Novacion Subjetiva
Novacion Subjetiva
Novacion Subjetiva
El Código dispone que la novación por cambio de deudor puede verificarse sin
consentimiento de éste, al precisar que el principio solo se refiere a la expromisión,
pues en la delegación necesariamente tiene que intervenir el deudor; y que la
expromisión, al igual que el pago, puede efectuarse aun contra la voluntad del
deudor. (p.202)
Cabe preguntarse si, de configurarse esa novación, el tercero tendría algún derecho
que oponer respecto del deudor originario o, lo que es lo mismo: ¿podría reclamar algo al
deudor originario pese a no haber realizado, en realidad, pago alguno? Pues a pesar de que
el tercero todavía no haya realizado el pago de esa nueva obligación que sustituyó a la
original e, incluso, podría ocurrir que nunca lo haga, tiene derecho a exigirle al deudor todo
lo que le haya resultado útil de la novación.
El artículo 1283 permite revivir las acciones contra el deudor antiguo y sus garantes
cuando el deudor delegante podría conocer de la insolvencia del deudor delegado, pero esta
situación no se puede producir en la novación por expromisión, pues no existe la figura del
deudor delegante, dado que es el deudor sustituto quien, a iniciativa propia, acepta
desplazar al antiguo. Será bajo riesgo del acreedor el aprobar al nuevo deudor, pues no
podrá culpar al primitivo de la insolvencia de aquel (salvo pacto en contrario), ya que el
deudor sustituido o delegante no participó en el acto bilateral de la expromisión e, incluso,
ésta pudo efectuarse abiertamente contra su voluntad.
Con respecto a la parte dinámica del artículo 1283, esto es, para efecto de su
aplicación, es importante tener en consideración todos los supuestos posibles, todas las
combinaciones que pudieran presentarse en atención a las diversas clases de novación que
existen (por cambio de acreedor o por cambio de deudor, y en este caso por delegación o
expromisión), así como cada tipo de garantía involucrada (garantías reales -hipoteca,
prenda, etc.- o garantías personales -fianza, etc.-); y además si éstas han sido constituidas
por el propio deudor o por terceros, o sobre bienes de éstos o de aquél.
Según, Osterling y Castillo (2005) describen hasta doce su puestos, en los cuales se
aprecia que la intransmisibilidad de las garantías se funda en la regla general del
primer párrafo del artículo 1283 cuando se trata de gravámenes constituidos por el
deudor o sobre bienes de éste; mientras que cuando se trata de gravámenes
constituidos por terceros o sobre bienes de éstos, el sustento de la intransmisibilidad
no sólo es la misma disposición, sino además el principio res inter alias acta
consagrado en el artículo 1363 del Código nacional vigente y según el cual los
contratos (y en este caso el contrato novatorio) producen efectos únicamente entre
las partes que los celebran y sus herederos salvo en cuanto a éstos si son derechos
intransmisibles; de modo que cualquier tercero que no participa en la novación no
tiene por qué asumir la calidad de garante en la nueva obligación creada a
consecuencia de dicho acto. (p. 483)
4. Novación subjetiva por cambio de acreedor con garantía real otorgada por el
propio deudor.
5. Novación subjetiva por cambio de acreedor con garantía real otorgada por
un tercero,
La intrasmisibilidad de las garantías de la obligación originaria a la nueva tiene
como razón, en el supuesto bajo análisis, lo previsto por el principio general del artículo
1283 y lo prescrito por el numeral 1363, que recoge el principio res inter alios acta.
Los fundamentos en este caso son los mismos que los anotados come sustento del
acápite que antecede.
Sin embargo, precisa recordarse que en el segundo párrafo del artículo 1283 se
establece que en la novación por delegación la obligación es exigible contra el deudor
primitivo y sus garantes, en caso de que la insolvencia del nuevo deudor hubiese sido
anterior, o conocida del deudor al delegar su deuda.
11. Novación subjetiva por cambio de deudor de expromisión, con garantía real
otorgada por un tercero.
Los argumentos que sustentan este supuesto novatorio, en relación con la extinción
de las garantías, son los mismos que anotamos en el acápite que antecede con el
fundamento adicional de que, no sólo se está prescindiendo de la voluntad del propio
deudor, sino de los terceros que han otorgado garantías reales, tesis que hace aplicable con
mayor vigor el principio inter alios acta.
