Informe - Presion Arterial

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UNIVERSIDAD LAICA ELOY

ALFARO DE MANABI

Facultad de enfermería
Enfermería

Catedra:
Enfermería Básica

Presión arterial

Docente:
Maria Augusta Quijije Ortega

Paralelo “C”

Alumnos:
Espinales Malucin Jaime Oswaldo
Luzardo Delvalle David Joel
Urgiles Galvan Gissela Abigail

2021 (PERIODO 2)
Presión arterial

La presión arterial (PA) es la fuerza ejercida sobre las paredes de una arteria por el
bombeo de la sangre a presión desde el corazón. La contracción cardíaca fuerza a la
sangre a alta presión a entrar en la aorta. El punto de máxima presión cuando se produce
la eyección es la presión sistólica. Cuando los ventrículos se relajan, la sangre que
queda en las arterias ejerce una mínima presión o presión diastólica. La presión
diastólica es la mínima presión ejercida contra las paredes arteriales en todo momento.

La unidad estándar para medir la PA es el milímetro de mercurio (mmHg). La medición


es la altura a la que la PA hace subir una columna de mercurio.

Fisiología de la presión arterial sanguínea

• Gasto cardíaco. La PA depende del gasto


cardíaco. Cuando el volumen aumenta en un
espacio cerrado, como los vasos sanguíneos,
la presión en ese espacio se eleva. Así, a
medida que el gasto cardíaco aumenta, se
bombea más sangre contra las paredes
arteriales, haciendo que la PA se eleve.
• Resistencia periférica. Las arterias y arteriolas están rodeadas de músculo liso
que se contrae o relaja para cambiar el tamaño de su luz. El tamaño de las
arterias y arteriolas
cambia para ajustar el
flujo sanguíneo a las
necesidades de los tejidos
locales. Se dispone de más
sangre para el órgano
principal debido al
cambio.

• Volumen de sangre. El volumen de sangre que circula dentro del sistema


vascular afecta a la PA. La mayoría de los adultos tienen un volumen de sangre
circulatorio de 5.000 ml.

• Viscosidad. La densidad o viscosidad de la sangre afecta a la facilidad con que


la sangre fluye a través de los vasos pequeños.

• Elasticidad. Normalmente las paredes de una arteria son elásticas y se


distienden con facilidad. A medida que aumenta la presión dentro de las arterias,
el diámetro de las paredes del vaso aumenta para acomodarse al cambio de
presión.

Factores que influyen en la presión arterial

La PA no es constante. Muchos factores influyen continuamente en ella. Una sola m


edición no puede reflejar adecuadamente la PA normal de u n paciente; incluso en las
mejores condiciones, cambia de latido a latido. La reducción de la elasticidad provoca
una resistencia mayor al flujo sanguíneo. Como resultado, cuando el ventrículo
izquierdo eyecta su volumen sistólico, los vasos ya no ceden a la presión. En su lugar un
volumen dado de sangre es forzado a través de las paredes rígidas arteriales y la presión
sistémica se eleva.
• Edad. Los niveles
normales de PA
varían a lo largo de
la vida. La PA
normal de u n
lactante es de (65-
115)/(42-80)
mmHg. La PA
normal para u n niño de 7 años es de (87-117)/(48-64) mmHg. Los niños más
grandes (con más peso o más altos) tienen PA más altas que los niños más
pequeños de la misma edad. Durante la adolescencia la PA continúa variando de
acuerdo con el tamaño del cuerpo. La PA óptima para u n adulto sano de
mediana edad es de menos de 120/80 mmHg.

• Estrés. La ansiedad, el miedo, el dolor y el estrés emocional provocan una


estimulación simpática, lo que aumenta la FC, el gasto cardíaco y la resistencia
vascular. El efecto de la estimulación simpática aumenta la PA.

• Etnicidad. La incidencia de la hipertensión (PA alta) es mayor en los


afroamericanos que en los europeoamericanos. Los afroamericanos tienden a
desarrollar una hipertensión más grave a una edad más temprana y tienen riesgo
doble de complicaciones como accidente cerebrovascular y ataque cardíaco.

• Sexo. N o existe diferencia clínica significativa de la PA entre chicos y chicas.

• Variación diaria. La presión arterial varía a lo largo del día, con la PA más baja
durante el sueño entre medianoche y las 3:00 a. m. Entre las 3:00 am. y las 6:00
am. hay una subida lenta y constante de la PA. Cuando un paciente se despierta,
hay una sobrecarga de la PA por la mañana temprano.
• Medicación. Algunos medicamentos afectan directa o indirectamente a la PA.
Antes de la valoración de la PA la enfermera debe preguntar si el paciente está
tomando antihipertensivos u otros medicamentos cardíacos, que hacen bajar la
PA.

