Inteligencia Emocional en El Trabajo

¿Qué es inteligencia emocional en el trabajo?
La inteligencia emocional en el
trabajo interviene en la buena toma de
decisiones, en la calidad de las relaciones
interpersonales y el apropiado control de
inquietudes como frustración, apatía y estrés,
entre otras.
El papel de la inteligencia emocional dentro de
las empresas se puede encontrar
principalmente en el liderazgo, donde es
indispensable una interacción social eficiente
para lograr el máximo desempeño de un
equipo.
Un líder con inteligencia emocional reducida
carecerá de la habilidad para gestionar,
motivar y dirigir a los miembros de su equipo
de trabajo.
Tener inteligencia emocional también significa
percibir de forma adecuada cómo funciona el
mundo y actuar de manera apropiada y
responsable. Aristóteles describe esta
capacidad como la habilidad de “enfadarse
con la persona adecuada, en el grado exacto,
en el momento oportuno, con el propósito
justo y del modo correcto”.
CLAVES PARA APLICAR LA
INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL
TRABAJO
• Estas habilidades se pueden aplicar en

tu puesto de trabajo, sea cual sea tu
posición y profesión, tanto con clientes
como con compañeros, empleados,
directivos, etc.
Te damos 5 claves para incrementar tu
inteligencia emocional en el trabajo.
1. Autoconocimiento
Escucha tu yo interior, interpreta tus sentimientos,
identifica tus motivaciones para saber contrarrestar
tus preocupaciones.
Para llevar esto a la práctica, te recomendamos que
lleves contigo una pequeña agenda o diario. Refleja
en el cómo te sientes, exprésate, intenta
comprenderte y así podrás llevar un seguimiento de
cómo te ha hecho sentir una determinada cosa y
qué has hecho para sobreponerte.
2. Autocontrol
Ten confianza en tus conocimientos, habilidades y
experiencia laborar para superar los obstáculos
profesionales. Se flexible y adaptable a los
cambios.
Cuando tengas un problema realiza una lista de
maneras de superarlo y valora cuál será la más
adecuada. Quizás pueda interesarte el artículo:
Aceptar, asimilar y superar la frustración.
3. Automotivación
Todos los días nos enfrentamos a retos personales que
pueden afectar a nuestro ánimo y motivación para
trabajar. Llegar al trabajo con una buena predisposición es
esencial para encarar el trabajo del día. Sé tú mayor
aliado.
Si estás teniendo un día difícil, date un capricho en el
almuerzo, descansa 10 minutos dando un paseo, haz
ejercicios de relajación y estira el cuerpo en tu puesto de
trabajo y, en definitiva, piensa constantemente que
puedes conseguir lo que te propongas.
4. Empatía
Antes de actuar pregúntate cómo tus acciones o
comentarios pueden afectar al resto de personas
de tu entorno laboral. Ponte en el lugar del otro
para intentar comprender cómo se siente.
Si necesitas hacer una crítica, intenta expresarte
de manera constructiva.
5. Relaciones sociales, comunicación y
escucha
La comunicación y buena relación con
nuestros compañeros de trabajo tiene un
efecto muy positivo en nuestro desarrollo
profesional. Establecer vínculos con el resto
de trabajadores beneficia tu bienestar
personal.
CONSEJOS PARA TRABAJAR TU INTELIGENCIA
EMOCIONAL.
1. Toma conciencia de cómo te sientes: puedes poner un recordatorio cada día para tomarte
una pausa, respirar profundo y tomar consciencia de cómo estás en ese preciso momento
(cómo está tu cuerpo, tu postura, sensaciones, emociones…). Al reconocer que estás
sintiendo, podrás aprender a gestionar cada emoción mejor.
2. No te tomes nada personal: no juzgues cada comportamiento del otro. Pueden estar
pasando muchas cosas detrás de ese comportamiento que no tienen nada que ver con
nosotros.
3. Expresa tus emociones de una manera asertiva y sé capaz de escuchar lo que los otros
tienen a decir.
4. Toma responsabilidad de lo que sientes y de lo que haces. Nadie tiene culpa, todos
tenemos responsabilidad.
5. Practica la empatía: aprende a ponerte en los zapatos del otro. Todos tienen sus problemas
y sus historias.
6. Piensa antes de actuar, no seas tan impulsivo. Tomar una pausa antes de reaccionar
puede ayudarte a ser más asertivo a la hora de expresarte.
7. Practica la resiliencia: eres capaz de superar todo obstáculo y salir fortalecido. No te dejes
hundir en el negativismo y la desesperanza.
8. Ponte metas que te ilusionen y sean realistas y alcanzables.
Cuando tomas en cuenta estos diferentes
elementos, trabajas tu inteligencia emocional y
logras encontrar un mayor equilibrio en tu vida
porque le darás el espacio a cada emoción,
aceptándolas sin reprimirlas, y sabrás cómo
expresarlas de la mejor manera por ti y para los
demás.
Recuerda que tu salud mental y emocional es
igual de importante que tu salud física. La una
sin la otra no puede existir para vivir en
armonía.

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