Ciencia Forense
Ciencia Forense
Ciencia Forense
CONTENIDOS 8
Revisiones
FORENSE
Forense en España: hacia una buena práctica profesional.
Th. Pasquerault, B. Vincent, L. Dourel, L., B. Chauvet, E. Gaudry: Los muestreos entomoló-
gicos: de la escena del crimen a la peritación.
A. M.ª García-Rojo, L. Honorato: La Entomología forense y la práctica policial en España: esti-
mación del intervalo post-mortem en un cadáver hallado en el interior de una arqueta en la
Comunidad de Madrid
M.ª I. Arnaldos, C. Prado e Castro, J. J. Presa, E. López-Gallego, M.ª D. García García:
Importancia de los estudios regionales de fauna sarcosaprófaga. Aplicación de la práctica foren-
CIENCIA FORENSE
se.
J. L. Romero Palanco, F. Mungía Girón, J. Gamero Lucas: Entomología cadavérica en la pro-
vincia de Cádiz (S. de España). Revista Aragonesa de Medicina Legal
M. Pancorbo, R. de Ramos, M. Saloña, P. Sánchez: Entomología molecular forense.
Nº 8 Año 2006
Artículos originales
Normas de publicación
Monográfico:
Entomología forense
Artículos originales
INSTITUCIÓ N
FERNANDO INSTITUCIÓN «FERNANDO EL CATÓLICO»
EL C ATÓLI C O
Excma. Diputación de Zaragoza
CIENCIA FORENSE
Revista Aragonesa
de Medicina Legal
NÚM. 8
CIENCIA FORENSE
Revista Aragonesa
de Medicina Legal
NÚM. 8
FICHA CATALOGRÁFICA
ISSN: 1575-6793
Depósito Legal: Z-879/99
Directora
MARÍA BEGOÑA MARTÍNEZ-JARRETA
Profesora Titular de Medicina Legal y Forense
Universidad de Zaragoza (ESPAÑA)
Coordinadora
MARÍA CASTELLANO ARROYO
Catedrática de Medicina Legal y Forense
Universidad de Granada (ESPAÑA)
Secretario
JOSÉ ASO ESCARIO
Médico Forense
Profesor Asociado de la Cátedra de Medicina Legal y Forense
Universidad de Zaragoza (ESPAÑA)
Comité de Redacción
ARMANDO BARREDA HERNÁNDEZ
Magistrado-Juez del Juzgado de lo Penal n.º 6
de Zaragoza
JUAN ANTONIO COBO PLANAS
Director de la Clínica Médico-Forense
de Zaragoza
ANA FERRER DUFOL
Jefe de Sección del Servicio de Medicina Legal y Toxicología
Hospital Clínico Universitario
Profesora Asociada
Universidad de Zaragoza
RAFAEL HINOJAL FONSECA
Catedrático de Medicina Legal y Forense
Universidad de Oviedo
FABRICIO GONZÁLEZ-ANDRADE
Médico. Laboratorio de Genética de la Cruz Roja Ecuatoriana
DIAGEN, Diagnóstico e Identificación Genética. Quito (ECUADOR)
LUIS PASTOR EIXARCH
Magistrado. Zaragoza
Consejo Asesor
DR. JOSÉ MARÍA ABENZA ROJO
Médico Forense. Madrid
DR. BRUCE BUDOWLE
Chief. Senior Scientist. FBI Washington D.C. (USA)
PROF. A CARRACEDO ÁLVAREZ
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Santiago
PROF. J. CASTILLA GOZALO
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Málaga
PROF. L. CONCHEIRO CARRO
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Santiago
PROF. J. CORBELLA CORBELLA
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Barcelona
PROF. N. DUARTE VIEIRA
Catedrático de Medicina Forense. Director del Instituto de Medicina Legal
Universidad de Coimbra
DR. SERGIO GALLEGO RIESTRA
Inspector de Sanidad. Asturias
PROF.ª MARINA GISBERT GRIFO
Profesora Titular de Medicina Legal y Forense
UNIVERSIDAD DE VALENCIA
PROF. C. HERNÁNDEZ CUETO
Profesor Titular de Medicina Legal y Forense. Universidad de Granada
PROF. E. HUGUET RAMIA
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Barcelona
PROF. A. LUNA MALDONADO
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Murcia
PROF. J. B. MARTÍ-LLORET
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Alicante
PROF. L. FRONTELA CARRERAS
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Sevilla
PROF. M. LÓPEZ RIVADULLA
Catedrático de Toxicología. Universidad de Santiago
PROF. P. MARTÍNEZ BAZA
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Valladolid
PROF. R. MUÑOZ GARRIDO
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Salamanca
PROF. V. MOYA PUEYO
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad Complutense de Madrid
PROF. DR. D. EDUARDO OSUNA CARRILLO DE ALBORNOZ
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Murcia
DR. M. REPETTO JIMÉNEZ
Ex Director del Instituto Nacional de Toxicología. Departamento de Sevilla
PROF. M. RODRÍGUEZ PAZOS
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Barcelona
PROF. C. ROMEO CASABONA
Catedrático de Derecho y Genoma Humano. Universidad de Deusto
PROF. J. L. ROMERO PALANCO
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Cádiz
DR. JAVIER SÁNCHEZ CARO
Subdirector Gral. de la Asesoría Jurídica del Insalud. Madrid
DR. M. SANCHO RUIZ
Director del Instituto Nacional de Toxicología. Departamento de Madrid
PROF.ª AURORA VALENZUELA GARACH
Catedrática de Medicina Legal y Forense. Universidad de Granada
PROF. J. L. VALVERDE VILLARREAL
Director del Instituto Nacional de Toxicología. Departamento de Barcelona
PROF. J. D. VILLALAÍN BLANCO
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Valencia
PROF. E. VILLANUEVA CAÑADAS
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Universidad de Granada
ÍNDICE
REVISIONES
ARTÍCULOS ORIGINALES
CFOR, 8/2006 7
REVISIONES
Ciencia Forense, 8/2006: 11-16
1
Cátedra de Medicina Legal y Forense, Universidad de Murcia.
2
Área de Zoología. Departamento de Zoología y Antropología Física. Universidad de
Murcia.
CFOR, 8/2006 11
Aurelio Luna Maldonado y M.ª Dolores García García
12 CFOR, 8/2006
La enseñanza de la entomología forense. La realidad española
CFOR, 8/2006 13
Aurelio Luna Maldonado y M.ª Dolores García García
14 CFOR, 8/2006
La enseñanza de la entomología forense. La realidad española
europeo no puede ser sólo una frase o una coartada para justificar deter-
minadas posiciones; como una realidad actual nos debe servir de referen-
cia y de marco conceptual para la organización de las actividades de for-
mación profesional que deberían cumplir unos criterios de acreditación y
certificación válidos para toda la Unión Europea. Proponemos la constitu-
ción de una institución que centralice y coordine las actividades formati-
vas en Entomología Forense y que establezca los criterios mínimos de cali-
dad exigibles para la acreditación de cursos que estén reconocidos en
toda la Unión Europea.
El eje principal de la educación por competencias es el ejercicio enten-
dido como «la expresión concreta de los recursos que pone en juego el
individuo cuando lleva a cabo una actividad, y que pone el énfasis en el
uso o manejo que el sujeto debe hacer de lo que sabe, no del conocimien-
to aislado, en condiciones en las que el desempeño sea relevante» (Malpi-
ca, 1996 (3) ). Desde esta perspectiva, lo importante no es la posesión de
determinados conocimientos, sino el uso que se haga de ellos. Este crite-
rio obliga a las instituciones educativas a replantear lo que comúnmente
han considerado como formación. Desde esta perspectiva, el establecer si
un individuo es competente o no exige tener presente el marco del ejerci-
cio profesional o las condiciones reales en las que tiene lugar más que el
cumplimiento formal de una serie de objetivos de aprendizaje que pue-
den no tener que ver con la realidad.
Hoy en día asistimos a un uso desmedido de conceptos como la «trans-
versalidad» en los contenidos didácticos que, en muchos casos, esconde
una falta de claridad en los objetivos educativos. Es evidente que en la
entomología forense los contenidos deben orientarse al desarrollo de los
diferentes niveles de competencias profesionales.
