Arte Griego
Arte Griego
Arte Griego
Partenó n
Tribuna de las cariá tides del Erecteió n
Templo de Atenea Niké
Teatro de Epidauro
Auriga de Delfos
Discó bolo de Miró n
Doríforo de Policleto
Metopa del Partenó n de Fidias
Hermes con Dioniso de Praxíteles
Apoxió menos de Lisipo
Victoria de Samotracia
Venus de Milo
Friso del altar de Zeus en Pérgamo (detalle de Atenea y Gea)
Se pueden distinguir tres etapas: arcaica (S VIII-VI aC); clásica (s V- mitad de. S. IV
aC); helenística ( finales s. IV – s II aC invasión romana).
TEMPLOS GRIEGOS
EL ERECTEION:
Por otra parte, en el periodo arcaico se desarrollaron también esculturas femeninas, las “korai”, que serían el
equivalente femenino a los “kuroi”; representan jóvenes doncellas, vestidas con peplo con expresión y composición
similar a las figuras masculinas.
Ademá s de suponer que esta obra tenía una funció n decorativa, y puede que de
exaltació n del deporte, su significado ú ltimo está en la intenció n del autor de
plasmar su ideal personal de belleza. Representando de una forma tangible, lo que
Policleto llamó el "canon", es decir, el tipo ideal de belleza, en este caso, masculina.
Altorrelieve de má rmol
correspondiente a la metopa 27 del
Partenó n de Atenas, esculpida por Fidias
en el siglo V aC, escultor griego clá sico,
que representa una escena de la
centauromaquia y actualmente se
encuentra en el Bristish Museum de
Londres.
Completando el ciclo de la
gigantomaquia, la amazonomaquia y la
caída de Troya, el conjunto de metopas del
lado sur del Partenó n, dedicadas a la
centauromaquia, escenifica uno de los mitos má s populares de la iconografía griega: la
contienda entre los centauros y los lapitas de Tesalia.
La ligera tú nica del lapita se despliega desde ambos brazos y por detrá s, creando
un fondo sobre el que destaca el magnífico modelado de las anatomías y acentuando el
contraste entre la armonía del cuerpo del joven y la vehemencia del cuerpo contorsionado
del centauro. Destaca el tratamiento naturalista de las figuras y el dinamismo de las
mismas.
Esta leyenda fue utilizada por los griegos para simbolizar la supremacía de la
civilizació n sobre la barbarie.
ANÁ LISIS: Para su construcció n se empleó má rmol blanco, y todo el conjunto emplea un
sistema adintelado. Su configuració n en planta presenta un crepidoma de cinco gradas
sobre las que se eleva un basamento, sobre el que se sitú a un patio porticado con
columnas dobles, donde se situaba el altar y al que se accede por una escalinata
monumental custodiada por dos alas laterales. Tanto el patio como las alas laterales se
presentan al exterior con una galería de columnas jó nicas. En el alzado destaca su fachada,
en la que podemos distinguir dos cuerpos, uno macizo formado por el basamento,
decorado con relieves, y un cuerpo superior, porticado o columnado. El edificio tiene un
sentido má s escultó rico que arquitectó nico, ya que está concebido hacia el exterior, má s
que a la creació n de un espacio interior que reú na fieles o tenga otras características
funcionales. Prima en todo momento su sentido decorativo má s que funcional