Amicus Curiae Detencion Ilegal Caso Guapinol Honduras

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Tegucigalpa, 4 de noviembre de 2019

Honorables
Magistrados de la Sala de lo Constitucional
Corte Suprema de Justicia

Presentación de Amicus Curiae


No. Expediente: 565-19 (Corte de Apelaciones) / SCO-0761-2019 Sala de lo Constitucional

Un recurso de Exhibición Personal - Habeas Corpus fue presentado el 5 de septiembre de 2019 a


favor de José Daniel Márquez Márquez, Kelvin Alejandro Romero Martínez, José Abelino Cedillo,
Porfirio Sorto Cedillo, Ewer Alexander Cedillo, Orbin Nahún Hernández, Arnold Javier Alemán Soriano
y Jeremías Martínez, defensores de derechos humanos, actualmente detenidos ilegalmente en el
Centro Penitenciario de Olanchito.

La Corte de Apelaciones de lo Penal de Francisco Morazán emitió sentencia el 25 de septiembre de


2019 sobre el Recurso de Exhibición Personal y lo remitió a la Sala de lo Constitucional en revisión.

El presente Amicus Curiae se entrega respetuosamente a la Sala de lo Constitucional como


herramienta para tomar en cuenta en su revisión de la sentencia sobre el recurso de exhibición
personal presentado.
ÍNDICE

Contenido
PRESENTACIÓN DEL AMICUS CURIAE 2
1.2 Antecedentes y objetivo del presente escrito de amicus curiae 3
1.3 Interés de las organizaciones que presentan el escrito de amicus curiae 5

ARGUMENTOS 6
2.1 Elementos de introducción 6
2.2 Estándares internacionales sobre prisión preventiva aplicables en Honduras 7
2.2.1 El Bloque Constitucional y el Control de Convencionalidad en la protección de los
Derechos Humanos en Honduras 7
2.2.2 Los estándares internacionales como base universal del derecho aplicable en materia
de prisión preventiva 12
2.2.3 Estándares interamericanos como fuente adicional del derecho aplicable en materia de
prisión preventiva en Honduras 14
2.2.3.1 Criterios que rigen la prisión preventiva establecidos por la Corte IDH 14
2.2.3.2 Condiciones establecidas por la Corte IDH para la aplicación de los principios
descritos en el numeral anterior 17
2.3 Estándares internacionales y su implementación en materia de prisión preventiva 23
2.3.1 Implementación del derecho aplicable a la prisión preventiva 23
2.3.2 Razones que explican los altos niveles de prisión preventiva 25
2.4 Urgente necesidad de encontrar alternativas a la prisión preventiva frente a los alarmantes
balances generales y nacionales 26
2.4.1 La obligación de encontrar alternativas a la prisión preventiva 26
2.4.2 Honduras y las medidas alternativas a la prisión preventiva: una cortina de humo 28
2.4.2.1 Honduras, un país señalado por los incumplimientos a sus obligaciones en
materia de prisión preventiva 28
2.4.2.2 La inconstitucionalidad del artículo 184 del Código Procesal Penal de Honduras
30

CONCLUSIONES 31

1
1. PRESENTACIÓN DEL ​AMICUS CURIAE

1.1 ​Organizaciones que presentan el ​amicus curiae


Human Rights Research and Education Centre/ Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de
Ottawa​, Canadá
La Clínica de Derechos Humanos es una iniciativa del Human Rights Research and Education Centre
de la Universidad de Ottawa que, mediante una aproximación interdisciplinaria, procura: (i)
fortalecer la protección de los derechos humanos a través de la investigación, capacitación y
asistencia técnica respecto a la implementación de los estándares de derechos humanos; (ii)
fomentar el desarrollo de capacidades y prestar recomendaciones para que las políticas públicas
tengan un enfoque de derechos humanos; y (iii) promover el estudio sobre los derechos humanos en
Canadá. Sitio Web:​ ​http://cdp-hrc.uottawa.ca/
Corporación Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” (CAJAR), Colombia
La Corporación Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” es una organización no
gubernamental para la defensa y promoción de los Derechos Humanos, filial de la Federación
Internacional de los Derechos Humanos (FIDH), de la Organización Mundial Contra la Tortura y Otros
Tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes (OMCT), registrada ante la Organización de
Estados Americanos (OEA). Sitio Web: ​https://www.colectivodeabogados.org/
Due Process of Law Foundation (DPLF) / Fundación para el Debido Proceso, Estados Unidos
DPLF es una organización no gubernamental con sede en Washington, D.C., dedicada a promover el
Estado de Derecho y los derechos humanos en América Latina, mediante la investigación aplicada,
las alianzas estratégicas con actores de la región y actividades de cabildeo. La finalidad de nuestro
trabajo es lograr un pleno respeto del Estado de Derecho y de los derechos humanos, bajo el marco
de referencia de las normas y los estándares internacionales. Sitio Web: ​www.dplf.org
Bufete para los Pueblos Indígenas, Guatemala
El Bufete para los Pueblos Indígenas es un espacio multidisciplinario en el que convergen varias
personas indígenas y no indígenas que estamos comprometidos con la defensa de la vida, aportamos
saberes al servicio de las comunidades principalmente indígenas, personas individuales, que están
vulneradas en sus derechos por las luchas o defensa de sus territorios, sus medios de vida.
Equipo Jurídico por los Derechos Humanos, Honduras
El Equipo Jurídico por los Derechos Humanos es un espacio que promueve el análisis jurídico y el
litigio en derechos humanos. Su visión es contribuir a la promoción y vigencia de los derechos
humanos en Honduras y al alcance de la justicia como fin para el cambio social.

2
1.2 Antecedentes y objetivo del presente escrito de ​amicus curiae

El 6 de septiembre de 2019, Edy Tábora, Carlo Jiménez, Carlos Leonel George, Emanuel
Andre Flores Barrientos y otros presentaron una acción de habeas corpus, en favor de José
Daniel Márquez Márquez, Kelvin Alejandro Romero Martínez, José Abelino Cedillo, Porfirio
Sorto Cedillo, Ewer Alexis Cedillo, Orbin Nahúm Hernández y Arnol Javier Alemán Soriano y
Jeremías Martínez, presentando tres motivos por los cuales consideran que los beneficiarios
del recurso se encuentran ilegalmente presos:

Primer motivo: ​La falta de competencia del Juez de Jurisdicción Nacional (jueces para
conocer delitos cometidos en el ámbito de la criminalidad organizada) para conocer el
proceso por el delito de asociación ilícita, incendio, privación injusta de la libertad y robo, ya
que ninguno de ellos figura en el catálogo de delitos que pueden conocer estos jueces y por
otra parte aún en el caso que estuvieran el catálogo debe hacerse un examen para
determinar que esos delitos fueron cometidos (en caso de existir) por miembros de una
organización de crimen organizado.

Segundo motivo: El Ministerio Público presentó una acusación penal contra los acusados,
por el delito de asociación ilícita, sin que en el requerimiento fiscal haya un hecho como
objeto de litigio, y eso ha tenido como consecuencia que el Juez de Letras en la audiencia de
declaración de imputado, aplicó el artículo 184 para justificar la detención judicial, sin
realizar ningún examen sobre la procedencia de las medidas cautelares, ya que este artículo
prohíbe las medidas sustitutivas.

Artículo 184. Sustitución de la prisión preventiva. Siempre que los riesgos a que se refiere
el artículo 178 puedan ser evitados por la aplicación de otra medida menos gravosa para su
libertad, el juez, de oficio o a petición de parte, podrá imponer al imputado, en lugar de la
prisión preventiva, una (1) o más de las medidas comprendidas en los numerales 4), 5), 6),
7), 8), 9) y 10) del artículo 173. Las medidas anteriores podrán ser impuestas en forma
simultánea o sucesiva. El juez velará por el estricto cumplimiento de la medida impuesta,
para lo cual deberá contar con el apoyo de la Policía Nacional. Las medidas alternativas de la

3
prisión preventiva no podrán imponerse si existe grave riesgo de que no se logre la finalidad
perseguida o en caso de reincidencia.

En los casos en que el imputado no tenga capacidad para rendir una caución de naturaleza
económica, podrá decretarse caución juratoria, la cual consistirá en prestar juramento de
someterse al procedimiento. La caución juratoria deberá decretarse conjuntamente con la
medida a que se refiere al numeral 6) y el artículo 173 y cualquiera otra que el juez
considera conveniente.

En ningún caso procederá la sustitución de la prisión preventiva por otra medida cautelar
en los delitos cometidos por miembros del crimen organizado. Sin perjuicio de que el órgano
judicial en las etapas respectivas determine como criminalidad organizada las acciones
delictivas, por la forma y modalidad como se ejecutaron las mismas, no procede la
imposición de medidas sustitutivas de la prisión preventiva en los delitos siguientes:
1) (...); 2) (...); 3) (...); 4) (...); 5) (...); 6) (...); 7) (...); 8) (...); 9) (...); 10) (...); 11) (...);
12) Asociación Ilícita; 13) (...); 14) (...); 15) (...); 16) (...); 17) (...); 18) (...); 19) (...); 20) (...); 21)
(...).
Tercer motivo​: La Jueza Lizeth Vallecillo, emitió una resolución en la audiencia inicial,
decretando un auto de formal procesamiento por dos delitos de incendio agravado y por
privación injusta de la libertad, y como medida cautelar la prisión preventiva sin ninguna
motivación.

El 25 de septiembre de 2019 la Corte de Apelaciones de Jurisdicción Nacional emitió su


sentencia, declarando sin lugar el recurso de habeas corpus, sin embargo, en la sentencia no
hace un examen debido sobre los requisitos de la legalidad de una medida privativa de
libertad, aduciendo que no le corresponde ya que eso es objeto de un recurso ordinario, y
siendo que el recurso de habeas corpus está siendo conocido en revisión por esta alta
instancia judicial, es importante que esta Sala haga un adecuado análisis de los principios y
estándares internacionales sobre la prisión preventiva.

