B Introducción - 10 Días de Oración 2022
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Introducción
¡Bienvenido a los Diez Días de Oración 2022! Creemos que la oración es la cuna del
reavivamiento. Dios ha obrado tantos milagros en los años anteriores cuando lo buscamos
juntos en oración y ayuno. El Espíritu Santo ha traído conversiones, ha renovado la pasión por
el evangelismo, ha reavivado iglesias y ha curado relaciones. Aquí hay algunos testimonios de
años anteriores:
Los Diez Días de Oración… realmente han cambiado mi vida. Fue un gran giro de 180
grados para mí (Ruth K.).
Nos llegaron mucho las lecciones. Las personas derramaban su corazón ante Dios.
Aprendimos por primera vez lo que significa orar según las promesas de Dios y reclamar el don
más precioso de Jesús: el Espíritu Santo (Moureen K.).
Antes de los Diez Días de Oración, muchas personas en mi iglesia estaban enfermas.
Pero en la semana de oración, ¡fueron sanadas! Además, ¡siete almas dieron sus vidas a
Jesucristo y se bautizaron! (Mugabe G.).
¿Lo ha estado llamando al reavivamiento la voz de Dios? La Biblia está llena de promesas para
usted:
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro,
y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus
pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14).
“Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo” (Joel 2:32).
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de
doble ánimo, purificad vuestros corazones” (Santiago 4:8).
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y
cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
Donde quiera que se encuentre en la vida, Dios está más cerca de lo que usted cree. Quiere
derramar sus bendiciones en su familia, su iglesia, su comunidad y su mundo.
Dios quiere hacer cosas maravillosas en sus vidas y en las iglesias hoy. Sus planes van mucho
más allá de nuestras propias capacidades, y solo con una constante conexión en oración con él
podemos llevar adelante la obra que él ha preparado. Él nos insta: “Clama a mí, y yo te
responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3).
Publicado por la Asociación Ministerial de la Asociación General
Lecturas diarias por Mark A. Finley
Únase a nosotros en oración por el reavivamiento, por un renovado compromiso con nuestro
llamado del tiempo del fin, y por el prometido derramamiento del Espíritu Santo.
• Que las oraciones sean cortas, solo una o dos frases sobre un tema. Luego dé el turno a
otro. Puede orar tantas veces como desee, de la misma manera que lo haría en una
conversación.
• No tema al silencio, porque les da tiempo a todos de escuchar al Espíritu Santo.
• Cantar cánticos juntos según el Espíritu guíe, también es una gran bendición. No
necesita un piano para esto; está bien cantar a capella.
• En lugar de gastar tiempo valioso de oración hablando sobre los pedidos de oración,
simplemente ore por ello. Entonces, otros también pueden orar por sus pedidos y
reclamar las promesas para su necesidad.
Es nuestro privilegio reclamar las promesas de Dios en nuestras oraciones. Todos sus
mandamientos y consejos también son promesas. Nunca pediría de nosotros algo que no
pudiéramos hacer en su fuerza.
Elena de White ofrece su motivación: “Toda promesa que está en la Palabra de Dios es nuestra.
En vuestras oraciones haced referencia a la palabra empeñada por Jehová y por la fe reclamad
sus promesas. Su palabra es la seguridad de que si pedís con fe recibiréis toda bendición
espiritual. Seguid pidiendo y recibiréis abundantemente mucho más allá de lo que pidáis o
penséis” (En los lugares celestiales, p. 73).
¿Cómo puede reclamar sus promesas? Por ejemplo, cuando ore por paz, puede reclamar Juan
14:27 y decir “Señor, nos has dicho en tu Palabra ‘La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy
como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo’. Dame la paz que has
prometido dejar con nosotros”. Agradezca a Dios que él está dando su paz, aunque no la sienta
aún.
Ayuno
Lo animamos a hacer un Ayuno Daniel durante estos diez días. Empezar el año con oración y
ayuno es una forma maravillosa de consagrar nuestras vidas a Dios para el nuevo año. Elena de
White nos dice: “De ahora en adelante hasta el fin del tiempo, los hijos de Dios debieran ser
más fervientes y más despiertos, y no confiar en su propia sabiduría, sino en la sabiduría de su
Caudillo. Ellos debieran dedicar días especiales al ayuno y la oración. No es necesario que se
abstengan de alimento, pero debieran comer con moderación alimentos sencillos” (Consejos
sobre el régimen alimenticio, p. 223).
