La Biomecánica y Algunas Consideraciones Propias

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En contraposición al espíritu o al alma, los animales humanos y no humanos somos materia, como

muchas otras cosas inanimadas que no tengan vida y sólo sean un cuerpo físico. Esto quiere decir
que cada especie del reino animal es un conjunto de propiedades físicas y químicas, susceptible a
cambios, con fuerzas que sobre ellas actúan y con leyes que rigen esas fuerzas.

La mecánica es una rama de la física que se encarga de hacer estudio del movimiento y equilibrio
de los cuerpos; “Bio” hace referencia a la vida. En conclusión, la biomecánica es el estudio del
movimiento y equilibrio de los organismos vivos.

Así como la mecánica es una rama de la física la biomecánica también tiene unas ramas según lo
que explica el médico veterinario doctor Dick Mauris Badoux, egresado de la Universidad de
Utrecht, Países Bajos, catedrático de nacionalidad holandesa que dedicó su vida profesional a la
enseñanza de biomecánica en medicina veterinaria, esta rama “estudia las fuerzas y aceleraciones
sobre los organismos vivos”.

Hacen parte de la biomecánica la biodinámica y la biostática; la primera se subdivide en


biocinemática y biocinética. La biocinemática analiza movimientos sin que se tengan en cuenta
qué fuerzas los producen y la biocinética analiza qué cambios se causan por el movimiento y las
fuerzas que se requieren para producir un cambio en el movimiento. Por último, la biostática
estudia las fuerzas que actúan sobre el animal en reposo o en movimiento uniforme.

BIOMECÁNICA

BIODINÁMICA BIOSTÁTICA

BIOCINEMÁTICA BIOCINÉTICA

Seguramente, de primera vista para alguien que no tenga conocimientos en otras áreas como
pudieran ser la anatomía y la fisiología, la biomecánica podría no tener mucha relación ni
importancia con los organismos vivos, pero es todo lo contrario visto por la realidad y el concepto
que un estudiante con los pocos indicios que tengo sobre la fisiología de algunas porciones
anatómicas del cuerpo.

Además de ser un cuerpo físico, los animales no humanos tienen con los humanos un principio
común y son las capacidades sensoriales. A mediados del siglo XX esto fue explicado por Charles
Darwin, quien derrumbó la teoría de Descartes para quien los animales no humanos eran
máquinas animadas. Capacidades sensoriales que son diferentes a capacidades sentimentales;
entre las capacidades sensoriales están el gusto, el tacto y otra, a mi parecer importante, casi que
fundamental, es la equilobrorecepción o sentido del equilibrio. La equilibrorecepción se da
fisiológicamente por el sistema vestibular del oído interno, pero también sumado a otros sentidos
como la vista y el sistema propioceptivo1. Por ejemplo, los félidos son animales no humanos que
usan la cola como parte funcional para su equilibrio: al cazar, un guepardo corre a alta velocidad y
usa este apéndice característico de los vertebrados para equilibrar su cuerpo cuando tenga que
virar con el fin de seguir el camino de su presa. Fisiológicamente el equilibrio es mucho más
profundo y necesario de lo que podría pensarse, en el caso de los guepardos, para su
alimentación; en el caso de los animales humanos para su movilización de un punto a otro sin
caerse.

Si hablamos de capacidades sentimentales, vamos por otro camino ya que eso determina la apatía
o empatía hacia cierta ser, situación o condición, por lo que nos alejamos del tema central del
capítulo 5° del libro Anatomía Veterinaria de los Animales Domésticos 2.

Haciendo un paréntesis, hablo de los términos “animales humanos” y “no humanos” como si en
aquel entonces (cuando Darwin hizo aquel avance científico) ya se tuviese conocimiento amplio y
divulgado de ello, pero ha sido una sumatoria de conceptos evolutivos, filosóficos, como los
aportes de Peter Singer (quien publicó en 1975, cuando aún era estudiante de filosofía de la
Universidad de Melbourne, Australia, el libro Liberación Animal, que se ha convertido en un
referente de los derechos animales), en descubrimientos y postulados científicos como el del
doctor Paul MacLean, quien postuló la teoría evolutiva del cerebro triúnico, que indica que el
cerebro humano es tres cerebros en uno: el reptiliano, el sistema límbico y la neocorteza, que
recibe las áreas más evolucionadas del córtex y es el cerebro racional.

