Flora de Aguazul
Flora de Aguazul
Flora de Aguazul
FLORA DE AGUAZUL:
MUESTRA DE DIVERSIDAD
Flora de Aguazul: muestra de diversidad / Díaz-Pérez, Carlos
Nelson; Morales-Puentes, María Eugenia; Gil-Leguizamón, Pablo
Andrés; Gil-Novoa, Jorge Enrique (Coord). Tunja: Editorial Uptc,
2018. 270 p.
ISBN 978-958-660-330-0
1. Flora. 2. Epititas. 3. Briófitas. 4. Parcelas permanentes. 5. Plan
de manejo.
(Dewey 570).
Libro resultado del Proyecto de investigación UPTC – ECOPETROL; con SGI número 1215.
Citación: Díaz-Pérez, C.N., Morales-Puentes, M.E., Gil-Leguizamón, P.A. & Gil-Novoa, J.E. (2018).
Flora de Aguazul: muestra de diversidad. Tunja: Editorial UPTC.
EQUIPO DE TRABAJO
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Carlos Nelson Díaz-Pérez, María Eugenia Morales-Puentes, Jorge Enrique Gil-Novoa, Pablo Andrés
Gil-Leguizamón, Naisla Tatiana Manrique-Valderrama, Juan David Arévalo-Camargo, Julián Camilo Farfán
Camargo, Diego Andrés Moreno-Gaona, Nohora Ardila, Jesús Efrén Forero Bustamante, Paulina Alejandra
Vergara-Buitrago y Diana Marcela Restrepo Quiceno.
TRABAJO DE CAMPO
Carlos Nelson Díaz-Pérez, Jorge Enrique Gil-Novoa, Pablo Andrés Gil-Leguizamón, María Eugenia
Morales-Puentes, Naisla Tatiana Manrique-Valderrama, Nohora Alba Camargo Espitia, Wilderson Medina,
Javier Andrés Muñoz-Avila, Diego Andrés Moreno Gaona, Oscar Felipe Moreno-Mancilla, Viviana Alvarado,
Diana Marcela Restrepo Quiceno, Diana Patricia Caro, David Hernández, William Javier Bravo, Judier Karelly
Melgarejo Colmenares, Jeison Adrián Olaya, Lia Esperanza Cuta Alarcón, Orley Martínez Africano, Luis Ariel
Pulido, José del Carmen Beleño, Andrea Liliana Simbaqueba, Bleidy Xiomara Villalba-Carmona, Carolina
Sánchez, Claudia Esperanza Hernández Ruíz, Juan Sebastián Herrera, Juan Carlos Zabala y Jhon Pineda.
FOTOGRAFÍA
Carlos Nelson Díaz-Pérez, Jorge Enrique Gil-Novoa, Pablo Andrés Gil-Leguizamón, María Eugenia
Morales-Puentes, Naisla Tatiana Manrique-Valderrama, Nohora Alba Camargo Espitia, Diego Andrés Moreno
Gaona, Juan David Arévalo-Camargo, Julián Camilo Farfán Camargo, Diana Marcela Restrepo Quiceno,
William Javier Bravo, Lina Marcela Lozano, Andrea del Pilar Acosta, Juan Carlos Zabala y Jhon Pineda.
TRABAJO LOGÍSTICO
Doris Torres García
CAPÍTULO 2
COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA FLORÍSTICA
DE DOS BOSQUES DEL PIEDEMONTE LLANERO ................. 51
Carlos Nelson Díaz-Pérez, Joan Sebastián Gualteros y María Eugenia Morales-Puentes
CAPÍTULO 3
LAS ZAMIAS: PLANTAS CON SEMILLAS
MÁS ANTIGUAS DE LA TIERRA ............................................77
Carlos Nelson Díaz-Pérez y María Eugenia Morales-Puentes
CAPÍTULO 4
PROTOCOLO PARA EL RESCATE, TRASLADO
Y MONITOREO DE EPÍFITAS VASCULARES
EN COLOMBIA: MÉTODOS Y EXPERIENCIAS ...................... 99
J. A. Sierra-Giraldo, J. C. Baquero-Rojas, l. A. Molina-García y G. A. Reina-Rodríguez
CAPÍTULO 5
CATÁLOGO DE LAS ORQUÍDEAS DE
ALGUNOS BOSQUES DE AGUAZUL .....................................115
Manrique-Valderrama, Naisla Tatiana, Gil-Leguizamón, Pablo Andrés,
Arévalo-Camargo, Juan David, Morales-Puentes, María Eugenia y Farfán Camargo, Julián Camilo
CAPÍTULO 6
BOSQUES EN MINIATURA, LOS BRIÓFITOS
DE CUPIAGUA Y AGUAZUL DEPARTAMENTO
DE CASANARE ................................................................... 147
Diego Andrés Moreno-Gaona, Jorge Enrique Gil-Novoa,
María Eugenia Morales-Puentes y Pablo Andrés Gil-Leguizamón
CAPÍTULO 7
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN
EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE
AGUAZUL, CASANARE ....................................................... 169
Diego Andrés Moreno-Gaona, Jorge Enrique Gil-Novoa,
María Eugenia Morales-Puentes y Pablo Andrés Gil-Leguizamón
CAPÍTULO 8
PROPUESTA PLAN DE MANEJO DE
BRIÓFITOS, MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE ............225
Nohora Ardila, Jorge Enrique Gil-Novoa, Pablo Andrés Gil-Leguizamón,
Jesús Efrén Forero Bustamante, María Eugenia Morales-Puentes,
Paulina A. Vergara Buitrago y Carlos Nelson Díaz-Pérez
CAPÍTULO 9
LA ESCUELA: ENGRANAJE DE PROCESOS AMBIENTALES .. 261
Restrepo-Quiceno Diana-Marcela y Vergara-Buitrago Paulina-Alejandra
8 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
PRESENTACIÓN
La Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol S.A., Colombia)” en cumplimiento a la Resolución 1349
tiene dentro de sus objetivos, el desarrollo de acti- de 2011, y el “Estudio, taxonomía, biología y conser-
vidades relacionadas con la exploración, explotación, vación de plantas no vasculares en el bosque el
refinación, transporte, almacenamiento, distribución Danubio, Aguazul” que da cumplimiento al Auto 151
y comercialización de hidrocarburos, sus derivados del 24 de abril de 2014, del MADS”.
y productos; la empresa está comprometida con
apoyar y garantizar el desarrollo del país. Lo anterior, Conscientes de la importancia de divulgar el cono-
desde una cultura de cuidado con las personas y los cimiento científico, generado a partir de las inves-
entornos ecológicos, en donde realizan las diversas tigaciones realizadas en alianza estratégica con la
actividades. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia,
que es reconocida por su gran impacto académico,
El departamento de Casanare, corresponde a una nos permitimos mostrar de una manera visual, los
región que presenta zonas de montaña y de sabana, resultados producto del esfuerzo y conocimiento del
con una alta biodiversidad natural y a su vez, muy equipo de investigadores, quienes trabajaron con
rico en petróleo, que son de gran importancia para zamias, consideradas fósiles vivientes ya que existen
el país. En el municipio de Aguazul, localizado en desde la época de los dinosaurios; epífitas vasculares
las estribaciones de la cordillera Oriental, se ubica y no vasculares (briófitos y líquenes), que crecen
el Centro de Producción de Fluidos de Cupiagua, sobre diferentes sustratos y generan condiciones
considerado de gran transcendencia para esta región. microclimáticas que favorecen la vida para otros
organismos; plantas vasculares, que embellecen el
En inmediaciones de este centro se localizan las paisaje y mantienen especies de fauna y flora de
veredas Cupiagua y El Triunfo, donde aún se regis- interés ecológico para el equilibrio natural; a su vez,
tran bosques con una considerable riqueza florística el trabajo comunitario con la Institución Educativa
y en las cuales, se desarrolló esta investigación, Cupiagua.
propuesta en el marco del convenio realizado con la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y Por lo anterior, Ecopetrol S.A., se permite presentar
Ecopetrol, S.A. denominado 5211740 de 2012, y los el libro “Flora de Aguazul: muestra de diversidad”,
proyectos “Rescate de individuos, mantenimiento y con el cual se aporta nuevo conocimiento y se resalta
estudio de flora en veda, del sistema de transporte su beneficio en la conservación de nuestros recursos
de hidrocarburos Cupiagua-Cusiana (Casanare, naturales.
COBERTURAS VEGETALES
La ubicación estratégica del municipio de Aguazul le permite tener una amplia
variedad de paisajes, tipos de suelos y ecosistemas, por la presencia de tres grandes
zonas de montaña, de piedemonte y de sabana; en cada una, se registra vegetación
característica que varía en composición (especies), riqueza (número de especies,
géneros y familias) y estructura (predominio de elementos arbóreos, arbustivos,
herbáceos, epífitos, entre otros), esta variación ha permitido que se definan
algunos tipos de coberturas vegetales (información obtenida por observación).
Tejido urbano continuo (CLC 1.1.1.): espacio conformado por construcciones, vías
y demás cubiertas artificiales que cubren más de 80% del terreno. La vegetación y
suelo desnudo se encuentran en baja proporción respecto a las edificaciones.
Pastos limpios (CLC 2.3.1.): asignada a tierras ocupadas por pastos limpios
(mayor al 70%); prácticas de manejo como limpieza, encalamiento y fertilización,
limitan el desarrollo de otras coberturas.
Pastos arbolados (CLC 2.3.2.): incluye tierras ocupadas por pastos y árboles (con
distribución dispersa), de más de 5 m. La cobertura de las especies leñosas es
mayor a 30% y menor a 50% del área total de la unidad.
Pastos enmalezados (CLC 2.3.3.): espacio conformado por pastos y malezas (de
vegetación secundaria, con altura inferior a 1.5 m) debido a procesos de abandono.
Mosaico de pastos y cultivos (CLC 2.4.2.): tierras ocupadas por pastos y cultivos;
el tamaño de parcela es inferior a 25 ha, con lotes de distribución intrincada y
compleja la espacialización.
Mosaico de pastos con espacios naturales (CLC 2.4.4.): superficie ocupada por
pastos (parcelas menores a 25 ha y con 30-70% de la superficie) en combina-
ción con espacios naturales sin representación espacial individual. Los espacios
naturales pueden ser relictos de bosque (incluidos de galería o ripario), arbustal,
vegetación secundaria o pantanos que permanecen en estado natural.
Bosque fragmentado (CLC 3.1.3.): territorio ocupado por bosque natural denso
o abierto, cuya continuidad horizontal es afectada (dividida) por la presencia de
cobertura de pasto, cultivo o vegetación en transición (entre 5-30% del área total
de la unidad de bosque y distancia entre fragmentos no mayor a 250 m).
Arbustal (CLC 3.2.2.): territorio cubierto por vegetación arbustiva (planta lignifi-
cada de crecimiento simpodial, ramificada en la base y con altura entre 0.5 y 5 m),
desarrollada en forma natural en densidad y sustratos.
Ríos (CLC 5.1.1.): corrientes naturales de agua que fluye con continuidad y que
desembocan en el mar, en lagos o ríos.
Según el área total de Aguazul, para el año 2000, las coberturas dominantes eran
los pastos limpios (23.2%), seguido del bosque denso (15.2%), los herbazales
(12.9%) y el mosaico de pastos con espacios naturales (12.3%); las restantes
cubrieron áreas inferiores al 8.8% (Tabla 1, Figura 1). Para el año 2012, la compo-
sición espacial fue constante, condición que se mantiene, empero, la configuración
se modificó, en el mapa se evidencia el aumento de los pastos limpios (29%, gana
8.497 Ha) y mosaico de pastos, con espacios naturales (14.3%, gana 2.944 Ha).
Por el contrario, se reducen las coberturas de bosque denso (9.8%, pierde 7.675
Ha) y de bosque de galería (3.6%, pierde 707 Ha) (Tabla 1, Figura 2).
La cobertura de cereal aumenta para el año 2012 (2.6%) con 1.067 Ha adicionales
en extensión y las 1.209 Ha de arbustal no están presentes en el 2012, así como las
coberturas transitorias de zonas quemadas y pantanosas (Tabla 1). Es claro que el
aumento en el área de los pastos limpios se evidencia en la disminución del bosque
denso, de galería, de arbustales y pastizales enmalezados, que, en su momento,
se encontraban en proceso de sucesión; del mismo modo, la disminución de las
coberturas naturales boscosas son el producto del aumento en área del bosque
fragmentado.
FLORA
Este término, presenta las especies de plantas que crecen en un lugar determinado
(Hernández, 2000); su conocimiento es de gran importancia para la implemen-
tación de planes de conservación, debido a que por medio de estos estudios se
pueden identificar especies endémicas, en riesgo de amenaza, de importancia
sociocultural, entre otras (IAvH, 2001). En ocasiones, es tal su relevancia que, de
su presencia dependen la existencia de otros organismos, que desarrollan su ciclo
de vida en ellas; por ejemplo, las mariposas Eumaeus que se desarrollan sobre
plantas de Zamia.
A partir del estudio adelantado en el marco del convenio No. 5211740 entre
Ecopetrol S.A. y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, se realizaron
estudios de flora en el municipio de Aguazul, en varios bosques del piedemonte
llanero de las veredas El Triunfo y Cupiagua. Se presenta a continuación una breve
descripción morfológica, principales usos y distribución de algunas de las especies
más representativas del área de estudio.
Familia: Acanthaceae
Especie: Mendoncia sp.
B C
Figura 3. Mendoncia sp. A. Vista de la flor en antesis; B. Hojas; C. Forma de
crecimiento y hábitat.
Familia: Arecaceae
Especie: Aiphanes horrida (Jacq.) Burret
Nombre común: Mararay.
Usos: ornamental, los frutos son consumidos por la fauna silvestre y el hombre,
el mesocarpo presenta aceites, con un elevado contenido en beta carotenos y es
precursor de la vitamina A (Borchsenius & Moraes, 2006).
A C
Figura 4. Aiphanes horrida. A. Forma de crecimiento y disposición de las hojas; B. Hoja vista por la haz; C.
Hoja vista por el envés con raquis armado.
Familia: Arecaceae
Especie: Attalea sp.
Nombre común: yagua
Descripción: palma con un único tallo, subterráneo. Hojas de hasta 8 m de largo, compuestas, alternas, con
raquis anguloso, pinas lineares, glabras, venación central bien definida. Inflorescencias en racimos interfo-
liares. Flores con pétalos lineales, amarillo claro. Frutos en drupa, color marrón (Figura 5).
Usos: sus frutos son consumidos por algunos roedores y, por los humanos. Las hojas son empleadas en la
elaboración de techos; sin embargo, favorece la presencia de culebras y chinches vectores de enfermedades
(Borchsenius & Moraes, 2006; Rodríguez, 2015).
Figura 5. Attalea sp. Forma de crecimiento con disposición de las hojas e infrutescencia péndula.
Familia: Clusiaceae
Especie: Clusia sp.
Nombre común: Gaque
Descripción: árboles de hasta 10 m de altura, corteza de color marrón claro, con raíces adventicias que salen
de tallo a manera de zancos curvos. Hojas simples, opuestas, obovadas, base atenuada y ápice redondeado,
glabras, margen entero, coriáceas, nerviación secundaria paralela. Inflorescencia en panícula. Flores con cinco
pétalos blancos. Fruto en cápsula dehiscente, valvada y coriácea de color verde con pintas marrón. Semillas
de color rojo (Figura 6).
Usos: ornamental. Las flores en infusión sirven para controlar resfriados; la resina se utiliza como aromati-
zante a manera de incienso (Acero-Duarte, 2005).
A C
Figura 7. Cochlospermum vitifolium. A. Vista de la parte superior del árbol donde se observa la corona de
ramas y disposición de las hojas; B-C. Inflorescencia y flores.
C D
Figura 8. Curatella americana. A. Forma de crecimiento; B. Disposición de las hojas, vista por la haz y el
envés; C. Flores y frutos; D. Corteza con desprendimiento en placas largas.
C D
Figura 9. Davilla kunthii. A. Vista de las hojas por el envés; B. Hojas con vista por la haz; C-D. Detalle de los
frutos con los sépalos internos persistentes y protegiendo el fruto.
B C
Figura 10. Bellucia grossularioides. A. Rama; B. Flores caulinares; C. Fruto en formación, con pétalos
marchitos.
C
Figura 11. Clidemia octona. A. Frutos inmaduros;
B-C. Flores y frutos en diferentes estados de
madurez.
Familia: Melastomataceae
Especie: Miconia stenostachya DC.
B C
Figura 13. Miconia stenostachya. A. Hábito y distribución de las hojas; B-C. Detalle de las flores.
C D
Figura 14. Guarea guidonia. A. Forma de crecimiento; B. Hoja vista por el envés; C. Hoja vista por la haz; D.
Infrutescencia.
A C
Descripción: arbolito de hasta 6 m de altura, no Usos: los frutos son consumidos por la fauna
ramificado (paquicaule), corteza de color marrón. silvestre. Ornamental.
Peciolos engrosados. Hojas simples muy grandes,
alternas, ampliamente obovadas, base redondeada y Distribución: en el Neotrópico. Para Colombia se
ápice acuminada, glabras, margen entero, nerviación ha registrado en el interior de bosques húmedos de
pinnada. Inflorescencias en racimos laterales a lo tierras bajas y zonas de transición con bosque seco
largo del tallo, flores tetrámeras, corola crateriforme (Tropicos.org, 2018). En Aguazul se encuentra al
de color anaranjado. Fruto en baya, subgloboso, interior del bosque a los 750 m.
