Poemas David

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01 Tu

02 Diosa de octubre
03 Quiero
04 Encuentro
05 Hacia ti iré
06 La habitación
07 Conectividad
08 Me encanta
09 Cercanía(Desconocida I)
10 La intentona
11 El jardín
12 Besos marinos
13 Fotografía de mujer
14 Te miro (Desconocida II)
15 Luminar
16 Aves
17 Desconfiados
18 Vendaval
19 Declaración
20 Espera
21 Diana
22 En la lejanía
23 Solitario
24 Laura
25 Insomnes
26 Luna
27 Transparente
28 Sonrisa robada
29 El tiempo
30 Mujer
31 Al pensar que te he perdido
32 Juntos
33 Paciencia I
34 Mi partitura
35 Gotas
36 Paciencia II
37 Hoy
38 Alma sucia
39 Almas limpias
40 Almas sucias
41 Tedio
42 Espejos
43 Aguacero lejano
44 Soy quien esperas
45 Escapista
46 Difuntos
47 Liberto
48 Te regalo mi tiempo
49 Por callar lo que siento
50 Espléndida utopía
51 Cobardes
52 Negra Señora
53 Nosotros
54 Distraído
55 Apóstol
56 Celdas
57 Títere
58 Animal
59 Adivina adivinador
60 Desasosiego
61 El terco iluminado
62 Testimonio sobre la verdad
63 Catedral
64 Sálvanos hoy
65 Diferente
66 Testimonio de un loco
67 Procusto rey
68 Mujer sin hijo
69 Testimonio sobre escribir
70 A los enamorados
71 Se nos acaba el tiempo
72 Locura

Más allá de lo imaginable estás con tu exquisita


belleza,
Encontré en ti el amor que no buscaba y hace
eones anhelaba,
Los días se volvieron azules, tanto que coloreas
el mar.
Antiguos celos e inseguridades hubieron de morir
a tu lado.
No sé si sueño o estoy despierto, ni me importa
a estas alturas.
Ya me estaba hartando de no amar por tantas
vidas al punto de odiar mi corazón.
Nada, pero nada; hará que me deshaga de esto que
me has enseñado a sentir.

Mientras, sigo como iluminado por tus besos,


mientras los tenga.
Ordenando los caminos y puentes rotos que llevo
en mi alma.
Resistiendo el impulso de llorar cuando te
alejas escasos metros.
Existiendo por ratos (solamente cuando te beso y
me abrazas)
Rasgando del recuerdo tu rostro cuando no estás;
como un loco.
A la vez que rearmándolo todo de nuevo al pensar
que vendrás.

Basta con tu olor y soy libre y feliz al


instante,
Oriento mi curso a tus brazos cual añejo
capitán,
Los lazos que enredan mi destino con el tuyo se
hallan en mí,
Incontables las veces que he sido tu esposo y
amante en mis sueños,
Ganas no me han faltado de llevarte a un altar
que mereces solo tú,
Agradezco a lo que sea que me puso en tu rumbo y
me dijo ahí está,
Nunca supe hasta hallarte lo que era disfrutar
del amor de verdad.

Diosa de octubre

Vuela desde octubre el aura de una diosa,


se encumbra en los sueños de miles de platónicos
amantes,
la brisa de otoño calidece en sus ojos,
que irradian una luz solo vista en su tez.

Postrado me hallo a sus pies de ángel,


esclavo de una sonrisa tan azul y sin fin como
el cielo.
Sus besos como cadenas me hieren a la vez que me
me atan,
su sexo el lugar donde confieso mis penas y
anhelos más carnales y urgentes;
la copa donde bebo y nunca sacio mi sed.

Quiero

Quiero que tú quieras todo de mí,


mis peores defectos, mis ganas de vivir.
Quiero que al mirarme te encuentres allí,
porque de no hacerlo no valdría existir

Quiero que tú pienses que solo pienso en ti,


que eso es lo que hago para sobrevivir.
Quiero que mis manos te rodeen así,
como quien te abraza y te hace feliz.

Quiero que me sueñes y siempre al dormir,


tengas sueños nuestros, que no tengan fin.
Quiero que me ames como te amo allí,
donde mis papeles y mis versos todos, me saben a
ti.

Encuentro

La lluvia mojó su cuerpo debajo de su ropa,


el viento fungió de sastre fundiendo tela y
figura en un todo,
la luna mostró celosa las transparencias antes
solo imaginadas,
la noche desinhibió inhibiciones pasadas...
de moda.
Y allí estaba yo como un lobo con ganas de
aullar,
como el dueño de todo ante sí,
como quien encuentra y ni en sueños desea
compartir.
La desnudez que mostró me tomó con la guardia en
el suelo,
y el candor por los cielos,
me ruboricé, hoy lo admito,
no estaba preparado para tanto.
La hice mía como si fuera la última y la primera
vez a la vez,
la colina solo tenía un rey y llevaba mi nombre
esa noche.
Medí con mis labios la esbeltez de su torso,
leí en braille perfecto con mis manos su rostro,
insaciables de besos y almas descubrimos un
hambre infinita
al menos yo, me sentí sátiro a ratos,
eso sí, sin descuidar al amor ni un instante,
Luego...la fatiga.
El sol indiscreto que todo desmiente; calló
La hierba de rocío hizo temblar los cuerpos
vencidos por la noche y el frío.
Nos descubrimos mundanos y por ende imperfectos,
pero sin rastros de culpa.
El mundo era muy pequeño y las ganas enormes,
la felicidad dio señales de existir por
momentos,
la arropé entre mis brazos como quien cuida una
rosa,
me besó tan despacio que mis labios temblaron.
Yo no sé si unas horas cambian vidas o ideas,
no lo sé;
¡que he de saber yo!
un pobre tonto que hasta ayer no creía en el
amor.

Hacia ti iré

Cuando las olas no provoquen naufragios,


y la blanca dama estrene una quinta fase,
cuando el pecado sea ilícito,
y los besos se regalen para bien.
Cuando nos percatemos que el amar no alcanza,
y que cada fecha postergada conspira,
que el dudar nos retrasa,
y esperar es peor que una hoguera.

