La Religion Católica Vindicada de Las I
La Religion Católica Vindicada de Las I
La Religion Católica Vindicada de Las I
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COLUMBIA LIBRARIES OFFSITE
CU69722528
936 M523 La religion catolica
Columbia University
in the City of New York
THE LIBRARIES
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LA RELIGION CATOLICA
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No. 8 .
El autor se reserva todos los derechos consignados en la Ley .
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Tipografia de los Huerfanos. Juan Bravu . 5.
LA
RELIGION CATÓLICA
VINDICADA
POR
PRECEDIDA DE UN PRÓLOGO
POR
ati
Di
on
MADRID
LIBRERÍA CATÓLICA DE GREGORIO DEL AMO
Calle de la Paz , núm. 6
1887
40 13778
Lógica , un tomo.
Ontologia , un tomo.
Cosmologia , un tomo.
Psicologia , un tomo.
Teodicea , un tomo.
Ética general , un tomo.
Derecho natural , un tomo.
De estas mismas obras hay otra edicion en latin .
NÓS D. CIRIACO MARÍA SANCHA Y HERVÁS ,
POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SANTA SEDE APOS
TÓLICA , OBISPO DE MADRID -ALCALÁ , CABALLERO GRAN
CRUZ DE LA REAL Y DISTINGUIDA ÓRDEN AMERICANA
DE ISABEL LA CATÓLICA , CONSEJERO DE INSTRUCCION
PÚBLICA , ETC., ETC.
Noviembre de 1887.
Hay un sello .
tory of the conflicts between Religion and Science. Esta obra, tradu .
cida del inglés á otras lenguas , inclusa la española , y reimpresa
muchas veces , ha circulado y circula profusamente, difundiendo por
todas partes la ponzoña de sus errores contra la fe y contra la ciencia
misma entre las clases sociales principalmente que se tienen por
ilustradas . Meditando acerca del éxito extraordinario de la obra de
Draper, se presenta por sí misma ante los ojos una cuestion que á
primera vista no parece fácil de resolver . Convienen generalmente las
personas que gozan de verdadera autoridad científica , en que de la
Historia de los supuestos conflictos entre la Religion y la Ciencia
del profesor anglo - americano están desterrados , no solamente la
verdad , sino áun el simple conocimiento de uno de los términos de
ese soñado antagonismo , hasta el punto de mover á compasion la
ignorancia y los desatinos de Draper acerca de los misterios y de
más doctrinas pertenecientes al depósito de nuestra santísima fe .
Recientemente ha demostrado un sabio italiano , que la obra del
autor yankee estriba toda ella en equívocos , no atreviéndose el des
dichado soñador de conflictos á definir los términos religion y cien
cia, entre los cuales los supone; que en la historia de la Iglesia , no
hay suceso que, al ser tocado por Draper, no sea truncado ó desfi
gurado, ó de donde no saque algun puñado de cieno que poder
arrojar á la faz santísima de la misma Iglesia ; que abunda en supo
siciones falsas y gratuitas, como es hacer incrédulos a todos los sa
bios que en el mundo han sido ; que sus errores no tienen número ,
y son tan graves que no respetan los principios más seguros de
humano discurso , cuales son el de causa y el de sustancia ; que en
el suyo brilla la lógica por su ausencia , reduciéndose todos sus ar
gumentos á miserables soſismas; que al través de ellos se echan de
ver las preocupaciones de que está Draper poseido, entre las cuales
descuella el indianismo , ó sea el pensamiento preconcebido de de
rivar al Cristianismo de las fábulas de la India ; y por último, que la
tal historia no es de los conflictos entre la Religion y la ciencia ,
sino entre Draper y la verdad . Ahora , i no es, por ventura, extraño
y hasta inverosímil que la obra de semejante embaucador y sofista,
tan ignorante en cosas de Dios y del alma racional del hombre, como
dispuesto por su propia malicia á falsificar la historia humana y la
filosofia natural , haya conseguido tan grande como funesto presti
gio en la Europa de nuestros dias, que tanto se precia de ilustrada,
y que tal tejido de sofismas groseros vengan ocupando de algunos
años á esta parte , distrayéndolos de sus graves estudios y disquisi
XIV' Prologo a la primera edicion .
otro valor muy subido: que cada uno de sus capítulos viene a ser
un tratado suficientemente extenso, de rica y selecta doctrina, claro
y gallardo en la forma del decir, donde nada se afirma sin pruebas ,
ni se combate sin razones siempre sólidas , que no permiten dudar
de la verdad de las conclusiones al lector de buena fe. Erudicion ,
escogida ; filosofía, la del Angel de las escuelas y su eximio exposi
tor el Padre Suarez ; los datos científicos , y áun técnicos , tomados
de las ciencias físicas y naturales en copia más que suficiente , apor
tados con rara discrecion , como por quien no es ciertamente pere
grino ni mucho menos en ellas . Por todo lo cual , aunque habida
consideracion a su estructura, no sea esta obra rigurosamente didác
tica , pero en el fondo lo es muy de verdad ; y asi desearíamos que
fuese puesta singularmente en las manos de la juventud estudiosa ,
despues, sobre todo , de terminar sus estudios filosóficos, como com
plemento y confirmacion de ellos , y como rico arsenal de armas
ofensivas y defensivas, de que todos habemos menester en tiempos
de tanto peligro como son éstos para la fe y áun para la simple
luz natural de la razon .
J. M. Orti ? Lara .
1
<
INTRODUCCION
por las tumultosas pasiones de los hombres. Apenas vió la luz del
dia en Jerusalen , cuando se vió forzada á refugiarse en el desierto
de la gentilidad , perseguida por aquella bestia feroz del judaismo ,
que pretendía ahogarla en su misma cuna , avergonzado de su es
pantoso deicidio y temeroso de su propia ruina. Colocada luego en
medio del paganismo , sufrió por espacio de trescientos años los más
violentos ataques , que jamás ha sostenido en el mundo institucion
alguna inventada por los hombres , pudiéndose decir con toda ver
dad que el Cristianismo es una religion levantada sobre las tumbas
cha que le espera , aguarda por otra con calma sus ataques , confiada
en la celestial promesa de su divino Fundador, cumplida fielmente
en la dilatada série de los tiempos , y verificada hoy más que nunca
por ÉI en medio de la horrible persecucion que en todo el mundo
padece . Tan léjos se halla de manifestar flaqueza enfrente de su ene
migo , que sin zozobras de ninguna clase le sale al encuentro en su
camino , segura de que , mediante la proteccion del Todopoderoso ,
ha de triunfar, ahora como siempre , en la pelea .
La ciencia , ha dicho con mucha verdad el ilustre conde de Mais
las creencias sobre el origen del hombre ya han entrado , por fin,
en el número de las fábulas antiguas . El Catolicismo, exclaman , ya
pasó para no volver jamás ; ya en la opinion de los sábios no es más
que una sombra vana disipada por los vividos fulgores de los des
cubrimientos modernos, que han puesto en claro su falsedad y dañosa
supercheria .
Así hablan y escriben estos filósofos sapientísimos , nuevos após
rían todos sus argumentos. Pero saben muy bien estos amantes
apasionados de lo visible que por esta vía alcanzarían muy poco
cuanto puedan de la vida presente , por ser ella la única real y ver
dadera , y no tener el alma humana nada que esperar ni temer des
pues de haberse desatado de las ligaduras de su cuerpo .
nada más sólido tienen los racionalistas que oponer a nuestra ado
1
LA RELIGION CATÓLICA
CAPÍTULO PRIMERO
i " L'être n'est pas. Moi-même je ne suis pas... Autour de moi la réalité s'est
transformée en un songe bizarre , sans qu'il y ait une vie réelle à rêver , un esprit pour
en rêver .. ( Destination de l'homme de Fichte, traduit de l'allemand par M. Barchou de
Penhoen . – La Science.)
y la ciencia moderna . 17
Santo , para que los iluminase con su luz é inflamase con su ardor,
y ellos así dispuestos predicasen con valor el Evangelio por todo el
mundo sin temor alguno á la muerte !
2. ° El cumplimiento exacto de todas estas profecias en el Funda
dor del Cristianismo , el cual era precisamente de nacion judio , vino
al mundo cuando el pueblo hebreo había perdido su independencia,
comenzando a formar una provincia romana , y á ser regido en parte
por un presidente ó gobernador de Roma, y en parte por el idu
meo Herodes , que no pertenecía á la nacion hebrea . Por esta razon
los mismos judíos , al ver esto , clamaban que ya había llegado el
tiempo de la venida del Mesías 2 .
Fundó Jesus su Iglesia , y por medio de ella ha desterrado la ido
latría del mundo , ha abolido el sacerdocio antiguo, creando otro
nuevo , cuyos sacerdotes no deben por necesidad pertenecer a la
tribu de Aaron , sinó que pueden ser de todas las gentes de la tier
ra ; ha dado fin tambien á los sacrificios sangrientos , poniendo en
su lugar el único sacrificio de la Misa , que fuese conmemorativo de
su pasion y muerte , sufrida voluntariamente por los pecados de los
hombres.
Nuestro Señor Jesucristo ademas fué conducido al suplicio por la
envidia y malas artes de los de su nacion , y resucitó despues al ter
cero día , como Él mismo lo había predicho 3 , subiendo a los cielos
con su propia virtud 4 , y mandando desde alli á sus discípulos el
Espíritu Santo , segun se lo había prometido 5 .
3. ° Los milagros públicos y evidentes hechos por Jesucristo á la
faz de todo el pueblo judaico en testimonio de su mision .
4. ° La multitud innumerable de milagros hechos por sus Após
toles y discípulos, segun El mismo lo había anunciado , para llevar
á cabo la propagacion del Evangelio y el establecimiento del Cris
tianismo.
5. ° El testimonio de los doce Apóstoles de Jesucristo , que vi
vieron y conversaron con su divino Maestro , le vieron hacer los mi
lagros que narran , le oyeron la doctrina que despues, deseosos de
cumplir su mandamiento , pregonaron por todo el mundo; le llora
ron muerto en una cruz , y luego a los tres días le contemplaron re
1 Pueden verse sobre la divinidad del Cristianismo los autores siguientes : Euse
bio César. , Demonst. evang.; Huet, Demonst. evang .; Houtteville , La religion chrét.
prouvée par des faits ; Bullet, Hist. de l'établ. du Christ, tirée des seuls auteurs juifs et
payens ; Duvoisin , Demonst. evang .; Mayer , Specimen defensionis et expositionis histo
riae Jesu Christi ; Jansens , Hermeneutica , tomo ii , pár . 256 , etc.
2 Ricardo de San Victor , lib . i D. Trinit., cap . II .
28 El Catolicismo y la ciencia
Señor sus ovejas para que las apacentase, hasta el Obispo que hoy
nos rige ; tiéneme , en fin , el mismo nombre de católica que lleva
la Iglesia , el cual , no sin causa entre tantas herejías, ella sola ha
logrado poseer ' n
No es , pues , verdadero , sinó ántes bien debe reputarse eviden
temente falso , el que la Iglesia Católica exija un asentimiento ente
ramente ciego é irracional á sus deſiniciones, puesto que da a todos
los que quieran examinarla pruebas inequívocas é irrecusables de su
divinidad , las cuales hacen prudente el acto de entrar en su seno
y de admitir con un asentimiento enteramente firme, como revela
dos por Dios , cuantos dogmas sobrenaturales creen y profesan los
fieles.
Tan distante se halla de ser irracional el acto indicado , que para
emitirlo debe primero constar con certeza el hecho de la revelacion .
¿ Y quién puede llamar irracional el acto de fe sobre un hecho his
tórico de certeza indubitable ? “ Para que el objeto de la fe , escribe
Suarez hablando de esta materia ? , se halle suficientemente pro
puesto á la razon , debe presentársele evidentemente creible , como
dicho por Dios , y por consiguiente infalible y cierto . , “ Aún más,
añade ; no basta para esto que se le presente evidentemente creible,
sinó es necesario que lo vea la razon evidentemente más creible que
cualquier otro objeto ó doctrina á él contraria . „ Es verdad que en
la fe cristiana el entendimiento dice : Creo , porque Dios, verdad
suma y sabiduria infinita , lo ha revelado ; pero antes de este acto
firmísimo y sobrenatural , imperado por el piadoso afecto de la vo
luntad , ha debido preceder otro con que diga el entendimiento : Es
cierto el hecho de la revelacion divina ; y así hay completa evidencia
de que la voluntad puede imperar con prudencia un acto de fe hrmi
simo sobre ella .
Aún más ; el acto de fe, si bien se mira , no lleva por condicion
esencial el que su objeto sea propuesto por la autoridad de la Igle
sia . Si tal acaeciera , admitiríamos los Católicos los dogmas de la
existencia de la Iglesia y de su infalibilidad porque la Iglesia lo define
asi ; porque lo esencial al acto de fe ha de hallarse por fuerza en
todos у cada uno de los actos de esta clase . Mas esto no puede ser,
porque el dogma de la existencia de la Iglesia y el otro de su infa
libilidad no los creemos porque la Iglesia los propone y define.
I Aliqui negant , escribe el cardenal de Lugo ( tract. De Fide, disp. 1 , sect. 12,
n. 250-251 ) , posse credi sine Ecclesiae propositione... Dico tamen primo , Ecclesiae
propositionem non esse conditionem ex natura rei requisitam ad credendum , sed
sufficere interdum propositionem hominis privati proponentis objectum cum debitis
circumstantiis ut reddatur prudenter credibile . Haec est communis inter recentiores. ,
En la misma seccion escribe lo siguiente ( n . 247 ) : “ Suppono primo non praerequiri
ad credendum audire res fidei ab Ecclesia, ut habente antecedenter auctoritatem infal
libilem in proponendo ex asistentia Spiritus Sancti , et cognoscere in Ecclesia hanc
auctoritatem propter asistentiam Spiritus Sancti , ita eam gubernantis, ut numquam
possit proponere aliquid falsum . , Véase toda esta seccion de Lugo , que es muy im
portante , para entender cómo creen los Cristianos racionalmente los misterios de la
fe. Téngase presente, sin embargo , la proposicion xxi de las condenadas en el Sylla
6
bus, que dice : La Iglesia no tiene potestad para definir dogmáticamente que la
religion de la Iglesia Católica es la única verdadera . , Es de fe que fuera de la Iglesia
Católica no hay salvacion ; y está claro que tanto esta como cualquiera otra verdad
revelada pueden ser objeto de una definicion dogmática.
30 El Catolicismo y la ciencia
Mirado así, como debe mirarse , el criterio de la verdad seguido
por la Religion , ¿ qué le puede oponer el escritor americano para de
cir con razon que entre ella y la ciencia existe un conflicto perpétuo
desde la aparicion del Catolicismo en el mundo ? Nada absolutamen
te : la Religion , en esta parte , enseña lo que la más pura y sana filo
sofía ; y así , es de todo punto imposible que tenga con la ciencia
verdadera colision alguna. El acto de fe del Católico se resuelve, por
razon de los actos prévios que esencialmente requiere , en los mo
tivos de credibilidad ; y éstos , por ser hechos sensibles , y en cuan
to á la sustancia naturales , y sólo sobrenaturales en cuanto al modo
con que son producidos , entran en la esfera propia de la razon hu
mana , la cual los discute y examina para ver , en primer lugar , si
son hechos reales y no fingidos ó aparentes ; en segundo , si son so
brenaturales, esto es , incapaces de ser producidos por las fuerzas de
la materia , y tales , por consiguiente , que arguyan indefectiblemen
te la accion de una causa espiritual suprasensible , á la cual deben
su existencia ; en tercero , finalmente , si además de sobrenaturales
son divinos , esto es , producidos inmediata ó mediatamente por
Dios, de forma que deban ser considerados como una especie de
sello de la Divinidad , que hace fe de ser Dios mismo quien mani
fiesta aquella revelacion ó doctrina , en cuya confirmacion se ejecu
tan . Para lo cual tiene la razon filosófica sus reglas de buena crítica,
que no pueden fallar siendo bien aplicadas ; una de las cuales es que
cuando lo que se da por milagro va evidentemente contra verdades
manifiestas de la sana razon , entonces el hecho maravilloso podrá
ser , si se quiere, real y no fingido , podrá tambien ser sobrenatural
ó suprasensible , pero en ninguna manera será divino , esto es , pro
ducido por Dios ; porque Dios no es autor de la mentira , y en este
caso , si fuese Dios mismo ó un ángel , ministro suyo , quien en nom
bre de Dios produjese aquel efecto sobrenatural dirigido á confir
mar una doctrina evidentemente falsa, Dios seria causa de nuestro
error y testigo de una falsedad, lo cual repugna á su santidad infinita .
Por lo dicho se ve que cuando Draper, para burlarse , bien ne
ciamente por cierto , de la fuerza demostrativa de los milagros, ape
la á las palabras de un escritor árabe que decía : “ Si uno me afirma
que tres son más que diez , y añade en prueba de esto , voy á con
vertir este palo en una serpiente, admiraré su habilidad , pero no
quedaré por esto convencido '; , cuando razona de este modo , repi
pero el mundo está en Dios como una manera de ser suya , como
una determinacion y limitacion de la divina esencia . Otros , final
mente , como los Deistas , confiesan la existencia de un Dios perso
nal y creador del mundo ; pero le niegan su Providencia , diciendo
que Dios no se mete para nada en el gobierno de sus criaturas, sinó
que á todas las ha abandonado á sí mismas , como si no fueran co
sas suyas , para que cada una haga y obre segun sus fuerzas y corra
la suerte que le depara el acaso .
Así hablan y escriben los que en nuestros días quieren pasar pla
za de sábios y despreciando la Religion de Jesucristo se presentan
ante los humildes mortales como los grandes sacerdotes de la cien
cia . Empero a todos ellos el Concilio Vaticano opone las enseñan
zas siguientes , que hallamos escritas en el capítulo primero de la
Constitucion Dei Filius : “ La Santa , Católica , Apostólica, Romana
Iglesia cree y confiesa que hay un solo Dios vivo y verdadero , Cria
dor y Señor del cielo y de la tierra , omnipotente , eterno , inmenso ,
incomprensible , infinito en su entendimiento , voluntad y toda suerte
de perfeccion : el cual , siendo una sustancia singular , enteramente
simple é inconmutable, debe ser predicado real y esencialmente dis
tinto del mundo , sumamente bienaventurado en sí y por sí , é inefa
blemente excelso sobre todas cuantas cosas hay y pueden ser con
cebidas además de Él . Este solo verdadero Dios con su bondad y
omnipotente virtud , no para aumentar su bienaventuranza, ni para
adquirirla, sinó para manifestar su perfeccion por medio de los bie
nes , que concede á sus criaturas , con libérrimo consejo crió de la
nada en el principio del tiempo tanto la corporal como la espiritual
criatura , esto es , la angélica y la mundana , y además la humana,
comun entre ambas en cierto modo y compuesta de cuerpo y es-
píritu ' . Y todo cuanto crió , Dios lo conserva y gobierna , tocando
del un fin al otro fuertemente y disponiendo todas las cosas suave
mente ? . Porque todas las cosas están desnudas y abiertas á sus
ojos 3 , áun aquellas mismas que han de existir por la libre accion
de las criaturas . 79
Como se ve, entre las doctrinas de la Religion Católica y las de
la ciencia moderna hay una oposicion radical , que no puede ser
mayor ; pero no por eso tienen que espantarse los Católicos , pues la
1 Job, xn , 7-9.
2 S. Crisost. Homil. , ad popul. Antioch ., n . 2 .
38 El Catolicismo y la ciencia
1
42 El Catolicismo y la ciencia
aborrece toda inmoralidad , todo vicio ; porque nada hay más digno
y que más propiamente convenga á la Divinidad que el amor á la
virtud y el ódio y detestacion del vicio ; es libre ademas en la pro
duccion de sus criaturas, porque él se basta á sí propio y no tiene
necesidad de ninguna cosa distinta de él mismo para ser feliz у di
choso . Mas los panteistas lo encenagan con todas las inmundicias
de los vicios , haciendo que todos ellos queden divinizados , por ser
la misma sustancia divina la que produce y quiere tanto los actos
deshonestos como los honestos ; y por lo que toca á la libertad , la
borran de Dios completamente, convirtiéndolo en una especie de
máquina, que obra siempre arrebatado de un irresistible impulso , sin
poder dejar de hacer en cada momento cuanto en aquel mismo
momento ejecuta. El Dios real y verdadero , finalmente , es funda
mento de la moralidad y del derecho , fuente primaria de toda obli
gacion , remunerador de los buenos y castigador de los malos , por
que todas estas cosas deben afirmarse de aquel sumo Sér, que es
principio y fin de todos los seres . Mas con el Dios de los panteistas
toda moralidad desaparece , no hay derechos , ni deberes , ni leyes ,
ni castigos de ningun género ; porque todo absolutamente , sin ex
cepcion alguna, queda sujeto al horrible y desolador fatalismo , que
hace imposible la libertad en todas partes . Véase , pues , si tenemos
razon para afirmar que los panteistas no logran separarse con sus
sistemas de los Ateos ; porque en realidad el panteismo no es sinó
un verdadero ateismo disfrazado .
¿ Y qué decir de los Panenteistas ? Los Krausistas con su panen
teismo piensan , ó á lo menos afirman , que están libres de todo
cuanto acabamos de escribir contra los Panteistas . Pero semejante
afirmacion es puramente vana ; porque el sistema de Krause es tan
panteista como el de Espinosa ó el de cualquier otro partidario del
trascendentalismo germánico. A Krause le podemos oponer lo
mismo que en boca del filósofo romano ' oponía Velleyo á Platon,
burlándose de su doctrina relativa á la naturaleza de Dios , doctrina
por la cuai había convertido Platon á Dios en alma del mundo , y
había hecho de la mente divina y de la materia un solo y único
sér ( Koguos ) , lo que nosotros llamamos mundo. Como Velieyo ri
diculizaba la tal doctrina diciendo que , segun ella , Dios sería redon
do , y que mientras tenía unos miembros ardiendo , los otros estarian
helados de frío , así tambien del krausismo nos es lícito á nosotros
1
tocante á la idea de Dios. 49
que está unido , y con la cual forma un solo y único sér ? ¿ Por ven
tura no diría Espinosa, como Krause , que el espíritu no es Dios,
sinó que está en Dios como la propiedad ó atributo en su sustancia,
como lo fundado en el fundamento, y que cuanto se dice del espí
ritu ha de entenderse de la extension ó naturaleza y de la síntesis de
entrambos, ó sea de la humanidad ? ¿ No diría , lo mismo que Krause,
que mi yo no es Dios , sinó una propiedad de la humanidad , y por
consiguiente tambien de Dios , pudiendo por lo tanto concluir con
toda verdad que una accion mia , por ejemplo, es la última modalidad
de Dios , el último estado con que la Esencia absoluta se determina
en el sentido de una particular determinacion suya , llamada mi yo,
mi propia personalidad ?
Por eso Krause y sus discípulos , lo propio que Espinosa , rechazan
con todas sus fuerzas la idea católica de la creacion , ó bien de pro
duccion ex nihilo sui et subjecti , y establecen como único género de
causalidad posible la emanacion panteística , que deja á la cosa ema
nada formando un solo y único sér con el principio emanante ; y
proclaman como axioma de filosofía el tan amado principio de los
ateos y panteistas : Ex nihilo nihil fit, et ad nihilum nihil potest
reverti. Por eso dice Sanz del Rio en su Metafisica ideal que si
fuera cierto pertenecer á la esencia de nuestra alma el estado de
continua sucesion de sus actos , llamado vida , podríamos concluir
a priori que la vida de nuestra alma existe siempre desde la eter
nidad y existirá perpétuamente , porque las esencias son una ema
nacion de Dios , tan eterna y necesaria como el mismo Dios. Por
eso afirma tambien Thiberghien , otro discípulo de Krause , que el
mundo es tan eterno y tan necesario como el mismo Dios , y que
tanta imposibilidad se encuentra en que viva Dios sin el mundo ,
como en que exista el mundo sin Dios ; porque el mundo pertenece
á la esencia de Dios , y es de todo punto imposible que un sér exista
sin la esencia que le constituye . Por eso asegura Sanz del Rio que
todo sér, incluso el hombre y áun el mismo Dios , realiza indefec
tiblemente en cada momento aquella porcion de su esencia , que sólo
en aquel determinado momento es realizable ó factible, estable
ciendo de esta manera el fatalismo más completo , propio del siste
ma de la emanacion panteística , y no concediendo á Dios y á la
voluntad humana sinó una libertad de nombre , colocada en realizar
con espontaneidad en cada momento lo que en aquel determinado
momento le es únicamente realizable , como que aquello se halla
únicamente contenido en el estado próximo anterior. Por eso ...
4
1
50 El Catolicismo y la ciencia
¿ pero para qué fatigarnos en demostrar una cosa que se está mani
festando por sí misma , cuando el krausismo nos dice que una sola
y una misma es la esencia de Dios y de todas las demás cosas?
Sustancia y esencia no son dos cosas realmente distintas , sinó una
sola , mirada por nuestro entendimiento de dos diferentes lados. Si
pues una misma es la esencia de Dios y de todas las demás cosas,
una misma será tambien la sustancia.
Y así , en efecto , el concilio Vaticano con el mismo rayo hiere
al espinosismo y al krausismo , escribiendo en el cánon 3 , De Deo
rerum omnium creatore : “ Si alguno dijere que una sola y misma es
la sustancia ó esencia de Dios y de todas las cosas , sea anatemati
zado . ,
Mas vengamos ya por fin á los Deistas. Estos señores se forjan
allá en su fantasía un Dios muy particular, que nada tiene de tal
sinó el haber dado la existencia á sus criaturas ; un Dios á lo mo
derno , que reina y no gobierna , que acabada su obra criadora no
hace sinó pasearse y divertirse allá en las alturas , sin tener nada
que ver con sus súbditos , como suelen hacer acá en la tierra los re
yes constitucionales ; un Dios que ha dado la existencia al mundo y
luego le ha abandonado á su propia suerte, sin cuidarse ya más de
él , como suelen hacer las madres descastadas , que dejan desampa
rados á sus hijos despues de haberlos sacado de sus entrañas ; un
Dios , finalmente, á quien tanto le importa que sus criaturas sean
infelices como dichosas , que sigan ardorosas la belleza de la virtud
como que corran desaladas tras las torpezas é inmundicias del vicio .
¿ Es este el Dios real y verdadero , el Dios que reconoce y aprueba
la razon , el Dios que confiesa y alaba , llevado del impulso de la
misma naturaleza , el género humano ? Basta hacer la pregunta para
ver en ella la respuesta : el Dios real y verdadero dista tanto del de
los Deistas como la luz de las tinieblas . Los Deistas podrán idearse,
si así les place , un Dios á su gusto , que les deje obrar en este mun
do como se les antoje , sin temor de experimentar ni en esta vida ni
en la otra los rigores de su justicia. Pero el Dios real y verdadero,,
el que reconoce la sana razon y proclama á una voz el género hu
mano , no se contentará con dar el sér á sus criaturas y conservar
selo ; sinó que cuidará además, como provido padre , de gobernar
las y conducirlas sábiamente, segun la condicion y naturaleza de
cada una , á sus propios fines. Lejos de mostrarse indiferente al bien
y al mal , á la virtud y al vicio , prohibirá severamente todo pecado
y encargará la guarda de sus mandamientos , castigando con graves
tocante á la idea de Dios. 51
4
CAPÍTULO IV
atañe á los Ángeles , puros espíritus y mucho más perfectos que los
hombres, no puede tener conocimiento cierto la razon humana aban
donada á sí misma , sinó , cuando más , alguna más ó ménos fundada
conjetura por los fenómenos sobrenaturales, que a veces producen
los espiritus en el mundo sensible . Pues bien ; la especie humana por
su propia naturaleza es débil y miserable en cuanto al conocimiento
de la verdad , segun lo prueban con la mayor evidencia los esfuer
zos inútiles , que ha practicado durante tantos siglos para conse
guirla . Es esto tan verdadero , que no han faltado filósofos ( y de
ellos hace tambien mencion Draper en su obra ) , que creyeron ser
absolutamente imposible al hombre venir con el trabajo de su propia
razon á ponerse en posesion de la verdad absoluta . Aunque en esto
tambien se excedieron los tales escritores , llamando absoluta y
físicamente imposible lo que no envuelve sinó una imposibilidad mo
ral, y ésta hablando tan sólo de un cuerpo completo de verdades mo
rales y religiosas sin mezcla alguna de error ; que por lo que hace á
alguna que otra verdad , áun del mismo órden moral y religioso , no
se puede dudar , sinó que la razon humana puede con bastante faci
lidad conocerla con certeza , ¿ cuánto más llegándose á esto el estu
dio voluntario y la meditacion continua ?
Siendo , pues , la razon humana de su propia condicion flaca y
pobre de fuerzas para la invencion de las verdades , que más le im
porta saber , nada tiene de extraño el que Dios quiera suplir esta su
imperfeccion natural con el magisterio gratuito de su revelacion;
ántes es muy conforme á razon que así lo haga , siendo Él tan mi
sericordioso y tan liberal en dar de sus dones con abundancia á sus
criaturas.
Con esto queda demostrada hasta la última evidencia la posibili
dad de la revelacion divina ; y no sólo la posibilidad , mas tambien
la suma conveniencia de la misma .
Mas jy los misterios ? se replicará. Los misterios , responderemos
nosotros , tambien los puede Dios revelar ; y no faltan razones de
sumo peso , que persuaden la gran conveniencia de que sean reve
lados á los hombres algunos de ellos , aquellos principalmente que
atañen á la intrínseca naturaleza de Dios y al orden de la providen
cia , que el Criador haya tenido á bien escoger entre los infinitos
posibles . De esta manera será mejor conocido de sus criaturas, y al
conocimiento se seguirá el amor , y éste traerá consigo mayor ala
banza y gloria de la majestad divina.
La existencia de los misterios , hablando en general y sin bajar
5
66 El Catolicismo y la ciencia
Con la ayuda del orgullo por una parte, y con el influjo de las baje
zas siempre infatigables por otra , las divinidades se aumentaron de
una manera prodigiosa . Los Reyes habían sido hijos de dioses en
un principio : el bastardo Lago era hijo de Júpiter ; Seleuco , hijo de
Apolo ; y para prueba mejor de la filiacion , todos los seleucidas lle
vaban sobre el muslo la marca del anillo grabado con un áncora,
que el dios había dejado en el lecho de su madre. Despues de su
muerte habían sido mandados sus restos al cielo ; hízose de ellos dio
ses vivos, y no se vieron por todas partes, así en Siria como en Egip
to , como en Pérgamo y áun entre los Partos, sinó dioses salvadores,
dioses presentes y manifiestos, dioses vencedores. Entonces sobre las
medallas aparecían las coronas radiantes, las águilas, los lotos, los
cuernos de Ammon . Entonces se solicitaba el honor de ser la Cané
fora de una Arsinoe, la Athlófora de una Berenice ó de una Cleó
patra, cuyos desarreglos se consagraban con el título de diosa de la
fertilidad. ,
Este era el mundo trescientos años antes de Jesucristo , y sin em
bargo las tendencias al monoteismo, que sueña el autor de Los con
flictos entre la ciencia y la religion, eran completamente nulas . Lo
que produjo este estado de cosas en la gente ilustrada, tanto griega
como romana, no fueron tendencias al monoteismo, sinó a la nega
cion completa de la Divinidad y al refinamiento consiguiente de los
goces sensuales . El epicureismo era la filosofía que más privaba en
toda la gente principal de la sociedad, que es la que suele dar el
tono a las otras clases y acaba de ordinario por hacérselas semejan
tes en las ideas у costumbres .
Reconoce esta evidentísima verdad el mismo autor á quien esta
mos refutando. En el mismo capítulo citado , hablando sobre este
asunto , escribe las siguientes palabras: “ Cuando el Imperio hubo
llegado al apogeo de su grandeza en el sentido político y militar,
había tambien alcanzado el colmo de la inmoralidad bajo el punto
de vista religioso y moral . Había llegado a ser profundamente epi
cúreo . Su máxima favorita era , que la vida debe ser una fiesta , en
la cual no entre la virtud más que como condimento del placer , y
la templanza como medio de duracion. Salas de festin rebosando en
oro y pedrerías, esclavos espléndidamente adornados, las seduccio
nes de las mujeres más disolutas, baños magníficos, espectáculos y
combates de gladiadores, eran entónces los nobles objetos de la
ambicion romana . Los conquistadores del mundo habían llegado á
adorar solamente la fuerza. ,
74 Realidad histórica de los milagros obrados
1 Draper, l. c . , cap. 11 .
2 Véase á Teodoreto , serm . 9, De legibus; y á Eusebio , Demonstrat. evang .,
libro ill , cap. vii .
1
en el establecimiento del Cristianismo. 79
muerte injusta del Bautista nos las cuenta Josefo en sus Antigüeda
des judáicas 1. De los milagros de Jesucristo ha bla Celso en sus dos
primeros libros , ocultándose bajo la persona de un judío ? .
Bergier, despues de copiar por extenso las mismas palabras de
Celso referidas por Orígenes, cuyos lugares acabamos de citar, dice
con profunda verdad y exactitud maravillosa : " Celso , como se ve,
no era más comedido en sus palabras que los incrédulos de nuestros
días; ellos han copiado sus objeciones y su estilo . Este filósofo tenía
á la vista el Evangelio , cuya historia sigue sumariamente . Opone á
los milagros de Jesucristo : 1.º, que no son atestiguados sinó por sus
mismos discípulos , los cuales los han exagerado notablemente ; 2.º,
que Jesus los ha obrado por medio de la mágia con la invocacion y
auxilio de los demonios ó génios; 3. ', que otros impostores han he
cho tambien cosas semejantes, á las cuales prohibe Jesucristo pres
tar fe. En cuanto a su resurreccion , dice Celso que sus discípulos no
vieron sinó un fantasma, ó que han inventado ellos una patraña para
engañar á sus secuaces 3 ,
Así discurria aquel filósofo incrédulo , atribuyendo a la mágia los
milagros de Jesus . Por lo que hace al fantasma soñado por este ra
cionalista en el delirio de su impía incredulidad , bien podemos decir
que fantasmas como éstos , que dan origen en el mundo á hechos
tan portentosos y saludables , deben ser de una condicion muy es
pecial . Ciertamente , cuando Jesucristo se apareció á sus discípulos
en el cenáculo , y en presencia de ellos comió parte de un pez y de
un panal de miel que le presentaron á peticion suya , cuando se les
volvió a aparecer nuevamente á la orilla del lago de Tiberiades y
les dió á comer unos peces , que tenía asando en el fuego, con gran
des muestras de cariño y de amable benevolencia , debió ser la ilu
sion de estos pobres hombres muy extraordinaria ; pues se les des
aparecieron el pez y el panal , juntamente con la vision que se los
había devorado , y ellos a su vez mataron sabrosamente el hambre
con sombras у fantasmas de peces , asados tambien en sombras y
fantasmas de fuego.
Del deseo vano de engañar á sus secuaces atribuido á los Após
toles nada se diga , cuando sabemos que todos ellos dieron su vida
1 Sabido es que los Católicos recobraron la cruz del Salvador , habiendo vencido
Heraclio en tres batallas consecutivas á Cosroes , cuando éste se hallaba muy enva
leptonado con sus triunfos. Sabido es tambien que este malvado rey persa fué asesi
nado por su hijo mayor de resultas de las tres mencionadas derrotas. ¿Por qué no cuenta
esto Draper, ya que tanto se afana en ponderar los descalabros de los ejércitos cris
tianos sufridos en tiempo de Cosroes ? La imparcialidad no es lo que más caracteriza
á los Racionalistas . Sobre los designios de la Providencia en permitir las guerras,
en el establecimiento del Cristianismo. 83
léanse dos cartas bellísimas de Donoso Cortés , para quien la guerra es en el plan di
vino un instrumento de expiacion y un medio de civilizacion de los pueblos,
1 II Tim ., cap. iii , vers . 12 .
2 Joan . , cap. xvi , vers. 33 .
3 Matth ., cap. x , vers. 24.
4 Matth ., cap. xvi , vers. 18 .
5 Dan ., cap. ll , vers . 34.
6 Isai., cap. xi , vers . 10.
7 Luc . , cap. 11 , vers . 34 .
84 Realidad histórica de los milagros obrados
I Hé aqui las palabras del Santo Doctor, segun se encuentran en su Summa Teolo
gica ( 1 p. q. 95 , a. 1 ) : « Manifestum est quod illa subjectio corporis ad animam et
inferiorum virium ad rationem non erat naturalis ; alioquin mansisset post peccatum ,
cum etiam in daemonibus naturalia post peccatum permanserint, ut Dionys. dicit. 4
De div , nom , »
2 Véase á Suarez y á Ripalda; al primero en el Prolegómeno IV á sus libros de
Gracia , y al segundo en sus dos libros compuestos contra los errores de Bayo , y
puestos , por via de apéndice , á sus Disputationes de Ente supernaturali. Los Teólo
gos disputan sobre si en el estado de la naturaleza pura el hombre sería ménos tenta
do por el de:nonio de lo que lo es en la naturaleza caída ; pero nada hay de cierto en
esta parte . Véase á Suarez , l. cit ., cap. IX .
con la sana razon . 93
puede negar que ella sea grandísima y sobre toda ponderacion apre
ciabilísima? Porque con el brillan de una manera especial los atributos
divinos : la caridad de Dios se muestra en su mayor esplendor , lle
gando á tan grande exceso por remediar las miserias humanas , como
es hacerse Dios hombre mortal y pasible . Este misterio es el grado
de comunicacion suma entre Dios y su criatura ; es , por decirlo así,
el esfuerzo más grande de la omnipotencia infinita , que ha llegado
așí á juntar en uno los extremos más distantes , cuales son lo finito
y lo infinito ; es la manifestacion más sublime , tanto de la misericor
dia divina como de la justicia , apareciendo en él la grande malicia
del pecado al mismo tiempo que lo extraordinario de su remedio .
Además , la Encarnacion del Verbo nos da la clave para soltar
todas cuantas dificultades se nos presentan en vista de los innume
rables males que afligen al género humano . Porque ella nos revela
la causa de todos estos males , que es el pecado original ; y junta
mente tambien la razon de haber permitido el Señor este mismo
pecado en nuestros primeros padres , cual fué el tomar de allí mismo
ocasion para hacernos un beneficio sumamente apreciable , el bene
ficio de encarnarse por nosotros y redimirnos , levantándonos más
alto por el misterio de la cruz de lo que nos había levantado en el
Paraíso con la vestidura de la gracia .
Pero esto ya nos conduce á que digamos algo sobre el tercer
misterio arriba indicado, ó sea sobre el misterio del pecado original .
Sabido es , por lo que dejamos escrito en el capítulo anterior, que el
estado de integridad concedido por Dios á los hombres en la per
sona de nuestros primeros padres , Adan y Eva , era un dón gra
tuito y superior á las exigencias naturales del género humano .
Pero aunque por lo mismo podía Dios nuestro Señor habérselo
negado desde un principio , y criarlos por esta parte en estado de
pura naturaleza , no se puede negar sinó que el tal dón era conve
niente en gran manera , para que el hombre pudiese practicar la vir
tud sin dificultad y conseguir holgadamente el fin de su felicidad
eterna . Y como Dios suele ser muy liberal en el repartimiento de
sus dones , y acostumbra conceder á sus criaturas , principalmente
al hombre , mucho más de lo que es debido a la flaca naturaleza de
las mismas; de aquí es que se hace muy probable a cualquier filó
sofo , que raciocina guiado por los solos principios de la sana razon
natural, haber concedido el Criador gratuitamente en un principio
á los hombres el referido dón , y haberlo éstos perdido despues con
sus pecados .
7
d
98 Conformida de los misterios del Catolicismo
Digitus Dei est hic , aquí está el dedo de Dios , esto es verdadera
mente sublime y encantador, esto lleva el sello más marcado de la
verdad , esto conduce naturalmente á persuadir que los tales miste
rios han sido en efecto revelados por el Dios de las misericordias ?
¡ Desventurados los Racionalistas , que , en medio de tanta luz , se
ciegan temerarios por su propia voluntad , y no quieren ver lo que
está patente á los ojos de todo el mundo !
Nosotros entre tanto creemos haber demostrado con la mayor
evidencia la maravillosa conformidad que reina entre los misterios
de nuestra sagrada religion y los dictámenes de la razon humana.
Lo cual , junto con lo que llevamos expuesto en los precedentes
capítulos , manifiesta con toda claridad , sin dejar lugar á la duda
prudente de hombre alguno cuerdo y razonable , el divino origen
del Cristianismo . Porque una religion tan sublime en sus dogmas
sobrenaturales, tan verdadera en todo cuanto enseña , sin mezcla
del más mínimo error ; tan altamente benéfica á la humanidad , y
que cuenta en su favor, para su fundacion y conservacion continua
en el mundo , con una multitud de hechos maravillosos y sobrena
turales , como son los milagros y las profecías, no puede ser sinó
hija verdaderamente del cielo . Los efectos revelan siempre a sus
causas naturales y correspondientes ; y un efecto tan grande , tan
sublime , tan sobrenatural y tan divino , como es la Iglesia de Jesu
cristo , no puede tener por causa sinó á un agente de la misma
clase , esto es , la fuerza omnipotente é infinitamente benéfica de la
divina esencia 1 .
I San Agustin , lib. De Haeres ., cap. xxxvI ; San Epifanio , herejía 57.
2 Teodoreto, lib . 11 , Fabularum haereticarum .
3 San Epifanio , herejía 65.
4 Tertuliano , lib. De praescriptionibus, cap . Liu ; lib. Contra Praxean , cap. I.
5 San Agustin , lib. De Haeres., cap. 1 , in nota . Véase á Petavio , De Incarnatione,
tomo 1 , cap. 11 , donde se da cuenta de las herejías de Cerinto, Carpócrates , de los
Ebionitas, Helceseos, etc., nacidas en el primer siglo , por negar la divinidad de Je
sucristo.
102 Falso origen atribuido por los racionalistas
dos , así como tambien la moral más pura y elevada que jamás co
nocieron los siglos , en la sola espontaneidad de una imaginacion
nada ilustrada , no ha merecido generalmente de los sábios , áun ra
cionalistas y nada afectos al Cristianismo , sinó el más alto y solem
ne desprecio .
Los pensadores de Alemania é Inglaterra esperaban algo más que
una novela para satisfacer sus ánsias de derrumbar el Cristianismo.
Así es que han creido necesario recurrir á otro sistema , y el inglés
Ernesto Bunsen ha dado á luz en 1865 , posteriormente al famoso y
harto célebre por desgracia libro Vida de Jesus, una obra en dos
volúmenes en octavo , cuyo título , traducido al español , es el si
guiente : La doctrinu secreta de Cristo y la llave de la ciencia , é his
toria de los Apócrifos. En la revista intitulada : Revue de Deux Mon
des , nos ha dado M. Emilio Burnouf, en el número correspondiente
al 1.º de Diciembre del mismo año , un resúmen de la citada obra
bajo el epígrafe de Les origines du Christianisme d'après M. Ernest
Bunsen , haciendo de paso un elogio de la misma , y dando ya por
demostrada la tésis , que el escritor inglés se ha propuesto poner en
evidencia al publicar sus pensamientos. Citaremos de este resúmen
lo que hace á nuestro propósito , para que se entienda bien la men
te del autor, y nosotros le podamos hacer las observaciones corres
pondientes. " El Zend - Avesta , dice , encierra de una manera explíci
ta toda la doctrina metafísica de los cristianos , la unidad de Dios,
del Dios vivo , el Espíritu , el Verbo , el Mediador, el Hijo engendra
do por el Padre , principio de la vida para el cuerpo y de santifica
cion para el alma . Él contiene la teoría de la caída y de la reden
cion por la gracia , la coexistencia inicial del Espíritu inſinito con
Dios , un esbozo de la teoría de las encarnaciones , la doctrina de la
fe , la de los ángeles buenos y malos , conocidos bajo los nombres
de amschaspantas y de darvantas, la de la desobediencia al Verbo
presente en nosotros y la de la salvacion . En fin , la religion del
Avesta excluye todo sacrificio sangriento expiatorio , y al pasar á
los israelitas debía por necesidad suprimir la muerte del cordero pas
cual , reemplazándola con una víctima ideal . Esto es , en efecto , lo
que tuvo en un principio lugar entre los esenios y los terapeutas , y
despues entre los cristianos ,
Explicada así, segun se lo imagina el articulista con su idolatrado
Bunsen, la gran conformidad de ideas filosóficas entre la doctrina
de Zoroastro y la de Jesucristo, pasa á exponernos el modo en que
pudo penetrar la doctrina del Iran hasta el más oculto seno de Eu
á los misterios de la Religion cristiana. 107
1 Joan ., cap. vil , vers. 15. El Evangelio , siguiendo la costumbre de los hebreos,
llama hermanos y hermanas de Jesus á sus parientes . No han faltado , sin embargo,
algunos necios que , fundados en este lenguaje de la Escritura , han proferido barba.
ridades descomunales sobre esta materia,
2 Antiquit. hebr ., lib. XVIII , cap . ij .
3 I Tim ., cap . IV , vers. 7 .
112 Falso origen atribuido por los racionalistas
servaban consigo los libros de su secta y los non :bres de los Ánge
les '. Y ciertamente dan fundamento para pensar de esta manera
los errores sobre los Eeones ( auwves ), ó sea sobre cierta especie de
genios nacidos unos de otros , que fueron propalados por los Gnós
ticos en los primeros siglos de la Iglesia , segun sabemos por San
Ireneo 2. Porque esta herejía tiene mucha relacion con la otra de
Cerinto , de nacion judío , el cual enseñaba en el primer siglo de la
Iglesia , cuando todavía no había muerto San Juan Evangelista , que
en Jesucristo se debían distinguir dos cosas , á saber : la persona pu
ramente humana , la cual había tenido origen al nacer de su Madre
María , y una cierta virtud celestial, que había venido sobre él en el
momento del bautismo , y luego lo había abandonado para volverse
al cielo al tiempo de su pasion ; virtud en la cual , segun él , consis
tía el verdadero Cristo .
Como quiera que esto sea , no puede caber la menor duda , aten
didas las razones indicadas , que Jesus no pudo tomar su celestial
doctrina de la secta de los Esenios ; porque ni Jesus tuvo relacion
con ella , ni esta secta era capaz de tanta sublimidad de doctrina
como se encierra en el Cristianismo . Y esto se confirma todavía mu
cho más , si consideramos que San Pablo , fariseo de profesion, se
gun él mismo nos cuenta 3 , y por consiguiente , no iniciado en la
secta de los Esenios , estaba tan instruido en la doctrina de Jesu
cristo como los demás Apóstoles sin haber visto en vida al Salva
dor, ni conversado con él , ni con sus discípulos , ántes habiendo
buscado en un principio con grande furia á los cristianos para apri
sionarlos y llevarlos cautivos á Jerusalen 4 .
