Informe - Presion Arterial
Informe - Presion Arterial
Informe - Presion Arterial
ALFARO DE MANABI
Facultad de enfermería
Enfermería
Catedra:
Enfermería Básica
Presión arterial
Docente:
Maria Augusta Quijije Ortega
Paralelo “C”
Alumnos:
Espinales Malucin Jaime Oswaldo
Luzardo Delvalle David Joel
Urgiles Galvan Gissela Abigail
2021 (PERIODO 2)
Presión arterial
La presión arterial (PA) es la fuerza ejercida sobre las paredes de una arteria por el
bombeo de la sangre a presión desde el corazón. La contracción cardíaca fuerza a la
sangre a alta presión a entrar en la aorta. El punto de máxima presión cuando se produce
la eyección es la presión sistólica. Cuando los ventrículos se relajan, la sangre que
queda en las arterias ejerce una mínima presión o presión diastólica. La presión
diastólica es la mínima presión ejercida contra las paredes arteriales en todo momento.
• Variación diaria. La presión arterial varía a lo largo del día, con la PA más baja
durante el sueño entre medianoche y las 3:00 a. m. Entre las 3:00 am. y las 6:00
am. hay una subida lenta y constante de la PA. Cuando un paciente se despierta,
hay una sobrecarga de la PA por la mañana temprano.
• Medicación. Algunos medicamentos afectan directa o indirectamente a la PA.
Antes de la valoración de la PA la enfermera debe preguntar si el paciente está
tomando antihipertensivos u otros medicamentos cardíacos, que hacen bajar la
PA.
Hipotensión
Hipotensión es el nombre técnico que se le otorga al hecho de tener una baja tensión
arterial. Esto ocurre, normalmente, porque los latidos del corazón tienen un ritmo algo
más lento de lo que es habitual. Esto significa que la sangre no se bombea de manera
tan adecuada, pudiendo provocar que nuestro órganos - como el cerebro - reciban
menos sangre de la necesaria, pudiendo provocar síntomas como mareos o incluso
desmayos.
La realidad es que este tipo de condición puede aparecer por numerosas causas. Más
allá de causas como hemorragias o consumo de drogas o alcohol, algunos de los
motivos por los que se produce son:
En cualquier caso, hay medidas de precaución que las personas con tendencia a sufrir
hipotensión deben seguir, como evitar estar mucho tiempo de pie, consumir líquidos y
agua suficiente de manera frecuente para mantenernos hidratados o utilizar medias de
comprensión.
Si estás sufriendo síntomas de una baja repentina de la presión arterial, debes intentar
tumbarte y mantener los pies por encima del nivel del corazón.
¿Qué es la hipertensión?
Uno de los mayores problemas relacionados con esta patología es que los síntomas no
siempre aparecen de una manera clara, pudiendo confundirse con otras cosas, y
cuando aparecen no siempre duran un tiempo suficiente como para que los tengamos en
cuenta. Por ello es importante que de vez en cuando midamos nuestra tensión arterial o
vayamos al médico a que lo hagan, de manera que si tenemos un problema se pueda
diagnosticar rápidamente.
Igual que en el caso de la hipotensión, todavía no se conocen las causas concretas que
pueden provocar la hipertensión. Sin embargo, sí que se han podido encontrar algunos
factores que podrían influir en la aparición de esta patología. Entre ellos, se pueden
diferenciar factores que no son modificables y otros que sí podrían serlo.
Factores no modificables
2. Sexo: los hombres, en general tienen más tendencia que las mujeres a padecer
hipertensión, al menos hasta que ellas llegan a la menopausia, etapa en la que la
tendencia a la hipertensión se iguala.
4. Raza: las personas de raza negra tienen más posibilidades de sufrir hipertensión
arterial. En concreto, el riesgo es dos veces mayor que el de las personas de raza
blanca y con un peor pronóstico.
Factores modificables
1. Obesidad y sobrepeso: aunque no queda claro que sea la obesidad en sí misma
- y no otros factores asociados a ella - la que cause la hipertensión, lo que sí se
sabe es que a mayor peso, mayor riesgo de sufrir hipertensión y que al perder
peso las alteraciones que la provocan se regula ayudando a mantenerla estable.