B C
Figura 16. Clavija sp. A. Envés de las hojas y peciolos engrosados; B. Distribución de hojas de tipo paqui-
caule; C. Forma de crecimiento y hábitat.
C D E
Figura 17. Clavija harlingii. A. Forma de crecimiento e inflorescencia; B. Flores; C. Frutos en proceso de
maduración; D-E. Frutos maduros.
A C
Familia: Rubiaceae
Especie: Isertia laevis (Triana) B.M. Boom
D E
Figura 19. Isertia laevis. A. Forma de crecimiento; B-C. Inflorescencia madura; D. Detalle de la flor; E. Frutos
inmaduros.
D E
Figura 20. Warszewiczia coccinea. A. Forma de crecimiento y disposición de las
hojas; B. Estípula interpeciolar; C. Flores; D-E. Frutos en desarrollo.
Familia: Siparunaceae
Especie: Siparuna guianensis Aubl.
Nombre común: limoncillo, ajicillo.
A B
C D
Familia: Salicaceae
Especie: Casearia sylvestris Sw.
Nombre común: huesito
B C
Familia: Sapindaceae
Especie: Cupania americana L.
A D
Figura 23. Cupania americana. A. Forma de crecimiento y hojas vistas por la haz;
B. Rama con hojas vistas por el envés; C. Fruto en cápsula dehiscente; D. Detalle
de la semilla en el fruto.
Familia: Sapindaceae
Especie: Matayba purgans (Poepp.) Radlk.
A B
Esta región se localiza al oriente del país, comprende desde las derivaciones de la
cordillera Oriental, hasta la frontera con Venezuela, al norte hasta el Río Arauca y
por el sur con el río Guaviare. Abarca el territorio de los departamentos de Arauca,
Casanare, Meta y Vichada (IGAC, 1997). Una de las subregiones corresponde al
piedemonte, que se sitúa antes del encumbramiento de la cordillera Oriental,
con una geomorfología pendiente y alturas entre los 200 y 1.000 m. Esta franja
acumula los mejores suelos, producto de depósitos recientes, menos propenso a
las inundaciones y estar influido por los vientos de la cordillera que proporcionan
una mayor carga de humedad en esta zona; sin embargo, ante la pérdida de cober-
tura vegetal también puede generar erosión eólica (CORPES Orinoquía, 1996).
Esta zona fue utilizada como asentamiento para muchas tribus y poblaciones de
origen hispano; hoy es el sector más habitado y explotado por depósitos petro-
leros (CORPES Orinoquía, 1996). A lo largo de esta zona, existe una variación
en cuanto al clima y la vegetación, que según Rangel-Churio (1998) estaría divi-
dida en tres zonas; 1) Al sur, considerada como la más húmeda y con vegetación
arbórea dominada por Iriartea corneto (Arecaceae), Enterolobium eontortisiliqua
El piedemonte concentra una gran diversidad de flora, debido a que allí convergen
aquella que desciende de las montañas y la que trata de ascender de la sabana; sin
embargo, estos bosques se caracterizan por ser higrófilos, y estar muy intervenidos,
debido a la existencia de zonas de cultivo y pastos (Correa-Gómez & Stevenson,
2010).
ÁREA DE ESTUDIO
Corresponde a dos bosques fragmentados del municipio de Aguazul, que presentan
historias de disturbio diferentes, con vegetación secundaria (entendida como flora
que se mantuvo o estableció posterior a un disturbio (Chiappy-Jhones, Gama,
Giddings, Rico-Gray & Velázquez, 2000) razón por la cual, puede o no presentar
especies nativas), allí se evaluó la composición y estructura con el fin de conocer el
estado de conservación y regeneración de los fragmentos de bosque.
METODOLOGÍA
Se realizaron ocho (8) parcelas de 20´50 m (0.1 Ha) en zonas con predominio
de vegetación arbórea, cuatro por localidad. En cada una, se registró información
como la altura de la planta, cobertura del dosel y circunferencia a la altura del pecho
(grosor del tallo); a su vez, se recolectó una muestra del árbol, para ser identificada
en el herbario de la UPTC.
Al interior de cada una de las parcelas se tomó una imagen del dosel del bosque
para evaluar la intensidad lumínica en el sotobosque, mediante el uso de una
cámara con lente ojo de pescado de 180º analizada con el software WinSCANOPY
(ver. Pro 2013a).
COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA FLORÍSTICA DE DOS BOSQUES DEL PIEDEMONTE LLANERO | 55
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La riqueza encontrada en el área de estudio fue de 269 especies (6.2% del depar-
tamento de Casanare), en 131 géneros (10.4%) y 46 familias (25.9%), dichos
porcentajes se basaron en Rangel-Churio (2015), pero son valores que pueden
ser mayores, teniendo en cuenta la riqueza mencionada por Córdoba-Sánchez,
Miranda-Cortés, Ávila-Avilán & Pérez-Rojas (2011) y que fueron registrados para
el departamento de Casanare con 1.479 especies (con 11 subespecies y 19 varie-
dades), 659 géneros y 146 familias (11 de Pteridophytas, 109 Magnoliopsida y
26 Liliopsida). La información previamente enunciada indica la diversidad de flora
arbórea y arbustiva que se presenta en la zona, y que se ha visto afectada por
problemas de cambio en el uso del suelo.
El bosque El Triunfo registró la mayor riqueza con 199 especies, 103 géneros y 43
familias. Entre tanto, en el bosque El Englobe se registraron 180 especies, 105
géneros y 40 familias. La diferencia entre los dos bosques no es muy grande, lo
que, en términos de riqueza de especies, se puede inferir que han venido recu-
perándose estas coberturas, producto de su aislamiento y de evitar el ingreso de
ganado bovino y equino.
ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN
Se presentan dos tipos de estructura: la horizontal y la vertical, estructuras que
permiten evaluar espacialmente la distribución de los individuos y destacar las
especies con mayor importancia ecológica en cada localidad, a partir de las medidas
como altura, cobertura, CAP (con el cual se calcula el área basal) y frecuencia.
Dentro de la estructura horizontal se destaca el IVI e IPF (Rangel-Churio & Veláz-
quez, 1997).
Índice de valor de importancia. Según este índice, en las dos localidades predo-
minan Clusia lineata y Cupania americana con los valores de 13.5% y 10.6%
respectivamente, con altos valores en dominancia y densidad, seguidas de Sipa-
runa guianensis (9.2%), Myrcia dilucida (8.1%), Annona neovelutina (6.8%),
Matayba purgans (6.4%), Schefflera morototoni (5.9%), Casearia sylvestris
(5.8%), Psychotria anceps y Eugenia egensis (5,7% cada una), en las cuales hay
una gran influencia de la densidad, seguido de la dominancia y en menor valor la
frecuencia.
Entre las familias con mayor importancia ecológica tenemos a Fabaceae (35.6%),
que se destaca por ser la más abundante (12.4%) y la más diversa (13.7%); seguido
por Rubiaceae (30%) con una densidad del 13.4% y diversidad (16.6%), Myrtaceae
(26.3%) con el mayor valor dado por la densidad con el 10.8%, Clusiaceae (17.4%)
se destaca por su dominancia (10.85%), Melastomataceae (16.8%) por su densidad
(8.03%), Sapindaceae (13.8%) por su dominancia (7.6%), Siparunaceae (12.8%)
con densidad 6.42%, Salicaceae (12.1%) con su densidad de 4.96%, Annonaceae
(11.4%) y Moraceae (11%) en su dominancia 6.39% y 5.92% respectivamente.
En los dos bosques, a partir del atributo cobertura se encontró que el 93.1% de los
individuos (3.584), se ubican en el primer intervalo (0,02-8,4 m2), seguido por
el 4.1% (158) de coberturas entre 8.5-17 m2; en los siguientes cuatro intervalos
(17.1-54 m2), que suman el 2.8% de la abundancia (107 individuos). La especie que
sobresale en cuanto a cobertura corresponde a Erythrina poeppigiana con 54 m2.
Forma de crecimiento
Para el análisis de la estructura vertical se tuvieron en cuenta los valores de cober-
tura por estratos de los dos bosques (El Englobe y El Triunfo). El estrato arbustivo
es representado por 45 familias y 228 especies (50%). De igual forma fueron los
más abundantes con 2.270 individuos, seguido por el estrato subarbóreo con 44
BOSQUE EL ENGLOBE
El tipo de vegetación es un bosque secundario con gran influencia en términos de
humedad, por localizarse en inmediaciones al río Únete. Este bosque se encuentra
en regeneración, allí predominan individuos con tallos delgados y escasa estrati-
ficación vertical. La cantidad de radiación solar que ingresa al sotobosque oscila
entre 3.38 y 13.07 Mol. m2/día, presenta pendientes entre 5° y 35° con áreas de
pastizales y suelos expuestos, que contribuyen a la erosión del suelo. Las espe-
cies dominantes son Siparuna guianensis, Casearia sylvestris, Cupania americana,
Chomelia spinosa, Casearia ulmifolia, Cordia bicolor, Matayba purgans, Psychotria
anceps, Erythroxylum panamense y Davilla kunthii. En el sotobosque predominan
especies de Adiantum diversifolia, Psychotria deflexa, Malvaviscus venustum,
Blechnum insignis, Xiphidium lehmannii, Lygodium caucana, Selaginella diffusa,
Commelina sp. y Paullinia acutangula.
PARCELA UNO
Índice de Valor de Importancia (IVI). Este índice permitió diferenciar las especies
dominantes, tiene en cuenta los valores de densidad relativa, dominancia relativa
y frecuencia relativa (Rangel-Churio & Velázquez, 1997). Las especies Siparuna
guianensis y Casearia sylvestris, son las dominantes en esta parcela, con altos
valores de densidad, dominancia y frecuencia relativa. Es importante mencionar
que el atributo de densidad relativa, se presenta con gran influencia en la domi-
nancia de la parcela.
Radiación solar. A partir del análisis de las imágenes del interior de la parcela uno, se encontró que el
porcentaje de abertura del dosel oscila entre 3.11-3.35. La cantidad de radiación solar sobre el dosel fue de
49.36 Mol. m2/día y bajo el dosel, es decir, la que llega al sotobosque fue 3.38-3.69 Mol. m2/día (Figura 3).
Figura 3. Aspecto del dosel y análisis de la proporción de luz incidente al interior de la parcela uno, bosque
El Englobe, municipio de Aguazul, Casanare.
Intervalos de clase según DAP. Se observa que el mayor número de individuos se concentran en los dos
primeros intervalos de clase. El primero (1.05-3.23 cm) con 312 individuos y en el segundo (3.24-5.42 cm)
con 140 individuos, que demuestran un estado de recuperación temprana. Los otros intervalos de clase regis-
tran menos de 50 individuos; sin embargo, hay individuos con alturas hasta de 10 m.
PARCELA DOS
Índice de Valor de Importancia (IVI). La especie dominante corresponde a Cupania
americana con un valor de 26.20, seguido de Casearia sylvestris (22.21), Chomelia
spinosa (19.57) y Siparuna guianensis (17.21). Esta dominancia se expresa para
Cupania americana en el mayor valor de dominancia relativa, lo que indica que
presentan tallos más gruesos, a diferencia de Casearia sylvestris con tallos más
delgados, pero con un mayor número de individuos. Chomelia spinosa a pesar de
no tener valores muy altos en dominancia relativa, es la especie que registra la
mayor abundancia, lo cual, le otorga una gran importancia dentro de la parcela.
Figura 4. Perfil de vegetación idealizado de la parcela dos, bosque El Englobe, municipio de Aguazul, Casa-
nare.
Intervalos de clase según DAP. La mayor cantidad de regeneración natural, esto significa que existe un
de individuos se registran en los dos primeros inter- elevado número de individuos en el estrato brinzal,
valos (1.05-4.27 cm) con 240 individuos y (4.28-7.5 con diferentes tamaños que permitirán que esta
cm) 90 individuos, e indica predominio de juveniles especie se mantenga en el bosque.
y proceso de regeneración temprana.
PARCELA TRES
Cobertura por estratos. El estrato herbazal y Índice de Valor de Importancia IVI. La especie
arbustal presentan una alta dominancia energética, Cupania americana predomina en esta parcela con
el primero al encontrarse ocupando el sotobosque en un valor de 51.21, y presenta la mayor dominancia
el 95% de la superficie de la parcela, y el segundo (área basal) y densidad relativa. La siguiente especie
al presentar copas amplias. El arbóreo tiene copas es Matayba purgans con un IVI de 17.71, donde se
reducidas y laxas que favorecen el ingreso de la luz destaca por su alta densidad relativa y escasa área
solar. basal y frecuencia. Las otras especies presentan
valores muy similares.
Índice de Valor de Importancia Ampliado (IVIA).
Cupania americana es la especie mejor representada Perfil de vegetación. Predominan individuos con
tanto en la estructura vertical como horizontal, con alturas entre 4 y 8 m, con algunos árboles emer-
un alto valor en el atributo posición sociológica, gentes de hasta 12 m. En la estructura vertical se
indicando un alto número de individuos en todos encuentran arbolitos y arbustos con escasos árboles
los estratos. Chomelia spinosa tiene un mayor valor (Figura 6).
62 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
Figura 6. Perfil de vegetación idealizado de la parcela tres, bosque El Englobe, municipio de Aguazul, Casa-
nare.
Radiación solar. A partir del análisis de las imágenes capturadas al interior de la parcela tres, se encontró
que el porcentaje de dosel abierto oscila entre 5.12-14.98. La cantidad de radiación solar sobre el dosel fue de
49.32 Mol. m2/día y bajo el dosel, es decir la que llega al sotobosque fue 5.66-13.07 Mol. m2/día (Figura 7).
Figura 7. Aspecto del dosel y análisis de la proporción de luz incidente al interior de la parcela tres, bosque El
Englobe, municipio de Aguazul, Casanare.
PARCELA CUATRO
Índice de Valor de Importancia IVI. Las especies Psychotria anceps y
Matayba purgans, registran los mayores valores de dominancia con 53.14 y 43.44
respectivamente. El atributo que mejor representa la dominancia de estas especies
corresponde a la densidad relativa, seguida de la dominancia. En general se observa
un escaso número de individuos.
Figura 8. Perfil de vegetación idealizado de la parcela cuatro, bosque El Englobe, municipio de Aguazul,
Casanare.
Radiación solar. El porcentaje de dosel abierto oscila entre 5.25-6.3. De otro lado,
la cantidad de radiación solar que llega sobre el dosel fue de 49.33 Mol. m2/día y
bajo el dosel; es decir, la que llega al sotobosque fue 3.95-6.99 Mol. m2/día (Figura
9) indicando entrada de muy poca luz solar.
Intervalos de clase según DAP. La distribución de los individuos presenta una mayor
concentración en los primeros intervalos de clase con 245 (intervalo 1.11-5.19 cm),
110 (5.2-9.28 cm), 40 (9.29-13.37 cm) y los demás con menos de 10 individuos. Se
observan varios intervalos sin individuos evidenciando que existió intervención humana,
y que posteriormente se dio abandono a dichas áreas, conllevando a la regeneración
actual.
BOSQUE EL TRIUNFO
Son bosques secundarios con vegetación principalmente arbórea y arbustiva, de doseles
amplios que permiten el ingreso de radiación solar al sotobosque. Las especies domi-
nantes son Myrcia dilucida, Aiphanes horrida, Guarea guidonia, Clusia lineata, Eugenia
egensis, Miconia gracilis, Handroanthus guayacan, Aphelandra scabra, Siparuna guia-
nensis y Miconia multispicata. En el estrato brinzal predominan individuos de Lindsaea
guianensis, Asplenium formosum, Selaginella diffusa, Costus spiralis, Panicum pulche-
llum, Commelina sp. y Campyloneurum nitidissimum. La geomorfología del terreno es
quebrada con pendientes de 10-45°, con movimientos de tierra.
COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA FLORÍSTICA DE DOS BOSQUES DEL PIEDEMONTE LLANERO | 65
PARCELA UNO
Índice de Valor de Importancia IVI. La especie Myrcia dilucida tiene el mayor valor
con 25.53, seguido de la palma Aiphanes horrida con 22.29. M. dilucida presenta
el mayor número de individuos, entre tanto A. horrida los mayores valores de
frecuencia y dominancia relativa. Guarea guidonia y Eugenia egensis registran
valores de IVI de 18.05 y 14.38 respectivamente.
Figura 10. Perfil de vegetación idealizado de la parcela uno, bosque El Triunfo, municipio de Aguazul, Casa-
nare.
Radiación solar. Se encontró que el porcentaje de abertura del dosel oscila entre
8.37-9.09; a su vez, la cantidad de radiación solar sobre el dosel fue de 50.56 Mol.
m2/día y bajo el dosel fue 4.23-7.25 Mol. m2/día (Figura 11).
66 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
Figura 11. Aspecto del dosel y análisis de la proporción de luz incidente al interior de la parcela uno, bosque
El Triunfo, municipio de Aguazul, Casanare.
PARCELA DOS
Índice de Valor de Importancia IVI. Clusia lineata presenta el mayor índice con 50.70,
y a su vez, tiene los valores más altos en densidad, dominancia y frecuencia relativa,
seguido de Handroanthus guayacan (29.99). Las otras especies presentan valores
muy similares.
Perfil de vegetación. Parcela con la mayor pendiente (35°), y área con inestabilidad
del suelo. Allí se encuentra un rápido crecimiento de especies como Clusia lineata. El
mayor número de individuos están entre 3-7 m de altura, con árboles emergentes
hasta de 15 m (Figura 12).
