Ficha 1 - Educación, Salud y Eduacion para La Salud
Ficha 1 - Educación, Salud y Eduacion para La Salud
Ficha 1 - Educación, Salud y Eduacion para La Salud
Educación para
la salud
Facultad de
Humanidades y Ciencias
Sociales – 2020 -
Mag: Villagra Juana Mariela
Lic. Eps Quiroga Mendiola Belén
Prof. Gutiérrez Gisela.
1 Cuando hablamos de CAMPO, nos referiremos a un conjunto específico de conocimientos sobre un t ema particular, el
mismo constituye el objeto de estudio de la disciplina, sus referencias teóricas y sus desarrollos. Es un espacio de
construcción de la disciplina desde diferentes vertientes teóricas en tensión y conflicto.
Vamos a entender la noción de campo, no como algo cerrado, rígido, lineal, ordenado, simple, sino que, tomando los
aportes la teoría marxista de que la sociedad está definida por la lucha de clases; vamos a entender que un campo
disciplinar se constituye también en un espacio de luchas por conservar o transformar ciertas ideas. Como todo espacio
social se presentan posiciones de fuerza, alianzas, confrontación, que van cambiando con el tiempo, o sea tienen
historia y da lugar por lo tanto a la existencia de la posibilidad del caos, el desorden, la incertidumbre, la diáspora.
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entendemos por educación, qué entendemos por salud y qué entendemos por
educación para la salud. A continuación, se desarrollan tres apartados en este
camino:
1- La Educación cómo Objeto de Estudio Complejo.
2- La salud es una utopía
3- La educación para la salud práctica continua
Comencemos...
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Referido a los aportes teóricos de P. Freire. Pedagogo brasilero referente latinoamericano y de reconocimiento
mundial.
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No es posible pensar sin experiencia personal, pensamos porque algo nos
ocurre; pensamos como producto de las cosas que nos pasan, a partir de lo
que vivimos, como consecuencia del mundo que nos rodea y que
experimentamos como propio.
Entendemos que la vida como proceso formativo se ancla en forma de
experiencia social e individual, la experiencia es un pasado que está presente
o es el presente como condensación del pasado. La posibilidad de reflexionar
desde el presente está dada por la razón que permite reestructurar y vigilar la
experiencia, así como confrontar temporalidades con miras a formaciones
potenciales y deseables (Lizárraga Bernal, 1998).
Lo educativo forma parte de nuestra cotidianeidad, sin embargo, no siempre
se constituye en experiencia. Tomada como eso vivido que conmueve, que
afecta, que no es indiferente, que nos provoca en términos de reflexión, que
desestabiliza nuestras certezas y nos invita a la búsqueda de otro tipo de
interpretaciones, justificaciones, y argumentaciones, o sea nuevos saberes
para ampliar nuestra comprensión de lo vivido en el presente.
Contreras y Pérez de Lara (2011, p.36), señalan que “la producción de saberes
desde la experiencia requiere un gesto de interrupción, requiere pararse a
pensar, pararse a mirar, pararse a escuchar, pensar más despacio, mirar más
despacio y escuchar más despacio (…), suspender la opinión, suspender el juicio
(…) suspender el automatismo de la acción, (…), abrir los ojos y los oídos,
charlar sobre lo que nos pasa.”
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Entenderemos ‘contextualizar’ como la acción de reconstruir un determinado contexto, ubicarnos en territorio,
reconocer los actores sociales involucrados, identificar las situaciones y los condicionantes de ese presente.
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Entenderemos ‘historizar’ como acción de zambullirse en el pasado, mirarlo como un espectador, puntuar, reconstruir
y recortar hechos, sujetos, acontecimientos que nos permitan re ubicarnos críticamente, conmovernos, asombrarnos y
abrir la posibilidad para que emerjan nuevas preguntas y algunas certezas provisorias .
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Es una práctica interesante buscar la etimología de las palabras, nos dice
mucho sobre su origen y sentidos, cuando buscamos sobre educación se
presenta una doble etimología, que da cuenta de una doble fuerza presente.
Entonces, EDUCACIÓN proviene:
- Del verbo en latín educere: significa hacer salir, extraer, dar a luz, conducir
desde dentro hacia fuera. Desde esta perspectiva, la educación implica el
proceso educativo de convertir en acto lo que existe sólo en potencia. Es
decir, la educación, a través de mecanismos específicos, desarrolla las
potencialidades humanas para que la persona se desenvuelva en toda su
plenitud. El/la educador/a favorecería así el desarrollo de algo que ya está en
germen. Pero lo que no existe en germen sería imposible de ser desarrollado.
- Vincula con el verbo latino educare: que significa conducir, guiar, alimentar.
Desde esta perspectiva, la educación está abierta a mayores posibilidades.
Con una guía adecuada, las posibilidades del hombre serían casi ilimitadas.
