Curatela 1

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Casos en los que procede la aplicación de la institución

de la Curatela

- ¿Cómo se constituye la curatela?

o La curatela se instituye por medio de resolución judicial. Por tanto,

es la autoridad judicial quien debe determinar para qué actos

necesitará autorización la persona sometida a curatela y quién será

su curador.

o La función de la autoridad judicial no termina aquí ya que, como en el

caso de la tutela, el Juez supervisará las funciones del curador. Y es

que, tales funciones deben ejercitarse en beneficio de la persona

cuya capacidad se complementa.

o Hay que tener en cuenta que la institución de curatela se produce de

oficio, si bien los parientes cercanos del parcialmente inhabilitado o

menor están obligados a promover el procedimiento de designación

de curador. Además, cualquier persona podría poner en

conocimiento del Juez o el Ministerio Fiscal la existencia de otra

persona que necesita ser sometida a curatela.

El primer caso de procedencia de la Curatela se evidencia en el Artículo 435 de

nuestro Código Civil, el cual menciona lo siguiente:

Artículo 435.- Curador para administración de bienes del menor

El juez puede confiar a un curador, en todo o en parte, la administración de los bienes de

los hijos sujetos a la patria potestad de uno solo de los padres:


1. Cuando lo pida el mismo padre indicando la persona del curador.

2. Cuando el otro padre lo ha nombrado en su testamento y el juez estimare conveniente

esta medida. El nombramiento puede recaer en una persona jurídica.

Esta norma, cuyo precedente lo encontramos en el artículo 421 del Código de

1936, reconoce una amplia facultad en el juez ya que, de creerlo conveniente,

cuando uno de los padres sea el encargado de la administración de los bienes de

su hijo, puede confiar la administración a un curador, siempre y cuando se dé uno

de estos dos supuestos: a) Cuando lo pida el mismo padre indicando la persona

del curador. b) Cuando el otro padre lo ha nombrado en su testamento y el juez

estimare conveniente esta medida. En el primer paso, el padre está renunciando a

la administración de los bienes del hijo y designa en su reemplazo a un curador, el

cual asistirá a las reuniones del consejo de familia. En el segundo caso, el curador

ha sido nombrado por el otro padre en su testamento, y luego de su muerte y

posterior apertura del testamento, el juez aceptará esta designación del curador.

En una futura reforma al Libro de Derecho de Familia es conveniente modificar la

terminología utilizada, de manera tal que, en vez de utilizar el término curador

debiéramos referimos al nombramiento de un administrador que es, en sentido

técnico, lo que correspondería en estos casos. Como está el artículo implica una

desnaturalización de la curatela. Asimismo, en ambos supuestos (es decir en los

incs. 1 Y 2) el nombramiento puede recaer en una persona jurídica, esto implica

una modernización con la corriente actual del Derecho Familiar moderno. Sería

adecuado, por otro lado, incluir un supuesto adicional que le permita al juez, según

su criterio, nombrar al administrador cuando el interés del hijo así lo exija.

Artículo 460.- Nombramiento de curador especial


Siempre que el padre o la madre tengan un interés opuesto al de sus hijos, se

nombrará a éstos un curador especial.

El juez, a petición del padre o de la madre, del Ministerio Público, de cualquier otra

persona o de oficio, conferirá el cargo al pariente a quien corresponda la tutela

legítima. A falta de éste, el consejo de familia elegirá a otro pariente o a un

extraño.

La regla primaria de la patria potestad es la protección y reciprocidad que se

sustenta en un interés común, el beneficio de los hijos conseguido por la

obligación natural de los padres de cuidarlos.

La oposición de intereses, sean personales o económicos, entre los hijos y sus

padres, implica que la patria potestad pierda su verdadero objetivo, cual es otorgar

la guarda y protección de la persona y bienes de los hijos, ya que los padres

pueden preferir vigilar y cautelar sus pertenencias en lugar de la de sus hijos

(incumplimiento de las cargas del usufructo), obtener un beneficio del patrimonio

de estos últimos (administración excesiva), desconocer las relaciones personales

derivadas de la relación paterno-filial (incumplimiento de obligación alimentaria).

