MONOGRAFIA - Los Dilemas Eticos y Morales de La Clonacion y Aspectos Bioeticos Del Programa Genoma
MONOGRAFIA - Los Dilemas Eticos y Morales de La Clonacion y Aspectos Bioeticos Del Programa Genoma
MONOGRAFIA - Los Dilemas Eticos y Morales de La Clonacion y Aspectos Bioeticos Del Programa Genoma
CLONACIÓN
Para clonar un animal basta con extraer el núcleo de una célula (a la izquierda) e insertar una célula sana (a la
derecha). Esta misma técnica permitiría clonar seres humanos.
Puntos Principales
Desde el descubrimiento de la doble hélice hace 50 años, las bases de datos del ADN
proveen libremente información sobre el genoma humano. Sin embargo, su uso
puede traer problemas éticos, como por ejemplo:
1. ANTECEDENTES CIENTÍFICOS
Los científicos han explorado y construido mapas de las tierras, los océanos y los
cielos con la expectativa de aumentar nuestro conocimiento sobre el ambiente en el
cual vivimos. En la base de esta búsqueda de conocimiento se encuentra también el
deseo de mejorar la existencia humana a través del descubrimiento de recursos
beneficiosos. El Proyecto del Genoma Humano (PGH) ha servido para explorar
nuestro ambiente genético y para ponernos al tanto de los recursos beneficiales que
pueden contribuir a entender y mejorar nuestras vidas. El PGH trata con el
descubrimiento y la secuenciación del complemento completo de ADN de una célula
somática humana. Su meta principal es una lista y localización de nuestros genes, la
unidad hereditaria individual responsable de nuestro desarrollo desde el momento de
la concepción, de la forma en que crecemos y maduramos, y de la forma en que
vivimos y morimos.
El Dr. James Watson, uno de los mejor conocidos proponentes del Proyecto del
Genoma Humano, contribuyó significativamente junto con Francis Crick, Rosalind
Franklin y Maurice Wilkins a nuestro entendimiento de la naturaleza del ADN a través
del descubrimiento de la estructura de la doble hélice de ADN. Este descubrimiento
cambió el foco de la genética moderna e influenció la dirección de muchas otras
disciplinas, gracias a la nueva oportunidad de comenzar a explorar los fundamentos
de todos los procesos de la vida.
Desde ese entonces, los avances tecnológicos han permitido a los científicos estudiar
en detalle al ADN y a su estructura:
¿Por qué tomarse tanto trabajo? Porque entre el quinto y el séptimo día siguientes a
la fertilización aparece un lote de 20 a 30 células, leyendas vivientes para los
científicos y los pacientes víctimas de enfermedades o de estados degenerativos
diversos. Esas células embrionarias pluripotentes (células EP) son capaces de
transformarse en cualquier célula del cuerpo humano. Aunque existen diversos tipos
y fuentes de células pluripotentes —como las que se encuentran en la médula ósea
de los adultos— ninguna parece tener la maleabilidad de las células EP, que es
posible conservar y cultivar en el laboratorio durante mucho tiempo. La esperanza es
que los investigadores aprendan algún día a incitar a las células EP a convertirse en
cualquier parte del cuerpo en función de las necesidades del paciente. Por ejemplo,
un enfermo del corazón podría “cultivar” en el laboratorio un tejido cardíaco
genéticamente idéntico, que sería posible trasplantar con un riesgo mínimo de
rechazo.
2. CLONACIÓN TERAPÉUTICA
Pero, como en todos los debates apasionados, lo que está realmente en juego –la
comercialización– permanece oculto en la sombra, lejos del barullo y la emoción.
Como era de prever, la oposición más enérgica fue la de la Iglesia Católica, que
considera al embrión como un ser vivo desde la concepción. Además de la clonación,
rechaza toda investigación en la que se empleen embriones “de recambio” (creados
para el tratamiento de la esterilidad, pero no utilizados), por estimar moralmente
reprobable que se use a una persona en provecho de otra.
Entre estos dos extremos se encuentra una vía intermedia, para la que no hay una
línea clara, sino un principio: el respeto de la dignidad humana, piedra angular del
derecho europeo. “Todo ser humano tiene derecho automáticamente a la dignidad.
Es lo que nos distingue del resto de las especies animales”, declara Noëlle Lenoir,
miembro del Consejo Constitucional francés y presidenta del Grupo Europeo de Ética.
Este principio, basado en las enseñanzas de las grandes religiones monoteístas, no
se incorporó al derecho internacional hasta después de la Segunda Guerra Mundial,
como reacción a la barbarie eugenésica de los nazis.
Pero la luz verde del Reino Unido obedece a una interpretación diametralmente
distinta, estima Alastair Campbell, profesor y miembro del comité de expertos
británico que recomendó al Parlamento la decisión del 22 de enero. Para éste, la
distinción entre una persona y un ser humano es muy poco concluyente. Prefiere
buscar en la biología los criterios para establecer ciertos límites éticos.
Pero en este dilema ético también hay un aspecto práctico. Imaginemos que se
recurre a la clonación para multiplicar las células pluripotentes: los médicos
necesitarán probablemente una docena de ovocitos o más para tratar a un paciente.
De ahí que Bruce pida que se exploren todas las opciones antes de emprender la
clonación terapéutica.
Según los analistas, la decisión del Reino Unido no sólo es demasiado general, sino
que podría conducir inexorablemente a la clonación reproductiva. La ley británica la
prohíbe, pero la investigación se ha mundializado, destaca Bruce. Sectas, hombres
de negocios y recientemente un grupo de científicos disidentes proclamaron su
intención de clonar individuos, pese a los enormes riesgos de deformación que
entraña. ¿Quién podrá impedirles abrir un negocio en un país en el que no exista una
legislación bioética?
Preocupación compartida
Sin embargo, al mismo tiempo, los Estados miembros tienen que integrar en su
legislación una directiva más bien discutible sobre las patentes genéticas, que se
supone concilia el comercio con la ética. Por otra parte, ni “los procedimientos de
clonación de seres humanos”, ni tampoco “las utilizaciones de embriones humanos
con fines industriales o comerciales” son patentables. No obstante, una empresa
puede patentar “un elemento aislado del cuerpo humano u obtenido de otro modo
mediante un procedimiento técnico”. Frente a estas declaraciones ambiguas, no es
posible obtener el más mínimo esclarecimiento. Más vale observar las tendencias
recientes en materia de patentes.
El mismo tipo de batalla comercial nos espera con el embrión humano. Según Then,
el número de solicitudes de patentes relacionadas con los embriones humanos
aumenta de día en día. El año pasado, dos empresas de biotecnología, una
australiana y otra estadounidense, consiguieron patentes europeas para embriones
clonados humanos y animales, y para especies híbridas de embriones de cerdos y
seres humanos. Tras una avalancha de protestas impulsadas en Alemania por
Greenpeace, la OEP, con sede en Munich, reconoció su “error”, y las firmas
prometieron eliminar los embriones humanos de sus patentes en todas partes del
mundo.
Llegados a este punto, los periodistas y los expertos terminan generalmente por
hacer un llamamiento, vago pero apremiante, en favor de un debate público. Pero el
debate ya se ha iniciado —en los medios de comunicación, las iglesias, las
universidades y los pasillos de los hospitales, donde los médicos, los enfermos y sus
familiares se expresan sin rodeos. Es un progreso, aunque algunos científicos y
miembros de comisiones de ética denigren este tipo de discusiones, a su juicio
demasiado emocionales. Según ellos, toda crítica surge de la “confusión” persistente
sobre el tema y parte de la creencia infundada, pero tenaz, según la cual “somos el
producto de nuestros genes”.
Moléculas y embriones tienen sin embargo un poder simbólico que no obedece a una
“confusión”, sino a un respeto visceral de la dignidad humana.
1[1] Buena parte de las polémicas éticas sobre el estatuto del embrión y el feto están impregnadas de las
consecuencias de intentar aplicar el concepto jurídico de persona, fijado por lo general en el momento del
nacimiento. Véase p. ej., G. Amato (1999): “Los derechos del embrión”, Revista de Occidente 87-93, donde se
muestra la necesidad de reevaluar dicho concepto, procedente del Derecho Romano. Para este autor, el
estatuto jurídico que aún se concede al embrión-feto es un arcaísmo alejado ya de nuestros conocimientos
actuales, y que hace falta revisar.
Diego Gracia (1998)2[2] y Manuel Cuyás (1989) han resumido los distintos
paradigmas histórico-filosóficos sobre el tema. El problema, como dice Cuyás, es
que, por un lado, la solución escapa de las competencias de las ciencias naturales
(en las que no caben conceptos como persona, etc.), y de la filosofía y teología,
porque éstas no pueden determinar cuándo comienza a existir el individuo, el
sujeto o la persona.3[3]
Sin pretender adentrarnos en más honduras sobre la cuestión del aborto, y
centrándonos en el caso de los embriones preimplantatorios, son varios los
autores que, señalan importantes datos científicos que podrían usarse para no
conceder estatuto moral alto a estas entidades.
2[2] D. Gracia (1998): “El estatuto del embrión”, en Procreación humana asistida: aspectos técnicos, éticos y
legales (J. Gafo, ed.), Ed. Universidad P. Comillas, Madrid, pp. 79-109.
3[3] Para Cuyás, hay un error cuando se intenta recurrir a criterios ontológicos, psicológicos, culturales o
jurídicos sobre el comienzo de la vida humana para establecer el estatuto moral del embrión. De esa forma el
problema está mal planteado, y no tendría solución. Solo cabe un planteamiento desnudamente ético: dada la
incertidumbre, se trataría de elegir el beneficio de la duda para proteger al nuevo ser, o bien conceder la
libertad de disponer libremente del embrión.
4[4] Para esta cuestión, es conveniente la lectura de J.R. Lacadena (1995) “Consideraciones genético-
biológicas sobre el desarrollo embrionario, en Genética humana. Fundamentos para el estudio de los efectos
sociales de las investigaciones sobre el genoma humano (C.M. Romeo Casabona, ed.), Universidad de Deusto-
Fundación BBV, Bilbao, pp. 77-103, y el clásico libro de N. M. Ford (1989): When did I begin?, Cambridge
University Press, Cambridge.
Mientras exista posibilidad de gemelación, la identidad del ser humano no está
determinada, y de ahí que no se pueda decir que exista ningún individuo en
concreto. ¿Cómo podría existir alguien cuando la mera identidad del ser que
nacerá al final aún no está determinada en la fase preimplantatoria? 5[5]
Sin embargo, para algunos autores, aun admitiendo estos datos, el embrión
humano tendría un altísimo valor, superior al de un cultivo de tejidos somáticos,
debido a que tiene identidad humana y un elevado potencial de convertirse en
persona. La cuestión difícil sería qué estatuto asignarle, y en qué fase cobra todos
los derechos adscritos a la persona.
5[5] M. Lockwood (1995): “Human identity and the primitive streak”, Hasting Center Report 25 (1): 45.
6[6] Como ejemplo de enfoque sustancialista, de raigambre aristotélica, en el debate sobre los embriones y la
clonación, véase V. Bellver Capella (2000): ¿Clonar? Ética y derecho ante la clonación, Biblioteca de Derecho y
Ciencias de la Vida, Ed. Comares, Granada, especialmente el capítulo 4.
