Dios busca adoradores verdaderos que le rindan culto en espíritu y en verdad. El documento explora las cualidades de las personas que Dios busca, como hombres de verdad, leales y gente de oración. Usa a David como ejemplo de alguien que conquistó el corazón de Dios a través de su prioridad por la presencia de Dios, su pasión por la casa de Dios y su corazón de servicio. Exhorta a los lectores a buscar la presencia de Dios para encontrar gozo y renovación.
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La Clase de Persona que Dios está buscando
Dios está buscando adoradores
“Pero se acerca el tiempo - de hecho, ya ha llegado - cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que le adoren de esa manera” (Juan 4:23). Un adorador no es una persona que sabe adorar, sino una persona que adora a Dios en todo tiempo y con todo su ser. Al referirse a los que han aprendido el arte de adorar, Jesús dijo: “Este pueblo me honra con los labios; pero su corazón está lejos de mí” (Mateo 15:8) Dios está buscando HOMBRES DE VERDAD, personas que cumplan su palabra. “Muchos se dicen ser amigos fieles, ¿pero ¿quién podrá encontrar uno realmente digno de confianza?” (Proverbios 20:6). La versión Reina-Valera dice: “Hombre de verdad, ¿Quién lo hallará?” Dios está buscando personas LEALES “El Señor recorre con su mirada toda la tierra y está listo para ayudar a quienes son fieles” (2 Crónicas 16:9) Dios está buscando GENTE DE ORACION En Ezequiel 22:30, dice: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé” Dios no nos enferma, Él no quiere el mal para nosotros. No obstante, estableció leyes espirituales que si se violan traen consecuencias. En su misericordia, Dios impide que el juicio caiga sobre nosotros cuando violamos sus leyes, pero en Ezequiel 22 dice que el pecado de Israel y de sus sacerdotes fue tan grave que Dios ya no podía seguir deteniendo la destrucción inevitable por causa de su pecado. Por eso necesitaba que alguien se pusiera en la brecha e intercediera a favor de la tierra, pero tristemente no encontró a nadie. Que Dios esté buscando personas con estas características significa que no abundan. Entonces, el Señor menciona a un hombre que reúne estas cualidades y dice: “He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero” (Hechos 13:22). ¿Qué hizo David para conquistar el corazón de Dios? ¿Qué tuvo de especial David para que el modelo de adoración que Dios quiere que sigamos sea el del tabernáculo de David? En Hechos 15:16 el Señor dijo: "Reedificaré el tabernáculo de David, que está caído" La Prioridad de David era la Presencia de Dios Lo primero que hizo David cuando lo coronaron rey fue traer el arca del pacto, el lugar donde Dios habitaba. ¿Es esa nuestra prioridad? Cuando iniciamos un negocio o cuando nos casamos, ¿fue la presencia de Dios nuestra prioridad. La Pasión de David era la Casa de Dios David dijo: “Lo único que le pido al Señor, lo que más anhelo, es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo” (Salmo 27:4) Es pasión por “la casa” no por “una parte de la casa”. A algunos solo les apasiona una parte de la casa, otros dicen: “a mí lo que me gusta son los niños” y hay quienes dicen: “a mí lo que me gusta es la alabanza”. Les apasiona solo lo suyo, lo que los beneficia, lo que los hace famosos o visibles, pero por si por alguna razón los bajamos de ese lugar, se van de la iglesia, ¿por qué? Porque tenían una intención oculta. Dios se sintió atraído a David porque su pasión era la misma que Él tenía: La iglesia. Nosotros nos sentimos atraídos a las personas que tienen las mismas pasiones que nosotros, lo mismo sucede con Dios. Si queremos conquistar el corazón de Dios como lo hizo David, nuestra vida debe girar alrededor de la iglesia. Dios bendice a muchas personas con trabajos en otras naciones y cuando están a punto de viajar me preguntan si conozco una iglesia en esa ciudad. Y yo les digo: “¿Ahora es que piensas en eso? En eso tenías que pensar en primer lugar, incluso antes de aceptar el nuevo trabajo”. Por desdicha, muchos se alejaron de Dios porque en el nuevo lugar no consiguieron una iglesia que los mantuviera comprometidos con Dios. A veces Dios usa las promociones en los trabajos para probar si realmente estamos apasionados por su casa. David tenía un Corazón de Servicio La primera vez que la Biblia menciona a David lo encontramos cuidando las ovejas, estaba sirviendo. Sin embargo, lo importante no es solo servir, sino nuestra actitud y lo que hacemos mientras servimos. Es más importante el tiempo de preparación que el tiempo de popularidad. Durante treinta años Jesús se preparó para tres años de popularidad, pero las palabras de su Padre cuando se bautizó demuestran que lo que él hizo en secreto lo conquistó y por eso le dijo: “Tú eres mi hijo amado en quien tengo complacencia!”. Pero muchos piensan que leerán la Biblia cuando empiecen a predicar, o que tomarán clases de música cuando empiecen a cantar. Sin embargo, no es así, tenemos que aprovechar los años de anonimato para poner fundamento de lo que vamos a construir. ¿Cómo aprovechó David su tiempo mientras cuidaba las ovejas? David Conoció el Corazón de Dios Gracias a eso tenemos una cantidad de Salmos que hasta el día de hoy cantamos. David se inspiró y escribió el Salmo 23 mientras cuidaba las ovejas. David Desarrolló su Talento Musical En (1 Samuel 16:18) un siervo de Saúl dice acerca de David: “Tiene mucho talento para tocar el arpa”. Yo creo que todos debiéramos tocar un instrumento musical. Les insisto a mis hijos para que practiquen el piano porque no sabemos qué planes tiene Dios para su futuro y quiero que estén preparados para lo que sea. David se Convirtió en una Persona Atractiva La Biblia dice acerca de David: “Era buen mozo, trigueño y de buena presencia” (1 Samuel 16:12) “Es valiente, hábil guerrero, sabe expresarse y es de buena presencia” (1 Samuel 16:18) David fue un hombre que venció sus temores, sus complejos, su timidez y llegó a tener muy buena presencia. Era hábil para la guerra, los negocios, la administración y sabía cómo expresarse. David, “EL SIERVO REY” Aunque David llegó a ser rey, nunca dejó su corazón de siervo ni nunca Dios lo dejó a él.