Si pues la doctrina de Jesucristo era el secreto robado á los Ese
nios , ¿ quién faltó nuevamente al juramento de estos sectarios para
instruir al Apóstol en lo que de otra manera no podia saber ? ¡ Ah !
Que San Pablo nos cuenta otra manera muy diferente de venir en
conocimiento de la divinidad del Cristianismo . Él nos refiere que ,
cuando iba con más furor en perseguimiento de los cristianos , en
tonces le convirtió Dios Nuestro Señor , dándole por revelacion di
vina claro conocimiento de la verdad . Para que nadie dude de su
relato , pone á Dios mismo por testigo de que no miente 5 .
I Véase la Prefacion de Maran á las obras de San Justino , que dejamos indicada
más arriba.
2 Hace observar tambien esto el Sr. Ayuso en su importante obra : Los pueblos
iranios y Zoroastro.
116 Falso origen atribuido por los racionalistas
tan mal definida , ó mejor dicho , tan confundida con la de los otros
séres , que en realidad no se da allí otra idea de este principio sinó
la que tienen los Panteistas de la India . Ormuzd es creador , sí , de
ángeles buenos y de arcángeles , portadores de buenos pensamien
tos á los hombres , así como Ahriman lo es de ángeles malos , lla
mados devas, portadores de pensamientos malos ; pero al mismo
tiempo tiene cuerpo como los demas séres sensibles y se halla iden
tificado con el sol , astro que aparece honrado en el Avesta como lo
más alto que se puede imaginar. Tiene ademas varias esposas , que
no se sabe de dónde toman su origen , y , por ſin , viene á conver
tirse en una misma cosa con una suerte de genio suyo , el cual no
parece ser sinó lo más subido de la divinidad , y una especie de
alma que anima y da vida al mismo Ormuzd , muy diferente por
tanto del Verbo y del Espíritu Santo cristianos ' .
Ni esto basta tampoco : los elementos , los astros , el fuego , el
agua , la tierra , el sol , la luna , Sirio , divino conductor de las estre
llas, las horas , las diversas épocas del año , eran para los Persas ó
Iranios otros tantos dioses . Todos ellos tenían tambien su propio
genio , así como tampoco le faltaba el suyo á cada uno de los hom
bres , guardando con ellos la misma clase de proporcion que en el
sistema platónico guardan las Ideas, sustantivas y subsistentes en sí
mismas , con cada uno de los individuos de su espeeie . De suerte que
la doctrina del Avesta es , en sustancia , un puro panteismo, como lo
era en general la de todos los pueblos gentiles , emanando de la Di
vinidad cierta multitud , más ó ménos numerosa , de dioses y de dio
sas particulares , más o menos poderosos , pero siempre independien
tes entre sí , y no presentándose esta Divinidad absoluta , fuente y
origen de las divinidades particulares , con los caractéres bastante
definidos para que se la pudiese distinguir de todas ellas ? .
; Y de esta innumerable multitud de dioses y diosas , de este pan
I Véase en La Controverse del año 1881 , nn. XXIII y XXIV, la refutacion de estas
ideas de M. Burnouf, hecha magistralmente por el ilustre Profesor de la Universidad
de Lovaina , Mons. de Harlez , en dos excelentes artículos intitulados : Les origines
persanes ou indoues de la Religion révélée.
2 La doctrina de los sacerdotes egipcios , escribe Rohrbacher ( Hist. uni , de
l'Eglise , tomo 1 , lib . vr), haciendo un extracto de las doctrinas de Guigniaud , Creu
zer y Göerres , asi como tambien la de los brahmanes de la India y la de los magos
1
de la Persia , se presenta bajo la doble forma de una teogonia y de una cosmogonía;
1
está fundada , en sustancia , sobre un panteismo, ora físico , ora intelectual , ora mez
clado de entrambos.
i
1
á los misterios de la Religion cristiana . 117
1 Puede verse bien tratado este asunto en la obra ya citada del P. Perrone,
vol . 1 , cap. 11. Puede verse tambien á Drach . Deuxième lettre d'un Rabin converti aux
Israelites ses pères ; item De l'harmonie entre l'Église et la Synagogue, t . 1 , cap. 1. Al
gunos no ven en este lugar sinó un plural de majestad ; pero les falta el fundamento
para opinar de este modo , pues ninguna prueba traen que satisfaga.
2 Génes., cap. III , vers. 15.
118 Falso orígen atribuido por los racionalistas
1 Isaías , desde el vers. 10 del cap . lii hasta el vers . 6 del cap, Liv.
121
á los misterios de la Religion cristiana.
dad tenemos de afirmar, puesto que ambas pudieron haber tomado
los dogmas verdaderos de la revelacion primitiva , y los tomaron
efectivamente ); más bien debemos creer que los Persas han sido
ilustrados por los Hebreos , que éstos por aquéllos . Estos , los He
' breos , ya ántes de la cautividad de Israel producida por Salmana
sar, poseían una religion muy pura y espiritual , como puede verse
en los libros santos anteriores á aquella desgracia ; mientras que los
Persas habían ya desfigurado la tradicion primitiva horriblemente,
introduciendo en su reino el politeismo más absurdo con la multitud
innumerable de dioses y diosas , que por el mismo tiempo domina
ban entre los Asirios y Babilonios , comarcanos suyos . Habían per
dido la idea del verdadero Dios , nocion tan obvia y conforme a la
razon ; y se habían de conservar entre ellos más claras y expresas
que en el pueblo hebreo, de contínuo ilustrado por los Profetas,
otras cosas más difíciles de entender, cuales eran : la creacion , la
existencia temporal de lo malo , la resurreccion , el destino del alma
despues de la muerte , la eficacia de las buenas obras, el purgatorio,
la sabiduría subsistente y otras doctrinas análogas?
Sabemos que los Persas introdujeron una reforma en su religion ,
corrompida poco a poco con el contacto de los pueblos vecinoš.
¿ Cuál fué el origen de esta vuelta hacia las ideas primitivas? Proba
bilisimamente las nociones esparcidas de la religion del pueblo is
raelítico, llevado cautivo á Ninive en tiempo de Salmanasar, dos si
glos antes de la victoria de Ciro contra los Babilonios , destructores
del Imperio de los Asirios ó Ninivitas. El pueblo de Israel se espar
ció entónces entre las naciones del Oriente para no volver jamás á
verse reunido alrededor de la ciudad de Samaria en su antiguo
asiento ; y esparciéndose, llevó á todas partes las ideas exactas de
la Divinidad.y del Mesías libertador que esperaba, con todo lo de
mas que pertenecia á su religion, infinitamente más pura que la de
los otros pueblos orientales, entre quienes se hallaba desparramado .
Con esto se debieron renovar las reminiscencias de la tradicion pri
mitiva entre todos aquellos pueblos , reminiscencias que produjeron
mayor efecto en el país del Iran .
Bien puede ser que entonces, y ántes de la cautividad de Babilo .
nia sufrida por los Judios, se levantase entre los Persas algun hom
bre fuertemente impresionado del deseo de hacer volver á su pue
blo á las ideas primitivas, que veia profesar á los Israelitas dispersos
y que este reformador se llamase Zoroastro, el llamado Spitama por
algunos para distinguirle de otro más moderno en su manera de
122 Falso origen atribuido por los racionalistas
I Pueden verse sobre el Mazdeismo los luminosos artículos que escribió Le-Hir en
su excelente obra Études bibliques, los cuales nos han servido mucho en esta materia.
á los misterios de la Religion cristiana . 125
cuyo nombre bajo esta forma no puede ser más antiguo que el se
gundo siglo después de Jesucristo . Fâiminî, á quien Jacolliot hacía
anterior á Sócrates, vivía despues del gramático Pânini, el cual es
cribía al fin del primer siglo de nuestra era . ( Véase A. Weber, op.
cit., págs . 234 , 338 , 357. ) ' » .
Véase en qué para la remota antigüedad de los Vedas : el Penta
teuco es más antiguo que ellos ciertamente , pues se remonta hasta
los tiempos de Moisés . Esto sólo basta para demostrar que los dog
mas cristianos no pueden tener su origen en los tales libros . En el
Pentateuco se hallan ya todos ellos anunciados , aunque de una ma
nera obscura , que será después poco a poco declarada con nuevas
revelaciones , sin que en ello intervengan para nada las doctrinas re
ligiosas de los pueblos paganos. La religion de Moisés gira toda en
tera sobre la idea de un Mesías libertador, que es anunciado ya en
el Génesis 2 y en el Deuteronomio 3, y forma en todos los tiempos
posteriores desde David hasta Malaquias el objeto principal de los
Profetas. Esta idea del Mesías desenvuelta totalmente por el mismo
Mesías en persona conforme a lo que estaba ya anunciado en los
libros del Antiguo Testamento , es la que ha revelado al mundo el
dogma de la Santísima Trinidad , el de la Encarnacion , el de la Re .
dencion y todos los demas que constituyen la sustancia del Cristia
nismo . Pero vengamos ya á otra cuestion .
¿ Qué razones hay para afirmar que María , madre de Jesus , es la
misma que Maya , madre de Buddha ? Ninguna absolutamente. Bur
nouf se funda en la semejanza de entrambos nombres . Pero esta se
mejanza es nula : porque el verdadero nombre de María es Miriam ,
que así se llamaba entre los hebreos ; y Miriam con Maya no tiene
nada de parecido . Fuera de que la r de María , ó Mariam como la
llama San Lúcas , difícilmente podrá ser derivada de la y de Maya,
siguiendo las reglas de la Filología. Mucho menos se podría apelar
á la significacion de dichos nombres : porque el de Maya significa
ilusion , y el de Maria señora . Y si queremos buscar sus raíces, Maya
viene del sanscrito mâ , que significa formar ; y María , del hebreo
rum , que quiere decir ser alto, excelso ó sublime. Alguno podría
pensar que María es una copia de Maya , porque tambien de Maya
muy celebrado por los Egipcios por haber dado la muerte á la ser
piente Anophis , símbolo del mal y de las tinieblas , como nota
M. Pierret ' . Despues un cambio de dinastía lo derribó de su altura,
convirtiéndolo los vencedores de dios bueno y benéfico en malo y
perverso, por haber sido el dios de los vencidos .
Y por dónde habían de influir las tríadas egipcias en la forma
cion de nuestra Trinidad sacrosanta ? ¿ Por Moisés ? En los libros de
Moisés nada hay que pueda referirse á ellas: en el Pentateuco reina
un monoteismo purísimo , diametralmente opuesto a aquella innu
merable turba de dioses , que inundaba el Egipto al tiempo de salir
de él ya libre de su esclavitud el pueblo hebreo . ¿ Por Jesucristo ?
Jesucristo no pudo aprender nada de los Egipcios : cuando salió de la
tierra de los Faraones para volver a su patria , era todavía emasia
do niño para que humanamente hablando pudiese aprender ciencia
alguna ; y despues no salió nunca de su país . ¿ Por los discípulos del
Salvador ? El dogma de la Santísima Trinidad fué ya anunciado
antes que lo predicaran los Apóstoles ; lo anunció el mismo Salva
dor, el cual fué precisamente puesto en el ignominioso madero de
la cruz por los de su nacion , porque se presentaba ante ellos como
Mesías y verdadero Hijo de Dios ; y encargó á sus discípulos que
bautizasen á todas las gentes en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, ó sea de las tres divinas Personas.
No se cansen , pues , en vano los Racionalistas buscando en los
dogmas cristianos orígenes que en ninguna manera les correspon
den . El Cristianismo todo entero con toda la colectividad de sus
dogmas no es otra cosa que el desarrollo espontáneo de la Religion
judáica con el advenimiento del Mesías, que en ella estaba ya mu
chos siglos antes anunciado, y con el cumplimiento exacto de las
divinas profecías, como dejamos probado en el capítulo precedente .
Euseb., Histor ., lib. x , cap. vii ; Cod . Theodos., lib . xvii , tit. 11 , 1. 2 .
á la Religion católica . 145
| Euseb . , Hist ., l. cit, cap . xxv . Lo mismo escriben Teodoreto, lib . v , capítulo xx ;
Orosio, lib . vii, cap . XXVIII , y Sozómeno , lib . II , cap . XVII .
10
146 Falsísima imputacion hecha por Draper
I Euseb . , Praepar, evangel., lib . IV , cap . xvi; Vida de Constant., lib . 111 , capitu
los XXXV , LVI y Lvii .
2 Sócrates , lib . 1 , cap. XVIII.
3 Sozómeno, lib. v, cap. X.
4. Véase sobre este asunto la excelente Vida de Constantino (lib. iv, cap. iv ), escrita
el siglo pasado en italiano por el jesuita Gustá , barcelonés; como Masdeu , hermano
suyo en religion y amigo íntimo, como el mismo Masdeu nos lo cuenta en su Historia
de España .
á la Religion católica . 149
Es verdad que en las mismas leyes arriba citadas contra los arús
pices se les permitia ejercer en los templos públicos sus funciones
divinatorias, y que en la promulgada el 321 ordenaba el Emperador
se le diese cuenta de cuanto observaban aquellos agoreros . Peroesto ,
como sapientísimamente observa el ya citado P. Gustá ? , lejos de
probar que Constantino diese oidos á los aruspices, demuestra todo
lo contrario . Porque en la primera de dichas leyes llama expresa
1 Vita di Constantino il Grande , tomo 11 , Esame critico su diversi fatti della Sto
ria di Constantino, etc. , párrafo 4. Se dopo l'apparizione della croce abbia seguitato Cons
tantino ad idolatrare.
2 " No puede ponerse en duda : escribe Baronio al año 312 , párrafo 67 , que un
principe que aparece siempre tan celoso por la gloria del Cristianismo no haya trata
do de inspirarlo a los romanos , en cuanto lo permitía la prudencia , en una ciudad de
quien se puede decir haber sido el centro y el asilo de la idolatría. Porque ésta reinó
alli, sobre todo entre los senadores , hasta Teodosio el Grande. „ “ Esto , añade Tille
mont ( Vida de Constantino, art. 28 ) , obligó á Constantino y á sus sucesores á tolerar
muchas cosas que no podian aprobar . ,
150 Falsisima imputacion hecha por Draper
1
mente supersticion al arte divinatorio ( superstitioni sune servire cll
pientes ); en la segunda dice que falsamente piensan los paganos
traerles utilidad el tal uso de adivinar ; mas , pues tan empeñados
están en ello , vayan á las aras públicas y celebren alli las solemni
dades de costumbre ( quod vero id vobis existimatis conducere , adite
aras publicas et delubra , et consuetudine vestra celebrate solemnia );
en la tercera , finalmente , quiere Constantino que se le dé cuenta de
cuantas observaciones hagan los aruspices en las funciones públicas ,
no porque creyese aquellas cosas que él mismo llamaba en público
supersticiones , sinó porque quería impedir que con los falsos agüe
ros de aquellos funcionarios del Senado pagano y enemigos del
Cristianismo se soliviantasen los ánimos de los gentiles y se produ
jese alguna revolucion contra su persona. Ya que no podia impe
dirlos en sus funciones divinatorias y supersticiosas , porque así lo
quería el Senado, trataba á lo menos de refrenar la malicia de los
agoreros haciendo que pasasen las observaciones por su mano , y
que de esta manera no abusasen ellos de la credulidad pública con
peligro de armarse grandes alborotos . Por esta razon de augurarse
en las tales funciones públicas sobre la misma suerte de los Prínci
pes reinantes , con peligro de grandes trastornos en el Estado, lle
garon á prohibir estas funciones los mismos emperadores paganos
Tiberio , Alejandro Severo y otros . Constantino no se manifestó tan
duro , pero supo precaver con mucha prudencia el daño que de allí
podía resultar.
Tambien sobre la estatua de la Fortuna han esparcido los ene
migos del Cristianismo muchas falsedades contra Constantino . Zó
simo dice que hizo fabricar dos templos en la plaza mayor de Cons
tantinopla para dos estatuas , una de la Fortuna y otra de Cibeles .
Serían dos nichos para precaverlas de la intemperie, si es que no
miente el autor gentil , no pocas veces cogido en actos de esta es
pecie. La crónica de Alejandría cuenta que Constantino , al salir de
Roma , se llevó el Palladium , colocándolo luego sobre la gran co
lumna de porfido puesta en medio de la Plaza Mayor ; pero seme
jante asercion no la funda sinó en el testimonio de algunos bizan
tinos , que habían recibido la cosa por tradicion meramente vaga .
Tillemont trae ésta y otras cosas semejantes sobre la tal estatua en
la nota 59 á la Vida de Constantino , despreciándolas como infun
dadas é indignas de crédito . El título que pone á dicha nota es el
siguiente : Quelques actions idolâtres mal attribuées à Constantin .
Mayor dificultad podría ofrecer lo que dicen algunos autores
á la Religion católica . 151
1 No quiere decir esto , sin embargo , que nosotros no rindamos culto de latría
á la Humanidad Santísima de Cristo en cuanto hipostáticamente unida al divino
Verbo ;, pues esto seria un error manifiestamente contrario á lo enseñado por los
PP . del concilio Alejandrino , donde se dice que con una sola adoracion adoramos á
todo Cristo . Lo que sí únicamente significa , es que en esta misma adoracion única se
encierra , por parte de nuestro afecto interno , un diverso modo de adorar la divinidad
y la humanidad de Cristo . Esto es lo que enseña expresamente el Damasceno (orat, I,
De imag . ) con estas palabras: Non materiam , sed materiae auctorem adoro, qui propter
me materia factus est... materiam vero , per quam mihi salus parta est, colere non de
sinam , non tamen ut Deum ; ahsit . Vease á Lugo , De Incarnat. , disp. 34 , sect. 2 , nú .
meros 32 y 33 .
2 Rom ., cap . XV , vers . 30 .
150 Falsísima imputacion hecha por Draper
Leibnitz alaba por este acto á los Padres del citado Concilio y re
comienda su doctrina . “ El acto , añade , llamado adoracion de la
imágen de Cristo , en realidad de verdad es adoracion del mismo
Cristo , realizada con ocasion de hallarse presente su imágen ; hacia
la cual se vuelve el cuerpo como hacia el mismo Cristo , para que
así se haga más patente su presencia , y el ánimo levante más alto 1
el vuelo en la contemplacion de su Señor . Porque ninguno que esté
en su sano juicio dirá con el espíritu de esta suerte : Dame, imágen .
lo que pido; gracias te doy, mármol ó leño , sinó que hablará de esta i
otra manera : A tí , Señor , te adoro ; tus alabanzas canto ... Supuesto ,
pues , que en la veneracion de las imágenes no hay propiamente
otra cosa sinó la veneracion del mismo prototipo en presencia de
la imágen, no habrá en la tal veneracion más idolatría que en la ve
neracion de los nombres santísimos de Dios y de Cristo . Porque
tambien los nombres son signos, y ciertamente inferiores á las imá
genes en la fuerza que tienen de representar. Cuando , pues , se dice
que se tributa honor á una imagen , no debe esto entenderse en
otra forma que cuando doblamos la rodilla en el nombre de Cristo,
ó bendecimos el nombre de Dios y lo glorificamos !!
Verdaderamente es necesario estar ciego de furor contra el Ca
tolicismo para no ver la sublimidad de su doctrina en esta parte .
El Catolicismo no ha hecho con el culto de las imágenes, y con la
veneracion de las reliquias de los Santos , sinó levantar y ennoble
cer un instinto natural que hemos recibido todos los hombres del
Autor de la naturaleza ; instinto por el cual nos sentimos inclinados
á vivir en sociedad , á reconocer el mérito de nuestros hermanos y
amigos , tributándoles honor de alabanza y respetando todo cuanto
á ellos pertenece . El Catolicismo ha obrado con admirable sabidu
ría aplicando á la espiritual sociedad de los Santos las mismas cosas
que continuamente se están ejecutando en la sociedad civil de los
hombres, instituida por el mismo Dios .
Hasta los restos de un torero famoso sabe conservar con venera
cion un público mundano ; ¡ y luego se nos echa en cara á los cató
licos que hacemos esto mismo con las reliquias y las imágenes de
los Santos !
Soberanamente ridículos se muestran los protestantes, y con
ellos tambien los racionalistas , cuando nos dicen con seriedad que
la canonizacion de los Santos ha sustituido, entre los católicos, á la
bien libres desde Pascua hasta Pentecostés . Sufrimos con pena que
se nos caiga al suelo algo del pan y vino , áun ordinarios y no euca
rísticos . Para todo movimiento que hacemos , para entrar y salir
de casa , para calzarnos , lavarnos, tomar el alimento , encender luz,
acostarnos, sentarnos , y en fin , para cualquier otra obra que prac
ticamos , nos persignamos haciendo en nuestras frentes la señal de
la cruz . 92
· Qué le parece á Draper de esta doctrina corriente en la Iglesia
en los tiempos de Severo , segun testimonio del mismo Tertuliano ,
cuya autoridad él invoca ? Y cierto que el presbítero africano no la
trae como una novedad , sinó como una cosa muy veneranda por
su antigüedad inmemorial entre los cristianos.
Aquí quiero advertir de paso á los protestantes , á quienes sigue
Draper en esta materia , que lean la obra de Tertuliano arriba cita
da . En ella encontrarán creidas y practicadas por los cristianos de
aquellos remotos tiempos la mayor parte de las cosas que movieron
á sus antepasados á separarse de la Iglesia católica . Alli veran creido
el Purgatorio , el dogma de la Eucaristía , el del sacrificio de la Misa,
el de la jerarquía eclesiástica , y otros varios que tienen ellos por
novedades introducidas por los católicos de tiempos posteriores .
“ Eucharistiae sacramentum , dice entre otras cosas , et in tempore
victus et omnibus mandatum a Domino , etiam antelucanis coetibus ;
nec de aliorum manu quam Praesidentium sumimus . ,
¿ Quiere saber más nuestro flamante teólogo sobre este asunto ?
Pues allá va un texto de la Iglesia de Smirna , el cual fué escrito
nada menos que en el siglo 11 , con ocasion del martirio de San Poli
carpo , su pastor : “ Viendo el centurion , escriben los presbíteros de
esta iglesia a todas las iglesias de la cristiandad en el cap . xvil de
su Carta , que habían dado los judíos principio á una contienda ,
quemó el cuerpo del Santo poniéndole en medio del fuego . Y de
esta suerte nosotros colocamos despues en lugar conveniente sus
huesos , más preciosos que las perlas de sumo valor y más estimados
que el oro. En este lugar el Señor nos hará la gracia de que celebre
mos en la mejor manera posible , juntándonos al efecto , con fiesta
y regocijo el día de su martirio , ya para memoria de aquellos que
han muerto peleando por la fe , ya para que los venideros estén dis
puestos a una lucha semejante. ,,
¡ Lo quiere más claro el atolondrado escritor racionalista ? Ya ve
como en el segundo siglo de la Iglesia se creía y se hacía aquello
mismo que él y sus padres legitimos , los protestantes , nos quieren
164 Falsísima imputacion hecha por Draper
ciones . Mas de tal manera las celebra , que nosotros á ningun mártir
levantamos altares , sinó al mismo Dios ; si bien es verdad que los
construimos en memoria de los mártires. Porque , qué Prelado ,
asistiendo al altar en los lugares de los santos cuerpos , ha dicho
jamás : Te ofrecemos, Pedro , ó Pablo , ó Cipriano : La oblacion se
hace á solo Dios , que coronó a los mártires ; y si se eligen para ha
cerla los lugares donde descansan las reliquias de estos siervos suyos ,
la causa de ello está en que con esta accion queremos avivar en
nuestros pechos el afecto religioso al acordarnos de sus triunfos, y
procuramos producir en nosotros un aumento de amor , no sólo
hacia aquellos cuyas acciones gloriosas podemos imitar , sino hacia
Aquél que nos presta fuerzas para imitarlos , ' . 1
Enojoso sería recorrer aquí ahora la tradicion de los Padres para
probar á nuestro confeccionador de drogas antireligiosas la antiquí
sima creencia de la Iglesia en los dogmas de la presencia real de
Jesucristo en la Eucaristía , y de la Transubstanciacion . Citaremos
solamente algunos que sirven por sí solos para evidenciar la justicia
de nuestra causa . Y comenzando por el primero de los dogmas
sobredichos , San Ignacio martir , discípulo del apóstol San Juan ,
escribe las siguientes palabras : “ Los herejes se abstienen de la
Eucaristía у de la oracion , porque no creen que la Eucaristia sea la
carne del Salvador, nuestro Señor Jesucristo, atormentado por nues
tros pecados ,, 2. Por estas palabras se ve cómo la Iglesia universal
en el primer siglo creía , de la misma manera que los católicos en el
presente , en el dogma de la Eucaristía ; pues tenía por herejes á los
que negaban la presencia real de nuestro Señor Jesucristo en el Sa
cramento .
San Justino dice tambien en su Apologia al emperador Antonino :
“ Como por la palabra de Dios se hizo hombre Jesucristo nuestro
Salvador, y para redimirnos tuvo carne y sangre , así tambien se
nos ha enseñado ser la carne y sangre de este mismo Jesus encar
nado el alimento con que hizo gracias a Dios al instituir la Eucaris
tía con su palabra , y con que son alimentadas nuestra carne y san
gre , siendo mudadas y transformadas en él ,, 3. Como se ve , el
mismo hecho histórico atestigua aquí San Justino , á saber : la creencia
universal de la Iglesia en el dogma de la Eucaristía en su tiempo .
/
166 Falsisima imputacion hecha por Draper
Pues San Ireneo no es menos explícito que estos dos santos már
tires y sabios . " Cómo dicen los valentinianos, escribe , que no ha
de resucitar , y que se corrompe para siempre la carne de los cris
tianos , cuando esta carne es alimentada con el cuerpo y sangre del
Señor ? Porque así como este pan terreno , en virtud de la consagra
cion de Dios , deja ya de ser pan comun , y es Eucaristia compuesta
de dos cosas , la una terrena (los accidentes ) y la otra celestial ( el
cuerpo de Jesucristo ) ; así tambien nuestros cuerpos , recibiendo la
Eucaristía, dejan de ser corruptibles y tienen esperanza de resucitar
gloriosos ,, ' . Consulten , si gustan , Draper y sus progenitores los
protestantes , á Clemente Alejandrino ? , á Tertuliano , á Orige
nes 4 , y á San Cipriano 3 , autores todos anteriores al siglo cuarto , y
verá en todos ellos atestiguada la misma creencia de la Iglesia .
Nada digo de los siglos posteriores , porque en ellos los testimonios
de dicha creencia abundan hasta lo infinito, y la hacen más clara
que la misma luz del día .
Pues por lo que hace al otro dogma de la Transubstanciacion ,
la fe de la Iglesia en los primeros siglos no puede ser más manifies
ta . Segun Draper , á la apoteósis de los héroes cristianos se siguió
más tarde la creacion de este dogma; y cierto que hasta el mismo
calvinista Blondell no se atreve á pasar más arriba del siglo vi , sien
do lo más comun entre los protestantes creer que tuvo origen en el
siglo xi , porque entonces fué impugnado por Berengario . Mas cuán
grande haya sido el error de los sectarios en esta parte , muéstranlo
muy bien las palabras usadas por los Padres al hablar de la consa
gracion del pan y del vino en la Eucaristía ; pues muchos de ellos
llaman este acto transelementacion , transmutacion , conversion del
pan y del vino en el cuerpo y sangre de Jesucristo. Además , Tertu
liano dice de Jesucristo , en el libro iv contra Marcion , cap . Xl , que
tomando en sus manos el pan , que en el Antiguo Testamento habia
sido hgura de su cuerpo, lo convirtió en su propio cuerpo con aque
llas palabras : Este es mi cuerpo. San Cirilo de Jerusalen , en una de
sus doctrinas á los recien bautizados , les advierte que el pan y el
vino en el sacrificio de la Misa dejan de serlo con las palabras de
la consagracion , y añade para persuadirles este misterio la razon
simo testimonio del hombre más grande y profundo que han tenido
los protestantes .
Aún hay más : este eminente sabio confesó en términos explícitos
ser cierto cuanto defendemos los católicos sobre la antigüedad del
culto de los Santos y de sus reliquias , y señaló ademas con mano
previsora el peligro de los grandes daños que ahora están sintiendo
por haber sostenido lo contrario los mismos protestantes. “ Es cierto ,
dice , que ya en el segundo siglo de la cristiana Iglesia eran celebradas
las fiestas natalicias de los mártires, y que se celebraban sagradas re
uniones en sus monumentos ' . ,, “ Debe temerse, continúa, que los que
tienen por idolatría el culto de los Santos abran el camino a la des
truccion entera del Cristianismo. Porque si ya desde aquellos tiem
pos prevalecieron en la Iglesia horrendos errores , recibe gran re
fuerzo la causa de los arrianos y samosatenos, los cuales ponen en
aquella misma época el origen del error, y con razones oscuras de
fienden que el misterio de la Trinidad y la idolatria tuvieron princi
pio á un mismo tiempo ... y aún pasará más adelante la sospecha de
los ingenios audaces , porque les causará admiracion el que Cristo ,
tan largo en promesas para con su Iglesia , haya concedido al ene
migo del género humano que, derrotada la idolatría antigua , entra
se otra en su lugar ; y de diez y seis siglos que lleva de existencia
la Iglesia , apenas se encuentre uno ó dos en que se haya conserva
do con dificultad íntegra la fe entre los cristianos, siendo así que
vemos las religiones judaica y mahometana haber perseverado bas
tante puras , segun el propósito de sus fundadores , muchos siglos .
¿ En qué vendrá, pues , á parar el consejo de Gamaliel , que decía
deberse juzgar de la Religion cristiana y de la volnntad de la Provi
dencia por el suceso que aquélla tuviese ? ¿ O qué habría que pensar
del mismo Cristianismo , que tan mal parado quedaría al ser some
tido a la mencionada prueba? , ? Hé aquí como el gran Leibnitz
presentía en el seno de la Reforma al hijo nefando de la Revolucion
é incredulidad . ¿ Desengañaránse por fin los protestantes de buen
corazon
Si de la antigüedad del culto de los Santos pasamos á considerar
la de sus reliquias; hallaremos que tambien ella fué grandísima, y
que comenzó con la misma Iglesia. Ya la Escritura nos cuenta que
los fieles llevaban los enfermos al principe de los Apóstoles, para
1 Véase á Bosio , Roma sotterranea , lib . I , cap . xx , y lib . 1 ; item Aringhi , Roma
sotterranea novissima, tomo 11 , lib , iv , cap. XLVIII ,
2 Bolandos , día dos de Agosto .
3 Lib . iv , cap. xxx . Véase tambien Mamachi, Origines et antiquitates christianak ,
tomo 1 , lib. 1 .
4 Exod ., cap . xxv, vers . 18-19 .
5 Num ., cap . xxi , vers , 8 .
6 Josue, cap . vii , vers . 6 .
7 Ps . XCVIII , vers, 5.
S Paralipom ., cap. xxvili , vers , 2 .
á la Religion católica. 171
1 V. Mamachi, l. cit. , lib . II , cap. 1 ; Bottari, Sculture e pitture sacre estratte dai
cimeterii ; Boldetti , Osservacione sopra i cimeteri de santi martiri , lib . II , cap . I ; Ciam
pini , Vetera monimenta , parte 1. * , cap . xvii.
2 Así la llama Julio Firmico en el libro De erroribus profanarum religionum , di
ciendo que el marido propio y legitimo de Isis no era Osiris , sinó Tifon , y que Isis ,
faltando al deber conyugal, auduvo epredada en torpes amores con su propio her
mano Osiris , de quien tuvo varios hijos.
á la Religion católica. 173
1 Lib . xi . Regina coeli, la dice , sive tu Ceres , alma frugum parens originalis ,
seu tu coelestis Venus... seu Phoebi soror... triformi facie larvales impetus compri
mens , terraeque claustra cohibens .,, Pignorio cita esta inscripcion de Cápua : Te tibi
una , quae es omnia dea Isis , Arrius Balbinus. Véase á Visconti, Museo Chiaramonti.
( César Cantú . Hist. univ ., t . 1 , lib . II , cap . XXII , nota. )
2 Véase en el Diccionario de Moreri la palabra Purificazione della B. Tergine
Maria .
174 Falsisima imputacion hecha por Draper
estaban los ídolos del gentilismo . Sobre lo cual dice Cristiano Lupo
estas palabras: “ La extincion del paganismo quitó la ofension y es
cándalo , y de esta suerte la costumbre de coronar se hizo , de im
pía y gentil , piadosa, religiosa y cristiana ' : » Así tambien , para
concluir por fin este largo capítulo , el empleo de las estatuas fué
posterior al de las imágenes de mera pintura , a pesar de que , mi
rada la cosa en sí , no se diferencian la estatua y la pintura absolu
tamente en cuanto al oficio propio de representar al prototipo . Con
las pinturas no se impresiona la gente ruda tanto como con las es
tatuas , y está ménos expuesta á imaginarse que se encierre en ellas
alguna virtud sobrenatural, en lo que consistía precisamente el error
de adorar á los ídolos , y en lo que consiste tambien la supersticion
de los amuletos y talismanes , practicada por muchos mahometanos
y judíos .
Léjos , pues , de recriminar á la Iglesia en su manera de des
truir el gentilismo y de echarle en cara un paganismo que nunca
ha tenido , admiremos , por el contrario , su táctica sapientísima
en el modo de salvar á todo el mundo sin perderse ella misma en
medio del inmenso mar de errores que desde su nacimiento la
han rodeado , forcejeando siempre con gran furia para sumer
girla en su seno . No seamos tan injustos , que nos atrevamos á re
prenderla por no haber usado con los vencidos la bárbara feroci
dad del mahometismo , cuyos secuaces no han tenido otro modo
de establecer su religion en el mundo sinó el de llevarlo todo á fue
go y sangre. Digamos , por el contrario , que la religion de Maho
ma , como hija de las tinieblas y fundada en el error , fué bárbara y
1 La palabra mundo viene del latin , y denota una cosa exenta de mancha alguna:
se aplica á esta universidad de seres visibles para significar el admirable concierto y
armonia con que todos ellos se hallan entrelazados y hermosamente tienden unidos á
la consecucion, así de sus fines particulares , como del de todo el sistema por ellos
formado .
tocante á la idea del mundo. 179
cia ; ó dijere que Dios las crió , no con una voluntad exenta de toda
necesidad , sinó con la necesidad con que se ama á sí mismo ; ó ne
gare que el mundo ha sido criado para gloria de Dios ; sea anate
matizado ,
Hasta aquí el concilio Vaticano , de cuya oposicion con la ciencia
moderna en esta parte no se puede dudar un solo momento .
Mas , por dicha grande de la humana naturaleza , la doctrina aquí
condenada es tambien rechazada por la verdadera ciencia , la cual
se goza en extremo de hallar en la idea cristiana la nocion exacta y
verdadera en órden á la naturaleza del mundo .
En efecto ; nada más evidente que la distincion esencial y absolu
ta entre la naturaleza de Dios y la del mundo . Todas las propieda
des naturales é inherentes á su divino Sér nos están clamando que
Dios es una cosa infinitamente más perfecta que todo cuanto grande
y perfecto se encierra en esta universidad de séres variables y fini
tos , que llamamos mundo .
Prescindo enteramente de si es ó no infinito el número de séres
finitos que pueblan la variada multitud del universo ; prescindo tam
bien por completo de si el mundo ha existido siempre , de manera
que no se le pueda encontrar cabo en su duracion pasada , como es
imposible hallársele en la que todavía le queda por pasar.
Cuestiones son éstas que no puede resolver con certeza la huma
na filosofía abandonada á sus propias fuerzas, hallándose discordes
los filósofos sobre si es posible ó no el número infinito de séres
creados ' , y sobre si repugna ó no la creacion ab aeterno . Ninguna
de estas cosas necesito para hacer ver que el mundo es cosa distinta
de la Divinidad , y que ni siquiera puede ser considerado como una
emanacion de la sustancia divina , ó bien como una propiedad del
divino Sér, inmanente en Dios al modo que mis pensamientos están
inmanentes en mi alma que los concibe . Digamos cuatro palabras
para demostrar esta verdad , comenzando por combatir la absurda
hipótesis panteístico- materialista . El autor de Los Conflictos tiene
la palabra para defender la causa de estos desalmados . “ Debemos,
pues , deducir, escribe en el cap . ix , tratando del gobierno del uni
verso, que el sistema solar y el mundo estelar han sido llamados por
Dios a la vida , y que es voluntad arbitraria la que ha impuesto las
leyes por las cuales se ha dignado que estuvieran regidos sus movi .
mientos , ó bien creeremos que todos estos sistemas se han formado,
no ya en virtud del fiat divino, sinó por la operacion de la ley ......
Si admitimos que la sustancia de que se compone el sistema solar
ha existido en otro tiempo en el estado de nebulosa , y que se ha
llaba en rotacion , todos los hechos en los cuales insiste Laplace se
encadenan como efectos mecánicos y necesarios . , “ En la India es
donde el hombre por vez primera , „ escribe en el cap . v , tratando
sobre la naturaleza del alma , “ ha comprendido y reconocido el gran
hecho de la eternidad y de la indestructibilidad de la fuerza. Esto
implica la idea más ó ménos distinta de lo que llamamos ahora la
conservacion y la correlacion de las fuerzas. Consideraciones ligadas
á la estabilidad del universo apoyan esta opinion , supuesto que es
cierto que , si las fuerzas llegasen á aumentar ó á disminuir, cesaría
el orden del mundo . Una determinada suma de energía universal
invariable debe , pues , de ser aceptada como hecho científico . Los
cambios de que somos testigos no pueden consistir en otra cosa que
en la distribucion de esta energía . Pero puesto que el alma ha de ser
sostiene que es posible un mundo de esta clase , notando que sólo por la revelacion
podemos saber que no haya existido siempre este mundo en que habitamos . “ Mun
dum non semper fuisse , escribe en la Suma teológica, 1. p. , q. 46 , a. 2. , sola fide teue
tur, et demonstrative probari non potest . , Y á esto añade la siguiente reflexion : " Et
hoc utile est ut consideretur ; ne forte aliquis , quod fidei est demonstrare praesumeds,
rationes non necessarias inducat , quae praebeant materiam irridendi infidelibus exi
stimantibus nos propter hujusmodi rationes credere quae fidei sunt. , Otros defienden,
por el contrario, que repugna absolutamente la produccion ab aeterno de criatura al
guna , juzgando que de lo contrario habríamos de admitir la posibilidad del número
infinito. Suarez sigue una opinion media , defendiendo la posibilidad de un mundo
eterno en cuanto a la sustancia , pero negando que sea posible un tieinpo eterno en la
serie de los momentos ya pasados. Véase su Metafisica , tomo I, disp. 20, sec . 5. *
tocante á la idea del mundo. 181
I V. Hettinger, obra cit., tomo I , cap. III , y Reusch , La Bible et la Nature , lec
cion xv .
tocante á la idea del mundo . 187
Y no son poco frívolas por cierto las razones que han movido á
los Panteistas modernos á pensar de esta manera . Consisten todas
ellas en miserables equivoquillos , que el hombre ménos instruido es
bastante á deshacer , si se le presentan en una manera conveniente .
Dios es , nos dicen con mucho aplomo , el Sér, el Infinito , el Funda
mento absoluto de todas las cosas . El Sér , continúan , encierra den
tro de su seno todas las especies de séres , el Infinito á todo lo fini
to , el Fundamento á todo lo fundado .
Perfectísimamente. ¿ Pero de que sér hablais ? responderemos á
estos señores . ¿ Del sér potencial é indefinido ? ¿ del que para tener
una realidad efectiva fuera de nuestro entendimiento necesita cierta
modalidad que lo determine y contraiga á alguna especie determi
nada ? Pues éste no es el Sér que llamamos Dios ; el Sér divino no
admite en sí modalidad alguna , no tiene potencialidad , es acto pu
rísimo y simplicísimo . Ese sér que vosotros imaginais es una pura
abstraccion lógica , que no tiene realidad fuera de la mente sinó con
los límites formales que son esenciales á todas las criaturas , y cuya
indeterminacion es un mero efecto de nuestra manera de concebir.
Ese sér , en sí mismo , ni exige los límites , ni los rechaza ; se há in
diferente á ellos , ó lo que es lo mismo , no es infinito sinó de una
manera negativa ; mientras que el Sér divino rechaza de sí los lími
tes de una manera positiva y formal, porque es infinito positivamente .
Así, pues , Dios es tambien el Infinito , pero el Infinito positivo y
formal que rechaza de su perfeccion suma y actualísima toda po
tencialidad , todo límite , toda indeterminacion , toda modalidad fini
ta . Está infinitamente distante del Indefinido panteístico , que para
existir fuera de nuestro entendimiento necesita ser determinado , mo
dificado, contraido á alguna especie de séres con algun aditamento
extrinseco , y que , por consiguiente , es un infinito negativo , un no .
finito , un indeterminado concepto lógico . Dios , como infinito, con
tiene en sí la perfeccion de cuantos séres finitos existen y pueden
188 El Catolicismo y la ciencia , etc.
G
192 El Catolicismo у la ciencia moderna
1 S. Thom . , I. P. , q. 45. , a , 1. ad 3 .
2 S. Aug. , Opus imperf. cont. Julian ., lib. v, n . 42.
tocante al origen del mundo . 193
i Qui sua omnipotenti virtute simul ab initio temporis utramque de nihilo condi
dit creaturam , spiritualem et corporalem ( Concil. Later ., loc . cit .).
2 Véanse estas preposiciones en el Enchiridion de Denzinger, manual sumamente
útil para toda persona estudiosa que desea conocer á fondo los dogmas del Cato
licismo .
3 S. Ambr. , in Hexaemer., lib, I , cap. vi .
4 S. August., lib. il De Civit. Dei, cap. vi .
respecto a la antigüedad del mundo. 199
mente y publica ser Dios criador de todas las cosas , y que las crió
cuando quiso. Y enseñando esto mismo el concilio Vaticano, en el
lugar poco há citado , advierte que Dios con su bondad y omnipo
tente poder, no para aumentar su propia bienaventuransa , ni para
adquirirla, sino para manifestar su perfeccion por medio de los bie
nes que concede á sus criaturas, creó de la nada con libérrima deter
minacion ambas clases de sustancias, á saber : la espiritual y la mate
rial, ó sea la angélica y la corpórea , y ademas la humana, comun á
entrambas en cierta manera , y compuesta de cuerpo y espiritu '.
Esta importante doctrina la ha querido Dios nuestro Señor reve
lar expresa y terminantemente al género humano , para que todos
supiésemos por una parte agradecerle tan grande largueza , y pu
diésemos por otra vivir siempre preservados de los pestilentes
errores del panteismo . Porque si el mundo lo crió Dios con un acto
libre de su omnipotente voluntad , es imposible que sea una espon
tánea evolucion de la divina esencia ; y si lo crió cuando le plugo
darle la existencia , ya por esto mismo se ve abiertamente que no
por necesidad ha debido existir desde la eternidad , sinó que ha po
dido muy bien tener principio en su duracion sucesiva .
Por lo demas , la misma filosofía con la lumbre de la sola razon
natural demuestra que la creacion del mundo es por parte de Dios ,
no una accion natural ó necesaria , sinó completamente libre ; ni á
propósito para granjear perfeccion alguna al mismo Dios , sinó para
comunicarla á sus criaturas , haciéndolas , segun la medida limitada
y diminuta que sufre la capacidad de cada una , felices á su modo y
particioneras de la bienaventuranza divina .
Dios , en efecto , se basta él sólo á sí propio para ser feliz , y no
necesita para ello de cosa alguna que no sea Él mismo . Si pues se
comunica á sus criaturas , esto no lo hace porque necesite tal ac
cion para su propia bienaventuranza , sinó porque en su altísima
sabiduría tiene por conveniente darse á conocer á las mismas en el
grado que libérrimamente ha escogido para que de ellas sea glori
ficado , y conozcan y alaben su infinita grandeza. Universa propter
semetipsum operatus est Dominus, dice la Escritura 2. Todo otro fin
hubiera sido indigno de la divina Majestad ; y así el Criador no se
podía proponer , al sacar de la nada á sus criaturas, sinó la glorifi
cacion de sus propios atributos , perfectísimos y eternos .
1 Conc . Vat. , Const, Dei Filius, c. 1. Concil. Later. IV, cap. firmiter .
2 Prov ., cap. xvi , vers. 4.
200 El Catolicismo y la ciencia
nicos la Iglesia , no porque habiendo sido compuestos con sola industria humana hayan
sido despues aprobados con su autoridad , ni por la sola causa de contenerse en ellos
la revelacion sin mezcla de error , sinó porque , escritos con la inspiracion del Espí
ritu Santo , tienen a Dios por autor y como tales le fueron entregados á la Iglesia. Esta
es la verdad católica enseñada por la Iglesia en el Concilio Vaticano ( Const. Dog
mat. Dei Filius, cap. 2 ) : y de ella se infiere manifiestamente que los autores inspi
rados , al escribirlos , no pudieron proferir error alguno , ni grande ni pequeño , ora
versase sobre materias doctrinales , ora sobre simples hechos de cualquier clase narra
dos por ellos como verdaderos ; porque la narracion lo es , no sólo de los dichos auto
res , sino tambien del mismo Dios.
1 San Agustin , lib. iv De Genesi ad litt., cap. I.
2 Idem , De Civitate Dei, lib . xi , cap. vi .
respecto á la antigüedad del mundo. 203
1 Idem , lib . iv, De Genesi ad litteram , cap. 1 ; y lib. 1x De Civitate Dei, cap. VII .
2 Clem . Alej., lib . vi Stromat., cap . xvi, edit. Poter, pág . 813 ; Origen . , libro vi
Contra Celsum , n . 50 ; San Atanasio , orat . 3 Contra arianos, n . 29. San Gregorio,
lib . ui Moral., cap. xii , dice que las sustancias creadas todas fueron producidas á un
mismo tiempo , y que sólo hubo creaciones sucesivas en el ornato del mundo.
3 Santo Tomás, 2. Sent., dist. 12, q . 1 , a. 2.
204 El Catolicismo y la ciencia
Por aquí se ve cómo esta opinion del santo Obispo coincide con
la de aquellos que no ven en la narracion mosaica sucesion alguna
de días creadores , sinó tan sólo representaciones parciales de un
objeto total creado por Dios en la manera que más le plugo escoger
á su infinita sabiduría .
