2.1 Lectura-Fenomeno de Geissler
2.1 Lectura-Fenomeno de Geissler
2.1 Lectura-Fenomeno de Geissler
presentado en el Museo de Física de la Universidad Nacional de La Plata durante la Noche de los Museos. 2008
En la década de 1870, el británico William Crookes, reconocido químico de la época, creyó que
había encontrado un nuevo estado de la materia que se sumaba a los tres ya conocidos
(sólido, líquido y gaseoso): la materia radiante.
Motivado por su descubrimiento, hizo más experimentos. Haciendo girar molinillos de mica
dentro de los tubos, se convenció de que estaba observando materia, pero en un nuevo
estado, que llamó radiante. Pensaba que en el alto vacío del tubo, el gas llegaba a un
inconcebible estado de división, y sus átomos eran rechazados por el cátodo, generando los
rayos. Además, los rayos podían producir también efectos térmicos y ser desviados por
campos magnéticos, sugiriendo de que se trataba de partículas eléctricamente cargadas
emitidas por el cátodo.
Controversia
Otros investigadores se sumaron al estudio del nuevo fenómeno y pronto se generó un debate.
El físico alemán Lenard era el principal opositor a la hipótesis de Crookes. Había observado
que los rayos catódicos podían atravesar láminas metálicas delgadas sin ser desviados de su
trayectoria recta. Sostenía entonces que no podía tratarse de partículas sino de “perturbaciones
ondulatorias del éter” (actualmente, ondas electromagnéticas).
Muchos ingleses se sumaron al bando de Crookes; entre otros Thomson y FitzGerald. Pero los
alemanes, entre quienes se encontraban Hertz y Goldstein, se alineaban detrás de Lenard. No
es la materia que viaja –decían- es el éter que vibra.
Por otra parte, la crítica a sus investigaciones “del otro mundo” fue unánime. En 1907 recibió el
Premio Nobel de Química.
Rayos X
La conclusión era inevitable: el tubo emitía algún tipo de radiación, invisible pero penetrante en
la materia. Cuando intentó en fotografiar este fenómeno encontró otra sorpresa: las placas
fotográficas que tenía estaban veladas. Para comprobar el alcance de la radiación en la
emulsión, colocó el tubo y la placa fotográfica en distintas habitaciones, obteniendo una imagen
de la puerta que las separaba.
Obtuvo también imágenes del paso de la radiación a través del cuerpo humano. La primera
radiografía fue una imagen de la mano de su esposa Bertha luego de una exposición de 15
minutos. Röntgen se convirtió en el científico del momento. Había descubierto los rayos X.
Posteriormente a su conferencia de 1896 cosechó múltiples reconocimientos y en 1901 recibió el
Nobel de Física. A pesar de las posibles aplicaciones, Röntgen se negó a comercializar o
patentar su descubrimiento, argumentando que el beneficio pertenecía a la Humanidad.
Radiactividad