Membrana Celular

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Membrana celular (membrana citoplasmática)

La membrana de la célula, también llamada membrana citoplasmática, se encuentra en las células y separa su interior
del medio exterior que las rodea. La membrana celular consiste en una bicapa (doble capa) lipídica que es
semipermeable. Entre otras funciones, la membrana celular regula el transporte de sustancias que entran y salen de la
célula.

La membrana celular o citoplasmática confiere protección a la célula. También le proporciona unas condiciones estables
en su interior, y tiene otras muchas funciones. Una de ellas es la de transportar nutrientes hacia su interior y expulsar las
sustancias tóxicas fuera de la célula. Otra de sus funciones es debida a que en la propia membrana hay insertadas
distintas proteínas que interactúan con otras sustancias del exterior y otras células. Estas proteínas pueden ser
glicoproteínas, cuando están formadas por un azúcar unido a una proteína, o pueden ser lipoproteínas, cuando se
componen de la unión de un lípido con una proteína. Todas estas proteínas están enganchadas en la superficie de la
membrana celular (o inseridas en ella) y permiten que la célula interaccione con otras células. La membrana celular, por
otra parte, también aguanta la estructura celular, le da forma. Hay distintos tipos de membranas celulares dependiendo
del tipo de célula y, en general, las membranas tienen colesterol en abundancia (en las células animales) como
componente lipídico para darles estabilidad. Según el tipo de célula, pueden existir estructuras adicionales. Existen
distintos vegetales y microorganismos, como bacterias o algas, que tienen otros mecanismos de protección, como una
pared celular exterior, mucho más rígida que la membrana celular.

Las membranas son de importancia crucial para la vida, debido a que las células deben separar su contenido del medio
ambiente por dos grandes razones.

1. Deben mantener las "moléculas de la vida" (ADN, ARN, y las proteínas acompañantes) en manera tal que no se
dispersen en el medio.
2. Deben mantener afuera las moléculas extrañas que puedan dañar los componentes celulares o sus moléculas.

Pero, aparte de cumplir con estos dos principios, debe comunicarse con su entorno para monitorear permanentemente
las condiciones externas y adaptarse a ellas.

Por ejemplo, si la bacteria Escherichia coli detecta una alta concentración del azúcar lactosa en el medio, comienza a
sintetizar las proteínas que le permiten introducirla y consumirla.

Pero, si la bacteria Escherichia coli también detecta una alta concentración del azúcar glucosa en el medio en vez de
ello comienza a sintetizar proteínas para introducir y consumir glucosa.

La célula también necesita bombear nutrientes y eliminar los productos tóxicos de su metabolismo. ¿Cómo hace la
bacteria Escherichia coli para conocer las condiciones del medio?, pues, depende de su membrana para obtener la
información de varias maneras.

Las células que componen los tejidos de los organismos multicelulares también necesitan intercambiar metabolitos y
productos de desecho con el medio externo. Pero necesitan información más compleja que la que necesita una bacteria
o un protozoario.

Cada una de las células de nuestros tejidos se comunica con docenas, o cientos de otros tipos de células acerca de una
variedad de tópicos importantes como, por ejemplo: cuando debe crecer, diferenciarse o morir; cuando debe liberar
ciertas proteínas o metabolitos que necesitan otras células en sitios distantes del cuerpo o, con que otras células debe
asociarse para construir las complejas arquitecturas de los tejidos.

Irónicamente, la estructura intrínseca de la célula crea un obstáculo formidable a este importante proceso de
comunicación intercelular. La célula se encierra dentro de su membrana, que es relativamente impermeable a la mayor
parte de las moléculas. Esta barrera permite a la célula crear su propio medio intracelular que es distinto y muy diferente
del mundo que la rodea.

Esto tiene un costo: dificulta el libre intercambio de materiales e información entre el interior y el exterior. Esta barrera
debe, por lo tanto, configurarse en manera tal que permita a la célula informarse acerca de lo que sucede en el "mundo
exterior" y utilizar los nutrientes disponibles.

Para ello las células tienen en la membrana dos grandes grupos de proteína:
Transportadoras
Receptoras

Algunas proteínas cumplen ambas funciones, por ejemplo el  receptor de la acetilcolina, pero la mayor parte de ellas
solo puede realizar una u otra.

Las células se encuentran por lo tanto rodeadas por un "arreglo" de proteínas que se ocupan de estos problemas.
Algunas se encuentran embebidas en la bicapa lipídica o la atraviesan de lado a lado. Son las llamadas proteinas
intrínsecas; otras están adsorbidas en la superficie de la bicapa y se denominan extrínsecas y pueden ser fácilmente
separadas de la bicapa lipídica sin necesidad de destruirla.

MEMBRANAS BIOLÓGICAS:

Definicion:

Las membranas celulares son estructuras contínuas, físicamente visibles, que constituyen conjuntos organizados
constituidos por lípidos, proteínas y glúcidos.

FUNCIONES:

⚫ 1. Participan en el crecimiento, desarrollo y funcionamiento celular; ⚫ 2. Cumplen una función estructural; ⚫ 3. Forman
una barrera de permeabilidad selectiva; ⚫ 4. Reciben y generan señales: controlan el flujo de información entre la célula
y el medio ambiente; 5. Constituyen un soporte de enzimas y receptores; ⚫ 6. Cumplen un papel de reconocimiento entre
células y los tejidos conectivos circulantes; ⚫ 7. Participan en la motilidad celular; ⚫ 8. Intervienen en procesos de
translocación de la energía.

ESTRUCTURA DE UNA MEMBRANA BIOLÓGICA: ⚫Características estructurales: ⚫Bicapa fosfolipídica; ⚫Proteínas y


glúcidos intercalados; ⚫Asimetría; ⚫Fluidez; ⚫Autorreparantes; ⚫Autoagregantes.

TRANSPORTE A TRAVÉS DE MEMBRANAS: Difusión a través de una membrana permeable (difusión simple). Los
iones necesitan transportadores específicos (difusión facilitada). Las pequeñas moléculas y los lípidos atraviesan la
membrana en ambos sentidos sin gasto de energía por transporte pasivo (difusión simple):

OSMOSIS: ⚫La osmosis es: ⚫un mecanismo de difusión pasiva, caracterizado por el paso del solvente, a través de una
membrana semipermeable, desde la solución más diluida a la más concentrada;

TRANSPORTE ACTIVO: ⚫El transporte activo es un mecanismo celular por medio del cual algunas moléculas
atraviesan la membrana plasmática contra un gradiente de concentración con gasto de energía

⚫La bomba de Na+ /K+ consume una molécula de ATP y es la encargada de transportar tres iones de potasio que logran
ingresar a la célula, al mismo tiempo bombea dos iones de sodio y un hidrogenión desde el interior hacia el exterior de la
célula.

