Dios, Sus Obras

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Capítulo 2

(Isaías 37.16).
“Jehová de los ejércitos, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste
los cielos y la tierra”
Apocalipsis 15:3-4
Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y
verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y
glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones
vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.
Dónde quiera que miremos, podemos contemplar las maravillas de la obra de
Dios.
Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus
manos.

LA CREACIÓN

Nuestro estudio comienza en el “principio” de Génesis 1.1. En lo que se refiere al


tiempo anterior a la creación, Dios no le ha revelado nada al hombre excepto unas
pocas palabras como en Juan 17.5 y Efesios 1.4. La frase “En el principio” señala
el principio de todas las cosas que existen en nuestro universo. Aquí es donde
Dios abre su primer capítulo de revelaciones y dice “creó Dios”, y es precisamente
aquí donde el ateo con su filosofía humana empieza con “podríamos suponer
que...”. Pero el hijo humilde de Dios cree el hecho sencillo que fue entonces
cuando “Dios creó los cielos y la tierra”.

San Juan 17:5

Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo
antes de que el mundo existiera.

Efesios 1:4

según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos

santos y sin mancha delante de él,


Además de los seres de la tierra, Dios creó los seres celestiales

Ezequiel 28:15

Desde el día en que fuiste creado, y hasta el día en que se halló maldad en ti, eras
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perfecto en todos tus caminos.

LA SEMANA DE LA CREACIÓN
Génesis describe de la siguiente forma la obra de Dios durante la semana de la
creación:

El primer día: La luz, el día y la noche


(Génesis 1.3–5).
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios
la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue
la tarde y la mañana un día

El segundo día: Los cielos


(Génesis 1.6–8).
Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de
las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la
expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión y fue así. Y llamó Dios a
la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo

El tercer día: La tierra, el mar y las plantas


(Génesis 1.9–13).
Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar,
y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las
aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. Después dijo Dios: Produzca la
tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que de fruto según su
género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra
hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya
semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la
mañana el día tercero (Génesis 1.9–13).

El cuarto día: El sol, la luna y las estrellas


(Génesis 1.14–19).
Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día
de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por
lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E
hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el
día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las
estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la
tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las
tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto

El quinto día: Los animales marinos y las aves


(Génesis 1.20–23).
Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra,
en la abierta expansión de los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos,
y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y
toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo,
diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y
multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y la mañana el día quinto

El sexto día: Los animales de la tierra y el hombre


(Génesis 1.24–31).
Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y
serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. E hizo Dios
animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal
que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las
bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó
Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
(…) Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.
Y fue la tarde y la mañana el día sexto
El séptimo día: El reposo
(Génesis 2.2).
Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la
obra que hizo

Verdades acerca de la creación

1. Dios creó por medio de la palabra de su boca. Por ejemplo:

Y dijo Dios: sea la luz; y fue la luz.

Dijo también Dios: Descúbrase lo seco. Y fue así.

El mismo poder con que Dios creó, es el mismo poder con el cual gobierna.

2. Dios lleva a cabo toda su obra en perfección


La obra de Dios es tan perfecta, que el hombre a querido nombrar Dios a su
creación.

3. Dios creó las distintas especies

Dios ordenó que los animales y las plantas que él mismo creó debieran
reproducirse según su especie o según su género

Género: grupo de organismo de un mismo linaje o una misma familia.


Una especie es un conjunto de organismos o poblaciones naturales capaces de
entrecruzarse y producir descendencia fértil

.
4. Dios creó al hombre a su imagen

Dios creó al hombre del polvo de la tierra a su propia imagen. Esta verdad no
armoniza con la teoría antibíblica de la evolución, la cual declara que el hombre se
desarrolló de los animales inferiores en el transcurso de millones de años. La
Biblia y la teoría de la evolución están en polos opuestos.

5. Dios le dio al hombre una posición superior sobre el resto de la creación.


El hombre no es un animal que ha evolucionado.

6. La creación manifiesta la sabiduría de Dios


Dios es el arquitecto perfecto, el mejor pintor

No existe la tal evolución


Existen adaptaciones.
Una persona que siempre anda descalza le salen callos.
 Los que defienden la teoría de la evolución tienen que confesar que sus
creencias se basan en teorías que no se pueden comprobar.
Puede haber cambios o mejoramientos en las razas.
 Así como se puede transformar el cuerpo de un hombre o una mujer
consumiendo hormonas o haciendo ejercicio, se puede transformar un
animal para que crezca más…
Todo lo que Dios hizo era bueno.
DIOS POR SER EL CREADOR DEL UNIVERSO, ES SOBERANO Y GOBIERNA
SOBRE TODO

Dios no solamente creó los cielos y la tierra, sino que también sostiene el universo
en la palma de su mano. Él gobierna sobre todas las cosas según su sabiduría y
voluntad divina, es quien dicta el destino de los hombres y las naciones y quien
también mueve los cielos y la tierra a favor de sus criaturas y para el bienestar de
ellas.

El gobernador supremo del universo

Sobre el hombre, animales, elementos y seres espirituales.


.
Diseñador y creador de todo es incuestionable.
Salmos 100:3
Reconoced que Jehová es Dios;
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

Isaias 45:9:12

!!Ay del que pleitea con su Hacedor! !!el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el

barro al que lo labra: ¿Qué haces?; o tu obra: ¿No tiene manos?

