La Oracion y Su Importancia

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LA ORACION Y SU IMPORTANCIA

Nuestro Dios es un Dios que escucha y contesta la oración. Escuchar la oración es uno de sus
atributos, es parte de su naturaleza. Dios se deleita en ser llamado “El Dios que escucha y el que
contesta la oración” (salmo 65:2)

I ¿Por qué debemos de orar?


1. Porque es un DERECHO.
Luc 18:1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no
desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3
Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi
adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni
temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré
justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo
el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se
tardará en responderles?
2. Porque se nos ORDENA.
1Te 5:17 Orad sin cesar.
Col 4:2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
3. Porque es PECADO no hacerlo
1Sa 12:23 Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros;
antes os instruiré en el camino bueno y recto.
4. Porque ENTRISTECE a Dios el no hacerlo
Isa 43:21 Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará. 22 Y no me invocaste a mí, oh
Jacob, sino que de mí te cansaste, oh Israel.
5. Porque es un MEDIO a través del cual Dios otorga su bendición
Mat 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Mat 21:22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Stg 4:2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis,
pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
6. Por el ejemplo que nos da Cristo
Mar 1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto,
y allí oraba.
7. Debido al énfasis que le dio la Iglesia primitiva
Act 6:4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.
Act 12:5 Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios
por él.
Rom 1:9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que
sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
Col 1:9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros,
y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia
espiritual,
II ¿Qué descalifica mi oración?
1. El consentir el pecado en mi corazón
Sal 66:18 Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.
Isa 59:1 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído
para oír; 2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros
pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
2. Negarme a escuchar la Palabra de Dios
Pro 1:24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, 25 Sino
que desechasteis todo consejo mío Y mi reprensión no quisisteis,
Pro 1:28 Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán.
Pro 28:9 El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.
Zac 7:11 Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír; 12
y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos
enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte
de Jehová de los ejércitos. 13 Y aconteció que así como él clamó, y no escucharon, también ellos
clamaron, y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos;
3. Falta de fe
Heb 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Stg 1:6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar,
que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
4. Desobediencia voluntaria a los mandamientos de Dios
Pro 28:9 El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.
5. El egoísmo
Stg 4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
6. Ídolos en el corazón
Eze 8:5 Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia
el norte, y he aquí al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada. 6 Me
dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa
de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete aún, y verás abominaciones
mayores. 7 Y me llevó a la entrada del atrio, y miré, y he aquí en la pared un agujero. 8 Y me dijo:
Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta. 9 Me dijo luego:
Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí. 10 Entré, pues, y miré; y he aquí toda
forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban
pintados en la pared por todo alrededor. 11 Y delante de ellos estaban setenta varones de los
ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán en medio de ellos, cada uno con su
incensario en su mano; y subía una nube espesa de incienso. 12 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has
visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras
pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra. 13
Me dijo después: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen éstos. 14 Y me llevó a la
entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí
sentadas endechando a Tamuz. 15 Luego me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás
abominaciones mayores que estas. 16 Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he
aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones,
sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol,
postrándose hacia el oriente. 17 Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la
casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado de maldad la
tierra, se volvieron a mí para irritarme; he aquí que aplican el ramo a sus narices. 18 Pues también
yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con
gran voz, y no los oiré.
Eze 14:1 Vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel, y se sentaron delante de mí. 2 Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 3 Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su
corazón, y han establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en
modo alguno consultado por ellos?
7. No tener en cuenta el clamor del necesitado
Pro 21:13 El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.
8. Una relación incorrecta en el hogar
1Pe 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a
vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no
tengan estorbo

III ¿Qué hace más efectiva mi oración?


1. Una contrición verdadera (sentir arrepentimiento, compunción, aflicción, pena)
Luc 18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se
golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio (dame tu favor) a mí, pecador. 14 Os digo que éste
descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será
humillado; y el que se humilla será enaltecido.
2. Fe en Cristo
1ra Juan 5:13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para
que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. 14 Y esta es la
confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y
si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones
que le hayamos hecho.
3. Justicia y piedad
1Pe 3:12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero
el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
4. Obediencia
y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y
hacemos las cosas que son agradables delante de él.
5. Permanencia en Cristo
Joh 15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis,
y os será hecho.
6. Humildad
Sal 10:17 El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu
oído,
Sof 2:3 Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad
justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová.
7. Confianza gozosa
Sal 37:4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. 5
Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

IV ¿A quién le debo orar?


1. A Dios el Padre
Lc 11:1 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le
dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. 2 Y les dijo: Cuando
oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
2. En el nombre de Jesucristo
Jn 16:23 En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto
pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
¿Qué significa pedir EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO?
Es hacer una oración que Cristo podría pronunciar. Orar en el nombre de Cristo es como poner la
firma de Cristo a nuestra petición
3. En el Espíritu
Efesios 6:18 – orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello
con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Judas 20 – Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu
Santo,
¿Qué significa orar EN EL ESPIRITU?
Esto quiere decir, que nuestra oración debe ser inspirada y conducida por El.
Rom 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
El Espíritu Santo siempre puede orar conforme a la voluntad de Dios. De modo que toda oración
que es inspirada, guiada y auxiliada por el Espíritu Santo puede ser garantizada con una respuesta.
Todo creyente fiel debiera prestar cuidadosa atención a la práctica de la oración. Debieran evitar
todo uso irreverente de la oración o las repeticiones inútiles que caracterizan al mundo pagano, y
debieran seguir el orden divino prescrito para la oración bajo la gracia. Esto se afirma en las
siguientes palabras: «En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo
cuanto pidiereis al Padre en mi nombre os lo dará» (Jn. 16:23), y la oración será hecha en el
Espíritu (Jud. 20).
Este orden no ha sido impuesto en forma arbitraria. Sin embargo, dirigir la oración a Cristo es
abandonar su mediación orando a Él, en lugar de orar por medio de Él, sacrificando, por lo tanto,
el rasgo más vital de la oración bajo la gracia: la oración en su nombre. Dirigir la oración al Espíritu
de Dios es orar al Espíritu, en lugar de orar por él, y ello implica que hasta ese punto estamos
dependiendo de nuestra propia suficiencia.
Entonces podría concluirse que, bajo la gracia, la oración debe ser dirigida al Padre en el nombre
del Hijo y en el poder del Espíritu Santo.

V ¿Por quién debo orar?


