Ressumen Orientacion

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LA ORIENTACIÓN EN LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE.

La práctica educativa está sujeta a continuos cambios, siempre es un fenómeno


inacabado en el que surgen nuevas necesidades e innovaciones. De ahí que los
profesionales de la educación, especialmente los docentes, necesiten con frecuencia
orientación en este ámbito.
2.1. DIFERENTES PERSPECTIVAS DE ACERCAMIENTO AL ÁREA DE ORIENTACIÓN EN
LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE.

No hay que olvidar que tanto los docentes como los profesionales de la orientación
tienen unas representaciones sobre lo que es o debe ser el aprendizaje, sean éstas
implícitas o explícitas. Y que estas concepciones influyen decisivamente en la forma de
llevar a cabo su trabajo.
Siguiendo la propuesta de Martín et al. (2005) se pueden considerar cuatro teorías
fundamentales a través de las cuales se conceptualizan los aprendizajes:
La teoría directa: El aprendizaje es asociativo y meramente reproductivo: se presenta
[199] Orientación educativa: fundamentos teóricos, modelos institucionales y nuevas
perspectivas la realidad y ésta se capta por el alumno y alumna sin mediación de
procesos cognitivos complejos. El docente eficaz es aquel que facilita esta captación
por parte del alumnado a través de su claridad expositiva
La teoría interpretativa: el aprendizaje es considerado el fruto de una serie de procesos
mediadores como pueden ser la atención, la memoria, el razonamiento o la motivación,
lo que encaja con los modelos teóricos que explican los aprendizajes como un
procesamiento de la información. Para este profesorado, el aprendizaje es un proceso
activo, pero sigue siendo meramente reproductivo.
Teoría constructiva: Para que tenga lugar esa construcción es necesario que los
procesos psicológicos se orienten más hacia la regulación del funcionamiento cognitivo
del aprendiz que hacia la mera apropiación de un conocimiento previamente
establecido. Aunque la teoría contempla la coexistencia de múltiples puntos de vista o
múltiples ópticas desde las que mirar la realidad, el objeto de aprendizaje viene dado al
alumnado a través de la selección del currículo
Teoría posmoderna: supone un paso más, ya que establece no sólo que existen
diferentes puntos de vista desde los que observar la realidad, sino que no es posible
jerarquizar esas realidades ni considerar una más importante que la otra. Esta teoría,
en línea con las nuevas tendencias culturales y filosóficas, cuestiona algunas funciones
tradicionales de la educación (como la transmisión de conocimientos, técnicas, valores,
etc.) y muchas de las prácticas escolares habituales.
Entre las cuatro teorías existen diferencias capaces de influir en la organización y la
metodología de la práctica educativa. Debido a esto, y dado que en numerosas
ocasiones los profesionales de la orientación se convierten en asesores para este tipo
de procesos, sería recomendable que todos, docentes y profesionales de la
orientación, compartieran una visión similar sobre el aprendizaje o pusieran en común
sus concepciones con el fin de establecer un espacio común de diálogo y trabajo
colaborativo. docentes y profesionales de la orientación se necesitan mutuamente y en
condiciones de igualdad para articular una teoría común que responda a las demandas
del mundo actual y que permita una adecuación a lo que el alumnado necesita.

2.1.2. Las nuevas demandas de Orientación


se plantea la necesidad de proporcionar a los alumnos y alumnas las herramientas
precisas para poder adaptarse a un mundo en constante cambio. La legislación
educativa actual recoge ya entre las competencias educativas fundamentales la que
Delors (1991) denominó en su informe como “aprender a aprender”, esto es, aprender
las estrategias y habilidades básicas para realizar aprendizajes de manera autónoma.
Pero enseñar a “aprender a aprender” no es tarea fácil; para hacerlo se necesita
orientación sobre cómo abordar la trasmisión de estrategias, cómo integrar las
estrategias en las distintas áreas curriculares y cómo enseñar a utilizarlas en distintos
contextos y propósitos.

