Ecumenismo y Dialogo Interreligioso

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ECUMENISMO Y DIALOGO INTERRELIGIOSO.

¿QUÉ QUEDA DE LAS PROPUESTAS DEL


DECRETO UNITATIS REDINTEGRATIO?

Dr. Dorothea Ortmann*

RESUMEN: identificamos de qué manera en los documentos finales del Concilio Vaticano II se
impulsa el ecumenismo. El decreto Unitatis Redintegratio enfatiza la distinción entre
ecumenismo y diálogo interreligioso, lo que significa que existe una clara posición según la
cual, toda iglesia cristiana forma parte de una sola iglesia, mientras que la relación con las
demás religiones es de mutuo respeto. La consideración de las expresiones acerca del
ecumenismo en los documentos del CELAM desde Medellín hasta Aparecida, nos ofrece un
breve panorama de las instituciones que promueven en Perú tanto el conocimiento sobre los
demás credos, como el acercamiento de las iglesias cristianas y la colaboración con los demás
credos.
PALABRAS CLAVES: Concilio Vaticano Segundo, Ecumenismo, Dialogo Interreligioso.

ABSTRACT: We are identifying how in the final documents of the Second Council of Vatican they
impulse ecumenism. The decree Unitatis Redintegratio focuses its attention on the
differentiation between ecumenism and interreligious dialogue, which means that exists a
clearly option to consider the Christian churches as parts of the only one church, meanwhile
the relation between the other creeds has a character of mutual respect. Observing the
expressions according to ecumenism in the documents of the CELAM since Medellin until to
Aparecida, they give a short glimpse about the institutions which promotes in Peru the
knowledge about other creeds, as well as the approach between the Christian churches and
the further creeds.
KEY WORDS: Second Vatican Council, Ecumenism, Interreligious Dialogue.

1. LA IMPORTANCIA DEL ECUMENISMO Y EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO SEGÚN EL DECRETO UNITATIS


REDINTEGRATIO
Cuando el Concilio Vaticano II fue convocado por Juan XXIII, lo hizo con la intención de
reformar la Iglesia católica para darle la posibilidad de ponerse al día ante los problemas más
urgentes del mundo contemporáneo. De allí surge el famoso concepto del «aggiornamiento» que
está asociado con aquel Concilio. Para lograr dicho objetivo se tenía que identificar precisamente las
áreas que requerían un cambio o una apertura. Aunque en la vida pública de aquel entonces se
relacionaban claramente los puntos centrales del concilio, que eran la liturgia, el ecumenismo y el
acercamiento de los sacerdotes a la feligresía, en el orden de los documentos finales del concilio este

**
DOROTHEA ORTMANN, de nacionalidad alemana, entre 1973 y 1978 llevó estudios de Teología Evangélica en la
Universidad de Rostock, doctorándose en 1985. Después de ser profesora asociada en Rostock hasta 1992, se
trasladó a Lima como profesora visitante de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde también
elaboró el proyecto de la Maestría en Ciencias de la Religión de la Unidad de Postgrado de la Facultad de
Ciencias Sociales. Ha sido coordinadora y profesora de dicha Maestría desde 1998 hasta el 2004. Entre 2005-
2008, fue profesora en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de San Marcos. Desde 2001 hasta la fecha es
profesora en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, y desde el 2008 en el ISET Juan XXIII. Se cuenta, entre
su producción académica: Ciencias de la Religión en el Perú, Fondo Editorial UNMSM, Lima 2002; y el Anuario
de Ciencias de la Religión: 1 Las religiones en el Perú de hoy; 2 Religión y política; 3 Religión y mujer, Fondo
Editorial UNMSM, Lima 2004-2011.

1
rango ya no se refleja. Allí el decreto sobre el ecumenismo Unitatis Redintegratio figura casi al final
del documento, lo que puede generar la impresión de que se trataría de un tema de menor
importancia1.