Ptr. Edgar Villarte Benito.
Cochabamba, 17 de diciembre de 2021 LA IMPORTANCIA DE VIVIR EN LA PRESENCIA DE DIOS. Salmos 140:13 Últimamente he hablado con varias personas y he visto como cuando hablan de sus problemas muestra un común denominador, noto vidas vacías, soledad, decepcionados, frustrados, deprimidos etc. Porque las personas llegan a estas a estas condiciones, el señor muestra en su palabra el porqué; El problema es que las personas están buscando satisfacción en diferentes cosas temporales, unos en lo material, dinero, posesiones etc., otros a través de una relación sentimental llámese amigos, novios o matrimonio, otros en cosas como en el trabajo, los deportes o pasatiempos personales, pero al final siempre lo mismo insatisfechos. En el (Salmo 16:11), encontré esta frase - en la presencia de Dios hay plenitud de gozo Ah ese el problema, las personas no han enten- dido o hemos entendido que el único que puede llenar nuestra vida, el único que puede satisfacernos totalmente es Dios – El verso, en el hay plenitud - la palabra pleni- tud quiere decir todo completamente, llenura absoluta, significa que en Él lo tenemos todo, todo, todo, absolutamente. La presencia de Dios cambia todo – has cambiado mi lamento en baile. .la tristeza, el dolor, la angustia, ansiedad. (Salmos 30:11,12). La presencia de Dios renueva – fortalece –da nuevas fuerzas, cuando estés cansado, cuan- do te sientes débil, recuerda que nos da nuevas fuerzas como las del búfalo. (Salmos 92:10) La presencia de Dios sana - - cuando estés herido o si sabes que tu corazón tiene heridas, busca la presencia de dios porque allí serás sanado totalmente. La presencia de Dios produce esperanza – cuando crees que todo está terminado, que ya todo se acabó – en la presencia de Dios encontraras una palabra que te levantará y te dirá aún hay esperanza. La presencia de Dios te lleva a una dimensión especial, en la cual tu fe cambia y te hace ver cosas que otros no pueden ver como por ejemplos milagros, tu no podrás ver milagros si no estás en la presencia de Dios. El gran peligro de estar fuera de la presencia de Dios, es que te arriesgas y el pecado puede alcanzarte, porque en la presencia de Dios no hay pecado. Eso me lleva al punto que tengo que mencionarlo, el porque la gente no disfruta de la presencia de Dios. Hay un gran enemigo de esto se llama pecado, por eso es importante si tú quieres deseas la presencia de dios en tu vida debes estar limpio de pecado y si tu descubres que hay pecado en tu vida y crees que esto será una barrera te tengo noticias, (1 de Juan 1:9) Si confesamos nuestros pecados. Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Confiesa tus pecados a Dios. (Salmo 15:1-5) quien entrara, quien puede vivir en la presencia de Dios el de limpio corazón - por eso hay que confesar, para estar limpio, o sea hay solución. Concluyendo; que necesitamos para disfrutar de la presencia de dios Dos cosas básicas: 1. Disposición. es necesario que lo desees 2. Limpieza. Confesión Que hará usted, quiere seguir con una vida superficial o quiere vivir una vida vibrante en la presencia de Dios.
Ptr. Edgar Villarte Benito.
