Resumen Plateresco-Cambio de Siglo

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Resumen Plateresco-Cambio de siglo

Cambios en el arte entre el románico y el gótico:


 Los artistas dejan de ser los monjes, ahora son artífices de profesión
 Los centros productores no son los monasterios sino las ciudades
 El mecenazgo no lo ejerce sólo la Iglesia, sino sobre todo los reyes, los
comerciantes y los empresarios
 Aunque el arte continúa al servicio de la religión, no lo produce la Iglesia, sino el
mundo civil
 La obra de arte deja de ser algo sagrado para ser devocional, muchas veces con
carácter de exvoto
 La nueva arquitectura de las iglesias:
 Da cabida al arte escultórico, pero resta pared a la pintura mural
 Propicia el desarrollo de la pintura exenta
 Propicia el desarrollo de la pintura exenta vidriería, a la que se aplica el pintor

El gótico en pintura
España presenta como particularidad el trabajo en colectivo, esto tiene desventajas como por
ejemplo: desigualdades en el trabajo de muchos maestros. Por ello las mejores obras son las de
juventud. Se definen en los inicios del gótico pictórico en España dos estilos fundamentales:
El estilo franco-gótico o gótico Lineal (primera mitad del siglo XIV). Pintura que incorpora
métodos de la vidriería, matizado por movimientos culturales que se crean alrededor de Alfonso
X el sabio, y cierta apertura hacia temas profanos, etc. Se ilustran miniaturas tratadas con mayor
flexibilidad tanto en temas como en posturas.
 La ilustración de libros.
 La pintura sobre tabla.
 La pintura mural.
El estilo italo-gótico (Segunda mitad del s. XIV). La región de Cataluña despunta como una
de las regiones más importantes dentro de la producción artística española, en especial
Barcelona.
 Ferrer Bassá (1285?-1348?): experimenta con amplitud y representación del paisaje.
Apertura hacia la representación de una determinada escenografía, con una técnica
muy depurada. Búsqueda de la volumetría y naturalismo de los rostros. Iniciador de la
llamada pintura italo-gótica en España. estilo de dibujo tosco y brillante colorido.
 Ramón Destorrens (c.1351-1362): se ve elegancia de las formas como pintor de
retablos y dibujo más depurado que el anterior por su procedencia miniaturista.
 Los hermanos Jaime y Pedro Serra: Trabajo circunscrito en Cataluña. Perfilación de
tipos fisonómicos luego reiterados por otros artistas. Es usual el retablo, con una
distribución jerárquica de los personajes. Importante la centralidad del tema. Figuras
compactas.

Ya en el XV se define una evolución del estilo hacia el Gótico Internacional o flamígero.


 El estilo internacional floreció en la primera mitad del siglo XV.
 Su origen está en la fusión del arte toscano y el francés en la corte papal de Avignon.
 Funde la suavidad y el colorido toscano con un dibujo marcadamente curvilíneo y
ondulante.
 Composiciones nutridas con sentido composicional decorativo.
 Belleza ornamental.
 Cierta elegancia exagerada.
 A veces en los fondos aparecen paisajes convencionales.
 Introducción de los retratos de los donantes.
 En la península el estilo internacional se desarrolló fundamentalmente en las zonas
correspondientes a la Corona de Aragón.
Los principales artistas por regiones dentro del gótico internacional son:
 Luis Borrasá (c.1360-1426), Cataluña: exquisito dominio del dibujo y tratamiento de
los rostros, buen colorista.
 Bernardo Martorell (1400?-1450), Cataluña: sigue la línea de otros maestros
catalanes. Introduce paisajes de fondo complejo (San Jorge matando al dragón),
modelado de los cuerpos a partir del uso del dorado y efectos de luz. Presenta técnica
sólida que se experimenta en profundidad. Cuidadosa decoración y predominio de un
dibujo fino.
 Lorenzo Zaragoza, Aragón: monumentalidad de las figuras. Profusión de relieves
dorados. Da idea de prefundid a través del piso, algo que se ve en varios artistas.
Introduce el tema de la Virgen entronizada con ángeles. Llama la atención su
dimensión decorativa, caracterizada por representar arabescos en ropas y pisos.
 Pedro Nicolau, Valencia: se integran tradiciones de diversas procedencias.
Expresividad suave y delicada. Aglutinador de estilos artísticos de diversas
procedencias.
 Nicolás Francés (¿–1468), Castilla: mayor severidad, apegado a la influencia italiana,
gran imaginación. Preferencia por un suave colorido y un dibujo flexible. muestra una
clara inclinación a la descripción de detalles, tratados con gracia e ingenuidad.

El estilo hispano-flamenco se desarrolla en la segunda mitad del XV, producto de la hibridación


del gótico flamígero con el mudéjar. En este predomina el realismo con la propagación del óleo.
Influencia de los Van Eyck que deriva en un estilo no tan exquisito ni detallista. Es un realismo
más duro y bravo; pero aprovecha el trabajo del claroscuro mucho más dramático. Define pautas
en la pintura española. Presenta rostros patéticos y dorados. Grandes formatos y figuras
tendientes a la monumentalidad. En algunos casos se ve una deformación expresiva con un fin
dramático. Lo barroco y lo expresivo son constantes en esta pintura. En Cataluña se ve muy
apegada al gótico internacional. En Castilla, con Gallego, se ve mayor desarrollo del hispano-
flamenco en una pintura más realista, cercana a la vida, que en otros periodos. En la Corte de
los reyes católicos se ve la maduración de un estilo de pintura nacional.

Los principales exponentes por regiones son:


 Luis Dalmau. (?-1460), Jaime Baco, llamado Jacomart (1410-1461) y Rodrigo de
Osona (1440–1518) en VALENCIA.
 La escuela de Bernardo Martorell y Jaime Huguet (c.1414-1492) en CATALUÑA.
 Fernando Gallego (c.1468-1507) en CASTILLA.
 Nucleados alrededor de la Corte de los Reyes Católicos están Bartolomé Bermejo
(1446-1500) y Pedro Berruguete (c.1450-c.1503). Quienes aportan un mayor realismo
formal, misticismo, expresionismo; apoyados en una tradición mucho más madura, que
los acerca a la maestría de los flamencos. En especial Berruguete es un artista que
domina el oficio, sus obras son más naturalistas y sus personajes bíblicos están
identificados con colores y ropas determinadas. Incorpora por primera vez elementos
formales del quatroccento en sus figuras volumétricas y pesadas.

Notas generales para el arte en la Edad Media.


 1.- Iconografía.
- la iconografía, esencialmente de tema religioso, evoluciona hacia una mayor
- variedad representativa:
 En la alta Edad Media:
- reminiscencia del paleocristiano:
- los símbolos y monogramas
- la imagen de Jesús y los apóstoles
- la imagen de Cristo Pantocrátor
- la imagen de María Regina.
- ciclos de la natividad (anunciación, natividad, adoraciones de pastores y magos)
- la vida de Cristo
- la vida de la Virgen
 En la baja Edad Media:
- el ciclo de la pasión:
- la crucifixión con las santas mujeres
- el descendimiento
- la piedad
- las vidas de santos y mártires
- los patronos de ciudades y corporaciones
- retratos de prelados y donantes
- escenas relativas a ritos o acontecimientos contemporáneos
 2.- Concepción de la obra plástica.
 En la alta Edad Media:
- la pintura mural
- el uso de la técnica al fresco
- la pintura como imagen sagrada
- el autor es un religioso anónimo que sirve de medio
 En la baja Edad Media:
- la pintura autónoma (el cuadro como espacio propio imagen de realidad)
- el uso de la técnica al óleo
- la pintura como imagen religiosa, primero celestial, luego terrenal
- el autor es un artífice profesional, con personalidad independiente, que firma su
obra.

Pintura renacentista española:


A diferencia del renacimiento italiano, dirigido a la búsqueda del ideal de belleza y el regreso a
lo clásico, en España este ideal no es lo más importante; por estar el arte fuertemente perneado
por la religión. El ideal de belleza se acerca más a la naturaleza que al cuerpo humano perfecto,
se basa más en la realidad misma; pero filtrada por la tradición religiosa

 PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVI.


Pintura plateresca: En los inicios los temas eran únicamente religiosos luego se abren
un poco a lo alegórico. Son artistas que dominan la técnica, son copistas pero el tratamiento
de los colores, por ejemplo, muestra un dominio magistral.
- Alejo Fernández (Córdoba c. 1470-c. 1545) pintor español de origen germánico que
llevó a cabo su actividad artística en Andalucía, dentro del estilo del primer
renacimiento. Está considerado la figura más representativa de la escuela sevillana del
primer tercio del siglo XVI. El estilo de Alejo Fernández evidencia tanto la presencia de
tendencias flamencas y germánicas como el conocimiento de lo italiano.
- Juan de Borgoña (¿Toledo?, fines del XV- d. 1536).

