El Teatro Con Niños y La Educación Popular (Cultura y Desarrollo)
El Teatro Con Niños y La Educación Popular (Cultura y Desarrollo)
El Teatro Con Niños y La Educación Popular (Cultura y Desarrollo)
liberadora
Teatro con niños y educación popular. Sobre todo por las pocas referencias teóricas
plano teatral, ha sido, en gran medida, por los aportes que ha realizado el teatro popular.
Y es que desde los años sesenta, este ha estado signado en el continente por las poéticas
esta vertiente teatral, una de las expresiones más reconocidas ha sido el teatro del
cuatro etapas (conocer el cuerpo, tornar el cuerpo expresivo, el teatro como lenguaje y el
popular y teatro con niños. Ello puede deberse a una interpretación estrecha que ha
primado sobre el alcance de la educación popular. Por lo general, esta se ha asociado con
resulten compatibles con las capacidades de un niño. Sin embargo, el propio Freire
niños de la calle: “La lucha del educador es caminar con el niño en el sentido de
participativa y cuestionadora”.4
crítica de la sociedad en la que viven. Cuanto antes y más se ejerciten así, tanto ante y
3
Es conocido que en múltiples experiencias de teatro del oprimido descritas por Boal, se hace referencia a niños que
asisten y son parte de los debates que de estas representaciones se derivan; no obstante dichas intervenciones se
desarrollan en un entorno de adultos. No conocemos, hasta donde hemos investigado, que Boal haya particularizado su
trabajo con los niños. Armando Pinto, por su parte, tampoco ha tenido, ni conoce, ninguna experiencia de este tipo – no
siendo así con los adolescentes – pues los pequeños con los que ha trabajado han sido considerado como un elemento
más de los pobladores de las comunidades.”
4
Ver Paulo Freire: Paulo Freire y los educadores de la calle. Una aproximación crítica. Alternativas de atención a los
niños de la calle, UNICEF, Editorial Gente Nueva, Bogotá, 1991, p. 13.
entender su propio juego como expresión de sus vidas. Y es entonces que se preparan
para cambiar.
educador-educando, las opiniones de Freire no distan de las que sostiene con respecto a
otra. Así mismo, subraya la importancia de establecer, precisamente por tratarse de niños,
un ambiente libre, pero a la vez con límites; la necesidad de que el educador sepa hacer
las preguntas exactas, es decir, que sepa estructurar el proceso pedagógico desde la
pues esta los conduce a la reflexión y a la posterior acción transformadora. Por otra parte,
refiere que todo el proceso pedagógico no alcanza su real dimensión si no hay un proceso
Sólo señala una divergencia, y esta se da en el nivel del discurso: los niños tienen una
experiencia y un imaginario propio, diferentes a los de los adultos, de ahí que sea
Estas reflexiones de Freire vienen a confirmar las posibilidades educativas que tiene
la educación popular con los niños, así como a aclarar algunas prácticas teatrales
infantiles que, sin decir que son de educación popular, evidentemente tienen algunos
elementos en común con esa concepción y con el teatro del oprimido. Por otra parte, nos
posibilita establecer ciertos vasos comunicantes entre la educación popular y el teatro con
niños.
La primera experiencia que pudiéramos citar es el Proyecto Gente Nueva con los
horizontalidad que se establece entre el director y los niños. Al respecto citamos sus
palabras: “No hay uno que sabe (el adulto) y otro que no sabe (el niño). Las opiniones de
todos son tomadas en cuenta (…) Esta actitud se basa sobre la certeza de que cada niño es
gente que la vive a una pobreza moral, cultural y educativa que genera modos de actuar y
del niño no tiene sólo como objetivo elaborar un proyecto teatral de la comunidad y para
ella, sino además, y sobre todo, generar un espacio de re-construcción permanente del
teatral con lo social. A un niño participante del taller, por ejemplo, se le pide que vea una
foto de un padre abrazando a una niña. Esta imagen debe generar en el tallerista una
interpretación emocional, la cual se le pide que muestre con su cuerpo y con acciones.
6
Miguel Almeyda Morales: op. cit., p. 41.
7
Ibid., p. 19.
8
“Trabajamos la motivación en cada uno de los elementos del proceso de creación. Un elemento motivador es,
elemento que genera emociones, sensaciones, reflexiones (…) Una motivación [por tanto] genera una acción”. Miguel
Almeyda Morales: op. cit., p.37.
Posteriormente se elabora una historia al respecto y se reflexiona sobre lo que acontece.