El modelo de competencias profesionales integrales establece tres nive-
les, las competencias básicas, las genéricas y las específicas.
Las competencias básicas son las capacidades intelectuales indispensables
para el aprendizaje de una profesión; en ellas se encuentran las competen-
cias cognitivas, técnicas y metodológicas, muchas de las cuales son adquiri-
das en los niveles educativos previos.
Las competencias genéricas son la base común de la profesión o se refie-
ren a las situaciones concretas de la práctica profesional que requieren de
respuestas complejas.
Las competencias específicas son la base particular del ejercicio profesio-
nal y están vinculadas a condiciones específicas de ejecución.
Las competencias se pueden desglosar en unidades de competencia, defi-
nidas dentro de la integración de conocimientos teóricos y prácticos que
describen acciones específicas a alcanzar, las cuales deben ser identifica-
bles en su ejecución. Las unidades de competencia tienen un significado
global y se les puede percibir en los resultados, lo que hace que su estruc-
CFOR, 8/2006 15
Aurelio Luna Maldonado y M.ª Dolores García García
BIBLIOGRAFÍA
16 CFOR, 8/2006
Ciencia Forense, 8/2006: 17-38
1
Profesora Titular de Zoología. Departamento de Zoología y Antropología Física. Uni-
versidad de Murcia. UMU.
2
Catedrático de Medicina Legal y Forense. Departamento de Ciencias Sociosanitarias.
Universidad de Murcia. UMU.
3
Catedrático de Zoología. Departamento de Zoología y Antropología Física. Universi-
dad de Murcia. UMU.
4
Licenciada en Biología. Universidad de Murcia. UMU.
CFOR, 8/2006 17
Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
INTRODUCCIÓN
18 CFOR, 8/2006
Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
CFOR, 8/2006 19
Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
20 CFOR, 8/2006
Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
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Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
22 CFOR, 8/2006
Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
CFOR, 8/2006 23
Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
tos, deben ser registrados por escrito, pero algunos de ellos, además, pue-
den ser fácilmente registrables, por ejemplo, con una cámara de vídeo.
Errores en la recogida de evidencias entomológicas:
Los principales errores detectados se refieren a la representatividad de
la muestra entomológica recogida en cuanto a su calidad, su cantidad o su
procedencia.
En cuanto a la calidad de la muestra recogida el principal problema es
que no suele ser representativa de las diferentes especies presentes en la
escena ya que sólo se tiende a recoger aquellos artrópodos que son más
abundantes o más fáciles de capturar. Esto es achacable a la falta de for-
mación entomológica del personal encargado de la prospección del esce-
nario que hace que carezcan de los conocimientos necesarios para dife-
renciar las distintas especies. Hay especies que pueden parecer iguales a
simple vista, pero no lo son en realidad, y, si no se recogen, abocan a la
consiguiente pérdida de información.
Los errores en cuanto a la cantidad de la muestra inciden en que, en la
mayoría de las ocasiones, la muestra recogida no es representativa de
la abundancia de cada una de las especies. Muy frecuentemente se obtie-
nen simplemente comentarios acerca de la «abundancia» de determina-
dos ejemplares, según el criterio personal del observador, pero no se apor-
tan más evidencias que eso. Para la obtención de conclusiones por parte
del entomólogo forense, es tan importante el carácter cualitativo de la
muestra (las especies que aparecen y las que no aparecen) como, por
supuesto, su abundancia relativa.
En relación con la procedencia de la muestra, los errores inciden mayo-
ritariamente en la recogida de ejemplares a partir de una sola zona del
cuerpo. En ocasiones se justifica con la aseveración de que «en todas par-
tes había lo mismo». A tenor de lo expuesto acerca de la calidad de la
muestra recogida, tal aseveración carece de validez; no puede justificarse
porque los artrópodos parezcan iguales. Error frecuente es la revisión par-
cial de la escena forense, olvidando observarla en su totalidad. Otro error
de posibles consecuencias importantes es la reunión de muestras artropo-
dianas procedentes de varias zonas del cuerpo en un mismo recipiente.
Errores en cuanto al tratamiento y remisión de las muestras entomoló-
gicas:
En el tratamiento de las evidencias entomológicas, los principales fallos
detectados se centran en las sustancias fijadoras y conservantes utilizados,
en la no recogida y conservación de ejemplares vivos de larvas y huevos, en
el tiempo de remisión de la muestra al laboratorio y en el etiquetado de
las muestras.
Hemos encontrado de manera muy frecuente que la conservación y
fijación de las evidencias entomológicas se ha realizado en sustancias no
24 CFOR, 8/2006
Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
CFOR, 8/2006 25
Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
26 CFOR, 8/2006
Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
CADÁVER
Identificación: ______________________________________________________________________
Edad: _________________ Sexo: _____________________
Otros: _______________________________________________________________________________
LOCALIZACIÓN
Población: ________________________________ Provincia: ______________________________
Topónimo exacto: _________________________________________________________________
CFOR, 8/2006 27
Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
abiertas: ______
cerradas: ______
Otros: ________________________________________________________
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Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
Tipo de cobertura:
Suelo: ______
Vegetal (ramas, hojas, algas): ______
Plástico: ______
Tejidos: ______ especificar el tipo: ________________________________
Otro tipo de cobertura: ________ especificar/describir: _________
_____________________________________________________________________
CFOR, 8/2006 29
Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
Sumergido: NO SÍ
Agua dulce: ______
Lugar: Río: ______ Remanso: _______ Ribera: ______ Poza: ______
Estanque: ______
Otros: ______ especificar/describir: __________________________________________
_________________________________________________________________________________
Características de la inmersión:
Sumergido completamente: ______ profundidad: ______
Sumergido parcialmente: ______
2/3: ______ zonas del cadáver al descubierto: _____________________
_: ______ zonas del cadáver al descubierto: ___________________
1/3: ______ zonas del cadáver al descubierto: ________________
solamente sumergidas ciertas zonas del cuerpo: ______
especificar cuáles: _____________________________________________
__________________________________________________________________
Vestidos: NO SÍ
Características:
Vestido totalmente: _________
Vestido parcialmente: ______ zonas del cadáver al descubierto: _______
__________________________________________________________
Vestiduras rotas: ______ zonas del cadáver al descubierto: ___________
__________________________________________________________
Otros: ______ especificar/describir: ______________________________
30 CFOR, 8/2006
Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
DATOS AMBIENTALES
Hora de registro: ______
Tª ambiente: ______ Tª superficie suelo: ______
Tª superficie del cuerpo: ______ Tª zona de contacto cuerpo-superficie: ______
En caso de imposibilidad de registro, Tª estimada: ______
Lesiones:
SÍ NO Tipo y localización en el cadáver:
_______________________________
__________________________________________________________
__________________________________________________________
Masa de larvas:
SÍ NO Número y localización en el cadáver:
____________________________
Temperatura masa de larvas: _____________ Hora de registro: _________________
CFOR, 8/2006 31
Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
32 CFOR, 8/2006
Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
Ácaros: ______
Muy abundantes: ______ Poco abundantes: _______
Insectos: ______
Moscas y mosquitos (Dípteros): ______
Adultos:______ Muy abundantes: ______ Poco abundantes: ______
Larvas: ______ Muy abundantes: ______ Poco abundantes: ______
Puparios: ______ Muy abundantes: ______ Poco abundantes:______
CFOR, 8/2006 33
Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
DURANTE LA AUTOPSIA:
Arácnidos: ______
Muy abundantes: ______ Poco abundantes: ______
Ácaros: ______
Muy abundantes: ______ Poco abundantes: _______
Insectos: ______
Moscas y mosquitos (Dípteros): ______
Adultos: ______ Muy abundantes: ______ Poco abundantes: ______
Larvas: ______ Muy abundantes: ______ Poco abundantes: ______
Puparios: ______ Muy abundantes: ______ Poco abundantes: ______
34 CFOR, 8/2006
Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
OTRAS OBSERVACIONES:
CFOR, 8/2006 35
Mª Isabel Arnaldos, Aurelio Luna, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
BIBLIOGRAFÍA
36 CFOR, 8/2006
Entomología forense en España: hacia una buena práctica profesional
CFOR, 8/2006 37
Ciencia Forense, 8/2006: 39-56
1
Ayudante. 2 Técnico civil del Ministerio del Ejército. 3 Teniente. 4 Mayor. 5 Capitán.