4
1.3 Interés de las organizaciones que presentan el escrito de ​amicus curiae

El presente escrito se enmarca en la tradición jurídica conocida como ​amicus curiae​. Se trata
de una institución que remonta al Derecho Romano y cuyo significado literal (“amigo de la
corte”) denota el propósito para el cual fue concebido: proporcionar subsidios sobre los
hechos o ​de iure a un tribunal, para una mejor solución de una controversia. Los amici curiae
son, por lo tanto, personas o entidades ajenas a la causa, que buscan auxiliar a los y las
integrantes de un tribunal, particularmente en controversias que versan sobre cuestiones
1
relevantes para una determinada comunidad jurídico-política .

Desde sus orígenes, la institución del amicus curiae se ha consolidado como una
herramienta ciudadana de maximización de principios y valores compartidos por una
comunidad jurídica con la concreción de paradigmas constitucionales pautados en Estados
Democráticos de Derecho, y su inmersión en el proceso de universalización de los derechos
humanos, ésta trascendió el ámbito doméstico de construcción doctrinal y jurisprudencial
del Derecho.

Actualmente, la institución del amicus curiae se encuentra incorporado en la práctica


jurisdiccional de la mayor parte de los altos tribunales latinoamericanos. De igual manera, la
Corte Interamericana, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Corte de Justicia de la
Unión Europea, entre otros tribunales y cortes internacionales, consagran expresamente en
sus reglamentos o estatutos, o a través de una práctica consolidada, la intervención de amici
curiae. También en el ámbito de los tribunales arbitrales con competencia para resolver
controversias sobre tratados de inversión y libre comercio; así como los tribunales penales
ad hoc,​ tales como los tribunales para la ex Yugoslavia y Ruanda y la Corte Especial para
2
Sierra Leona, es una práctica regular la intervención de amici curiae .

1
Scourfield McLauchlan, Judithanne, Congressional Participation as Amicus Curiae Before the U.S. Supreme
Court. LFB Scholarly Publishing (2005), p. 266.
2
Vide, ao respeito, Pascual Vives, José Francisco, EL DESARROLLO DE LA INSTITUCIÓN DEL AMICUS
CURIAE EN LA JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL. Revista Electrónica de Estudios Internacionales (2011),
disponível em: www.reei.org/index.php/.../Estudio_PASCUAL_FcoJose.pdf

5
Por la convergencia del conocimiento y actuación especializada de las organizaciones que lo
suscriben, las cuales abarcan profesores, abogados litigantes, defensores de derechos
humanos y representantes de pueblos indígenas, confiamos en que la Sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia admitirá el presente escrito de amicus curiae
y tomará en cuenta los argumentos de hecho y de derecho expuestos a continuación.

2. ARGUMENTOS

2.1 Elementos de introducción

“​[Toda] privación de la libertad personal, incluso cuando se justifica por determinados


motivos, como la investigación de un delito y el castigo de los condenados, conlleva el riesgo
de interferir directamente en la dignidad humana, pues restringe en gran medida la
3
autonomía individual y pone al detenido en una situación de impotencia”​ . Como lo
desarrolla el Relator Especial sobre la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes, la privación de la libertad de un ser humano no es una decisión anodina y
respetar los derechos humanos dentro de este marco es un reto aún mayor máxime
considerando que en los últimos quince años la cifra de detenidos en el mundo no dejó de
incrementarse. Sólo en Honduras, entre 2012 y 2018, el total de personas privadas de
4
libertad pasó de 11,727 a 20,356.

Sin embargo, de estos miles de personas, no todos obtuvieron sentencia condenatoria.


5
Como lo ilustra la tabla siguiente , existe una parte significativa y alarmante de personas
procesadas y encarceladas, en Honduras:

3
ONU, Relator Especial sobre la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, ​Informe
previsional​, A/64/215, adoptado el 3 de agosto de 2009, párr. 47. Disponible aquí:
https://undocs.org/pdf?symbol=es/A/64/215
4
CIDH, ​Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la situación de las personas
privadas de libertad en Honduras,​ OEA/Ser.L/V/II.147, adoptado el 18 de marzo de 2013, párr. 19. Disponible
aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/docs/pdf/HONDURAS-PPL-2013ESP.pdf.
5
CIDH, Informe de país Honduras, Situación de derechos humanos en Honduras,​ OEA/Ser.L/V/II. Doc. 146, 27
agosto 2019, párr. 335.
6
Cuando consideramos que un elemento sustancial de la prisión preventiva es su naturaleza
6
excepcional y temporal, estas cifras son la señal de un sistema penitenciario ‘’​colapsado’’ . A
pesar de la existencia de estándares internacionales y regionales precisos, explicados en la
sección 2.2 ​abajo, es difícil hacer realidad la implementación del derecho a nivel nacional y
“​el uso no excepcional de la prisión preventiva [​ se vuelve] ​uno de los problemas más graves y
7
extendidos que enfrentan los Estados miembros de la OEA’’ ​en la actualidad. La necesidad
de medidas alternativas a la prisión se hace urgente y Honduras parece permanecer a
contracorriente en este tema.

2.2 Estándares internacionales sobre prisión preventiva aplicables en


Honduras

2.2.1 El Bloque Constitucional y el Control de Convencionalidad en la


protección de los Derechos Humanos en Honduras

Según el artículo primero de su Constitución política, ‘’Honduras es un Estado de derecho,


soberano, constituido como república libre, democrática e independiente para asegurar a
8
sus habitantes el goce de la justicia, la libertad, la cultura y el bienestar económico y social’’
.

6
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas,​ OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr. 69 y 96. Disponible aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
7
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas,​ OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr. 1, 30, 317. Disponible aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
8
Constitución política de Honduras, ​artículo 1,​ decreto No. 131, 11 de enero de 1982. Disponible aquí:
https://www.oas.org/dil/esp/Constitucion_de_Honduras.pdf
7
Honduras forma parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y del Sistema
Universal de las Naciones Unidas. Desde entonces, ha ratificado varios tratados y
convenciones desde entonces, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH, el 5 de septiembre de 1977), al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (el
25 de agosto de 1997).

De conformidad con el artículo 15 de la misma Constitución, “Honduras hace suyos los


principios y prácticas del derecho internacional que propenden a la solidaridad humana, al
respecto de la autodeterminación de los pueblos, a la no intervención y al afianzamiento de
9
la paz y la democracia universales’’ . Además, el artículo 16 establece que ‘’los tratados
internacionales celebrados por Honduras con otros estados, una vez que entran en vigor,
10
forman parte del derecho interno’’ . Este conjunto de normas y principios constituyen el
bloque constitucional.

Como primera protagonista en la protección judicial de los derechos humanos en un Estado


11
democrático , la Sala de lo Constitucional es contralora de la convencionalidad,
12
constitucionalidad y legalidad de los actos y omisiones de los poderes públicos .

13
El control de convencionalidad está regido por la jurisprudencia interamericana . Primero,
debe ser realizado ​ex oficio y en el marco de competencias y regulaciones procesales
14
correspondientes . La obligación de realizar el control de convencionalidad corresponde
15
luego a los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles ,
16
como obligación de toda autoridad pública . El parámetro de convencionalidad se extendió

9
​Ibid.​ , artículo 15.
10
​Ibid.​ , artículo 16.
11
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe sobre la situación de derechos humanos en
Venezuela,​ OEA/Ser.L/V/II.118, Doc. 4 rev. 1., 24 de octubre de 2003, párr. 150.
12
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ​Garantías para la independencia de las y los operadores de
justicia. Hacia el fortalecimiento del acceso a la justicia y el Estado de derecho en las Américas,​ OEA/Ser.L/V/II.
Doc. 44, 5 diciembre 2013, párr. 16, pp. 6-7.
13
Corte IDH, Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile, Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas, sentencia del 26 de septiembre de 2006; Corte IDH, ​Caso Boyce y otros vs. Barbados, Excepción
preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas,​ sentencia de 20 de noviembre de 2007.
14
Corte IDH, ​Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Perú, Excepciones
preliminares, Fondo, reparaciones y Costas,​ sentencia del 24 de noviembre de 2006.
15
Corte IDH, ​Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas.​ Sentencia de 26 de noviembre de 2010.
16
Corte IDH, ​Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011; Corte IDH,
Caso de personas dominicanas y haitianas expulsadas Vs. República Dominicana. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de 2014; Corte IDH, ​Caso Rochac Hernández y otros
Vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas​. Sentencia de 14 de octubre de 2014.
8
a través del desarrollo de la jurisprudencia interamericana, y ahora, incluye a otros tratados
17 18
de derechos humanos y las opiniones consultivas . Sin embargo, los Estados miembros
pueden gozar de una cierta libertad en su implementación, ya que la Convención Americana
sobre Derechos Humanos no impone un determinado modelo de control de
19
convencionalidad .

En definitiva, toda disposición, medida o acción por parte del Estado o sus agentes, que sean
violatorias de los derechos humanos y/o incumplen las obligaciones del Estado, podrán ser
declaradas inconstitucionales por la Sala de lo Constitucional.

A la luz de lo anterior, es importante plantear dos premisas fundamentales. La primera es


que el derecho internacional de los derechos humanos y sus estándares fortalecen y dan un
interés prioritario a la protección de la persona humana ofrecida por el derecho interno,
particularmente el derecho constitucional, razón por la cual éste le dispensa un tratamiento
especial que se refleja en la forma en que es incorporado, en su ubicación jerárquica y en su
20
aplicación directa en el ámbito nacional . En este sentido, se ha generado un nuevo sistema
de fuentes de interpretación del derecho que ha innovado el escenario del derecho
constitucional al elevar los parámetros del control de constitucionalidad a un bloque de
convencionalidad que exige que la legalidad nacional sea interpretada en función del
21
principio ​pro homine​ y la tutela de los derechos humanos .