7[7] C. Alonso Bedate y R.C. Cefalo (1989): “The zygote: to be or not to be a person”, The Journal of
Philosophy and Medicine, 14: 641-645.
parece que se pueda llegar tan lejos. Por la misma razón, un zigoto natural y sus
fases inmediatamente ulteriores, carecen de la información suficiente en relación
al término (persona).
La gástrula tiene ya tres capas germinales, pero aún no posee toda la información
del sistema respecto al término. Al final de la 4ª semana aparece el plano general
corporal, y al final de la 8ª, tras intensa histogénesis y organogénesis, el embrión
es reconocible como humano, con un nivel de desarrollo perfectamente
conectado con el término. A partir de ahora comienza el desarrollo fetal. La
mayor parte de la información es de tipo general, es decir, mantiene una
situación ya definida. El sistema crece en tamaño y maduran los sistemas
orgánicos ya presentes. El nuevo ser posee ya potencia actual, y sólo necesita
actualizarla conforme pasa el tiempo.
Por lo tanto, entre las 6 y las 8 semanas el sistema tiene suficiente conexión con
el término, y a partir de ahora debería tener un estatuto equiparable con él.
Gracia (1998):
a. Método fenomenológico.
b. Intuición directa
c. Descripción
d. Explicación (científica).
1. Intelección sentiente
8[8] D. Gracia (1988): “El estatuto del embrión”, en Procreación humana asistida: aspectos técnicos, éticos y
legales (J. Gafo, ed.), Ed. Universidad P. Comillas, Madrid, pp. 79-109.
2. Sentimiento afectante
3. Voluntad tendente.
Realidad es igual a “de suyo”, y está formado por notas. Cuando el “de suyo está
formado por varias notas, no se identifica con una de esas notas, sino con la
estructura clausurada o sistema que constituyen éstas, que equivale a
sustantividad.
Causa (aitía), sustituida por relaciones funcionales entre las cosas que forman
parte del campo. En lo biológico, García Bellido llama la atención sobre las reglas
de interacción entre elementos que participan en cada nivel de complejidad.
Tipos de notas:
Los seres vivos son combinaciones funcionales. La mezcla de sus células goza de
propiedades sistemáticas, que hacen del conjunto una realidad nueva, una
sustantividad. Las propiedades sistemáticas tienen carácter funcional, y consisten
en independencia respecto del medio y control sobre él. La vida es una propiedad
sistemática de carácter funcional.
Durante mucho tiempo Zubiri mantuvo que la Psyché humana es una nota
constitutiva, infundada o última. La realidad humana, dotada desde el principio
de las notas constitutivas genoma y Psyché, tendría desde el inicio personeidad.
Pero al final de su vida Zubiri entrevió los problemas de esta postura. Deja de
usar el concepto de sustancia, y dice que la psyché es sólo el tipo de notas
psíquicas de todo ser humano. Una nota irreductible en la línea de nota (nota
infundada o última, constitutiva). Pero esto seguía llevando a paradojas, lo que le
lleva a desprenderse de su teoría de la sustancialidad, y a considerar que el
psiquismo surge desde las estructuras materiales, como consecuencia del propio
proceso constituyente.
García Bellido:
Comienzo del ciclo vital tras la fertilización, con un comienzo y con un fin
definidos.
9[9] C.B. Cohen (2001): “Human embryo research: respecting what we destroy? (letter), Hastings Center
Report julio-agosto: 4-5.
En filosofía, ser individuo es lo opuesto a ser género (abstracto y universal).
Subsiste, y se distingue de otra realidad. (R. Andorno).
Dietmar Mieth:
10[10] J.A. Robertson (1995): “Symbolic issues in embryo research”, Hasting Center Report 25 (1): 37-38.
11[11] D. Callahan (1995): “The puzzle of profound respect”, Hasting Center Report 25 (1): 39-40.
dedicados a la investigación están previstos para ser sacrificados:
un magnífico caso de que el fin justifica los medios.
12[12] Callahan (2001): “Human embryo research: respecting what we destroy?”, Hastings Center Report julio-
agosto: 4.
13[13] C.S. Campbell (1995): “Awe diminished”, Hasting Center Report, 25 (1): 44-46.
14[14] Véase igualmente una crítica en el mismo sentido por parte de A. Jonsen (1998): “Ética y visiones de
futuro: el NABER y la clonación por separación embrionaria en seres humanos”, en En las fronteras de la vida:
ciencia y ética de la clonación, Fundación Ciencias de la Salud, Ediciones Doce Calles, Madrid, especialmente
pp. 101-105. Jonsen da fe de las dificultades que tienen las comisiones y organismos gubernamentales para
aprovechar las fuentes de sabiduría emanadas de las cosmovisiones religiosas y filosóficas. Una reflexión
general sobre la aportación de la religión a la ética civil, en J.M. Mardones (1994): “Ética civil y religión”,
Isegoría. Revista de Filosofía Moral y Política 10: 133-139. Véase el tratamiento sobre la clonación y la religión
que dio el informe (1997) del NBAC americano: National Bioethics Advisory Comisión (2000): “Perspectivas
religiosas”, en Clones y clones. Hechos y fantasías sobre la clonación humana (M.C. Nussbaun y C.R. Sunstein,
eds.), Cátedra, Madrid, pp. 163-175.
parece la receta ideal para lograr gazpachos morales incrustados en maravillas
tecnológicas. Los investigadores verán en el embrión humano no una entidad con
interés y valor intrínseco, sino dotado de posibilidades para los intereses y
objetivos y utilidades científico-comerciales.
15[15] S. Krimsky y R. Hubbard (1995): “The business of research”, Hasting Center Report 25 (1): 41-43.
16[16] J. Hymers (1999): “Not a modest proposal: Peter Singer and the definition of person”, Ethical
Perspectives, 6: 126-138.
17[17] En este sentido abunda el Informe sobre la clonación: en las fronteras de la vida (1999) elaborado por
el Comité de Expertos sobre Bioética y Clonación para el Instituto de Bioética de la Fundación Ciencias de la
Salud. Véase, p. ej., p. 228. Por otro lado, Javier Gafo, en su voto particular presentado como Anexo III.2 al
Informe de la CNRHA, muestra su preocupación por el hecho de que la tendencia a aprobar la destrucción de
embriones o su uso en experimentación “puedan significar una creciente depreciación de esa incipiente
realidad humana y una progresiva ampliación de los límites que legitimen el recurso a la experimentación con
fines científicos en embriones en etapas ulteriores de desarrollo” (p. 107).
1.5.1 Gilbert Meilaender (2001)18[18]
Hace una comparación con el libro de Michael Walzer Guerras justas e injustas.
En la confrontación con un enemigo terrible que amenaza la base de nuestra
cultura, en un momento de gran urgencia, se puede aceptar una ruptura brusca
de las convenciones de la guerra, pero solo tras haber resistido largamente su
proceso de erosión más o menos lenta. Los límites deontológicos siguen en pie
hasta el momento en que no nos queda más remedio que pasar a su superación
y a enfoque utilitarista. ¿Cómo reconocemos un momento de tal urgencia que
justifica romper las reglas de la guerra?
Pero una vez que pasa la emergencia, los valores normales vuelven a su sitio.
Ahora bien, si se dice que siempre estamos en urgencia de guerra, en realidad es
que no estamos en ninguna.
Ataca la postura de McGee y Caplan (1999), que dicen que incluso si se concede
humanidad y personeidad al embrión, su destrucción para células madre se
justifica porque esta investigación promete eliminar gran sufrimiento. “El
imperativo moral de la compasión nos obliga a la investigación con células madre
embrionarias”. El tema central moral tiene que ver “con los criterios para
sacrificios morales de vidas humanas”. ¿Cuándo es permisible sacrificar una vida
humana al servicio del bien común? Para McGee y Caplan “no hay necesidad más
obvia ni menos compulsiva que el sufrimiento de la mitad del mundo a manos de
enfermedades miserables”, y comparan al Parkinson con el peor dictador.
Parecen decirnos que sólo admiten una rendición incondicional de este dictador,
que el progreso en el tratamiento del sufrimiento no es un objetivo negociable, ni
tampoco el progreso más lento logrado con técnicas que no impliquen el sacrificio
de embriones.
Sin embargo, el mismo NBAC rechaza este tipo de argumentos, ya que “colocar
las vidas de los embriones en este tipo de cálculo utilitario parecerá adecuado
solamente a aquellos que presupongan que los embriones no tienen estatuto de
personas”. Sin embargo, su alternativa al simple cálculo utilitario parece ser un
18[18] G. Meilaender (2001): “The point of a ban, or how to think about stem cell research”, Hastings Center
Report 31: 9-16.
modo de razonamiento análogo a la “escala deslizante”. Para ello, se habla de
“respetar” el embrión, aunque encuentre justificable destruir embriones sobrantes
de FIV cuando ello es necesario para desarrollar curas para enfermedades”. Se
nota la escala deslizante cuando se dice que no se debe admitir por el momento
crear embriones solo para investigación, aunque “en el futuro, la evidencia
científica y el apoyo público para este tipo de investigación con células madre
pueda ser suficiente para proceder a él”.
Este es un enfoque “estratégico” del tipo de “avanza con cuidado”. Nos queda
la sensación de que para el NBAC el límite no es ético, sino de apoyo
ciudadano, y se confía en que poco a poco, el público dará su beneplácito.
Con este enfoque no se ve claro dónde se pueden poner los límites.
Consagra un tipo de “progreso incesante”, a base de deslizamientos sutiles, en
función de convencer a los ciudadanos.
Hay que reconocer que existe una cierta creencia “religiosa” (que puede llegar al
fundamentalismo) en una visión de lo humano que recurre a argumentos a favor
de esta investigación. En la medida en que no se contempla una prohibición como
opción, en la medida en que se rechaza a los proponentes de esa prohibición
para elaborar el debate y el consenso, se está entrando en el fundamentalismo.
Los posibles (pero indemostrados) beneficios futuros están ya tan ligados a
nuestras consciencias, que nos impulsa a un tipo de argumento que rechazamos
en el caso de la ética de la guerra.
Quizá lo que podamos decir a las generaciones futuras es: “quizá podríamos
haberos ayudado antes, pero sólo fingiendo que nuestras responsabilidades para
hacer el bien son de tipo divino, que no conocen límites; sólo suponiendo que el
sufrimiento no tiene más sentido que su rendición por el deseo y la técnica
humana; que la compasión significa no la disposición a sufrir con los otros, sino la
determinación de oponerse siempre al sufrimiento como una afrenta a nuestra
humanidad. Podríamos haberos ayudado antes sólo destruyendo en nuestro
presente la clase de mundo en el que vosotros y nosotros queremos vivir, un
mundo en el que la justicia se hace ahora, no permanentemente hipotecada al
servicio del bien futuro”.
En el esquema anterior queda claro que estamos ante una técnica de “doble uso”,
ya que el embrión artificial obtenido, transferido a un útero preparado, podría
eventualmente originar un ser humano completo, en cuyo caso estaríamos ante
una clonación reproductiva verdadera.
19[19] P. ej., M. Palacios (2000): “La clonación humana con fines terapéuticos: Algunos aspectos biológicos,
éticos y legales”, Diario El País (Madrid), 16 de abril, p. 15.