Ahora bien, de acuerdo con lo establecido por la parte final del primer párrafo del
artículo 1283, el principio general de que en la novación no se transmiten a la nueva
obligación las garantías de la obligación extinguida. admite pacto en contrario.
En efecto, si bien el precepto citado admite la manifestación de voluntad, expresa o
tácita, el señala que esta última forma se descarta cuando la ley exige declaración expresa o
cuando el agente formula reserva o declaración en contrario, supuesto este último que es el
previsto por el artículo 1283 del Código Civil. Por último, se advierte que de acuerdo con
el segundo párrafo del artículo 1283 del Código Civil, en la novación por delegación la
obligación es exigible contra el deudor primitivo y sus garantes, en caso de que la
insolvencia del nuevo deudor hubiese sido anterior y publica, o conocida por el deudor al
delegar su deuda.
«Artículo 1284.- Cuando una obligación pura se convierte en otra sujeta a condición
suspensiva, sólo habrá novación si se cumple la condición, salvo pacto en contrario. Las
mismas reglas se aplican si la antigua obligación estuviera sujeta a condición suspensiva y
la nueva fuera pura».
El artículo 1284 prescribe que cuando una obligación pura se convierte en otra
sujeta a condición suspensiva solo habrá novación si se cumple la condición, salvo pacto en
contrario. Ello significa que la antigua obligación subsiste, sin ser exigible, en espera de
que se verifique o no el evento condicional suspensivo de la nueva obligación. (Osterling,
2007, p. 204)
En este sentido, el artículo 172 del Código Civil establece que es mulo el acto
jurídico cuyos efectos están subordinados a condición suspensiva que dependa de la
exclusiva voluntad del deudor. Cuando la condición se cumple sólo en parte, salvo pacto en
contrario. Este supuesto se fundamenta en el artículo 174, segundo párrafo, del Código
Civil.
Se trata de otro supuesto contemplado por el artículo 1284 del Código Civil
peruano.
Sin embargo, el segundo parágrafo del artículo 1284 del Código Civil peruano
dispone que, si la antigua obligación estuviera sujeta a condición suspensiva y la nueva
fuera pura, solo operaria novación si se cumple la condición suspensiva. (pp. 484-485)
«Artículo 1285.- Cuando una obligación pura se convierte en otra sujeta a condición
resolutoria, opera la novación, salvo pacto en contrario. Las mismas reglas se aplican si la
antigua obligación estuviera sujeta a condición y la nueva fuera pura».
El artículo 1285, contempla reglas inversas para las obligaciones sujetas a condición
resolutoria. Cuando una obligación pura se convierte en otra sujeta condición resolutoria
opera, salvo pacto en contrario, la novación. Esta regla se justifica porque la obligación
sujeta a condición resolutoria tiene eficacia; crea un derecho cierto; a diferencia de lo que
acontece con la obligación sujeta a condición suspensiva; se trata, entonces, de desechar la
incertidumbre que originaría la regla inversa. La segunda parte del precepto añade que las
mismas normas se aplicarán si la antigua obligación estuviera sujeta a condición resolutoria
y la nueva fuera pura, salvo que las partes estipulen en contrario. (Osterling, 2007, p.205)
Las obligaciones sujetas a condición resolutoria no sólo existen, sino que tienen
eficacia plena hasta que se cumple la condición, lo que no sucede con las obligaciones
sujetas a condición suspensiva"; por lo que los derechos derivados de la nueva obligación
son derechos ciertos, independientemente de la suerte que luego pueda correr la obligación
si la condición resolutoria se cumple o no; de modo que es atendible que la novación se dé,
extinguiéndose la obligación primitiva y rigiendo inmediatamente la nueva.
Los artículos 1284 y 1285 del Código Civil regulan dos casos especiales que
eventualmente podrían presentarse en la novación, consistentes en la circunstancia de que
la antigua o la nueva obligación estén sujetas a condición suspensiva o a condición
resolutoria.
Sería el caso, por ejemplo, en que acreedor y deudor acordaran novar la deuda por
otra, a condición de que aquel el acreedor) permanencia en el cargo de gerente de una
sociedad anónima estipulando, asimismo, la eficacia retroactiva de dicha condición. Si la
condición se verifica, la novación se resuelve.