Uno debe distinguir claramente entre relación ecuménica y diálogo interreligioso. El trato con
las iglesias cristianas se realiza sobre la base ecuménica. 2 Ecumene significa el ámbito del mundo
habitado y se refiere al mundo antiguo de aquel entonces cuando la Iglesia cristiana se va formando y
gestionando. Así que, ya desde la antigüedad se dan diferentes formas de vivir y expresar la fe, pero
en el fondo es una sola Iglesia, por ello ecumenismo se refiere al acercamiento entre los credos
cristianos como son los anglicanos, los reformados, los bautistas, los metodistas, y un largo etc., En
todo ello el trato con la Iglesia católica oriental u ortodoxa, como también la conocemos, es
diferente, porque hay una cercanía marcada, tanto en la parte doctrinal como en la práctica y
ejercicio de la liturgia, Unitatis redintegratio habla de una sola iglesia con dos ritos diferentes 3. En
comparación con ello, la relación con las iglesias reformadas o protestantes es mucho más distante,
porque la división con ellas es mayor, la diferencia doctrinal es más profunda. Por ejemplo, los
protestantes rechazan cinco de los siete sacramentos con el argumento de que no cuentan con un
respaldo bíblico, así que, ellos se quedan solamente con la santa cena (eucaristía) y el bautismo como
sacramentos. Luego resaltan la tradición bíblica y reprimen el peso de la tradición hasta tal punto,
que en algunas iglesias la rechazan totalmente, lo que refleja una miopía histórica, porque la mayoría
de las doctrinas cristianas surgieron en la época post-bíblica. Pero de igual manera consideran a
Jesucristo como señor y salvador, reconocen además el apostolado de Pedro y los otros discípulos. En
realidad, los protestantes siguen en grandes rasgos, las pautas del credo de la Iglesia católica, aunque
no consideran la primacía del Papa o el estado excepcional de María, y no creen que los sacramentos
tengan carácter santificador, sino que ellos sirven para reafirmar la comunidad entre los cristianos.
Otra diferencia se encuentra en el carácter de las buenas obras. Para los protestantes ellas son fruto
de la nueva ética que se da al convertirse al Señor y no se las debe entender como un esfuerzo para
ganarse un favor. No obstante estas diferencias, el documento final del Concilio habla de hermanos
separados, porque tiene en mente la necesidad de recordar que ambas partes pertenecen a una sola
iglesia.

Respecto a las religiones no-cristianas se comienza a considerar la existencia de otras


religiones ya no como un mero campo de misión, sino como posibilidad de investigar de qué manera
Dios se puede revelar también en otras religiones. Debemos entender que el Concilio Vaticano II nos
propone un lineamiento de cómo en el futuro la Iglesia quiere tratar las demás religiones en el
mundo: ya no son consideradas campo de misión, a la cual uno debe penetrar para la evangelización
entre los infieles, sino que llega a reconocer que el credo en un ser supremo se puede manifestar de
diferentes maneras.4 Hans Küng, el teólogo suizo, quien participó como observador en el concilio,

1
Cf. Los Decretos en: Concilio Ecuménico vaticano II. Constituciones, Decretos y Declaraciones, B.A.C., Madrid
2004, p. 7.
2
Cf. SANTIAGO MADRIGAL TERRAZAS, El significado permanente del Concilio Vaticano II (1962-1965), en
Razón y fe 252 (2005), pp. 317-338.
CARMEN MÁRQUEZ BEÚNZA, El dialogo ecuménico, en Sal Terrae 94 (2006), pp. 767-777.
3
Cf. Concilio Vaticano II, Decreto Orientalium Ecclesiarum, sobre las Iglesias orientales católicas , en: Ibid., pp.
535-546.
4
Cf. MARÍA JOSÉ ARANA, Ecumenismo y diálogo interreligioso. A los cuarenta años del Concilio Vaticano
II, en Sal Térrea 92 (2004), pp. 859-870.