20[20] H. Shapiro (1998): “Sistemas éticos y políticas públicas: la clonación de seres humanos. Un ejercicio de
noventa días sobre la ética práctica y profesional”, en En las fronteras de la vida: ciencia y ética de la
clonación, Fundación Ciencias de la Salud y Ediciones Doce Calles, Madrid, p. 127.
núcleos cuando se transfieren a entornos citoplásmicos adecuados, y convertir
esas células en totipotentes, ¿no resulta extraño pensar que esas entidades
celulares (eventualmente convertibles en embriones viables si se les suministran
las señales adecuadas) adquieren automáticamente la dignidad de personas?. Es
posible que incluso los defensores del valor moral del embrión natural procedente
de fecundación no vean tan claro la necesidad de hacer lo mismo con las células
totipotentes logradas artificialmente, si bien es bastante general la oposición a
usarlas en clonación reproductiva.21[21]
McGee y Caplan22[22] han señalado que la idea de que alguna fase de desarrollo
pueda establecer un barómetro moral no aclara nada los problemas morales a los
que se enfrenta la investigación con células madre. De hecho, esta investigación
lo que hace es ampliar el problema de definir los hechos básicos sobre los
embriones, al que ellos se refieren como la cuestión de “qué es lo que hay en la
placa Petri”.
Sin embargo, ya hemos visto en un epígrafe anterior las críticas que se pueden
hacer a estas posturas que hacen depender el estatuto ético de una entidad en
función del contexto y de la "aceptación" por terceras personas.
21[21] Una discusión de este tipo de dilemas, en Comité de Expertos sobre Bioética y Clonación (1999):
Informe sobre clonación: en las fronteras de la vida, Instituto de Bioética de la Fundación Ciencias de la Salud,
Ediciones Doce Calles, Madrid, pp. 154-156. Allí se alude a la ignorancia que aún tenemos sobre la supuesta
totipotencialidad de ovocitos enucleados y trasplantados con núcleos somáticos. Parece que este “zigoto”
artificial sólo se convertiría en totipotente bajo ciertas condiciones de laboratorio, mientras que el zigoto
natural es intrínsecamente totipotente. ¿Permite esta diferencia sacar consecuencias ontológicas y morales
distintas para cada tipo de entidad? Pero no se olvide que los recientes experimentos del grupo de Wakayama
(Proceedings of the National Academy of Sciences 96: 14984-14989) demuestran en ratón que aunque la célula
madre no sea totipotente, su núcleo, inyectado en el ovocito, puede programar la formación de individuos
viables. Ello acentúa aún más el potencial de “doble uso” de estas tecnologías.
22[22] G. McGee y A.L. Caplan (1999): “What’s in the dish?”, Hasting Center Report 29 (2): 36-38.
procreación’ (que se prohibe y castiga: Ley 35/88 y Código Penal) su producción
con fines terapéuticos no es ilegal”24[24].
Evidentemente, aquí entramos en otro universo moral, ya que al menos hay que
evaluar la legitimidad de traer al mundo individuos predeterminados en su
constitución genética y de modos nada convencionales. ¿Se respetan derechos
humanos básicos? ¿Atentamos a la dignidad de las personas? Esto será tratado
más adelante.
23[23] Para un análisis de las dificultades legales de este tema, véase el I Informe Anual de la Comisión
Nacional de Reproducción Asistida (1998), pp. 48-49, y el Informe sobre la clonación: en las fronteras de la
vida (1999) elaborado por el Comité de Expertos sobre Bioética y Clonación para el Instituto de Bioética de la
Fundación Ciencias de la Salud, pp. 230-231.
24[24] M. Palacios (2000): “La clonación humana con fines terapéuticos: Algunos aspectos biológicos, éticos y
legales”, Diario El País (Madrid), 16 de abril, p. 15.
25[25] En otro orden de cosas, este comité, consideró que es inaceptable la creación de embriones para
investigación genética, pero aceptaría la creación de embriones en el caso que se demostrase que las células
madre derivadas fueran la única posibilidad de desarrollar “labores de investigación … que se consideren
beneficiosas para la humanidad de forma indiscutible y general”.
Por ahora, las declaraciones internacionales y muchas regulaciones nacionales
establecen la prohibición de la clonación reproductiva, pero la situación con la no
reproductiva está dando origen a posicionamientos e incluso propuestas de
reformas de leyes que no previeron esta posibilidad. En Gran Bretaña se está
pensando igualmente en adaptar la Human Fertilization and Embriology Act de
1990 a la nueva realidad. 26[26] En el año 2000, el gobierno de Blair ha presentado
en el Parlamento una propuesta para autorizar la obtención de células madre a
partir de embriones humanos. En los EEUU hay movimientos en el mismo sentido.
26[26] Véase comentario de E. Masood (1999): “Expert group to look at UK law…”Nature 400: 4. En la misma
página se puede leer otro comentario sobre la situación en EEUU: M. Wadman (1999): “…as US DNA advisory
body redefines itself”, Nature 400: 4.
Todos estos países están en camino de legislar al respecto. Al menos Bélgica y
Holanda tienen intención de permitir algún tipo de investigación con embriones.
el estatuto moral del embrión es menor que el del ser humano nacido
No permitir investigar con embriones significaría privar a las personas de
beneficios terapéuticos a los que tienen derecho
Factores que podrían empujar a los países restrictivos a aceptar una armonización
permisiva:
27[27] C. Romeo Casabona (2001): “Embryonic stem cell research and therapy at European level: Is a common
legal framework needed?”, Revista de Derecho y Genoma Humano 15: 121-138.
28[28] D. Beyleveld, S. Pattinson (2001): “Embryo research in the UK: Is harmonization in the EU needed or
possible”, en Embryo Experimentation in Europe (M.B. Friele, ed.), Europäische Akademie, Grey Series, 24: 58-
74.
Se podría argüir que la adhesión estricta a la prohibición requiere no solo no
implicarse en la investigación, sino renunciar a sacar ventajas de la
investigación realizada por otros
Pero esto no es así. Las fuerzas naturales (presiones económicas y sociales) van
en la dirección de armonización permisiva. Si se quisiera mantener una no
armonización, la desventaja competitiva de los países prohibidores debe
reducirse, pero no eliminarse. Pero legalmente esto es muy difícil, y además, no
hay posibilidad en la UE de implantar un nuevo impuesto.
SITUACIÓN LEGAL
¿EXISTEN PROYECTOS DE
PAÍS ACTUAL Y DEBATES ANTE
NUEVOS MARCOS LEGALES?
LA OPINIÓN PÚBLICA
El DFB, principal organismo de
financiación pública de investigación
biomédica recomendó (mayo 2001) que
se permitiera investigación con ES.
Creación del Consejo Nacional de Ética,
Prohibida por la Ley de Protección
Alemania que está abordando estos temas (mayo
del Embrión (1990)
2001).
El Bundestag decidió (30-1-2002) permitir
la importación de células madre
embrionarias para investigación, bajo
controles rigurosos
Permitida investigación con
Australia embriones, incluyendo la creación
de embriones para investigación
Austria Prohibida la investigación con
embriones. No se crean embriones
sobrantes.
No hay legislación específica sobre
Actualmente se está debatiendo un
Bélgica la investigación en embriones
proyecto de ley gubernamental
humanos
Proyecto de ley que autorizaría estudios
No legislación. El MRC financia
con ES derivadas de embriones
estudios sobre embriones sobrantes
Canadá sobrantes, pero prohibiría la creación de
hasta 17 días. Creación de
embriones para investigación, incluida la
embriones para investigación.
clonación terapéutica
Prohibida. Embriones sobrantes de
FIV se destruyen enseguida
La Ley sobre reproducción asistida
El Ministro de Sanidad está preparando
Dinamarca sólo permite investigación para
una revisión de la legislación
mejorar las técnicas de fertilización
in vitro y el diagnóstico
preimplantatorio
El 2º informe de la Comisión Nacional de
La Ley 38/1988 sólo permite
Reproducción Humana Asistida ha
investigación con embriones “no
recomendado al Gobierno que permita la
viables” sobrantes de FIV, de hasta
investigación con embriones “sobrantes”
España 14 días. En embriones viables sólo
bajo ciertas condiciones. El Gobierno no
se permite intervenciones
ha dado ningún paso, pero tampoco está
diagnósticas y preventivas para
permitiendo un debate social y
beneficio del embrión
parlamentario
No financiación federal sobre Grupos de presión a favor de la clonación
embriones. Reciente aprobación de terapéutica:
uso de líneas de células madre ya
generadas, pero no al empleo de “Coalición para el avance de la
dinero público para derivar nuevas investigación Médica”, formada por
Estados
líneas ni para usar embriones en American Society for Cell Biology,
Unidos
investigación. Juvenile Diabetes Foundation,
Libertad en el sector privado. Universida de Harvard, etc.
Algunos estados tienen regulaciones Carta de 80 premios Nobel al
restrictivas, y otros la permiten Presidente Bush
hasta el día 14.
La Ley de 1994 prohíbe la
investigación no terapéutica sobre Consejo de Estado: recomendación para
embriones. Permitida la que se permita investigar en células
Francia investigación con blastómeros de madre con embriones sobrantes. Similar
hasta 14 días, pero no la propuesta del CCNE (Comité Consultivo
investigación que suponga su Nacional de Ética)
destrucción
Holanda Investigación sobre embriones Proyecto de Ley presentado al
sobrantes. Moratoria sobre creación Parlamento en 2000. Nueva legislación
de embriones para regular la investigación con
embriones y células madre
No se está preparando nueva legislación.
No hay legislación específica, pero
Pero un Comité sobre Reproducción
la Constitución (1937, reformada en
Irlanda Asistida está tratando el tema de las
1983) protege al embrión desde el
células madre y emitirá un informe en
inicio
2002
Se está preparando un proyecto de ley
Italia No hay legislación
sobre fertilización asistida
Ley del Parlamento (noviembre
2000) que autoriza investigación
con embriones sobrantes de FIV y
Japón
la creación de embriones por
clonación (transferencia de núcleo
som.)
Noruega Prohibida
Ley HFEA (1990), que aceptó parte
del Informe Warnock, permite
Informe del Nuffield Council on Bioethics
investigar con embriones para los
Nuevas Regulaciones (2001) sobre
siguientes objetivos:
Fertilización Humana y Embriología
(propósitos de investigación): ampliación
Avances en tratamiento de
de objetivos de investigación respecto de
infertilidad
la Ley de 1990:
Avances sobre causas de
enfermedades congénitas
Aumentar conocimiento sobre el
Avances sobre causas de
Reino Unido desarrollo de embriones
abortos espontáneos
Incrementar conocimiento sobre
Desarrollo de nuevas técnicas
enfermedades severas
anticonceptivas
Aplicar tal conocimiento al
Métodos para diagnosticar en
desarrollo de tratamientos
embriones enfermedades
genéticas
En la práctica esto significa la aprobación
Además, permitida creación
de la clonación terapéutica. Convalidación
de embriones para
en el Parlamento en 2002.
investigación. Límite 14 días
29[29] Véase la autorizada visión del Director del NBAC, Harold Shapiro (1999): “Ethical dilemmas and stem
cell research”, Science 285: 2065.
de los NIH, Harold Varmus, anunció que el apoyo se volvía a posponer hasta que
hubiera directrices y normativas.30[30]
Geron (la empresa propietaria de la tecnología del Instituto Roslin que condujo a
Dolly) reunió a un grupo de consejeros bioéticos independientes, sin ninguna
vinculación con la empresa, y les encargó la elaboración de un Informe ético
sobre la cuestión de las células madre que la empresa estaba desarrollando 33[33].
