LECTURAS LA PRÁCTICA CALIFICADA INDIVIDUAL Subrrayado
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Diversidad y variedad
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/variedadlinguistica.
htm
2. Diglosia
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/diglosia.htm
Extraído de https://www.letraslibres.com/mexico-espana/es-el-spanglish-un-idioma
4. EL ESPANGLISH Y SU CIRCUNSTANCIA
Francisco Moreno Fernández
(2003)
En Brasil, frente a Manaus, el río Solimões se une al río Negro y sus aguas no se mezclan:
es el «encuentro de las aguas». Las diferencias de temperatura, densidad y composición son
tan grandes que solo al cabo de varios kilómetros de curso las aguas comienzan a
entreverarse, hasta fundirse en un gran caudal, conocido como río Amazonas. El contacto de
dos lenguas tiene algo de «encuentro de las aguas»: al principio pueden permanecer
aisladas, pero antes o después acaban por transferirse rasgos muy variados. Si los contactos
han de abocar en una nueva variedad entremezclada o en una mera anécdota, dependerá
de sus hablantes y no tanto de las lenguas. La historia y la geografía del español son un
muestrario rico y vivo de los contactos que ha tenido con otras lenguas, de las influencias que
ha recibido o ejercido de y sobre las vecinas. Tratándose de una lengua de dominio tan
extenso e historia tan dilatada no es extraño que tal cosa haya ocurrido; lo imposible sería lo
contrario. El propio castellano en su origen no fue más que el fruto de un juego de influencias:
las de la lengua vasca y las variedades romances del norte de la Península Ibérica. Pero los
ejemplos son numerosísimos y sabrosos: el español salpicado por el árabe en Argelia sabe
a Mediterráneo, la mixtura con el quechua o el aimara en los Andes estimula como la hoja de
coca, la mezcla con el cebuano en Filipinas fascina como una orquídea, el gambeteo con el
italiano en la Argentina de hace un siglo sabe como la pasta al dente. Las lenguas arias no
existen: de un modo u otro, todas las lenguas naturales son producto de un acriollamiento.
Creo que para bien. Las mezclas y alternancias de lenguas tienen en ocasiones tanta
personalidad que acaban recibiendo el agua del bautismo. En el panorama internacional del
español destacan, por la fuerza de los números y la importancia de los contactos, dos ámbitos,
con sus respectivos nombres: en Brasil, el portuñol; en los Estados Unidos, el espanglish. No
son casos comparables, pero no por ello dejan de obedecer a unos resortes lingüísticos
comunes. De ambas situaciones se han comentado, por cierto, cosas parecidas: dentro de
cien años toda Sudamérica hablará portuñol, dicen unos; el futuro en los EE.UU. es del
espanglish, dicen otros. Pero el futuro no será más que de los hablantes y de lo que quieran
hablar. El cómo es otra cosa. A la hora de valorar la importancia y la difusión del llamado
espanglish —que incluiría desde el uso del ya internacional aerobic, hasta el empleo
americano de guachimán (de watchman), pasando por el manejo cotidiano en los EE.UU. de
vocablos como jonrón, troca y (los viles) biles o la alternancia de lenguas en una misma
oración gramatical («¡Ave María, which English!»)— habría que preguntarse no solo si esos
usos son correctos o no, si merecen condena o aplauso; habría que plantearse también qué
intentan hablar las personas que utilizan —utilizamos— muchas de esas expresiones.
¿Quieren hablar inglés? ¿Tratan de hablar español? ¿Realmente pretenden hablar
espanglish? Para mí que los hablantes a los que he oído utilizar esos rasgos los han
empleado no solo hablando español, sino queriendo hablar español. Lo que ocurre es que
luego sale el español que sale, por geografía, por sociología, por cultura, por conciencia. Cada
hablante es fruto de su circunstancia. 122 Lejos de mi intención está afirmar que todo vale
para todo. Las lenguas, incluido el español, tienen que contar con unos referentes de cultura,
de uso cuidado, que garanticen su mantenimiento y utilidad, a la vez que su enriquecimiento,
y a los que todos los hablantes deberían tener acceso. ¿Qué español vamos a enseñar a los
niños en las escuelas del mundo hispánico? ¿Cada pueblo el de su variedad local? ¿A quién
le conviene la babelización de una comunidad idiomática como la hispanohablante? Sería un
suicidio cultural colectivo. Pero la unidad no está reñida con la diversidad. Se quiera o no, la
comunidad hispánica tiene un aire de familia que se percibe de inmediato, como también se
reconoce la multiplicidad de orígenes, entre los que se encuentra el que ha llevado a la
efervescencia del espanglish en los EE.UU. El espanglish sigue teniendo el aire de la familia
y lo puede tener mientras los hablantes no quieran convertirlo en otra cosa. Nada impide que
el español general pueda adoptar formas del jenízaro espanglish y nada impide que los
usuarios de la mezcla reciban la influencia de otras formas de usar español. No sería extraño
que muchos de los usos que hoy son mezclados se reorientaran en el futuro hacia soluciones
más generales. Las actitudes visionarias y los juicios contundentes me parecen sospechosos,
por eso debo reconocer que en esto de las lenguas soy bastante orteguiano: las lenguas son
las lenguas y sus circunstancias. En esa clave interpreto la partitura.
Extraído de https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/julio_03/15072003_01.htm
Extraído de https://www.nytimes.com/es/2017/07/20/espanol/opinion/puerto-rico-spanglish-san-juan.html