Institut de Recherche Criminelle de la Gendarmerie Nationale - Département Entomolo-
gie.
1 Bd. Th. Sueur 93111 Rosny sous Bois - France.
Te.: + 33 (0) 1 58665092
Fax: + 33 (0) 1 58665027
[email protected]
CFOR, 8/2006 39
Thierry Pasquerault, Benoît Vincent, Laurent Dourel, Bernard Chauvet y Emmanuel Gaudry
40 CFOR, 8/2006
Los muestreos entomológicos: de la escena del crimen a la peritación
escala nacional y que, por tanto, los expertos del laboratorio no pueden
estar presentes en todos los casos de descubrimiento de un cadáver en el
territorio francés (Gaudry et al. 2001) (8).
Sin embargo, la problemática de los procedimientos de toma de mues-
tras y de su tratamiento afecta a todos los entomólogos que trabajan en la
escena del crimen o en las muestras consiguientes.
El espíritu general que prevalece en la puesta en práctica de estos pro-
cedimientos es el de crear un enfoque sistemático que garantice una traza-
bilidad óptima que limite los errores y permita la viabilidad de los insectos
presentes en relación con el procedimiento judicial.
CFOR, 8/2006 41
Thierry Pasquerault, Benoît Vincent, Laurent Dourel, Bernard Chauvet y Emmanuel Gaudry
42 CFOR, 8/2006
Los muestreos entomológicos: de la escena del crimen a la peritación
gasa, bolsas de precinto, una bolsa de basura, instrucciones de uso con las
notificaciones de las modalidades de toma, y una hoja de formulario espe-
cífico de la disciplina. En este kit sólo falta el alcohol, por otro lado nece-
sario, pero se debe a razones de seguridad para el almacenamiento o para
el envío por correo.
Desde hace un año, el conjunto de unidades de investigación de la
Gendarmería suele disponer como mínimo de un kit para muestreos ento-
mológicos. Esto representa unos 400 kits distribuidos por toda Francia. La
experiencia muestra que este kit responde a lo esperado y deseado por los
técnicos. Hemos observado una clara mejora de la calidad de los muestre-
os realizados desde el inicio de la distribución de los kits.
Habida cuenta de los métodos de análisis empleados por el departa-
mento para estimar el intervalo postmortem, sugerimos dos tipos de mues-
treo según la naturaleza de los ejemplares.
Los estados inmaduros de los Dípteros se deben conservar una parte
en seco (muestra viva) y una parte en etanol de 70º (muestra fijada).
Los demás artrópodos se deben fijar directamente en etanol de 70º.
CFOR, 8/2006 43
Thierry Pasquerault, Benoît Vincent, Laurent Dourel, Bernard Chauvet y Emmanuel Gaudry
MUESTRA DE TIERRA
Al finalizar el periodo en que se alimentan, las larvas de Dípteros aban-
donan el cuerpo para transformarse en insectos adultos en el interior de
una envuelta quitinosa (pupario). Este estado pupal representa alrededor
de la mitad de la vida preimaginal de los insectos.
Esta metamorfosis tiene lugar a resguardo de los predadores, de la
desecación y de la luz. En el caso de un cadáver descubierto al aire libre,
la metamorfosis tiene lugar en las capas más superficiales del suelo, en los
primeros centímetros.
Se hace pues necesario tomar una muestra de suelo para recoger los
estados pupales (o los puparios, cuando la metamorfosis se ha completado).
Consiste en extracciones bajo el cuerpo y alrededor de él realizados
con una pala u otro utensilio de ese tipo. La profundidad no debe superar
CFOR, 8/2006 45
Thierry Pasquerault, Benoît Vincent, Laurent Dourel, Bernard Chauvet y Emmanuel Gaudry
los 15 cm. Estas extracciones no deben hacerse en un solo lugar, sino alre-
dedor de todo el cuerpo en un radio de 2 metros, a fin de diversificar la
muestra y recoger más ejemplares. Para este muestreo es preferible espe-
rar a que acaben las operaciones de comprobación y el levantamiento del
cuerpo para no comprometer la integridad de otros indicios.
Por otro lado, estas muestras permitirán recoger insectos que viven
normalmente en el suelo, con independencia de la presencia del cadáver,
y así completar el conocimiento de la fauna presente.
46 CFOR, 8/2006
Los muestreos entomológicos: de la escena del crimen a la peritación
INFORMACIÓN AMBIENTAL
Aunque no forme parte directa de los muestreos, es fundamental para
el técnico en identificación criminal reflejar sus observaciones en el acta
de pruebas (atestado) y de la policía técnica. Estas observaciones serán
muy importantes para el experto entomólogo que no ha trabajado perso-
nalmente en la escena del crimen.
Estos datos, que tratarán sobre las circunstancias y las características del
lugar del descubrimiento, deberán ser todo lo precisos que sea posible.
CFOR, 8/2006 47
Thierry Pasquerault, Benoît Vincent, Laurent Dourel, Bernard Chauvet y Emmanuel Gaudry
48 CFOR, 8/2006
Los muestreos entomológicos: de la escena del crimen a la peritación
Si, por razones de tipo práctico, las muestras permanecen en una habi-
tación a temperatura ambiente, los investigadores deben poder informar
de las condiciones térmicas del local. Cuanto más alta sea la temperatura,
más importante será poner a criar rápidamente los insectos para limitar
las consecuencias fisiológicas debidas a la falta de sustrato alimenticio y de
oxígeno y a la masificación en el recipiente.
Para conocer las condiciones de almacenamiento de las muestras, se
solicita a los investigadores rellenar una ficha de seguimiento que informa
especialmente de:
- lugar de almacenamiento (refrigerador,…)
- fecha y hora de inicio de almacenamiento
- fecha y hora de salida
- temperatura media durante ese periodo
Esta ficha se incluye en el kit de muestreo entomológico y las anotacio-
nes serán de importancia capital a la hora del análisis.
El investigador y el magistrado deben siempre tener en cuenta toda la
atención que requiere el tratamiento de estas muestras. El problema en
este caso no consiste en evitar la contaminación sino en mantener los
ejemplares vivos.
CFOR, 8/2006 49
Thierry Pasquerault, Benoît Vincent, Laurent Dourel, Bernard Chauvet y Emmanuel Gaudry
50 CFOR, 8/2006
Los muestreos entomológicos: de la escena del crimen a la peritación
CFOR, 8/2006 51
Thierry Pasquerault, Benoît Vincent, Laurent Dourel, Bernard Chauvet y Emmanuel Gaudry
52 CFOR, 8/2006
Los muestreos entomológicos: de la escena del crimen a la peritación
CFOR, 8/2006 53
Thierry Pasquerault, Benoît Vincent, Laurent Dourel, Bernard Chauvet y Emmanuel Gaudry
CONCLUSIÓN
54 CFOR, 8/2006
Los muestreos entomológicos: de la escena del crimen a la peritación
Agradecimientos
Queremos agradecer profundamente a las Profesoras María Dolores
García y María Isabel Arnaldos, de la Facultad de Biología, y Concepción
Palacios, de la Facultad de Letras, de la Universidad de Murcia (Espa-
ña) su labor en la traducción de este artículo. Agradecemos también a
Hélène Sellier sus ilustraciones.
BIBLIOGRAFÍA
CFOR, 8/2006 55
Ciencia Forense, 8/2006: 57-62
CFOR, 8/2006 57
Ana María García-Rojo y Lourdes Honorato
INTRODUCCIÓN
58 CFOR, 8/2006
La Entomología Forense y la Práctica Policial en España: estimación del intervalo post-mortem…
MATERIAL Y MÉTODOS
La recogida de muestras entomológicas se realizó en el Instituto Anató-
mico Forense de Madrid durante la práctica de la autopsia el día 10 de
marzo por la mañana. Las muestras vivas se introdujeron en recipientes
plásticos adecuados y se etiquetaron para su traslado al laboratorio. El res-
to de las muestras, los adultos y el resto de las pupas, se sumergieron en
frascos con alcohol, etanol al 70%.