2
afirma al respecto que él está cada vez más convencido de que la relación con las demás religiones
apoya a la paz mundial.5 Por supuesto en la confrontación con las demás religiones surge la pregunta
acerca de la verdad, y es obvio que cada sistema religioso reclama ser dueño de ella. Las actitudes al
respecto son muy variadas y van desde la posición de que ninguna religión es la verdadera hasta
aquella posición en que todas lo son a su manera 6. Según ello los cristianos deben comenzar a
formular su identidad en el contexto de las diferentes religiones. Las religiones asumen un valor
estimable en la historia de la salvación de los pueblos 7. Se define la propia posición frente a la
existencia de las demás religiones, en tres formas: Jesucristo en contra de las otras religiones,
Jesucristo encima de las otras religiones o Jesucristo al lado de las otras religiones. En los trabajos
teológicos del teólogo belga, Jacques Dupius, quien se dedicó muchos años al dialogo interreligioso,
aparecen estas tres formas de trato con las otras religiones, que o bien como exclusivismo, o como
inclusivismo, o simple y llanamente como un pluralismo 8. Todo ello culmina en la pregunta si fuera de
la iglesia católica puede existir salvación o no. Como vemos, el trato con las demás religiones no solo
es un acto de respeto y de compostura, sino que implica un cuestionamiento acerca de las fuentes de
la revelación. Por ello no nos debe extrañar que estos problemas también estén mencionados en la
Constitución sobre la Iglesia conocida con el nombre Lumen gentium. Allí se reconoce que fe y
cultura están estrechamente interrelacionadas, y como eso es así, surge la pregunta acerca de qué
manera se puede lograr la inculturación de la fe en el contexto de otras culturas. La dedicación al
tema de la existencia de las otras religiones lleva a la disposición a reconocerlas sin necesidad de
misión o conversión y así reconocer la pluralidad de las religiones. Una actitud realmente novedosa,
porque marca la diferencia entre la posición tradicional que insistía en la conversión para cada no-
cristiano.9 Por supuesto es una posición discutida y que no encuentra respaldo entre todos los
feligreses y autoridades. Pero en Lumen gentium 14 se manifiesta que la relación con personas de
otras culturas ya no está dominada por el deseo de incorporarlas bajo el mando del credo cristiano.

El dialogo interreligioso no se limita a ser un apartado promovido por los Papas continuadores
del Concilio Vaticano, sino que en el mundo actual, como lo vemos todos los días, es una necesidad
que ayuda a crear la paz en el mundo. Al fin y al cabo se debe llegar a reconocer todas las religiones
como iguales10. Una teología de las religiones encuentra en su propia fe su centro y no teme ser
adsorbida por las demás.

2. LA REALIDAD PARA UNA ACTIVIDAD ECUMÉNICA Y EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO

5
Cf. HANS KÜNG, Teología para la postmodernidad. Fundamentación ecuménica, Alianza, Madrid 1989, p. 183.
Ver también: cf. HANS KÜNG, El Concilio y la unión de los cristianos, Herder, Barcelona 1962. Cf. SANTIAGO
MADRIGAL, Historia «oficiosa y alternativa» del Vaticano II. A propósito de las memorias de H. Küng , en Razón y
Fe 249 (2004), pp. 119-144.
6
Cf. COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, Documento El Cristianismo y las religiones (1996), n. 3; en: Comisión
teológica Internacional. Documentos 1969-1996, B.A.C., Madrid 1998, p. 558.
7
Cf. Ibid., n. 7; en: Comisión teológica... op. cit., p. 560.
8
Por ejemplo, en lengua castellana: cf. JACQUES DUPUIS, Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso, Sal
Terrae, Santander 1997. También, cf. JACQUES DUPUIS, Las religiones del mundo en el Concilio Vaticano II y en el
magisterio postconciliar, en Revista Iberoamericana de Teología 5 (2007), pp. 25-45.
9
Cf. RAÚL FOURNET-BETANCOURT, Por religiones liberadoras en un mundo intercultural, en Anuario de
Ciencias de la Religión 2007, Fondo Editorial UNMSM, Lima 2008, pp. 137-151.
10
Cf. COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, Documento El Cristianismo..., op. cit., n. 93; en: Comisión teológica...
op. cit., p. 593.