Radiación solar. El porcentaje de abertura del dosel oscila entre 7.43-10.29. Por lo cual la cantidad de radia-
ción solar sobre el dosel fue de 50.56 Mol. m2/día y bajo el dosel, es decir, la que llega al sotobosque fue
8.51-7.28 Mol. m2/día (Figura 13).
Figura 13. Aspecto del dosel y análisis de la proporción de luz incidente al interior de la parcela dos, bosque
El Triunfo, municipio de Aguazul, Casanare.
Intervalos de clase según DAP. Se observa una mayor concentración en el primer intervalo de clase (1.08-
3.87 cm) con 330 individuos. A su vez, un decrecimiento en la medida que incrementan los valores de DAP,
es decir, se encuentra en un proceso de regeneración.
Índice de Valor de Importancia Ampliado (IVIA). Las tres especies dominantes bajo
este índice (IVIA) corresponden a las registradas en el análisis de la estructura hori-
zontal (IVI). Clusia lineata y Handroanthus guayacan tienen los mayores valores de
posición sociológica y Aphelandra scabra el mayor valor de regeneración natural.
PARCELA TRES
Índice de Valor de Importancia IVI. Las especies Clusia lineata, Eugenia egensis
y Myrcia dilucida registran los mayores valores de este índice con 30.68, 23.40 y
19.38 respectivamente. El atributo más significativo en el índice es la dominancia
relativa, seguida de la densidad. Las demás especies registran valores muy simi-
lares, los cuales muestran una gran homogeneidad florística.
Figura 14. Perfil de vegetación idealizado de la parcela tres, bosque El Triunfo, municipio de Aguazul, Casanare.
Figura 15. Aspecto del dosel y análisis de la proporción de luz incidente al interior de la parcela tres, bosque
El Triunfo, municipio de Aguazul, Casanare.
Cobertura por estratos. El estrato latizal (690 m2) y fustal (570 m2) registran los
mayores valores de cobertura, presentando la más alta dominancia energética en
esta parcela, debido a la densidad de individuos presentes en el estrato latizal y al
amplio dosel que presentan las especies arbóreas. El estrato brinzal registra 350
m2.
Índice de Valor de Importancia Ampliado (IVIA). Clusia lineata tiene un alto valor,
debido a la mejor posición sociológica e IVI. Las tres primeras especies (C. lineata,
Eugenia egensis y Myrcia dilucida), predominan en la estructura horizontal como
vertical. Se destaca la especie Eugenia victoriana por tener la mayor representa-
tividad en la regeneración natural, lo que demuestra que podría llegar a ser una
especie muy importante en este bosque.
PARCELA CUATRO
Índice de Valor de Importancia IVI. Las especies Miconia gracilis y Siparuna guia-
nensis registran los mayores valores de IVI con 31.10 y 25.32 respectivamente,
seguido de Annona neovelutina con 14.09. Siendo especies presentan los mayores
valores de dominancia relativa y densidad, mientras las otras presentan valores
similares para los tres atributos.
Figura 16. Perfil de vegetación idealizado de la parcela cuatro, bosque El Triunfo, municipio de Aguazul,
Casanare.
Radiación solar. El porcentaje de abertura del dosel oscila entre 3.23-5.12; de otro lado, la cantidad de
radiación solar que llega sobre el dosel fue de 50.37 Mol. m2/día y bajo el dosel (sotobosque) fue 3.34-3.72
Mol. m2/día (Figura 17).
Figura 17. Aspecto del dosel y análisis de la proporción de luz incidente al interior de la parcela cuatro, bosque
El Triunfo, municipio de Aguazul, Casanare.
La cantidad de radiación solar que reciben los individuos de las parcelas evaluadas,
fue mayor en el bosque El Englobe con un valor hasta de 14.98 (parcela tres), a
diferencia del bosque El Triunfo donde el valor máximo fue de 10.29 (parcela dos).
Estos valores están directamente relacionados, con la cantidad de luz que recibe el
sotobosque donde oscilan para el bosque El Englobe, entre 3.38 y 13.07 Mol. m2/
día y en el Triunfo 3.34-8.51 Mol. m2/día.
Respecto a la cantidad de luz que recibe el dosel de las parcelas, registra mayores
valores para el Triunfo con 50.33-50.56 Mol. m2/día, entre tanto, para El Englobe
49.32-49.36 Mol. m2/día, esto se debe a la interferencia que pueden ocasionar
árboles aledaños a los individuos de las parcelas.
Los intervalos de clase según el parámetro diámetro a la altura del pecho (DAP),
permiten deducir que estos bosques se encuentran en un proceso de regeneración
con predominio de individuos jóvenes; sin embargo, se observa que la intensidad
de la perturbación antrópica en cada parcela fue diferente, en ocasiones eliminando
por completo la cobertura vegetal natural y en otros, mediante entresaca selectiva,
debido a la presencia de árboles de gran tamaño.
Las estructuras vegetativas (tronco, hojas, foliolos y catáfilos) son las que más
variación morfológica presentan, mientras que las estructuras reproductivas,
denominadas como estrobilos (masculinos y femeninos), son más estables y
sus diferencias se centran básicamente en el color, tamaño y forma de las partes
apicales (Stevenson, 2001) (Figura 2).
C D
E F G
H I
D F G
Figura 2. Estructuras vegetativas de Zamia muricata. A-B. Se observan los catáfilos en la base de los
peciolos y protegiendo la yema; C. Plántula con una hoja en desarrollo; D. Tronco subterráneo; E-F. Parte
aéreo del tronco, en diferentes tiempos de desarrollo; G. Hoja con disposición de los foliolos subopuestos.
D E
Figura 3. Estructuras reproductivas femeninas y masculina de Zamia. A-D. Conos femeninos (megaestró-
bilos) en diferentes estadios de desarrollo; E. Cono masculino.
Como estrategia para atraer polinizadores, los conos ha encontrado que mantienen una relación simbió-
tienen termogénesis y producen químicos volátiles tica con insectos, especialmente con coleópteros
(Marler, 2010; López-Gallego, 2015); en cuanto a la (Radha & Singh, 2014). Este vínculo es tan estrecho,
dispersión de las semillas se cree que es llevado por que en un estudio realizado por Tang (1987a) en
la gravedad, debido a que no se conoce si existen Zamia pumila, encontró que cuando la polinización
vectores animales (López-Gallego, 2015). era realizada por el viento, esta planta no producía
semillas viables, a diferencia de la efectuada por los
En las últimas dos décadas se ha venido estudiando insectos. Calonje, Kay y Griffith (2011), mencionan
la biología reproductiva de las cicadas, y en ellas se que los polinizadores en las especies del género
82 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
Zamia son coleópteros de los géneros Pharaxonotha y Rhopalotria (Tang, 1987a;
Norstog, Stevenson & Niklas, 1986).
En la mayoría de las especies, los conos masculinos durante la liberación del polen
presentan un marcado incremento en la temperatura (hasta de 15ºC), acompañado
de la volatilización de fragancias que pueden funcionar para atraer insectos (Tang,
1987b; 1993).
De otro lado, a pesar que Chamberlain (1926) publicó sobre la creación de híbridos
intergenéricos entre Ceratozamia mexicana y Zamia monticola, actualmente ningún
intento de crear híbridos entre diferentes géneros ha tenido éxito; sin embargo,
Vorster (1995), notó que la hibridación es posible dentro del mismo género en
Zamia, Cycas, Ceratozamia, Macrozamia y Encephalartos.
D E
Figura 4. Semillas de Zamia muricata. A-B. Semillas con sarcotesta roja, sobre el cono femenino (megaes-
trobilo) y suelo; C-E. Semillas sin sarcotesta.
Herbivoría. Sobre las especies de Zamia se ha observado una relación con taxones
del género Eumaeus spp. (Lycaenidae), considerado como una larga interacción en
el tiempo evolutivo (Castillo & Rico, 2002). Estos organismos son caracterizados
por ser mariposas aposemáticas (que exhiben colores vivos o características que la
hacen destacar del medio, para advertir a sus posibles predadores de su peligro-
sidad, mal sabor, etc.) (Cabellos, 2012) y presentar cycasina, un compuesto tóxico
que es secuestrado desde las plantas hospederas de Zamia (Castillo & Rico, 2002).
Se distribuyen desde el sur de México hasta Suramérica (Colombia, Ecuador,
Bolivia, Brasil y Paraguay) y consta de seis especies: E. Atala (Poey, 1832), E. toxea
(Godart, 1824), E. childrenae (G. Gray, 1832), E. minyas (Hübner, 1809), E. toxana
(Boisduval, 1870) y E. godartii (Boisduval, 1870) (D´Abrera, 1995; Lamas, 2004).
La emergencia de los adultos oscila entre 46 (Castillo & Rico, 2002) y 51 días en
Eumaeus gosarti y E. toxea (Santos-Murgas & Abrego, 2016; Ruíz-García et al.,
2015); donde solo el 2.3% de los huevos alcanzan el estadio adulto (Ruíz-García et
al., 2015). La tasa de mortalidad de estos organismos depende a su vez, de si existe
o no canibalismo entre las larvas, el cual ha sido reportado para algunas espe-
cies de Eumaeus (Castillo & Rico, 2002; González, 2004), el ataque por hongos
(Castillo & Rico, 2002) y la depredación por un cucarrón (coleóptero) del género
Dasydactylus (Erotylidae), que ha sido observado consumiendo los exudados en la
etapa de muda de todos los estadios (Ruíz-García et al., 2015).
A B
Figura 6. Herbivoría en Zamia muricata. A-B. Eumaeus sp., sobre hojas marchitas de Zamia muricata.
A pesar de que diferentes culturas (Chocó) utilizan estas especies como fuentes de
alimento, Brenner et al. (2003), mencionan que la identificación de los compuestos
secundarios de las cicadas ha sido relacionado con desórdenes neurológicos, por
el aumento de la presencia de Alzheimer y Parkinson entre las personas que
consumen cícadas.
Relaciones simbióticas. Las especies de Zamia, así como todas las cycadas,
presentan asociaciones simbióticas con hongos y cianobacterias (Nostoc spp.) en
las raíces, donde forman nódulos que les permiten fijar nitrógeno, favoreciendo su
establecimiento en suelos pobres de este elemento (Marler, 2010; López-Gallego,
2015). En Zamia, el entendimiento de las simbiosis es escaso, desconociendo las
relaciones que estas especies presentan con otras, y a su vez, el alcance e impor-
tancia en su conservación. En otras especies, se ha observado un incremento en
el “fitness” con hasta un 39% de mayor biomasa en la semilla, cuando se les ha
inoculado con bacterias de diferentes genotipos; lo anterior, muestra que existe
una compatibilidad diferencial entre el hospedero y el genotipo del simbionte, que
puede ser un factor significante en el control del “fitness” para la competencia de
las plantas en la naturaleza (Parker, 1995).
Riqueza. Colombia alberga la mayor diversidad del género Zamia, de las 76 espe-
cies aceptadas actualmente en el mundo, este país cuenta con 21, de las cuales 13
son endémicas (Gómez-Parra, 2014; López-Gallego, 2015); sin embargo, la trans-
formación e intervención del hábitat en que se desarrollan, además de la extracción
de individuos para usos ornamentales, han llevado a que sea catalogada en grado
de amenaza según las categorías de la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza (Calderón, Galeano & García, 2005; UICN, 2010).
Conservación. En nuestro país, de las cícadas la única familia que hace parte de
la flora nativa es Zamiaceae, con el género Zamia, el cual corresponde al taxón
que registra la mayor diversidad morfológica y ecológica del orden cicadales. Esta
condición, ha conllevado a que algunos investigadores propongan desarrollar
programas de conservación para algunas especies de cícadas (López-Gallego &
Idárraga, 2001; Aguirre, 2004; López-Gallego, 2008). A su vez, López-Gallego
(2015), en el plan de acción para la conservación de las zamias de Colombia, invita
a las diferentes autoridades ambientales a realizar estudios que implementen
estrategias de conservación integrales que promuevan el control del tráfico, la
protección del hábitat de poblaciones, planes de restauración y uso sostenible de
algunas especies. Estas estrategias de conservación también deben ser promo-
vidas y apoyadas por instituciones gubernamentales, establecimientos educativos,
empresas que realicen actividades de uso y aprovechamiento de los recursos natu-
rales y comunidad en general.
Se debe reconocer que muchas especies del género Eumaeus spp. (Lycaenidae),
presentan una distribución geográfica relacionada con las especies de Zamia, lo
que sugiere que su conservación es dependiente de la conservación de su hospe-
dante (Zamia spp.) y de factores externos como el tipo de cobertura vegetal donde
sobreviven estas poblaciones de plantas (Ruíz-García et al., 2015; Santos-Murgas
& Abrego, 2016).
A D
Figura 7. Hábitat donde crece Zamia muriata. A. Interior de bosque, con hojas verde oscuro; B-C. Individuos
creciendo en zonas de abiertas (pastizales) con exposición al sol; D. Distribución agrupada de individuos de
zamias.
E F G
Figura 8. Estructuras vegetativas de Zamia muriata. A-B. Plántulas de Zamia; C-F. Individuos en varias
etapas de desarrollo, localizados en zonas con diferente luminosidad.
90 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
A B
C D E F
Figura 9. Estructuras reproductivas y semillas de Zamia muriata. A. Cono femenino juvenil; B. Cono feme-
nino maduro; C. Germinación de Zamia; D. Semillas con testa roja; E-F. Conos femeninos maduros con
semillas expuestas.
c) Las hojas nuevas son de color marrón, pero sin tomento abundante.
A C
Figura 10. Estructura reproductiva femenina (megaestrobilo) de Zamia muricata. A. Vista lateral; B. Vista
apical; C. Vista general.
Hábitat. La especie se considera típica de bosques secos y húmedos tropicales en el Caribe y la región Andina
en Colombia; a su vez, las poblaciones han sido registradas en suelos bien drenados, en sotobosque y en
zonas con buena cobertura de dosel (López-Gallego, 2015); sin embargo, se amplía a zonas de sabana conti-
guas al piedemonte llanero, en áreas expuestas a la radiación solar directa y bosques con luminosidad de alta
a media (Figura 11).
A B
C
Figura 12. Importancia ecológica de Zamia. A y C. Saltamonte sobre foliolo de zamia; B. Individuo sembrado
de Zamia muricata.
A B
Figura 13. Plantas sembradas de Zamia muricata. A-B. Se observa ramoneo de los foliolos por parte de
ganado bovino.
Categorización UICN. Zamia muricata se categorizó partir del parámetro de distribución geográfica AOO
como vulnerable (VU) en la lista roja de la Unión (área de ocupación < 500 km2; menos de 5 loca-
Internacional para la Conservación de la Naturaleza lidades reportadas con poblaciones y disminución
(UICN, 2010), posteriormente en la Resolución 1912 continua de la calidad del hábitat) (Vega, 2015). De
de 2017 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo otro lado, la presencia de esta especie en el departa-
Sostenible, se menciona dentro de las especies mento de Casanare, incrementa el área de distribu-
silvestres de plantas amenazadas de Colombia, ción geográfica y deja ver que, a pesar del esfuerzo
en la categoría en peligro (EN), basada en el Plan por conocer sobre este grupo taxonómico en el país,
de Acción para la Conservación de las Zamias de hace falta explorar varias zonas del país.
Colombia (López-Gallego, 2015), quien la evaluó a
94 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
BIBLIOGRAFÍA
Aguirre, D. (2004). Demografía y genética de poblaciones de Zamia loddigessi Mig.
(Zamiaceae) en el Centro de Veracruz, México. Tesis de grado. Biología.
Universidad Veracruzana. 69 p.
Bowers M.D. & Farley, S. (1990). The behavior of grey jays, Perisoreus canadensis,
towards palatable and unpalatable Lepidoptera. Animal Behavior, 39:
699-705.
Brenner, E.D., Stevenson, D.W. & Twigg, R.W. (2003). Cycads: evolutionary inno-
vations and the role of plant-derived neurotoxins. TRENDS in Plant
Science, 8(9): 446-452.
Cabellos, N. Biodiversidad Virtual [consultado: octubre 22 de 2018] en: https://
www.biodiversidadvirtual.org/taxofoto/glosario/1416
Calderón, E., Galeano, G. & García, N. (eds.). (2005). Libro Rojo de Plantas de
Colombia. Volumen 2: Palmas, frailejones y zamias. La serie Libros
Rojos de Especies amenazadas de Colombia. Instituto Alexander Von
Humboldt, Instituto de Ciencias Naturales - Universidad Nacional de
Colombia, Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Terri-
torial.
Calonje, M., Kay, J. & Griffith, M.P. (2011). Propagation of cycad collections from
seed: applied reproductive biology for conservation. Sibbaldia, 9: 77-96.
Castillo-Guevara, C. & Rico-Gray, V. (2002). Is cycasin Eumaeus minyas (Lepi-
doptera: ¿Lycaenidae a predator deterrent?). Interciencia, 27: 465-470.
Chamberlain, C.J. (1926). Hybrids in cycads. Botanical Gazette, 81: 401-418.
Clark D.B. & Clark D.A. (1991). Herbivores, herbivory, and plant phenology:
patterns and consequences in a tropical rain-forest cycad. In Price, P.W.,
Lewinsohn, T.M., Fernandes, G.W., Benson, W.W. (Eds.). Plant-Animal
Interactions: Evolutionary Ecology in Tropical and Temperate Regions.
