Carlos Esteban Rivera Ramos-Articulo
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DE 2020.
A propósito de los recientes depósitos por bono o gratificación otorgados por el cese de los
ex congresistas, el autor analiza la legalidad en atención a la normatividad vigente y a lo
manifestado por el actual Congreso de la República. Además, describe y cuestiona el
régimen laboral de los congresistas y de los funcionarios de la administración pública en
general.
I. INTRODUCCIÓN
Con esta breve pero necesaria introducción, podemos abordar la problemática existente
dentro del régimen laboral de los congresistas. Al ser ellos funcionarios públicos
corresponde verificar cuál es el régimen laboral que les corresponde. Abordar ello nos lleva
a otro problema que pasamos a explicar.
Siguiendo la línea de tiempo, la Ley N° 28175, “Ley Marco del Empleo Público”, publicada
el 19 de febrero del 2004, regulaba los aspectos generales de la nueva carrera
administrativa, sin embargo, esta ley no derogó a la D.L 276. Debido a que la Ley Marco
del empleo público no ha sido reglamentada, varias figuras jurídicas han quedado en el aire,
permitiendo que los funcionarios públicos puedan ser ocupados por servidores públicos sin
existir un concurso de méritos. Finalmente, esta ley tampoco cumplió con la segunda
disposición transitoria y complementaria, que es la promulgación de la Ley del sistema de
remuneraciones del empleo público. Es decir, al no crearse un sistema de remuneraciones
para el funcionario público, para efectos prácticos queda en el vacío que tipo de régimen
compensatorio les corresponde. Nuevamente, volvemos a cero en el avance de una
reforma y modernización concreta dentro de la administración pública.
Poco tiempo después, el Congreso promulgó la Ley N° 28212, “Ley que desarrolla el
artículo 39° de la Constitución Política y en lo que se refiere a la jerarquía y remuneraciones
de los altos funcionarios y autoridades del estado”, publicada el día 27 de abril del 2004.
Esta ley tiene dentro de su ámbito de aplicación expresamente a los congresistas de la
República. Es así que se regula en su artículo 4.2 que “Los altos funcionarios y autoridades
del Estado a que se refiere el artículo 2 de la presente ley reciben doce (12) remuneraciones
y dos (02) gratificaciones en los meses de julio y de diciembre, cada una de las cuales no
puede ser mayor a una remuneración mensual”.
De esta manera quedó establecido que los congresistas dentro de sus derechos laborales
se encuentra las gratificaciones por julio y diciembre equivalente a una remuneración
respectivamente.
El 04 de julio del 2013 se publicó la Ley N° 30057, “Ley del Servicio Civil” con la finalidad
de crear un régimen único y exclusivo para las personas que prestan servicios en las
entidades públicas del Estado. Dentro del ámbito de aplicación que la ley abarca, entre
otras instituciones, incluye al Poder Legislativo, incorporando a los funcionarios públicos y
trabajadores del Congreso de la República.
“1.1 Precísese que el Congreso de la República, el Banco Central de Reserva del Perú y la
Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones
como organismos autónomos y sus trabajadores, se rigen por el régimen laboral de la
actividad privada y no están comprendidos dentro de los alcances de las normas que
regulan la gestión de recursos humanos del servicio civil”.
La ley finaliza con su única disposición complementaria, estableciendo que se deroga toda
norma que se oponga a lo dispuesto en la presente ley. Es decir, con la promulgación de
esta ley se deroga cualquier posible avance de unificación del régimen laboral público para
los congresistas y adquieren el régimen laboral de la actividad privada, en otras palabras,
e derogó la Ley sobre jerarquía de remuneraciones y la exclusión a la “Ley Servir”.
¿Qué implica que el congresista tenga un régimen laboral de la actividad privada? Bueno,
para empezar, estamos dando respuesta a una de las primeras interrogantes que nos
formulamos al inicio de la presente reflexión, que es la búsqueda constante de la
administración pública de compartir los mismos o parecidos derechos laborales
establecidos en el régimen de la actividad privada, es decir, hacia un proceso de
laboralización de la función pública.
Por otro lado, también implica que un congresista tenga derecho a la gratificación regulada
en los términos del régimen de la actividad privada, esto es, la aplicación de la Ley N° 27735
sobre el otorgamiento de gratificaciones por fiestas patrias y navidad. Este concepto
corresponde a una remuneración respectivamente, incluyendo la gratificación proporcional
por el mes completo efectivamente trabajado; llámese esto último la Gratificación trunca.
Las sumas de estas dos fuerzas constituyen la crítica al régimen laboral aplicable del
Congreso de la República, que busca generar mayores beneficios económicos a sus
integrantes, así como muchas otras entidades de la administración pública, no tienen
consenso finalmente buscar una solución integral y coadyuvar a la modernización de
nuestra Administración Pública.
Finalmente, en términos prácticos, el objeto del presente acuerdo fue dejar sin efecto los
acuerdos N° 120 y N° 122-2019 emitido por la mesa directiva del Congreso anterior, lo que
sería un despropósito, pues no fija la forma de recuperación del supuesto pago indebido.
Será cuestión de tiempo para que verifiquen la legalidad de dichos pagos, tal vez quede sin
efecto los acuerdos de la mesa directiva, pero ello no deroga las leyes imperativas que
otorgan beneficios laborales a los funcionarios públicos.
[*] Carlos Esteban Rivera Ramos es abogado por la Universidad Privada Antenor Orrego,
con estudios en Maestría de Derecho de Trabajo y Seguridad Social y Especialista en
Derecho de Trabajo por la Universidad de Salamanca.