Combinación de Fenómenos

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En gran medida la enorme destrucción que causó el huracán Mitch

en Centroamérica, se debió al debilitamiento de los paises que,


durante años, fueron azotadas por la guerra.
Los habitantes del mundo tenemos derecho a la paz, que es una
expresión concreta del Derecho a la Vida y a la calidad de la vida, sin
el cual es imposible el ejercicio de los demás Derechos Humanos.

En los desastres generados por el hombre los problemas provienen


principalmente de la falta de acceso a las fuentes tradicionales de
ingresos por períodos prolongados a causa de los desplazamientos y
la inseguridad, por lo que se agudizan las necesidades económicas
para una subsistencia digna, dando lugar a la vulnerabilidad
alimentaria económica y, principalmente, de salud, debido a que
aumenta la demanda de servicios de salud por la violencia causada
por los conflictos, además de que estos servicios se dificultan por la
misma violencia. Asimismo, el VIH/SIDA ha tomado tintes alarmantes
durante estos conflictos ya que la violación y la violencia sexual se
generalizan en tiempos de guerra.

"El crecimiento poblacional y los procesos de urbanización, las


tendencias en la ocupación del territorio, el creciente
empobrecimiento de importantes segmentos de la población, la
utilización de inadecuados sistemas tecnológicos en la construcción
de viviendas y en la dotación de la infraestructura básica, e
inadecuados sistemas organizacionales, entre otros, han hecho
aumentar continuamente la vulnerabilidad de la población frente a
una amplia diversidad de eventos físico-naturales"
Existen tres tipos de efectos derivados de un fenómeno natural:
directos, indirectos y macroeconómicos. De forma general, las
principales diferencias entre ellos pueden resumirse en las siguientes
(CEPAL, 2003):
 Los daños directos se producen en el momento del desastre o a
las pocas horas; en cambio, los daños indirectos y macroeconómicos
pueden manifestarse a lo largo de un periodo temporal que, a partir
de la experiencia empírica y según la magnitud del fenómeno, puede
extenderse durante cinco años.
 Desde el punto de vista de la apreciación rápida de los daños,
los efectos directos son relativamente sencillos de identificar y
evaluar. Los efectos indirectos se manifiestan en periodos de tiempo
variables después del desastre; muchos no son evidentes al efectuar
la evaluación y otros, aunque pueden identificarse al estimar los
daños, no pueden medirse en unidades monetarias.
 Los efectos directos e indirectos pueden acumularse para
obtener la magnitud del total de los daños. Los efectos
macroeconómicos, en cambio, miden las repercusiones sobre el
funcionamiento de la economía y los desequilibrios
macroeconómicos atribuibles al evento: añadirlos a las otras dos
categorías podría suponer incurrir en duplicidades.