Sin embargo, por mucho que el informe tenga puntos positivos, se pueden hacer
varias críticas:
30[30] Comentarios sobre una audiencia en el Congreso norteamericano, en E. Marshall (1998): “Use of stem
cells still legally murky, but hearing offers hope”, Science 282: 1962-1963 y en J.L. Fox (1999): “Stem cell
hearing stirs bioethics debate”, Nature Biotechnology 17: 11.
31[31] Para un panorama de las grandes apuestas económicas, véase V. Brower (1999): “Human ES cells: can
you build a business around them?”, Nature Biotechnology 17: 139-142.
32[32] Véanse los lamentos de uno de los pioneros de las células madre humanas, J. Thomson (1999): “Funding
of human embryo research in the US”, Nature Biotechnology 17: 312.
33[33] Geron Ethics Advisory Board (1999): “Research with human embryonic stem cells: ethical
considerations”, Hasting Center Report 29 (2): 31-36.
Críticas generales a los comités de ética de empresas (EAB) y comités internos de
revisión (IRB)34[34]:
Desconocemos los criterios éticos que emplean los IRB para revisar protocolos
de investigación.
No hay revisión previa al inicio de la investigación.
Los comités de empresas privados son privados, pueden funcionar con normas
impuestas de la empresa, no están obligados a ser abiertos y a diseminar toda
la información.
¿Cómo se resuelven los eventuales desacuerdos entre los EAB y los IRB?
Que aún no hay regulación federal (aunque ahora están elaborándose algunos
proyectos de ley)
Que cuando la haya, lo más probable es que sólo afecte a la investigación
realizada con fondos públicos. Los NIH no tienen autoridad sobre la pujante
industria de FIV. ¿Dejaremos un mercado libre de productos reproductivos y
embriones?
Que en última instancia, gran parte de la investigación en un tema ético y
social delicado va a estar en manos de empresas privadas, cada una con sus
propios criterios “éticos”. No hay ninguna garantía de que la compañía haga
caso a un comité que recomiende cosas que vayan en detrimento de su
estrategia comercial.35[35]
¿Cómo se armonizarían las directrices de diferentes empresas? Lo que puede
ser aceptable para una puede ser inaceptable para otra.
Incluso las clínicas privadas de FIV podrían hacer su propia investigación, sin
pasar en absoluto por ningún comité. Ya el informe del HERP constató que
gran parte de la investigación en FIV se realiza en las propias clínicas con
material humano, sin ninguna evaluación. Estas clínicas carecen a menudo de
experiencia solvente en investigación básica y biología del desarrollo. 36[36]
¿Se crearán mercados libres u ocultos de embriones y células madre? No
podemos minusvalorar la fuerza de los intereses comerciales. ¿Incentivos a
embriones sobrantes? ¿Incentivos a crear embriones para investigar?
¿Presiones más o menos sutiles a las mujeres? ¿Mercados "negros" con
mujeres en el Tercer Mundo?
34[34] G.B. White (1999): “Foresight, insight, oversight”, Hasting Center Report 29 (2): 41-42; C.A. Tauer
(1999): “Private ethics boards and public debate”, Hasting Center Report 29 (2): 43-45.
35[35] Son varios los bioéticos que reclaman que se termine esta situación mediante una ley clara que permita
la financiación pública de la investigación con embriones bajo controles éticos: M. Wadman (1999): “Ethicists
urge funding for extraction of embryo cells”, Nature 399: 292.
36[36] S. Krimsky y R. Hubbard (1995):”The business of research”, Hasting Center Report 25 (1): 41-43.
heterogeneidad de criterios privados, comercialización, presiones del mercado,
etc. ¿Cómo es posible que se pueda dejar en manos del mercado cuestiones
esenciales para los valores sociales y morales de una sociedad?
Si seguimos sin reflexionar en serio sobre los vínculos entre autonomía y bien
común, sólo lograremos afianzar aún más la economía de libre mercado, que
invade ahora ámbitos muy sensibles donde se juegan valores clave de lo que
consideramos humano. ¿Queremos realmente que el mercado se inmiscuya cada
vez más en estos ámbitos? Como dice Lisa Cahill, a lo más que llegará la bioética
dirigida por el mercado es a pedir que todos los individuos tengan igual acceso a
todas las novedades biotecnológicas y reproductivas que el propio mercado vaya
generando.
37[37] P. Berg y M. Singer (1998): “Regulating human cloning”, Science 282: 413.
38[38] Para una discusión de los valores éticos en juego en este tema, con crítica a la absolutización de la
autonomía en un contexto de mercado, véase, L.S. Cahill (1999): “The new biotech world order”, Hasting
Center Report 29 (2): 45-48.
brevemente el caso del “error” de la Oficina Europea de Patentes (EPO) con la
solicitud de patente a la clonación.
Aunque STS declara que sólo usa ahora células madre de ratón, la solicitud de
patente incluía en su texto la frase “el término célula animal pretende incluir a
todas las células animales, especialmente a las de especies de mamíferos,
incluyendo células humanas”. Por lo visto, la frase no fue leída por los
funcionarios, de modo que la patente se concedió, a pesar de que este párrafo
entra en conflicto con la propia Directiva Europea de Patentes Biotecnológicas
(1998). Como la EPO no puede anular de oficio la patente, serán instancias
externas (ya lo ha anunciado Greenpeace) quienes inicien el recurso, cuyo final
demorará algunos años.
Geron Corporation (Menlo Park, California) obtuvo en Mayo de 1999 los derechos
sobre la tecnología de transferencia nuclear desarrollada por Roslin Bio-Med Ltd.,
una empresa montada por el Instituto Roslin de Edimburgo. Como parte del
acuerdo, Geron se comprometió a invertir 20 millones de dólares en la
investigación del Roslin. El 19 de enero de 2000 Geron anunció la obtención de
dos patentes por parte de la Oficina de Patentes del Reino Unido, 39[39] lo que hizo
subir sus acciones un 30%. Las patentes son:
Por otro lado, la Oficina de Patentes de los EEUU ha aceptado a trámite una
solicitud de patente de Geron, pero advirtiéndole que no admitirá la patente
sobre embriones humanos.
Advanced Cell Technologies (Worcerster, MA), tiene la licencia sobre la única otra
patente de tecnología de transferencia nuclear (US 5,945,577), que se concedió
inicialmente a la Universidad de Massachusetts en agosto de 1999. La patente
cubre clones de mamíferos no humanos producidos a partir de células somáticas
que estén en fases diferentes a la quiescencia.
39[39] Véase comentario de V. Glaser (2000): “Geron issued UK Dolly patent”, Nature Biotechnology 18: 256-
257.
Algunos críticos (como Jeremy Rifkin) han señalado que, dado el bajo estatuto
jurídico de los embriones, podría darse el caso de que se pudieran patentar
embriones o fetos humanos hasta su nacimiento, cosa harto discutible con las
mismas leyes de patentes en las manos.
a. Terapias celulares
b. Clonación reproductiva
c. Manipulación genética: se podrían generar ratones mutantes, incluso en
homozigosis, en una sola generación, sin pasar por la generación
intermedia de quimeras. Ello permitiría analizar las funciones complejas
que dependen de varios genes.
d. Combinación de b) y c) para producir individuos clónicos transgénicos.
Si este protocolo funciona en ratones, no está lejano el día en que sean factibles
técnicamente todas esas alternativas en humanos, sobre todo ahora que contamos
con cultivos de células madre embrionarias de nuestra especie.
Dolly no es una copia idéntica de la “madre” que donó el núcleo (no se olvide que el
óvulo contiene ese pequeño ADN de la mitocondria). Aunque ambas comparten el
mismo ADN nuclear, las instrucciones genéticas de Dolly no experimentaron
exactamente el mismo tipo y combinación de estímulos que los de su "madre
nuclear". Esto se debe a los fenómenos de epigénesis, complejas series de
interacciones entre los genes y el entorno, y aquí entendemos por entorno desde los
factores presentes en el citoplasma del óvulo, pasando por los procesos de formación
del embrión/feto, a su vez sometidos al peculiar ambiente uterino, y alcanzando a la
vida extrauterina (estímulos al nacer, periodo de lactancia, relaciones con la madre,
interacciones "sociales" con otros individuos de la especie, etc). En resumidas
40[1] T. Wakayama, I. Rodríguez, A.C.F. Perry, R. Yanagimachi, P. Mombaerts (1999): “Mice cloned from
embryonic stem cells”, Proceedings of the National Academy of Sciences 96: 14984-14989.
cuentas, el ADN no contiene un programa unívoco de instrucciones, sino que es
flexible, y la expresión genética en cada individuo queda matizada por multitud de
factores, quedando “abierta” con una finalidad adaptativa clara.
Como suele ocurrir con muchos avances científicos de vanguardia, aquí puede que
también se hayan exagerado las posibles derivaciones prácticas inmediatas, aunque
no cabe duda que a medio y largo plazo, cuando la técnica se vaya perfeccionando,
podría encontrar numerosos campos de aplicación. (Dejamos aparte el ámbito de la
biología fundamental, que tendrá que "hincar el diente" en los fascinantes
interrogantes básicos abiertos, sobre todo relativos al ciclo celular y al control de la
diferenciación).
Uno de los objetivos buscados por el grupo de Wilmut (en alianza con una empresa)
es unir la técnica de la clonación con la de Ingeniería genética de mamíferos con
objeto de producir medicamentos o sustancias útiles comercialmente. La idea es que
una vez que se haya obtenido un animal transgénico interesante (por ejemplo,
ovejas o vacas que en su leche secretan sustancias terapéuticas determinadas por un
gen introducido previamente), ese individuo serviría de "molde" para generar varios
ejemplares clónicos.
41[2] Parte del movimiento ecologista se muestra contrario a estos planteamientos. Por ejemplo, J.
Riechmann (1999): “Sobre la clonación humana”, Claves de Razón Práctica 89: 66-71 recurre a argumentos en
contra de la “cosificación” y “mercantilización” de la vida.
Como es sabido, cuando una técnica se pone a punto en un animal doméstico o de
laboratorio, sólo es cuestión de tiempo y dinero el que pueda ser aplicada a
humanos. Esta perspectiva es la que, obviamente, ha despertado esa mezcla de
fascinación, ansiedad y temor en la opinión pública. El ciudadano actual percibe los
adelantos científicos con cierta ambivalencia: si bien reconoce como positivos el
avance del conocimiento y del bienestar, es igualmente consciente de que pueden
acarrear problemas ambientales, y amenazar valores y creencias importantes para la
cohesión social. El mito de Frankestein no es más que la plasmación simbólica del
temor a que nuestras creaciones tecnológicas nos sobrepasen y nos dominen, una
idea sistematizada por las recientes aportaciones de la filosofía y sociología de la
ciencia y la tecnología.