Se consideraría que, con una buena educación, todo era posible. Desde esta
perspectiva, el sujeto, al momento de nacer, es como una tabla rasa. Sobre
ella, el medio donde ese sujeto vive y la educación que su medio le brinda
van inscribiendo y determinando su existencia.
Es un fenómeno
ético y estético
Es un proceso Es político y
diferente a la constructor de
escolarización ciudadanías
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La Educación como una práctica humana y humanizante
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La educación es permanente: se basa en el reconocimiento de la
educabilidad y el derecho a la educación.
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b) El derecho de individuos/as y grupos sociales a la educación: implica el
reconocimiento de que el/la sujeto/a humano/a desde la condición de
educabilidad tiene el derecho a recibir educación y esto lo convierte en
SUJETO DE DERECHO A EDUCACIÓN.
El Estado debe garantizar ese derecho y en la medida que la persona
reconoce ese derecho, es capaz de demandar, de manera individual o
colectiva, acciones, políticas educativas, que no se reduzcan a reconocer
solamente el derecho a la escolarización, sino que amplíen el derecho a la
educación ligándose a la importancia y la necesidad de la participación social
en la educación y la democratización del conocimiento.
Ahora es necesario que nos reconozcamos sujetos con derecho, a recibir y a
generar prácticas educativas. Toda área de la vida cotidiana se puede tornar un
espacio educativo (salud, trabajo, familia, política, sindicalismo, asociacionismo,
tiempo libre, etc.) por lo cual la escuela no tiene el monopolio de lo educativo,
existen otros sujetos colectivos que demandan su partición activa en el desarrollo
de propuestas educativas para la sociedad en la cual están insertas.
Anclándonos en el campo de la Educación para la Salud: podemos citar por
ejemplo que en la antigüedad a las personas con discapacidad se las aislaba
o encerraba, o se les impedía el derecho a la libre circulación; en la actualidad
la negación de los adultos a la educación sexual integral de los niños/as; en el
caso de las personas con privación de libertad, el derecho a la ‘visita sanitaria’
constituyó un hito; la desmanicomialización representa en la actualidad una
tendencia al reconocimiento de los derechos en el campo de la salud mental.
LA EDUCACIÓN
A modo de síntesis entonces podemos ir acordando que son muchas las
personas que construyen teoría que podemos citar para conceptualizar la
educación, y que la manera de entender la educación implica un
posicionamiento pedagógico, entonces en esta primera aproximación
podemos encontrar distintas acepciones:
Desde las conceptualizaciones más funcionalistas del campo de la sociología
de la educación, desde una mirada que hoy denominaríamos adultocéntrica 5
Durkheim dice:
“La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las
que todavía no están maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y
desarrollar en el niño cierto número de estados físicos, intelectuales y
morales, que exigen de él la sociedad política en su conjunto y el medio
especial, al que está particularmente destinado. (…)
“La educación debe ser cosa de autoridad: Para aprender a reprimir su
egoísmo natural a subordinarse a fines más altos, a someter sus deseos al
imperio de su voluntad, a encerrarlos en los debidos límites, es preciso que el
niño ejerza sobre sí mismo una fuerte represión.” (Durkheim, 1991:94).
El surgimiento de conceptualizaciones más amplias:
“La educación es el conjunto de fenómenos a través de los cuales una
determinada sociedad produce y distribuye saberes, de los que se apropian
sus miembros, y que permiten la producción y la reproducción de esa
sociedad” (Gvirtz; 2011:6).
“Una práctica social de reproducción de los estados culturales conseguidos
por una sociedad en un momento determinado y, a la vez, supone un proceso
de producción e innovación cultural, tanto desde el plano individual como
desde el social”. (Gvirtz; 2011:7)
O conceptualizaciones radicalmente críticas, que plantean que la educación no
es sólo prácticas, sino que implica en sí misma un acto de reflexión, por ello la
denomina PRAXIS, y que aquello que no es liberador del sujeto, no es educativo.
En palabras de Freire:
5 Mirada donde el adulto siempre ha ocupado el lugar del saber; y el niño, el de la ignorancia o el del no-
saber.
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“La educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el
mundo para transformarlo” (Freire; 1971:1).
La educación es un arma vital para la liberación del pueblo y la
transformación de la sociedad y por ello adquiere una connotación ideológica
y política claramente definida. Es el instrumento por excelencia tanto para la
opresión como para la liberación.
La Salud
Para poder pensar la educación para la salud, tenemos que hacer el esfuerzo
de conceptualizar educación y salud. Respecto de Educación en los párrafos
anteriores venimos comenzando esta problematización, con respecto a salud,
realizaremos a continuación un brevísimo comentario.