Cochabamba, 17 de diciembre de 2021 EN TU PRESENCIA (Salmos 140:13). ¿QUIERES QUE DIOS CAMBIE TU VIDA? (Juan 15:4-5,8) El apóstol Pedro es muy conocido por sus espontáneos comentarios, y a veces, hasta por sus torpes observaciones… a través de los evangelios. Sin embargo, Pedro siempre andaba tras de Jesús. ¡Siempre quería estar con Él! En la noche de la crucifixión de Jesús, Pedro lo siguió desde lejos. Pedro corrió hacia la tumba cuando supo que Jesús había resucitado. Pedro se tiró al mar en su afán por llegar a Jesús. Y hasta caminó en el agua para poder unirse a Él. Capaz Pedro no dijera o hiciera siempre las cosas debidamente, pero él buscaba siempre la forma de estar con Jesús. Por eso, tantas veces, vemos a Pedro al lado de su Señor. Creciendo más y más como discípulo fiel. La palabra FRUTO es usada sesenta-y-seis veces en el Nuevo Testamento. El fruto del Espíritu es tener el carácter de Cristo. Es poder cultivar el FRUTO del amor, el gozo, la paz, la paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Parece imposible poder cultivar todas estas bellas virtudes, ¿no es cierto? ¡Y LO ES! EN EL MOMENTO EN QUE TE VUELVES CRISTIANO, el Espíritu Santo comienza Su divina obra de producir el carácter de Cristo en ti. Sin importar quien seas, el Espíritu Santo trabaja ¡DEL MISMO MODELO! DE JESUCRISTO. El Espíritu mira a Jesús para poder ver el prototipo de tu carácter. El Espíritu inmediatamente comienza a ayudarte a experimentar y a practicar EL MISMO AMOR, que Jesús tuvo, cuando entregó Su vida por Sus amigos. El mismo gozo que experimentó Jesús ahora te llenará a ti. La misma paz, que guardaba el corazón de Jesús, aun mientras Él era azotado y burlado, será la misma paz que el Espíritu infundirá en ti. La paciencia que Jesús tuvo con Sus “discípulos – a veces tan lentos para aprender” será la paciencia que el Espíritu cultivará en ti. La benignidad que Jesús le demostró a los niños, y a los pecadores, suavizarán tu corazón hacia otros. Habrá una bondad en ti, que solo se puede explicar, por la presencia del Espíritu de Dios. El Espíritu cultivará la misma fe en ti, que llevó a Jesús a ser completamente obediente a Su Padre. Y por último, el Espíritu te enseñará dominio propio para que puedas tener la fortaleza PARA HACER LO CORRECTO, y resistir la tentación. Todo esto es tan natural como el crecimiento del fruto de un árbol. ¡No lo tienes que hacer tú mismo! Comienza automáticamente en el momento en que te conviertes en un hijo de Dios. La rapidez, con que esto puede suceder, depende de cuan completamente te hayas entregado al Espíritu Santo. ¡Dios quiere que vivamos vidas fructíferas y productivas! El título de este mensaje es ¿QUIERES QUE DIOS CAMBIE TU VIDA? Y está dividido en DOS PUNTOS: (1) Permanece en Cristo (2) Da Fruto. Durante la vida de Jesús en esta tierra, la palabra que Él más usaba, cuando hablaba de Su relación con Sus discípulos era “SÍGUEME.” Y cuando Jesús estaba a punto de irse al cielo, Él les da una nueva palabra, que expresaba, de forma más íntima y espiritual, la unión entre Jesús y ellos. Esta palabra era PERMANECE. ¡PERMANECE EN MI! I. Permanece en Cristo – Juan 15:4-5 4 Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Así como el pámpano (es decir, la rama) no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en Mí. 5 Yo soy la vid y ustedes los pámpanos. El que permanece en Mí, y Yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de Mí ustedes nada pueden hacer. Muchas veces los cristianos ASUMIMOS, que la producción del fruto es nuestra responsabilidad. Algo que tenemos que hacer EN GRATITUD por lo que Cristo ha hecho por nosotros. Nos esforzamos por producir fruto, sólo para caer. Nos levantamos de nuevo, prometemos hacer mejor, probar de nuevo, y luego, continuamos con el mismo penoso ciclo de fracasos. Sin embargo, Jesús les dijo a Sus discípulos, que enfocaran toda su atención, en PERMANECER, en vez de PRODUCIR. Jesús nos dio un retrato bien claro DE COMO NUESTRA RELACIÓN CON Él, DEBERÍA SER. Él es la Vid, que es la fuente de nuestra vida. Nosotros somos los pámpanos, que es el lugar donde se produce el fruto. A lo que recibimos la vida de Cristo, el resultado natural, es que el fruto se produzca en nuestras vidas. Pero en nuestro celo por producir “resultados” para nuestro