Entre los Escolásticos , San Alberto Magno , Santo Tomás , Sixto
Senense y otros se adhirieron á esta explicacion del Obispo de Hi
pona ; pero la mayoría optó por las creaciones sucesivas , é hizo los
días de la creacion de veinticuatro horas, como los nuestros . No es
necesario empero advertir que los defensores de esta segunda sen
tencia no sostenían su parecer como cierto , ni mucho ménos . Res
petaban demasiado la autoridad de San Agustin para atacarle tan
fuertemente, que juzgaran ser falsa é improbable su doctrina. Por
otra parte , tenían muy presente la juiciosa observacion , hecha por
este santo Doctor , de no defender en este género de cuestiones
ninguna interpretacion como cierta ; por donde ya se ve que , en
resumidas cuentas , no hicieron los Escolásticos sinó defender como
más probable una opinion , que así les parecía en el estado imper
fecto de las ciencias de aquellos tiempos , en lo cual nadie puede
ver cosa alguna vituperable ni indigna por lo tanto de la más sana
y severa crítica.
Los modernos , con los descubrimientos que ha hecho en estos
últimos tiempos la ciencia geológica, han recibido nueva luz para
emprender nuevas clases de interpretaciones sobre el mismo asunto ,
sin que la Iglesia les haya puesto el más mínimo obstáculo en este
género de estudios sagrados. Es esto tan cierto, que la Iglesia ha
dado permiso expreso para imprimir este linaje de libros presenta
dos á su censura , diciendo que nada aparecía en ellos contrario a los
sagrados dogmas del Cristianismo. Entre otros autores católicos , el
difunto P. Pianciani, de la Compañía de Jesus , profesor de celebrada
nombradía en el Colegio Romano dolorosamente extinguido por los
impíos secuaces de la Revolucion , publicó no há muchos años un
libro intitulado : Comosgonia naturale comparata col Genesi; donde,
defendiendo en sus partes sustanciales el sistema de Laplace , en
cuanto a la formacion de la tierra y de los demas cuerpos celestes,
atribuye a nuestro globo innumerables años de existencia, y explica
los días de la semana mosáica tomándolos por otras tantas épocas
de una extension inmensa y para nosotros desconocida. Su libro
salió en Roma, y con permiso de la autoridad eclesiástica ; la opinion
en él sostenida podrá ser más o menos fundada científicamente , en
respecto á la antigüedad del mundo . 205
I Reusch , loc . cit ., lecc. XII, págs. 172-173 . Véase la obra del P. Matignon , S. J.,
intitulada : La Liberté de l'esprit humain dans la foi cathol., pág. 186.
respecto a la antigüedad del mundo. 207
2
relacionada con ella ; razon por la cual es tambien generalmente se
guida de los sabios , si bien no faltan tampoco entre ellos personas
de reconocida ciencia , y muy esclarecidas por sus escritos , que la
combaten. La probabilidad de esta hipótesis se halla fundada pri
meramente en las razones aducidas para apoyar la anterior. En se
gundo lugar tienden á persuadirla : 1. °, el constante aumento de los
grados de calor a medida que se va penetrando por medio de ex
cavaciones en el interior de la tierra ; 2.º, la existencia de volcanes
esparcidos por todas las partes del globo , así en el presente como
en los más remotos tiempos de la antigüedad ; 3. ', finalmente , la sa
lida de aguas termales, que se notan tambien en las diferentes par
tes de la tierra, algunas de las cuales son sumamente calientes . Todo
esto parece probar que nuestro globo en un principio se halló todo
entero en estado de incandescencia; que despues , con el transcurso
de los siglos , se fué enfriando en su superficie, de cuyo enfriamiento
1 Les Mondes del 27 de Diciembre de 1877 , pág. 687. - Véase la revista belga
Kone des questions scientifiques , Avril , 1880 , pág . 519 y siguientes .
212 El Catolicismo y la ciencia
I Fr. Pfaff, Algemeine Geologie als exacte Wisenschaft , Leipzig, 1873, cap. xv.
216 El Catolicismo y la ciencia
ó terrosas , venida del seno del océano universal que haya estado
poblado de seres vivientes ; y la idea de relacionarlos , en cualquier
manera que sea , con un cataclismo tan corto como el mencionado
por la Biblia bajo el nombre de diluvio , no vendrá jamás á quien
tenga conocimientos de los hechos . Porque los lechos conchiferos,
sucesivamente incorporados con las capas , han constituido , uno en :
pos de otro , el fondo de la mar ; la cual , por consiguiente, ha de
bido permitir en ellos la estabilidad suficiente para que pudiesen
crecer y desarrollarse los moluscos, los pólipos y los otros seres
marinos , no pudiendo éstos vivir fuera del agua , y teniendo que
perecer irremisiblemente si de repente los cubre alguna sustancia
mineral . Estas pruebas y otras análogas de una marcha muy poco
acelerada en las acciones sedimentarias, se repiten á cada instante
en la série estratificada. Esto indica que , sacadas algunas excepcio
nes locales y momentáneas, el fondo de los océanos primitivos se
iba llenando , por regla general , con lentitud , y que los depósitos
donde hay gruesos lechos de fósiles han necesitado un tiempo muy
considerable para formarse hoja á hoja . Por las mismas razones las
capas profundas han debido ser alli depositadas antes que las otras.
más superficiales; de forma que la sucesion vertical de estas mismas.
capas nos da la sucesion de los hechos ó el órden cronológico de
los mismos .
El mismo argumento forma Reusch , fundándolo en sólo los tér
renos hulleros , los cuales, por la inmensa multitud de vegetales
sucesivamente desarrollados en grandes comarcas donde han tenido
en otro tiempo su existencia, y por el gran número de capas de
sustancias minerales con que se hallan incorporados, necesariamente
han debido formarse en un período de tiempo mucho más largo,
sin comparacion , que el que pueden conceder los defensores de la
opinion sostenida por el P. Bosizio . “ El espesor ordinario de los
lechos hulleros , escribe , varia entre algunas pulgadas y veinte piés ;
pero hablando en particular, Dombrowa , en la Polonia rusa , posee
un lecho de 48 piés de espesor , el cual se continúa sin interrupcion
en un espacio de más de 7.000 piés. Hánse hallado lechos de
lignita mucho más gruesos ; cerca de Zittau los hay de 180 piés de
espesor. Ordinariamente los lechos considerables de hulla se en
cuentran separados por otros depósitos de arena y esquisto , que
yacen intercalados con ellos , y son más o menos voluminosos, aun
ya estadi que siempre supera con mucho 'su grosor á los de la hulla. En New
cualquier castle , sobre el Tyne , hay 40 lechos de hulla de mediano espesor,
encionado - los cuales yacen uno sobre otro , separados alternativamente por
s á quier lechos de esquisto y arena. El espesor total de la formacion hulle
achiferos, ra en el sud de Hundsruck es de 338 piés y de 500 en Colebrook
, uno en Dale , pais de la Inglaterra occidental . En esta region se extienden
ha de por la superficie de la tierra en una longitud de 15 á 20 millas geo
udieser gráficas con una latitud de 5 á 10 , mientras que por debajo de la
es séries tierra continúa hasta unas 50 millas , con dimensiones mucho más
1 El Sr. Credner es partidario del transformismo, y por esto habla aquí siguiendo
la doctrina y lenguaje de los transformistas; pero esta falsa opinion nada influye en
el valor del argumento que forma en este lugar la cronologia geológica.
respecto a la antigüedad del mundo . 219
es
mientras que en otras partes se quedaba estacionario . A pesar de la
ro
identidad ó la semejanza extraordinaria de sus caractéres paleonto
lógicos, pueden muy bien no ser sincrónicas las formaciones, sinó
haber ántes bien adquirido simplemente , más tarde ó más tempra
2
no , un mismo grado de desarrollo con entera independencia entre
a
sí. Si se dice , por consiguiente , que la formacion cretácea se en
e
cuentra en el Norte de Alemania y en California , esto no quiere
)
significar sinó que en ambos países se encuentra un mismo depósito
de rocas que contiene fósiles idénticos ó muy semejantes; lo cual
da motivo para considerarlos homólogos ó equivalentes. En otros tér
minos , no representan sinó un mismo grado en la historia del des
envolvimiento de la tierra , y la cuestion de si son ó no de la misma
edad no puede con esto decidirse.
“ La confusion que amenazaba caer sobre la geologia estratigrá
fica con este hecho importante, recientemente averiguado, de que
las formaciones semejantes no son necesariamente de una misma
edad , en el fondo no es sinó aparente . La marcha del desenvolvi
miento ha sido , de una manera general , la misma por todas partes ,
y en todas ellas ha pasado por estados semejantes: así se puede ob.
servar que las formaciones se suceden regularmente y en armonia
en países muy apartados los unos de los otros. Y esta es la razon
de que las formaciones equivalentes tengan una misma edad relati
va. En todas partes donde se la conoce , la formacion devoniana es
más reciente que la silúrica y más antigua que la carbonífera; es
decir, que en todos los lugares donde se hallan juntos estos tres
terrenos, el devoniano está situado entre los otros dos. En Asia , en
América y en Europa el terreno terciario es la formacion más re
ciente , y el gneis laurenciano la más antigua, y , por consiguiente,
la que está debajo de todas ellas . Ahora , el saber si la formacion
devoniana de la América del Norte , por ejemplo , tiene algunos mi
llones de años más o menos que la devoniana de nuestros países,
es cosa que á nosotros nos puede ser indiferente : en la historia del
desenvolvimiento de la tierra no tenemos punto alguno de partida
para calcular el valor absoluto de período alguno , ' . Hasta aquí el
referido geólogo.
Ciertamente, el hecho universal, constantemente observado en la
aparicion de los terrenos , de que cuantas veces se los encuentra
luz antes que el sol es una cosa muy sabida de todos los astróno
erpo
olvia mos , y se sigue naturalmente de las dos hipótesis en cuestion . Por
dad! y grandes resplandores; y el sol mismo , antes de poder ser sol para
nosotros , ó sea' antes de ejercer con nosotros el oficio de iluminar
2005
y de medir el tiempo, lo cual comenzó á practicar mucho más tarde,
den
fer ya en sí mismo por espacio de muchos siglos fué verdadera luz ,
como lo es en la actualidad . Aún más : en la misma tierra al estado
se
caótico y de tinieblas siguió inmediatamente , segun) la hipótesis
ido
arriba indicada , el de luz brillantísima, convirtiéndose nuestro globo
en un verdadero sol ; por donde tambien en ella se cumplió al pié
les
de la letra el Fiat lux que sigue inmediatamente a la presencia de
To las tinieblas .
Esto con respecto a las dos hipótesis mencionadas. Mas ¿ qué di
remos de los dias de la creacion en vista del incalculable número de
1
años que con razones, á lo que parece incontrastables , exigen los
Geólogos para la formacion del mundo ? ¿ Qué ? Diremos, óiganlo
bien los enemigos de la Biblia , diremos que la doctrina de los gran
des períodos hace más admisible y racional , áun exegéticamente
hablando , la interpretacion del capítulo del Génesis , que la contra
ria , sostenida en otro tiempo por los Escolásticos y en el nuestro
por Bosizio . Los Escolásticos no creyeron lo mismo , porque se ha
llaban imbuidos en las doctrinas aristotélicas en orden a la consti
tucion del mundo; pero no dejaron de advertir la grande multitud
de misterios á que daba lugar su interpretacion biblica , misterios
que desaparecen ahora por completo con la exigida por la ciencia.
En efecto : en la interpretacion escolástica quedaba lleno de misterio
el que hubiese habido tres dias , cada uno de veinticuatro horas , sin
que todavía existiese la causa natural de los dias y de las noches,
que es la aparicion y desaparicion del sol : permanecía tambien mis
terioso el que el dia sétimo , dia del descanso del Señor, fuese , no
de veinticuatro horas como los demas , sinó de una duracion inde
terminada , pues no ha de acabar hasta el fin del mundo : era ade
mas misterioso el que , habiendo puesto el escritor sagrado los so
bredichos dias , concluyese su narracion con aquellas palabras en
que decía : “ Estas son las generaciones del cielo y de la tierra , en
el dia en que hizo Dios el cielo y la tierra , !
einticuatro dia no fuese disposicion próxima para la del día siguiente , já qué
que están fin emplear diversas creaciones? Por eso los grandes ingenios , como
igamos al San Agustin , Origenes y otros , no estaban por esta opinion , y
siguientes echaron mano de otras explicaciones ménos expuestas a las burlas.
videntur de los incrédulos .
eli, solis, Pues bien ; todos estos misterios y toda esta multitud de inconve
cion, que ha dado origen al terreno hullero . Así sucede que aquella
época del globo terrestre con razon ha merecido ser llamada la
época de las plantas, en conformidad con la Sagrada Escritura, que
pinta á la tierra vistiéndose de verdura , y cubriéndose de árboles
apenas acabó de salir de las aguas .
En verdad, no todas las plantas vinieron al mundo antes de la
aparicion del sol ; pero basta que hayan comenzado algunas de ellas
á existir en tan grande abundancia y con tan exuberante lozanía
ántes de la aparicion de este astro , para que podamos decir con
verdad que la época de las plantas es anterior a la completa purifi
cacion de la atmósfera y al descubrimiento de los astros , conforme
al relato de Moises . Las otras plantas fueron entonces producidas
virtualmente, digámoslo así , porque su produccion ya estaba conte
nida de una manera general en el decreto divino creador de la ve
getacion entera . Por fin , aclarándose la atmósfera penetró el sol en
la tierra, y entonces comenzaron á ejercer en ella el sol y la luna el
oficio de iluminarla y de marcar los días , meses y años, conforme á
lo que vemos por la experiencia y hallamos relatado en la divina
1 Escritura .
Entonces las aguas del mar, que hasta la aparicion del sol no ha
bian producido en sus profundidades sinó algunos zoófitos, crustá
ceos y moluscos , pudieron ser morada conveniente de los verdade
ros peces y cetáceos, así como tambien la atmósfera ó cielo lo fué
de las aves y de todo género de volatería . Por donde la creacion
así de los peces como de las aves fué posterior a la produccion de
las plantas, sin que en esto discrepe un punto la Biblia de la Geolo
gia , Porque los zoófitos, crustáceos y moluscos que hallamos en las
capas superiores del sistema cámbrico , y por todas las del silúrico ,
anteriores, segun parece , á la produccion de las plantas terrestres,
en el lenguaje vulgar no se llaman peces ; y la Biblia no habla cien-.
tíficamente, sinó con el lenguaje vulgar propio de su fin religioso y
moral . Añádase á esto que, como nota muy bien Santo Tomás tra
tando de los dias de la creacion ', Moises hablaba á un pueblo ig
norante ; y así, acomodándose á su rudeza , no escribió en la Biblia
sinó las cosas manifiestas á los sentidos. ¿ Qué habían de saber aque
llos campesinos y pastores de zoofitos y crustáceos criados en el
I " Quisquis ergo , escribe el Santo Doctor (De Genesi ad litt., lib . iv , cap. XXVIII ),
non eam quam pro modulo nostro vel indagare vel putare potuimus , sed aliam requi
rit in illorum dierum enumeratione sententiam , quae non in prophetia figurate , sed
in hac creaturarum conditione proprie meliusque possit intelligi ; quaerat, et divinitus
adjutus inveniat. ,
2 Pianciani , Cosmogonia naturale comparata col Genesi. Introd . , pár. 1 , pág. 15.
Roma , 1862,
respecto a la antigüedad del mundo. 227
to de todas ellas, y halló que eran cosa muy buena : vidit Deus cun
cta quae facerat , et erant valde hona !. Fuera de que el descanso
del Señor signiſica tambien la eternidad bienaventurada del mismo
Dios; y en aquel dia felicísimo no hay tarde ni mañana , sinó puro
mediodía , exento de toda sombra y de toda vicisitud temporal ,
como nota el apóstol Santiago en su epístola canónica 2 .
Finalmente , no sólo la manera de contar los dias poniendo en
cada uno de ellos una tarde y una mañana , sinó la misma forma en
que acaba la narracion entera de las acciones creadoras, está dicien
do que allí el escritor no lleva la idea de describir cronológicamen
te los sucesos , sinó de disponer sistemáticamente una serie de crea
ciones apta para hacer brotar en el ánimo de los lectores el juicio
sobre la gran conveniencia de la institucion divina del sábado . Istae
sunt generationes coeli et terrae , escribe el caudillo del pueblo he
breo , terminando su narracion genesíaca , quando creata sunt, in die
quo fecit Dominus coelum et terram . Al conjunto de todos los dias
de la creacion se le llama en estas palabras un solo dia , para dar á
entender que la creacion entera , mirada en su sintesis general ,
constituye tambien un verdadero dia semejante á los demas, y com
puesto de su hhereb , ó sea carencia absoluta de séres antes de ser
éstos criados por Dios, y de su boker, ó bien produccion de estos
mismos séres en virtud de un decreto de la divina Omnipotencia .
Nadie puede negar que esta interpretacion de los dias gene
síacos es racional en extremo , y con ella aparece la narracion mo
saica bellísima , ya por razon del método admirablemente filosófico
que en ella resplandece , ya tambien por el arte sumo con que es
conducida por el historiador para que de ella resulte el fin religioso
y moral propio de su mision divina . En el fondo , si reparamos bien,
ninguna otra se asemeja tanto como ésta á la interpretacion de San
Agustin ; si bien en algunos detalles se aparta de ella para ganar
mucho en sencillez y naturalidad .
Ya Santo Tomás en su Suma Teologica ( 1. p . , 9. 70 , a . I , y q . 71 ,
a . I ) la había preludiado en alguna manera dividiendo la obra ente
ra de la creacion en las tres partes fundamentales de : simple crea
cion de las cosas, distincion de las mismas , y ornato ; y añadiendo
que los tres primeros dias pertenecientes a la distincion se corres
ponden con los otros tres relativos á la ornamentacion .
una superficie plana , supuesto que así lo habían revelado las Escri
turas . Por otra parte , imposible negar ú ocultar los hechos . ,
Luégo da fin y remate á la historia de la expedicion emprendida
por Magallanes y por su segundo, Sebastian de Elcano, con estas pa
labras : “ La Santa Victoria había vuelto al punto de partida , nave
gando siempre al Oeste . Las doctrinas teológicas acerca de la figu
ra de la tierra estaban decididamente derribadas . , “ La autoridad
eclesiástica, prosigue en el mismo capítulo , se había decidido cier
tamente , por consideracion de las consecuencias á que debía llevar
el sistema Copérnico , á denunciarlo como contrario a la revelacion .
Arrancar á la tierra 'su importancia preeminente en el sistema del
universo , darla en otros astros sus iguales y superiores , parecia dis
minuir sus derechos ante Dios . Si cada una de las innumerables es
trellas del firmamento era un sol rodeado de satélites , poblado de
séres responsables como nosotros ; si nosotros habíamos caido tan
fácilmente y no habíamos podido ser rescatados sinó á costa de la
muerte del Hijo de Dios , ¿ qué era de todos aquellos seres ? ¿ Para
ellos no había habido caida ? ¿ Para ellos no había habido Salvador ?,
Vése , pues , por todos estos lugares del citado autor que en su
sentir toda la doctrina cristiana sobre el fin de la creacion del mundo
descansa en que la tierra es una superficie plana que soporta la in
mensa cúpula del cielo , y ha sido constituida por Dios centro in
móvil de todos los cuerpos celestes ; los cuales se mueven en derre
dor suyo dia y noche, á guisa de humildes servidores , para hacerle
la corte y rendir vasallaje al hombre que la habita . Y que sea esta
la idea comun entre la gente enemiga de la revelacion se deduce
claramente , tanto de lo que escribe en el ya citado capítulo el men
cionado autor , trayendo en confirmacion de sus afirmaciones la ob
servacion de uno de los más grandes matemáticos modernos, como
de lo que dicen otros escritores de la misma estofa . La no há mu
chos años fundada revista belga , cuyo titulo es Revue des questions
scientifiques, publiée par la société scientifique de Bruxelles, en la
segunda entrega ( Abril 1877 ) , nos presenta á M. Camilo Flamma
rion hablando en la misma forma que Draper en su Historia del
cielo. Para refutar sus aberraciones se escribió allí el artículo que
lleva por epígrafe las siguientes palabras: Comment s'est formé
l'univers.
Antes que estos proclamadores de la incredulidad había hablado
el impío Strauss en los mismos términos , diciendo : " La astronomía
moderna ha hallado ser absurdo , no sólo el que nuestro planeta
en órden al fin de la creacion del mundo. 241
para que , formándose con sus vapores las nubes , lleven luego la
fecundidad á los campos ; el sol y la luna sirviéndole de esplen
dentes y luminosas antorchas que alumbren su habitacion dia y
noche , la vistan de verdura y lozanía , y trabajen para sazonarle
los frutos que le han de prestar alimento ; las estrellas , finalmente,
embelleciendo y adornando su morada derramadas como ſinisimos
diamantes por toda la extension del horizonte , y ofreciendo a su
contemplacion un espectáculo sublime que levante su espíritu á ad
mirar la grandeza y majestad del Criador, y le mueva á prorrumpir
en un himno de perpetuas alabanzas y de cordialísima accion de
gracias en retorno de tan incomparables beneficios.
¿ Quién no ve que , mirada toda esta universidad sensible desde
este punto religioso y moral , único elegido por Dios en la revela
cion del Pentateuco , los objetos se presentan a la consideracion hu
mana expresa y determinadamente tales como se hallan descritos
en el Génesis ? El sol y la luna entonces no pueden aparecer sinó
como las dos grandes antorchas del cielo , como los reyes del dia y
de la noche , infinitamente superiores en importancia á las estrellas;
la tierra misma , a pesar de ser insignificante su valor astronómico
en presencia del sol y de otros astros muy superiores á ella en mag
nitud , deberá ser tratada como la parte más principal del mundo ,
porque la parte principal para cada uno es la casa en que vive .
De aquí el que el inspirado autor del Génesis , colocado en este
punto de vista religioso y moral con respecto á los habitantes de la
tierra , para quienes el únicamente escribe , pase con rapidez por
todo aquello que se halla fuera de nuestro globo y de su atmósfera,
sin decirnos nada de los dias que pudieron emplearse en la forma
cion del sol , de la luna y de las estrellas , y no hablándonos de to
das estas cosas sinó por razon de los servicios que prestan á los ha
bitantes de la tierra , á causa de su posicion relativa en el espacio .
De la tierra , por el contrario , nos cuenta muchos más pormenores,
de su parte seca , de los mares que la cubren , de la atmósfera que
la rodea , de las nubes cargadas de aguas que fecundan , convertidas
en lluvia , los campos ; de los animales , en fin , terrestres, volátiles
y acuáticos , porque todas estas cosas tocan mucho más de cerca á
los hombres para quienes él escribe. Y aún más : no hace esto mis
mo al trazarnos la historia del género humano , y al describirnos los
diversos puntos habitados de la misma tierra ? Las cosas más insig
nificantes relativas al pueblo hebreo tienen para el mucha más im
portancia que las grandes naciones del mundo .
246 El Catolicismo y la ciencia
1 Tongiorgi , Cosmologia , núm . 253. Bruxellis , 1864. Véase tambien sobre esta
materia la obra de Jules Boiteux , Lettres à un materialiste, Paris , 1876 , principal
mente el artículo ó carta veintitres , cuyo titulo es el siguiente : Le dogme chrétien
n'est pas inconciliable avec l'idée de la pluralité des mondes.
en órden al fin de la creacion del mundo. 219
que tanto favoreció á Colon , era uno de estos sabios , pues el mismo
Irving asegura que el Guardian de la Rabida era un hombre de vas
tísimos conocimientos, y que se había dedicado algo al estudio de la
Geografia y de la Náutica ! .
No todos empero son capaces de levantar tan alto el vuelo de
los conocimientos humanos ; y muchos , ya sea por cierto encogi
miento natural , ya por el aciago conjunto de circunstancias que les
rodean , yacen desgraciadamente en la mísera clase del vulgo , que
tambien entre los sabios hay vulgo , como nota muy bien el ilustre
autor de la Historia de España, ántes citado. Los que opusieron á
Colon razones escripturísticas , eran seguramente de esta clase de
sabios vulgares, y no de los otros ; si es que , en verdad , apelaron á
la Escritura para combatir la idea del marino genovés ?
Lo que yo creo que opondrían , no sería propiamente la Escritu
ra , sinó el dogma del pecado original ; no hallando modo de expli
carse á sí mismo , con las erróneas ideas que tenían acerca de la
tierra, cómo habían podido pasar los descendientes de Adan al he
misferio opuesto , razon por la cual se movió tambien San Agustin
á negar la existencia de los antípodas . Á esto añadirían , para cor
roborar su opinion ', la autoridad de dicho Padre y la del retórico
Lactancio ; el cual , aunque muy buen literato , en esta cuestion de
la existencia de los antípodas , lo mismo que los grandes sabios .
Eratostenes , Polibio , Strabon , Lucrecio y otros antiguos , no dis
curría mejor que la gente ignorante del vulgo , si bien al opugnar la
existencia de los antípodas de ninguna manera la juzgó contraria al
dogma 3 .
versus crescere ? < pluvias et nives , et grandinem sursum versus cadere in terram ?,
Como se ve , Lactancio ignoraba las leyes de la gravedad y nada más; no combatia
la existencia de los antípodas con razones tomadas de la Escritura , sinó con otras na
turales sacadas de su falsa física . Discurría como un filósofo cualquiera de su tiempo
y de los posteriores , en que se ignoraban las leyes físicas, hoy día conocidas de todo
el mundo,
San Agustin, De Civit. Dei, lih , Xvi , cap . ix .
en órden al fin de la creacion del mundo . 257
1
CAPÍTULO XVI
fuese asi honrado , y dió aviso de ello al embajador Nicolini " . Ade
más, el inquisidor de Florencia , de órden del Cardenal Barberini,
dió algunas disposiciones por escrito acerca de las exequias que se
habían de hacer al difunto , del epitafio y de la oracion fúnebre , con
el objeto de impedir el fausto y pompa excesivos , que en aquellas
circunstancias hubieran podido parecer una especie de protesta
contra el Tribunal del Santo Oficio . De aquí nació la fábula , inven
tada por los enemigos de la Iglesia y acogida con fruicion por Dra
per en su infamante libelo , de que no se consintió enterrar en lugar
sagrado el cadáver de Galileo , sinó que se mandó arrojarle a un
muladar . Bien se ve que los Racionalistas son tan amantes de la
moral como de la religion.
Ahora bien ; en todo el proceso de esta causa , qué cosa se puede
encontrar que con razon pueda ser llamada victoria de la ciencia
contra la religion . Ninguna absolutamente . Las demostraciones
dadas posteriormente sobre el movimiento de la tierra alrededor del
Sol prueban que tanto la Congregacion del Índice en 1616 , como la
de la Santa Inquisicion en 1633 , se engañaron juzgando ser falsa y
absurda en Filosofía , y errónea ó contraria á la Sagrada Escritura
en Teología , la opinion de Copérnico sobre el movimiento de la
Tierra . Hé aquí lo único que ha obtenido la ciencia : ha sabido más
que los dos tribunales dichos, ha corregido su error, y en esta parte
los ha vencido . ¿ Mas es esto vencer a la misma Iglesia ? Los decre
tos de las dos Congregaciones salieron en nombre de ellas mismas:
no era el mismo Papa quien hablaba en ellos á la Iglesia universal ,
sinó únicamente sus delegados , y el dón de la infalibilidad no lo ha
prometido Dios á los delegados del Papa , sinó al Papa mismo . Y
aún más ; este dón de la infalibilidad no lo tiene el mismo Papa en
todo cuanto obra ó enseña , como algunos neciamente se lo han
imaginado , sinó sólo cuando , al ejercer el oficio de Doctor y Pastor
de todos los cristianos, define, en virtud de su suprema autoridad
apostólica , que debe ser tenida por la Iglesia universal alguna doc
trina de fe ó costumbres . Esto es lo que ha definido la Iglesia mis
ma en el concilio Vaticano ? , y de esta misma manera se había en
1
Thes, xii Schol , princip. vi , coroll. 2 , pág. 128 et seq. Romae , 1875 .
y el movimiento de la tierra. 271
1 Sobre esta materia pueden verse los importantes artículos de la Revue des ques
tions scientifiques, escritos por M. Ph . Gilbert, profesor en la Universidad católica de
Lovaina , los cuales nos han servido mucho para este capítulo . Posteriormente La
CIENCIA CRISTIANA ha dado á la luz pública en nuestra patria , traduciéndolo del
aleman , un excelente trabajo del P. H. Grisar , S. J. , que puede verse en los tomos
v , vi , ix y x. Tambien La Civiltà Cattolica ha escrito en diferentes ocasiones sobre
este tan manoseado asunto .
CAPÍTULO XVII
Griegos " , los Egipcios ?, los Mejicanos 3 , los Peruanos 4 , los habi
tantes de Tahiti 5 , del Orinoco y de la América del Norte , los
Japoneses 7 , los Celtas 8 , los Germanos " , y , en fin , los Romanos to .
Ya Josefo en su tiempo escribía que ésta era la tradicion comun
de todos los pueblos, y luego cita en comprobacion de ella á varios
escritores antiguos , pertenecientes á distintas naciones del mundo .
En nuestros dias han sido descubiertas entre los escombros de Ní .
nive unas tablillas de barro cocido , verdaderas hojas de los libros
usados por los asirios , en las cuales se halla tambien descrita la
tradicion del diluvio . Formaban parte de la gran biblioteca del rey
Assurbanipal ó Sardanapalo , y en ellas se halla escrito haber sido
tomada toda aquella relacion de la biblioteca real de Babilonia .
Draper hace tambien mencion de estas tablillas ; y en lugar de infe
rir de ellas , como era razon , la verdad de la narracion mosaica, ha
concluido todo lo contrario , diciendo que aquello tambien es una
leyenda , y ha proferido ademas la profunda sentencia de que ha
sido tomado de allí cuanto se cuenta en el Génesis. Cada uno ve las
cosas como se le antoja . Sin embargo , si el sapientísimo escritor
hubiera querido tomarse el trabajo de comparar narracion con nar
racion , hubiera visto con la mayor evidencia que entrambas tienen
en verdad un fondo comun , y vienen , por consiguiente , de la tra
dicion primitiva , originaria de la familia de Noé , pero que difieren
demasiado entre sí en los pormenores para que pueda decirse copia
da una de otra . Por lo demas , si hubiéramos de pensar esto último ,
más bien debiéramos decir que los babilonios copiaron de los he
breos , que no éstos de los babilonios , porque en la descripcion ba
de los bosques del Orinoco como las costumbres de las tribus inde
pendientes , y luego compara todo esto con la estrechez y pequeñas
divisiones de nuestras instalaciones europeas, se convencerá de que
no es posible atribuir esta aproximacion en las sobredichas creen
cias de los diferentes pueblos al influjo que sobre ellas hayan podi
do ejercer los misioneros con las máximas del Cristianismo , ' .
Si de la tradicion pasamos á la Geología , hallaremos en ella al
gunos hechos que parecen significar el paso de este cataclismo uni
versal . Las cavernas osiferas nos suministrarán algunos de esta
especie . No todas ciertamente nos pueden servir para este efecto ;
algunas de ellas se conoce haber servido de vivienda al hombre , y
otras de sepulcro . “ La mayor parte de las cavernas de Francia ,
escribe Godron ", de Alemania y de Inglaterra, en las cuales se han
encontrado huesos pertenecientes á nuestra especie , contienen tam
bien productos de su industria , mezclados , como ellos , con restos
de animales. Al lado de estos objetos, los más groseros de la época
céltica, tales como hachas de piedra , puntas de flechas silíceas ,
agujas de hueso , collares de conchas y de dientes de animales, se
han hallado tambien en dichos lugares objetos de origen incontes
tablemente romano ; por ejemplo , pequeñas estatuas y lámparas de
bronce y de tierra fina, vasos de barro rojo con relieves, fragmen
tos de tejas con bordes elevados , vasos recubiertos de esmaltes
pintados de color, brazaletes de jade ó de metal . Se encuentran
ademas allí mismo objetos de una industria más reciente todavía .
Por consiguiente , estas cavernas han sido frecuentadas por el hom
bre en diversas épocas . Las cavernas del Quercy y del Périgord
tienen las marcas más evidentes del trabajo y de la morada de las
antiguas tribus de los Petrocorios y de los Cadurcos , que habitaban
esta parte de la Gaula , y se encuentran a la entrada de las grutas
vestigios de fortificaciones de piedras brutas amontonadas 3. Hanse
observado medios análogos de defensa en la parte exterior de las
grutas del Vivarais 4. M. Alfr. Fontan 5 ha hallado en las cavernas
osíferas de Massat ( Ariège ) cenizas , carbon , un puñal de hierro y
dos medallas romanas , una de las cuales lleva la imágen de Gor
1 Más adelante diremos, sin embargo, cómo han podido ser los rios comarcanos la
causa inmediata de tal acarreo, sin que por eso deje de ser verdad lo que afirma el
ilustre francés. El diluvio mosáico pudo traer á nuestro globo la época de las grandes
inundaciones, y así introducir por medio de ellas, cuando ya no existía en sí mismo
sinó en sus efectos, los huesos de que aqui se hace mencion .
282 El Catolicismo y la Religion cristiana
aguas hacia el Norte con una velocidad suficiente para que no pu
diesen corromperse en el camino .
Para explicar este precipitado curso de las aguas , bastaria decir
que la inundacion provino en parte de la aparicion repentina del
Himalaya , el cual , segun enseñan los Geólogos, lleva todas las seña
les de una formacion relativamente reciente. Generalmente se ha
creido hasta aquí que las regiones árticas, en tiempos muy distan
tes del nuestro, disfrutaban de un clima más benigno que el actual ,
y que, por consiguiente, pudieron ser morada del mammuth y de
otros animales que ahora no podrían vivir en ellas. No me opongo á
esta opinion, y quizá con ella se podría explicar de otra manera la
gran inundacion de que venimos hablando , como haremos ver más
adelante . Pero no carece de probabilidad la hipótesis próximamente
enunciada, por la cual se atribuye la aparicion de los sobredichos
elefantes en las regiones árticas á la formacion repentina del Hi
malaya . “ Se ha creido hasta ahora generalmente, escribe La Cien
CIA Cristiana tomándolo del Anuario cientifico, que los mammuths
hallados en las regiones septentrionales han vivido antiguamente
en estas regiones, y que los lugares donde se encuentran son los
mismos en que murieron . Un sabio distinguido, M. Bayle, profesa
una opinion muy diferente, sosteniendo que estos animales no han
vivido nunca en la Siberia, sinó que proceden del Himalaya, desde
donde en un gran cataclismo sus cuerpos han sido transportados a la
Siberia por grandes corrientes de agua , las cuales se han congelado
despues . Segun M. Bayle, el tiempo necesario para este transporte
es mucho más corto de lo que generalmente se cree . Los cuerpos
de los elefantes, bastante numerosos en esta época, no han sido lle
vados todos á la Siberia , sinó muchos de ellos se han quedado en
el camino , y sólo han llegado á esta comarca despojos de ellos ,
como los huesos y los colmillos . De ellos exclusivamente es de lo
que se sirven desde hace mucho tiempo los chinos para sus escultu
ras de marfil, ' . Quizá estos animales no tienen ni siquiera la anti
güedad del diluvio , pues el Athenaeum inglés, en Octubre de 1873 ,
anuncia que un habitante de la Siberia Alta se encontró un día con
un mammuth vivo , y que más tarde vió con sus mismos ojos lo
ménos otros dos diferentes tambien vivos . Esto no ha podido com
probarse; pero el estado de los huesos que sobre la misma superfi
cie del suelo se dejan ver con frecuencia en la América del Norte es
tal que con razon pueden ser considerados los tales animales como
muy posteriores al diluvio mosaico I.
Pero digase de todo esto lo que se quiera , por lo que hace á la
inundacion extraordinaria de que hablamos más arriba , exponiendo
los fenómenos geológicos de las cavernas, no todos los sabios con
vienen en que la tal inundacion fuese la narrada por la Biblia ; ántes
bien opinan muchos de ellos que no debe considerarse sinó como
un caso particular de las frecuentes avenidas que tuvieron lugar en
tiempo del período cuaternario , muy anterior , segun ellos , al cata
clismo que hallamos descrito en el libro de Moises .
Generalmente se admite hoy dia entre estos geólogos un cierto
espacio de tiempo llamado periodo glacial, de una duracion inmensa
é inmediatamente posterior a la de los tiempos terciarios . A ser ver
dad lo que ellos afirman , durante este largo periodo la extension en
tera del Norte y una parte muy considerable de la zona templada
se hallaron sujetas á una rigurosísima temperatura de frío , resultan
do de aquí quedarse todas ellas cubiertas de una inmensa capa de
hielo . Ademas , desde los Alpes y los Pirineos se extendían enor
mes montes de hielo , de un espesor de más de mil metros , por las
regiones circunvecinas en una extension de muchas leguas ; montes
que, en sentir de estos escritores , constituían otros tantos rios de
hielo dotados de un cierto movimiento de avance hacia las regiones
más calientes, donde, al fundirse con los rayos del sol , dejaban los
grandes peñascos que sobre ellos habían caido de las altas crestas
de los montes miéntras continuaban su marcha . Así quieren expli
car la presencia de algunas piedras , llamadas generalmente cantos
erráticos, en ciertos y determinados lugares muy distantes de las
montañas de donde se suponen haber procedido . Para hacerlas lle
gar desde los montes de Escandinavia hasta las grandes llanuras
del continente europeo , ſingen que todo el espacio intermedio esta
ba ocupado por la mar del Norte , y que siendo acarreadas á ella
por los grandes rios de hielo que salían de los sobredichos montes
y desembocaban en el mar , eran despues transportadas á la playa
opuesta en inmensos carámbanos de hielo . Hé aquí cómo se expre
sa sobre este particular el geólogo Credner en su Tratado de geolo
gia y paleontología , al hablar del período cuaternario : “ La costa
sud del Norte de Europa en la época glacial, dice, puede delinearse
| Puede verse sobre este particular la obra de Suthall intitulada: The recent ori
gin of man, donde se hallan reunidos los datos que comprueban este aserlo .
284 El Catolicismo y la Religion cristiana
hielo en una zona templada y ante la accion directa del sol ? ¿ Cómo
pueden tener su movimiento de avance sin el declive necesario , y
con el obstáculo de los altos montes en que se encuentran empo
tradas ? “ La dificultad , escribe el P. Haté , refutando esta teoría,
no está precisamente en imaginarse lo que fué el antiguo ventisque
ro del Ródano . No comienza uno á reparar en los puntos débiles
de la teoría de los ventisqueros pasados sinó cuando desciende a
los pormenores y cuando trata de aplicarles los resultados obteni
dos con el estudio de los actuales . Así , nuestros ventisqueros se
hallan colocados en los recodos de las montañas , en los valles es
trechos que están protegidos contra la accion directa de los rayos
solares . Sabemos que si , por efecto de un corrimiento , cambia la
superficie exterior de los flancos de las montañas , en términos que
los rayos del sol puedan calentar durante más largo tiempo el lugar
donde se encuentra el hielo , el ventisquero disminuye . Mas los
ventisqueros antiguos presentaban una ancha superficie á la accion
del astro del día , y sin embargo se extendían , segun se dice , á
largas distancias , á 20 , 30 y 60 leguas . Ademas, nuestros ventis
queros no ejecutan su movimiento de avance en una pendiente que
tenga ménos de tres grados . Los ventisqueros antiguos no te
nían esta pendiente . Añádase á esto que la mar de hielo estaba en
cajada por su base en los valles . ¿ Cómo , pues , han podido ser
transportados en ella los cantos erráticos ? Agassiz había sentido
esta dificultad , y la resolvió introduciendo en la série de los sucesos
una grande catástrofe . Al fin del período geológico que ha prece
dido al levantamiento de los Alpes , decía Agassiz ( para este geólo
go el período glacial es anterior al levantamiento de los Alpes ) , la
tierra se cubrió de una inmensa capa de hielo , en la cual fueron se
pultados los elefantes del Norte ( el mammuth de la Siberia ) , y
cuya extension por la parte del Sud era tan grande como se colige
por los rastros que ha dejado en los cantos erráticos . Esta capa ha
cía desaparecer todas las desigualdades de la superficie de Europa
anteriores al levantamiento de los Alpes . Los lagos alpinos estaban
helados, las nieves cubrían las cimas del Jura . Pero de repente se
levantaron los Alpes . De resultas de este fenómeno los hielos fue
ron rotos , sus fragmentos se deslizaron sobre las pendientes , así
como tambien los restos de las rocas , y estos movimientos tuvieron
por resultado la acumulacion de los cantos rodados у de arena
junto a las rocas , que ellos han pulido y llenado de estrías con el
frote y la presion . Despues del levantamiento de los Alpes, ó al
respecto al diluvio. 287
1 Esta idea de atribuir al diluvio mosaico todo el aluvion cuaternario nos la sumi
nistra Moigoo en Los Esplendores de la fe , tom , ili, cap. XI .
respecto al diluvio . 289
I Rossi, Exámen de un opúsculo intitulado : Roma y las inundaciones del Tiber bajo
el doble aspecto histórico y geológico.
respecto al diluvio. 291
1 Moigno , Les Splendeurs de la foi, vol. ii, chap. vii , pag. 761 .
2 Id . , ibid , pág. 790.
respecto al diluvio. 293
las lenguas , se repartieron por las diversas partes del globo , lleván
dose cada uno el género de habla que le había sido infundido por
el supremo Hacedor en castigo de su vanidad y soberbia . Hé aquí,
pues , como la ciencia conspira á hacer admisible la proposicion por
nosotros arriba enunciada , de que probabilísimamente el diluvio
bíblico ha sido la verdadera causa de las dos épocas , glacial y plu
vial, averiguadas por los Geólogos , ó que , por lo ménos , está in
timamente ligado con ellas y con todos los tiempos cuaternarios .
¿ Qué puede , por consiguiente , objetar la verdadera ciencia contra
el relato de Moises , en órden á la grande inundacion vulgarmente
llamada diluvio ? ¿ Será acaso la masa enorme de aguas que se ne
cesitaron para producirla ? ¿ Será la inmensa capacidad del arca
donde se salvó Noé con su familia ? ¿ Será , finalmente , lo que en el
se cuenta acerca de los animales que fueron introducidos en el arca ?
Todas estas son dificultades miserables , propias de la pobreza y
pequeñez de quien las opone , no considerando el infinito poder de
Dios , que fué la causa primera y principal del mencionado cataclis
mo . ¡ Faltaba poder á la divina omnipotencia por ventura para eje
cutar cuanto hallamos referido en el Génesis en órden á esta inunda
cion ? Si quería castigar al hombre con un acto extraordinario de su
justicia , ninguna dificultad hallaría por cierto para realizar su pro
pósito en la forma que más le pluguiese á su infinita sabiduría. Es
verdad que el fenómeno del diluvio bíblico , como quiera que se le
imagine , nunca podrá ser explicado sin recurrir al milagro . Pero el
milagro , qué tiene de contrario á la razon humana , ó á la verda
dera filosofía , por más que contra él se levanten todos los raciona
listas sin aducir en favor de su absurdo veredicto razon alguna , á no
ser que se tengan por tales sus principios materialisticos y panteis
ticos , que desterrando del mundo á la Divinidad , proclaman abier
tamente el fatalismo ?
Y hablando más en particular de cada una de estas cosas , ¿ qué
dificultad puede haber por parte de la cantidad de agua que se ne
cesita para la produccion del diluvio ? En primer lugar , podemos
sostener con varios sabios católicos , tales como Lambert , Pianciani
y otros , que las aguas del diluvio no cubrieron toda la tierra .
Ciertamente , para defender el texto bíblico no es necesario recu
rrir á este extremo : basta decir que el diluvio fué universal sin des
cender á las clases de universalidad que pueden existir. No faltan
lugares en la Sagrada Escritura donde las palabras toda la tierra ,
todas las gentes que están bajo del cielo , y otras parecidas , no de
294 El Catolicismo y la Religion cristiana
1 Reusch , loc . cit. , lec. XXII, págs . 368-369. Este es tambien el raciocinio del
P. Pianciani , como puede verse en su Comentario sobre el diluvio, pár. 15 , de donde
parece haberlo tomado Reusch .
296 El Catolicismo y la Religion cristiana
Esta verdad era la que nos importaba á nosotros saber para ܐܝܢ
fin religioso y moral de temer sus divinas venganzas, y de no pro
vocar su justo enojo con nuestros pecados ; mas lo otro de si cu
brieron ó no toda la extension de la tierra las aguas del diluvio ,
¿ qué interés nos podría proporcionar para la salvacion eterna ? Es
preciso ciertamente confesar que el diluvio no fué propiamente par
cial , sinó universal en algun sentido , puesto que con palabras ter
minantes lo dice la Sagrada Escritura ; pero esta universalidad pue
de entenderse muy bien en un sentido lato y relativo á sólo el gé
nero humano . Sin embargo , áun en lo físico , el diluvio fué tambien
I Génes . , 1x , 19.
2 I Petr ., III , 20.
3 Véase el artículo de Mons. Lamy , Universalité du déluge, en la Controverse del
año 1883 , tomo vi , pág. 296 y siguienteş .
respecto al diluvio . 297
cielo y la tierra , y las fuentes del abismo , y las cataratas del cielo ,
haya depositado en el abismo y en el cielo, cualquiera que sea la cosa
significada con estas palabras la cantidad de aguas suficiente que pre
veia le habia de ser necesaria para el caso del castigo? El sentido obvio
de las dos sobredichas palabras parece ser que por la primera se
entiendan las aguas de abajo depositadas en la tierra , y por la segun .
da las aguas de arriba depositadas en la atmósfera , puesto que así
fueron divididas en un principio por el Supremo Hacedor el segundo
dia de la semana mosáica . Esto es lo que cabalmente piensa Corne
lio a Lapide con otros muchos, escribiendo las siguientes lineas :
“ Cum hebraice sit , escribe comentando este lugar de la Escritura ,
non theomot, id est , abyssi ; sed theom , id est, abyssus ; et rabba , id
est , multa , per enallagen hebraeis familiarem , idem sit quod magna,
ut vertit Noster ; verius censent alii abyssum magnam hic vocari ba
rathrum sive voraginem illam , maximam et profundissimam , quae
tum ex aquis in ea initio mundi a Deo reconditis, tum ex mari, aquis
est plenissima . ,
Ciertamente si , conforme á esta explicacion , queremos suponer
grandes depósitos de agua en las entrañas de la tierra , ninguna cosa
diremos contraria á la ciencia ; ántes, por el contrario , suministrare
mos por este medio una explicacion probable de la direccion fija y
determinada que suelen tomar los terremotos, explicacion á la cual
han apelado algunos geólogos . Pero nada digamos de esto ; enten
damos por el abismo las aguas de los mares simplemente, en cuanto
que, en virtud de la elevacion repentina del Himalaya, ó de los Alpes ,
ó de los Andes, ó de todas estas montañas juntamente, ó de otra
causa extraordinaria , la mar fué lanzada a las tierras secas de los
continentes . ¿ Faltará todavía agua en la atmósfera para hacer subir
la inundacion a la altura marcada por la Biblia ?