Todas las muestras fueron trasladadas a continuación, el mismo día de la
recogida, al laboratorio de Entomología Forense de la Comisaría General
de Policía Científica en Madrid. Las muestras se transportaron en mano, a
temperatura ambiente, por funcionarios expertos en Inspecciones oculares.
Las muestras entomológicas se acompañaron de un Acta de recogida,
copia del Acta de Inspección Ocular realizada por el Grupo de Delitos
Violentos de la Brigada de Policía Científica de Madrid, así como de un
completo reportaje fotográfico del lugar de los hechos. Todos estos pasos
de acuerdo a las normas de procedimiento interno de Policía Científica,
que aseguran la cadena de custodia de las muestras.
Todas las muestras se conservaron adecuadamente conforme a proto-
colo de estandarización (Haskell et al. 1997 (3) ).
Se solicitaron datos de temperatura al Instituto Nacional de Meteorolo-
gía, observatorio del Aeropuerto de Madrid-Barajas, datos que fueron
extrapolados al lugar donde el cadáver fue hallado, situado a escasos
metros de dicha estación.
Las muestras recibidas consistieron en adultos de la especie Nitidula
flavomaculata Rossi (Coleoptera:Nitidulidae) (figura II), y pupas cerradas
de díptero de la familia Calliphoridae (figura III).
CFOR, 8/2006 59
Ana María García-Rojo y Lourdes Honorato
60 CFOR, 8/2006
La Entomología Forense y la Práctica Policial en España: estimación del intervalo post-mortem…
cálculo de ADDs y ADHs, cuando las temperaturas han estado por debajo
de 5ºC puede producir un error considerable y se puede subestimar el
tiempo de desarrollo calculado (Ames y Turner, 2003 (10) ).
CONCLUSIÓN
AGRADECIMIENTOS
Instituto Nacional de Meteorología, observatorio del Aeropuerto de
Madrid-Barajas por la aportación de los datos de temperatura, fundamen-
tales para la resolución del caso forense.
BIBLIOGRAFÍA
CFOR, 8/2006 61
Ana María García-Rojo y Lourdes Honorato
62 CFOR, 8/2006
Ciencia Forense, 8/2006: 63-82
1
Profesora Titular de Zoología. Universidad de Murcia.
2
Becaria de FCT. Universidad de Lisboa.
3
Catedrático de Zoología. Universidad de Murcia.
4
Bióloga. Universidad de Murcia.
CFOR, 8/2006 63
Mª Isabel Arnaldos, Catarina Prado e Castro, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
they are associated with concrete decomposition stages being useful for the
estimation of postmortem interval. This estimation can be done on the basis of
the composition of the fauna present on the corpse in a particular time or
based on the development level of this fauna. But the fauna ifself is condi-
tioned by several factors such as the characteristics of the biogeographical
area and the particular environment where the corpse is found. So, a know-
ledge of the regional fauna is needed in order to avoid errors when evalua-
ting entomological evidence from actual forensic cases. The above can be
enlighten with comparative data from several studies conducted in different
areas of the Iberian Peninsula. Comparison shows differences in the compo-
sition of the entomosarcosaprophagous community in each area and in the
most relevant species of the main involved groups.
Key words: Sarcosapropnagous fauna, regional studies, Iberican Penin-
sula, Diptera, Coleoptera, Hymenoptera.
INTRODUCCIÓN
La materia orgánica en descomposición es una fuente de alimento y
refugio para un gran número de artrópodos. Estos animales, asociados a la
materia orgánica en descomposición en sus diferentes etapas de desarrollo,
forman lo que se denomina comunidad sarcosaprófaga.
La comunidad sarcosaprófaga está formada por diferentes grupos ecoló-
gicos, que deben ser nombrados sobre la base de los hábitos alimentarios de
sus miembros (Bornemissza, 1957 (1)). La denominación de los grupos trófi-
cos por los distintos autores (Chapman & Sankey, 1955 (2), McKinnerney,
1978 (3), Jirón & Cartín, 1981 (4), Braack, 1987 (5) ) es muy diversa, así hay
quién los clasifica en carroñeros, predadores y parásitos; en necrófagos y
necrófagos-predadores; en consumidores primarios de carroña y consumi-
dores secundarios como predadores de los consumidores primarios e, inclu-
so, en función del componente de la carroña del que se alimenta, en sarcó-
fagos, coprófagos, dermatófagos, queratófagos, detritívotros, predadores y
parásitos. Pero la clasificación de la fauna sarcosaprófaga más utilizada
(Reed, 1958 (6), Payne, 1965 (7), Johnson, 1975 (8), Smith, 1986 (9), Leclercq
& Verstraeten, 1993 (10), Leclercq, 1996 (11), Campobasso et al., 2001 (12),
Goff, 2004 (13), Arnaldos et al., 2005 (14)) incluye los siguientes grupos eco-
lógicos:
1. Especies necrófagas, las que llegan en primer lugar y se alimentan a
expensas del cadáver. Aparecen según una secuencia temporal que
atiende al estado químico de la descomposición. Constituyen el gru-
po más significativo para la datación de la muerte.
2. Especies necrófilas, las que se alimentan a expensas de los necrófagos
existentes en el cadáver por predación o parasitismo.
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Importancia de los estudios regionales de fauna sarcosaprófaga. Aplicación a la práctica forense
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Importancia de los estudios regionales de fauna sarcosaprófaga. Aplicación a la práctica forense
III. CONCLUSIONES
Así pues, y a tenor de los datos sucintamente expuestos, si dentro de
la Península Ibérica, área biogeográfica tenida por uniforme, con unos
límites naturales importantes y bien definidos, se manifiestan diferencias
tan acusadas en cuanto a composición y estructura de la comunidad sar-
cosaprófaga, resulta inapelable la necesidad de conocer, o al menos com-
probar, las faunas regionales a efectos de su aplicación a la práctica foren-
se. No debe, por tanto, recurrirse a los datos foráneos para evaluar las evi-
dencias recogidas en un caso concreto sin que pueda ser modulada la
información aportada con la derivada de la fauna regional o local. Ni
siquiera deberían emplearse con exclusividad datos procedentes de otras
zonas de una misma área sin ponderar la posible influencia de las condi-
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Mª Isabel Arnaldos, Catarina Prado e Castro, Juan José Presa, Elena López-Gallego y Mª Dolores García
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Importancia de los estudios regionales de fauna sarcosaprófaga. Aplicación a la práctica forense
Tabla 1
Número de familias de los principales órdenes de insectos sarcosaprófagos
representadas en las distintas áreas estudiadas de la Península Ibérica.
Familias Diptera 28 18 16 4
Familias Coleoptera –– 16 15 11
Familias Hymenoptera –– 9 19 1
Tabla 2
Especies de Calliphoridae presentes en los cuatro estudios considerados; el
área sombreada señala la especie predominante.
Calliphora vicina X X X X
Calliphora vomitoria X
Chrysomya albiceps X X X
Lucilia ampullacea X
Lucilia caesar X X
Lucilia illustris X
Lucilia sericata X X X
Lucilia silvarum X X
Melinda viridicyanea X
Pollenia sp. X X X
Protophormia terranovae X
Stomorhina lunata X
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Tabla 3
Especies de Muscidae presentes en los cuatro estudios considerados,
el área sombreada señala la especie predominante.
Hebecnema fumosa X
Helina evecta
Hydryaea aenescens X
Hydrotaea capensis X
Hydrotaea ignava X X
Hydrotaea leucostoma X
Hydrotaea sp. X
Morellia hortorum X
Musca domestica X X X
Muscina assimilis X X
Muscina levida X X
Muscina prolapsa X
Muscina stabulans X X X
Myospila meditabunda X
Ophyra leucostoma X
Phaonia rufiventris X
Spilogona sp. X
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Importancia de los estudios regionales de fauna sarcosaprófaga. Aplicación a la práctica forense
Tabla 4
Especies de Calliphoridae capturadas en áreas insoladas y umbrías.
SOL SOMBRA
Calliphora vicina X X X X
Calliphora vomitoria X X
Chrysomya albiceps X X X X
Lucilia ampullacea X X
Lucilia caesar X X
Lucilia illustris X X
Lucilia sericata X X X X
Lucilia silvarum X X X
Melinda viridicyanea X
Pollenia sp. X X X X
Protophormia terranovae X X
Stomorhina lunata X X
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Tabla 5
Especies de Dermestidae, Cleridae e Histeridae presentes en los tres estudios
considerados, el área sombreada denota la especie predominante.
