me llevás al rancho. Tengo sueño.

Don Jacinto, bajito al oído de Manuel:

Mejor, en el rancho solo estará la nana y ella, pues el tata está fondeado en la

galera. Por hacerle la campaña a Ud. me conformaré con la vejuca.

Así fue como mientras Procopio se alejaba de la fiesta, perdido entre la neblina

gris de la madrugada húmeda, los dos cobardes violaban miserablemente, en

el rancho de la vega, a las dos indefensas mujeres (González Montalvo,

1960/1993:80,81).

El siguiente caso de abuso es del Jacinto Caballero hacia la madre la Cumicha, la esposa

de Sabino Avilés:

La señora Clara sabía que su marido tenía sobrada razón en este caso. En su

propia carne experimentó tiempos atrás, la justeza de aquellas palabras […]

199
Don Jacinto que en sus tiempos de pelagatos anduvo tendiendo el ala a la

doncella esquiva sintió de nuevo avivada por el odio que guardaba para

Sabino, su rival afortunado, viva atracción por la declinante y marchita belleza

de su antigua pretendida. Y lo que no pudo obtener por cariño lo consiguió

con amenazas. De esto Sabino jamás se dio cuenta (González Montalvo,

1960/1993:175).

Por último y el caso más marcado es la violación de la Cumicha. Luego de la

información proporcionada por ña Úrsula, Don Jacinto junto con algunos de sus hombres,

se va a buscar a la Cumicha hasta la casa de sus padrinos de dónde la secuestran:

Y en la noche espesa los satélites de don Jacinto echaron al suelo la puerta de

la casa de Guillermo: con pistolas desnudas impusieron silencio a las mujeres

atemorizadas y se llevaron a la Cumicha (González Montalvo,

1960/1993:179).

Pero es que es cierto, vaya, es cierto lo del asalto a la casa de mi padrino, cierto

que don Jacinto me tuvo no sé cuántos días en el rancho de la montaña,

haciendo conmigo lo que le venía en gana… vaya, ya lo sabés (González

Montalvo, 1960/1993:181).

Maltrato por parte de las autoridades:

El maltrato por parte de las autoridades es algo constante. Especialmente hacia los

colonos de las haciendas porque los consideraban personas holgazanas. Asimismo, la

constante aparición de las autoridades en las haciendas a vigilar, indica que había una

amenaza en los aires sobre un posiblemente levantamiento de los indígenas/campesinos:

200
Como se lo veniya contando, compa, esto se pone peor que color de hormiga,

¿ya sabe usté?

¿Lo de los guardias que ha mandado a traer el valiente?

Que hay cómo ciento y con todo y rifles y otras máquinas del diablo, pero no

sólo es eso, no se crea que solo es pa meter miedo. El viejo ha hecho un buen

caldo y los hombres traen ordenes de acabar con todo[…] ha dicho que todos

los mozos de Santa Lucía y de las haciendas a la redonda se han juntado y que

antenoche quisieron asaltar la Hacienda y que a pura bala logró retirarlos, pero

que anoche esperaba un nuevo ataque y por eso vinieron los agentes para

rechazarlos y someter a los que por casualidad queden vivos, a la obediencia;

esto va a ser una cosa fea, compadre (González Montalvo,1960/1993: 54, 55).

Los sucesos de 1932

Se puede observar en algunos indicios, un preámbulo a este año, cuando los

indígenas/campesinos comienzan a ser visitados e instruidos por personajes que llegan de

otros lugares. Un ejemplo para esto es el caso del extraño que instruye a Barbasco sobre

grandes obras cuya realización estaba destinada a las masas despreciadas (González

Montalvo, 1960/1993: 197). Asimismo, en el prólogo, el autor hace referencia a doctrinas

exóticas que invadieron el país y que desataron ventarrones de duelo y de tragedia

(González Montalvo, 1960/1993: 29) lo cual podría interpretarse como una referencia a

los sucesos de 1931 y 1932 respectivamente.

Además, en el desenlace de la obra, los indígenas/campesinos, compañeros de

Barbasco, al verlo muerto, matan al patrón e incendian la hacienda Santa Lucía, tal acción

201
podría verse como una representación de levantamiento indígena/campesino del 22 de

enero de 1932:

Juan Avilés recogió su grito y lo tremoló como bandera de venganza.Saltó la

puerta bajo el filo de los corvos y la turba rabiosa penetró a las habitaciones,

de donde no tardaría en salir gritos de angustia. Todo fue rápido. Una racha

de sangre segó a los mozos y los corvos saldaron antiguos y nuevos rencores.

Uno raspó un fosforo y momentos después, ardía la casa de la Hacienda

convertida en una gigantesca hoguera, que alumbraba el sinestro grupo de

hombres dolientes que velaban el cuerpo de Barbasco, mientras otros cavaban

la fosa para el ultimo reposo (González Montalvo, 1960/ 1993: 212)

3.4 Presentación de los temas dentro de la obra literaria (espontáneos, sugeridos)

En esta novela se encuentran temas tanto temas espontáneos como sugeridos. Con

respecto a los sugeridos se observa que cada capítulo sigue un orden lineal en el que se

continúa la historia comenzada en el anterior. Sin embargo, dentro de cada capítulo se

desarrollan otros temas que aunque tienen relación con la historia son parte de los

recuerdos del personaje en cuestión.

En su mayoría los temas espontáneos se desarrollan en flashbacks de los personajes a

través de una determinada acción del presente los llevó a recordar un suceso de muchos

años anteriores. Estos temas espontáneos ayudan a entender la historia y algunas de las

transformaciones de los personajes, por ejemplo, en el capítulo uno mientras Barbasco y

Juan Avilés están pescando, Barbasco tiene un flashback que permite conocer las razones

por las cuales abandonó la hacienda La Florida:

202
Chico Paco no estaba dormido. Estaba recordando […] Chico Paco se vuelve

a sumir en sus recuerdos […] Y Chico Paco, forzando su memoria se ve en

una finca volcaneña, entre cafetales floridos de embrujante aroma-mocozuelo

tierroso y arisco […] Era fuerte ágil, y luchaba con los toretes de las lecheras

y los vencía. Subía las laderas con cargas inverosímiles, pero su gran actividad

no lograba gastar todo lo que daban sus carnes y sentía que algo pugnaba por

encontrar salida (González Montalvo, 1960/1993: 42).

