Caries en Niños

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Caries en niños ¿Maltrato

infantil o ignorancia parental?


En la actualidad, el maltrato infantil es un tema que causa gran polémica, muchos profesionales de diversas ramas han
intentado profundizar en este tema tan importante, sin embargo, en odontología se ha vinculado erróneamente a la caries
dental como un fuerte indicador de maltrato infantil, generando como consecuencia que los odontólogos señalen como
maltratadores a los padres de cualquier niño que padece caries sin bases sólidas ni pruebas suficientes que lo sustenten, sin
tomar en cuenta que el desarrollo de caries es un proceso patológico crónico multifactorial que poco tiene que ver con actos
mal intencionados dirigidos a dañar o menoscabar la integridad de un menor. Se conoce como maltrato infantil a cualquier
acto de violencia contra los menores y las respectivas consecuencias físicas y emocionales que sufre la víctima. El maltrato
infantil tiene diversas formas de manifiesto, desde el abuso físico, el abuso sexual, el abuso psicológico o la negligencia, se
caracteriza por ser intencional, es decir, con todo el deseo de lastimar la integridad del menor. La caries es un problema de
salud pública a nivel mundial y es considerada como la enfermedad crónica más común en la población infantil. Se estima que
de 60 a 90% de la población preescolar y escolar en México padece o ha padecido caries, se sabe que para que ésta se
desarrolle es necesaria la interacción de diferentes elementos como agentes propios del huésped (como la cantidad y calidad
del flujo salival), sustratos de la dieta y agentes microbianos capaces de producir ácidos y enzimas proteolíticas. Los factores
necesarios para su aparición son múltiples, pero además de su etiología local, existen otros factores determinantes para su
desarrollo, entre los que destacan el bajo nivel educativo y socioeconómico, la ausencia de hábitos higiénicos y la falta de
accesibilidad a los servicios de salud. Cabe destacar que es imposible asegurar que un niño sin caries no pueda ser víctima de
maltrato infantil. En la mayoría de los casos, los padres o tutores del niño son en realidad quienes padecen caries y la
perniciosa microbiota oral (con abundantes cantidades de Streptococcus mutans y Lactobacillus) de los padres puede
transmitirse al niño por contacto directo e íntimo o al compartir utensilios durante la alimentación. La ignorancia de los padres
frente a la etiopatogenia de la caries temprana de la infancia es el verdadero problema y los odontólogos tienen la obligación
de educar y concientizar a los pacientes y a sus familiares o tutores sobre la importancia de la implementación de las técnicas
de prevención así como adquirir buenos hábitos higiénicos y dietéticos para evitar el desarrollo de lesiones cariosas así como
otras enfermedades bucales, fuera de juzgar o acusar como maltratador al padre de un menor que acude a consulta para
buscar atención y tratamiento dental para su hijo, el odontopediatra se enfrenta diariamente a falsas creencias que
evidencian la ignorancia de los padres frente a la salud bucal de su hijo, ya que más de alguno argumenta erróneamente que
los dientes del menor están dañados por la ingesta de determinados fármacos o por algún defecto del desarrollo dental,
incluso por la ingesta de agua no potable o más grave aún, la peligrosa creencia de que los dientes primarios no son
importantes por su temporal permanencia en la boca, por lo que su mantenimiento y rehabilitación no son algo que
consideren indispensable. Al inicio de todo tratamiento odontológico resulta realmente imprescindible identificar los factores
que llevaron al niño a desarrollar caries y modificarlos a la brevedad para evitar la aparición de nuevas lesiones en la cavidad
bucal, informando a los padres del menor de la forma más completa y explícita posible las medidas preventivas, higiénicas y
dietéticas disponibles para tratar de forma individualizada el padecimiento del niño, creándose así un mutuo compromiso y
responsabilidad de procurar atender a tiempo y cuidar la salud bucal del menor por parte del paciente, sus padres y el
odontopediatra. Por tanto, resulta inaudito vincular a la caries con maltrato infantil, ya que el maltrato es una condición
intencional que desencadena a afectar, lastimar o menoscabar la integridad física y/o psicológica del menor, y es irracional
creer que los padres de un niño, por voluntad propia, decidan no realizar la higiene oral esperando que en algún momento los
dientes de su hijo se dañen e incluso lleguen a causarle dolor al menor. Es realmente alarmante la seguridad con la que
numerosos estomatólogos acusan a los padres como maltratadores, incluso creyendo erróneamente que tienen la autonomía
para denunciar maltrato ante alguna autoridad competente sin tener elementos suficientes que permitan constatar lo
anterior, lo cual puede incurrir en difamación.

En conclusión, La caries en la infancia es en realidad la consecuencia de un conjunto de elementos que interactúan


simultáneamente como la ignorancia por parte de los padres o tutores, el bajo nivel socioeconómico familiar que de cierta
manera conllevan a malos hábitos alimenticios e higiénicos. No debemos olvidar que la función del médico odontopediatra
fuera de juzgar o acusar a los padres de un niño como maltratadores consiste en educar tanto al paciente como a los padres,
inculcándoles las medidas de prevención e higiene para evitar que en un futuro se presenten nuevas lesiones que afecten la
salud bucal del menor.

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