Attagenus obtusus X
DERMESTIDAE Dermestes frischii X X X
Dermestes undulatus X
Necrobia rufficolis X
CLERIDAE Necrobia rufipes X X
Necrobia violacea X
HISTERIDAE Carcinops pumilio X
Euspilotus (neosaprinus) perrisi X
Gnathoncus rotundatus X
Hister cadaverinus X
Hypocacculus (s.str.) metallescens X
Margarinotus (Paralister) ignobilis X
Margarinotus (Paralister) brunneus X
Saprinus algericus X
Saprinus caerulescens X
Saprinus detersus X X
Saprinus furvus X
Saprinus georgicus X
Saprinus godet X
Saprinus melas X
Saprinus niger X
Saprinus lugens X
Saprinus (Phaonius) pharao X
Saprinus politus X
Saprinus semistriatus X X
Saprinus subnitescens X
Saprinus tenuistrius sparsutus X
Pholioxenus castilloi
Histerini sp. X
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Importancia de los estudios regionales de fauna sarcosaprófaga. Aplicación a la práctica forense
Tabla 6
Especies de Formicidae presentes en los tres estudios considerados, el área
sombreada denota la especie predominante.
Aphaenogaster iberica X
Camponotus aethiops X
Camponotus sylvaticus. X
Cataglyphis ibericus X
Crematogaster scutelaris X
Formica rufibarbis X
Lasius grandis X
Lasius niger X
Linepithema humile X X
Messor barbarus X
Myrmica specioides X
Pheidole pallidula X X
Plagiolepis pygmaea X X
Plagiolepis schmitzii X
Plagiolepis xene X
Ponera coarctara X
Pyramica membranifera X
Solenopsis sp. X
Temnothorax nylanderi X
Temnothorax recedens X
Tetramorium semilaeve X X
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BIBLIOGRAFÍA
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Ciencia Forense, 8/2006: 83-106
ENTOMOLOGÍA CADAVÉRICA
EN LA PROVINCIA DE CÁDIZ (S. DE ESPAÑA)
RESUMEN
Resumen: Se exponen los resultados de las observaciones realizadas sobre
la Entomología tanatológica, en cadáveres de perros, las cuales se han lleva-
do a cabo en diferentes ecosistemas y fases del año en la provincia de Cádiz
(Sur de España).
Si bien ha podido comprobarse la coincidencia de familias y géneros de
insectos de los que suelen acudir a los cadáveres en muy diferentes y distan-
tes puntos geográficos, se estima totalmente necesaria la realización de
investigaciones sistemáticas que permitan establecer las peculiaridades de la
fauna cadavérica en cada región geográfica.
Se han identificado un total de 43 especies, pertenecientes a 33 géneros,
los cuales se engloban en 20 familias, en 5 órdenes y en 2 grupos, siendo las
especies más frecuentemente encontradas las siguientes: Calliphora vicina,
Lucilia caesar, Musca domestica, Morellia hortorum y Ophyra leucostoma, entre
los dípteros. Entre los coleópteros: Creophilus maxillosus, Ontholestes muri-
nus, Thanatophilus sinuatus y rugosus, Saprinus niger y semistriatus y Dermestes
frischii.
Palabras claves: Entomología forense; Putrefacción.
Abstract: The results of observations of the entomology of dog carcasses
carried out in different ecosystems and seasons of the year in the province
of Cádiz are expounded.
Although insect families and genera that are attracted to corpses in qui-
te different and distant geographic locations have been shown to be coinci-
1
Departamento de Medicina Legal. Facultad de Medicina. Universidad de Cádiz.
CFOR, 8/2006 83
José Luis Romero Palanco, Francisco Munguía Girón y Joaquín Gamero Lucas
INTRODUCCIÓN
Tras la intervención de Megnin (1) en numerosos casos de la práctica
judicial, valorando la intervención de los insectos en el proceso de des-
trucción de la materia orgánica, dicho autor recopiló sus experiencias,
publicando en 1894 su conocida obra La faune des cadavres, con la que sen-
tó las bases científicas de la entomología cadavérica.
Aquellos trabajos fueron seguidos de otros muchos, si bien algunas de las
conclusiones comenzaron a ser criticadas; entre otras, el esquema de Megnin
acerca de las diferentes fases de la fermentación de la materia orgánica, el
cual no es admitido por Roux, Biondi, ni Kratter –citados por Lecha Marzo
(2)–, ni tampoco por Thoinot (3), para el cual, los cadáveres en la práctica
médico-forense se pueden encontrar en muy diferentes condiciones, no
coincidentes necesariamente con las señaladas por Megnin. Asimismo, se
señaló por muy diversos autores, la conveniencia de repetir aquellas observa-
ciones en las diferentes localidades, habiéndose denunciado la ausencia de
extensas investigaciones sistemáticas que permitieran establecer particulari-
dades para las diferentes regiones geográficas (Dalla Volta, 1938) (4).
Las lagunas en los conocimientos entomológicos, las contradicciones
que fueron poniéndose de manifiesto, así como los errores al aplicar aque-
llos conocimientos a la práctica médico-forense, hicieron que apareciesen
nuevos trabajos de investigación, los cuales han venido a resolver la casi
totalidad de las deficiencias y críticas formuladas. Reiteradamente se han
alzado voces clamando por nuevo estudios en esta disciplina, siendo harto
elocuentes las palabras de Leclercq (5).
Pocos años después, las aportaciones realizadas en este sentido permi-
tían afirmar rotundamente a Domínguez y Gómez (6), que «hoy no se
admite aquella rigurosa seriación de las especies –entendiéndose como tal
la disciplina verdaderamente marcial de las nombradas ingeniosamente
cuadrillas de trabajadores u obreros de la muerte–, ni se acepta por siste-
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Entomología cadavérica en la provincia de Cádiz (S. de España)
MATERIAL Y MÉTODOS
A efectos de alcanzar los objetivos enunciados y, dadas las dificultades
inherentes a la realización de una investigación de esta naturaleza sobre
cadáveres humanos, se realizaron las observaciones, de forma experimen-
tal, sobre animales de adecuado peso y desarrollo, a fin de obviar los erro-
res que pueden derivarse cuando las observaciones se llevan a cabo sobre
animales de muy escaso peso.
Se han utilizado cadáveres de perros, cuyos pesos oscilaron entre 20 y
40 Kg de peso, con una media aproximada de 30 Kg. Se estudiaron tres
lotes de animales, uno por cada una de las épocas estacionales en las que
se efectuaron las observaciones (invierno, primavera y verano). Asimismo,
cada lote de animales se distribuyó entre los diferentes ecosistemas que
hemos establecido para la provincia de Cádiz, en la cual hemos diferencia-
do los siguientes:
a) Zona de marismas, eligiendo como zona tipo las salinas existentes
en las proximidades de Chiclana de la Frontera.
b) Zona de campiña, con pastos y cultivos de secano preferentemente,
tomando como zona tipo las inmediaciones de la Laguna de Jeli.
c) Zona de serranía, provista de abundante matorral y monte bajo, eli-
giendo como zona tipo «El Picacho», en las proximidades de Alcalá
de los Gazules.
El motivo de realizar nuestras observaciones en zonas tan diversas,
atiende al hecho mismo de poder comprobar las posibles variaciones que
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José Luis Romero Palanco, Francisco Munguía Girón y Joaquín Gamero Lucas
TEMPERATURAS MEDIAS
Los cadáveres de los perros sobre los que se centraron nuestras observa-
ciones, quedaron siempre expuestos al aire libre, procurando dejarlos más o
menos protegidos entre la maleza y en tal orientación, de modo que tuvie-
ran la incidencia del sol durante determinadas horas del día, a fin de no
provocar un enlentecimiento de la evolución de la putrefacción cadavérica.