Pero, de igual forma, el padre, en vez de esta abrazando a la pequeña, puede estarla
elaborados por los niños el texto, la escenografía, los vestuarios y el resto de los
pretendían “generar a través del teatro como actividad cultural y artística integral, un
teatro, en tanto son parte de la vida e intereses del niño y su familia. Desde esta
apoyo, sino que, por el contrario, moviliza y asume los mencionados elementos
comunitarios desde la visión de los niños para que ellos puedan, procesándolos
productos culturales que tienen como eje el aspecto dramático, pero que se expresan
desde diferentes artes como la música, la danza, la literatura y las artes plásticas. De esta
forma, los niños pintan los personajes que van surgiendo en las improvisaciones o hacen
espectáculos callejeros.
individuales y los de su comunidad ha permitido a los niños del taller asumir con mayor
10
Ibid, p. 40
Tanto la experiencia de La Merced como la de la Villa El Salvador se insertan en un
los ochenta que busca, a través del teatro, la liberación del niño. El movimiento
constituye una respuesta a la crisis educacional, cultural y sobre todo social, hijas de las
estructuras y relaciones del capitalismo peruano. Con ellas se han ido generando espacios
obreros, que viven en favelas, en estado de riesgo, así como a niños de la calle. Los
Souza, es esta “pedagogía de los sentidos” la que mejor contribuye a que el niño
11
Ibid, p.41
12
Aunque poco conocidas, realmente existen experiencias latinoamericanas de teatro con niños que acuden a la
educación popular como estrategia de liberación y transformación social. Podemos nombrar, por ejemplo, la de la
mexicana Mariana Duarte Pérez en el área metropolitana de Monterrey; los proyectos de la Organización de la Cultura
y el Arte Infantil (OCARIN), de Chile, dirigidos por Antonio Suzarte; los CIEs Estudiantiles Graciella Bustillos, de
Cuba, coordinados por Nidia González, entre otros.
13
Ver Dalmo de Oliveira Souza e Silva: “Una propuesta interdisciplinaria creativa”, en Educación no. 107, septiembre-
diciembre 2002, pp 49-53.
responda a objetivos principales, lo que significa reflexionar en cómo
potenciar actitudes analíticas [en los niños] con el fin de que estos
relación con la vida, es el camino que ha seguido el Proyecto SEMEAR con los niños del
coadyuvan a la elaboración de una pedagogía del saber ser y el saber hacer. Esto implica
un trabajo pedagógico de carácter teatral que propicie una crítica social, un sentido
participativo.
disfrute se erigen como ejes que favorecen el desarrollo integral del niño. Asimismo, las
sesiones de teatro no constituyen una formación artística “al pie de la letra”, sino que,
más bien, su objetivo es tornar a ese niño desfavorecido por las condiciones sociales en
Estas tres experiencias internacionales nos sirven para confirmar nuestro parecer
acerca de los vasos comunicantes que percibimos entre la educación popular y el teatro
con niños. Partamos de que al igual que la educación popular, esta disciplina teatral acude
14
Ibid, p.50
a la educación (en este caso la enseñanza teatral infantil contemporánea) como
cultura como objeto último de los cambios sociales. El segundo punto tiene que ver con
el carácter político de ambas disciplinas. Tanto una como la otra se definen a partir de su
enseñanza teatral infantil contemporánea toma como centro al niño, de antemano estamos
apostando por la defensa de los valores de una cultura infantil en que el niño pueda
Al mismo tiempo, al igual que la educación popular hace una crítica radical a las
prácticas educativas de carácter tradicional, en el teatro con niños emerge una fuerte
enseñanza teatral infantil contemporánea no hay un sujeto que aprende y otro que
enseña. Todos aprenden de todos. Esto implica una relación horizontal que posibilita una
15
Recuérdese la denominación que le da Freire a los sujetos del proceso de enseñanza liberador (educador-educando/
educando- educador), así como el tránsito que hace el profesor-director de teatro a coordinador grupal.
regresivos.
educando.
Es quizás en estos últimos aspectos en los que más se evidencia el vínculo entre la
educación popular y la enseñanza teatral infantil contemporánea con niños, pues es ese
proceso educacional de este tipo.16 Aprender (y enseñar) desde lo lúdico, desde ese clima
y riesgo”17. Una vez superados esos límites, estamos en condiciones de aceptar otro tipo
educadores.
16
Valga aclarar que, a pesar de nuestro énfasis en la condición relajante y dinamizadora que propician el juego y las
técnicas participativas en los procesos pedagógicos de este tipo, ellos no son nada si no los mueve un objetivo, un
concepto.
17
Magaly Muguercia: “La performance. Comentarios para la Educación Popular” en El escándalo de la actuación,
Editorial Caminos, La Habana, 1996, p. 12.
especial la enseñanza teatral infantil contemporánea o sin fines de representación) y la
educación popular de decir que son una única y misma cosa, son evidentes los puntos de
contactos entre una y otra disciplina. Plantearnos una lectura interpretativa en aras de