Pintura purista.
- Influencia directa de los maestros italianos.
Leonardo:
- Hernando Yánez de la Almedina (Castilla). Seguidor de Leonardo, trabaja el
esfumato, da seguridad a los contornos, etc.
- Hernando de Llanos (Castilla).
Rafael:
- Pedro Machuca (Toledo). (?-1550)
- Vicente Masip (Valencia, prc. siglo XVI- cap. 1550). Pintor español, creador de un
lenguaje renacentista, de influencia rafaelesca, que predominó en la escuela
valenciana hasta finales del siglo XVI. De origen valenciano, desarrolló su actividad
artística en la zona levantina, creando un taller muy activo en el que se formó su hijo
Juan de Juanes. Educado en el conocimiento del arte italiano, país al que quizá viajó,
definió un estilo solemne y clásico, de armoniosas composiciones y modelos
idealizados. Entre sus obras destaca el retablo de Segorbe.
- Vicente Juan Masip - Juan de Juanes (Valencia? - 1579). Tuvo gran éxito popular.
Partiendo de su estilo evolucionó después a un concepto más avanzado, de formas
suaves y técnica más blanda, que enriqueció con el conocimiento de la estética
manierista, en un muy probable viaje a Italia entre 1555 y 1563. Asimismo, en su
pintura puede apreciarse una clara inclinación hacia el idealismo formal, la
monumentalidad de los personajes y el equilibrio compositivo, cualidades todas del
renacimiento clásico imperante en Italia en las primeras décadas del siglo XVI.
También fija temas para la cultura española como la sagrada familia, por ejemplo
“Ecce Homo”, “La Eucaristía”, temas que logran inspirar y enraizarse en el espectador.

 SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI. Se encuentran representaciones mucho más


personales será la etapa más rica y de individualidades más marcadas.
Romanismo y Manierismo.

Elaboraciones personales.
- Luis de Morales (el divino). Representa mucho a la Virgen María, en muchas
formas, dando de ella una visión cercana, amorosa. En su pintura se ve una marcada
influencia del renacimiento italiano. Sus personajes tienen expresiones patéticas,
elementos goticistas, cuello alargado, pómulos salientes y en el tema mariano los
párpados muy grandes. Sus obras tienen una clara espiritualidad. Por ejemplo en San
Sebastián se ve el misticismo, realismo y expresionismo que marcan la pintura
española de la época.
- El Greco aporta a España grandes elementos como la expresión que la tradición ha
continuado. Su pintura es expresiva e intensa. El tema fundamental es el religioso,
aunque se desvía en algunos momentos a otros temas. Sacrifica la anatomía y la
proporción en beneficio de la expresión, que en él adquiere un valor fundamental. Esto
le lleva a alargar notablemente las proporciones de las figuras con la intención de
aumentar el dramatismo de sus obras. Hay falta de profundidad, de relieve y de
claroscuro y sus tonos son más bien fríos. Sus figuras son rígidas y se dice que están
por encima de la realidad, de ahí que se le considere un pintor místico. Una de sus
obras más representativas es “La Santísima Trinidad”. Se observa gran esplendidez en
el color y hondo realismo. Los colores son brillantes y la luz recae directamente sobre
el cuerpo yaciente de Cristo. Otro cuadro bien importante es “El Entierro del Conde de
Orgaz” que es una obra monumental. Las figuras de la parte inferior demuestran su
insuperable capacidad de retratista y los colores de la parte inferior su capacidad como
colorista. Los colores son variados y brillantes y el ambiente está perfectamente
recreado dando la impresión de silencio, poesía y sobrenaturalidad. Se evidencian el
alargamiento de figuras y el horror vacui, rasgos típicos de El Greco, que habrán de
acentuarse en años posteriores. La pintura “Laocoonte y sus Hijos” es un cuadro de
tema mitológico que representa la escena de la leyenda cuando son devorados por las
serpientes. En cuanto a características formales, las figuras presentan alargamiento y
desproporción a tal punto que ocupan el centro de la composición. Hay una gran
carga dramática en los rostros de los personajes: dolor, angustia, desesperación…El
fondo nos remite a un paisaje que algunos catalogan como Toledo, y sobre todo cabe
destacar la utilización del color difuminado en manchas. Es evidente el rechazo del
pintor por el naturalismo de las formas. También pintó una maravillosa vista de Toledo
llamada “Vista y Plano de Toledo”. Es la única obra que El Greco reproduce con pura
representación paisajística. Desde un punto de vista bajo, la mirada va hacia atrás de
una colina ascendente hacia el centro de la ciudad, con el alcázar y la catedral. A las
líneas dinámicas corresponde una diagonal que atraviesa el Valle del Tajo y la muralla.
El Greco no busca plasmar detalles representativos sino contornos difuminados. Se
destacan los monumentos iluminados por una luz fantasmagórica. La subjetividad de
esta vista llega a cambiar los edificios de ubicación, y a inventarse un paisaje
escarpado que fascina por su visión inmersa en lo irreal, que parece de tormenta, algo
onírico.
- El Escorial construido en tiempos de Felipe II, fue decorado por pintores escogidos
por el rey entre los cuales resaltan dos figuras fundamentales.
- Juan Fernández de Navarrete, el mudo: uno de los primeros artistas que
ensaya el tenebrismo en España por su violento uso del claroscuro. En su obra
puede apreciarse la evolución de su estilo desde un gusto romanista, de preciso
dibujo y técnica abigarrada, hasta el uso de una factura suelta y un color
suntuoso de origen veneciano, junto a un creciente interés por la realidad y por
los contrastes luminosos, que preludiaban ya el arte barroco.
- Alonso Sánchez Coello realizó la serie de retratos del Escorial que asienta la
tradición retratista española. Creó un canon basado en la dignidad de las
posturas, en la exquisitez del dibujo de los rostros y ropajes. Canon que va
desde su maestro Antonio Moro hasta el propio Velázquez. Es el creador de la
tipología del retrato cortesano en España. Del Moro aprendió composición y
minuciosidad técnica y de Tiziano color y elegancia, aunque es absolutamente
personal su capacidad para plasmar la condición humana y la presencia física
del retratado. Sánchez Coello, aunque es conocido fundamentalmente como
retratista, pintó también temas religiosos, dentro del estilo manierista, mesurado
y piadoso, definido por la decoración del monasterio de El Escorial (retablo de la
iglesia de San Eutropio de El Espinar, 1574, y parejas de santos en los altares
de la basílica de El Escorial, 1580-1582).

Aspectos que determinan la particularidad del Renacimiento español en


arquitectura:
 La influencia renacentista llega de forma oblicua.
 Particularidad del sistema de trabajo español: el maestro constructor.
 Todo pasa por el filtro español
 Lo bello se ve en vestimenta del edificio

Plateresco:
Estilo artístico español que floreció durante el primer tercio del siglo XVI, que se corresponde
con la primera fase del renacimiento. Aunque sus principales manifestaciones son
arquitectónicas, actualmente se estudia como un estilo ornamental y no como un sistema
constructivo o artístico con identidad propia. Durante los últimos años del siglo XV y primeros del
XVI la situación política española —ausencia de una burguesía consolidada y escasa aceptación
del humanismo—, el auge del gótico final y la fuerza de la tradición mudéjar impidieron la
implantación del renacimiento italiano. Tan sólo se introdujeron ciertos elementos ornamentales,
que podían incorporarse sin dificultad a edificios de tipología gótica. Dicha confluencia se puede
constatar en obras tales como:

Colegio de la Santa Cruz. Valladolid (fines XV-principios XVI)


Financiada por el cardenal Mendoza –cuya influencia fue decisiva en la introducción del gusto
renacentista en España-. Es una obra aislada que no se incluye en ningún programa de
construcción.

Palacio del Cogolludo. Guadalajara.


Obra de apertura o transición, donde se flexibiliza la imagen de pesantez del palacio medieval
a partir de elementos propios del plateresco.

- Junto con el cardenal Mendoza tuvo gran influencia en la introducción del Renacimiento en
España Bartolomé Ordóñez. Aunque no nos referimos al Renacimiento florentino, sino a un
gusto común al de las provincias italianas, al menos durante las primeras décadas.

El término plateresco fue acuñado en el siglo XVII por el escritor español Ortiz de Zúñiga al
comparar la minuciosa decoración de este periodo con el oficio de los plateros y orfebres. Sus
elementos característicos son las formas ornamentales de candelieri, grutescos, cresterías,
bucráneos y putti (cupidos), las columnas abalaustradas rematadas con capiteles corintios o
compuestos decorados de modo fantástico, los arcos de medio punto y también los carpaneles
de tradición gótica, los medallones con cabezas clásicas en las enjutas de los arcos, las pilastras
y los paramentos almohadillados.
El motivo decorativo fundamental será el grutesco: se caracteriza por una decoración
excesiva con horror vacui y que usa motivos imaginativos para la decoración. Es una decoración
caprichosa a base de bichas, cornucopias, odas, etc.