La frecuencia con la que se llevaron a cabo las observaciones y toma de
muestras fue variable de unos casos a otros, determinada por la propia
evolución del proceso putrefactivo. En los casos en que la putrefacción era
más rápida, nuestras observaciones fueron más frecuentes, como también
la toma de muestras. En términos generales, durante el período invernal
la recogida de muestras se realizó cada seis o siete días, en primavera cada
cinco o seis días y, finalmente, en verano, cada dos o tres días. En todos
los casos, se intentó hacer coincidir nuestras observaciones y recogida de
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Entomología cadavérica en la provincia de Cádiz (S. de España)
RESULTADOS OBTENIDOS
Los resultados de las observaciones realizadas, atendiendo a la fase en
que se encontrara la putrefacción cadavérica, se exponen en las Tablas 1 a
la 9, ambas inclusive, así como en la Gráfica 1. En total se han identificado
43 especies, pertenecientes a 33 géneros, los cuales se engloban en 20
familias, en 5 órdenes y en 2 grupos.
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12 Restos Dermestes.
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
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38 Restos Larvas de
39 Dermestes
40 en gran
41 número.
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28 Restos Larvas de
29 Dermestes
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
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DISCUSIÓN
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1
Catedrática de Biología Celular y Responsable del Servicio General de Investigación
Genómica: Banco de ADN. Universidad del País Vasco, UPV/EHU.
2
Licenciado en Biología y en Ciencia y Tecnología de la Alimentación. Dpto. de Zoolo-
gía y Biología Celular Animal. Universidad del País Vasco UPV/EHU.
3
Profesora Titular de Zoología. Dpto. de Zoología y Biología Celular Animal. Universi-
dad del País Vasco UPV/EHU.
4
Licenciada en Derecho. Universidad del País Vasco UPV/EHU.
I. INTRODUCCIÓN
Tabla 1
Evolución de la entomología forense hasta la década de 1980 (3,4)
Straug (1912) «El comportamiento biológico de las diferentes especies de
insectos no está suficientemente estudiado como para alcanzar
conclusiones respecto al tiempo de la muerte del organismo
colonizado»
Pietrusky y Leo (1929) El desarrollo de los insectos se encuentra influido por factores
externos, principalmente, por las condiciones climáticas.
Tabla 1 (Cont.)
Schranz (1935) Desarrollo de las especies entomológicas forenses, sin conside-
rar la importancia de la temperatura.
Berg (1975) Señala las aberraciones que se producen en el cálculo del inter-
valo post-mortem basado en la colonización del cadáver por
insectos, si bien la entomología es de interés para realizar esti-
mas aproximadas.
Como señalan Arnaldos et al. (2005) (7), cada grupo de insectos artró-
podos juega un papel determinado en los diferentes estadios de descom-
posición de la materia orgánica y pueden clasificarse en una división par-
ticular según los hábitos de alimentación de sus miembros. La clasifica-
ción habitual de sarcosaprófagos los divide en cinco grupos ecológicos
distintos: necrófagos, los primeros en llegar y colonizar el cuerpo; necró-
filos, se alimentan de los necrófagos por predación o parasitismo; omní-
voros, se alimentan del cuerpo y de la fauna asociada; oportunistas, usan
el cuerpo como refugio, fuente de calor, etc.; y accidentales, cuya presen-
cia es debida a la casualidad.
En general, necrófagos, necrófilos y omnívoros son los más importan-
tes desde la perspectiva forense (figura I).
Oportunistas Accidentales
Collembola Zygentoma Orthoptera Embioptera
Dermaptera Psocoptera Heteroptera Homoptera
Thysanoptera Lepidoptera Thysanoptera Coleoptera
Isopoda Acarida Brachycera Nematocera
Necrófagos Necrófilos
↕ ↕
Brachycera Coleoptera
Phaenicia sericata Histeridae
Chrysomya albiceps Staphylinidae
Calliphora vicina Hymenoptera
Cuerpo
Musca domestica Diapriidae
Muscina sp. Encyrtidae
Phoridae Mymaridae
Sarcophagidae Scelionidae
Sphaeroceridae Araneida
Nematocera
Psychodidae
Coleoptera Omnívoros
Dermestidae ↕
Coleoptera
Necrobia rufipes
Tenebrionidae
Nitiludidae
Hymenoptera
Formicidae
Vespidae
II.3 CONTAMINACIÓN
Las pupas y puparios pueden contaminar las muestras entomológicas
en la escena del crimen, tanto si son de origen humano como de origen
animal o de otro material orgánico en descomposición. Estos contami-
V. APLICACIONES JURÍDICAS
Determinar «cuándo» se ha producido una muerte es sin duda relevan-
te para el Derecho, pero de igual modo lo es determinar «dónde»; no
exclusivamente para la búsqueda de fuentes de prueba, como se tiende a
creer, sino también para determinar qué órgano jurisdiccional será com-
petente, ya que «cuando no conste el lugar en que se haya cometido una falta o
delito será competente para conocer de la causa el Juez o Tribunal del término muni-
cipal, partido o circunscripción en que se hayan descubierto pruebas materiales del
delito» (Artículo 15 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECr) (18).
En lo que se refiere a la búsqueda de fuentes de prueba, resulta funda-
mental la tarea del Juez Instructor del examen del cuerpo del delito, debien-
do entender por tal, como señala el Artículo 335 LECr (18), la descrip-
ción detallada del estado y circunstancias de la persona o cosa objeto del
delito, ya que puede llevar a hallar larvas y pupas que hagan presumir si el
VI.2. METODOLOGÍA
La recolección de la muestra consistió en la recogida de numerosas larvas
tanto en el suelo de la escena del crimen como en la sala de autopsias. Una
parte de estas larvas fue tratada a alta temperatura (choque térmico en agua
95 ºC) y conservada en etanol 70% y otra parte fue criada en
el laboratorio de Entomología Forense de la Universidad del País Vasco hasta
que emergieron los adultos que fueron analizados morfológicamente para
establecer la especie, Stearibia nigriceps (=Piophila nigriceps) (Meigen, 1826).
Diecisiete larvas fueron utilizadas para el análisis genético. Tras la homo-
geneización del tejido de cada larva, se extrajo el ADN mediante lisis prote-
olítica con proteinasa K, se purificó con fenol cloroformo y se precipitó
con etanol. El ADN obtenido fue valorado espectrofotométricamente.
Una parte alícuota del ADN obtenido de cada ejemplar fue utilizada
para la amplificación PCR utilizando los primers de Parson et al. (2000),
en condiciones de hot start 95 °C-11 min, seguido de 35 ciclos 94 °C-30
sec; 50 °C- 45 sec, 72 °C- 45 sec.
El producto de PCR consistió en un fragmento de 356 pb que fue
secuenciado mediante el método de terminadores marcados en un ABI
Prism 310 DNA sequencer.
La determinación de la variabilidad intraespecífica se llevó a cabo tras
la edición de las secuencias con ChromasPro y su alineamiento con Clus-
talX 1.83 (46). La diversidad nucleotídica y de secuencias se estimó con
ayuda del programa Arlequin v. 2000 (47).
El análisis intraespecífico permitió obtener una secuencia consenso del
citocromo b de S. nigriceps que posteriormente pudo ser utilizada para el
análisis interespecífico con otras especies de dípteros de los cuales existe
una secuencia de citocromo b equivalente en el GenBank.
Para realizar el análisis interespecífico se procedió en primer lugar a la
búsqueda de secuencias similares del citocromo b mediante búsqueda
BLAST. Esto permitió obtener un grupo de secuencias que muestran pareci-
do con el citocromo b de S. nigriceps. A continuación, se utilizó el programa
PHYLIP versión 3.63 (48) para estimar las distancias genéticas y el programa
TreeView 1.6.6 (49) para obtener una representación gráfica de las mismas.
Tabla 2
Variabilidad intraespecífica de las secuencias de citocromo b analizadas
en las 17 larvas de S. nigriceps analizadas.
Porcentaje bases C T A G
13,29 42,78 27,81 16,12
Tabla 3
Posiciones variables halladas en las secuencias de las larvas
de S. nigriceps analizadas.
