Capítulo I Presocráticos Libro Meca
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Historia de la Filosofía
Antigua y Medieval
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I. Introducción
1.1 El comienzo de la filosofía griega
La filosofía griega tiene su origen en los últimos años del s. VII y principios del VI aC en las
ciudades griegas de Jonia, Asia Menor, florecimiento económico, técnico, científico por contactos
con otras culturas (egipcia y persa). Escuela de Mileto (Tales, Anaximandro, Anaxímenes). En
Grecia propiamente (Atenas, Solón), en s.V aC.
La reflexión moral de los poetas configuró los conceptos fundamentales que los filósofos
usan para interpretar el mundo (Homero -ley que gobierna el mundo, justicia garantizada por los
dioses-; Hesíodo -Diké, hija de Zeus, castiga a hombres injustos, infracción a la ley es arrogancia,
hybris, se comete por ceguera causada por fuerzas irracionales-). Este concepto, Solón lo aplica
en las leyes de la ciudad.
Los primeros filósofos no distinguen entre naturaleza y sociedad, ambas constituyen el
todo orgánico y viviente -el cosmos.
Importante papel tiene la influencia de las religiones mistéricas, como el culto a Dioniso, de
Tracia, el culto a Démeter en Eleusis y el orfismo1, sobre todo este último, en el concepto de que
es necesaria la purificación del alma para liberarla del ciclo de las reencarnaciones y su
transmigración a otros cuerpos.
1.2 Contexto mítico y social del pensamiento presocrático
El pensamiento filosófico aparece como continuación racionalizada del pensamiento mítico,
entremezclando motivos antropomórficos y míticos con elementos racionales. Primera
cosmogonía griega es Teogonía de Hesíodo -el mundo nace del caos por obra del amor-. Tanto el
estado del que surgen las cosas (physis) como la fuerza que las crea (arjé) son categorías
míticas. La mitología griega es un prototipo explicativo del origen y ordenamiento del cosmos. La
primitiva filosofía toma del mito las características formales de su explicación cosmogónica
racional (origen, causas, entidades míticas -Amor, Odio, Justicia) y de la vida social categorías
como orden, lucha, inteligencia, legalidad.
La idea de un principio ordenador que rige la desmesura y multiplicidad se halla ya en el
mito. Esto se traslada también a la vida de los griegos (equilibrado es bueno y bello).
1.3 Mito, filosofía, ciencia
Los primeros filósofos intentan explicar sobre la base de principios físicos o lógicos, en
contraposición a las cosmogonías míticas. Sin embargo, su especulación va más allá de lo
observable (su physis, aunque material, ejerce como tal por el pensamiento, como abstracción de
los datos observables), y tampoco realizan pruebas científicas, sino que intuyen la unidad
universal metafísicamente. Hesíodo contesta con mito, los presocráticos con filosofía.
1 Buscan éxtasis por ascetismo no por orgías de los cultos dionisíacos. Reinterpretación del mito de Dioniso-Zagreo. De las cenizas
de los Titanes que comen a Dioniso, hijo de Zeus, surge la especie humana. Alma, de origen divino, prisionera del cuerpo. La
vida es preparación para otra más alta. Zeus come el corazón de Dioniso para devolverle la vida.
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se corrompen. Es la fuerza que anima el mundo, visto como un gigantesco animal que respira. El
modo en que se forman las cosas es por condensación (frío) y rarefacción (calor). A la sustancia
primera, soporte de la variedad cambiante de las cosas, se añade el principio del movimiento.
Como en el ápeiron de Anaximandro, también en el aire esta el fundamento de la igualdad de
todas las cosas, de su justicia, contra la injusticia de su individuación. Admite el devenir cíclico del
mundo, lo que explica su disolución periódica en el principio originario y su periódica regeneración
a partir del mismo.
2.4 Jenófanes de Colofón
Fue quien formuló explícitamente el primer monismo filosófico. Todo se concentra en una
única esencia. Su doctrina, por tanto, se mostró contraria a las creencias populares, al
antropomorfismo de la mitología. Para él Dios ni corporal ni espiritualmente es comparable al
hombre. Por un lado, identifica a la divinidad con el universo y atribuye a este Dios universal las
cualidades de la arjé milésica, y, por otro, le confiere características espaciales (forma esférica) y
funciones psíquicas (ubicuidad, sabiduría, dirección racional de las cosas).
Frente al punto de vista de científico natural y metafísico de Anaximandro, Jenófanes aplica
uno religioso, un giro teológico de la filosofía, sin interés por comprender la naturaleza. Mientras
los milesios conciben el fundamento de las cosas como lo que se mueve eternamente por sí y se
transforma en una viviente multiplicidad, Jenófanes pasa por alto la explicación de la naturaleza y
piensa que Dios es inmóvil y homogéneo en todas sus partes.
separación. En cada cosa hay algo de cada elemento, pero nuestra percepción aprecia las
propiedades de aquellos elementos contenidos en mayor medida. Para Anaxágoras, los
elementos son susceptibles de movimiento pero incapaces por sí mismos de producirlo. La fuerza
que es causa del movimiento, al existir, debe ser una materia particular, la más ligera, fina, ágil, la
homeoría que se mueve sin cesar y es capaz de poner en movimiento a las demás. Ha de ser una
materia anímica y se puede determinar por su obra de desintegración y combinación de los
elementos inertes. Al dar la impresión el universo de obedecer a un orden bello dirigido a un fin
-sobre todo en la rotación rítmica de los astros-, piensa que ha de ser obra de un espíritu que
prescribiera con arreglo a fines estos movimientos. Identifica esta materia matriz con la razón
-nous- o sustancia pensante. La diferencia con las otras sustancias no es de grado, sino
esencialmente diversa, gracias a su automovimiento, que regula armónicamente el acontecer
universal.