Cuando entre pensarte y verte exista solo un


instante...

cuando todo esto suceda...


y no antes...

hacia ti iré.
La habitación

Un haz de luz rompe la barrera del vidrio,


penetra indiscreto y veloz,
matando las sombras,
iluminando subterfugios
y grietas,
acompañando a todo lo descubierto detrás de sí;
incitando a la claridad.

Tus manos certeras tocantes ahora solo rozan los


fotones y se hermanan a ellos, haciéndolos
propios,
devastando universos poblados por criaturas de
ínfima medida. Acortando el espacio entre
nosotros: (los simples mortales) y los dioses de
antaño; trocándose en muerte y vida a la vez.
Volviéndose el hoy y quizás el después.

Conectividad

Un universo tu cuerpo;
la puerta de entrada una angostura que me hace
sentir gigante.
Un atrevimiento.
Un instante.

Un respirar acompasado y conexo,


un transpirar que no deja mentir.
Dos cuerpos; un lecho.
Vivir o morir: un hecho.
Preferentemente; vivir.
Un existir.
Un intercambio de savia y simiente:
tú la primera a raudales;
yo la segunda a regañadientes.
Un aguardiente.

Una exhalación plural de tregua.


Una mano salvadora de distancias y pendientes.
Un aire fresco; una cálida corriente.
Un cuerpo vencido junto a otro que no miente.
De la cordura dos disidentes.

Un balbuceo incipiente.

Me encanta

Me encanta tu desnudez,
tu cuerpo, tu boca, tu piel.
Me encantan todas tus curvas,
tu sexo, tu olor, tu esbeltez.

Me encanta que te encante


provocarme sin medidas,
me encanta la noche toda;
tu paz, tu guerra, tu huida.

Me encanta que seas fugaz,


cual estrellas en el manto,
me encanta seas la Sirena,
que me hace esclavo en su canto.

Me encanta, que esta historia,


escrita a punta de besos,
sea el respirar profundo,
de dos almas...mismo sueño.
Me encanta ser tu futuro;
al menos creer que soy,
me encanta ser quien te endulza,
los destinos y el amor.

Cercanía (Desconocida I)

Tu sombra casi me roza, pero no llega a tocarme,


tus labios casi cercanos se apoderan de mí,
no me alcanza con tan poco,
ni ahoga este fuego,
invento mundos mejores donde tenerte,
viajo lejos,
a un lugar donde habitamos y me conoces,
donde mi toque te enciende,
donde tú me tocas y besas sin pedirlo,
allí, en mi imaginación, donde pongo las reglas,
no me limito a soñarte, voy más allá,
me atrevo a casi todo sabiéndome ganador,
a CASI todo, porque aún allí te respeto.
Por ahora...

La intentona

Vuelo desde mi intento de poesía,


soy experto cazador de mariposas,
trato que su razón se pierda junto a la mía,
pero nunca me atrevo a enviarle prosas.

Desecho de mi lecho las compañías,


nada le importa; es de alma rocosa,
no se conmueve, aún si reviento en epifanías,
ni aunque le envíe todos los versos, todas las
rosas.

Jardín

Yo:
solo un cuerpo recostado en la hierba.

Ella:
el Jardín de los aromas místicos y miles.
(perfumadora por demás)

Ambos:
la conjunción de almas que retribuyen tanto como
reciben.

Juntos:
causa común sin reparos visibles.

Besos marinos

De ultramar llegan historias casi perfectas,


de amores, de sueños,
de encuentros marcados por fechas sin concretar,
de latentes corazones en sintonía de par,
y de espera...
Larga espera que abraza los cuerpos y abrasa las
almas.
Íntegro de desolación se halla el amante,
la feria de besos cerrada por meses, pero
aguanta.
Fotografía de mujer

Hermosura en sus dones toda ella: recostada.


Mostrando una espalda cincelada por dioses,
(apenas mostrando algo más)
¡Y el pelo…!
¡Ay de mí si ese pelo fuera rienda,
para darme el control de cabalgar esa yegua!

La luz cómplice confesa


de sus contornos claroscuros de mujer,
invitando a la indiscreción de mis pupilas
sedientas.
No toca; y muero de hambre,
Habrá que esperar que la lástima o las ganas
se dignen a regalar.

Las ventanas reflejan toda la extensión


de la palabra DESEO,
no sabía hasta hoy que al mirar una imagen
se podían sentir olores y hasta sabores.
A las malas lo aprendí.
Que locura

Poseso y enhiesto me planteo una pregunta


Que rige desde ya mi existir
¿cuántos besos cabrán de mi boca en su espalda?
¿acaso en mi arranque de lujuria,
de tener la oportunidad los podría contar
y su torso medir?
Creo que no, creo que sí.
Ya no sé que creer.

Esclavo de los sueños sin dueño,


de la añoranza del beso
sin otra opción para sobrevivir,
me siento encarcelado en mis propios destinos,
en la fuerza perversa que me arrastra,
que me hace esperarte más allá de futuros,
de las ganas inmensas de saciarme de ti,

Te miro
(Desconocida II)

Te miro pasar con un vestido rojo,


que me llena de asombros y deseos,
soy tan cobarde que solo te veo.
Pasas como flotando y a la vez arrasas,
todas las vistas se posan en ti,
todos los proyectos se centran en ti,
y yo apenas te miro.

Tal vez nunca te vuelva a ver,


pero un corazón inseguro como el mío,
se alimenta de dudas y frío,
le pido, le empujo, lo obligo y nada,
llega la esquina y la acera se dobla,
curva mortal donde te perderás para siempre.
Aún entonces sólo te miro.

Luminar

Como haz de luz me golpeas,


tratando iluminarme,
soy tan oscuro que te absorbo,
casi te deshago en mi pecho;
pero sobrevives,
por capricho o por fuerza.

Iluminas la habitación
hasta casi cegarme,
es de rayos de sol tu sonrisa,
me contagias y casi sonrío,
me desconozco a mí mismo,
y a ese ser por momentos sombrío.

Cambias mi estado del fui al seré,


me haces mejor por dentro,
incluso casi feliz,
todo esto sucede a la vez,
que desvistes tu cuerpo ante mí.
Entonces descubro que sí,
la respuesta a mi todo eres tú...y tu luz;
¡Soy feliz!