Esta interrelación entre el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho


constitucional se vuelve efectiva gracias al artículo 63 constitucional, que representa una
cláusula abierta o de no tipicidad, lo cual permite que los derechos reconocidos y protegidos
no se limiten a los expresamente incluidos en el texto de la Constitución de Honduras, sino

17
Corte IDH, ​Caso Gudiel Álvarez y otros (“Diario Militar”) Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 noviembre de 2012.
18
Corte IDH, Opinión Consultiva OC-21/14. ​Derechos y garantías de niñas y niños en el contexto de la migración
y/o en necesidad de protección internacional. Opinión Consultiva OC-21/14. Resolución de 19 de agosto de
2014.
19
Corte IDH, ​Caso Liakat Ali Alibux Vs. Suriname. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de enero de 2014.
20
Para un análisis al respecto véase J. A Mejía Rivera, ​Una mirada a la justicia constitucional hondureña desde
la óptica de los derechos humanos, ​Editorial San Ignacio/Editorial Guaymuras, Tegucigalpa, 2012.
21
E. Jinestas, “Control de convencionalidad ejercido por los Tribunales y Salas Constitucionales”. En E.
Ferrer Mac-Gregor (Coord.). ​El Control Difuso de Convencionalidad. Diálogo entre la Corte Interamericana de
Derechos Humanos y los jueces nacionales, Fundación Universitaria de Derecho, Administración y Política,
S.C. Santiago de Querétaro, 2012, p. 270.
9
que incorpora otros derechos humanos provenientes de otras fuentes como los enunciadas
en los artículos 15 y 16 constitucionales, es decir, el propio derecho internacional y la
22
jurisprudencia generada en virtud de él . Por tanto, la enumeración de derechos que realiza
la Constitución hondureña no es exhaustiva o supresora de otros derechos, descartando de
este modo el principio de interpretación ​inclusio unius est exclusio alterius, ​es decir, que la
23
inclusión de uno supone la exclusión del otro .

La segunda premisa es que uno de los instrumentos internacionales que mayor impacto
tiene en el ordenamiento jurídico hondureño es la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, ratificada por el Estado el 5 de septiembre de 1977. El intérprete final de este
tratado es la Corte IDH, cuya competencia fue reconocida por Honduras el 9 de septiembre
de 1981. Este reconocimiento implicó cederle a este tribunal internacional la facultad para
aclarar y desarrollar los estándares normativos interamericanos, evaluar el grado de
actuación estatal de conformidad con las obligaciones internacionales y ordenar la adopción
de las medidas preventivas o correctivas para asegurar el cumplimiento de las mismas.

A la luz de estas premisas, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de


Honduras ha planteado tres cuestiones importantes. En primer lugar, que la Constitución de
la República constituye el estatus mínimo de protección del ser humano y su dignidad, ya
que no se agota en su texto, sino que trasciende a sí misma y se complementa con los
tratados internacionales de derechos humanos ratificados por Honduras, y entre ellos
interactúan y se auxilian mutuamente en la tutela de la dignidad humana y los derechos
24
humanos .

En segundo lugar, que las normas y derechos fundamentales de origen supranacional se


incorporan al derecho interno para formar parte del llamado “Bloque de
Constitucionalidad”; que la Sala de lo Constitucional puede declarar la invalidez de las
normas que contravengan los tratados internacionales vigentes en materia de derechos
humanos; que los demás jueces y juezas, en los asuntos de su competencia, pueden

22
J. Mejía Rivera y J. Padilla Eveline, “El control de convencionalidad en Honduras. Avances y desafíos. En J.
A. Mejía Rivera, J. J. Becerra R., y R. Flores (Coord.), ​El control de convencionalidad en Centroamérica, México
y Panamá. Editorial San Ignacio/Editorial Guaymuras,​ Tegucigalpa, 2016, pp. 74-79.
23
A. A. Cançado Trindade, ​El Derecho Internacional de los Derechos Humanos en el siglo XXI. Editorial Jurídica
de Chile. Santiago de Chile, ​2001, p. 272.
24
Sala de lo Constitucional, AA-0406-2013, de fecha 28 de junio de 2013, considerando 20.
10
desaplicar tales normas para efectos del caso concreto y sin hacer una declaración de
invalidez de las disposiciones; y que “las autoridades del país que no ejerzan funciones
jurisdiccionales deben interpretar los derechos humanos de la manera que más los
favorezca, sin que estén facultadas para declarar la invalidez de las normas o para
25
desaplicarlas en los casos concretos” .

Y en tercer lugar, que son vinculantes no sólo las sentencias de la Corte IDH en las que el
Estado de Honduras es parte en el litigio, sino también aquellas en las que no lo es, pues en
virtud de lo normado en el artículo 2 de la Ley Sobre Justicia Constitucional y a la luz de los
artículos 15, 16, 17 y 18 de la Constitución de la República, la interpretación convencional,
por ejemplo, de las sentencias ​Mirna Mack vs. Guatemala (2003), ​Almonacid Arellano vs.
Chile (2003) y ​Juan Gelman vs. Uruguay (​ 2011), pueden ser “relacionadas y desarrolladas
26
pertinentemente como derecho vinculante también para el Estado de Honduras” .

En este punto es necesario destacar que la jurisprudencia de la Corte IDH comprende toda
interpretación de la Convención Americana, de sus Protocolos adicionales y de otros
instrumentos de la misma naturaleza, tanto la realizada en las sentencias pronunciadas en
los casos contenciosos, así como en las demás resoluciones sobre medidas provisionales,
27
supervisión de cumplimiento e interpretación de senten​cia, y opiniones consultivas . Si bien
es cierto que las opiniones consultivas no tienen el carácter de una sentencia, éstas
representan “una guía ineludible” para la aplicación de la Convención Americana por parte
28
del Estado y contribuyen al cumplimiento de sus obligaciones internacionales “en lo que
29
concierne a la protección de los derechos humanos” .

25
​Ibid.​ , considerandos 11 y 12.
26
Sala de lo Constitucional. Recurso de Inconstitucional vía Acción RI-1343-2014 acumulada con el
RI-0243-2015, considerando 20.
27
Corte Interamericana de Derechos Humanos, C​aso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas, s​ entencia de 26 de noviembre de 2010, Voto razonado del juez Ad
Hoc Eduardo Ferrer Mac-Gregor, párr. 31 y 48-49.
28
V. Abramovich y C. Courtis, ​Los derechos sociales como derechos exigibles,​ Trotta, Madrid, 2004, pp. 76-77.
29
Corte Interamericana de Derechos Humanos, ​“Otros Tratados” Objeto de la Función Consultiva de la Corte
(Art. 64 Convención Americana sobre Derechos Humanos), O ​ pinión Consultiva OC-1/82 del 24 de septiembre
de 1982, párr. 25.
11
2.2.2 Los estándares internacionales como base universal del derecho
aplicable en materia de prisión preventiva

El artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) dispone que


‘’toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no
se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
30
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa’’ .

Junto con la DUDH, el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) es una
fuente fundamental del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y dedica unos
artículos a la limitación de la prisión preventiva. El artículo 9, el PIDCP asevera que:

1. todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá ser
sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privada de su libertad,
salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en
ésta. [...]

3. Toda persona detenida o presa a causa de una infracción penal será llevada sin demora
ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales
y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en
libertad. La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser
la regla general, pero su liberación podrá estar subordinada a garantías que aseguren
la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier otro momento de
las diligencias y, en su caso, para la ejecución del fallo.

4. Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o prisión tendrá derecho
a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible sobre la
legalidad de su prisión y ordene su libertad si la prisión fuera ilegal.

5. Toda persona que haya sido ilegalmente detenida o presa, tendrá el derecho efectivo a
obtener reparación’’.

30
Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 11, 1948. Disponible aquí:
https://www.un.org/es/documents/udhr/UDHR_booklet_SP_web.pdf
12
Luego, el artículo 14 del mismo instrumento establece a partir de su segundo párrafo que
‘’toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras
no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley.’’

La DUDH y el PIDCP son las más conocidas, pero no las únicas herramientas del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos que crean obligaciones a los Estados miembros. Los
Estados tienen que asegurarse de que las condiciones de reclusión en cada una de sus
cárceles se ajusten a las líneas o directrices de varias normas internacionales de ​soft-law
31
como las Reglas Nelson Mandela y el Conjunto de Principios para la protección de todas las
32
personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión . Entre varias reglas y
principios, las que son relativas a la prisión preventiva especialmente tratan también del
33 34
principio de presunción de inocencia , del carácter excepcional de la prisión preventiva
35
como de la necesaria celeridad de los procesos .

En adición a los mecanismos del Consejo de Derechos Humanos, el Grupo de Trabajo sobre
la Detención Arbitraria ha abordado igualmente los estándares que permiten determinar si
la privación de la libertad resulta arbitraria. Su trabajo está basado en cinco categorías: 1)
cuando resulte imposible invocar sustento jurídico que justifique dicha privación de la
libertad; 2) cuando la privación de la libertad sea consecuencia del ejercicio de
determinados derechos garantizados en la Declaración Universal de Derechos Humanos o
en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 3) cuando se haya incurrido en una
violación grave del derecho a un juicio imparcial; 4) cuando aquellas personas que buscan
asilo, migrantes o refugiados sean objeto de una detención administrativa prolongada, sin
posibilidad de examen o recurso administrativo o judicial; y 5) cuando la privación de la

31
Consejo Económico y Social, Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos o
‘’​Reglas Nelson Mandela​’’, aprobación en 1957, revisión en 2015. Disponibles aquí: aprobación
https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/TreatmentOfPrisoners.aspx revisión
https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/Nelson_Mandela_Rules-S-ebook.pdf
32
Asamblea General de las Naciones Unidas, ​Conjunto de Principios para la protección de todas las personas
sometidas a cualquier forma de detención o prisión, resolución 43/1733, 9 de diciembre de 1988. Disponible
aquí: https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/DetentionOrImprisonment.aspx
33
​Ibid.​ Principio 36; Reglas Nelson Mandela, Regla 111 (ex-84).
34
Asamblea General de las Naciones Unidas, Reglas mínimas de las Naciones Unidas sobre las medidas no
privativas de la libertad o ‘​’Reglas de Tokio​’’, Regla 6.1, Resolución 45/110, 14 de diciembre de 1990.
Disponible aquí: https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/TokyoRules.aspx
35
Asamblea General de las Naciones Unidas, ​Conjunto de Principios para la protección de todas las personas
sometidas a cualquier forma de detención o prisión​, Principios 37 y 38.
13
libertad constituya una vulneración del derecho internacional por tratarse de discriminación
por cualquier motivo.

