Caractaristicas de Las Obligaciones
Caractaristicas de Las Obligaciones
Caractaristicas de Las Obligaciones
Uno de ellos es el
patrimonio, el cual se integra por dos elementos: el activo y el pasivo. Los componentes del activo son los derechos
reales y de crédito (también conocidos como derechos personales). Los del pasivo están integrados por las
obligaciones.
Los derechos de crédito (elemento activo del patrimonio) y las obligaciones (elemento pasivo) representan dos
caras de una misma moneda, ya que los primeros se refieren a las prestaciones o abstenciones de contenido
económico que el acreedor puede exigir de su deudor, mientras que las obligaciones son la relación jurídica por la
que una persona denominada deudor queda sujeta a otra, denominada acreedor, así como a una prestación o
abstención que éste le puede exigir. Es decir, desde el punto de vista del
acreedor la relación establecida se denomina derecho de crédito, mientras que desde el punto de vista del deudor se
genera obligación. El conjunto de derechos y obligaciones conforman el contenido del derecho de las obligaciones,
el cual es nuestro objeto de estudio y, por lo tanto, el motivo de la presente guía de estudios.
La palabra obligación es utilizada en muchas ocasiones como sinónimo de deber jurídico, es decir, que lo prescrito
por la ley (específicamente por los códigos civiles) son deberes jurídicos u obligaciones. Sin embargo, existe una
diferencia entre obligación y deber jurídico.
Existen varias teorías de las fuentes de las obligaciones, entre ellas, la teoría unitaria, la dualista, la tripartita, la
cuatripartita y la tradicional.
La teoría unitaria considera a la ley como única fuente de la obligación y afirma que el hecho (voluntario o
involuntario) o acto sólo producirá efectos si se encuentra regulado; asimismo, considera la autonomía de la
voluntad como única fuente de la obligación y sostiene que todas las obligaciones tienen su origen
en la voluntad humana, por lo que es la voluntad el elemento exclusivo que motiva y fundamenta la obligación.
La teoría tripartita considera como fuente de las obligaciones al contrato, delito y diversas clases de causas.
La teoría cuatripartita contempla a los contratos, cuasicontratos, delitos y cuasidelitos, mientras que la tradicional a
la ley, al contrato, cuasicontrato, el delito y cuasidelito.
Se estudiarán también, de conformidad con el Código Civil sustantivo, las siguientes fuentes: contrato, declaración
unilateral de la voluntad, enriquecimiento ilegítimo, pago de lo indebido, gestión de negocios ajenos, hechos
ilícitos y el uso abusivo del derecho.
Las obligaciones más comunes son las que tienen por objeto una prestación y se les denomina puras o simples. Sin
embargo, hay otras en las que el objeto es diverso, a las cuales se les denomina obligaciones múltiples, complejas o
compuestas.
Finalmente, a las obligaciones con pluralidad de sujetos y objetos se les denomina obligaciones especiales y el
alumno las estudiará desde dos puntos de vista:
1) en atención a los sujetos de la obligación y
2) en consideración al objeto de la obligación.
En atención a los sujetos, la obligación puede ser mancomunada, solidaría, disyuntiva (o disjuntiva) e indivisible
(atendiendo a la manera en que los sujetos pagan el objeto de la obligación).
Ahora bien, los efectos de la obligación son el pago o cumplimiento, el incumplimiento, los que surgen con
relación a terceros y la protección jurídica del acreedor a través de las garantías del crédito.
El concepto de pago tiene varias acepciones: en sentido vulgar, es la suma de dinero que se entrega como forma de
extinguir las obligaciones;; en sentido amplio se trata de la entrega de una cosa, dinero, un hacer, un no hacer o una
abstención y cumplimiento de la prestación pactada.
La última acepción es la adoptada en el Código Civil sustantivo e incluso las palabras cumplimiento o pago son
utilizadas de manera indistinta como sinónimos.
Existen tres teorías que explican la naturaleza jurídica del pago o cumplimiento.
La primera afirma que es un negocio o acto jurídico bilateral, especialmente, un contrato que debe reunir los
elementos esenciales y de validez, sobre todo la manifestación de la voluntad de cada una de las partes, la del
deudor de pagar y la del acreedor de aceptar el pago.
La segunda, sostiene que es un acto jurídico unilateral porque el deudor paga por mandato de ley
o por su voluntad (en ocasiones contra su voluntad) y no es necesario que el acreedor acepte el pago.
La tercera, teoría ecléctica que resulta de las dos anteriores, sostiene que el pago puede ser un acto jurídico bilateral
o unilateral, según la prestación debida.
Los derechos de una víctima a la cual se viola un contrato son exigir el cumplimiento del contrato, declarar la
rescisión del contrato, saneamiento en caso de evicción (en contrato traslativo de dominio) o por vicio oculto,
retención, ejecución forzada de la prestación a través de entrega de la cosa, embargo, acción
oblicua, acción pauliana o acción contra la simulación y pago del daño y perjuicio.