Aves

Quisiera ser como las aves,


migran dejando todo atrás,
menos el amor.
Las empuja el cambio,
la necesidad de sobrevivir.
Viajan sin maletas ni pendientes,
solo ellas y quien las pueda seguir.
El calor de una estación más llevadera,
las invita a lo lejos a gritos.
Ni brújulas ni mapas llevan consigo;
solo instinto.
¡En muchas ocasiones he querido ser como un ave!
Desconfiados

Tras la idea expuesta de que nadie nos ama,


existe una necesidad de ser queridos,
pedimos a gritos amar y amor,
guardamos la esperanza de un mañana mejor,
de entrelazar nuestras manos a manos dóciles,
que nos acaricien y nos hagan sentir seguros,
de unos labios que con su humedad
hidraten nuestros secos sueños de antaño.
A un sexo que despierte al salvaje trasnochador,
que aseguramos habita en nosotros,
a te amos que nos llenen de una humanidad,
que a estas alturas creíamos extinta.
El cinismo son solo ganas disimuladas,
de un cálido abrazo de amante.

Vendaval

Como tormenta llegó a mi vida


rompió el cerrojo, alineó los astros
desde un principio planeó la huida,
mi corazón reducido a trastos.

Yo era un bohemio que no lloraba,


hasta ese entonces siempre enconado,
aprendí a querer y no avizoraba,
mi cruel final ya estaba planeado.

Creí estar a salvo de ser bala perdida,


por su cuerpo de diosa y piel de alabastro,
luego más tarde vino la huida
y de sus huellas no dejó rastros
Dicen que lejos la han visto algunos,
haciendo a otros lo que me hizo,
dejando a fuertes desvencijados,
llorando sangre, sal y granizo.

Declaración

No fui quien arrancó la inocencia a tu flor,


no fue necesario para ser tu jardinero
preferido,
lo que más duele hoy, ya tan tarde, de aquel
gran amor;
si fue amor, no recuerdo, es el tiempo perdido.

Bocas cansadas de besarse hoy extrañan,


manos que dieron por sentado tocar; hoy fallan,
el recuerdo sólo sirve para cosas que dañan,
y aunque hermosas les temes por si mañana
estallan.

Contratos sociales como hijos y vida,


llevan a fuerza de arrastre los sueños,
alejan memorias, acrecientan heridas;
otra vez descubrimos que no somos los dueños...

Tal vez me pienses; no siempre;


aún haces uso de tu derecho a exigir poesía,
ojalá que el destino a buscarte no tiente,
me dispongo a pesar de las cursilerías.

Pensamos; me atrevo a pensar, yo al menos,


que el futuro sería de nosotros,
ojalá que mi verso alocado,
nos llevara a arreglar lo antes roto.
¡Y cuidado!
Que los paisajes vividos no se van,
las personas y el buen vino menos,
las memorias acompañan, ahí están,
de todas la más amada, has sido por lejos.

Espera

Te beso despacio para no dañarte,


me muestro solícito e introvertido,
quiero con mi boca tu cuerpo bañarte,
eres tan bella que tocarte es casi ofensivo.

Las sábanas comparten un aire tan suave,


que parecen nubes recién la llovizna,
tu cuerpo pequeño en mis manos cabe,
esclavo de caricias como suave brisa.

Tus ojos me gritan que te haga mía,


tu todo gritando esté dentro de ti,
me recuesto y disfruto con una sonrisa,
años he añorado llegar hasta aquí.

Me entrego sin culpas por creer merecerte,


disfruto el instante que tanto he soñado,
pupilas insomnes para nada perderme:
regalo de la vida que tanto he esperado.

Chocamos tan suave y tan fuerte a la vez,


pareciera que el mundo no existe por hoy,
no dices te amo; y aun así lo leo en tu tez.
Te regalo mis vidas y todo lo que venga después.
Diana
(Para mi hermana)

Nací sol.
Un día cualquiera de otoño,
sietemesino, años atrás.
Rompí los Nortes, primer retoño.
Arquitectos noveles mis dos papás.

Nació Luna.
Nombrada diosa de puntería certera,
(diecinueve meses más tarde)
Calva, con ojos de primavera,
mi complemento, mi contraparte.

En conclusión:
Segundo proyecto, mejor factura,
la cuarta pata para la mesa,
antes tropiezos, luego cultura,
ciclo cerrado para mamá.

En la lejanía

En la lejanía,
me aguarda un amor sin consumar;
unos labios aún sin sabor,
un sexo por probar.

En la misma lejanía,
unos brazos se adormecen de tanto esperar,
una tinta casi seca,
siempre lista para hablar,
una idea, una ilusión que se niega a claudicar.
Es en esa lejanía,
que soy fuerte para amar,
que las ganas no decrecen,
que me atrevo hasta a soñar.

Solitario

Lejos de todo, vuelo sereno,


no tengo alas, tampoco quiero,
espacio a mi espacio y menos palabras,
es mi reclamo;
o deseo, al menos.

Conmigo mismo soy demasiados,


ahora me estorba hasta el reflejo,
mis pesadillas no las comparto,
estoy solitario frente al espejo.

Laura

Ángel de mi vida,
tormenta en mi calma,
bálsamo en mi herida
luz de toda mi alma.

Verso entrecortado,
ahorro de palabras,
magia en mi lenguaje,
como ABRACADABRAS.
Grande siendo niña,
niña casi grande,
pupila indiscreta,
edad de corajes.

Pelo de melcocha,
piel de porcelana,
pose inteligente,
aún sin saber nada.

Amor sin medidas,


POR QUÉS incansables
dulzura encendida,
corazón amable.

Estrella de mis días,


luna de mis noches,
locura y cordura,
mi espalda es su coche.

Despacio ha robado,
espacio en mi pecho,
me ha colonizado,
robándome el sueño.

Insomnes
(A mi hija y a César enemigos jurados de Morfeo)

Negra noche, blanca luna,


espacio sin espacios que habitar,
vago, floto; como fantasma,
(si es que existen)
no me atrevo a preguntar.

Las sábanas como lijas, roen mi piel,


la desgastan hasta sangrar,
párpados que pesan más que culpas,
necios no se atreven a callar.