John Wiley. New York. 209-225 p.
D´Abrera, B. (1995). Butterflies of the Neotropical region. Part VII, Lycaenidae.
Hill House, Victoria, Australia. 1098-1270 p.
Dehgan, B. (1983). Propagation and growth of cycads. A conservation strategy.
Proceedings of the Florida State Horticultural Society, 96: 13-139.
DeVries, P.J. (1976). Notes on the behavior of Eumaeus minyas (Hübn.) (Lepidop-
tera: Lycaenidae) in Costa Rica. Brenesia, 8: 103.
DeVries, P.J. (1983). Zamia skinneri and Zamia fairchildiana (zamia, palmera
siempre verde, cycad). In Janzen, D.H. (Ed.) Costa Rican Natural History.
University Chicago Press. Chicago. 349-350 p.
PROTOCOLO PARA EL RESCATE, TRASLADO Y MONITOREO DE EPÍFITAS VASCULARES EN COLOMBIA: MÉTODOS Y EXPERIENCIAS | 101
La primera carretera en Colombia fue construida entre 1900-1910 (SAI, 2017) y
el primer hallazgo de petróleo se realizó en 1928 (Ahumada, 2018); sin embargo,
solo en la última década se ha solicitado por parte de la Dirección de Bosques,
Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible (MADS), en el marco de las solicitudes de levantamiento de veda
nacional, una medida de manejo ambiental que mitigue las afectaciones sobre las
epífitas vasculares como consecuencia del desarrollo de los proyectos, a la cual se
denominó “rescate y traslado de epífitas” (Fotosíntesis Colombia, 2012).
RESCATE
El rescate de epífitas se puede realizar empleando cuatro métodos diferentes; 1)
cuando el árbol hospedero está en pie, desprendiendo manualmente las epífitas
vasculares que estén al alcance de los técnicos, operarios y/o profesionales
dispuestos para esta labor; usualmente son alturas inferiores a 3 m; 2) por medio
del uso de cortaramas o desjarretadera, para aquellas epífitas ubicadas en estratos
entre los 3-12 m altura; 3) implementando ascenso a dosel, para aquellas plantas
que estén en el tronco y dosel del árbol, que sean sensibles a daños mecánicos y
que requieran un retiro manual; y 4) durante las actividades de aprovechamiento
forestal, cuando el árbol hospedero haya caído y se pueda acceder a todos los
estratos verticales para realizar la extracción de las epífitas (Tabla 1). Para llevar a
cabo estos métodos se seguirán los condicionantes de riesgo, tiempo y efectividad:
Efectividad. Baja: cuando se logra rescatar menos del 50% de las epífitas del
árbol. Media: cuando se logra rescatar entre el 50% y el 80% de las epífitas del
árbol. Alta: cuando se logra rescatar más del 80% de las epífitas del árbol.
PROTOCOLO PARA EL RESCATE, TRASLADO Y MONITOREO DE EPÍFITAS VASCULARES EN COLOMBIA: MÉTODOS Y EXPERIENCIAS | 103
Tabla 1. Métodos para el rescate de epífitas vasculares.
Debido a que algunos individuos no cuentan con tivos por cada sitio de rescate (Figura 1), para luego
condiciones fitosanitarias adecuadas o porque son ser reubicadas en bosques aledaños, los cuales
muy abundantes, se implementan algunos criterios deberán contar con características ecológicas simi-
de selección (Tabla 2) los cuales serán estipulados lares a los bosques intervenidos. Se recomienda
por la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servi- utilizar etiquetas plásticas, ya que estas perduran en
cios Ecosistémicos del MADS, lo cual puede ser el tiempo y pueden ser remarcadas fácilmente de ser
evidenciado en las múltiples resoluciones de levan- necesario.
tamiento de veda publicadas en la página web de
dicho Ministerio. Existen dos sitios a donde las epífitas pueden ser
llevadas, uno es denominado epifitario (Fotosíntesis
Posterior al rescate, las epífitas deben ser dispuestas Colombia, 2012) y el otro es denominado vivero de
en canastas plásticas o de madera, para ser trans- acopio temporal (Baquero-Rojas, Molina-García, &
portadas y ser etiquetadas con números consecu- Sierra-Giraldo, 2016).
104 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
Tabla 2. Algunos de los criterios utilizados en el rescate de epífitas.
A B
C D
Figura 1. Rescate de epífitas vasculares. A. Desprendimiento de la epífita del árbol hospedero; B. Acopio en
canastas; C. Transporte desde los sitios de afectación al epifitario o vivero de acopio temporal; D. Etiquetado.
PROTOCOLO PARA EL RESCATE, TRASLADO Y MONITOREO DE EPÍFITAS VASCULARES EN COLOMBIA: MÉTODOS Y EXPERIENCIAS | 105
la misma cuenca, zona de vida y/o bioma del lugar de afectación. El epífitario,
deberá ser caracterizado a nivel forestal, para así conocer y elegir los árboles que
servirán como hospederos. Cada árbol será georreferenciado y etiquetado con el fin
de hacer el seguimiento. De igual manera, se recomienda que los nuevos hospe-
deros sean de la misma especie o con características similares a los originalmente
intervenidos y de los cuales se realizó el rescate de epífitas vasculares, por lo tanto,
estos debieron ser identificados taxonómicamente previo o durante las actividades
de tala, además, los nuevos hospederos cuenten con un buen estado fitosanitario,
así como suficiente espacio para ubicar las nuevas epífitas (capacidad de carga).
Los individuos rescatados serán ubicados en los hospederos con la ayuda de fibras
naturales que se descompongan con el tiempo y de esta manera evitar residuos que
contaminen. En este sentido, se recomienda la utilización de fibras tipo franela, ya
que han demostrado ser las más adecuadas para estas actividades. Los amarres se
deben realizar según el tamaño y forma de las plantas (Figura 2 C). En lo posible, las
epífitas serán ubicadas en las bases de las ramas y troncos de los árboles tratando
de igualar las condiciones iniciales del lugar de extracción. Géneros como Racinaea
(Bromeliaceae) o Scaphyglottis (Orchidaceae), son sensibles a la humedad del
sotobosque, por lo que preferiblemente se deben ubicar en los estratos más altos
del árbol, o en áreas periféricas del epifitario. El profesional que realice las activi-
dades de rescate, deberá tener en cuenta la zona del árbol donde estaba ubicada la
epífita. Una vez ubicada la epífita vascular en su nuevo árbol hospedero, se deberá
realizar el primer riego con hormonas para estimular el crecimiento de raíces y
hojas (Figura 2 D).
C D
Figura 2. Traslado de epífitas vasculares. A-C. Amarre de epífitas vasculares al nuevo forófito u árbol hospe-
dero. D. Riego inicial, posterior al amarre sobre el nuevo árbol hospedero.
MONITOREO Y MANTENIMIENTO
Consisten en actividades para el suministro de riego, control fitosanitario y regis-
tros en la evolución de las plantas rescatadas que posteriormente son trasladadas
a nuevos hospederos. Estos datos deben registrarse en un formato de campo
durante el tiempo de adaptación de estas plantas al nuevo hábitat (Tabla 3). Gene-
ralmente, al otorgar la Resolución de levantamiento de veda nacional, la Dirección
de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del MADS exige un monitoreo
y mantenimiento de tres años.
PROTOCOLO PARA EL RESCATE, TRASLADO Y MONITOREO DE EPÍFITAS VASCULARES EN COLOMBIA: MÉTODOS Y EXPERIENCIAS | 107
Durante las primeras semanas posteriores al tras- toreo y mantenimiento deben realizarse mínimo
lado, las epífitas se encuentran en un estado de alto durante tres años, preferiblemente con periodicidad
estrés, por lo tanto, requieren mayor atención. Una quincenal durante los primeros seis meses y mensual
vez se trasladan al epifitario, estas plantas suelen a partir del sexto mes hasta alcanzar el primer año.
desprenderse de sus nuevos hospederos, por este El segundo año se puede revisar de manera trimes-
motivo, se deben adecuar constantemente mejoras tral y el tercer año semestral; sin embargo, será la
de amarres y cambio en las fibras (Sierra-Giraldo & autoridad ambiental conjuntamente con el ejecutor
Giraldo-Pamplona, 2017). Las actividades de moni- quienes acuerden estos tiempos.
Tabla 3. Algunos estados fenológicos reproductivos y fitosanitarios a tener en cuenta durante el monitoreo.
SF: Sin flor. IF: Inicio de floración. FL: Floración. FR: Fructificación sin dehiscencia. FR-D: Fructificación con
dehiscencia. B: Buen estado fitosanitario. M: Mal estado fitosanitario. MT: Individuo muerto.
Con relación al estado fitosanitario, se considera recomienda evaluar en cada monitoreo la aparición
malo (M) cuando el individuo presenta enferme- de raíces nuevas y la presencia de visitantes florales.
dades, hongos, pudrición, bacterias, pérdida exce- Por otro lado, se debe registrar cuáles individuos ya
siva de hojas, y se considera muerto (MT) cuando no necesitan más las fibras de amarre, debido a que
el individuo cesa su actividad metabólica basada en se han adherido completamente al forófito hospe-
los procesos fotosintéticos y se seca por completo, dero (Figura 3, Tabla 3).
evidenciándose principalmente en el área foliar. Se
A B
C D
Figura 3. Epífitas en diferentes estados fitosanitarios. A. Buen estado; B-C. Mal estado; D. Muerta.
Altitud
Región Departamento Cobertura Ha Ind % Sup T
(msnm)
Andes1 Cundinamarca 2000 Bosque denso 13 1477 88,1 24
Andes2 Tolima 2500 Bosque denso 14 1386 100 7
Red vial y Pastos
Andes3 Cundinamarca 2700 96 673 100 4
arbolados
Caribe3 Atlántico 85 Pastos arbolados 5 1331 100 6
RECOMENDACIONES
Esta síntesis constituye una visión general para la estandarización y divulgación
de un protocolo para el rescate, traslado y monitoreo de epífitas vasculares en el
territorio colombiano.
PROTOCOLO PARA EL RESCATE, TRASLADO Y MONITOREO DE EPÍFITAS VASCULARES EN COLOMBIA: MÉTODOS Y EXPERIENCIAS | 109
Es urgente y necesario para cada proyecto en particular, consolidar una plata-
forma de información única que integre y visibilice el esfuerzo y la localización
de las plantas rescatadas y trasladadas una vez concluya la etapa de campo, con
el propósito de cerrar vacíos geográficos de información, mejorar el conocimiento
de gradientes ecológicos de distribución y canalizar esfuerzos de conservación de
estos grupos de plantas en todo el territorio nacional.
GLOSARIO DE TÉRMINOS
Epífita: planta que crece sobre los árboles, pero no les causa ningún daño.
Ejemplo: guiches, quiches, orquídeas, anturios. No se deben confundir con las
plantas parásitas.
Estado fenológico reproductivo: son ciclos de la planta que van desde el inicio de
la floración hasta la fructificación, los cuales varían en el tiempo.
Monocárpica: dicho de una planta, que florece solo una vez para después morir.
Son monocárpicas las anuales, las bienales y algunas perennes.
PROTOCOLO PARA EL RESCATE, TRASLADO Y MONITOREO DE EPÍFITAS VASCULARES EN COLOMBIA: MÉTODOS Y EXPERIENCIAS | 111
Mayo, S.J., Bogner, J. & Boyce, P. (1997). The Genera of Araceae. Trustees, Royal
Botanical Gardens, Kew.
Moran, R., Klimas, S. & Carlsen, M. (2003). Low-Trunk epiphytic ferns on tree
ferns versus Angiosperms in Costa Rica 1. Biotropica, 35 (1): 48-56.
Reina-Rodríguez, G.A. (2016). Aportaciones al conocimiento de las orquídeas del
Bosque Seco Tropical y escenarios de cambio climático en Colombia.
Disertación de tesis de doctorado. Facultad de Biología, Departamento
de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales, Universidad de
Barcelona. Barcelona, España. 278 pp.
Reina-Rodríguez, G.A., Rubiano, J., Castro, F.A & Soriano, I. (2017) Orchids distri-
bution and bioclimatic niches as a strategy to climate change in areas of
tropical dry forest in Colombia. Lankesteriana, 17(1): 17-47.
Reina-Rodríguez, G.A. (2019). ¿Extinciones locales, realidad o fantasía? El caso
de las orquídeas del Valle del río Cauca, Sur Occidente de Colombia.
Lankesteriana. En prensa.
Sierra-Giraldo, J.A. & Giraldo-Pamplona, W. (2017). Rescate, traslado y monitoreo
de epífitas vasculares (Araceae, Bromeliaceae y Orchidaceae) en bosques
altoandinos de la Región del Guavio (Cundinamarca). Ciencia en Desa-
rrollo (suplemento especial), 163.
Sierra-Giraldo, J.A. & Giraldo-Pamplona, W. (2018). Inclusión de Araceae en
las estrategias de manejo ambiental en Colombia: rescate y traslado
de epífitas. Quito: Memorias del XII Congreso Latinoamericano de
Botánica. Pág. 154-155. En línea: http://clb2018.org/wp-content/
uploads/2018/10/memorias_congreso_xii_botanica_2018.pdf.
Valencia, M.A. (2013). Evaluación del traslado de epifitas vasculares, como estra-
tegia de conservación en el municipio de Aguazul, departamento del
Casanare (estudio preliminar). Tesis, Universidad Católica de Manizales.
Colombia.
Wilson, M., Zhao, K., Hampson, H., Chang, M., Reina-Rodríguez, G.A. & Niessen,
A. (2019). Hidden in plain sight: a new species of Pleurothallis (Orchi-
daceae: Pleurothallidinae) in subsection Acroniae from Cauca, Colombia
previously misidentified as Pleurothallis luctuosa. Lankesteriana (in
press).
Zuleta, D., Benavides, A, M., López-Ríos, V & A. Duque. (2016). Local and regional
determinants of vascular epiphyte mortality in the Andean mountains of
Colombia. J Trop Ecol., 104 (3): 841-849.
Zotz, G. & Andrade, J.L. (2002). La ecología y la fisiología de las epífitas y las
hemiepífitas. En M. Guariguata & G. Kattan, Ecología y conservación de
Bosques. Cartago, Costa Rica. 271- 296 pp.
PROTOCOLO PARA EL RESCATE, TRASLADO Y MONITOREO DE EPÍFITAS VASCULARES EN COLOMBIA: MÉTODOS Y EXPERIENCIAS | 113
114 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
CAPÍTULO 5
CATÁLOGO DE LAS ORQUÍDEAS
DE ALGUNOS BOSQUES
DE AGUAZUL
De este modo, las epifitas crecen lentamente y tardan años en florecer. Sin
embargo, estas plantas en condiciones climáticas extremas, como en los períodos
secos pronunciados, igualmente, puede no darse la floración, razón por la cual
diseña formas de multiplicarse o reproducirse; algunas epífitas desarrollaron estra-
tegias de reproducción asexual, necesarias para el florecimiento en condiciones
desfavorables (Granados et al., 2003).
La familia Orchidaceae es uno de los grupos más ricos y diversos del país (Ministerio
de Ambiente y Desarrollo Sostenible – Minambiente - y Universidad Nacional de
Colombia - UNAL, 2015; Castellanos-Castro & Torres-Morales, 2018a; 2018b);
por lo anterior, la diversidad y ecología de orquídeas en Colombia, se ve favore-
METODOLOGÍA
Consistió en la caracterización de las epífitas vasculares presentes en los bosques.
Las halladas fueron determinadas al máximo nivel taxonómico posible (género o
especie) según la presencia de estructuras reproductivas (flores y frutos). Para cada
especie se describe la morfología, distribución y ecología, categoría de amenaza,
estrategia reproductiva, visitantes florales y fenología.
Tabla 1. Lista de orquídeas monitoreadas en los bosques de las veredas Cupiagua y El Triunfo del municipio
de Aguazul (Casanare).
Número de
Género Especie
individuos
Catasetum Catasetum callosum Lindl. 1
Catasetum macrocarpum Rich. ex Kunth. 1
Cycnoches Cycnoches chlorochilon Klotzsch. 2
Dichaea Dichaea ancoraelabia C. Schweinf. 12
Dimerandra Dimerandra emarginata (G. Mey.) Hoehne. 1
Encyclia Encyclia leucantha Schltr. 2
Heterotaxis Heterotaxisequitans (Schltr.) Ojeda & Carnevali. 2
Maxillaria Maxillaria bolivarensis C. Schweinf. 1
Mormodes Mormodes buccinator Lindl. 1
Prosthechea Prosthechea aemula (Lindl.) W.E. Higgins. 2
Prosthechea chacaoensis (Rchb. f.) W.E. Higgins 1
Scaphyglottis Scaphyglottis livida (Lindl.) Schltr. 4
Trichocentrum Trichocentrum carthagenense (Jacq.) M.W. Chase & N. H. Williams. 2
Trigonidium Trigonidium acuminatum Bateman ex Lindl. 1
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Cymbidieae
Subtribu: Catasetinae
A C
Figura 1. Catasetum callosum Lindl. A. Detalle de la flor, labelo de color rojizo oscuro con tonalidades verdes;
B. Bulbos de la planta, parte apical o superior donde nacen las hojas; C. Forma de crecimiento epífito.
Fenología: floración masculina entre octubre y noviembre (con cuatro flores por
inflorescencia).