Asimismo, se presentan otros casos en los cuales es palpable el interés opuesto:

impugnación de la paternidad, nulidad de reconocimiento, entre otros.

Esto es lo considerado en el artículo bajo comentario, de manera tal que a fin de

evitar que la patria potestad exista como una relación jurídica familiar meramente

referencial en caso de oposición de intereses, es que se ha establecido la entrada

en vigencia de la curatela, de la tutela o del consejo de familia, según sea el caso

exclusivamente en pro del hijo.

Debería existir una fórmula más amplia, de manera tal que en caso de oposición
de intereses se le nombrará al hijo un defensor que lo represente, salvando la

limitación del texto expreso.

Redacción similar estaba considerada en el artículo 417 del Código Civil de 1936 y

en el Derecho comparado sienta sus precedentes en los Códigos argentino,

chileno, ecuatoriano y español.

Art. 567.- Curatela Provisional

El juez, en cualquier estado del juicio, puede privar provisionalmente del ejercicio

de los derechos civiles a la persona cuya interdicción haya sido solicitada y

designarle un curador provisional.

En primer lugar, debemos destacar que el anteproyecto de reforma del Código

Civil ha planteado una modificación del presente artículo, siendo el texto el

siguiente:

Artículo 567 - Cese del régimen de asistencia

1. Cuando el sujeto al régimen de asistencia, el asistente, los familiares o el

Ministerio Público, consideran que ya no se verifican los presupuestos

establecidos en el artículo podrán solicitar judicialmente el cese del régimen de

asistencia, su sustitución o la modificación.

2. El juez amparará la pretensión solicitada cuando se compruebe, directamente o

por medio de un examen pericial, la necesidad del cese o de la sustitución.


El texto citado implica la aceptación del nuevo paradigma en torno a los derechos

de las personas con discapacidad o que se encuentran en una situación de

capacidad restringida, ya que se propone que cuando el sujeto al régimen de

asistencia, el asistente, los familiares o el Ministerio Público estiman que ya no se

verifican los presupuestos establecidos en el artículo podrán solicitar judicialmente

el cese del régimen de asistencia, su sustitución o la modificación, lo cual es

correcto pues significa que la persona puede desenvolverse por sí misma.

Lo interesante es observar que a pesar de que se busca amparar y reconocer

derechos sin ser proteccionistas, también lo es que el legislador peruano no puede

dejar de tutelar a las personas con discapacidad, por lo que impone un deber al

juez o jueza competente, el cual consiste en corroborar los dichos de los

peticionantes, por lo que se establece que deberá realizársele a la persona sujeta

a asistencia un examen pericial que determine que se encuentra en capacidad de

actuar por sí misma, siendo importante establecer que además de ello, deberá

analizar la necesidad del cese o de que se le sustituya al apoyo, al asistente o en

alguno de los casos, al salvaguarda.

Ahora, consideramos que es importante señalar ¿qué se entiende por derechos

civiles? Son aquellos reconocidos a todos los ciudadanos por la ley; y en ello se

distinguen de los derechos humanos y de los derechos naturales. Los ejemplos de

derechos y libertades civiles incluyen: el derecho a una indemnización si se es

lesionado o lesionada por otra persona; el derecho a la privacidad; el derecho a

protestar de manera pacífica; el derecho a una investigación y un proceso justo si

se es sospechosa o sospechoso de la comisión de un delito; entre otros derechos

como lo son aquellos relacionados a los derechos sexuales y reproductivos, los


vinculados a la raza o etnia, a la nacionalidad, a las limitaciones físicas o

psicológicas como lo son la discapacidad, la religión o creencias religiosas, junto al

derecho a no ser discriminado y, por ende, a tener igual trato ante la ley, a la

igualdad en entornos públicos, al debido proceso, por ejemplo, a tener un trato

justo y equitativo y el ejercicio a que un órgano jurisdiccional reconozca mis

derechos; por otra parte, los derechos a la libertad de expresión, libertad de

prensa, a la libertad de reunirse pacíficamente, entre otros casos que se pueden

suscitar en la vida de una persona.