Sin pretenderlo, muchas ciudades agudizan en la práctica los riesgos


de catástrofe. La concentración de calor y contaminantes generados
por centrales eléctricas, procesos industriales y vehículos en las
zonas urbanas, contribuyen a un fenómeno bien documentado
denominado «efecto isla» de calor, que puede exacerbar las olas de
calor y otras tendencias al calentamiento. Este efecto, más
pronunciado en las megas ciudades —las que tienen más de diez
millones de personas—, hace que la urbe registre temperaturas 10
grados superiores a las zonas rurales y los suburbios circundantes.
Además de hacer que la temperatura
resulte insoportable, las islas de calor pueden incrementar la
demanda de aire acondicionado, sobre todo en los meses de verano,
aumentar la polución atmosférica y contribuir a los daños y muertes
derivados del exceso de calor Sin pretenderlo, muchas ciudades
agudizan en la práctica los riesgos de catástrofe. La concentración
de calor y contaminantes generados por centrales eléctricas,
procesos industriales y vehículos en las zonas urbanas, contribuyen
a un fenómeno bien documentado denominado «efecto isla» de
calor, que puede exacerbar las olas de calor y otras tendencias al
calentamiento. Este efecto, más pronunciado en las megas ciudades
—las que tienen más de diez millones de personas—, hace que la
urbe registre temperaturas 10 grados superiores a las zonas rurales
y los suburbios circundantes. Además de hacer que la temperatura
Resulte insoportable, las islas de calor pueden incrementar la
demanda de aire acondicionado, sobre todo en los meses de verano,
aumentar la polución atmosférica y contribuir a los daños y muertes
derivados del exceso de calor
El riesgo se deriva de una serie compleja de interacciones entre
nuestro entorno edificado y natural. Es frecuente que nos
preguntemos si Desastre: es un peligro excepcional o anormal que
afecta a comunidades o zonas geográficas vulnerables. Provoca
considerables daños, perturbaciones y posibles víctimas.
Las comunidades afectadas tienen dificultades para funcionar
normalmente y requieren asistencia externa.
Banda Aceh y el tsunami
Cuando un terremoto en el fondo del océano Índico desencadenó el
inmenso tsunami del 26 de diciembre de 2004, la provincia indonesa
de Aceh fue la más castigada.
De las 230.000 personas que se estima fallecieron en una docena de
países a orillas del Índico, unas 170.000 (el 74%) murieron en Aceh.
La capital provincial, Banda Aceh, sufrió enormemente: 61.000
personas perdieron la vida, casi la cuarta parte de una población de
265.000 habitantes.
Las olas del tsunami penetraron tierra adentro al menos tres
kilómetros en Banda Aceh, y más en algunos lugares, dejando a su
paso desolación y escombros. Dos años más tarde, la franja costera
afectada se asemeja aún a las escenas de Hiroshima en 1945 —
comunidades sin vida, edificios convertidos en esqueletos retorcidos,
carreteras llenas de baches y cráteres. Un poco más al interior, sin
embargo, la vida parece totalmente normal —bulliciosos cafés,
jóvenes afanándose en teclear mensajes a través del móvil y la
cotidiana algarabía de la circulación de motos, becaks (moto taxis
locales), minibuses y coches.
Meuraxa, un abrigo costero conocido por su denso laberinto de
carreteras y casas, fue casi barrido del mapa. Por doquier se pueden
ver edificios arrancados de sus cimientos y reducidos a escombros.
Al lado de un pequeño puente, que comunicaba esta zona con tierra
firme, una mezquita resistió sin embargo las olas. Un año después
del tsunami, los desperfectos sufridos habían sido reparados, su
exterior repintado de blanco y verde, con versos coránicos resaltados
en oro sobre la fachada. ¿Por qué, entre las muchas de Aceh,
resistió esta mezquita los embates de las olas?
La respuesta es su sólida construcción, una metáfora de la mezquita,
ancla de salvación en la vida diaria de esta tierra profundamente
religiosa. El islam llegó a Aceh en el siglo XVIII, propagándose desde
allí al resto de lo que hoy conocemos como Indonesia.
Aunque otras cuantas casas —sin duda las pertenecientes a las
familias más ricas— resistieron también el embate de las olas, la
gran mayoría de las viviendas en la costa de Banda Aceh fueron
arrasadas. En muchos casos, contratistas oportunistas habían
utilizado ladrillos de inferior calidad y otros materiales no ajustados a
las normas, predisponiendo al colapso a los edificios.
Pero lo escandaloso es que la reconstrucción tras el tsunami padece
los mismos
Problemas, perpetuando la vulnerabilidad de Aceh a futuros
desastres. En varios casos se descubrió que en la reconstrucción
contratistas sin escrúpulos habían edificado escuelas y viviendas
peligrosamente endebles. En lugar de hacer verdaderos cimientos,
se limitaban a apuntalar los pilares de madera con piedras. Las
viguetas y ladrillos utilizados eran de mala calidad y defectuosos.
La reconstrucción ha sido lenta pero actualmente se está acelerando
—en abril de 2006 se habían construido en Aceh 47.000 viviendas
nuevas (el tsunami destruyó 141.00) y según informes entre 3.500 y
5.000 están siendo construidas ahora cada mes. Banda Aceh todavía
se enfrenta a años de rehabilitación y considerables desafíos para
asegurar que la reconstrucción no genera más vulnerabilidad futura.
Generalmente, los huracanes van acompañados de abundantes
precipitaciones
—Que con frecuencia provocan inundaciones y corrimientos de tierra
—, pudiendo convertirse los riesgos secundarios en la principal
causa de los daños.