1. Por uno mismo
Jn 17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado;
glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
1Cro 4:10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi
territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó
Dios lo que pidió.
Sal 106:4 Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo; Visítame con tu
salvación,
Cuando nos falta sabiduría – Stg 1:5; Cuando pasamos por privaciones – Sal 102:17; Cuando
estamos bajo opresión – Ex 22:22-23; Cuando sufrimos – Stg 5:13
2. Por los demás creyentes
Jam 5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho.
Rom 1:9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que
sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
3. Por los obreros cristianos
Efe 6:18-20; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea
dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, 20 por el cual soy
embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
4. Por los recién convertidos
1Th 3:9 Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con
que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, 10 orando de noche y de día con
gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe? 11 Mas
el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros. 12 Y el
Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo
hacemos nosotros para con vosotros, 13 para que sean afirmados vuestros corazones,
irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo
con todos sus santos.
5. Por los enfermos
Stg 5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor
lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras ofensas
unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede
mucho.
6. Por los hijos
1Ch 29:19 Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos,
tus testimonios y tus estatutos, y para que haga todas las cosas, y te edifique la casa para la cual
yo he hecho preparativos.
7. Por los gobernantes
1Ti 2:1 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias,
por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos
quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3 Porque esto es bueno y agradable delante
de Dios nuestro Salvador,
8. Por Israel
Psa 122:6 Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman. 7 Sea la paz dentro de
tus muros, Y el descanso dentro de tus palacios
9. Por aquellos que nos maltratan
Mat 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien
a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
10. Por todos los hombres
1Ti 2:1 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias,
por todos los hombres;

VI. ¿Cómo debe ser mi actitud al orar?


1. Rendición a la voluntad de Dios
1Jn 5:14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos
que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
2. Precisión
Mat 6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Mat 18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de
cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Gen 24:12 Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen
encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. 13 He aquí yo estoy junto a la fuente de
agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua. 14 Sea, pues, que la doncella a quien
yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de
beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré
que habrás hecho misericordia con mi señor.
3. Sinceridad
Mat 6:5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las
sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya
tienen su recompensa.
4. Simplicidad
Mat 6:7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su
palabrería serán oídos.
5. Diligencia
Act 12:5 Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios
por él.
6. Perseverancia
Col 4:2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
7. Confianza
Mat 21:22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
VII. ¿Cuándo debo orar?
1. En periodos establecidos
Sal 55:16 En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará. 17 Tarde y mañana y a mediodía
oraré y clamaré, Y él oirá mi voz.
Dan 6:10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las
ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba
gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
2. En las comidas
Hch 27:35 Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y
partiéndolo, comenzó a comer.
3. En graves situaciones
Sal 50:15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.
4. En todo tiempo
Efe 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos;

VII ¿Cuándo debo orar?


Orad sin cesar – 1Tes 5:17 – Esta orden que se nos da no nos dice que debemos dejar de trabajar y
de hacer nuestras actividades cotidianas y pasar todo el tiempo orando. Es más bien una actitud o
un nuevo modo de vivir nuestra vida, siempre pendiente y sensible a las necesidades que se
presentan ante nosotros.
Orar sin cesar significa responder inmediatamente a una necesidad con una petición de ayuda a
Dios. Si ves a tu hermano enfermo ORA AHÍ MISMO POR EL. Si estas siendo oprimido por un
patrón injusto, ACUDE A DIOS EN ORACION EN ESE MOMENTO. Ante cualesquier necesidad en el
momento que la descubres, acude a Dios en oración. Si el Espíritu Santo trae a tu memoria una
necesidad tuya o de alguien mas, no esperes al siguiente día para orar, hazlo en el mismo
momento que lo recuerdas. Dios lo esta trayendo a tu mente en ese momento por una razón. Que
le pidas a El. La oración oportuna, sencilla, espontánea, sincera y sobre todo dirigida por el Espíritu
Santo será respondida por Dios

VIII ¿Dónde debo orar?


1. En privado
Mat 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
2. En publico
Hch 27:35 Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y
partiéndolo, comenzó a comer.
3. En todas partes
1Ti 2:8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni
contienda.
IX ¿Cuáles son los resultados de la oración?
1. Grandes logros
Stg 5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho.
2. Respuestas definidas
Mar 11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
¿Cómo se que Dios me concedió mi petición? Porque pedí algo especifico y recibí aquello
especifico que pedí. De otra manera cualesquier respuesta podemos mal interpretarla como
respuesta de Dios. Si somos específicos Dios nos responde de forma específica también.
3. Logro del propósito divino
1Jn 5:14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos
que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
4. Glorificación de Dios
Jn14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado
en el Hijo.
Si la oración es pedir y pedir de forma definida, entonces la respuesta a la oración es que se nos
conceda la petición.
 
LA ORACIÓN SUMO-SACERDOTAL DE JESÚS
(JUAN 17:1-26)

Intercesión del Hijo de Dios por los suyos.  Esta oración es para nosotros los creyentes completa
seguridad de que Dios está velando por nosotros como sus hijos, y el se interesa por nuestro
bienestar en el mundo.

I. Jesús ora por su propia glorificación (vss.1-5)


II. Oración por la Iglesia:
a. Asegura la fe de los creyentes (vss.6-8)
b. Por la protección de los creyentes en el mundo (vss 9-14)
Aunque Cristo oró por los suyos estando en la tierra, continúa haciendo lo mismo ante el Padre en
el cielo. Mientras continuemos en fe, nada nos podrá separar del amor de Cristo (Romanos 8:31-
39). La protección del creyente no depende de el sino de Dios que es fiel.
 El justo vivirá por fe.
c. Por la santificación de los creyentes (vs.17)
 Protección del mal (vss. 15-17)
 Santificación de los creyentes (vss. 16-19)
d. Por la unidad de los creyentes (vss. 20-23)
 Romanos 14:19
 I Corintios 12:14
 Efesios 4:2-3
 Filipenses 2:1-4
 I Pedro 3:8
e. Por la glorificación de los creyentes (vs. 24)
f. La glorificación es la esperanza final del creyente
 I Tesalonicenses 1:11-12
III. Compromiso de Cristo (vss. 25-26)
a. Con el Padre (vs. 25)
b. Con los creyentes (vs. 26)
.

Podemos estar seguro que esta oración fue oida por el Padre y que se cumple en los hijos de
Dios porque el mismo Cristo dijo cuando se encontraba frente a la tumba de Lazaro: "Padre,
gracias por haberme oido. Yo sabía que tu siempre me oyes, pero lo dije por causa de la
multitud que esta alrededor, para que crean que tu me has enviado".
(Juan 11:41-42) 
UNA ORACIÓN DE ARREPENTIMIENTO

(Biblia de Estudios John McArthur)

 "…Y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo".
(I Juan 2:1)

Como creyentes, aún con una naturaleza de carne sobre nosotros, tenemos falta y cometemos
pecados. Dios está dispuesto a perdonarnos siempre que vengamos a El con un corazón sincero,
contrito y humillado. Siempre que oramos, debemos reconoder ante Dios nuestras faltas y
pecados y el es misericordioso para limpiarnos y hacernos volver a nuestro lugar de origen con El.
Tal como nosotros pecamos, David, un rey de Israel que según dice la Biblia era un hombre
conforme al corazón de Dios, peco. David después de haber reconocido su pecado fue ante Dios
con la oración que encontramos en el Salmo 51. He aquí un bosquejo de la oración de David que
puede servir de ejemplo para nosotros. Aunque David sufrió cierto castigo por su pecado, Dios le
perdonó y le restauró.
Petición por Perdón y Misericordia (51:1,2)
Ten piedad de mi oh Dios, conforme a tu misericordia
Lávame más y más de mi maldad, y limpiame de mi pecado
Confesión de Pecado (51:3-6)
Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado esta siempre delante de mi.
Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas
reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.
He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tu amas la verdad en lo intimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduria.
Oración por limpieza moral (51:7-12)
Purificame con hisopo, y seré limpio; Lávame y seré mas blanco que la nieve.
Hazme oir gozo y alegria, Y se recrearán los huesos que has abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades.
Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espiritu recto dentro de mi.
No me eches de delante de ti, y no quites de mi tu santo Espiritu.
Vuelveme el gozo de tu salvación, Y espiritu noble me sustente.
Promesa de Servicio Renovado (51:13-17)
Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia.
Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.
Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.
Los sacrificios de Dios son el espiritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciaras
tu oh Dios.
Petición para Restauración Nacional (51:18,19)
Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén.
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros en tu altar.
"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda comparecerse de nuestras debilidades,
sino que uno que fue tentado en todo, según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquemos,
pues, al confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el
oportuno socorro".
(Hebreos 4:41-15)
El Padre Nuestro
(Mateo 6:5-9/ Lucas 11:2-5)