Si la atmósfera terrestre, ántes del diluvio , se hubiera hallado en
las mismas condiciones de ahora, no podríamos hallar en ella cier
tamente los elementos necesarios para sumergir en sus aguas la tier
ra entera . “ El peso total de la atmósfera ( aire y agua) , escribe
M. Bertrand , es igual al peso de una masa de agua suficiente para
envolver al esferóide terrestre en una capa de diez metros de eleva
cion ,, ! . Pero la atmósfera antediluviana debía ser muy diferente de
la nuestra; prueba de ello son bien manifiesta, así la edad sumamen
1 Por la divina Escritura sabemos que antes del diluvio los hombres solían vivir
700 , 800 y áun 900 años, siendo así que segun consta del sagrado texto , la vida de
los primeros postdiluvianos no pasaba ya de 400 : luego bajó todavía mucho más y
muy rápidamente.
300 El Catolicismo y la Religion cristiana
no parece muy filosófico . Ademas , semejante asercion estaría en
pugna con la misma relacion biblica ; pues la Escritura parece indi
car que las aguas , pasada la inundacion , volvieron al abismo ó lu
gar de las aguas , sea el que fuere el objeto designado por esta pa
labra . “ Y volvieron las aguas de la tierra , dice el sagrado texto ,
yendo y volviendo . ,, Por consiguiente , no fueron reducidas á la
nada . Lo que sucedió en un principio fué que parte de las aguas
subió a la atmósfera reducida al estado de vapor, y lo restante de
bió entrar en las cavidades de la tierra . Despues , puesta en contac
to con ésta , habrá sufrido las transformaciones consiguientes que
dejamos arriba indicadas .
Pero pasemos a la segunda dificultad que oponen los Racionalis
tas á la relacion mosaica , fundándose en la naturaleza del arca sal
vadora . Pero qué dificultad puede haber en esta parte , cuando
Dios mismo fué quien dió el plan para fabricarla ? ¿ Acaso diremos
que Nuestro Señor no supo idearla cual convenía á sus intentos , ó
no pudo realizar, por medio de su siervo Noé , cuanto había ideado
у había mandado á éste ejecutar ? Tamaña blasfemia no cabe en
boca de persona alguna que no sea completamente atea . Las pro
porciones del arca son tan perfectas, que ellas mismas están di
ciendo haber sido reveladas por Dios á Noé . Trescientos codos
tenia de largo , cincuenta de ancho y treinta de alto ; es decir, que
la anchura se encontraba con la largura en proporcion de uno á
seis , y con la altura en la proporcion de cinco á tres . Era seis veces
más larga que ancha , y tres quintas partes más ancha que alta;
condiciones que , como dicen los entendidos en el arte , son las más
propias para juntar en una nave la seguridad con la ligereza en el
movimiento .
¿ Cómo sinó por una revelacion divina había de fabricar Noé tan
artísticamente perfecto un buque de proporciones tan colosales , que
sólo el buque monstruo llamado Great- Eastern , entre todos cuan
tos ha producido la industria humana , puede comparársele en ca
pacidad ? Aunque el Great - Eastern todavía era ménos capaz que el
buque construido por Noé , si bien le superaba algo en longitud , y
por eso era ménos manejable.
Por lo que hace á la construccion de tan extraordinario buque,
ninguno debe pensar que sólo Noé con su familia intervino en ella.
Noé fué el director de las obras , y bajo su direccion tuvo cuantos
obreros quiso , ofreciendo á cada uno su salario , por más que los
obreros no creyesen nada de lo que vaticinaba su director. Ademas,
respecto al diluvio . 301
labras del Génesis , en que nos dice el inspirado autor que Dios
descansó de sus obras el dia séptimo ' . Esta razon , sin embargo , no
parece tenga mucha consistencia , porque la tal reproduccion más
bien sería , en el sentido que habla la Biblia , una conservacion de
las especies antiguas,que una creacion de otras nuevas , y la accion
de conservar no deja Dios de ejecutarla áun en el sétimo dia . Por
eso decía Nuestro Señor Jesucristo : Pater meus usque modo ope
ratur , et ego operor 2 .
Así , pues , no queda otro recurso á los partidarios de la univer
salidad enteramente absoluta de la inundacion mosaica sinó decir
que Dios por medio de sus Angeles transportó algunos hijos de los
diferentes animales contenidos en el arca á los países donde no
podían ellos extenderse por los medios naturales . Esto no lo dice ,
en verdad , la Escritura ; pero , una vez interpretada su narracion en
el sentido que llevamos indicado , se desprende de ella naturalmen
te ; porque las especies se hallan hoy dia adonde no han podido lle
gar naturalmente desde la Armenia . Ni sería cosa muy extraordi
naria apelar al ministerio de los Ángeles para un fenómeno de esta
especie , pues sabemos por la fe que estas sustancias superiores tie
nen recibida de Dios la mision de atender al gobierno del género
humano ; por donde con este acto no harían sinó desempeñar en
alguna manera su oficio , amueblando , como quien dice , la habita
cion del hombre , que un terrible cataclismo había despojado de su
ornato primero . Tanto más que para introducir tanta diversidad de
animales en el arca como existen en todas las partes del globo ,
parece ser tambien necesaria una accion sobrenatural de Dios Nues
tro Señor. ¿ Cómo había de encontrar sinó el patriarca Noé medio
de hacerse con toda esta multitud de especies , por grande que fue
se su diligencia en procurárselas ?
Si se dice que por razon de la elevada temperatura de que en
tónces disfrutaba la tierra se hallaban en el Asia todas las especies
que ahora tienen su lugar propio y peculiar en las diversas partes
del globo , con esto quedará ciertamente disminuida no poco la di
ficultad ; sin embargo , no será desatada del todo . Pero esta hipóte
sis dista mucho de ser comprobada con los hechos ; porque , á ser
verdadera , deberían hallarse restos de toda clase de animales en la
region donde fué fabricada el arca , y en las circunvecinas á la Ar
20
3
CAPITULO XVIII
1 Draper, Historia de los conflictos, etc. , traducida por Augusto T. Arcimis, capi
tulo ix .
a
308 Providenci de Dios
meramente física, nada más que conexion física nos será represen
tada por ellas . Ahora bien : qué conexion existe entre un fenó
meno natural , la combustion , por ejemplo , de una materia inflama
ble y
y la causa que la produce , ó sea el fuego ? Conexion meramente
física, y no metafísica. La conexion de equivalencia que existe entre
los tres ángulos de un triángulo , v . gr. , y los dos ángulos rectos
formados por dos líneas que se cortan perpendicularmente , es me
tafisica , y ni el mismo Dios con su omnipotencia la puede destruir;
mas la que reina entre un fenómeno natural y la causa física de don
de procede , no es sinó física, vencible en muchos casos por las
fuerzas superiores del hombre libre y siempre por las de la divina
Omnipotencia. Entre una piedra , por ejemplo , suspendida en el ire
y la caida de la misma hacia el centro de atraccion , hay una conexion
fisica ó sea necesidad natural. Mas ¿ quién duda que, a pesar de
toda esta conexion , el efecto de la caida puede ser impedido por la
libre voluntad del hombre , y por consiguiente con mucha más razon
por la libre voluntad de Dios , infinitamente más poderoso que todos
los hombres del mundo criados y por criar ? Sólo que cuando el
hombre impide esta caida no se puede decir que hay milagro alguno
ó intervencion sobrenatural , porque la fuerza humana que se inter
pone entre el fenómeno de la suspension de la piedra y el fenómeno
de la caida de la misma no es una fuerza sobrenatural , sinó natural
y creada . Mas si fuera Dios sólo quien , por motivo de su sabiduría
infinita , impidiese la tal caida , claro está que en este caso habría
una intervencion sobrenatural , un verdadero milagro . Pues lo que
puede hacer Dios con una piedra inclinada naturalmente á produ
cir el fenómeno de la caida , lo puede ejecutar con el fuego , inclina
do naturalmente á quemar, y con el sol , inclinado naturalmente á
alumbrar, y en general con toda causa criada , inclinada por el peso
de su propia condicion interna á producir los fenómenos que le son
naturales.
Cuando el filósofo científico afirma que “ la condicion del mundo
en cualquier momento dado es el resultado directo de su condicion
en el momento anterior , „ supone que Dios ha dejado á las causas
físicas uir su propio curso y natural inclinacion , concurriendo
con ellas á la produccion de sus espontáncos efectos, segun lo pide
la naturaleza de ellas mismas . Y esta suposicion la hace el filósofo
científico con justísimo motivo ; porque Dios , aunque puede con su
voluntad omnipotente impedir los efectos naturales de las causas
criadas, y hacerles producir otros muy diferentes de los que ordi
314 Providencia de Dios
1 Aunque parece excusado, queremos advertir, sin embargo, que al hablar de este
modo no es nuestro ánimo recomendar la frecuente lectura de novelas, ni mucho mé
nos elogiar los productos impios é inmorales de ciertos novelistas modernos, sinó úni
camente atribuir al Catolicismo lo que la novela tiene de bueno y laudable . Consumir
toda su vida en la lectura de esta clase de libros, aunque sean buenos y honestos, que
buenos y honestos deben ser para estar segun las reglas del arte, es perder lastimosa
mente el tiempo precioso que Dios nos concede para cosas más serias , y exponerse
además á los extravíos del corazon , creándose un mundo fantástico, enteramente con
trario al real y verdadero, donde abunda mucho más la prosa que la poesía .
en el gobierno del mundo. 321
1 Puede verse la carta Lxx de Séneca (Lipsiae, 1770, pág. 578 y siguientes), don
de este estóico aboga por el suicidio. Entre otras lindezas, dice lo siguiente : “ Itaque
sapiens vivit, quantum debet, non quantum potest. Videbit ubi victurus sit , cum qui
bus, quid acturus : cogitat semper qualis vita, non quanta sit. Si multa occurrunt mo
lesta et tranquillitatem turbantia, emittit se : nec hoc tantum in necessitate ultima fa
cit, sed cum primum ille coeperit suspecta esse fortuna, diligenter circumspicit num
quid illo die desinendum sit ... In nulla re magis , quam in morte, morem animo ge
rere debemus, exeat qua impetum cepit, sive ferrum appetit, sive laqueum , sive ali
quam potionem venas occupantem , pergat et vincula servitutis abrumpat. , No es
mala la leccion para quien guste marcharse cuanto antes á las calderas de Pedro Bo
tero . A nosotros nos agrada más aquel antiguo refran castellano : Viva la gallina, y
viva con su pepita ; porque al fin, como dice nuestro maestro Aristóteles, entre todas
las cosas suaves, la más suave de todas ellas es la vida ; cuanto más viejos son los hom.
bres, más aficionados a la vida se encuentran .
324 Providencia de Dios
que por otra parte se halla en completa armonía con la razon , como
que por él pedimos á Dios Nuestro Señor que se compadezca de
nosotros , miserables hechuras suyas , necesitadas en todo tiempo de
su particular asistencia , indica bien á las claras , por su generalidad ,
constancia y perpetuidad , ser un grito espontáneo de la naturaleza
racional , y por consiguiente un testimonio inconcuso de la verdad
por él significada , á saber : que las oraciones de los hombres tienen ,
de una manera indirecta pero real , verdadero influjo en gran parte
de los acontecimientos naturales. Al autor de la Historia de los con
flictos esto parece un absurdo , y lo mismo opina el krausista Sal
meron , quien en la disertacion anteriormente citada escribe las si
guientes líneas : “ Sin duda que la concepcion antropomórfica de
Dios у la arbitrariedad de su gobierno , que todavía se supone acce
sible á sacrificios y exhortaciones para operar milagros , perturbar
el orden de la naturaleza , torcer el curso de los sucesos humanos,
y violar , en suma , la esencia de los séres , son irracionales y falsas
representaciones , ! Pero poco hay que cuidarse de semejante opi
nion , tan impia y contraria al grito constante de la humanidad en
tera . Una doctrina cuyo único fundamento es la idea de un Dios
que no en mera trascendencia extramundana , sinó en inmanen
cia esencial, inside en cuanto existe segun el límite y grado de su
peculiar composicion , y á la par trasciende sobre lo finito que or
gánicamente se determina y desenvuelve en el Todo , ? , es una
doctrina ya juzgada por sí misma , porque en sustancia no es otra
cosa que el ateismo disfrasado.
I S. Thom . , ' P. , 9. 23 , a. 8 .
330 Providencia de Dios
1 Nonne onines sunt administratorii spiritus, in ministerium missi propter cos qui
haereditatem capient salutis ? dice de los Angeles el Apóstol San Pablo. (Hebr., capi
tulo 1. , vers . 14.)
en el gobierno del mundo. 331
bres la piden al cielo con grande instancia ; aunque aparten los nubla
dos de algunas partes de la tierra para que no hagan daño á sus mo
radores cuyas oraciones fervorosas se ha dignado el cielo oir bonda
doso ; y aunque practiquen otras mil cosas semejantes; no por eso
producen propiamente un efecto milagroso . Porque esta intervencion
suya en los fenómenos de la naturaleza física no es contraria al curso
regular de las cosas , ántes bien debe considerarse como muy confor
me á él , por formar todas las cosas criadas un todo armónico, en el
cual lo que es de un órden inferior está sujeto y subordinado á lo que
se halla en un órden más elevado .
¿ No intervienen los hombres con sus acciones libres y espirituales
en una infinidad de fenómenos de la naturaleza , producidos por ésta
únicamente bajo la direccion inteligente de aquéllos, sin que por
esto podamos decir que los tales fenómenos son contrarios á las le
yes mecánicas del universo ? ¿ Qué efectos tan admirables no produ
cen el vapor, el agua, el fuego y una multitud innumerable de agen
tes físicos bajo la mano sabia y previsora del hombre; los cuales no
hubieran tenido jamás lugar en nuestro globo , á no haber existido
en él un ser inteligente que se sirviese de los tales elementos para
producirlos ? Sin embargo , nadie ha imaginado siquiera que seme
jantes efectos sean sobrenaturales, ántes todo el mundo los ha teni
do siempre por naturales y ordinarios; y la razon de pensar así los
hombres no es otra sinó que todas las fuerzas físicas y mecánicas
de los seres materiales están por naturaleza destinadas á ser instru
mentos del hombre para sus usos particulares . Pues esto cabalmen
te es lo que debe decirse de estas mismas fuerzas con respecto a los
porque ésta en tal caso le daría lo que no tiene ? Pero sigamos ade
lante en nuestra demostracion . Por ser incapaces los sentidos de
formar conceptos universales , imprimen á todos sus actos el carác
ter de particularidad y determinacion que les es comun con la ma
teria ; por el contrario , por ser muy propio de la inteligencia formar
ideas universales, á todo cuanto piensa le comunica una cierta for
ma de universalidad , característica de los espiritus . Hasta lo mismo
material lo percibe bajo conceptos universales , que indican bien la
naturaleza espiritual de la fuerza que los produce . Y no sólo de lo
material y corpóreo se forma ideas propias, sinó tambien de los
objetos enteramente inmateriales é insensibles , como son Dios, los
espíritus puros , la justicia , la belleza , la bondad , la posibilidad y sus
contrarios , ó sea la injusticia , la fealdad , la malicia , la imposibilidad ,
etcétera . Lo cual es una razon evidente de que el entendimiento no
es una potencia orgánica, sinó espiritual; porque, á ser orgánica , no
podría formar concepto sino de los objetos materiales , y esto per
cibiéndolos de una manera enteramente determinada y concreta, no
universal y abstracta . A la decapitacion pública de un malhechor,
para servirme de un hermoso ejemplo usado á este propósito por el
sabio conde de Maistre , podrán asistir muy bien así el perro que
suele acompañar a un hombre como el hombre mismo . En este caso
ambos verán con los ojos materiales del cuerpo el sobredicho fenó
meno ; pero en la aprehension interna del mismo , ¿ qué diferencia
tan grande no habrá entre uno y otro ? El perro no percibirá sinó lo
puramente sensible , la separacion repentina de la cabeza cortada ,
como si fuera un trozo de carne destinado a ser presa de su vora
cidad . El hombre , por el contrario , verá en él todo un mundo de
ideas enteramente espirituales é inaccesibles por completo á la fa
cultad perceptiva del bruto ; porque notará desſilar ante los ojos de
su espíritu el orden de la justicia divina acompañado de toda la in
mensa multitud de las razones morales y religiosas , que nada afec
tan á los sentidos .
Quizá no falte entre los defensores del materialismo quien haga
del humano entendimiento una cierta fuerza de imaginar muy per
fecta . Pero nada más falso que este pensamiento. Si reparamos bien
en los actos de la facultad imaginativa, observaremos que todos
ellos versan siempre sobre objetos materiales y positivamente fini
tos . Con la imaginacion podremos agrandar el objeto cuanto quera
mos , transformarlo á nuestro gusto, y hacer de él cuanto se nos an
toje , dándole las formas más raras y caprichosas ; pero el objeto
smo y la ciencia
348 El Catolici
imaginado siempre será una cosa sensible y por todas partes limi
tada, cerrada, circunscrita . En la inteligencia , por el contrario , el
objeto es un universal superior á todos los límites, un ideal infini
to , adonde la fantasía no llegará jamás , aunque multiplique sin fin
los objetos de su propia esfera . Podrá suceder muy bien que este
ideal verse sobre cosas corporales ; pero lo corporal en él será la
parte ménos acomodada á la naturaleza del entendimiento , ó sea
el objeto material , el contenido de aquella idea ; la parte principal y
que más 'armonia guarda con la naturaleza de la inteligencia será
la forma de 'que está revestido aquel concepto , el continente, digá
moslo así , de aquella materia dada . Esta forma ó continente , llama
da por los antiguos objeto formal porque especifica y caracteriza la
naturaleza de la potencia á que corresponde , es una idea ilimitada ,
infinita , imposible de ser confundida con ningun acto de los senti
dos ó de la fantasía. Por donde se ve que los actos de la inteligen
cia no pueden ser hechos por facultad alguna orgánica, sinó que
pertenecen á un órden infinitamente superior al orden de las facul
tades espirituales y puestas sobre las limitaciones de los cuerpos .
Allégase á esto otra circunstancia particular, propia de nuestros
actos espirituales . En virtud de la misma universalidad que llevan
siempre consigo los objetos de nuestra inteligencia, sucede que nin
gun objeto finito puede arrastrar hácia si irresistiblemente á nuestra
facultad expansiva racional , vulgarmente llamada voluntad . Todo
objeto finito lo queremos libremente , y de tal manera que pu
diéramos no quererlo y áun odiarlo si quisiéramos : en una palabra,
somos libres en el ejercicio de nuestros actos ; sólo la felicidad mira
da de una manera general y sin concretarla en ningun objeto deter
minado es amada por nosotros necesariamente . Este es un fenóme
no de nuestro espíritu , de que cada uno tiene conciencia en su inte
rior ; áun los mismos materialistas , que se empeñan en negar nuestra
espiritualidad y con ella el libre albedrío , en la práctica obran
con la plenísima conviccion y seguridad de que son dueños de sus
actos . Porque se dan citas como los demas , hacen sinceras prome
sas de hechos que han de cumplir ellos mismos en el tiempo conve
nido , se enfadan furiosamente contra los que les faltan á lo pactado
y áun á veces los citan por ello a juicio . Cosas todas son estas que
revelan claramente la firme persuasion depositada en ellos por la
madre naturaleza , y que persiste en sus inteligencias áun á pesar de
sus teorías inmundas y de su vituperable empeño de rebajarse hasta
la vil condicion de los brutos ,
respecto de la naturaleza del alma humana . 349
de los mismos Ángeles del cielo , y una debilidad suma para llevar
las á cabo , nacida de la flaqueza de nuestra carne . El spiritus prom
ptus est, caro autem infirma , dicho por nuestro Señor Jesucristo á
sus Apóstoles en una ocasion muy solemne , tiene lugar en nosotros
siempre que tratamos de realizar alguna idea grandiosa , que agita
mos ardorosos en la parte superior de nuestra alma. Esta mezcla de
sublimidad у de flaqueza, propias de nuestro espíritu , la significaron
muy bien los Escolásticos diciendo que el alma humana es por su
naturaleza forma del cuerpo ; doctrina que novísimamente ha con
firmado la Iglesia , enseñando Pío IX , contra los errores de Gunther,
que el alma racional del hombre es verdadera , propia é inmediata
forma del cuerpo . “ Sabemos, escribe el mencionado Papa, que en los
mismos libros ( de Gunther ) queda vulnerada la sentencia y doctri
na católica , que enseña estar de tal manera constituido el hombre
de alma y cuerpo , que su alma racional es verdadera , propia é in
mediata forma del cuerpo , ' .
Siendo , pues , el alma racional del hombre una parte sustancial
suya , fuerza es confesar que se une físicamente al cuerpo , no por
pecados de la vida pasada, sinó porque su propia condicion es vivir
unida inmediatamente con él , y formar de este modo una sola sus
tancia naturalmente completa . Si se hubieran penetrado bien los
filósofos de esta idea luminosa , que nos presenta de un solo golpe
toda la naturaleza del alma humana juntamente con la del hombre
mismo , no hubieran disparatado en sus escritos de una manera tan
lastimosa , forjando sistemas gratuitos y descabellados , no sólo en
órden á la naturaleza del alma , sinó tambien en cuanto al modo que
ésta tiene de formar sus ideas y conceptos universales . El ontolo
gismo panteístico de Krause , el idealismo subjetivo de Kant , la idea
innata del Sér defendida por Rosmini, y otras tantas aberraciones ,
no hubieran deshonrado la alta capacidad de hombres tan eminen
tes , si hubieran considerado bien la naturaleza del alma segun la
acabamos de explicar.
De lo dicho , sin embargo , no se infiera que nuestra alma no pue
de vivir separada del cuerpo , ó que á lo menos el estado de sepa
racion le es violento , sacando por última consecuencia que , ó debe
reencarnarse indefinidamente conforme al gusto de los Espiritistas,
CAPÍTULO XXII
Divinidad para que Dios sea en todos todas las cosas. Aun al ilustre
Stagirita no han faltado quienes le hayan colocado por esta parte
en la misma categoría de Platon , juzgando que dicho filósofo esta
bleció un cierto entendimiento universal comun á todos los hom
bres , con el cual se hallan éstos unidos de una manera misteriosa .
Santo Tomás, sin embargo , ha tratado de purgarle de esta mancha
en el lib . II de su Suma contra los gentiles.
Nosotros dejaremos opinar á cada uno sobre esto como mejor le
parezca : lo que si diremos , es que Averroes , famoso filósofo maho
metano del mismo tiempo que Santo Tomás , quiso apoyarse en
Aristóteles para enseñar la doctrina indicada , y sostuvo que uno solo
y mismo es el entendimiento de todos los hombres . Para explicar
empero la variedad de opiniones que suele reinar entre ellos sobre
una infinidad de cosas , así prácticas como especulativas , dijo que
este entendimiento universal se halla unido á cada uno de los indi
víduos de la especie humana por medio de una cierta especie inte
ligible proyectada por él , á manera de luz espiritual , y recibida en
los fantasmas de la imaginacion segun las condiciones particulares
de cada hombre. De esta suerte el principio vital , propiamente cons
titutivo del hombre , venía á ser , no el alma racional , pues ésta , en
sentir suyo , no era otra qne el mismo Dios , sol de todas las inteli
gencias é iluminador universal de todos los espíritus, sinó el alma
sensitiva , dependiente en su esencia del organismo material , comu
nicada consiguientemente por la generacion mediante la virtud ger
minal de la semilla , y sujeta a la corrupcion juntamente con el or
ganismo del cuerpo . El hombre en tal caso no se diferencia de las
bestias sinó en que á la fuerza imaginativa de éstas no se une sus
tancia espiritual alguna , iluminando sus fantasmas con la luz inte
lectual de sus especies . Pero , por lo que hace a todos los demas, el
alma propiamente humana sería tan corruptible como la del bruto :
roto y deshecho este estado de union con la disolucion del organis
mo y con el advenimiento de la muerte , perecería por completo y
no conservaría en manera alguna conciencia de sí misma , sinó que
volvería indefectiblemente al abismo de su nada .
Nuestro Draper en esto no había de faltar : su aficion al positivis
mo lo había de llevar por fuerza á congeniar con el filósofo maho
metano en lo que tiene de materialistico , que en esotro de iluminar
los fantasmas nuestro americano entiende muy poco . Así , para el
la inteligencia humana no es otra cosa que la fuerza del cosmos de
terminada en un cierto sentido fosforescente y alumbrador de los
respecto al origen y al destino del alma humana. 363
sentidos . ¡ Oh ! Con tan grata teoría bien pueden estar contentos los
que han tenido el espíritu bastante fuerte para hacer un dios de su
vientre y correr desaforados tras sus bestiales apetitos. Nosotros ,
los que todavía no hemos llegado a este grado de fortaleza, y vivi
mos miserablemente envueltos en las necias ranciedades de los an
tiguos , no gustamos de tanta sublimidad , ni tenemos por cosa gran
de buscar nuestra propia felicidad oprimiendo al justo que se nos
pone delante en el camino , y no perdonando a la viuda , ni respe
tando las canas del viejo por satisfacer nuestros instintos anima
lescos .
Algo más digna , por cierto , nos parece la doctrina de la Iglesia
en este asunto que todas las teorías materialisticas y panteísticas ,
así de los antiguos como de los modernos . La doctrina del Catoli
cismo , por lo que respecta al origen y al fin del alma humana , no
sólo es altamente filosófica en sí misma , sinó ademas lleva el con
suelo á los corazones atribulados y oprimidos bajo el peso de los
males , que de otro modo les serían insoportables; alienta á las almas
honestas á correr ardorosas por el camino de la virtud ; enseña al
hombre á domar sus pasiones y á imponerles el saludable freno de
la razon ; y nos arranca de estos bienes mezquinos y caducos para
transportarnos á otro mundo mejor y más perfecto , con grande
ennoblecimiento nuestro y no pequeña utilidad de la sociedad hu
mana. La Religion católica enseña que nuestra alma no ha emana
do de la sustancia divina, como emana el agua de la fuente , identi
ficándose sustancialmente con ella ; que tampoco es transmitida del
padre al hijo por la generacion , sinó creada de la nada ; y finalmen
te , que como espiritual de suyo , y apta para seguir viviendo per
pétuamente áun despues de separada de este cuerpo mortal , ha sido
criada para vivir una vida sempiterna .
No admite la Iglesia católica ese perpétuo círculo de reencarnacio
nes ridículas , en que el alma va siempre tras un ideal que no ha de
realizar jamás , y corre continuamente hacia un término que á cada
instante se va mudando con ella , y alejándose más y más en cas
tigo de las culpas cometidas en las reencarnaciones pasadas . La
perpetuidad de los premios y castigos, merecidos en esta vida y
distribuidos en la otra, es su lema altamente filosófico á la par que
profundamente verdadero . Digamos algo sobre cada uno de estos
pensamientos para poner en claro la admirable sabiduría que brilla
en esta doctrina soberanamente celestial , aunque poco agradable á
los que para gozar de este mundo quieran ver su origen en la
364 El Catolicismo y la ciencia
mos concluir del alma humana , diciendo que nunca será aniquilada
por el Criador, puesto que entre todos los seres criados no hay
ninguno que demande un acto de esta especie . Ademas , los mismos
atributos divinos reclaman en cierta manera la conservacion perpé
tua de estas sustancias . Porque , en primer lugar , la justicia pide que
quien ha vivido en este mundo practicando la virtud , y sufriendo mil
privaciones y tormentos por no quebrantar la ley santa de Dios , re
ciba en el otro el premio correspondiente á sus trabajos; y vicever
sa , que pague en él sus delitos quien ha pasado sus dias sobre la
tierra entregado á los antojos de sus pasiones, sin curarse nunca de
la honestidad , sin temer para nada las divinas venganzas y sin acor
darse siquiera de que hay un Soberano Bienhechor, de quien ha
recibido la existencia .
Esto mismo reclama con instancia su infinita sabiduría ; porque
Dios Nuestro Señor no gobernaría con prudencia á los hombres si,
dictándoles su santa ley, dejase luego á los cuidadosos y diligentes
observadores de ella únicamente con los miseros consuelos de la
buena conciencia , sin guardarles para otra vida ménos trabajosa
otras recompensas de más sustancia , y no impusiese á sus infracto
res otros castigos que los débiles remordimientos del crimen , los
cuales son tanto más pequeños cuanto más se familiariza el hombre
con el vicio . ¿ Quién no ve que , en tal suposicion , el castigo estaría
en razon inversa de la culpa , y que, por consiguiente , el más osado
contra Dios aquél sería el más bienaventurado , porque extinguiría
casi por completo su pena con el desprecio calculado de los divinos
mandamientos ? Y de la misma manera el premio de la virtud sería
tanto menor cuanto fuese ésta creciendo, porque es cosa sabida que
con el hábito de hacer las cosas buenas , el placer de hacerlas dis
minuye : por donde el que fuese virtuoso en sumo grado no recibi
ría premio alguno por sus generosas acciones . ¿ Qué sabiduría, pues,
y qué equidad mostraría Dios Nuestro Señor en este modo de go
bernar tan absurdo ? Asi, pues, la justicia y sabiduría divinas recla
man poderosamente la vida de ultratumba para el hombre como el
complemento y sancion de la ley moral , que está él obligado en
conciencia á guardar sobre la tierra, á pesar de los furiosos embates
de las pasiones, que en muchos casos le empujan con no poca vio
lencia á quebrantarla. ¿ Qué sería de la ley divina sin esta sancion
de la otra vida ? Nadie absolutamente la respetaría , todo el mundo
se burlaría de ella, buscaría el placer y los gustos de la carne, vi
viendo de la misma manera que las bestias, como si no hubiese Dios
respecto al origen y al destino del alma humana . 383
I Sobre la duracion de las penas futuras, dice con mucha sabiduría el Padre Ton
giorgi ( Psycologia , num . 253 , edic . dc Bruselas , 1864) , debe ser consultada ante todo
la divina revelacion , así como tambien ella es la que nos debe instruir sobre la natu
raleza de las mismas . Sin embargo , la razon humana , abandonada á sus propias fuer
zas, si intenta determinar algo sobre esta materia, encuentra pruebas con que se per
suade validisimamente la eternidad de las penas indicadas., Así se ve cómo tambien
en esto es de todo punto imposible el conflicto entre la Religion cristiana y la verda
dera ciencia .
384 El Catolicismo y la ciencia
Nam si certum finem esse viderent
Ærumnarum homines, aliqua ratione valerent
Religionibus atque minis obsistere vatum ;
Nunc ratio nulla est , restandi nulla facultas,
Æternas quoniam poenas in morte timendum est ' .
1 • Impossibile est naturae desiderium esse inane , natura enim nihil facit frustra.
Sed quodlibet intelligens naturaliter desiderat esse perpetuum , non solum ut perpe
tuetur esse secundum speciem , sed etiam secundum individuum : quod sic patet . Na
turalis enim appetitus quibusdam quidem inest ex apprehensione , sicut lupus natura
liter desiderat occisionem animalium , de quibus pascitur, et homo naturaliter deside
rat felicitatem ; quibusdam vero absque apprehensione ex sola inclinatione naturalium
principiorum , qui naturalis appetitus in quibusdam dicitur, sicut grave appetit esse
deorsum . Utroque autem modo est in rebus naturale desiderium essendi : cuius signum
est quia et ea quae cognitione carent , resistunt corrumpentibus secundum virtutem
suorum principiorum naturalium , et ea quae cognitionem habent, resistunt eisdem
secundum modum suae cognitionis. Illa igitur cognitione carentia quorum principiis
inest virtus ad conservandum esse perpetuum , ita quod maneant semper eadem secun
dum numerum , naturaliter appetunt esse perpetuum etiam secundum idem numero .
Quorum autem principia non habent ad hoc virtutem sed solum ad conservandum
esse perpetuum secundum idem specie , sic naturaliter appetunt perpetuitatem . Hanc
igitur differentiam oportet in his inveniri quibus desiderium essendi cum cognitione
inest , ut scilicet illa quae non cognoscunt esse nisi ut nunc , desiderant esse ut nunc
25
o
386 El Catolicism la ciencia
non autem semper, quia esse sempiternum non apprehendunt ; desiderant tamen esse
speciei perpetuum absque cognitione : quia virtus generativa , quae ad hoc deservit,
praeambula est , et non subiacens cognitioni : illa autem quae ipsum esse perpetuum
cognoscunt , et apprehendunt , desiderant ipsum naturali desiderio . Hoc autem con
venit omnibus substantiis intellectualibus. Omnes igitur substantiae intellectuales na
turali desiderio appetunt esse perpetuum : ergo impossibile est quod esse deficiant. ,
( S. Thom . , l. cit. )
Véase á Suarez en el tratado De Anima , lib. 1 , cap. x , donde se hallan desenvuel
tos los argumentos que militan en favor de la perpetuidad del alma humana con la
solidez y claridad características de este insigne doctor. Puédese tambien consultar la
obra del P. Liberatore intitulada Il composto humano , cap . iv , a . 8 , y el cap . VII ,
vol. 1 , de citada Apologia de Hettinger.
I Hoc sacro universali Florentino approbante concilio , dice el Papa Eugenio IV ,
definimus illorum animas , qui post baptisma susceptum nullam omnino peccati ma
culam incurrerunt ; illas etiam , quae post contractam peccati maculam , vel in suis
corporibus , vel eisdem exutae corporibus , prout superius dictum est , sunt purgatae,
in coelum mox recipi et intueri clare ipsum Deum trioum et unum , sicuti est , pro
meritorum tamen diversitate alium alio perfectius; illorum autem animas , qui in
actuali mortali peccato vel solo originali decedunt , mox in infernum descendere poe
nis tamen disparibus puniendas.
respecto al origen y al destino del alma humana . 387
lica . Por de pronto , al instante se echa de ver que los defensores de
la metempsicosis la establecen sin fundamento alguno , pues nadie en
este mundo tiene conciencia de esos estados que ellos gratuitamen
te se imaginan . Por tanto , debemos decir que los tales dogmatiza
dores hablan de las sobredichas reencarnaciones, porque así se les
antoja ; lo cual no es muy filosófico por cierto . Ademas , esta falta
de conciencia con respecto á otra vida distinta de la que ahora ex
perimentamos , nos da manifiestamente á conocer que nuestra alma
no ha comenzado a vivir antes de la encarnacion presente , y que
por tanto ésta es la primera y la última , puesto que el mismo fenó
meno sucede á todos los hombres . En efecto , como la union de
nuestra alma al cuerpo por ella informado es natural y nada violen
ta , no puede llevar consigo privacion alguna de bienes que antes de
ella hayan pertenecido á nuestro espíritu; si pues hubiéramos vivido
en otros tiempos anteriores al que ahora llevamos sobre la tierra,
nuestra alma conservaría recuerdo de todos ellos y tendría en la
memoria los conocimientos adquiridos , y los actos practicados en
todas las encarnaciones pasadas ; porque todas esas cosas son las
que forman , propiamente hablando , el tesoro del espíritu . Por con
secuencia , la falta de todos estos recuerdos es una prueba maniſies
ta de que la hipótesis pitagórica es enteramente inadmisible. Aña
dase á esto que nuestra fuerza intelectiva es como un fuego que,
despues de encendido, ya no cesa de arder jamás . Una vez que
llega á producir alguna idea , ya esta idea la tiene en su interior, y
actuada con ella sigue obrando espiritualmente en aquel sentido
hasta que sea determinada en otro por algun objeto que la haga en
trar en nuevos pensamientos . Así es que , una vez desarrollada nues
tra potencia intelectiva , siempre está puesta en accion ; y no sobre
viniendo algun accidente al sujeto , no se interrumpe jamás la
conciencia de esta vida intelectual , perenne y continua .
Aún más : si nos acaece alguna vez tener algun síncope que nos
haga perder momentáneamente la conciencia dicha , al instante
volvemos á recobrarla , apenas cesa en nosotros aquella enfermedad;
y la recobramos , no como quiera , sinó con el recuerdo de todo
cuanto habíamos experimentado antes de ella en tiempos normales
y de sano juicio . Ahora bien ; ningun síncope padecemos nosotros
durante esta vida presente , que se dice haber sucedido á una infini
dad de otras semejantes tenidas en los tiempos pasados; ántes pen
samos y discurrimos en ella con la misma serenidad de ánimo que
pudiéramos haber tenido en cualquiera de las encarnaciones dichas
o
388 El Catolicism у la cien
cia
sis como un pobre y rudo artista que hace y deshace mil veces su
obra, sin llegar nunca á sacarla ni siquiera mediana á pesar de sus
continuos ensayos. No concibamos ideas tan raquíticas y mezquinas
de la majestad soberana del Criador, discurriendo de la Divinidad
con entendimiento tan estrecho .
Otra cosa sería si se tratase de dar á las almas un cuerpo mejor
acondicionado que el que poseemos en la actualidad : entonces la
1 Genesis , l. cit.
2 Genesis , cap. ll , vers. 27 .
respecto al origen del hombre. 395
intervenir las fuerzas de la naturaleza. Produsca la tierra , dice el
sagrado texto , yerba verde y árboles fructiferos ,, ! . “ Produzca la
tierra ánima viviente en su género , bestias y reptiles, y animales,
segun sus especies „ 2. Mas al llegar al hombre , nada se dice de las
fuerzas naturales del universo , Dios sólo es el que interviene en su
formacion como causa eficiente única ; el barro de la tierra no entra
allí sinó como mera causa material y receptiva , diciéndose á sí
mismo el divino Artífice : Hagamos al hombre á nuestra imágen y
semejansa , etc. 3 .
Si alguna otra criatura de estas sensibles hubiera contribuido con
su virtud natural a la produccion de un organismo apto para ser
animado por un alma humana , como imaginan los patrocinadores
de la transmutacion darwinista , entonces el primer hombre habría
sido producido , como los demas vivientes terrestres , por via de ge
neracion natural . El mono, por ejemplo , que con su virtud genera
tiva y plástica hubiese en esta forma dispuesto el organismo , sería
tan verdadero padre del primer hombre como éste lo fué de Abel
y de Cain , y como lo son todos los que por medio de la generacion
dan ahora la existencia á sus hijos. Porque el hombre no engendra
al hombre sinó en cuanto que con su virtud natural generativa pro
duce un organismo apto para ser informado por una alma racional,
lo cual tambien se concedería á la fuerza formativa del mono en
dicha hipótesis . Por consiguiente , Dios no hubiera usado el lenguaje
que hallamos escrito en el sagrado texto , sinó otro en que apare
ciese tambien la causalidad de los agentes creados , que con su vir
tud natural hubiesen formado el organismo dicho .
Por esta razon el eximio Suarez no duda en establecer como doc
trina católica la proposicion en que se niega á los mismos Angeles
la formacion del organismo corpóreo del primer hombre , en térmi
nos que lo dispusiesen suficientemente para ser informado por un
alma racional. “ Dicendum est , escribe , corpus Adae a solo Deo
fuisse immediate productum seu formatum . In hoc puncto fuit sen
tentia Philonis lib . De Opific, mundi non solum Deum fecisse hoc
opus, sed habuisse angelos cooperatores . Qui error ex Platone in
Timaeo ortus est . Verumtamen assertio posita catholica doctrina
est 4 .. Luego cita en favor de su tésis, no sólo á Santo Tomás , quien
con mayor razon , si cabe , que tanto los séres animados como los
pertenecientes al reino vegetal pudieran haber sido formados con la
cooperacion y por ministerio de los Angeles ; error monstruoso que
nos lleva como por la mano á considerar á estos , á lo ménos en un
órden secundario , como creadores del universo , !
I " Quod si quis dicat, quamvis angeli non potuerint naturaliter cooperari illi
actioni , potuisse nihilominus ut instrumenta Dei illa coefficere , Respondemus, esto id
fuerit possibile, nullo modo affirmari posse, ita esse factum ; quia fuisset opus miracu
losum, quod sine fundamento asserendum non est . Praesertim quia inde sequeretur
angelos cum Deo hominem procreasse, quia qui sufficienter disponit materiam ad in
troductionem et unionem formae, compositum producit, physice loquendo , hoc enim
respecto al origen del hombre . 397
modo homo generat hominem : hoc autem angelis tribuere , erroneum est, quia repu
goat Scripturis , ex quibus habemus solum Deum ex terra hominem creasse , ut alle
gatum est ex (Gen., 1 , 2 et 5 ; Ecclesiast., 17 ; I ad Corinth . 10, et ad Coloss . 3 )
et confirmant omnia , quae ex Patribus adduximus. Ac denique, confirmatur, quia
alias etiam omnia animantia, ut vegetabilia dici possent facta ministerio, et coopera
tione angelorum : immo consequenter , et majori ratione ita dicendum esset, Conse
quens autem erroneum est ; nam hoc esset facere angelos creatores universi , quamvis
minus principales . ,
398 Doctrina de la Iglesia católica
I Quia res primitus a Deo intitutae sunt , non solum ut in seipsis essent , sed
etiam ut essent aliorum principia , ideo productae sunt in statu perfecto , in quo pos
sent esse principia aliorum . Homo autem potest esse principium alterius , non solum
per generationem corporalem , sed etiam per instructionem , et gubernationem. Et
ideo , sicut primus homo institutus est in statu perfecto quantum ad corpus , ut statim
posset generare ; ita etiam institutus est in statu perfecto quantum ad animam , ut sta
tim posset alios instruere et gubernare. Non potest autem aliquis instruere , nisi ha
beat scientiam . Et ideo primus homo sic institutus est a Deo , ut haberet omnium
scientiam , in quibus homo natus est instrui . Et haec sunt omnia illa, quae virtualiter
existunt in primis principiis per se notis , quaecumque scilicet naturaliter homines
cognoscere possunt. (S. Thom . , 1. P. , q. 94. , a . 3.)
respecto al origen del hombre . 405
potest tribui angelis ; tum quia non est verisimile hunc ordinem pro
ductionis in prima hominis creatione servatum esse ; tum etiam quia
etiam angeli neque per se virtutem habent ad efficiendum corpus
illud animale in statu imperfecto , neque etiam applicando activa
passivis illud efficere poterant , quia etiam corpus hominis sub illo
statu non fit naturaliter nisi per virtutem formativam seminis , quae
per solam applicationem extrinsecorum agentium suppleri non po
test , sed tantum virtute divina ,, ! .
Excusado es traer aquí las palabras del P. Arriaga , porque vienen
á decir esto mismo ?. ¿ Por qué , pues , no nos será permitido imagi
nar que Dios Nuestro Señor, en lugar de servirse de la tierra bruta
é inorgánica para la produccion de Adan , tomó á un mono antro
poideo , por ejemplo , y lo transformó súbitamente en hombre por
una de las dos maneras sobrenaturales arriba indicadas ? En este
caso el mono , con su virtud natural , habría elaborado los primeros
rudimentos de aquel organismo , no de forma que ellos de suyo
constituyesen ya un cuerpo humano incipiente , y puesto , como
quien dice , en buen camino para llegar á adquirir su perfeccion
última en Adan con su espontáneo desarrollo , que tan maravilloso
efecto no es capaz de producir por sí sola la semilla de sér irracio
nal alguno ; sinó en cuanto que el cuerpo de este animal tiene gran
de relacion con el de la especie humana , y convenientemente mo
dificado por la virtud omnipotente del Criador puede pasar á ser
una parte constitutiva del hombre . Ciertamente , aunque todo esto
supongamos haber sucedido en realidad , nunca concederemos al
mono un influjo tan directo y principal en la produccion del cuerpo
de nuestro primer padre como el que , en sentir de los dos teólogos
poco há nombrados, hubiera podido competir á los Ángeles , á tener
estas sublimes inteligencias virtud suficiente para formar por sí solas,
y con sólo el concurso general de la causa primera, el organismo
incipiente del hombre . La obra del mono de suyo siempre se que
daría en la esfera inferior del bruto ; la obra de los Ángeles sería un
verdadero organismo humano , incipiente sin duda , pero en via de
formacion y dispuesto para ser conducido al término de su natural
y legítimo desarrollo .
1 Κάνταύθα , escribe, πάλιν ή μέν των φοινίκων και Αίγυπτίων ζωογονία αυτόμα
τον εισήγε τών επί γής απάντων τε ζώων και ανθρώπων την γένεσιν , μίαν και την αυτήν
ομοίως φύσιν συντυχικώς από γής προελθείν διαγράφουσα , κατ ' ουδέν τε την αλογον
διαφέρειν της λογικής ψυχής τε και ουσίας υποτιθεμένη..
o
412 Doctrina del transformism
1 "Οπον μεν ούν άπαντα συνέβη , ώσπερ κάν εί ένεκά του εγίνετο , ταύτα μεν εσώθε ,
από του αυτομάτου συστάντα επιτηδείως όσα δε μή ούτως, απώλετο και απόλλυται ,
xaditep ’Eutecouts déys! Ta Bouyevñ avôpórowca. ( Aristot . , lib. 11 , Physic ., cap. vir.)
2 Puede verse sobre esto el primero de los interesantes artículos del P. Carbonne
lle sobre La ceguera en materia de ciencia , el cual se halla en la Revue des questions
scientifiques, Janvier, 1877.
414 Doctrina del transformismo
tuor elementa , ignem , aërem , aquam , terram , vimque duplicem imperantem , amici
tiam et discordiam , quarum altera copulandi , altera separandi facultate praedita,
(S. Just., Cohort . ad gracc ., an. 3-4. )
smo
416 Doctrina del transformi
I Alguno quizá pensará que Darwin admite diferencia esencial entre las plantas y
los animales ; pero su sistema de la adaptacion , que destruye todo principio verdade
ramente interno de vida , pugna con esta doctrina. Aún más : la adaptacion darwinia
na va derechamente contra la misma vida de los séres organizados , los cuales , segun
ella, son puras máquinas y nada más.
acerca del origen del hombre. 417
I Ps . XLVIII , vers , 13 .