Es relevante señalar que tanto los apoyos, asistentes y salvaguardas deben ser

nombrados o designados de manera voluntaria, ya que al ser los encargados de

comunicar la manifestación de voluntad del apoyado, no decide por si solo ni por

el representado, sino que transmite la intención, por lo que consideramos debe

existir una relación de confianza.

Artículo 575.- Requisitos para la curatela del incapaz

Cuando la cúratela corresponde a los padres se rige por las disposiciones

referentes a la patria potestad

Entonces, estando al tenor de la norma comentada y para efectos de comprensión

de su contenido, resulta necesario definir previamente a la patria potestad, para

ello podemos citar a Fermín Chunga Lamonja, quien expresa lo siguiente: "Se

ejerce conjuntamente con el padre y la madre en relación con los hijos

matrimoniales; en caso de separación de cuerpos, de divorcio o de invalidación del

matrimonio, por el cónyuge a quien se confían los hijos. En lo que se refiere a los

hijos extramatrimoniales, se ejerce por el padre o por la madre que los ha

reconocido. Si ambos padres han reconocido al hijo, si viven o hacen vida en


común, ambos padres ejercen la patria potestad, sino el juez de familia

determinará a quien corresponde la patria potestad, atendiendo a la edad y sexo

del hijo, y fijará un régimen de visitas para el padre o la madre que no viva con el

hijo".

Seguidamente, conviene citar las disposiciones referidas a la patria potestad en el

Código Civil vigente:

- Artículo 418: "Por la patria potestad los padres tienen el deber y el derecho de

cuidar de la persona y bienes de sus hijos menores".

- Artículo 423: "Son deberes y derechos de los padres que ejercen la patria

potestad:

1. Proveer al sostenimiento y educación de los hijos.

2. Dirigir el proceso educativo de los hijos y su capacitación para el trabajo

conforme a su vocación y aptitudes.

3. Corregir moderadamente a los hijos y, cuando esto no bastare, recurrir a la

autoridad judicial solicitando su internamiento en un establecimiento dedicado a la

reeducación de menores.

4. Aprovechar de los servicios de sus hijos, atendiendo a su edad y condición y sin

perjudicar su educación.

5. Tener a Ios hijos en su compañía y recogerlos del lugar donde estuviesen sin su

permiso, recurriendo a la autoridad si es necesario.

6. Representar a los hijos en los actos de la vida civil.

7. Administrar los bienes de sus hijos.

8. Usufructuar los bienes de sus hijos. Tratándose de productos, se está a lo

dispuesto en el artículo 1004".


De otro lado, según el inciso 2 del artículo 569 del Código Civil, los padres son

considerados como curadores legítimos, vale decir, como las personas a quienes

la ley reconoce prevalencia frente a otras 'para proteger al incapaz y proveer en lo

posible a su restablecimiento.

En consecuencia, en el ejercicio del cargo de curador, los padres deberán regirse

por las disposiciones legales mencionadas precedentemente, aunque con las

reservas propias del estado de incapacidad del hijo mayor de edad; por ejemplo,

sería ilógico pensar que el padre nombrado curador pretendiera corregir a su hijo

incapaz mayor de edad, como tampoco sería posible que pretendiese

aprovecharse de los servicios del hijo incapaz, etc.

Ahora, en el artículo 565 del Código Civil de 1936 se establecía: "Cuando la

curatela corresponde a los padres, se regirá por las disposiciones referentes a la

patria potestad. No serán llamados a la curatela los padres naturales cuando el

incapaz hubiera sido adoptado", lo cual permite comprobar que la norma

comentada es casi una repetición del código anterior, habiéndose suprimido

solamente el segundo párrafo.