Las ventanas de mi alma resisten,


la vulgar fatiga del día no las vence,
el sueño está desligado de mi ser,
estoy casi tan solo como morir.

Un velo que no cae,


un tiempo de soñar que vacila en besarme,
estoy seco de ideas y ovejas,
creo estar apenas en el ojo de la tormenta.

Parece que llego poco a poco,


no me atrevo a hablarme por si escapa,
soy preso de sus tiempos, sus antojos,
estoy a su merced, peón del juego.

Me siento estar en medio de dos mundos,


algo de ambos, limbo definitivo,
seguro de que lo pleno no me toca,
me conformo con muy poco...y gano.
Luna

Allá a lo lejos eres vidente silente,


como una dama blanca callada,
partida o entera por meses,
fría, helada y ausente,
ahí te veo cual dibujo en el cielo,
nada haces por mí
(aunque nada puedes)
yo solo te ruego lo intentes.

Toma mi mano,
ilumínala con tu luz robada,
refléjate en mis pupilas,
como si a mirarte fueras,
has oídos sordos de mi llanto,
solo sé testigo, no hables,
nada preguntes, solo escucha.
Así te quiero,
así espero estés para mí,
presente sin estar

Transparente

Llega la noche y mi alma se escapa,


como en vuelo directo a los sueños,
preparo armadura, espada y mi capa,
convertirte en mi dama es mi único empeño.

Desencadeno la fiera que soy en tu cama,


y a la vez el león obediente que soy,
esclavo sin fin de la humedad de tus sábanas,
y si siempre empatamos es porque cuando vas;
voy.

Reboso tu cuerpo de mi cálida simiente,


me siento fértil y hombre a tu lado,
nada importan los otros, la vida, el presente,
todo lo superfluo queda por demás descartado.

Los complejos, misterios y verdades que tengo,


son historia obsoleta a la luz de tus ojos,
transparente contigo, de antemano prevengo,
de nada valen mi ceño y mis tontos enojos.

Sonrisa robada

Me hizo alejarme de todo lo cierto,


descubrí lo fácil que podía ser egoísta,
estaba a las puertas del cielo,
y luego de tantos besos y batallas: huyó.
Me robó la sonrisa.

Dueño de su sombra en despedida,


descubrí por las malas,
que nunca fue mía.
El plato y la copa llenos de todo,
y yo vacío igualmente de todo,
creí ser pionero en morir
por amor.
¡Pero no!
Mi cuerpo negado resistió
y cuando no avizoraba un regreso: volvió.

El Alma me hizo trizas.


El tiempo

El Tiempo es el gran ladrón;


de memorias guardadas,
de las vidas vividas,
de leyendas contadas,
del olor de tu almohada.

El Tiempo arrebatador:
de niños con madres,
de madres con hijos,
de mascotas con amos,
de todo lo bello en la piel

El Tiempo como excusador:


de amantes desganados,
de amores desahuciados,
de finales apurados,
del olvido y los contratos.

El Tiempo y sus semejanzas:


del que vivió y venció al tiempo por un breve
corto tiempo,
del que disfrutó su espacio;
de La Historia y sus matanzas ahora borradas muy
dentro...

El Tiempo y exactitudes:
en la aguja que no para,
en jornadas de labranza,
en el compartir la cama,
en las horas de llegada
(a lo que llamamos casa)
El tiempo y sus mediciones:
para quien carga reloj.
El tiempo y sus maldiciones:
para quien ya se murió.

El Tiempo tiempo tiene;


tuvo y mañana tendrá.
El Tiempo dueño de todo
Tic tac...tic tac...tic tac

Mujer

Mi poesía va con tu sonrisa;


si lloras mi tinta gotea,
si eres feliz mis palomas alzan vuelo.

Tus humedades el templo


donde expío mis carencias y complejos;
las mismas que luego de hacerlas brotar,
cada vez me hacen sentir perfecto, renacido,
nuevo.

Tu cuerpo rige mis ideas de curvas perfectas en


una mujer,
las sinuosidades tan tuyas han hecho adictas a
estas manos torpes que antes de ti no sabían
querer.

Mujer, gracias por dejarme ser.


Al pensar que te he perdido

Al pensar que te he perdido,


el alma se me acongoja,
vago disperso y perdido,
al viento como una hoja.

Al creer que no eres mía;


más allá de mis anhelos,
el pecho henchido de pena,
se congela en mis desvelos.

Donde iba el corazón


ha brotado una gran piedra,
donde todo era jardín,
solo espinas, musgo, hiedra

Juntos

Un amor casi me ordena


debes marcharte tal vez.
Firmo lo que me proponga,
estoy postrado a sus pies.

Un beso con tantas mieles


que me sabe a volveré,
unas manos tan certeras,
que me invitan a un después.
Un corazón que pregunta:
¿latiremos otra vez?
Un alma que ya es mi alma,
sabe que estamos atados,
y reafirma con sus ojos:
cuando quieras estaré.

Paciencia I

Paciencia tiene la orilla al esperar cada ola


cada vez,
paciencia tienen mis ojos para esperar tu mirada
sin fe,
paciencia extenuante de espera,
mi vida sin ti; de revés.
Paciencia, paciencia, paciencia...
¿...y después?

Mi partitura

Soy músico autodidacta,


tu risa mi sinfonía.
Maestro de ceremonias,
gestor de melancolías.

La nota exacta en tu voz,


tu cuerpo la partitura,
que interpreto cada noche,
ahuyentando mi locura.

Mi crimen creerte obra,


de quien soy compositor,
mi audacia contar tu historia,
siendo en parte historiador.

Gotas

Vienen juntas desde la Aguada,


han recorrido el río con las manos entrelazadas.
Ahora es el momento de aferrarse una a la otra
bien fuerte;
para seguir juntas, luego de la cascada; en la
corriente.