Generación de Arquitectos Años ‘20


 Diego de Siloé (c. 1495-1563)
 Alonso de Covarrubias (1488-1570)
 Juan de Badajoz, el mozo (?)
 Pedro Machuca (?-1550)
 Rodrigo Gil de Hontañón (1505-1577)
 Andrés de Vandelvira (1509-c. 1575)

Entre los ejemplos más destacados cabe señalar el patio del hospital de la Santa Cruz
(Toledo), obra de Alonso de Covarrubias, y la Universidad de Alcalá de Henares (1514-1553, en
Madrid). En Castilla sobresale la ciudad de Salamanca, con numerosas e importantes obras
platerescas como la fachada de la Universidad (1514-1529), el patio del colegio de los
Irlandeses, el palacio de Monterrey (1539-1566) del arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón y la
fachada del convento de San Esteban (1530-1537), obra de Juan de Álava. Este último también
realizó la fachada de la catedral de Plasencia (Cáceres). En Andalucía merece una atención
especial el ayuntamiento de Sevilla, obra, entre otros, de Diego de Riaño.

- Existen 4 focos fundamentales para el estudio de la producción artística del Plateresco. Estos
no son homogéneos, ni transitan de la misma manera, pues dependen de la influencia que recibe
cada uno:
Foco Burgalés:
Uno de los fundamentales del plateresco, aplica los principios renacentistas. Entre sus obras y
arquitectos fundamentales se hallan:

Puerta de la Pellejería:
Gusto por determinada simetría, órdenes clásicos, recubierta con decoración vegetal. Tiene
frontón con escenas de la Virgen típicas del estilo, que a veces incluye obispos. Está ubicada en
la catedral de Burgos, a esta portada desemboca la Escalera Dorada de Diego de Siloé.

Diego de Siloé (1495-1563)


La obra artística de Siloé combinó el estilo renacentista italiano (que había estudiado en una
visita a Nápoles hacia 1517), con las influencias del estilo gótico español y del arte árabe. Marca
el umbral para la asimilación de las formas renacentistas más esquemáticas. Es el paradigma del
arquitecto de este período (2do plateresco), se distingue por su formación teórica, itálica.

Escalera Dorada, Catedral de Burgos (1519)


Es su obra más importante de este período que tiene como referente la escalera de la
Biblioteca Laurenciana de Miguel Ángel. Está decorada con grutescos y consagra a Diego de
Siloé, a la vez que muestra su capacidad para aplicar las formas y soluciones renacentistas sin
reproducirlas. Su proporcionada, rotunda y airosa estructura con esculturas de querubines,
escudos de armas y ornamentación vegetal, ocupa en su totalidad uno de los muros de la
catedral. Con esta obra, Siloé salvó el desnivel de la puerta de la Coronería de la catedral,
situada en el brazo norte del crucero de la misma, e incorporó además elementos arquitectónicos
de raigambre clasicista, al modo del arquitecto italiano Donato Bramante, diseñando una
escalera monumental que se bifurca en dos tramos paralelos al muro del fondo.
Foco Salmantino:
Presenta influencia de Lombardía y de la nobleza.
Universidad de Salamanca
Una de las muestras más destacadas del estilo plateresco español del primer tercio del siglo
XVI. Estructuralmente presenta un trazado gótico con fachada renacentista en forma de retablo,
similar a la de San Gregorio, aunque se ven las diferencias. Pervive el blasón y una estructura en
calles que establecen la simetría y organicidad de la construcción de perspectiva invertida. Su
ubicación frente a una pequeña plaza condiciona, desde un punto de vista urbanístico, las trazas
compositivas de este alzado. Sobre dos puertas gemelas escarzanas separadas por un mainel,
que conservan rasgos goticistas, se desarrolla un enorme bastidor estructurado como un retablo
proto-renacentista, similar a las fachadas del colegio de San Gregorio en Valladolid o Santa
María en Aranda de Duero. Es una composición de tres niveles, el tercero coronando las trazas
verticales de los dos inferiores, en los que prima una exuberante ornamentación (temas florales,
heráldicos y militares) que aumenta en textura e intensidad según se asciende hasta la cornisa
de remate, desde los delicados temas del piso inferior —inspirados en el quatroccento italiano—
a los motivos más recargados de los cuerpos superiores.

Foco Leonés:
Caracterizado por elegancia y esbeltez de los elementos que incorpora. Son edificios que han
ganado en simetría, ahora más axial. El arquitecto fundamental de esta región es Juan de
Badajoz y su obra más emblemática es el convento de San Marcos.

Foco Toledano:
Alonso de Covarrubias (1488-1570)
Es uno de los más atractivos. Se acerca a arquitectura desde la escultura. Del primer
plateresco por estilo, aunque por fecha es del segundo.

Sagrario Nuevo, Catedral de Sigüenza (1532)


En términos estructurales es del renacimiento clásico, dominan técnica, aunque la aplica, no la
copia. Las mejores obras son esculturas. En esta obra se ven 200 caras en techo con expresión
prácticamente patética y las diferencia de modo individual. Uso de los elementos renacentistas
con elementos decorativos arquitectónicos propios del artista.

Alcázar de Toledo (1537)


Impresionante mole que parece presidir la bella ciudad española de Toledo, fue construida a
partir de 1537, sobre otras fortalezas medievales preexistentes, por el arquitecto Alonso de
Covarrubias. Fue encargada por Felipe II para simbolizar su propio imperio. Utilización de
columnas corintias y jónicas combinadas. Está más abocada al ideal clásico imperial, es una
obra simétrica con elementos renacentistas.

Rodrigo Gil de Hontañón (1505-1577)


Arquitecto español que pertenece al grupo de los grandes maestros del siglo XVI en España,
periodo de transición entre el primer plateresco de comienzos de siglo y el renacimiento. Gil de
Hontañón se formó en el arte de la construcción, más que en el de la decoración, lo que podría
explicar el carácter un tanto goticista de sus obras. El ambiente en el que se mueve, la Castilla
más tradicional, hace que en ocasiones se identifique al gran maestro cantero con el plateresco,
aun cuando es a él a quien se debe una decisiva evolución desde las primeras formas
naturalistas, simplistas, medievalistas, a las trazas nobles y depuradas de los ideales clásicos.

Fachada de la Universidad de Alcalá de Henares (mediados XVI)


Es uno de los testimonios más destacados del plateresco español del siglo XVI. Construida por
Rodrigo Gil de Hontañón entre 1541 y 1553, se trata de la pieza más reconocible y
representativa de un conjunto arquitectónico que concentra en su fachada principal toda la carga
ornamental y figurativa que no encontramos en la sobriedad y desnudez que caracterizan al
resto del edificio. Es tal vez su obra más conocida. Es un gran lienzo estructurado en tres zonas
horizontales: la superior, que cuenta con una galería corrida articulada por columnas rematadas
en pináculos, y las dos inferiores, más desnudas, donde se abren típicos huecos estandarte
platerescos de gran plasticidad. Incluye aún más los órdenes clásicos, concentrados en los
frontones. El cuerpo principal de la fachada es un gran lienzo estructurado en tres paños
horizontales por líneas de imposta que marcan el arranque de huecos. Los cuerpos laterales,
separados del central por un acusado triple orden vertical continuo, son más bajos y su
coronación no responde a ninguna continuidad de líneas compositivas del central, en un claro
intento de realzar el elemento que encuadra la portada. Ésta, en efecto, define con fuerza el
centro de la composición: tres niveles enmarcados por dobles órdenes clásicos y coronados por
un gran motivo heráldico bajo un frontón de remate. El tratamiento ornamental de la fachada se
intensifica en altura: pequeños huecos bajos con grutescos, ventanas estandarte de gran riqueza
escultórica en la banda central, que casi se tratan como elementos independientes, y una
característica galería superior de arcos de medio punto coronada por una balaustrada
renacentista con pináculos en correspondencia con los órdenes que articulan la galería.

Foco granadino
Pedro Machuca (?-1550)
Pintor y arquitecto español. Su única, pero universal, obra de arquitectura es el palacio de
Carlos V, un imponente edificio renacentista encargado por el emperador como residencia en la
Alhambra de Granada.

Palacio de Carlos V
Planta circular que respeta las formas geométricas en la estructuración de una simetría pura,
características del renacimiento clásico. En planta destaca la armoniosa relación entre el
cuadrado exterior, sólo roto en una de las esquinas por una capilla ochavada, y el patio circular
inscrito en él. Se trata de un edificio de planta cuadrada que introduce como elemento innovador
un patio circular. Todo él está girado respecto a la trama principal de los patios y edificios
Nazaríes de la Alhambra. El patio tiene un diámetro aproximado de 30 m, con una composición
de alzados adintelados a base de dos órdenes superpuestos. El aspecto global es de bastante
ligereza, en contraste con la poderosa pesantez de las fachadas, más próximas al espíritu
romano. Combina dos órdenes superpuestos: el inferior dórico-toscano y el superior jónico,
separados por un entablamento de triglifos y metopas. El cuerpo bajo está cubierto por una
bóveda de cañón construida en piedra ligera, lo que podría explicar su estructura adintelada. Los
principales materiales utilizados son la piedra caliza arenisca rojiza en todo el palacio y el
mármol grisáceo en las portadas.

