Heredero de Sucesión Deduce Demanda Contra Banco Del Estado para Que Se Declaren Prescritas Acciones Civiles Emanadas de Pagarés
Heredero de Sucesión Deduce Demanda Contra Banco Del Estado para Que Se Declaren Prescritas Acciones Civiles Emanadas de Pagarés
Heredero de Sucesión Deduce Demanda Contra Banco Del Estado para Que Se Declaren Prescritas Acciones Civiles Emanadas de Pagarés
JURISPRUDENCIA:
"Que en cuanto al primer error de derecho denunciado, es efectivo que en cada uno de
los pagarés de autos la suscriptora declaró textualmente que "esta obligación la contraigo en
el carácter de indivisible y podrá exigirse su cumplimiento total a cualquiera de mis
sucesores".
Ahora bien, tal declaración, sin embargo, ha de entenderse referida únicamente respecto
de la acción cambiaria emanada de los mismos pagarés y no puede extenderse en forma
necesaria a las derivadas de los mutuos cuyo pago esos títulos de crédito garantizaban.
Por lo tanto, no habiéndose establecido por los jueces del fondo que las obligaciones
derivadas de los mutuos se pactaron como indivisibles -cuestión de hecho que debió quedar
fijada en el fallo de instancia para haber podido arribar a las conclusiones que pretende la
parte recurrente-, no cabe sino aplicar la regla general antes transcrita y estimar que tales
obligaciones se contrajeron como divisibles, de forma tal que la prescripción que obra
contra a uno de los codeudores de la obligación divisible no perjudica a los otros,
interpretando contrario sensu el artículo 1529 del aludido Código Civil.
Esta aplicación es la que han dado los magistrados de segundo grado y, por ende, no
han cometido el error de derecho que el recurrente les atribuye." (Corte Suprema.
Considerando 3º).
Si bien esta alegación se invocó al contestarse por el Banco del Estado de Chile la
demanda que dio origen al litigio, lo cierto es que al deducirse recurso de apelación contra
la sentencia definitiva de primera instancia, que argumentó en el sentido que ahora se
reprocha, el recurrente de casación no fundó el agravio que estimó se cometía en este fallo
en el yerro antes indicado.
De las normas transcritas precedentemente se infiere que la competencia del tribunal de
segunda instancia se encuentra circunscrita única y exclusivamente a lo que el apelante
somete a su decisión en el recurso. Es en los fundamentos de hecho y de derecho -de los
que obtienen su sustento las peticiones concretas que también se exigen al recurso-, donde
el apelante hace ver al tribunal de alzada los errores que considera ha cometido el fallo de
primer grado. En consecuencia, si un determinado hecho fijado por esa sentencia o una
específica interpretación de la ley no es impugnada en el recurso, debe afirmarse que el
recurrente ha estimado que dicha declaración no le causa un agravio que sea necesario
enmendar por la vía de la apelación." (Corte Suprema. Considerando 4º).
De este modo, la exposición de la parte recurrente constituye una alegación nueva sobre
la que esta Corte de Casación no puede pronunciarse." (Corte Suprema. Considerando 5º).
MINISTROS:
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres. Milton Juica
A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Juan Araya E. y Abogado Integrante
Sr. Ricardo Peralta V.
TEXTOS COMPLETOS:
Vistos:
Se reproduce la sentencia apelada de fecha treinta y uno de agosto de dos mil, escrita a
fojas 96 y siguientes de autos, con las siguientes modificaciones:
Se elimina su motivo vigésimo primero y el inciso primero del vigésimo segundo,
sustituyendo, en el segundo las expresiones "En consecuencia" por la voz "Que".
1º.- Que, a fojas 20, Jean Marie de Saint Pierre Lamoliatte, interpuso en su calidad de
heredero de doña María Lamoliatte Darraco y miembro de la sucesión quedada a su
fallecimiento, demanda ordinaria en contra del Banco del Estado de Chile, para que se
declaren prescritas las acciones civiles emanadas de tres pagarés individualizados con los
números 69, 106 y 82 en las letras a), b) y c) del fundamento quinto de la sentencia que se
revisa, con vencimientos al 30 de mayo de 1.994, 30 de junio de 1.996 y 30 de septiembre
de 1.997, respectivamente, con cláusula de aceleración para el evento de no pagarse
oportunamente alguna de las cuotas. A fojas 36 y 37, se hacen parte los otros herederos.