42[3] Este epígrafe es una reeleboración de parte de E. Iáñez (1999): “Retos éticos ante la nueva eugenesia”,
en La eugenesia, hoy (C.M. Romeo Casabona, ed.), Cátedra Interuniversitaria Derecho y Genoma Humano y
Ediciones Comares, Bilbao-Granada, pp. 197-221.
43[4] Véase el capítulo “Uso y abuso de la clonación”, de libro de D. Soutullo (1998): De Darwin al ADN.
Ensayos sobre las implicaciones sociales de la biología, Talasa Ediciones, Madrid.
genotipo aleatorio totalmente nuevo, del que nadie sabe nada a priori, al clónico se
le impone un genotipo ya experimentado anteriormente por otra persona. La clave
de la crítica estriba en que esto crearía una situación asimétrica del clónico respecto
del original: el clónico tendrá encima la “losa” de saberse fruto de diseño de otras
personas, y su autopercepción se resentiría por ello. Todo el proceso de su
autodescubrimiento y sus relaciones con los demás quedarán marcados
indeleblemente. Una vez más: no se trata de determinismo genético, sino de la
intromisión de un conocimiento perturbador en lo más central de lo que constituye la
búsqueda que cada individuo hace de su propia personalidad. Cada uno de nosotros
responde a la pregunta “¿Quién soy yo?” partiendo de un genotipo nuevo (con sus
potencialidades desconocidas para todos) y del secreto. Pero el clónico tiene un
genotipo ya vivido (no original), y tenderá a creer que sabe demasiado de sus
propios límites y posibilidades: este mero conocimiento puede ser profundamente
condicionador de su personalidad. ¿Dónde quedaría la aventura de sentirse único e
irse descubriendo a sí mismo? Por estas razones, y al igual a lo que se ha propuesto
para los avances en las técnicas de sondeo de propensiones genéticas, la bioética y
el bioderecho están articulando y reclamando la proclamación de un “derecho a ser
fruto del azar” y de un “derecho a la ignorancia”, a no saber (o creer saber)
demasiado de uno mismo por adelantado.
44[5] Por ejemplo, Axel Kahn (1997): “Clone mammals… clone man?”, Nature 386: 119; con razonamientos
parecidos, S.A. Newman (1997): “Cloning our way to the “next level”, Nature Biotechnology 15: 488.
45[6] Comité de Expertos sobre Bioética y Clonación (1999): Informe sobre clonación. En las fronteras de la
vida. Instituto de Bioética, Fundación Ciencias de la Salud, Madrid. Véase pp. 243-245, y las recomendaciones
finales “Sobre el estatuto ético de la clonación”, pp. 255-261. También: D. Gracia (1998): “Epílogo. A modo de
conclusiones” en En las fronteras de la vida: ciencia y ética de la clonación, Editorial Doce Calles y Fundación
Ciencias de la Salud, Madrid, pp. 164-169.
Adicionalmente, la clonación plantea otro problema, el de privar al individuo clónico
del derecho a una filiación capaz, como dice Savater, 46[7] de “inscribirlo en el orden
simbólico del doble origen masculino y femenino”, tan importante en el desarrollo
psicológico del individuo.
Para los expertos que asesoraban al Gobierno alemán en relación a la clonación, ésta
plantea problemas éticos novedosos que afectan a la ordenación básica de la vida y
a la dignidad del ser humano. Habría que establecer de novo diques éticos derivados
de fundamentos morales y jurídicos, debido a que hasta ahora, la propia Naturaleza
imponía sus propios límites fácticos a ciertas intervenciones humanas.
Sin embargo, muchos expertos anglosajones van por otros derroteros. Para John
Harris (que sigue en parte las ideas de Ronald Dworkin en el sentido de que la
constitución de EEUU es base suficiente para proteger la libertad de los individuos en
la elección de sus opciones reproductivas) existe un derecho de los individuos,
amparable legalmente, a reproducirse con los genes que cada uno elija, y con los
medios (incluida la clonación) que reflejen la idea de cada cual sobre la clase de
personas que deberían venir al mundo, aunque esto suponga pagar el precio de que
tengamos que soportar cierto grado de ofensa social por contemplar elecciones con
las que no estamos de acuerdo. El presidente de la Comisión Asesora de Bioética de
los EE.UU. confirma esta idea,47[8] que se refleja en el modo como se trató la
cuestión de la clonación reproductiva en el correspondiente informe elevado al
Gobierno48[9]. De este documento parece deducirse que, suponiendo que se
46[7] F. Savater (1998): “Lo moral y lo legal”, El País, martes 17 de febrero, p. 11.
47[8] H. Shapiro (1998): “Sistemas éticos y políticas públicas: la clonación de seres humanos. Un ejercicio de
noventa días sobre la ética práctica y profesional”, en En las fronteras de la vida: ciencia y ética de la
clonación, Fundación Ciencias de la Salud y Editorial Doce Calles, Madrid, pp. 114-130.
48[9] Véase el resumen del propio H. Shapiro (1997): “Ethical and policy issues of human cloning”, Science
277: 195-196.
resuelven los temas de seguridad de la técnica, y si no se demuestra que el niño
clonado vaya a sufrir daños físicos o psíquicos, la Carta Magna norteamericana y sus
Enmiendas podrían amparar la clonación. 49[10] De alguna manera, se reconoce que
los supuestos o posibles problemas éticos y sociales no serían justificación suficiente
para que el Estado se inmiscuyera en el área de libertad e intimidad reproductiva.
Estamos ante un punto clave de las discrepancias con otras propuestas, que
precisamente se centran en las “ofensas sociales y éticas”, que reflejan la
complejidad de dimensiones simbólicas y culturales que contribuyen al bien común, y
que no se pueden obviar precipitadamente. La misma reflexión jurídica europea
incorpora, de una u otra forma, diversos mecanismos de compensación a la
autonomía, basados en otros clásicos principios bioéticos, como no-maleficencia y
justicia. En este sentido, desde siempre se ha se reconocido el interés y la necesidad
de la comunidad política de configurar de alguna forma la estructura familiar 50[11]. De
todos modos, hay que reconocer que la argumentación sobre supuestos daños a las
ideas sobre familia y sociedad51[12] no terminan de funcionar, al menos desde el
punto de vista de cierta filosofía jurídica, ya que conceden supuestos “derechos de
intangibilidad” a meras figuras jurídicas, no a personas. Insistir demasiado en este
punto sin aportar razones convincentes puede enmascarar en algunos casos una
simple estrategia conservadora al servicio de ciertas ideas, históricamente
condicionadas, sobre un tipo de familia y de sociedad, y al servicio de ciertos
intereses de grupo o clase.52[13] Quizá debamos buscar razones al menos
prudenciales en los intereses y derechos del niño, que llegado el caso deberían
predominar sobre la libertad reproductiva paterna.
50[11] Para una impugnación ética de la absolutización de la autonomía en cuestiones reproductivas, véase J.
Gafo (1988): “Valoración ética de la procreación humana asistida. Examen crítico de la Donum Vitae”, en
Procreación humana asistida: aspectos técnicos, éticos y legales, colección Dilemas éticos de la Medicina
actual, nº 11, J. Gafo (ed.), Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas, Madrid, pp. 187-193. Un
ejemplo de informe negativo sobre la clonación, con abundantes argumentos de tipo ético, social y psicológico:
A. Eser, W. Frühwald, L. Honnefelder, H. Markl, J. Reiter, W. Tanner, E.-L. Winnacker (1998): “La clonación
humana. Fundamentos biológicos y valoración ético-jurídica”, Revista de Derecho y Genoma Humano 9: 91-110.
En este ensayo se da mucha importancia a los derechos del niño.
51[12] Un autor que usa profusamente este tipo de argumentos es R. Andorno (1998): Bioética y dignidad de la
persona, Tecnos, Madrid.
52[13] Cfr. C. Lema Añón(1999): Reproducción, poder y derecho. Ensayo filosófico-jurídico sobre las técnicas
de reproducción asistida. Trotta, Madrid, especialmente pp. 244-246
sistemas legales. La ley puede ser la expresión de un mínimo común denominador
moral que garantice la paz social y los derechos individuales. Pero el objetivo de la
ética va más allá, proponiendo e invitando a la “autorrealización personal y
colectiva”, en una búsqueda de lo mejor. Los argumentos esgrimidos más arriba
contra la clonación reproductiva y la eugenesia positiva, tomados por separado,
quizá no tienen fuerza suficiente para justificar su prohibición absoluta, y
conjuntamente suponen argumentos razonables para actuar con extremada
prudencia, aunque quizá no para impedirlas en un futuro, sobre todo cuando puedan
presentar alguna justificación terapéutica. Queda por delante la tarea más fascinante
y enriquecedora: reflexionar individual y colectivamente, formar el sentido de la
responsabilidad, ejercer una crítica adulta de los valores sociales dominantes, y
buscar la manera de promover los valores auténticamente humanizantes. 53[14]
Para Bayertz, la autonomía de los padres incluye la libertad de decidir el número de
hijos que desean tener por medio de medidas contraceptivas o “proceptivas”
(mediante técnicas de fertilización asistida), pero no se puede prolongar en el
sentido de realizar manipulaciones genéticas o reproductivas a voluntad con el
propósito de configurar su dotación genética (modificación genética no terapéutica y
clonación). Hay que proclamar, pues, el derecho a desarrollar la biografía vital
partiendo de un genoma no manipulado ni que sea copia del genoma de otra
persona anterior, viva o muerta. La razón es que estas manipulaciones atentarían al
derecho del nuevo ser a no ser producto del diseño de otras personas, a no venir
“prejuzgado”, a no ser fruto de un plan o ideal de vida que otros (aunque sean sus
padres) le imponen desde fuera, y que con ello crean unas expectativas que coartan
radicalmente la posibilidad de autodescubrimiento, y por lo tanto, atentan a su
libertad.54[15] De otra manera, se crearía una ilícita asimetría, por la que la
autodeterminación de los padres entraría en radical colisión con derechos
inalienables del hijo, que quedaría de esta forma “instrumentalizado”, convertido en
un objeto sometido a la voluntad de otros. La única manipulación moralmente válida
sería la destinada a curar o prevenir una enfermedad en el individuo en cuestión, lo
que incluiría la terapia génica germinal en el caso de que su puesta en práctica no
supusiera el sacrificio de vidas humanas inocentes mientras se pone a punto la
técnica.
54[15] Bayertz, op. cit., pp. 307-311. Aunque las ideas de Bayertz guardan similitud con las de Jonas, surgen
desde un planteamiento no metafísico, a partir de una ética laica subjetivista que busca su apoyo en las éticas
discursivas de Habermas y de Apel.
borrándose la idea de que éstos pueden ser creados o manipulados. De hecho, la
expulsión del deseo de la consideración jurídico-política lo que hace es remitirlo a la
esfera del mercado. Y estamos asistiendo al fenómeno de cómo traer hijos al mundo
entra decididamente en las fuerzas mercantiles, con las técnicas en el papel de
creadoras de nuevos deseos a la hora de configurar la descendencia, y con el
Derecho como garante de los llamados “derechos reproductivos” (asociados ya no a
la fundación de una familia, sino como prerrogativas individuales). No es extraño,
pues, que en este marco, el Derecho no pueda establecer límites a los deseos
individuales, ni ubicarlos en referencia a bienes colectivos. Lo más que puede hacer
es justificar a posteriori unos supuestos “deseos racionales” recurriendo a alguna
variante de psicología o sociología empíricas, que a su vez no entran en la crítica del
deseo ni de las condiciones sociales y culturales de las que éste surge. 55[16]
Igualmente, Beck ha señalado cómo diversos intereses sociales y económicos se
sirven de las apelaciones a la “libre voluntad” para triunfar. Dicha libre voluntad
alteraría las relaciones entre instituciones, valores sociales y tecnologías,
transformándolas en una circunstancia privada. 56[17]
Art. 1: “Se prohibe cualquier intervención que tenga por objeto crear un ser
humano genéticamente idéntico a otro, ya sea vivo o muerto”.