Puerta del Perdón, Catedral de Granada. Diego de Siloé


Es una muestra de las dotes escultóricas de Siloé, sustentada en la idea del arco de triunfo.
Desde las espléndidas figuras femeninas de la Fe y la Justicia a los capiteles antropomorfos,
Siloé deja constancia de su relevancia dentro de la escultura en el renacimiento español. Puede
aludir a la capilla de los Médicis, aunque es muy español por el uso de grutescos.

San Salvador de Úbeda. Diego de Siloé


Se observa simetría y reiteración de los arcos. Se concentra en puntos neurálgicos de la
fachada. Concebida como lugar de enterramiento de la familia Cobos. Tiene una nave central de
tres tramos, capillas laterales entre contrafuertes y una cabecera circular cubierta con una gran
cúpula.

Arquitectura civil:
Gusto de renacimiento, se expande a través de la nobleza. Entre las obras fundamentales de
esta arquitectura se encuentra el Palacio de Calahorra, Lonja de los Mercaderes (Granada) que
presenta uso de columnas salomónicas y la Universidad de Oñate (País Vasco). Esta última
ilustra de modo desigual la comprensión del plateresco, aún muy apegado al período medieval,
el uso de materiales de la región también determina un remedo al gótico.
Pintura barroca:
1) La escuela valenciana. Ribera.
2) La escuela andaluza. Zurbarán. Murillo.
3) La escuela madrileña. Velázquez.
Contexto histórico del Barroco
 Contrarreforma: Movimiento que tuvo lugar en el seno de la Iglesia católica apostólica
romana en los siglos XVI y XVII.
 Acontecimientos políticos: Surgimiento y consolidación de la Monarquía Hispánica.
Después de Los Reyes Católicos comienza el reinado de la Casa de Austria o
Habsburgo (siglos XVI y XVII)
 Siglo de Oro: Siglos XVI y XVII. Gran desarrollo de la literatura, la música y las artes
plásticas.

Aspectos generales sobre la pintura barroca


 INFLUENCIAS: El tenebrismo del Caravaggio.
La pintura flamenca barroca influye notablemente en España debido al mandato que
ejerce España en la zona y a la llegada de Petrus Paulus Rubens (1577-1640), al país
como pintor de la corte.

 TEMAS FUNDAMENTALES: Predominan los temas religiosos, aunque también


muchas pinturas tratan de reyes, nobles y otros temas cortesanos. La mitología y los
temas clásicos se retomarán con determinada frecuencia.

 CARÁCTER DE LAS OBRAS: Deliberada ausencia de sensualidad en la pintura, muy


influido por el miedo a la Inquisición.

 MECENAS: El principal cliente es la Iglesia católica (en especial las órdenes


monásticas). Las cortes monárquicas destacarán en la realización de encargos.

Distingue a la pintura española su marcado naturalismo. Se valora la individualidad cualquiera


sea la estratificación social del representado. Es por eso que los temas mitológicos tienen poca
cabida entre estos pintores. Esto da a la pintura española gran sencillez de composición y
formas. La gran masa de cuadros es de tema religiosos, aunque también hay muchos de tema
más profano. Es uno de los países donde más arraiga el tenebrismo.

Escuelas (Focos) fundamentales


1. La escuela valenciana: (el tenebrismo).
 Francisco de Ribalta: es uno de los más influenciados por esta corriente Su estilo
evoluciona a lo largo de su desarrollo artístico hacia el tenebrismo de otros países. En
cuadros como “Abrazo de San Francisco al Crucificado” y “San Marcos Evangelista” su
paleta simplifica los tonos, la atmósfera se espesa y toma la luz una entonación casi
dorada. Modelos concretos, iluminación tenebrista e interés por la realidad inmediata
caracterizan la mayor parte de sus obras maduras.
 José de Ribera. Sus superficies son ásperas y pastosas. Donde no hay tinieblas brilla
un riquísimo color, vibrante sin una tonalidad única. La pintura religiosa predomina en
su temática. Es el caso de “La Trinidad”. Donde está representado Cristo con un
terribilismo evidente. Pobres y mendigos frecuentan sus lienzos, quien llega a veces
hasta la representación de lo repulsivo. Pero no falta una intención piadosa, como es
el caso de “El Enano” donde la deformación de los pies pasa desapercibida a causa de
la gozosa expresión del muchacho.

2. La escuela andaluza: Pintores de transición: Juan de Roelas, Francisco Herrera el Viejo y


Francisco Pacheco.
2.1. Maestros de la escuela:
 Francisco Zurbarán: es un pintor de la misma generación que Velázquez y es otro de
los pintores que se adhieren al tenebrismo tan común en aquella época. Se acerca a lo
elevado y sus lienzos están cargados de sentimientos religiosos. Nadie ha llegado a
expresar mejor los sentimientos del alma. Pocas veces emplea el paisaje como
elemento de sus lienzos, por lo común la escena sucede en ambientes cerrados. Toda
la atención se aplica a rostros y manos que adquieren todo el poder expresivo. En el
cuadro que representa a “San Buenaventura” yaciente puede observarse una escena
sencilla, pero con gran cantidad de figuras a las que infunde gran naturalismo. Se dice
que es el mejor pintor de monjes de todos los tiempos, porque les infunde una vida y
naturalidad sin precedentes. En sus últimas obras disminuye la plasticidad de las
figuras y las envuelve en un ambiente vaporoso. En estas obras finales abundan los
temas de la Virgen. Es el caso de “La Inmaculada Concepción” en la que la representa
como una niña rodeada de luz. Cultivó también el bodegón, al que concibió con la
misma sobriedad que sus figuras de santos. La luz blanca idealiza la materia. Son
bodegones a los que les va bien el calificativo de místicos y en ellos este pintor
alcanza unas calidades espléndidas.
 Alonso Cano: (1601-1667), pintor, escultor y arquitecto español, fue una de las figuras
más destacadas del barroco. Tras su paso por la corte madrileña, donde entró en
contacto con las colecciones reales y la pintura veneciana del siglo XVI, el tenebrismo
de sus primera obras deja paso a un estilo idealizado, clásico, de una calidad similar a
la de los mejores pintores españoles, que huye del realismo en favor de las formas
delicadas, bellas y graciosas, al igual que hizo también con sus obras escultóricas y
arquitectónicas. En lo que respecta a su labor como escultor, por la que es más
conocido, Alonso Cano se formó en el taller de Martínez Montañés, realizando
numerosas esculturas de tema religioso en madera policromada. De su maestro
adoptó la contención expresiva y el clasicismo formal, añadiendo su gusto personal por
lo delicado y menudo. Como arquitecto diseñó la fachada de la catedral de Granada
(1667), en la que destaca el sorprendente efecto de profundidad, logrado al rehundir
sus tres grandes arcadas, y su gran riqueza decorativa.
 Bartolomé Esteban Murillo. ya perteneciente a otra generación es Murillo cuya
pretensión fundamental es la gracia y la belleza. La realidad la convierte en algo
amable, aún los temas de pobreza y miseria. Creó atmósferas cálidas y doradas, el
aire místico abunda en sus cuadros religiosos. Con el uso de luces y sombras hace
surgir vaporosas imágenes, logrando también un tenebrismo increíble. Fue
esencialmente pintor de temas religiosos. Llega a sobresalir pintando a la Virgen con el
Niño o a la Inmaculada. En estas composiciones humaniza a la Virgen hasta el punto
que esta resume mundanidad, es simplemente una mujer. Es el caso de la “Asunción
de la Virgen” y su “Inmaculada Concepción” en la que pintó a la Virgen con rostro de
niña. También amó a los niños, ofreciéndonos cuadros rebosantes de ternura.
Ejemplos de estos son: “Niño con Perro” y “El Juego de Dados”. También desembocó
en la pintura costumbrista, pero no gusta de lastimar nuestra sensibilidad
representando la cruda miseria, sino que por el contrario los pobres viven contentos,
comiendo uvas o melón (“Niños Comiendo Frutas”) o quitándose la inmundicia (“Vieja
Espulgando a un Niño”). Como retratista merece plácemes. En su “Autorretrato” revela
dotes nada comunes.