Los derechos de una persona a la que se viola una declaración unilateral de la voluntad son exigir el cumplimiento
de la prestación, saneamiento en caso de evicción y vicio oculto, ejecución forzada de la prestación por vía de
entrega de la cosa, embargo, acción oblicua, acción pauliana o acción contra la
simulación y el pago del daño y perjuicio.
Etimológicamente, transmitir proviene del vocablo latino transmitiere, cuyo significado es “trasladar” o “transferir”
y jurídicamente se toma como ceder o trasladar a otro un derecho o cosa. En ese sentido, transmitir una obligación
es la posibilidad que tiene el deudor o acreedor de ceder o trasladar a un tercero su derecho o deuda, o bien la
sustitución en el derecho de un acreedor por un tercero que paga la deuda, o bien presta al deudor fondos para
pagarla, ya sea por convenio o por disposición de ley y sin que se altere la esencia o contenido de la obligación.
De lo antes aludido, la transmisión de la obligación puede ser pasiva (asunción de deuda), activa (cesión de
créditos), a título particular, a título universal, entre vivos y por causa de muerte.
La pasiva es aquélla que sustituye al deudor original.
En la activa se cambia el acreedor original por otro.
A título particular, se trata de la transmisión de una deuda o crédito específico.
A título universal, cuando se transfiere el total del patrimonio, es decir, derechos y obligaciones de una persona a
otra.
Las últimas dos clases de transmisión tienen que ver con que las partes celebran la obligación en vida y si ésta
aplica una vez que fallece alguien.
En la doctrina se distinguen tres tipos de cláusulas que, dependiendo de su función y características, serán o no
indispensables en un contrato. Habrá otras que se sobreentiendan, pero que puedan ser renunciadas, restringidas o
ampliadas.
Unidad 8. Principales Causas de Extinción de las Obligaciones
Las causas o modos de extinción de las obligaciones son los actos o hechos jurídicos que dan por terminada la
relación o vínculo obligatorio.
Sin embargo no se debe perder de vista que la causa principal de extinción de la obligación es el cumplimiento
Ya desde el antiguo derecho romano se habían acuñado definiciones célebres acerca de la obligación civil, como
por ejemplo la clásica definición contenida en las Institutas de Justiniano en donde se dice que "obligatio est iuris
vinculum, quo necessitate adstringimur alicuius solvendae rei secundum nostrae civitatis iuria". Es decir, la
obligación es un vínculo jurídico que nos constriñe en la necesidad de pagar alguna cosa conforme a las leyes de
nuestra ciudad.
O la diversa definición del jurisconsulto Paulo que la concibe como "obligationum substantia non in eo consistit, ut
aliquid corpus nostrum (aut dservitutem nostram) faciat, sed ut alium nobis obstringat at danum aliquid, vel
faciendum , vel prestandum". Es decir, la esencia de la obligación no consiste en convertir algo en cosa o
servidumbre nuestra; sino en compeler a otro para darnos, hacernos o prestarnos algo.".
Ahora bien, las anteriores definiciones y muchas otras elaboradas en épocas posteriores tienen el defecto de que
sólo hacen énfasis en uno o dos de los tres elementos esenciales del concepto obligación, por ejemplo, diremos
que la primera definición citada caracteriza a la obligación civil por el vínculo jurídico que enlaza a los sujetos de la
misma; en tanto que Paulo se concentra únicamente en el objeto de la obligación, o sea, en la conducta que
asumirá el sujeto deudor, para definir a la obligación.
En ese tenor de ideas el maestro Borja Soriano, en su obra titulada "Teoría General de las Obligaciones" después
de citar varias definiciones logradas por diversos doctrinarios, termina concluyendo que para lograr una definición
cabal sobre la obligación, no debemos fijar nuestra atención de manera especial sobre alguno de los elementos
que constituyen la naturaleza de la obligación, a saber: los sujetos, el objeto y la relación jurídica, sino que
tenemos que comprenderlos a todos en una la definición, ya que cada uno de ellos forma parte de su esencia. Por
tanto, una definición completa de la obligación sería aquella que dentro de su comprensión lógica contenga los
tres elementos necesarios de ésta.
En congruencia con lo anteriormente expuesto, podemos definir a la obligación civil como la relación jurídica por
virtud de la cual un sujeto llamado deudor queda vinculado jurídicamente respecto de otro sujeto llamado acreedor
a realizar una conducta que puede consistir en un dar, en un hacer o en un no hacer.
Como apuntamos en el parágrafo anterior, tres son los elementos constitutivos de la obligación civil, los sujetos, el
objeto y la relación jurídica.
a).- Los sujetos de la relación jurídica obligación son el acreedor y el deudor. El acreedor es el sujeto activo de la
obligación que es titular de un derecho subjetivo, comúnmente llamado derecho personal o derecho de crédito. El
deudor es el sujeto pasivo de dicha relación que tiene a su cargo un deber jurídico denominado deuda.
b).- El objeto es la conducta que el deudor queda constreñido a realizar, y que puede consistir en un dar, hacer o
un no hacer.
c).- La relación jurídica, según el maestro Bejarano Sánchez, es "…un vínculo reconocido y disciplinado por el
Derecho objetivo, y por lo que se refiere a la relación jurídica de la obligación o derecho personal, es un vínculo
creado por el Derecho objetivo, el cual faculta al acreedor a exigir una conducta del deudor y asegura su
cumplimiento con la posibilidad de obtener compulsivamente su acatamiento".