Barbasco ante la evidencia de los hechos, tuvo que comprender la verdad, y

como al fin de cuentas era un chiquillo con pretensiones de hombre, resolvió

con lágrimas su pena y toda la actividad de antaño se le trocó en una desidia

espantosa (González Montalvo, 1960/1993:43).

Los temas espontáneos van surgiendo conforme se va desarrollando la narración.

Muchos de estos temas son historias de algún personaje que le permite al lector entender

las trasformaciones que sufren estos y los giros que da. Por ejemplo, en el caso de Jacinto

Caballero, el dueño de Santa Lucía, es a través de temas sugeridos que se da a conocer

cómo pasó de ser colono, luego un mayordomo y por último el dueño de la hacienda Santa

Lucía.

Al respecto de esta estructura y el desarrollo de los temas, Acevedo (1982) afirma que

hay dos dimensiones de tiempo: una sincrónica y una diacrónica. De la misma manera,

certifica que la novela tiene dos caracteres: uno individual y uno colectivo.

El carácter individual se puede observar en la descripción de cada personaje, en ambas

dimensiones: sincrónico y diacrónico. La descripción de los personajes va acompañado

203
de un suceso que está relacionado con algún patrón. El primero que aparece en la

narración es la descripción de la Fulja, a través de una retrospección de Barbasco.

En la diacrónica, se puede observar que los recuerdos de los personajes (Acevedo,

1982, los cataloga como retrospecciones) que pueden durar de un párrafo a varias páginas

y adquieren autonomía dentro de la ficción posteriormente. Esto sucede cuando todos los

recuerdos se enlazan y le dan carácter colectivo. En ese sentido, la descripción individual

de cada personaje se une para darle un carácter colectivo: todos están relacionados con

algún atropello del patrón.

Cabe mencionar que la dimensión diacrónica no solo da antecedentes de la acción

presente sino también proporciona manifestaciones alternas del carácter colectivo. En

otras palabras, la dimensión diacrónica se desarrolla a través de las retrospecciones o

flashbacks de los personajes que al final de la narración de unen y dimensión sincrónica

está compuesta por las acciones de los personajes en el presente.

3.5 Objetivo del tema (denunciar, justificar o presentar)

El objetivo de la novela Barbasco (1960) es denunciar las condiciones de vida de los

indígenas/campesinos pero con un matiz pintoresco, aunque Acevedo (1982: 353) señala

que además de ser una presentación del campo salvadoreño implica una mayor

conciencia social y una justa preocupación por la vida de miseria y explotación que

padece el campesino. Asimismo, los sucesos de los años 1931 y 1932 son tocados de

manera sutil en el prólogo del autor y en desarrollo de la novela.

IV. CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE PROTAGONISTA

4.1. Nombre del propio del personaje


204
El protagonista de este texto recibe tres nombres a lo largo de la historia y los alterna

varias veces. Entre ellos encontramos: Francisco, Chico Paco y Barbasco. El primero que

aparece en la narración es Chico Paco; sin embargo, se asume que su nombre inicial era

Francisco:

La gente se olvidó del que presumían le habían puesto en la pila bautismal,

Francisco, Francisco a secas, pues él se agregaba, a falta de un apellido legal,

el que le venía a la mente, tomándolo prestado de sus conocidos: Marroquín,

Galdámez, cualquiera (González Montalvo, 1960/1993: 34).

A partir de su nuevo oficio de pescador, en el cual afecta los intereses de los

terratenientes, lo nombran Barbasco:

Pero se dio con tanto empeño a su tarea que los finqueros comenzaron a

molestarse. El agua poca, principalmente en el verano, no corría y las hembras

grávidas que la bebían, malparían en los potreros. Lo persiguieron y se hizo

de nombre con el remoquete de Barbasco (González Montalvo,

1960/1993:34).

Después, cansado del trato de los patrones, los giros de la vida y el desamor,

Barbasco emigra hasta que encuentra una nueva hacienda en la que de nuevo

su nombre sufre una trasformación; los colones de esa hacienda lo nombran

Chico Paco:

Como ignoraban su pasado, ignoraban también su apodo. Él les dijo que se

llamaba Francisco, Francisco a secas, que el apellido se le perdió junto con

205
sus haberes y sus ahorros en una mala encrucijada de la vida. No le

preguntaron más y por no llamarle Chico a secas le agregó el otro diminutivo.

Aquello le agradó. Barbasco fue de la Fulja-racha de sensualidad dolorosa en

su vida alboreada-, Chico Paco, ¿de quién sería Chico Paco? (González

Montalvo, 1960/1993:43).

Posteriormente, ya pasado algún tiempo en la hacienda de Santa Lucía y luego de

muchos sucesos, entre ellos la muerte de su esposa, la Cumicha, Chico Paco cambia de

nuevo su nombre a Barbasco. En este punto, un nuevo personaje aparece y le habla de

grandes obras cuya realización estaba destinada a las masas despreciadas (González

Montalvo, 1960/1993:197). Inspirado por las enseñanzas de este tipo, Chico Paco, decide

cambiar su nombre con el fin de convertirse en el caudillo de los oprimidos, como se

muestra en la siguiente cita:

Ahora, para su nueva vida, ansió en definitiva su apodo de chiquillo. Barbasco

lo sentía más íntimo, llevaba en sus tres silabas el encanto de un misterioso

temor, de potencialidad dormida. Chico Paco no significaba nada y sí lo aceptó

fue por regalarse, todo nuevo al amor de la Cumicha. Ahora para la nueva faz

que quería enseñarle la vida, prefería su nombre de combate. Y ser ya para

siempre, Barbasco (González Montalvo, 1960/1993:198).

4.2. Etiqueta semántica: predicado y notas intensivas

La etiqueta semántica de los personajes se construyó a través de predicados semánticos

que es lo que se dice sobre él a lo largo del discurso. Su fin es construir interpretativamente

lo que el personaje es y representa dentro de la novela desde diferentes fuentes: a) juicios

206
aportados por el narrador, b) datos procedentes de otros personajes y c) criterios

procedentes de la opinión y conducta del propio personaje.

a) Juicios aportados de forma directa por el narrador

Al respecto de los juicios que proporciona el narrador sobre el personaje principal,

Barbasco, destacan datos sobre la infancia de éste, cómo creció, la adquisición de su

nombre y su desarrollo dentro de la Hacienda La Florida:

Chico Paco, forzando su memoria se ve en una finca volcaneña, entre cafetales

floridos de embrujante aroma-mocozuelo tierroso y arisco […] Al patrón de

la Florida le cayó en gracia el chiquillo medio salvaje y valiente, lo llevó a las

casas, lo vistió y desde entonces no le faltó nada. Trabajaba en la granja,

aprendió a leer, y en ese nuevo ambiente traspasó los umbrales penumbrosos

de la adolescencia (González Montalvo, 1960/1993: 34, 35).

b) Datos procedentes de otros personajes que pueden cambiar a lo largo de la novela

Otro de los datos que se observan dentro del texto con respecto al personaje principal

es la forma como lo llama Juan Avilés uno de los otros peones de la hacienda Santa Lucía.