Paciencia II

Espérame siempre calmada,


con ganas enloquecidas pero lúcida,
tu corazón no está solo,
lo llevo siempre en mí,
y frío mucho menos,
¡Lo llevo siempre en mí!
haces bien en no intentar comprender,
la inmortalidad está en los latidos,
no en el porqué del latir,
¿Mágico?
¿Fácil de querer?
¡No!
Por ser tan yo y conocerme mejor de lo que me
conoces debo disentir,
aunque la idea que creas pecado el no quererme,
alimenta mi ego, me hace casi ser vil.
Es cierto que a veces mis palabras como pinceles
dibujan sonrisas en rostros ajenos,
sin modestias lo admito, es así,
pero solo es el refugio que encuentro
para crecer sin medidas por dentro,
La distancia no existe si las almas gemelas se
acercan, se aman, se embisten.
Al final lo que escribo es siempre por ti
no estés triste,
y salgo ganando si a distancia, en mi tinta,
sientes gustos
y en mis letras sabores
que recuerdan a mí,
o en tu caso,
sin haberme probado,
te llevan a creer que, en tu boca,
si me degustaras algún día,
tu lengua te diría,
que mi esencia es así.

Hoy

La vida que va no regresa.


La calma se pierde por poco,
a veces por demasiado poco.
Los sueños hechos de papel a la mínima lluvia se
deshacen.
Y luego de todo estamos nosotros;
creyentes del mañana,
casi ciegamente creyendo,
en la virtud, en los hombres y en la palabra
futuro.
Pobres de nosotros y nuestros papeles mojados.
Las botas lustradas rompen caminos por
cuidadosas que sean,
está en su naturaleza destruir.
Los filósofos que no ponen una roca sobre otra,
se la pasan hablando de castillos.
La hipocresía y la doble moral se asocian casi
lésbicamente.
El valor; infravalorado, está solo y casi se
olvida de ser valiente.
De las nubes solo agua y el Padre de tantos
hijos no aparece.
El Producto Interno Bruto (idiotas locales)
crece sin esperanzas de llegar a alfabetizarse.
Los niños pasan de 40 sin emanciparse.
Cualquier idiota enlaza unas líneas y se cree
poeta.
¡Mírenme!
La inteligencia cada día más finita y la
estupidez lo contrario.
La mediocridad almuerza ideas brillantes sin
piedad
El tedio se luce día y noche, sin discriminar
horarios.
Mas allá están ellos:
los estúpidos-genios.
Nada los afecta ni detiene, colonizan cerebros y
derrumban imperios con idioteces casi perfectas.
La tv los pasa, incluso los apoya y te empuja a
apoyarlos.
La radio miente en tu oído, pero casi siempre
solamente, no más.
Los panfletarios engullen apóstoles y defecan
consignas.
La vida se ha vuelto comer o morir, siempre y
cuando encuentres el pan.
Quiero creer que todo lo malo es por algo,
que al final; o mejor si es posible en el nudo,
habremos captado el mensaje.
Aún en el fondo creo existe esperanza,
tratando de obviar el cinismo en sí misma.
Que ironía, La Historia sin Fin tuvo final...
O eso me cuentan.

Alma sucia

Traigo el alma sucia


de los besos de otras,
de la traición que jamás cometí,
de aquello que deseé sin ser mío,
de las palabras podridas de tu adiós,
de todas las ofensas por gritar que tragué,
del pan nuestro de cada día,
ácido cada día más que el anterior,
de las culpas de otros impugnadas por mí,
que al final recayeron ya sabemos en quién...
De estar listo para poco e indispuesto para
todo,
de salvoconductos que no salvan de nada,
de la reverencia de los irrelevantes,
de la irreverencia de los de adelante,
del manantial que es esquivo,
de las horas malgastadas,
porque nunca fuiste abrigo.
Almas limpias

Reflejan en sí mismas
la claridad del arroyo,
se visten de luces limpias,
aportan, brindan apoyo.

Contagian y purifican,
almas rotas en derredor
calientan en la ventisca
su divisa es el amor.

Llenan de luz las penumbras,


se muestran siempre al pasar,
nada por horrible las derrumba.
Empujan contra el azar.

Si la cultivas será tu joya,


no importan los desmanes soportados,
arrúllala con buenos actos,
y se mantendrá color cielo,
siempre presta a iluminarte,
sin resistencia semejante.

Almas sucias

Vienen cansadas de siglos de agonía,


el polvo del suelo maquilla sus pieles,
sus pies casi rotos del sol, la sequía,
no sé adónde van, o acaso si vienen.

Alguna vez bañadas de transparencia,


se dieron el lujo de creerse intocables,
luego cayeron enfermas de decadencia,
con sus facciones esquivas, deleznables.

Las cargo en mi espalda, culpable confeso,


me queman sus fallas hasta hacerme sangrar,
de esto no escapa ni un solo cuerpo ileso,
me siento un deudor; y debo pagar.

Tedio

En mis manos de hombre medianamente maduro,


la arropé cual ave herida en huida,
era mía,
era suyo,
éramos nuestros;
hasta que no.

La ola arrasó,
y lo que antes fue labial en mi cuello, en mi
camisa,
hoy se ha vuelto antigua brisa,
desgarro de ilusiones, carencia de sonrisas,
sexo ausente,
o peor aún: con prisas.

Caricias por pagar nunca devueltas,


corazones asociados solamente por costumbre,
historias de un pasado bien vivido,
una cama solitaria, sin acompañantes ni restos
de lumbre.

Moribundo amor cubierto de herrumbres.


Espejos

Muestran por fuera,


nada interior,
mienten si quiere el consumidor,
agregan libras:
si la anorexia es tu gran amiga;
susurran arrugas:
a quien le teme mucho a la vida.

Desde agua clara hasta el azogue: reproductores;


de almas en pena;
de alegrías y de colores.
Si viajan solos,
puedes pensarlos inofensivos;
si van con humo,
puede que seas, del que los porta, su aperitivo.

Aguacero lejano

Me encanta cuando llueve a lo lejos.


Las cortinas de agua parecen escaleras...
(por las que nadie sube)
y también toboganes...
(por los que podría deslizarse algo bueno:
un ángel, una idea, un anhelo;
o quizás simplemente un misterio)
Tocar tierra y matar la agonía,
de lo lento que llega un buen sueño.
Soy quien esperas

Soy quien esperas,


lo sé;
el alma nueva, el amanecer.
Quien, al salir de la ducha,
a tus espaldas de repente,
te abraza mientras el cabello te peinas.
El que tantas veces el espejo te avisa:
ahí está en esa esquina,
amándote con la vista,
y la sorpresa me arruina.
El de largas madrugadas soñándote sin descanso,
El del temor agrandado a que no vuelvas mañana.
El que te sueña y de dolor se muere si no lo
piensas,
el que te siente y a todas horas en tu sonrisa
se empeña.