• Actividad y peso. Un período de ejercicio puede reducir la PA durante varias


horas después. Los ancianos a menudo experimentan una bajada de 5 a 10 mm
de la PA aproximadamente 1 hora después de comer.

• Fumar. Fumar provoca vasoconstricción, un estrechamiento de los vasos


sanguíneos. La PA se eleva cuando una persona fuma y vuelve a su nivel basal
aproximadamente 15 minutos después de dejar de fumar.

Hipotensión

Hipotensión es el nombre técnico que se le otorga al hecho de tener una baja tensión
arterial. Esto ocurre, normalmente, porque los latidos del corazón tienen un ritmo algo
más lento de lo que es habitual. Esto significa que la sangre no se bombea de manera
tan adecuada, pudiendo provocar que nuestro órganos - como el cerebro - reciban
menos sangre de la necesaria, pudiendo provocar síntomas como mareos o incluso
desmayos.

Hay varios tipos de hipotensión:

• Hipotensión mediada neuralmente: se trata de una descoordinación entre el


bombeo de nuestro corazón y de nuestro cerebro. Una de sus características es
que la presión sanguínea presenta descensos bruscos.
• Hipotensión ortostática: esta es la que sufrimos quienes nos mareamos al hacer
un cambio algo repentino o brusco de la postura de nuestro cuerpo - por
ejemplo, al levantarnos rápido del sofá o al agachar la cabeza y levantarla rápido
-.

• Hipotensión ortostática pospandrial: es similar a la anterior, pero con la


diferencia de que sucede después de comer. En general, esto le ocurre más a las
personas mayores.

¿Por qué aparece la hipotensión?

La realidad es que este tipo de condición puede aparecer por numerosas causas. Más
allá de causas como hemorragias o consumo de drogas o alcohol, algunos de los
motivos por los que se produce son:

• Los mecanismos fisiológicos que controlan la presión arterial no funcionan de


manera adecuada.

• Haber pasado mucho tiempo de pie.

• Tener arritmias o diabetes mal compensada.

¿Cómo se trata la hipotensión?

De manera general, no suele necesitar tratamiento, aunque si la bajada de la tensión es


grave llevando a mareos, desmayos, pérdidas del conocimiento o shocks, es posible que
haga falta atención médica.

En cualquier caso, hay medidas de precaución que las personas con tendencia a sufrir
hipotensión deben seguir, como evitar estar mucho tiempo de pie, consumir líquidos y
agua suficiente de manera frecuente para mantenernos hidratados o utilizar medias de
comprensión.

Si estás sufriendo síntomas de una baja repentina de la presión arterial, debes intentar
tumbarte y mantener los pies por encima del nivel del corazón.

¿Qué es la hipertensión?

Esta patología también se basa en la presión arterial, pero al contrario de la hipotensión,


se trata de un aumento de la presión arterial. En este caso, las arterias suelen
endurecerse ya que tienen que soportar una alta presión arterial de manera muy
continuada.
Aunque puede llegar a provocar algunas complicaciones más graves, como infartos,
hemorragias o trombosis, en general solo ocurre si no se trata la hipertensión de manera
adecuada, acudiendo a un médico y siguiendo sus indicaciones. En caso de hacerlo, la
hipertensión es una patología perfectamente tratable, pero de la cual debemos
mantener un control periódico.

Uno de los mayores problemas relacionados con esta patología es que los síntomas no
siempre aparecen de una manera clara, pudiendo confundirse con otras cosas, y
cuando aparecen no siempre duran un tiempo suficiente como para que los tengamos en
cuenta. Por ello es importante que de vez en cuando midamos nuestra tensión arterial o
vayamos al médico a que lo hagan, de manera que si tenemos un problema se pueda
diagnosticar rápidamente.

¿Por qué aparece la hipertensión?

Igual que en el caso de la hipotensión, todavía no se conocen las causas concretas que
pueden provocar la hipertensión. Sin embargo, sí que se han podido encontrar algunos
factores que podrían influir en la aparición de esta patología. Entre ellos, se pueden
diferenciar factores que no son modificables y otros que sí podrían serlo.

Factores no modificables

1. Factores genéticos: las personas cuyos progenitores - uno de ellos o ambos -


sufren hipertensión, tienen mayor tendencia a padecerlo que quienes no tienen
padres hipertensos.

2. Sexo: los hombres, en general tienen más tendencia que las mujeres a padecer
hipertensión, al menos hasta que ellas llegan a la menopausia, etapa en la que la
tendencia a la hipertensión se iguala.