Entendemos que como estudiantes ya han transitado una instancia de formación
que les permite saber que existen múltiples conceptualizaciones de salud, que las
mismas han ido cambiando en el tiempo y responden a diferentes ideologías; que
van desde pensar la salud individual, colectiva; como derechos o como
mercancía; como un estado acabado o como un proceso en permanente
búsqueda de equilibrio y construcción; ligado a la calidad de vida en términos
capitalistas o ligado al buen vivir como construcción latinoamericana de búsqueda
de una mirada holística de la relación sujeto-mundo.
Retomando la estrategia de sumergirnos en la etimología para comprender
los conceptos veamos qué significa el término salud:
Salud proviene de latín salus, -utis y se define como “un estado de bienestar o
de equilibrio que puede ser visto a nivel subjetivo (un ser humano asume
como aceptable el estado general en el que se encuentra) o a nivel objetivo
(se constata la ausencia de enfermedades o de factores dañinos en el sujeto
en cuestión)”. (Wikipedia; 2020)
Conocer la etimología nos permite comprender desde qué lugar se pudo haber
confeccionado la definición de salud como “ausencia de enfermedad”. Los
aportes teóricos de las ciencias sociales y la permeabilización de las fronteras
disciplinares han problematizado este concepto y promovido la revisión de dicha
definición y una reconceptualización hacia “el completo estado de bienestar
físico, psíquico y social y no sólo la ausencia de enfermedades” (OMS; 1948).
Esta nueva manera de definir la salud, si bien dió un paso trascendental en
términos cualitativos, actualmente son muchas/os las/os autoras/es que
discuten esa definición entendiendo que la salud no es un ‘estado’, que no es
posible alcanzar el ‘completo bienestar’, que es multifacética, etc.
Recordemos que en todos los casos las definiciones tienen trasfondos
políticos, culturales, ideológicos, etc. Siempre debemos contextualizarlas.
Sin detallar aquí la evolución histórica de la conceptualización de salud
presentamos este cuadro que sintetiza la mirada que se ha tenido al respecto:
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CONCEPTO DE SALUD PERÍODO
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alimentos, frutos que enferman y otros que promueven alivio, rituales de
curación, cuidado de la prole, etc.
Sin embargo, cuando nos ponemos en la tarea de identificar cuándo surgen
las primeras conceptualizaciones, vemos que son numerosas las definiciones
que se han formulado acerca de la expresión de Educación para la Salud
(EpS) y que necesariamente tenemos que ubicarnos en la modernidad.
Una de las conceptualizaciones más debatidas ha sido la que formuló la OMS,
como “acción ejercida sobre el educando para un cambio de comportamiento”; la
crítica fundamental se centra en la expresión «acción ejercida», entendida ésta
como limitación del nivel de autonomía del/a alumno/a y en consecuencia,
carente de eficacia. Esta crítica responde a la noción de que cualquier objetivo de
enseñanza-aprendizaje que se alcance sin respetar la autonomía debida -al no
integrarse en la personalidad del/a alumno/a- será repetitiva, poco duradera e
ineficaz. En consecuencia, esta primera definición ha ido evolucionando y se ha
integrado en la actualidad al concepto de ‘escuela nueva’ y obteniendo
progresivamente un mayor consenso. (Perea Quesada; )
Luego muchas/os autoras/es e instituciones (entre ellas la OMS) han
construido diferentes definiciones e intenciones respecto de la acción
educativa con el fin de mantener o alcanzar una vida saludable. Recordemos
que se trata de conceptualizaciones que siempre están mediadas por
ideologías y procesos sociohistóricos. Esto último es de vital importancia para
comprender la orientación que tienen las prácticas educativas para la salud y
que responden a determinadas políticas públicas.
Los objetivos de la estrategia de ‘Salud para todos en el año 2000’: “Que todos
los habitantes de todos los países del mundo tengan el nivel de salud suficiente
para que puedan trabajar productivamente y participar activamente en la vida
social de la comunidad donde viven.” (OMS 1978)
Esta concepción permite comprender que la EpS en sus orígenes sólo estaba
al servicio de la prevención6 de enfermedades. Esta modalidad de
intervención se ha centrado en la perspectiva de la salud como “ausencia de
enfermedad”, concepto descartado desde hace mucho tiempo por
comprender que la salud es un concepto utópico que nos plantea un objetivo
al cual debemos aproximarnos en la mayor medida de lo posible.
Perea Quesada (1992) nos dice que si se entiende a la educación “como un
proceso optimizador y de integración, y la salud como bienestar físico
psíquico y social, podemos definir de forma provisional la EpS como «un
proceso de educación permanente que se inicia en los primeros años de la
infancia orientado hacia el conocimiento de sí mismo en todas sus
dimensiones tanto individuales como sociales, y también del ambiente que le
rodea en su doble dimensión, ecológica y social, con objeto de poder tener
una vida sana y participar en la salud colectiva.