27
o
nas f ormism
418 Doctri del trans
xerit. Haec enim descendentia non simpliciter , sed secundum quid esset facta. Et phi
losophum rationes deficiunt, quibus hujus generis opinationes aut invicte probet, aut
funditus evertat. ,
432 Doctrinas del transformismo
28
CAPÍTULO XXV
ses , para quienes el más inſimo viviente era de un grado muy supe
rior al de toda la naturaleza inanimada , siquiera fueran los cielos
incorruptibles, como opinaba la generalidad de los filósofos. Por eso
recurrieron con Durando al influjo especial de la causa primera, que
se servía de los cielos como de puros instrumentos para producir
este linaje de fenómenos, siendo Dios por consecuencia la causa
principal de ellos , y los cielos la instrumental . Fundados en esta
doctrina , respondían al argumento que ellos mismos se habían pues
to contra la generacion espontánea con estas palabras: " Ad argu
mentum autem initio quaestionis propositum , quod probat non posse
animalia imperfecta a coelo gigni , dicendum : recte concludere non
posse illa produci a coelo , ut a proprio et principe genitore; sic
enim nullum vivens ab alio vitae experte generatur , alioqui causa
principalis esset effectu ignobilior. Verum nequaquam eo confici
eiusmodi animantes non posse a coelo , ut a causa instrumentaria et
minus praecipua (quae suo effectu deterior esse potest) , ad eum mo
dum quem diximus , produci !
Esta manera de generacion espontánea, fácilmente se deja ver
que es muy diferente de la proclamada por los Ateos y por los
Panteistas ; porque no reconoce en la materia bruta virtud alguna
innata y natural para dar origen por sí sola á sér alguno viviente,
por infima que sea su condicion en los grados de la vida , al paso
que los Panteistas y los Ateos atribuyen á la materia inorgánica
virtud interna para producir naturalmente los séres en cuestion ,
confundiendo con este objeto el movimiento molecular con la vida
propia y verdadera.
En un modo análogo al de los Conimbricenses se expresa tam
bien San Agustin , suponiendo equivocadamente , lo mismo que
ellos , el hecho falso de que ciertos animales traían su origen de la
podredumbre. No procedía el Santo Doctor a priori, como hacen
hoy dia los Panteistas y los Ateos , sinó a posteriori : apoyado en
los datos erróneos obtenidos por una observacion incompleta , pen
saba sencillamente que la generacion espontánea era un hecho real
y verdadero , que no se debía negar sinó explicar en la forma más
plausible y más conforme á la razon humana . ¿ Qué tiene que ver
esta loable conducta con el proceder tan irracional y detestable de
nuestros filósofos modernos ? El medio que ideó el ilustre Obispo
fué suponer que Dios Nuestro Señor imprimió en un principio á la
1 Conimbric. , b. cit.
438 Origen del hombre
materia ciertas virtudes seminales naturalmente á ella no debidas .
“ Nec sane creatores illi mali angeli dicendi sunt , escribe en el libro III
De Trinitate , cap . vii, n . 13 , hablando de los hechos maravillosos
causados por los Magos de Faraon con el poder de los demonios,
quia per illos magi resistentes famulo Dei ranas et serpentes fece
runt: non enim ipsi eas creaverunt . Omnium quippe rerum quae
corporaliter visibiliterque nascuntur, occulta quaedam semina in istis
corporeis mundi huius elementis latent . Alia sunt enim haec iam
conspicua oculis nostris ex fructibus et animantibus, alia vero occulta
istorum seminum semina , unde iubente Creatore produxit aqua na
tatilia et volatilia , terra autem prima sui generis germina et prima
sui generis animalia . (Gen., 1 , 20-25 . ) Neque enim tunc in huiusce
modi fetus ita producta sunt, ut in eis quae producta sunt vis illa
consumpta sit : sed plerumque desunt congruae temperamentorum
occasiones quibus erumpant et species suas peragant.,,
Qué es lo que haya entendido este sapientisimo Doctor de la
Iglesia con el nombre de semillas ocultisimas depositadas por Dios
en los elementos de este mundo para que , al presentárseles una oca
sion favorable , se desarrollen naturalmente y produzcan las diver
sas especies de animales , no lo dice en sus escritos , y quizá él mismo
con dificultad nos lo hubiera podido explicar si , dejándose de gene
ralidades , hubiera intentado darnos de ello una idea exacta y bien
precisa. Lo que podemos decir con toda seguridad es que estas se
millas ocultisimas en sentir suyo deben distinguirse de las ordinarias
y visibles que dan origen á los diferentes seres vivientes . La razon
de esto se palpa con las manos , puesto que él mismo las llama sem
minum semina , ó sea fuente y origen de las semillas comunes , lo cual
no puede encerrar sentido alguno sinó en el caso de que exista real
y verdadera distincion entre unas y otras . Santo Tomás interpreta
la mente de San Agustin , diciendo que por las semillas mencionadas
deben entenderse todas aquellas virtudes activas y pasivas que dan
orígen á las generaciones y movimientos naturales . “ Principium
activum et passivum generationum rerum viventium , escribe en la
primera parte de la Suma Teológica ( q . 115 , a . 2 ) hablando precisa
mente de esta materia, sunt semina , ex quibus viventia generantur.
Et ideo convenienter Augustinus omnes virtutes activas et passivas,
quae sunt principia generationum et motuum naturalium , seminales
rationes vocat . , Observa empero el Doctor de Aquino que estas
mismas virtudes no son capaces de causar las generaciones dichas
sinó bajo el influjo de los cuerpos celestes y como verdaderos ins
segun el transformismo materialista . 439
1
" Perfecta animantia , sicuti excellentiorem habent naturam , ita ad sui produ
ctionem plura exigunt ; sicque nonnisi propagatione seminis a propriis parentibus gi
gni queunt. Quod satis confirmat experientia: nec enim videmus leonem , aut equum
aliave eiusmodi nobilioris notae animantia absque parentum semine provenire. Fuere
tamen nonnulli adeo naturae legum ignari et in genus humanum contumeliosi , ut di
xerint , non modo perfecta animantia , sed homines etiam e terra esse prognatos .
( Conimbricenses, in lib . 11 Aristot . De Coelo, cap. 11 q. 6 , a . 3. )
442 Origen del hombre
I " Coelestia corpora experientia novimus influere in nos ; unde probabiliter infe
rimus habere virtutem mediis eis influxibus aliquid substantiale producendi... Repli
cabis : Ea experientia in corporibus non sufficit ad concedendam eis talem virtutem .
Respondeo : Si non sufficit, non concedatur ne quidem coelis talis virtus. ( Arriaga, .
De Angelis, disput. 19 , sect. I, nn . 8-9 . ) .
2 V. Conimbric. , I. cit.
segun el transformismo materialista . 443
1
+44 Origen del hombre
tir entre ellos , mas sin tener la menor noticia del lugar hacia dónde,
poco más ó ménos , podría encontrarse.
¿ Qué será, pues, no de veintiseis letras, sinó de la inmensa multi
tud que se halla contenida en dicho poema ? ¿ Qué del número infi
nito de átomos que entran en la composicion de los innumerables
organismos con que en todo tiempo ha estado cubierta la superficie
de la tierra y poblada la inmensidad de los mares ? La sola forma
cion de un órgano cualquiera , por pequeño y diminuto que se le
quiera suponer , encierra una multitud portentosa de estos átomos ;
¿ qué será si consideramos el organismo todo entero ? ¿ qué si aten
demos a la correlacion de un órgano con otro en cada animal ? ¿qué
si observamos que esta correlacion es fija siempre y constante en
todos y cada uno de los organismos que existen y han existido en
todos los siglos del mundo ? Sería preciso haber perdido completa
mente el juicio para pensar que tan perfectas y complicadas máqui
nas , como son los órganos de las plantas y de los animales , cuyas
partes , cada una de por sí , son una obra acabadísima en su género ,
y todas juntas forman el conjunto más armonioso y bello que jamás
ha podido ni podrá ser ni esbozado siquiera por el mejor artifice
del mundo, han debido su existencia al puro acaso , á la ciega ca
sualidad . Esto equivaldría á decir que todas cuantas hermosísimas
pinturas existen en los museos de Madrid , Paris , Londres , Roma,
Florencia y demas partes del mundo ; todos cuantos bellísimos edi
ficios se encuentran en las citadas ciudades , y finalmente , todo cuan
to hay de más grandioso y excelente en materia de ciencias y de
artes en toda la redondez de la tierra , se ha hecho sin inteligencia
alguna , sin el más mínimo plan preconcebido, y por un mero juego
accidental de las fuerzas de la naturaleza. Digo mal que equivaldria,
porque las obras del arte humano , por grandes y estupendas que
parezcan , no alcanzan ni con mucho la perfeccion admirable que
brilla en la más mínima de las fabricadas por el arte sapientísimo
del Criador, y no merecen llamarse siquiera toscos rasguños ó infor
mes bosquejos de tan soberana belleza . Tan grande es la locura de
los que , engrandeciendo todas estas cosas como lo más alto y su
blime adonde puede llegar el arte de los hombres con todos los es
fuerzos de su pobre inteligencia , no se avergüenzan de atribuir al
acaso las bellísimas obras del mundo orgánico y todo el armonioso
conjunto de esta muy bien concertada máquina del universo. Con ra
zon , pues , escribe Agassiz, contra tan absurdo modo de discurrir, las
palabras siguientes : " Se puede hasta cierto punto concebir que los
segun el transformismo materialista . 453
1
V. Favre, La variabilité des espéces et ses limites, chap . vi . Paris, 1868.
2 A. Quatrefages. L'espèce humaine, lib. 11, ch . x , n . iv, pág. 73 , Paris, 1880,
3
1 Véase Revue des questions scientifiques. Janvier, 1877 , pág . 287. ( Articulo de
M. de la Vallée Poussin .)
segun el transformismo materialista . 405
1 Joachim Barrande, Défense des Colonies. Prague , 1870. pág. 155. ( Citado por M.
de la Vallée Poussin en el referido artículo de la revista belga .
468 Origen del hombre
estudio sobre los trilobites del terreno silúrico , diciendo que entre
estos crustáceos , los más perfectos de la fauna primitiva y el
eozoon canadiense, debieran haber aparecido, conforme a la teoria
del transformismo, primero los foraminíferos, despues los protozoa
rios , luégo los zoofitos, más tarde los equinodermos ; á los cuales
debieron seguir en el orden cronológico los bryozoarios , los dife
rentes órdenes de moluscos , los anélidos , y finalmente los crustá
ceos , inferiores en perfeccion á los trilobites , y haciendo ver con el
breve resúmen que allí pone de todo su trabajo como las cosas han
pasado de una manera totalmente diversa . Pulverizada así con tan
fuerte argumentacion la hipótesis de los darwinistas , no duda en es
cribir el sabio geólogo en el último párrafo de su obra las palabras
siguientes : “ Sobre una de las primeras páginas de estos estudios
hemos recordado que la observacion directa había maravillosamen
te confirmado las previsiones de las teorías astronómicas en órden
al planeta Neptuno . Por consiguiente , estas teorías se hallan en ar
monia con la realidad . En contraposicion á esto debemos hacer
constar, como resultado final de nuestros estudios , que la observa
cion directa contradice radicalmente á todas las previsiones de las
teorias paleontológicas en lo que atañe á la composicion de las pri
meras fases de la fauna primordial silírica. En efecto , el estudio
especial de cada uno de los elementos zoológicos que constituyen
estas fases nos ha demostrado que las previsiones teóricas están en
completo desacuerdo con los hechos observados por la Paleontolo
gía . Estos desacuerdos son tan numerosos y tan marcados , que
cualquiera diría haber sido hecha la composicion de la fauna real
con el determinado designio de contradecir en todo á lo enseñado por
las teorias ( de nuestros transformistas) sobre la primera aparicion
y sobre la evolucion primitiva de las formas de la vida animal en el
globo . Por tanto , las teorías paleontológicas se hallan completamen
te destruidas por la realidad , cuya prueba son incapaces de resistir .
Estos resultados están en perfecta armonía con los que nosotros.
hemos colegido de nuestros estudios sobre la primera aparicion y
sobre la distribucion de los cefalópodos en los terrenos silúricos , '
A tan abrumadores argumentos responden los darwinistas dicien
do que , efectivamente, la continuidad del progreso vital no se ha
encontrado todavía en cuanto llevan observado los geólogos , pero
que ya aparecerá más tarde ó más temprano , pues deben hallarse
nua tal como la fabricó la madre naturaleza ; pero esta pícara dueña
ha tenido siempre y en todas partes la malísima maña de ocultarnos
sus desperdicios .
A lo que acabamos de escribir, no faltará ciertamente entre los
adversarios quien responda que continuamente va caminando la
ciencia con sus nuevos inventos hacia el lugar desde donde se des
cubran esos preciosos anillos ; porque a cada paso se están encon
trando en los terrenos geológicos nuevas especies intermedias entre
las ya conocidas, lo cual da fundado motivo para esperar que por
fin se llegará á encontrar la cadena continua ideada por el darwinis
mo. Si ; como añadiendo puntos y más puntos, y colocándolos entre
dos determinados extremos , se llegará por fin á formar una línea
continua. La línea verdadera y matemática no es un mero agregado
de puntos yuxtapuestos, por pequeña que se quiera suponer la dis
tancia con que distan unos de otros; y así, intercalando puntos entre
los ya existentes, y poniéndolos en una misma direccion jamás se po
drá obtener la línea dotada de verdadera continuidad . Pues esto mis
mo sucederá siempre en el mundo orgánico con respecto a la soña
da cadena de los darwinistas, por más que den con nuevas especies
capaces de ser intercaladas, entre las ya conocidas. Los anillos que
faltan para formar la pretendida cadena han de adaptarse de tal mo
do á los ya conocidos que se continúen con ellos perfectísimamente,
como si todos juntos constituyeran una sola pieza ; esto es lo que
pide la ley de continuidad invocada por los tales naturalistas. ¿ Se
obtiene esto intercalando nuevas especies entre las ya conocidas ?
De ninguna manera ; como no se obtiene jamás una circunferencia
aumentando los lados de un polígono . Miéntras haya especies inter
caladas , faltará la continuidad apetecida ; como no habrá circunfe
rencia en ninguna linea cerrada que esté compuesta de verdaderos
lados. ¿ Qué importa por consiguiente el que nuestros transformistas
nos traigan el archaeopterix y el odontornix , especies intermedias , el
primero entre las aves y los anfibios, y el segundo entre las aves y
los mamíferos, novísimamente descubiertas ? ¿ Qué hacen al propósi
to de que vamos tratando, ni el mastodonsauro, ni el ornithocéfalo,
pi otro animal cualquiera de alguna determinada especie ? ¿ Todos
estos animales no tienen sus caractéres bien propios y marcados, por
los cuales cada uno de ellos se halla constituido en su particular es
pecie sin poder ser confundido con los demas ? Pues entonces, ¿ qué
tiene que ver ninguno de ellos con la soñada cadena de los darwi.
nistas ? Lo que hacen , sí , es protestar contra ella , porque todos tie
486 Origen del hombre
1 De Quatrefages, L'Espèce humaine, lib. 11, chap . x, pág. 66. Paris, 1880 .
segun el transformismo materialista . 789
absurda. El hoc post hoc , ergo propter hoc , tan frecuente en la boca
y escritos de los que , o ignoran las leyes de la argumentacion legi
tima , ó , conociéndolas , no hacen ningun uso de ellas al confeccio
nar sus argumentos , hace en las obras de estos escritores un juego
maravilloso . En la Naturalesa ha habido este movimiento ascenden
te : ; luego la Naturaleza sola lo ha producido! ¿ En qué reglas de
lógica se funda tan extraño modo de discurrir ? ¿ Tiene la Naturaleza
poder para llevar a cabo por sí sola tamaña empresa ? La filosofia
nos dice de la manera más terminante que en las causas naturales
no existe una virtud tan portentosa.
Viene muy bien aquí lo que dice Agassiz a este propósito .
: ** Es verdad , escribe , que la especie está limitada á un período
geológico determinado : es verdad tambien que , en todas las forma
ciones geológicas , las especies de los períodos sucesivos difieren
entre sí. Mas porque difieran , i se sigue de aquí que se hayan ellas
modificado á sí mismas ? ¿ No han sido sustituidas, reemplazadas por
otras ? El espacio de tiempo necesario para la operacion no hace
nada a la cosa . Concédase para cada periodo millones de años ; la
cuestion siempre quedará reducida á lo siguiente : cuando se ejecuta
un cambio en la Naturaleza , ¿ este cambio se ha realizado espon
táneamente bajo la accion de las fuerzas físicas y segun la ley de
estas fuerzas, ó bien ha sido producido por la intervencion de un
agente , cuya actividad ni ántes ni despues se ejerció sobre este ob
jeto ? Una comparacion aclarará más mi pensamiento . Supongamos
que un aficionado á la pintura visita un museo donde los lienzos
están colocados sistemáticamente , y donde los cuadros de las dife
rentes escuelas se hallan dispuestos en orden cronológico . Al pasar
de un salon á otro , verá cambios tan grandes como los observados
por los paleontólogos cuando pasan de un sistema de rocas á otro .
Mas porque estas obras tienen mucha semejanza entre sí , puesto
que pertenecen á tal ó cual escuela , ó son de épocas muy vecinas,
tendrá el crítico suficiente motivo para suponer que los cuadros
antiguos se han metamorfoseado para convertirse en cuadros mo
dernos, ó para negar que los unos y los otros sean verdaderos arte
factos de los artistas que vivían y obraban en el momento de ser
pintadas estas telas? La cuestion de la inmutabilidad de las especies
es absolutamente la misma que la del caso supuesto . No porque las
especies hayan tenido una duracion más ó ménos larga en las eda
des pasadas las considera el naturalista como inmutables, sinó por.
que en la série entera de los tiempos geológicos y en toda la dura
492 Origen del hombre
cion de los siglos que han transcurrido desde que fueron introducidos
en el mundo los animales y las plantas , no aparece ni la más mini
ma señal de que una especie se haya transformado en otra . Lo que
únicamente sabemos es que hay diferencia de especies en las dife
rentes épocas , cabalmente como sucede á los cuadros de diferentes
siglos y de épocas diversas . Pero mientras no tengamos sobre este
punto otros datos que los suministrados hasta aquí por la Geologia,
siempre será contrario a la filosofia y á la lógica suponer , a causa
de estas diferencias , que las especies cambian ó han cambiado , que
se transforman ó se han transformado , !!
Hasta aquí el ilustre naturalista , el cual harto tímido por cierto
anduvo en la última consecuencia de su discurso . La filosofia у la
lógica no sólo nos impiden de una manera provisional é interina,
hasta nuevos descubrimientos , el que atribuyamos a la transforma
cion materialista la diferencia de las especies orgánicas , que han
existjalo sucesivamente en el globo durante la dilatada série de los
tiempos , sinó absolutamente y sin restriccion alguna . El conoci
miento que tenemos ya adquirido con los datos de la Geologia y de
la Historia sobre los fenómenos de la vida orgánica nos autoriza
completamente á concluir de la manera más absoluta que cada una
de las diferentes especies orgánicas que han poblado y pueblan el
universo tienen en sí su esencia propia é inmutable , y que por con
siguiente no ha podido existir en el mundo la transformacion sona
da por los secuaces del materialismo . Si transformacion ha habido ,
ella no ha podido tener lugar sinó en virtud de la diestra del
Altísimo.
1
1
CAPÍTULO XXVI
1
500 Respóndese á las principales objeciones
>
s
508 Respondese á las principale objeciones
para que sinticsen los ruidos externos , la segunda para que se defeni
diesen de los insectos . ¡ Pues anduvo muy despierta la diosa de
nuestro filósofo ! Antes que estos antepasados nuestros pudiesen
sentir los ruidos externos y librarse con la cola de los insectos, años
y años debieron pasar . Durante todo ese tiempo , ¿ cómo buscaba la
referida diosa la utilidad de sus predestinados , pues no hacía sinó
fabricarles trastos inútiles ? Cuando la cola del mono , por ejemplo,
no tenía sinó dos dedos de larga , ¿ de qué servía para apartar las
moscas ? Vamos, que estos sabios dan á veces con su sabiduría en
unos disparates tan mayúsculos que ni un necio los cometiera mayo .
res . Pasemos ya á la dificultad fundada en la distribucion geográfica
de los animales y de las plantas , que á ella le toca ahora su turno .
Los transformistas, al invocar en su favor los fenómenos aquí alu
didos , parten de la suposicion de que todas las especies de un
mismo género , así como tambien todos los géneros de una misma
tribu , y todas las tribus de una misina familia , etc. , etc., han salido
de un mismo centro . Mas ¿ dónde están los argumentos que justifi
quen semejante modo de opinar? Ninguna necesidad tenemos de
de los transformistas. 513
recurrir a una doctrina como esta . Los Escolásticos, algo más dignos
por cierto de atencion que nuestros modernos sabios en materia de
prudencia , no se atrevieron á hacer una suposicion tan aventurada:
ántes juzgaron ser más conforme á la experiencia admitir distintos
centros de creacion . “ No sabemos , escribe sabiamente el eximio
Suarez , cuántos indivíduos crió Dios en cada especie de plantas;
tambien nos es desconocido si en todas las regiones y provincias del
Universo fueron producidas ó no todas las especies . Pero por lo que
podemos colegir de la experiencia , es verosímil que no todas las es
pecies de vegetales fueron producidas en todas partes , sinó unas en
un hemisferio y otras en otro , y unas en una region y otras en
otra de cada hemisferio , segun la distribucion que tuvo por más
conveniente el Criador. Porque Dios conoce muy bien los varios
climas de las tierras , las influencias de los astros , las disposiciones
de los lugares que guardan más proporcion con estos ó aquellos fru
tos de la tierra . Y si existen algunas plantas que con facilidad se
pueden conservar ó propagar en todas partes , de éstas lo más razo
nable es pensar que Dios las crió en todas las regiones , ó al menos
en aquellas adonde por su mucha distancia no era fácil su trasla
cion ' .
1
de los transformistas. 515
hayan sido derivadas unas de otras al modo dicho , y que esto mismo
haya sucedido en Europa , Asia , Africa y Oceanía. ¿ Habrán con.
seguido con esto " algo los adversarios con quienes venimos dispu
tando ? No , ciertamente : la seleccion natural, con sus acciones ciegas
y regidas por el puro azar , no es capaz de producir un órden tan
admirable , tan universal y tan constante como en la sucesion de
las referidas faunas y floras se encuentra ; ni tienen tampoco las
fuerzas de la naturaleza orgánica suficiente poder para producir es
pecies de séres nuevas y superiores en perfeccion a las ya existentes ,
áun cuando se las suponga obrar bajo la direccion de las inteligen
cias angélicas. La transformacion , por consiguiente , de las faunas
y de las floras no podrá, en tal caso , ser atribuida sinó á la virtud
omnipotente del Altísimo , que habrá querido derivar con su accion
sobrenatural y creadora unas especies de otras , y no sacarlas inme
diatamente de la materia bruta ; lo cual nada tiene que ver con el
transformismo materialista , contra quien únicamente dirigimos nues
tros tiros , y en ninguna manera pugna con las enseñanzas de la
Iglesia católica , segun lo dejamos ya apuntado más arriba.
- Vanamente acuden los transformistas á la localizacion de los tipos
en las edades pasadas, y á la correlacion universal que en ellos se
observa en órden a los que actualmente pueblan las mismas regio
nes , para confirmar con esto su teoría. Examinada bien la natura
leza de este fenómeno con todas las circunstancias que lo acompa
nan , lejos de favorecerles los confunde y condena. A ser verdad lo
que ellos afirman sobre el continuo variar de los organismos produ
cidos por la seleccion natural , esta misma correlacion se debía haber
.
520 Respóndese á las principales objeciones
I Véase sobre esta materia á Faivre, La variabilité des espèces, etc. , chap. 1 , y
á Quatrefages , Métamorphoses de l'homme et des animaux , Paris, 1862 , pág. 315 y
siguientes. Tambien el P. Haté ha escrito y publicado , en la revista intitulada: Études
religieuses , etc., 6.8 série , t . III , dos importantes artículos sobre esta materia del po
limorfisino.
CAPÍTULO XXVII
HUMANO .
1 Ps . XLVIII , v . 21 .
Origen del hombre . 527
I si Ilabere staturam rectam conveniens fuit homini propter quatuor . Prima qui
dem , quia sensus sunt dati homini non solum ad vitae necessaria procuranda , sicut
aliis animalibus, sed etiam ad cognoscendum . Unde cum cetera animalia non dele
ctentur in sensibilibus nisi per ordinem ad cibos et venerea , solus homo delectatur in
ipsa pulchritudine sensibilium secundum seipsam . Et ideo quia sensus praecipue vigent
in facie, alia animalia habent faciem pronam ad terram , quasi ad cibum quaerendum ,
et providendum sibi de victu : homo vero habet faciem erectam , ut per sensus et prae
cipue per visum, qui est subtilior et plures differentias rerum ostendit, libere possit ex
omni parte sensibilia cognoscere, et coelestia et terrena : ut ex omnibus intelligibilem
colligat veritatem . Secundo, ut interiores vires liberius suas operationes habeant; dum
cerebrum , in quo quodammollo perficiuntur, non est depressum sed super omnes par
tes corporis elevatum . Tertio, quia oporteret, si homo haberet pronam staturam , quod
uteretur manibus loco anteriorum pedum : et sic utilitas manuum ad diversa opera
perficienda cessaret. Quarto , quia si haberet pronam staturam et uteretur manibus
loco anteriorum pedum , oporteret quod cibum caperet ore : et ita haberet os oblongum ,
et labia dura et grossa, et linguam etiam duram , ne ab exterioribus laederetur, sicut
patet in aliis animalibus. Et talis dispositio 'omnino impediret locutionem , quae est
proprium opus rationis. , (S. Thom ., 1. P. , 4. 91 , art. 3 , ad 3.)
34
530 Origen del hombre.
cabeza junto al suelo , vueltos los ojos hacia atras y mirando por en
tre los brazos y las piernas , siendo éstas más largas que los brazos;
ademas, en esta posicion la sangre se le bajaría á la cabeza y no
podría vivir así largo tiempo . Por esta causa los niños , cuando la
blandura de sus huesos no les permite todavía andar en dos piés, se
ponen á gatas, con piés y manos en el suelo ; pero no apoyan su
cuerpo en los piés propiamente, sinó en las rodillas, para mantenerse
en equilibrio estable y tomar la postura ménos incómoda que puede
tener aquella edad incipiente al tiempo de ejecutar sus movimientos
de traslacion. Y áun el andar á gatas es para ellos sumamente
molesto , porque la cabeza les pesa enormemente , siendo ésta muy
voluminosa en el hombre y casi nulo el tendon cervical que sirve
para sostenerla ; razon por la cual no suelen conservar esta posicion
mucho tiempo , sinó que buscan bien pronto otra más descansada ,
ora sentados, ora tendiéndose á lo largo en el suelo .
Todo lo opuesto acontece á los cuadrumanos ; su posicion , natu
ral y descansada al ejecutar sus movimientos de traslacion por el
suelo , es la de todos los cuadrúpedos ; así es que entonces tienen la
cabeza en el estado que les corresponde , sin que por lo mismo re
ciban de ello molestia alguna . El tendon cervical , que llevan muy
fuerte y robusto para sustentarla en conformidad con todo el tipo
cuadrupedil, les libra de todo trabajo en este estado, impidiéndoles
sentir su peso ; y por otra parte , siendo en estos animales más lar
gas las extremidades anteriores que las posteriores , la actitud que
toma todo su cuerpo al poner sus cuatro manos en el suelo es ver
daderamente airosa con la cabeza levantada , libre de todo golpe de
sangre y perfectamente dispuesta para las funciones de relacion . Por
el contrario , la actitud bípeda les es violenta , no pudiendo andar
largo tiempo en dos piés , y áun entonces no van rectos como el
hombre , sino inclinados hácia adelante , empuñando gustosos un
baston para no caerse ; si quisieran ir enteramente rectos , darían un
tumbo hacia atrás .
Todo esto indica que la posicion natural en el hombre , cuando
ejecuta sus movimientos de traslacion , es la bipeda , y en los mo
nos , por el contrario , la cuadrúpeda . Pero aún hay otros caractéres
muy expresivos que revelan esto mismo con toda claridad : notemos
siquiera algunos de ellos . Primeramente , la cabeza en el hombre,
sumamente pesada por la gran cantidad de masa cerebral que le
era necesaria para los actos de la vida cognoscitiva , descansa poco
más o menos por la mitad de su base sobre el extremo superior del
532 Origen del hombre.
1 Godron , De l'espèce et des races dans les êtres organisés, tom . 11 , liv . m , chapi
tre 1, pag. 122. Paris , 1872 .
534 Origen del hombre.
1
536 Origen del hombre.
1 Cruveilhier, Traité il'Anatom . descript., tomo I , pág. 264. ( Citado por Bianconi
en su preciosa obra intitulada : La théorie darwinienne et la création , pág. 52. )
538 Origen del hombre.
perfectas que las posteriores , y que de ellas á las del hombre media
una distancia verdaderamente inmensa .
Veamos ahora la diferencia que existe entre la cabeza del hom .
bre y la del mono ; lo cual importa mucho en la cuestion que at
presente nos ocupa , pues todo el mundo confiesa que se hallan, in
timamente relacionadas en los diferentes animales las condiciones
del cerebro con las operaciones del alma. Para hacerse cargo de
ella basta echar una simple ojeada sobre el cráneo del hombre y el
de los monos antropomorfos más perfectos. Al instante se observa
rá que , mientras todos estos cuadrumanos se asemejan maravillosa
mente unos á otros en la configuracion general de esta notable
parte del cuerpo , con el hombre no guardan la más mínima propors
cion en esta parte. La cabeza del hombre se aproxima mucho a la
figura esférica ; la del mono se presenta bajo una forma oblonga y
angular: en el hombre las dos terceras partes , cuando ménos , cons
tituyen la region del cerebro ; en el mono estas dos terceras partes
están reservadas para las mandíbulas : como que la vida del prime
ro es principalmente espiritual é intelectiva , y la del segundo pura ,
mente animal . Oigamos á M. Godron trazar breve y circunstancia
damente estas diferencias; aunque mucho mejor sería ver con los
ojos del cuerpo la figura de todos estos animales y la del hombre
puestas una enfrente de la otra , segun andan impresas en los libros
que tratan de estas materias . Las diferencias entonces aparecerjan
con toda su grandeza natural, y harían más evidente la verdad de
nuestro aserto . Dice, pues, el citado escritor: “ La conformacion del
cráneo del hombre adulto , áun de raza prognata ( ó sea de cerebro
deprimido ) comparada con la de los monos antropormofos que han
adquirido ya su entero desarrollo , presenta una diferencia enorme,
y de seguro que esta comparacion no ha sido hecha sobre las mis
mas piezas anatómicas por el autor que escribía , no ha mucho , esta
frase : “ Hay casi tanta diferencia entre el cráneo de un europeo y
el de un etíope , como entre el de éste y el de un mono . La cara
"I Godron , De l'espèce et des races dans les êtres organisés, tomo 11 , liv , m , chay. ,
página 127-128 . Paris , 1872 .
540 Origen del hombre.
ros monos , porque bajo todos respectos tiene el más afinidad con
los más elevados entre éstos que ellos mismos con los más infimos
de su grupo , " . Lo mismo exactamente afirma Darwin en el capi
tulo primero de su libro sobre el Origen del hombre , citando las
palabras de Vulpiano ; y por lo que hace á las diferencias origina
das de la estacion vertical, añade allí mismo que todas ellas son
caracteres de adaptacion , y por consiguiente inútiles para estable
cer una diferencia esencial entre el hombre y el mono ?.
Vanas respuestas. En primer lugar , aun cuando supusiéramos ser
verdadero lo que estos autores falsamente afirman sobre quees
mayor la distancia con respecto a la estructura corporal de algunos
monos muy perfectos á otros del mismo grupo que la que separa al
hombre del mono , ¿ tendrían razon para asegurar que nuestras fa
zones nada prueban en contra de su teoría ? De ninguna manera.
Lo único que se inferiría de la sobredicha suposicion es que con
todas esas diferencias podrían muy bien pertenecer los monos y los
hombres á una misma especie , si no hubiese otros motivos conclu
yentes que lo impiden . Pero la cuestion que traemos ahora con los
transformistas no es ésta , sinó otra muy diferente , aunque estrecha
mente ligada con ella por lo que hace al derecho que nuestra con
clusion nos confiere en este debate , en orden á inferir de ella la
diferencia esencial entre el hombre y el mono. Si el hombre no ha
provenido por via de descendencia natural de mono alguno , tene
mos justísima razon para afirmar que su esencia no es la de un mono
modificado. Pero ahora no tratamos directamente de esto segundo,
sinó de averiguar si la estructura corporal del hombre ha podido o
no ser derivada, por via de descendencia natural, de la estructura
propia de los monos . Para esto importa muy poco sostener que la
diferencia corporal entre varios monos es mayor ó menor que la
observada entre algunos de estos animales y el hombre. Lo que
deberían probar nuestros adversarios es que con todas esas dife
rencias tan profundas como ellos suponen entre una y otra variedad
de monos , todos ellos sin embargo han brotado de un mismo tronco,
siendo lenta y gradualmente separados unos de otros por la accion
ciega de la seleccion natural . ¿ Cómo prueban esta proposicion ? La
suponen simplemente como una consecuencia del sistema, y ninguna
razon sólida aducen para comprobarla . Mas esta suposicion está en
pugna abierta con los hechos , no menos que todo el sistema gene
ral . La seleccion ciega no tiene virtud para producir tan maravillo
sas transformaciones; cada uno de los monos , perfectos ó imper
fectos en su clase , tiene todas sus partes perfectísimamente adapta
das al género de vida que le caracteriza y á las condiciones locales
del suelo en que vive . ¿ Cómo ha podido el puro acaso , sin conoci
miento alguno de órden , y sin propósito por consiguiente de reali
zarlo , producir tan ordenados artefactos, y tantos en número y tan
constantemente distintos ? Para creer que todas estas maravillas
del arte se han ejecutado por el puro azar , se necesita ciertamente
una buena dosis de voluntad transformista. La razon filosófica
encuentra en esto mil veces más dificultad que en decir que todas
las diferentes especies de monos han salido directamente de las
manos del Supremo Hacedor. Tanto más que nuestros sabios no
nos presentan los anillos intermedios que por fuerza han debido
existir , á ser verdad lo que ellos nos aseguran , sobre que todos los
monos proceden de un mismo tronco comun . Cada uno de ellos se :
ha presentado siempre perfectamente definido y distinto de los
demás ; así , por ejemplo , tomemos por prueba de ello el orangu
tan. Este animal , segun las teorías darwinianas, debe ser oriundo,
lo mismo que el hombre , el chimpanzé y el gorilla , de algun mono
ménos perfecto; pues aunque conviene con estas tres especies de
séres en carecer del hueso intermedio del carpo , y en distinguirse
por este lado de los demas pitecos á quienes dotó de este hueso la
naturaleza , sin embargo, en todo el arreglo general de la estructura
orgánica es un verdadero mono . Pero es el caso que el orangutan ,
ademas de este carácter distintivo con respecto á los otros monos
inferiores, y comun con respecto al hombre , al chimpanzé y al
gorilla , posee otros enteramente suyos y peculiares que no se en
cuentran ni en el hombre ni en otro mono alguno . Estos caractéres
son el tener diez y seis vértebras dorso- lumbares , el faltarle la uña
del dedo pulgar en sus cuatro manos , el estar privado del ligamento
redondo que todos los primates , así actuales como fósiles , llevan
en la pierna, y el no habérsele dividido los pulmones como al hom
bre y á los demas pitecos , pues mientras que el hombre tiene cinco
lóbulos pulmonares , tres á la derecha y dos a la izquierda , y siete
los otros primates, cuatro a la derecha y tres a la izquierda , sólo
el orangutan presenta sus pulmones sin lóbulo alguno , hallándose
cada uno de ellos perfectamente indiviso .
Ahora bien ; ningun mono se encuentra que pueda servir de inter
544 Origen del hombre .
1
Origen del hombre. 545
1 Au point de vue anatomique, l'homme differe moins des singes supérieurs que
ceux - ci ne différent des singes inférieurs . ( De Quatrefages , L'espèce humaine, liv . I ,
chapitre 1 , par . vin . Paris, 1880. )
35
546 Origen del hombre .
siguiente , puede dar sobre esta materia un voto tan decisivo como
el suyo . Y ciertamente este voto ha sido tal , y las razones en que
lo han apoyado han sido tan concluyentes , que ningun transformis
ta se ha atrevido hasta ahora á intentar rebatirlas. Mas que digo re
batirlas ? Ni áun siquiera mencionar sus obras han querido , cuando se
han puesto á publicar algun nuevo escrito en favor de su decantado
evolucionismo ; temerosos sin duda de que el lector, al verlas cita
das , se sintiese tentado á leerlas y viese derribado por tierra todo
el aparato de sus falsas afirmaciones ' . He aquí cómo se expresa el
primero de los sobredichos autores : “ Póngase en parangon el ce
rebro de un hombre con el de un orangutan , el de éste con el de
un chimpanzé, el de éste con el de un atele , y continuando en la
serie , el de un atele con el de un ilobato , el de un ilobato con el
de un semnopiteco, y así hasta los últimos géneros de monos , y en
ninguna parte se encontrará una distancia tan grande entre los.
miembros de esta serie , aunque se ponga atencion tan sólo en las
circunvoluciones y en el desarrollo de los lóbulos , como es la que
existe entre el cerebro del hombre y el del orangutan ó el del chim
panzé . El vacío entre el desenvolvimiento de las circunvoluciones
cerebrales del hombre y el de las circunvoluciones del orangutan 6
del chimpanzé no puede llenarse, ni ser comparado con el que di
vide al orangutan ó al chimpanzé de los lemurideos. Este lo llenan
las especies de monos existentes en el espacio intermedio : el mode
de llenar la primera está todavía por encontrarse ,, ?
El segundo , despues de haber tomado medidas en cientos y aun
en miles de cráneos pertenecientes á diversas razas , así de hombres
como de monos , escribe con plena seguridad las siguientes pala
bras : “ Resulta del conjunto de comparaciones practicadas ) que la
diferencia total del hombre al mono más cercano es más considera ;
ble que la que separa a los monos entre sí ; por tanto no dudo un
solo instante en afirmar que el tipo del cráneo humano se diferencia
del de los monos en la manera más completa , y que señaladamente
los monos antropomorfos se acercan , bajo este respecto, de una
manera mucho más estrecha sin comparacion á sus aliados natura
les y áun á los mamíferos inferiores que al hombre , ' “ Para for
marse una justa idea de los diferentes cráneos y comparar debida
mente las medidas de sus formas, no basta mirarlos por un solo
punto ó un solo lado , sinó que es preciso observarlos en todo su con
junto. Examinando de esta manera el mono y el hombre, vemos cier
tamente que en el plan fundamental convienen con todos los verte
brados ; mas tambien advertimos que los edificios levantados sobre
este plan comun son enteramente diversos . Raras veces concuerdan
ni áun en un solo punto particular; lo ordinario es que la semejanza
tenga mucho más de aparente que de real : en cuanto al conjunto,
no tienen nada de comun entre sí . En toda la serie de los mamífe
ros no se encuentra un vacío que pueda comparársele , ni áun de
lejos siquiera , al que media entre el mono y el hombre . Aun los
cráneos humanos más degradados están á grande distancia de los
cráneos de los monos más perfectos; y tienen tan estrecho enlace
con los más perfectos de la misma especie , que por sola esta dife
rencia de conformacion puramente morfológica deberíamos dester
tår para siempre de nuestro lenguaje estas odiosas palabras de se
mejanza monesca . En ninguna manera se puede justificar la osten
tacion con que tan repetidas veces se hace uso de estos vocablos,
porque no guarda la más mínima conformidad con las verdaderas
relaciones de las cosas y sólo sirve para producir en los entendi
mientos ideas absolutamente erróneas . Ni áun la semejanza superfi
cial es nunca tan grande como se la ha querido frecuentemente
suponer. Si quisiéramos sin embargo tomarla en cuenta , en vano la
buscaríamos en los monos antropomorfos, sinó que nos sería preciso
volver los ojos al gibbon ó á alguno de los pequeños monos ame
ricanos . Estos por la forma de todo el cráneo merecen , entre todos
los demás , el primer lugar , si bien por otros respectos se les coloca
más abajo. , Hasta aquí el autor citado .
Efectivamente, el cráneo del gibbon es el que más se asemeja'
entre todos los de los animales , al cráneo del hombre , como lo
puede cada uno observar echando una simple ojeada sobre el cuadro
¿ Y dónde están los grados por donde han pasado lenta é insensi
blemente hasta el que ahora poseemos ? Desde el canguro , armado
de sus dos fuertes extremidades posteriores y de su cola robusta ,
que le sirve de tercer pié , hasta nosotros , ya hay una distancia res
petable. Preséntennos , pues, Darwin y Haeckel los innumerables
anillos de esta larguísima cadena , de los cuales hasta ahora no han
parecido sinó el primero y el último, si quieren que tengamos por
nuestros verdaderos padres á los marsupiales . Hasta tanto que hayan
conseguido esto , la ciencia nos dará completo derecho para afirmar
que sus teorías no tienen otro fundamento que la fecunda imagina
sción de sus autores .
☆ Y qué decir de la respuesta del naturalista inglés , encaminada á
deshacer el argumento sacado de nuestra estacion vertical ? ¿ Con
afirmar que la estructura anatómica en el hombre se halla toda ella
dirigida a la estacion vertical , y en el mono a la horizontal por un
" simple efecto de adaptacion , ya le parece que está resuelto todo el
problema? : Quién es esa señora Seleccion para que , con todos sus
palos de ciego , adapte tan maravillosamente , y de una manera tan
universal y constante , las estructuras, que ni el artifice más porten
toso de cuantos han conocido los mortales le pueda llegar á cien
leguas de distancia en lo perfecto y acabado de sus obras ? ¿ Y cómo
-ha podido producir las tales adaptaciones con tanta facilidad , cuan
do el tránsito de una á otra estructura es mil veces más difícil que
el paso de las Termopilas ? " El pié ambulatorio del hombre , escri
be sabiamente Bianconi , y el pié aprehensor del mono , son dos
instrumentos mecánicamente apartados el uno del otro . Los instru
mentos intermedios ó de transicion no tienen posibilidad mecáni
ca. Un pié que cesa de ser aprehensor y va a ser ambulatorio , no
es ni lo uno ni lo otro : el animal entónces ni puede arrastrarse , ni
ändar ; ni es acróbata , ni pedestre. Su construccion sería un absur
do , y el animal no tendría las condiciones de existencia . Es preciso
que sea decididamente ó rastrero ó ambulatorio . Estas nociones
son harto claras en verdad . No es culpa mia el que algun naturalis
ta las haya juzgado indignas de todo aprecio , y es de lamentar
que no haya podido subir hasta estos primeros datos de la me
-cánica , 1 .
Lamentable es ciertamente el que los hombres den en precipicios
como éstos por su loco empeño de buscar cosas nuevas en este
!
CAPÍTULO XXVIII
RELIGIOSOS Y MORALES .
I Algunos mirarán quizá con malos ojos esta manera de hablar, tratándose de los
animales; pero adviertan que el Angel de las Escuelas , mirado como nadie en sus
palabras , usa tambien este mismo lenguaje en diferentes lugares de sus obras. “ Unus
quisque autem horum sensuum , escribe comentando á Aristóteles ( lib. ii De Anima ,
lect, 13 ) , judicat de propriis sensibilibus et non decipitur... sensu enim communi per
cipimus nos vivere et discernimus inter sensibilia diversorum sensuum , scilicet album
et dulce. n “ Quaedam agunt, dice en la Suma Teológica ( 1. P. , q. 83 , art. I ) , judicio
sed non libero , sicut animalia bruta. Judicat enim ovis videns lupum , eum esse fu
giendum , naturali judicio et non libero , quia non ex collatione, sed ex naturali in
stincta hoc judicat : et simile est de quolibet judicio brutorum animalium . ,
2 Plus je réfléchis , plus je me confirme dans la conviction que l'homme et l'ani
mal pensent et raisonnent en vertu d'une faculté qui leur est commune et qui est
seulement énormément plus développée dans le premier que daos le second . ( De
Quatrefages , L'espèce humaine, chap . 1, par. 8.°, pag. 15.)
!
354 Origen del hombre.
1 Santo Tomás, como ya hemos dicho más arriba , juzga ser realmente distinta la
tazon particular de la universal. Quien, como Suarez, la crea sólo virtualmente distin
xa, deberá decir que por sola esta virtualidad no se distinguiría sustancialmente nues
tra razon de la del bruto, no requiriéndose de suyo para actos de esta especie más
que una facultad orgánica; pero que a causa de la otra virtualidad, mucho más excelente
y subida, es inorgánica y esencialmente diversa de la estimativa de los brutos .
S. Thomas, Comment, in 2 lib. Aristot. de anima, lec . 13 , edicion de Parma, 1866,
tom , xx , pág. 68-69 .
550 Origen del hombre .
#
Origen del hombre. 557
1 S. Thom . I P. , 4. 78 , art . 4 .
558 Origen del hombre .
1 Sensu enim communi percipimus nos vivere et discernimus inter sensibilia di-
versorum sensuum , scilicet album et dulce. ( S. Thom . in 2 Aristot . De Anima , I. 13.)
2 S. Thom , in 3 Sentent . , dist . 27 , q. 1 , art. 4 ad 1.
3 Hé aqui cómo prueba el Santo Doctor la necesidad de esta facultad en los
brutos : Rursus considerandum est, dice , quod si animal moveretur solum propter
delectabile et contristabile secundum sensum , non esset necessarium ponere in ani
mali nisi apprehensionem forınarum , quas percipit sensus in quibus delectatur aut
horret. Sed necessarium est animali ut quaerat aliqua vel fugiat, non solum quia sunt
convenientia vel non convenientia ad sentiendum , sed etiam propter aliquas alias
commoditates et utilitates, sive Documenta . Sicut ovis videos lupum venientem
fugit, non propter indecentiam coloris vel figurae, sed quasi inimicum paturae , Et si
militer avis colligit paleam , non quia delectet sensum , sed quia est utilis ad nidifi
candum . Necessarium est ergo animali , quod percipiat huiusmodi intentiones , quas .
non percipit sensus exterior. Et huius perceptionis oportet esse aliquod aliud princi
500 Origen del hombre .
• Finalmente, la memoria , a la cual está encomendado el cuida
do de retener y conservar las especies de la estimativa , como se in.
fiere, anade el Santo Doctor, del hecho incontestable de no poner
el animal en juego esta facultad sinó cuando se siente excitado por
la percepcion de algun objeto conveniente ó nocivo al individuo ó a
la especie .