Y cuando oren no sean como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y
en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa.
Mateo 6:5

 El Padre Nuestro es la oración más conocida en la Biblia. No importa cual sea el antecedente de
niñez Cristiano, esta es una de las primeras oraciones que se les son enseñadas a los niños. Todos
los que fuimos de niños a la iglesia podemos recordar nuestra maestra de escuela dominical quién
nos la enseñó.
Muy a menudo algunos piensan que esta oración es simplemente para ser repetida vanamente
como si tal acción tuviera algún tipo de efecto. Esta oración nos sirve como un modelo el cual se
ha de seguir cuando vamos en oración ante nuestro Dios y Padre. Los discípulos le pidieron a Jesús
que le enseñar a orar y así Jesús lo hizo, Él les dijo que oraran así, y les dijo el Padre Nuestro.
Cree usted que Jesús quiso decir a sus discípulos que siempre repitieran lo mismo a Dios cuando
oraran. Yo no lo creo. La repetición de un conjunto de palabras no lleva en sí ningún poder.
Algunas religiones, aunque muy bien intencionadas, dicen a sus miembros que para recibir perdón
o ser escuchados por Dios necesitan repetir tantas o más veces algún tipo de oración o estribillo
que alguien ha compuesto. Eso es puro engaño.
La oración es una forma de adoración a Dios. Cuando se ora busca llegar a la presencia de Dios, se
busca llegar a su corazón. Para llegar al corazón de Dios se requieren mas que buenas intenciones.
Jesús dijo que el Padre busca adoradores que le adoren en Espíritu y en Verdad. La oración incluye
esto. El mismo apóstol Pablo escribió a los Efesios sobre la necesidad de orar en el Espíritu.
Efesios 6:18
Orando en todo tiempo con toda oración y suplica en el Espíritu,
y velando en ello con toda perseverancia y suplica con toda
perseverancia y suplica por todos los santos
Para orar en el Espíritu necesitamos tener un buen entendimiento de lo que encierra la oración.
Jesús nos dejó un buen ejemplo de lo que es o debe estar incluido en la oración para que sea una
oración de la cual Dios se agrade. A continuación presento un bosquejo de "El Padre Nuestro" en
el cual se explican cada una de las partes de esta oración a la luz de la Sagrada Escritura.

