Ley 535
Ley 535
LEY 535
Cochabamba – Bolivia
LEY 535 DE MINERÍA Y METALURGIA
Artículo 1. (OBJETO). La presente Ley tiene por objeto regular las actividades minero
metalúrgicas estableciendo principios, lineamientos y procedimientos, para la otorgación,
conservación y extinción de derechos mineros, desarrollo y continuidad de las actividades
minero metalúrgicas de manera responsable, planificada y sustentable; determinar la nueva
estructura institucional, roles y atribuciones de las entidades estatales y de los actores
productivos mineros; y disponer las atribuciones y procedimientos de la jurisdicción
administrativa minera, conforme a los preceptos dispuestos en la Constitución Política del
Estado
El sector cuenta con un reciente marco normativo; la Ley 535 de Minería y Metalurgia
que fue promulgada el 28 de mayo del presente año. Se encuentra en proceso de
socialización y construcción de acuerdos para su reglamentación. Se espera que una
vez este concluya, se cuente con un escenario de mayor certidumbre para atraer
nuevas inversiones, tanto desde lo público como desde lo privado en los cuatro niveles
de la cadena productiva: prospección, exploración, producción e industrialización
Según el experto Teddy Cuentas, “falta la complementación de dos elementos
importantes e insustituibles: el reglamento y la escala tributaria que deberá aplicarse
para todos los sub sectores, de manera equitativa y de cumplimiento inexcusable”.
Indica que además debe consensuarse el tipo de contratos que pueden firmar las
cooperativas con las empresas privadas.
En cuanto al medioambiente, siguiendo con Cuentas, éste añade que “la nueva Ley
minera deja sin opción alguna al ejercicio del control ambiental de parte de las
instituciones privadas, instancias su nacionales (gobernaciones, municipios,
universidades) y pueblos indígenas”.
En esa misma línea de reflexión, Sara Crespo, de Probioma, indica que “con esta ley, el
Ministerio de Minería y Metalurgia se ha convertido en una especie de juez y parte,
por lo que el control ambiental será insignificante ante una seria amenaza para el país,
sobre todo en las tierras bajas donde se expandirá la explotación no tradicional y los
recursos hídricos se verán seriamente afectados”.
La preocupación medioambiental es mayor en Santa Cruz, donde está ubicado el
Precámbrico y en el que tiene lugar la extracción de oro.
Otra observación es que, al declarar área fiscal a todo el territorio nacional, cualquier
intervención en el campo sea sujeta a concesión de parte del Estado.
Aunque según el gobierno la norma fue consensuada en su totalidad, la
reglamentación de la Ley 535 todavía deberá considerar estos aspectos.
Con todo, existe el temor de que, a diferencia del sector petrolero, en este caso no
existan incentivos para la inversión en tecnología en las áreas de producción e
industrialización.
En la actualidad, la minería es la segunda actividad productiva de país, según
información proporcionada por expertos que precisan que aún existen grandes
cantidades de yacimientos y se tiene una diversidad de minerales que van desde los
metales preciosos hasta los de uso tecnológico, cuyas cotizaciones en los mercados
internaciones suben sin parar.
Con este dossier se presenta una radiografía de los mercados actuales y las
proyecciones a otros potenciales, los nuevos productos y las nuevas zonas de
explotación; la situación de los actores en las distintas fases de la cadena productiva, la
problemática del medioambiente y la normativa.
El objetivo es que usted como lector tenga los datos y herramientas y pueda lograr un
panorama claro sobre la realidad minera boliviana y su proyección.
Artículo 3. (ALCANCES Y EXCLUSIONES). I. La presente Ley alcanza a todas
las actividades mineras que se realicen sobre los recursos minerales que se
encuentran en el suelo y subsuelo del territorio boliviano, cualquiera sea su origen
o el estado en el que se presenten, incluyendo granitos, mármoles, travertino,
pizarras, areniscas, arcillas y otras rocas; minerales industriales como yeso, sal,
mica, asbesto, fosfatos, bentonita, baritina, azufre,
PRINCIPIOS Y DEFINICIONES DE LA
LEY DE MINERÍA Y METALURGIA
Artículo 5. (PRINCIPIOS). Son principios de la presente Ley:
a) Función Económica Social.
b) Interés Económico Social.
c) Intransferibilidad e intransmisibilidad del área minera.
d) Seguridad jurídica para los actores productivos mineros en toda la cadena
productiva. El Estado otorga, reconoce, respeta y garantiza los derechos mineros,
protege la inversión y el ejercicio pleno de sus actividades, en cumplimiento de la
Constitución Política del Estado.
e) Responsabilidad Social en el aprovechamiento de recursos mineros en el marco del
desarrollo sustentable, orientado a mejorar la calidad de vida de las y los bolivianos.
f) Sustentabilidad del desarrollo del sector minero, a través de la promoción de
inversiones.
g) Reciprocidad con la Madre Tierra. El desarrollo de las actividades mineras deberá
regirse en el marco de lo establecido en la Constitución Política del Estado, la Ley No
300 de 15 de octubre de 2012, Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para
Vivir Bien, y otra normativa legal aplicable.
h) Protección a Naciones y Pueblos Indígena Originarios en situación de Alta
Vulnerabilidad. El Desarrollo de las actividades mineras deberá considerar los cuidados
de protección a las naciones y pueblos indígena originarios en situación de alta
vulnerabilidad, cuando corresponda.
Artículo 6. (BASES PARA EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD MINERA). Son bases
prioritarias para el desarrollo de la actividad minera:
a) Prospección y exploración como actividades imprescindibles de los actores
productivos mineros: estatal, privados y cooperativas mineras, para ampliar y
desarrollar el potencial minero en todo el territorio
boliviano.
b) Industrialización minero metalúrgica por el carácter estratégico para el desarrollo
industrial de recursos minerales.
c) Investigación, formación y desarrollo tecnológico para el cambio cualitativo y
cuantitativo de la minería y metalurgia del país.
d) Promoción de la inversión como función y obligación del Estado para promover
políticas para la inversión en el sector minero en toda la cadena productiva.
La ley minera fue una demanda de los actores del sector, prácticamente desde el día
de inicio del Gobierno, el año 2006. Esto por el cambio radical en el contexto que
rodea las actividades mineras desde la fecha de emisión del código 1777.
El neoliberalismo imperante en ese momento descartó la participación del Estado en la
producción y explotación de metales y minerales, y pretendía saltar por encima de
principios constitucionales para transferir riquezas estatales a privados.
La Constitución Política del Estado, vigente cuando se promulgó el código 1777,
establecía la prohibición de entregar a privados, a cualquier título, Los mineros chicos y
las cooperativas prepararon, rápidamente, sus propuestas que fueron analizadas por el
ejecutivo y, a partir de ellas y de la nueva línea política, se preparó un primer borrador
oficial de la ley minera el año 2007.
Éste fue rechazado sin análisis por el subsector cooperativo y mostró una primera
discrepancia entre las posiciones cooperativas y la política minera del cambio. La
construcción de una nueva Constitución frenó la elaboración de una nueva ley