3
El acercamiento a la Iglesia católica ortodoxa del cual actualmente somos testigos, da buenas
señales. Mientras que Juan Pablo II no fue recibido por el patriarca, Benedicto XVI, no hace mucho,
se encontró con él en un clima de mutuo respeto y aprecio. Existen comisiones que trabajan en la
disminución de los impasses para un acercamiento definitivo. En relación a ello, el trato con las
iglesias protestantes todavía no es tan avanzado. De los dos lados existen aún muchos prejuicios: la
Iglesia católica ve en los protestantes potenciales concurrentes en la captura de sus feligreses y los
tilda de sectas; los protestantes, por su parte, reprochan a la Iglesia católica privilegios del poder y
una lejanía de los feligreses. Pero en algunos campos creo que el acercamiento ya se dio, a veces
quizás sin darse cuenta de ello. Por ejemplo, en las Ciencias Bíblicas, los exegetas usan instrumentos
exegéticos, muchas veces desarrollados por exegetas del otro lado. En este campo las iglesias
protestantes históricas como la iglesia luterana, la iglesia anglicana, la iglesia metodista y la iglesia
reformada ya tenían una experiencia acumulada desde el cambio del siglo XIX al XX, la cual encontró
en los biblistas católicos un gran eco.

Un buen medidor para el cambio de las percepciones acerca del ecumenismo y el dialogo
interreligioso son los documentos finales de las Conferencias Episcopales en América Latina (CELAM)
que se celebraron en Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida. Medellín habla claramente de la
necesidad de enfrentar los problemas sociales de manera común, se entendía como conferencia
ecuménica lo que se reflejaba también por el número de observadores no católicos. 11 El clima político
social de la época del Concilio Vaticano era muy distinto al de ahora. Todo el mundo estaba
altamente politizado y la Iglesia no podía quedarse atrás y eso se trasmitió también a las conferencias
de Medellín y Puebla. En los años sesenta todo el mundo dirigía su atención a los países africanos y
asiáticos que acababan de adquirir su independencia después de siglos de colonización. Se debatía
fuertemente el tema del apartheid y la urgencia de abolirlo de una vez por todas. Entonces, ante las
amenazas económicas, políticas, etc., se buscaba una teología que supiera enfrentarlas, y cuanto más
unidas mejor, lo que no significa que se borraran las diferencias. Ese clima político era el contexto
para las Conferencias Episcopales latinoamericanas que en los documentos finales de Medellín se
plasma claramente. En las demás conferencias no se deja de insistir en el ecumenismo y en el dialogo
interreligioso, pero no se lo explicita tanto en los documentos de las conferencias. La Conferencia de
Aparecida (2007) estaba bajo el signo de la preocupación del avance de los nuevos grupos religiosos,
este avance es entendido como amenaza y obstáculo en cierta manera para el tema del ecumenismo,
más no el dialogo interreligioso12. Se retoma la urgencia del dialogo interreligioso, así como la
insistencia de un avance en el ecumenismo. Cito del documento final (A):

«En nuestro contexto, el surgimiento de nuevos grupos religiosos, más la tendencia a


confundir el ecumenismo con el dialogo interreligioso, han obstaculizado el logro de mayores
frutos en el dialogo ecuménico. Por lo mismo, alentamos a los ministros ordenados, a los
laicos y a la vida consagrada a participar de organismos ecuménicos con una cuidosa
preparación y un esmerado seguimiento de los pastores, y realizar acciones conjuntas en los
diversos campos de la vida eclesial, pastoral y social» (A 232).