Padre Nuestro
NO puede haber Padre sin Hijo(s). Todos los seres humanos NO SON hijos de Dios.   Las personas
tienen la creencia de que todos los seres humanos son hijos de Dios y que por consiguiente todos
somos hermanos. En cierto modo esta creencia es cierta pero solamente desde un punto de vista
amplio en la aplicación:
Hechos 17
28 Porque en él [Dios] vivimos, y nos movemos y somos; como
algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque
linaje suyo somos.
Pablo les dice a los Atenienses que todos los humanos somos linaje de Dios, pero eso es desde el
punto de vista en el cual todos somos hechos a la imagen y semejanza de Dios. Tenemos un
espíritu, tenemos conciencia moral de lo bueno y lo malo y tenemos cierta libertad de actuación y
control para funcionar y tomar decisiones.
Génesis 1
Y dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza.
Ahora, desde el punto de vista estricto la Biblia misma nos indica lo contrario. Solamente aquellos
que creen en Cristo y le reciben son hechos hijos de Dios:
Juan 1:12
Mas a todos los que le recibieron, los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de varón sino de Dios.
Estos son los verdaderos hijos de Dios. Los que son engendrados por El de su propia voluntad. No
por voluntad humana. El apóstol Pablo dice a los Romanos que solo los que son guiados por el
Espíritu son hijos de Dios:
Romanos 8:14
Porque los que son guiados por el Espíritu, estos son hijos de
Dios.
Lo más interesante de esto es que Dios dice que el no oye a los impíos. El solo oye a sus hijos. La
única ocasión cuando Dios oye al impío es cuando este clama a El arrepentido pidiendo perdón por
su pecado.
Juan 9:31
Sabemos que Dios NO OYE a los pecadores; pero si alguno es
temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye.
Padre Nuestro
Dios es padre no solamente mío en un sentido individual sino que también es padre "nuestro" en
un sentido corporal. Cuando nos dirigimos a Dios en oración lo hacemos como "uno" de sus hijos.
Debemos mantener claro que Dios es Padre de todos.
Esta frase nos debe recordar que debemos pensar en otros cuando oramos. Que no debemos
pensar egoístamente pidiendo a Dios solo lo que necesitamos nosotros y nuestra familia
olvidándonos de los demás. El creyente en su oración debe interceder por los demás miembros del
cuerpo de Cristo que son tan hijos de Dios como lo es el o ella.
Que estas en los cielos
¿Dónde esta Dios? La Biblia nos enseña que Dios es "Omni-presente", él esta en todas partes. Esta,
según dice el Salmista en todos lugares, no hay un lugar donde el hombre pueda irse que Dios no
este presente.
Salmo
¿Dónde me esconderé de tu presencia?
No solamente esta Dios en todas partes sino que mora individualmente en cada uno de nuestros
corazones.
Juan 14:23
El que me ama, mis palabras guardará y mi Padre le amará, y
vendremos a el, y haremos morada con él.
Aún con todas estas declaraciones, Dios tiene su morada en los cielos. Aunque Dios se nos
presenta como un Padre que esta a nuestro alcance y que desea comunicarse con nosotros sus
hijos, también nos deja saber que esta por encima de nosotros. Dios no esta a nuestro nivel, Su
morada esta en los cielos. El hijo de Dios debe mantener siempre en su mente de que aunque Dios
es su padre y esta dispuesto a ayudarle en todo, debe ser tratado con respeto, pues esta por
encima de Él.
Santificado sea tu Nombre
Adoración y Reconocimiento. Ese es el énfasis en esta frase. Jesús les dice a sus discípulos que Dios
es Santo, que su nombre es Santo. Él es santo y debemos entenderlo muy claramente. En la
actualidad la gente se comporta y pide a Dios como si fuera un cualquiera. Es necesario entender
que Dios es santo y demanda santidad. El mínimo nivel de santidad que Dios requiere de sus hijos
es la perfección. Dios demanda que sus hijos se interesen por ser como él es. En cierta ocasión
Jesús dijo:
Mateo 5:48
Sed, pues vosotros perfectos como vuestro Padre que está en los
cielos es perfecto.
El nombre de Dios ha de tenerse siempre en alta estima. Dios no dejara de castigar a quién tome
su nombre en vano. El quinto mandamiento dice:
Éxodo 20
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no
dará Dios por inocente al que tomare su nombre en vano.
Cuando oramos debemos mantener el hecho de que Dios es santo y su nombre es santo. Debemos
recordar que él merece toda Gloria y toda honra. A Dios se le debe adoración pues solo él la
merece. Dios desea adoradores. Debemos de dedicar tiempo para adorar a Dios en nuestras
oraciones. Es fácil pasar por alto esta parte tan importante de la oración e ir directamente a pedir
a Dios por nuestra necesidad, por nuestro problema o por nuestros deseos. Sin embargo, Dios
desea que le adoremos.
Cuando dedicamos tiempo para adorar a Dios entendiendo quién él es verdaderamente, entonces
entenderemos que no importa cual sea la situación la cual estemos pasando él cuidará de
nosotros. El mismo Cristo nos dice:
Mateo 6:33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su Justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.
La prioridad mayor en el creyente debe ser buscar a Dios por quién él es, no por lo que puede
darle.
Venga tu Reino
¡Cristo es Rey! El reino está en el mundo.  El reino es su Iglesia. Él es Rey del mundo y del universo.
Cristo tiene todo el poder. El dijo:
Mateo 28:18
"…Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra."
De acuerdo a la Palabra de Dios, David subió de la tumba para ocupar el lugar de rey, sino que fue
Cristo mismo quién tomó esta posición de rey sobre la casa de Israel luego de levantarse de entre
los muertos y ascender al cielo.
Hechos 2:34
Porque David no subió a los cielos; pero el mismo dice: Dijo el
Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra Hasta que ponga a tus
enemigos por estrado de tus pies. Sepa, pues, ciertísimamente
toda la casa de Israel, que a este Jesús a quién vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Jesús estará sentado en su trono celestial reinando y dominándolo todo y no se moverá de su silla
hasta que haya puesto todo enemigo y poderío debajo de sus pies.
Efesios 1:20-22
[Cristo resucitado de entre los muertos fue sentado a la diestra
de Dios Padre] sobre todo principado y autoridad y poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este
siglo sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo
sus pies y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia…
El apóstol Pablo en referencia a este evento de Cristo sentado como Rey a la diestra del Padre,
dice:
1 Corintios 15:23
Porque es preciso que reine hasta que haya puesto a todos sus
enemigos debajo de sus pies.
La Iglesia tiene la responsabilidad de que el reino invisible de Cristo se haga visible en la tierra. Que
las personas vengan a formar parte de este reino. Esto sucede cuando el evangelio es predicado y
las personas nacen de nuevo. Nadie puede ver el reino de Dios si no ha nacido de nuevo (Juan 3:3).
Que las almas sean trasladadas tal como hemos sido nosotros, del reino de las tinieblas de Satanás
al reino de Cristo.
Colosenses 1:15
El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas y nos ha
trasladado al reino de su amado Hijo.
El mundo se rebela y no se somete al reinado de Cristo (Salmo 2:2-3) pero Cristo se burla de ellos
(Salmo 2:4…)
Sea hecha tu voluntad
El hacer la voluntad de Dios es sumamente importante. El deseo de cada creyente en la oración
debe ser que la voluntad de Dios sea hecha tanto en su vida como en los demás. Que la obediencia
de parte de su pueblo sea hecha manifiesta. Que sus mandamientos sean guardados. Que el
evangelio del reino sea predicado. Que el pueblo sea edificado.
Romanos 12:2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual es la
voluntad de Dios, agradable y perfecta.
El creyente de be de activamente buscar la voluntad de Dios. El hacer la voluntad de Dios es lo que
hace la diferencia entre uno que es verdaderamente un hijo de Dios y uno que no lo es. Jesús
mismo dijo:
Mateo 7:21
No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos,
sino el que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos.
Antes de decir estas palabras Jesús dijo: "Por sus frutos los conoceréis". Pero después dijo la
parábola de los dos hombres que construyeron sus casas, uno sobre la roca y otro sobre la arena.
El que construyó sobre la roca lo hizo de acuerdo a la voluntad de Dios. Construyo sobre la palabra
de Dios. La Biblia es la roca que contiene la Palabra de Dios de acuerdo a su voluntad. El verdadero
creyente va a la Palabra y funda su casa (su vida) sobre ella, pero el que no es verdadero no lo
hace.
La Biblia esta llena de instrucciones acerca de como debemos conducir nuestra vida. Es importante
oír la Palabra pero mucho más importante es ser hacedores de la Palabra.
Santiago 1:22
Pero sed hacedores de la Palabra no tan solo oidores...
Esa es la voluntad de Dios. Que seamos hacedores de la Palabra. No podemos orar, "hágase tu
voluntad" si no estamos viviendo en esa voluntad. No hay ningún misterio en esto. La voluntad de
Dios se hará en la tierra a medida que personas como usted y yo estemos dispuestos a obedecer y
no a poner excusas baratas por lo cual no puede ser este o aquello.
Juan 14:21
El que tiene mis mandamientos. Y los guarda, ese es el que me
ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré
a Él.
En la tierra como en el Cielo
No hay duda de que la voluntad de Dios se hace en el cielo. En el cielo, los Ángeles adoran a Dios
sin cuestionarle. Sin embargo en la tierra, el hombre cuestiona todo. Aún los creyentes cuestionan
las enseñanzas más simples de la Biblia. Todo lo que el hombre desea hacer es su voluntad y no la
voluntad de Dios.
De la única manera que la voluntad de Dios será hecha en el cielo como en la tierra, será cuando
comencemos a aceptar esta voluntad revelada en su Palabra y pongamos nuestras ideas y
conceptos a un lado.
Danos el pan Diario (El pan de cada día danoslo hoy)
De la misma manera que Dios cuida de los animales del campo, de la misma manera que Dios
cuidó de su pueblo en el desierto (Salmo 105), así Dios cuidará de sus hijos. Como vemos, Dios
desea que le pidamos el pan diario, es decir el de HOY. Hay un dicho que dice: Ayer es historia,
Mañana es Misterio, pero hoy es un regalo, por eso le decimos "presente". Dios nos ha dado el día
de hoy como un presente. Mañana quizás no llegue. Confiemos pues en Dios quién es poderoso
para darnos nuestro pan cada día.
El apóstol Pablo dice:
Filipenses 4:19
Mi Dios, pues suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús.
El creyente debe de confiar en Dios. Él es nuestro suplidor. Él esta al tanto de todo lo que nos hace
falta y puede y desea suplirnos. La relación con Dios debe ser diaria, si queremos ver la bendición
de Dios diariamente. Quizás usted nunca llegue a ser millonario pero si le es fiel ha Dios y es
obediente y es justo y hace su voluntad, entonces usted podrá decir como dijo el salmista:
Salmo 37:25
Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su
simiente que mendigue pan.
Perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores
Esta es una de las partes más peligrosas y más serias de esta oración. Muchos al orar saltarían esta
parte si supieran y meditaran sobre lo que se esta diciendo. Estamos diciendo a Dios que nos
perdone nuestras faltas de la misma manera y al mismo grado que nosotros perdonamos a los que
nos ofenden.
Quizás alguien pueda discutir sobre todas las razones para no perdonar a alguien. Pueden haber
miles buenas razones para que una persona no perdone a otra, pero ninguna debiera ser tan
buena como para evitar que el perdón de Dios llegue a su vida.
Simplemente hablando, Dios no perdona a quién no puede perdonar. Le recomiendo que lea la
historia (parábola) en Mateo 18-23-35 para un ejemplo de la severidad de Dios contra aquellos
que no pueden perdonar a sus semejantes.
Jonathan Edwards En su famoso sermón "La justicia de Dios en la condenación de los
pecadores" dijo:
"Cualquier pecado es mas o menos odioso según sea el honor y majestad
de quién hemos ofendido. Puesto que Dios es de infinito honor, infinita
majestad e infinita santidad, el menor pecado es de infinita
consecuencia"
Delante de Dios no existen pecaditos pequeños y mentiritas blancas. Cualquier mínimo pecado es
grande delante de Dios. El no perdonar a los que nos deben es insultar a Dios.
El perdón a los demás es algo que Dios espera de nosotros. No podemos esperar un premio por
haber perdonado ya que ese es nuestro deber. (Lucas 17:10) El creyente debe pedir
constantemente perdón a Dios por sus faltas. (1 Juan 1:5-10). Y debe perdonar a otros las faltas.
El creyente que no puede perdonar las faltas a otros pone en duda su fe. Es imposible que una
persona llena de amor de Dios, que tiene el Espíritu Santo y que haya nacido de Dios no pueda
perdonar al que le ha hecho mal.
No nos metas en tentación, mas líbranos del maligno
Dios prueba pero no Tienta. La prueba tiene como propósito el crecimiento en nuestra fe, pero la
tentación tiene como fin nuestra destrucción y el pecado. Es pedir a Dios que nos cerque nuestras
vidas para que no caigamos en lazo del Diablo. Tal como Jesús pide en su "Oración Sumo
Sacerdotal" (Juan: 17:15) "no los saques del mundo, guárdalos del mal".
Creo que existen dos maneras en las que el Satanás puede tocarnos, Primero, sola y únicamente
con permiso de Dios. Job (Job ) / Pedro (Lucas 22:31-32) / Pablo ( ) son ejemplos de esto. Y
segundo si se le da lugar. (Efesios 4:27)
Jesús como nuestro Sumo Sacerdote, intercede por nosotros delante del Padre en el cielo.
(Hebreos 4:15)
Porque tuyo es el reino el poder y la gloria
Aunque esta porción no se haya en algunos manuscritos, es aún así una forma apropiada para
terminar nuestra plegaria a Dios. Alabando su nombre, como comenzamos. La alabanza nunca
está de más en nuestras oraciones y Dios se agrada que le adoremos. Que mejor que terminar
nuestra oración dándoles gracias y reconociendo que todo lo que le hemos pedido no puede ser si
el así no lo desea y lo provee. 