3º.- Que el término de prescripción se computa desde que la obligación se hizo exigible
y la prescripción de la acción ejecutiva que nace de los pagarés acompañados deja siempre
vigente la acción ordinaria de restitución de las sumas dadas en mutuo.
4º.- Que el otorgamiento de un pagaré no sólo es compatible y no afecta la vigencia de
los derechos emanados de un contrato de mutuo con el cual coexiste, siendo el pagaré un
antecedente probatorio de aquel. El contrato de mutuo se perfecciona por la tradición de la
cosa dada en préstamo, según disponen los artículos 2196 y 2197 del Código Civil, sin que
sea necesaria formalidad alguna, de modo que, con la restricción impuesta por el artículo
1708 del Código Civil, son admisibles para acreditarlo cualesquiera medios de prueba.
6º.- Que, por consiguiente, a falta de prueba en contrario, debe entenderse que los
pagarés a que se ha hecho referencia acreditan obligaciones emanadas de contratos válidos
de préstamo de dinero, por las sumas que en ellos se expresan.
7º.- Que acreditada la existencia y validez del mutuo alegado por el Banco, procede
pronunciarse sobre la prescripción hecha valer por el actor.
9º.- Que a fojas 110, en su recurso de apelación, la parte demandada, Banco del Estado
de Chile, pide se revoque la sentencia recurrida en cuanto acoge la prescripción de la acción
ordinaria derivada del pagaré Nº 69 respecto a los actores Monique María, Guy Joseph,
Nicole, Jacqueline y Cristián, todos de apellido Saint Pierre Lamoliatte y, en su reemplazo
se rechace la demanda de prescripción y se declare que las obligaciones y las acciones
ordinarias están vigentes por haberse interrumpido natural y civilmente la prescripción
como consta del motivo décimo noveno de la sentencia: civilmente, porque "Los pagarés
cuya prescripción se solicita dan cuenta de un mutuo que se está cobrando judicialmente en
juicio ordinario a los herederos de la suscriptora, notificado el 22 de diciembre de 1.999" y,
naturalmente, como se expresa en el motivo décimo séptimo, al indicar que "esta se produjo
con fecha dos de enero de 1.995 mediante carta remitida por el actor Jean Marie de Saint
Pierre Lamoliatte, al Banco del Estado de Chile, en que reconoce la deuda cuya declaración
de prescripción se solicita.
10º.- Que el artículo 1524 del Código Civil al referirse a las obligaciones divisibles e
indivisibles, señala, expresamente, que "la de pagar una suma de dinero" es divisible, de
modo que en tales circunstancias no cabe aplicar a las obligaciones derivadas del mutuo de
que dan cuenta los pagarés, la norma establecida en el artículo 1.529 del Código Civil, en
cuya virtud "La prescripción interrumpida respecto de uno de los deudores de una
obligación indivisible lo es igualmente respecto de los otros", teniendo en consideración,
que en la especie, los herederos de doña María Lamoliatte Darraco, lo son, en la cuota que a
cada uno de ellos corresponde en la herencia de su madre. En consecuencia, la interrupción
natural de la prescripción, el 2 de enero de 1.995, respecto a uno de los codeudores de la
obligación, don Jean Marie de Saint Pierre Lamoliatte, no interrumpe la prescripción
respecto de los otros.
11º.- Que sin perjuicio de lo expuesto en el fundamento anterior, a fojas 115, apeló la
parte demandante, Jean Marie de Saint Pierre Lamoliatte, solicitando, a su vez, que se
declaren prescritas todas y cada una de las acciones de cobro de los pagarés de esta
demanda, por cuanto el Banco del Estado de Chile en dos oportunidades previas a la
distribución de su demanda, dirigida en contra de la sucesión de doña María Lamoliatte-
manifestó, en forma inequívoca, que había acelerado el cobro de los pagarés y que era su
intención cobrar su crédito, con fecha 28 de marzo de 1.994 y 13 de enero de 1.995, al
notificar y demandar respectivamente de desposeimiento a los poseedores de la finca
hipotecada, evidenciando claramente su intención de cobrar el crédito que emanaba de los
pagarés cuya prescripción se solicita.