Por todas estas razones, los principios de presunción de inocencia y de excepcionalidad de la


prisión preventiva son fundamentos de la protección legal de las personas procesadas y
encarceladas, indispensables para el respeto de los derechos humanos al nivel universal.

2.2.3 Estándares interamericanos como fuente adicional del derecho


aplicable en materia de prisión preventiva en Honduras

Al nivel interamericano, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)


estableció en 2013 y después en 2017, el carácter fundamental de la presunción de
inocencia, la naturaleza excepcional de la prisión preventiva y la observancia a los criterios
de legalidad, necesidad y proporcionalidad que deben seguir los Estados miembros de la
36
OEA .

La prisión preventiva no está regulada como tal en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH), pero dos normas la regulan indirectamente: el artículo 7.3 de la CADH
que establece que “nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios’’ y
el artículo 8.2 del mismo tratado, que dispone que ‘’toda persona inculpada de un delito
tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
37
culpabilidad’’. A partir de esta base legal, la Corte IDH desarrolla cinco principios ​y
establece las condiciones para la aplicación de la prisión preventiva.

2.2.3.1 Criterios que rigen la prisión preventiva establecidos por la Corte IDH

La prisión preventiva constituye una medida excepcional. ​Debido a los efectos negativos
que puede tener el encarcelamiento y que con frecuencia son irreversibles, el derecho
internacional requiere que la prisión preventiva sea la ​excepción y no la norma​. Al respecto,

36
CIDH, Informe sobre medidas dirigidas a reducir el uso de la prisión preventiva en las Américas,​
OEA/Ser.L/V/II.163, Doc. 105, 3 julio 2017, párr. 1. Disponible aquí:
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/PrisionPreventiva.pdf; CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión
preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre 2013, párr. 5, 25, 86 y 131-216. Disponible
aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
37
M. Gómez Pérez, ‘​’La Jurisprudencia interamericana sobre prisión preventiva’​ ’, Biblioteca Jurídica Virtual
del Instituto de Investigaciones jurídicas de la UNAM, 2014. Disponible aquí:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/8/3817/11.pdf
14
la Corte IDH ha señalado que“la prisión preventiva es la medida más severa que se le puede
aplicar al imputado de un delito, motivo por lo cual su aplicación debe tener un carácter
38
excepcional ’’. En este sentido, la Corte ha establecido que “la regla debe ser la libertad del
39
procesado mientras se resuelve acerca de su responsabilidad penal’’ .

La prisión preventiva debe ser proporcional​. A través de su sentencia en el caso ​Barreto


40
Leiva vs. Venezuela , ya abordado previamente, la Corte IDH estableció al menos cinco
reglas para definir el principio de proporcionalidad: 1) Debe existir una relación entre la
medida cautelar determinada y el fin que se persigue con ella, de manera que el sacrificio
impuesto al reo no sea exagerado o desmedido; 2) El Estado debe evitar que la medida de
coerción procesal sea igual o, incluso, más gravosa que la pena que puede esperar el
procesado en caso de condena; 3) No se debe autorizar la privación cautelar de la libertad
en supuestos en los que no sería posible aplicar la pena de prisión; 4) La prisión preventiva
debe cesar cuando se ha excedido la duración razonable de dicha medida; y, por último, 5)
Una persona considerada inocente no debe recibir igual o peor trato que una persona
condenada.

La prisión preventiva debe ser necesaria​. Este principio de necesidad en materia de prisión
preventiva fue determinado por la Corte IDH en 2005, al pronunciarse sobre el caso
Palamara Iribarne vs. Chile​. De hecho, establece que “el Estado puede ordenar la prisión
preventiva cuando se cumpla con los requisitos necesarios para restringir el derecho a la
libertad personal, existan indicios suficientes que permitan suponer razonablemente la
culpabilidad de la persona sometida a un proceso y que sea estrictamente necesaria para
asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá
41
la acción de la justicia’’ . Estos tres requisitos generan un cierto debate en cuanto a la
definición de los términos por lo que el Estado debe fundamentar jurídicamente y acreditar
42
los requisitos .

38
Corte IDH, Caso Tibi vs. Ecuador, Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas, sentencia del 7 de
septiembre de 2004, serie C, núm. 114, párr.106.
39
Corte IDH, ​Caso Barreto Leiva vs. Venezuela, Fondo, reparaciones y costas, ​sentencia del 17 de noviembre
de 2009, serie C, núm. 206, párr. 121.
40
​Ibid.​ párr. 122.
41
Corte IDH, ​Caso Palamara Iribarne vs. Chile, Fondo, reparaciones y costas, sentencia del 22 de noviembre de
2005, serie C, núm. 135, párr. 198.
42
Sobre este caso se puede ver también: Aguirre Bravo, Luppy, ‘’​El Caso Palamara Iribarne vs. Chile​’’, Revista
de Estadios de la Justicia, Facultad de Derecho, Universidad de Chile, núm. 9, año 2007.
15
La prisión preventiva no puede estar determinada por el tipo de delito​. “Este es quizá uno
de los criterios más importantes de la Corte Interamericana, y también uno de los más
antiguos en esta materia, pues fue establecido desde 1997 al resolver el ​Caso Suárez Rosero
43 44
vs. Ecuador’’ . En este caso , el artículo 114 bis del Código Penal ecuatoriano estaba en
debate por su última disposición que establecía una excepción al derecho de ser liberado
cuando existían ciertas condiciones pues, por ejemplo, no valía para los encausados por
delitos sancionados por la Ley sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas. Así, la
legislación ecuatoriana determinaba la prisión preventiva en función del tipo de delito. No
obstante, la Corte se opuso y consideró “que esa excepción despoja a una parte de la
población carcelaria de un derecho fundamental en virtud del delito imputado en su contra
y, por ende, lesiona intrínsecamente a todos los miembros de dicha categoría de
45
inculpados’’ . Añade que esta excepción “infringe el artículo 2 de la Convención por cuanto
Ecuador no ha tomado las medidas adecuadas de derecho interno que permitan hacer
46
efectivo el derecho contemplado en el artículo 7.5 de la Convención’’ . Al dejar este tipo de
disposición condicional en su legislación, los Estados limitan el derecho humano
fundamental de la libertad personal del que goza todo ser humano. Veinte años después, la
CIDH recordó la importancia de este criterio y establece que las normativas que excluyen la
posibilidad de aplicar otras medidas cautelares distintas de la prisión preventiva en razón de
la gravedad del acto o de la expectativa de la pena, resultan contrarias a los estándares de
47
aplicación en la materia .

La prisión preventiva no puede estar determinada por la gravedad del delito​. En el caso
López Álvarez vs. Honduras​, la Corte estableció que ‘’las características personales del
supuesto autor y la gravedad del delito que se le imputa no son, por sí mismos, justificación
48
suficiente de la prisión preventiva’’ . Para evitar la consecución de arbitrariedades,

43
M. Gómez Pérez, ​La Jurisprudencia interamericana sobre prisión preventiva​, Biblioteca Jurídica Virtual del
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 2014. Disponible aquí:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/8/3817/11.pdf
44
Corte IDH, ​Caso Suárez Rosero vs. Ecuador, Fondo, sentencia del 12 de noviembre de 1997, serie C, núm. 35,
párr. 97.
45
​Ibid.​ , párr. 98.
46
​Ibid.​ , párr. 99.
47
CIDH, Informe sobre medidas dirigidas a reducir el uso de la prisión preventiva en las Américas,​
OEA/Ser.L/V/II.163, Doc. 105, 3 julio 2017, párr. 1 y 88. Disponible aquí:
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/PrisionPreventiva.pdf
48
Corte IDH, ​Caso López Álvarez vs. Honduras, Fondo, Reparaciones y Costas,​ sentencia del 1 de febrero de
2006, serie C, núm. 141, párr. 69.
16
‘’cualquier persona puede ser acusada de un delito, pero nunca resulta aceptable que la
simple acusación de un delito, por más grave que éste pueda ser, motive automáticamente
49
la privación de la libertad del acusado’’ .

En definitiva, a través de estos criterios fundamentales, la Corte IDH dejó claramente


expresado que en el Sistema Interamericano prima la presunción de inocencia y el derecho
a la libertad de cada uno de los habitantes de los Estados miembros, pero no se limita en
estos puntos puesto que después determina y explica las condiciones de aplicación de estos
principios, dejando una guía clara de acción.

2.2.3.2 Condiciones establecidas por la Corte IDH para la aplicación de los


principios descritos en el numeral anterior

Entre las trece condiciones destacadas por la Comisión IDH a partir de la jurisprudencia de la
50
Corte IDH , cinco merecen atención.