De quién eres dueña

Escapista

La quise como a nadie y escapó,


me quiso a su manera desde lejos,
sus besos en mi boca se prendieron,
quebrándome en mil piezas los reflejos.

La noche era en sus ojos tan eterna,


que mis ojos se perdieron sin remedio,
lo bueno repetido te adormece,
volviéndose flagrante y sucio tedio
Difuntos

A los que ya no están,


a los que una vez estuvieron vivos:
les escribo.

al hermano de mi abuela que fue mi abuelo,


a mis tres padres que se fueron:
aún los quiero.

A mi más fiel amigo,


por descuidarlo cuando tanto me avisaba,
y de su muerte fui testigo,
(hoy me maldigo)

A los gemelos:
de los que nunca podré ver,
(siquiera el color de su pelo)
de los que no podré sentir
(siquiera el olor de su pelo)
Sigo en duelo.

A los que están vivos y a la vez muertos,


ya que no me hablan ni en mis sueños:
los desdeño.

A quienes aún en vida y respirando,


se han trastocado en difuntos:
les entrego mis desprecios,
los borro de mi memoria,
los condeno a los destierros,
los aparto de mi mundo.

Fin del asunto.


Liberto

Liberto el pájaro en vuelo,


Liberto el sol y su luz,
Liberto el sueño sin dueño,
Libertos tú y tu virtud.

Liberto el niño de penas


Liberto el amo del tiempo,
Liberto el beso que quema
Liberto el vivo del Hades.

Liberto de libertades,
quien firmó para estar preso.
Liberto de sociedades,
quien prefiere estar deceso.

Liberto soy cuando escribo


Liberto el amor sin miedo
Libertos papel y tinta
Liberto el QUIERO y el PUEDO

Te regalo mi tiempo

Te regalo mi tiempo.
No el que me sobra sino el que exprimo y araño
de mis compromisos sociales,
porque los amantes no deben medir sus encuentros
en segundos ni horas sino en besos y amor;
pero el reloj no perdona ni obsequia.

Te regalo mi tiempo;
y la queja constante por no darte más, me
acompaña el calvario de las cosas vividas donde
nunca tú estás.
Los sueños compartidos a distancia, distancian
más,
qué mentiras contadas disfrazadas de verdad.

Te regalo mi tiempo de a poco; y la promesa, de


un mañana,
donde en cada foto, cada cena, cada beso y
abrazo...estarás

Por callar lo que siento

Por callar lo que siento,


se me ha henchido el pecho,
por no hacer el intento
no has saltado a mi lecho.

De lo pensado a lo dicho,
se me enredan los versos;
de mis nobles caprichos,
los abrazos más tersos.

Viaja a mi lado la luna,


cuando camino los parques,
viaja conmigo y fortuna,
solamente de pensarte.

Si quieres; quiero y querré,


si me besas seré tuyo,
si te entregas te regalo,
toda mi alma en un murmullo.

¡Espléndida utopía!

Fui su propietario,
y nunca ella fue mía,
dos corazones y un compás a ratos;
solo por momentos.

Quise ser su dueño,


¡espléndida utopía!
la lluvia, el sol, su amor;
también son libres como el viento.

Carnal y hedonista a raudales,


estúpido al creer era la vía.
Los caminos al corazón son más angostos,
al alma no se llega con mentiras.

Cobardes

El silencio te otorga,
no exonera de culpas,
las dudas corroen lo que ya estaba roto,
es el arma más fuerte la sincera disculpa,
el amor que se ciega pierde voz, pierde voto.
Las pasiones más fuertes el calendario las
vence,
se declaran en venta si las porta un cobarde,
las personas recrean como en acto circense,
lo que más necesitan, disfrazado de alarde.

Negra Señora

Con su manto inmenso, oscuro,


abraza sin piedad alguna,
si solo rasga, tal vez escapas,
si hunde sus garras en ti, adiós.

Su rostro no da señas de piedad,


en mi imaginación lo creo ver,
frío y sin expresión alguna,
pensándolo mejor:
acaso tendrá rostro?

Su abrazo irrompible no entiende de perdones,


ni se ausenta o excusa por bienes,
si cree que se ha olvidado de usted; no,
al final siempre llega a decirnos hola.

Todos cabemos en su boca,


aunque no a la misma vez.
Poco a poco con paciencia,
nos engulle cuando alcanza,
hasta el fin.
Nosotros

Me escapo pensando en no volver,


las culpas me empujan lejos de ti,
siento que te debo una lealtad,
a estas alturas podrida de dudas.

Me ves escapar y piensas: ¡por fin!


imaginas que las culpas me hacen huir
no esperas lealtades, sólo verme partir
las dudas te carcomen mucho más que a mí.

Distraído

Ella le preguntó si ya no la amaba más,


Él pensaba en el clima y no respondió,
Ella interpretó que había sido olvidada,
El no entendía el porqué del nubarrón.
Ella sentía un desgano con desatención
Él pensaba en el parte de la televisión
Ella creía que era tiempo perdido
El por su parte, pensaba sólo en granizos
Ella cansada de todo dijo: me voy
Él pensó, se mojará antes de llegar
Apóstol
A José Julián
(125 son muy pocos para olvidar)

Palabra encendida, hombre de altos vuelos,


la Patria entre todas su mayor belleza,
pensamiento en las nubes, pies en el suelo,
alma de escritor, corazón de guerra (dual por
naturaleza)

Verso elevado a la altura de dioses,


exilio forzado, esfuerzo, entereza,
montado a caballo, venciendo las poses,
de la pluma al machete, su brazo con fuerza.

Roñosos lo empujan al campo a sabiendas,


la sangre en su pecho desmintiendo alardes,
le será imposible terminar la contienda,
esta vez, muriendo, gana su razón ante cobardes.

Mil años más tarde se extraña al Apóstol,


su presencia crece como luz abrasadora,
su figura impoluta reluce como un sol
a los que mienten en tu nombre; pronto les
llegará la hora.
Celdas

He sentido el desprecio de otros hombres sobre


mí,
y confieso, he despreciado también,
ser humano es abusar de los errores,
ser maduro es aprenderlos a entender.