Un desastre natural es el resultado de la manifestación de


fenómenos naturales (sismos, erupciones volcánicas, maremotos,
tsunamis, huracanes, asentamientos, sequías, fuertes
precipitaciones, que en muchos casos debido al cambio climático
que se observa en el planeta. Estos fenómenos naturales siempre
han existido desde hace millones de años. 

DESASTRE: Es una situación o proceso social, que se


desencadena como resultado de la manifestación de un fenómeno
de origen natural o provocado por e hombre que al encontrar
condiciones propicias de vulnerabilidad en la población, causa
alteraciones intensas en las condiciones normales de funcionamiento
de la comunidad. Estas alteraciones están representadas por:
1- Pérdida de vida y salud de la población
2- Destrucción o pérdida de bienes de la colectividad
3- Daños severos al ambiente
Razones por las cuales se requiere de una respuesta inmediata de
las autoridades y la población para atender los afectados y
reestablecer la normalidad y el bienestar
PELIGRO.- La probabilidad de ocurrencia de un fenómeno natural o
antrópico, potencialmente dañino, para un periodo específico y una
localidad o zona conocidas.
RIESGO.- Es la estimación o evaluación matemática de probables
pérdidas de vidas, de daños a los bienes materiales, a la propiedad y
la economía, para un periodo específico y área conocidos, de un
evento específico de emergencia. Se evalúa en función del peligro y
la vulnerabilidad.
VULNERABILIDAD.- Grado de resistencia y/o exposición de un
elemento o conjunto de elementos frente a la ocurrencia de un
peligro. Puede ser: física, social, económica, cultural, institucional y
otros
MITIGACIÓN.- Reducción de los efectos de un desastre,
principalmente disminuyendo la vulnerabilidad. Las medidas de
prevención que se toman a nivel de ingeniería, dictado de normas
legales, la planificación y otros, están orientadas a la protección de
vidas humanas, de bienes materiales y de producción contra
desastres de origen natural, biológicos y tecnológicos.
RESPUESTA ANTE UNA EMERGENCIA.- Suma de decisiones y
acciones tomadas durante e inmediatamente después del desastre,
incluyendo acciones de evaluación del riesgo, socorro inmediato y
rehabilitación.
SOCORRO.- Actividades dirigidas a salvar vidas, atender las
necesidades básicas e inmediatas de los sobrevivientes de un
desastre. Estas necesidades incluyen alimentos, ropa, abrigo y
cuidados médicos o psicológicos.
PLAN DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DE DESASTRES.- Es un
plan estratégico de largo plazo que define la Política de Defensa Civil
en el nivel correspondiente y contiene los objetivos, estrategias y
programas que orientan las actividades institucionales y/o
interinstitucionales para la prevención, reducción de riesgos, los
preparativos para la reducción de emergencias y la rehabilitación en
casos de desastres, permitiendo reducir los daños, víctimas y
pérdidas que podrían ocurrir a consecuencia de un fenómeno natural
o generado por el hombre potencialmente dañino. Se emite a nivel
Nacional, Sectorial, Regional, Provincial y Distrital.
PREPARACIÓN Y EDUCACIÓN.- La Preparación se refiere a la
capacitación de la población para las emergencias, realizando
ejercicios de evacuación y el establecimiento de sistemas de alerta
para una respuesta adecuada (rápida y oportuna) durante una
emergencia. La Educación se refiere a la sensibilización y
concientización de la población sobre los principios y filosofía de
Defensa Civil, orientados principalmente a crear una Cultura de
Prevención.
 REHABILITACIÓN.- Acciones que se realizan inmediatamente
después del desastre. Consiste fundamentalmente en la
recuperación temporal de los servicios básicos (agua, desagüe,
comunicaciones, alimentación y otros) que permitan normalizar las
actividades en la zona afectada por el desastre. La rehabilitación es
parte de la Respuesta ante una Emergencia