Esto en verdad es más que suficiente para probar cómo los Esco.
lásticos atribuían clara y terminantemente á los brutos conocimiento
de las acciones por ellos ejecutadas, sentimiento de su propia vida
y una cierta especie de juicio práctico sobre lo que les conviene
buscar ó huir en las determinadas circunstancias para conservarse a
si propios y para propagar la especie . Sin embargo , a pesar de todo
esto , Santo Tomás y con él los Escolásticos , por carecer el bruto
de ideas universales, le niegan la inteligencia propiamente dicha,
no obstante ver en todas sus obras señales manifiestas de perfectie
simo arte. La inteligencia la ponen en el Soberano Hacedor, que
dió á cada uno de ellos un cierto y determinado instinto para que se
moviese , guiado por su percepcion concreta é individual, hacia
aquel punto que en cada momento les conviene , no de otra suerte
que el ballestero imprime á la saeta un cierto y determinado impul.
so para que llegue al blanco á donde se propuso arrojarla . He aquí
como se expresa el Angélico Doctor sobre este particular: " La
virtud del motor , escribe, se manifiesta en el movimiento del móvil
Por esto , en todas aquellas cosas que son movidas por la razon se
descubre el orden de la razon que las mueve, aunque las cosas asi
movidas carezcan ellas mismas de razon . Así sucede que la saeta va
directamente al blanco arrojada por el saetero , como si ella misma
estuviera dotada de razon que la dirija: y esto mismo se observa en
son
los movimientos de los relojes y de cuantas obras ingeniosas
debidas al arte humano . Ahora bien ; todas las cosas naturales son,
respecto del arte divino , lo que respecto del humano son las artifi
ciales . De aquí nace el que se vea órden en los movimientos de las
causas naturales no menos que en los de cualquiera obra mecanica
fabricada por el hombre , como se dice en el libro segundo de los
Físicos ( text. 49 , tomo 11 ). Y de aquí proviene tambien que en las
acciones de los brutos aparezcan algunas astucias, por cuanto estos
séres tienen inclinacion natural á ciertas evoluciones sumamente
n tem
pium ; cum perceptio formarum sensibilium sit ex immutatione sensibili , no au
perceptio intentionum praedictarum .. ( S. Thom ., I. p . , q . 78, art. 4. )
Origen del hombre. 561
ordenadas , como originadas del sumo arte divino . Y por esta misma
causa se dice de algunos animales que son prudentes ó sagaces , no
porque en ellos haya razon alguna ó eleccion . Lo cual bien se echa
de ver con sólo considerar que todos cuantos pertenecen á una
misma especie obran de un mismo modo ,
La carencia de ideas universales que advertían en los brutos, y
*no - la falta de observacion , es la que movió a aquellos grandes doc
tores á privar de inteligencia á las bestias . No negamos que los
modernos hayan descubierto en esta clase de séres cosas muy pre
ciosas, que á ellos les fueron desconocidas; pero tambien es cierto
que no estaban tan en ayunas sobre esta materia , que á la ignoran
cia de los efectos maravillosos ejecutados por los brutos se deba el
haberles negado estos autores la inteligencia . Lo que realmente co
nocían de algunos animales y lo que suponían ser verdadero en
órden á las industrias de otros , es tal que no tiene nada que envidiar
en materia de arte é ingenio á cuanto han descubierto posterior
mente nuestros modernos sabios. Basta leer el Simbolo de la Fe de
nuestro compatricio Fr. Luis de Granada , para convencerse pleni
simamente de esta verdad . ¿ Qué señal tan expresiva de inteligencia
nos puede dar bruto alguno entre cuantos han sido observados en
los tiempos modernos , como las que vemos descritas por dicho
autor hablando de la zorra , del pulpo , del tigre , del gato , del leon ,
del lobo , de la araña y de otras varias alimañas ?
? Hé aquí lo que , entre otras cosas , cuenta de la zorra : w Tiene,
pues , artificio este animal, dice , para despedir de sí las pulgas cuando
la molestan . Mas de qué manera ? Toma en la boca un ramillo , y
metiéndose en el agua de algun rio ó de la ribera de la mar , y
tirándose del agua poco a poco hacia atrás , las pulgas , huyendo de
la parte del cuerpo que se está mojando a la que está enjuta , pro
ceden de esta manera , metiéndose ella poco a poco en el agua
hasta llegar á ponérselas todas en la cabeza ; la cual ella tambien de
tal modo zabulle en el agua que no le queda más que los ojos y la
boca fuera. Entonces , saltando ellas en el ramillo que dijimos tener
en la boca , suelta el ramo y salta fuera del agua , libre ya de los ene
migos que le fatigaban , ' . Del gato escribe lo siguiente : “ Pues las
astucias у asechanzas que el gato tiene para cazar y para hurtar,
1 Huxley, citado por Pozzy en La terre et le récit biblique de la création, libro III
cap. xi, pág. 377. Paris, 1874.
Ź Broca, Les troglodytes de la Vezire. Redue Scientifique, 16 Nov. 1872 , pág.473 .
572 Origen del hombre.
I E. T. Hamy, Précis de Paléontologie humaine, cap. vii, pág. 241. - Paris, 1870 .
2 Pozzy, La terre et le récit biblique, etc. , liv . Ili , chap. xi , pág. 387.
574 Origen del hombre.
ceptos por medio de nuestra propia razon . ¿ Qué tiene que ver toda
esta serie de conceptos universales, puros y suprasensibles, que
entran esencialmente en los dictámenes de la conciencia humana,
con la comparacion de opuestas impresiones orgánicas, habidas en
diferentes tiempos, á que pretende reducir nuestra conciencia el
nuevo proclamador del sensismo ?
Donosa moral por cierto la de este sabio , que aniquila por com
pleto la libertad humana y hace de nuestro espíritu un mero auto
mata , condenado a juzgar de la honestidad de un acto segun la
impresion material del momento ! ¿ Qué me importa a mi que, pasa
do el encendimiento de la pasion , sienta mas vivamente las impre
siones benévolas del instinto social , perennes y constantes , que las
otras malévolas é individuales , presentes ahora á mi espíritu ;sólo
por vía de recuerdo ; si cuando me hallaba bajo el influjo de estas
segundas no era dueño de oponerme á ellas , ántes juzgaba , sin po
der hacer otra cosa , que debía seguir su impulso y obedecerlas,
porque entonces su intensidad superaba a la de sus contrarias ? En
este malhadado sistema todas nuestras acciones son necesariamente
buenas , porque por una parte siempre obramos arrebatados por la
corriente más intensa que en cada momento nos arrastra , y por otra
en seguir esta corriente está precisamente toda la honestidad de
nuestros actos . El desagrado sentido más tarde no es un remordi
miento moral propiamente dicho , sinó una mera necesidad física,
semejante á la tristeza que experimenta un hombre poseido de una
vehemente pasion y convencido al mismo tiempo de que le es im
posible satisfacerla. En ambos casos hay tristeza y desagrado por
la falta de un bien apetecible en este momento dado , pero tộisteza
física y nada más . Déjate que varien las impresiones y que el sim
ple recuerdo de una accion se convierta en actual apasionamiento
por ella : entonces lo bueno y honesto será obrar conforme a este
nuevo estado de cosas , porque bajo su influjo soberano será impor
sible tener por verdadero bien sinó aquello á que la pasion arras
tra . Esto es precisamente lo que hacen los brutos ; y si ésta es la mo
ral que nos quieren introducir los secuaces de la nueva doctrina , en
verdad que progresamos en la senda de la perfeccion a las mil ma
ravillas ; en lugar de aproximarse los monos á nosotros , nosotros
seremos , por el contrario , los que a grandes jornadas vamos cami
nando hacia ellos. No há mucho que me escribía de América un
cierto sujeto las siguientes palabras : “ El darwinismo enseña que
el hombre es una derivacion del mono , adonde ha llegado esta
Origen del hombre . 579
1 Faivre. La variabilité des espèces et ses limites, par Ernest Faivre, professeur à
la Faculté des Sciences de Lyon . Paris , 1868,
CAPÍTULO XXIX
Erano
7 al 7
1
De Quatrefages, l'espèce humaine, liv. 1 , chap . II , n. I.
Unidad de la especie humana . 585
| Godron , De l'espèce et des races dans les êtres organisés, tomo ll , chap . v , pági
nas 371-372 .
1
hijo negro como un etiope , siendo por esta causa acusada de adul- .
terio y defendida por el mismo , á quien le debió la vida . Lepelletier X
refiere un caso semejante, diciendo que de padres manifiestamente
blancos y en quienes no era posible sospechar comercio alguno ili
cito con algun negro , nació un niño con el pelo lanoso y crespo del
negro , y con la tinta , fisonomía y formas del mulato .
Estos dos ejemplos no son en verdad decisivos para el propósito
de que vamos tratando , porque al fin y al cabo podemos tener en
ellos un simple caso de atavismo, no sabiendo cuáles fueron los an
tecesores del padre ó de la madre de los mencionados niños ; pero
no faltan otros que no pueden admitir la menor réplica por parte de
nuestros adversarios . Los abisinios son negros , morenos y casi blan
cos , sin embargo de pertenecer al tipo semítico , cuya fisonomía con
servan , cuya lengua hablan y cuyos caractéres usan en su modo de
escribir á lo fenicio. Los tuariks , piratas del Sahara , descendientes
de los antiguos libios , en algunas comarcas son blancos , y en otras
partes, por el contrario , tienen la piel amarillenta y áun negra , sin
que en ellos se adviertan ni los cabellos lanosos ni los rasgos carac
terísticos del negro ; lo cual no es muy de extrañar, sin embargo ,
porque ellos ningun comercio tienen con los negros , a quienes des,
precian , ni admiten para la procreacion de sus hijos alianza alguna
con los de otros pueblos. Los judíos en los países septentrionales de
Europa son blancos ; en Portugal atezados; en la provincia de Co
chin y ,en Africa, en el reino de Haussa , negros completamente ; sin
que esto se pueda atribuir á su cruzamiento con otras razas , porque
ellos no se casan sinó con los de su nacion , conservando en todas
partes los mismos instintos , las mismas costumbres. Finalmente, de
los fellatahs, pueblos que ocupan la vasta region que se extiende
desde el Niger hasta el fin de la Senegambia , escribe Godron lo si
guiente : “ El color de su piel es generalmente oscuro , pero pasando
por los variados matices del trigueño , rojizo , cobrizo , bronceado, y
algunas veces simplemente blanco oscuro . En el wauwon su tinte no
es más prieto que el de los españoles y portugueses de la clase in
ferior, y por otra parte , á veces obtiene un grado decididamente
negro . Richard y John Lander, que han vivido durante un tiempo
bastante largo en medio de los fellatahs del Niger, dicen positiva
mente que tienen un tinte moreno ó un negro de hollin . Denham
y Claperton han visto tambien un fellatah , de edad de unos cin
cuenta años , negro como el carbon , con una nariz encorvada, it
los ojos grandes y la barba muy espesa . Y sin embargo, esta colora
588 Unidad de la especie humana .
I Blumenbach, Decas prima collectionis suae craniorum diversarum genti rim illua
strata . Gottingae, 1820.
2 Prichard, Histoire naturelle de l'homme, trad . franc ., tomo 1 , pág. 400 .
3 El mismo, l. cit., tomo 11, pág . 2 .
4 Caillie, Travels through central Africa, London, 1830. ( Citado por Wiseman,
discurso tercero , segunda parte. )
5 El prognatismo consiste en la prominencia de las mandíbulas , la cual hace to
mar á los dientes incisivos la posicion oblicua.
38
594 Unidad de la especie humana .
Por otra parte , en la raza caucásica hay hombres que tienen inclina
dos los dientes incisivos , como yo mismo los he podido observar, y
otros se distinguen por la nariz remachada ó por los labios gruesos
de los negros , ' .
Sobre esto del ángulo facial, que tanto ruido ha metido, en el
mundo , y á que han apelado tambien los poligenistas para hacer
del negro una especie humana distinta de la blanca , escribe sabia
mente Pozzy : “ Observemos, finalmente , en orden a las modifica
ciones que presentan los diferentes tipos humanos por razon del
angulo facial, que estas modificaciones dependen esencialmente de
la posicion de la mandibula superior , y no de la direccion más ó
ménos oblicua que pueda tener la linea frontal , porque bajo este úl
timo aspecto las diferencias nacionales ó típicas son harto menores
que las diferencias individuales . Si en lugar de hacer llegar hasta
la parte más prominente de la mandíbula superior la línea bajada
desde la raíz de la frente , como quería Camper, la pasaramos por
el punto de encuentro de la base de la nariz y del labio superior, se
veria que esta línea se halla tan levantada en las cabezas de los ne
gros como en la mayor parte de las cabezas europeas , ?,
De lo dicho se infiere que en las facciones del rostro no presenta
la raza negra carácter alguno por el cual la hayamos de considerar
como una cierta especie separada ; veamos ahora si la conformacion
del cráneo ofrece algun motivo más poderoso para seguir la doctri
na del poligenismo . Tres cosas principalmente se encierran en esta
cuestion : Primera , la capacidad del cráneo ; segunda , su forma;
tercera , la posicion del orificio occipital . En cuanto á lo primero,
Tiedemann, sirviéndose de un procedimiento muy exacto , comparó
47 cráneos etiópicos con 71 de la raza caucásica , deduciendo de
estos estudios que la capacidad media de los unos no es inferior á
la media de los otros . Brocca , Morton y otros han llegado á un re
sultado opuesto , hallando ser algo mayor la capacidad de los crá
neos europeos. Pero las observaciones de estos mismos sabios de
muestran que es muy varia por una parte la capacidad de los crá
neos de la raza negra , y por otra que en algunos negros sobrepuja
á la que se encuentra en varios europeos . “ El doctor Morton , que
ha medido por el método de Tiedemann 256 cráneos de las princi
pales variedades del hombre , escribe Godron , ha llegado a la con
I Godron, De l'espèce et des races, etc. , tom , 11, liv, 111, chap. v, pág . 385.
2 Pozzy , La torre et le récit biblique. Apéndice , par. 2, A, pág. 463.
Unidad de la especie humana . 595
1 Wiseman, Discursos, etc.; Discurso cuarto , segunda parte , nota . Hemos toma
do la traduccion como se halla en las Vindicias de la Biblia de Du-Clot, pág . 834 .
602 Unidad de la especie humana .
A veces se ven hombres con seis dedos , tanto en los pies como
en las manos; pero tambien aparecen perros con cuatro dedos sola
mente ó con los cinco igualmente desarrollados en los pies de atrás;
y lo que es más extraordinario todavía, á algunas razas de puercos
se les forma un tercer dedo en medio de los otros dos , y todo este
conjunto se les recubre con una sola pezuña , convirtiéndose de fasi
pedos en solipedos. En algunos casos muy excepcionales vienen al
mundo indivíduos de nuestra especie con una vértebra de más; esto
empero es nada comparado con los bueyes de Placentino, que ordi
nariamente tienen 13 vértebras dorsales en lugar de 12 ; con los puer
cos examinados por Eyton , en los cuales variaban las vértebras dor
sales de 13 á 15 , las lumbares de 4 á 6, las sacras de 4 à 5 , y las
caudales de 13 á 23 .
| Brocca, Recherches sur l'hibridité, pág. 595 , traido por Pozży en el lugar citado.
612 Unidad de la especie humana.
1 Quatreſages , l. cit.
2 Volney , Voyage en Syrie et en Egypte. París, an vi iu 8." , tomo 1, pàg. 94 .
( Citado por Pozzy , La terre , etc. , pág . 520. )
Unidad de la especie humana. 615
ses , para valerme de la misma frase usada por M.Godron " , han
+ - pululado como langostas .
No son las causas físicas solamente las que han influido en la es
- terilidad de las uniones arriba indicadas. La inmoralidad de los ja
maiqueses y de las otras colonias europeas han contribuido no poco
á producir este efecto . “ Tómense en cuenta , escribe á este propó
sito M. de Quatrefages, los pormenores poco numerosos, pero muy
significativos, dados por algunos viajeros sobre la existencia de los
: europeos en las colonias , señaladamente en la Jamaica ; confrón
tense estos datos con los que suministra la observacion cuotidiana,
- y las cuestiones de cruzamiento y , de aclimatacion se esclarecerán
1 á maravilla. Al fulgor de la lumbre asi producida , será bien forzoso
reconocer que la muerte de los padres, la extincion de sus descen
dientes, no son sinó la consecuencia y el castigo del deplorable
- medio moral que ellos se han formado y donde ellos han vivido ,. ? .
Esto es lo que ha sucedido con el pequeño número de indígenas
que han quedado en Nueva -Holanda despues de la horrible carni
ceria que con una guerra de exterminio hicieron en aquella region
los europeos. En su estado de miseria y de envilecimiento se entre
gạn á la prostitucion y al infanticidio , trayendo en torno suyo la
esterilidad desoladora 3 .
fuerzas y de las propiedades del sér. Forma dat esse rei : forma est
principium virium et proprietatum entis.
Todos los caractéres psicológicos de las diferentes agrupaciones
humanas los podemos comprender bajo los nombres de facultades
perceptivas y afectivas, porque con ellos vienen significados asi los
actos de los sentidos como los de la inteligencia, y no ménos los .
afectos espontáneos del corazon que las acciones libres de la volun
tad , en lo cual está encerrado cuanto sobre esta materia podemos
imaginar é inquirir .
Comenzando, pues , por las facultades perceptivas , los enemigos
del monogenismo han exagerado extraordinariamente el embrute
cimiento de algunos pueblos , pretendiendo inferir de este fenómeno
que algunas razas son incapaces de civilizacion , y por consecuencia
diferentes tambien de la nuestra. Los negros, los bosquimanos y los
australianos, son los que más abundante materia han prestado á sus
apasionados discursos. Al pintar con tan negros colores á los infe
lices indivíduos de estas razas degradadas, olvidan estos escritores
las lecciones de la historia, y apartan voluntariamente los ojos del
estado lamentable en que se encontraban al advenimiento del Cris
tianismo, y áun algunos siglos más tarde, los pueblos que ahora bri
llan con todos los esplendores de la civilizacion europea . ¿ Qué eran
los galos en tiempo de los romanos?:qué los alemanes y los pru
sianos ? Hordas salvajes que algun poligenista de entonces habría
calificado de especies naturalmente inferiores a la nuestra . Ahora
caminan tan ufanos todos ellos por la senda del progreso , que se
tienen por la gente más civilizada del mundo entero. Los pueblos
tienen sus altos y bajos en el camino de la civilizacion, como los
tienen las familias en los bienes de fortuna y los individuos en la sa
lud de sus cuerpos .
enseñó al salvaje , que asi hizo contraer sus dimensiones por medio
del fuego , á reducir a menor volumen la cabeza del hombre sin des
figurarla siquiera ? El ejercicio de su razon , que , aplicada á un solo
objeto determinado , sabe encontrar medios para obtener lo que de
sea . Los salvajes del Ecuador , para ostentar la fuerza de su brako,
suelen conservar las cabezas de sus enemigos vencidos cuando éstos
han sido muy notables ; y como las tales cabezas en su magnitud
natural les serían muy engorrosas, procuran reducirlas á menor 10
lúmen , lo cual consiguen maravillosamente sirviéndose de um pro
cedimiento á ellos solos conocido . ¿ Puede hacerse esto sin inte
ligencia , y sin una inteligencia tan penetrante como la del artista
europeo ? Otro tanto sucede con ciertas obras de industria de los
australianos. “ M. Perron , escribe Pozzy , trajo de Australia tuna
hacha de piedra unida á un mango por medio de una masa tan dura
y fuerte, que excitó la admiracion y el asombro de todos nuestros
químicos , !
El mismo M. Berard , cuyo testimonio á nadie puede ser sospe
choso en esta materia , hablando de M. Schoelcher , diligente 'obser
vador de la raza negra , se expresa en estos términos: “ Su arsenal,
donde tuvo la amabilidad de introducirme, podía pasar por una
suerte de bazar ó exposicion de los progresos de la industria ne
gra . Difícilmente podría yo decir ahora todo cuanto ví en aquel
lugar; instrumentos de labranza armados de hierro ; telas , unas ele
gantes y ligeras, otras más sólidas , todas finalmente tejidas,y pinta
das con los más brillantes colores; ornamentos diversos, brazaletes
de oro macizo trabajado con bastante habilidad ; empleo frecuente
del cuero barnizado para el vestido y para el calzado; sables
de hierro , manuscritos, etc .; hé aquí lo que será presentado en
testimonio de la civilizacion de ciertas tribus negras. En verdad
( continúa M. Berard ) , se objetará á M. Schoelcher , que no todos
los que tienen el color negro son de raza negra ó etiópica ; que los
ashantis , los mandingos, los yolofs, los habitantes de Tombuctú , de
Hausa, de Kachena, etc. , no deben confundirse con
66 esos negros
| Berard , Cours de l'hysiologie , pág. 411. ( Citado por Pozzy , pág. 484. )
( 20) Unidad de la especie humana .
senda del vicio , por donde corre ahora ella desenfrenada sin hacer
caso de la religion y de la moral .
Ciertamente los pueblos africanos no carecen absolutamente de
aptitud para recibir el Evangelio . Son generalmente buenos y muy
hospitalarios , y consideran los actos de esta especie como impera
dos por el deber más bien que recomendados por la virtud . Por na
turaleza son de costumbres suaves , cuando a lo contrario no les em
pujan las injusticias y los artificios de los europeos . Antes de la
llegada de éstos al territorio africano , no conocian el robo , segun
Isert ! : Tanto los hijos á los padres , como éstos á şus hijos, les pro
fesan un amor entrañable y verdaderamente apasionado . Condicio
nes son éstas muy buenas para entrar en la senda de la verdadera
civilizacion , harto mejores por cierto que las de la culta Europa ,
quien , hastiada de todo lo espiritual y divino , corre ardorosa en
pos de todos los placeres mundanales , como si no hubiera otra cosa
mejor que desear sobre la tierra .
Los negros , finalmente, creen en la Divinidad como todos los
demas pueblos de la tierra, siquiera se formen con su ignorancia y
vanas supersticiones falso concepto de ella .
... Todo este conjunto de cualidades psicológicas de la raza negra
está indicando con toda claridad que los negros pertenecen á nues
tra misma especie, y son capaces de ir creciendo en la verdadera
civilizacion como nosotros . Si bien por lo que hace á la cuestion de
la unidad específica de que vamos tratando, ninguna necesidad te
nemos para demostrarla de probar que los negros son tan aptos y
tan dispuestos para las ciencias como los europeos. ¿ Cuántos hay
entre estos segundos que son naturalmente incapaces en materia de
ciencias , y sin embargo , de ninguna manera los podemos poner en
una especie diferente de la blanca ?
A juzgar de otro modo , los egipcios hubieran podido afirmar en
los tiempos pasados que los negros son por naturalesa superiores á
los blancos . “ Todos los europeos , escribe sabiamente Quatrefages ,
eran unos verdaderos salvajes cuando ya los chinos y egipcios es
taban civilizados. Si estos últimos hubieran juzgado de nuestros an
tepasados como nosotros juzgamos con harta frecuencia de las ra
zaş extranjeras, hubieran hallado entre ellos no pocas señales de
inferioridad , comenzando por este tinte blanco de que nosotros
1 Isert , Voyages en ( uinée et dans les îles Caraibes en Amérique, trad . franc, Paris ,
1793 , pág. 200,
622 Unidad de la especie humana.
tanto nos gloriamos , y que ellos habrían podido mirar como ' una
especie de enfermedad irremediable , '.
Los bosquimanos , es verdad , se hallan actualmente en un estado
de degradacion notable . Pero para juzgarlos convenientemente es
preciso mirarlos, no como se encuentran hoy dia , sinó como eran
al tiempo de establecerse por primera vez los holandeses en el cabo
de Buena - Esperanza . En aquella época los bosquimanos formában
una simple rama de la nacion , entonces muy numerosa , de los hos
tentotes ; y vivian , como ellos , muy cómodamente dedicados al
pastoreo de sus ganados , y divididos en diversas tribus, regidas
cada una con el gobierno patriarcal de sus jefes. Mas perseguidos
por una parte como bestias ſieras durante largo tiempo por los how
landeses , y oprimidos por otra con continuas guerras por los cafres,
capitales enemigos suyos , se han visto precisados á retirarse á lo in
terior de los desiertos , y á llevar allí entre rocas y zarzales una vida"
pobre y desgraciada . Esto ha dado origen al mismo nombre que
ahora llevan , que no quiere decir otra cosa sino hombres que habia
tan en las breñas. Esta vida miserable y llena de continuas priva
ciones es la que los ha traido al estado de degradacion presente,
que sabido es cuánto influye el género de vida para producir degra
daciones de esta especie .
sinó séres que “ reunen en sí todo cuanto malo se ve en los más cor ,
rompidos miembros del género humano, y añaden á esto otras varias
cosas que podrían llenar de rubor á los monos, sus hermanos. » ( Butler :
Earp ...) “ Conocido es el resultado que han tenido estas lecciones en
la Tasmania y en la Australia ; y los que deseen informarse más al
por menudo de estas cosas pueden consultar á los viajeros de todas
las naciones, así á Darwin como á Petit - Touars ,, T.
Había interés en deprimirlos y se los deprimió , poniéndolos por ?
debajo de los mismos irracionales; pero la verdad sabe abrirse paso
al través de todas las calumnias y de todos los embustes , y los aus
tralianos han aparecido cuales existen en la naturaleza , es decir, dot
tados de un entendimiento como la generalidad de todos los demas
capaces de instruccion como ellos , afectuosos, sensibles, reconoci
dos у áun accesibles á las sublimes influencias del heroismo, Ni les -
falta ingenio para las obras de industria, puesto que antes de llegar
1 Prichard , Researches into the physical history of mankind, tomo iv, pág . 266 , V.
( iodron, l. cit ., pág. 222 y siguientes.
40
626 Unidad de la especie humana .
1
del género humano. 637
*** tos, así á los del suelo como á los de las aguas dulces'ó saladas. ' ;
Una comarca está tan bien caracterizada por sus vegetales como
por sus animales y por su hombre. A su juicio, una fuerza esencial
mente local parece haber producido todos los seres , ó á lo menos
haberles impreso un sello comun . Esta generalizacion era inevitable .
Todo el que intente unir una raza humana á un centro de aparicion ,
debe con mayor motivo localizar en cada uno de ellos la causa ori
ginal de todas las formas animales ó vegetales que lo pueblan . Para
todos los seres vivientes la coincidencia geográfica debe ser absoluta .
Ahora bien ; lo que sucede con más frecuencia es que la tal coin
cidencia no existe . Entre las aguas de un rio y las riberas que lo
encauzan , puede nacer un contraste muy notable . Esto es lo que
muestran los descubrimientos del mismo Agassiz sobre la fauna
ictiológica del rio de las Amazonas . Para quien admite los resultados
publicados por el ilustre viajero es evidente que esta fauna se divide
en grupos mucho más acantonados que los de las faunas terrestres .
El mismo hecho se muestra sobre las orillas de los dos mares , se
parados por una misma tierra muy angosta . La fauna y la flora ter
restres' del istmo de Suez son las mismas en toda su extension ,
mientras que Mr. Edwars no ha hallado una sola especie de crustá
ceos comun al Mediterráneo у al mar Rojo , y mientras que el estu
dio de los anélidos me ha conducido á mi al mismo resultado . Aún
hay más : la misma region puede ser centro de aparicion para una
clase de animales, y no para otra . La Australia , por ejemplo , es un
centro de los más caracterizados para los mamíferos , y se aisla en
este sentido de todas las tierras vecinas . Cuando se trata de insec
tos, se confunde, por el contrario , con la Nueva Zelandia , con la
Nueva - Caledonia y con las islas adyacentes . Este último hecho ha
010 Unidad de origen
I Génes., cap. ix , vers. 2. En este texto de la Escritura , donde se dice que los
hijos de Noé marcharon de Oriente al Sennaar, se funda Lenormant para opinar, čo?
Bohlen у otros varios críticos , que el Ararat nombrado por Moisés no es el miser :
lugar que más tarde designaban los judíos con este nombre, ó sea la Armenia, sini
el Aryavarta , " Tierra Santa , de los iranios , situados al norte del Indostan , porque
la Armenia no está al oriente del Sennaar, sinó al norte . Esta opinion , á la cual n
deja Vigouroux en La Bible et les découvertes, etc : (tom . 1 , lib . 1, cap . iv , pág. 181) , ce
reconocer algun grado de probabilidad , coincide más perfectamente que la comun )
ordinaria con la de los naturalistas dichos, porque hace parar el arca de Noé en 19"
de los extremos de la meseta oriental arriba mencionada ; pero no se halla suficiente
mente justificada para que por ella hayamos de abandonar la otra , generalmente se
guida . Los hebreos bien sabian que la Armenia cae al norte de Babilonia , y no a!
oriente , y sin embargo siempre estuvieron en la persuasion , lo mismo que los babilo
nios , de que el arca salvadora paró en Armenia , y no en otra parte. Por consiguier
te , el texto en que funda toda su teoría el orientalista citado no debía hacerles á ellos
gran ſuerza para creer que el punto de donde partieron los hijos de Noé hácia Baby
lonia eran los montes del Indo- Kusch , y no los de Armenia. Lo que para ellos sona
ban las palabras nas'am migquedem ( profecti sunt de oriente ), no era que el Arara "
estuviese al oriente de Babilonia , sinó que la marcha emprendida por la familia de
Noé se hizo en un lugar puesto á la parte oriental de la Judea , donde habitaban In
del género humano . 645
judíos. En este mismo sentido están tomadas las palabras referidas un poco más ade
Jante en el mismo Génesis , cuando , al hablar Moisés de la separacion de Abraham y
de Lot, dice de este último ( cap. XII, vers. II ) que se apartó del oriente, vaissa' miq
quedem ( recessit al oriente ) , puesto que Lot , para separarse de Abraham , camino de
poniente á oriente , y no de oriente á poniente. El movimiento lo ejecutó en una re
gion colocada al oriente de la Judea , punto de mira del inspirado autor del Génesis,
y esto bastó para que Moisés dijese que Lot vaissa' miqquedem ( et recessit ab oriente ).
Véase sobre esto á Vigouroux , en el lugar arriba citado.
646 Unidad de origen
sitivos, para que sea posible ponerlos en duda. Los poligenistas más
decididos, áun los señores Nott y Gliddon , se han visto obligados á
reconocer el hecho, si bien no han dejado de esforzarse para dis
minuir sus dimensiones . El aumento de la talla, el ensanche de las
órbitas, la diminucion de los tejidos adiposos y de los aparatos glan
dulosos, el alargamiento del cuello : tales son entre otras las modifi
caciones profundas que ha recibido el tipo inglés en el medio ame
ricano . Edwards, Smith , Carpenter, M. Desor , el mismo Knox,
con todo su poligenismo, están unánimes en reconocerlo , 2. Luego
cita en el mismo lugar el testimonio del abate Brasseur , quien se
expresa sobre esta materia en los siguientes términos : " Un pequeño
número de años ha bastado para establecer una distincion ya muy
marcada entre los americanos modernos y los ingleses , de quienes
ellos descienden . Nosotros rogaremos al viajero que con ojo aten
to haya recorrido los Estados-Unidos, nos diga qué es lo que piensa
acerca de ciertas familias de Nueva - York y de la Pensilvania que
I J. Acosta , Historia natural y moral de las Indias. Sevilla. 1590 , lib. VI, ca
pitulo vii .
2 Godron , l. cit.,t. 11, lib . m , cap. 11. Entre otras cosas , hace ver esto en dos
germanos y en los antiguos galos. Sobre los primeros escribe: * Los germanos de Tá
eito , estos patagones de la Europa antigua , no se encuentran ya en Alemania con los
caracteres que este eminente historiador les atribuye diciendo : Truces et coerulei ocu
li , rutilae comae , magna corpora et tantum ad impetum valida ; laboris atque operum
non eadem patientia ; minimeque sitim aestumque tolerare frigora atque inediancele
solove assueverunt. ( Tacitus , De moribus germanorum libellus, cap . 1v .) Hoy diado
es posible reconocer por medio de estos caractéres á los habitantes de estos mismos
paises. Mas tambien cuán grande es la diferencia que media entre la Germania sel
vaje y la Alemania civilizada ! Quizá se atribuyan estos caracteres á los cruzamientos
del género humano . 653
con razas extrañas ; pero ya veremos más adelante en qué clase de circunstancias mo
difica este linaje de causas los caractéres de una raza. , ( Pág . 314. )
Sobre los segundos se expresa en estos términos: “ Tampoco se encuentran estos
antiguos galos de las provincias belgas , tan perfectamente conocidos de Amiano
Marcelino , que vivió largo tiempo en medio de ellos , y nos ha dejado el retrato si
guiente : Celsioris staturae et candidi pene galli sunt omnes et rutili, luminumque torvi
tate terribiles, avidi jurgiorum et sublatius ·insolescentes. Nec enim eorum quemquam .
adhibita uxore rixantem multo fortiore et glauca, peregrinorum ferre poterit globus: tum
maxime cum illa inflata cervice suffrendens, ponderansque niveas ulnas et vastas, admix
tis calcibis, emittere coeperit pugnos ut catapultas tortilibus nervis excusas. Metuenda:
l'oces complarium et minaces placatorum juxta et irascentium . , (Amm. Marcell., Rei um
gestarum , lib. xv , cap. x11 . ) Ninguno de estos caractéres puede ser atribuido á los
franeeses de nuestros dias , y mucho menos á las señoras francesas. Pero tambien se ha
obrado una transformacion completa en las costumbres de nuestra nacion desde los
tiempos de Amiano Marcelino.
Para hallar hoy dia los originales de estos retratos , que con mano maestra nos han
trazado los autores latinos , seria preciso ir á la peninsula escandinava ; allí es donde
se encuentran todavía entre las gentes del campo , las cuales han conservado la vida
sencilla de sus antepasados. ( Godron , l. cit., pág. 314-315 .)
054 Unidad de origen
cada uno de ellos ha sido firme y constante en vivir con los mismos
usos y costumbres que habia recibido de su madre patria , y asi,
naturalmente, la mudanza fisica que han experimentado ha sido
muy pequeña. No ha sucedido lo mismo á los portugueses estable
cidos en Malaca por la razon contraria arriba expuesta. Y esto se
ve muy claramente por lo que acontece á los individuos de esta
misma nacion en el Brasil: allí han sido fieles en guardar los usos
de la madre patria , y su físico tambien ha permanecido en conse
cuencia sustancialmente el mismo .
En los polinesios se observa el mismo fenómeno que acabamos
de indicar. Todos ellos , exceptuando los pertenecientes á la raza
negra oceánica , pertenecen evidentemente a un mismo tronco ,
como lo prueba la identidad de caractéres físicos y lingüísticos en
ellos reinante, pues en todos se ven los mismos rasgos fundamen
tales y se oye hablar la misma lengua. Sin embargo , segun el gé
nero de vida que cada uno de ellos está obligado á llevar por las
condiciones topográficas del país en que reside , así tambien las mó
dificaciones físicas resultantes son diversas. Los jefes se diferencian
mucho de la gente plebeya , así en la talla como en otras propie
dades físicas , y los habitantes de las islas fértiles son mucho mejor
conformados que los que viven en las pobres y estériles.' “ Esta
verdad se hace evidente , escribe Godron , si se ponen en parangon
los polinesios de los archipiélagos de la Sociedad , de las Marquesas,
de los Amigos , etc. , con los desgraciados habitantes de las islas
Pomotu , á quienes la pobreza de su estrecha morada mantiene en
el estado de la más profunda barbárie , y la escasez de recursos
obliga a vivir desnudos , y á buscar en los inciertos productos de la
pesca los medios principales de su subsistencia . Hecha esta compa
racion , se verá que estos infelices reciben de su miseria un aire triste
y salvaje , y que se apartan de los taitianos y nukahibianos, menos
quizá en los rasgos principales de su fisonomía , que en sus formas
corporales desgraciadas y desproporcionadas , '
Por lo que toca á la diferente coloracion de las dos razas existen
tes en la Oceania, antes de hablar de ella los poligenistas nos debe
rian probar que la existencia de entrambas razas en la misma region
data de muy antiguo . Mas esto es lo que no pueden ellos hacer,
porque ha habido transmigraciones á estas islas en diferentes tiem
pos . “ Sin que pretendamos resolver el difícil problema relativo al
last
ت
• Te
CAPITULO XXXI .
I Puede verse esta carta integra en el discurso octavo del cardenal Wiseman,
pág. 905-906 de las Vindicias de la Biblia . La opinion más fundada es que el Ramses
conteinporáneo de Moises fué Ramsés II . Véase sobre esto á Vigouroux, La Bible
les découvertes modernes, tomo 11, pág. 220 y siguientes .
2 Mariette, Notice desmonuments, etc. Alexandrie, 1864,
en órden á la antigüedad del hombre . 669
era cristiana Y luego , en la nota , añade lo siguiente : “ Esta es
la opinion de M. Brugsch , si bien , conforme á un cálculo de Hero
doto , la hace retroceder hasta el año 3400. Confiesa , sin embargo ,
que Diodoro presenta una data mucho más reciente . Esta es tambien
la opinion del sabio M. Mariette , quien coloca hacia el año 2500 la
al construccion de la gran pirámide bajo Chu -Fu ( Cheops ) , de la
cuarta monarquía . n
1
San Agustin ha tratado tambien esta cuestion de la antigüedad
egipcia , concordando con los cálculos comunes de la cronologia
vulgar . “ Quid autem sapientiae , escribe en el lib . xviii , cap . XXXVII
De Civitate Dei, esse potuit in Ægyptiis , ante quam eis Isis , quam
mortuam tamquam deam magnam colendam putaverunt taverunt ,, litteras
traderet ? Isis porro Inachi filia fuisse proditur , qui primus regnare
coepit argivis , quando Abrahae jam nepotes reperiuntur exorti . „ Y
levantando la voz contra la audacia de ciertos hombres que atribuian
á la monarquía egipcia nada ménos que cien mil años de antigüe
dad , comienza el capítulo xi del mismo libro con estas palabras:
4. Frustra igitur vanissima praesumptione garriunt quidam dicentes,
de
ex quo rationem siderum comprehendit Ægyptus amplius quam
centum annorum millia numerari . ¿ In quibus enim libris istum nu
ac
merum collegerunt qui non multum ante annorum duo millia litteras
magistra Iside didicerunt ? Non enim parvus auctor est in historia
Varro , qui hoc prodidit .
En esto de multiplicar los siglos , no han andado escasos cierta
mente los pueblos de la antigüedad ; la casta sacerdotal de Egipto
daba á sus reyes quince mil años de existencia , y pretendia probar
á los Atenienses , contra toda la voluntad de estos ilustrados ciuda
danos , que Aténas era una colonia egipcia fundada por los habitan
usta
tes de Sais 8.000 años antes de la era cristiana: los indios multipli
caban los años hasta el infinito, dividiendo la cronología en cuatro
edades , cada una de las cuales , excepto la última , que es la histori
ca , comprendia muchos miles de siglos : los chinos hacian otro tan
to, recurriendo á sus fingidos cálculos de matemáticas .
Pero harto benigno se mostrará con todos estos pueblos quien
conceda á su civilizacion una edad de tres mil años anteriores al es
tablecimiento del Cristianismo . Ya hemos visto cuál es el parecer de
los sabios en esta parte. Los papiros de Egipto concuerdan con
Maneton , Herodoto , Diodoro y Eratostenes en poner a Ménes á la
1 Riancey, Histoire du monde, tomo 1 , liv. I. chap. VII, pár. 11, pág. 411 .
670 El Catolicismo la ciencia
I César Cantú, Hist, unir ., tomo 1 , época 2.a, cap. xi, pág. 14 ) , traduccion de
D. Nemesio Fernandez Cuesta. Madrid , 1854 .
en órden á la antigüedad del hombre . 671
1 Haté , Les résultats des recherches préhistoriques d'après les travaux des congres
et sociétés savantes. ( Conclusion , fin .) ( Publicado en los Études religieuses, en elmes
de Setiembre de 1876. )
en órden é la antigüedad del hombre. 673
هم ت
í Hamard, Études d'Archéologie, Avant-propos, pág. Vii-xi . Paris , 1880 .
اولی
676 El Catolicismo y la ciencia
1 Revue des deux Mondes , 15 de Abril de 1875. ( Citado por el P. Valroger, Rex
des quest, histor ., Abril , 1876. )
2 Matériaux , Mayo , 1876 .
3 Quatrefages , L'espice humaine, lib , Ili , chap. xii , num . 4 .
en órden á la antigüedad del hombre . 679
Plinio dice que el deseo del vino fué el que empujó á los galos á
echarse sobre Italia ( xii ) ; que la ballena , hoy dia retirada a los ma
res polares, frecuentaba en su tiempo los golfos de Gascuña y de
Lion ( 1x , 6 ) ; que la Galia era notablemente húmeda ( XVII, 8 ) ; que
en su costa meridional habia numerosos estanques ( III , IX ) , etc., etc.
Este estado de fría humedad , que persistió en Francia y en otros
países. del Norte durante varios siglos de la era cristiana , como lo
prueban los numerosos testimonios aquí citados , y otros varios que
trae Hamard en la obra ántes nombrada ' , dan bien á entender que
la época glacial con todos sus hielos, nieves , aguaceros y aluvion
cuaternario no se halla tan distante de nosotros como se han com
placido en pintárnosla los amantes de la prehistoria para dar algun
colorido á su favorita teoría del hombre mono , sinó que , por el
contrario , tuvo lugar en los dos o tres mil años que se siguieron al
diluvio bíblico . .
Por donde de ninguna manera puedo aprobar la idea emitida por
M. Jean d'Estienne en la Revue des questions scientifiques, en el nú
-mero de Julio de 1881 , donde concede con Credner a la época gla
cial y cuaternaria una duracion de muchos miles de años , y afirma
que el hombre existia quizás ya al principio de esta edad inmensa 2 .
¿ Qué hicieron los hombres durante tan enorme número de siglos ,
que ninguna memoria se ha conservado de la tal existencia ? Todas
las artes que existen en el mundo son de moderna invencion , en
términos que no hay una sola cuya data se esconda en las tinieblas
de la antigüedad. Lo mismo sucede con el origen de los imperios ,
de las leyes y de la civilizacion de los pueblos . En tiempo de Ovidio
todavía se ignoraba que estuviese habitada la zona tórrida ; de la es
fericidad de la tierra nada se sabia entónces con certeza ; la existen
cia de los antípodas ha permanecido oculta hasta Colon . Deberáse,
pues , afirmar que nuestros antepasados , durante todo ese numero
so período de tiempo , llevaron vida de verdaderas bestias , sin con
ciencia de sí mismos , sin aptitud para progresar en las ciencias ni
en las artes , es decir, como se los fingen los partidarios del hom
bre-mono . Este argumento de la reciente data de todo lo humano
es de tanto peso , que no pudo menos de hacer grandísima fuerza
1 Hamard , Études critiques, etc. Supplément au gisement du mont Dol. cap, II,
pár. vi , pág. 223 y siguientes,
2 Véanse las páginas 151 , 152 y 153 de la citada Revista , en el número que aca
bamos de nombrar.
680 El Catolicismo y la ciencia
Que los cantos erráticos esparcidos por las inmensas llanuras del
norte de Europa en una extension lo menos de 40.000 millas cua
dradas hayan llegado al lugar que ahora ocupan en la manera ex
puesta por Credner conforme á la teoría de los grandes ventis
queros , es una mera hipótesis y nada más. Por ella no hay razon
ninguna para rechazar como improbable la ingeniosa idea del abate
Gainet , que atribuye a la accion inmediata del diluvio la dispersion
de los referidos cantos; que las aguas del diluvio tambien pudieron
depositar fango en algunas partes , y restos de rocas y cantos erra
ticos . Antes el tal modo de dispersion defendido por Gainet nos
parece mucho más aceptable que el de Credner , porque no tenemos
por admisible la época glacial caraçterizada con las proporciones
enormes que le atribuyen sus defensores . Ya en otro capítulo hemos
impugnado con el P. Haté esta pretendida época , que no es sinó
un puro sueño, entendida como la proponen los secuaces de la pre
historia .
La sola existencia de los cantos erráticos en algun lugar no es
razon suficiente para que por ella hayamos de admitir el paso de los
hielos por aquella region . Dice muy bien Hamard á este propósito:
“ Las rocas pulimentadas, estriadas , rizadas, las morenas y los cantos
rodados , cuando concurren en un mismo lugar, son motivos sufi
cientes para pensar que allí ha habido un ventisquero; pero tomados
aisladamente, constituyen una probabilidad y nada más . Sin duda
los hielos en movimiento pulen los guijarros, surcan y cincelan ta
roca subyacente, acumulan sobre sus flancos y en su base detritos
heterogéneos con que están formadas las morenas ó canchales,
I Hamard , 1. cit ., pág. 245-246. Véase sobre este asunto un importante artículo
del P. Haté publicado en los Études de 1879 , pág. Ili y siguientes.
688 El Catolicismo y la ciencia
1 Véase sobre esta materia el abate Moiguo Les Splendeurs de la foi, t. II, pág. 733
y siguientes; y Chabas, Études sur l'antiquité historiqne, pág. 560 y siguientes.
2 Moigno, l. cit., pág . 746 .
Chabas , l. cit. , pág . 566 .
en órden á la antigüedad del hombre. 689
crito los antiguos , y por otra lo poderoso que es aún hoy día el
Nilo en el valle que atraviesa su corriente , bien podemos asegurar
que el comienzo del delta no sube más arriba de 5 á 6.000 años .
En tiempo de Homero , la única ciudad notable era Tebas . Herodo
to cuenta , como ya tengo dicho , que en 900 años subió el nivel
del terreno en el valle del Nilo de siete a ocho codos , que vienen á
ser unos tres ó cuatro metros . La lengua de tierra donde Alejan
dro edificó á Alejandría, no existia en tiempo del cantor de Troya .
La ciudad de Roseta , que fué fundada hace mil años á orillas del
mar, dista ahora de él ocho kilómetros . En veinticinco años ha re
cibido una prolongacion de dos kilómetros el cabo de esta misma
ciudad .