Antes de llegar a tener que tratarla, lo mejor que podemos hacer es cierto tipo de
prevención teniendo en cuenta algunas estrategias que nos ayuden a controlar la
hipertensión. Por ello, aunque no podemos hacer mucho para controlar los factores no
modificables, debemos intentar mantener un estilo de vida saludable, evitar el
sobrepeso y el consumo de sustancias que puedan poner en riesgo nuestra presión
arterial. Especialmente en los casos de las personas que tengan cierta vulnerabilidad, ya
sea genética o debida a la edad.
En cualquier caso, tanto los tratamientos farmacológicos como los relacionados con el
estilo de vida, deben seguirse a rajatabla tal y cómo nos lo indique nuestro médico.
Auscultación.
El mejor entorno para medir la PA por auscultación es una habitación tranquila a una
temperatura confortable. Aunque el paciente puede estar acostado o de pie, sentado es la
posición preferida. En la mayoría de los casos las lecturas de la PA obtenidas en un
paciente en posición supina, sentado o de pie son similares. La posición del paciente
durante la determinación habitual de la PA debe ser la misma durante cada medición
para permitir una comparación significativa de valores. Antes de obtener la PA del
paciente, se debe intentar controlar los factores responsables de lecturas artificialmente
altas, como dolor, ansiedad o esfuerzo. La percepción del paciente de que el entorno
físico o interpersonal es estresante afecta a la medición de la PA. Las mediciones de la
PA tomadas en el lugar de trabajo del paciente o en la consulta del profesional sanitario
son más altas que las que se toman en el domicilio del paciente. Durante la valoración
inicial la enfermera obtiene y registra la PA en ambos brazos. Normalmente hay una
diferencia de 5 a 10 mmHg entre los brazos. En valoraciones sucesivas hay que medir la
PA en el brazo con la presión más alta. Las diferencias de presión mayores de 10 mm
Hg indican problemas vasculares y se han de notificar al médico o a la enfermera
encargada.
La enfermera pide al paciente que diga su PA normal. Si el paciente no la sabe, hay que
decírsela después de medirla y registrarla. Ésta es una buena oportunidad para informar
al paciente sobre los valores óptimos de la PA, los factores de riesgo para desarrollar
hipertensión y los peligros de la hipertensión. La m edición indirecta de la PA arterial
funciona sobre la base del principio de presión. La sangre fluye libremente a través de
una arteria hasta que un manguito hinchado aplica presión a los tejidos y hace que la
arteria se colapse. Después de liberar la presión del manguito, el punto en el que el flujo
sanguíneo vuelve y aparece un sonido a través de la auscultación es la presión sistólica.
En 1905, Korotkoff, un cirujano ruso, describió por primera vez los ruidos que se
escuchaban en un punto arterial distal a un manguito de
PA. El primer ruido de Korotkoff es un golpeteo rítmico
claro que corresponde a la frecuencia del pulso y
aumenta gradualmente en intensidad. La aparición del
ruido corresponde a la presión sistólica. Un ruido
soplante o sibilante se produce a medida que el
manguito continúa desinflándose, dando lugar al
segundo ruido de Korotkoff. A medida que la arteria se
distiende hay una turbulencia del flujo sanguíneo. El
tercer ruido de Korotkoff es un golpeteo más nítido e
intenso. El cuarto ruido de Korotkoff se vuelve am
ortiguado y de tono bajo a medida que el manguito se
desinfla más. En este punto la presión del manguito ha
caído por debajo de la presión dentro de los vasos
sanguíneos; este ruido es la presión diastólica en lactantes y niños. El quinto ruido de
Korotkoff marca la desaparición del ruido. En adolescentes y adultos el quinto ruido
corresponde a la presión diastólica. En algunos pacientes los ruidos son claros y
distintivos. En otros sólo los sonidos iniciales y finales son claros. La American Heart
Association recomienda registrar dos números para la medición de la PA: el punto sobre
el manómetro cuando se oye el primer ruido para la sistólica y el punto sobre el
manómetro cuando se oye el quinto ruido para la diastólica. Algunas instituciones
recomiendan registrar también el punto cuando se oye el cuarto ruido, especialmente
para pacientes con hipertensión. Hay que dividir los números con barras (p. ej., 120/70
o 120/100/70) y se debe anotar el brazo en el que se ha medido la PA (p. ej., brazo
derecho [BD] 130/70) y la posición del paciente (p. ej., sentado). La valoración de la PA
da lugar a muchas decisiones clínicas e intervenciones de enfermería. Obtener una
medición correcta es esencial. Hay varias fuentes de error. Cuando la enfermera no está
segura de la lectura, debe hacer que un colega vuelva a valorar la PA.