13º.- Que la cláusula de aceleración se hizo efectiva por parte del Banco demandado, al
manifestar su voluntad de hacerla operar, notificando, demanda de desposeimiento, tanto en
los autos Rol Nº 22.545 del Segundo Juzgado Civil de Temuco, con fecha 27 de mayo de
1.994, a doña Luciana Barrera Pereira, quien constituyó hipoteca para garantizar tales
obligaciones sobre un inmueble de su propiedad, hijuelas Nº 228 y 229 del Fundo La Punta
de Long-Long de la comuna de Freire, en su calidad de tercera poseedora de la finca
hipotecada, como también, en los autos Rol Nº 60.757 del Primer Juzgado Civil de la
misma ciudad, con fecha 1º de septiembre de 1.996, a la Sociedad Agrícola Agroindustrial
La Punta S.A., propietaria del bien hipotecado que garantizaba los pagarés.
14º.- Que, en consecuencia, el Banco del Estado de Chile aceleró los pagarés y por
ende, el plazo de prescripción de las acciones de cobro comenzó a correr a partir de la fecha
de las acciones deducidas en contra de los terceros poseedores de la finca hipotecada y de la
sociedad referida precedentemente, como se indica en los razonamientos décimo cuarto y
décimo quinto del fallo apelado, pero no han tenido la virtud de interrumpir la prescripción
que se invoca en estos autos, ya que los herederos de doña María Lamoliatte han sido
ajenos a dichos juicios y demandas.
15º.- Que atendido a que la obligación hecha valer por el actor es la emanada de un
contrato de mutuo, aunque los pagarés, considerados separadamente como títulos de
crédito, den lugar a obligaciones mercantiles con prescindencia de quienes intervienen,
según dispone el artículo 3º Nº 10 del Código de Comercio, esta calificación no se
comunica al contrato causal que antecede a su emisión, que puede ser comercial para el
banco interviniente y civil para el deudor, según la regla del inciso primero de esa misma
disposición legal. En circunstancias que no está acreditado algo diferente, debe estimarse
que el mutuario actuó en estos contratos como un deudor civil, de modo que resultan
aplicables los preceptos generales sobre prescripción extintiva de los artículos 2514 y
siguientes del Código Civil.
Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 7.569-2000.-
Dictada por los Ministros de la Tercera Sala , señor Juan González Zúñiga, señor Juan
Manuel Muñoz Pardo y Abogada Integrante señora Angela Radovic Schoepen.
VISTOS:
En estos autos Rol Nº 5.755-1999.- del 10º Juzgado Civil de Santiago sobre juicio
ordinario declarativo de prescripción extintiva, caratulados "De Saint Pierre Lamoliatte,
Jean Marie Gaston con Banco del Estado de Chile", compareció Jean Marie de Saint Pierre
Lamoliatte, en su calidad de heredero de María Lamoliatte Darraq y miembro de la
sucesión hereditaria quedada a su fallecimiento, y dedujo demanda contra el Banco del
Estado de Chile, a fin que se declaren prescritas las acciones civiles emanadas de tres
pagarés: Nº 69, suscrito el 13 de agosto de 1987, pagadero en forma anual durante siete
años, venciendo la séptima cuota el 30 de mayo de 1994; Nº 106, suscrito el 13 de agosto
de 1992, pagadero en forma anual durante cuatro años, venciendo la cuarta cuota el 30 de
junio de 1996; y Nº 82, suscrito el 9 de octubre de 1992, pagadero en forma anual durante
cinco años, venciendo la quinta cuota el 30 de septiembre de 1997.
Expuso el actor que para garantizar el pago de estas obligaciones doña Luciana Barrera
Pereira dio en hipoteca un predio de su propiedad, que luego enajenó a Agrícola y
Agroindustrial La Punta S.A. Llegada la fecha de sus respectivos vencimientos los
documentos no se pagaron y el acreedor hizo efectiva la cláusula de aceleración,
demandando primeramente de desposeimiento a la señora Barrera Pereira, quien fue
notificada el 27 de mayo de 1994, y luego a Agrícola y Agroindustrial La Punta S.A.,
notificada el 1 de septiembre de 1996.
Al evacuar el trámite de contestación, el Banco del Estado de Chile pidió el rechazo de
la demanda, fundado en que los pagarés dan cuenta de mutuos respecto de los cuales se
interrumpió la prescripción tanto en forma natural como civil. Naturalmente, por
presentaciones efectuadas por el demandante de autos y civilmente, por demanda judicial.
Agregó el Banco que actualmente mantiene vigente un proceso contra el tercer poseedor de
la finca hipotecada, Agrícola y Agroindustrial La Punta S.A., ante el Primer Juzgado Civil
de Temuco.