Fundamentos legítimos o causales de procedencia​: La prisión preventiva sólo puede


51 52 53
aplicarse en procesos penales y con fines procesales necesarios para cautelar los
efectos del proceso. Asimismo, “la Comisión Interamericana entiende que la norma
contenida en el artículo 7.5 de la Convención prevé como únicos fundamentos legítimos de
la prisión preventiva los riesgos de que el imputado intente eludir el accionar de la justicia o
54
de que intente obstaculizar la investigación judicial’’ . Por lo tanto, la medida de prisión
preventiva no se puede justificar “por fines preventivos como la peligrosidad del imputado,

49
M. Gómez Pérez, ​La Jurisprudencia interamericana sobre prisión preventiva​, Biblioteca Jurídica Virtual del
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 2014. Disponible aquí:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/8/3817/11.pdf; Corte IDH, Caso Bayarri vs. Argentina,
Excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas,​ sentencia del 30 de octubre de 2008, serie C, núm. 187,
párr. 74.
50
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr.143-216. Disponible aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
51
En este mismo sentido se ha pronunciado la Corte Europea respecto de las disposiciones análogas
contenidas en el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Véase al respecto: CrEDH, ​Caso Ostendorf vs.
Germany (Application No. 15598/08)​, Sentencia del 7 de marzo de 2013 (Sección Quinta de la Corte), párr. 68.
52
Corte IDH, ​Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas,​ Sentencia de 17 de noviembre
de 2009, Serie C No. 206, párr. 111; Corte IDH, ​Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, S ​ entencia de 21 de noviembre de 2007, Serie C No. 170, párr. 103.
53
Corte IDH, Caso Bayarri Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas​, Sentencia de 30
de octubre de 2008. Serie C No. 187, párr. 74; Corte IDH, ​Caso López Álvarez Vs. Honduras, Sentencia de 1 de
febrero de 2006, Serie C No. 141, párr. 69.
54
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr.144. Disponible aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
17
55
la posibilidad de que cometa delitos en el futuro o la repercusión social del hecho’’ .
Además, ante la posibilidad que por la vía legal se establezcan criterios de aplicación
contrarios al régimen creado por la Convención, la Corte responde que ‘’[l]a legislación que
establece las causales de restricción de la libertad personal debe ser dictada de conformidad
con los principios que rigen la Convención, y ser conducente a la efectiva observancia de las
56
garantías en ella prevista” . Así, causales de justificación de prisión preventiva pueden ser
consideradas como no válidas o insuficientes.

Criterios de necesidad, proporcionalidad y razonabilidad​: El uso de la prisión preventiva


debe estar limitado por los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y
razonabilidad vigentes en una sociedad democrática, el respeto y garantía del derecho a la
presunción de inocencia y de la naturaleza excepcional de la prisión preventiva.

Primero, conforme al criterio de ​necesidad​, “la prisión preventiva, al igual que el resto de las
medidas cautelares, se deberá imponer en tanto sea indispensable para los objetivos
57
propuestos’’ , es decir cuando es ‘’el único medio que permita asegurar los fines del
proceso’’. Además, este criterio no sólo es fundamental cuando se decide la aplicación de la
prisión preventiva, sino también cuando se evalúa la pertinencia de su prolongación. “La
detención preventiva de una persona no debe prolongarse por un periodo más allá del cual
el Estado pueda dar una justificación adecuada de la necesidad de la misma, de lo contrario
58
la privación de libertad se torna arbitraria’’ .

Luego, no se puede aplicar la medida de prisión preventiva sin haber confrontado el objetivo
que se persigue con esta medida restrictiva del derecho a la libertad personal con los
sacrificios que la misma comporta. Este criterio de ​proporcionalidad es susceptible de
aplicarse en dos dimensiones resumidas en la sentencia de la Corte IDH en el caso Barreto
Leiva vs. Venezuela:

55
​Ibid.​
56
Corte IDH, Caso Servellón García y otros Vs. Honduras, ​sentencia de 21 de septiembre de 2006. Serie C No.
152, párr. 89.
57
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr.159. Disponible aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
58
ONU, HRC, Communication No. 1547/2007, ​Munarbek Torobekov vs. Kyrguzstan, decisión del 27 de octubre
de 2011, CCPR/C/103/D/1547/2007, párr. 6.3; ONU, HRC, Communication No. 1369/2005, Félix Kulov, decisión
del 26 de julio de 2010, CCPR/C/99/D/1369/2005, párr. 8.3. En el mismo sentido, Corte IDH. Caso Bayarri Vs.
Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas,​ Sentencia de 30 de octubre de 2008. Serie C
No. 187, párr. 74.
18
[U]na persona inocente no debe recibir igual o peor trato que una persona condenada. El
Estado debe evitar que la medida de coerción procesal sea igual o más gravosa para
el imputado que la pena que se espera en caso de condena. Esto quiere decir que no
se debe autorizar la privación cautelar de la libertad, en supuestos en los que no
sería posible aplicar la pena de prisión, y que aquélla debe cesar cuando se ha
excedido la duración razonable de dicha medida. El principio de proporcionalidad
implica, además, una relación racional entre la medida cautelar y el fin perseguido,
de tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la libertad no
resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal
59
restricción .

Finalmente, el criterio de ​razonabilidad llevó a la Corte IDH a establecer que el artículo 7.5
de la Convención ‘’impone límites temporales a la duración de la prisión preventiva y, en
consecuencia, a las facultades del Estado para asegurar los fines del proceso mediante esta
medida cautelar’’. Al mantener a una persona privada de libertad por un tiempo no
razonable, los jueces le estarían imputando una pena anticipada pese a que la Corte lo
60
prohíbe de manera expresa . Así, “aun cuando medien razones para mantener a una
persona en prisión preventiva, el artículo 7.5 garantiza que aquella sea liberada si el periodo
61
de la detención ha excedido el límite de lo razonable’’ . La prisión preventiva debe estar
62
sustentada por razones relevantes y suficientes que la justifiquen y que sean
63
“particularmente convincentes’’ . Para establecer esas razones, pueden ser considerados
elementos como la complejidad del caso (características del hecho y su dificultad

59
Corte IDH. ​Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. ​Sentencia de 17 de noviembre
de 2009. Serie C No. 206, párr. 122.
60
Corte IDH. ​Caso López Álvarez Vs. Honduras. Sentencia de 1 de febrero de 2006. Serie C No. 141, párr. 69;
Corte IDH. ​Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie C No. 129, párr. 111;
Corte IDH. ​Caso Tibi Vs. Ecuador. Sentencia de 7 de septiembre de 2004. Serie C No. 114, párr. 180; Corte IDH.
Caso “Instituto de Reeducación del Menor” Vs. Paraguay.​ Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie C No.
112, párr. 229; Corte IDH. Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador.​ Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No.
35, párr. 77. Igualmente, CIDH. Informe No. 86/09, ​Caso 12.553, Fondo, José, Jorge y Dante Peirano Basso vs.
Uruguay, 6 de agosto de 2009, párr. 133; CIDH. Informe No. 2/97, Caso 11.205, Fondo, Jorge Luis Bronstein y
otros vs. Argentina, 11 de marzo de 1997, párr. 12; CIDH. ​Tercer Informe sobre la Situación de los Derechos
Humanos en Paraguay​, Cap. IV, párr. 34.
61
Corte IDH. Caso Bayarri Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas​. Sentencia de 30
de octubre de 2008. Serie C No. 187, párr. 74.
62
CrEDH, Caso Meinikova vs. Rússia (Application No. 24552/02), Sentencia del 30 de enero de 2008 (Primera
Sección de la Corte), párrs. 83 y 84.
63
CrEDH, ​Caso I.A. vs. France (Application 28213/95)​, Sentencia 23 de septiembre de 1998 (Pleno de la Corte),
párr. 111.
19
probatoria) y el nivel de diligencia de las autoridades judiciales en la conducción de la
investigación.

Autoridad competente, proceso decisorio, motivación e indicios​: En cuanto a la ​autoridad


competente para decidir la aplicación de la prisión preventiva, la Comisión considera que el
sentido del artículo 7.5 de la Convención es de establecer que la misma sea necesariamente
64
una autoridad judicial . Se establece la naturaleza de la autoridad que ordena la detención
en función de sus atribuciones y competencias que le corresponden de acuerdo con el
65
ordenamiento constitucional . En función de garantizar la independencia e imparcialidad de
la justicia, esta decisión sólo puede emanar de las funciones jurisdiccionales y no del
Ministerio Público. Asimismo, el juez responsable de la resolución debe establecer
claramente los límites temporales de la aplicación de la medida de prisión preventiva.

En cuanto al momento procesal, el juez debe examinar todos los hechos y argumentos a
favor o en contra de la existencia de los peligros procesales que justificarían la aplicación o
66
mantenimiento de la prisión preventiva, según sea el caso . En los procedimientos en los
que se decida la aplicación de la medida, el acusado deberá tener la posibilidad de estar
presente y ser escuchado por el juez. La Comisión recuerda aquí que “es preciso reiterar la
necesidad de contar con sistemas adecuados de programación y ejecución de audiencias, de
forma tal que las audiencias que se programen sean efectivamente celebradas, y así reducir
67
los índices de cancelación y reprogramación de las mismas’’ .

Por último, “las decisiones que adopten los órganos internos que puedan afectar derechos
humanos deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían decisiones
68
arbitrarias” . Hasta el GTDA desarrolló este principio fundamental, señalando que “[e]l
fundamento jurídico que justifica la privación de libertad debe ser accesible, comprensible y

64
CIDH. Informe No. 86/09, Caso 12.553, Fondo, José, Jorge y Dante Peirano Basso vs. Uruguay, 6 ​ de agosto de
2009, párrs. 115 y 116.
65
Corte IDH. ​Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie C No. 129, párr. 80;
Corte IDH. ​Caso Tibi Vs. Ecuador.​ Sentencia de 7 de septiembre de 2004. Serie C No. 114, párr. 119.
66
CIDH. Informe No. 86/09, Caso 12.553, ​Fondo, José, Jorge y Dante Peirano Basso vs. Uruguay, ​6 de agosto
de 2009, párrs. 86 y 87.
67
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr.181. Disponible aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
68
Corte IDH. Caso Yvon Neptune Vs. Haití. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de mayo de 2008.
Serie C No. 180, párr. 108; Corte IDH. ​Caso Yatama Vs. Nicaragua. Sentencia de 23 de junio de 2005. Serie C
No. 127, párr. 152.
20
69
no retroactivo, y debe aplicarse de manera coherente y previsible a todos por igual” . A
través de su sentencia ​Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador,​ la Corte añadió que una
motivación suficiente de la aplicación de la prisión preventiva correspondía a la
consideración de indicios razonables y suficientes que vinculen al acusado, con sospechas
razonables fundadas en hechos o información “capaces de persuadir a un observador
70
objetivo de que el encausado puede haber cometido una infracción’’ , fines legítimos,
71
aplicación excepcional y criterios de necesidad, razonabilidad y proporcionalidad .