Más tu, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que te ve en lo secreto; y tu
Padre que ve en secreto te recompensará en público. Mt. 6:6
LOS FUNDAMENTOS DE LA ORACION

“La cenicienta de la iglesia es la oración. Esta criada del Señor es despreciada y desechada
porque no se adorna con las joyas del intelectualismo, ni las brillantes sedas de la filosofía, ni
con la impresionante tiara de la psicología. Lleva los delantales de honesta sinceridad y
humildad. No teme arrodillarse”. Leonardo Ravenhill
 
“Nuestra oración, sin embargo, necesita ser engendrada y perseguida con una energía
incansable, una persistencia imperturbable y un valor que nunca desfallezca”.    E. M. Bounds
 
La oración tiene que ver con el hombre entero, la oración abarca todo su ser del hombre, mente,
alma y cuerpo. Es necesario que sea el hombre entero que ora. Así como la naturaleza entera del
hombre entra en la oración de la misma manera su ser entero se beneficia de la oración. Todos los
hombres se benefician de la oración. El hombre entero debe ser ofrecido a Dios al orar. Los
mayores resultados los obtienen los que se entregan a Dios con todo su ser, con toda su alma y
cuerpo postrado ante la presencia del Señor, esta es la condición de la oración triunfante. La clase
de oración que rinde frutos copiosos.
 
Los hombres de otros tiempos que obtenían mayores resultados de la oración, que lograban
realizar cosas de gran importancia a través de Dios, eran aquellos que se habían dado
íntegramente a Dios en su oración. Dios quiere y necesita todo lo que hay en el hombre para
poder contestar sus oraciones. Dios debe tener un hombre abierto y Sincero a través del cual
ejecutar sus propósitos y planes para bendecir al mismo hombre. Dios no acepta hombres de
doble ánimo. Ni los pusilánimes y vacilantes. No pueden hacer el tipo de oración que es necesaria
aquellos hombres cuya lealtad oscila entre Dios y el mundo.
 
La santidad es su totalidad, y por tanto Dios necesita hombres santos, hombres abiertos,
transparentes y verdaderos para su servicio y para la obra de oración. “y el Dios de paz os
santifique enteramente; y ruego a Dios que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo sean
preservado sin tacha para la venida de nuestro señor Jesucristo”. Estos son los hombres que Dios
quiere como caudillos para las huestes de su iglesia.
 
El hombre es trino y uno, y, sin embargo, no es una trinidad ni una dualidad cuando ora, sino una
unidad. El hombre es uno en todo lo fundamental, alma espíritu y cuerpo, cuando el hombre
integro se postra y se rinde en oración. El hombre entero debe orar. El hombre entero, vida,
corazón, temperamento, mente. Cada uno y todos se juntan en el ejercicio de la oración. La duda,
la doblez de ánimo, la división de las afecciones, todas ellas son ajenas a la verdadera comunión de
la oración. La integridad moral y espiritual, así como el carácter y la conducta sin mancha más
blancos que la nieve y la lana, son potencias poderosas sin estorbo en la vida del hombre, y son lo
más hermoso para la hora y las luchas de la oración.
 
¿Por qué a muchos se les dificulta orar? Al analizar este razonamiento nos encontramos que
pueden ser varios los obstáculos que puede tener una persona para no hacerlo pero el principal de
ellos es La falta de disciplina. En la vida nada se consigue ni se tiene éxito si no se tiene una
disciplina constante, la oración de la misma manera requiere de una constancia y entrega total. El
avance en el mundo de alguien que trabaja y lucha es evidente cuando este tiene un progreso en
las cosas que realiza, tanto en lo material como en lo espiritual. La lectura de la biblia, la asistencia
a la iglesia o la participación en algún ministerio no hace al hombre espiritual, donde se ganan o se
pierden las batallas es en la oración. Muchos hombres pueden tener fama y ser reconocidos en el
mundo pero no en el infierno. Un hombre espiritual es temido por Satanás porque que sabe que
con el siempre lleva las de perder.
 