Se sostiene que la suspensión o la extinción de la patria potestad no constituye

un impedimento legal para que los padres sean nombrados curado res del hijo

mayor de edad incapaz, aunque sí es necesario que previamente se revisen las

causas que motivaron dicha declaración judicial, en razón que el cargo implica

responsabilidad, honestidad, probidad y moralidad; por ejemplo, sería ilógico que

se instituya como curador al padre que fue condenado por la comisión de un delito

en agravio del niño, al padre que dedicaba a su hijo a la mendicidad cuando era
menor de edad, al padre que daba consejos o ejemplos corruptos a su hijo cuando

era menor de edad.

Tenemos también el Artículo 586 como muestra de casos en los que procede la

Curatela.

Artículo 586.- Curador para ebrios y toxicómanos

Será provisto de un curador quien, por causa de su ebriedad habitual, o del uso de

sustancias que puedan generar toxicomanía o de drogas alucinógenas, se

exponga o exponga a su familia a caer en la miseria, necesite asistencia

permanente o amenace la seguridad ajena

Si en los casos del pródigo y del mal gestor un problema de orden económico los

lleva a ser declarados incapaces y a nombrárseles un curador, en los casos que

plantea el presente artículo, son otras razones las que obligan al legislador a

regular la situación del ebrio habitual y toxicómano, pues en éstos un vicio afecta

su salud e igualmente compromete su patrimonio, por ello las funciones del

curador no solo se limitan a cuidar los bienes del curado sino igualmente van a

estar dirigidas a recuperar, de ser posible, la salud del interdicto. Por separado

analicemos quiénes son considerados ebrio y toxicómano.

Ebrio habitual. - Es el bebedor consuetudinario que a consecuencia de su vicio

llega a exponerse o a exponer a su familia a caer en la miseria, necesitando

asistencia permanente o a lo mejor constituye una amenaza a la seguridad ajena.

El ebrio habitual de que trata el legislador es el alcohólico, el dependiente del licor;

en éstos aparece una gran obnubilación del intelecto; el bebedor lo puede hacer
por días y luego abstenerse temporalmente, otros en cambio tienen un proceso

gradual. Rodríguez Herrera refiere que se justifica la incapacidad relativa porque

éstos son abúlicos, sugestionables e impropios para prestar su libre

consentimiento.

El artículo 586 del Código Civil al referirse al ebrio habitual alude al peligro de que

el vicio lo conduzca a caer en la miseria, por lo tanto resulta lógico proveerlo de

una persona que lo cuide a fin de que ese riesgo de la miseria no se convierta en

realidad; asimismo, y ya en lo personal, la norma hace mención a que el vicioso

requiera asistencia permanente o quizás constituya una amenaza a la seguridad

ajena; sobre el particular debemos señalar que el dependiente del alcohol no tiene

voluntad propia, y el descuido personal puede ser tal que el vicio lo lleve a

contraer una serie de enfermedades, incluso con pérdida de su salud mental,

convirtiéndolo en algunos casos en seres peligrosos; por todo ello se hace

necesario el nombramiento del curador.

Resulta curioso cómo el legislador en este caso al referirse al alcohólico alude al

término familia y no a herederos forzosos, como sí lo hace a propósito del mal

gestor y pródigo, pues bien, el término familia comprende a un número mayor de

parientes, familiares que directa o indirectamente dependan del vicioso.

Toxicómano. - Su sinónimo es el drogadicto; lo que caracteriza a este vicioso son

los trastornos mentales producidos por la fármacodependencia que lo lleva a ser

una persona carente de voluntad propia y expuesta a los riesgos de pérdidas

patrimoniales, y en lo personal, al compromiso de su salud física y mental, además

de que esa dependencia es fuente de actos que lindan lo legal y moral.

El legislador lo describe como aquel que, a causa del uso de sustancias que
puedan generar toxicomanía o de drogas alucinógenas, exponga a su familia a

caer' en la miseria, necesite asistencia permanente o amenace la seguridad ajena.