Control judicial y recursos​: En el sistema interamericano, se ha establecido como un


principio fundamental que para que un recurso sea efectivo, “se requiere que sea realmente
idóneo para establecer si se ha incurrido en una violación a los derechos humanos y proveer
72
lo necesario para remediarla” . Conforme a los artículos 8 y 25 de la Convención
Americana, el análisis de la autoridad competente no puede reducirse a una mera
formalidad y tiene que realizarse tomando en cuenta la necesaria garantía de imparcialidad
73
del juzgador y el derecho a ser oído como presupuestos del debido proceso legal’’ .
Además, las Reglas de Tokio establecen que el acusado “tendrá derecho a apelar ante una
autoridad judicial u otra autoridad independiente y competente en los casos en que se
74
imponga prisión preventiva” . La Comisión observa que los reclamos relativos a posibles
violaciones a los derechos humanos derivadas de la aplicación de la prisión preventiva
tienen, en relación con el artículo 46(1)(a) de la Convención, su propia dinámica de

69
ONU, Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, ​Informe Anual presentado al Consejo de Derechos
Humanos​, A/HRC/22/44, publicado el 24 de diciembre de 2012, párr. 62.
70
Corte IDH. ​Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C No. 170, párrs. 101-103. Además del
caso Fox, Campbell and Hartley, citado por la Corte Interamericana en el texto correspondiente a esta nota
al pie, la referida definición de sospecha razonable también fue seguida por la Corte Europea, por ejemplo,
en: CrEDH, ​Case of Grinenko v. Ukraine (Application No. 33627/06), Sentencia del 15 de noviembre de 2012
(Sección Quinta de la Corte), párr.82; CrEDH, ​Case of K.-F. v. Germany ​(Application No. 25629/94), Sentencia
del 27 de noviembre de 1997, párr. 57.
71
Corte IDH. ​Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas.​ Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C No. 170, párr. 93.
72
Corte IDH. ​Garantías Judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre
Derechos Humanos). O ​ pinión Consultiva OC-9/87 del 6 de octubre de 1987. Serie A No. 9, párr. 24.
73
CIDH. Informe No. 86/09, Caso 12.553, ​Fondo, José, Jorge y Dante Peirano Basso vs. Uruguay, ​6 de agosto
de 2009, párr. 119
74
Asamblea General de las Naciones Unidas, Reglas mínimas de las Naciones Unidas sobre las medidas no
privativas de la libertad o ‘​’Reglas de Tokio​’’, Regla 6.3, Resolución 45/110, 14 de diciembre de 1990.
Disponible aquí: https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/TokyoRules.aspx
21
agotamiento de los recursos internos, independiente de aquella propia del proceso penal
75
como un todo .

Revisión periódica, debida diligencia y priorización del trámite​: Periódicamente, las


autoridades judiciales nacionales deben de revisar y asegurar que el periodo de detención
76
preventiva no exceda de un plazo razonable . En cualquier momento en que parezca que
no están presentes las condiciones iniciales que justificaron la aplicación de la prisión
preventiva, “deberá decretarse la libertad sin perjuicio de que el proceso respectivo
77
continúe’’ . Así, la revisión periódica permite garantizar la naturaleza excepcional de la
prisión preventiva. “El derecho de toda persona detenida de ser juzgada dentro de un plazo
razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso (artículo 7.5 de
la Convención y XXV de la Declaración), implica la obligación correlativa del Estado de
“tramitar con mayor diligencia y prontitud los procesos penales en los que el imputado se
78
encuentre privado de libertad” . Asimismo, los individuos acusados tienen el derecho a que
79
su caso sea resuelto con prioridad y conducido con diligencia .

En conclusión, las obligaciones que corresponden a los Estados miembros en materia de


aplicación de la medida de prisión preventiva son varias y tienen carácter de fundamentales
porque de ellas depende la garantía del derecho a la presunción de inocencia y de la
naturaleza excepcional de la prisión preventiva. Sin embargo y pese a la existencia de estas
obligaciones, en la práctica, existe una brecha entre el derecho y su implementación.

75
CIDH. Informe No. 12/96, caso 11.245, ​Fondo, Jorge A. Giménez vs. Argentina, ​1 de marzo de 1996, párr. 57.
76
CrEDH, ​Case of McKay v. The United Kingdom (Application No. 543/03), Sentencia del 3 de octubre de 2006
(Pleno de la Corte), párr. 45; CrEDH, ​Case of Sardinas Albo v. Italy (Application No. 56271/00​), Sentencia del 17
de febrero de 2005 (Primera Sección de la Corte), párr. 85; CrEDH, Case of Labita v. Italy (Application No.
26772/95), Sentencia del 6 de abril de 2000 (Pleno de la Corte), párr. 152; CrEDH, ​Case of Letellier v. France
(Application 12369/86)​, Sentencia del 26 de junio de 1991 (Pleno de la Corte), párr. 35
77
Corte IDH. Caso Bayarri Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30
de octubre de 2008. Serie C No. 187, párrs. 74 y 76; Corte IDH. ​Caso Yvon Neptune Vs. Haití. Fondo,
Reparaciones y Costas. S​ entencia de 6 de mayo de 2008. Serie C No. 180, párr. 108.
78
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr.208. Disponible aquí: ​http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
79
CIDH. Informe No. 86/09, Caso 12.553, Fondo, José, Jorge y Dante Peirano Basso vs. Uruguay,​ 6 de agosto de
2009, párrs. 76 y 127; CIDH. Informe No. 12/96, caso 11.245, Fondo, Jorge A. Giménez, Argentina, 1 de marzo
de 1996, párr. 110.
22
2.3 Estándares internacionales y su implementación en materia de prisión
preventiva

A pesar de la existencia de varias normas en vigor, la región latinoamericana presenta


niveles cada vez más altos de prisión preventiva, debido a diversas razones estructurales y
coyunturales.

2.3.1 Implementación del derecho aplicable a la prisión preventiva

En varias ocasiones, la CIDH concluyó que “el uso no excepcional de la prisión preventiva
[era] uno de los problemas más graves y extendidos que enfrenta[ba]n los Estados
miembros de la OEA en cuanto al respeto y garantía de los derechos de las personas
80
privadas de libertad; un problema que no parece resolverse, año tras año’’ .

En 2013, en las conclusiones de su ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las


Américas​, la Comisión IDH realizó un alarmante balance de la situación. Abordando el
‘’fracaso del sistema de administración de justicia’’ y de lo “inadmisible’’ que era esa
81
situación en una sociedad democrática , o destacando ‘’la primacía de la dignidad de la
82
persona humana y de los derechos fundamentales que le son inherentes’’ , la Comisión
recuerda a los Estados miembros los principios de excepcionalidad, legalidad, presunción de
83
inocencia, razonabilidad, necesidad y proporcionalidad que tienen que traslucir, a nivel
nacional, a través de cada sistema judicial y penitenciario . Además, califica de “grave
violación de los derechos humanos consagrados en la Convención y otros instrumentos
internacionales, el uso no excepcional de la prisión preventiva como estrategia de política
criminal’’ y concluye que es “una de las principales causas de la grave crisis de muchos
84
sistemas penitenciarios de la región’’ .

80
CIDH​, Informe sobre los Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad en las Américas (2011);
Informe sobre el Uso de la Prisión Preventiva en las Américas (2013); Informe sobre Medidas Dirigidas a
Reducir el Uso de la Prisión Preventiva en las Américas (2017).
81
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr.317. Disponible aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
82
​Ibid.​ , párr. 318.
83
​Ibid.​ , párr. 319.
84
​Ibid.​ , párr. 323.
23
En 2017, la CIDH reiteró sus inquietudes y destacó que “la aplicación arbitraria e ilegal de la
85
prisión preventiva es un problema crónico en la región’’ . A pesar de los esfuerzos y
avances realizados por algunos países americanos, la Comisión estableció una serie de
desafíos persistentes como

a) políticas criminales que proponen mayores niveles de encarcelamiento como solución a la


inseguridad ciudadana, que se traducen en la existencia de legislación y prácticas
que privilegian la aplicación de la prisión preventiva y que restringen la posibilidad
de aplicación de medidas alternativas; b) prevalencia de la política de mano dura en
los discursos de altas autoridades para poner fin a la inseguridad ciudadana
mediante la privación de libertad, y la consecuente presión de los medios de
comunicación y la opinión pública en este sentido; c) utilización de mecanismos de
control disciplinario como medio de presión o castigo contra las autoridades
judiciales que determinan la aplicación de las medidas alternativas; d) inadecuada
defensa pública, y e) falta de coordinación interinstitucional entre actores del
86
sistema de administración de justicia .

Igualmente, la Comisión subrayó que la prisión preventiva es la principal causa del


hacinamiento en las prisiones de América Latina, y que el hacinamiento genera malas
87
condiciones de vida, con violaciones a la dignidad e integridad de los presos .

Además de consecuencias negativas como las descritas, la prisión preventiva afecta tanto a
la persona procesada como a su familia y, según el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas
sobre la Prisión Arbitraria, las personas en situación de prisión preventiva tienen menor
88
probabilidad de ser exculpadas que quienes permanecen en libertad antes de ser juzgados .