3. Edad: a mayor edad, mayor riesgo de padecer hipertensión

4. Raza: las personas de raza negra tienen más posibilidades de sufrir hipertensión
arterial. En concreto, el riesgo es dos veces mayor que el de las personas de raza
blanca y con un peor pronóstico.

Entre las causas de la hipertensión encontramos factores no modificables como los


genéticos y otros modificables como el peso.

Factores modificables
1. Obesidad y sobrepeso: aunque no queda claro que sea la obesidad en sí misma
- y no otros factores asociados a ella - la que cause la hipertensión, lo que sí se
sabe es que a mayor peso, mayor riesgo de sufrir hipertensión y que al perder
peso las alteraciones que la provocan se regula ayudando a mantenerla estable.

2. Consumo de sustancias: el consumo de algunas sustancias como el alcohol, la


nicotina, la cocaína o incluso algunos remedios naturales que estén hechos a
base de regaliz pueden provocar una subida de la tensión arterial.

Además de todos estos factores, existen algunas enfermedades que están


relacionadas con la hipertensión, como serían las patologías vasculares o endocrinas.

Cómo se trata la hipertensión

Antes de llegar a tener que tratarla, lo mejor que podemos hacer es cierto tipo de
prevención teniendo en cuenta algunas estrategias que nos ayuden a controlar la
hipertensión. Por ello, aunque no podemos hacer mucho para controlar los factores no
modificables, debemos intentar mantener un estilo de vida saludable, evitar el
sobrepeso y el consumo de sustancias que puedan poner en riesgo nuestra presión
arterial. Especialmente en los casos de las personas que tengan cierta vulnerabilidad, ya
sea genética o debida a la edad.

En lo que al tratamiento en sí se refiere, además de lo comentado en la


prevención: adoptar unos hábitos saludables, realizar deporte y reducir el consumo de
grasas, azúcares y calorías, el médico puede recetar ciertos medicamentos.

En cualquier caso, tanto los tratamientos farmacológicos como los relacionados con el
estilo de vida, deben seguirse a rajatabla tal y cómo nos lo indique nuestro médico.

Medición de la presión arterial

Las mediciones de la PA se obtienen directa (invasiva mente) o indirecta mente (no


invasiva mente). El método directo requiere la inserción de un catéter fino en una
arteria. El tubo conecta el catéter con el equipa miento electrónico que controla la
hemodinámica. El monitor muestra una onda y una lectura constante de la presión
arterial. Debido al riesgo repentino de pérdida de sangre de una arteria, el control de la
PA invasiva sólo se utiliza en entornos de cuidados intensivos. El método indirecto
común requiere un esfigmomanómetro y un estetoscopio. La auscultación o palpación
con auscultación es la técnica más ampliamente utilizada
Equipamiento para medir la presión arterial.

Antes de valorar la PA, la enfermera debe asegurarse de que se siente cómoda


utilizando un esfigmomanómetro y un estetoscopio. Un esfigmomanómetro incluye un
manómetro de presión, un manguito de tela o vinilo que se cierra que contiene una
cámara de goma hinchable y una perilla de presión con una válvula de liberación que
hincha la cámara. El manómetro aneroide tiene un calibrador circular encerrado en
cristal que contiene una aguja que registra
calibraciones milimétricas. Antes de utilizar el
modelo aneroide, hay que asegurarse de que la
aguja apunta al cero y que el manómetro está
calibrado correctamente. Los esfigmomanómetros
aneroides requieren calibración biomédica cada 6
meses para verificar su precisión. Los manguitos de compresión de tela o de vinilo
desechable contienen una cámara hinchable y vienen en diferentes tamaños. El tamaño
seleccionado es proporcional a la circunferencia de la extremidad que se valora.
Idealmente la anchura del manguito es el 40% de la circunferencia (o el 20% más ancha
que el diámetro) del punto medio del miembro sobre el que se utiliza el manguito para
medir la PA. La cámara, encerrada por el manguito, rodea al menos el 80% del brazo
superior de un adulto y el brazo completo de un niño. Hay que colocar el borde inferior
del manguito sobre la fosa antecubital, dejando espacio para colocar la campana o el
diafragma del estetoscopio. Muchos adultos necesitan un manguito grande para adultos.
No se recomienda utilizar el antebrazo cuando no se dispone de un manguito más
grande. Un ajuste inapropiado del manguito produce mediciones inexactas de la PA. La
válvula de liberación del esfigmomanómetro tiene que estar limpia y moverse
libremente en las dos direcciones. Una válvula cerrada mantiene la presión constante.
Una válvula que se atasca hace difícil regular el desinflado de la presión del manguito.