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Cymbidieae
Subtribu: Catasetinae
A C
B C
Figura 3. Flores femeninas de Catasetum macrocarpum Rich. ex Kunth. A. Detalle de flor con labelo cóncavo;
B. Forma de crecimiento epífito con presencia de bulbos que forman el talo; C. Inflorescencia con menor
número de flores respecto a la inflorescencia masculina.
Según Carvalho & Machado (2002), mientras las abejas euglosinas rascan la
superficie interna del labelo en flores estaminadas, podrían tener contacto con
una o ambas anteras florales, de esta manera se efectúa la expulsión del polinario,
el cual se adjunta al tórax de la abeja gracias al pegamento del viscidium. De esta
forma, las euglosinas se convierten en potenciales polinizadores de flores feme-
ninas de C. macrocarpum. Después de reunir aromas, estas abejas revolotean en
las flores para transferir gases volátiles de la parte anterior hasta la posterior de
las patas.
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Cymbidieae
Subtribu: Catasetinae
A C
Figura 4. Orquídea Cycnoches chlorochilon Klotzsch. A. Inflorescencia en racimo péndula, crece en la parte
inferior de las hojas; B. Epífito sobre el tronco de árboles; C. Flor con labelo blanco crema y tonalidad
amarillo, columna con forma de cuello de cisne.
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Cymbidieae
Subtribu: Zygopetalinae
B C
Figura 5. Orquídea Dichaea ancoraelabia C. Schweinf. A. En la parte media de la imagen un fruto en cápsula
y en la parte derecha en el inferior de las ramas un botón floral; B. Epífita sobre tronco de árboles; C. Detalle
de la flor con columna blanquecina y en la parte superior con tonalidad rojiza.
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Epidendreae
Subtribu: Laeliinae
Distribución y ecología: desde el Sur de México la floración es continua entre agosto y diciembre, y
hasta el este de Brasil. En Colombia en los depar- puede extenderse hasta abril, periodos condicio-
tamentos de Antioquia, Arauca, Boyacá, Caldas, nados por bajas temperaturas y disponibilidad del
Casanare, Chocó, Cundinamarca, Meta, Risaralda, recurso hídrico (van den Berg, Fernández-Concha,
Santander y Magdalena. Comúnmente encontrada Pridgeon, Veitch & Grayer, 2005).
en bosques abiertos, usualmente en las partes
altas de los árboles, así como en cercados al borde Estrategia reproductiva: se conoce poco en lo
de cultivos. Poco frecuente en las localidades de relacionado a la polinización de esta especie; sin
estudio, crece sobre árbol de Clusia (Gaque) de hasta embargo, van der Cingel (2001), reporta autogamia
13 m de altura y corteza con ritidoma de tipo irre- para Dimerandra emarginata en Nicaragua, de otra
gular, la epífita se ubica en la primera ramificación, a parte, Zotz (1998), aunque dice desconocer el
8 m de altura respecto al suelo. sistema reproductivo, con base en sus observaciones
de campo menciona que puede ser una especie auto-
Categoría de amenaza: no evaluada, Cites II gama o con apomixis facultativa dado que evidenció
(Calderón-Sáenz, 2006; Betancur et al., 2015). que todas las flores producían frutos.
Fenología: floración intensa en octubre, y un periodo Visitantes florales: no hay registros de visitantes,
de fructificación mayor en enero. Según Zotz (1998), se requiere ampliar investigaciones sobre la especie.
Figura 7. Orquídea Encyclia leucantha Schltr. Detalle de flor con pétalos marrón con tonalidades amarillo y
verde, labelo blanquecino con marcas rosadas.
Distribución y ecología: en países como Colombia Fenología: esta especie es atractiva por el llama-
y Venezuela. En Colombia en los departamentos de tivo floral, tal razón la hace comercial; se registran
Arauca, Boyacá, Casanare, Guainía, Meta y Vichada. floraciones de marzo a junio, con máximos en abril
Poco frecuente en las localidades estudiadas; E. (García, Sánchez, Jiménez & Solano, 2003). Bajo
leucantha crece sobre troncos en descomposición y condiciones de invernadero, puede florecer en
en árboles de Clusia lineata (Gaque). septiembre, es posible que el control de los factores
ambientales, nutrientes y riego constante, modifi-
Categoría de amenaza: no evaluada, Cites II quen el periodo de floración y se muestren distintos
(Calderón-Sáenz, 2006; Betancur et al., 2015). a los entornos naturales (Ruiz et al., 2008).
Visitantes florales: las abejas (Hymenoptera) son atraídas a las flores en busca de
pequeñas cantidades de néctar (recompensa floral); en estas visitas no hay remo-
ción de polinarios, esto evidencia baja transferencia de polen entre flores (Krahl et
al., 2017).
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Cymbidieae
Subtribu: Maxillariinae
Fenología: florece entre octubre y febrero, periodo que concuerda con los registros
de H. crassifolia y H. valenzuelana (van den Berghe et al., 2005), así como Cama-
ridium ochroleucum de enero a marzo con pequeños picos de floración (duración de
antesis cercana a dos días); este patrón determina que las epifitas solo son prolíficas
cuando las condiciones son aptas para el florecimiento (Granados et al., 2003).
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Cymbidieae
Subtribu: Maxillariinae
B C
Figura 10. Orquídea Mormodes buccinator Lindl., y sus flores masculinas. A. Inflorescencia en racimo que
sale de la parte basal de uno de sus bulbos; B. Flores blancas con tonalidades rosadas; C. Labelo de color
blanco con un par de alas que van hacia arriba.
A B
Figura 11. Orquídea Prostechea aemula (Lindl.) W. E. Higgins. A. Detalle de la flor con pétalos de color
blanco-verde, labelos de color blanco con líneas de color morado; B. Esta especie se encontró creciendo sobre
troncos de árboles (epífita) y fue transportada a vivero para seguir en detalle el desarrollo de la flor.
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Epidendreae
Subtribu: Laeliinae
A B
Figura 12. Orquídea Prostechea chacaoensis (Rchb. f.) W. E. Higgins. A. Detalle de los bulbos; B. Crece como
epífita sobre troncos de árboles.
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Epidendreae
Subtribu: Laeliinae
Figura 14. Orquídea Trichocentrum carthagenense (Jacq.) M. W. Chase & N. H. Williams Flores con pétalos
ovado-elípticos con tonalidades marrón.
Familia: Orchidaceae
Subfamilia: Epidendroideae
Tribu: Cymbidieae
Subtribu: Maxillariinae
A B
Figura 1. Vista general de musgos creciendo en el bosque donde conservan agua. A. Briófitos sobre tronco de árbol;
B. Briófitos sobre ramas.
C B
Figura 3. Formas de crecimiento en los musgos. A. Musgo pleurocárpico; B. Musgo acrocárpico; C. Musgo
cladocárpico.
El esporófito consiste en un pie (punto de fijación que está sostenida por la seta) y una cápsula, que
al gametofito), una seta (pedúnculo que facilita la es básicamente una urna que contiene las esporas
diseminación de las esporas contenidas en la cápsula (Estébanez et al., 2011; Calzadilla & Churchill, 2014).
El esporófito, está constituido por pie, seta y cápsula, la cual hasta su madurez
está protegida por una estructura en forma de cápsula llamada perianto, perigonio
o marsupio, en hepáticas foliosas, mientras que para las talosas se presentan un
involucro o un falso perianto. En este último caso, la cápsula al madurar se abrirá
en cuatro partes (Calzadilla & Churchill, 2014; Gradstein et al., 2001).
¿QUÉ ES UN ANTOCERO?
Es el grupo menos conocido de los briófitos; presenta un talo similar a las hepá-
ticas talosas complejas, de color oscuro, las células presentan un solo pirenoide
(estructuras internas de las células). Se diferencia de las hepáticas talosas porque
su esporófito cuando madura, no se abre en cuatro partes, sino en dos, como
láminas delgadas. Se diferencia de musgos y hepáticas, porque el esporofito no
posee una seta definida, y en la parte final se divide solo en dos valvas. (Estébanez
et al., 2011; Gradstein et al., 2001).
EVOLUCIÓN Y TAXONOMÍA
Los briófitos, hace aproximadamente, 470 millones de años evolucionaron de las
algas verdes (Carofitas), ancestro común de las plantas terrestres, denominadas
embriofitas (Cox et al., 2010). Este grupo se originó en el Ordovícico medio, y su
diversificación ocurrió durante el Ordovícico tardío (Bateman et al., 1998; Goffinet
et al., 2008). En términos evolutivos, los briófitos son plantas que muestran
la transición de las acuáticas a las terrestres, mediante diferentes adaptaciones
morfológicas, fisiológicas y de ciclo de vida (Cox et al., 2010).
Las plantas terrestres están bien soportadas para ser consideradas un grupo
monofilético (con un solo ancestro), tanto por datos morfológicos como molecu-
lares (colocar cita); sin embargo, en los briófitos, la sistemática no es completa-
mente clara, pero todo parece indicar que, al igual que sus predecesores, forman
152 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
un grupo monofilético, siendo los antoceros los más características de su esporófito (Buck, Cox, Shaw &
basales y los musgos, el grupo más reciente (Puttick, Goffinet, 2004; Shaw, Cox, Goffinet, Buck & Boles,
et al. 2018). 2004; Vanderpoorten & Goffnet, 2009).
En cuanto a las hepáticas, el ancestro común corres- Los primeros sistemas de clasificación de briófitos
ponde a las hepáticas talosas (Crandall-Stotler, estaban basados en características morfológicas
Stotler & Long, 2009), mientras que en las hepáticas como la forma del esporófito, peristoma y sexualidad;
foliosas son más recientes. En cuanto a musgos, el posteriormente, dichos sistemas de clasificación,
grupo basal corresponde a musgos acrocárpicos (De han ido cambiando y han contemplado atributos
Luna, Newton, Withey, González & Mishler, 1999), como los celulares. Actualmente, las clasificaciones
debido a sus estructuras más sencillas, dejando a los se siguen basando en las características morfológicas
pleurocárpicos como el grupo más reciente, por sus e incorporan datos moleculares (Cox et al., 2010;
estructuras más complejas principalmente por las Crandall-Stotler et al., 2009; Villareal et al., 2010).
DIVERSIDAD DE BRIÓFITOS
La diversidad de plantas es una de las mayores el mayor número de especies únicas o endémicas del
riquezas y fuente incalculable de biodiversidad mundo, con cerca del 8% de hepáticas y 68% de
para los seres humanos, ya que de esta se obtiene musgos (Vanderpoorten & Goffnet, 2009).
beneficios (Aguirre, 2008; Aguirre & Ruiz, 2001).
Para 2010 se registran cerca de 8.500 especies En Colombia se calculan aproximadamente 1.647
de hepáticas (von Korat et al., 2010); mientras especies de briófitos, 932 musgos (Bernal, Gradstein
que para musgos 12.500 (Cox, Goffinet, Wickett, & Celis, 2015), 715 hepáticas (Gradstein, 2016), y 15
Boles, & Shaw, 2010) y antoceros 250 (Villareal, antoceros (Gradstein, 2018). En el departamento de
Cargill, Hagborg, Söderstrom & Renzaglia, 2010). Casanare existen 113 especies de briófitos, distri-
En Colombia, se han registrado cerca de 2.000 buidas en 64 hepáticas y 49 musgos, siendo este
especies, principalmente porque esta región cuenta uno de los departamentos que hasta el momento
con una gran variedad de ecosistemas para el esta- ha mostrado un menor número de especies (Bernal
blecimiento de estos organismos, gracias, a las et al., 2015). Lo anterior se debe, posiblemente, a
condiciones ambientales óptimas como humedad, que continúa siendo una de las zonas del país, más
temperatura, sombra, entre otras (Frahm et al., pobremente muestreadas, y por lo tanto se requiere
2003; Gradstein et al., 2001, Linares & Uribe 2002). un mayor número de estudios taxonómicos, como
De igual forma, se resalta que esta zona cuenta con el presente, ya que se convierte en pionero para esta
región.
ECOLOGÍA
Los briófitos se encuentran desde las zonas muy estado de un bosque, entre otros atributos (Chur-
frías como son los polos, hasta zonas muy cálidas, chill & Linares, 1995; Hallingbäck & Hodgetts,
los bosques tropicales. Estas plantas cumplen un rol 2000). Intervienen activamente en la producción
importante en la regulación del agua, acumulación y acumulación de hojarasca, también en la fijación
de biomasa, colonización de nuevos hábitats, fija- de grandes cantidades de nitrógeno, absorción de
ción de carbono, interacción con otros organismos, metales pesados, en la fijación de carbón, en los
son también indicadores de la calidad del aire y del
CONSERVACIÓN
Los constantes cambios a los que se han vistos sometidos los briófitos por la
pérdida y transformación de los bosques han llevado a pensar, ¿cómo se puede
hacer para conservar y proteger estas plantas?; por el cuestionamiento anterior,
- primero, hay que definir qué es la conservación y en qué consiste; tal disciplina
surge como respuesta al aumento de la pérdida de la biodiversidad que se presenta
actualmente, tiene como fin tomar medidas para mitigar, controlar y evitar la
pérdida de la biodiversidad en determinada área, para establecer la necesidad de
conservar una especie en peligro, para este objetivo se siguen los parámetros de
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, 2010) para darle
una de las siete categorías, teniendo en cuenta los siguientes pasos (Hallingbäck &
Hodgetts, 2000; Gradstein et al., 2001; Vanderpoorten & Goffnet, 2009):
La conservación de flora es un asunto que cada vez fija más el interés, no solo de
investigadores, sino de la comunidad en general. A nivel mundial, el estudio de
conservación de briófitos se ha dirigido a la realización de cultivos in vitro (Sarasan
et al., 2006; Rowntree, 2006; Aguirre & Rangel, 2007; Avendaño & Aguirre,
2007; Rowntree, Pressel, Ramsay, Sabovljevic & Sabovljevic, 2011), mientras que
ex situ, son pocas las investigaciones al respecto (Rowntree & Ramsay, 2005).
154 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
UTILIDAD
Aunque aparentemente, los briófitos no tienen uso, su utilidad se extiende a una
amplia variedad de servicios. Tradicionalmente, en países como Japón son mane-
jados con fines de horticultura (Hallingbäck & Hodgetts, 2000); también tienen
provecho en la industria de los combustibles en países como, Finlandia, Alemania,
Irlanda, Polonia, Rusia y Suecia, según lo explica Glime (2007), la industria hace
uso de la turbera con cerca de la mitad de la producción anual. Se estima que
todas las turberas del mundo son equivalentes hasta 200 millones de toneladas
de petróleo; del mismo modo, musgos como Sphagnum, han sido usados en la
industria textil, desde principios del siglo XX como apósitos quirúrgicos por parte
del ejército británico, así también empleado como medicina natural.
MÉTODO DE MUESTREO
Se llevó a cabo la recolecta de briófitos siguiendo la metodología propuesta por
Holz, Gradstein, Heinrichs & Kappelle (2002), la cual consiste en un muestreo
general de manera aleatoria, con la realización de levantamientos en todos los
sustratos disponibles, como: corteza, tronco en descomposición, roca, raíz aflo-
rante, suelo y hojas de árboles, para lo que se delimitaron ocho parcelas de 20x50
m, establecidas en dos bosques, denominados El Triunfo y El Englobe y situados en
el municipio de Aguazul, Casanare. De igual forma, se establecieron las diferentes
formas de crecimiento (péndula, cojín, tapete, mata, etc.) a partir de la propuesta
de Calzadilla y Churchill (2014), y Gimngham y Birse (1957).
C D
Figura 7. Proceso curadurial en el Herbario UPTC de ejemplares de briófitos. A. Observaciones de ejemplares
a través de equipos ópticos; B. Revisión de muestras en el Herbario; C. Muestras en sobres de herbario con
etiquetas para ser incluidas en el herbario; D. Designación de un número para la inclusión en la colección de
referencia.
RESULTADOS
Dentro de los resultados sobresalientes de este estudio, se hallaron, 393 muestras,
distribuidas en 25 familias, 57 géneros y 96 especies de briófitos. Siendo las hepá-
ticas el grupo que presenta la mayor cantidad de especies (45), reunidas en ocho
familias y 24 géneros; mientras que, para los musgos, fueron halladas 43 especies,
organizados en 17 familias y 33 géneros. El tercer grupo de briófitos que son los
antoceros, no fueron encontrados, debido posiblemente a que la zona de estudio
no presenta las condiciones adecuadas para que estos organismos se establezcan
y desarrollen (Figura 8).
BOSQUES EN MINIATURA, LOS BRIÓFITOS DE CUPIAGUA Y AGUAZUL DEPARTAMENTO DE CASANARE | 157
Figura 8. Musgos y hepáticas encontrados en los bosques El Triunfo y El Englobe, en Cupiagua y Aguazul del
departamento de Casanare.