0 0 0 1 1 1 1 1 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 3
Especimen 0 2 4 3 5 6 6 7 0 1 2 3 3 3 4 4 5 6 9 9 0
5 3 4 1 2 1 4 6 0 8 4 3 5 6 6 8 1 6 3 6 2
C T G T T R R T A G T C C T G T A C A Y R
1 • • • C • A G • • • • • • • • • • • G T G
2 • • • • • A G • • • • • • • • • • T G C A
3 • • • • • A A • • • • • • • • • • • • T G
4 • C A • C G A • • • C T • C • • • • • T A
5 • • • • C G G • • • • • • • • • G T • T A
6 • • • • • A A • • A • • • • • • • • • T G
7 • • • • • A A • • A • • • • • • G T • T A
8 • • • • • A A • • • • • • • • • • • • T G
9 • • • • • A A • • • • • • • • • • • • T G
10 • • • • • G G C • • • • • • A C G T • C A
11 • • • • • G G • G A • • • • • • • T • C A
12 • • • • • A A • • • • • • C • • • • • T G
13 • • • • • A A • • • • • • C • • • • • T G
14 • • A • • A G • • • • • • • • • • • • T A
15 • • • • • A G • • • • • • • • • • • • C A
16 T • • • • A A • • • • • • • • C • • • C A
17 • • • • • G A • • • • • T • • • G • • C A
C. elegans
S. nigricep
D. hominis
362
C. hominovo
279
C. putoria
583
C. capitata
D, simulans
267
994
D. sechelli
907
Este árbol muestra que las secuencias de cyt-b de las moscas de la fruta,
C. capitata, D. melanogaster, D. sechellia y D. simulans, se agrupan en una
misma rama. Las especies causantes de miasis, D. hominis y C. hominovo-
rax y la mosca necrófaga C. putoria forman un grupo separado. La secuen-
cia consenso de citocromo b de S. nigriceps no se agrupa con las especies
más próximas en cuanto a este marcador que están descritas en la base de
datos del GenBank.
Este resultado pone de manifiesto la utilidad del citocromo b para la
identificación de especies en la entomofauna forense, ya que las espe-
cies genéticamente más próximas se agrupan entre si, como puede
observarse en el caso de las tres especies de Drosophila y se diferencian
de S. nigriceps.
En lo que respecta a la eficacia del cyt-b para caracterizar S. nigriceps,
puede observarse que esta especie necrófaga posee una gran divergencia
en su secuencia de bases con respecto a la única especie necrófaga C.
putoria de la que se dispone de datos en el GenBank, lo que parece indi-
car que el citocromo b puede ser un valioso marcador para la identifica-
ción molecular de especies de moscas necrófagas.
VI.4. CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, podría concluirse que
el citocromo b parece ser un gen adecuado para la identificación mo-
lecular de S. nigriceps por lo que su uso en los laboratorios forenses
no debiera quedar restringido a la identificación de vertebrados, sino
que podría extenderse a la identificación de especies de la entomofauna
cadavérica.
BIBLIOGRAFÍA
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1
Hospital Metropolitano, Laboratorio de ADN, Quito (Ecuador).
2
Universidad de Zaragoza (España), Departamento de Medicina Legal y Forense.
INTRODUCCIÓN
MATERIAL Y MÉTODOS
El ADN se extrajo de sangre total recogida en tubos Vacutainer con
EDTA mediante punción venosa. Se extrajo sangre de individuos sanos
no relacionadas de ambos sexos, nacidos y residentes en Ecuador, proce-
dentes de los grupos étnicos seleccionados. Las muestras de kichwas y de
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
N K HD π V
“1-s n.” quiere decir «one-step neighbours», es decir, haplotipos sin coincidencia perfecta pero con
cromosomas en la base de datos que son diferentes solamente en una repetición en un locus.
«Americanos» incluye nativos americanos y poblaciones hispánicas; «África» incluye africanos y
poblaciones de descendientes de africanos que viven en América o Europa.
28% europeos
amerindi africanos
2%
africanos
70%
europeos amerindios
2. STRS AUTOSÓMICOS
Diversidad intrapoblacional. Quince STRs contenidos en el kit Power-
Plex 16 fueron tipados en 115 individuos kichwas, 317 mestizos y 104
afroecuatorianos. Las frecuencias alélicas fueron ya publicadas (4,5,6). El
promedio de alelos y la diversidad genética se pueden encontrar en la
tabla 4. Además de las poblaciones ecuatorianas, se incluyeron datos (ver
tabla 5) de dos posibles poblaciones originarias: las frecuencias de alelos
de una población metropolitana de Barcelona (que incluía personas naci-
das en toda España (29) y de Guinea Ecuatorial (30), antigua colonia
española y lugar de comercio de esclavos en África. Los kichwas mostra-
ron la diversidad más baja, de acuerdo con la menor variabilidad descrita
para muchos grupos amerindios. La diversidad en mestizos y afroecuato-
rianos es mayor, también de acuerdo con las expectativas para las pobla-
ciones mestizas. Sin embargo, de todas las comparaciones pareadas, sola-
mente la frecuencia alélica y la diversidad haplotípica son inferiores en
los kichwas que en los mestizos (prueba de Wilcoxon, p=0,002 y p=0,001,
respectivamente).
Distancias genéticas. Se calcularon las distancias genéticas FST entre
los ecuatorianos y las poblaciones externas. Se usaron las distancias FST
POBLACIÓN 2N K H
Kichwas 0
Mestizos 0,0075 0
Afroecuatorianos 0,0278 0,0137 0
Españoles 0,0437 0,0204 0,0163 0
Guineanos 0,0651 0,0417 0,0096 0,0274 0
HINDÚ
KOREANO
VIETNAM
JAPONÉS
MALAYO
AFRO MARROQUÍ
TUNISIO
TURCO GUBI
EGIPCIO
UAE
EXTREMEÑO
VASCO
KICHWA ITALIANO
WAO SUIZO
PORTUGUÉS
POLACO
Figura VI. FST, distancias genéticas para D3S1358, D5S818, D7S820, D8S1179,
D13S317, D18S51, D21S11, FGA (FIBRA), VWA31, CSF1PO, D16S539,
TH01, TPOX comparados con diferentes poblaciones a nivel mundial.
MESTIZOS NEGROS
Cromosomas autosómicos Cromosomas autosómicos
8%
africanos
19% 56% 28%
europeos africanos amerindios
73% 16%
amerindios europeos
REFLEXIONES ETNOGEOGRÁFICAS
El Mestizo
Representa el grupo más numeroso de ecuatorianos que son genéti-
camente próximos a todas las poblaciones urbanas de América del Sur;
poblaciones que se calculan abarcan más del 50% de todos los habitan-
tes. Hablan español como herencia de la conquista española, aunque se
han hispanizado muchos vocablos y términos de origen amerindio. Por
otro lado, los ecuatorianos han emprendido un nuevo flujo migratorio
hacia Europa, que es lento pero continuo. Esto significa que habrá un
nuevo mestizaje dentro de las futuras generaciones de europeos.
Llama la atención que los mestizos tienen un ~70% de componente
indígena amerindio nativo kichwa, siendo el más alto descrito hasta ahora.
Esto significaría que somos un país mayoritariamente indígena en el cual el
componente caucásico se ha diluido o dispersado a lo largo de los años.
Podría pensarse que este grado de mestizaje es similar en los países vecinos,
que comparten nuestras costumbres y manifestaciones culturales.
De allí, que podríamos formular una división etnogeográfica del subconti-
nente americano de acuerdo a las tres raíces étnicas de mestizaje, en tres
grandes grupos: los países andinos como Venezuela, Colombia, Perú, Boli-
via y el norte de Chile, en quienes esperamos un componente amerindio
nativo mayor; los países del cono sur Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay,
en los cuales habría un componente caucásico mayoritario, que posible-
mente sea de los últimos dos siglos; y Brasil que por sí solo constituye un
país megadiverso con un fuerte componente afroamericano.
Esta división coincide parcialmente con los estudios realizados sobre
los límites genómicos de las poblaciones humanas, que agrupan genoti-
pos de STRs autosómicos de acuerdo a la geografía y que establecieron
10 barreras genéticas, 4 de las cuales están en centro y sudamérica. Pode-
mos afirmar que Centroamérica es más parecida a Norteamérica, que a
la región subcontinental.
Los Kichwas
Se ubican a lo largo de todo el callejón interandino del Ecuador y,
muy cercanos a los mestizos, constituyen el segundo grupo poblacional.