Por sentencia de treinta y uno de agosto de dos mil, escrita a fojas 96, la señora Juez
Titular del 10º Juzgado Civil de Santiago acogió parcialmente la demanda y declaró
prescritas las acciones ejecutivas derivadas de los pagarés y la acción ordinaria emanada
del pagaré Nº 69, esto último sólo respecto de Monique, Guy, Nicole, Jacqueline y Cristián,
todos de Saint Pierre Lamoliatte, quienes habían comparecido en el juicio como terceros
cuadyuvantes del actor.
Apelado este fallo por ambas partes, una de las Salas de la Corte de Apelaciones de
Santiago, en sentencia de dieciocho de noviembre de dos mil cinco, que se lee a fojas 143,
lo confirmó.
CONSIDERANDO:
En cada uno de los pagarés, indica el recurrente, se señala por la suscriptora
textualmente que "esta obligación la contraigo en el carácter de indivisible y podrá exigirse
su cumplimiento total a cualquiera de mis sucesores". La sentencia, a juicio de quien
recurre, ha hecho caso omiso de esta circunstancia, violando con ello también la regla del
artículo 1528 del mismo Código Civil.
En relación al segundo error de derecho, el Banco recurrente alega que la sentencia
impugnada ha desconocido que la acción deducida en contra del tercer poseedor de la finca
hipotecada necesariamente tiene la virtud de interrumpir la prescripción de la acción
respecto del deudor personal.
Este sistema, explica la parte recurrente, establece que el acreedor que goza de la
preferencia de la hipoteca puede perseguir el cobro de su crédito en el bien hipotecado,
respecto de cualquiera que lo posea y a cualquier título que lo haya adquirido, según
establece el artículo 2428 citado. Por otra parte, el artículo 2429 permite al tercer poseedor
reconvenido verificar el pago, subrogándose en los derechos del acreedor en los mismos
términos que el fiador. Esta institución, sigue el recurso, sólo funciona si se admite que la
acción en contra del tercer poseedor interrumpe la prescripción de la acción de cobro de la
obligación al deudor personal, pues si a la fecha de la iniciación de la acción en contra del
tercer poseedor la acción de cobro se encuentra vigente, pero no ha sido ejercida y durante
el transcurso del juicio en que se dedujo la acción de desposeimiento transcurren más de
uno, cuatro o cinco años, según sea el caso, no puede entenderse prescrita la acción de
cobro, ya que de lo contrario la subrogación carecería de sentido.
Así, termina el recurrente, las normas de los artículos 2423 (sic) y 2516 del Código
Civil, que establecen el carácter accesorio de la obligación hipotecaria, requieren para su
adecuado funcionamiento que tanto la interrupción de la acción contra el deudor principal
afecte aquélla contra el tercer poseedor y viceversa.
SEGUNDO: Que la sentencia objeto del recurso estableció como hechos de la causa,
inamovibles para este tribunal de casación en tanto no se denunció la vulneración de
normas reguladoras de la prueba, que doña María Lamoliatte Darraq suscribió a favor del
Banco del Estado de Chile tres pagarés, con vencimientos los días 30 de mayo de 1994, 30
de junio de 1996 y 30 de septiembre 1997, y que la señora Lamoliatte Darraq falleció el 20
de mayo de 1993. Asimismo, el fallo tuvo por probado que para garantizar el cumplimiento
de las obligaciones contenidas en los documentos mencionados, doña Luciana Barrera
Pereira dio en hipoteca al Banco del Estado Chile el predio agrícola consistente en las
Hijuelas Nº 228 y 229 del Fundo La Punta de Long Long.
Lo anterior, a juicio de los magistrados de la instancia, se ve una vez más alterado, por
cuanto durante la secuela del presente juicio se ha ejercido por el Banco del Estado de
Chile, ante el 2º Juzgado Civil de Temuco, una acción en contra de los actores de este
proceso, por los mismos pagarés cuya prescripción se persigue. La causa de que se trata se
inició con fecha 18 de diciembre de 1999, produciéndose de este modo la interrupción civil
de la prescripción en contra de los herederos de la señora Lamoliatte Darraq, quienes
fueron notificados el 22 de ese mismo mes y año.
A continuación la sentencia argumenta que el artículo 1524 del Código Civil, al
referirse a las obligaciones divisibles e indivisibles señala expresamente que la de pagar
una suma de dinero es divisible, de modo que en tales circunstancias no cabe aplicar a las
obligaciones derivadas del mutuo de que dan cuenta los pagarés, la norma establecida en el
artículo 1529 del mismo Código, en cuya virtud la prescripción interrumpida respecto de
uno de los deudores de una obligación indivisible, lo es igualmente respecto de los otros,
teniendo en consideración que, en la especie, los herederos de doña María Lamoliatte
Darraq lo son en la cuota que a cada uno de ellos corresponde en la herencia de su madre.