En efecto, el vínculo jurídico que caracteriza a la obligación no es otra cosa que la coercibilidad o posibilidad de
utilizar la fuerza para vencer la actitud contumaz del obligado que distingue al derecho de los otros sistemas
normativos que rigen la conducta humana, verbigracia, la moral o los convencionalismos sociales.
Derecho real es la facultad o poder de aprovechar autónoma o directamente una cosa. Mientras que el derecho
personal consiste en la facultad de obtener de otra persona una conducta que puede consistir en hacer algo, en no
hacer nada o en dar alguna cosa.
La doctrina reconoce la existencia de ciertas obligaciones o cargas que están de tal manera vinculadas a la
existencia de una cosa que su transmisión de ésta implica la de aquélla, es decir, que el origen de la obligación se
encuentra en la cosa misma, nace del hecho de su detentación. También se les conoce con el nombre de
ambulatorias, ya que la obligación pasa de un sujeto pasivo a otro por el simple hecho de la detentación material
de la cosa.
Según Borja Soriano, las características de las obligaciones reales o propter rem son las siguientes:
a) No ligan al deudor en cuanto a su persona o identidad personal, sino que está determinado por el hecho de ser
propietario o poseedor de una cosa. El poder que ejerce sobre ella los señala y exhibe como deudor. Son
necesidades jurídicas que gravitan sobre aquella persona que posee una cosa, porque son cargas que pesan
sobre esa cosa.
b) Puede transmitir la deuda al transferir la cosa. La deuda sigue a la cosa; por tanto, para dejar de ser deudor le
basta con enajenar la cosa o abandonarla.
c) El obligado responde de su deuda con la cosa, no con todo su patrimonio y, si renuncia a ella, se desembaraza
de su deuda.
En síntesis, podemos decir que las obligaciones reales son cargas o gravámenes impuestos por la ley a los
poseedores o propietarios, por el simple hecho de la detentación de la cosa, y cuyo cumplimiento puede evitarse
mediante el abandono de la cosa de la cual dimana el gravamen, respondiéndose de la deuda en todo caso con la
cosa.
En este último apartado nos ocuparemos de las llamadas obligaciones naturales, de la cuales podemos decir que
consisten "…en la necesidad jurídica de prestar una conducta a favor de un acreedor, quien puede obtener y
conservar lo que el deudor le pague, pero puede exigirlo legítimamente por medio de la fuerza pública". En otras
palabras, lo que caracteriza o distingue a este tipo de obligaciones es el hecho una vez cumplida voluntariamente
la obligación por el deudor, el derecho autoriza al acreedor a retenerlo válidamente, sin que pueda repetirse contra
éste.
La doctrina considera a este tipo de obligaciones como obligaciones civiles imperfectas equiparándolas a veces a
los deberes morales, toda vez que carecen de acción procesal que permita lograr su cumplimiento forzoso. Sin
embargo, pese a la diversidad de opiniones que existen sobre el tema, creemos que no se trata de simples
deberes morales, sino de verdaderas obligaciones jurídicas, ya que por la circunstancia de que el Derecho
reconozca la validez del pago y autorice al deudor para retenerlo, impidiendo la repetición contra éste, resulta
inconcuso que tal reconocimiento por parte del ordenamiento jurídico le quita a dichas relaciones el carácter
meramente moral que pudieran tener, para convertirlas en fenómeno netamente jurídico.
Conviene precisar, en último lugar, que estas obligaciones no se encuentran reglamentadas en nuestra legislación
civil, por no existir un articulado que las agrupe reconociéndolas por su nombre, sino que al respecto sólo existen
disposiciones aisladas de las que se desprende su existencia, verbigracia el artículo 1752 del Código Civil, que a
la letra dice: "El que ha pagado una deuda prescrita o para cumplir un deber moral, no tiene derecho de repetir.";
asimismo, nos permitimos transcribir el diverso numeral 2124 del citado ordenamiento, que dispones que: "Las
ventas al menudeo de bebidas embriagantes hechas al fiado en cantinas, no dan derecho para exigir su precio."; y
por último, el precepto 2595, que textualmente manda lo siguiente: "El que pierde en un juego o apuesta que no
estén prohibidos, queda obligado civilmente, con tal que la pérdida no exceda de la vigésima parte de su fortuna.
Prescribe en treinta días el derecho de exigir la deuda del juego a que este artículo se refiere".
Las Obligaciones
El Derecho Civil regula también las obligaciones y establece los efectos jurídicos que
producen.
Ahora bien, la ley dispone que las obligaciones pueden ser de dar, hacer o no hacer.