El sol sale para todos; pero la noche también.


He tropezado con muchas piedras; muchas veces,
la palabra hiriente me ha quemado la piel,
pero perdono, en silencio, como los peces.

En las consecuencias; no antes,


está el arrepentimiento;
la cordura se compara con temor en algunas
circunstancias,
En ocasiones he saboreado un poco de ese
sentimiento,
avizorando a raudales, las desgracias.

Lo bueno y lo malo se dividen entre ellos,


por líneas finas, al tacto imperceptibles,
el corazón cegado de furia en sus destellos,
cuando arranca, arrasa, volviéndose inservible.

Yo quiero lograr en mi alma, la calma que no


tengo,
hacer valer el trato del más equitativo,
quiero cambiar mi estampa a ver qué a cambio
obtengo,
borrar todo lo malo, sembrar el mejor trigo.

Odiar con razón;


sólo a quien lo merece,
sorprenderme sabio y aún en juventud,
descubrir en el espejo de la imagen que
adormece,
que perdonar no es vil defecto sino sana virtud.

Títere

Hombre de pocas luces y voluntad subyugada,


hilos desde la altura tensando sus movimientos,
su rostro regala expresiones conmiseradas,
pero por dentro; ser mentiroso es su
Mandamiento.

Salva sus culpas como es costumbre culpando a


otro,
que a su vez escapa y culpa a un tercero,
ciclo sin fin entre marionetas,
que siempre tendrán un titiritero.

Animal

Esclavo de la noche sin fin,


odio el sol y los colores
la moda y la primavera,
y a quien viste de arlequín.

Bebo en copa el vino tinto,


su sabor me atrae en demasía,
me gusta apretar bien fuerte,
solo obedezco a mis instintos.
Muerdo hasta hacer sangrar,
no espero menos de su boca,
la cama es un campo cruel,
donde se viene a pelear.

La piel rasgada no quema,


si se ha hecho con placer,
la vida nada nos regala,
no es cuestión de merecer.

Animal de malas costumbres


me declaro sin resguardos,
advierto de mi oscuridad
a quien va esperando lumbres.

Adivina adivinador

Nació en seno familiar acomodado,


llamóse Quijote desde su juventud,
corazón ególatra bien disfrazado,
hallando en la palabra su virtud.

Muchos años y tretas más tarde,


coronado por las hordas verde olivo,
dijo venía en nombre del más grande,
sus mentiras quedarían sin castigo.

Amigo de sus amigos dijo ser,


apoyado en un señor de gran sonrisa,
y a la vuelta de algún tiempo de vencer,
tumbó ese árbol, y culpó a la brisa
Alineó casualidades para ser intocable,
y todo el que hizo sombra desapareció,
dejando una estela de incidentes deleznables,
a nombre de otros a quienes señaló.

Si algo salía bien, entonces acertaba,


robándose la gloria en todos los aspectos,
si se truncaba todo, las culpas delegaban,
dejando a los de abajo a la vista descubiertos.

Jugando con vidas ajenas, nunca propia,


invitó a duelo a muerte a su gigante vecino,
es fácil ser anciano, de ti mismo burda copia,
y nunca importarte si estás siendo mezquino.

Llegó su día; la Negra Señora vino a verlo,


pidió lo recordaran por algo que no fué,
la historia no perdona tantos desaciertos,
el más grande cubano, se llamó José*

¿Quién fue?

(*José Julián Martí Pérez)

Desasosiego

A veces me escondo hasta de mí,


mis pasos se pierden en lejanos horizontes,
bebo de un rio de angustias sin fin
me alcanzan los demonios que viven aquí.
Lucho, batallo y todo es en vano
queriendo ser fuerte me hallo desnudo
me dejo llevar por miedos pasados
creyendo ganarles me voy deshojando.

Me inculpo de culpas que creía ajenas,


haciéndolas mías, las incrusto a mi pecho,
me descubro cobarde con mi voz deshecha,
carácter silente, cegado y maltrecho.

El terco iluminado

Dame una cruz,


para crucificar las miserias,
dame un nombre cualquiera.
Dame una luz,
para gobernar las estatuas en museos de cera.

Dame mejor,
un diccionario mental,
para entender las palabras en las lenguas más
tercas.
(Tanto locales como extranjeras)

¡Mejor no!
Nada me des.
Prefiero ser esclavo eterno de mis aciertos o mi
estupidez.
Testimonio sobre la Verdad

La palabra VERDAD es enrevesada


y alberga todas las mentiras dentro de sí,
cuantos fallan en su nombre?
cuantos la prostituyen en su nombre?
A la vuelta de mil mentiras piadosas
la verdad pierde la fe incluso en sí misma,
incorruptible a la vista de tantos creyentes,
viene rota y podrida desde la propia raíz.
Camufladora por excelencia de fallas,
salta al ruedo brillante y esbelta,
te dice al oído o te grita de lejos,
¡LO QUE SEA QUE YO DIGA ES CIERTO!
en serio?
basta con presentarse y hay que seguirla?
y los matices que alberga?
y lo que puede a la larga esconder?
Me declaro desconfiado por naturaleza,
doy títulos sólo cuando quiero o creo,
no después y mucho menos antes,
me empujo a mí mismo a negar lo absoluto;
a depender de lo que parece sin ser,
a creer por creer sin apenas saber,
en fin...
a otras tantas cosas; me niego

Catedral

Las catedrales luchan contra la gravedad,


a la vez que paren consignas y desamores,
refugian desalmados tontos y enamorados fugaces,
a pobres turistas torpes que creen que un flash
capta siglos de un tirón,
alimentan aprendices de artistas y a pintores
sin ideas.
Los adoquines y sus sonidos te siguen mientras
pasas,
no te dan espacio para estar solo ni un segundo,
convergen allí drama, espacio, luces, aromas y
gente...
mientras admiras la belleza del antiguo color y
el olor de la dama,
te enamoras sin saber de ese espacio vital.

Sálvanos hoy

¡Oh mi Habana!
Con tus adoquines y tu Catedral,
y tus calles llenas de gentes...
sin bozal.