PLAN DE OPERACIONES DE EMERGENCIA.- Es un Plan


Operativo que organiza la preparación y la respuesta a la
emergencia, considerando los riesgos del área bajo su
responsabilidad y los medios disponibles en el momento. Este plan
es evaluado periódicamente mediante simulaciones y simulacros. Se
emite a nivel Nacional, Sectorial, Regional, Provincial y Distrital.
PLAN DE SEGURIDAD EN DEFENSA CIVIL.- Es el conjunto de
acciones destinadas a organizar la seguridad, preparar, controlar y
mitigar una emergencia que se presenta en un recinto o instalación
con la finalidad de evitar o reducir los posibles daños a la vida
humana, al medio ambiente y al patrimonio. Deberá contener el Plan
de Evacuación y cuando corresponda el o los Planes de
Contingencia necesarios. Adicionalmente, podrá incluir los planes de
protección patrimonial, prevención de accidentes, prevención y
control de incendios, entre otros, que tengan como eje la prevención
de riesgos y siniestros.

 Desastre. El Departamento de Asuntos Humanitarios de las
Naciones Unidas (DHA) define los desastres como aquellos sucesos
en los que mueren más de cien personas o el coste económico de
los mismos supera el 1% del PIB (Producto Interno Bruto) del país en
el se produce1.
Para la Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja
o de la Media Luna Roja, un desastre es cualquier evento, o serie de
eventos, que tiene como resultado que un gran número de personas
se encuentren de repente en stress y necesidad de alimentos,
vestido, albergue, cuidados médicos y enfermería, servicios de
consejo y otros tipos de ayudas de necesidad urgentes.
Según la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
(EIRD), un desastre es la interrupción seria del funcionamiento de
una comunidad o sociedad que causa pérdidas humanas y/o
importantes pérdidas materiales, económicas o ambientales, que
exceden la capacidad de la comunidad o sociedad afectada para
hacer frente a la situación utilizando sus propios recursos.
Finalmente, para la elaboración del presente artículo, la definición de
desastre utilizada es la propuesta por la CEPAL, que considera que
el desastre es un evento, generalmente repentino e imprevisto, que
ocasiona daños, pérdidas y paralización temporal de las actividades
en un área determinada y que afecta a una parte importante de la
población.
 Fases post-desastre. Habitualmente, el ciclo después del
desastre se divide en tres fases: emergencia, rehabilitación y
recuperación (transición) y reconstrucción.
La fase de emergencia se inicia inmediatamente después de la
ocurrencia del desastre y tiene una duración variable en función de la
gravedad del mismo.