3. Escuela madrileña:
 Diego de Silva Velázquez: el más importante pintor de esta etapa es sin duda alguna
Velázquez. Todo su arte se apoya en la realidad, pero una realidad más sentida que
observada. Ama la realidad y esto se observa desde el punto de vista de que los
temas mitológicos los representa como escenas de la cotidianeidad. El arte de
Velázquez resuena en un ambiente sereno y tranquilo. Pintó mucho a lo largo de su
vida y se podría separar su obra en varias etapas. Una de sus pinturas más conocidas
realizada durante su estancia en Italia es “Venus y Cupido” o “La Venus del Espejo”.
Se basa sobre todo en el tema del desnudo femenino. Expresa muy bien esta obra la
reacción del espíritu moderno sobre el ideal clásico, ya que el modelo es la realidad. El
espejo permite esa doble representación del personaje, de espaldas y de frente, muy
del gusto barroco y que dada su posición obliga a la mujer a mirar hacia el espectador.
Un cuadro bien interesante lo constituye “La Rendición de Breda” o “Las Lanzas” con
el que Velázquez supera a otros pintores de batallas. Resalta la hidalguía del vencedor
evitando la humillación del vencido. El ambiente alcanza gran profundidad y
transparencia, equilibrándose las figuras y el medio. “Las Meninas” constituye un gran
compendio de pintura: luz, espacio, ambiente, retratos, vida cortesana, etc. La figura
del centro es la infanta Margarita Teresa, hija del rey Felipe IV, flanqueada por dos
meninas o damas de honor. A la izquierda del cuadro está el propio Velázquez frente a
un enorme lienzo, en el que quizá esté pintando al rey y a la reina, que aparecen
reflejados en el espejo del fondo y que ocupaban, por lo tanto, el lugar donde ahora se
encuentra el espectador del cuadro. La figura que baja la escalera en el extremo
opuesto de la habitación sirve para acentuar el plano horizontal. La posición de las
figuras, así como el hecho de autorretratarse en el cuadro, la ideó Velázquez para que
el espectador se sintiera parte del cuadro, como si la escena sucediera en ese
momento preciso y ante sus ojos. “Las Hilanderas” es otro cuadro de gran empeño de
Velázquez. También aquí la luz y la atmósfera constituyen materia de largo
razonamiento. Es la obra de más vaporosidad y etérea concepción del gran autor. Es
la representación de un tema mitológico en la parte posterior y en la anterior una
escena cotidiana, el taller de hilados que nos adentra en la realidad. También realizó
muchos retratos de enorme naturalismo y minuciosidad en los detalles. Es el caso de
“El enano Sebastian de Morra”.
 Juan Sánchez Cotán: (1560-1627), pintor español creador de la tipología del
bodegón en España. Fue un pintor de escaso mérito en los temas religiosos, que sin
embargo tenía unas extraordinarias dotes como bodegonista. Se formó en el rico
ambiente cultural toledano de finales del siglo XVI, donde eran especialmente
apreciadas las novedades, como las naturalezas muertas compradas en Flandes por
los coleccionistas. Son muy pocas las naturalezas muertas que se conocen de su
mano, pero él fue quien definió las cualidades y características del bodegón español,
que se mantuvieron sin grandes variaciones a lo largo de gran parte del siglo XVII. Son
obras en las que representa muy pocos elementos, —frutas, hortalizas y aves—, que
aparecen colgados o alineados sobre el alféizar de una ventana, tratados con preciso
dibujo y denso modelado, mientras una intensa luminosidad los destaca sobre un
oscuro fondo, acentuando así su realismo y plasticidad. Según la mayoría de los
especialistas, Sánchez Cotán pinta estos objetos con un sentido religioso, buscando
en ellos, no su apariencia concreta, sino la acción creadora de Dios, idea también
recogida en la literatura de la época.

Racionalismo y neoclasicismo:
Siglo XVIII: Suerte de cansancio, de aletargamiento. De esta tradición. Luego del siglo de oro
del barroco. Producto de la incomprensión de la tradición española. En parte por el cambio
dinástico de Habsburgo a Borbón.

Monarcas españoles durante el XVIII


Comienza a reinar en España la casa de Borbón (siglos XVIII - ...): con ella el arte español
entra en la órbita francesa. Difícil acomodo a “la disciplina de la razón”. Enrique Lafuente
Ferrari de acuerdo con la llegada de los Borbones al trono español explica que: “Inmediatamente
el Borbón español iba a traer a su reino a pintores que dominasen aquella lengua franca del arte
amable y cortesano, tan distinto de las toscas escurriduras del áspero barroco naturalista en que
los pintores españoles habían quedado estancados y demodé. Pues eso y no otra cosa
representaba (…) la pintura no siempre desdeñable de aquellos modestos artistas que
representan la tradición del XVII perviviendo en la nueva época, aunque muchas veces ya
contaminada con cierto académico afrancesamiento”
- SIGLO XVIII: Primera mitad: Felipe V (1700-1746) (Duque de Anjou, nieto de Luis
XIV).
- Medio siglo: Fernando VI (1746-1759).
- Segunda mitad: Carlos III (1759-1788). Carlos IV (1788-1808).

En la primera mitad del siglo XVIII y bajo el gobierno de Felipe V, aparecen los primeros
pintores franceses de la Corte. Entre los que se hayan:
 René Houasse (¿-1730): Destaca por ser un gran colorista. Prefirió los temas de la
vida diaria. Destaca sobre todos por el tratamiento del paisaje. Entre sus obras se
haya “Luis XIV”.
 Jean Ranc (¿-1735): Retratista de la corte borbónica. Se caracteriza por la regularidad
de la ejecución y la frialdad académica. Es un retratista ampuloso que ensalza la figura
del monarca. Entre sus obras está retrato de “Felipe V” y “La hija de Felipe V”.
 Louis Michel van Loo (Tolon, 1707-1771): Su pintura presenta gran protocolo, una
ampulosidad ceremoniosa, una paleta impersonal y un color dosificado.

En la segunda mitad del siglo y bajo Fernando VI (1746-1759), se observa una predilección
por la pintura italiana especialmente con Corrado Giaquinto (Escuela napolitana). Es este
también el momento de la creación de la “Real Academia de las tres nobles artes de San
Fernando”, con ella se establecen normas, concursos, además de la institución del Premio de
Roma.

En el tercer cuarto del siglo y bajo el reinado de Carlos III, ocurre de modo circunstancial en
Madrid (1762) una centralidad artística en la Europa de su tiempo. Los principales artistas de
este momento serán Mengs, Giaquinto y Giovanni Battista Tiepolo (1696-1770) los cuales
trabajarán juntos en Madrid.

Giovanni Battista Tiepolo (1696-1770): pintor italiano considerado como el principal maestro
de la escuela veneciana y el mejor muralista del estilo rococó. Estudió con diversos pintores
venecianos, pero la mayor influencia la recibió de su compatriota y colega Pablo Veronés. El arte
de Tiepolo se centró principalmente en la creación de grandes frescos y pinturas al óleo sobre
techos y paredes diseñados en armonía y consonancia con el ornato y decoración de la
arquitectura rococó imperante en aquel momento. En ellos representará convincentes escenas
de la vida cotidiana así como místicos temas bíblicos y mitológicos. La composición es
dramática, la línea fluida y elegante, el color luminoso y delicado y el tratamiento de la luz
sumamente atmosférico. La plasticidad y luminosidad de su estilo, junto con el agradable
colorido de tonos pastel que utiliza en sus obras, siguieron siendo populares incluso después de
que los arquitectos comenzaran a levantar edificios en un estilo mucho más austero y severo
durante la etapa neoclasicista. Tiepolo pintó también tablas al óleo, sobre todo retablos, en las
que muestra el mismo gusto por las formas elegantes y el colorido suave y delicado de sus obras
murales. Tiepolo pintó también pequeños bocetos al óleo, innumerables dibujos e imaginativos
aguafuertes. Para poder llevar a cabo toda esta ingente labor, contó con la ayuda de sus hijos
Giovanni, Domenico y Lorenzo. En 1762, por invitación de Carlos III, Tiepolo y sus hijos viajaron
a España con el encargo de decorar el palacio real de Madrid. En la sala de guardias
alabarderos de dicho palacio pintó la Apoteosis de Eneas, en la antecámara la Apoteosis de
España y en el techo del salón del trono el magnífico fresco de la Grandeza de la monarquía
española (1762-1767). Tiepolo murió el 27 de marzo de 1770 en Madrid.

- Existen también una serie de artistas de alguna importancia en la España de entonces


como:
Luis Pared y Alcázar: su obra es expresión y síntesis del paso del rococó al neoclasicismo.
Pintó temáticas de la corte y fue un gran paisajista. Entre sus obras destacan Carlos III comiendo
delante de su corte y vista del arenal de Bilbao.
Antonio Carnicero: fue también un gran paisajista y creador de escenas de género. Destacan
Paisaje de Valencia desde la alameda y Elevación de un globo ante la corte de Carlos III.
Antón Rafael Mengs (1728-1779): pintor alemán y figura importante en el desarrollo del
neoclasicismo. Gozó de gran reputación entre los círculos intelectuales. Trae la idea de
rescatar el ideal de belleza del pasado y a él debe agradecerse la introducción del neoclasicismo
español. Gran parte de la primera producción de Mengs consiste en retratos al pastel o al óleo, a
menudo en un estilo que recuerda el arte cortesano francés. A su vez, pintó diversos retablos,
inspirándose en los artistas italianos, sobre todo Rafael. Influido por las ideas de su amigo y
colaborador Johann Joachim Winckelmann, la obra de Mengs se hace poco a poco más
clasicista en estilo y composición, como se observa en su fresco “El Parnaso”, ejecutado en los
primeros años de la década de 1760. Mengs ejerció una influencia decisiva sobre otros artistas
en su papel de difusor del neoclasicismo. Asimismo destacó como teórico del arte con su obra
Estudios sobre lo bello y el gusto en la pintura (1762). Mengs estaba muy considerado en los
círculos intelectuales y artísticos de su época, aunque la crítica moderna no ha valorado en igual
medida la calidad de su obra.

Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828): Es un magnífico exponente de la beta brava


española. Fue un pintor tan profuso y original que puede afirmarse que no solo cierra con broche
de oro el elegante arte dieciochesco, sino que anticipa la libertad creativa que adoptarían los
creadores románticos y anuncia las innovaciones formales del impresionismo y del
expresionismo, a la vez que remite por su versatilidad a los grandes maestros de la pintura,
como Velázquez y Rembrandt, y prefigura en su paleta y en la fantasía desbordada de sus
dibujos y grabados, la fiereza de grandes artistas del siglo XX, como Otto Dix, Pablo Picasso o
Francis Bacon. Es sobre todo un precursor de las formas de ver el mundo en la época
contemporánea. Goya rasgó definitivamente la amabilidad del rococó del XVIII, como se ve en
sus retratos, veraces, en ocasiones despiadados, y ricos en color y de luces difuminadas, donde
los tejidos adquieren magnificencias y luminosidades increíbles y donde los personajes aparecen
en su realidad más dura, cruda e inimaginable. Por su visión temática y por la técnica que
emplea, es uno de los artistas que más ha influido en el arte moderno.
Goya no se inscribe en ningún movimiento, sintetiza el arte del período y lo sobrepasa, su obra
es rebelión contra convención y tendencias artísticas. Crítico agudo y punzante, denuncia
oscurantismo, vicios y corrupción. Es un moralista marcado. Goya es también considerado como
precedente del impresionismo por su obra La lechera de Burdeos, considerada sino la última,
una de sus últimas obras; esta pieza invita a considerarla como el canto del cisne del gran artista
a la belleza femenina, la luz que envuelve la cabeza de la muchacha en torno a la hermosa
figura inclinada muestra tanta inspiración cromática como resulta original la resolución de cada
pormenor de la figura; o del simbolismo por El coloso, aunque sin dudas es inclasificable por el
conjunto de sus grabados, Tauromaquia, Desastres, Disparates, Caprichos y por los extraños
dibujos que proliferan en sus álbumes.
Goya en sus primeros años madrileños realizó cartones para tapices que son una muestra de
su estilo vivo, sensible y popular, matizado a veces de ironía y de humor, aún con algo de gracia
rococó, hasta las sombrías y siniestras pinturas negras de su vejez, que parecen anunciar tantas
vertientes de la pintura contemporánea. Pasando por los retratos oficiales, los cuadros de
historia y algunas de sus creaciones de mayor empeño académico, aparte de muchos retratos
privados y obras menores, ajenas a su quehacer oficial.
El arte del siglo XIX, aún siendo muy distinto de los continuos experimentos realizados desde
las primeras décadas del XX, es ya un arte de especialistas; puede decirse que Goya es el
último pintor del mundo que todavía tiene la riqueza de cualidades de los supremos maestros
que desde finales del cuatrocientos crearon la pintura moderna.
De acuerdo con Enrique Lafuente Ferrari: “Goya representa en la historia de la pintura el polo
opuesto del estilo de David y de sus gélidas evocaciones de una antigüedad declamatoria,
vestida con un lenguaje del correcto dibujismo lineal y fríos colores de recta. Es Goya
representante de una vocación racial soterrada durante el XVIII bajo exóticas disciplinas; una
brusca y airada protesta contra el anémico academicismo, brotada de aquel filón del que salieron
en nuestro país, de lo que hemos llamado (…) la veta brava del arte español “
Del neoclasicismo al modernismo:
Condiciones históricas de España al inaugurarse el siglo XIX:
En 1800:
 Carlos IV: Rey de España.
 Madrid: epicentro de la vida artística y intelectual. Aún se respiran los aires ilustrados
del decorativismo rococó.
 Goya: pintor de la Corte.
En 1808:
 Ocupación y Guerra de Independencia (1808-1814)
 Período de fuerte convulsión política.
En 1814:
 Gobierno de Fernando VII, el Deseado (1814-1833): régimen de intrigas y censura.
 Exilio de Goya.

Inicios del siglo XIX, se observa una pervivencia del rococó y el academicismo.
 Academicismo (rococó / ecléctico): Vicente López Portaña (1772-1850), realizó
numerosos retratos de las personalidades más destacadas de su época. Entre todos
ellos sobresale el de Francisco de Goya (1826). Otras de sus pinturas son San
Sebastián socorrido por Santa Irene y Alegoría de la institución de la orden de Carlos
III. Muestra la línea del academicismo en los inicios del XIX. Se radica como pintor de
la corte tras Goya, está concentrado en el retrato en el que se enfoca en elementos
que ayuden a resaltar al retratado. Primer Pintor de Cámara de Fernando VII. Presenta
limitada originalidad y una asombrosa objetividad. Controló TODA la política de
Fernando VII relacionada con las artes.
 Neoclasicismo: no todo con ideología davidiana.
- Elementos formales del neoclasicismo difundido a través de las Academias.
- Neoclasicismo davidiano:
- José de Madrazo (1781-1858): inició la corriente pictórica historicista con temas
de exaltación patriótica. La teatralidad y el carácter escenográfico propios del
género que cultivó, así como la frialdad con la que define a sus personajes, le
sitúan entre uno de los mejores representantes de la pintura neoclásica. También
cultivó el retrato con una ausencia de aparatosidad y suntuosidad inusuales en la
época. Fue pintor de cámara del rey Carlos IV. Entre sus obras destacan Cristo
ante el sumo sacerdote y La muerte de Viriato, el cual es uno de los cuadros más
representativos de la pintura neoclásica española, en esta obra se pueden apreciar
la grandilocuencia y teatralidad características de la tendencia historicista.
- José Antonio Ribera (1779-1860): Presenta mayor cercanía con David. es uno de
los pocos artistas davidianos españoles, es autor del célebre cuadro Cincinato
abandona la labranza para dictar leyes en Roma (Museo de Cáceres).

Romanticismo: Factores que determinan su introducción.


 Teoría de “el arte por el arte”.
 Arte sin mecenas – Arte Autónomo.
 Aparición de los salones: la crítica, él público, el mercado de arte.
Factores extranjeros:
 Auge de la Burguesía: Valorización de la subjetividad.
 Importancia de la valoración del yo y la individualidad.
Factores nacionales:
 1833: Llegada de Isabel II al trono.
 Exacerbación de los sentimientos populares con motivo de la invasión napoleónica.
 Segundo tercio del siglo XIX: pensamiento intelectual encaminado a exaltar los valores
nacionales.
El romanticismo español está definido por varias líneas:
Andalucía:
Costumbrismo pintoresquista – Moda de las escenas andaluzas: En estas escenas lo
folclórico, lo etnológico, lo localista, desemboca en obras de vasto colorismo y detallismo.
Comienza esta tipología en Andalucía por ser una región portuaria y cosmopolita con amplio
desarrollo económico. En poco tiempo estas escenas devienen repetitivas y vacías, por lo que
los pintores emigran a Madrid en donde también recrearán escenas de costumbres. El mayor
exponente de este género es Valeriano Domínguez Bécquer el cual incorpora hace un rescate
del color típico de Velázquez.

El retrato y la pintura religiosa: los principales exponentes de esta tendencia son Antonio
María Esquivel y José Gutiérrez de la Vega. Ambos cultivan la pintura religiosa y el retrato con
una orientación ecléctica de mirada al pasado. Tienden al neo-murillismo con una mirada
romántica de la obra de Murillo.
Antonio María Esquivel (1806-1857): pintor romántico español, especialista en retratos.
Aunque cultivó diversas temáticas, las obras de mayor calidad, las que le dieron el éxito, fueron
sus retratos, que se encuentran entre lo mejor de la pintura romántica española. Obra de
severidad técnica: Prima el dibujo sobre el color. En su obra Retrato del marqués de Bejons se
observa el prototipo de la aristocracia liberal del reinado isabelino.
José Gutiérrez de la Vega (1791-1865): Máximo exponente de la interpretación romántica de
Murillo. En sus obras se ve una dependencia de los modelos murillescos por ejemplo en Alegoría
del Nuevo Testamento o en La última comunión de San Fernando.

Mientras tanto en Madrid se observa una confluencia de diversos estilos entre los que se
hayan el neo-murillismo, el purismo y el costumbrismo de veta brava.
El costumbrismo de veta brava estará caracterizado por una recuperación de la obra de
Goya, tomada como punto de partida y no como imitación. De Goya se tomarán los aspectos
pintorescos de su obra, el mundo interior del hombre y su expresionismo técnico. Sus principales
exponentes serán Eugenio Lucas Velázquez y Leonardo Alenza
Leonardo Alenza (1807-1843): Estilo sobrio y amargo con tintes satíricos ocasionales.
Cuadros costumbristas inspirados en la obra de Goya. Es uno de los artistas más interesantes
del último tercio de siglo, cuya pintura, y más aún el dibujo, poco o nada tienen que ver con los
tópicos españoles. Algo evidente en sus pinturas Sátira del suicidio romántico o El viático.
Eugenio Lucas Velázquez (1817-1870): Su obra, que fue objeto durante años de los estudios
de Enrique Lafuente Ferrari, fue durante décadas o bien confundida con la de Francisco de Goya
o bien considerada, únicamente, una mala copia del maestro aragonés. Los análisis del ya citado
Lafuente Ferrari, y después los de Juan Antonio Gaya Nuño han situado al pintor en el lugar que
le corresponde, no sólo un epígono avanzado de Goya, sino también un introductor de los modos
que conducirán, poco después, al impresionismo. Presenta una técnica abocetada, color pastoso
y fuerza expresiva además de un énfasis en lo grotesco expresivo. Esto se puede ver en su obra
La lavativa.

