Dogmas Marianos Librito

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TEMA: LOS DOGMAS MARIANOS

¿Qué es un Dogma?
El Dogma es una verdad directamente revelada por Dios y propuesta como
tal por la Iglesia para ser creída por los fieles. Esta Revelación Dios nos la da
bajo dos vertientes: La Tradición y la Sagrada Escritura

La verdad que Dios nos revela. La Iglesia


acepta, asume y propone esta verdad contenida
en la Revelación.
Para los fieles, los Dogmas tienen carácter de
obligatoriedad.
La revelación pública se cerró con la muerte
del último de los apóstoles.
Ordinariamente los Dogmas aparecen en la
historia de la Iglesia cuando de pronto surgen
algunos fieles, sacerdotes u obispos que niegan
una verdad que ha sido propuesta por la
Iglesia.

El Magisterio de la Iglesia, como una de las 3 fuentes de la teología, es el encargado


de interpretar las verdades dadas por Dios. Es, además, el resultado de una
profunda reflexión consensada por siglos, y de estudios profundos para llegar a una
definición definitiva. No se trata de algo improvisado

Existen muchas clases de Dogmas, por ejemplo, sobre


Dios en sus 3 Divinas Personas:
• Misterio de la Santísima Trinidad
• Misterio de su Encarnación
• Misterio de su Resurrección

Dogmas acerca de las verdades eternas: Cielo,


Purgatorio, Infierno, etc.
Dogma de la Infalibilidad Pontificia, es decir, el Papa no
se puede equivocar cuando solemnemente va a definir
un dogma o sobre una costumbre “ex catedra”. La
Iglesia extrae el Dogma de la Revelación.
Los Dogmas sobre la Santísima Virgen María a éstos les llamamos:

DOGMAS MARIANOS
La Iglesia ha definido 4 Dogmas sobre la María, la madre de
Jesús:

1. Maternidad Divina
2. Virginidad Perpetua
3. Inmaculada Concepción
4. Asunción a los cielos

1. María Verdadera Madre de Dios

Definido en el concilio
de Éfeso en el año 431
siendo el Papa
Celestino I .

Este Dogma es el más


importante ya que
fundamenta a todos los
demás.

Definición:
Madre de la segunda
persona de la
Santísima Trinidad en
cuanto a la persona
humana, la naturaleza Divina ya la tenía desde siempre. (Madre de TODA la
persona).

Jesús, la segunda Persona de la Santísima Trinidad, que vive en la eternidad,


se introduce en el tiempo siendo concebido por obra y gracia del Espíritu Santo en
el seno virginal de María Santísima, sin dejar de conservar su divinidad.
Poco antes del año 431 el obispo de Antioquía, Nestorio,
negó la maternidad divina de Jesús diciendo que María
solo era madre de JESÚS hombre.
El obispo de Alejandría, Cirilo, le refuta su propuesta
diciéndole que María es la Theotokos (Madre de Dios).
Al persistir en su negativa,
se citó a Concilio, en Éfeso.
Ahí, en el año 431 se definió
el dogma donde se afirma
que María es la Theotokos (Madre de Dios).

Para Nestorio era imposible aceptar que una


mujer temporal fuera Madre de Dios que es eterno.
Pero Nestorio nunca entendió que ese Dios eterno
entró en el tiempo y como dice san Pablo: “en una
mujer, bajo la ley”.

María es la persona más cercana a la Trinidad: hija del Padre, Madre del Hijo y
Esposa del Espíritu Santo.

María, que es verdadera Madre de Jesús, es verdadera Madre de Dios, porque


Cristo, nuestro Redentor, es al mismo tiempo Verdadero Dios y Verdadero
Hombre.

Al decir que María es Madre de Dios se afirman dos verdades:

1ª- María es verdadera Madre


2ª.- María es verdadera Madre de Dios

María es verdadera Madre: porque Ella contribuyó a la formación de la naturaleza


humana de Cristo, del mismo modo que todas las madres contribuyen a la
formación del fruto de sus entrañas.

María es verdadera Madre de Dios: significa que ella concibió y dio a luz a la
Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Verbo, no en cuanto a la naturaleza
divina, sino en cuanto a la naturaleza humana que había sumido.