Resulta claro el trato legal igualitario del toxicómano con el ebrio habitual,

radicando la diferencia únicamente en la causa material del vicio, por lo tanto, el

comentario que hicimos respecto al porqué del nombramiento de curador, y el

término familia con respecto al ebrio habitual, también se aplican al toxicómano

Artículo 587.- Facultados a solicitar curatela para pródigo o mal gestor

Pueden pedir la curatela del pródigo o del mal gestor, sólo su cónyuge, sus herederos

forzosos, y, por excepción, el Ministerio Público, de oficio o a instancia de algún pariente,

cuando aquéllos sean menores o estén incapacitados.

Obsérvese que el tema de la legitimidad para solicitar la curatela de los incapaces

regulados en los artículos 584, 585 Y 586 se desarrolla por separado, agrupando a

los pródigos conjuntamente con el mal gestor, y por otro lado está el grupo de los

ebrios habituales y toxicómanos; se explica la diferencia en el trato legal por

cuanto la causa que conduce a la interdicción, en el caso de los pródigos y malos

gestores, está referida a un problema de orden patrimonial, mientras que en los

segundos, la causa la constituye un vicio que termina siendo gravitante para la

salud de los ebrios habituales y toxicómanos, y por ello en unos existe amplitud en

cuanto a la posibilidad de acción, mientras que en los otros se reduce el número

de personas para accionar.

En efecto, según el artículo 587 del Código Civil pueden pedir la curatela del

pródigo y del mal gestor solo (término excluyente) su cónyuge, sus herederos

forzosos y por excepción el Ministerio Público de oficio o a instancia de algún


pariente, cuando aquéllos sean menores o estén incapacitados. En el caso del

cónyuge, ya nos hemos referido a que éste también es heredero forzoso, por lo

que es ocioso nombrarlo, baste decir que el cónyuge no separado judicialmente

tiene esta acción, y en cuanto a los herederos forzosos, éstos son, como ya se

dijo, el cónyuge, descendientes y ascendientes del interdicto, todos ellos con

legítimo interés económico y moral para accionar; ahora bien, si éstos fueran

incapaces entonces se posibilita la acción de oficio por el Ministerio Público o a

solicitud de algún pariente, dentro de los alcances del artículo 236 del Código Civil.

Sin embargo, cabe preguntamos qué ocurre si el pródigo o el mal gestor no tienen

herederos forzosos, en esta situación nadie podría accionar, con lo cual se estaría

condenando a que se produzca la miseria de estas personas; sobre el particular,

creemos que toca al Ministerio Público una tarea de defensa de intereses de

terceros para que no terminen siendo una carga para la sociedad, pero reconoce

mas que el tema es delicado y la prudencia debería ser la mejor guía para la

intervención de las autoridades.

La curatela se aplica en determinados casos los cuales ya hemos mencionado

previamente, sin embargo también se hace una disposición obligatoria para su

ejecución del siguiente requisito, sin el cual no se podrá configurar la curatela.

Art. 566.- Requisito indispensable para la curatela

“No se puede nombrar curador para las personas con capacidad de ejercicio

restringida contempladas en el artículo 44 en los numerales 4 al 7 sin que preceda

declaración judicial de interdicción.”

Vemos que hace referencia al artículo 44 del Código Civil específicamente en los

numerales del 4 al 7, que se citan a continuación.


Artículo 44.- Capacidad de ejercicio restringida: Tienen capacidad de ejercicio

restringida.

4. Los pródigos.

5. Los que incurren en mala gestión.

6. Los ebrios habituales.

7. Los toxicómanos.

Ya bien denotados estos artículos podemos denotar que la Curatela no puede proceder

en el caso de que las personas a las cuales se les designa no cumplan con los requisitos

establecidos, que es el no tener ningún tipo de capacidad de ejercicio restringida, ya que

al ser Curadores se les da la potestad de realizar la administración de los bienes de la

persona sujeta a curatela, como también otros puntos determinados

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