Este denomina a Chico Paco entrador en varias ocasiones:

Jale Chico Paco que están picando fuerte ¿qué se habrá dormido, entrador?

[…] Veya que dice, entrador, si prefiere nos vamos […] Simacito lo pica,

entrador (González Montalvo, 1960/1993:33, 44).

Además de las anteriores denominaciones que recibe de los personajes, se encuentra la

razón por la cual los dueños de algunas fincas deciden llamarlo Barbasco. Este nombre se

debe a su afición a pescar:


207
Lo persiguieron y se hizo de nombre con el remoquete de Barbasco. La gente

se olvidó del que presumían le habían puesto en la pila bautismal, Francisco,

Francisco a secas […] (González Montalvo, 1960/1993: 34).

c) Criterios procedentes de la opinión y conducta del propio personaje

El personaje principal, es decir Barbasco, nunca da un juicio sobre sí mismo, la mayor

parte de las descripciones o datos sobre este personaje las da el narrador o los personajes

secundarios.

4.3. Funcionalidad y dimensión actancial

Según G. Maestro (1995), el personaje principal, omnipresente y protagonista del relato

debe ser un personaje actancial y funcionalmente operante, mientras que los demás, si

bien son sujetos de acciones propias, sólo son piezas o eslabones transitorios durante toda

la narración. Por lo tanto, el sujeto principal de la obra debe estar inmerso en una secuencia

de acciones que lo constituyan en un personaje actancial.

De ahí que, siguiendo la propuesta de Brémond (citado en G. Maestro, 1995), el

personaje actancial debe estar sujeto una secuencia de acciones, que conlleva tres

funciones, las cuales son situación inicial de deseo, medios para logra su satisfacción y

por último, desenlace final.

a) Situación inicial de deseo:

Barbasco decide cambiar de vida, decepcionado por todo lo que le acontece determina

que lo mejor para él es irse de la tierra que lo vio crecer. Es así como luego del desamor

208
que sufre a causa de la Fulja, emigra a las afueras de las faldas del volcán donde siempre

había vivido:

Barbasco ante la evidencia de los hechos, tuvo que comprender la verdad, y

como al fin de cuentas no era más que un chiquillo con pretensiones de

hombre, resolvió con lágrimas su pena y toda actividad de antaño se le trocó

una desidia espantosa (González Montalvo, 1960/1993: 43).

Barbasco trabaja de muchas cosas hasta que finalmente llega la hacienda de Santa

Lucía:

Ahora se ahogaba en las faldas del volcán que lo vieron crecer, y pensando

que el mundo era muy ancho, abrió las alas. Y se fue de pueblo en pueblo,

tanteando de diversos modos de pasar vida: estuvo en San salvador, trabajó en

lo que pudo y no la pasaba mal, pero el anhelo del campo se afincó en él con

toda la fuerza de su encanto y no queriendo volver a las fincas volcaneñas, tiró

para las haciendas de las planerías (González Montalvo, 1960/1993: 43).

b) Medios para lograr su objetivo:

Para llevar a cabo un cambio completo, el personaje principal necesita de otros

personajes. En este caso, uno de los medios para lograr sus objetivos es la relación de

amistad que mantiene con Sabino, quien lo acoge en su casa y eso le permite decidir si

quedarse o seguir buscando una nueva hacienda:

Así llegó, ansioso de ilusiones al chirrinal y se arrimó al abrigo de la casa de

Sabino Avilés. Compartió con sus nuevos protectores los trabajos de la tierra,

fecunda y buena y el transcurso de los meses hizo que lo consideraran como


209
de la familia; un hijo más para el viejo Sabino, que tenía tantos que hacia ratos

había olvidado la cuenta (González Montalvo, 1960/1993:43).

La relación que mantiene con la Cumicha, la hija de Sabino, es otro de los medios que

ayuda a Barbasco. Esta relación con ella aunque no es muy estrecha, permite que Barbasco

soporte algunas de las atrocidades de los patrones. Una de las novedades de esta relación

es que le permite cierta sanación a Barbasco, específicamente del amor de la Fulja:

Sentía que su afecto por la Cumicha iba creciendo día a día. La quería con un

amor sereno, hondo, distinto, enteramente de aquella pasión arrebatada que

calcinó sus tuétanos en su despuntar sexual, entre los brazos morenos de la

Fulja (González Montalvo, 1960/1993:107).

Además de las anteriores, se encuentra un personaje extraño en la narración que

transforma la perspectiva que Barbasco tiene de los patrones dueños de haciendas y sus

actitudes hacia los colonos. Este personaje, de quien no se menciona nombre, encuentra

en Barbasco, terreno fértil para fomentar su doctrina. La orientación de este personaje

permite que Barbasco comience a hablar con sus compañeros sobre la necesidad de

cambiar las condiciones de vida y decida convertirse en el caudillo de los oprimidos:

Buen cuidado tuvo el Mentor de hacerlos odiar en don Jacinto, a todos los de

su clase, a los que tenían dinero para explotar al pobre. Abandonaron para sus

charlas los patios barridos donde a la luz de la luna otrora cambiaron parcas

impresiones ante el ir y venir de las mujeres (González Montalvo,

1960/1993:198).

c) Desenlace

210
Aunque los esfuerzos de Barbasco de salir adelanten, son admirables. Luego de la

muerte de la Cumicha y la continua explotación de los patrones hacia sus compañeros,

recuerda las enseñanzas del extraño y las pone en práctica. Los indígenas/campesinos se

allegan a él para que sea su vocero ante el patrón:

¿Ya ven? ¿Y hoy qué hacemos?

La pregunta tembló sin respuesta.

Los ojos y las esperanzas buscaron otra vez el consuelo extraño de Barbasco.