El mismo Fergusson , cuyas palabras citábamos poco ha , resume
en los siguientes términos las observaciones que acerca del Ganges
hizo él mismo durante su larga permanencia en las Indias : “ Largos
estudios , dice , hechos sobre estos lugares , me han convencido de
que todo el delta y la forma actual del valle del Ganges son de ori .
gen muy reciente , y todas estas transformaciones han debido ha
cérse con mucha rapidez . Tres mil años antes de Jesucristo , el úni
co punto habitable de la llanura de Bengala era la parte que se
extiende entre el Sutledge y Jumne ; hacia la época del nacimiento
de Cristo no hubiera sido posible todavía edificar ciudades sinó en
las colinas meridionales y al pié del Himalaya ; hasta mil años des
pues de Jesucristo no estuvo bastante seca la llanura regada por el
Ganges para que se pudiese edificar allí , á alguna notable distancia
de las colinas , una ciudad como Gour ; el delta propiamente dicho
no se hizo habitable hasta el siglo xiv , y en el siglo pasado se die
ron trazas todavía para poder aprovechar mucho terreno que antes
estaba hecho un cenagal lleno de juncos . ,
Los amantes de la prehistoria opondrán sin duda a la reciente
formacion de este delta la del Mississipí , que al doctor Dowler le
pareció antiquísima, nada ménos que de 57.007 años . En el moderno
delta de este río cerca de Nueva Orleans, haciendo unas excavacio
nes, ha sido hallado un esqueleto humano á diez y seis piés de pro
fundidad , debajo de cuatro bosques sepultados en tierra y puestos
uno encima de otro, segun cuentan los partidarios de la nueva es
cuela . Para la formacion de cada uno de estos bosques exige Vogt
14.000 años, por lo que el hombre allí enterrado debe pertenecer á
una edad antiquisima. Sin embargo , la configuracion de su cráneo
manifiesta que pertenece á la raza americana todavía existente de
692 El Catolicismo y la ciencia
it
I Kerviler, Le chronomètre historique de Saint - Nazaire, publicado en la Revue des
questions scientiſuues, Janvier 1881 , pág . 29 .
694 El Catolicismo 1 la ciencia
1
700 El Catoliiismo y la ciencia
más valedera por cierto . Este naturalista sostiene que debe ser
muy grande la antigüedad de los referidos bancos , porque , entre
otros huesos de animales, aparecen tambien allí los del gallo silves
tre ; linaje de ave, que ya hace muchísimo tiempo debió haber des
aparecido de aquellos lugares con la extincion de los abedules , cu
yos tiernos renuevos le suministran el alimento en la primavera . En
primer lugar, este ave, que todavía no ha desaparecido del globo,
no sólo come los sobredichos renuevos, sino tambien otras muchas
cosas ' , y por consiguiente, no hay razon para afirmar que la falta
de los abedules le haya ocasionado la muerte en Dinamarca . Ade
mas, aunque en los tiempos históricos de esta region no broten ár
boles de esta especie , bien pudieron haber brotado en tiempos
anteriores, cuando Dinamarca estaba sepultada en el salvajismo , y
reinaba la civilizacion en Egipto y en varios pueblos de Oriente;
tiempo que dista mucho de pertenecer a la imaginada antigüedad
de nuestros prehistóricos.
Toda esta multitud de hechos geológicos que citan en favor de
su tésis los partidarios de la nueva escuela , y otros varios que se
pudieran todavia alegar, quedarán siempre sin valor alguno en ór
den á la prehistoria , constándonos por una parte que la época actual,
no sólo sigue inmediatamente á la cuaternaria , mas tambien es
una verdadera continuacion suya , segun se desprende de los fenó
menos del globo terrestre, y siendo de mucha consideracion los
efectos que áun en los tiempos históricos de la misma han sido pro
ducidos por los agentes de la naturaleza . Esta continuacion de
entrambas épocas, unida a la magnitud de los fenómenos realizados
en la segunda de ellas, áun en tiempos sumamente recientes, nos
está diciendo á grandes voces que estos últimos son el remate de
los primeros , y que por consecuencia, no puede ser muy grande la
distancia que debe mediar entre unos y otros . Indiquemos algunos
de estos fenómenos , pertenecientes a la época actual . El golfo de
Botnia , que en tiempos pasados estaba unido al mar Blanco , ahora
se halla separado de él por una grande extension de terreno , mer
ced al levantamiento gradual de esta region , que todavía continúa
en su movimiento ascendente de un centímetro por año , y aún más
en algunos lugares, segun consta de observaciones practicadas con
gran diligencia . Mientras tanto , en estos últimos cuatro siglos se han
1
CAPÍTULO XXXII
.
Edades PERÍO
. DOS ÉPOC
. AS .
DISTINTIVOS
CARACTERES
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medio
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707
708 El Catolicismo y la ciencia
Esto supuesto , ¿ qué cosa puede haber más natural que ver en
los pueblos de la edad de la piedra , no unas tribus autóctonas que se
levantan á duras penas y por grados del estado salvaje al de
civilizacion , sinó á los descendientes de los aventureros , a quienes
el deseo de independencia , el gusto por la caza y la aſicion a lo
desconocido han arrojado , como al pueblo de los atolls , fuera de
los límites del mundo habitado ? En los vastos bosques frecuentados
por bestias salvajes que detenían hasta nueva órden el vuelo de la
cultura , estos atrevidos aventureros , precursores de los cazadores
americanos , han perdido poco a poco los usos de una civilizacion
en órden á la antigüedad del hombre . 713
car los hechos para no ver tan contrariado con ellos su bello ideal .
M. de Schliemann protestó contra esta villanía escribiendo a los
redactores de los Materiales para servir á la historia natural y
primitiva del hombre una carta que ellos publicaron , haciéndole
preceder la observacion siguiente : “ Es cosa generalmente admitida
hoy dia que la mayor parte de los pueblos han pasado , en el perio
do de la infancia , por las mismas vicisitudes industriales. Los restos
de la civilizacion rudimentaria de la edad de la piedra están siempre
en la base de otras ruinas. ¿ Habrá hallado M. Schliemann una ex
cepcion a la ley general en las ruinas que él atribuye a la Troya de
Homero . Segun dice , en sus excavaciones ha visto que “ las señales
de la civilizacion aumentan con la profundidad; , es decir , lo inverso
de lo que se observa en las otras estaciones de la antigüedad, ó,
por mejor decir , de lo que debería observarse segun la prehistoria , !.
En esta carta decía M. Schliemann , entre otras cosas, lo siguien
te : “ Vuestra opinion sobre la edad de la piedra está refutada por
los hechos que yo he presentado a vuestra vista. Las capas de es
combros de la edad de la piedra deberian por necesidad hallarse en
lo más profundo , sobre la tierra virgen , y debajo de todas las otras
capas de las ruinas . Pero nada de esto sucede , como he tenido la
honra de explicaroslo más de una vez . Las señales de la civilizacion
aumentan en el solar de Troya con la profundidad, y justamente
las más hermosas vasijas están entre diez y quince metros debajo
de la superficie del suelo . Las vasijas tienen siempre allí dos tubos
á cada lado , y en la misma direccion una abertura en la boca, para
ser suspendidas por una cuerda ; todas las tazas tienen largos tubos
horizontales de suspension . Esta vajilla , tanto por su calidad como
por sus adornos , supera con mucho á todo cuanto se encuentra en
las capas donde existen los restos de las naciones siguientes . Entre
estos adornos , grabados y llenos de arcilla blanca para que hieran
la vista , se encuentra representado el swastika ? y la cabeza de
mochuelo , lo cual es prueba de que esta primera nacion era de la
1 Histor . Franc . , IV , 4 .
2 Fergusson , Les monuments mégalithiques de tous les pays , págs. 297 y 311 ,
3 Chabas, Études sur l' antiquité historique, etc. , págs. 532 y siguientes,
4 César, De bello gallico , lib. iv .
en órden á la antigüedad del hombre . 735
cedieron más tarde los bátavos, sin arrojarlos empero del territo
rio ; pues los vencidos vivieron mezclados con los vencedores, como
consta de los túmulos fabricados por aquéllos en los primeros siglos
del Cristianismo . Los objetos que se encuentran en estos túmulos
son pedernales, ya casi del todo brutos, ya elegantemente pulimen
tados , y vasijas toscas y groseras en union con otros objetos de
una civilizacion mucho más avanzada , y comprendida , segun escribe
M. Pleyte , entre el primero y sexto siglo de la era cristiana !
La Sagrada Escritura nos ofrece tambien en el pueblo hebreo
otra prueba de que este género de monumentos no lleva consigo
la antigüedad que á su antojo han querido señalarles los partidarios
de la prehistoria . Basta examinar algunos lugares de la Biblia para
convencerse de esta verdad . Vea quien guste los siguientes : Ge
nes ., XXVIII , 18 , XXXI , 45-52 ; Deuteron . , XXVII , 2-5 ; Josué , vii , 26 ;
VIII , 29 ; XXIÙ , 26 ; II Reg . , XVIII , 17 , donde hallará casi todos los
monumentos de esta especie. El primero de estos lugares nos ofre
ce un menhir levantado por Jacob en honor de Dios Nuestro Señor .
Cuando los hebreos pasaron el Jordan , tomaron del álveo del rio
doce piedras , que despues fueron puestas en un lugar vecino como
testimonio de aquel acontecimiento por órden del Señor , formando
así un verdadero cromlech. Y como recuerdo de este mismo hecho ,
Josué mandó poner otras doce en aquella parte del rio donde los
sacerdotes habian estado sustentando en hombros el arca santa 2. '
Aún más : hoy mismo se usa este linaje de monumentos entre los
indios 3. Y esto nada tiene de extraño , porque es muy natural que
hayan sido construidos en todos tiempos . Como observa muy bien
el abate Hamard , “ la idea de acumular piedras para perpetuar el
recuerdo de un suceso , y sobre todo para fijar el lugar preciso don
de descansan los restos venerandos de un pariente ó de un amigo ,
es la cosa más óbvia del mundo , y en todos los tiempos ha debido
ocurrir á los hombres , 4 .
Finalmente , para concluir esta cuestion de los monumentos me
galíticos , basta nombrar el pueblo que los ha construido en Europa ,
y con esto solo se conocerá que no pueden datar de una época muy
antigua. Este pueblo es sin género de duda el de los celtas , como
1 Chabas , Études sur l'antiquité historique , etc. , cap . vil , págs. 158 y si
guientes .
BS
CAPÍTULO XXXIII
I Chabas , Études sur l'antiquité, etc., cap . VIII , pár . 5 , págs. 566-567 .
2 Véase lo que dejamos escrito sobre este particular en el cap . xvi al hablar del
diluvio .
746 El Catolicismo y la ciencia
1 La famosa mandibula de Moulin Quignon , que tanta materia dió á las discu
siones de los sabios los años pasados, puede ser ya considerada como una moneda
de mala ley fraudulentamente introducida en el campo de la ciencia por quien , ó de
seaba adquirir con ella moneda verdadera , ó se quiso divertir á costa de los que an
daban en busca de hallazgos de esta especie. El doctor Evans , en su obra intitulada:
Ancient stone implements, pág. 617 , decia el año de 1872 : “ Yo ya he pronunciado sobre
ella mi requiescat in pace en el Athenacum de 4 de Julio de 1869. No hay que tratar
ya de este objeto. , V. Moigno Les splendcurs de la Foi, tomo 11 , pág. 764-768 .
en órden á la antigüedad del hombre. 747
gran serie de siglos , ó que unos y otros hayan vivido juntos así
antes como despues del diluvio .
Pero para que no digan nuestros adversarios que andamos con
ellos por extremo rigurosos , démosles muestras de verdadera gene
rosidad concediéndoles cuanto sin pruebas suficientes tienen por
cierto , á saber : que el hombre ha existido con las especies ya ex
tinguidas del período cuaternario desde el principio de dicho perío
do . Con esto empero no habrán adelantado nada todavía en el
asunto de que vamos tratando , si no nos prueban al mismo tiempo
que este período ha sido de muy larga duracion ; lo cual no podrán
coltseguir jamás , porque consta precisamente lo contrario , segun se
infiere de lo que dejamos escrito . Más arriba , en efecto , hemos
traido pruebas irrefragables sobre este asunto , y hemos citado ade
mas en nuestro favor los nombres de respetabilísimos geólogos ,
cuyas conclusiones científicas concuerdan perfectamente con nues
tras ideas . Uno de ellos , el ingeniero Belgrand , resume así sus
completos y concienzudos estudios sobre el Sena : “ El relieve ac
tual del álveo del Sena es debido á unas grandes corrientes de agua,
probablemente de muy corta duracion , que han surcado el valle de
arriba abajo , despues de haber sido depositados los terrenos mioce
nos . , Chabas tambien resume los suyos sobre el Saona , diciendo
que “ estos yacimientos no pueden remontarse más allá del año 1000
ántes de nuestra era , '.
Pero aún tenemos otra razon poderosa que tiende á confirmar
esto mismo , la cual se halla contenida en la enunciacion de la se
gunda cuestion que nos hemos propuesto tratar acerca del argu
mento paleontológico. En efecto , esta proposicion es la siguiente :
Ni la evolucion numérica , ni la emigracion y extincion de las espe
cies cuaternarias , exigen un espacio de tiempo muy extenso ; ántes
bien las especies domésticas , cuyos restos se hallan confundidos
con los de las otras llamadas cuaternarias , prueban la corta duracion
del mismo . Comencemos por la primera parte de esta proposicion .
La evolucion numérica de una especie no es proporcional al tiempo
en que se la quiera hacer existir , sinó á las condiciones de existen
cia en que se halla colocada . Si estas condiciones son favorables, en
breve tiempo puede adquirir un grande desarrollo . Buen ejemplo
tenemos de esto , entre otros muchos que se pudieran aducir , en las
especies domésticas importadas en América por los europeos . Los
1 Véase sobre esta misma materia un excelente articulo del P. Haté, publicado en
dos Études de 1875 , livraison d'Avril , pág . 545 y siguientes .
2 Études religieuses, etc. , l. cit., pág . 561 , nota .
754 El Catolicismo y la ciencia
intento por alguno que sólo quiso conservar los nombres más prin
cipales . En el capitulo xi del Génesis el texto griego trae la gene
racion de Cainan , padre á los 130 años , la cual no se encuentra en
los otros . Como San Mateo en la genealogia de Jesucristo contó los
ascendientes del Salvador de manera que en las generaciones com
prendidas entre Abraham y David , entre este gran rey y la trans
migracion de Babilonia , entre esta transmigracion , finalmente , y el
nacimiento de Cristo apareciese siempre el mismo número cator
ce ; así tambien el mismo Moises , al escribir en un principio las
genealogias , y más tarde otro cualquiera al transcribirlas, pudieron
llevar el marcado propósito de reducirlas á nueve o diez generacio
nes principales , haciendo caso omiso de otras menos importantes ó
indignas de ser contadas por los pecados de los comprendidos en
ellas . Así , San Mateo , en su genealogia , omitió de intento tres ge
neraciones ; porque , como con San Jerónimo escribe el angélico
Doctor Forant se habia mesclado con el linaje de la impiisima Fe
sabel ; y por la misma causa es omitida por San Juan en el Apoca
lipsis la tribu de Dan en la lista de los escogidos pertenecientes al
pueblo hebreo ?
Por estas y otras razones semejantes escribió hace ya algunos
años con juiciosísimo criterio el ilustre naturalista P. Bellynk , de la
Compañía de Jesus, las siguientes palabras: “ No hay cronologia en
la Biblia (antes de Abraham ) . Las genealogías de nuestros sagrados
libros, de donde han sido sacadas varias séries de fechas, presentan
á veces vacíos . Ć Cuántos son los anillos que faltan a esta cadena
2 I S. Thom ., 3 , q . 31 3 ad 4 .
2. S. Juan, Apocal., cap . vn .
3 Études relig ., Avril 1868, pág. 578 .
4 M. Emmanuel Cosquin en la Revue des quest. scientif. Janvier 1880 , pág. 286.
766 El Catolicismo la ciencia
1 M. Emmanuel Cosquin en la Revue des quest, scientif., Janvier 1880, pág. 286.
2 Todas estas reflexiones que acabamos de hacer sobre la cronologia sacada de
los libros santos las hace tambien el sabio y prudente Vigouroux en el primer tomo
de su Manuel biblique, núm . 314 y siguientes .
3 Reon, Estudios de Cronologia universal, parte primera, tit. iv , cap. 11 , pág. 114 .
en órden á la antigüedad del hombre. 767
**
CAPÍTULO XXXV
como el que aquí se les achaca ; ántes acostumbran fundar sus teo
rías en razones fuertes y poderosas , sobre todo cuando no es ano
ú otro , sino toda la escuela entera , como aquí sucede , quien unáni
memente las proclama.
La autoridad no es la esencia de la sociedad , sino un atributo
emanado de ella. Por eso los Escolásticos , al sostener que el sujeto
natural del poder civil no es alguna persona determinada , sinó el
cuerpo entero de la nacion , estaban muy lejos de incurrir en el ver .
gonzoso paralogismo que falsamente se les atribuye. Su doctrina
será lo que se quiera , pero por esta parte se presenta bien limpia é
inmaculada . Basta considerar para convencerse de ello estas solas
palabras del Angélico Doctor : “ Cum minus principale sit propter
principalius , materia est propter formam substantialem ; sed e con
verso forma accidentalis est propter completionem subiecti , !. Si
la autoridad es la forma sustancial de la nacion , ella será lo mas
noble y principal de todo el sér político , y al bien de la autoridad
deberá ser subordinado el bien de todos los ciudadanos y de la so
ciedad entera , como deben ser subordinados al bien del alma en el
hombre los bienes particulares de los miembros y áun el universal de
todo el cuerpo . Porque, como lo menos principal sea por lo que es
lo más en el mismo género , y la forma sustancial en todo com
puesto supere en perfeccion y dignidad a la materia ; es evidente i
todas luces que en la mencionada hipótesis todo cuanto hay en el
cuerpo político deberá ir encaminado al bien y pujanza del poder
que sustancialmente lo anima . ¿ Pero quién no ve que en la autoridad
sucede precisamente todo lo contrario , y que , lejos de estar subor
dinado á ella el bien de todos los ciudadanos , ella es la que ha de
dirigir todos sus actos al bien de la sociedad y estar consagrada
perpétuamente al complemento y perfeccion de la república , como
debe precisamente suceder , siendo un simple atributo emanado de
su esencia , y no la esencia misma ó la forma constitutiva del com
puesto ?
La misma causa por que es considerada como necesaria la auto
ridad en la república , está diciendo claramente que ella no es la
forma constitutiva del sér social , sinó un simple atributo suyo , una
fuerza emanada de la esencia . En efecto : ¿ para que es necesaria la
autoridad ? ¿ Para unir simplemente las inteligencias y las volunta
des de los ciudadanos en la intencion del bien comun , en lo cual
I Santo Thom ., 1. p. , q . 77 , a. 6 .
tocante al poder civil. 783
está constituida la esencia de la sociedad civil ? No , ciertamente ;
esta union de las inteligencias y de las voluntades , ya la tienen
todos los hombres producida por la misma naturaleza , merced af
impulso general que ella imprime a todos y cada uno de los hom
bres , moviéndolos á querer la vida social con todas las cosas inhe
rentes á ella. El oficio propio de la autoridad no es producir esta
union , sinó idear los medios prácticos con que conviene tender de
hecho á la prosecucion de dicho fin , é intimarlos á los ciudadanos
para que los ejecuten , haciendo efectivo lo que ya habian intentado
de una manera general al querer vivir reunidos en sociedad . Es de
cir, que la autoridad, con todos sus actos y funciones, pertenece al
órden ejecutivo y no al intentivo , y produce , por consiguiente , ar
monía y orden en las acciones prácticas de la vida política , pero no
en la vida misma sustancial y anterior á estas acciones , la cual es
efecto de la misma naturaleza humana .
Acaece en esto lo mismo que en los actos prudenciales del hom
bre físico. Para excogitar lo que debemos hacer en cada momento
determinado , hemos sido dotados por el cielo de la razon práctica,
que es la que debe entender en estas cosas ; pero esta razon supone
en nuestra naturaleza una inclinacion general hácia el bien , y una
voluntad , tambien general , de poner en ejecucion todos cuantos
medios nos fueren dictados por ella como necesarios para alcanzar
la felicidad . Porque á nuestra razon práctica pertenezca poner órden
en estos actos determinados, ¿ quién puede decir con verdad que
ella es la forma sustancial de nuestro sér , el elemento constitutivo
más principal de nuestra propia esencia ? Esto equivaldría á decir
que la esencia del hombre está constituida por la prudencia ; pues
la razon práctica es lo mismo que esta virtud . Pues dígase lo mis
mo de la razon prudencial de la república , que es la autoridad : tanto
la una como la otra son simples fuerzas emanadas de la esencia ;
fuerzas que tienen sus propias y peculiares funciones, como todas
las fuerzas de los seres . ¿ Cuándo se ha visto que el elemento cons
titutivo de un sér sea una fuerza ? Las esencias de los seres están
formadas por elementos que no son formalmente activos , aunque
son fuente primera de toda actividad . Si la autoridad política fuera
la forma sustancial de la sociedad humana , ella en sí misma , y sin
las fuerzas emanadas del sér social, no debiera de ser activa , como
no lo es en nosotros la esencia de nuestra alma .
Pero aún hay otra razon muy poderosa , que demuestra hasta la
última evidencia la tésis que estamos defendiendo. La forma sustan
784 El Catolicismo y la ciencia
está que la sociedad podrá localizar esta fuerza donde mejor le aco
mode, desprendiéndose de ella en todo ó en parte, segun juzgue
serle más conveniente, entregándola para siempre ó para determina
do tiempo á alguno ó algunos de los miembros de la nacion , los
cuales la hagan funcionar en el sentido propio que á su naturaleza
corresponde, ó sea buscando en todas sus acciones el bien público,
y no el particular y exclusivo de algunos ciudadanos. Haciendo esto,
no quedará la nacion convertida en un puro autómata , y destituida
de la vida social ; porque su alma y forma sustancial verdadera per
manecerá siempre difundida por todos los miembros , reinando en
ellos la voluntad general , impresa por la naturaleza, de seguir for
mando una corporacion verdadera . Ni se suicidará la república por
que se desprenda de la autoridad , localizándola en alguna familia
determinada por medio de sus leyes fundamentales ; puesto que ,
obrando de esta suerte , no hará más que ceder á uno de sus miem
bros un derecho que á ella naturalmente le pertenece ; como no se
suicida un hombre particular que ha nacido libre, y quiere hacer ce
sion de su independencia entregándose á otro en clase de esclavo,
por juzgar que esto es lo que más conviene á sus intereses persona
les . El derecho de gobernarse por sí mismo , llamado autonomia ,
conviene por naturaleza á todos los hombres que han llegado ya á
cierto grado de madurez , por el cual se hallan puestos fuera de la
autoridad paterna . De este derecho se pueden desprender volunta
riamente cuando les conviene , poniéndose para siempre , ó para un
tiempo determinado, bajo la dependencia de otro que los gobierne
y dirija segun razon . Pues esto mismo puede hacer todo pueblo,
despojándose de su autonomía natural , y poniéndose bajo la obe
diencia de alguna persona ó familia que , con leyes sabias y pruden
tes, lo gobierne , promoviendo con cuidado y diligencia el bien pú
blico .
Y esto es lo que, en sentir nuestro , conforme á la doctrina de los
Escolásticos , hacen efectivamente las diversas naciones al elegirse
un superior que las gobierne . De esta manera , en una parte los hom
bres dan á la sociedad por ellos compuesta la forma política repu
blicana , en otra la aristocrática , en otra la monárquica , en otra la
de un compuesto mixto de estas tres diferentes formas simples , se
gun lo estiman más conveniente al interés de la nacion , al bien co
mun de todos los ciudadanos . En esta cesion de derechos la nacion
pierde tanto de su autonomía natural é innata , cuanto derecho de
mandar deposita en la persona ó personas que comienzan á ser en
50
786 El Catolicismo y la ciencia
nes vitales sin las cuales no puede durar mucho tiempo la vida sus
tancial del organismo político ; es decir, dejando de conservar por
medio de sus funciones operativas en el elemento material de la
república fuertes y vigorosas aquellas disposiciones prévias que se
requieren para que la verdadera forma sustancial persista en su
union con la materia .
Cedida la autoridad por la república á las personas que de una
manera tácita ó expresa se nombra siempre ella misma , ya no le es
lícito quitársela ó dejarles de obedecer en lo que estas personas le
gítimamente mandan ; puesto que las tales personas se hallan ya en
posesion de un verdadero derecho político , del cual nadie es capaz
de despojarlas sinó es faltando abiertamente á las leyes morales
impresas por Dios de un modo indeleble en las conciencias de to
dos los hombres . Ni la república , ni persona privada alguna pueden
ir jamás en contra del referido derecho ; y así la rebelion contra el le
gítimo soberano , ora sea éste una cámara de diputados con su presi
dente á la cabeza, ora una junta de personas principales ó nobles de la
nacion , ora en fin una sola persona llamada rey ó emperador, queda
gravemente prohibida por la ley natural dictada por el mismo Dios,
rey y señor universal , así de súbditos como de soberanos , y juez su
premo de todos cuantos se atreven á quebrantarla .
La doctrina que acabamos de exponer se halla enseñada mani
fiestamente por todos los doctores escolásticos , sin excepcion al
guna . Santo Tomás aduce para probarla esta clarísima y sencilla
razon : “ La ley , propia y principalmente, tiene por punto de mira
el bien comun . Ahora bien ; ordenar una cosa al bien comun es pro
pio ó de toda la comunidad , o de aquel que tiene sus veces en este
oficio . Por tanto , el establecimiento de la ley pertenece a toda la
multitud ó á la persona pública que tiene el cuidado de la multitud
entera, porque lo ordinario y constante en todos los séres es que la
ordenacion de los medios al fin corresponda á aquel mismo cuyo es
este fin , ' . Segun estas palabras , la facultad legislativa , en la cual
didem vel pertinet ad personam publicam , quae totius multitudinis curam habet;
quia et in omnibus aliis ordinare in finem est ejus, cujus est proprius ille finis.
( S. Thom ., 1-2 , 9. 90 , art. 3. )
I “ Dicendum ergo est , hanc potestatem ( legislativam ) ex sola rei natura in
nullo singulari homine existere , sed in hominum collectione. Conclusio est communis
et certa. ( Suarez , De Legibus, lib. , cap. 111 , n . 3. ) .
2 En El Protestantismo comparado con el Catolicismo, cap . LI, desarrolla perfecta
mente Balmes este pensamiento.
3 Suarez , Defensio fidei catholicae, lib, II , cap. II , 8. 10.
tocante al poder civil. 789
Sin embargo , aun en esto ' mismo muy raros fueron los que si
guieron á Victoria . Molina no cita sinó á Covarrubias; despues
asienta su proposicion por la contraria con Durando , Driedon y Al
fonso de Castro . Y esta doctrina de Molina sobre la comunicacion
combination lástica , han creido ser falso lo que aquí afirma el eximio Doctor al
escribir que “ nulla est ratio quae definitum modum regiminis neces
sarium esse convincat; „ y han visto , ora en el hecho de la paterni
dad , ora en el del dominio territorial , esta razon convincente que se
escapó a la perspicacia de nuestro insigne filósofo . Pero la nulidad
CAS * de entrambos títulos en la presente cuestion salta a la vista con sólo
fijar un poco la atencion en ellos . Bien se echa de ver esto en la
misma conducta observada por estos escritores ; porque , á ser ver
dad lo que con tanta firmeza aseguran , tendrian más uniformidad
Sport e tem como en sus juicios . Los unos recurren á la paternidad creyendo ser poco
iน.ส4
s
| Suarez , Defens. fidei, lib. ii, cap. 11 , núm . 7.
792 El Catolicismo y la ciencia
nició la potestad patria como fuente del poder civil : pues que no ve
mos cómo hubiera podido transmitirse semejante poder, ni por qué
medios sea posible justificar la legitimidad de los títulos. Fácil es
concebir el pequeño reino de un anciano , gobernando una sociedad
compuesta únicamente de dos o tres generaciones de su descenden
cia ; pero en el momento en que esta sociedad crece , se extiende a
varios países , y por consiguiente se divide y subdivide , desaparece
el poder patriarcal , su ejercicio se hace imposible , y no se acierta á
explicar cómo los pretendientes al trono alcanzarán , ni á entender
se entre si , ni con los demas , para legitimar y justificar su mando .
La teoría que reconoce en la patria potestad el origen del poder ci
72 vil podrá ser tan bella como se quiera ; podrá reclamar el apoyo
que parecen darle los gobiernos patriarcales que observamos en la
cuna de las sociedades ; pero tiene en contra dos cosas : 1. que afir
ma , pero no prueba ; 2.a que es inútil para el objeto que se propone
de solidar los gobiernos ; pues ninguno de estos puede probar su
legitimidad , si se pretende apoyarla en semejante título . El primer
monarca como el último vasallo saben que son hijos de Noé , nada
2013
más . Ni en Santo Tomás , ni en otro de los principales teólogos he
podido encontrar esta teoría ; y subiendo más arriba , no sé que se
la pueda fundar tampoco en la doctrina de los Santos Padres , en las
2017 tradiciones de la Iglesia , ni en la Sagrada Escritura ,, !!
No podia menos de sentir así un ingenio tan claro y tan profun
pre do que tenía tan bien estudiadas las doctrinas de los Escolásticos .
ST Con razon dice este gran pensador , que semejante teoría , sobre ser
ed'de i
enteramente infundada, no sirve para el fin que se proponen sus
autores. En efecto : cómo explicar con ella la transmision del poder?
El derecho puramente personal del padre ¿ con qué razon habia de
poder ser transmitido á un hijo cualquiera ? Y en los casos tan fre
oordinate cuentes de intrusion en el mando con el despojo del legítimo pose
seu Etkica
1 Fray Zeferino González, Philosophia elementaria, tom. I. Deontologia
specialis, cap. 11, art. 1.º Thesis 2.8, pág. 137. Matriti , 1868.
tocante al poder civil. 797
tamente divina del poder real . Esta última doctrina respira en todo
la Politica sacada de la Escritura de Bossuet , !
“ Tal es la escuela galicana y protestante : no discuto ; solamente
expongo . ,
“ La otra escuela , la grande escuela , la escuela de Santo Tomás
de Aquino , de Belarmino , de Suarez , etc. , que se ha inspirado en
la antigüedad y en la tradicion , tanto como en el sentido comun y
en la naturaleza de las cosas , la escuela católica profesa , por lo con
trario , que si el poder en su esencia es de Dios , no lo reciben los
principes sinó de la nacion ; que ésta tiene la provision de él en la na
turaleza social de la humanidad , de donde hace su devolucion al
gobierno que ella se da .,
“ No hay potestad que no provenga de Dios. —Qué decís á esto ?
-¿Todo príncipe es , pues , constituido por Dios ? - No digo esto,
puesto que no hablo de ningun príncipe en particular , sinó de la
cosa en sí misma ; es decir , de la potestad . Afirmo que la existencia
de los principados es obra de la Divina Sabiduría , y que ella es la
que hace que todas las cosas no sean entregadas á una temeraria ca
sualidad . Por esto el Apóstol no dice que no hay principe que no
provenga de Dios , sinó que , hablando de la cosa en sí misma , dice :
No hay potestad que no provenga de Dios. Así hablaba desde los
primeros siglos San Juan Crisóstomo , y esta doctrina no ha variado
en la gran corriente católica hasta nuestros dias .
“ Por derecho divino no debe , pues , entenderse en sana doctrina ,
que el hombre que ejerce la soberanía sea promovido á ella por
una órden que emane inmediatamente de Dios. No. Dios sin duda
suministra la soberanía , en cuanto la ha anexionado á la naturaleza
social de la humanidad , de que es autor , y donde la ha puesto en
potestad , como en su sujeto . Pero la nacion es la que la hace pasar
en acto á su objeto , realzándola en tal principio ó tal otra institucion
del poder , segun la forma de los Gobiernos. 19
“ Tal es el derecho divino mediato ; mediato , en cuanto es la na
cion quien lo confiere ; divino, en cuanto es constituido sobre las le
yes naturales y fundamentales de las sociedades de que es autor
Dios , y de cuya inviolabilidad participa .
1 El Estado sin Dios , por Augusto Nicolás, traducido al castellano por D. Jose
Vicente y Caravantes , pár, viu , págs . 145-150.
tocante al poder civil. 801
1 Licet haec potestas sit veluti proprietas naturalis perfectae communitatis hom:
num , ut talis est, nihilominus non est in ea immutabiliter, sed per consensum ipsizzº
met communitatis, vel per aliam justam viam potest illa privari et in alium transfer
tocante al poder civil. 805
PAULUS PAPA V.
[ Idem , ibid ., n . 4 .
808 El Catolicismo y la ciencia , etc.
potestad es de Dios, y que por Dios reinan los reyes y hacen justi
cia los poderosos . Y esto baste para defender el origen divino de la
soberanía, y para volver por la honra de los Escolásticos injusta
mente ajada en esta materia ; que son las dos cosas que nos había
mos propuesto en este capítulo . Quien desee más amplias explica
ciones, lea las dos obras de Suarez arriba citadas .
CAPÍTULO XXXVI
I Et re sane vera , quod non sine paterni animi Nostri dolore significamus, neque
pauca neque levia in commemoratis libris reperiuntur, quae tum verbis tum rebus 2 cl
tholica veritate non minimum discedunt. Quo quidem numero ea praesertim censentur,
quae auctor tuetur et affirmat de augustissima Trinitate, de sacramento Dominicae Iocar
nationis , de rerum creatione , de habitu philosophiae ac theologiae , scientiae ac fidei.
Neque enim satis intellexit , philosophiae esse, in iis quae ad religionem pertinent, non
dominari, sed ancillari , non praescribere quid credendum sit , sed rationabili obsequio
amplecti , neque altitudinem scrutari mysteriorum Dei , sed illam pie humiliterque
revereri. ( Pio IX en el Breve citado. )
2 VIII. Quum ratio humana ipsi religioni aequiparetur , idcirco theologicae disci
plinae perinde ac philosophicae tractandae sunt.
IX . Omnia indiscriminatim dogmata religionis christianae sunt obiectum naturalis
scientiae seu philosophiae; et humana ratio historice tantum exculta potest ex suis
naturalibus viribus et principiis ad veram de omnibus etiam reconditioribus dogmati
bus scientiam pervenire, modo haec dogmata ipsi rationi tamquam obiectum proposi
ta fuerint .
X. Quum aliud sit philosophus , aliud philosophia , ille ius et officium habet se
en órden á las relaciones entre la razon y la fe . 813 1
1 2. Petri , 1 , 4 .
en órden á las relaciones entre la razon y la fe. 815
I Sobre esta materia de las relaciones entre la fe y la razon , así como tambien
sobre otras varias de las que llevamos tratadas en este nuestro trabajo, puede ser
consultada y leida con fruto la obra del P. Causette , Vicario general, superior
de los sacerdotes del Sagrado Corazon de Tolosa de Francia , titulada : Le but
sens de la Foi exposé en réponse aux objections philosophiques et scientifiques du jour.
Paris , 1872 .
en órden á las relaciones entre la razon y la fe . 817
1 El Protestantismo , etc. , cap. LxIx . Ninguno que lea con ánimo desapasionado
este excelente capítulo de nuestro insigne escritor y los demas restantes hasta concluir
su obra , podrá menos de reconocer los inmensos bienes que trae á la débil razon hu
mana el hallarse subordinada al magisterio de la fe . La maestría incomparable con
que está tratada en dicho lugar la cuestion que al presente nos ocupa nos dispensa
de entrar aquí en más largas explicaciones sobre el asunto. Todo cuanto dijéramos
nosotros sería muy pálido puesto al lado de tan hermosas y brillantes páginas.
52
818 El Catolicismo y la ciencia
1 Platon . De Leg ., XII, Apolog. Socrat., pág. 18. Véase Hettinger , Apolog ., etc.,
t, 1 , pág. 143 .
en órden á las relaciones entre la razon y la fe. 821
que las nuestras ; pero era más espiritualista y menos sensual que la
presente , aspiraba á lo celestial y divino en todas sus empresas , cui
daba con sumo esmero de los bienes pertenecientes a la vida del
alma y á la salud eterna , aunque no anduviese tan holgada en lo
temporal y terreno . Así es que estas tendencias de los ánimos se re
flejaban naturalmente en su marcada aficion a los estudios religio
sos , á la Teología , á la Moral , al Derecho canónico , á la Metafísica
y á todo lo verdaderamente noble . Hasta las mismas artes mecáni
cas y liberales consagraban todas sus fuerzas al servicio de la Reli
gion , cantando cada una á su modo las divinas alabanzas en la fa
brica de templos maravillosos , en la fundacion de Universidades y
gimnasios, en la edificacion de monasterios y conventos , en la pin
tura de imágenes sagradas, en las armonías sublimes de la música
eclesiástica , en las composiciones religiosas , cuyos versos celebra
ban las grandezas de Dios y las glorias de sus Santos .
Con razon escribia á este propósito el sublime marqués de Val
degamas : “ A esa portentosa civilizacion se debe todo lo que admi
ramos y todo lo que vemos. Sus teólogos , áun considerados huma
namente , afrentan á los filósofos modernos y á los filósofos anti
guos ; sus doctores causan pavor por la inmensidad de su ciencia;
sus historiadores oscurecen á los de la antigüedad por su mirada ge
neralizadora y comprensiva . La Çiudad de Dios , de San Agustin,
es áun hoy dia el libro más profundo de la historia que el genio ilu
minado por los resplandores católicos ha presentado a los ojos ató
nitos de los hombres . Las actas de sus Concilios , dejando aparte la
divina inspiracion , son el monumento más acabado de la prudencia .
Las leyes canónicas vencen en sabiduría á las romanas y á las feu
dales. ¿ Quién vence en ciencia á Santo Tomás , en génio á San
Agustin , en majestad á Bossuet , en fuerza á San Pablo ? ¿ Quién es
más poeta que Dante ? ¿ Quién iguala á Shakespeare ? ¿ Quién aven
taja á Calderon ? ¿ Quién , como Rafael, puso jamás en el lienzo ins
piracion y vida ? Poned á las gentes á la vista de las pirámides de
Egipto , y os dirán : “ Por aquí ha pasado una civilizacion grandiosa
y bárbara. ,, Ponedlas á la vista de las estatuas griegas y de los tem
plos griegos , y os dirán : “ Por aquí ha pasado una civilizacion gra
ciosa , efímera y brillante . , Ponedlas á la vista de un monumento
romano , y os dirán : " Por aquí ha pasado un gran pueblo . , Poned
las á la vista de una catedral , y al ver tanta majestad unida á tanta
belleza ; tanta grandeza unida á tanto gusto ; tanta mesura junta con
tanto atrevimiento , tanta morbidez en las piedras y tanta suavidad
822 El Catolicismo y la ciencia
I Algunos tienen á llegel por superior á Kant ; confieso francamente que no veo
en qué puedan fundar un parecer tan extraño. He leido la Lógica de uno y otro, en
contrando en el segundo un verdadero pensador y en el primero un simple novelista,
La Lógica de Kant merece una refutacion séria por estar llena de errores presentados
con algunas apariencias de verdad ; la Lógica de Hegel no merece á mi juicio sinó el
desprecio , por no verse en ella sinó delirios , creibles tan sólo para quien tiene ganas
de equivocarse. Kant discurre y yerra como filósofo; Hegel no hace otra cosa que
disparatar , profiriendo sin prueba alguna los más estupendos absurdos.
en órden á las relaciones entre la razon y la fe. 825
I Ad Rom ., 1 , 20 .
826 El Catolicismo y la ciencia
tra estos insensatos , que destruian con sus necios cálculos el dogma
católico de la libertad humana. Hé aquí explicado todo el odio de
la Iglesia contra las Matemáticas y la Astronomía . No iba ella con
tra estas dos hermosas ciencias , sinó contra el abuso que de ellas
hacian los aficionados a la astrologia judiciaria .
Otro tanto se diga así de la Física como de la Química. Por eso
distinguian muy bien los antiguos entre la magia blanca y la magia
nezra , alabando y recomendando la primera porque su estudio era
inocente y laudable , como que se limitaba únicamente á la obser
vacion científica de los fenómenos naturales y á la resolucion de los
problemas algebraicos , é hiriendo con el rayo de sus excomuniones
á esta segunda por ser de condicion diabólica , y contener en su
seno errores hereticales y nocivos . ¿ En esto la Iglesia merece otra
cosa que alabanza ? La Astrologia judiciaria, científicamente hablan
do, es una necedad , una cosa propia de gitanos que dicen supers
ticiosamente a los hombres la buena ventura ; en el sentido teoló
gico añade además varios errores contrarios á la religion y á la
sana moral . La Iglesia, trabajando para desterrar del mundo esta
vana supersticion , merecia bien de la ciencia y de la sociedad hu
mana : de aquélla , porque le quitaba la escoria que la afeaba ; de
ésta , porque al defender de este modo nuestro libre albedrío pro
tegia uno de los más sólidos principios que le sirven de base y
fundamento .
No obraba así por cierto el mahometismo , que tanto encanta al
autor de Los Conflictos, á causa de la aficion a las matemáticas que
se apoderó de algunos pocos musulmanes. Estos fanáticos de ordi
nario no buscaban en sus ponderados cálculos la ciencia matemática,
sinó únicamente el modo de adivinar por la cábala ; eran astrólogos
más que verdaderos cultivadores de la Astronomía . El mismo califa
Almamun , que se mostró protector de los sabios , no era movido
tanto del amor hacia las matemáticas, cuanto de la necia supersti
cion de la Astrologia judiciaria , cuando rogó al emperador Teófilo
que permitiese ir a su corte de Bagdad en clase de profesor al gran
matemático Leon . Éste y Almamun estaban totalmente entregados
á la investigacion del arte de adivinar por medio de las matemáti
cas ; así como entre los filósofos cristianos hubo muchos que anda
ban enloquecidos con la invencion de la piedra filosofal, haciendo
por esta causa innumerables experimentos de química .
Cuando las ciencias matemáticas y astronómicas se hallaban lim
pias de estos errores perniciosos, la Iglesia era la primera en fomen
en órden å las relaciones entre la razon y la fe. 833
I Sócrates , Hist., lib. vii , cap . xiv : Tillemont , Hist. eccles ., tom . Xiv : Saint Cy.
rille d'Alexandrie, art. III .
2 Draper, Historia de los conflictos, etc. , cap. iv. , pág. 106. (Trad. de Arcimis. )
3 Idem . ibid., cap . II, pág. 56 .
840 El Catolicismo у la ciencia
1 Nostra autem Roma, Caesare occiso , quanta de cineribus eius agmina armata
parturiit ? ( Orosio , Histor., lib. vi , cap. XVII. )
en órden á las relaciones entre la razon y la fe. 841
1 Draper, Historia de los conflictos, etc. , cap. vi, pág . 106 de la edic, citada.
2 Lugar citado , pág . 107 ;
842 El Catolicismo y la ciencia , etc.
I Véase á Tillemont en su Histoire ecks. , tom . XIV, Saint Cyrille d ' Alexmărie,
art . 3.0
2 Véase el mismo Tillemont en el art. 152 del lugar citado.
CAPÍTULO XXXVII
| Matth . , Xx, 1.
2 Id. , V, 14.
3 Cant. , VI, 3-9 .
4 Joan . , x , 16. Luc. , XII, 32. Act . , xx, 28. Petr. , V , 2-3 .
5 Luc. , XIV, 23. Matth . , VII , 24 .
6 Rom . , XIII , 1 .
848 El Catolicismo y la ciencia
I Apoc., II , 9 .
2 Heh ., XII, 17 .
3 Act . , XVI , 4.
4 Id . , xx , 28 .
5 Matth ., XXV, 1 , 19-20 .
6 Joan . , XX , 22-22 .
.
I I. Cor. , x , 27-29.
2 Ephes. , IV , 10-16 ,
3 Mosheim , Institutiones Historiae christianae majores .
54
850 El Catolicismo y la ciencia
I Act. , XX , 28 .
2 Matth ., XXVIII , 18-20.
en las relaciones entre la Iglesia y el Estado. 851
1 II Cor. , X , 4-11.
2 Act. , XV , 23-29 .
854 El Catolicism y la ciencia
o
dos o tres congregados en mi nombre , alli estoy en medio de ellos ,
Este ejemplo han seguido despues todos los Concilios generales,
comenzando por el de Nicea a principios del siglo iv , y acabando
por el Vaticano , celebrado en nuestros dias . Todos ellos se han
considerado revestidos de la autoridad de Jesucristo , y ayudados
de una asistencia especial del Espíritu Santo ; y lo que ellos pensa
ban , esto mismo creian y tenian por cierto todos los fieles de la
Cristiandad entera . En consecuencia de esta fe universal , enseñan
tes y enseñados, gobernantes y gobernados , Obispos y simples fie
les , todos creian que los actos de los tales Concilios , tanto en ma
terias disciplinares como dogmáticas, eran legitimos y ejercidos en
nombre de Dios , de suerte que nadie pudiese en conciencia ir contra
ellos ; ántes por el contrario , todos sin excepcion estuviesen real
mente obligados á conformar con los mismos su conducta religiosa.
Cuando un Concilio de esta especie deponia ó excomulgaba por
sus crímenes ó por sus doctrinas religiosas á alguno de la Cristian
dad , ésta al punto lo tenia por excomulgado y depuesto , y conde
naba con el Concilio sus crímenes y sus doctrinas. Así anatematizó
á Arrio y á sus sectarios , condenados en el Concilio de Nicea; á
Macedonio y á otros herejes condenados en el Concilio general
primero de Constantinopla ; á Nestorio y á Dióscoro con todos
sus secuaces , reprobados en el Concilio de Éfeso ; á Eutiques,
condenado en el Concilio de Calcedonia ; y de esta misma suer
te se hubo con los reprobados en los demas Concilios univer
sales . Con todos estos sectarios quedaba al principio una cierta
porcion, más ó ménos numerosa , de cristianos ignorantes y enga
ñados ; pero con el tiempo iban desapareciendo del mundo estas
sectas cortadas de la gran vid plantada por Jesucristo y destituidas
de vitalidad propia , quedando siempre fuerte y lozana la vid de
donde habian sido separadas . Esto mismo ha sucedido tambien á la
herejía protestante , hormiguero de sectas separadas de la Iglesia
católica por las declamaciones de Lutero , Zuinglio , Calvino у Enri
que VIII de Inglaterra . Al principio dió algunas señales de vida con
la savia espiritual y divina que todavía le habia quedado de resultas
de su union con la verdadera vid de Jesucristo , la Iglesia católica.
Mas poco a poco esta savia ha ido desapareciendo , por carecer de
vitalidad intrínseca esos míseros sarmientos ya cortados, y buenos
solamente para el fuego , de forma que al presente , el protestantis
1 Matth . , XVI , 18 .
856 El Catolicismo y la ciencia
I Atque silentio praeterire non possumus eorum audaciam , qui sanam non susti
nentes doctrinam , contendunt illis Apostolicae Sedis judiciis et decretis , quorum ob
jectum ad bonum generale Ecclesiae ejusdemque jura ac disciplinam spectare decla
ratur , dummodo fidei morumque dogmata non attingat , posse assensum et obedien
tiam detrectari absque peccato et absque ulla catholicae professionis jactura. Quod
quidem quantopere adversetur catholico dogmati plenae potestatis Romano Pontifici
ab ipso Christo Domino divinitus collatae , universalem pascendi , regendi , et guber
nandi Ecclesiam nemo est qui non clare aperteque videat et intelligat. ( Pío IX en el
lugar citado .)