Auscultación.

El mejor entorno para medir la PA por auscultación es una habitación tranquila a una
temperatura confortable. Aunque el paciente puede estar acostado o de pie, sentado es la
posición preferida. En la mayoría de los casos las lecturas de la PA obtenidas en un
paciente en posición supina, sentado o de pie son similares. La posición del paciente
durante la determinación habitual de la PA debe ser la misma durante cada medición
para permitir una comparación significativa de valores. Antes de obtener la PA del
paciente, se debe intentar controlar los factores responsables de lecturas artificialmente
altas, como dolor, ansiedad o esfuerzo. La percepción del paciente de que el entorno
físico o interpersonal es estresante afecta a la medición de la PA. Las mediciones de la
PA tomadas en el lugar de trabajo del paciente o en la consulta del profesional sanitario
son más altas que las que se toman en el domicilio del paciente. Durante la valoración
inicial la enfermera obtiene y registra la PA en ambos brazos. Normalmente hay una
diferencia de 5 a 10 mmHg entre los brazos. En valoraciones sucesivas hay que medir la
PA en el brazo con la presión más alta. Las diferencias de presión mayores de 10 mm
Hg indican problemas vasculares y se han de notificar al médico o a la enfermera
encargada.

La enfermera pide al paciente que diga su PA normal. Si el paciente no la sabe, hay que
decírsela después de medirla y registrarla. Ésta es una buena oportunidad para informar
al paciente sobre los valores óptimos de la PA, los factores de riesgo para desarrollar
hipertensión y los peligros de la hipertensión. La m edición indirecta de la PA arterial
funciona sobre la base del principio de presión. La sangre fluye libremente a través de
una arteria hasta que un manguito hinchado aplica presión a los tejidos y hace que la
arteria se colapse. Después de liberar la presión del manguito, el punto en el que el flujo
sanguíneo vuelve y aparece un sonido a través de la auscultación es la presión sistólica.
En 1905, Korotkoff, un cirujano ruso, describió por primera vez los ruidos que se
escuchaban en un punto arterial distal a un manguito de
PA. El primer ruido de Korotkoff es un golpeteo rítmico
claro que corresponde a la frecuencia del pulso y
aumenta gradualmente en intensidad. La aparición del
ruido corresponde a la presión sistólica. Un ruido
soplante o sibilante se produce a medida que el
manguito continúa desinflándose, dando lugar al
segundo ruido de Korotkoff. A medida que la arteria se
distiende hay una turbulencia del flujo sanguíneo. El
tercer ruido de Korotkoff es un golpeteo más nítido e
intenso. El cuarto ruido de Korotkoff se vuelve am
ortiguado y de tono bajo a medida que el manguito se
desinfla más. En este punto la presión del manguito ha
caído por debajo de la presión dentro de los vasos
sanguíneos; este ruido es la presión diastólica en lactantes y niños. El quinto ruido de
Korotkoff marca la desaparición del ruido. En adolescentes y adultos el quinto ruido
corresponde a la presión diastólica. En algunos pacientes los ruidos son claros y
distintivos. En otros sólo los sonidos iniciales y finales son claros. La American Heart
Association recomienda registrar dos números para la medición de la PA: el punto sobre
el manómetro cuando se oye el primer ruido para la sistólica y el punto sobre el
manómetro cuando se oye el quinto ruido para la diastólica. Algunas instituciones
recomiendan registrar también el punto cuando se oye el cuarto ruido, especialmente
para pacientes con hipertensión. Hay que dividir los números con barras (p. ej., 120/70
o 120/100/70) y se debe anotar el brazo en el que se ha medido la PA (p. ej., brazo
derecho [BD] 130/70) y la posición del paciente (p. ej., sentado). La valoración de la PA
da lugar a muchas decisiones clínicas e intervenciones de enfermería. Obtener una
medición correcta es esencial. Hay varias fuentes de error. Cuando la enfermera no está
segura de la lectura, debe hacer que un colega vuelva a valorar la PA.

Valoración en niños.

Todos los niños desde los 3 años a la adolescencia necesitan que se les compruebe la
PA al menos anualmente. La PA en los niños cambia con el crecimiento y el desarrollo.
La enfermera ayuda a los padres a entender la importancia de esta exploración habitual
para detectar a los niños que tienen riesgo de hipertensión. La medición de la PA en los
lactantes y niños es difícil por varias razones:

• Los diferentes tamaños de brazo requieren una selección cuidadosa y apropiada del
tamaño del manguito. No hay que escoger un manguito basándose en el nombre del
manguito. Un manguito de «lactante» es amenudo demasiado pequeño para algunos
lactantes.