MEMBRANAS BIOLÓGICAS
Muchas estructuras de la célula están formadas por membranas. Las membranas biológicas constituyen fronteras que
permiten no sólo separar sino también poner en comunicación diferentes compartimentos en el interior de la célula y a la
propia célula con el exterior.
La estructura de todas las membranas biológicas es muy parecida. Las diferencias se establecen más bien al nivel de la
función particular que tienen los distintos orgánulos formados por membranas; función que va a depender de la
composición que tengan sus membranas. Este tipo de membranas se denomina, debido a esto, unidad de membrana o
membrana unitaria. La membrana plasmática de la célula y la de los orgánulos celulares está formada por membranas
unitarias.
-ESTRUCTURA DE LAS MEMBRANAS BIOLÓGICAS: Las membranas biológicas están constituidas por una doble
capa de fosfolípidos con proteínas. Las proteínas se pueden encontrar adosadas a la membrana pero sin penetrar en la
doble capa lipídica: proteínas periféricas, o empotradas: proteínas integrales. Las proteínas forman así una especie
de mosaico (estructura en mosaico).Las partes hidrófilas de las proteínas integrales quedan hacia el interior o hacia el
exterior de la capa lipídica y las partes lipófilas (hidrófobas) se sitúan en su seno. Las proteínas integrales atraviesan
completamente la membrana.
EL TRANSPORTE DE SUSTANCIAS A TRAVÉS DE LAS MEMBRANAS
En el caso de sustancias disueltas, según se consuma o no energía, distinguiremos los siguientes tipos de transporte:
I) Transporte pasivo. Se trata de un transporte a favor del gradiente de concentración, por lo que no requiere un aporte
de energía. Puede ser:
a) Transporte pasivo simple o difusión de moléculas a favor del gradiente.
a) Difusión a través de la bicapa lipídica. Pasan así sustancias lipídica como las hormonas esteroideas, los fármacos
liposolubles y los anestésicos, como el éter. También sustancias apolares como el oxígeno y el nitrógeno atmosférico y
algunas moléculas polares muy pequeñas como el agua, el CO2, el etanol y la glicerina.
b) Difusión a través de canales proteicos. Se realiza a través de proteínas canal. Proteínas que forman canales
acuosos en la doble capa lipídica. Pasan así ciertos iones, como el Na+, el K+ y el Ca+ +.
b) Transporte pasivo facilitado (difusión facilitada). Las moléculas hidrófilas (glúcidos, aminoácidos...) no pueden
atravesar la doble capa lipídica por difusión a favor del gradiente de concentración. Determinadas proteínas de la
membrana, llamadas permeasas, actúan como "barcas" para que estas sustancias puedan salvar el obstáculo
que supone la doble capa lipídica. Este tipo de transporte tampoco requiere un  consumo de energía, pues se realiza a
favor del gradiente de concentración.
II) Transporte activo: Cuando el transporte se realiza en contra de un gradiente químico (de concentración) o eléctrico.
Para este tipo de transporte se precisan transportadores específicos instalados en la membrana, siempre proteínas, que,
mediante un gasto de energía en forma de ATP, transportan sustancias a través de ésta. Con este tipo de transporte
pueden transportarse, además de pequeñas partí culas, moléculas orgánicas de mayor tamaño, siempre en contra del
gradiente de concentración o eléctrico.
I) ENDOCITOSIS. Las sustancias entran en la célula envueltas en vesículas formadas a partir de la membrana
plasmática. Cuando lo que entra en la célula son partí -culas sólidas o pequeñas gotitas líquidas el transporte se realiza
por mecanismos especial ese incluso se hace perceptible. Estos mecanismos implican una deformación de la membrana
y la formación de vacuolas. Este tipo de transporte puede ser de gran importancia en ciertas células, como por ejemplo,
en los macrófagos y en las amebas. Distinguiremos dos tipos de endocitosis: la fagocitosis y la pinocitosis
a)Fagocitosis: Es la ingestión de grandes partículas sólidas (bacterias, restos celulares)por medio de seudópodos. Los
seudópodos son grandes evaginaciones de la membrana plasmática que envuelven a la partícula. Ésta pasa al
citoplasma de la célula en forma de vacuola fagocítica. Este tipo de ingestión la encontramos, por ejemplo, en las
amebas o en los macrófagos.
b) Pinocitosis. Es la ingestión de sustancias disueltas en forma de pequeñas gotitas líquidas que atraviesan la
membrana al invaginarse ésta. Se forman así pequeñas vacuolas llamadas vacuolas pinocíticas que pueden reunirse
formando vacuolas de mayor tamaño.
II) EXOCITOSIS: Consiste en la secreción o excreción de sustancias por medio de vacuolas, vesículas de exocitosis, que
se fusionan con la membrana plasmática abriéndose al exterior y expulsando su contenido. Las vacuolas provienen de
los sistemas de membranas o de la endocitosis. La membrana de la vacuola queda incluida en la membrana celular, lo
que es normal teniendo en cuenta que ambas membranas poseen la misma estructura. En todos los mecanismos de
endocitosis hay una disminución de la membrana plasmática al introducirse ésta en el citoplasma. Esta disminución es
compensada por la formación de membranas por exocitosis. La membrana plasmática está en estas células en un
continuo proceso de renovación. En un macrófago, por ejemplo, toda su membrana es ingerida en 30 min.