55[16] C. Lema Añón (1999): Reproducción, poder y derecho. Ensayo filosófico-jurídico sobre las técnicas de
reproducción asistida. Trotta, Madrid, especialmente pp. 315-329.
56[17] U. Beck (1998): Políticas ecológicas en la edad del riesgo. Antídotos. La irresponsabilidad organizada,
El Roure Editorial, Esplugues de Llobregat, (Barcelona), pp. 54-58
3. “Urge a todos los Estados Miembros a que prohíban la clonación de seres
humanos en todos los estadios de desarrollo, independientemente del método
utilizado…”
4. POSICIONES DE CIENTÍFICOS
Una de los dilemas se plantea a la hora de decidir qué hacer con los
embriones congelados. "Se pueden donar a otra pareja, pero esto no es tan
fácil porque los padres consideran que son sus hijos. Otra opción es
destruirlos o donarlos para la investigación. Esto último lo admito pero no
concuerdo con fabricar embriones con el único fin de obtener células
madre", enfatizó el profesional.
"Existe otra opción más sencilla desde el punto de vista moral que es
congelar tus propias células madre del cordón umbilical. Este
procedimiento es aceptado en Argentina, pero curiosamente en España es
ilegal", concluyó el médico.
"El problema nace cuando uno se plantea qué es esto (el embrión clonado): ¿Es una
vida? Hay quienes dicen que la vida empieza en la concepción, y el argumento de la
otra parte es que no hubo concepción porque solo hubo células somáticas, células
del cuerpo. La discusión bioética comienza en el momento en que se plantea desde
cuándo consideramos esto vida, individuo o potencial individuo", dice.
Paola Leone, quien no se ha planteado de qué lado está porque dice no tener
interés; sin embargo, sostiene que científicamente se pregunta para qué clonar
individuos, si hasta el argumento de que puede ayudar a solucionar el problema de
fecundidad de ciertas parejas es inválido, porque hay muchos niños abandonados o
en la calle.
"Es terrible la historia de la persona que está en una lista de espera para hacerse un
transplante, digamos, de córnea, y que, cuando por fin consigue un donador más o
menos similar, se hace el transplante y encuentra un rechazo. Si este avance puede
ayudar a minimizar un problema de salud me parece estupendo", considera.
Que los límites sean esos", sostiene, porque cree que la información puede ser mal
utilizada. Por eso considera importante que todas las personas, estén o no implicadas
en algún tema de ciencia, opinen y generen comités de discusión de bioética en los
cuales se definan las restricciones.
"Si la clonación puede evitar que una persona tenga un problema o una enfermedad
por el implante de un órgano o si se puede aminorar el dolor de alguien, es un
avance muy interesante, pero siempre y cuando solo se llegue a la formación de
órganos y tejidos", insiste.
Para los que no están familiarizados con la clonación podemos decir brevemente que
consiste en tomar un núcleo de una célula de cualquier parte del cuerpo de un adulto
(que tiene todo el patrimonio genético de un ser humano) y ponerla dentro de un
óvulo materno al que se le ha sacado el núcleo, es así que el núcleo de la célula
madura “ordenara” a la célula primitiva la formación de un embrión, y este será
depositado en el útero de la madre. Esto se logro ya con la noticia dada en la revista
“Nature” del nacimiento de la oveja “Dolly” llevado a cabo por científicos escoceses
en 1997. La clonación tiene muchos partidarios que en forma irresponsable la
apoyan sin medir las consecuencias y van desde los frívolos que quieren “ver” a
gente famosa vivir de nuevo hasta los que creen que clonando embriones humanos
podemos sacarles células estaminales u órganos para salvar a otros seres humanos
(con la inevitable muerte del embrión). Pero aun los partidarios de la clonación no
acaban de entender que aun con la tecnología necesaria (que no existe aun) si
clonásemos seres humanos, estos tendrían todos los derechos como los demás seres
humanos por lo que deberían tener total independencia de sus promotores cosa que
contradice el sentido de su creación pues fueron hechos para un fin.
El problema con los Raelianos va mas allá de que sean mentirosos o no (ya que
probablemente lo son), y que manipulen la verdad sobre la clonación ya que ellos no
pasan de ser una pseudo secta desconocida que busca llamar la atención (entre
otras cosas dicen que la vida a la tierra llego por extraterrestres que se entrevistaron
ya con el fundador y están interesados en promover la clonación como parte de su
culto). El peligro esta en que con estas noticias y sensacionalismo, revive el debate
en favor de la clonación. Una de las principales razones científicas por las que no se
debe clonar un ser humano como lo ha certificado la Academia de Ciencias
Americana el año pasado es que con la tecnología actual se necesitarían cientos de
intentos antes de tener éxito con la consecuente muerte de todos los embriones
humanos usados, por poner un ejemplo para clonar a la oveja “Dolly” se necesitaron
mas de 270 intentos. En el caso de seres humanos son el número de vidas inocentes
que se perderían experimentando contra la dignidad y la vida de los mismos. El
presidente de Estados Unidos George Bush ya se ha pronunciado en contra de este
tipo de investigaciones por ser inmorales y motivadas por intereses de la empresa
privada.
El congreso norteamericano por mayoría aprobó en Agosto del 2002 un proyecto de
ley por el cual se prohíbe la clonación humana de cualquier tipo, pero no ha sido
ratificado aun por el senado. La mayoría de países europeos ya se pronunciaron en
contra de la clonación hace tiempo. Afortunadamente el 78% de los americanos hoy
en día se oponen a la clonación de acuerdo a una encuesta de la cadena CNN, pero
todos estos anuncios de progreso en la clonación, mentiras y propaganda a favor,
podría hacer fácilmente cambiar de opinión a la gente.
El Papa Juan Pablo II dijo al respecto del anuncio del primer bebe clonado que esto
era evidencia de: “una mentalidad brutal y falta total de humanidad y ética”.
No es sorpresa ya para nosotros esta triste realidad ya que desde hace mucho
tiempo, numerosos científicos y "pseudo-científicos" han influido en que el Instituto
Nacional de Salud (NIH) considere a los embriones humanos como "tejido" y no
personas. No importa que el presidente Bush halla declarado la clonación humana
"inmoral;" y que en el congreso americano haya pasado una ley para prohibirla; los
propulsores de la cultura de muerte nunca descansan y ahora están buscando
confundir al público enfatizando el errado concepto de que los embriones humanos
no son personas y por lo tanto no hay problema en clonarlos y destruirlos para
obtener células estaminales para la investigación médica de "posibles" y
"promisorios" nuevos tratamientos médicos.
Por mucho tiempo la iglesia católica así como la medicina, ha promulgado que la vida
empieza desde el momento de la concepción (unión del óvulo y espermatozoide) por
ello el embrión humano formado, tiene todos los derechos ya que es un nuevo
individuo que sólo espera crecer y desarrollarse. Es erróneo pensar que este embrión
"es un ser humano en potencia" o "será un ser humano en el futuro". Éstas son las
excusas de algunos científicos para poder experimentar y destruir el embrión
humano sin remordimientos.
Introducción
Este plan fue tachado una locura, imposible de lograr y visualizado como una
esperanza inalcanzable, pero que con el tiempo fue asimilado y aceptado
mundialmente colocándose hoy día como uno de los más grandes logros en la
historia de las ciencias naturales y específicamente, de la genética.
Si bien todos parecen estar de acuerdo en que el impacto del Proyecto del Genoma
Humano se sentirá a través de todos los grupos de enfermedades, sigue sin
respuesta la pregunta ¿qué significan los descubrimientos genéticos del Proyecto del
Genoma Humano para la prevención de enfermedades y la buena salud?
El proyecto del genoma humano será recordado como uno de los avances médicos
más dramáticos de todos los tiempos, y será la base para una nueva era en la
medicina. Los próximos pasos incluyen una integración de la genética a todos los
aspectos de la política de salud pública mediante la aplicación de las investigaciones
médicas, el desarrollo de políticas sólidas para el uso apropiado de la información
genética, y una garantía de acceso a la información genética de calidad. Nuestro
desafío es el uso seguro y efectivo de la información genética para prevenir
enfermedades y mejorar la salud de los ciudadanos en el Siglo XXI.
Genoma humano
En otras palabras, es el código que hace que seamos como somos únicos e
irrepetibles. Un gen es la unidad física, funcional y fundamental de la herencia. Es
una secuencia de nucleótidos ordenada y ubicada en una posición especial de un
cromosoma. Un gen contiene el código específico de un producto funcional.
Los rápidos avances tecnológicos han acelerado los tiempos esperándose que se
termine la investigación completa en el 2003. Cuando faltan sólo dos años (2.003)
para el cincuentenario del descubrimiento de la estructura de la doble hélice por
parte de Watson & Crick (1953), se ha logrado obtener el mapa casi completo del
mismo.
El Proyecto HUGO se propuso como meta disponer de los mapas genético y físico en
el año 2003. Sin embargo, los progresos registrados han superado ampliamente las
expectativas, con la incorporación de la informática y de nueva biotecnología,
llegando a obtenerse el mapa genético completo ya en 1994 y el mapa físico en
1997. Actualmente se trabaja en la ubicación de marcadores espaciados cada
100.000 bases y se ha iniciado la secuenciación a gran escala. El cumplimiento de
este hito ha sido anunciado en junio de 2000 por el Presidente de Estados Unidos y
el Primer Ministro de Gran Bretaña. Según señala el Centro de Investigación sobre el
Genoma Humano, de Estados Unidos,
(http://www.ornl.gov/TechResources/Human_Genome/home.html) la secuencia total
del genoma humano y sus variantes naturales estará disponible en el 2003, con un
99,9% de confiabilidad.
Este proyecto ha suscitado análisis éticos, legales, sociales y humanos que han ido
más allá de la investigación científica propiamente dicha. (Declaración sobre Dignidad
y Genoma Humanos, UNESCO).
- Adenina (A)
- Timina (T)
- Citosina (C)
- Guanina (G)
Las dos cadenas de DNA son mantenidas juntas por uniones entre bases que forman
los pares de bases. El tamaño del genoma es usualmente basado en el total de pares
de bases. La especie humana, contiene aproximadamente tres billones de pares de
bases.
Cada vez que la célula se divide en células hijas, el genoma total se duplica; en el
caso del genoma humano esta duplicación tiene lugar en el núcleo celular. Durante
la división, el DNA se desenrolla y rompe las uniones entre pares de bases
permitiendo a las cadenas separarse. Cada cadena hace la síntesis de una nueva
cadena complementaria con nucleótidos libres que coinciden con sus bases
complementarias de cada cadena separada.