Comprende todas aquellas acciones destinadas a salvar vidas


humanas y proveer de suministros esenciales a las personas más
afectadas por el evento, como búsqueda, rescate, evacuación,
provisión de albergues, primeros auxilios, socorro y protección
médica de emergencia, restitución de vías de transporte y
comunicación, reparaciones preliminares en los servicios esenciales
de utilidad pública, empadronamiento de damnificados y registro de
los daños a la propiedad pública y privada.
La fase de rehabilitación incluye las actividades destinadas a
devolver la normalidad a las zonas y comunidades afectadas por el
desastre, como la reparación no definitiva de viviendas y edificios, el
restablecimiento temporal del transporte y las comunicaciones y la
provisión de servicios de utilidad pública (energía, agua potable,
etc.). En esta fase también debe abordarse la recuperación
emocional y psicológica de los habitantes de las regiones afectadas
por el desastre.
Finalmente, la fase de reconstrucción engloba todas las medidas
destinadas a reordenar el espacio físico y el medio ambiente con el
fin de asignar los recursos según las nuevas prioridades sociales
resultantes de los efectos del desastre.
 Peligro. Es el grado de amenaza potencial generada por la
ocurrencia de un determinado fenómeno desfavorable en un lugar o
asentamiento humano y en un cierto periodo de tiempo concretos .
Según sea su origen, los peligros pueden ser naturales, tecnológicos
o sociales, y es posible que la naturaleza de algunos fenómenos
genere, en el momento de su ocurrencia, varios peligros al mismo
tiempo. Por ejemplo, los huracanes pueden provocar peligro de
inundación, vientos fuertes, oleaje y mareas, y los sitios cercanos a
los volcanes pueden estar expuestos a flujos de lava o de material
piroclástico, así como a emisión de ceniza y gases letales.
 Intensidad de un peligro. Es la medida de su tamaño o de su
capacidad de generar daños. La intensidad depende de la magnitud
del evento y de la distancia entre el sitio afectado por el evento y su
lugar de origen. El área de influencia de un peligro depende de la
naturaleza del fenómeno en concreto (por ejemplo, los efectos de un
huracán pueden afectar a varias ciudades, regiones o islas al mismo
tiempo, un seismo puede afectar a varias ciudades cercanas al
epicentro, una erupción volcánica dañaría principalmente a la zona
contigua al volcán y un deslizamiento de tierra probablemente sólo
afecte a una parte de alguna ciudad).
 Vulnerabilidad física. Indica la propensión de un sistema a
sufrir daños debido a su interacción con procesos externos e internos
potencialmente peligrosos (Meli, R. et al.; 2005 y Gómez, J. J.;
2001). El grado de vulnerabilidad depende de la amenaza a la que
esté expuesto el sistema; por tanto, resulta lógico que un sistema
sea más vulnerable a un fenómeno que a otro. Para el caso de
sistemas físicos hechos por el hombre, como por ejemplo los
edificios de una determinada ciudad, la vulnerabilidad depende de
las características de su diseño, de la calidad de los materiales
utilizados para su construcción, así como del deterioro de los mismos
como consecuencia del efecto de agentes externos, la antigüedad o
la falta de mantenimiento. Hay que destacar que la medición de la
vulnerabilidad resulta complicada debido, entre otras cosas, al
tamaño y complejidad de los sistemas físicos, al conocimiento parcial
de los procesos generadores de daños y a la dependencia entre
vulnerabilidad y peligro.
 Vulnerabilidad social. Es el conjunto de los daños que
pueden sufrir los grupos humanos asentados en un lugar, en función
de un conjunto de factores socioeconómicos, psicológicos y
culturales (Meli, R. et al.; 2005 y Gómez, J. J.; 2001). Este tipo de
vulnerabilidad es mayor en los estratos más pobres de los países en
desarrollo (y dentro de ellos se consideran más vulnerables los
grupos de niños,mujeres y ancianos) cuando se producen peligros
naturales. La razón hay que buscarla en la falta de información y de
recursos disponibles con que cuentan estos sectores sociales más
bajos que no les permiten tomar medidas de protección de su vida y
de su salud.
 Exposición. Es un concepto referido al tamaño y al coste de
los bienes que pueden estar sujetos a pérdidas como consecuencia
de la ocurrencia de un desastre en una región determinada (Meli, R.
et al.; 2005). Dentro de este concepto, se consideran sujetas a
exposición la infraestructura, la población, la economía y la
producción, y su valor dependerá del tamaño y la diversificación de la
región a analizar.
 Riesgo. Es el resultado de la interacción del peligro, la
vulnerabilidad y la exposición. Esta interacción determina la
generación de daños o pérdidas (económicas, físicas, sociales o
ambientales) en ciertos sectores de la sociedad (Meli, R. et al.;
2005). El riesgo de un sistema aumentará si lo hace cualquiera de
los factores que intervienen en el mismo, y además, cuanto más
complejo sea un sistema mayor complejidad tendrá la identificación y
estimación del riesgo. Esto ocurre cuando tratamos con peligros
múltiples, en los que debe considerarse y analizarse la correlación
existente entre las pérdidas ocasionadas por los diferentes peligros,
o cuando analizamos el riesgo de una zona con concentraciones de
bienes en puntos geográficamente separados, y se debe tener en
cuenta la probabilidad conjunta de las pérdidas asociadas al evento
estudiado.
 Escenario. Es la situación posible en la que un evento de gran
intensidad o con una gran área de influencia afecta de manera
desfavorable a cierta región o asentamiento humano (Meli, R. et al.;
2005). Un escenario crítico es el que genera grandes pérdidas que
dependen de la distribución de los bienes expuestos, las
vulnerabilidades y los peligros existentes en la región analizada.
Además, como existen factores determinantes de un escenario que
varían en el tiempo, cuando se establece el escenario también se ha
de considerar el momento más crítico en el que se presentarían las
condiciones más desfavorables.
 Percepción del riesgo. Es la actitud de las personas hacia el
riesgo que corren. Esta variable es fundamental si los agentes
económicos se basan en ella para tomar decisiones de políticas o
estrategias de gestión del riesgo, y puede generar situaciones muy
peligrosas cuando el riesgo percibido sea menor al real o situaciones
muy costosas en caso contrario.
 Evaluación del peligro. El objetivo principal de esta
evaluación es conocer el fenómeno que ocasiona el peligro,
identificando y midiendo su intensidad y zona de influencia. En la
tabla siguiente se enumeran los parámetros que, desde un punto de
vista práctico, tienen mayor influencia sobre el daño ocasionado por
el peligro:

PARÁMETROS
PELIGRO INTENSIDAD
Inundación por lluvias o
Altura del agua
desbordamiento de ríos
Aceleración máxima del
Terremoto
terreno
Viento Velocidad del viento
Índice de explosión
Erupción volcánica
volcánica
Ceniza volcánica Altura de la ceniza
Sequía Tiempo de sequía
Flujos de tierra y lodo Altura o velocidad del lodo
Tsunami Altura del agua
Marea de tormenta Altura del agua
Oleaje Altura de la ola
Deslizamiento de laderas Volumen deslizado
 Evaluación de la vulnerabilidad. La estimación de
vulnerabilidad de un sistema tiene como objetivo establecer las
relaciones existentes entre las intensidades de los fenómenos y los
daños probables sobre los bienes derivadas de ellas (Gómez, J. J.
2001 y Meli, R. et al. 2005). Para tener una idea generalizada de la
misma, es necesario disponer de información sobre grado de
desarrollo y de obediencia de la normativa de construcción, de
informes sobre las características de las edificaciones y de la
infraestructura física (calidad y tipos de construcción, antigüedad y
estado de conservación), así como sobre el tipo y gravedad de daños
ocurridos en eventos naturales pasados, construir modelos
matemáticos de vulnerabilidad o fragilidad estructural existentes para
el lugar de análisis y para el peligro analizado y conocer de la
existencia de programas de rehabilitación y mantenimiento de
estructuras.
Desde un enfoque cuantitativo, la evaluación de este concepto puede
realizarse mediante índices de vulnerabilidad, que en el caso de
peligros sísmicos, por ejemplo, combinan indicadores de la calidad
de la infraestructura, de la antigüedad de las construcciones y de la
densidad y tasa de crecimiento de la población. La desventaja de
utilizar estos índices es que no realizan una estimación del riesgo en
términos financieros, ya que no incorporan explícitamente valores de
pérdidas por daños. Por ello, una forma más sofisticada de analizar
la vulnerabilidad es a través de funciones de vulnerabilidad que
relacionan la intensidad del evento con el daño producido por la
misma sobre una infraestructura determinada. Los valores de estas
funciones se expresan en porcentajes, de forma que un valor de 0%
indica un estado de daño nulo, y de 100%, una pérdida total del
sistema.
Una forma concreta de vulnerabilidad es la social. La vulnerabilidad
social se define como la suma de circunstancias que afectan a una
población, limitando sus capacidades para valerse por sí misma, y
viene determinada por los siguientes factores:
o Distribución de la población urbana y rural, por sexo y edades, y
distribución espacial de los principales asentamientos humanos, así
como sus crecimientos históricos.
o Infraestructura social, incluyendo educación, patrimonio histórico
y cultural, de recreación y deportes, de vivienda y de salud e
infraestructura de servicios de transporte y telecomunicaciones,
suministro de agua potable y evacuación de agua y sólidos
residuales, y energía, identificando sus fuentes y ubicación espacial.
o Producción agropecuaria, industrial y comercial (incluyendo el
turismo), su distribución espacial y anual.
o Indicadores de desarrollo y su distribución espacial en el país
que se analice.
o Composición sectorial del PIB y su variación en los últimos años.
o Existencia y aplicación de programas para disminuir los efectos
adversos de eventos naturales extremos, como sistemas de alertas
sísmicas, tsunamis y otros.
o Programas educacionales de comportamiento frente a desastres
y ubicación de instalaciones o actividades peligrosas.