En la galería frentera apareció insolente, burlón, el amo. Al cinto las pistolas

de mangos nacarados y largo cañón pavonado.

Los compañeros lo empujaron:

Hablale vos, Barbasco, hablale (González Montalvo, 1960/1993: 211)

Sin embargo, en el proceso de interceder por ellos, es asesinado a manos del patrón de

la hacienda:

Era demasiado para don Jacinto y fuera de sí, requirió el revólver y lo vació

en el cuerpo indefenso del muchacho que se desplomó sobre el empedrado de

la reguera […] Una larga exclamación de asombro broto de los pechos

angustiados. Don Jacinto desapareció en las casa […] Pasado el estupor

corrieron junto al compañero. Barbasco era un guiñapo, perforado por los

plomos: ¡Compañeros! (González Montalvo, 1960/1993:212).

4.4. Relaciones de transformación del personaje

A continuación se examinaran las relaciones que experimentan en el discurso algunos

personajes en su relación con el sujeto principal:

211
• Relación Barbasco- Fulja: objeto de amor frustrado

Desde el momento que Chico Paco se fija en la Fulja, el mundo de los adultos comienza

abrirse paso para él porque descubre que además del gozo que le proporciona la relación

con ella, también hay muchos sinsabores:

Tené cuidado, Barbasco, te habís zampado en un avispero. La Fulja es del

Patrón, y sí él se da cuenta que le montás el caballo te puede costar caro […]

(González Montalvo, 1960/1993: 39).

La relación con la Fulja le permite no solo tomar la iniciática de querer algo mejor e

irse sino que saber que mientras sea pobre, lo que él quiera está sujeto al poder de una

figura poderosa, en este caso al patrón de la Florida:

En su alma simple no cabían esos pensamientos ¿Qué podría apetecer el

Patrón en el cuerpo de la Fulja? ¿No tenía a la Patroncita linda hasta ya no

poder, rubia, blanca con aquellos ojos azules tiernitos y buenos? ¿No pasaban

todo el tiempo achucuyados uno a otro cambiando besos? La Fulja estaba

buena para él, su cuerpo de barro, secado al sol tibio y suave se hermanaba

con el suyo que no sabía de suavidades ni caricias […] (González Montalvo,

1960/1993:42).

Barbasco descubre mucho tiempo después de las advertencias de sus compañeros, que

la Fulja en efecto pertenece al Patrón y experimenta mucha infelicidad al descubrir la

verdad:

Barbasco, ante la evidencia de los hechos, tuvo que comprender la verdad, y

como al fin de cuentas no era más que un chiquillo con pretensiones de


212
hombre, resolvió con lágrimas su pena y toda la actividad de antaño se le trocó

en una desidia espantosa (González Montalvo, 1960/1993:43).

• Relación Barbasco-Sabino: objeto de amistad

Sabino es uno de los colonos más antiguos de la Hacienda Santa Lucía. Es por ello

que todos los colonos le tienen aprecio y respeto. También cuando hay un problema todos

acuden a él en busca de consejos. De esta manera es que Barbasco llega hasta el rancho

de Sabino, y al encontrar calidez en la compañía de Sabino, decide quedarse:

Así llegó, ansioso de ilusiones, al chirrinal y se arrimó al abrigo de la casa de

Sabino Avilés. Compartió con sus nuevos protectores los trabajos de la tierra,

fecunda y buena y el transcurso de los meses hizo que lo consideraran como

de la familia; un hijo más para el viejo Sabino Avilés, que tenía tantos que

hacia ratos había olvidado la cuenta […]Y estaba contento, por fin había

encontrado algo del calor que nunca conociera , del verdadero calor

hogareño(González Montalvo, 1960/1993:43).

• Relación Barbasco- la Cumicha: objeto de amor

En la Cumicha, Barbasco encuentra lo que no encontró en la Fulja: amor verdadero. El

amor con la Fulja era un amor de joven, por lo tanto un poco inmaduro más ligado a la

intimidad sexual:

213
Barbasco sonreía. Por sentir el gusto de ver salir a la Cumicha, como llamaban

propios y extraños a la Maruca, en defensa de su persona, hubiera resistido,

feliz, los mayores tormentos […] Sentía que su afecto por la Cumicha iba

creciendo día a día. La quería con un amor sereno, hondo, distinto de aquella

pasión arrebatada […] en la Cumicha amó todo lo que en la otra no encontró:

la reposada tranquilidad de espíritu que reflejaba su mirada mansa, la completa

armonía de su cuerpo […] (González Montalvo, 1960/1993:106,107).

En cambio, en la Cumicha encuentra consuelo y paz. Ese amor que día a día va

creciendo, le permite a Barbasco soportar muchas cosas sin renegar y buscar la manera de

cambiar su futuro:

Sus ojos habían buscado el rostro adorado. En las pupilas de la Cumicha, fijas

en él, campeaba un amoroso agradecimiento. Cuando ella, como otras noches

le sirvió la comida, sus manos temblaron azoradas al rozarse con las suyas

[…] Y para refrenar su anhelo, se había hecho la promesa: A la vuelta le digo

que la quiero (González Montalvo, 1960/1993:161).

• Relación Barbasco-el extraño: objeto de conocimiento

Esta relación con el extraño que llega de tierras lejanas, es una fuente de conocimiento

para Barbasco. El extraño lo instruye sobre nuevas doctrinas para cambiar el mundo,

especialmente la vida de las masas despreciadas (González Montalvo, 1960/1993: 197).

Es a partir de esto que Barbasco decide olvidar su proyecto de irse a Honduras luego de

la muerte de la Cumicha y comienza a instruir a sus vecinos con las enseñanzas que le ha

dado el extraño:

214
Las frases sin sentido que brotaban de los labios de Chico Paco, tuvieron ya

un significado, un objetivo. En él encontró el Mentor terreno abonado y lo

instruyó en el nuevo evangelio, con la esperanza de que fuera como él,

sembrando la nueva simiente a puñadas, en el viento adverso, hacia la tierra

toda árida y triste, bajo el cielo implacable, implacable azul, hasta que viniera

la noche. Cuando desapareció misteriosamente como vino, dejó un brote

potente (González Montalvo, 1960/1993:198).