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Prevención primaria: disminución de factores de riesgo o aumento de factores de protección; prevención secundaria:
detección temprana de problemas de salud y facilitar cambios de conducta; prevención terciaria: recuperación de la
salud y evitar recaídas y prevención cuaternaria: rehabilitación y reincorporación a la vida cotidiana.
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Estos atributos de la EpS se hallan muy en sintonía con algunos conceptos
que se han presentado, tales como: la educación es un proceso continuo y
persigue lograr una condiciones y oportunidades de vida saludables.
Según Costa y López, los objetivos de la EpS se orientan a que los/as
individuos/as se capaciten para: a) definir sus propios problemas y necesidades;
b) comprender lo que pueden hacer sobre esos problemas con sus propios
recursos y apoyos externos, y c) promover las acciones adecuadas para
fomentar una vida sana y el bienestar de la comunidad (Costa M y López E.;
en Merchán Felipe, M.N.). Sin pretender que los objetivos de estos autores
sean los definitivos, podemos tomarlos como orientadores de las discusiones
que esperamos llevar adelante en este cursado.
Si tenemos presentes los objetivos de estas/os y múltiples autores/as sobre la
acción de la EpS que centra su propósito en la salud ¿será posible afirmar
que la educación siempre es para la salud? Veamos qué nos dicen algunas
personas que están problematizando esto:
“(…) su principal finalidad no está en evitar la enfermedad, sino en promover
estilos de vida saludables; tiene un sentido positivo de ayuda y potencia a la
persona para la participación y gestión de su propia salud y poder
desarrollarse en un proceso de salud integral”.
Podríamos tensionar los aportes de esta autora con las palabras de Freire
cuando nos dice: “La educación verdadera es praxis, reflexión y acción del
hombre sobre el mundo para transformarlo” (Freire; 1971:1).
Una vez más nos hallamos en el campo de la educación en sí misma
contribuye al camino de aproximación a la salud, o sea que es
inherentemente a la salud (o viceversa).
Hasta aquí las primeras aproximaciones conceptuales de Educación - Salud -
Educación para la salud. Recordemos que todas son construcciones que
tomamos de manera provisoria para propiciar espacios de discusión con
ustedes. Aquí nada es definitivo. Les invitamos a discutir, disentir, enriquecer
estas ideas de manera libre y creativa.
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Es muy importante tensionar los marcos teóricos con nuestras realidades
concretas, por lo cual los invitamos a dialogar en grupo y justificar
1- ¿Puede existir una práctica educativa sin una concepción de hombre, de
educación y de sociedad?
2- ¿Por qué la educación nunca es neutral? ¿qué pasa cuando decidimos no
tomar posición, no expresarnos, allí estamos siendo neutrales? ¿es posible
no tomar posición?
3- ¿Cómo sería una educación y una escolarización que busca formar ciudadanos
críticos? ¿qué ejemplos concretos tendrían esas prácticas educativas?
4- ¿Por qué intentan presentar a la educación como un saber aséptico, neutral?
¿Por qué se instaura que la ideología y la política son “cosas malas” y
“pérdida de tiempo”?
5- ¿Qué saberes y conocimientos que aprendimos en nuestros barrios, son
descalificados y cuestionados como inapropiados por la escuela? ¿por qué
les parece esto?
6- Si dijéramos: “La educación es siempre para la salud” ¿qué opinión tienen
acerca de la afirmación? ¿qué aprendizajes -no prevencionistas- podrían
mencionar como aportes a la salud?
Bibliografía
-GVIRTZ, S. y otros. (2007) La educación ayer, hoy y mañana- El ABC de la
Pedagogía. (capítulo 1) Buenos Aires, Aique. Disponible en:
http://www.diversidadinclusiva.com/wp-content/uploads/2017/02/Libro-La-
educacion-ayer-Hoy-y-Ma%C3%B1ana-varios-autores-1.pdf
-FREIRE, P.: El grito manso. Cap. 5 Elementos de la Situación Educativa
https://drive.google.com/file/d/11GeyhUvint7-NPLVi5Fu0AJErCHjw_KF/view
- PEREA QUESADA, R. “La educación para la salud, reto de nuestro tiempo”.
Revista de la Universidad Nacional de Educación a Distancia Vol. 4 2001
http://revistas.uned.es/index.php/educacionXX1/article/view/361
- MERCHÁN FELIPE, M. N. y otros/as: “¿Qué es y qué no es la Educación para la
Salud?”; en “LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD EN EXTREMADURA Perspectivas
de Futuro y Memoria de las II Jornadas Extremeñas de Educación para la Salud. Ed.
Junta de Extremadura / Consejería de sanidad y consumo – Mérida 2004.
- Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, Alma-Atá,. Ginebra,
Organización Mundial de la Salud, 1978.
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