Señor, muchas veces, decidimos dar fruto a como dé lugar, y descuidamos nuestra permanencia en Cristo. Sentimos que permanecer en Jesús no es muy productivo, o que nos quita mucho tiempo de nuestra producción del fruto. Sin embargo, Jesús dice, que no es nuestra actividad la que produce el fruto, ES NUESTRA RELACIÓN CON Él, la que produce el fruto. La parábola de la Vid nos enseña la plenitud de nuestra unión con Cristo. Tan íntima es la unión entre la Vid y el pámpano, que cada uno ES NADA sin el otro. Cada uno vive completamente y solamente PARA EL OTRO. Sin la Vid, el pámpano no puede hacer nada. Le debe a la Vid, el derecho a estar en el viñedo. Le debe su propia vida, y su productividad. Así que, nuestro Señor dice, “Separados de Mí ustedes nada pueden hacer.” El creyente solo puede agradar a Dios, CADA DÍA, en lo que hace a través del poder de Cristo, que vive en él. El fluir de la “savia de vida” del Espíritu Santo es su único poder para producir fruto. El creyente vive solo para Cristo, y depende de Él en todo momento. Nuestra permanencia en Jesús ES MÁS QUE UNA COMUNIÓN DE AMOR – es una comunión de vida. Sin el pámpano, la Vid tampoco puede hacer nada. Una Vid, sin pámpanos, no puede dar fruto. Así como, la Vid ES INDISPENSAABLE para el pámpano, ¡ASÍ DE INDISPENSABLE ES EL PÁMPANO PARA LA VID!¡Así de maravillosa es la bondad de la gracia de Jesús! Así como Su gente depende de Él, Él se ha hecho ASÍ MISMO dependiente de ellos. Sin Sus discípulos, JESUS NO PUEDE BENDECIR AL MUNDO. Él no puede ofrecerles salvación. Tan íntima es la unión entre la Vid y el pámpano, que cada uno NO ES NADA, SIN EL OTRO. Todo lo que la Vid posee le pertenece al pámpano. La Vid no recoge de la tierra su ESENCIA NI SU PROVECHO por sí misma. Todo lo que tiene a su disposición, es a los pámpanos. Así como la Vid es el creador de los pámpanos, así también la Vid se subordina a los pámpanos. Y Jesús, a quien le debemos nuestra vida entera, SE HA ENTREGADO ASÍ MISMO, A NOSOTROS, Y POR NOSOTROS. En (Juan 17:22), Jesús le ora al Padre: “Yo les he dado la gloria que me diste.” Y en (Juan 14:12), dice, “El que cree en Mí, hará también las obras que Yo hago. Y aún mayores obras hará, porque Yo voy al Padre.” Toda la plenitud y todas las riquezas de Jesús, son para ti, Hermano, porque la Vid no vive para sí mismo, ni se guarda para sí mismo nada, sino que existe solo para los pámpanos. Todo lo que Jesús es en el cielo, Él es para nosotros. Como nuestro Representante, Jesús está de pie ante el Padre. Y todo lo que el pámpano posee, LE PERTENECE A LA VID. El pámpano no existe para sí mismo, sino para dar el fruto, que proclama la excelencia de la Vid. Su razón de existir es de servir a la Vid. Es la bella imagen del llamado del cristiano, y de su completa dedicación al servicio de Su Señor. A lo que Jesús se entrega completamente al cristiano, El cristiano siente el anhelo profundo de entregarse completamente a Él. Cada fibra de su ser, cada momento de su vida, cada pensamiento y cada emoción, le pertenece a Jesús, PARA QUE DE EL, Y PARA EL, el cristiano de fruto. ¡La Vid es para el pámpano, y el pámpano es para la Vid! Nosotros solo necesitamos pensar y vivir, para la voluntad, la gloria, la obra, y el Reino de nuestro Señor – ¡PARA DAR FRUTO PARA LA GLORIA DE SU NOMBRE! ¡Y PARA BENDICIÓN DE OTROS! ¡Jesús les hizo una advertencia a Sus discípulos! Les advirtió que, si alguno de ellos trataba de vivir su vida cristiana, aparte de una relación íntima con Él, DEJARÍA DE PRODUCIR RESULTADOS, QUE VALIERAN LA PENA. Por eso, la obra que puedas estar haciendo AHORA PARA EL SEÑOR, puede dar la impresión de devoción, ¡PERO NO TIENE PODER! Ellos se afanarían por el reino de Dios, pero cuando pararan a considerar sus vidas, encontrarían solo aridez. A LO QUE SIRVES AL SEÑOR, SI QUIERES DAR FRUTO VERDADERO, ¡PERMANECE EN CRISTO! Una de las cosas más dramáticas que Jesús hizo durante Su ministerio fue maldecir a la higuera por no producir fruto. (Mateo 21:19) ¿Te sientes cómodo permaneciendo en Jesús? ¿O te impacientas… por concentrarte en la obra que tienes que hacer? Permanecer en Jesús NO ES OTRA COSA que entregarte completamente a Él para que Él te dirija, te enseñe y te guíe. ¡Fruto es lo que Cristo mismo busca! ¡Es lo que Él obra! Es lo que Él realmente le dará