Existe una forma estricta de unión de bases, así se forman pares de adenina - timina
(AT) y citosina - guanina (CG). Cada célula hija recibe una cadena vieja y una nueva.
Cada molécula de DNA contiene muchos genes, la base física y funcional de la
herencia. Un gen es una secuencia específica de nucleótidos base, los cuales llevan
la información requerida para la construcción de proteínas que proveerán de los
componentes estructurales a las células y tejidos como también a las enzimas para
una esencial reacción bioquímica.
Sólo el 10% del genoma incluye la secuencia de codificación proteica de los genes.
Entremezcladas con muchos genes hay secuencias sin función de codificación, de
función desconocida hasta el momento.
Otros cambios son tan sutiles que sólo pueden ser detectados por análisis molecular,
se llaman mutaciones. Muchas mutaciones están involucradas en enfermedades
como la fibrosis quística, anemias de células falciformes, predisposiciones a ciertos
cánceres, o a enfermedades psiquiátricas mayores, entre otras.
Hoy el mapa del genoma está casi completado. Se abre también el camino para la
manipulación genética, motivo por el cual se han dictado documentos tendientes a
acotar ese aspecto. La empresa privada Celera Genomics de Rockville (EE.UU.), es la
que lidera los procesos. La investigación duró diez años y sus costos estuvieron cerca
de 2.000 millones de dólares.
El conocimiento del genoma permitirá que se creen nuevas drogas terapéuticas que
desplazarán a las anteriores en la medida que los presupuestos permitan comprarlas.
De este modo se podrá polarizar la industria farmacéutica. Las nuevas drogas
prometen tener menores efectos colaterales que las actuales.
Hasta ahora, el médico ha tenido muy clara su tarea: devolver al paciente al estado
natural de salud. Pero cuando pueda manipular el genoma humano, ¿resistirá la
tentación de mejorar el modelo?
La utilidad génica incluye el uso de terapia genética para suplir características como
la talla que un padre podría querer en sus hijos, pero que no significa la prevención
de una enfermedad, sino la búsqueda de un ser perfecto acorde a un ideal.
Si esto se vuelve una práctica común, ¿cómo podría afectar la diversidad genética?
Finalmente, ¿qué consecuencias sociales, morales, éticas, y religiosas traería a la
humanidad?
La equidad en el uso de las tecnologías génicas, plantea ¿quién tendrá acceso a las
mismas y quién pagará por su uso?
En 1992, Craig Venter, investigador del NHI (National Health Institute) solicitó
patentes por 2.750 fragmentos de ADN. El original pedido de patentes fue rechazado
por no cumplir con los requisitos técnicos de éstas, ya que las funciones de dichos
fragmentos no estaban definidas todavía, al menos públicamente. Sin embargo, el
hecho desencadenó la furia de patentamientos similares. Actualmente Venter y su
socio Hunkapiller, experto en bioinformática, trabajan en Celera Genomics y su meta
es descifrar el genoma en su totalidad en el 2001.
Todo ello mediante la terapia génica, que tiene cuatro acepciones: la somática
(tratamiento de las células enfermas), la germinal (para evitar la transmisión
hereditaria de enfermedades), la perfectiva (manipula los genes para mejorar ciertas
características) y la eugénica (que busca mejorar cualidades complejas del individuo,
tales como la inteligencia). Además, la ingeniería genética permite la creación de
productos transgénicos, por modificación del ADN de organismos de diferentes
especies (soldando partes de cada uno) que dan origen a una molécula
recombinante que luego logra multiplicarse.
Una nueva generación de vacunas: bacterias o virus con un gen activo extirpado,
que permite producir reacciones moderadas de inmunidad. Ya ha salido al
mercado una para la hepatitis B y se trabaja en vacunas para la malaria,
encefalitis y, por supuesto, SIDA.
Fármacos obtenidos de manipulación genética, tales como la insulina, la hormona
del crecimiento y el Interferón.
Desarrollo en el campo de la neurobiología molecular de los neurotransmisores,
para posible uso en enfermedades psíquicas.
Obtención de activadores tisulares, tales como el t-PA ("tissue Plasmigen
Activator") activador de los plasmígenos que puede ayudar en la evolución del
infarto.
Los anticuerpos monoclonados, además de su uso en diagnóstico, pueden ser
usados en enfermedades infecciosas, al poder ser dirigidos a zonas específicas del
organismo.
Durante mucho tiempo las empresas no parecieron mostrar interés por la genómica,
hasta que en 1991 Craig Venter (entonces perteneciente a los NIH) presentó un
método para aislar secuencias génicas, y empezó a pedir las polémicas patentes
sobre fragmentos de ADNc. En tres o cuatro años el panorama ha cambiado
radicalmente. La industria ha obligado a muchas empresas biotecnológicas de
primera generación a transformarse o morir, y ha animado a las multinacionales a
apostar fuerte.
Empresas genómicas
Las empresas genómicas se pueden clasificar en tres tipos: las que se dedican sobre
todo a cartografía y secuenciación, las que hacen clonación posicional, y las que
hacen genómica funcional, aprovechando los datos genómicos (a menudo comprados
a las primeras) para buscar nuevos medicamentos.
Buscan genes de interés haciendo clonación posicional (para lo que deben estudiar
marcadores en familias con miembros afectados de alguna enfermedad).
Darwin Molecular como está en Seattle, Bill Gates (Microsoft) le dio un buen
empujón financiero. Usa no sólo genómica, sino química combinatoria para
desarrollar nuevos medicamentos.
Merck: su programa genómico está dirigido por Thomas Caskey (otro de los
pioneros procedentes de la universidad).
Pharmacia & Upjohn: posee un acuerdo con Incyte, que le permite acceder a
sus mapas y bases de datos.
Desde el mismo inicio del Proyecto Genoma Humano (PGH) los científicos plantearon
la conveniencia de emprender, en paralelo a la parte técnica del proyecto, estudios y
debates interdisciplinarios sobre los posibles impactos éticos, sociales y legales
derivados de la avalancha de datos genéticos.
Entre 1990 y 1995 los estudios ELSI financiados por el PGH gubernamental
norteamericano presupuestaron US$ 26 millones. Por otro lado el programa ELSI
cuenta con un grupo asesor (Task Force) que realiza sus propios informes.
Últimamente está habiendo un debate sobre si ese organismo ELSI debe dedicarse
sólo a apoyar estudios académicos, o si debe implicarse más en sugerir iniciativas
políticas.
Esta ha sido una iniciativa sin precedentes por parte de la comunidad científica: por
primera vez un gran proyecto tecnocientífico cuenta entre sus objetivos el analizar
las cuestiones y dilemas sociales que una nueva tecnología puede desencadenar, con
amplia participación de filósofos, abogados, responsables sociales, religiosos, etc. En
el fondo está la preocupación social sobre el uso / abuso de los datos genéticos. La
discriminación de individuos o poblaciones en sus derechos fundamentales, sobre
todo en una sociedad que se fuera impregnando de ideas sobre el determinismo
genético de cualidades humanas (algo insostenible científicamente, pero que tiende
demasiado a menudo a ser susceptible de manipulación política destinada a justificar
posibles discriminaciones e injusticias).
La intimidad genética
La información de datos genéticos personales a terceras personas o a entidades
(empresas, compañías de seguros, etc.) podría suponer un grave atentado a la
intimidad y poner en peligro expectativas de la persona afectada, creando delicadas
decisiones en diversos ámbitos (familiar, educativo, de salud, laboral, de seguros,
etc.). Hoeffel, ha citado: “Imagínense una sociedad en la que las autoridades
tuvieran archivadas muestras de tejidos y fluidos de toda la comunidad, y un banco
de datos del perfil de ADN de cada persona. Imagínense entonces que, no sólo los
agentes del orden, sino también las compañías de seguros, empleadores, escuelas,
agencias de adopción y muchas otras organizaciones, pudieran tener acceso a esos
archivos de acuerdo con su “necesidad de conocer datos” o acreditando que dicho
acceso se realiza “en interés público”.
La mayor parte de los especialistas reconocen que habrá que legislar específicamente
para evitar el uso de datos genéticos por parte de empresas y agencias
gubernamentales, sobre todo a la vista del peligro de difusión por métodos
electrónicos. La adquisición de datos genéticos fuera del contexto familiar puede
llevar a la estigmatización y discriminación de los individuos por motivos biológicos.
Una cuestión clave aquí se centra en el equilibrio entre el derecho individual a la
intimidad genética y el derecho de la sociedad a evitar daños a terceros: ¿cómo
identificar la información genética que debería ser confidencial de aquella que
debería ser divulgada para evitar amenazas a la salud o a la integridad de terceras
personas o de la población en general?
Según la OTA, el análisis genético (sondeo, test o prueba genética) se define como el
uso de ensayos específicos para determinar el estado genético de individuos de los
que se sospecha que tienen gran riesgo de una determinada condición genética. En
cambio, el cribado genético (screening) alude al mismo tipo de pruebas, pero
referidas a una población o colectivo que se supone tiene alto riesgo de padecer y/o
transmitir una afección genética.
En EE.UU. existe una Ley de 1990 (“Americanos con Discapacidades”, ADA) que no
ha previsto su aplicación al ámbito de los seguros, dando, de hecho, libertad a las
compañías privadas para discriminar sobre la base de datos genéticos. Por ejemplo,
las compañías de seguros pueden rechazar la póliza a un portador sano basándose
en el 25% de probabilidad de que tenga un hijo afectado, y tampoco cubren
enfermedades que desarrollan tardíamente (como la corea de Huntington).
Por otro lado, si una empresa quiere obtener datos genéticos de un individuo que no
quiere acceder a esa información, ¿cómo se garantizaría el derecho a no conocer su
futuro? Este es uno de los aspectos más delicados en la actualidad.
El PGH nos acerca cada vez más a un nuevo tipo de práctica clínica, la que se ha
dado en llamar Medicina Genómica y Predictiva: seremos cada vez más capaces de
detectar anomalías genéticas, incluso antes de que se manifieste el fenotipo de la
enfermedad. Esto revolucionará el diagnóstico y el pronóstico, pero para la mayor
parte de las enfermedades seguiremos durante mucho tiempo sin disponer de
terapias eficaces.
Enfermedades y genes
Con la ayuda de las sondas genéticas, los médicos ya pueden rastrear el ADN en
busca de genes defectuosos, responsables de una infinidad de patologías.
Hemofilia
Alcoholismo
Corea de Huntington
Anemia falciforme
Mucoviscosidosis
Hipotiroidismo congénito
Afecta aproximadamente a unos 80 niños en Chile, provocando retraso mental
profundo si no es detectado antes de los seis meses.
En julio de 1991, biólogos británicos anunciaban que el sexo del embrión viene
determinado por la activación de un gen hallado en el cromosoma masculino Y.
Se caracteriza por una especie de ruptura de uno de los brazos del cromosoma X.
Miopatía de Duchenne
Atrofia muscular que aparece hacia los dos años de edad y desemboca en una
parálisis total.
Esquizofrenia
Ceguera y parálisis.
Aparece con una frecuencia de uno en 3000 en las poblaciones judías originarias
de Europa Central.