ELEMENTOS BIOGÉNICOS
Ningún Elemento químico es exclusivo de los seres vivos y todos se encuentran también en la Naturaleza. Sin embargo,
hay sólo 27 que forman parte permanente de la vida y otros 60 pueden aparecer ocasionalmente. Estos elementos se
denominan elementos biogénicos o biolementos. Según su importancia y abundancia se clasifican en:
Elementos plásticos primarios: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Representan algo más del 96% del peso
de cualquier organismo. Son elementos imprescindibles para la creación de materia orgánica.
Elementos secundarios indispensables: fósforo, azufre, sodio, potasio, calcio, magnesio y cloro. Constituyen el
3% en peso aproximadamente. Son bioelementos necesarios para la vida de la célula.
Oligoelementos o elementos traza: Además de los señalados existen otros que son necesarios para el funcionamiento
celular y que en conjunto representan menos del 1%. No todos forman parte de los seres vivos. Cabe citar por ejemplo
el hierro, cinc, bromo, yodo y silicio.
Función de los bioelementos primarios y secundarios: El carbono y el hidrógeno constituyen la estructura básica de
las moléculas orgánicas y, junto al oxígeno, son los principales componentes. El nitrógeno participa en la construcción
de proteínas y ácidos nucleicos. El fósforo forma parte de los ácidos nucleicos y sus enlaces son utilizados en la
obtención de energía. El azufre constituye parte de la mayoría de las proteínas. El resto de bioelementos secundarios se
encuentran en el interior de la célula disociados como iones. El sodio potasio y cloro participan en mantener el grado de
salinidad así como en el impulso nervioso. El calcio actúa como constitutivo de estructuras esqueléticas, en el
mecanismo de contracción muscular y en la coagulación entre otros procesos. El magnesio es imprescindible para la
acción catalítica de muchas enzimas.
Función de los oligoelementos: Son necesarios para el funcionamiento de la célula y suelen asociarse a enzimas.
El hierro participa en los procesos redox de la cadena respiratoria y forma parte de la hemoglobina. El cobre forma parte
de múltiples enzimas de oxidación. El cobalto y el molibdeno forman parte de coenzimas. El yodo es fundamental para la
hormona del tiroides y el flúor en la formación de los dientes.
LAS BIOMOLÉCULAS: Los átomos de los diferentes bioelementos se combinan para formar las moléculas
constituyentes de la vida que se dividen en inorgánicas (agua y sales minerales) y orgánicas (glúcidos, lípidos,
proteínas y ácidos nucleicos). Muchos de estos compuestos orgánicos son macromoléculas formadas por otras
moléculas más sencillas. La unidad estructural aislada, se llama monómero y la macromolécula recibe el nombre
de polímero.
LOS GLÚCIDOS
Los glúcidos son los aldehídos o cetonas de alcoholes polivalentes y sus derivados formados por oxidación, reducción,
sustitución y polimerización. Se encuentran en todos los seres vivos donde desempeñan una función energética, si bien
algunos tienen función estructural, sobre todo en vegetales. Las unidades básicas de los glúcidos son las osas o
monosacáridos, compuestos hidrolizables de tres a siete átomos de carbono. Los ósidos nos compuestos formados por
la unión de varios monosacáridos con pérdida de una molécula de agua en cada enlace. Se subdividen en:  Holósidos,
Heterósidos
MONOSACÁRIDOS: Son sustancias no hidrolizables, cristalizables, blancas, solubles en agua y de sabor dulce, por lo
que se les denomina azúcares. Químicamente, son compuestos de 3 a 7 átomos de carbono en el que uno de los
átomos está unido por doble enlace a un átomo de oxígeno y el resto está unido a un grupo hidroxilo. Según el número
de carbonos pueden ser desde triosas hasta heptosas y se reúnen en dos grandes grupos según la naturaleza de su
grupo carbonilo: aldosas si es un aldehído, que ha de localizarse en el primer carbono, y cetosas si el grupo es una
cetona en el segundo carbono.
Aldosas: Triosas,D-Gliceraldehido. Tetrosas: d-Eritrosa y D-Treosa. Pentosas: D-ribosa, D-arabinosa, D-xilosa, D-
lixosa. Hexosas: D-alosa, D-altrosa, D-glucosa, D-manosa, D-gulosa, D-idosa, D-galactosa, D-talosa.
Cetosas: Triosas: Dihidroxiacetona. Tetrosas: D-Eritrulosa. Pentosas: D-Ribulosa, D-xilulosa. Hexosas: D-sicosa, D-
fructosa, D-sorbosa, D-tagatosa.
DISACÁRIDOS: Son sustancias blancas, cristalizables, solubles en agua y de sabor dulce, por lo que también se llaman
azúcares. Químicamente resultan de la unión de dos monosacáridos, con liberación de una molécula de agua.
Disacáridos naturales: Maltosa, Celobiosa, Lactosa, Sacarosa
POLISACÁRIDOS: Los polisacáridos son sustancias de elevado peso molecular no cristalizables, insípidas y poco
solubles en agua. Se forman por la unión de n moléculas de monosacárido con separación de n-1 moléculas de agua
siendo n>10. Por lo tanto, son polímeros hidrolizables y su hidrólisis origina monosacáridos. Si son del mismo tipo, es
un homopolisacárido y si son de distinto heteropolisacárido. Según sus funciones biológicas se clasifican en:
 Polisacáridos de reserva: son el almidón, el glucógeno y los dextranos.
 Polisacáridos estructurales: Son especialmente importantes en los vegetales. Celulosa, Quitina

