Artículos de Investigación Laboralizacion Progresiva
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Artículos de Investigación Laboralizacion Progresiva
Resumen:El régimen de la función pública siempre ha estado regido por sus propias normas
distintas del derecho laboral. Tiene su propio estatuto donde se establecen tareas públicas asignadas
a funcionarios que éstos tienen el deber de cumplir, lo cual se diferencia de la relación contractual
que priva en el derecho laboral. Sin embargo, la función pública se ha ido laboralizando con el paso
del tiempo. En muchos casos esa laboralización ha derivado de cambios legislativos, en otros han
sido producto de los hechos, que en materia laboral, han sido históricamente canales naturales para
avances y reivindicaciones. En el presente artículo me propongo realizar un análisis del proceso de
laboralización de la función pública tocando aspectos como el ingreso, estabilidad y el derecho
colectivo del trabajo en la función pública.
Abstract:The regime of the public function has always been governed by its own rules other than
labor law. It has its own statute where public tasks assigned to officials that they have the duty to
fulfill are established, which differs from the contractual relationship that deprives in labor law.
However, the public function has been working with the passage of time. In many cases this
laborization has derived from legislative changes, in others they have been the product of the facts,
which in labor matters have historically been natural channels for advances and demands. In this
article I propose to perform an analysis of the process of laborization of the public function
touching aspects such as income, stability and the collective right to work in public office.
1. INTRODUCCIÓN
El estado como conjunto orgánico que persigue unos fines superiores, sólo
puede considerarse existente en cuanto que es actual, y esta actualidad la alcanza
cuando actúa, es decir, cuanto de modo permanente e ininterrumpido realiza una
serie de actos. En el momento en que tales actos dejan de tener lugar cesan de ser
una realidad presente para convertir en pasado histórico (García-Pelayo, 2001).
Observando al Estado como conjunto de entes órganos e instituciones, está la
Administración pública, de la cual existen cuando menos dos concepciones, una
orgánica y otra material, y cuyo concepto en sentido orgánico, y desde el punto
de vista restringido (Por cuanto si bien la Administración desde el punto de vista
orgánico realiza siempre una actividad administrativa, también la realizan otros
órganos de los otros Poderes del Estado), apunta al conjunto de estructuras
administrativas, de ministerios, de oficinas y departamentos que forman parte del
Poder Ejecutivo. La Administración como actividad, en cambio, es una noción
material que atiende a una acción o tarea administrativa realizada por el Estado
(Brewer-Carías, 2005).
Artículo 90. El Estado dictará un estatuto que rija sus relaciones con los
funcionarios y empleados públicos, en el cual se establecerán las normas
de ingreso a la administración y las de ascenso, traslado, suspensión y
retiro. Los empleados públicos están al servicio de la Nación y no de
parcialidad política alguna.
En cuanto a los cargos de confianza la Ley los define como aquellos cuyas
funciones requieren un alto grado de confidencialidad en los despachos de las
máximas autoridades de la Administración Pública, de los viceministros, de los
directores generales y de los directores o sus equivalentes. También se
considerarán cargos de confianza aquellos cuyas funciones comprendan
principalmente actividades de seguridad del estado, de fiscalización e inspección,
rentas, aduanas, control de extranjeros y fronteras, sin perjuicio de lo establecido
en la ley.
Los funcionarios que ocupan cargos de alto nivel son los que dirigen las
políticas de los órganos y entes en los cuales prestan su servicio, planifican,
programan, orientan y dirigen la actividad gubernamental en un momento
determinado. Los funcionarios de confianza son los que pudieran no tener un
rango jerárquico relevante, no tener la dirección de la institución, ni personal bajo
su dirección, pero el cargo posee ciertas características que ameritan que el
máximo jerarca tenga libertad para su nombramiento y remoción; estos son los
cargos en materia de fiscalización e inspección, rentas, aduanas, control de
extranjeros y fronteras. Respecto de éstos últimos, es importante destacar que las
actividades mencionadas, para ser consideradas como de confianza, deben tener
carácter principal, fundamental, no eventual o esporádico (De Pedro, 2004).
(…)
Por tales razones, debe esta Sala aclarar que a tenor de lo establecido
por el artículo 3 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, funcionaria
o funcionario público es “toda persona natural que, en virtud de
nombramiento expedido por la autoridad competente se desempeñe en el
ejercicio de una función pública remunerada, de carácter permanente”.
Así pues, funcionario público en sentido estricto es aquel que realiza una
función pública remunerada de carácter permanente, independientemente
de la naturaleza del cargo que ostente dentro de la administración, lo
cual se diferencia del funcionario de carrera, por cuanto éste ingresa a la
administración por concurso y goza de derechos exclusivos tales como la
estabilidad absoluta en el desempeño de su cargo, al ascenso, a
organizarse sindicalmente, a la solución pacífica de los conflictos, a la
convención colectiva y a la huelga, en cuanto sea compatible con la
índole de los servicios que prestan y con las exigencias de la
Administración Pública (vid. Artículos 30, 31 y 32 de la Ley del Estatuto
de la Función Pública).
4. REFLEXIONES FINALES
La función pública venezolana, que había estado ideada bajo esquemas de
regulación estatutarias cerrada con condiciones de trabajo siempre limitadas, a la
naturaleza e interés de su empleador, como es la de servicio público y el interés
colectivo, las cuales les impedían el desarrollo de sus derechos individuales, de
los beneficios e indemnizaciones; e igualmente les cercenaba el derecho
colectivo del trabajo y a sus instituciones básicas como son las organizaciones
sindicales, la negociación colectiva de trabajo y el derecho a la huelga.
REFERENCIAS
ALEGRÍA, Marco Aurelio. (2005). Derecho Colectivo del Trabajo. Colección Minerva.
Universidad Gran Mariscal de Ayacucho. Libros de El Nacional. Caracas.
ALFONZO GUZMÁN, Rafael J. (2016). Nueva Didáctica del Derecho del Trabajo. (16ª
edición). Impresos Minipres, C. A. Caracas.
CASAL H., Jesús María. (2006). Constitución y Justicia Constitucional. (2ª edición
ampliada). Universidad Católica Andrés Bello. Caracas
DE PIÑA, Rafael. (1970). Diccionario de Derecho. (2ª edición). Editorial Porrúa, S.A.
México.
KIRIAKIDIS L., Jorge C. (2006). Notas sobre la situación de los contratados por la
administración pública en la ley de la función pública. Fundación Estudios de
Derecho Administrativo. Centro de Investigaciones Jurídicas. Caracas.