Las familias de briófitos más representativas son, jeunea, Pilosium, Ctenidium, Lopholejeunea, Ectro-
Lejeuneaceae con 27 especies seguido por Plagio- pothecium, Henicodium, Acroporium, Racopilum,
chilaceae, Sematophyllaceae e Hypnaceae cada una Marchesinia, Taxithelium, Symphyogyna, Callicos-
con seis especies. En ese orden se encuentran Pilo- tella, Riccardia, Syrrhopodon, Leptolejeunea, Leuco-
trichaceae y Frullaniaceae con cinco, Fissidentaceae y bryum, Helycophyllum, Macromitrium, Isopterigium,
Brachytheciaceae con cuatro, mientras que Leucobr- Calypogeia, Acanthacoleus, Porella, Acrolejeunea,
yaceae, Stereophyllaceae y Metzgeriaceae cada una Harpalejeunea, Calymperes, Cyclodictyon, Schiffno-
de estas familias presentó tres especies. En el caso lejeunea y Sintrichia, géneros con solo una especie
de Neckeraceae, Thuidiaceae y Calymperaceae cada cada uno.
una de ellas presentó dos especies, y finalmente,
las familias Dicranaceae, Entodontaceae, Racopila- Las especies que más veces se registran son Sema-
ceae, Pterobryaceae, Macromitriaceae, Pallavicinia- tophyllum subsimplex con 19 muestras, seguidos de
ceae, Riccardiaceae, Helicophyllaceae, Porellaceae, Lejeunea laetevirens y Neckeropsis undulata cada
Calypogeiaceae y Pottiaceae solo registraron una una con 18, Sematophyllum subpinnatum con 14 y
especie cada una. Rauiella praelonga con 13, Cheilolejeunea rigidula
y Octoblepharum cocuiense con 12 ejemplares para
Entre los géneros representativos, Plagiochila cada una. Con 11 registros están especies como,
registró seis especies siendo el más diverso, seguido Rhacopilopsis trinitensis, al igual que, Mittenotham-
por Lejeunea y Frullania con cinco especies. Luego nium reptans. Luego de estas, Pilotrichidium calli-
están géneros como Sematophyllum y Fissidens costatum, Frullania winteri, Fissidens steerei, Octo-
con cuatro; Metzgeria registró tres especies, mien- blepharum albidum y Plagiochila dística se encon-
tras que los géneros Octoblepharum, Neckeropsis, traron con 10 registros. Finalmente, se registraron
Cheilolejeunea, Rauiella, Entodontopsis, Neuroleje- 30 especies menos frecuentes entre las que están
unea, Lepidopilum, Zelometeorium, Archilejeunea, Calymperes afzelii, Cyclodictyon albicans, Drepano-
Symbiezidium, Brachiolejeunea y Drepanolejeunea, lejeunea bidens, Frullania gibbosa, F. riojaneirensis,
que registraron cada uno dos especies. Por último F. bogotensis, Fissidens cripus, Isopterigium tene-
están Rhacopilopsis, Mittenothamnium, Pilotrichi- rifolium Metzgeria furcata, M. frutícola, Plagiochila
dium, Leucoloma, Squamidium, Mastigolejeuenea, diversifolia, P. superba, Porella swartziana y Zelome-
Meteoridium, Vesicularia, Erythrodontium Colole- teorium patens.
Posteriormente, se estableció en porcentaje el grado de semejanza entre las parcelas, a partir del número de
especies compartidas y se identificaron agrupaciones similares, como las registradas entre las parcelas uno
y dos del bosque El Triunfo (28%), de igual forma se comparte con las especies presentes en la parcela tres
(22%). Para el bosque El Englobe se presenta una agrupación entre las especies encontradas en las parcelas
dos y tres (31% de especies). Finalmente, comparten especies entre parcelas, cuatro de El Englobe y El Triunfo
(32% de especies), y a su vez, la parcela uno de las dos localidades (aproximadamente con 27% de especies)
(Figura 9).
Figura 9. Semejanza relacionada entre la composición de especies de briófitos en las parcelas de los bosques
de las áreas de El Englobe y El Triunfo del municipio de Aguazul en el departamento de Casanare.
Figura 10. Representatividad de las formas de crecimiento de plantas no vasculares en los bosques de las zonas de El
Triunfo y El Englobe en el municipio de Aguazul, Casanare. Hepáticas: a) Talosas; b) Foliosas; Musgos: c) Acrocárpicos;
d) Pleurocárpicos.
FORMAS DE VIDA
De las 393 muestras encontradas, la forma de vida registros (0.50%) están los cojines. Mientras que
con mayor frecuencia corresponde a las matas con las hepáticas, el mayor número fueron las formas
184 registros (equivalente al 46.82%), seguido el de tapiz liso con 106 registros (29.98), seguidas de
tapiz con 38 (9.67%), también las formas péndulas tapiz ascendente con 28 (7.12%), tapiz taloso con 13
con 13 (3.30%) y las tramas, contaron con siete (3.30%) y, por último, la forma reptante con tan solo
registros (1.78%). Finalmente, y con solo dos dos registros (0.50%) (Figura 11).
160 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
Figura 11. Formas de vida de cada uno de los grupos de plantas no vasculares en los bosques de las zonas de
El Englobe y El Triunfo del municipio de Aguazul, departamento de Casanare.
SUSTRATOS
Sobre la corteza de árboles se registraron 236 dominado por los musgos con 20 especies y tan solo
muestras, haciendo de este sustrato el que alberga cinco hepáticas. Luego, en el suelo se encontraron
la mayor riqueza de briófitos con 65 especies. (33 26 muestras con 12 especies (tres hepáticas y nueve
hepáticas y 32 musgos), seguido del tronco en musgos), el sustrato folidícola con 10 registros, con
descomposición con 50 ejemplares, representadas solo cinco especies de hepáticas y, por último, en
por 30 especies (14 hepáticas y 16 musgos); la raíz lianas se encontraron tres muestras creciendo sobre
aflorante registra 26 muestras con 25 especies, ellas y únicamente hepáticas (Figura 12).
DISCUSIÓN
De acuerdo con la historia de transformación del área de estudio, los bosques han
sido fragmentados y posteriormente abandonados, y en algunos casos, han reci-
bido procesos de reforestación a través de programas, donde se han reincorporado
especies consideradas de vocación maderera con interés comercial, mas no en un
enfoque de protección de la flora nativa de la región hasta los últimos años; sin
embargo, en esta historia, se enmarca el resurgimiento del banco de semillas a
estos bosques y de la flora remanente (capítulos 1 y 2).
Benavides et al. (2004), menciona que las formas colgantes o pendulares, predo-
minan en los bosques nublados, puesto que, tienen la capacitada de capturar la
humedad del ambiente. Las tramas, cojines y matas son más complejos, siendo
grandes acumuladores de agua (Frahm et al., 2003), y los cojines y céspedes se
vuelven más dominantes a mayor altura (Avendaño & Aguirre, 2007).
Dentro de los sustratos de mayor preferencia están los troncos de los árboles, donde
crecen tanto hepáticas como musgos, por lo que Holz (2003), establece que la
arquitectura de la corteza es de vital importancia para la radicación de los diferentes
briófitos, pues si la corteza es muy lisa no permite acumulación de nutrientes, a
diferencia de presentar cortezas con hendiduras permitiendo un mejor anclaje y
mayor acumulación de nutrientes (Linares, 1999). De igual manera las hepáticas
dominan sobre los troncos en descomposición; no obstante, la dominancia otros
sustratos es mayor por los musgos mas no por las hepáticas, ellos logran mante-
nerse en mayor medida sobre sustratos como rocas, donde las condiciones son
mucho más agresivas y la materia orgánica es mínima o nula, y las condiciones de
protección al medio ambiente o de exposición alta, encontrando especies pequeñas
y de vida corta, influenciadas principalmente por la disponibilidad de agua (Hallin-
gbäck & Hodgetts, 2000), y así también, sucede con el suelo, puesto que son
sustratos con poca presencia de briófitos dado al hecho que la cantidad de luz
que llega a los estratos bajos es muy poca, producto de la interferencia copas de
los doseles (Frahm & Gradstein., 1991). Mientras que las hepáticas disminuyen
sus procesos de colonización y por supuesto, de dominancia en los sustratos de
roca, suelo, y demás, siempre su frecuencia y estabilidad se da en ambiente más
protegidos y donde existen microhábitats más protegidos con disponibilidad de
agua ambiental (Goffinet, Buck, & Shaw, 2009).
Los sustratos dominantes en los bosques del área de estudio son los troncos de
árboles y madera en descomposición; no obstante, aunque se presentaron más
especies de hepáticas que musgos, la diversidad de las especies por más sustratos
en musgos que en hepáticas.
Pese a que los bosques del área de estudio son intervenidos, los briófitos se han
venido adaptando a estas condiciones difíciles, por ejemplo, escases de humedad y
exceso de luz, lo que les han permitido diversificarse.
Debido a que estos son los primeros trabajos que inician un proceso de profundiza-
ción en briófitos, se propone continuar con esta labor, a partir de este insumo base.
Los resultados de este trabajo, reflejan la necesidad de continuar con los inventa-
rios de briófitos en las zonas bajas, aumento en el conocimiento de estas plantas
en dichas zonas y así, contribuir con los nuevos registros y hacer una aproximación
a la diversidad de estas plantas para la zona y el departamento.
Dentro de este grupo se incluyen los musgos con cerca de 12.500 especies en el
mundo (Cox et al., 2010), las hepáticas con alrededor de 8.500 especies (von
Korat, Söderstrom, Renner, Hadborg, Briscoe & Engel, 2010) y 250 antoceros
(Villareal, Cargill, Hagborg, Söderstrom & Renzaglia, 2010).
Los trabajos en la flora no vascular de las tierras bajas colombianas son muy pocos,
algunas contribuciones son las realizadas por Avendaño y Aguirre (2007), Aguirre
y Ruiz (2001), Ruíz y Aguirre (2003), Santos y Aguirre (2010), García, Basilio,
Herazo, Mercado y Morales (2016), García y Mercado (2017) para la zona norte
o centro del país. Para el departamento de Casanare se conocen 113 especies de
briófitos, distribuidas en 64 hepáticas y 49 musgos (Bernal et al., 2015), lo que
puede significar un bajo número de especies, posiblemente debido a la escasés de
levantamiento florísticos de plantas no vasculares. Por esta razón, en la presente
contribución se muestra un catálogo de especies de musgos y hepáticas, regis-
trados en dos bosques del municipio de Aguazul, Casanare.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 171
MUSGOS
Familia: Brachytheciaceae
Género: Meteoridium
Especie: Meteoridium remotifolium (Müll. Hal.) Manuel
A C
Figura 1. Meteoridium remotifolium. A. Hábito en vista superior; B. Hoja en vista en un aumento 10X; C.
Células mediales hacia el margen de la hoja (en aumento 40X).
Material examinado: Ruiz OA 22, 31a, 54 y Gil JE 3605, 3599, 3605 (UPTC).
Familia: Brachytheciaceae
Género: Squamidium
Especie: Squamidium diversicoma (Hampe.) Broth.
B C
Figura 2. Squamidium diversicoma. A. Hoja en vista superior en aumento de 10X; B. Hoja en aumento de
10X con células alares diferenciadas; C. Detalle de las células alares (en aumento 40X).
Familia: Brachytheciaceae
Género: Zelometeorium
Especie: Zelometeorium patens (Hook.) Manuel
C D
Figura 3. Zelometeorium patens. A. Hojas en aumento de 10X; B. Células de la lámina en aumento de 20X;
C. Células mediales de la hoja (en aumento de 40X); D. Base de la hoja, margen auriculado (en aumento de
10X).
C B
Figura 4. Zelometeorium patulum. A. Hábito en vista frontal en aumento de 4X; B. Hoja con grandes plie-
gues en la parte basal (en aumento de 10X); C. Células mediales de la hoja (en aumento de 40X).
Familia: Calymperaceae
Género: Calymperes
Especie: Calymperes afzelii Sw.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 175
A B
C D
Figura 5. Calymperes afzelii. A. Hábito adherido al sustrato en aumento de 4X; B. Hoja con propágulos en la
parte apical; C. Células mediales de la hoja (en aumento de 40X); D. Células cancelinas de la parte baja (en
aumento de 40X).
Familia: Dicranaceae
Género: Leucoloma
Especie: Leucoloma tortellum (Mitt.) A. Jaeger
C D
Material examinado: Ruiz OA 83, 99, 145, 146 y Gil JE 3608 (UPTC).
Familia: Entodontaceae
Género: Erythrodontium
Especie: Erythrodontium squarrosum (Hampe) París
A C
Figura 7. Erythrodontium squarrosum. A. Vista superior del hábito; B. Hoja en aumento de 10X con las
células basales y mediales; C. Células basales cuadradas en la parte inferior y mediales romboidales de la hoja
(en aumento de 40X).
Familia: Fissidentaceae
Género: Fissidens
Especie: Fissidens cripus Mont.
C B
Figura 8. Fissidens cripus. A. Hábito en sustrato tierra, en aumento de 4X; B. Hoja con pliegue, en aumento
de 10X; C. Células de la parte media de la hoja (en aumento de 40X).
Familia: Fissidentaceae
Género: Fissidens
Especie: Fissidens flaccudus Mitt.
A C
Figura 9. Fissidens flaccudus. A. Hábito visto de frente con esporofito; B. Hoja con un pliego (en aumento
de 10X); C. Células mediales y marginales de la hoja (en aumento 40X).
Familia: Fissidentaceae
Género: Fissidens
Especie: Fissidens serratus Müll. Hal.
A C
Figura 10. Fissidens serratus. A. Hábito vista lateral; B. Hoja con un pliego ventral (en aumento 10X); C.
Células mediales redondas y mamilosas la hoja (en aumento 40X).
Material examinado: Ruiz OA 41a, 82, 122, 150 y Gil JE 3601 (UPTC).
Familia: Fissidentaceae
Género: Fissidens
Especie: Fissidens steerei Grout.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 181
B
A C D
Figura 11. Fissidens steerei. A. Hábito con esporofito, en aumento de 10X; B. Hoja un pliegue, en aumento
de 10X; C. Células superiores marginales de la hoja (en aumento de 40X); D. Cápsula y dientes del exostoma
del esporofito (en aumento 10X).
Familia: Helicophyllaceae
Género: Helicophyllum
Especie: Helicophyllum torquatum (Hook.) Brid.
B C
Figura 12. Helicophyllum torquatum. A. Vista frontal del hábito; B. Hoja vista en 10X; C. Células de la parte
media de la hoja (en aumento 40X).
Familia: Hypnaceae
Género: Ctenidium
Especie: Ctenidium malacodes Mitt.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 183
A B
C D
Figura 13. Ctenidium malacodes. A. Hábito general en vista 4X; B. Hoja de la rama, en aumento de 10X; C.
Papilas en los ángulos de las células mediales; D. Cápsula del esporofito con los dientes del exostoma (en
aumento 40X).
Familia: Hypnaceae
Género: Ectropothecium
Especie: Ectropothecium leptochaeton (Schawägr.) W.R. Buck
A C
Figura 14. Ectropothecium leptochaeton. A. Hábito en vista general; B. Vista de la hoja en 10X con detalles
de la costa corta y doble; C. Células mediales de la hoja (en aumento 40X).
Familia: Hypnaceae
Género: Isopterigium
Especie: Isopterigium tenerifolium Mitt.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 185
A B
C D
Figura 15. Isopterigium tenerifolium. A. Vista superior del hábito adherido al sustrato; B. Vista de la hoja
de las ramas, en aumento de 10X; C. Vista de la hoja del tallo; D. Células de la parte media de la hoja (en
aumento 40X).
Familia: Hypnaceae
Género: Mittenothamnium
Especie: Mittenothamnium reptans (Hedw.) Cardot.
C D
Figura 16. Mittenothamnium reptans. A. Hábito en vista superior; B. Hoja vista general, en aumento de 10X;
C. Vista en 40X de la costa y células basales de la hoja; D. Esporofito (en aumento de 10X).
Material examinado: Ruiz OA 12, 65, 90, 101, 127, 139 y Gil JE 3625, 3689, 3637,
3637, 3689, 3625 (UPTC).
Familia: Hypnaceae
Género: Rhacopilopsis
Especie: Rhacopilopsis trinitensis (Müll. Hal.) E. Britton & Dixon
C D
Figura 17. Rhacopilopsis trinitensis. A. Vista frontal del hábito; B. Hoja del tallo en vista superior, en aumento
de 10X; C. Células mediales de la hoja de la rama, en aumento de 40X; D. Hoja de las ramas (en aumento
40X).
Material examinado: Ruiz OA 24 y Gil JE 3587, 3674, 3547, 3699, 3667, 3583,
3665 (UPTC).
Familia: Hypnaceae
Género: Vesicularia
Especie: Vesicularia vesicularis (Schawägr.) Broth.
A C
Figura 18. Vesicularia vesicularis. A. Hábito visto, en aumento de 10X; B. Hoja vista, en aumento de 10X;
C. Células mediales con papilas en los ángulos de la célula (en aumento 40X); D. Cápsula del esporofito (en
aumento 40X).
Familia: Leucobryaceae
Género: Leucobryum
Especie: Leucobryum martianum (Hornsch.) Müll. Hal.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 189
B
A C
Figura 19. Leucobryum martianum. A. Hábito arrosetado, en aumento de 4X; B. Hoja, en aumento de 10X;
C. Células mediales de la hoja (en aumento 40X).
C D
Figura 20. Octoblepharum albidum. A. Hábito en vista superior, en aumento de 4X; B. Vista de la hoja con
la diferenciación de las células; C. Células marginales de la hoja (en aumento de 10X); D. Células cancelinas
(en aumento 40X).
Material examinado: Ruiz OA 21, 86, 87, 95, 102, 110 y Gil JE 3604, 3629 (UPTC).
Familia: Octoblepharaceae
Género: Octoblepharum
Especie: Octoblepharum cocuiense Mitt.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 191
B
A C
Figura 21. Octoblepharum cocuiense. A. Hábito en vista superior; B. Vista de la hoja (en aumento 10X); C.
Células basales de la hoja (en aumento 10X).
Material examinado: Ruiz OA 66, 138 y Gil JE 3656, 3675, 3590, 3564 (UPTC).