Valoración en niños.
Todos los niños desde los 3 años a la adolescencia necesitan que se les compruebe la
PA al menos anualmente. La PA en los niños cambia con el crecimiento y el desarrollo.
La enfermera ayuda a los padres a entender la importancia de esta exploración habitual
para detectar a los niños que tienen riesgo de hipertensión. La medición de la PA en los
lactantes y niños es difícil por varias razones:
• Los diferentes tamaños de brazo requieren una selección cuidadosa y apropiada del
tamaño del manguito. No hay que escoger un manguito basándose en el nombre del
manguito. Un manguito de «lactante» es amenudo demasiado pequeño para algunos
lactantes.
• Los ruidos de Korotkoff son difíciles de escuchar en los niños debido a la frecuencia y
amplitud bajas. A veces es útil una campana de estetoscopio pediátrica.
Estetoscopio de ultrasonidos.
Palpación.
Se puede dividir la técnica en tres aspectos: condiciones del paciente, del equipo y del
observador. A continuación, describimos cada una de ellas:
Dejar libre la fosa antecubital (colocar el borde inferior del brazalete 2 a 3 cm por
encima del pliegue del codo). Palpar la arteria braquial.
• Colocar la campana del estetoscopio en el nivel de la arteria braquial.
El centro de la cámara debe coincidir con la arteria braquial. El manguito debe quedar a
la altura del corazón. Establecer la presión arterial sistólica por palpación de la arterial
braquial/radial, e inflar el manguito para determinar por palpación el nivel de la presión
sistólica. Insuflar
rápidamente el manguito
hasta 30 o 40 mmHg por
arriba del nivel palpatorio
de la presión sistólica para
iniciar su auscultación.
Desinflar a una velocidad de 2 a 3 mmHg/segundo.
Entre los errores más comunes comenzamos por mencionar el mal posicionamiento del
paciente a la hora de la toma de la muestra. La espalda del paciente debe estar recostada
de una superficie plana y los pies firmemente puestos en el suelo, sin estar cruzados. El
paciente debe estar descansado sin moverse por un mínimo de 3 minutos. Todo esto son
cosas que usualmente pasamos por alto muchas veces por la prisa de la situación o la
dolencia del paciente, si estos no están posicionados en la forma correcta y se prosigue
con la toma de la muestra nos podría alterar significativamente los valores de la toma.
De forma correcta se debe inflar el brazalete hasta alcanzar los 80 mmHg palpando el
pulso de la arteria radial con la otra mano, luego se aumenta de 10 en 10 los mmHg
hasta dejar de sentir el pulso de la arteria radial. De esta manera evitamos sobre inflar el
brazalete. Luego se va desinflando en un ritmo de 2mmHg hasta tomar nota cuando el
pulso radial reaparece. Una vez se haya logrado determinar estos valores, es que
podemos proseguir con el estetoscopio. Comúnmente este paso lo omitimos y vamos
directamente al uso del estetoscopio, siendo este paso anterior de suma importancia. Por
último, pero no menos importante cabe destacar el error humano del examinador,
usualmente tenemos preferencia por registrar como dígito terminal con 0 y 5. No siendo
estos los valores reales a causa de que el examinador tiende a redondear los valores.
Informe de practica
Objetivos
Equipamiento
• Esfigmomanómetro aneroide.
• Estetoscopio.
Procedimiento
9. Ayudar al paciente a volver a una posición cómoda y cubrir la parte superior del
brazo si estaba cubierto previamente.