Entonces se necesita al hombre entero para orar, hasta que todas las tormentas que agitan
nuestra alma son acalladas hasta conseguir la calma, hasta que los vientos y las olas cesan bajo la
benéfica mano de Dios. Se necesita todo el hombre para orar hasta que la opresión del mismo
infierno sea quebrantada y nuestros enemigos destruidos, hasta que los tiranos crueles y los
gobiernos injustos cambien su naturaleza y sus vidas, así; como su forma de gobernar o dejen de
gobernar.
 
Se necesitan hombres espirituales con celo de Dios y amantes de las cosas santas y de la santidad
de Dios. Los hombres espirituales producen gente espiritual, se necesita hombres piadosos para
que se entreguen enteramente a la oración con tal intensidad y profundidad que sientan que en
ello se les va la vida. La oración llega muy lejos en su influencia y en los efectos de su gracia. Es un
asunto profundo que se refiere a Dios y a sus planes y propósitos porque está en juego el destino
eterno de la humanidad. La biblia dice; “Y Cristo en los días de su carne, habiendo ofrecido
ruegos y suplicas, con gran clamor y lagrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a
causa de su piedad” (Hebreos 5:7) David brainerd escribió en su diario “Dios me permitió
agonizar en oración hasta que estaba sudando, aunque estaba a la sombre y en un lugar
fresco” El hijo de Dios en Getsemaní estaba agonizando en oración, que puso en acción todo su
ser, “cuando llego a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se aparto de
ellos a una distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodilla, oraba diciendo: padre, si
quieres aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un
ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor
como grandes gotas de sangre engrumecidas que caían sobre la tierra”   (Lucas 22:40-44).
 
Para ti; ¿qué tan importante es la oración?, la intensidad con que lo hagas determinara tu entrega
y vida espiritual, hoy puedes tener un cambio de perspectiva, Dios está buscando hombres y
mujeres dispuestos a una entrega total, tal vez nunca sabremos el alcance de nuestra oración
hasta aquel día cuando el Señor nos muestre sus efectos alcanzados. Pero así como naaman,
impresionante general leproso se tuvo que bajar del caballo y despojarse de sus ropas, humillarse
y entrar al rio para poder ser limpio de su lepra, es lo mismo que el Señor espera de hombres que
estén dispuestos a descubrirse delante de su presencia para ser limpiados y santificados, para que
así, podamos llevar a cabo sus propósitos.   Que Dios te bendiga.
JESUS EJEMPLO DE ORACION

Los cristianos debemos orar por muchos motivos. Somos sus hijos y debemos expresarle nuestra
adoración porque fuimos rescatados por Él y debemos demostrarle y decirle nuestro amor. Como
pecadores que somos debemos suplicar todos los días por su perdón; somos deudores por
habernos dado su preciosa salvación y por tal razón  debemos alabarle y adorarlo en acción de
gracias.
Pero hay un motivo especial, que aclara e ilumina todos los anteriores, y es que Jesús, nuestro
Señor, pasó la vida en una actitud de oración permanente con el Padre, y en su enseñanza nos
invitó frecuentemente a orarle a Dios. Por eso oramos los cristianos, porque Jesús, nuestro
salvador y Señor oró y nos pidió que le oremos al Padre sin cesar.
  1 Tesalonicenses 3:10:  ORANDO  de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro
rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe?
  1 Tesalonicenses 5:17:  Orad  SIN  CESAR.
Podemos ver el ejemplo que nos da Jesús en los momentos más difícil de su vida, Él no perdió la
comunicación con el Padre.
Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad
conmigo.  Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es
posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.  Vino luego a sus
discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una
hora?  Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la
carne es débil.  Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí
esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.  Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los
ojos de ellos estaban cargados de sueño.  Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez,
diciendo las mismas palabras. (Mateo 26:38-43)
Los evangelios aluden con insistencia a la oración de Jesús. A veces transcriben las palabras
mismas con que Jesús se dirigía al Padre y a veces solo mencionan el hecho de su oración.

Como ejercicio práctico debemos buscar en los evangelios los pasajes en donde se alude a la
Oración del Señor:
1. Jesús oraba frecuentemente.
Consulta tu Biblia y subraya lo que te llame la atención:
-Mt. 14,23; 26; 36.39.42.44.53.
-Mc. 1,35; 6,46; 14,26.32.35.39.
-Lc. 3,21; 5,16; 6,12; 9,18.28.29; 11,1; 22,41-44; 23,32.
2. A veces los evangelios transcriben las palabras con que Jesús oraba.
Posiblemente te servirán para enriquecer tu oración:
- Mt. 6,9-15; 26, 42.44 -Me. 14,35.39; 15,34.
-Lc. 10,21; 11,2-4; 22,41-44; 23,44-47
-Jn. 11,41-42; 17, 1 sgs.
-Heb. 10,5-7.
3. También hay pasajes de los evangelios que describen las actitudes que Cristo adoptaba para
orar.
Compáralas con las tuyas:
-Mt. 14,23; 19,13; 26,39.
-Me. 1,35; 6,46; 14,35.
-Lc. 5,16; 6,12; 9,18.28; 22,41.
-Jn. 17,1.
- Heb. 5,8.
4. Jesús, por medio de parábolas o de insistentes invitaciones, incita a sus discípulos a orar o les
indica cómo hacerlo.
Asimila su enseñanza:
- Mt. 5,44; 6,5-8; 7,7-11.21; 9,36-38; 18,19-20; 21,13.22; 24,20; 26,41.53
-Mc. 9,29; 11,20-25; 12,38-40; 13,18.33; 14,38.
- Lc. 6,28; 10,3; 11,9-13; 18,1-8; 18,10-15; 21,36; 22,40-46
- Jn. 15,7.16.
5. Jesús promete que orará por nosotros.
Recurre tú a la oración de Jesús, pues abogado tenemos que conoce nuestra indigencia:
- Mt. 18, 19-20
- Jn. 14,16; 17,9 sgs.
- Heb. 7,25.
6. Uno de los aspectos importantes en las oraciones de Jesús es su relación con el Espíritu Santo.
Según San Lucas, después de ser bautizado, Jesús se puso a orar; fue entonces cuando se abrieron
los cielos y descendió sobre Él el Espíritu Santo (Luc. 3, 21-22). Bajo la acción del Espíritu Santo
Jesús se llenó de gozo y alabó al Padre (Luc. 10,21).
En sus enseñanzas a los discípulos, Jesús les animó para que pidiesen, buscasen y llamasen, pues el
Padre del Cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan (Luc. 11,13).
El mismo se vuelve intercesor ante el Padre: “Yo rogaré al Padre, y El os dará otro Paráclito” (Jn.
14, 16).
Pues el Padre busca adoradores en Espíritu y Verdad (Jn. 4, 21-24).
¿En qué medida tú oras en el Espíritu y para pedir, por medio de Jesús, el Don del Espíritu Santo?
SIETE FUNDAMENTOS DE UNA ORACIÓN PODEROSA

Laura se levantó con visibles señales de cansancio en su rostro. Era lunes. Otro día más de clamor.
Llevaba casi una semana. Una hija suya estaba gravemente enferma en el hospital y ella compartía
el tiempo entre cuidarla, y llegar a casa corriendo para hacer los quehaceres domésticos y doblar
rodilla en clamor, pidiendo al Señor la sanidad de la chica.
 