Este costumbrismo luego transita hacia el paisaje romántico el cual deviene de “género
menor” a género legitimado y favorecido dentro de la producción pictórica a la vez que va desde
una orientación clasista hacia la concepción nostálgica y grandiosa del la pintura inglesa. Su
principal exponente será Jenaro Pérez Villamil.
Jenaro Pérez Villamil (1807-1854): establece una concepción romántica del paisaje a través
de un gusto pintoresco por las ruinas, la superioridad de la naturaleza frente al hombre, la
evocación orientalista y que ve el viaje como fuente de inspiración y recopilación documental.
Junto a esto la mayoría de sus cuadros presentan una pátina dorada como en Procesión en el
santuario de la Virgen de Covadonga.

Por su parte el purismo está presente en Madrid y en Cataluña. En este momento se ve un


predominio de las modas de Paris y de Roma. También se ve la influencia de Roma en la pintura
a través de la alusión a la tradición, el buen oficio y el conocimiento de los maestros del pasado.
La influencia parisina se nota en la visión de actualidad, la circulación, la fama y el mercado de
arte. Se prefieren en este momento las obras de factura impecable, influencia de Ingres y una
elegancia aristocrática junto a un elitismo social.
El purismo madrileño está marcado por la obra de Federico Madrazo y Kuntz, el cual es el
protagonista del arte oficial de la segunda mitad del XIX. Este está también regido por la obra de
Ingres.
Federico Madrazo y Kuntz (1815-1894): pintor romántico académico de corte francés, que
cultivó tanto el género del retrato como el de la pintura histórica. Atravesó tres fases en su
carrera. Al principio se decantó por la estética purista, de gran detallismo. Más tarde suavizó los
contornos y su pintura se volvió más espontánea. Finalmente retornó a la tradición. Su formación
en el dibujo hizo que predominara en él casi siempre la línea sobre el color. Pintó retratos para la
aristocracia y gracias a ello gozó de una situación social elevada que le permitió frecuentar
ambientes privilegiados. Su pintura está definida por medio de una pincelada prieta y muy
brillante. Amigo de Ingres, trabajó en su taller durante su estancia en París. En Roma estuvo en
contacto con el pintor alemán Johann Friedrich Overbeck y el grupo de los nazarenos, quienes
reforzaron su destreza innata para el dibujo. Fue pintor de cámara de la reina Isabel II y director
de la Academia de San Fernando y del Museo del Prado. Con su retrato de la Condesa de
Vilches se entroniza como retratista de la burguesía, por la impecabilidad con que trata a sus
modelos, por la textura, las carnaciones, etc.
El purismo Catalán por su singularidad geográfica será un foco abierto a las novedades por lo
cual estará signado por la influencia de los nazarenos italianos. Este movimiento legitimará los
valores de la idealidad, la sencillez, el predominio de lo dibujístico, tendencia al estatismo y el
aura misteriosa. Sus principales exponentes serán:
 Claudio Lorenzale (1815-1889): en su obra se ve el simbolismo y la religiosidad que lo
caracterizaron, algo constatable en su mejor obra Alegoría del invierno.
 Joaquín Espalter (1809-1880): en sus obras se observa frontalidad e inmovilidad de las
figuras como en Los niños Manuel y Matilde Álvarez Amoros.
 Pelegrín Clavé (1811-1880): pintor español romántico, miembro de la escuela
nazarena catalana. En Roma, tras obtener la beca de estudios, entró en contacto con
la escuela nazarena, encabezada por el pintor alemán Johann Friedrich Overbeck, y
quedó fuertemente impresionado por la obra de Rafael y de los primitivos italianos. En
1846 se trasladó a México para dirigir la Academia de San Carlos. Bajo su mandato se
formó toda una generación de pintores mexicanos que produjeron un gran número de
obras de tema religioso e histórico bajo la influencia de la artificiosa estética nazarena.
Como pintor realizó excelentes retratos, como el de José Bernardo-Couto y la alegoría
La demencia de Isabel de Portugal. Sin embargo, su obra más importante es el fresco
de la cúpula de la iglesia de la Profesa (1867), que fue destruido por el fuego en el
incendio de 1915.

Más tarde se observa un giro hacia la estética realista dado por la pintura de historia, el
paisaje y las exposiciones universales de Bellas Artes.
La pintura de Historia se pone de moda con las exposiciones nacionales de pintura y
escultura. Tiene una definición reiterativa e histórica. Además deviene moda e instrumento de
propaganda. Se caracteriza por las grandes dimensiones, captar el momento de historicidad y
conjugar varias tematizaciones. Sus principales exponentes son José Casado del Alisal (1832-
1886) y Antonio Gisbert (1835-1902).

Realismo:
La pintura de historia se establece como una puerta para la vuelta al realismo velazqueño. La
obra Testamento de Isabel la católica de Eduardo Rosales marca el inicio del realismo. En
España el realismo tomará el nombre de realismo velazqueño por su carácter atmosférico y
espacial. Este movimiento también se caracteriza por un dibujo seguro y una gama de color
reducido.
Eduardo Rosales (1836-1873): pintor español nacido en Madrid, especializado en el género
de la pintura histórica. Entra en contacto con el grupo de los nazarenos y se perfecciona su
sentido del dibujo y comienza a pintar en tonos fríos y gamas pálidas. Abandona pronto la pintura
religiosa para centrarse en la histórica, tomando como punto de referencia la pintura del siglo de
oro español. Obras como Testamento de Isabel la católica resumen el carácter grandilocuente de
la escena tratado con toda minucia. Su obra es realista pero tiene elementos que anticipan el
impresionismo, lo cual se ve en su retrato de Maximina Martínez de Pedrosa, esposa del pintor.
Su línea histórica, de la que no se apartará nunca, le lleva a pintar obras como La presentación
de don Juan de Austria o Doña Blanca de Navarra, donde la ambientación tan naturalista
desplaza toda retórica. En su fase final, donde se dedica a la acuarela, evolucionará hacia un
tipo de obras como la del Desnudo de mujer o en el retrato del Violinista Pinelli donde se
aproxima al impresionismo por el tipo de pincelada suelta y deshecha, y que anuncia en Rosales
un pintor de la modernidad.

El paisaje realista será la otra tendencia importante del momento, el cual tendrá un interés por
la luminosidad y los efectos de esta sobre el paisaje. Sus figuras principales son Carlos de Haes
y el catalán Ramón Martín Alsina (1835-1933) una de sus obras más relevantes es Born Vell.
Carlos de Haes (1829-1898): pintor español de origen belga. Su actividad artística estuvo
dedicada fundamentalmente a la pintura de paisaje realista. Pintaba al aire libre, con una técnica
precisa y delicada, vinculada a la estética tradicional de la escuela flamenca. Su arte, atento a la
realidad y ajeno a la elaboración del estudio, supuso una extraordinaria novedad tras el
subjetivismo que había imperado en el paisaje romántico. Su importancia reside en su extensa
producción pictórica —más de cuatro mil cuadros y apuntes de tema paisajístico— y en su labor
docente. Sus paisajes, sin añadidos anecdóticos, son generalmente sencillas vistas campestres
y de montaña, en los que muestra un especial interés por los efectos lumínicos, abriendo el
camino al impresionismo, por el que se adentrarían muchos de sus discípulos. Destaca entre su
extensa producción Los picos de Europa, obra en la que se observa la captación de la naturaleza
con una fidelidad y realismo próximos a la observación geográfica que lo caracterizó.

Mariano Fortuny y el fortunismo (1838-1874): pintor español de temas históricos y escenas


costumbristas, cuyo estilo se caracteriza por el preciosismo y la luminosidad. Es el protagonista
de la 2da mitad del siglo español y europeo. Presenta estética e influencia orientalista en varias
obras. Tiene gusto por el formato apaisado y sus cuadros presentan función decorativa. Fortuny
ejerció una gran influencia sobre sus contemporáneos en Italia y España. Aunque rechaza la
pintura historicista, sí busca con añoranza un mundo pasado. Sus obras rechazan las historias
grandilocuentes y opta por temas sin trascendencia, tratados desde cierta perspectiva
humorística. Entre sus obras más importantes están La odalisca, La batalla de Wad-Ras y Los
hijos del pintor en el salón japonés. De él dijo José Luis Diez que fue un: “Maestro dotado de
unas excepcionales cualidades técnicas y una personalidad irresistiblemente atractiva para
cuantos artistas se formaron junto a él, impuso desde Italia a toda Europa la moda del pequeño
“tableautin”, cuadritos de caballete con anecdóticas escenitas de género y de tema orientalista,
que Fortuny elevó a la categoría de obras maestras, siendo el artista de su tiempo más solicitado
por los marchantes de todo el mundo, envidiado y reverenciado por sus compañeros e imitado y
falsificado ya en vida por aquellos que quisieron aprovechar, con una total falta de escrúpulos, el
ansia febril con el que la burguesía adinerada europea y americana solicitaban las obras del
pintor.”