¡Oh mi Habana!
Nunca fui de visitarte demasiado,
y ahora que no puedo,
es cuando más te extraño.

¡Oh mi Habana!
Ilumínanos a todos de un tirón,
que las notas de tus ruidos,
hagan eco en nuestro corazón.

¡Oh mi Habana!
No pitees entre los de aquí y los de allá,
danos a todos tu luz, tu salud,
gratis; así sin más.

¡Oh mi Habana!
Me voy a extralimitar:
no te fijes en idiomas ni naciones,
derrama tu buena ventura
sin discriminar
en color ni posiciones.

Gracias Señora de todos.


Gracias Señora de mar.
Y perdone.
Punto final.

Diferente

La bota que tanto me ha subyugado,


no espere de mí el más mínimo respeto,
no existe forma de ponerme de su lado,
ni obligarme con sus farsas y decretos.

Me declaro rebelde y diferente,


a la vez que terco pero iluminado
no me arrastra la corriente pluralista
que practican tantos descerebrados.

De naturaleza tan torpe no me veo


para unirme a su masa de borregos
sus mentiras hace años no las creo
soy culpable de apartarme; no lo niego.
Testimonio de un loco

A la vera del camino se hallaba el hombre,


nadie lo conocía;
solo él.
(si es que acaso en algún momento llegó a
conocerse a sí mismo)
Sus letras lectura propia que lastimaba.
No vendía;
no quería,
ni le importaba.
De esa manera se desahogaba.
Encontró el camino a la felicidad hablando solo,
contándose sus problemas y resolviéndolos
igualmente solo.
“La compañía falsa hiere más que la soledad”
recitaba como un mantra salvador de vida.

Entonces llegó un día en que reír por compromiso


quemaba,
y decidió alejarse;
y lo llamaron loco,
y rehuyeron de él sin saber el favor que le
hacían.

Entonces en la comodidad de su propia y auto


impuesta soledad encontró la paz.
Procusto Rey

¡Procusto es rey!
Así empieza mi testimonio y así lo he de
terminar.

Más allá del éxito o desgracia de cada cual,


está el latente y sórdido gusto de cercenar
(metafóricamente hablando) a todos y a todo lo
que pueda llegar a igualarnos...
o peor;
sobrepasarnos.

Procusto y su síndrome nos acechan cual


depredador a su presa.
Nos infecta con su enfermedad incurable.

El rostro guardado en alguna gaveta, nos lleva a


ser lo que siempre quisimos: verdugos sin ley;
hacedores de infamias,
practicantes de todo lo deleznable.

Arrepentidos nunca, malvados siempre, sonreímos


en silencio ante la debacle del amigo,
lloramos en público para mitigar y disfrazar
nuestra culpa ante la debacle del amigo.

He de decir...
No, no he de decir;
He de gritar
¡PROCUSTO ES REY!
Mujer sin hijo

Viaja en soledad;
en el tren de la vida sin acompañantes.
El espejo no muestra piedad cuando muestra,
ni le importa.
Su gato gastó la séptima vida hace años,
eso un tanto si le duele,
no mucho.
Los pasajeros se quejan de su hosquedad,
ella se queja de que existan otros orbitando en
derredor.
Ya de paso detesta
cumpleaños, fiestas
y sobre todo las flores;
recuerdan tiempos donde hubo por quién llorar de
alegría;
y las odia.
Es un sentimiento visceral sin frenos ni
tapujos;
que ahí está,
la rompe de adentro hacia afuera, y lo que fue
su sonrisa, ya olvidada y lejana, da cuentas de
ello.

No perdió a su único hijo esa noche;


¡No!
Perdió su alma y su alegría,
el anhelo de verlo convertido en señor,
en padre y abuelo tal vez.
Se truncó la continuidad de sus genes y falló en
la tarea de que su prole prosiga con sus rasgos,
perdió más que todo esa noche: perdió su vida.
Se perdió a sí misma...

Para nunca volver.

Testimonio sobre escribir

No querer escribir es casi como morir,


es dejar el aliento pausado hasta nuevo aviso,
es hincharse de tristeza,
es dejar que el peso completo del Universo caiga
encima de tus hombros,
es negar la naturaleza comunicadora que llevas,
es desistir de la idea de nombrar todo lo
nombrable,
que hace años persigues.

No querer escribir es cercenar los caminos y los


futuros de un tirón,
es no saber qué habría pasado de haber dicho lo
que callaste a fuerza de espanto por temor a
resultados mediocres.

Es matar en verbo que espera nacer de tus labios


cómo flor tras la lluvia de una primavera
salvadora.

Intentar no escribir es casi como morir.

No escribir...lo es.
A los enamorados

A los enamorados,
no los mata el tiempo o la vejez,
ni la lluvia o el frío,
ni el dolor o el hastío,
ni la distancia y la estupidez.

No los rompe,
ni lo que fue y no es
ni lo que estuvo algún día
y queda solo a fuerza de rebeldía;
ni que esté todo al revés.

Lo que los deshace


son las medias tintas malditas,
que asesinas calladas avanzan,
nadie sabe en verdad lo que destrozan
el QUIZÁS, el MAÑANA, el TAL VEZ.

Se nos acaba el tiempo

Se nos acaba el tiempo,


y no has dicho ni una palabra.
Me he desterrado a lugares lejanos,
donde mi mente se siente más cómoda.
¡Y tú no has dicho ni una sola palabra!
He extraviado la llave que guarda mi razón,
porque con ella sería diferente esto que siento.
El sol y la luna se han juntado,
para hacerme ver la diferencia de todo.
¡Y aún no mencionas ni una palabra!
Me entrego en cuerpo y alma
lloro lágrimas de sangre para ti;
los ríos no sacian mi sed contenida,
digo a gritos que te amo
y no te inmutas;
Y lo peor:
¡Estoy seguro que no dirás a estas alturas
palabra alguna!

Locura

En un parque...
En un banco cualquiera...
Las aves gritan, las personas ladran y los
perros trinan.
El cielo es el suelo,
debajo las nubes,
los muertos con vida,
el aguacero sube.
Las plantas decrecen,
acéfalos los sabios,
los tontos certeros pensantes,
con doble cabeza
y doble moral.
¡Y doble morral!

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