Deficiencia de ADA
El riesgo de que una embarazada tenga un hijo con una malformación genética en el
nacimiento es del cuatro por ciento.
Hidrocefalia
Microcefalia
Labio leporino
Ano imperfecto
Espina bífida
Defecto del tubo neural que consiste en una anomalía en el cierre de uno o más
vértebras.
Agrega Callahan: "Hay pocos métodos éticos que ayuden a dar respuesta a estas
preguntas. En gran parte, muchos de ellos están determinados más bien por la
experiencia, por las diferentes maneras en que la gente evalúa el mundo, su propia
experiencia y su propia sociedad. Si uno está cansado del progreso, y piensa que el
dinero es algo generalmente malo, y busca el bien social en lugar del beneficio
individual, si al final agrupa todos esos valores, probablemente será resistente a la
biotecnología. En cambio, se puede adoptar otro sistema de valores e impulsar la
biotecnología hacia adelante". En este sentido, Callahan plantea la necesidad de una
"política moral", para decidir sobre un cierto rango de actividades aceptables o
inaceptables, ya que muchos de estos temas no se pueden resolver por una simple
ecuación moral.
Implicaciones Éticas
Las cuestiones éticas relacionadas al proyecto del genoma pueden ser agrupadas en
dos categorías generales: la ingeniería genética y la información genética.
Ingeniería genética
La manipulación de las células somáticas altera a las células del cuerpo, lo cual
quiere decir que los cambios resultantes están limitados a un individuo. En
contraste, la manipulación de las líneas germinales altera a las células
reproductivas, lo cual quiere decir que los cambios son pasados a las
generaciones futuras. La ingeniería terapéutica ocurre cuando las intervenciones
genéticas son utilizadas para rectificar enfermedades o deficiencias. En contraste,
la ingeniería de mejoras trata de extender características o capacidades más allá
de los niveles normales.
La segunda categoría consiste en cuestiones éticas que tienen que ver con la
adquisición y el uso de información genética. Una vez definidas las bases
genéticas de las enfermedades y de otros caracteres fenotípicos, ¿cuáles
parámetros deben ser utilizados para la adquisición y uso de la información
genética? La cuestión principal a ser considerada aquí es el uso de chequeos
genéticos. Los chequeos para detectar enfermedades con el consentimiento del
paciente o de su representante legal son vistos generalmente como éticamente
permisibles. Sin embargo, hasta en estas circunstancias, este tipo de examen
puede crear retos éticos significativos. El conocimiento de que uno está o puede
estar afectado por una enfermedad seria puede crear situaciones difíciles tanto
para los pacientes como para sus familias. Considere, por ejemplo:
Por supuesto, desde un punto de vista legal, los padres tiene una amplia
discreción en las decisiones sobre la salud y el bienestar de sus hijos y esto, sin
duda, seguirá siendo el caso en los chequeos genéticos y en la ingeniería
genética, a medida que estos procedimientos se hagan más disponibles. Mientras
que esta amplia discreción está basada en el respeto a la autonomía de los
padres y en el deseo de tener una intrusión gubernamental mínima en la vida
familiar, debemos reconocer el potencial de conflicto entre las decisiones de los
padres y el bienestar de los hijos.
A pesar de que estas preguntas pueden parecer exageradas, es de notar que las
leyes actuales en muchos estados le permiten a los padres rechazar el chequeo
para la fenilquetonuria, a pesar de que esta decisión puede exponer al niño a una
enfermedad devastadora.
Principios bioéticos
El énfasis que debe darse al respeto por la integridad y la dignidad de las personas
es quizás lo más exigido en este tipo de investigaciones, que tienen que ver
directamente con una de las características más íntimas del ser humano, como lo es
su identidad personal determinada por una dotación genética única y que para
muchos es o debería ser irreproducible.
- Otro principio bioético de enorme significación es el de la autonomía, que
reconoce la condición racional del ser humano y, por lo tanto, su plena capacidad
de decidir respecto de su vida y su salud. El hombre es un sujeto moral en la
medida que es capaz de tomar decisiones con plena autonomía, sin limitaciones
físicas o psicológicas y basado en sus propios valores y creencias. Para poder
obrar con libertad debe disponer del conocimiento y entendimiento adecuados y
no estar sometido a coerción externa o interna.
Mecanismos regulatorios
Acuerdos internacionales
Desde la década de los 70 se han efectuado numerosas reuniones en el ámbito
internacional, tanto de entidades científicas como de organismos
intergubernamentales, que han llamado a definir marcos regulatorios, en el plano
científico propiamente tal, en el ámbito social y económico y desde una perspectiva
ética.
De manera muy resumida, podemos señalar que en su Artículo 1 establece que "el
genoma humano es la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la
familia humana y del reconocimiento de su dignidad y diversidad intrínsecas. En
sentido simbólico, el genoma humano es patrimonio de la humanidad". El Art. 2 se
refiere al respeto de la dignidad y respeto de las personas. Los Art. 3 y 4 aluden a las
condiciones naturales del genoma. Los Art. 5 al 9 se refieren pormenorizadamente a
los derechos de las personas, respetando los principios de protección igualitaria de la
especie humana, de inviolabilidad de las personas, de no-comercialización del cuerpo
humano, de la no-discriminación, de la confidencialidad y, muy latamente, el
consentimiento libre e informado. Los Art. 10 al 16 abordan los temas de las
investigaciones y el ejercicio de la actividad científica, reafirmando la libertad de
investigar, pero estableciendo un claro rechazo a prácticas como la clonación con
fines de reproducción de seres humanos y también mecanismos regulatorios y de
control que deben quedar a cargo de los Estados. Los Art. 17 al 21 contienen
consideraciones necesarias para la solidaridad y cooperación internacional en este
campo, así como recomendaciones para fomentar la aplicación de los principios
contenidos en la Declaración. Termina con los Art. 23 al 25, haciendo hincapié en la
necesaria colaboración de los Estados para la aplicación efectiva de la Declaración,
por medio de la educación, la formación y la información que permitan su
reconocimiento por parte de todos los involucrados. En este aspecto se destaca la
necesidad de fomentar los intercambios y las redes entre comités de ética
independientes, a medida que sean establecidos, para favorecer su plena
colaboración.
Solamente una visión ética y bioética que surja de la reflexión de los propios
científicos y que sea inducida progresivamente a todos sus pares utilizando los
mecanismos de difusión de conocimientos y autocontrol que les son propios
(Congresos, publicaciones, work shop, etc.) podrá permitir que se establezca un
campo de acción delimitado y respetado en esta materia.
PALABRAS FINALES
“Podemos tener una gran idea de lo que el hombre en su afán por conocer más de él
y del mundo que lo rodea, trata de hacer con este proyecto cuyo fin es el de crear
bienestar genético tanto en él mismo como en plantas y animales, y que al ser
analizado desde diferentes puntos de vista, conlleva a una gran polémica, por el
hecho de si estará bien o no lo que se trata de hacer o se está haciendo.
Según el ex-presidente de los EE.UU. Bill Clinton “este acuerdo sobre la información
del genoma humano afirma, de la forma más estricta posible, que nuestro genoma,
el libro donde está escrita toda la vida, pertenece a cada miembro de la raza
humana. El proyecto genoma humano, fundado por Estados Unidos y el Reino Unido,
requiere de la concesión de sus beneficiarios para hacer que las secuencias que ellos
descubren sean accesibles para todo el público en 24 horas. Invitó a otras naciones,
a científicos y otras sociedades, a que adopten esta política y honren este espíritu”.
CONCLUSIÓN
Una breve y rotunda conclusión que se puede obtener de todo lo expuesto es que la
biotecnología y la ingeniería genética -que incluye la manipulación genética - están al
servicio de la humanidad y no podemos quedar ajenos a sus beneficios, pero
tampoco podemos soslayar el riesgo que suponen para las personas en su dignidad
humana y para el medio ambiente. Y éste es un imperativo ético.
BIBLIOGRAFÍA
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20.http://www.arp-sapc.org/articulos/celulasmadre.html
21.http://www.hoy.com.ec/suplemen/blan165/byn.htm
“LOS DILEMAS ÉTICOS Y MORALES DE LA CLONACIÓN Y ASPECTOS
BIOÉTICOS DEL PROGRAMA GENOMA HUMANO”
CLONACIÓN
Puntos Principales
1. ANTECEDENTES CIENTÍFICOS
Cómo clonar “a lo Dolly”
2. CLONACIÓN TERAPÉUTICA
a) ¿Es ética la clonación de embriones?
Las objeciones morales
El embrión como pieza de repuesto
Preocupación compartida
Patentes europeas para los embriones clonados
La necesidad de un debate público
b) Ética del uso de embriones humanos
1 La discusión sobre el estatuto moral del embrión
1.1 ¿Es el embrión preimplantatorio un ser humano
individualizado?
1.2 Las propuestas de Alonso Bedate
1.3 La suficiencia constitucional en la filosofía de Diego Gracia
1.4 Favor del pleno estatuto moral del embrión
1.5 Las paradojas de los valores simbólicos del embrión
1.5.1 Gilbert Meilaender (2001)
2 ¿Qué tipo de entidad es un embrión reconstituido por trasplante de
núcleo?
3 Posible “doble uso” de la tecnología de células madre
4 La investigación con embriones entre la Ley y el Mercado
4.1 Repaso de la legislación en países europeos
4.2 ¿Es posible o deseable una armonización en la UE?
“Opiniones de Comités Nacionales de Ética, del debate público y de las
Legislaciones nacionales con relación a las células madre embrionarias”
4.3 La peculiaridad estadounidense
4.4 El caso de la patente sobre la clonación de células de mamífero
3. CLONACIÓN REPRODUCTIVA: SUS DILEMAS ÉTICOS
3.1 La clonación reproductiva en animales
3.2 Clonación reproductiva en humanos
3.3 Algunas declaraciones y normativas internacionales y
nacionales
4. POSICIONES DE CIENTÍFICOS
Dr. Juan García Velasco. “Clonación, desafío y dilema ético”
Paola Leone, del Laboratorio de Genética de la Pontificia Universidad Católica. “Es
necesario establecer una normativa”
Dr. Luis E. Raez.
Introducción
Proyectos de investigación del genoma humano
Proyecto HUGO (Human Genoma Organization)
Nueva era en la medicina
Genoma humano
Implicancias del Proyecto HUGO y la ingeniería genética
Proyecto Diversidad del Genoma Humano (HGD)
Implicancias del Proyecto HGD
Investigación genómica privada e interés comercial
Empresas genómicas
Empresas de genómica funcional
Papel de las empresas multinacionales
La intimidad genética
Test genéticos en ámbitos laborales y de contratación de seguros
Sondeos génicos en ámbitos clínicos
Enfermedades y genes
Malformaciones congénitas
Protección del Genoma Humano
El problema de "los límites"
Implicaciones Éticas
Ingeniería genética
Información genética
Principios bioéticos
Mecanismos regulatorios
Regulación por leyes y reglamentos
Acuerdos internacionales
PALABRAS FINALES
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE
LA AMAZONÍA PERUANA
FACULTAD DE CIENCIAS
BIOLÓGICAS
ESCUELA DE ACUICULTURA
MONOGRAFÍA
SEMESTRE : II – 2005
CICLO : IV