Nia 1004 y 1010
Nia 1004 y 1010
Nia 1004 y 1010
Auditoría *
Declaraciones Internacionales de Auditoría
1004. LA RELACIÓN ENTRE SUPERVISORES BANCARIOS Y AUDITORES
EXTERNOS
Esta Declaración ha sido preparada en asociación con el Comité sobre Reglamentos y
Prácticas de Supervisión de la Banca. El Comité de Supervisores de Basilea comprende
representantes de los bancos centrales y autoridades de supervisión de los países del
Grupo de los Díez (Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Holanda,
Italia, Japón, Reino Unido, Suecia, Suiza,) y Luxemburgo. Fue aprobada para
publicación por el Comité Internacional de Prácticas de Auditoría y por el Comité de
Supervisores de Basilea en sus respectivas reuniones de marzo de 1989. Tiene una
fecha común de emisión de julio de 1989.
Los bancos juegan un papel vital en la vida económica y la fuerza y estabilidad
continuas del sistema bancario es un asunto de interés público general. Los papeles
separados de los supervisores bancarios y de los auditores externos son importantes a
este respecto. La creciente complejidad de la banca hace necesario que haya mayor
comprensión mutua y, donde sea apropiado, más comunicación entre los supervisores
bancarios y los auditores externos.
El propósito de esta Declaración es proporcionar información y lineamientos sobre
cómo puede reforzarse la relación entre auditores y supervisores de bancos para
mutua ventaja. Sin embargo, como la naturaleza de esta relación varía en forma
importante de país a país los lineamientos pueden no ser aplicables en su totalidad a
todos los países. El Comité Internacional de Prácticas de Auditoría y el Comité de
Supervisores de Basilea esperan, sin embargo, que proporcionarán una aclaración útil
de los papeles respectivos de las dos profesiones en los muchos países donde los lazos
son cercanos o donde la relación se encuentra actualmente en estudio
Los bancos juegan un papel central en la economía. Guardan los ahorros del público,
proporcionan un medio de pago por bienes y servicios y financian el desarrollo de los
negocios y el comercio. Para desempeñar estas funciones en forma segura y eficiente,
los bancos individuales deben inspirar la confianza del público y de aquellos con
quienes hacen negocios. La estabilidad del sistema bancario, nacional e internacional,
ha venido a ser reconocida como un asunto de interés público general. Este interés
público se refleja en la forma en que los comerciales, están sujetos a supervisión de su
solvencia financiera (generalmente conocida como supervisión prudencial) por parte de
los bancos centrales y de otras dependencias oficiales. Los estados financieros de los
bancos también están sujetos a examen por los auditores externos. La opinión de
auditor presta credibilidad a dichos estados y por lo tanto ayuda a promover la
confianza en el sistema bancario.
Como el negocio de la banca crece en complejidad, tanto nacional como
internacionalmente, las tareas tanto de los supervisores de bancos como de los
auditores externos se están volviendo más y más demandantes. En muchos respectos
los supervisores de bancos y los auditores externos se enfrentan a un reto similar y
cada vez más se perciben sus papeles como complementarios. No sólo están los
supervisores apoyándose a mayor grado en los resultados del trabajo del auditor, sino
que están recurriendo más cada vez a la profesión contable para que se encargue de
tareas adicionales que contribuyan al desempeño de sus responsabilidades de
supervisión. Al mismo tiempo, los auditores, al llevar a cabo sus funciones, acuden a
los supervisores por información que pueda ayudar a descargar sus funciones más
efectivamente.
El Comité Internacional de Prácticas de Auditoría y el Comité de Supervisores de
Basilea comparten el punto de vista de que una mayor comprensión mutua y, donde
sea apropiado, una mayor comunicación mejorarían la efectividad de la auditoría y
supervisión bancarias para beneficio de ambas disciplinas.
Tres partes tienen papeles y responsabilidades en relación con la conducción prudente
del negocio de un banco, a saber, la administración del banco mismo, los auditores
externos del banco y las autoridades de supervisión. Los papeles y responsabilidades
de cada participante en diferentes países derivan tanto de la ley como de la
costumbre. Esta declaración no tiene interés en confrontar o cambiar estos papeles o
responsabilidades. Más bien, tiene la intención de brindar una mejor comprensión de
la naturaleza precisa del papel de los auditores y supervisores de bancos, ya que una
concepción errónea de esos papeles podría llevar a que se deposite una confianza
inapropiada por parte de uno sobre el trabajo del otro.
Esta declaración busca quitar estas posibles concepciones erróneas y sugerir cómo
cada uno podría hacer un uso más efectivo del trabajo desempeñado por el otro.