Conocemos sobre Daniel, quien comió frutas y vegetales durante 10 días. De la misma forma, lo
animamos a adoptar una dieta muy simple durante estos diez días. Si queremos tener mentes
Publicado por la Asociación Ministerial de la Asociación General
Lecturas diarias por Mark A. Finley
más claras para oír la voz de Dios, y si queremos acercarnos a él, tenemos que asegurarnos que
nuestra dieta no nos esté entorpeciendo.
Ayunar no es una forma rápida de obtener un milagro de Dios. Ayunar se trata de humillarnos
para que Dios pueda obrar en nosotros y a través de nosotros. Acerquémonos a él a través de
la oración y el ayuno, y él se acercará a nosotros.
Espíritu Santo
Asegúrese de preguntarle al Espíritu Santo sobre qué debe orar en la vida de una persona o en
una situación particular. La Biblia nos dice que no sabemos qué pedir y que el Espíritu Santo es
quien intercede por nosotros.
“No solamente debemos orar en el nombre de Cristo, sino por la inspiración del Espíritu Santo.
Esto explica lo que significa el pasaje que dice que ‘el mismo Espíritu pide por nosotros con
gemidos indecibles’ (Romanos 8:26). Dios se deleita en contestar tal oración. Cuando con fervor
e intensidad expresamos una oración en el nombre de Cristo, hay en esa misma intensidad una
prenda de Dios que nos asegura que él está por contestar nuestra oración ‘mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos’ (Efesios 3:20)” (Palabras de vida del gran
Maestro, p. 113).
Fe
Leemos en el espíritu de profecía que “La oración y la fe harán lo que ningún poder en la tierra
podrá hacer” (La oración, p. 62). También se nos dice que “Podemos pedir […] cualquier don que
él haya prometido; luego tenemos que creer para recibir y dar gracias a Dios por lo que hemos
recibido” (La educación, p. 258). Entonces, haga un hábito de agradecer a Dios de antemano a
través de la fe por lo que él hará y por cómo él responderá nuestras oraciones.
Durante estos diez días lo animamos a orar consistentemente por las personas que Dios ha
puesto en su vida. Elija entre cinco a siete personas, que pueden ser familiares, amigos,
compañeros de trabajo, vecinos o simplemente conocidos. Tómese un tiempo para preguntarle
a Dios por quién él quisiera que usted ore. Pídale también que le dé una carga real por estas
personas. Escriba los nombres en un pedazo de papel y téngalo en un lugar prominente, como
en su Biblia. Se sorprenderá en cómo Dios obra en respuesta a sus oraciones.
Jesús nos llama no solo a orar, sino también a servir en las necesidades prácticas de los que nos
rodean. “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la
cárcel, y vinisteis a mí” (Mat. 25:35, 36).
En el Ministerio de curación leemos: “Hemos de vivir una vida doble: una vida de pensamiento y
de acción, de silenciosa oración y fervoroso trabajo” (p. 410). Hemos recibido tanto amor de
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Lecturas diarias por Mark A. Finley
nuestro Salvador, y tenemos el privilegio de compartir ese amor con amigos, vecinos, y
desconocidos que tienen necesidades.
Pregúntele a Dios cómo usted y su iglesia pueden servir a otros después de los Diez Días de
Oración. Mientras organiza actividades de servicio, evite que esos arreglos lo distraigan de orar.
“El esfuerzo personal por otros debe ser precedido de mucha oración secreta; pues requiere
gran sabiduría el comprender la ciencia de salvar almas. Antes de comunicaros con los
hombres, comunicaos con Cristo. Ante el trono de la gracia celestial, obtened una preparación
para ministrar a la gente” (La oración, p. 186).
En los recursos on-line de los Diez Días de Oración, encontrará un documento con docenas de
ideas misioneras. Jesús lo invita a ser sus manos y sus pies para un mundo en necesidad.
Colaborador principal para las guías de oración diarias: Dr. Mark A. Finley.
A menos que se mencione lo contrario, los versículos de las Escrituras son tomados de la
versión Reina Valera 1960.
Más recursos
Para más recursos sobre el tema del mensaje de los tres ángeles, por favor visite
www.threeangels.info.