Farmacología de Los Anestésicos Locales
Farmacología de Los Anestésicos Locales
Farmacología de Los Anestésicos Locales
Cuando se utilizan para tratar el dolor, los anestésicos locales difieren de la mayoría del
resto de fármacos usados en general en medicina y odontología en un aspecto esencial.
Uno de los factores primordiales implicados en el fin de la acción de los anestésicos locales
utilizados para el control del dolor es su redistribución desde la fibra nerviosa hacia el
sistema cardiovascular.
Distribución. Una vez absorbidos hacia la sangre, los anestésicos se distribuyen por todos
los tejidos del cuerpo. Los órganos intensamente perfundidos, como el cerebro, la cabeza,
el hígado, los riñones, los pulmones y el bazo, tienen en principio concentraciones
sanguíneas del anestésico mayores que los órganos con menos perfusión. La
concentración plasmática de un anestésico local en ciertos órganos diana tiene una gran
relevancia sobre la toxicidad potencial del fármaco. La velocidad a la que se elimina un
anestésico local de la sangre se denomina vida media de eliminación.Todos los anestésicos
locales atraviesan con facilidad la barrera hematoencefálica y la placenta, y son capaces de
acceder al sistema circulatorio del feto en desarrollo.
Excreción. Un porcentaje de una dosis de anestésico local, se excreta sin cambios por los
riñones. Este porcentaje varía según el fármaco. La procaína aparece en la orina como
PABA (90%), con un 2% sin metabolizar. Un 10% de la cocaína se detecta en la orina sin
metabolizar. Los pacientes con un deterioro renal, incapaces de eliminar de la sangre el
compuesto anestésico original o sus metabolitos principales, que produce concentraciones
sanguíneas algo elevadas, aumentan el potencial de toxicidad.
Sistema nervioso central. Los anestésicos locales atraviesan con facilidad la barrera
hematoencefálica. A concentraciones plasmáticas bajas (terapéuticas, atóxicas) no se han
observado efectos de relevancia en el SNC. A concentraciones mayores (tóxicas,
sobredosis), la manifestación clínica fundamental es una convulsión generalizada
tonicoclónica.
● Propiedades antiepilépticas. Éstas aparecen a concentraciones plasmáticas muy
inferiores a las que los mismos fármacos desencadenan una actividad epiléptica. Se
ha demostrado su eficacia para detener de forma transitoria la actividad convulsiva
en una amplia variedad de epilepsias en la mayoría de los pacientes epilépticos
humanos.
● Síntomas y signos preconvulsivos. Los síntomas y signos clínicos de sobredosis
iniciales (toxicidad) tengan su origen en el SNC. Todos estos síntomas y signos,
salvo el de la sensación de entumecimiento peribucal y lingual, están relacionados
con la acción depresora directa del anestésico local sobre el SNC. Un dentista que
esté tratando a un paciente puede tener dificultades si considera que el
adormecimiento de la lengua es un signo de reacción tóxica cuando la anestesia
lingual suele producirse tras bloqueos del nervio mandibular.
● Fase convulsiva. Cuando aumentan las cifras de CO2, disminuye la concentración
plasmática de anestésico local necesaria para desencadenar convulsiones y
aumenta la duración de las mismas. Tanto el flujo sanguíneo cerebral como el
metabolismo cerebral aumentan durante las convulsiones inducidas por anestésicos
locales.
● Mecanismo de las acciones preconvulsivas y convulsivas. Los anestésicos
locales producen síntomas y signos de excitación del SNC (como las convulsiones)
mediante el bloqueo selectivo de las vías inhibidoras en la corteza cerebral. La
corteza cerebral posee vías de neuronas que son esencialmente inhibidoras y otras
que son de facilitación (excitadoras).
● Analgesia. La técnica era ineficaz para el dolor agudo. Esta técnica ya no se aplica
en la actualidad, dado el margen de seguridad relativamente estrecho entre las
acciones analgésicas de la procaína y la aparición de síntomas y signos de
sobredosis.
● Elevación del estado de ánimo. Las referencias sobre el uso de cocaína, tanto por
sus acciones euforizantes como reductoras de la fatiga, se remontan a los Incas y
otras tribus indígenas de Sudamérica que mascaban hojas de coca.
Sistema cardiovascular. Parece más resistente a los efectos de los anestésicos locales
que el SNC.
● Acción directa sobre el miocardio. El ritmo de elevación de las diversas fases de
despolarización del miocardio disminuye a medida que aumenta la concentración
plasmática del anestésico local. Los anestésicos locales producen una depresión
miocárdica que está relacionada con la concentración plasmática del fármaco.
● Acción directa sobre la vasculatura periférica. El resto de anestésicos locales
provoca una vasodilatación periférica mediante una relajación del músculo liso de las
paredes de los vasos sanguíneos. Esto da lugar a un aumento del flujo sanguíneo
hacia y desde el lugar de depósito del anestésico local.