La Humanidad de Cristo
La Humanidad de Cristo
La Humanidad de Cristo
Dios Hijo se encarnó para revelarnos a Dios Padre. En Juan 5:19-20, Jesús les
dice a los judíos que toda la obra que Él realizaba, la realizaba también el Padre, así que
de este modo la humanidad podía conocer realmente como era Dios, un padre amoroso
que busca al extraviado, como lo relata la parábola de la oveja perdida. (Lucas 15:1-7).
Que recibe con gozo a quien llega rendido a pedirle perdón como el Hijo Prodigo
(Lucas 15:11-24) y también alguien que se enoja cuando su casa de oración a sido
transformada en cueva de ladrones. (Marcos 11:15-19).
Dios Hijo se encarnó para glorificar nuestra naturaleza humana y pudiera ser
adaptada a un destino celestial. Debido a que somos hijos de Adán, tenemos en nuestra
naturaleza el pecado que no permite que podamos tener comunión en esta vida ni en la
eternidad con Dios, mas sin embargo cuando aceptamos a Jesús como Señor y Salvador,
venimos a ser sus hijos, (Juan 1:12) y un día seremos igual a Él, (1 Juan 3:1-2). Esto
mediante una transformación de nuestro cuerpo de humillación en un cuerpo de gloria,
(Filipenses 3:20-21, 1 Corintios 15:45-55)
Dios Hijo se encarnó para darnos un ejemplo de como vivir en este mundo, al
tener un cuerpo de carne y hueso, Él supo todas las dificultades a las que nos
enfrentamos en el día a día, más, sin embargo, él siendo hombre supo pasar por ellas sin
pecar ni fallar. (1 Pedro 2:21-23, 1 Juan 2:6, Hebreos 4:14-15)
Dios Hijo se encarnó para ser el sacrificio expiatorio por nuestros pecados.
¿cómo se podría realizar esto sin ser Jesús humano? No había manera alguna. (Romanos
6:23) Debía realmente sufrir el castigo en su cuerpo y morir como cualquier otra
persona muere en este mundo. Pero Dios no muere, así que en la persona de Jesucristo
quien fue Hombre y Dios cien por ciento se podía cumplir este pago, (Hebreos 10:1-10)
y una vez realizado este sacrificio poder acceder a todas las bendiciones que el pecado
había interferido entre la humanidad y Dios.
Jesucristo tenia alma y espíritu. Los seres humanos están compuestos por
cuerpo, alma y espíritu. En el punto anterior se explico como Jesús menciona que tenia
un cuerpo, ahora, él también expresó que tenía alma, al momento de llegar el tiempo de
su muerte menciona, “Mi alma está muy triste,” (Mateo 26:38) y tenía espíritu al decir
en la cruz, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.” (Lucas 23:46) con lo que se
comprueba la totalidad de la humanidad de Jesucristo.
Jesucristo utilizo ropa común. Al momento de su nacimiento su madre María,
“lo envolvió en pañales” (Lucas 2:7) esto prueba que su nacimiento fue normal, su
madre estaba preparada con la ropa que utilizaría el bebe una vez que naciera.
Jesucristo tuvo hambre. Como cualquier otro ser humano necesitaba el alimento
físico para subsistir. (Mateo 4:2)
Jesucristo sintió compasión por las personas. Como ser humano tenía
sentimientos y estos se reflejan al momento que observaba a las personas sin alguien
que les guiara y les enseñara (Mateo 9:36) además de que mostró gran tristeza frente a
la tumba de unos de sus amigos más cercanos en la tierra, Lázaro de Betania. A tal
grado que lloró (Juan 11:35) de esta manera demostrando que como ser humano
también se compadecía y entendía la muerte de un ser querido.
Jesucristo fue tentado humanamente en todo. Así lo escribe el autor del libro de
Hebreos, al mencionar que tenemos un sumo sacerdote, Jesús el Hijo de Dios, quien fue
tentado en todo, pero nunca pecó. (Hebreos 4:15)
Jesús nació en los últimos años de vida de Herodes el Grande (Mateo 2:1, 13,
Lucas 1:5) quien se cree murio alrededor del 4 a.C. (Mateo 2:13-23)
“Vivió por esa época Jesús, un hombre sabio, si es que se le puede llamar
hombre. Porque fue hacedor de hechos portentosos, maestro de hombres que
aceptan con gusto la verdad. Atrajo a muchos judíos y a muchos de origen
griego. Era el Mesías. Cuando Pilato, tras escuchar la acusación que contra él
formularon los principales de entre nosotros, lo condenó a ser crucificado,
aquellos que lo habían amado al principio no dejaron de hacerlo. Porque al tercer
día se les manifestó vivo de nuevo, habiendo profetizado los divinos profetas
estas y otras maravillas acerca de él. Y hasta el día
de hoy no ha desaparecido la tribu de los cristianos” (Josefo, 2013, p. 27)
Conclusión. Dios Hijo vino a este mundo en un cuerpo humano, el cual fue
concebido por el Espíritu Santo en el vientre de María, vivió como cualquier otra
persona en la tierra, pero sin pecado, murió para pagar el precio del pecado y así poder
alcanzar la salvación de nuestra alma.
Bibliografía.
Berkhof, L. (2005). Manual de Doctrina Cristiana. Grand Rapids. MI: Libros Desafio.
Dennis, J. (2016). Los hábitos de Jesús. El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.
McDowell, J. (1975). Evidencia que exige un veredicto. Cuernavaca Mex.: Cruzada Estudiantil y
Profesional para Cristo.