En consecuencia, la interrupción natural de la prescripción, el 2 de enero de 1995, respecto
a uno de los codeudores de la obligación -Jean Marie de Saint Pierre Lamoliatte-, no la
interrumpe respecto de los otros.
Luego el fallo razona que la cláusula de aceleración se hizo efectiva por parte del banco
demandado al manifestar su voluntad de hacerla operar, notificando la demanda de
desposeimiento tanto con fecha 27 de mayo de 1994 a Luciana Barrera Pereira, como
también con fecha 1 de septiembre de 1996 a Agrícola y Agroindustrial La Punta S.A.,
propietaria del bien hipotecado que garantizaba los pagarés. De este modo, agrega la
sentencia, el Banco del Estado de Chile aceleró los pagarés y, por ende, el plazo de
prescripción de las acciones de cobro comenzó a correr a partir de la fecha de las acciones
deducidas en contra de los terceros poseedores de la finca hipotecada, pero no han tenido la
virtud de interrumpir la prescripción que se invoca, ya que los herederos de doña María
Lamoliatte Darraq han sido ajenos a dichos juicios y demandas.
Ahora bien, tal declaración, sin embargo, ha de entenderse referida únicamente respecto
de la acción cambiaria emanada de los mismos pagarés y no puede extenderse en forma
necesaria a las derivadas de los mutuos cuyo pago esos títulos de crédito garantizaban.
Por lo tanto, no habiéndose establecido por los jueces del fondo que las obligaciones
derivadas de los mutuos se pactaron como indivisibles -cuestión de hecho que debió quedar
fijada en el fallo de instancia para haber podido arribar a las conclusiones que pretende la
parte recurrente-, no cabe sino aplicar la regla general antes transcrita y estimar que tales
obligaciones se contrajeron como divisibles, de forma tal que la prescripción que obra
contra a uno de los codeudores de la obligación divisible no perjudica a los otros,
interpretando contrario sensu el artículo 1529 del aludido Código Civil.
Esta aplicación es la que han dado los magistrados de segundo grado y, por ende, no
han cometido el error de derecho que el recurrente les atribuye.
Si bien esta alegación se invocó al contestarse por el Banco del Estado de Chile la
demanda que dio origen al litigio, lo cierto es que al deducirse recurso de apelación contra
la sentencia definitiva de primera instancia, que argumentó en el sentido que ahora se
reprocha, el recurrente de casación no fundó el agravio que estimó se cometía en este fallo
en el yerro antes indicado.
De las normas transcritas precedentemente se infiere que la competencia del tribunal de
segunda instancia se encuentra circunscrita única y exclusivamente a lo que el apelante
somete a su decisión en el recurso. Es en los fundamentos de hecho y de derecho -de los
que obtienen su sustento las peticiones concretas que también se exigen al recurso-, donde
el apelante hace ver al tribunal de alzada los errores que considera ha cometido el fallo de
primer grado. En consecuencia, si un determinado hecho fijado por esa sentencia o una
específica interpretación de la ley no es impugnada en el recurso, debe afirmarse que el
recurrente ha estimado que dicha declaración no le causa un agravio que sea necesario
enmendar por la vía de la apelación.
De este modo, la exposición de la parte recurrente constituye una alegación nueva sobre
la que esta Corte de Casación no puede pronunciarse.
SEXTO: Que atendidos los fundamentos expuestos en los motivos que anteceden, no
han incurrido los jueces de la instancia en los errores de derecho que se reprochan en el
recurso y respecto de los cuales esta Corte Suprema está facultada para emitir dictamen,
motivo suficiente para desestimar el recurso deducido.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en las normas legales citadas y
en los artículos 764, 765, 766 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza el
recurso de casación en el fondo deducido por la parte demandante en lo principal de la
presentación de fojas 148, contra la sentencia de dieciocho de noviembre de dos mil cinco,
escrita a fojas 143.
Regístrese y devuélvase, con sus agregados.
Rol Nº 455-06.-
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Juan Araya E. y
Abogado Integrante Sr. Ricardo Peralta V.
ACTOR: Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Juan Araya E. y
Abogado Integrante Sr. Ricardo Peralta V.