B.1. Cuando se sustituye una obligación sujeta a condición resolutoria por otra
pura y simple opera la novación salvo pacto en contrario.
En este supuesto se aplican iguales reglas las expuestas, según lo previsto por el
segundo parágrafo del artículo 1285. Finalmente, debemos señalar que la sustitución de una
obligación simple por otra sujeta a condición resolutoria, o a la inversa no produce
consecuencias novatorias en los casos siguientes:
Sin embargo, en que el supuesto del primer párrafo del artículo 1286, cuando en él
se establece que no existe novación, se refiere a la hipótesis de que las partes hayan querido
sustituir la obligación primitiva por una nueva, vale decir, que en el actuar de las mismas
haya habido animus novandi.
Distinto sería el caso en que las mismas partes que crearon la obligación primigenia
(que era nula) se pusieran de acuerdo para crear una nueva obligación, sin ánimo de
sustituir a la anterior. En este supuesto es obvio que no habría novación. Sólo se crearía una
nueva obligación, allí donde no había obligación alguna. En tal hipótesis no ocurre que las
partes hubieran deseado cambiar algo por nada; simplemente estarían dando nacimiento a
una nueva relación jurídica que no tendría por función sustituir a alguna otra, sino sólo
obligar a las partes entre sí.
El derecho asume que el hecho de que ese deudor original ya no le deba nada a su
acreedor es motivo suficiente para que el tercero tenga derecho a exigirle a tal deudor
aquello que le haya sido útil a causa de la extinción de la obligación. Entonces, respecto al
deudor, no importa si el tercero no ha pagado la obligación. Con o sin pago, el deudor ha
sido liberado de la obligación que tenía con su acreedor. Lo señalado determina que el
nuevo deudor podría reclamarle al deudor original, pese a no haber pagado aún la deuda al
acreedor. Por supuesto, esto tiene un límite. No le puede cobrar más de lo que ha supuesto
un beneficio para ese deudor original. Si el deudor original ya había pagado parte de la
deuda, esa parte, lógicamente, no podría serle exigida nuevamente. (Castillo, 2017, p. 127)
Coincidimos plenamente con lo anotado por Laurent, pues debe tenerse en cuenta
que una obligación anulable no es nula, sino válida; y que sólo sería nula en el supuesto en
que se recurriera a los tribunales para tal efecto y se anulara, es decir, se declarara nula,
declaración que de acuerdo a lo establecido por el artículo 222 del Código Civil peruano, se
retrotrae al momento de su celebración, lo que equivale a considerar que siempre fue nula.
Pero no olvidemos que el acto anulable, en tanto no suceda alguna de las vicisitudes
anotadas, es un acto válido. Como lo califica la doctrina, puede ser considerado un acto de
validez actual y de invalidez pendiente, pudiendo darse el caso que jamás se anule, con lo
que siempre conservaría su validez.
¿Qué pasa si esa obligación que se novó por acuerdo entre el tercero y el acreedor
estaba a punto de prescribir? ¿El deudor podría alegar que la novación no le ha resultado
útil porque tan solo faltaban tres días para que su obligación ya no fuera exigible? Aunque
en la práctica el deudor no estaría para nada contento con la novación, para el derecho, la
novación sí lo benefició y no tendría mayores elementos jurídicos para negarse a pagar si el
tercero le reclama el cumplimiento de la obligación. Si la obligación aún no había prescrito
cuando se novó, el tercero tiene derecho a exigirle al deudor que le devuelva lo que le haya
resultado, al menos en teoría, útil.
NOVACIÓN MIXTA
Castillo (2017) afirma: Es aquella novación que es a la vez objetiva y subjetiva, por
haber un cambio en el objeto y alguno de los sujetos. (p.128)
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
Castillo Freyre, M. (2017). Derecho de las obligaciones. Lima, Perú: Editorial PUCP.
Castillo Freyre, M. y Osterling Parodi, F. (2005). Tratado de las obligaciones. Lima, Peru:
PUCP- Fondo editorial.
Lauret, F. (1983). Principios del derecho civil francés. Paris, Francia: Editorial
lEVENHAGEN
Osterling Parodi, F. (2007). Las obligaciones. Lima, Perú. Editora Jurídica Grijley.
CONCLUSION