Lunes 14 de Junio de 2021 Lengua

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Lunes 14 de junio de 2021

Lengua

D.n.i:

La personificación de los personajes en las fábulas

Como ya sabemos, en las fábulas, los animales aparecen personificados:


tienen pensamientos, sentimientos, virtudes y defectos propios de las personas.

1- Leer nuevamente la fábula

La zorra y la cigüeña

Hacía mucho tiempo que la zorra y la cigüeña no se veían, cuando un día se


encontraron por casualidad. A la zorra le molestaba el airecito altanero con
que caminaba la cigüeña y se le ocurrió hacerle una broma. Después de
saludarla amablemente, la muy astuta le dijo, zalamera:

—Para celebrar nuestro feliz encuentro, te invito a cenar a mi casa.

La cigüeña aceptó complacida creyendo en la sinceridad de la invitación y,


poco después, estaban las dos conversando tranquilamente en casa de la zorra.
Cuando la cena estuvo lista, la anfitriona hizo pasar a su invitada al comedor.
Una exquisita y fragante comida las esperaba. Pero la maligna zorra había
servido todo sobre platos lisos como la palma de la mano y, mientras ella
comía a dos carrillos, la pobre cigüeña, con su largo y puntiagudo pico, no
pudo probar bocado.

Como era muy educada, disimuló su malhumor y fingió que le había agradado
la cena. Pero –de más está decirlo– se dio perfecta cuenta de la pesada broma
de su vecina.

Poco después, volvió a pasar la cigüeña frente a la casa de su astuta amiga y,


luego de saludarla, le preguntó:

— ¿Estás ocupada hoy?


—No, mi querida —respondió la zorra.

—Entonces —propuso la cigüeña, con falsa amabilidad—, me encantaría


invitarte a cenar a mi casa. Quiero devolverte la atención que tuviste conmigo.

La zorra pensó que era una excelente oportunidad para comer bien sin gastar
un centavo y aceptó complacida.

Llegaron a la casa de la cigüeña y, luego de charlar un rato, la anfitriona hizo


pasar a su invitada al comedor. También aquí las esperaba una riquísima
comida, pero no sobre platos lisos, sino dentro de panzudas botellas de largos
y finos cuellos. Desde luego, la cigüeña devoró cuanto quiso, porque con su
larguísimo pico podía llegar hasta el fondo de la botella. La zorra, en cambio,
pasaba y repasaba su hocico por el borde, estiraba la lengua y solo lograba
lamer el frío vidrio.

—Por lo visto, amiga zorra, te ha gustado mi comida tanto como a mí me


gustó la tuya. Sin chistar y con la cola entre las patas, la zorra se volvió a su
casa con la panza vacía.

Moraleja: El tramposo no puede protestar cuando le devuelven su trampita.

2. Les proponemos poner la lupa sobre dos adjetivos. Lean y copien en


sus carpetas sus definiciones:

Altanero, -a: adj. Que se cree superior a los que le rodean y lo demuestra con
un trato distante o despreciativo hacia los demás.

Zalamero, -a: adj. Que demuestra cariño de una forma exagerada y a veces
empalagosa, generalmente para conseguir algo.

3- Luego copia los fragmentos en donde se usan estos adjetivos.

3. Como ya sabemos, en las fábulas los animales tienen características


propias de las personas y también hablan como las personas. Ubiquen en
la historia de “La zorra y la cigüeña” las partes en las que hablan los
personajes y cópialas en tu carpeta.

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