LOS LÍPIDOS
Son un conjunto de sustancias orgánicas muy heterogéneas pero todos están formados por largas cadenas
hidrocarburadas que pueden estar sustituidas o no por diferentes grupos funcionales. Son compuestos ternarios,
contienen C H y O.La característica que los reúne es que son insolubles en agua pero solubles en disolventes orgánicos.
Es debido a que carecen de polaridad y por tanto son hidrófobas. Desempeñan dos funciones principales: depósito de
energía a largo plazo y componentes estructurales de las células. También ejercen funciones reguladoras, sirven como
cubiertas protectoras o de aislante térmico.
Los ácidos grasos: Uno de los componentes importantes de muchos lípidos, pero no de todos, son los ácidos grasos,
que son ácidos orgánicos o carboxílicos con un número par de átomos de carbono, desde 4 hasta 30. Estructuralmente
adoptan forma de zigzag. Pueden ser de dos tipos, que determinan su geometría: Saturados: sin dobles enlaces en la
cadena. Insaturados: con uno o más dobles enlaces.
LIPOPROTEÍNAS: Son asociaciones de lípidos y proteínas de las cuales existen dos tipos: los sistemas de membranas,
que participan en la constitución de las membranas celulares, y las lipoproteínas de transporte del plasma sanguíneo. Un
exceso de lipoproteínas de alta densidad causa una concentración excesiva de colesterol.
LAS PROTEÍNAS
Son biomoléculas orgánicas integradas por al menos cuatro elementos: carbono, hidrógeno, oxigeno y nitrógeno, que se
considera característico de este grupo. Químicamente son polímeros de moléculas relativamente sencillas denominadas
aminoácidos. Los aa se unen entre sí originando oligopéptidos o polipéptidos. Cuando el número de aa supera los 50 o el
peso molecular es mayor de 5000, se habla propiamente de proteínas, que se clasifican en holoproteínas, formadas
únicamente por aminoácidos o heteroproteinas si contienen componentes no proteicos. Las proteínas son los
compuestos orgánicos más abundantes de la materia viva, constituyendo alrededor del 50%.
AMINOÁCIDOS: Los aminoácidos son ácidos orgánicos que tienen un grupo amino en el carbono C-2, al que se unen un
hidrógeno y un grupo radical distintivo. Todas las proteínas están formadas con tan sólo 20 aminoácidos.
Propiedades de los aminoácidos: Son sustancias incoloras, cristalizables, no hidrolizables y de sabor variado. Suelen
disolverse bien en disolventes polares y no polares. Estereoisomería y actividad óptica: Poseen al igual que los
monosacáridos actividad óptica, con isómeros dextrógiros y levógiros. La isomería geométrica depende de la posición del
grupo amino: forma D o L.
PROPIEDADES DE LAS PROTEÍNAS
Solubilidad. El grado de solubilidad depende de diversos factores. En general las proteínas fibrosas son insolubles en
agua mientras que las globulares son solubles, aunque presentan gran variabilidad. Al ser sustancias de gran peso
molecular dan lugar a coloides, por lo que la mayoría de las membranas son impermeables a las proteínas.
Especificidad de las proteínas. Cada proteína es distinta en cada especie aunque realice la misma función en todas
ellas. Incluso dentro de una misma especie, cada individuo se diferencia por las proteínas que poseen.
Capacidad amortiguadora. Las proteínas tienen carácter anfótero, por ello se comportan como ácidos o bases
liberando o tomando protones en función del pH que se desee obtener en la célula.
Desnaturalización. Fácilmente pueden perder su configuración espacial característica. No se rompe el enlace peptídico
(la estructura primaria) pero la proteína pierde sus estructuras secundaria y terciaria. En algunos pasos es posible volver
al estado inicial restableciendo las propiedades iniciales, entonces se produce la renaturalizacion.
LOS ÁCIDOS NUCLEICOS
Los ácidos nucleicos son biomoléculas formadas por C H O N y P. Se trata de moléculas de gran tamaño formadas por la
polimerización de los nucleótidos. Todos los organismos tienen ADN y ARN excepto los virus que sólo poseen uno. El
ADN es el material genético y cumple las siguientes funciones: Almacenar la información genética: El ADN contiene las
instrucciones precisas para sintetizar todas las proteínas. Transmitir la información genética, es decir, copiarse
exactamente en cada generación mediante la replicación o duplicación. La función del ARN es expresar la información
genética, es decir, ejercer las órdenes contenidas en el ADN y sintetizar las proteínas.
NUCLEÓSIDOS Y NUCLEÓTIDOS: Los nucleótidos contienen tres componentes característicos: ácido fosfórico, una
base nitrogenada y una pentosa que puede ser ribosa o desoxirribosa. Las bases nitrogenadas son derivados de la
purina y la pirimidina. Las bases púricas son la Adenina y la Guanina, presentes en ADN y ARN. Las bases pirimidínicas
son Citosina (presente en ADN y ARN), Timina (presente sólo en ADN) y Uracilo (presente sólo en el ARN). Una
molécula de base nitrogenada se une a una pentosa originando un nucleósido. Los nucleótidos son ésteres fosfóricos de
los nucleósidos en los que el ácido fosfórico esterifica a uno de los grupos hidroxilo libres de la pentosa.
POLINUCLEÓTIDOS: Son la unión de los nucleótidos mediante enlaces fosfodiéster. El ADN es un polinucleótido
formado por desoxirribonucleótidos de adenina guanina, citosina y timina. El ARN es un polinucleótido formado por
ribonucleótidos de adenina, guanina citosina y uracilo.
REACCIÓN BIOQUÍMICA
Es una reacción química que se lleva a cabo dentro de los organismos vivos. El conjunto de reacciones bioquímicas de
un organismo es su metabolismo. Hay dos tipos generales de reacciones bioquímicas:
1. Reacciones anabólicas: Son reacciones en la que se forman compuestos complejos a partir de compuestos sencillos.
Consumen energía, es decir, son endergónicas. Ejemplo: A+B=AB.
2. Reacciones catabólicas: Son reacciones en las que compuestos complejos se transforman en otros más sencillos. Son
generalmente exergónicas, es decir, liberan energía. Ejemplo: AB=A+B.
Las reacciones bioquímicas no ocurren espontáneamente, sino que están catalizadas por enzimas.
2.1. LA MEMBRANA CELULAR La célula, ya sea perteneciente a organismos procariotas o eucariotas, requiere de una
barrera física que la separe y en determinadas situaciones, la aísle del medio externo. A su vez, necesita también
mantener el contacto con el medio, ya que de él obtiene los nutrientes esenciales para la vida. Esta separación física
entre el medio interno y el externo es la membrana celular. Las características de la membrana dependen del tipo de
célula, aunque presentan componentes comunes, como son la presencia de una bicapa o matriz lipídica y proteínas. Las
membranas celulares no sólo presentan una función de barrera estática, sino que desempeñan funciones específicas: x
Protección de la célula frente posibles agresiones externas. x Mantenimiento de la presión osmótica. x Intercambio de
determinadas moléculas hacia el interior y/o el exterior celular. x Mantenimiento de proteínas capaces de realizar
funciones específicas como puede ser el transporte selectivo de moléculas, o determinadas reacciones enzimáticas,
entre otras. x Transducción de señales mediante fijación selectiva a determinadas entidades químicas a través de
receptores. x Reconocimiento celular y posible fusión con otras células. x Motilidad de determinadas células u orgánulos.
La membrana permite a la célula mantener un estrecho contacto entre el medio externo y el medio interno. Por ejemplo,
si se detecta una elevada concentración de un determinado nutriente en el medio externo, la célula iniciará un proceso de
expresión de transportadores específicos para este nutriente, con el fin de acumularlo en su interior y consumirlo.
Paradójicamente, la membrana celular es una barrera prácticamente impermeable que hace posible el mantenimiento y
separación de dos medios diferentes, como son el medio intracelular y el extracelular (Alberts et al., 2002). Entre ambos
lados de la membrana celular existe una diferencia de potencial electroquímico ('P˾i). Los iones mayoritariamente
presentes en el medio extracelular son, Na+ y Cl- , mientras que los iones mayoritariamente presentes en el medio
intracelular son, K+ y fosfatos orgánicos aniónicos. Este desequilibrio de iones da lugar a una diferencia de potencial