• Es difícil obtener las lecturas en lactantes y


niños intranquilos y nerviosos. Hay que dejar
al menos 15 minutos para que los niños se
recuperen de las actividades recientes y sean
menos temerosos. Preparar al niño para la
sensación inusual del manguito de la PA
aumenta la cooperación. La mayoría de los
niños comprenden la analogía de un «fuerte
abrazo en tu brazo».
• Colocar el estetoscopio demasiado apretado en la fosa antecubital produce errores de
auscultación.

• Los ruidos de Korotkoff son difíciles de escuchar en los niños debido a la frecuencia y
amplitud bajas. A veces es útil una campana de estetoscopio pediátrica.

Estetoscopio de ultrasonidos.

Cuando la enfermera no puede auscultar los sonidos debido a un


pulso arterial debilitado, puede utilizar un estetoscopio de
ultrasonido. Este estetoscopio permite escuchar los ruidos
sistólicos de baja frecuencia. Frecuentemente la enfermera utiliza
este dispositivo cuando se mide la PA en los lactantes y niños y la PA baja en los
adultos.

Palpación.

La medición indirecta de la PA por palpación es útil para pacientes cuyas pulsaciones


arteriales son demasiado débiles parar generar los ruidos de Korotkoff. Una grave
pérdida de sangre y una disminución de la contractilidad cardíaca son ejemplos de
problemas que ocasionan PA demasiado
bajas para auscultar con precisión. En
estos casos la enfermera puede valorar
la PA sistólica por palpación. La PA
diastólica es difícil de determinar por
palpación. Cuando se utiliza la técnica
de palpación, hay que registrar el valor sistólico y cómo se ha medido (p. ej., BD 90/-,
palpado, supina). La enfermera puede utilizar la técnica de palpación junto con la de
auscultación. En algunos pacientes con hipertensión, los sonidos de la arteria braquial
que se escuchan normalmente cuando la presión del manguito es alta desaparecen a
medida que la presión se reduce y luego aparecen a un nivel más bajo. Esta desaparición
temporal del sonido es el vacío o gap auscultatorio.

Se produce normalmente entre el primer y el segundo sonido de Korotkoff. El vacío en


el sonido cubre un a escala de 40 mm H g y causa, así, una subestimación de la presión
sistólica o una sobre estimación de la presión diastólica. El examinador debe estar
seguro de inflar el manguito lo suficientemente para escuchar la presión sistólica
verdadera antes del vacío o gap auscultatorio. La palpación de la arteria radial ayuda a
determinar cuánto inflar el manguito. El examinador infla el manguito 30 mm Hg por
encima de la presión a la que se palpa el pulso radial. Hay que registrar las oscilaciones
de presiones en las que se produce el vacío o gap auscultatorio (p. ej., PA BD 180/94 m
m H g con vacío o gap auscultatorio de 180 a 160 m m H g, sentado).

Presión arterial en las extremidades inferiores.

Los apósitos, la escayola, las sondas i.v. o


las fístulas arteriovenosas o shunts hacen
que las extremidades superiores sean
inaccesibles para la medición de la PA. La
enfermera debe obtener, entonces, la PA
en una extremidad inferior. Comparar la
PA de la extremidad superior con la de las
piernas es también necesario para
pacientes con ciertas anomalías cardíacas y de PA. La arteria poplítea, palpable detrás
de la rodilla en el espacio poplíteo, es el lugar para la auscultación. El manguito debe
ser suficientemente ancho y grande p ara dejar margen al contorno más grande del
muslo. Colocar al paciente en decúbito prono es lo mejor. Si tal posición es imposible,
hay que pedir al paciente que flexione la rodilla levemente para acceder más fácilmente
a la arteria. La enfermera coloca el manguito 2,5 cm por encima de la arteria poplítea,
con la cámara sobre la parte posterior de la mitad del muslo (fig. 29-15). El
procedimiento es idéntico a la auscultación de la arteria braquial. La presión sistólica en
las piernas es normalmente de 10 a 40 mm H g más alta que en la arteria braquial, pero
la presión diastólica es la misma.

Dispositivos electrónicos para la presión arterial.