Analizar la vulnerabilidad social es más complejo que analizar la


vulnerabilidad física, por la dificultad de modelar los factores que la
determinan. Algunas instituciones United Nations Development
Programme (UNDP, 2005) han propuesto índices de vulnerabilidad
social, como el IVS formado por cinco dimensiones de la
vulnerabilidad de la población: analfabetismo de la población adulta,
desnutrición en los niños, pobreza de consumo en los hogares,
riesgo de mortalidad de los niños menores de un año, y presencia de
comunidades étnicas rurales. El IVS puede tomar valores de 0 a 100,
donde 100 representa a la región con mayor vulnerabilidad social y 0
a la de menor.

 Evaluación del riesgo. La evaluación del riesgo determina su


naturaleza y extensión, con el objetivo de medir sus consecuencias
en la sociedad a la que afecta. Esto se consigue analizando las
relaciones de dependencia entre los distintos factores de riesgo
participantes y estudiando la ocurrencia de sucesos anteriores.
Una forma comúnmente utilizada para medir el riesgo es la
cuantificación de sus consecuencias económicas, sociales o
ambientales, partiendo de procesos estocásticos que modelan la
generación de daños y, por tanto, considerando probabilidades de
ocurrencia o valores medios y varianzas. Para ello, es necesario fijar
el periodo de retorno, de forma que el riesgo se expresa en términos
de la pérdida asociada a dicho periodo, y la tasa de excedencia de
pérdidas, cuyo cálculo requiere un conocimiento detallado de los
modelos estocásticos de peligro y vulnerabilidad, así como de la
correlación espacial entre los daños y pérdidas derivada de la no
simultaneidad del fenómeno en las distintas regiones vulnerables
amenazadas por el mismo. Esta tasa de excedencia puede utilizarse
para obtener la función de pérdida de un suceso, el valor esperado
de la pérdida acumulada anual y la pérdida probable para
determinados periodos de exposición. Todos ellos valores muy útiles
a la hora de analizar financieramente el riesgo, ya que establecen la
cuantía necesaria para rehabilitar y reconstruir los bienes perdidos
con el desastre así como los posibles valores de indemnización, y
por tanto de primas, de seguros y reaseguros.
Otra forma de evaluar el riesgo es analizando el comportamiento de
la sociedad frente a un gran desastre que genera grandes demandas
económicas, sociales, ambientales o estratégicas. Estos estudios de
percepción de riesgo permiten estructurar programas de
comunicación y educación eficientes para cambiar las creencias y el
comportamiento de la población y generar acciones para la reducción
o mitigación de riesgo en comunidades vulnerables o en gran peligro.