eléctrico en la membrana (potencial de membrana). El paso por la bicapa de pequeños iones, tales como Na+ , K+ o H+ ,
es vital para el mantenimiento de este potencial así como para la conducción de algunos procesos de transporte. La
diferencia de potencial electroquímico presente en las células vivas se encuentra entre – 20 mV y – 200 mV (Lodish et
al., 2003), aunque se pueden encontrar células con una diferencia de potencial de transmembrana positiva. 2.1.1.
Composición En la composición química de la membrana intervienen diversas moléculas: lípidos, proteínas y glúcidos.
Los lípidos se encuentran dispuestos en forma de bicapa, mientras que las proteínas se disponen en forma irregular y
asimétrica entre los mismos. Estos componentes confieren un cierto grado de movilidad a la membrana dando lugar al
modelo conocido como mosaico fluido (Singer y Nicholson, 1972). La membrana celular no es igual para todos los
organismos vivos, existen diferencias, por ejemplo, entre organismos procariotas y eucariotas, incluso entre los miembros
de estos dos grupos existen diferencias características en la composición de sus membranas. Los componentes
principales de las membranas celulares son: x Fosfolípidos. x Esteroles. x Glucolípidos. x Lipopolisacárido. x Proteínas.
2.1.1.i Fosfolípidos Los fosfolípidos son los componentes principales de la membrana celular. Son moléculas anfipáticas
compuestas por una región hidrofílica o cabeza polar y una región hidrofóbica compuesta por dos cadenas
hidrocarbonadas de ácidos grasos que constituyen la región apolar o colas apolares. La región polar presenta un grupo
NH3 y se conecta a la región apolar mediante la presencia de una molécula de glicerol, la cual se une a las colas
apolares mediante enlaces de tipo éster. La región apolar se compone de dos cadenas hidrocarbonadas de longitud
variable (comprendidas entre 14 y 24 átomos de carbono, generalmente). Las colas apolares presentan un cierto grado
de movilidad debido a su estructura y a la posible presencia de dobles enlaces, como puede apreciarse en la figura 1.
Los ácidos grasos insaturados determinan el empaquetamiento en el plano lateral de la bicapa (Houslay y Stanley, 1982;
Bergethon, 1998). Figura 1. Estructura de un fosfolípido modelo. Las moléculas de fosfolípido se estructuran, en función
de su lipofilicidad, en forma de una bicapa continua de aproximadamente 5 nm de ancho. Esta bicapa, establecida como
base para la estructura celular, es la matriz en la que se integran otras moléculas que tienen diferentes funciones y son
imprescindibles para la vida (Alberts et al., 2002). Cabe destacar que no existe una composición lipídica estándar, sino
que dependerá de la función de cada célula u orgánulo, aunque existen unos fosfolípidos, resumidos en la tabla 1, que se
encuentran con más frecuencia en las membranas. La composición lipídica de las membranas no es la misma según se
considere la región extracelular o la región intracelular, esta asimetría entre monocapas es debida a las diferentes
funciones que desempeñan ambas regions. En algunos casos, las bacterias son capaces de modificar la proporción entre
ácidos grasos saturados e insaturados, con el fin de mantener la fluidez de la bicapa frente a variaciones del medio
externo (por ejemplo, variaciones de la temperatura). 2.1.1.ii. Esteroles El colesterol, es el esterol más habitual presente
en las membranas celulares eucariotas, mientras que las membranas procariotas carecen de esta molécula. En la figura
3 se muestra la estructura del colesterol, que determina su localización en la membrana. El colesterol se encuentra
insertado en la bicapa con su grupo hidroxilo C3 próximo a las cabezas polares de los fosfolípidos y su región apolar
integrada entre las cadenas hidrocarbonadas apolares de los mismos (Huang, 1977). Figura 3. Estructura del colesterol.
Las moléculas de colesterol actúan como reguladoras de la fluidez de la membrana, evitando los cambios bruscos que
produciría en la misma, por ejemplo, una incremento de la temperatura (Alberts et al., 2002). En el caso de los
organismos que carecen de colesterol, la función de estabilidad de la bicapa es proporcionada por otro tipo de esteroles,
como el ergosterol. 2.1.1.iii. Glucolípidos Los glucolípidos son moléculas lipídicas que presentan en su estructura
cadenas de polisacáridos que quedan expuestas en el espacio extracelular (figura 4). Estos lípidos, se diferencian entre
sí por la naturaleza de la parte glucídica que exponen. En las membranas citoplasmáticas de los organismos eucariotas y
procariotas, los glucolípidos mayoritarios son los neutros, llamados así por presentar una cabeza polar formada por
azúcares neutros (Alberts et al., 2002). Figura 4. Disposición en la bicapa de las moléculas de glucolípido. Estos
componentes de la bicapa pueden presentar función de protección y aislamiento, así como constituir una zona de
reconocimiento para otras moléculas. 2.1.1.iv. Lipopolisacárido El lipopolisacárido (LPS) está presente en la membrana
externa de las bacterias Gram negativas, concretamente se encuentra situado en la mitad exterior de dicha membrana.
El LPS presenta una región hidrofóbica (lípido A) situado en la membrana, de forma similar a como se encuentran
situadas las colas hidrofóbicas de los fosfolípidos. La región polar del LPS, como puede apreciarse en la figura 5, está
formada por el core y en algunos casos por el antígeno O, ambos de naturaleza sacarídica. 2.1.1.v. Proteínas Las
proteínas de membrana, como se verá posteriormente, pueden ser periféricas o integrarse parcial o totalmente en la
membrana, siendo, generalmente, de tipo globular o fibroso. Su actividad es fundamental para el mantenimiento de los
gradientes transmembranarios y el estudio de su estructura resulta prioritario. Cabe destacar, que la proporción de
proteínas de membrana que han podido ser cristalizadas es muy baja. Según su composición, las proteínas se pueden
clasificar en: x Proteínas simples: compuestas únicamente por aminoácidos. x Proteínas conjugadas: compuestas por
aminoácidos y por otros compuestos orgánicos o inorgánicos denominados grupos prostéticos. Las proteínas de
membrana se sitúan en función de la estructura de sus aminoácidos, concretamente de sus propiedades hidrofílicas o
hidrofóbicas. La mayoría de las membranas contienen aproximadamente un 40 % de lípidos y un 60 % de proteínas,
aunque en algunas membranas de células eucariotas pueden llegar a representar un 80 % de la masa celular seca total
(Lehninger et al., 2001). 2.1.2. Estructura La estructura de la membrana celular es en forma de bicapa lipídica. Esta
bicapa lipídica puede ser considerada como una matriz donde se incorporan otras muchas moléculas que forman parte
también de las diferentes membranas celulares. La bicapa lipídica es una estructura fluida y dinámica. Este dinamismo
de la bicapa se conoce como modelo de mosaico fluido, en el que se encuentran implicadas activamente todas las
moléculas que forman parte de la bicapa, ya sean fosfolípidos, glucolípidos, esteroles y proteínas, entre otros. El modelo
del mosaico fluido, postulado en 1972 por Singer y Nicholson, establece que los fosfolípidos de las membranas se
encuentran ordenados en forma de bicapa fluida. La fluidez de esta bicapa permite el movimiento individual de las
diferentes moléculas que forman parte de la misma. Este dinamismo molecular confiere a la membrana una gran
elasticidad así como propiedades eléctricas y una relativa impermeabilidad frente a moléculas muy polares. 2.1.2.i.
Fluidez de la bicapa Los lípidos de las membranas pueden encontrarse, en función de la temperatura, en dos estados o
fases diferentes: fase de gel (las cadenas hidrocarbonadas del lípido están rígidas), y fase de cristal-líquido o fluida (las
cadenas hidrocarbonadas de los lípidos están móviles). La temperatura a la cual se produce el cambio de estado de gel a
cristal-líquido se denomina temperatura de transición (Tm) (figura 6). A valores de temperatura inferiores a la Tm, el lípido
se encuentra en fase gel y a valores superiores, se encuentra en fase de cristal-líquido (Keough y Davis, 1979;
Bergethon, 1998). La cooperatividad de la transición (B) es un indicador del número de moléculas que cambian de estado