2.1.3. La Orientación en los procesos de enseñanza-aprendizaje: ¿un


área de la orientación?
La corriente generalizada es, sin embargo, considerar la orientación en los procesos de
E-A como un área con entidad propia dentro de la Orientación Educativa. Según Boza
et al (2001) en esta perspectiva se sitúan autores como Álvarez Rojo (1994), Rodríguez
Moreno (1995), Comellas (1998) y Vélaz de Medrano (1998).
consideran que son competencias de la orientación en este ámbito la promoción de
estrategias que contribuyan a facilitar el proceso de adquisición de contenidos por parte
del alumnado, el conocimiento de los factores que inciden en el rendimiento académico
y el asesoramiento en las actuaciones de compensación educativa y prevención del
fracaso escolar. Comellas (1998) y Vélaz de Medrano (1998) plantean también como
tarea de la orientación en este ámbito promover la reflexión sobre la práctica por parte
de los docentes, lo que contribuiría a mejorar sus métodos de enseñanza y por
consiguiente favorecería el aprendizaje. Para Vélaz de Medrano (1998) resulta esencial
que la orientación forme parte de todos los planes y programas del centro. Dado que el
aprendizaje de los alumnos es una de las principales razones de ser de los centros
educativos, la orientación no puede obviar su papel en los planes y actuaciones que
contribuyen a optimizarlo.
La orientación en las dificultades de aprendizaje es otra cuestión de vital importancia en
la orientación en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Entronca directamente con el
asesoramiento relativo a medidas de educación compensatoria o de apoyo y también
ha sido tratada por varios autores (Alonso Tapia, 1995; Bisquerra, 2000; Jurado, 1997).
Alonso Tapia (1997), en trabajos posteriores, ha abordado este apoyo desde la
motivación educativa. Para él, el orientador o la orientadora debe dar pautas para
motivar al alumnado trabajando con el profesorado para incluirlas en el trabajo docente
y tutorial.

2.2. Contenidos propios de la Orientación en el ámbito de los


procesos de enseñanza y aprendizaje
Vélaz de Medrano (1998) establece seis tipos de programas que pueden llevar a cabo
los orientadores y orientadoras en los centros en colaboración con los equipos
docentes para contribuir a mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje:
– Desarrollo de hábitos y técnicas de trabajo intelectual
– Adquisición de técnicas de estudio
– Desarrollo de estrategias metacognitivas aplicadas al estudio
– Desarrollo cognitivo
– Desarrollo de estrategias metacognitivas generales: metacognición y comprensión
lectora
– Motivación

2.2.1. La Orientación en las estrategias de aprendizaje


Para Monereo (1994: 27) una estrategia de aprendizaje es “un proceso de toma de
decisiones, consciente e intencional, en el que el estudiante elige y recupera, de
manera coordinada, los conocimientos que necesita para cumplimentar una
determinada demanda u objetivo, dependiendo de las características de la situación
educativa en que se produce la acción”.
Todas estas técnicas e instrumentos se integren dentro del trabajo en las distintas
áreas curriculares, lo que resulta mucho más significativo para el alumnado, pues le
permite aplicar la estrategia a contextos reales y facilita la transferencia de la
estrategia. Será el profesorado el principal mediador entre la estrategia y el alumnado,
correspondiéndole la guía en el proceso de adquisición de la misma. Los profesionales
de la orientación pueden actuar como consultores de los tutores y tutoras, pero
básicamente, la orientación en las estrategias de aprendizaje se sitúa dentro del marco
que el Plan de Acción Tutorial le otorgue.
2.2.1.2. Las estrategias de aprendizaje dentro de la función tutorial
La utilización de estrategias de aprendizaje supone además de destrezas de ejecución,
una continua toma de decisiones. La Orientación, en su objetivo de conducir al
alumnado a una progresiva autonomía de acuerdo con su edad y su contexto,
contribuye también a formar personas autónomas en sus aprendizajes. Así, el
entrenamiento en estrategias de aprendizaje para la vida o, dicho de otra forma, de
toma de decisiones, se convierte en un objetivo de mayor envergadura y puede ser
considerado con todo rigor un objetivo propio del Plan de Acción Tutorial y de toda
acción orientadora.
Según Álvarez González (1988) y Rodríguez Espinar et al. (1993), pueden establecerse
tres modelos básicos para la adquisición de estrategias de aprendizaje en el contexto
de la tutoría:
– Modelo de habilidades para el estudio. Trata de instruir al alumnado en técnicas cuyo
fin es la mejora del rendimiento académico. Se considerarían propias de este modelo
las estrategias de adquisición y manejo, almacenamiento o asimilación, y utilización y
evocación de la información.
– Modelo de apoyo o ayuda psicológica para el estudio. A través de este modelo se
pretende atender a ciertas características de los alumnos y alumnas que, si bien no
pertenecen sensu estricto al proceso de enseñanza y aprendizaje, influyen
poderosamente en él, tales como la motivación, el autoconcepto, la autoestima, la
percepción de la propia capacidad, etc. Las estrategias que podrían englobarse dentro
de este modelo son las que trabajan la planificación y control del propio proceso, las de
resolución de problemas y las estrategias motivacionales.
– Modelo integrado de métodos de estudio. Incluye las dos dimensiones anteriores (la
académica y la personal) además de la dimensión institucional, considerando el clima
de aula o los procesos relacionales como aspectos que también van a influir en la
adquisición de la estrategia de aprendizaje. En este modelo se englobarían todas las
estrategias anteriores más las que se refieren al manejo de las condiciones
institucionales para optimizar los procesos de aprendizaje tanto individuales como de
grupo.