Consecuentemente, la declaración:
Define la responsabilidad primaria de la administración ;
Examina las características esenciales de los papeles de supervisores y auditores ;
Revisa el grado al cual los papeles coinciden ; y
Sugiere un mecanismo para una coordinación más efectiva entre supervisores y
auditores en el cumplimiento de sus tareas por separado.
La declaración ha sido formulada con plena conciencia de las importantes diferencias
que existen en los marcos conceptuales nacionales institucionales, notablemente en
normas de contabilidad, en técnicas de supervisión y en el grado al cual, en algunos
países, los auditores actualmente desempeñan tareas a supervisores y los auditores de
bancos ya tienen relaciones más cercanas de las que se indican en la declaración. Los
acuerdos sugeridos en la declaración deberán considerarse como complementarios a, y
no como sustitutos de las relaciones existentes. Si bien la declaración no tiene la
intención de ser prescriptiva, se espera que los puntos de vista expresados aquí
tendrán relevancia para todas las situaciones, aunque obviamente se referirán a las
situaciones de algunos países más directamente que a las de otros.
La declaración define e incluye comentarios sobre los siguientes
asuntos:
La responsabilidad de la administración del banco
El papel del supervisor bancario
El papel del auditor externo del banco
La relación entre el supervisor y el auditor
Criterios para una posible extensión del papel del auditor como una
contribución al proceso de supervisión
Direcciones específicas hacia las que puede extenderse el papel del auditor
La necesidad de un diálogo continúo entre autoridades de supervisión y la
profesión de auditoría
Propósito de la Declaración
Los asuntos ambientales pueden ser complejos y pueden, por tanto, requerir
consideración adicional de los auditores. Esta declaración proporciona ayuda
práctica a los auditores al describir:
La guía bajo (c) refleja la secuencia típica del proceso de auditoría. Habiendo
adquirido un conocimiento suficiente del negocio, el auditor evalúa el riesgo de
un error importante en los estados financieros. Esta evaluación incluye la
consideración de leyes y reglamentos ambientales que puedan afectar a la
entidad y proporciona una base para que el auditor decida si hay necesidad de
prestar atención a los asuntos ambientales en el curso de la auditoría de los
estados financieros.
Para concluir que una entidad opera en cumplimiento con las leyes y
reglamentos ambientales existentes, ordinariamente requiere la habilidad y
técnicas de expertos ambientales que no puede esperarse que posea el
auditor. También, el que un evento en particular o condición que llega a la
atención del auditor sea no una violación a las leyes y reglamentos
ambientales, es una determinación que ordinariamente está más allá de la
competencia profesional del auditor. Sin embargo, como sucede con otras
leyes y reglamentos:
Para fines de esta declaración, “asuntos ambientales” se definen como:
Algunos ejemplos de asuntos ambientales que afectan a los estados financieros son los
siguientes:
la introducción de leyes y reglamentos ambientales puede implicar un deterioro
en el valor de los activos y en consecuencia una necesidad de ajustar su valor
en libros;
incumplimiento de los requisitos legales concernientes a los problemas
ambientales, tales como emisiones o al deshacerse de desperdicios o cambios a
la legislación con efecto retroactivo, pueden requerir el registro de costos de
reparación del daño, compensación o legales;
algunas entidades, por ejemplo, en las industrias extractivas (exploración o
extracción de petróleo y gas), químicas o compañías de manejo de desperdicios
pueden incurrir en responsabilidad ambiental, como un sub-producto directo de
su negocio esencial;
las responsabilidades constructivas que se originan de una iniciativa voluntaria,
por ejemplo, una entidad puede haber identificado contaminación de la tierra y,
aun sin tener la obligación legal, puede haber decidido remediar la
contaminación, por la preocupación por su reputación a largo plazo y su
relación con la comunidad;
una entidad puede necesitar revelar en las notas la existencia de un pasivo
contingente, cuando el gasto relativo a asuntos ambientales no pueda
estimarse razonablemente; y
en situaciones extremas, el incumplimiento con ciertas leyes y regulaciones
ambientales puede afectar la continuidad de una entidad como un negocio en
marcha y consecuentemente puede afectar las revelaciones y la base de
preparación de los estados financieros.
A la fecha de publicación de esta declaración hay pocas normas de contabilidad
autorizadas, ya sea Normas Internacionales de Contabilidad o Normas Nacionales, que
se refieran explícitamente al reconocimiento, medición y revelación de las
consecuencias que surgen de los asuntos ambientales en los estados financieros. Sin
embargo, las normas de contabilidad existentes generalmente sí proporcionan
consideraciones generales apropiadas que también aplican al reconocimiento, medición
y revelación de asuntos ambientales en los estados financieros.