simultáneamente durante la transición (Vance y Vance, 1996). En el caso de fosfolípidos puros, la Tm está bien definida
y la transición se produce de forma altamente cooperativa. En los sistemas biológicos se encuentran mezclas lipídicas
complejas, formadas por más de un tipo de lípido, la transición se produce en un intervalo de temperaturas y suele existir
una baja cooperatividad (Bergethon, 1998). Figura 6. Transición de estado en una bicapa lipídica entre la fase de gel y la
de cristal-líquido. La Tm depende de las propiedades de los lípidos que constituyen la bicapa. La presencia de
fosfolípidos de cadena corta o con insaturaciones en sus cadenas hidrocarbonadas produce un descenso de Tm, debido
a que una menor longitud de las cadenas reduce la tendencia de las colas a interaccionar entre ellas, y la presencia de
dobles enlaces producen torsiones en las colas apolares que pueden facilitar su movilidad. Por otra parte, la presencia de
fosfolípidos saturados en la bicapa, aumenta su Tm debido a que estos fosfolípidos presentan una elevada capacidad de
agrupación y baja movilidad (Alberts et al., 2002). Las técnicas microcalorimétricas, constituyen el método de elección
para determinar los valores de Tm, así como los parámetros termodinámicos asociados al cambio de fase de los lípidos.
No obstante, el cálculo de la Tm puede realizarse también por otras técnicas, como la resonancia magnética nuclear
(RMN), la resonancia de spin electrónico o la fluorescencia. En la figura 7 se muestra un ejemplo de determinación de
Tm por fluorescencia. El cálculo se realiza a partir de las variaciones de la anisotropía de una sonda fluorescente frente a
los cambios de temperatura. El punto de inflexión de la curva obtenida corresponde a la temperatura de transición. El
cálculo de Tm y B proporciona información relativa a la movilidad de la bicapa y a la posible localización de moléculas en
la misma (Vázquez et al., 2001; Merino et al., 2002). 2.1.2.ii. Propiedades dinámicas El grado de fluidez de la bicapa
depende de las moléculas que forman parte de la misma, es decir, de la proporción de ácidos grasos saturados frente a
insaturados o de la proporción de moléculas tales como el colesterol, por ejemplo. Los principales procesos dinámicos
que ocurren en una membrana biológica se definen a continuación (Shinitzky, 1993; Bergethon, 1998): x Rotación de los
enlaces de carbono: Movimiento de rotación alrededor de las uniones C-C a lo largo de las cadenas hidrocarbonadas de
los ácidos grasos (figura 8a). x Flexibilidad de la cadena hidrocarbonada: Las cadenas hidrocarbonadas de ácido graso
presentan un alto grado de movilidad, sobretodo en el caso de cadenas que presenten dobles enlaces en su estructura
(figura 8b). x Difusión rotacional: Movimiento de rotación de las moléculas de la membrana alrededor de sí mismas. La
difusión rotacional puede darse de dos formas, mediante rotación alrededor de un eje móvil, que también presenta
rotación (figura 8c superior), o alrededor de un eje fijo (figura 8c inferior). x Difusión lateral: Movimiento translacional a lo
largo de la superficie de la bicapa (figura 8d). Este movimiento puede ocurrir con idéntica probabilidad en todas
direcciones de forma completamente aleatoria. La difusión lateral depende del grado de rigidez de la membrana. x
Fluctuaciones: Movimientos de la bicapa similares a ondulaciones de la misma (figura 8e). Las fluctuaciones de las
membranas suelen presentarse en las proximidades de la fase de transición de los lípidos que constituyen la bicapa (ver
apartado 2.1.2.i.). x Difusión transmembrana: La difusión transmembrana o flip-flop es un movimiento de translocación de
una molécula (generalmente de lípido) de una mitad a otra de la bicapa (figura 8f). Figura 8. Efectos dinámicos de la
membrana biológica: (a) Rotación de los enlaces de carbono. (b) Flexibilidad de la cadena hidrocarbonada. (c) Difusión
rotacional. (d) Difusión lateral. (e) Fluctuación de la bicapa. (f) Difusión transmembrana. 2.1.2.iii. Ordenación La
estructura de las membranas biológicas no es homogénea sino que presenta diversos modos de ordenación de su
estructura (Shinitzky, 1993): x Orden orientacional: Cada una de las moléculas de lípido que forman parte de la
membrana presentan una orientación propia en la bicapa (figura 9a). La presencia de proteínas insertadas en la
membrana da lugar a un incremento del orden de la bicapa y de su rigidez. x Dominios: Como sistemas heterogéneos
que son, las membranas celulares presentan una gran diversidad de moléculas en su estructura. La forma en que estas
moléculas se encuentran asociadas determina la presencia de regiones más ordenadas y estables que otras (figura 9b).
Estas regiones ordenadas son denominadas microdominios, entre los que se encuentran los rafts, formados por
colesterol o esfingolípidos (Simons e Ikonen, 1997). En las bicapas lipídicas pueden observarse otro tipo de dominios,
denominados nanodominios, no debidos a una heterogeneidad de la membrana, sino a cambios en sus propiedades
fisicoquímicas, como puede ser un cambio de estado de los fosfolípidos. La aparición de dominios en las membranas
obedece a multitud de parámetros como pueden ser la carga neta de la membrana, las fuerzas de interacción, la
composición de la membrana y efectos externos como puede ser un soporte para su visualización (Tokumasu et al.,
2003a). Existe un tercer tipo de dominio, el macrodominio, provocado por la inserción de una proteína en la membrana y
constituido por la relación que se establece entre las moléculas de fosfolípido y las moléculas de proteína. La presencia
de microdominios en las bicapas y sobretodo en el caso de los rafts, da lugar a regiones de resistencia a la acción de
surfactantes, son las denominadas membranas resistentes a surfactantes (DRM) (Brown y London, 1998). Las DRM
están formadas, habitualmente, por esfingolípidos y colesterol y se caracterizan por su resistencia frente a la acción
sobre todo de surfactantes no iónicos y Tritón X-100 (Anderson y Jacobson, 2002; Simons e Ikonen, 1997). x Asimetría
de la bicapa: Las dos monocapas que componen la membrana celular presentan una composición y estructura diferentes
(figura 9c). Los carbohidratos, por ejemplo, se encuentran situados exclusivamente en la monocapa extracelular. La
asimetría de la bicapa se debe a los diferentes requerimientos de la célula.Tipos de ordenación de la bicapa: (a) Orden
orientacional. (b) Dominios. (c) Asimetría. 2.1.2.iv. Membranas eucariotas y procariotas Las membranas de los
organismos vivos pueden diferenciarse, principalmente, según si éstos son procariotas o eucariotas. Los organismos
eucariotas, en general, presentan una única membrana celular (membrana plasmática o citoplasmática), mientras que los
organismos procariotas pueden presentar dos membranas celulares (membrana externa o lipopolisacárido y membrana
interna, plasmática o citoplasmática). En la figura 10 puede observarse el esquema de una membrana modelo
correspondiente a un organismo eucariota (figura 10a) y a uno procariota (figura 10b), concretamente de una bacteria
Gram negativa. Figura 10. Estructura de la membrana celular: (a) Membrana eucariota. (b) Membrana procariota
(bacteria Gram negativa). En el caso de las bacterias existe una cubierta, ausente en el resto de organismos vivos, que
protege la célula sin ser específicamente una membrana, es el peptidoglicano, también denominado mucopéptido o
mureína. El peptidoglicano está formado por largas cadenas de polisacáridos que consisten en residuos de N-acetil-
glucosamina (NAG) que alternan con los de ácido N-acetil-murámico (NAM), atravesadas por cadenas cortas de
aminoácidos, dando lugar a una tupida red. La principal diferencia entre la membrana de las bacterias Gram positivas y
las Gram negativas, es que en las bacterias Gram positivas el tamaño del peptidoglicano es muy superior al de las
bacterias Gram negativas, ya que en éstas no existe membrana externa (LPS). Los organismos eucariotas, a diferencia
de los procariotas, presentan orgánulos separados físicamente del citoplasma por una membrana que los rodea. Esta
membrana, de igual forma que en la célula, presenta una composición dependiente de los requerimientos del orgánulo,
siendo diferente para cada uno de ellos.