Existen disponibles muchos estilos diferentes de


máquinas electrónicas para la PA con el fin de
determinar la PA automáticamente. Las máquinas
electrónicas para la PA se basan en un sensor
electrónico para detectar las vibraciones causadas
por la corriente de la sangre a través de la arteria.
La enfermera debe utilizar dispositivos
electrónicos cuando es necesaria una valoración
frecuente de la PA; por ejemplo, para pacientes
que están críticamente enfermos o inestables, durante o después de procedimientos
invasivos o cuando las terapias requieren control frecuente (p. ej., medicación i.v. para
el corazón y la PA). El cuadro 29-13 enumera las circunstancias que no son apropiadas
para los dispositivos automáticos para la PA. Las ventajas de los dispositivos
automáticos son su fácil uso y eficiencia cuando están indicadas m ediciones repetidas o
frecuentes. No es necesaria la técnica de utilizar un estetoscopio. Sin embargo, los
dispositivos automáticos son más sensibles a las interferencias externas y susceptibles
de error. La mayoría de los dispositivos electrónicos p ara la PA no pueden procesar los
sonidos o vibraciones de la PA baja. El rango de sofisticación del dispositivo también
hace difícil las comparaciones de la medición de la PA. El uso de los dispositivos
automáticos para la PA permite una valoración de la PA durante las interacciones
interpersonales. Hablar con el paciente mientras se valora la PA aumenta las lecturas del
10% al 40%.

Auto medición de la presión arterial.

La mejora de la tecnología de los dispositivos electrónicos de control permite a las


personas medir su PA en el domicilio con sólo apretar un botón. Los dispositivos
domésticos portátiles incluyen el esfigmomanómetro aneroide y los dispositivos
electrónicos de lectura digital que no requieren el uso de un estetoscopio. Los
dispositivos electrónicos son más fáciles de manipular, pero requieren volver a
calibrarlos con más frecuencia, más de una
vez al año. Debido a su sensibilidad, una
colocación inapropiada del manguito o un
movimiento del brazo hace que los
dispositivos electrónicos den lecturas
incorrectas. Los dispositivos fijos y
automáticos para la PA se encuentran a menudo en lugares públicos como
supermercados, clubs de fitness, aeropuertos o lugares de trabajo. Los usuarios
simplemente apoyan los brazos dentro del manguito hinchable de la máquina, que
contiene un sensor de presión. El manguito se ajusta por encima de la ropa. Una pantalla
visual informa a los usuarios de su PA al cabo de 60 a 90 segundos. La fiabilidad de las
máquinas fijas es limitada. Los valores de la PA varían de 5 a 10 mm Hg o más (tanto
para el valor sistólico como para el diastólico) en comparación con las presiones
tomadas con un esfigmomanómetro manual.
Técnica

Como personal de la salud, nos interesa el bienestar de los pacientes y estamos


convencidos de que un buen final debe tener un buen comienzo, así que la obtención de
la información a partir de la cual podremos integrar nuestras conclusiones es
fundamental. Además de un interrogatorio completo, necesitamos obtener información
utilizando nuestros sentidos para establecer las necesidades de atención de los pacientes.
La obtención de la cifra de tensión arterial es uno de estos datos valiosos, por lo que a
continuación describiremos los pasos necesarios para una correcta toma de este signo
vital.

Se puede dividir la técnica en tres aspectos: condiciones del paciente, del equipo y del
observador. A continuación, describimos cada una de ellas:

• Condiciones del paciente

Relajación física (evitar ejercicio físico en los 30 minutos previos a la medición).


Reposo: por lo menos de 5 minutos antes de la toma de la presión. Evitar actividad
muscular isométrica, con el paciente sentado con la espalda recta y un buen soporte ;
el brazo izquierdo descubierto apoyado a la altura del corazón; piernas sin cruzar y
pies apoyados cómodamente sobre el suelo. Evitar hacer la medición en casos de
malestar, con vejiga llena, necesidad de defecar, etc.

Relajación mental: reducir


la ansiedad o la expectación
por pruebas diagnósticas.
Propiciar un ambiente
tranquilo. Minimizar la
actividad mental: no hablar,
no preguntar. Evitar el
consumo de cafeína o tabaco
(o estimulantes en general)
en los 30 minutos previos, la administración reciente de fármacos con efecto
sobre la PA (incluyendo los anti-hipertensivos). No se debe hacer el estudio en
pacientes sintomáticos o con agitación psíquica/emocional, y tiempo prolongado
de espera antes de la visita.
• Condiciones del equipo

El esfigmomanómetro manual y el manómetro de mercurio o aneroide debieron ser


calibrados en los últimos seis meses y deben estar bien calibrados. La funda del
manguito debe envolver el brazo y cerrarse con facilidad.

Dejar libre la fosa antecubital (colocar el borde inferior del brazalete 2 a 3 cm por
encima del pliegue del codo). Palpar la arteria braquial.
• Colocar la campana del estetoscopio en el nivel de la arteria braquial.