• Relación de Barbasco-Jacinto Caballero: objeto de odio

En este caso el odio es de ambas partes. Barbasco odia a Jacinto Caballero porque ha

oprimido a sus compañeros colonos y provocado la muerte de la Cumicha. En cambio,

Jacinto Caballero odia a Barbasco porque está instando a los indígenas/campesinos de

Santa Lucia a que no se dejen oprimir:

Y, al corriente de los grandes peligros que arrastraban las nuevas creencias,

sabedor de las infinitas penalidades a que se vería expuesto, pensó en echarse

para atrás, pero el odio infinito que sentía por el Patrón, causador de sus

desventuras presentes, avivó el rescoldo de sus antiguos sufrimientos

(González Montalvo, 1960/1993:198).

4.5. Intertexto literario y contexto social (a qué hechos de la vida social de la época

hace referencia)

La obra habla de la vida de los indígenas/campesinos de El Salvador, aproximadamente

en la década de los 30. Aunque en ningún momento hace referencia exacta al año, algunas

descripciones a lo largo de la obra dan la pauta que es el año en que desarrolla la historia:

215
Juan Avilés recogió su grito y lo tremoló como bandera de venganza. Saltó la

puerta bajo el filo de los corvos y la turbia rabiosa penetró las habitaciones,

de donde no tardaron en salir gritos de angustia. Todo fue rápido. Una racha

de sangre segó a los mozos y los corvos saldaron antiguos y nuevos rencores.

Por otro lado, una escena en la narración hace pensar en una representación del

levantamiento indígena/campesino del 22 de enero de 1932:

Uno raspó un fósforo y momentos después, ardía la casa de la Hacienda

convertida en una gigantesca hoguera, que alumbraba el siniestro grupo de

hombres dolientes que velaban el cuerpo de Barbasco mientras otros cavaban

la fosa para darle el último reposo (González Montalvo, 1960/1993: 212).

V. NIVEL DEL RECEPTOR

5.1 La recepción de la obra en la crítica literaria (qué dice la critica que representa

el texto).

Barbasco de Ramón González Montalvo fue publicado por primera vez en 1960. Esta

es una novela considera por muchos un texto esencial dentro de la línea del movimiento

costumbrista salvadoreño. Desde su publicación hasta la actualidad, han sido muchos los

investigadores que la han estudiado desde diversas perspectivas entre ellos encontramos:

Hernández Aguirre (1961), Acevedo (1982) y Lara Martínez (2009). Por otro lado, esta

novela ha sido tomado como fuente para estudios lingüísticos debido al lenguaje utilizado

dentro del texto (Recinos Lemus y Caishpal Jacobo, 2010).

216
Hernández Aguirre (1961) y Acevedo (1982) realizan un estudio crítico de esta novela.

Hernández Aguirre (1961) manifiesta en un artículo publicado un año después de la

primera publicación de la novela que:

Barbasco es una novela valiente y de acción, en donde vibra rezuma todo un

mensaje escrito con honradez, sin prejuicios de ninguna clase, con un gran

sentido de la realidad salvadoreña y carente por completo de situaciones

acomodadas a una tesis preconcebida (Hernández Aguirre, 1961:91).

Otro aspecto que toma en cuenta Hernández Aguirre (1961) es la supuesta similitud

entre algunos personajes de Barbasco y la biblia judeo cristiana. El ejemplo más notorio,

según este investigador es el de doña Emilia Casamalhuapa con Bethsabe, la esposa del

rey David. Desde el punto de vista de Hernández Aguirre (1961), los deseos desenfrenados

de doña Emilia son semejantes a los de la reina de la antigüedad.

Hernández Aguirre (1961) sostiene que la estructura de esta novela y su contenido tan

exacto de los campos salvadoreños, ubica a Ramón González Montalvo en el primer lugar

de los novelistas de nuestro país en una forma destacada.

Por otro lado, Acevedo (1982) dice que Barbasco, dentro de la narrativa de González

Montalvo, aunque es una presentación del campo salvadoreño, presenta una perspectiva

más crítica de la vida de los indígena/campesinos de esa época. Este tipo de texto apunta

hacia un tipo de novela que no solo es ficción sino denuncia social.

Asimismo, Acevedo (1982) sostiene que Barbasco es una de las novelas que marcan

la transición entre dos movimientos: del criollismo al neorrealismo en la novelística

217
hispanoamericana. En este punto coinciden con Hernández Aguirre que Barbasco es una

de las mejores novelas de El Salvador y Centroamérica (Acevedo, 1982).

En el otro extremo, Lara-Martínez (2009) revisa Barbasco (1960) desde una

perspectiva más cultural que literaria tomando en cuenta aspectos étnicos. En ese sentido,

se enfoca en tres puntos: el abuso dentro de la literatura salvadoreña como una aspecto de

las relaciones interétnicas, una supuesta similitud entre el personaje de Barbasco y la

nación salvadoreña y en la connotación de colono e indio como elementos interétnicos

presente solo en población de indígenas/campesinos.

En primer lugar, toma la violación de la Cumicha como el mejor y más completo

ejemplo de abuso sexual dentro de la literatura salvadoreña. Además de eso, Lara-

Martínez (2009) sostiene que Barbasco presenta el año de 1932 no como se espera de un

autor de la época sino que, según él, las revueltas presentes dentro de esta novela evocan

temáticas que serán abordadas por muchos historiadores y antropólogos 40 años después.

Por otro lado, Lara-Martínez (2009) encuentra una similitud entre el personaje de

Barbasco y la nación salvadoreña:

Como Barbasco, el país no solo desconoce a sus progenitores; además, es

incapaz de suscribir alianzas entre diversos sectores sociales- colonos y

hacendados-y, por ello, se le dificulta una renovación generacional mestiza

(Lara-Martínez, 2009:61).

También se enfoca connotación de la palabra colono e indio en las relaciones

interétnicas dentro de la novela. Para Lara-Martínez (2009), la palabra colono es engañosa

pues oculta distinciones culturales insospechadas. En cambio, indio en González

218
Montalvo no tiene el mismo valor semántico que en antropología (vestido, lengua y

aspecto físico) sino que está relacionado con un aspecto hegemónico de un personaje a

otro; es decir, un personaje llama indio a otro cuando lo considera de categoría inferior a

sí mismo. En ese sentido, lo étnico dentro del texto lo definen la perspectiva y las

relaciones intersubjetivas.