Familia: Neckeraceae
Género: Neckeropsis
Especie: Neckeropsis disticha (Hedw.) Kindb.
C D
Figura 22. Neckeropsis disticha. A. Hábito en vista superior; B. Hoja vista en 10X con detalle de la costa;
C. Células de la parte media de la hoja (en aumento 40X); D. Cápsulas inmersas (en aumento 10X).
Familia: Neckeraceae
Género: Neckeropsis
Especie: Neckeropsis undulata (Hedw.) Reichardt
A C
Figura 23. Neckeropsis undulata. A. Hábito con cápsulas inmersa en vista superior; B. Hoja con ondulaciones
(en aumento 10X); C. Células de la parte media de la hoja (en aumento 40X).
Material examinado: Ruiz OA 22a, 61a, 76, 118 y Gil JE 3616, 3595, 3633, 3562,
3684, 3670 (UPTC).
Familia: Pilotrichaceae
Género: Cyclodictyon
Especie: Cyclodictyon albicans (Hedw.) Kuntze
B E
Figura 24. Cyclodictyon albicans. A. Hábito en vista superior; B. Hoja, en aumento de 10X; C. Disposición
de las hojas, en aumento de 10X; D. Borde de las células (en aumento 40X); E. Células mediales de la hoja
(en aumento 40X).
Familia: Pilotrichaceae
Género: Pilotrichidium
Especie: Pilotrichidium callicostatum (Müll. Hal.) A. Jaeger
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 195
A
B C
Figura 25. Pilotrichidium callicostatum. A. Hoja con costa doble, en aumento de 10X; B. Células de la parte
media con papilas (en aumento 40X); C. Hábito con esporofitos vista superior.
Material examinado: Gil JE 3644, 3641, 3575, 3669, 3610, 3541 (UPTC).
Familia: Pterobryaceae
Género: Henicodium
Especie: Henicodium geniculatum (Mitt.) W.R. Buck
A C
Figura 26. Henicodium geniculatum. A. Vista del hábito, en aumento de 10X; B. Hoja (en aumento 10X);
C. Células mediales de la hoja (en aumento 40X).
Familia: Racopilaceae
Género: Racopilum
Especie: Racopilum tomentosum (Hedw.) Brid.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 197
A B
C D E
Figura 27. Racopilum tomentosum. A. Hábito y disposición de las hojas, en aumento de 10X; B. Hoja lateral,
en aumento de 10X; C. Células mediales de la hoja, en aumento de 40X; D. Hoja del tallo (en aumento 40X);
E. Cápsula alargada, opérculo cónico (en aumento 10X).
Familia: Sematophyllaceae
Género: Acroporium
Especie: Acroporium pungens (Hedw.) Broth.
C D E
Familia: Sematophyllaceae
Género: Sematophyllum
Especie: Sematophyllum adnatum (Michx.) E. Britton
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 199
A
A A
Familia: Sematophyllaceae
Género: Sematophyllum
Especie: Sematophyllum subpinnatum (Brid.) E. Britton
C D
Figura 30. Sematophyllum subpinnatum. A. Hábito en vista superior, en aumento de 4X; B. Hoja en vista
superior con detalle de la costa corta y doble; C. Papilas en los ángulos de las células mediales (en aumento
de 40X); D. Vista general de esporofito.
Material examinado: Ruiz OA 17, 38a y Gil JE 3591, 2558, 3548, 3611, 3640, 3647,
3554, 3591 (UPTC).
Familia: Sematophyllaceae
Género: Sematophyllum
Especie: Sematophyllum subsimplex (Hedw.) Mitt.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 201
A B
C D
Figura 31. Sematophyllum subsimplex. A. Hábito en vista superior con esporofitos; B. Hoja, en aumento de
10X; C. Células mediales de la hoja (en aumento 40X); D. Células alares (en aumento 40X).
Material examinado: Ruiz OA 2, 80, 109 y Gil JE 3630, 3668, 3682, 3694, 3662,
3659, 3570, 3679, 3650, 3668, 3630 (UPTC).
Familia: Sematophyllaceae
Género: Taxithelium
Especie: Taxithelium planum (Brid.) Mitt.
A C
Figura 32. Taxithelium planum. A. Hábito con esporofitos en vista general; B. Hoja con detalles de la costa
(en aumento 10X); C. Células mediales marginales de la hoja (en aumento 40X).
Familia: Stereophyllaceae
Género: Entodontopsis
Especie: Entodontopsis nitens (Mitt.) W.R. Buck & R.R. Ireland
A C D
Figura 33. Entodontopsis nitens. A. Hábito con esporofitos vista frontal; B. Hoja con el detalle de la costa, en
aumento de 10X; C. Células mediales de la hoja (en aumento 40X); D. Células alares de la hoja (en aumento
10X).
Material examinado: Ruiz OA 3, 18a, 69, 142, 144, 3553, 3600 (UPTC).
Familia: Stereophyllaceae
Género: Entodontopsis
Especie: Entodontopsis leucostega (Brid.) W.R. Buck & R.R. Ireland
A C
Figura 34. Entodontopsis leucostega. A. Vista superior del hábito de la planta; B. Hoja (en aumento 10X);
C. Células basales de la hoja (en aumento 40X).
Familia: Stereophyllaceae
Género: Pilosium
Especie: Pilosium chlorophyllum (Hornsch.) Müll. Hal.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 205
C D
A B
Figura 35. Pilosium chlorophyllum A. Hábito en vista general, en aumento de 4X; B. Hoja con detalle de la
costa y células alares, en aumento de 10X; C. Células basal de la hoja (en aumento 40X); D. Células de la
parte media de la hoja (en aumento 40X).
Familia: Thuidiaceae
Género: Rauiella
Especie: Rauiella praelonga (Besch.) Wijk & Margad.
D E F
Figura 36. Rauiella praelonga. A. Hábito con esporofitos vista frontal; B. Hoja de la rama, en aumento de
10X; C. Parafilos; D. Células de las hojas de la rama, en aumento de 40X; E: Hoja del tallo (en aumento 10X);
F. Células mediales de las hojas del tallo (en aumento 40X).
Material examinado: Ruiz OA 34, 56, 91, 108, 126 y Gil JE 3556, 3701, 3586,
3638, 3695, 3556, 3638, 3586, 3701 (UPTC).
HEPÁTICAS
Familia: Frullaniaceae
Género: Frullania
Especie: Frullania bogotensis Steph.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 207
A B
C D E
Figura 37. Frullania bogotensis. A. Hábito de crecimiento en vista superior; B. Disposición de los lobos
y lóbulos vista en 10X; C. Lobo y lóbulo visto en 40X; D. Células mediales de la hoja visto en 40X; E.
Anfigastro visto en 40X.
Familia: Frullaniaceae
Género: Frullania
Especie: Frullania gibbosa Ness
Descripción: hepática foliosa en tapiz liso, verde claro a verde amarillenta; hojas
bilobuladas, escuarrosas, ovadas a ovada-orbiculares, lóbulo grande, libre del tallo,
globoso a lineal, estilo folioso lineal alargado, entera a crenulada, ápice redondo
agudo a acuminado; anfigastro bífido, trígonos pequeños confluyentes; células
mediales isodiamétricas a ovadas. Estructuras reproductivas no se observaron
(Figura 38).
C D
Figura 38. Frullania gibbosa. A. Hábito en vista superior; B. Disposición de las hojas y anfigastro, en aumento
de 10X; C. Hoja y lóbulo, en aumento de 10X; D. Anfigastro, visto en 40X
Familia: Frullaniaceae
Género: Frullania
Especie: Frullania riojaneirensis (Raddi) Spruce
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 209
A B
C D E
Figura 39. Frullania riojaneirensis. A. Distribución de los lobos y lóbulos, en aumento de 10X; B. Hábito
en vista superior; C. Lobo y lóbulo, en aumento de 10X; D. Detalle de los lóbulos, en aumento de 10X; E.
Anfigastro, visto en 40X.
Familia: Lejeuneaceae
Género: Archilejeunea
Especie: Archilejeunea parviflora (Ness) Steph.
Descripción: hepática foliosa, tapiz liso, verde opaca a verde oscura o negra; hojas
bilobuladas, convolutas, ovadas a oblongas, lóbulo pequeño rectangular con 1-2
dientes, entera, ápice redondo a obtuso; anfigastro entero, trígonos triangulares a
radiados, células mediales isodiamétricas a oblongas (Figura 40).
C D E
Figura 40. Archilejeunea parviflora. A. Hábito vista superior; B. Perianto dentado en la parte superior de
la rama, en aumento de 10X; C. Lóbulo, en aumento de 10X; D. Células mediales del lóbulo; E. Anfigastro,
visto en 40X.
Familia: Lejeuneaceae
Género: Cheilolejeunea
Especie: Cheilolejeunea rigidula (Mont.) R.M. Schust.
Descripción: hepática foliosa en tapiz liso, verde pálido a verde oliva; hojas bilobu-
ladas, ovadas a oblongas, lóbulos pequeños cortos y obtusos con un diente apical,
entera, ápice plano a recurvado, redondo a obtuso; anfigastro bífido, trígonos
pequeños, papila hialina proximal; células mediales isodiamétricas a ovado
oblongas (Figura 41).
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 211
A B
C D
Figura 41. Cheilolejeunea rigidula. A. Hábito vista dorsal; B. Lóbulo en el tallo, en aumento de 10X; C. Lobo,
en aumento de 10X; D. Anfigastro, visto en 40X.
Familia: Lejeuneaceae
Género: Drepanolejeunea
Especie: Drepanolejeunea bidens Steph.
Descripción: hepática foliosa en tapiz liso, verde claro a verde amarillenta; hojas
bilobuladas, suberectas a falcadas, ovada-triangulares a lanceoladas, lóbulo largo
con un diente crenulada, dentada o entera, ápice aguda-apiculada; anfigastro
bífido divergente, con 4 células de alto, trígonos pequeños, ocelos presentes,
células mediales isodiamétricas a ovada oblonga (Figura 42).
C D
Figura 42. Drepanolejeunea bidens. A. Hábito adherido al sustrato; B. Disposición de las hojas, en aumento
de 10X; C. Hoja, en aumento de 10X; D. Detalle del anfigastro y lóbulo, vistos en 40X.
Familia: Lejeuneaceae
Género: Lejeunea
Especie: Lejeunea flava (Sw.) Ness
Descripción: hepática foliosa en tapiz liso, verde claro a verde amarillenta; hojas
bilobuladas, ovadas a oblongas, lóbulo pequeño entero, ápice redondo a obtuso;
anfigastro bífido, trígonos pequeños, papila hialina proximal, células mediales
ovada a oblonga cutícula finamente papilosa (Figura 43).
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 213
Figura 43. Lejeunea flava. A. Hábito en vista superior; B. Lobo y lóbulo, en aumento de 10X; C. Células del
lobo, en aumento de 40X; D. Anfigastro, en aumento de 40X; E. Perianto, visto en 40X.
Material examinado: Ruiz OA 93, 114, 156 y Gil JE 3617, 3576, 3673, 3698, 3654
(UPTC).
Familia: Lejeuneaceae
Género: Lejeunea
Especie: Lejeunea laetevirens Ness & Mont.
Descripción: hepática foliosa en tapiz liso, verde claro a verde amarillenta; hojas
bilobuladas, ovadas a oblongas, lóbulo pequeño entero, ápice redondo a obtuso;
anfigastro bífido, trígonos pequeños, papila proximal, células mediales isodiamé-
tricas a ovadas oblongas (Figura 44).
C D
Figura 44. Lejeunea laetevirens. A. Hábito en vista lateral; B. Lobo y lóbulos, en aumento de 10X; C. Células
mediales del lobo; D. Anfigastro, visto en 40X.
Material examinado: RUIZ OA 2a, 16a, 20a, 18, 72, 78, 135 y Gil JE 3680, 3603,
3572, 3607, 3546, 3550, 3543, 3584, 3485, 3574, 3661, 3572 (UPTC).
Familia: Lejeuneaceae
Género: Lejeunea
Especie: Lejeunea pterogonia (Lehm. & Lindenb.) Mont.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 215
A B
C D
Figura 45. Lejeunea pterogonia. A. Hábito vista general; B. Hoja, en aumento de 10X; C. Células mediales
del lobo, en aumento de 40X; D. Anfigastro, visto en 40X.
Familia: Lejeuneaceae
Género: Mastigolejeunea
Especie: Mastigolejeunea auriculata (Wilson & Hook.) Schiffn.
C D E
Figura 46. Mastigolejeunea auriculata. A. Fragmento de una rama, en aumento de 10X; B. Células de la
parte media del lobo, en aumento de 40X; C. Lóbulo en aumento de 10X; D. Lobo en aumento de 10X; E.
Anfigastro visto en 40X.
Material examinado: Ruiz OA 29, 43, 88, 89, 128 y Gil JE 3568 (UPTC).
Familia: Plagiochilaceae
Género: Plagiochila
Especie: Plagiochila disticha (Lehm. & Lindenb.) Lehm & Lindenb.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 217
A B
C D
Figura 47. Plagiochila disticha. A. Hábito en vista frontal; B. Disposición de las hojas, en aumento de 10X;
C. Células y trígonos de la parte media de la hoja, en aumento de 40X; D. Hoja en vista general, vista en 10X.
Material examinado: Ruiz OA 3a, 113, 115, 140,148, Gil JE 3565, 3693 (UPTC).
Familia: Plagiochilaceae
Género: Plagiochila
Especie: Plagiochila diversifolia Lindenb. & Gottsche
Descripción: hepática foliosa en tapiz ascendente, verde claro a verde opaca; hojas
ovadas a oblongas, extendiéndose más abajo de la parte ventral dentada, dientes
largos, ápice redondeado; anfigastro ausente, trígonos pequeños, células mediales
isodiamétricas a elongadas (Figura 48).
A C D
Figura 48. Plagiochila diversifolia. A. Hábito en vista frontal; B. Disposición de las hojas, en aumento de
10X; C. Células de la parte media de la hoja, en aumento de 40X; D. Hoja, vista en 10X.
Familia: Plagiochilaceae
Género: Plagiochila
Especie: Plagiochila superba (Spreng.) Mont. & Ness
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 219
A
C B
Figura 49. Plagiochila superba. A. Hábito en vista frontal; B. Disposición de las hojas, en aumento de 10X;
C. Hoja, vista en 10X.
Familia: Porellaceae
Género: Porella
Especie: Porella swartziana (F. Weber) Trevis
C D E
Figura 50. Porella swartziana. A. Hábito en vista superior; B. Disposición de los lobos y lóbulos vista lateral,
en aumento de 10X; C. Lobo y lóbulo, en aumento de 10X; D. Células de la parte media en vista superior, en
aumento de 40X; E. Anfigastro en vista superior 10X.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 221
BIBLIOGRAFÍA
Aguirre, J. (2008). Diversidad y riqueza de musgos en el sistema cordillerano. En
Rangel, O. (Ed.), Colombia diversidad biótica VI: Riqueza y diversidad
de los musgos y líquenes en Colombia (págs. 19-54). Bogotá: Univer-
sidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias, Instituto de Ciencias
Naturales.
Aguirre, J. & Ruiz. C.A. (2001). Composición florística de la brioflora de la serranía
del perijá (Cesar - Colombia): distribución y ecología. Caldasia, 23(1):
181-201.
Aguirre, J. & Rangel, O. (2007). Amenazas a la conservación de las especies de
musgos y líquenes en Colombia -una aproximación inicial. Caldasia,
29(2): 235-262.
Avendaño, K. & Aguirre, J. (2007). Los musgos (Bryophyta) de la región de Santa
María-Boyacá (Colombia). Caldasia, 29(1): 59-71.
Bateman, R.M., Crane. P.R., DiMichele W.A., Kenrick, P.R., Rowe. N.P., Speck, T.
& Stein, E. William. (1998). Early evolution of land plant: phyllogeny,
physiology and ecology of the primary terrestrial radiation. Annual Re of
Ecology, Evolution and Systematics, 29: 263-292.
Bernal, R., Gradstein, S.R. & Celis, M. (2015). Catálogo de plantas y líquenes de
Colombia. (R.G. Bernal, Ed.) Instituto de Ciencias Naturales, Universidad
Nacional de Colombia, Bogotá. Obtenido de www.catalogoplantasco-
lombia.unal.edu.co
Churchil, S. & Linares, E. (1995). Prodomus Bryoloqiae Novo-Granatensis.
Introducción a la flora de musgos de Colombia (Vol. I y II). Bogotá D.C,
Colombia: Guadalupe Ltda.
Cox, C.J., Goffinet, B., Wickett, N.J., Boles, S.B. & Shaw, A.J. (2010). Moss diver-
sity: a molecular phylogenetic analysis of genera. Phytotaxa, 9: 175-195.
Estébanez, P.B., Draper, I., Díaz de A. & Burjalance. M.R. (2011). Briófitos: una
aproximación a las plantas terrestres más sencillas bryophytes: An
approximation to the simplest land plants. Memorias de la Real Sociedad
Española de Historia Natural, 9: 19-73.
García, S., Basilio, H., Herazo, F., Mercado, J. & Morales, M. (2016). Diversidad de
briófitos en los Montes de María, Colosó (Sucre, Colombia). Colombia
Forestal, 19(1): 41-52.