¿Qué es la membrana celular?

Se denomina membrana celular, membrana plasmática, plasmalema o membrana citoplasmática a una doble capa
de lípidos que rodea y delimita a las células, separando al interior del exterior y permitiendo el equilibrio físico y químico
entre el medio ambiente y el citoplasma de la célula. Se trata de la parte más externa de la célula.

Esta membrana no es visible al microscopio óptico (sí al electrónico), ya que tiene un grosor promedio de 7,3 nm3 y
está ubicada, en las células vegetales y de los hongos, por debajo de la pared celular.

La característica primordial de la membrana celular es su permeabilidad selectiva, es decir, su capacidad de permitir o


rechazar el ingreso de determinadas moléculas al interior de la célula, regulando así el paso de agua, nutrientes o sales
iónicas, para que el citoplasma siempre esté en sus condiciones óptimas de potencial electroquímico (cargado
negativamente), de pH o de concentración.

A partir de ello se pueden dar dos procesos elementales de absorción (endocitosis) o expulsión (exocitosis)
de sustancias de la célula, lo cual también permite la liberación del material de desecho metabólico.

Esto se da a través de la formación de vesículas en la membrana celular que, dependiendo de si entran o salen, permiten
disolver el material deseado en el citoplasma o por el contrario, en el medio ambiente.

Esto último es vital en el caso de ciertas células y organismos unicelulares que fagocitan (envuelven en su membrana) el
material para su nutrición o aquellos agentes que deben ser expulsados del organismo (como en el caso de los linfocitos
o glóbulos blancos).

Función de la membrana celular

La membrana permite dar paso a las sustancias deseadas y negarlo a las indeseadas.

La membrana celular cumple con las siguientes funciones:

 Delimitación. Define y protege mecánicamente a la célula, distinguiendo el afuera del adentro y una célula de
otra. Además, es la primera barrera de defensa frente a otros agentes invasores.
 Administración. Su selectividad le permite dar paso a las sustancias deseadas en la célula y negar el ingreso a
las indeseadas, sirviendo de comunicación entre el afuera y el adentro a la vez que fiscal de dicho tránsito.
 Preservación. A través del intercambio de fluidos y sustancias, la membrana permite mantener estable la
concentración de agua y otros solutos en el citoplasma, mantener su pH nivelado y su carga electroquímica
constante.
 Comunicación. La membrana puede reaccionar ante estímulos provenientes del exterior, transmitiendo la
información al interior de la célula y poniendo en marcha procesos determinados como la división celular,
el movimiento celular o la segregación de sustancias bioquímicas.

Estructura de la membrana celular

Los lípidos son primordialmente colesterol, pero también fosfoglicéridos y esfingolípidos.

La membrana celular se compone de dos capas de lípidos anfipáticos, cuyas cabezas polares hidrófilas (afinidad por
el agua) se orientan hacia adentro y hacia afuera de la célula, manteniendo en contacto sus partes hidrófobas (que
rechazan el agua), de forma semejante a un sándwich. Dichos lípidos son primordialmente colesterol, pero también
fosfoglicéridos y esfingolípidos.

También posee un 20% de proteínas integrales y periféricas, que cumplen funciones de conexión, transporte y


catálisis. Gracias a ellas se da también el reconocimiento celular, una forma de comunicación bioquímica.

Y por último la membrana celular posee componentes glúcidos (azúcares), ya sean polisacáridos u oligosacáridos, que
se hallan en la parte exterior de la membrana formando un glicocalix. Estos azúcares representan apenas el 8% seco del
peso de la membrana total, y sirven como material de soporte y como identificadores en la comunicación intercelular.

 La aparición de la membrana plasmática fue un paso crucial en el origen de las primeras formas de vida; sin ella, la vida
celular es imposible. La membrana plasmática, que rodea a todas las células, define la extensión de la célula y mantiene
las diferencias esenciales entre el contenido de ésta y su entorno. Esta membrana es un filtro, altamente selectivo, que
controla la entrada de nutrientes y la salida de los productos residuales y, además, genera diferencias en la
concentración de iones entre el interior y el exterior de la célula. La membrana plasmática también actúa como un sensor
de señales externas, permitiendo a la célula alterar su comportamiento en respuesta a estímulos de su entorno. La
membrana plasmática de la célula es una estructura altamente diferenciada. Cada tipo de célula tiene, en su membrana
externa, proteínas específicas que le ayudan a controlar el medio intracelular y que interaccionan con señales específicas
de su entorno. Aunque sus componentes específicos varían en gran medida de un tipo de membrana a otro, la mayor
parte de los conceptos estructurales y funcionales básicos que se estudian en este capítulo son aplicables a las distintas
membranas plasmáticas, así como a las membranas intracelulares. Después de examinar la estructura y la organización
de los componentes principales de las membranas biológicas (lípidos, proteínas y carbohidratos), pasaremos a estudiar
los mecanismos que utilizan las células para transportar pequeñas moléculas a través de la membrana plasmática y los
mecanismos que utilizan para transferir macromoléculas y partículas mayores a través de dicha membrana. Otros
aspectos de la membrana plasmática, como su papel en el control del flujo de información entre las células y su medio
ambiente o su relación con la fisiopatología de la hipertensión arterial, son considerados en otros capítulos. La
arquitectura de la membrana plasmatica Todas las membranas biológicas, incluidas la membrana plasmática y las
membranas internas de las células eucariotas, tienen una estructura general común; se trata de agrupaciones de
moléculas lipídicas y proteicas, unidas por interacciones no covalentes.
Qué es la homeostasis, la propiedad de la que
dependen nuestras vidas
 BBC
 Serie "El cuerpo humano: los secretos de tu vida revelados"

19 noviembre 2017

Para que una nueva vida sobreviva, todo -la temperatura, la acidez, la concentración de
oxígeno- tiene que estar controlado con absoluta precisión.
Eso no cambia con los años: tenemos que mantener condiciones precisas en cada uno las células
que nos componen.
Eso es la homeostasis.
Nuestra vida depende de ello.
No hay nada más importante para el cuerpo humano.
La mayoría de los complejos sistemas de nuestro cuerpo existen principalmente para equilibrar y
defender esta preciosa química interna de peligros y amenazas, grandes o pequeños.
Y nuestros cuerpos deben hacer esto cada segundo de cada día de cada año de nuestras vidas.
Es el milagro de la supervivencia. Nuestras vidas penden de un hilo y somos increíblemente buenos
para agarrarnos a él.
A 36.5-37.5 °C

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES


Mantener una temperatura constante es la prioridad número uno del cuerpo humano, ya sea en
las playas tropicales o en los bosques helados de Noruega.
Independientemente de lo que les hagamos, nuestros cuerpos deben mantener una temperatura
base de 37 grados.
Un cambio de unos pocos grados más o menos puede ser mortal, pues puede alterar nuestra
delicada química interna al punto que nuestros órganos empiecen a fallar.
La capacidad de nuestro cuerpo para regular la temperatura es un mecanismo de supervivencia que
apenas estamos empezando a comprender completamente.
Cuando corremos el riesgo de pasar demasiado frío, se activa un mecanismo que salva vidas.
La adrenalina corre a través de nuestro cuerpo, estimulando las células para producir energía a un
ritmo más rápido y esto se convierte en calor.