Exposición: la intersección de la actividad humana el uso del


suelo y el medio ambiente construido con los patrones de amenaza
 Resistencia: la capacidad de una sociedad y el medio ambiente
construido a resistir el impacto de los eventos amenazantes
 Resiliencia: la capacidad de una sociedad de recuperarse
después del impacto
 Recuperación: la capacidad de una sociedad de reconstruir
después de un desastre
 Aprendizaje: la capacidad de una sociedad de aprender de los
desastres ocurridos
 Adaptación: la capacidad de una sociedad de cambiar sus
patrones de conducta a raíz de la ocurrencia de desastres la
vulnerabilidad global está integrada, por diferentes tipos de
vulnerabilidades específicas: la física, económica, social, política,
técnica, ideológica, cultural, educativa, ecológica y la institucional,
prevención de desastres, la mitigación de sus efectos, la preparación
y el socorro son cuatro elementos que contribuyen a la ejecución de
la política de desarrollo sostenible, la cual a su vez redunda en
beneficio de ellos. Estos elementos, junto con la protección del medio
ambiente y el desarrollo sostenible, están estrechamente
relacionados entre sí.
Gráfico 1
AMENAZA VULNERABILIDA RIESGO
FEN D (A/V)
NATURALES GRADOS DE
EXPOSICION Y
FRAGILIDAD,
VALOR ECON
Probabilidad  Probabilidad de  Probabilida
de que  que, debido a la  d
ocurra un intensidad del combinada
evento, en evento y a la entre los
espacio y fragilidad de los parámetros
tiempo elementos anteriores
determinados expuestos,
, con ocurran daños en
suficiente la
intensidad economía, la vida
como para humana y el
producir ambiente
daños
producir
daños

Peligro natural: es un acontecimiento geofísico, atmosférico o


hidrológico capaz de causar daños o pérdidas: muertes o daños
personales, daños a la propiedad, perturbaciones sociales y
económicas o deterioro ambiental.
Riesgo: es la probabilidad de que ocurra un peligro en un lugar
determinado y sus consecuencias probables sobre la población y la
propiedad.
Gestión de riesgos de desastre: actividades para hacer frente a los
riesgos.
Incluyen mitigación, prevención y preparación (medidas para
minimizar el riesgo de desastre, adoptadas preferentemente antes de
que ocurra); ayuda (medidas tomadas inmediatamente después de
un desastre); rehabilitación (recuperación de las actividades
normales en un plazo de dos años); y reconstrucción (trabajo a largo
plazo para restaurar las infraestructuras y servicios).
Vulnerabilidad: potencial de sufrir daños o pérdidas. Mayor
susceptibilidad a los impactos de peligros debido a factores físicos,
sociales, económicos y ambientales.

Cuadro 6-2. Peligros, vulnerabilidades y gestión de riesgos


Ejemplos de peligros naturales
Terremoto Ola/marea de tempestad
Inundación Corrimiento de tierras
Volcán Incendio
Huracán
Ejemplos de factores de vulnerabilidad
Desarrollo urbano mal planificado
Deforestación y erosión
Edificios y refugios precarios
Falta de seguros o servicios bancarios
Atención sanitaria prohibitiva
Imposibilidad de recibir información
Falta de acceso a servicios de emergencia
Ejemplos de gestión de riesgos
Establecer y aplicar normas de edificación
Mejorar el acceso al saneamiento
Facilitar seguros a todos los hogares (independientemente de la
renta)
Dar cursos de formación a las mujeres
Crear redes comunitarias sólidas
Preparar equipos de emergencia y planes para situaciones de
desastre
Divulgar la alerta a toda la población expuesta a riesgos

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