En definitiva, la práctica de la prisión preventiva se encuentra, hoy en día y en las Américas,


en situación de violación flagrante de los estándares internacionales y regionales. Esta

85
CIDH, Informe sobre medidas dirigidas a reducir el uso de la prisión preventiva en las Américas,​
OEA/Ser.L/V/II.163, Doc. 105, 3 julio 2017, párr. 1.
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/PrisionPreventiva.pdf
86
​Ibid.​ , párr. 17.
87
​Ibid.​ , párr. 20 y 109.
88
Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, ​Informe del Grupo de Trabajo sobre Prisión Arbitraria,
E/CN.4/2006/7, 12 de diciembre de 2005, párr. 66. Disponible aquí: ​Link.
24
preocupante situación y conclusión ha sido explicada y sustentada con los siguientes
argumentos.

2.3.2 Razones que explican los altos niveles de prisión preventiva

La Comisión IDH estableció las razones para un resultado tan crítico, refiriéndose, entre
otras causas a “la tendencia a utilizar la prisión preventiva como primera alternativa; las
restricciones legales de distinto tipo a la aplicación de medidas cautelares distintas de la
prisión preventiva para determinados delitos; la renuencia de los jueces en decretar estas
medidas, aun cuando estén previstas en la ley; la debilidad institucional y falta de
independencia de las defensas públicas; las dificultades en el acceso a la defensa pública; las
falencias en el proceso decisorio previo a la aplicación de la prisión preventiva, en especial
respecto del derecho a ser escuchado con las debidas garantías; la falta de recursos
judiciales efectivos frente a la detención preventiva ilegal o arbitraria; la aplicación
extendida de esta medida a personas acusadas de delitos menores; la presión mediática y
proveniente de otros órganos del poder público hacia los jueces; las deficiencias
estructurales de los sistemas judiciales, en particular la mora judicial; y las políticas
89
criminales de “mano dura” .

Asimismo, identificó factores que inciden en el uso no excepcional de la prisión preventiva.


Primero, señaló a las “las políticas criminales que con distinta denominación y mecanismos
plantean la flexibilización y mayor uso de la privación de libertad como vía de solución al
90
fenómeno de la delincuencia’’ . Y luego, destacó ‘’los desafíos relacionados con la actuación
de la judicatura, tanto aquellos que tienen que ver con el respeto a la independencia de
aquellas autoridades encargadas de la aplicación de la prisión preventiva, como de aquellos
91
relativos a otros aspectos de la práctica judicial’’ .

En conclusión, a pesar de la existencia y de la prevalencia de varias normas y principios en


materia de prisión preventiva, en los contextos nacionales se imponen las dificultades
estructurales y coyunturales que obstaculizan el respeto de los derechos humanos. Frente a
un balance tan desalentador por lo que implica en relación a la vigencia de los derechos

89
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr. 50, p.19. Disponible aquí: ​Link.
90
​Ibid.​ , párr. 78.
91
Ibid.
25
humanos en un país y a la aplicación debida de la legislación acorde con los estándares
internacionales, urge repensar el sistema penitenciario y encontrar alternativas a la prisión
preventiva.

2.4 Urgente necesidad de encontrar alternativas a la prisión preventiva frente a los


alarmantes balances generales y nacionales

Cuando la prisión preventiva no es ni necesaria, ni proporcional, ni excepcional, es ilegal. En


esos casos, existe una obligación legal de encontrar medidas alternativas y distintos países
no la están cumpliendo hoy en día; Honduras es uno de ellos.

2.4.1 La obligación de encontrar alternativas a la prisión preventiva

Desde 2013, la Comisión IDH “​ha considerado que el respeto y garantía del derecho a la
libertad personal exige que los Estados recurran a la privación de libertad sólo en tanto sea
necesario para satisfacer una necesidad social apremiante y de forma proporcionada a esa
necesidad. [...] En este sentido, el carácter excepcional de la prisión preventiva implica de
manera concreta que los Estados hagan uso de otras medidas cautelares que no impliquen
92
la privación de libertad de los acusados mientras dura el proceso penal.’​ ’

Esta consideración recuerda que la prisión preventiva no es la única herramienta de la que


puede disponer el órgano jurisdiccional sino solamente una posibilidad entre un amplio
abanico de medidas. Existen medidas alternativas a la prisión preventiva que permiten que
la persona imputada se encuentre en libertad mientras se tramita el proceso penal. Estas
medidas pueden ser de distinta índole y la Comisión IDH proporciona diez ejemplos en su
93
Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas,​ de 2013 , pero también señala
que el listado no es, de ninguna forma, un catálogo exhaustivo. Entre estas medidas
alternativas se encuentran: (a) la promesa del imputado de someterse al procedimiento y de
no obstaculizar la investigación; (b) la obligación de someterse al cuidado o vigilancia de una
persona o institución determinada, en las condiciones que se le fijen; (c) la obligación de

92
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30
diciembre 2013, párr. 221 y 223, p.88. Disponible aquí:
http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
93
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr. 224, p.88. Disponible aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
26
presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él designe; (d) la
prohibición de salir, sin autorización previa, del ámbito territorial que se determine; (e) la
retención de documentos de viaje; (f) la prohibición de concurrir a determinadas reuniones
o de visitar ciertos lugares, de acercarse o comunicarse con personas determinadas, siempre
que no se afecte el derecho a la defensa; (g) el abandono inmediato del domicilio, cuando se
trate de hechos de violencia doméstica y la víctima conviva con el imputado; (h) la
prestación por sí o por un tercero de una fianza o caución pecuniaria; (i) la vigilancia del
imputado mediante algún dispositivo electrónico de rastreo o posicionamiento de su
ubicación física; y (j) el arresto en su propio domicilio o en el de otra persona, sin vigilancia o
94
con la que el juez disponga.

Así, al racionalizar el uso de la prisión preventiva y al ajustarlo a los estándares


internacionales aplicables, se probó que las medidas alternativas permitían ‘’​ a) evitar la
desintegración y estigmatización comunitaria derivada de las consecuencias personales,
familiares y sociales que genera la prisión preventiva; b) disminuir las tasas de reincidencia,
95 96
y c) utilizar de manera más eficiente los recursos públicos’’ . A partir de 2017 , gracias a los
avances en la materia, aparecieron nuevos instrumentos como los mecanismos electrónicos
de seguimiento en materia penal, los procesos de justicia restaurativa en materia penal, y
los programas de tratamiento de drogas bajo supervisión judicial.

Por consiguiente, según el principio de conformidad y de convencionalidad, las legislaciones


nacionales tienen que adaptarse e incluir alternativas para sustituir la prisión preventiva. Sin
embargo, a veces, la aparición de legislación nueva no siempre es una señal de
mejoramiento en el respeto de los derechos humanos.

94
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30 diciembre
2013, párr. 224, p.88. Disponible aquí: http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
95
CIDH, Informe sobre medidas dirigidas a reducir el uso de la prisión preventiva en las Américas,​
OEA/Ser.L/V/II.163, Doc. 105, 3 julio 2017, párr.11. Disponible aquí:
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/PrisionPreventiva.pdf
96
CIDH, Informe sobre medidas dirigidas a reducir el uso de la prisión preventiva en las Américas,​
OEA/Ser.L/V/II.163, Doc. 105, 3 julio 2017, párr. 122-161. Disponible aquí:
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/PrisionPreventiva.pdf
27
2.4.2 Honduras y las medidas alternativas a la prisión preventiva: una cortina
de humo

2.4.2.1 Honduras, un país señalado por los incumplimientos a sus


obligaciones en materia de prisión preventiva

Honduras no aparece en el listado de Estados identificados por la Comisión IDH por


implementar acciones dirigidas a utilizar medidas alternativas para reducir el uso de la
97
prisión preventiva . La ausencia del país en este listado continúa a pesar de algunos
avances impulsados en los últimos años y la Comisión IDH “advierte que siguen existiendo
serios desafíos que ocasionan que dicha medida se utilice de manera general y excesiva, y
98
no con la excepcionalidad que su naturaleza demanda’’ .

Durante la visita in loco a Honduras llevada a cabo en 2018, la Comisión constató progresos
99
, especialmente con el incremento del presupuesto de 2017. Gracias a esta decisión se
pudo establecer vigilancia electrónica como medida alternativa a la prisión preventiva,
celebrar audiencias de manera virtual, mejorar algunos establecimientos penitenciarios e
identificar personas sujetas a beneficios de pre liberación.

Sin embargo, y ‘’a pesar de lo anterior, la situación de las personas privadas de libertad en
100
Honduras continúa siendo de especial preocupación para la Comisión .

En primer lugar, en su informe, la Comisión destaca los altos niveles de hacinamiento,


ilustrando esta situación con cifras alarmantes que comprenden una tasa del 88% de

97
CIDH, Informe sobre medidas dirigidas a reducir el uso de la prisión preventiva en las Américas,​
OEA/Ser.L/V/II.163, Doc. 105, 3 julio 2017, párr. 12 y 13, p.15.
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/PrisionPreventiva.pdf
98
CIDH, ​Informe sobre medidas dirigidas a reducir el uso de la prisión preventiva en las Américas,​
OEA/Ser.L/V/II.163, Doc. 105, 3 julio 2017, párr. 22.
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/PrisionPreventiva.pdf
99
CIDH, ​Informe de país Honduras, Situación de derechos humanos en Honduras​, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 146, 27
agosto 2019, párr. 4 y 334.
100
cIDH, Informe de país Honduras, Situación de derechos humanos en Honduras, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 146,
27 agosto 2019, párr. 334.
28
101
sobrepoblación y un crecimiento de población penitenciaria del 73.6% en los últimos seis
102
años .