11
Cf. JULIO SANTA ANA, Ecumenismo y liberación. Reflexiones sobre la relación entre la unidad cristiana y el
reino de Dios, Paulinas, Madrid 1987.
12
Cf. JOSÉ OSCAR BEOZZO, El ecumenismo en la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano Aparecida:
13 al 31 de mayo 2007. [www.http://es.scribd.com/doc/40528168/Beozzo-Jose-Oscar-Ecumenismo-en-
Aparecida, consultado el 31.10. 2012].

4
3. ¿CÓMO SE VIVE EL ECUMENISMO Y EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO EN EL PERÚ?
¿Qué quedó del Concilio Vaticano respecto a las actividades ecuménicas y al dialogo
interreligioso en América Latina? La existencia de un diálogo interreligioso no es muy conocido entre
los mismos feligreses de a pie, pero este dialogo sí existe y está presente en nuestro país mediante
organizaciones, representantes que actúan con voz propia, congregaciones religiosas que han
asumido el dialogo interreligioso como actividad de la fe que va más allá de lo exótico.

Como representante de ello encontramos el Comité Interconfesional-Religiones por la Paz que


vigila la buena marcha de aquel diálogo y que convoca cada cierto tiempo para reuniones de trabajo.
Algunos de sus representantes participan en la Mesa de la concertación para la lucha contra la
pobreza, organización con sede principal en Nueva York, mientras que en Lima se encuentra la
Oficina de la coordinación de la Región de América Latina y el Caribe, lo que significa que posee
infraestructura en forma de oficina y personal calificado que puede dedicarse a tiempo completo a
impulsar dicho dialogo en el país y en la región.

Aparte existe la organización URI (Iniciativa de las religiones unidas), un movimiento también
mundial que contrata voluntarios por un periodo determinado para organizar eventos y promueve el
diálogo entre las confesiones. En la Iglesia católica existen en sus diferentes niveles burós o
comisiones que atienden el problema del ecumenismo, basándose en los documentos de las dos
Conferencias Episcopales para América Latina y el Caribe celebradas en Santo Domingo (1993) y
Aparecida, Brasil (2007). En estos documentos se subraya sobre todo el dialogo con las religiones
monoteístas como el judaísmo y el islam.

En CEAS hay un grupo de promotores del dialogo interreligioso que trabaja con preferencia
sobre temas muy puntuales que posibiliten una concertación práctica hacia la sociedad. Existe un
grupo de intelectuales que se vincula con ALER (Asociación para el estudio de las religiones, entidad
fundada en México que da a los intelectuales un espacio para discutir sus investigaciones con otros
colegas) y el SIER (Seminario interdisciplinario de estudios de la religión), espacio dentro de la
Facultad de ciencias sociales de la Universidad Católica, donde se presentan los resultados de
investigaciones interculturales. Dentro de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya encontramos el
Instituto Fe y Cultura que se dedica al problema interreligioso. También las diversas iglesias
protestantes tienen comisiones y grupos de trabajo que se dedican a la problemática de acercarse a
otras religiones, pero muchas veces con el único fin de preparar cuadros para una misión especial o
advertir en la gente incauta que se trata de espacios peligrosos.

El trabajo concreto de cada institución consiste muchas veces en preparar eventos en los
cuales representantes de las diferentes iglesias o confesiones se pronuncian acerca de un tema de
interés común. Además se organizan eventos religiosos como la Oración por la paz, en donde cada
representante de una comunidad pronuncia una oración. También cada año, el 9 de noviembre,
cuando la comunidad judía recuerda a las víctimas del genocidio nazi, representantes y feligreses de
todos los credos participan en aquel acto y los acompañan. Hay eventos de índole académica así
como pastoral, que tienen el objetivo de acercar a los feligreses de los diferentes credos para así
lograr un clima de mutuo respeto y acercamiento.

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