El centro de la cámara debe coincidir con la arteria braquial. El manguito debe quedar a
la altura del corazón. Establecer la presión arterial sistólica por palpación de la arterial
braquial/radial, e inflar el manguito para determinar por palpación el nivel de la presión
sistólica. Insuflar
rápidamente el manguito
hasta 30 o 40 mmHg por
arriba del nivel palpatorio
de la presión sistólica para
iniciar su auscultación.
Desinflar a una velocidad de 2 a 3 mmHg/segundo.

• Condiciones del observador

Mantener en todo momento un ambiente de cordialidad con el paciente. Favorecer en la


consulta un ambiente tranquilo y confortable, así como explicar al paciente paso a paso
lo que vamos a realizar para la toma de su tensión arterial. Antes de tomar la lectura,
conocer el equipo y verificar su adecuado funcionamiento. Hay que familiarizarse con
las particularidades de cada equipo e idealmente utilizar el equipo con el que uno se
sienta más cómodo. Recordar que el manómetro o la columna de mercurio deben estar a
menos de 30 cm y en línea recta a nuestra línea de visión en todo momento. En cuanto
al estetoscopio, las olivas deben dirigirse hacia adelante, para estar perfectamente
alineadas con los conductos auditivos externos del que toma la presión y optimizar la
auscultación de la lectura. Comunicar al paciente su lectura de presión arterial y
explicarle el significado de los valores que se obtuvieron.

• Errores al momento de tomar la PA

La toma correcta de la presión arterial es esencial para poder obtener resultados


confiables y constantes a la hora de tomarla. El fallar en alguno de sus pasos a seguir
conlleva a una lectura errónea y a un posible mal diagnóstico reportado. Según las guías
actuales la presión arterial considerada normal es una presión sistólica menor de 120
mmHg, acompañada de una presión diastólica menor de 80 mmHg. Valores superiores a
estas cifras comienzan a ser reportados como prehipertensión e hipertensión arterial
respectivamente. He aquí la importancia de conocer los errores más comunes a la hora
de tomar la presión arterial, de manera que podamos estar al tanto de ellos, y poder
tomar valores consistentes y precisos cada vez que necesitemos tomar la presión
arterial.

Entre los errores más comunes comenzamos por mencionar el mal posicionamiento del
paciente a la hora de la toma de la muestra. La espalda del paciente debe estar recostada
de una superficie plana y los pies firmemente puestos en el suelo, sin estar cruzados. El
paciente debe estar descansado sin moverse por un mínimo de 3 minutos. Todo esto son
cosas que usualmente pasamos por alto muchas veces por la prisa de la situación o la
dolencia del paciente, si estos no están posicionados en la forma correcta y se prosigue
con la toma de la muestra nos podría alterar significativamente los valores de la toma.

Comúnmente suelen tomar la presión agarrando el brazo, cuando lo correcto es que el


codo del paciente esté sobre una superficie plana, localizado a nivel del corazón lo que
nos lleva a otro error común, el tomar la muestra con el brazo inclinado hacia arriba por
encima del nivel del corazón. Esto aumenta en un 10% o hasta 15 mmHg superiores a el
valor real de la presión sistólica. El brazalete debe estar colocado a 2 dedos por encima
de la articulación del codo, el colocar el brazalete en la misma articulación causará una
zona de mayor presión colapsando aún más la arteria braquial y retrasando la audición
de los sonidos arteriales, dando presiones mínimas más bajas de la real. El no colocar
centricamente el brazalete sobre la arteria, es otro error común. Este conlleva a sobre
inflar el brazalete para obliterar la arteria, reportándose valores más altos sistólicos, al
igual que realizar la toma, presionando con la mano el mismo brazalete, un error muy
común cuando el brazalete usado no es del tamaño adecuado y no se sostiene en el
brazo del paciente. Esto nos lleva a otro error bastante frecuente, y es la toma de la
muestra con un brazalete del tamaño equivocado. Estos brazaletes vienen desde muy
pequeños a nivel pediátrico, hasta grandes para personas de gran tamaño. El tomar una
muestra de presión arterial con un brazalete del tamaño equivocado generará una toma
de valores erróneas por parte del personal encargado de esta. El estetoscopio se debe
colocar sobre la piel directamente encima de la arteria braquial. El colocar el
estetoscopio por encima de la ropa del paciente muchas veces lo hacen por el tipo de
ropa que este trae, y esto dificulta el escuchar correctamente los latidos, una vez
comienzas a desinflar el brazalete.

