Verdadero Lenin Dmitri Volkogonov
Verdadero Lenin Dmitri Volkogonov
Verdadero Lenin Dmitri Volkogonov
FLORENCIO HUBEÑÁK
Propilgilndil del Ejército Rojo, director del Instituto del listoria Mi-
litar y encargado de la supervisión de los archivos del Partido y el
F-;t;idn h;ist;:i su rr.untf', nrnrrida en diciembre de 1995- y es una
parte seleccionada y traducida al castellano de su monumental
obra en dos volúmenes, basada en al consulta de más de seis mil
documentos que llevan la firma de Lenin y se encontraban ente-
rrados en el "archivo Len in" de los sótanos secretos del Comité
Central del Partido Comunista soviético, ajenos a la incontable
cantidad de textos atribuidos a Lenin y publicados. Cabe serialar
que CJ~í corno '.:le han eliminado partes del texto más especializadas
o posteriores a Lenin -dada su importancia documental- se han
conservado todas las referencias de fuentes del archivo, más allá
de su aridez.
Por sus páginas desfilan los verdaderos orígf'nf's df' 1.Pnin, su nrnlt;:i
vida privada, sus complejas relaciones con los alemanes durante la
Primera Guerra, los métodos para ocupar el poder y conservarlo, el
origen de los campos Gulag, etc.
Volkogónov nos explica que "Lenin y sus sucesores supusieron que
en nombre de la felicidad de las generaciones futuras, todo estaba
permitido y era moral: la exportación de la revolución, la guerra ci-
vil, la violencia desatada y la experimentación social. La vitalidad y,
no hay que negarlo, lo atractivo de buena parte del leninismo deri-
va de la perpetua añoranza humana por alcanzar un mundo perfec-
to y justo. Los revolucionarios rusos, incluyendo a Lenin, expusieron
correctamente los eternos males de la existencia humana: la explo-
tación, la desigualdad, la falta de libertad. Pero habiendo adquirido
la oportunidad de abolir estos males, los leninistas establecieron una
nueva forma de explotación, apenas disfrazada, que sería impuesta
por el Estado. En vez de desigualdades sociales y étnicas surgió la
desigualdad burocrática; en lugar de la falta de libertad de clase se
impuso una falta de libertad total. La visión leninista del marxismo
se hizo carne en este gran país, llegando a asemejarse a una religión
secular" (p. 5). El autor concluye que "Lenin es la fuente de la ideo-
logh tot;:ilit;:iria rle ];:¡ intolerancia" (p. 10).
Una obra amena e interesante, de lectura imprescindible para comenzar
a conocer la otra cara de los "padres fundadores" de la Unión Soviética.
F. H.