La enseñanza de la Iglesia es unánime e ininterrumpida sobre este punto


fundamental del dogma católico.
En todos los símbolos se afirma que Jesucristo nació de María Virgen. En el
Credo confesamos nuestra fe diciendo:
Jesucristo, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo y
por obra del Espíritu Santo se encarnó de María Virgen y se hizo hombre.
(Símbolos Apostólicos; Credo Niceo Constantinopolitano)

En el Concilio de
Éfeso, en el año 431,
definió solemnemente
que: Si alguno no
confesaré que Cristo
es Verdadero Dios, y
que por tanto, la
Santísima Virgen no
es Madre de Dios,
porque parió según la
carne al Verbo de
Dios hecho carne, sea
anatema (Dz. 113)

En el Antiguo Testamento aparece María como la mujer que será la Madre del
Redentor, el Mesías prometido, en dos textos principalmente:
Gén 3,15 e Is 7,14

Es conveniente aclarar que la expresión Madre de Dios no aparece, como tal, en


las Escrituras, pero sí sus equivalentes: Madre de Cristo, Madre de Jesús, Madre
del Señor. (cfr. Mt. 1,18; Jn.19,25; Lc.1,43; etc.).

En el Nuevo Testamento (Gál.4,4) ; LC. 1,31; Lc.1,35; Rom.9,5

Llamar a María Madre de Dios fue siempre el sentir común de los fieles y de la
Iglesia, la cual llevó a cabo la definición del dogma a partir de las controversias
cristológicas de los primeros siglos, que concluyen con las enseñanzas
magisteriales en torno a la única persona de Jesucristo con dos naturalezas, la
divina y la humana
“Siendo la Madre del Verbo Encarnado, el Dios con nosotros, Ella es la
Theotokos (en español significa Madre de Dios), ya que no puede haber 2
personas en Cristo. Hay una sola Persona que tiene 2 naturalezas: la Humana y la
Divina (unión hipostática), y si la Virgen es Madre de la Persona, también es
Madre de Dios”
En el Tepeyac al presentarse la Santísima Virgen de Guadalupe, se nombra a sí
misma Madre del Verdaderísimo Teotl Dios:
NM 26 “Sábelo, ten por cierto, hijo mío, el más pequeño, que yo soy en verdad la
perfecta siempre Virgen que tengo el honor y la dicha de ser madre del
Verdaderísimo Dios por quien se vive…”

“Ipalnemohuani” (por Quien se vive)

“Teyocoyani” (Creador de las personas)

“Tloque nahuaque” (Dueño de la cercanía y


de la inmediación)

“In Ilhuicahua in Tlalticpaque” (Dueño del


cielo y de la tierra)

2.-La Virginidad Perpetua

Definido en el Concilio de Letrán en el año 649, bajo el Pontificado del Papa San
Martín I.

El Dogma mariano del cual ahora tratamos, se detiene a considerar


principalmente, la integridad corporal de Santa María;pero el concepto es más
amplio: de este dogma se entiende lo siguiente:

Virginidad de mente: constante propósito de virginidad, evitando


todo aquello que repugna a la perfecta castidad. Entrega total a Dios

Virginidad de los sentidos: inmunidad de los impulsos desordenados de


concupiscencia (deseos no gratos a Dios)

Virginidad del cuerpo: integridad física intacta, sin tener contacto alguno de
varón
En el rezo del rosario decimos:
• “Virgen antes del parto”, concibió por obra
del Espíritu Santo.
• “Virgen en el parto”, fue Virgen al dar a luz
a nuestro Señor Jesucristo.
• “Virgen después del parto”, se mantuvo
intacta aun cuando vivió como esposa y convivió
como esposa con san José, siempre se mantuvo
Virgen

En todos los símbolos Apostólicos se


declara la Fe cuando se dice: “Creo en
Jesucristo… que nació de Santa María Virgen,
por obra del Espíritu Santo”

Esto significa que María dio a luz a su Hijo


primogénito sin menoscabo de su integridad
corporal y, además, que su parto fue sin dolor alguno; María, después de dar a luz
a su Hijo primogénito, de manera sobrenatural, permaneció siempre virgen hasta el
final de sus días en la tierra, sin tener contacto alguno de varón y, en consecuencias,
sin engendrar otros hijos.

San Pío X afirma sobre este Dogma:


“El alumbramiento del Señor fue semejante a un rayo de sol que atraviesa el
cristal sin romperlo ni mancharlo”

Este Dogma sigue provocando


controversias: muchos interpretan
literalmente algunos textos del Evangelio
sobre los hermanos de Jesús, y dicen
que María perdió su virginidad después del
nacimiento de Jesús, y que posteriormente
tuvo otros hijos que son mencionados en
los textos sagrados (como lo dicen los
protestantes, quienes interpretan
literalmente los Evangelios donde nombran
los hermanos de Jesús

¿Hay algún texto que diga que esos hermanos de Jesús son hijos de María?
Este Dogma fue definido en el Concilio de Letrán en el año 649, con las
siguientes palabras:

Si alguno de acuerdo con los Santos Padres no confiesa que María Inmaculada es
real y Verdadera Madre de Dios y Siempre Virgen en cuanto concibió al que es
Dios Único y Verdadero, el Verbo engendrado por Dios Padre desde toda la
eternidad en estos últimos tiempos, sin semilla humana y nacido sin corrupción
de su virginidad, que permaneció intacta después de su nacimiento sea
anatema” (excomulgado)

En la primera aparición a Juan Diego cuando


le dice “Yo soy la Perfecta Siempre Virgen Santa
María, Madre del Verdaderísimo Dios por quien se
vive”. Ella misma se presenta como Siempre
Virgen.
NM 26 “Sábelo, ten por cierto, hijo mío, el más
pequeño, que yo soy en verdad la perfecta
siempre Virgen que tengo el honor y la dicha de
ser madre del Verdaderísimo Dios por quien se
vive…”

3.- La Inmaculada Concepción

La Santísima Virgen María, en razón de su


dignidad de Madre de Dios, fue, desde el primer
instante de su concepción, preservada de toda mancha
del pecado original. Esto supone en María ausencia de
pecado, presencia de la gracia santificante, virtudes y
dones en grado máximo y, ausencia de inclinación al
mal. Por eso, también se le llama Inmaculada.

El Papa Pío IX EN LA Bula Ineffabilis Deus, del 8


de diciembre de 1854 definió solemnemente el dogma
de la Inmaculada Concepción de María con estas
palabras:
“Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la
Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue, por singular
gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en previsión de los méritos de Cristo Jesús,
Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original,
ha sido revelada por Dios y, por tanto debe de ser firme y constantemente creída
por todos los fieles” (Dz 1641)

En la Concepción de María, engendrada por sus padres, hay que distinguir la


concepción activa y la pasiva. La activa es la
acción natural de engendrar de Joaquín y Ana y
la pasiva es referente al ser mismo de María. El
dogma se refiere a la concepción pasiva,
enseñando que desde el primer instante que es
constituida como persona, lo es sin mancha de
pecado original

La Purísima Concepción es un privilegio y don gratuito, concedido sólo a la Virgen


y no a ninguna otra criatura, en atención a que había sido predestinada para ser la
Madre de Dios.

Se dice en previsión de los méritos


de Cristo porque a María, Dios le
aplicó la Redención antes de la
muerte y resurrección del Señor y
Redentor universal.

Además, se añade “Por los meritos


de Cristo”, dado que la redención de
la Virgen tuvo como causa meritoria
la Pasión del Señor.

El pecado afectó a todo el género


humano y también, la Redención fue
universal.

En el caso de María, también debía


ser rescatada del pecado, no
mediante una redención liberadora
(Sangre y agua bautismal) del
pecado original, sino mediante una redención preservante.
Dios la preservó de contraer el pecado, realmente la libró del pecado, pero Ella no
lo contrajo en ningún momento. Así pues, la preservación es el modo más perfecto
de redención, y por ello se dice que María fue redimida por Dios de una manera
más sublime que los demás hombres

Este dogma nos habla no sólo del momento de la Concepción sino de toda la vida
de María Santísima, ya que Ella no conoció pecado en toda su vida, ni el más leve.

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa (año 1830).

Primera aparición moderna

En 1830 tiene lugar en París la primera aparición


moderna de la Virgen Santísima.

Comienza lo que Pío XII llamó la “era de María” o


“era Mariana” una etapa de repetidas visitaciones
celestiales.
Entre otras: Lourdes, Fátima …

La invocación “Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que
recurrimos a Vos”, difundida por todas partes por la Medalla Milagrosa, contribuyó
notablemente a crear un clima de fervor generalizado relacionado con el privilegio
mariano de la Inmaculada Concepción

La virgen se apareció en París a Santa Catarina laboré Para darnos dos mensajes
1.- el primero decirnos que fue concebida sin pecado inmaculada
2.- el segundo para regalarnos su tercera arma de madre su medalla milagrosa.
(Las dos primeras armas eran El Rosario y El escapulario.) Ese clima favoreció
que el papa Pío 9 definiera solemnemente este dogma en 1854

Nuestra Señora de Lourdes año 1858

el 25 de marzo de 1858 la Virgen María le dijo a Bernardita:


Yo Soy la Inmaculada Concepción la aparición de Nuestra
Señora en lo Lourdes confirmaba de manera inesperada la
definición del dogma hecho 4 años antes en 1854.
El dogma de la inmaculada Concepción no se anuncia expresamente en el Nican
Mopohua, sin embargo al presentarse Santa María de Guadalupe como Perfecta:

NM 26 “Sábelo, ten por cierto, hijo mío, el más pequeño, que yo soy en verdad la
Perfecta siempre Virgen que tengo el honor y la dicha de ser madre del
Verdaderísimo Dios por quien se vive.