Por otro lado, Recinos Lemus & Caishpal Jacobo (2010) toman a Barbasco (1960)

como fuente de estudio lingüístico en este caso fonético debido al lenguaje empleado en

este. En ningún momento realizan una opinión crítica de este texto con respecto a su

contenido, se basan en el área de fonética, específicamente en el tipo de palabras utilizadas

por los personajes dentro del texto.

Con respecto al movimiento al que pertenece este texto, Recinos Lemus & Caishpal

Jacobo (2010) ubican esta novela en el Costumbrismo. Según estas investigadoras,

pertenece a este movimiento debido a la caracterización de sus personajes y el vocabulario

empleado por estos. Sostienen que el fin de González Montalvo es la de representar al

indígena/campesino de forma sencilla enfocándose en su diario vivir, su trabajo, su

alimentación, sus relaciones personales y costumbres en los cual se evidencia las

características del costumbrismo.

VI. COMENTARIOS

Barbasco (González Montalvo 1960/1993) es considerada por algunos (Hernández

Aguirre, 1961; Acevedo, 1982) como una de la principales y mejores novelas de El

Salvador y Centroamérica por su estructura y contenido y por la transición de un

movimiento a otro que representa. Por otros (Lara-Martínez, 2009), como un texto con

219
alto contenido cultural en cuanto a relaciones interétnicas se refiere, y por algunos más

como un texto con un rico contenido en el área lingüística.

Asimismo, para Lara-Martínez (2009) Barbasco presenta una denuncia de 1932 no

muy común y un tanto silenciosa, ya que este tema es tratado de manera sutil a través de

indicios durante el desarrollo de la novela y en el prólogo del autor. Aunque durante el

desarrollo de la novela, González Montalvo (1960/1993) no menciona en ningún momento

el año 1932; es a partir de algunas acciones de los personajes que se sostiene que solo se

toca de manera sutil los sucesos de este año, como la escena en donde Juan Avilés y los

demás indígenas/campesinos prenden fuego a la hacienda de Jacinto Caballero (González

Montalvo, 1960/1993), la cual podría verse como una representación del levantamiento

indígena/campesino del 22 de enero de 1932.

Posiblemente lo mencionado anteriormente, se deba a que la obra fue escrita

aproximadamente 13 años después y publicada 28 años después de los sucesos. Los

indicios que se encuentran también están relacionados con doctrinas extrañas de la misma

manera que se observa en la breve introducción del autor una advertencia explícita;

probablemente sea sobre el comunismo a la cual en ningún momento nombra sino que

simplemente llama doctrina exótica (González Montalvo, 1960/1993: 29).

En cuanto a la presentación del protagonista literario, Barbasco es un

indígena/campesino que ha sufrido mucho desde su infancia. Este personaje ha disfrutado

muy pocas alegrías durante su vida; uno de las situaciones que más lo marca es el desamor

que le permite emigrar y conocer más del mundo. Es así como llega a una nueva hacienda

y allí continua sufriendo por los abusos del patrón, hasta ese momento puede catalogarse

220
como un sujeto pasivo. Sin embargo, aparece un personaje extraño que lo instruye sobre

nuevas doctrinas y lo transforma de tal manera que Barbasco, anteriormente llamado

Chico Paco, decide cambiarse el nombre.

A partir de esta instrucción que recibe, sus cambios son evidentes de tal forma que

comienza a instruir a los demás indígena/campesinos de una manera sutil, pero casi hasta

al final de la narración es cuando se observa el producto de las enseñanzas del personaje

extraño. También es en esta parte donde se observa que los indígenas/campesino con los

que ha compartido sus conocimientos los ponen en práctica al oponerse al patrón en las

acciones que quiere tomar y asesinarlo (González Montalvo, 1960/1993).

221
CAPÍTULO V

CONCLUSIONES

222
El suceso de 1932 es muy marcado en todos los discursos que se han abordado. Desde

los que son considerados como parte de la no ficción (histórico, periodístico, cultural y

trabajos de grado) en los cuáles se percibe una tematización que oscila entre el comunismo

y el anticomunismo; hasta los textos literarios, que por su naturaleza son ubicados dentro

de la ficción.

En cuanto a los autores que tematizan la matanza del 22 de enero de 1932 en El

Salvador durante los años de 1930 hasta 1960 se resumen. Se encuentran Alemán Bolaños

(1944), Ibarra (1947), Machón Vilanova (1948), H. Ibarra (1957), Cruz (1960) y

González Montalvo (1960). Cabe mencionar que todos ellos se pronunciaron algunos años

después de los sucesos de 1932 y de la caída de la dictadura del Gral. Hernández Martínez.

De igual forma, es importante advertir, que tanto Machón Vilanova como Alemán

Bolaños, se desempeñaron como parte del cuerpo diplomático del General Martínez. Por

lo tanto es posible que a partir de ahí, surja una postura oficialista en sus textos.

Por otra parte, Ibarra (1947) militó en el Socorro Rojo Internacional, en la Federación

Nacional de Trabajadores de El Salvador (FNTES) y en la Federación Regional (FRTES),

lo cual proporciona un panorama de su militancia en el ámbito político; esto se evidencia

también en su discurso literario.

En relación a la tematización que se hace de la matanza de 1932 en el discurso literario

se puede observar que en las novelas El oso ruso (1944), Cafetos en flor (1947), Ola roja

(1948), Tembladerales (1957), Durante el reinado de los centauros (1960), y Barbasco

(1960), se presentan como tema principal diversos problemas sociales que atravesaba el

país en aquel tiempo, abordando como tema secundario a la matanza de 1932, dándole un

223
trato breve y cauteloso a dicho evento. Cabe advertir, que estos textos podrían pertenecer

a la novela histórica, dada su característica principal de representar sucesos históricos a

través de la ficción.

Si bien, los sucesos ocurridos en el crepúsculo del mes de enero de 1932 son abordados

como temas secundarios en las obras en cuestión, los acontecimientos que dieron como

resultado la matanza de ese mes son desarrollados a lo largo de toda la narración. En El

oso ruso (1944) los sucesos se presentan como una moraleja, la cual deja claro que el

efecto que produce la adopción del comunismo ruso es desastrosa. Lo mismo sucede en

Cafetos en flor (1947) en donde los hechos son mostrados a lo largo de la narración y los

sucesos ocurridos el 22 de enero de 1932 se desarrollan en un capítulo. No obstante, el

autor al contrario de El oso ruso (1944) realiza una denuncia en contra del Estado y el

cuerpo militar, narrando los abusos que estos hacían al pueblo, por lo cual estos deciden

formar agrupaciones sindicales para hacer valer sus derechos.