En el otro extremo, el caliente, sudamos y enviamos más sangre a la piel para que el cuerpo pueda
deshacerse del calor.
Pase lo que pase afuera, nuestra temperatura central está protegida.
Pero mantenerla tiene un costo. Puede afectar dramáticamente el equilibrio de nuestra química
interna.
En los helados lagos de Noruega
En Noruega, niños, adultos y viejos suelen bañarse en las aguas heladas de sus lagos.
Es una tradición... y, según los noruegos, es divertido.

La natación en hielo es uno de los ejemplos más extremos del mecanismo homeostático del cuerpo
en acción.
¿Qué pasa cuando te sumerges en agua helada?
 Entras en un estado potencialmente mortal que llamamos "choque de agua fría".
 Tus dedos se ponen cada vez más fríos, y empiezan a fallar. Te empiezas a sentir mal.
 Tras unos segundos más, te sientes peor, tus dedos comienzan a perder sensación y no puedes
respirar. El agua helada amenaza el equilibrio interno del cuerpo.
 Jadeas, tu corazón se acelera y los vasos sanguíneos en tu piel se contraen, en un intento
desesperado por reducir la pérdida de calor.
 Temblores incontrolables hacen que tu cuerpo trabaje a toda marcha, produciendo calor extra para
tratar de mantener la temperatura base estable.

Un peligroso desecho
Pero todo este esfuerzo produce un desecho peligroso. Dióxido de carbono.
A medida que el dióxido de carbono inunda el cuerpo, crece el riesgo de aumentar la acidez de la
sangre.
Si nuestra sangre se vuelve demasiado ácida, incluso con el equivalente a una gota de limón en
un vaso de agua, nuestros órganos no pueden funcionar.
Sería fatal.
Recientemente los científicos descubrieron cómo nuestros cuerpos lidian con esta amenaza.
Las células especializadas conocidas como células glómicas pueden detectar el más leve aumento
en la acidez de nuestra sangre y envían un mensaje al cerebro.
Esta acción salvavidas expulsa el dióxido de carbono y mantiene la acidez de la sangre en niveles
seguros, restaurando el equilibrio homeostático.
Controlar nuestra temperatura, niveles de dióxido de carbono y PH son solo algunas de las muchas
funciones homeostáticas que nuestros cuerpos realizan para seguir vivos.
El esfuerzo es constante: ya sea que saltes al agua helada o que simplemente estés tomando el sol
en una playa, tu cuerpo incesantemente hace malabarismos con procesos intrincadamente
vinculados para mantener el equilibrio.
Es verdaderamente asombroso y una de las grandes razones por las que quienes lo estudian se
refieren al nuestro como "el organismo más sofisticado del mundo".

El proceso de autorregulación en la Tierra


Se dice que la autorregulación u homeostasis es una de las características de los seres vivos. Consiste
en la capacidad de mantener una condición interna estable, compensando los cambios que se produzcan
en el exterior.

Los humanos poseemos esta capacidad: adaptamos nuestro organismo en función de lo que


vayamos necesitando. Por ejemplo, si hay células que nos sobran, las matamos. Si hay algunas que
son beneficiosas, tendemos a generar más, siempre que se mantenga un equilibrio.

Hay unos cuántos científicos que afirman que la Tierra es un ser vivo. Hay gente que, directamente, lo
experimenta.

Asumo que la Tierra es un ser vivo y que, por tanto, tiene su propio mecanismo de autorregulación.
Entonces me pregunto: ¿Mi planeta se encuentra en una situación de equilibrio? ¿Se siente bien?

Cuando tenemos algún organismo en nuestro interior que nos genera malestar, lo matamos. Ya sea con
nuestras propias defensas, tomándonos una pastilla o cambiando una actitud perjudicial. En estos dos
últimos casos, el organismo nos ha avisado previamente, mediante el dolor, de que tenemos que hacer
algo al respecto.
A la Tierra, le pasa lo mismo. Nuestro planeta es un gran organismo compuesto de millones de células:
las personas. Tiene su propio mecanismo de autorregulación. Favorece el desarrollo de las células más
beneficiosas y frena el avance de las perjudiciales. Cuando está enfermo se limpia, eliminando lo que le
hace sentir mal.

 El planeta ha mantenido la misma temperatura, acidez de las aguas, salinidad del mar y concentración de
gases en la atmósfera a pesar de los cambios que se han ido produciendo en el entorno. Por ejemplo, aunque
la radiación solar ha variado bastante, la temperatura se ha mantenido aproximadamente estable gracias a la
variación del efecto invernadero. ¿Qué beneficios tiene esta estabilidad?
 En un bosque lluvioso, una buena parte de lo que llueve lo hace por la transpiración de sus plantas. Las
plantas terrestres consumen la mayoría de su energía en la transpiración. No en la fotosíntesis, sino en la
evapo-transpiración. Por cada julio de energía que una planta ha utilizado del Sol para la fotosíntesis, cien
julios los ha utilizado con su bomba de aspiración, evaporando agua en sus hojas y ramas. Pero cualquier
árbol que inventara una bomba de ascenso de los nutrientes medianamente eficaz podría evitar la
evapotranspiración y ese “desperdicio” energético (ese uso propio de solo un 1% de la energía solar gracias a
la fotosíntesis). Por ejemplo, un corazón humano podría hacer el trabajo para una secuoya, con la ventaja
añadida de que la secuoya no perdería agua. ¿Por qué no sucede esto?
 Los ríos llevan nutrientes a los mares. Desde esa perspectiva, ¿qué papel cumplen los salmones cuando
suben a desovar en los ríos?
 Un banco de peces atacado por depredadores tiene menos probabilidades de sobrevivir que si los peces se
dispersasen. ¿Por qué existen bancos de peces?

Actividad 6: ¿Está viva la Tierra?, ¿existe Gaia?


Algunas características básicas de los seres vivos son:

 Mantiene un equilibrio interno. En el caso del cuerpo humano, por ejemplo la temperatura es casi siempre la
misma.
 Responde a estímulos externos. Los seres humanos, a través de los sentidos (vista, olfato, gusto, tacto, oído)
podemos por ejemplo esquivar una rama que se caiga de un árbol.
 Se autorrepara. Cuando nos hacemos una herida nuestro cuerpo es capaz de sanarse solo.
 Tiene un sistema de obtención de energía y materia del entorno para permitir su funcionamiento. El sistema
digestivo y el respiratorio serían parte de ese sistema en nuestro cuerpo.
 Se desarrolla. Crecemos en las etapas infantiles y, posteriormente, centramos nuestras energías en ganar
complejidad.
 Se reproduce. Aunque esta no es una función que se produzca en todos los seres vivos en todo momento.

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