a la persona, que confía en Él. Cristo te dice, “Tú estás en Mi. Permanece en Mí, y darás mucho fruto. Cuando Cristo les dio la Gran Comisión a Sus discípulos en (Mateo 28:19-20) les dijo, “Vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Y añadió estas maravillosas palabras, “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.” Este mismo principio aplica a todos los siervos de Cristo hoy en día, como lo fue para los doce discípulos de esa época. Sin el sentir de la Presencia de Jesús, permaneciendo con ellos siempre, su predicación no tendría poder. El secreto de su poder sería el testimonio vivo de que Jesucristo estaba con ellos en todo momento. Inspirándolos, dirigiéndolos, y fortaleciéndolos. Jesús les dio la valentía de predicar a Jesucristo Crucificado en medio de Sus enemigos. Ni por un momento, los discípulos lamentaron la ausencia física de Jesús. Ellos tenían a Jesús con ellos, y dentro de ellos, en el poder del Espíritu Santo. La experiencia viva de la presencia de Jesús es elemental para predicar el evangelio. Pero si Su Presencia se empaña, nuestra obra se vuelve en un esfuerzo humano, sin la frescura y el poder de la vida divina de Cristo. Segundo – Jesús me mantendrá en Su amor, y me dará la gracia, para comportarme como Su hijo, durante esta prueba. Tercero – Jesús hará que esta prueba sea una bendición, enseñándome las lecciones que Él quiere que yo aprenda, y que obre en mí, la gracia que piensa darme. Y por último – En Su tiempo, Él me sacará de nuevo – ¿Cómo y cuándo? ¡Él lo sabe! Estoy aquí por cita divina, en Su cuidado, bajo Su instrucción, y en Su tiempo. Nosotros queremos la solución instantánea, el arreglo rápido, pero hay algunas cosas, que no podemos anularlas tan fácilmente. ¡Solo tenemos que aceptarlas! Jesús nos mantendrá en Su amor. Por Su gracia, podemos descansar en Él. Es difícil sobrellevar épocas de enfermedad y de sufrimiento. Pero confiemos en Jesús para que nos consuele, y nos ayude. David dice en el (Salmo 31:15), “Mi vida está en Tus manos, Señor.” Y nosotros decimos, “¡Queremos permanecer en Ti siempre!” ¡ASÍ QUE! YA VIMOS LA BENDICION Y EL PODER DE PERMANECR EN CRISTO, AHORA VAYAMOS A NUESTRO PUNTO NO. II… II. Da Fruto – Juan 15:8 Jesús dice, “En esto es glorificado mi Padre: en que lleven MUCHO FRUTO, y sean así mis discípulos.” La prueba de que eres discípulo de Jesús, ¡ES QUE PRODUCES FRUTO! Y en el versículo 16, Jesús continúa “Ustedes no me eligieron a Mí. Más bien, Yo los elegí a ustedes, y los he puesto para que vayan y lleven fruto.” Dios quiere que produzcamos fruto – mucho fruto. Él quiere que seamos productivos. LES VOY A DAR CUATRO CONDICIONES, QUE ESTAN DESCRITAS EN LA BIBLIA, QUE LAS AYUDARÁ A SER MÁS PRODUCTIVOS: A. Cultiva Raíces Si queremos ser fructíferos, debemos cultivar algunas raíces. Dios dice, que, sin raíces, no habrá fruto. (Jeremías 17:7-8) dice… ” Pero bendito el hombre que confía en Mí, que soy el Señor, y que en Mi pone su confianza. 8 ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos; echa sus raíces junto a las corrientes, y no se da cuenta de cuando llega el calor, sus hojas siempre están verdes, y en los años de sequía, no se marchita ni deja de dar fruto.” Este pasaje nos da una razón DEL POR QUÉ necesitamos raíces. Para sobrellevar los tiempos difíciles – tiempos de calor y sequía. Las raíces son el sustento de la planta, o del árbol. CUANDO EL ESTRÉS Y LA PRESIÓN DE LA VIDA ESTÁ FUERTE - en momentos como esos - ¡NECESITAMOS TENER RAÍCES! Por ejemplo, consideremos un árbol como el roble. Si colocáramos las raíces de un gran roble, de extremo a extremo, éstas se podrían extender por varios kilómetros. Por eso los robles son tan estables. ¿Te has dado cuenta, que algunas veces en la vida, tienes que vivir sin muchas de las cosas, o las comodidades a las que has estado acostumbrado? Puedes estar pasando por momentos de sequedad ahora. ¡A lo mejor no tengas apoyo emocional! Puede que te falten amigos, o buena salud, o un trabajo, o estabilidad económica. Puede que estés tratando de salir adelante con poco dinero, o poco tiempo, o poca energía. ¿Cómo lidias tú con los períodos de sequía en tu vida? ¿Te marchitas? ¡TÚ NECESITAS TENER RAICES! si quieres salir adelante durante los tiempos de sufrimiento y dolor. Cualquiera puede sobrevivir un día de sequedad. PERO SOBREVIVIR UN TIEMPO PROLONGADO DE ESTRÉS, ¡ES OTRA COSA! (Salmo 1:2-3): “2 Que, por el contrario, se deleita en la ley del Señor, y día y noche medita en ella. Ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos: llegado el momento de su fruto, y sus hojas no se marchitan. ¡En todo lo que hace, prospera!” El salmista habla aquí de una vida estable, ¡de una vida que tiene raíces! Él dice que raíces se desarrollan leyendo y meditando en la Palabra de Dios. ¡Así es como desarrollas raíces espirituales fuertes! Las raíces se extiendan profundamente en la tierra de la Palabra de Dios. Estas raíces te ayudarán a resistir las presiones, y las privaciones de la vida. B. Elimina la Hierba Mala Para ser productivo tienes que eliminar la hierba mala en tu vida. Jesús ilustra esto en la parábola del sembrador. En (Lucas 8:11, 14), leemos que la semilla es “La Palabra de Dios. 14 las que cayeron entre los espinos (o sea en la mala hierba) son los que oyen, pero se alejan y son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, Y NO DAN FRUTO.” Si tú quieres dar fruto, tienes que cultivar buenas raíces, y luego, eliminar la hierba mala. ¿Qué clase de hierba mala tienes en tu vida? Muchos tipos de hierba mala pueden amontonarse en tu vida, y ahogar tu vitalidad espiritual. La hierba mala son las preocupaciones o los intereses que te roban de tu tiempo, energía, y dinero, y que no te dejan dar fruto espiritual. Algunas personas me dicen, “Yo no tengo tiempo para servir al Señor.” Ando muy ocupado.” Si eso es verdad en tu vida, entonces, ¡ESTÁS DEMASIADO OCUPADO! Tienes que eliminar alguna mala hierba. Muchas cosas en la vida no son necesariamente malas. Simplemente NO SON NECESARIAS. A lo mejor necesitas simplificar tu horario un poquito, y eliminar la hierba mala. Jesús menciona tres variedades de hierba mala. LA HIERBA MALA DE LA PREOCUPACIÓN, con sus cargas e inquietudes, que causan que quites tu mirada de Jesús. (Filipenses 4:6) dice, “No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” La fuente NO. 1 del estrés en tu vida, ¡NO ES EL TRABAJO! ¡ES LA PREOCUPACIÓN! El trabajo no te mantiene despierta por la noche. ¡Es la preocupación la que te mantiene despierto! Tu cuerpo no ha sido diseñado para lidiar con la preocupación. Los doctores dicen que mucha de la gente enferma en el hospital, podría salir hoy mismo, si solo supieran como deshacerse de la culpabilidad, del resentimiento, y la preocupación. La preocupación no puede cambiar tu pasado, y la preocupación no puede controlar tu futuro. ¡Todo lo que hace es malograr tu presente! Lo único que la preocupación cambia, ¡ES A TI! ¡Te deprime! ¡No te resuelve ningún problema! Dios te creó. Te salvó, y puso a Su Espíritu en ti. ¿No crees que Él puede encargarse de todo lo que necesitas? ¡Así que! ¡No te preocupes! (1 de Pedro 5:7) dice, “Descarguen en Él todas sus angustias, porque Él tiene cuidado de ustedes.” Dios se preocupa personalmente por ti, y se ocupa de todo lo que necesitas. Tú sabes exactamente cuáles son las cosas que te están estresando y preocupando. ¡Déjalas ir! ¡Dáselas al Señor! También tenemos LA HIERBA MALA DE LAS RIQUEZAS – ESA OBSESIÓN POR GANAR MÁS DINERO PARA COMPRAR MÁS COSAS, pueden dominar tu vida TANTO, que no tienes tiempo para el Señor. ¡ASÍ MISMO! LA HIERBA MALA DEL PLACER – ANDANDO TRAS LA BUENA VIDA – puede ahogar tu crecimiento espiritual. Está bien que te diviertas, PERO TIENES QUE MANTENER TUS PRIORIDADES. Cuando la playa se vuelve más importante que tu Biblia, tus prioridades están desbalanceadas. Considera esto: ¿Cuánto esfuerzo tienes que hacer para que la hierba mala crezca? ¡NADA! ¿Qué necesitas hacer para cultivarla? ¡NADA! ¡Crece por si sola! ¡Por eso es hierba mala! Tus plantas de tomate requieren cuidado, ¿No es cierto? En cambio, ¡la hierba mala crece por dondequiera. La mala hierba es un signo de descuido. Cuando tú descuidas leer tu Biblia, orar, y tener compañerismo con otros cristianos, la mala hierba crecerá y ahogará tu vida espiritual, IMPIDIÉNDOTE DAR FRUTO. Así que, si vas a dar fruto, tienes que profundizar y cultivar tus raíces. ¡Tienes que eliminar la mala hierba de tu vida! C. Coopera con Dios Si vas a ser un cristiano productivo, tienes que cooperar con la poda que Dios hará en tu vida. En (Juan 15:1-2), Jesús dice, “Yo soy la Vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en Mi no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará para que lleve más fruto.” Podar incluye cortar las ramas muertas, ¡y cortar las ramas vivas! Ambos son necesarios para darle forma al árbol, O LA VID, y estimular su crecimiento. Los podadores profesionales dicen, que mucha gente, es un POCO TIMIDA cuando se trata de podar. Yo pensaba que podar era cortar suavemente solo las ramitas muertas. ¡PARA NADA! Las partes vivas también tienen que salir – las ramas, las hojas, las flores. ¡TODO! ESTE ES MI PUNTO: Muchos de nosotros pensamos, que cuando Dios nos poda, El debería cortar SOLO las cosas que no sirven… las cosas pecadoras y superficiales de nuestras vidas. ¡SI! El hace todo eso, pero El también corta todo aquello que es vivo y bueno. Por ejemplo: ¡Un negocio que está funcionando bien… una relación agradable… la buena salud! Algunas de estas cosas tendrán que ser podadas para dar mayor fruto. NO ES SOLO LO QUE NO SIRVE, lo que tiene que salir. Sino Dios también poda las cosas buenas, para hacerlas más BELLAS todavía. NO ES SIEMPRE AGRADABLE, pero una buena poda es esencial para crecer espiritualmente. ¡NO ES ALGO OPCIONAL! Recuerda que Dios se glorifica cuando damos “mucho fruto,” y eso requiere una buena poda. Debemos de recordar que las tijeras de podar están en las manos de un Dios amoroso. Él sabe lo que está haciendo. ¡Y quiere lo mejor para nosotros! Si eres cristiano, ¡serás podado! ¡Cuenta con eso! Puede que estés siendo podado en este mismo momento, y puede que la poda NO SEA SOLAMENTE de las cosas que no son buenas. Dios corta las ramas, que nosotros sentimos que son productivas, para que produzcamos más fruto todavía. NOSOTROS CREEMOS QUE ESTAMOS PRODUCIENDO FRUTO, Y NOS QUEDAMOS PERPLEJOS, Y HASTA FRUSTRADOS, por las podas de Dios. Le preguntamos, “¿Por qué estás haciendo esto, Dios? Yo te he entregado mi negocio, pero mi negocio se está hundiendo. Te he encomendado mi salud, pero me tienen que internar al hospital la semana entrante. He estado diezmando fielmente, sin embargo, me estoy yendo a la quiebra.” Hace tiempo vi un programa de televisión acerca de plantas interiores, en qué el especialista le sugería a los televidentes a que les hablaran a sus plantas para ayudarlas a crecer. ¡Para darles estima personal! decía él. Imagínate a ti mismo diciéndole a tu planta, “Eres una buena plantita. Oooo, ¡Mírate no más! ¡Se te ve de lo más bien! Ahora imagínate hablándole a la planta, ¡QUE ESTAS PODANDO! “Esto me duele más a mí, que a ti.” ¡WAW! ¡”Me darás las gracias más adelante!” ¡WAW!“¡Es por tu propio bien, HIJITO! Ahora imagínate a la planta contestando, “Tú no me quieres. He trabajado bien duro para producir estas flores.” ¿No es así como le hablamos a Dios cuando nos está podando? ¿Ya no me amas, Señor? ¿No te importa cómo me siento? ¿No ves lo que estoy pasando? Y pensamos que Dios está molesto con nosotros. ¡NO! ¡Él no está molesto! Uno de los grandes errores, que los cristianos cometemos, es de confundir una poda con un castigo. ¡Una poda NO ES un castigo! ¡Así que no compares a los dos! ¡Dios no está molesto contigo! Simplemente, Él te ve como alguien que puede dar más fruto. ¡Alguien que tiene el potencial para ser excelente! ¡Alguien que Él quiere que sea más fructífero! ¡Así que! Él poda hasta las cosas con que te ha estado bendiciendo. ¿Has perdido tu trabajo? No te preocupes. Dios tiene una mejor idea. ¡EL VÉ LO QUE TÚ NO PUEDES VER! ¿Cómo nos poda Dios? El usa los problemas, las presiones, y hasta las personas... ¡Y SI QUE USA A LAS PERSONAS! La gente te criticará y te desafiará. Te cuestionará y dudará de ti. Dios está usando a esta gente para podarte. Dios puede usar toda situación en tu vida para ayudarte a crecer, ¡si es que tienes la actitud correcta! Dios puede usarlo todo – los problemas que tú mismo te creas, una gran desilusión, problemas económicos, una criatura rebelde, la muerte de un ser querido. El usa todas estas cosas, como parte del proceso de poda para hacerte aún más fructífero. (Hebreos 12:11) dice, “Claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más bien tristes.” Pero el autor de Hebreos, también dice, “Pero después de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto apacible de justicia.” Dios hace esto para nuestro bien, y, además, para Su gloria. Como la disciplina, UNA PODA ES DESAGRADABLE. ¡No es cosa de broma! Pero es para tu beneficio futuro. El propósito de una poda es positivo. ¡Dios no está molesto contigo! (Romanos 8:1) dice, “No hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús.” ¿Puede la poda de Dios no producir fruto? Claro que puede, ¡SI NO COOPERAMOS CON ÉL! Si nos resistimos, nos rebelamos, nos quejamos, o nos resentimos, nuestro carácter no desarrollará de la forma como Dios quiere. Dios quiere producir en tu vida las cualidades del amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza permitiendo que te enfrentes a las situaciones y la gente que tienen exactamente las cualidades opuestas. Él te enseña a amar, poniéndote junto a gente desagradable. Él te enseña gozo en medio del dolor. Él te enseña paz permitiendo las irritaciones alrededor tuyo. Él te enseña paciencia, permitiendo las cosas que te frustran. Dios usa todas estas cosas para hacerte más productivo, ¡PERO TU TIENES QUE COOPERAR CON EL! D. Espera la Cosecha Si quiero que mi vida sea productiva, necesito cultivar buenas raíces, eliminar la mala hierba, y cooperar con la poda de Dios, agradeciéndole y alabándolo -- a lo que espero por la cosecha. ¡Crecer toma tiempo! El crecimiento no es instantáneo. A Dios le toma dos días para hacer un hongo, pero Él se toma sesenta años para hacer un roble. ¿Qué prefieres? ¿Ser un hongo o un roble? ¡Crecimiento toma tiempo! Cuando tú examinas tu crecimiento espiritual, tal vez te preguntarás, ¿Por qué me estoy demorando tanto en cambiar? He sido cristiano por dos años, y no veo gran cambio en mí. Sigo luchando con las mismas debilidades. ¿Por qué? Porque el crecimiento espiritual, como el crecimiento natural, toma tiempo. La mejor fruta MADURA LENTAMENTE. Noten lo que Jesús dice en (Juan 12:24), hablando de Su muerte, AUNQUE EL PRINCIPIO QUE ÉL DECLARA AQUI, aplica a nosotros también. Él dice, “De cierto, de cierto les digo que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, se queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.” Cuando Jesús dice, De cierto, de cierto les digo,” Él está diciendo, “ ¡Escuchen bien! ¡Presten atención! ¡Sintonicen! ¡Esto es bien importante! El punto que Jesús recalca aquí es que la muerte precede a la vida. Así como un grano de trigo tiene que morir para producir fruto, así mismo, NOSOTROS tenemos que morir a nosotros mismos para poder crecer espiritualmente. MORIR A NUESTRO EGOÍSMO, ¡toma tiempo! Cristo va a producir fruto en nuestra vida, si es que permanecemos en Él. Recuerden que la palabra clave aquí es PERMANECER. Permanecer en Cristo significa estar en contacto con Él, depender de Él, vivir para Él, y confiar que El hará Su obra en nuestras vidas en Su tiempo perfecto. ¡Así que! ¡No te des por vencido! ¡Sigue adelante! Espera la cosecha que Dios te promete, y mientras tanto, goza de Su Presencia en tu vida. ¿Estás viendo fruto espiritual en tu vida? A lo mejor necesitas memorizarte el fruto del Espíritu en (Gálatas 5:22-23). “Amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, fe, mansedumbre y templanza.” REFLEXIONA EN LAS CUALIDADES QUE HAS VISTO EN LA VIDA DE JESÚS. Y cuenta con ÉL, para que las produzca en ti, por medio de la obra de Su Espíritu Santo. Si no estás viendo mucho fruto en tu vida, EN ESTOS MOMENTOS, no te desesperes. ¡Recuerda que el crecimiento toma tiempo! ORÉMOS AL SEÑOR Padre, gracias que nos has puesto en las escrituras al apóstol Pedro, como ejemplo, de un hombre que siempre quería estar con Jesús. Que, gracias a su permanencia con Jesús, se volvió en un discípulo fiel. ¡Dio mucho fruto! Señor, nosotros también queremos mucho fruto. Padre, queremos cultivar raíces profundas leyendo tu Palabra todos los días. Queremos eliminar la hierba mala de nuestra vida, que consume nuestro tiempo y energía, y no nos deja hacer Tu voluntad. Queremos cooperar contigo durante los tiempos de poda, agradeciéndote y alabándote, y esperando ansiosamente el día de la cosecha. Padre, gracias que no es nuestra responsabilidad el producir el fruto. Que Jesús lo hace todo, siempre y cuando, permanezcamos en El. Y a lo que permanecemos en Él, haznos bendición para otros. En el nombre de Jesús, Amen.