Por otra parte, Ola roja (1948) tematiza los acontecimientos bajo el telón del amor

entre dos personajes con status y etnias diferentes, con lo cual el autor deja claro la

existencia de dos hemisferios opuestos: el bien y el mal, la izquierda y la derecha, los

conservadores y los liberales. De esta manera plasma así que, la etnia inferior (el rebelde

o malo) al final es vencido. Por otro lado, en Tembladerales (1957) el escritor aborda los

sucesos de 1932 de una forma en la cual no toma una postura ante la brutal represión, en

contra de una raza hambrienta, puesto que sólo menciona los acontecimientos y centra su

temática en otros aspectos evadiendo así la denuncia de los hechos que marcaron al país

en enero de 1932.

224
En cuanto a Durante el reinado de los centauros 1932 a 19??(1960), el escritor trata

el levantamiento indígena/campesino y la matanza de 1932 de tal manera que deja ver su

propio carácter, postura y pensamiento al respecto del tema a lo largo del discurso. Si bien

su denuncia no es mordaz, sin embargo, no deja pasar ningún abuso de poder e injusticia

que cometieron los cuerpos militares en contra de la clase desposeída. Con respecto, a la

tematización sobre los sucesos de 1932 lo hace a manera de memoria.

Con respecto a Barbasco (1960), el año de 1932 es tratado de manera sutil a lo largo

de la narración. En unas pocas escenas se puede percibir una representación del

levantamiento indígena/campesino del 22 de enero de 1932. Asimismo, antes de iniciar la

obra, el autor hace una breve mención sobre doctrinas exóticas en una especie de prólogo

en la cual probablemente haga referencia al comunismo, una de las posibles causas del

levantamiento indígena/campesino según el autor.

En cuanto al tratamiento que los escritores hacen de los protagonistas literarios en las

novelas, se puede observar que el indígena/campesino está sumergido en los sucesos del

22 de enero de 1932. Tal es el caso de la obra El oso ruso (1944), en la que el sujeto

principal es un extranjero de nacionalidad rusa que es presentado como el intruso que

instruyó e instó a los indígenas/campesinos a sublevarse en contra del patrón que es el

opresor. Asimismo, en la novela Tembladerales (1957) el sujeto protagonista también es

un extranjero. Sin embargo, este no es descrito como un intruso, más bien, es presentado

por el escritor como un personaje pacífico que busca ayudar a los indígenas/campesinos a

través de la implementación de algunos cambios de carácter social en la comunidad de El

Sauce, de esta forma los habitantes podrán desarrollarse a sí mismos.

225
Por otra parte, en Ola roja (1948) son dos los sujetos principales opuestos en relación

al status social, cultural y étnico. El primero: Roberto representa a la clase burguesa, pero

con conciencia social, porque sus principios morales le motivan ayudar a los más

desposeídos. En cuanto al segundo protagonista se encuentra María Gertrudis, quien viene

a ser el personaje literario que representa a los grupos étnicos de aquel momento. Ella es

presentada por el escritor como una mujer sumisa, en un primer momento de la narración,

después, a consecuencia de las injusticias sociales por parte de la burguesía y las

autoridades, su personalidad es transformada radicalmente, al grado de ser una líder

comunista, sin embargo, su carácter se ve transformado al darse cuenta que ser una líder

comunista no traerá resultados positivos a las clases desposeídas. De ahí que, ella se

convierte en una mujer con conciencia social. En resumen, se puede observar que Machón

Vilanova (1948) muestra las dos clases sociales que se vieron envueltas en los

acontecimientos de 1932, así como ser parte de un grupo opuesto al poder político, social

y económico, no trae resultados positivos.

Por otra lado, los sujetos principales en Cafetos en flor (1947) y Durante el reinado de

los centauros 1932 a 19?? (1960) son personajes originarios de El Salvador, con ideas de

libertad. Dentro de la historia de Cafetos en flor (1947), Jorge Ibáñez, como en Durante

el reinado de los centauros 1932 a 19?? (1960), Juan Carpio, son líderes, y protagonistas

de las acciones que se presentan en las obras. Tanto Ibarra (1947) como Cruz (1960)

muestran a ambos personajes como seres inteligentes, astutos, y dotados por ciertas

características que los hacen ser diferentes al resto de los personajes. Además, en ambas

novelas hay ausencia de personajes extranjeros que presentan protagonismo como líderes

dentro de la historia, como se muestra en El oso ruso (1944) y Tembladerales (1957). En

226
efecto, los líderes son nacionales. No obstante, cabe aclarar que en Cafetos en flor (1947)

el sujeto principal posee un carácter étnico, debido a que es un afrodescendiente, etnia

que durante la historia del país ha sido marginada. En cuanto a Durante el reinado de los

centauros 1932 a 19?? (1960) el personaje principal representa a la clase baja del país y

no posee ningún carácter étnico.

Por último, González Montalvo (1960) presenta en Barbasco al personaje literario con

rasgos indígenas. Es decir, el escritor deja entre ver la clase étnica de un indígena. Si bien

el sujeto principal, denominado Barbasco es totalmente operante dentro de la narración,

carece de las cualidades de ser un líder, debido a que es necesario que se muestre a otro

personaje cuya identidad es desconocida para que inste a Barbasco a sublevarse en contra

de los patrones opresores. En efecto, el autor deja claro que los indígenas no poseen las

cualidades para llevar a cabo una insurrección, por lo tanto, es necesario la intervención

de un personaje extranjero.

Por lo que se refiere al abordaje que ha hecho la crítica literaria sobre las novelas

estudiadas, se puede decir que el investigador Lara-Martínez (2009) es quien ha elaborado

un estudio más exhaustivo sobre la narrativa en cuestión. Con respecto a El oso ruso

(1944), el crítico expone que el líder extranjero se reviste bajo una figura masculina, y lo

maleable, el carácter indígena queda disfrazado con un aspecto femenino. Con todo esto,

se produce una despersonalización del indígena, dejando sin voluntad a los líderes

indígenas de la época, proporcionándole liderazgo a otros: Martí e Iván. Por último, en El

oso ruso (1944) la simplificación de lo étnico hace referencia a que el indígena, clase

media y pueblo quedan relegados al proletariado salvadoreño (Lara-Martínez, 2009). Por

227
otro lado, el autor sostiene que existe un olvido de la mujer indígena en el testimonio y en

la actualidad historiográfica. Y que sólo la ficción de los treinta y cuarenta le conceden

personalidad política activa a la mujer indígena (Lara-Martínez, 2012). Mientras que, en

un estudio posterior Lara-Martínez (2013) sustenta que El oso ruso (1944) es una novela

reaccionaria en la cual existe un vínculo estrecho entre el abuso sexual de las indígenas

y el levantamiento. Por último, en conjunto con Lindo Fuentes y Ching (2010) plantean

que la trama de la obra está en vuelta en relaciones románticas que son empleadas como

metáforas del drama socio-político salvadoreño, en la que dichas relaciones finalizan en

fracaso.