Posteriormente, subraya desvaríos del sistema penitenciario hondureño que van desde el
excesivo uso de la prisión preventiva, a la militarización de la función penitenciaria​, ​pasando
por condiciones deplorables de detención. Actualmente, dentro de las cárceles del país, los
detenidos deben enfrentar un riesgo a su vida y a su integridad, sea por la falta de
separación entre personas procesadas y sentenciadas, por la deficiente infraestructura, por
la falta de higiene, de servicios sanitarios o de lugares dignos para pernoctar, por una
103
atención médica negligente o por la insuficiente alimentación y agua.

A la situación penitenciaria anterior se añade la construcción de varias ‘’mega cárceles’’, la


utilización de regímenes de máxima seguridad y la aplicación del aislamiento prolongado.
Entre estas mega cárceles, la Comisión cita tres ejemplos: “a) el Centro Penitenciario “El
Porvenir, en el municipio del mismo nombre, con capacidad de 2.000 personas; b) el Centro
Penitenciario Ilama –conocido como “El Pozo”–, en el municipio de Ilama, Santa Bárbara,
para 1.500 personas; y c) el Centro Penitenciario Morocelí – conocido como “La Tolva”–, en
104
el municipio de Morocelí, con una capacidad para 1.400 personas’’ .

105
Por su lado, el Comité de Derechos Humanos , dos años después de la publicación del
inquietante balance anteriormente citado, refiriéndose a la situación de los derechos
humanos en Honduras asumió las mismas conclusiones y solicitó al Estado que redoble sus
esfuerzos para mejorar el sistema penitenciario, garantizar el derecho de los reos a ser
tratados con humanidad y dignidad y asegurar el carácter excepcional de la prisión
preventiva.

101
cIDH, Informe de país Honduras, Situación de derechos humanos en Honduras, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 146,
27 agosto 2019, párr. 337.
102
Para esta comparación, se tiene como base que, en abril de 2012, se reportaba un total de 11.727
personas privadas de su libertad. CIDH, Situación de derechos humanos en Honduras, OEA/Ser.L/V/II. Doc.
42/15 31 diciembre 2015, párrs. 509 y 510.
103
cIDH, Informe de país Honduras, Situación de derechos humanos en Honduras, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 146,
27 agosto 2019, párr. 355.
104
cIDH, Informe de país Honduras, Situación de derechos humanos en Honduras, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 146,
27 agosto 2019, párr. 342.
105
Comité de los Derechos Humanos, ​Observaciones finales sobre el segundo informe periódico de Honduras​,
CCPR/C/HND/CO/2, 22 agosto de 2017, párr. 30 y 31.
29
2.4.2.2 La inconstitucionalidad del artículo 184 del Código Procesal Penal de
Honduras

El artículo 184 del Código Procesal Penal hondureño entró en vigencia en el 2002 mediante
Decreto No. 9-99 de 1999. Desde esta fecha, Honduras estableció “la no procedencia de
medidas sustitutivas de la prisión preventiva en un catálogo de veintiún delitos, así como en
106
​ sí, del artículo 184 del CPP establece un listado de los delitos
los casos de reincidencia’’ . A
por los cuales no se podrá evitar la prisión preventiva: delitos cometidos por miembros del
crimen organizado, homicidio, asesinato, parricidio, violación, trata de personas,
pornografía infantil, secuestro, falsificación de moneda y billetes de banco, robo de
vehículos automotores terrestres, naves aéreas, buques y otros bienes similares, el robo de
ganado mayor, magnicidio de jefe de Estado o de gobierno nacional o extranjero, genocidio,
asociación ilícita, extorsión, delitos relacionados con armas de guerra, terrorismo,
contrabando, en los casos de los artículos 392-A y 392-B, en los numerales 1), 2), 5), 11), 13),
14), 15), 16), 17), 18), 19) y 21) del Código Penal, defraudación fiscal en los casos tipificados
en el artículo 392-D, en los numerales 1), 2), 9), 10), 11), 12), 14), 15) y 19) del Código Penal,
delitos relacionados con el tráfico Ilícito de drogas y estupefacientes, lavado de activos,
prevaricato y femicidio.

Este catálogo de delitos sujetos a prisión preventiva, se fue construyendo mediante varias
reformas al CPP pese a que al mismo tiempo y en el plano del sistema interamericano de
derechos humanos, a través de su jurisprudencia en la materia, la Corte IDH insiste y
remarca el criterio según el cual la prisión preventiva no puede estar determinada por el
107
tipo de delito .

La Comisión manifiesta su preocupación a propósito de ello y concluye que este abordaje


‘’seguramente tendrá un impacto significativo en el ya colapsado sistema penitenciario
108
hondureño . Dentro de sus treinta (30) recomendaciones al Estado de Honduras, en la

106
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30
diciembre 2013, párr. 69. Disponible aquí:
http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
107
Corte IDH, ​Caso Suárez Rosero vs. Ecuador, Fondo, sentencia del 12 de noviembre de 1997, serie C, núm.
35, párr. 97.
108
CIDH, ​Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 46/13, 30
diciembre 2013, párr.69, p.30. Disponible aquí:
http://www.oas.org/es/cidh/ppl/informes/pdfs/Informe-PP-2013-es.pdf
30
vigésima primera posición toca directamente estas inquietudes: El Estado debe ‘​’adoptar las
medidas judiciales, legislativas, administrativas y de otra índole, requeridas para aplicar la
prisión preventiva de conformidad con los estándares internacionales en la materia. El
Estado debe promover, regular y aplicar medidas alternativas a la prisión preventiva; y debe
derogar las disposiciones que ordenan la aplicación obligatoria de la prisión preventiva por
el tipo de delito, en particular, el artículo 184 del Código Procesal Penal. Adicionalmente, la
CIDH urge al Estado a realizar acciones dirigidas a aplicar de manera eficiente las iniciativas
109
existentes que prevén la aplicación de beneficios de excarcelación.”

110
De acuerdo con la sentencia de la Corte IDH sobre el caso ​Suárez Rosero vs. Ecuador , la
excepción contenida en el artículo 184 del Código Procesal Penal infringe el artículo 2 de la
CADH por cuanto Honduras no ha tomado las medidas adecuadas de derecho interno que
permitan hacer efectivo el derecho a la libertad personal contemplado en artículo 7.5 de la
Convención.

De acuerdo con estos argumentos, en ningún caso un catálogo de delitos que limita las
medidas de sustitución de la prisión preventiva puede ser compatible con los derechos
humanos y las obligaciones que incumben a cada Estado miembro de la OEA.

Por consiguiente, se puede afirmar que la propia legislación hondureña transgrede


abiertamente la jurisprudencia interamericana en materia de prisión preventiva; además,
conforme al bloque constitucional y al control de convencionalidad, el artículo 184 del
Código Procesal Penal es inconstitucional.

3. CONCLUSIONES

● El derecho a la presunción de inocencia y la naturaleza excepcional de la prisión


preventiva son principios garantizados y proclamados tanto a nivel del sistema
universal como del interamericano de derechos humanos. Su importancia y
obligatoriedad han sido establecidas y afirmadas por varios órganos del derecho

109
cIDH, Informe de país Honduras, Situación de derechos humanos en Honduras, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 146,
27 agosto 2019, Recomendación No 21, p.191.
110
Corte IDH, ​Caso Suárez Rosero vs. Ecuador, Fondo, sentencia del 12 de noviembre de 1997, serie C, núm.
35, párr. 99.
31
internacional y regional, como, entre otros, el Comité de los Derechos Humanos, el
GTDA, la Comisión y la Corte Interamericana.
● La medida de prisión preventiva está regida por criterios jurisprudenciales regionales
fundamentales, entre los cuales se destacan cinco: ​la prisión preventiva es una
medida excepcional, debe ser proporcional, necesaria y no puede estar determinada
por el tipo de delito ni por la gravedad del delito.
● Asimismo, Honduras, como Estado miembro de la OEA y como Estado de derecho,
republicano y democrático, y de acuerdo con el artículo primero de la Convención
Americana de los Derechos Humanos, tiene la obligación de someterse al respeto de
los derechos y libertades reconocidos por este instrumento. Cuando el artículo 7 de
la CADH establece el derecho de toda persona a la libertad y a la seguridad personal
y desarrolla este derecho a través del párrafo siete, Honduras debe garantizar que
las detenciones y encarcelamientos en su territorio no sean arbitrarios e
injustificados.
● Además, conforme al bloque constitucional y el control de convencionalidad,
asumidos por la legislación nacional, los principios y prácticas del derecho
internacional son fuentes de derecho reconocidas en la jurisprudencia constitucional
111
del país .
● De acuerdo a las convenciones regionales e internacionales de derechos humanos y
a las decisiones jurisprudenciales que prohíben expresamente determinar la medida
de prisión preventiva en función del tipo de delito cometido, el Estado de Honduras
tendría que derogar el artículo 184 de su Código Procesal Penal o en todo caso,
aplicar el principio ​pro hómine g​ arantizando la dignidad y seguridad personal de
personas detenidas.

Las organizaciones que presentan el Amicus Curiae solicitan respetuosamente a la Sala de lo


Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que, tomando en cuenta los estándares
constitucionales y convencionales en materia de derechos humanos desarrollados en el
presente escrito:

111
Corte Suprema de Justicia, Sala de lo Constitucional, Recurso de Inconstitucional vía Acción RI-1343-2014
acumulada con el RI-0243-2015, de fecha 22 de abril de 2015. Considerandos 8 y 11.
32
1. Emitir una sentencia que declare con lugar el recurso de Hábeas Corpus estableciendo la
ilegalidad de la detención, con la consecuencia jurídica de ordenar la inmediata libertad de
José Daniel Márquez Márquez, Kelvin Alejandro Romero Martínez, José Abelino Cedillo,
Porfirio Sorto Cedillo, Ewer Alexis Cedillo, Orbin Nahúm Hernández y Arnold Javier Alemán
Soriano y Jeremías Martínez.

33

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