5.4 Leucipo de Abdera
Si Empédocles acepta la existencia de algunas cualidades, y Anaxágoras la de todas,
Leucipo, como Parménides, cree que la multiplicidad de determinaciones cualitativas dadas en la
experiencia no existe, y que la única propiedad del ser la constituye la corporeidad. Para
comprender la pluralidad, hay que admitir, en lugar del cuerpo universal e indiferenciado de
Parménides, una diversidad de corpúsculos no separados por ser, sino por el vacío, el no-ser, al
que hay que conceder, por tanto alguna especie de existencia, y al que considera ilimitado, en
oposición a lo limitado. Pulveriza el cuerpo universal de Parménides en partículas esparcidas por
el espacio infinito, aunque cada una de ellas conserva las propiedades del original. Estos
fragmentos los llamó átomos, incontables y de forma infinitamente variada. Las diferencias
cualitativas dadas en la percepción se deben a diferencias cuantitativas. Las múltiples
propiedades que percibimos son meras apariencias, sólo existen las determinaciones objetivas de
forma, tamaño, disposición y situación de los átomos singulares. El vacío permite su estructura y
aislamiento, así como la combinación y desintegración. El acontecer es movimiento de átomos en
el espacio. La causa del movimiento está intrínseco en los propios átomos, ya que el espacio es
inmaterial e inactivo. Los átomos, además de por sus formas, se diferencian por sus movimientos
intrínsecos. Deambulan hasta chocar formando las cosas. Anulan la separación de Empédocles y
Anaxágoras entre materia y fuerza y despojan a las partículas de variaciones cualitativas.
5.5 Demócrito de Abdera
Sus ideas son principalmente las mismas que las de Leucipo. La ciencia, para él, ha de
explicar el mundo de las apariencias de la percepción a partir de un riguroso conocimiento de la
verdadera realidad, constituida por los átomos y su movimiento en el espacio. Lo que aparece
bajo la forma de variaciones cualitativas no es más que variaciones cuantitativas de átomos. La
ciencia ha de hacer ver esta relación.
Distingue también entre las verdaderas cualidades de las cosas (forma, dimensión, inercia,
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densidad y solidez) y las cualidades aparentes (color, sabor, olor, sonido), que dependen de la
situación del sujeto que las percibe, el alma, que es también un complejo de átomos, pero de
naturaleza ígnea, los más finos, ligeros y resbaladizos. Están en los seres animados, pero su
máxima proporción se halla en el cuerpo humano, donde se conservan por la respiración en vida.
Las emanaciones de las cosas -los ídolos- actúan sobre los átomos ígneos para crear la
percepción, por lo que la realidad aparente es un producto necesario de la verdadera.
5.6. Sobre el movimiento cósmico y la formación del mundo
Para Empédocles, Anaxágoras y Leucipo el movimiento cósmico se da en forma de
torbellino, por la energía del amor y el odio, por una materia racional con arreglo a fines o por el
choque de múltiples átomos. En la explicación de Leucipo y Demócrito, sin embargo, no aparecen
consideraciones éticas y religiosas.
En cuanto al cómo de la formación y disolución del mundo, se diferencian en que para
Empédocles es un proceso incesante y periódico de nacimiento (amor une) y muerte (odio separa)
por el que las cosas singulares no existen en la mezcla perfecta ni en la completa separación, sino
sólo en la pugna entre amor y odio; para Anaxágoras la formación del mundo es única e
irrepetible, realizada por el espíritu ordenador -nous-; y para Leucipo es un proceso incesante de
formación y disolución en el que se forman una pluralidad incontable de universos, originándose
torbellinos por el choque de los átomos móviles que atraen a los contiguos, y cada uno de esos
sistemas atómicos en movimiento se estructura por sí mismo (más ligeros en periferia, más
pesados en el centro), y sigue girando hasta que se destruye chocando con otro mundo o
arrastrado a la órbita de uno mayor.
VI. Síntesis de la evolución de la filosofía presocrática.
6.1 La coherencia del recorrido.
El pensamiento presocrático es la conquista progresiva de una comprensión filosófica de la
naturaleza, creando un pensamiento lógico-racional más allá del mito. Tales, con sus
transformaciones de una única sustancia originaria; Anaximandro con alternancia frío calor.
Heráclito -niega leyes en devenir- y Anaxímenes -alternancia condensación y rarefacción- para
explicar cambios evolutivos de materia primordial. Anaxágoras explica por movimiento circular
mecánico producido por un principio de naturaleza espiritual, nous. Empédocles hace que fuerza
sea amor y odio. Concluye con sistema atomista Leucipo-Demócrito, que elimina restos mito
sustituyendo amor-odio por movimiento intrínseco de átomos, sin intervención sobrenatural.
6.2 La personalidad de los primeros pensadores: filosofía y vida. (no importante)
6.3 La proyección social de la reflexión filosófica
Los filósofos no fueron moralistas, sino reformadores. Los mitos fundadores de las
ciudades griegas resaltaban espíritu feroz, guerrero, conquistador. Estas imágenes modelaban la
sociedad. Los filósofos intentan reforma política deshaciendo mitos con espíritu logicizador.