Recordemos qué en la cultura indígena, el concepto de inmaculado o sin mancha


no estaba presente antes de la conquista, en perfecta inculturación ella utiliza lo
que les es conocido: la perfección. Claramente se entiende que no se refiere a no
errar sino encontrarse en estado de pureza permanente.

Sin embargo, quiso hacerse reconocer por los


españoles se presentó como una Inmaculada
Concepción, la forma como se representaba y se
representa hasta nuestro tiempo es tomando como
base la cita bíblica de Ap. 12, 1: La mujer vestida de sol
la luna bajo sus pies…
Y no solo se presenta en imagen sino dentro de la
octava de la inmaculada concepción que se celebra el 8
de diciembre, Para los españoles quedó claro que
esta imagen era La Purísima Concepción.

4.- La Asunción de María

El papa Pío XII en la bula Munificentissimus Deus del 1 de noviembre de 1950


proclamó solemnemente el dogma de la Asunción de María con estas palabras:
“Pronunciamos declaramos Y definimos ser dogma divinamente revelado que la
inmaculada madre de Dios siempre virgen María cumplido el curso de su vida
terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria Celeste.”(Dz 2333).
La definición pontificia sobre la Asunción de María estuvo precedida desde
muchos siglos antes de múltiples razones teológicas que en su momento llevaron
a la feliz proclamación de este dogma.
Desde los primeros siglos hasta nuestros días
la unanimidad de la fe del pueblo cristiano
quedó de manifiesto con la respuesta unánime
y afirmativa de todos los obispos del mundo a
la consulta que sobre la definición de la
Asunción de María hiciera el papa Pío XII en
1950

La Asunción de la Virgen es un argumento


prueba de que todos los hombres, de lo que
ella es madre, estaremos también en el cielo
con nuestro cuerpo glorificado si aprendemos a
gastar la vida en el cumplimiento de la voluntad
de Dios cómo lo hizo la Santísima Virgen
María.

La virgen no puede ser objeto del culto de adoración solo


a Dios a ella se le honra de una manera especial a la que
la iglesia le llama hiperdulía qué es una veneración mayor
que la que se le da a los santos del cielo, ellos son objeto
del culto de dulía o veneración

La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y


asegurada para nosotros, es una señal y Promesa de la
gloria que nos espera cuando en el fin del mundo
nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras
almas.

El papa Pío XII no quiso dirimir si la Virgen


murió y resucitó enseguida o sí marchó
directamente al cielo, empleó el término:
“cumplido el curso de su vida terrena” muchos
teólogos piensan que murió para asemejarse
más a Jesús, pero otros sostienen la dormición
de la Virgen que se celebra en Oriente Desde
los primeros siglos, lo que ambas posiciones
coinciden es que la Virgen María por un
privilegio especial de Dios no experimentó la
corrupción de su cuerpo y fue asunta al cielo
donde reina viva y gloriosa junto a Jesús.
En el acontecimiento Guadalupano este
dogma aparece implícito cuando Santa
María de Guadalupe afirma que ella misma
en persona la perfecta siempre virgen María
es quién le envía.

No se trata de un sueño o una ilusión, es


Ella, la que pisa los riscos, quién cubre con
su manto Juan Diego y quién Toma las
flores con sus manos.

Podríamos decir que La Asunción de María estuvo presente en todo el


Acontecimiento Guadalupano:

• 16-19: su vestido, las rocas sobre las que estaba


• 22 …en su presencia se postró
• 62 …”Y bien, de nuevo dile de qué modo yo, personalmente, la siempre
Virgen Santa María, yo, que soy la Madre de Dios, te envío a ti como mi
mensajero.”
• 105…la vio cómo vino a bajar
• 110…¿Acaso sientes bien tu amado cuerpecito?
• 135-136 Y cuando las vio, con sus venerables manos las tomó ; luego
las puso de nuevo en el hueco de la tilma de Juan Diego

Él que preserva a María de todo pecado nos conceda por su intercesión llegar a Él
limpios de toda nuestras culpas
Reina del Cielo, ruega por nosotros
“ al cielo nuestra abogada para que como Madre del Juez y Madre de Misericordia
tratara los negocios de nuestra salvación.” San Bernardo. homilía en La Asunción
de la B. V. María
-Curso de teología la Santísima Virgen María de Gustavo Ruiz Ruiz y Alberto
Vega Ponce
-Diplomado la verdad de Guadalupe, Universidad Pontificia.

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