!!Ay del que dice al padre: ¿Por qué engendraste? y a la mujer: ¿Por qué diste a
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luz?!

Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por
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venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.

Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los
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cielos, y a todo su ejército mandé.


Job 38:2-41

«¿Quién es ése que oscurece el consejo
con palabras sin sabiduría?

Ahora cíñete la cintura como un hombre:
yo te preguntaré y tú me contestarás.

»¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?
¡Házmelo saber, si tienes inteligencia!

¿Quién dispuso sus medidas, si es que lo sabes?
¿O quién tendió sobre ella la cuerda de medir?

¿Sobre qué están fundadas sus bases?
¿O quién puso su piedra angular,

cuando alababan juntas todas las estrellas del alba
y se regocijaban todos los hijos de Dios?

»¿Quién encerró con puertas el mar,
cuando se derramaba saliéndose de su seno,

cuando yo le puse nubes por vestidura
y oscuridad por faja?
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Yo establecí para él los límites;
le puse puertas y cerrojo,
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y dije: “Hasta aquí llegarás y no pasarás adelante;
ahí parará el orgullo de tus olas.”
12 
¿Has dado órdenes a la mañana alguna vez en tu vida?
¿Le has mostrado al alba su lugar,
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para que ocupe los confines de la tierra
y sean sacudidos de ella los malvados?
14 
Ella cambia luego de aspecto como el barro bajo el sello,
y toma el aspecto de una vestidura;
15 
mas la luz les es quitada a los malvados
y el brazo enaltecido es quebrantado.
16 
»¿Has penetrado tú hasta las fuentes del mar
y has caminado escudriñando el abismo?
17 
¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte
y has visto las puertas de la sombra de muerte?
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¿Has considerado tú la extensión de la tierra?
¡Declara si sabes todo esto!
19 
»¿Dónde está el camino que conduce a la morada de la luz?
¿Y dónde está el lugar de las tinieblas,
20 
para que las lleves a sus límites
y conozcas las sendas de su casa?
21 
¡Quizá tú lo sabes, puesto que entonces ya habías nacido
y es grande el número de tus días!
22 
»¿Has penetrado tú hasta los depósitos de la nieve?
¿Has visto los depósitos del granizo,
23 
que tengo reservados para el tiempo de angustia,
para el día de la guerra y de la batalla?
24 
¿Por qué camino se difunde la luz
y se esparce el viento del este sobre la tierra?
25 
»¿Quién le abrió un cauce al turbión
y un camino a los relámpagos y a los truenos,
26 
haciendo llover sobre la tierra deshabitada,
sobre el desierto, donde no vive ningún ser humano,
27 
para saciar la tierra desierta y sin cultivo
y para hacer que brote la tierna hierba?
28 
»¿Tiene padre la lluvia?
¿Quién engendró las gotas del rocío?
29 
¿De qué vientre salió el hielo?
Y la escarcha del cielo, ¿quién la dio a luz?
30 
Las aguas se endurecen como piedra
y se congela la faz del abismo.
31 
»¿Podrás tú anudar los lazos de las Pléyades?
¿Desatarás las ligaduras de Orión?
32 
¿Haces salir a su tiempo las constelaciones de los cielos?
¿Guías a la Osa Mayor con sus hijos?
33 
¿Conoces las leyes de los cielos?
¿Dispones tú su dominio en la tierra?
34 
»¿Puedes alzar tu voz a las nubes
para que te cubra gran cantidad de agua?
35 
¿Envías tú los relámpagos, para que ellos vayan,
o para que te digan: “Aquí estamos”?
36 
¿Quién puso la sabiduría en el corazón?
¿Quién dio inteligencia al espíritu?
37 
¿Quién cuenta con sabiduría lo que hay en los cielos?
Y los odres de los cielos, ¿quién hace que se inclinen,
38 
cuando el polvo se ha endurecido
y los terrones se han pegado unos con otros?
39 
»¿Cazarás tú la presa para el león?
¿Saciarás el hambre de sus cachorros,
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cuando están echados en sus guaridas
o se ponen al acecho en la espesura?
¿Quién le prepara al cuervo su alimento,
41 

cuando sus polluelos claman a Dios


y andan errantes por falta de comida?

DIOS SUSTENTA SU CREACIÓN:

Mateo 6:25-34

Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis;
25 

ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el
cuerpo más que la ropa? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni
recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois
vosotros de mucho más valor que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros, por ansioso que
esté, puede añadir una hora  al curso de su vida ? 28 Y por la ropa, ¿por qué os
[a] [b]

preocupáis? Observad cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni


hilan; 29 pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de
estos. 30 Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al
horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? 31 Por tanto, no os
preocupéis, diciendo: «¿Qué comeremos?» o «¿qué beberemos?» o «¿con qué nos
vestiremos?». 32 Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que
vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas. 33 Pero
buscad  primero su  reino  y su justicia, y todas estas cosas os serán
[c] [d] [e]

añadidas . 34 Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día


[f]

de mañana se cuidará  de sí mismo. Bástele a cada  día sus propios problemas.
[g] [h]

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