“Sólo tú puedes ayudarnos en un momento como éste”, solía repetir en medio de la desesperanza.
 
Muchas veces pensó que Dios no la escuchaba. A la puerta de su corazón quisieron llamar la
desilusión, la duda y el desánimo. Sin embargo, más por el anhelo que su hija sanara más que por
cualquier otra cosa, siguió perseverando.
 
Cinco días después fue dada de alta. Los médicos no explicaban la razón de su mejoría. “ Esto no
tiene razón aparente; es ilógico”, le dijo el especialista. Laura reconoció en su corazón que Dios
había obrando un milagro.
 
Surge aquí una pregunta: ¿Escucha Dios nuestras oraciones?¿Por qué algunas personas parecieran
recibir respuesta inmediata mientras que otras no?
 
Comparto con usted siete fundamentos que transformarán sus oraciones, en oraciones poderosas;
comenzará a moverse en la dimensión de Dios. ¡Los resultados serán sorprendentes!
 
1. Estar a cuentas con Dios
 
Muchas personas buscan a Dios en procura de respuestas. “Normal, ¿quién no lo haría?”, dirá
usted. El asunto es que esa búsqueda se realiza cuando lo necesitan, en los momentos difíciles,
porque es su única alternativa. “Igual, es previsible”, me dirá. Pero añado algo más: procuran un
hecho milagroso aún cuando caminan en pecado. ¡Esa es la diferencia! Buscar a Dios como aquél
que nos resuelve los problemas, pero una vez resolvemos el asunto, distanciarnos de Él. Es una
filosofía signada por la ingratitud que prima hoy día.
 
Cuando vamos a las Escrituras, descubrimos que es esencial que estemos a cuentas con Dios. No
puede ser de otra manera. Puede que hayamos pecado, y mucho, pero si pedimos perdón a Dios,
Él nos permite estar en el centro mismo de su voluntad. Es algo maravilloso porque recibiremos
respuesta a nuestras oraciones, como escribe el salmista: “Si no hubiera confesado el pecado de
mi corazón, mi Señor no me habría escuchado.”(Salmo 66:18, Nueva Traducción Viviente)
 
¿Quiere moverse en la dimensión de los milagros? Vuélvase a Dios. Es un paso esencial e
ineludible que le permitirá recibir atención a su clamor. Dios nos ama y quiere lo mejor para
nosotros.
 
2. Deje de lado toda sombra de duda
 
¿Ha visto barreras que impiden a las personas avanzar en un camino? Es frecuente. ¿Qué impide
recibir respuesta a sus oraciones? Uno de los obstáculos más comunes es la incredulidad. Impide
las enormes bendiciones que Dios nos tiene.
 
Explicando a los creyentes del primer siglo acerca de la importancia de la fe, el autor de la carta a
los hebreos en el primer siglo, escribió: “De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que
desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con
sinceridad.”(Hebreos 11:6, Nueva Traducción Viviente) También el apóstol Santiago
escribió:“Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden,
porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar
que el viento arrastra y empuja de un lado a otro...”(Santiago 1:6, Nueva Traducción Viviente)
 
Si aplicamos la lógica al mover de Dios, no ocurrirá nada. Dios obra por encima de la
racionalización humana. Tal vez evalúe que su mayor problema es pensar, una vez le pide un
milagro al Padre celestial, ¿cómo va a hacer Él para responder? Ese no es problema suyo sino de
nuestro Supremo Hacedor. Él es quien responde, a su manera.
 
3. Unirnos a otras personas en oración
 
Compartir nuestras peticiones de oración con otros hermanos en la fe, resulta altamente eficaz. Es
un principio que nos ayuda, de un lado a crecer en la fe y de otro, a tocar el corazón de Dios. Así lo
enseñó el Señor Jesús: “También les digo lo siguiente: si dos de ustedes se ponen de acuerdo
aquí en la tierra con respecto a cualquier cosa que pidan, mi Padre que está en el cielo lo
hará.”(Mateo 18:19, Nueva Traducción Viviente)
 
Además de perseverar, unimos fuerzas. Es algo esencial y poderoso. Encontrará que los obstáculos
a sus oraciones, se desmoronarán. Las barreras caerán a tierra. ¡Dios responderá con poder!
 
4. Asumir el principio de la intercesión
 
Recuerde siempre que la oración se orienta en dos direcciones: la primera, por nosotros. Es aquí
donde concentramos el alabar y exaltar a Dios, procurar respuesta a nuestras necesidades,
crecimiento espiritual. Otras oraciones, se encaminan a pedir por los demás. Es lo que llamamos
intercesión.
 
Los creyentes del primer siglo tenían claras instrucciones de interceder por los demás, tal como
escribe el apóstol: “Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que
sean sanados.”(Santiago 5:16 a. Nueva Traducción Viviente)
 
La respuesta del Señor producirá hechos que rebasan toda lógica y la sanidad, en el caso que
alguien padezca alguna enfermedad, incluso aquellas que la medicina considera incurables.
 
5. Reconozca el poder ilimitado de Dios
 
Con frecuencia me escriben diciendo: “Pídale a Dios por tal o cual asunto, ya que Dios a usted sí lo
escucha”. ¡Tremendo error! Dios nos oye a todos. Basta que vayamos a Su presencia con la actitud
correcta, confiando en Su poder que no tiene límites.
 
Quítese de la cabeza la idea de que el Señor oye a unos más que a otros. Eso no es así, como nos
enseña la Biblia: “…La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados
maravillosos.”(Santiago 5:16 b, Nueva Traducción Viviente)
 
Si clamamos, confiando plenamente en el poder de Dios, no hay límites. Todo cuando le pidamos,
podrá ocurrir. Basta que confiemos y creamos que Su poder va mucho más allá de nuestra
comprensión humana.
 
6. Pedir en la voluntad de Dios
 
Recuerdo a un joven que pedía a Dios ser un evangelista famoso. No se preocupaba tanto en
extender el mensaje de Salvación, sino en la fama. Esa era su motivación central. Y se quejaba de
que Dios no respondía. ¿La razón? No pedía para honrar y glorificar a Dios sino para su propio
beneficio.
 
El apóstol Santiago explicó que esta era la razón fundamental para que nada ocurriera en la vida
de muchas personas: “Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas
intenciones: desean solamente lo que les dará placer.”(Santiago 4:3, Nueva Traducción Viviente)
 
El problema radica, entonces, en que nos enfocamos en nosotros mismos y no en que Dios haga su
voluntad. Muchos de los tropiezos que enfrentamos en la oración cambiarán sustancialmente si
cambia nuestra actitud. De lo contrario, es decir si seguimos pidiendo para satisfacer nuestros
deseos, ocurrirá lo que advirtió el propio apóstol Santiago: “Esas personas no deberían esperar
nada del Señor.”(Santiago 1:7, Nueva Traducción Viviente)
 
7. Perseverancia en la oración
 
Quien no persevera, jamás alcanza la cima. Es un principio que aplica también en la oración. No
podemos pretender que las respuestas se produzcan ya, como si Dios fuera nuestro mandadero. Él
tiene su propio tiempo y su propia manera de obrar.
 