Continuando con el tema principal, la biostática y la biomecánica, entra otro concepto importante:
la evolución. En términos básicos que yo pueda dar con los que defina la evolución, diría que son
los cambios naturales basados en la adaptación a las necesidades existentes en el medio. Como
1
Sistema por el cual el cerebro obtiene información de la ubicación espacial del cuerpo
2
Septimus Sisson y James Daniels Grossman.
ejemplo para explicar el concepto pongo al perro (Canis lupus familiaris) que desciende del lobo
(Canis lupus), cazador natural: cuando se empezó a dar entre el hombre cazador una relación
simbiótica con los animales diferentes a él, como el lobo, se inició un proceso evolutivo que
terminaría en el perro que conocemos hoy. Empezó a disminuir el tamaño de los colmillos porque
poco cazaban, sus dimensiones anatómicas y hasta relaciones fisiológicas cambiaban porque ya no
necesitaban hacer lo que anteriormente hacían para poder alimentarse, cuando aún no estaban
domesticados. Parte de la evolución son los cambios mecánicos en el aparato locomotor, o
sistema músculo esquelético, formado por el sistema osteoarticular (huesos, articulaciones y
ligamentos) y el sistema muscular (músculos y tendones que unen los huesos) 3. Este sistema irá
mejorando en animales salvajes para poder cazar y en animales domesticados irá perdiendo su
eficiencia, por lo que no sería extraño suponer que en unos años los animales domesticos
dependan en un 100% de los humanos para poder vivir, como se empieza a ver con los perros pero
no tanto en los gatos, debido al tiempo de domesticación que tienen. El lobo gris (Canis lupus)
inició su convivencia con el humano hace como mínimo 14000 años y es el antepasado más
inmediato del perro (Canis lupus familiaris), que ya es un lobo domesticado y evolucionado según
el ambiente en que se iba desarrollando, de tal manera que, por ejemplo, su organismo se empezó
a adaptar para poder consumir alimentos como el almidón. El gato doméstico (Felis silvestris
catus) lleva tan sólo unos 9500 años de convivencia con el humano y gracias a ella, domesticación.
9500 años en los que ha pasado de ser adorado en el Antiguo Egipto por su comportamiento dócil
y ser cazador pequeño, siendo quemado en hogueras durante la Edad Media por ser “familiar de
las brujas” y “objeto de los demonios”, hasta nuestros días, cuando es el animal de compañía de
elegido por cierto tipo de personas, con ciertas características en sus residencias, y goza de gran
popularidad en Estados Unidos y Europa.

Todas estas etapas por las que han pasado los animales actualmente domésticos han
representado para ellos unas adaptaciones en su morfología que sean acordes a las necesidades
de un momento indicado, siempre alcanzando la eficiencia para realizar las actividades que han
propiciado dichas adaptaciones.

A modo de concluir este producto textual: la biomecánica no sólo influencia la manera en que los
animales desarrollan actualmente sus actividades, sino que además da indicios a investigadores
del tema sobre cómo desarrollaban anteriormente su vida, lo que nos ayuda a seguir dando
aportes a la teoría evolutiva que es más que una realidad sobre el surgimiento de todas las
especies vivas, que para nuestro campo de estudio son las del reino animal, exceptuando al
humano.

Para el diagnóstico y posterior tratamiento efectivo de una afección se deben tener conocimientos
de anatomía y fisiología, pero también de biomecánica según sea el caso, de la cual yo podría decir

3
es.wikipedia.org
que hace parte de la misma fisiología. Esto es comprensible una vez se acepta que los procesos
mecánicos ocurridos en los seres vivos están íntimamente vinculados con la ubicación, función e
interrelación de las diferentes porciones anatómicas que los componen.

Para finalizar, como conclusión más que científica, social –por así decirlo- y de sentido de
pertenencia con la profesión y consigo mismo, el trabajo que los estudiantes de medicina
veterinaria deben hacer una vez culminen sus estudios y lleguen a la vida profesional es valorar su
profesión, valorar sus años de preparación, esfuerzos y sacrificios para llegar a aquél punto de su
vida. La medicina veterinaria es compleja –lo que se demuestra con las clases vistas dentro de
cualquier plan de estudios; o aterrizando tan sólo en un ejemplo: la anatomía, fisiología y
biomecánica analizadas juntas-, tal vez mucho más de lo que podría imaginar cualquier persona
que no esté inmersa en ella, por lo que quien no lo esté pensará que es fácil, que cualquiera puede
ejercerla. Consecuencia de ello es que no valore la profesión y los años de estudio del médico
veterinario, cosa que para él es motivo suficiente para no pagar un precio justo por cualquier
procedimiento (desde una consulta de rutina hasta una cirugía invasiva que salvaría la vida del
paciente) pero allí es cuando el profesional debe ser tajante y no permitir más atropellos al
gremio. Si bien es cierto que la oferta laboral para esta profesión no es muy amplia en el país por
el alto número de profesionales que hay, y que aumenta cada año, no debemos regalar nuestro
trabajo. De hecho nadie lo debería hacer, pero cada uno de nosotros debe ser consciente de que
nuestra profesión beneficia al ser humano y a los animales, que requiere constante estudio
porque la ciencia siempre avanza y nuestra profesión en ella se desarrolla. Que lo que hacemos
tiene un costo que retribuye nuestros conocimientos y praxis.

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