Comunicación, Hablar y Escuchar - Terapia Familiar I

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“COMUNICACIÓN, HABLAR Y ESCUCHAR”

Hoy podemos conocer a la comunicación como el factor determinante de las relaciones que se
establecerá con los demás, y lo que sucederá con cada una de ellas en el mundo.

La comunicación tiene muchos aspectos; es el calibrador con el cual dos individuos miden la
autoestima del otro, y no solamente ello, sino también la forma en que la comunicación se ha
convertido fundamental para establecer relaciones tanto positivas, como negativas.

Así mismo, la comunicación, abarca la diversidad de formas como la gente transmite


información: qué da y qué recibe, cómo la utiliza y cómo le da significado, por ejemplo, cuando
nosotros alcanzamos los cinco años de edad, es posible que hayamos tenido millones de
experiencias en compartir la comunicación, es decir, que a esta edad todos desarrollamos ideas
sobre cómo nos percibimos, nuestras expectativas de los demás y lo que consideramos posible
o imposible para nosotros en el mundo.

Una vez entendido que toda comunicación es aprendida, podemos cambiarla si así lo deseamos,
pero primero, debemos revisar los elementos de la comunicación.

Por otro lado, podemos encontrar trampas de la comunicación, como la suposición, el método
de “Adivinar el pensamiento” Nuestras suposiciones sobre los demás distan mucho de ser cien
por ciento exactas. Creo que a este procedimiento de adivinación se debe gran parte del
distanciamiento innecesario entre individuos. Así mismo también encontramos interacciones en
la comunicación, donde lo menos que se hace entre dos individuos a más es escucharse, si
pudiésemos poner en práctica la escucha activa, podríamos evitar muchas respuestas hirientes
con sólo recordar que tenemos que describir aquello que vemos y escuchamos, siendo
específicos al hablar y dejar las suposiciones a un lado, de la misma manera cuando se corrige
a un niño y no se le describe por qué se le castiga específicamente y expresando solamente ésta
frase: “ Te has portado mal, serás castigado “cuando no se le mencionó cuál fue la acción que lo
llevó a ésta corrección, de la misma manera cuando se le habla al niño(a) que “ es un
desordenado, sucio bueno para nada”, cuánta diferencia habría si los padres en lugar de
comunicar distorcionadamente el mensaje, lastimando la autoestima de su hijo (a), corrigiera
la conducta y no directamectamente el niño.

Finalmente cabe recordar, que no debemos abordar una situación negativa de manera negativa;
si podemos hacerlo de manera positiva, la diferencia principal es hacerlo de manera descriptiva
y la clave sería “Escuchar para comprender y no para responder”.

Alumna: Isabel Katherine Huanca Marca

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