De forma correcta se debe inflar el brazalete hasta alcanzar los 80 mmHg palpando el
pulso de la arteria radial con la otra mano, luego se aumenta de 10 en 10 los mmHg
hasta dejar de sentir el pulso de la arteria radial. De esta manera evitamos sobre inflar el
brazalete. Luego se va desinflando en un ritmo de 2mmHg hasta tomar nota cuando el
pulso radial reaparece. Una vez se haya logrado determinar estos valores, es que
podemos proseguir con el estetoscopio. Comúnmente este paso lo omitimos y vamos
directamente al uso del estetoscopio, siendo este paso anterior de suma importancia. Por
último, pero no menos importante cabe destacar el error humano del examinador,
usualmente tenemos preferencia por registrar como dígito terminal con 0 y 5. No siendo
estos los valores reales a causa de que el examinador tiende a redondear los valores.
Informe de practica

Objetivos

• Obtener la medición de la PA en los momentos apropiados según esté


determinado por la política de la institución, la prescripción del profesional
sanitario, o el estado del paciente.

• Seleccionar la extremidad apropiada para la medición de la PA.

• Seleccionar el tamaño apropiado del manguito de la PA para la extremidad


designada.

• Tener en cuenta los factores específicos relacionados con el paciente que


influyen en la PA y el riesgo de hipotensión ortostática.

• Informar de las anomalías a la enfermera para una valoración adicional


inmediatamente.

Equipamiento

• Esfigmomanómetro aneroide.

• Manguito de tela o de vinilo desechable del tamaño apropiado para la


extremidad del paciente.

• Estetoscopio.

• Torunda con alcohol.

• Lápiz, diagrama de flujo o impreso de registro de las constantes vitales, o


historia clínica electrónica.

Procedimiento

1) Realizar la higiene de manos y limpiar las olivas auriculares y el diafragma del


estetoscopio con una torunda con alcohol.

2) Posición del paciente.

a) Brazo: Posicionar al paciente sentado o acostado, colocar el antebrazo a


nivel del corazón. Volver la palma hacia arriba. Si está sentado, decirle al
paciente que mantenga planos los pies en el suelo sin cruzar las piernas.
b) Muslo: Colocar al paciente acostado con el muslo plano (proporcionar
apoyo si es necesario). Hacer que la rodilla esté ligeramente flexionada.

3) Exponer la extremidad (brazo o pierna) completamente quitando la ropa que


apriete.

4) Palpar la arteria braquial (brazo) o la arteria poplítea (pierna). Con el manguito


desinflado totalmente, aplicar la cámara del manguito por encima de la arteria
centrando por encima de la arteria las flechas marcadas sobre el manguito. Si no
hay flechas en el centro del manguito, calcular el centro de la cámara y colocarlo
por encima de la arteria. Colocar el manguito 2,5 cm por encima del lugar de la
pulsación (espacio antecubital o poplíteo). Envolver el manguito uniforme y
ajustadamente alrededor de la extremidad.

5) Colocar el calibrador del manómetro a no más de 1 m.

6) Medir la presión arterial.

1) Colocar las olivas auriculares del estetoscopio en los oídos y asegurarse de


que los sonidos son claros y no amortiguados.

2) Volver a localizar la arteria braquial o poplítea y colocar la campana o


diafragma del tórax del estetoscopio por encima de ella. No dejar que la
pieza del tórax toque el manguito o la ropa.

3) Cerrar la válvula de la perilla de presión en sentido de las agujas del reloj


hasta que está apretada. Rápidamente inflar el manguito hasta 30 mmHg por
encima de la presión sistólica normal del paciente.

4) Lentamente liberar la válvula de la perilla de presión y dejar que la aguja del


manómetro descienda a una velocidad de 2 a 3 mmHg/s.

5) Observar el punto del manómetro cuando se oye el primer ruido claro. El


ruido aumenta lentamente en intensidad.

6) Continuar desinflando el manguito, observando el punto en el que aparece un


ruido amortiguado o apagado.

7) Mientras que se desinfla gradualmente el manguito, observar el punto en el


que el ruido desaparece en los adultos. Escuchar de 10 a 20 mmHg después
del último sonido y dejar que el aire que queda salga rápidamente.
7. La American Heart Association recomienda una media de dos anotaciones de
mediciones de la PA, con 2 minutos de separación. Utilizar la segunda anotación
de la medición de la PA como nivel basal. Si las lecturas son diferentes en más
de 5 mmHg son necesarias lecturas adicionales.

8. Quitar el manguito de la extremidad a menos que se necesite repetir la medición.


Si es la primera medición del paciente, repetir la valoración de la PA en la otra
extremidad.

9. Ayudar al paciente a volver a una posición cómoda y cubrir la parte superior del
brazo si estaba cubierto previamente.

10. Hablar con el paciente de los hallazgos según sea necesario.

11. Realizar la higiene de manos.

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