En cuanto a Cafetos en flor (1947), Lara-Martínez (2012) expone que dicha obra es un

relato auténtico que reemplaza la mentira de sus predecesores. Esta mentira que

permanece en el siglo XXI por la supresión deliberada por la experiencia de vida. Por otra

parte, plantea que la novela es un relato que sugiere una doble enseñanza: no hay historia

sin supresión de archivos, no hay testimonio sin mirada retrospectiva de un pasado

revocado. Asimismo, Lara-Martínez (2012) declara que la novela en cuestión ha sido

tachada adrede por la izquierda salvadoreña. Por último, Lara-Martínez (2013) sostiene

que dicha obra ha sido condena a la hoguera por la historia del siglo XXI.

En lo que se refiere a Ola roja (1948), Lara-Martínez (2009) expone que es una novela

que la generación de los treinta escribió sobre el levantamiento de 1932. La problemática

que trata es étnica y de carácter sexual; asimismo, toda acción política e indigenista está

dirigida por forasteros. De igual forma, el crítico cataloga la obra como una novela de

carácter liberal, en donde se presenta a la mujer indígena como una de las líderes políticas

228
del comunismo (Lara-Martínez, 2010). También en 2012 manifiesta que la imaginación

literaria de los años treinta presenta una correlación directa entre acoso sexual y

levantamiento, más allá de la reconocida pérdida indígena de las tierras del común. Y del

poder municipal que se mantiene en manos ladinas. En fin, en 2013 plantea que en la

novela se refleja la distinción de razas.

En cuanto a Tembladerales (1957), Lara-Martínez (2013) considera que la novela no

presenta los recursos para ser catalogada como una novela histórica, debido a que el

argumento que propone el escritor es totalmente inverosímil.

Al respecto de Durante el reinado de los centauros 1932 a 19?? (1960), Lara-Martínez

sólo presenta un fragmento de la novela, posiblemente para dar a conocer de la existencia

de la obra.

Por último, en Barbasco (1960), Lara-Martínez hace una revisión de carácter cultural,

tomando en cuenta aspectos étnicos. En este sentido se enfoca en tres puntos: el abuso en

la literatura salvadoreña como un elemento común de las relaciones interétnicas, la

similitud del sujeto principal (Barbasco) y la nación salvadoreña y la connotación de

colono e indio como elementos interétnicos presentes sólo en la población de

indígenas/campesinos.

Las afirmaciones anteriores sobre las novelas estudiadas son estrictamente del crítico

Lara-Martínez, sin embargo, en esta investigación se tomaron en cuenta las ideas

expuestas por Hernández (2014), quien elabora una tesis doctoral en donde analiza El oso

ruso (1944) y Ola roja (1948). Al respecto de la novela El oso ruso (1944) propone que

es la primera ficcionalización de los hechos de 1932, dándole el carácter de novela

229
anticomunista. En cuanto a Ola roja (1948) hace una clasificación de la obra, tipificándola

de novela anticomunista, igual que El oso ruso (1944). Asimismo, sostiene que Ola roja

(1948) tiene tintes románticos y un espíritu reformista en la que se muestra el poder del

comunismo ruso y el peligro que representa ante la sociedad estadounidense.

Aunado a esta investigación, se encuentran los estudios críticos que ha elaborado

Wolfgang Effenberger (2014), en el cual toma como objeto de estudio las novelas El oso

ruso (1944) y Cafetos en flor (1947). Acerca de El oso ruso (1944), el crítico estudia un

fragmento de dicha novela, donde identifica dos ideas centrales. En primer lugar, se

produce una dicotomía entre razas, lo negro –ambiguo y feo–, y lo blanco –firme, leal y

bello–, siendo marcadas en Chinto –el negro– y Farabundo Martí –el blanco–. Y en

segundo lugar, en la novela hay ausencia de una legislación que demanda violaciones y

abusos sexuales. Al respecto de Cafetos en flor (1947), el autor sostiene que la novela es

de carácter testimonial-biográfico. Dicha obra ha sido olvidada del 32. Sin embargo,

muestra una vía para imaginar la nación a través de la lectura de un testimonio semificticio

de principios del siglo XX. Por último, considera que la obra muestra una visión

pluriétnica de la sociedad salvadoreña, visualizando la presencia negra en el país.

Con referencia a otros críticos que han estudiado las novelas en cuestión, se pueden

mencionar las investigaciones que se le han hecho a Barbasco (1960). A lo que Hernández

Aguirre (1961) plantea que es una novela valiente y de acción, en donde vibra todo un

mensaje escrito con honradez, sin perjuicios de ninguna clase, con un gran sentido de la

realidad salvadoreña. Por su parte, Acevedo (1982) sustenta que en la novela se presenta

una perspectiva más crítica de la vida de los indígena/campesinos, en donde se puede

230
vislumbrar una crítica social, a pesar de que la obra sea una representación del campo

salvadoreño. Mientras tanto, Recinos Lemus y Caishpal Jacobo (2010) ven en Barbasco

(1960) fuente primordial de recursos lingüísticos, dejando aún lado aspectos étnicos,

culturales, políticos, sociales, entre otros.

Finalmente, se cuenta con el estudio crítico que elaboró Gallegos Valdés (2005) sobre

Tembladerales (1957), en donde el autor expone que la novela presenta hechos que se

llevan a cabo en una hacienda, con un lenguaje sencillo y las acciones bien conducidas.

En relación a esto, Gallegos Valdés (2005) considera que Ibarra (1957) es hábil para

sugerir ambientes, hundir diálogos, describir y poner en pie a sus personajes.

231
CAPÍTULO VI

REFERENCIAS

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