2.2.2. La Orientación en los procesos de enseñanza y aprendizaje


dentro de la atención a diversidad
La orientación en el área de la atención a la diversidad adquiere un papel más
específico cuando se refiere a los procesos de enseñanza y aprendizaje del alumnado
con necesidades específicas de cualquier tipo.
Diferentes metodologías de enseñanza
La metodología de enseñanza engloba la atención a numerosos procesos y factores de
contexto que inciden en los aprendizajes del alumnado. Entre ellos podemos señalar la
opción metodológica (si es aprendizaje cooperativo, si se trabaja a través de centros de
interés o por el método de proyectos, etc.), el tipo de actividades, las modalidades de
agrupamiento, la temporalización y la utilización de diferentes recursos. El papel del
profesional de la orientación en la toma de decisiones con respecto a las opciones
metodológicas es el de asesorar y contribuir a la formación del profesorado, así como
promover la innovación metodológica en la práctica educativa.
• Asesoramiento en dificultades de aprendizaje
Dirigida a reducir en lo posible los déficits, potenciar las capacidades y posibilitar el
acceso a los aprendizajes desde otras vías o a través de otras estrategias. La
detección de estas dificultades corresponde a toda la comunidad educativa, aunque los
docentes tienen un lugar privilegiado desde el que observar al alumnado. El profesional
de la orientación es quien evalúa las dificultades del alumnado y junto con el equipo
docente define el plan de actuación a seguir.
Las adaptaciones curriculares Las adaptaciones curriculares
Entendidas como modificaciones curriculares más o menos extensas– son estrategias
educativas para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje en algunos alumnos con
determinadas características específicas. Los profesionales de la orientación asesoran
en el diseño de estas estrategias, por lo que una de sus funciones básicas en esta área
es la atención al alumnado que precisa de condiciones específicas para aprender.
Dentro de este tipo de alumnos se incluyen aquellos considerados de necesidades
educativas especiales.
• Programas de diversificación curricular
Los programas de diversificación curricular son la expresión de la flexibilización del
currículo para contribuir a definir qué aprendizajes se consideran prioritarios según las
características del alumnado, en caso de que no sea posible alcanzar las competencias
básicas del currículo desde su aproximación ordinaria .

2.2.3. La Orientación en la evaluación de los procesos de enseñanza y


aprendizaje
La evaluación es uno de los procesos didácticos y organizativos que más información
aporta acerca de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La orientación en evaluación permite, según Del Rincón Igea (1999), revisar la
adaptación de los procesos de enseñanza y aprendizaje a las necesidades de los
alumnos y alumnas, así como la validez y ajuste de la metodología empleada en los
mismos. Desde esta óptica, el profesional de la orientación debe proporcionar
propuestas prácticas de métodos y estrategias de evaluación en el aula para la
trasparencia y coherencia evaluativa, esto es, para que la evaluación se adecue a los
presupuestos didácticos. Al mismo tiempo, la evaluación debe ser coherente con las
finalidades y presupuestos educativos, incidiendo en los procesos y evaluando
competencias.

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