Raimundo de Madrazo (1841-1920): es un exponente del realismo burgués o de los temas


del día. En su obra se ve la vanalidad de la vida parisina, con temas de la moda y la vida secular
y frívola de Paris. Todas sus obras presentan una técnica impecable. Fue un retratista
consumado al igual que su progenitor, y entre sus obras se encuentra el lienzo titulado La reina
María Cristina, que se conserva en la Hispanic Society de Nueva York, institución de la que fue
miembro. Su estilo desenfadado y colorista alcanzó su máxima expresión en el retrato femenino.
En este sentido destacan de forma especial las obras que realizó inspiradas en la modelo Aline
Masson.

Cambio de siglo
Al periodo de la historia del arte que abarca desde 1881, año en que se inician las colecciones
del MNCARS y fecha de nacimiento de Pablo Picasso; hasta 1925, que se ha socializado como
el «inicio» de la modernidad en el caso español porque se celebró la exposición de la Sociedad
de Artistas Ibéricos se le ha dado en llamar, en pintura, Cambio de Siglo.
Caracterizado por la superposición de orientaciones estilísticas diferentes que generan cierta
confusión. Es un fenómeno nuevo de paralelismos y falta de unidad. Quizás la propia dificultad
que esto representó para enfrentar su estudio con una óptica tradicional, sea causa -entre otras
razones más justificadas- del cierto desdén con que ha sido vista esa pintura. Desconcierta un
poco que hasta ahora las corrientes artísticas del siglo XX -siendo herederas de este fenómeno-
no hayan arrojado suficiente luz para comprender que el siglo XIX, a la vez que epílogo del arte
tradicional en lo que a las normas representativas naturalistas se refiere, fue también prólogo de
una cierta liberación de las tutelas estilísticas, producidas en el presente.
Existe en este momento un mayor desarrollo de la individualidad de los artistas que exploran
en su subjetividad. A la vez producen un arte que intenta retomar los conceptos
trascendentalistas del mismo, la misión del arte. Predominio del simbolismo y decadentismo. En
España aparecen escuelas regionales. Es una época de internacionalización del arte, por su
pérdida del sentido de nacionalidad. El artista se considera a sí mismo un intelectual, teoriza
sobre arte.

En la producción pictórica española de este periodo se destacan 4 focos fundamentales:


El núcleo madrileño: predomina el estilo de raigambre decimonónica. La tradición realista y el
cuadro de historia continúan siendo laureados en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de
finales del XIX y primeras décadas del XX.
Aureliano de Beruete (1845-1912): pintor, crítico, coleccionista y político español nacido en
Madrid, especializado en el género paisajista. Perteneciente a la corriente realista y al
pensamiento positivista. Técnicamente, es un artista de pincelada suelta y fluida, finalmente
impresionista, de composiciones abiertas y luminosas. Más apegado a la corriente tradicionalista
del paisaje que a las incipientes vanguardias, su temática, más renovadora que su técnica,
refleja paisajes cercanos al entorno urbano o panorámicas del campo castellano.

El núcleo catalán: plataforma de despegue del modernismo y el noucentismo, tendencias que


marcan puntos de vista contrastantes. El primero, abocado hacia la recepción y difusión
militantes de las novedades pictóricas dominantes en la Europa finisecular; el segundo, afín al
clasicismo, el mediterranismo y a la idealización simbólica de la realidad. Vinculado al panorama
parisino de la época, aunque producen un arte propio (modernismo). Los pintores que
caracterizan esta escuela son:
Santiago Rusiñol (1861-1931): pintor y escritor español, introductor de las nuevas tendencias
artísticas francesas en Cataluña. Junto con Hermen Anglada Camarasa y Ramón Casas
constituyen el trío de pintores modernistas catalanes.está vinculado con simbolismo y considera
las obras una realidad nueva e independiente. Se refleja su intención de producir estados
anímicos en el espectador. Se nota cierto acartonamiento de las obras por falta de volumetría.
Rusiñol representa junto con Joaquín Mir y Aureliano de Beruete la corriente española del
paisajismo de fuerte influencia francesa. Aunque fue receptivo al impresionismo, no se le puede
encuadrar dentro de este movimiento como atestigua el estilo tan personal de sus paisajes.
Aunque su temática es muy variada se especializó en el paisaje, tanto rural como urbano, donde
en un principio la figura humana se integraba. Al final de su carrera sólo pintaba paisajes que
embellecía por medio de árboles o de elementos arquitectónicos, como refleja en su cuadro
Escaleras del Generalife. Rusiñol ha quedado adscrito al paisajismo y ha sido inmortalizado
como el pintor de los jardines de España.
Ramón Casas (1866-1932): pintor y dibujante español nacido en Barcelona. Le interesa
sobre todo lo decorativo del cuadro, es típico en sus obras la representación de la sensualidad
de la mujer catalana y de España. Se distingue por el retrato. Impermeable a las vanguardias, su
estilo se consolida en el postimpresionismo. Excelente retratista, define diferentes tipos de
mujeres, como la gitana, la manola, entre otras, así como una serie de retratos al carbón de
importantes intelectuales de la época. También expresa con sus pinceles el anonimato de
interiores de cafés o de la vida en la calle, con toda la espontaneidad que emanan tanto el
entorno como sus personajes. Su estilo acusa la influencia de Manet, Whistler o Degas por los
colores suaves y los contornos difuminados que le harán evolucionar hasta un tipo de pintura
más colorista y de marcado carácter realista. Casas es asimismo uno de los máximos
representantes del modernismo catalán que refleja en los carteles publicitarios (Codorníu, Anís
del mono, entre otros) que realiza para prestigiosas firmas comerciales, llenos de sensibilidad
artística.
Hermenegildo Anglada Camarasa (1871-1959): pintor español, principal representante de la
corriente simbolista y una de las figuras más populares de las primeras décadas del siglo XX en
España. Uso de la luz artificial, se caracteriza por la representación de mujeres enfermas y cosas
pequeñas. En una etapa de su producción es característica la pintura de mujeres valencianas
con traje típico.

El núcleo valenciano: se ensayan nuevos caminos afiliados a la recepción de las novedades.


En el caso de los pintores, las búsquedas se dan sobre todo en torno al problema de la luz
nacida por interés interno, para influir en las líneas de contornos, la composición y la
correspondencia o no del color con la realidad. Está marcada por la objetividad de base realista.
El núcleo toma el nombre de luminista. El exponente fundamental de la escuela es:
Joaquín Sorolla (1863-1923): pintor español vinculado al impresionismo, del que hace una
interpretación personal basada en el protagonismo absoluto de la luz y de la plasmación del
movimiento de las figuras. Es considerado un pintor atmosférico en el que la sombra tiene color.
Artista de ingente producción, su pintura reflejó fielmente las circunstancias históricas y las
contradicciones de un fin de siglo en crisis. Sus contactos con el mundo europeo le permitieron
superar pronto valores y temáticas tradicionales para vincularse a los nuevos procesos de
creación. La pintura en plein air de los impresionistas influye en su estilo que, sin el interés
científico de los franceses, puede considerarse como ‘un realismo a plena luz’. Relevante
retratista Aureliano de Beruete. Entre sus temas preferidos destaca, no obstante, su dedicación
al paisaje levantino, de ambiente costero, siempre con presencia humana, que plasma con un
protagonismo absoluto de la luz que hace vibrar los colores y marca el movimiento de las figuras
como en Niños en la playa, Paseo a orillas del mar y El baño del caballo.

El núcleo vasco: fuerte raigambre castiza. Es un espacio protagonizado por los hermanos
Ramón y Valentín Zubiaurre y también por Zuloaga. En este contexto surge la Asociación de
Artistas Vascos (1911) con el propósito de fomentar el desarrollo del arte en el panorama
nacional y de promocionar la producción de sus miembros en el terreno internacional.
Caracterizada por la subjetividad.
Ignacio Zuloaga (1870-1945): pintor español que junto con José Gutiérrez Solana representa
la vertiente costumbrista de la pintura española de principios del siglo XX, aunque a diferencia de
éste, su paleta es más brillante y su visión de los tipos y de las costumbres del campo castellano
es menos pesimista. Entre sus obras fundamentales se haya El Cristo de la Sangre, en el que
retrata con acritud la idiosincrasia del pueblo español. La crudeza de sus pinceles le llevó a ser
rechazado en varias ocasiones por la crítica nacional. Rehusó el impresionismo y buscó un
lenguaje propio más acorde con la tradición de la pintura realista española. En la mayoría de sus
retratos el horizonte se sitúa en un punto bajo respecto al espectador y el retratado se sitúa en
primer plano y hecho a escala natural ocupa casi todo el alto de la pieza.

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