Desde luego, su presencia ratifica el concepto de una América Indígena.
Se conoce que antes del imperio incásico existieron poblaciones nativas
originarias de Ecuador que fueron aparentemente asimiladas por los
Incas, pero ¿existen en los actuales momentos descendientes de aquellas
culturas originarias?
Si es así estaríamos ante la presencia de subestructura poblacional en los
kichwas actuales, inferencia que requerirá futuros estudios poblacionales.
Por otro lado, si todos los pueblos indígenas tuvieron un ancestro común
no podríamos determinar con claridad si hay diferencias entre los gru-
pos actuales. También se debería establecer qué sucedió con los prede-
cesores.
Desde el punto de vista evolutivo, podemos formular también una teoría
sobre el flujo de las migraciones humanas en Ecuador, las mismas que se dieron
aparentemente por tres caminos: un grupo entró por el callejón interandi-
no y son los ancestros de los kichwas actuales. Un segundo grupo entró y se
ubicó en la costa ecuatoriana del Océano Pacífico y si así fue, en los actuales
momentos debería haber algún grupo descendiente de ellos. Por una terce-
ra ruta llegaron al oriente ecuatoriano y a la región amazónica pero pasaron
las montañas y no volvieron, quedando fracciones de pueblos aislados por la
geografía y aislados entre sí, lo que explicaría la presencia de los kichwas del
oriente y a lo mejor de algunos grupos amerindios dispersos.
Analizando, la segunda ruta hacia la costa pacífica tendríamos que
esperar que existiera un grupo étnico relacionado con los ancestros de los
kichwas actuales y que además, hablaran algún idioma amerindio nativo;
Los Negros
Los resultados encontrados nos permiten formular también una teoría
de la mezcla negra del afroamericano, o de su variabilidad intrapoblacional.
Se ha demostrado claramente que los Negros son una población trihíbri-
da. Esto nos lleva a pensar en que en los actuales momentos existe en el
Ecuador solo poblaciones derivadas o mezcladas, como los mulatos, fru-
tos de la unión entre un caucásico y un negro y los zambos, descendientes
de negros y amerindios. Por lo tanto, los descendientes de los negros
africanos ya no deberían calificarse como negros, sino al contrario des-
cribirse como productos de una mezcla, tal como los mestizos. No es
aconsejable utilizar en este caso el término mestizo, ya que significa la
mezcla entre un amerindio y un caucásico.
Por otro lado, existen dos grandes asentamientos de origen negro en
Ecuador. Uno ubicado en la provincia de Esmeraldas, en la costa ecuatoria-
na, y otro en la Provincia del Carchi, en la zona interandina. Aunque tie-
AUTOSÓMICOS CROMOSOMA Y
Autosómicos
Herencia
española
Herencia
nativa
Negros
Herencia
africana Herencia
africana
Primera
En mestizos, amerindios kichwas y negros afroamericanos, la diversidad
haplotípica del cromosoma «Y» es alta y bastante próxima a uno; este
parámetro es numéricamente idéntico a los parámetros forenses de infor-
mación a priori como el poder de discriminación o el poder de exclusión.
El conjunto de 12 loci analizados tiene amplio poder de discriminar indivi-
duos varones no relacionados en todas las tres poblaciones y se puede usar
en casos forenses.
Segunda
Se ha confirmado y cuantificado con los marcadores STRs autosómicos
que mestizos y afroecuatorianos son poblaciones trihíbridas. Los mestizos
contienen ~73% de cromosomas autosómicos de origen amerindio, un
~19% europeo putativo y ~8% origen africano. Los afroecuatorianos se
pueden estimar en el ~57% africanos, ~28% europeos y ~15% nativos ame-
ricanos.
Tercera
Se observa en la mezcla una mayor contribución de los varones europeos
a partir de cromosoma «Y». En mestizos las líneas europeas putativas alcan-
zan un ~70%, un ~2% son de origen africano y un ~28% de nativos ame-
ricanos, lo que coincide con la introducción de linajes paternos durante la
conquista española. En afroamericanos se observa un ~44% africanos,
~31% europeos y ~15% nativos americanos. En los kichwas el ~10% es de
origen europeo putativo y un ~78% nativos americanos.
Cuarta
Mediante los STRs autosómicos se confirma que los mestizos tienen
una pequeña distancia genética con los amerindios kichwas y luego, se
acercan a los españoles y a las poblaciones caucasoides de la Península
Ibérica y de Europa. Los kichwas, claramente nativos, se aproximan a los
mestizos de la mayoría de poblaciones urbanas de los países del área andi-
na, sobre todo en aquellos sitios donde existe una clara presencia indíge-
na. Los afroecuatorianos son los más próximos a los guineanos pero están
más próximos a los kichwas y a los españoles, que a los africanos.
Quinta
Se encontraron 271 haplotipos del cromosoma «Y» diferentes. Siete
haplotipos del cromosoma «Y» diferentes fueron compartidos entre kichwas
y mestizos, uno entre mestizos y afroecuatorianos y uno entre kichwas,
afroecuatorianos y mestizos. Este último resulta ser el haplotipo más fre-
cuente en los europeos y, particularmente, en los españoles.
Sexta
Se confirma también por los STRs en el cromosoma «Y» que los afro-
ecuatorianos son los más próximos a los guineanos pero están más próximos
a los kichwas y a los españoles, que lo que lo están los guineanos. Los mesti-
zos muestran una distancia pequeña a los kickwas, pero su distancia a los
españoles es claramente más reducida que entre los kichwas y los españoles.
Los datos obtenidos son de enorme valor antropológico y forense, y
constituyen una herramienta indispensable para trazar mejor la historia
de Ecuador, en busca de los orígenes de los actuales pobladores del Nue-
vo Mundo.
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TEXTO
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
MATERIAL Y MÉTODOS
RESULTADOS
Relatan, no interpretan, las observaciones efectuadas con el método
empleado. Estos datos se complementan con tablas y figuras, consideran-
do que no ha de repetirse en el texto la misma información.
DISCUSIÓN
Los autores tienen que exponer sus propias opiniones sore el tema.
Destacan el significado y aplicación práctica de los resultados; las consi-
deraciones sobre una posible inconsistencia de la metodología y las
razones por la cuales pueden ser válidos los resultados, la relación con
publicaciones similares y comparación entre áreas de acuerdo y des-
acuerdo y las indicaciones y directrices para futuras investigaciones. Por
otra parte debe evitarse que la discusión se convierta en una revisión del
tema y se repitan los conceptos que han aparecido en la introducción.
Tampoco deben repetirse los resultados del trabajo.
AGRADECIMIENTOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Libros:
— CAMPBELL DT, STANLEY JC. Experimental and quasi experimen-
tal designs for research. Chicago: Rand McNally and Company,
1963.
NÚMEROS PUBLICADOS:
Volumen 1 (1998):
MONOGRÁFICO «MUERTE SÚBITA»
Volumen 2 (1999):
MONOGRÁFICO «MALOS TRATOS EN LA INFANCIA»
Volumen 3 (2001):
MONOGRÁFICO «MEDICINA LEGAL Y GERIATRÍA»
Volumen 4 (2002):
MONOGRÁFICO «DELITOS SEXUALES»
SECCIÓN ESPECIAL:
AVANCES EN GENÉTICA FORENSE I
Volumen 7 (2005):
MONOGRÁFICO «ODONTOLOGÍA FORENSE»
* * *
Número 2:
Vásquez P, Martínez-Jarreta B.
Documentos Médico-legales.
Zaragoza, 2002.
CIENCIA FORENSE
Acuerdo de intercambio
Área:
Medicina Legal y Forense
Directora:
M.ª Begoña Martínez Jarreta
Secretario:
José Aso Escario
Año de fundación:
1999
Periodicidad:
Anual
Formato:
17 x 24 cm
Editor:
Institución «Fernando el Católico»
Zaragoza (Spain)
ISSN 1575-6793
347.6(460.22)
Intercambio de Publicaciones: Tff. (34) 976 288 878 - 288 879 * Fax 288 869
E-mail: [email protected] * http: // ifc.dpz.es
Entidad: ..............................................................................................................................................
Dirección: ..........................................................................................................................................
................................................................................................................................................................
Fecha Firma
Fdo.:
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