862 El Catolicismo y la ciencia
I Etenim probe noscitis , Venerabiles Fratres , hoc tempore non paucos reperit
qui civili consortio impium absurdumque naturalismi, uti vocant , principium appli
cantes, audent docere optimam societatis publicae rationem , civilemque progresscom
omnino requirere, ut humana societas constituatur et gubernetur, nullo habito ad
religionem respectu , ac si ea non existeret , vel saltem nullo facto veram inter falsas
que religiones discrimine. Atque contra sacrarum Litterarum, Ecclesiae, sanctorumque
Patrum doctrinam , asserere non dubitant optimam esse conditionem societatis, in qua
Imperio non agnoscitur officium coercendi sancitis poenis violatores catholicae reli
gionis , nisi quatenus pax publica postulet. Ex qua omnino falsa socialis regiminis
' idea haud timent erroneam illam fovere opinionem catholicae Ecclesiae animarumque
saluti maxime exitialem , a rec. mem. Gregorio XVI Praedecessore Nostro deliranin
tum appellatam , nimirum libertatem conscientiae et cultuum esse proprium cajus
cumque hominis jus , quod lege proclamari et asseri debet in omni recte constituta som
cietate, et jus civibus inesse ad omnimodam libertatem nulla , vel ecclesiastica vel ci
vili , auctoritate coarctandam , quo suos conceptus quoscumque , sive voce , sive typis,
sive alia ratione palam publiceque manifestare ac declarare valeant. Dum vero id te
mere affirmant, haud cogitant et considerant , quod libertatem perditionis praedicant,
et quod si humanis persuasionibus semper disceptare sit liberum , nunquam deesse
poterunt , qui veritati audeant resultare et de humanae sapientiae loquacitate confide
re ; cum hanc nocentissimam vanitatem, quantum debeat fides et sapientia christiana
vitare, ex ipsa Domini Nostri Jesu Christi institutione cognoscat. ( Pio IX en la Ep
cíclica Quanta cura , ya citada . )
en las relaciones entre la Iglesia y el Estado . 863
[ LXXVII. Aetate hac nostra non amplius expedit Religionem catholicam habere
tauquam unicam Status Religionem , caeteris quibuscumque cultibus exclusis . (Saca
da de la Alocucion Nemo vestrum , de 26 de Julio de 1855.)
LXXVIII , Hinc laudabiliter in quibusdam catholici nominis regionibus lege cautum
est, ut hominibus illuc immigrantibus liceat publicum proprii cujusque cultus exerci
tium habere. ( Sacada de la Alocucion Acerbissimum , de 27 de Setiembre de 1852. )
.LXXIX . Enimvero falsum est civilem cujusque cultus libertatem , itemque plenam
potestatem omnibus attributam quaslibet opiniones cogitationesque palam publiceque
manifestandi conducere ad populorum mores animosque facilius corrumpendos ac
indifferentismi pestem propagandam . ( Sacada de la Alocucion Nunquam fore , de 15
de Diciembre de 1856.)
LXXX. Romanus Pontifex potest ac debet cum progressu , cum liberalismo et cum
recenti civilitate sese reconciliare et componere. ( De la Alocucion Jam dudum cerni
mus , pronunciada en 18 de Marzo de 1861.)
864 El Catolicismo y la ciencia
las cuales tienen por último término de todos sus actos rendir culto
y tributo de adoracion a la Divinidad con el cumplimiento de su
santa ley , esto es , servir de algun modo á la Religion estando subor
dinadas á ella. Y si el bien propio y peculiar de la Religion es por
su naturaleza más alto y sublime que el de las mismas virtudes mo
rales en el orden de la pura y simple naturaleza , ¿ quién no ve que
las sobredichas virtudes deben estar en el ejercicio de sus actos su
jetas y subordinadas a la virtud de la Religion áun en este mismo
órden humano ? Mas si esto es así , nadie puede dudar sinó que la
autoridad política debe tambien estar subordinada a la religiosa áun
en el mismo órden natural , sin tomar para nada en cuenta el otro
infinitamente más elevado y sobrenatural, que es el que pertenece a
la Iglesia . Porque si la autoridad civil en su parte más levantada у
sublime , que es hacer virtuosos á los ciudadanos, tiene por último
objeto preparar convenientemente los ánimos para el honesto ejer
cicio del culto y servir de esta manera á la Religion , ¿ cómo no lo
tendrá en todo lo demas, que es mucho menos estimable y por
consiguiente menos digno de la naturaleza humana ?
Y si esto sucede en el puro órden natural , ¿ qué diremos hablando
de la Iglesia , la cual se halla en otro órden infinitamente más eleva
do , cual es el sobrenatural, como que ha sido bajada del cielo por
Nuestro Señor Jesucristo para ayudar a los hombres á subir a las
mansiones eternas de la gloria ? En el órden puramente natural se
podria al fin tolerar que la autoridad política y civil se mezclase algun
tanto en las cosas del culto , ordenando los actos de la Religion a la
conservacion de la paz y tranquilidad pública . Esto , aunque imper
fecto, no es intrínsecamente malo , como nota el Cardenal Cayetano,
y así en el orden puramente natural bien pudiera ser permitido,
atendida la flaca condicion de la generalidad de los hombres ; los
cuales , abandonados á sus propias fuerzas, suelen buscar de ordi
nario la utilidad propia, áun en la prosecucion del bien honesto , y
raras veces hacen actos de caridad pura y absolutamente desintere
sada. Pero en el órden sobrenatural, traido al mundo por Jesucristo
con la fundacion de su Iglesia , esto es enteramente inadmisible. Je
sucristo ha fundado su Religion sobre la caridad; esta hermosa virtud,
segun la mente de nuestro divino Legislador, debe ser el alma que
anime y vivifique todos los actos de los cristianos ; lo imperfecto de
la flaqueza humana desaparece en el divino plan con la abundancia
de gracias y favores que derrama el Espíritu Santo de continuo sobre
todos los miembros de su querida Esposa.
en las relaciones entre la Iglesia y el Estado. 867
| Apoc. , XXI, 2 .
2 Math . , v, 13-14 .
868 El Catolicismo y la ciencia
I Math ., X , 18-19.
2 Act., V , 29 .
en las relaciones entre la Iglesia y el Estado. 869
que no llevaban el sello de la sancion civil , ese pase régio, que tan
tos dolores y llantos ha traido á la Iglesia áun ejercido por principes .
católicos ?
No , no : Jesucristo , cuando encomendó á sus Apóstoles y en ellos
á sus sucesores los Obispos , el oficio de apacentar, regir y gobernar
á sus ovejas, no les dijo : Enseñad y apacentad á los fieles y perdo
nadles sus pecados con dependencia de las autoridades políticas , sinó :
Haced todas estas cosas con absoluta independencia de las mismas y
á pesar de todas sus resistencias. Jesucristo edificó su Iglesia sobre
la roca firme é inexpugnable de Pedro y de sus sucesores los Pon
tífices Romanos, para que esta roca inquebrantable le sirviese de
fundamento tal , que ni los vientos de las grandezas mundanas , ni
los torrentes impetuosos de las pasiones de los malvados le pudiesen
impedir el dar valor y esfuerzo á sus hijos con sus divinas enseñan
zas , con sus leyes saludables y con las demas disposiciones eclesiás
ticas que hubiese de tomar en el mundo contra todos los poderes
de la tierra . Armados los Obispos católicos y principalmente el Vi.
cario de Jesucristo con estos mandatos y promesas de nuestro divi
no Redentor, repiten siempre con energía , contra todo imperante
político que la quiere avasallar, aquellas palabras del gran Ósio , di
rigidas al emperador Constancio : No nos mandes en estas cosas,
sinó apréndelas antes bien de nosotros : á tí te ha encomendado Dios
el imperio , á nosotros lo perteneciente á la Iglesia ! .
Con la misma evidencia se demuestra la absurdidad del libera
lismo católico ó moderado . Una vez admitido que la Iglesia haya
recibido del cielo la sagrada mision de enseñar á los hombres las
cosas concernientes á la salvacion eterna , es un error manifiesto el
pensar que los Pastores y Obispos y mucho menos el Vicario de
Jesucristo se deben callar ante los que dicen mil injurias contra la
Religion , como si fueran perros mudos é inútiles para guardar el
rebaño de Jesucristo ; sólo porque no es un particular quien las pro
fiere, sinó un gobierno , ó un rey, ó una asamblea de diputados
cualquiera. La Iglesia no puede transigir en esta parte ; su mision
celestial es preservar á sus hijos de todos los errores contrarios á la
1 Hállase esta epístola en la que dirigió San Atanasio á los monjes solitarios. En
ella se contiene un perfectísimo modelo de la conducta firme y constante que deben
observar los pastores del rebaño de Jesucristo contra todas las embestidas de las au
toridades civiles que pretendan usurpar los derechos eclesiásticos. Como nota muy
bien el Cardenal Aguirre , con sola su explicacion se podria formar un tratado com
pleto sobre las relaciones que deben mediar entre ambas potestades.
870 El Catolicismo y la ciencia
fe y á la moral , sea quien quiera el que los propala , para que sin
mácula en la inteligencia y sin perversidad en el corazon puedan
caminar seguros al término dichoso de la salvacion eterna . Y mucho
ménos le es permitido este linaje de transacciones cobardes , cuando
los tales errores van envueltos en las leyes de una nacion católica;
porque entonces pueden causar mucho mayor daño a las concien
cias de los fieles que si naciesen de un particular cualquiera.
Hipócritamente claman los liberales católicos diciendo que esto
es meterse en política , y que á la Iglesia no le corresponde entre
meterse en los negocios seculares . Porque es de todo punto falso
que con amonestaciones de esta especie la Iglesia se meta en po
lítica , sinó solamente en lo que es de su propia incumbencia , que
es dirigir á los cristianos en las cosas morales y religiosas. Qué,
į las disposiciones dictadas por un gobierno se sustraen acaso a las
leyes de la moral ó á los principios de la Religion ? Si la Iglesia
se mete en juzgar de las disposiciones gubernativas de un reino
cualquiera , no las juzga en cuanto políticas, sinó en cuanto morales
y religiosas.
Tenemos aquí la misma cuestion que en el capítulo precedente
acerca de las relaciones entre la razon natural y la fe . Por esta cau
sa , así como hay un liberalismo moderado que sustrae la autoridad
política á la potestad directiva de la Iglesia ; así tambien existe un
racionalismo del mismo género que separa á la ciencia del magiste
rio directivo de la fe . Y así como la esencia del liberalismo católico
consiste en que la rason social, sin poner en duda, ánteś admitiendo
con sinceridad el origen divino de la Iglesia católica , haga comple
ta abstraccion de ella en el gobierno de la República , cual si no
existiera en el mundo, y no sufra jamás que la Iglesia en esta parte
le ponga trabas con sus amonestaciones ó con la anulacion de algu
nas de sus leyes contrarias al bien espiritual de los fieles; así tambien
la esencia del racionalismo moderado , segun consta de lo que deja
mos escrito en el capítulo anterior y cada uno puede ver en el pár
rafo segundo del Syllabus, se halla colocada en que la razon indiri
dual en sus filosóficos discursos, sin negar la existencia de la fe,
prescinda absolutamente de ella y no consienta que venga la reve
lacion ó el magisterio doctrinal de la Iglesia á ponerle cortapisas
con la condenacion de sus errores . “ La Iglesia, dice el racionalismo
moderado , no sólo no debe corregir jamás á la Filosofia , sinó que
tambien debe tolerar sus errores y dejar que ella se corrija á si pro
pia. La Filosofia debe tratarse sin mirar á la sobrenatural revela
en las relaciones entre la Iglesia y el Estado . 871
Carta de Nuestro Santísimu Padre Leon XIII á los Arzobispos y Obispos de las
provincias eclesiásticas de Milan, Turin y Vercelli , segun se halla traducida á nues
tra lengua en El Siglo Futuro en el número de 31 de Enero de 1882 .
en las relaciones entre la Iglesia y el Estado. 883
1 Carta del Ilmo , Sr. D. Cosme Marrodan , Obispo de Tarrazona , á sus fieles, pu
blicada en el Boletín eclesiástico de la Diócesis, con fecha del 26 de Marzo de 1887,
anunciándoles la decision de la Sagrada Congregacion del Índice sobre el citado libro
del Sr. Sardá y Salvany.
Pueden verse sobre esta materia , entre otros , los libros siguientes : Suares, Defen
sio fidei catholicae, lib. 111 ; Liberatore , La Chiesa e lo Stato ; Keller, L'Encyclique du
8 Décembre de 1864 et les principes de 1789 ; el P. At , Le vrais et le faus en matiere
1874;
doutorité et de liberté d'après la doctrine du Syllabus , troisième édition , Tours ,
D. Gabino Tejado, El Catolicismo liberal; Valdegamas , Ensayo sobre el Catolicismo,
el liberalismo y el socialismo, considerados en sus principios fundamentales, y finalmen
te la obra intitulada : Casus conscientiae his praesertim temporibus accommodati prespasi
ti ac resoluti cura et studio P. V. , Moralis Theologiae Professoris.
CAPÍTULO XXXVIII
d
i
IMPOSIBILIDAD ABSOLUTA DE CONFLICTO ALGUNO ENTRE
EL CATOLICISMO Y LA VERDADERA CIENCIA .
PRIMERA RAZON .
I “ Humana voluntas in medio posita est ceu jumentum . Si insederit Satao , vul
et vadit quo vult Satan . Si insederit Deus, vult et vadit quo vult Deus. - ( Luther ., de
servo arbitrio .)
2 « Voluntatem movet ( Deus ), non qualiter multis saeculis traditum est excret
ditum , ut nostrae postea sit electionis motioni aut obtemperare aut refragari.> Caly
lib , ii Inst. , cap. III , pár . 10. )
entre el Catolicismo y la verdadera ciencia . 893
1 Ephes ., iv , 11•14 .
entre el Catolicismo y la verdadera ciencia . 895
1 Joan. , XV , 22-24 .
2. Luc . , XI , 4-5 .
896 Imposibilidad absoluta de conflicto alguno
I Cum hoc sit negotium illis (haereticis), non ethnicos convertendi sed nostros
avertendi, hanc magis gloriam captant, si stantibus ruinam , non si jacentibus elevatio
nem operentur; quoniam et ipsum opus eorum non de suo proprio aedificio venit, sed
de veritatis destructione. Nostra suffodiunt ut sua aedificent. ( Tertuliapo , de Arousa
cript., cap . XVII .) Véase el P. Perrone , De Religione, parte segunda, prop . 10.
entre el Catolicismo y la verdadera ciencia . 897
por tener el gusto de forjarse cada uno para su propio uso una reli
gion a su modo con sola la lectura de la Biblia, no podrán jactarse
jamas con razon de que sus pastores vienen por via legitima y por
órden de sucesion de los mismos Apóstoles . Por esta causa escribia
ya con mucha razon Tertuliano contra los herejes de su tiempo :
“ Manifiestennos los orígenes de sus Iglesias ; expóngannos el orden
de sus Obispos; de forma que, subiendo del uno al otro, á comen
zar por los actuales , lleguemos al primero de todos, el cual sea al
1
gun Apóstol , ó al ménos , algun varon apostólico , que haya perma
necido en unidad de comunion con los Apóstoles , ' . Algunos
sectarios se han apropiado , es verdad , el nombre de apostólicos;
pero esto ha debido ser sin duda por antifrasis. Su apostolicidad
nada tiene de apostólica , y hace algunos siglos hasta carecia de ca
ros pacidad para pretender este título ; porque las tales sectas se halla
ban entonces en los meros planes y trazas de Satanás , y no sobre la
haz de la tierra .
Si en ninguna de las comuniones disidentes aparece la más mini
ma sombra de los caracteres que llevamos indicados , sin embargo
de que la colectividad de los mismos es lo que constituye la fisono
mia propia y característica de la verdadera Esposa de Jesucristo ,
qué deberemos decir de todas ellas sinó que carecen completa
mente de título alguno para llamarse cristianas ? Hijas del diablo son ,
como las nombra el apóstol San Juan , que no de Jesucristo ; y así,
bien seguros pueden estar sus secuaces de que en el dia del juicio á
todos ellos les dirá nuestro adorable Salvador : Famás os he conoci
do por mios ; apartaos de Mi, operarios de la maldad 2 .
Por el contrario , todas las mencionadas notas, sin faltar una sola,
se encuentran claramente y con todo su vigor y lozanía en el Cato
licismo. Su unidad jerárquica y de creencias es cosa que sorprende
áun á sus mismos enemigos . Es ella tan fuerte y tan compacta , que
el desventurado Draper , con su escuadron impío de Racionalistas ,
no ha dudado en atribuir á ella sola todo el influjo mágico de su
conservacion maravillosa por espacio de tantos siglos , a pesar de
aud it and
los innumerables y recios combates que, sin tregua ni descanso , se
ha visto siempre forzada á sostener contra sus poderosos é incansa
I Matth . , XVI , 18 .
entre el Catolicismo y la verdadera ciencia . 901
1 Apoc . , XX , 7-10.
902 Imposibilidad absoluta de conflicto alguno
dolo á los demas para que fuese su primer Vicario , y diese princi
pio á la innumerable série de los que en el mismo oficio de habian
de suceder revestidos de sus mismas atribuciones.
Esto significó Jesucristo al humilde pescador de Galilea , cuando,
para recompensar la magnifica confesion que de su verdadera divi
nidad habia hecho con muestras de grandísimo fervor delante de
sus compañeros , le dijo : “ Bienaventurado eres , Simon , hijo de
Juan ; porque no te reveló carne ni sangre , sinó mi Padre que está
en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro , y sobre esta piedra
edificaré mi Iglesia , y las puertas del infierno no prevalecerán contra
ella . Y á tí te daré las llaves del reino de los cielos. Y todo lo
ligares sobre la tiera, ligado será en los cielos ; y todo lo que des
!
atares sobre la tierra , será tambien desatado en los cielos ,
Tanto la metáfora del fundamento, como la otra de las llaves que
usa aquí el divino Salvador, significan abiertamente que la autori
dad sobre toda la Iglesia por él conferida á Pedro no se le concedia
para que en su muerte pereciese , sinó para que durase perpetua
mente en su Sede , siendo ésta el centro de unidad de toda la Igle
sia católica , y atando en ella Pedro y desatando á los fieles de todo
el mundo hasta la consumacion de los siglos . Porque el fundamento
ha de durar mientras dure el edificio que sobre él está asentado; y
asimismo , las llaves potestativas han de abrir y cerrar mientras dure
la espiritual ciudad fundada por Jesucristo , esto es , hasta el fin de
los siglos .
Porque la Santa Iglesia tiene , por una parte , la celestial mision
de salvar á los hombres de todos los tiempos y de todos los países,
y por otra la divina promesa de que seguirá cumpliendo este en
cargo hasta que en el fin de los tiempos venga á juzgar Jesucristo
á los vivos y á los muertos ; por donde es claro que el edificio asen
tado sobre la roca de Pedro ha de durar perpetuamente .
De aquí es que hasta el siglo ix siempre vivieron los fieles de
toda la cristiandad , tanto orientales como occidentales, en la intima
persuasion de que la Sede Apostólica de San Pedro , cual se halla
establecida en Roma , era el centro de unidad de toda la Iglesia . A
este centro acudian de todas partes para terminar sus diferencias
desde los primeros siglos todos los que en materias de fe ó de dis
ciplina universal tenian alguna controversia . No menos los herejes
que los ortodoxos ejecutaban esta operacion ; sólo cuando perdian
home 1 Sobre la unidad de la Iglesia, ademas de los autores indicados, se pueden con
مد sultar el Antifebronius y el Antifebronius vindicatus del sabio jesuita P. Zaccharia,
obras ambas muy apreciables . Puede tambien verse la obra de Moehler, intitulada en
la traduccion italiana que tengo á mano : Dell'unità della Chiesa, o sia del principio
del Catolicismo secondo lo spirito dei Padri dei primi tre secoli de la Chiesa ; opera di Gio
vanni Adamo Moehler, tradotta del francese, Milano , 1841 .
2 Ephes . , v , 27 .
904 Im posibilidad absoluta de conflicto alguno
1 Rom ., 1 , 8 .
2 Hebr ., Xili , 8.
*
entre el Catolicismo y la verdadera ciencia . 907
SEGUNDA RAZON .
1 Hurter, Vida de Inocencio III, lib . I, pág . 76. Traduccion francesa del abate
1 Ephes ., IV , II , 14 .
910 Imposibilidad absoluta de conflicto alguno
Amphora coepit
Institui, currente rota cur urceus exit ?
Matth . , XVI , 18 .
2 Idem , XVIII , 17 .
dad absoluta de conflicto alguno
916 Imposibili
1 S. Ireneo , lib . III, Contra haeres. , cap . IV, 1 , 1. ( Pat. gr. de Migne, tom. vii ,
página 855. )
2 Orígenes , in Matth ., tomo xii , núm . 11. (Pat. griega de Migne, tom. XII , pági
pa 199.)
918 ilidad o
Imposib absoluta de conflict alguno
ella , ' . San Atanasio , que vivió por el mismo tiempo , para recha
zar á los herejes, harto envalentonados en aquella época tan cala
mitosa, decia : “ Basta responder a sus paradojas con estas palabras:
Estas cosas no son de la Iglesia católica , ni es esta la sentencia de
los Padres , ? Y San Crisóstomo : “ Nada , dice , hay más poderoso
que la Iglesia : ¡ Oh hombre ! deja de moverle guerra ; no consumas
inútilmente tus fuerzas. No lleves la guerra al cielo ... Si impugnas a
la Iglesia , es imposible que venzas , porque Dios es más fuerte que
todos , 3. San Isidoro Pelusiota , explicando las ya citadas palabras
de San Mateo , escribe : “ Por las puertas del infierno entiende Cristo
las reuniones de los hombres impíos y las blasfemias de las herejías,
las cuales cosas todas quebranta y expugna la Iglesia haciéndoles
resistencia , sin que pueda ser vencida „ 4 .
Y si de los griegos pasamos á los latinos , hallaremos á un San
Cipriano escribiendo en su excelente libro De la unidad de la Igle
sia , que la Esposa de Cristo no puede cometer adulterio , porque
está siempre intacta en su pudor virginal; que no conoce sinó itu
sola casa , y guarda con casto pudor la santidad de un solo lechos;
que á la Sede Romana no puede llegar la perfidia del error ,
Oiremos además á un San Jerónimo explicarse en los mismos tér
minos que San Atanasio у decir que , sin necesidad de razonamiento
alguno, pueden todas las herejías ser abrasadas con el sol ardiente
de la Iglesia 7. Este mismo doctor nos hará observar que la Iglesia
ha de ser en verdad trabajada con persecuciones hasta el fin del
mundo ; pero que jamáspodrá ser vencida , porque Dios.es quien sobre
esto ha empeñado su palabra : . Y qué diremos de San Agustin , de
este filósofo profundo, de esta águila de los doctores, que con tan
alta penetracion ha expuesto las doctrinas cristianas ? En varios lu
gares profesa abiertamente esta infalibilidad, dándola por una cosa
tan cierta y averiguada , que el pensar lo contrario lo tiene por la
mayor locura del mundo . En el sermon primero del Símbolo , ex
I S. Agustin , Sermon I de Symbolo , cap. vi . ( Ed. maur. , tom , vil , pág. 1,607 . )
2 ' Idem , Epist. 118 ad Januarium , cap. v . ( Edic, maur. , epist . 54. )
920 Imposibilidad absoluta de conflicto alguno
I I ad Timoth ., VI, 20 .
2 II ad Timoth . , IV, 2 .
3 I Petr. , V, 2-3 .
4 Hebr. , XIII , 17 .
5 Matth . , XXIII , 3 .
6 Luc . , X , 16 .
7 S. Cipriano , Epist. 69.
8 S. Jerónimo , Diálogo contra los luciferianos , núm . 21 ,
9 S. Cirilo Alejand ., Epist. synod . ad Nestorium .
10 Matth . , XVIII , 17 .
entre el Catolicismo y la verdadera ciencia . 921
I Act ., 1 , 3.
entre el Catolicismo y la verdadera ciencia . 923
| Orígenes , in Matth . , tomo xii , núm . 11. (Pat . gr. de Migne, tomo xil , pá
gina 199. )
2. S. Epifanio , Ancorato , núm . 9 .
3 S. Leon , Epist. 75 ad Leonem Augustum , cap . II . ( Edic. de Migue , Epist. 156 .
924 Imposibilidad absoluta de conflicto alguno
I S. Agustin , in Ps. contra partem Donati. ( Opp . , tom . XII, pág. 30. ed ., Migre.)
2 El mismo , serm . 2 , De verbis Apostoli, cap. x.
3 S. Máximo, Epist. ad Marinun . ( Patrol. griega de Migne , tom . xci , pág. 138.)
4 Teodoro Studita , Epist. 63 ad Naucratium . ( Migne, Patrologia gricks,
tomo xcix . )
5 Juan Obispo Constant. , Libello ad Hormisdam , Hállase entre las Cartas de este
Papa . ( Migne, Patr. latin ., tom . 1xml, y 1 de las Obras de Boecio, pág . 443. )
6 S. Pedro Damiano , Opusc . 38, cap. 1 ( Migne, Patr. lat. , tom . cxlv, pág. 634.)
7 S. Pedro Crisologo , Epist. ad Eutychen . ( Migne , Patr . lat., tom . lv , pá
gina 740. )
8 S. Ignacio Copstant . , Epist. ad Nicolaum . ( Encuéntrase en la Coleccion de
Concilios de Harduino , Concil. Constantinopol., IV , act . 1 , tom , v , pág. 791. )
9 Posesor , obispo de Africa , Epist. ad Hormisdam . ( Migne, Patr . lat., tom. LXIII,
página 489. )
IO S. Ambrosio , in Psalm . 40 , núm . 30 .
II S. Jerónimo , Epist. 15 ad Damasum , núm . 2 .
12 S. Crisóstomo , Homilia in illud II ad Timoth . N. I , In novissimis diebus, etc.
( Patr. griega de Migne , tom . Ľvi, pág. 275. )
13 Concilio IV , Prosphonetico . ( Encuéntrase en la Coleccion de Harduino , tom. II ,
pág. 1.419. A. )
entre el Catolicismo y la verdadera ciencia. 925
1 Matth ., XXVIII , 20 .
2 S. Juan, xiv , 17.
3 I Joan. , V , 19 .
entre el Catolicismo y la verdadera ciencia . 929
A. M. D. G.
59
. :: .. :
دملا
ےس ےل
;i
ÍNDICE
PÁGINAS .
PROLOGO DEL AUTOR ...... I
PRÓLOGO Á LA PRIMERA EDICION . II
INTRODUCCION
CAPITULO PRIMERO
CAPITULO II
CAPITULO III
CAPITULO IV
CAPITULO V
CAPITULO VII
CAPITULO VIII
CAPITULO IX
CAPITULO X
CAPITULO XI
CAPÍTULO XII
CAPÍTULO XIII
*
El Catolicismo y la ciencia moderna tocante al origen del mundo.
CAPITULO XIV
CAPÍTULO XV
CAPÍTULO XVI
CAPITULO XVII
La relacion bíblica del diluvio es considerada entre los racionalistas como una
simple fábula . - Hovelacque y Draper.— Tradicion general del género hu
mano en favor de la Biblia .... 274
Las tablillas de Ninive . Razones fútiles en que se apoya Draper para negar
á Moisés el libro del Génesis .... 275
Testimonios de Bailly , Freret , Boulanger y Cuvier en favor de la narracion
mosaica , ... 276
En el mismo sentido se expresa A. de Humboldt. 277
Hechos geológicos , — Godron ... 278
Animales helados de la Siberia . — Varias explicaciones de este fenómeno .... 281
La Ciencia Cristiana . - El mammuth es de época muy reciente y posterior al
diluvio ... 282
Periodo glacial . — Hipótesis de los prehistóricos para explicarlo . - Credner . 283
Dificultades grandes que ella suscita .... 285
Palabras del P. Haté que la combated ... 286
Débiles fundamentos en que se apoya toda la teoría de los prehistóricos. - El
único argumento cierto que hoy dia existe en favor de la narracion mosaica
es la tradicion universal de los pueblos antiguos ... 287
Los aluviones del periodo cuaternario probablemente son debidos al estado
atmosférico producido por el diluvio. — Lá época de los grandes aluviones
coincide con la de los grandes ventisqueros. Notables palabras de Tyn
dall sobre la temperatura del periodo glacial . ..... 288
Lecoq y Prevost en consonancia con el sobredicho autor. Época de la apa
ricion de los Alpes , del Himalaya y de los Andes .... 289
El periodo cuaternario no es tan antiguo como algunos se imaginan . 290
Estudios del geólogo Rossi sobre el Tíber. Memoria de Mr. Tylor sobre la
grava de Amiens . Belgrand , Chambrun de Rosemont , Ed . Colomb ..... 291
Los racionalistas no pueden objetar nada sólido contra la narracion bíblica del
diluvio..i .. 293
Teorias sobre la universalidad del diluvio...... 294
La destruccion total del género humano causada por el diluvio, con excepcion
de la sola familia de Noé , parece hallarse terminantemente en la Escritura . 296
Suposiciones gratuitas de los racionalistas sobre el estado del globo antes del
diluvio ..... 297
Las cataratas del cielo y las fuentes del aismo. — Testimonio del P. Alápi
de. - La suposicion de grandes depósitos de agua en las entrañas de la
tierra nada tiene de contrario á la ciencia . – No es , sin embargo , nece
>>
942 Indice.
PÁGRA
saria para explicar el theom de la Biblia... Peso total de la atmósfera en el
estado presente .... 298
La antidiluviana debió ser muy diversa , — Conjeturas del abate Moigno sobre * ' .
este asunto .. - Qué se ha hecho el agua del diluvio..... 299
Capacidad del arca salvadora . - El Great- Eastern . ¿ Perecieron todos los
animales en las aguas del diluvio ?... 300
Texto del P. Pianciani . — El ministerio de los ángeles... 301
Texto notable de M. Figuier relativo á este asunto i 304
CAPITULO XVIII
La Religion y la ciencia respecto a la Providencia de Dios en el gobiernos medio ?
1.5
del mundo.
OE
CAPITULO XX
69
Idea general acerca de la naturaleza del hombre.
CAPITULO XXI
PÁGINAS
Unidad del compuesto humano . El cuerpo no es la cárcel del alma ...... 353
A ésta le es natural la informacion de la materia, 354
El objeto propio de nuestro entendimiento no es lo espiritual puro , sinó lo es
piritual en lo material ..... 353
El alma , forma sustancial inmediata del cuerpo humano . Errores de Gün
ther condenados por Pío IX. — Rosmini , Kant , etc. – El estado de sepa
racion , despues de destruido el cuerpo , no es violento al alma humana ... 356
Un texto de Santo Tomás. Si nuestra alma fuera cual se la fingen los espi
ritistas , nunca debería animar cuerpo alguno ..... 357
CAPITULO XXII
CAPITULO XXIII
de sostener sin temeridad que Dios haya infundido el alma de Adan alen
brion de un mono. Pudo Dios transformar de repente un mono adalto
convirtiéndolo milagrosamente en hombre ? , ... 404
La Escritura no parece oponerse á ello , al menos con claridad . Interpretac
cion literal de las palabras del texto hebreo. Ora se diga que Dios formó..
próximamente del barro inorgánico al primer hombre , ó ya de otra sustan ,
cia organizada , el dogma católico siempre permanece intacto ... 405
Suarez tiene por más probable haber Dios formado al hombre inmediatamente
del barro inorgánico. Confiesa , sin embargo, que es probable la senten
cia contraria. Por ella se decide el P. Arriaga.- Qué consecuencias pe:
demos inferir de esta segunda opinion ? Una observacion sobre lo dicho . 406
Parentesco real y físico entre los diferentes organismos de los tiempos geoló
gicos , segun algunos naturalistas rio . iii 410
i elit
CAPITULO XXIV
Cuánto debemos por esta parte á la Iglesia nuestra madre . Idea de los feni
cios y de los egipcios sobre el origen del hombre, Empédocles, Epicuro ,
Lucrecio , Aristóteles ....
Los partidarios de la evolucion materialista nos venden por nuevo lo que ya
profesaron los antiguos. - Un texto de Empédocles. — Cómo desapareció
el error materialista con la publicacion del Evangelio ..... 1412
San Pablo en el Areopago . El filósofo San Justino saca á la vergüenza pús:
blica esta repugnante opinion de los paganos .. 9413
Avicena la resucita en la Edad media, Ninguno le siguió entre los cristia..
nos. - Sin embargo, no dejó de tener eco en algunos escritores más re-,
cientes. — Los materialistas de nuestros tiempos la dan por lo inás consu
mado de la ciencia . Doctrina de Lamarck , .... . * .. * . 415
Refutacion . - Futura suerte del darwinismo , - Doctrina de Wallace .
No es admitida por Darwin .. . . , 419
Diversas clases de transformistas. - Los materialistas y los panteistas son los
principales. — El transformismo lo defienden ellos a priori, porque es el
que más se acomoda á su filosofía ..... 420
Broca y Perier. - La generacion espontánea añadida por los panteistas ale '.
manes al sistema de Darwin .....
Cómo vino á dar á este sabio en su tan extraña opinion. Tendencias mate
rialistas de la Filosofía actual ....... veidi 424
La doctrina de Darwin, ya la profesaban tambien à la sazon otros naturalistas
en cuanto a la sustancia. — Qué es lo que Darwin puso de suyo ..... -425
Seleccion artificial. Seleccion natural parecida á la artificial en que Darwio;
funda todo su sistema., ..
428
Sátira contra el darwinismo por el poeta Nuñez de Arce..
Resúmen de lo dicho , – Darwinistas puros y darwinistas mitigados. – Espi
ritualistas, Wallace .... 429
Indice. 947
PÁGINAS.
Nosotros no vamos sinó contra el transformismo materialista ... 430
En qué se diferencia el sistema de Wallace del de los transformistas católicos.
Los séres engendrados por la derivacion wallaciana no se distinguen
esencialmente de sus engendrantes....! 431
En los producidos por la derivacion de los espiritualistas católicos sucede todo
lo contrario ii ... 432
CAPITULO XXV
PÁGINAS.
Contra la transformacion continua protestan todos los organismos de todos los
tiempos y lugares .... 461
Persistencia de varias especies y géneros contraria al darwinismo .. 462
Vanas respuestas de los darwinistas. Están en pugna con los hechos. — Un
texto de Mr. de la Vallée Poussin. — Ni la fauna ni la flora presentan nunca
ia mas mínima tendencia hacia el progreso del darwinismo.... 463
Estudios de Mr. Barrande. Resultado de los mismos diametralmente
opuesto al darwinismo.... 466
Mr. Davidson y J. W. Dauson obtienen los mismos resultados. Mr. Dupont
halla lo mismo en los terrenos cuaternarios ..., 467
Area de habitacion del reno en los tiempos dichos , segun Hamy . Sura
zonamiento comprende a todos los animales cuaternarios .... 468
Los tipos más perfectos de cada especie parecen haber sido los primeros en el
órden del tiempo. Contejean . Barrande . - Ejemplo del nautilo aduci
do por este último escritor. - Presenta este género una serie perfectamente
opuesta á la exigida por el darwinismo. - Repentina aparicion de los or
ganismos en todos los tiempos y lugares .. 469
Contejean ... 471
Agassiz . . 472
Desaparicion de las especies sin dejar rastro alguno de transformacion. — Los
anillos intermedios. Argumento de Buffon al refutar la transformacion
del asno en caballo ..... 473
El proceso de la vida no ha ido en el globo siempre y en todas partes de lo
ménos perfecto á lo más perfecto, como lo reclama la hipótesis de Darwin .
Argumento de Mr. de la Vallée Poussin . 475
Argumento abrumador de Mr. Barrande....., 476
Efugios de los darwinistas . Un texto de Credner. Los tales efugios son
absolutamente vanos . 477
Palabras notables de M. Cuvier. – El mentir por las estrellas de los darwinis
tas. - Comparacion de la transformacion darwiniana con la pintura de un
cuadro curioso relativo al paso de los israelitas por el mar Rojo .... 478
Diálogo de Darwin con un amigo suyo escrito por Constantino James...... 479
El libro de la naturaleza deshojado y deshecho segun Credner, — Argumen
tos contundentes de Mr. de la Vallée Poussin en contra de esta afirmacion. 480
Los sargentos y los cabos en la pelea darwiniana ... 484
Una objecion. — Respuesta . Nunca se encuentra en la naturaleza otra cosa
que anillos rotos .. - El archaeopterix y el odontornix . Clasificacion du
dosa de algunos seres organizados por falta de datos ..... 485
Razonamiento de los heterogenistas. Hipótesis de Hartmann .. 487
Es ménos admisible todavia que la de Darwin . - Argumento de Mr. de Qua
88
trefages que la destruye. Otras razones contra la misma hipótesis...... 4
Cruzamiento de algunas especies. — Explicacion de este fenómeno. — Marcha
ascendente de la naturaleza . Se explica perfectamente sia la evolucion
materialista. -- Hermoso razonamiento de Agassiz á este propósito ....... 490
La filosofía nos da derecho para ir todavía más allá que este autor . .... 492
Objecion de los heterogenistas. — Respuesta. – No saben lo que es el milagro. 493
Indice. 949
PÁGINAS.
CAPITULO XXVI
PÁGINAS
CAPITULO XXVII
Recházase el origen terreno del hombre con la consideracion de la sola estructura
del cuerpo humano.
Nuestra naturaleza dista inmensamente de todas las otras terrenas .. 524
El hombre-mono de los modernos. - Lamarck , Vogt.-- La monera de Heckel. 525
En qué conviene este naturalista con Darwin , y en qué se diferencia,
Tanto el cuerpo como el alma del hombre protestan contra el darwinismo . 526
El hombre es el anillo que junta al mundo sensible con el espiritual. Por
esto debe diferenciarse muchísimo del mono , aun en lo material......... 527
Razonamiento profundo de Santo Tomás. - Argun nto contundente de
Quatrefages ..... 528
El mono es un trepador , y el hombre un andador ... 530
El mono no puede andar cómodamente sinó en cuatro piés, ni el hombre
sinó en dos .... 532
Conformacion del bacinete y de los muslos de uno y otro ..... 532
Los pies y las manos en el hombre y en el mono. Un texto de Godron .... 535
La mano del hombre ..... 536
La cabeza del hombre y la del mono. Godron ..... 538
Entre el hombre y el mono hay un vacio inmenso. Los mismos transfor
mistas lo confiesan . Huxley , Buchner , Canestrini , etc ... 540
Vanas réplicas de los mismos .... 541
Aunque hubiera menor distancia entre el hombre y el mono , que entre varias
clases de monos , nada conseguirían los transformistas.... 542
Pero es falsa semejante suposicion . El cuerpo de todo mono está hecho
para trepar , y el de todo hombre para andar en dos piés ... 544
El solo estudio comparativo de los cráneos demuestra ser falsa la suposicion
mencionada ..... 545
Estudios de Bischoff y de Aeby . Mala fe de los transformistas en órden á
los libros de estos autores . Un texto de Bischoff . – Otro de Aehy...... 546
Cráneo del Gibbon ..... 547
Cuadro sinóptico publicado por Huxley. - Los darwinistas deben sostener
que nuestros primeros padres son los lemurideos. — Pero por otra parte
esto pugna con sus principios. - Por tanto deben subir hasta los didelfos.. 548
Fútil respuesta de Darwin al argumento basado en la estacion vertical del
hombre . Bellisimo texto de Bianconi sobre el pié ambulatorio del hom
bre , y el pié aprehensor del mono . - El hombre ni siquiera puede tener
parentesco con el mono . Argumento de Quatrefages..... 549
CAPITULO XXVIII
Rechézase el origen terreno del hombre con la consideracion de sus caracteres
intelectuales , religiosos y morales.
Diferencia radical entre el hombre y el mono , la razon , Ella hace del
hombre un verdadero reino humano distinto del animal...... 552
1
La inteligencia del hombre y la del bruto tienen diferencia esencial y no de
Indice. 951
PÁGINAS.
PÁGINAS
Su perro filósofo. — Cómo se ha formado el hombre la idea de Dios seguo
este escritor. - Sensismo brutal de su filosofia .... 576
Su moral del placer ..... 577
Darwin da fundado motivo para sospechar que no admitió sinceramente la
existencia de Dios . — El ateismo se impone necesariamente en la suposi
cion darwiniana .... 579
Verdadero origen de la idea de Dios. — En la otra vida está la sancion plena
de la ley moral dictada por Dios en la presente..... 580
Notables palabras de Faivre relativas a la improbabilidad absoluta del trans
formismo materialista ... 581
CAPITULO XXIX
CAPITULO XXX
CAPITULO XXXI
CAPITULO XXXII
CAPITULO XXXIII
CAPITULO XXXIV
CAPITULO XXXV
El Catolicismo y la ciencia tocante al poder civil.
-Nada más comun entre los racionalistas modernos que negar el origen divino
del poder. Doctrina de la Iglesia .... 768
...Es gran.gloria para ésta hallarse en pugna con la ciencia impía y revolucio
naria . Clamoreo de los modernos jacobinos. 769
Lutero y la Revolucion. - La idea de Dios es absolutamente necesaria en la
república . Ateos metafísicos y ateos politicos. - El anarquismo, fruto
de la irreligioni.it 770
Cuánto debe la sociedad á la Religion católica . Ella recuerda sus deberes
á los súbditos y soberanos , al paso que realza la obediencia de aquéllos y
engrandece la autoridad de éstos...... 771
Balmes y su obra inmortal contra el protestantismo.... 772
En qué consiste el derecho divino de las autoridades civiles. La socie
dad politica es un ser natural , y por consiguiente incluido en los planes
del Criador .... 773
Razones que evidencian esta verdad ..... 774
Contrato social de Rousseau . Es un absurdo . - El hombre ama natural
mente la vida social... 775
El vivir á lo salvaje es contrario á la naturaleza. – La autoridad es una cosa
necesaria á la república , y como tal ordenada tambien por Dios . Razo
nes con que se demuestra la verdad de este aserto...... 776
La razon individual y la razon social . - Definicion de la ley . La accion de
ésta llega hasta la misma conciencia de los subditos . 777
I et
Objeciones de los revolucionarios contra esta doctrina.... 778
Respóndeseles con una distincion . - El hombre tiene libertad física para sa
lirse de la sociedad política, pero no libertad moral ordinariamente ha
blando ..... 779
El hombre no crea la autoridad , como no crea la razon individual ni las fuer
zas naturales de las sustancias. - La autoridad no es el alma 6 la forma
sustancial de la república, sinó una propiedad natural suya .. 781
Doctrina contraria de algunos católicos modernos, Es insostenible .-Razo
nes que evidencian nuestra proposicion .... 782
Siendo la autoridad una fuerza social , la sociedad podrá localizar esta fuerza
0
en la manera que más le conviene , y por tanto no es de esencia suya el
residir en la totalidad de la nacion .. 784
Haciendo esto no quedará la sociedad convertida en puro autómata , porque
se hallará difundido por todo su cuerpo lo que verdaderamente constituye
su forma sustancial, ... 785
En qué consiste esta forma. -Falso fundamento en que se apoyan los parti
darios de la doctrina opuesta ..... 786
Localizada la autoridad por la república , ya no le es lícito á ésta quitársela 6
dejar de obedecer á quien la posee en lo que legítimamente manda . La
doctrina aquí profesada la enseñan con unanimidad plena todos los Esco
lásticos, — Razon en que la funda Santo Tomás ... 787
960 Indice .
La discrepancia que entre los Escolásticos existia versaba sobre otra cuestion
diferente , La generalidad , sin embargo , estaba por la comunicacion
mediata.....
Los que en estos últimos tiempos han combatido á los Escolásticos confun
den estas dos cuestiones . — Los Escolásticos las distinguen muy bien.
Pruébase esta asercion con un testimonio de Molina ....
Los opugnadores de los Escolásticos han fundado el derecho a la posesion de
la autoridad , ora en el dominio territorial, ora en el hecho de la paterni.
dad. -- Nulidad de ambos titulos . -El dominio territorial sólo da derecho ,
á la correccion fraterna. – Argumento de Suarez con que se evidencia la
nulidad del derecho fundado en la paternidad ..
Un texto de Balmes dirigido al mismo intento ,....
La transmision del poder es inexplicable en la doctrina del derecho pa
terno ..
Como Balmes , han escrito en estos últimos tiempos el Emmo , Fr. Zeferido
González , el sabio canónigo J. Moulart y Augusto Nicolás . Un texto de
Moulart. – Otro de Augusto Nicolás ......
Las leyes fundamentales segun algunos opugnadores de los Escolásticos.
Falta de lógica en pensar de esta manera . - La opinion de estos autores con
duce al absolutismo de Jacobo 1 ......
Cuán sin razon se objeta á los Escolásticos que enseñaron doctrinas sedi
ciosas ,
Los Escolásticos supieron hacer frente , así al absolutismo de las masas como
al absolutismo de los principes. — Y es que enseñaban que la autoridad no
es la esencia de la república , sinó una simple fuerza saya consagrada por
naturaleza á su servicio ...... 80
Respondiendo , pues , con los Escolásticos á los revolucionarios , les diremos :
1.° Que confunden torpemente lo natural con lo esencial. - 2.° Que el lo
calizar la autoridad es usar legitimamente de ella y conforme á la misma
naturaleza de la sociedad humana, Texto notable de Suarez , 3. ° Que
una vez cedida la autoridad por la república , ésta queda obligada a obede
cer por el mismo derecho natural..... 804
Palabras con que explica Suarez esta obligacion respondiendo á Jacobo 1,
cuyo lenguaje imitan los que ahora van contra la doctrina de los Escolás
ticos , 805
Breve de Paulo V elogiando la doctrina de Suarez.. . 807
El libro de Suarez quemado en Paris como sedicioso por el Parlamento á
causa de esta doctrina. — Vindicalo el referido Pontifice , escribiendo
en favor de él á sus Majestades Cristianísimas, La encíclica Diuturnum
illud de Leon XIII relativa al poder civil . Va solamente contra
revo
lucionarios que niegan el origen divino de la autoridad política ... 808
Indice. 961
PÁGINAS .
CAPITULO XXXVI
PACK
CAPITULO XXXVII
CAPITULO XXXVIII
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Հ
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La religion católica
936
M523
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