LOS MUSGOS Y HEPÁTICAS QUE CRECEN EN DOS BOSQUES DEL MUNICIPIO DE AGUAZUL, CASANARE | 223
224 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
CAPÍTULO 8
PROPUESTA PLAN DE MANEJO
DE BRIÓFITOS, MUNICIPIO DE
AGUAZUL, CASANARE
Como afirman Gil-Novoa et al. (2017) en Colombia, desde hace algunos años se
han aumentado los estudios que amplían el conocimiento de musgos en regiones
puntuales del país. Avendaño y Aguirre-C. (2007), estudian la diversidad existente
en la región de Santa María en el departamento de Boyacá, mientras que Agui-
rre-C. y Avendaño (2008) desarrollaron un estudio de briófitas para el Caribe,
igualmente Avendaño y Aguirre-C. (2008) en la misma línea de trabajo continúan
con una investigación de la diversidad de los briófitos para la Serranía del Perijá
(Cesar). Se destacan para la cordillera Oriental estudios que cubren aspectos de
diversidad, riqueza, composición, entre otros, como los de Aguirre-C. (2008a;
2008b) y Gil-Novoa et al. (2017), mientras que, para las zonas bajas, como la
Amazonia y el Chocó que son las regiones con más área boscosa y pluviosidad,
se resaltan las investigaciones de Aguirre-C. y Rangel-Ch. (2007) y Ruiz, Agui-
rre-C. y Rangel-Ch. (2008). Pese a lo anterior, algunas regiones, especialmente en
tierras bajas de los llanos, valles interandinos y el Caribe han sido poco estudiadas
(García, Basilio, Herazo, Mercado & Morales, 2016).
Pese a que en las obras de Linares & Uribe (2002), el libro rojo de especies
amenazadas de Colombia y Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible
(MADS) y la Resolución 1912 del 2017, no se encuentran las especies de briófitas
aquí registradas como amenazadas; ello no significa, que no se encuentren para la
región tales organismos, ya que este trabajo es una muestra que ha tenido dife-
rentes grados de impacto.
Del mismo modo, en el Artículo 196, se estableció que “se deberán tomar las
medidas necesarias para conservar o evitar la desaparición de especies o individuos
de la flora, que por razones de orden biológico, genético, estético, socioeconómico
o cultural deben perdurar”.
“Artículo Primero: para los efectos de los arts. 3 y 43 del Acuerdo 38 de 1973,
declárense (sic) plantas y productos protegidos, todas las especies conocidas en
el territorio nacional con los nombres de musgos, líquenes, lamas, quiches, chites,
parasitas, orquídeas, así como lama, capote y broza y demás especies y productos
herbáceos leñosos como arbustos, arbolitos, cortezas y ramajes que constituyen
parte de los hábitats de tales especies y que se explotan comúnmente como orna-
mentales o con fines similares.”
Artículo Segundo: Establécese (sic) veda en todo el territorio nacional para el apro-
vechamiento, transporte y comercialización de las plantas y productos silvestres a
que se refiere el artículo anterior.”
• Artículo 79. Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano.
La ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan
afectarlo. Es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente,
conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para
el logro de estos fines.
• Artículo 95. (...) Son deberes de la persona y del ciudadano: Proteger los recursos
culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano (...)
Ley 99 de 1993
Ley General Ambiental de Colombia LEY 99 DE 1993 (diciembre 22). Por la cual se
crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el Sector Público encargado de
la gestión y conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables,
se organiza el Sistema Nacional Ambiental (SINA). En consecuencia, con la expe-
dición de la Política Nacional Ambiental, establece entre otros, que “todas aquellas
acciones encaminadas a proteger, conservar y recuperar el medio ambiente son
tarea conjunta entre el Estado, el sector privado, la comunidad y las organizaciones
no gubernamentales” (Artículo 1).
Dadas las características biológicas que hacen a estos grupos de plantas poco cons-
picuas, se requieren planes de conservación que, como este, pueden ser replicados
e incluidos en otras escalas de gestión de la biodiversidad para la consolidación
de acciones regionales. Esta propuesta busca conocer los briófitos en la región
y establecer algunas estrategias de conservación de las mismas y sus ambientes.
LÍNEA BASE
Los briófitos son aquellas plantas que aumentan su tamaño con la rehidratación
(Vanderpoorten & Goffinet, 2009). Crum (2001) define a los briófitos como las
únicas plantas en la Tierra que presentan, en su ciclo de vida alternancia de gene-
raciones (haploide y diploide) con la fase gametofítica dominante.
Los briófitos se han establecido en los primeros linajes del árbol de la vida vegetal
en el planeta y se clasifican en tres divisones: Marchantiophyta, Bryophyta y
Anthocerotophyta, es decir, los tres grupos polifiléticos de plantas no vasculares,
hepáticas, musgos y antoceros, respectivamente (Shaw & Renzaglia, 2004).
Los briófitos se encuentran en casi todos los hábitats terrestres, los cuales han
venido colonizando desde su aparición hace cerca de 300 millones de años,
en el periodo Devoniano (Gradstein et al., 2001). En Colombia, estas plantas
comprenden cerca de 1.800 especies, lo que representa cerca del 60% del total en
América tropical y una sexta parte de las especies del mundo (Churchill & Linares,
1995; Uribe & Gradstein, 1999). De este porcentaje, se observa una alta diversidad,
tanto de hepáticas como de musgos, con cerca de 580 taxa en el rango altitudinal
del páramo (3000 a 4000 m), en donde forman parte de la vegetación que colo-
nizan diversos tipos de sustratos.
El sustrato tiene influencia sobre los diferentes hábitos de crecimiento como por
ejemplo, Gimingham & Birse (1957) que encontraron que los acrocárpicos presentan
hábitos de tipo césped, cojines y matas que tienen una mayor preferencia por los
sustratos como rocas, suelos y en algunos casos cortezas en el último caso se
puede explicar según Holz (2003) a la arquitectura de la corteza, debido a que, es
importancia para el establecimiento de los diferentes briófitos, ya que sí la corteza
es muy lisa no se acumulan nutrientes, mientras que si es fisurada, los briófitos se
anclan con facilidad y su establecimiento en el sustrato rocoso alberga a especies
pequeñas y de vida corta, influenciadas principalmente por la disponibilidad de
agua (Linares, 1999; Hallingbäck & Hodgetts, 2000).
Tabla 2. Familias y géneros más ricos en las parcelas permanentes de los bosques El Englobe y El Triunfo,
municipio de Aguazul – Casanare.
Las áreas de estudio tienen una riqueza florística 108 géneros y 43 familias; en cuanto a las parcelas
distribuida de la siguiente manera por localidad y se registra que la CPF1, presenta la mayor riqueza
parcela; el bosque El Triunfo es el más diverso con de especies y géneros (114/78); a nivel de familia la
188 especies, en 111 géneros y 49 familias, entre parcela T3 presenta el mayor número con 39 (Tabla
tanto, el bosque El Englobe registra 172 especies en 3).
238 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
Tabla 3. Riqueza florística por parcelas en los bosques El Englobe y El Triunfo, municipio de Aguazul, Casa-
nare.
Respecto al análisis de las coberturas por estratos, Las formas de vida que se registran con mayor
se observó predominio de los latizales en la mayoría frecuencia para las zonas de estudio, en cuanto a
de las parcelas, seguido de los brinzales y fustales. musgos son las formas de matas con 184 registros,
Estos últimos presentan generalmente doseles seguido de las formas en tapiz con 38, y las formas
cortos y laxos. péndulas con 13. En cuanto a hepáticas, el mayor
número se registró en forma tapiz liso con 106 regis-
Composición y estructura de la flora no vascular tros, seguidas de las formas en tapiz ascendente con
28 y las formas talosas con 13.
A partir de la caracterización realizada (ver capítulos
6 y 7 caracterización de briófitos y líquenes para los El sustrato que presenta la mayor riqueza de briófitos
bosques El Triunfo y El Englobe, Aguazul, Casanare), es la corteza de árboles con 69 especies, seguido de
se puede determinar que para el área se encuentran los troncos en descomposición con 31 y las rocas con
25 familias, 57 géneros y 88 especies. El grupo de 16. Otros sustratos como las raíces aflorantes y el
organismos que presenta la mayor diversidad son suelo registran 14 especies cada uno, mientras que
las hepáticas con 57.95% (51) de las especies, agru- las hojas de los árboles (folidícolas) registran cinco
padas 32% (8) de las familias y 42.11% (24) de los especies y las lianas tres.
géneros, seguido por los musgos con 48.86% (43)
de las especies en 68% (17) de las familias y 57.89% Criterios ecológicos y factores de importancia
(33) de los géneros. para la conservación
El bosque El Triunfo presenta una mayor diversidad A partir de la caracterización, se identifican los
de plantas no vasculares con 64 especies, 48 géneros siguientes criterios relacionados con aspectos
y 21 familias. Los musgos se agrupan en un 67% ecológicos y antropológicos, a partir de los cuales se
(14) de las familias, 58.33% (28) de los géneros y pueden direccionar algunas acciones para la conser-
51.56% (33) especies, mientras que las hepáticas vación de briófitos a escala local en los bosques El
se dividieron en un 33% (7) de las familias, 41.67% Englobe y El Triunfo.
(20) de los géneros y 48.44% (31) de las especies.
Reconocimiento de la regulación hídrica como
En contraste, en el bosque El Englobe se registran servicio ecosistémico de la flora no vascular
59 especies, 37 géneros y 18 familias. Los musgos
se agrupan en un 72% (13) de las familias, 56.76% Teniendo en cuenta la función ecológica de las
(21) de los géneros y 50.85% (30) de las especies; diferentes formas de crecimiento de las plantas
las hepáticas están representadas en un 28% (5) de no vasculares, se considera importante incluir las
las familias, un 43.24% (16) de los géneros y 49.15% acciones necesarias hacia su conservación, con el fin
(29) de las especies. de mantener los servicios ecosistémicos que derivan
de ellas:
La familia que presenta la mayor riqueza de especies
es Lejeuneaceae con 29 especies, seguida de Plagio- • La función de retención y regulación de los flujos
chilaceae con siete y Frullaniaceae, Hypnaceae, hídricos por los briófitos evita la sobresatura-
Pilotrichaceae y Sematophyllaceae con seis especies ción de los suelos y los consecuentes eventos
Para los bosques El Englobe y El Triunfo, el control que la flora no vascular puede
ejercer sobre los flujos hídricos, toman gran importancia teniendo en cuenta dos
factores detonantes en la torrencialidad de la escorrentía: por una parte, el área
corresponde a zona de piedemonte, donde confluye la escorrentía que viene de
las zonas altas de la cordillera; y por otro lado, debido a que es una zona que
presenta una dinámica de precipitación monomodal, con un período lluvioso de
altas precipitaciones más extenso que el de sequía, se pueden generar excedentes
hídricos que pueden provocar torrencialidad en los flujos, evidenciados en las
huellas crecidas de los ríos.
Estas funciones pueden ser más significativas y están más relacionadas con las
especies de hábito terrestre y litófito, las cuales, se establecen para dar paso a las
primeras fases de formación de suelos sobre la roca fresca, sobre la roca meteori-
zada o las que forman un tapiz en el suelo.
D E F
G H I
Figura 5. Registro fotográfico de los forofitos evaluados y con los briófitos monitoreados, distinguibles a
través de marcaje del forofito y de la cobertura no vascular evaluada. A. Protium heptaphyllum (Bruseraceae);
B. Hirtella americana (Chrysobalaceae); C. Clusia viscida (Clusiaceae); D. Erytrhina poeppigiana (Fabaceae);
E. Miconia prasina (Melastomataceae); F. Myrtaceae sp3.; G. Guarea guidonia (Meliaceae); H. Rollinia edulis
(Annonaceae); I. Vochysia aurantiaca (Vochysiaceae).
Las principales presiones que se dan en la zona son diferenciales para cada bosque:
en El Triunfo, la principal presión que afecta el establecimiento de la vegetación
son los deslizamientos en las zonas de alta pendiente y el socavamiento del cauce
del río Únete por avenidas torrenciales, principalmente en época de altas precipi-
taciones. De otra parte, otro factor de tensión se relaciona con la fragmentación
ocasionada por la carretera que divide el bosque, impidiendo en gran medida el
flujo natural de especies (figura 6).
Figura 6. Uso actual del suelo y factores limitantes en las áreas de estudio.
A B
Figura 7. Afectaciones antrópicas en el bosque El Englobe.
Es necesario tomar acciones que conlleven a la protección real del área, para que, de
esta manera, se puedan desarrollar acciones de conservación de la vegetación, ya
que la zona puede actuar como área de amortiguación a la modificación ambiental
realizada en el sector, producto del procesamiento de hidrocarburos.
Sin embargo, es necesario contar con más información biológica y ecológica local de
estos grupos de plantas, con el fin de reconocer con mayor certeza, sobre la riqueza
existente, la representatividad de especies y la presencia de muestras únicas o poco
comunes en la zona de piedemonte, así como mejorar la comprensión sobre su
estructura y función ecológica dentro del ecosistema de selva basal presente.
Planeamiento estratégico
Visión
Como una proyección, es necesaria la conservación de la brioflora a través de la
recuperación de los bosques El Englobe y El Triunfo; para ello, se debe contar con
planes de protección in situ de estos bosques como ecosistemas representativos
de selva del piedemonte llanero, estableciéndose como centros permanentes de
estudios biológicos, ecológicos y experimentales dirigidos a plantas no vasculares,
orientados a la ampliación del conocimiento sobre la representatividad ecológica
y de especies, desde donde se generen recomendaciones en torno a su función
ecológica, la producción in situ de poblaciones fuente para enriquecimientos y su
conservación, con especial atención en las especies amenazadas o con caracterís-
ticas biológicas únicas, raras o con requerimientos específicos de hábitat.
OBJETIVOS
General
Objetivos Específicos
1. A corto plazo
2. A mediano plazo
Meta 4. Caracterización de los servicios ecosisté- Proyecto 2: clasificación de los bosques por
micos locales relacionados con la flora no vascular. tenencia.
Preservar y sostener la flora no vascular depende Meta 11. Estudio de tipo experimental orientado a
directamente del mantenimiento del hábitat donde evaluar la recuperación del medio natural.
se desarrolla, por ello, la restauración ecológica se
• Monitoreo al proceso de nucleación: registro y Meta 13. Consolidar una estrategia de educación
análisis de datos de estructura (aturas, cober- ambiental participativa e integradora para la conser-
turas y CAPs) como medida de establecimiento vación de la flora no vascular epífita en los bosques
de la plantación. El Englobe y El Triunfo, municipio de Aguazul.
• Seguimiento al proceso de nucleación: registro
y análisis de datos de supervivencia y estado Proyecto: el vivero comunitario como estrategia de
fitosanitario de la plantación, e identificación conservación de flora.
de colonización de brioflora como indicador de
recuperación. Actividades:
• Elaboración de metas e indicadores a corto,
mediano y largo plazo para evaluar las modifi- • Capacitación de la importancia del vivero en el
caciones de las trayectorias ecológicas. quehacer social.
• Generar métodos de propagación de material
Meta 12. Un estudio que incluya la apropiación social vegetal en vivero.
de conocimiento a través de técnicas de viverismo. • Capacitación en elaboración de sustratos
orgánicos.
Proyecto: propagación de material vegetal en • Elaboración de fichas y seguimiento a la
vivero. propagación.
Figura 1. Mapa del área de estudio, destacando la vereda Cupiagua del municipio
de Aguazul, Casanare.
El territorio municipal se halla en la cuenca del río Cusiana, que a su vez está
conformada por las subcuencas de los ríos Charte y Unete, siendo así las tres
fuentes hídricas más importantes del municipio (Acuerdo 006, 2011). El 67.75 %
del área municipal esta surtida por el río Unete (Acevedo, 2017), siendo declarada
esta área de la cuenca hidrográfica como Reserva Forestal, Hidrográfica y Patri-
monio Ecológico mediante el Acuerdo 018 de junio 14 de 1995 (Acuerdo 006,
2011).
El río Unete es una fuente hídrica de alta significancia para el municipio de Aguazul,
ya que, de allí se capta el agua para el abastecimiento del casco urbano (Hernández,
262 | FLORA DE AGUAZUL: MUESTRA DE DIVERSIDAD
2012). Según, los datos de proyección del Departamento Administrativo Nacional
de Estadística [DANE], (2018), la población total calculada a 2018 es de 41.994
habitantes, con una densidad poblacional de 28.86 Hab/km2, de los cuales, 31.973
(76.14 %) se concentraron en la cabecera y 10.021 (23.86 %) en el área rural.
Por sus características topográficas y de suelos, la parte alta del municipio presenta
una vocación de uso forestal en un 37 %. La parte plana tiene vocación de uso
ganadero en un 25 %, representado por las categorías de pastoreo extensivo y
pastoreo semi-intensivo. Las áreas empleadas a la producción agrícola corres-
ponden al 24 %, donde predominan los cultivos transitorios y semi-intensivos. Se
encuentran adicionalmente, áreas con vocación para la conservación y recuperación
de recursos hídricos en un 16 % (Instituto Colombiano Agustín Codazzi [IGAC],
2008).
B C
Figura 2. Institución Educativa Cupiagua, municipio Aguazul, Casanare. A. Vista general de las Instalaciones;
B-C. Comunidad estudiantil de la Institución.
C D
E F
A B
C D
Figura 4. Participación de los estudiantes en el primer concurso de fotografía
ambiental, Institución Educativa Cupiagua, municipio de Aguazul, Casanare. A-B.
Muestra de las fotografías realizadas por los estudiantes; C-D. Observación y
evaluación de las fotografías por parte de los docentes de Ciencias Naturales y
Artística, como jurados del concurso.