En alguna oportunidad hizo particular énfasis a este principio. “Cierto día, Jesús les contó una
historia a sus discípulos para mostrarles que siempre debían orar y nunca darse por
vencidos.”(Lucas 18:1, Nueva Traducción Viviente)
 
Evalúe hasta qué punto usted es un creyente que sigue insistiendo por ese milagro. O tal vez
descubre que se es de aquellos que renuncian fácilmente. Tal vez ahí estriba el que no reciba
milagros.
 
Cambie sus oraciones
 
Si duda reviste importancia que cambiemos nuestra forma de orar. Probablemente ni estemos
clamando en la voluntad de Dios, ni con fe o perseverancia, sino en nuestras propias fuerzas. Eso
determina que no haya respuesta. En cambio, si asumimos estos y otros principios que nos enseña
la Biblia, sin duda podremos entrar en la dimensión de los milagros que tanto hemos anhelado.
 
A propósito, ¿Ya recibió a Jesucristo en su corazón? Es una decisión que debe tomar hoy. La mejor
decisión que toda persona puede tomar, es rendirse a Cristo, Abrirle las puertas de su corazón. Es
sencillo, basta que le diga en oración allí donde se encuentra; “Señor Jesucristo, reconozco que he
pecado y que hasta hoy, mi vida ha sido un fracaso porque la mente del viejo hombre me
dominaba. Gracias por morir por mis pecados en la cruz y abrirme las puertas a una existencia
renovada. Te recibo en mi corazón como único y suficiente Salvador. Haz de mi la persona que tú
quieres que yo sea. Amén”
 
Puedo asegurarle que su vida jamás será la misma. Aceptar a Cristo es la mejor decisión. Ahora
tengo tres recomendaciones para usted: la primera, que ore diariamente. Orar es hablar con Dios.
La segunda, que lea la Biblia. Es un libro maravilloso en el que aprenderá principios para el
crecimiento y la transformación personal y espiritual, y por último: comience a congregarse en una
Iglesia cristiana. Otras personas que comparten su fe en Jesucristo, le ayudarán en el proceso de
cambio.
LOS 10 ASESINOS DE LA ORACION

1. PECADOS NO CONFESADOS: Este es quizás el más común de los asesinos de la oración.

2. FALTA DE FE: Tiene un impacto increíblemente negativo en la vida de los cristianos. Sin fe la
oración carece de poder. Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la
ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre,
que recibirá cosa alguna del Señor (Santiago 1:6-7). La falta de fe hace a las personas
inestables o de doble animo y las incapacitas para escuchar a Dios o recibir sus dones.

3. DESOBEDIENCIA: Significa no someterse o sujetarse a los principios divinos, al des-obedecer


demostramos la falta de confianza y dependencia en Dios, por tanto las oraciones hechas bajo
esas circunstancias son ineficaces. La obediencia es una condición para disfrutar de los benéficos
del Padre. Esa es la condición que debemos cumplir para poder acercarnos a Él en oración. Si
vamos a desarrollar una creciente relación con Dios y llegar a ser personas fuertes en la oración,
debemos obedecer. La obediencia es el resultado natural de la fe en Dios. Quien ama y confía en
Dios... Le obedece. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros en vosotros,
pedid lo que queráis y os será hecho... Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi
amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. (Juan
15:7,10).

4. FALTA DE TRANSPARENCIA CON DIOS Y CON OTROS: La transparencia es difícil para muchas
personas. Pero la franqueza con otros puede tener un profundo efecto en nuestras vidas. La
transparencia con Dios al orar le coloca en la agenda de Él en lugar de suya, y también le da la
libertad a otros creyentes para que oren por usted estratégica y específicamente. Existe la gran
necesidad de reconocer cuando fallamos y confesarlo pidiendo perdón en humildad. Cuando
confesamos nuestros pecados unos a otros lo cual requiere de nosotros una absoluta
transparencia, Dios puede sanarnos, limpiarnos y experimentamos una restauración espiritual,
física y emocional. Además nuestra transparencia ayuda a otros, porque les muestra que no
están solos en sus dificulta-des. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por los
otros, para que seáis sanados (Santiago 5:16).

5. FALTA DE PERDÓN: El perdón no es un asunto trivial como la ciencia, el deporte, la riqueza o


la fama. Ni tampoco una alternativa de palabras. Se trata de una actitud del corazón y de que el
Espíritu Santo nos dé el poder para perdonar. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os
perdonará también a vosotros vuestros Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus
ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas (Marcos 6:14-15). Cuando una
persona se niega a perdonar a otra, se daña a sí misma, porque su falta de perdón producirá en
ella raíces de amargura y con amargura no se puede entrar en oración y salir con bendición.

6. MOTIVOS FALSOS: cuando nuestros motivos no son buenos, nuestras oraciones carecen de
poder. Por ende es imprescindible cuando hacemos algo, especialmente los grandes proyectos,
examinar porque lo estamos haciendo. Ese proceso expone nuestros motivos. Santiago 4:3,
dice: pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Al orar podemos
examinar si estamos actuando con orgullo, temor, autosuficiencia, egoísmo, conveniencia, etc.,
Dios nos lo mostrara siempre que deseemos escuchar. Y si lo deseamos, Él cambiara nuestros
motivos.

7. LA IDOLATRÍA: Un ídolo puede ser cualquier cosa que se interponga entre Dios y nosotros;
por tanto, idolatría no es, solo adorar una imagen, sino más bien, poner cualquier cosa primero
que a Dios. Los ídolos vienen de muchas formas como el dinero, la fama, una carrera, los hijos,
el placer, etc., pues este es un asunto del corazón. Según Ezequiel 14:3; Dios no permite que un
adorador de ídolos, ni siquiera le hable. Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por
ellos?
8. INDIFERENCIA HACIA OTROS: Esa es una actitud incorrecta, y es abominada por Dios, pues
El se interesa por todos los hombres, sin importar su raza, clase, credo o nación. El Salmo 33:13
dice: Desde los cielos miró el Señor; vio a todos los hijos de los hombres. Las Escrituras están
llenas de versículos que respaldan el anhelo de dios para que haya unidad entre los creyentes,
los hermanos cristianos, los cónyuges, los laicos y los pastores, etc. Un mandamiento nuevo os
doy: que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también se améis unos a otros
(Juan 13:34). A través de la oración a-prendemos a amar a otros. Es imposible que una persona
odie y critique a alguien por quien está orando. La oración genera compasión, no competencia.

9. INDIFERENCIA HACIA LA SOBERANÍA DE DIOS: Dios es omnipotente, omnisapiente y


omnipresente; es decir, que todo lo puede, todo lo sabe y está en toda parte a la vez; por ende
es Soberano... (Salmo 139:1-18) ¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia?
( v.7) Cuando Jesús mostró a sus discípulos como orar, lo primero que hizo fue enseñarles a
honrar a Dios por lo que es: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra (Marcos 6:9-10).
Cada vez que no prestamos atención al orden divino de las cosas, nos apartamos de los limites e
impedimos nuestra relación con nuestro Padre celestial.

10. VOLUNTAD REBELDE: La persona cuya voluntad está rendida a Dios mantiene una relación
con el cómo la que se describe en la parábola de la Vid y los Pámpanos: Si permanecéis en mí, y
mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho...

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